20 Rosa Huguet

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Resumen
El Calvero de la Higuera es un enclave básico para conocer la relación entre hiénidos y homíni-
dos en la Península Ibérica durante el Pleistoceno Superior. Situado en la población de Pinilla
del Valle, el Calvero de la Higuera es un complejo arqueopaleontológico en el que se han docu-
mentado, hasta el momento, tres yacimientos: la Cueva del Camino, Cueva de la Buena Pinta y
Abrigo de Navalmaíllo.
El registro paleontológico de cada uno de estos yacimientos refleja que el origen de las acumu-
laciones y los agentes que han participado en cada una de ellas son diferentes. Los conjuntos
Rosa Huguet de las Cuevas del Camino y de la Buena Pinta presentan claras evidencias de haber sido gene-
rados por la actividad de grandes carnívoros, principalmente hiénidos. Por otro lado, el registro
del Abrigo de Navalmaíllo tiene un claro origen antrópico que se aprecia a partir de la existencia
de restos faunísticos con marcas de corte y fracturas en fresco así como de herramientas líticas
y hogares.

Palabras clave: Pleistoceno Superior, Calvero de la Higuera, Tafonomía, Hienas, Homínidos.

abstract
The Calvero de la Higuera is a basic place to know the relationship between hominids and hyae-
nas in the Iberian Peninsula during the Late Pleistocene. Situated near the village of Pinilla del
Valle, the Calvero de la Higuera is an achaeopalaeontological complex in which three sites have
been documented so far: Buena Pinta Cave, Navalmaíllo Rockshelter and Camino Cave.
The record recovered in each of these deposits shows that the origin of the accumulations and
the actors involved in each are different. The sets of Buena Pinta and Camino caves show clear
evidences of having been generated by the activity of large carnivores, primarily hyaenas. On the
other hand, the Navalmaíllo Rockshelter record has a clear anthropogenic origin that evidences
from the faunal remains recovered with cut marks and green fractures as well as tools and
hearths documented.

Keywords: Late Pleistocene, Calvero de la Higuera, Taphonomy, Hyaenas, Hominids.


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Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera


(Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno
superior. Resultados preliminares.

Rosa Huguet1, Juan Luis Arsuaga2, Alfredo Pérez-gonzález3, Mª Carmen Arriaza4, Mª Teresa
Nohemi Sala-Burgos2, César Laplana4, Paloma Sevilla5, Nuria garcía2, Diego Álvarez-Lao6,
Hugues-Alexandre Blain1 y Enrique Baquedano4

Introducción modo, se han documentado cavidades en las que homíni-


A lo largo de la evolución humana, las diferentes especies de dos y hiénidos alternaron su uso de manera sucesiva o dia-
Homo y de hiénidos que han habitado en la Península crónica (Blasco Sancho et alii, 1997). En otras ocasiones,
Ibérica han compartido y competido por los mismos territo- el registro de hiénidos y homínidos presenta una mayor
rios y, en consecuencia, por los recursos existentes en ellos. contemporaneidad (Huguet et alii, 1999; Toro et alii, 2003;
Cuando hablamos de competencia por los recursos nos Huguet, 2007). En estos casos, en un mismo nivel arqueo-
referimos tanto a los recursos bióticos (biomasa animal y/o lógico se localizan evidencias de las actividades de ambos
puntos de agua existente en el medio) como a los recursos agentes como son herramientas líticas y coprolitos, e inclu-
abióticos (zonas de refugio, cavidades, abrigos) del territorio. so en ocasiones se reconocen sobre una misma presa
En la Península Ibérica existe un elevado número de marcas de consumo dejadas por ambos agentes. En este
yacimientos arqueopaleóntologicos de diferentes cronolo- último caso, la relación entre las marcas dejadas por los
gías (gran Dolina, Fuente Nueva-3, galería, gabasa-1, homínidos y los hiénidos permite determinar cuál ha sido el
Valdegoba) en los que se observa claramente la presencia agente que ha realizado el acceso primario y cuál ha reali-
de ambos agentes biológicos (hiénidos y homínidos) zado un acceso secundario o tardío sobre la presa.
(Blasco Sancho et alii, 1997; garcía et alii, 1999; Huguet et Conocer cuál es el agente que ha accedido primero a la
alii, 1999; Toro et alii, 2003; Díez Fernández-Lomana, presa, así como determinar cuáles son los restos del
2006; Huguet, 2007; Saladié, 2009) . esqueleto consumidos por cada uno de ellos nos ayudará
En algunos casos, esta coexistencia se manifiesta a inferir el grado de competencia entre homínidos y hiéni-
como la sucesión de los agentes en la ocupación de la dos, así como la posición de cada uno de ellos dentro de la
cavidad como un espacio concreto de hábitat. De este cadena trófica (Binford, 1981; Hill, 1983; Hill, 1984; Cruz-
uribe, 1991; Marean et alii, 1992; Blumenschine et alii,
1993; Fosse, 1995).
1. Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social (unidad aso- El Calvero de la Higuera es un claro ejemplo de la inter-
ciada al CSIC), Plaça Imperial Tarraco 1, 43005 Tarragona,
España. E-mail: [email protected]. acción en un mismo territorio de grupos humanos y de hié-
2. Centro Mixto uCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento nidos. En este trabajo, presentamos los resultados prelimi-
Humanos, C/ Sinesio Delgado, 4, 28029 Madrid y Departamento
nares del análisis tafonómico realizado sobre los materia-
de Paleontología. Facultad de Ciencias geológicas, universidad
Complutense de Madrid. Ciudad universitaria 28040 Madrid, les faunísticos del Abrigo de Navalmaíllo y la Cueva de la
España. Buena Pinta. Los datos procedentes del yacimiento de la
4. Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid,
Cueva del Camino utilizados en este trabajo proceden de
Plaza de las Bernardas s/n, 28801 Alcalá de Henares, Madrid,
España. Díez Fernández-Lomana (1993), así como de materiales
3. Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, analizados por nosotros.
Avenida de la Paz 28, 09004 Burgos, España.
5. Departamento de Paleontología e Instituto de geología
Económica (CSIC), Facultad de Ciencias geológicas, universidad Localización y contexto geológico del Calvero de
Complutense de Madrid, Ciudad universitaria, 28040 Madrid, la Higuera
España.
6. Área de Paleontología, Departamento de geología, universidad El Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) se
de Oviedo, Arias de Velasco s/n, 33005 Oviedo, España. localiza en el valle alto del río Lozoya, en la Sierra
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446 1ª Reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica

de guadarrama (Sistema Central), a unos 70 Km. al norte de el abrigo de Navalmaíllo


la ciudad de Madrid. geológicamente, el valle alto del El Abrigo de Navalmaíllo es un abrigo rocoso excavado por
Lozoya se encuentra dentro del complejo Esquisto- el arroyo de Valmaíllo. Actualmente, el abrigo esta colgado
grauváquico de la zona Ibérico-Central del Sistema Central, unos 8 metros por encima de la cota del arroyo. Este yaci-
que está constituido por rocas del Proterozoico al miento fue descubierto en el año 2002 por el actual equipo
Carbonífero deformadas y parcialmente metamorfizadas, de investigación y es fruto de los trabajos de prospección
con intrusiones de diferentes tipos de granitoides anteriores realizados dentro del proyecto de investigación del Calvero
al Pérmico (Vera, 2004). La depresión del valle alto del de la Higuera. El abrigo estaba totalmente colmatado por la
Lozoya, de origen tectónico, se formó durante la orogenia caída de parte de la cornisa así como por sedimentos, lo
alpina, y su relleno sedimentario está formado por rocas que dificultaba la visualización del yacimiento. Actualmente,
mesozoicas y cenozoicas. La serie mesozoica, de edad y tras varias campañas de acondicionamiento, la superficie
Cretácico Superior, se inicia con arenas con clastos y gravas de excavación tiene una extensión de 46 m2.
de la formación utrillas, sobre las cuales se encuentran otras La secuencia estratigráfica de este yacimiento com-
unidades formadas principalmente por dolomías. Sobre prende diferentes horizontes que van de techo a base
estas dolomías se produjo, durante el Cuaternario, un proce- desde el nivel A hasta el F (ver Pérez-gonzález et alii en
so de karstificación que tuvo como resultado el desarrollo de este mismo volumen). En el nivel F se ha obtenido una
formas exokársticas, como lapiaces y dolinas, así como de datación por termoluminiscencia de entre 71.685 ± 5.082 y
abrigos y galerías. Los yacimientos arqueológicos del 77.230 ± 6.016 años (Arsuaga et alii, en prensa).
Calvero de la Higuera son fruto de este tipo de procesos, y En tres de los niveles arqueológicos (D, F y H) se han
están asociados a las cavidades y abrigos que se han origi- recuperado restos de industria lítica musteriense (Márquez
nado en una de las cuestas formada por rocas carbonatadas et alii, en prep.). Además de la industria lítica, la presencia
del Cretácico Superior, que localmente se denominan calve- de hogares y de huesos quemados y con marcas de carni-
ros, situada en la margen derecha del valle. Esta cuesta se cería muestra claramente que el abrigo fue ocupado por
grupos humanos en diferentes momentos.
encuentra levemente inclinada hacía el río Lozoya, que
transcurre en dirección Oeste-Este apenas a 200 metros al
Datos zooarqueológicos y tafonómicos
norte de los yacimientos. En las cercanías de los yacimien-
En este trabajo se ha estudiado en una muestra consisten-
tos, los arroyos de Lontanar y Valmaíllo, afluentes del
te en 614 restos óseos procedentes del nivel F del Abrigo
Lozoya, en su proceso de incisión sobre el relieve, han origi-
de Navalmaíllo, lo que representa un 30% del total del
nado que los tres yacimientos hayan quedado colgados
registro recuperado en este nivel hasta la actualidad.
unos metros respecto a la cota actual de sus valles (Arsuaga
De los restos analizados, sólo el 11% se ha podido
et alii, en prensa).
identificar anatómica y taxonómicamente. Los taxones
identificados son: Dama dama, Cervus elaphus, Bos primi-
genius, Equus caballus, Stephanorhinus hemitoechus,
Vulpes vulpes, Leporidae indet., Chelonia indet.

NR NMI
Bovinae 22 2
Equidae 11 1
Rhinocerotidae 10 1
Cervidae 15 2
Canidae 1 1
Carnívora 4 -
Leporidae 2 1
Chelonia 6 1
Total 71 9

Tabla 1. NR, y NMI por grupos taxonómicos del nivel F del Abrigo
Fig. 1. Localización de los yacimientos del Calvero de la Higuera. de Navalmaíllo.
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Todos los restos de macromamíferos que han podido así como las fracturas curvadas con ángulos oblicuos y
ser identificados taxonómicamente corresponden a piezas paños suaves. Estos rasgos indican que la mayoría de los
dentarias. Los restos de lepórido recuperados son un huesos han sido fracturados en fresco (Villa et alii, 1991).
húmero y una tibia, mientras que el quelonio ha sido iden- Algunos de estos huesos presentan claras evidencias
tificado a partir de diferentes placas. de haber sido fracturados por la actividad de los homínidos
La mayoría de los individuos recuperados en el nivel F (Noe-Nygaard, 1977; Binford, 1981; Johnson, 1985; Brugal
son adultos, sólo en el caso de los bovinos se ha identifica- et alii, 1989; Deplech et alii, 1994; Peretto, 1996). Así se
do un individuo inmaduro y en el caso de los cérvidos, un han reconocido restos fracturados por percusión directa en
individuo senil. los que se han identificado puntos de impacto y estigmas
Por tallas de peso, predominan los animales de talla de percusión. Estas marcas se encuentran principalmente
grande y media que representan el 20,2% y el 21,3 % res- sobre huesos largos, entre los que se han identificado
pectivamente del total de registro analizado. Los animales tibias y metápodos de animales de talla grande y media. En
de talla pequeña sólo representan el 1,3% del registro y los el conjunto también se han recuperado algunos conos de
de talla muy grande, el 2,4%. percusión que refuerzan aún más la fracturación en fresco
Los animales de talla grande y media están representa- y en concreto la fracturación de origen antrópico.
dos en el conjunto mayoritariamente por restos del esque- Además algunos huesos planos presentan evidencias
leto craneal y del apendicular (desde los elementos proxi- de fracturación por flexión (peeling).
males hasta los más distales), aunque la mayoría de los
restos óseos recuperados en el conjunto corresponden a Modificaciones de origen antrópico
huesos largos. Por consiguiente, existe una clara ausencia La actividad de los homínidos sobre los restos faunísticos
de elementos del esqueleto axial. ha sido puesta de manifiesto a partir del análisis de los hue-
una de las características del conjunto óseo del nivel F sos fracturados y de sus superficies.
del Abrigo de Navalmaíllo es su elevada fragmentación. La En la superficie de 30 restos se ha reconocido la pre-
mayoría de los restos óseos (61,6%) tienen menos de 40 sencia de marcas de corte. Éstas se encuentran principal-
cm. de longitud, siendo muy escasos (13,6%) los restos mente sobre fragmentos de huesos largos de animales de
óseos de más de 80 cm. de longitud. El análisis de las frac- talla grande y media aunque también se han documentado
turas de los huesos (n=200) muestra que predominan las en algún elemento del esqueleto axial (1 costilla de un ani-
fracturas longitudinales con ángulos rectos y paños suaves; mal de talla grande, así como en 1 costilla y 1 apófisis ver-
tebral de un animal de talla media).
Talla Talla Talla Talla Las marcas de corte identificadas en el conjunto son
muy grande grande media pequeña
principalmente incisiones. No obstante, en dos huesos lar-
Astas - - 1 -
gos, uno de talla media y otra de talla grande, hemos iden-
Cráneos - 1 1 -
tificado raspados, y en la cara lateral de la diáfisis de otro
Dientes 8 38 11 -
hueso largo de talla grande hemos documentado la presen-
Max./Man. - 4 1 -
cia de un tajo.
Costillas - 2 1 -
Prácticamente todos los grupos de marcas de corte
Vértebras - 1 - -
registrados presentan las incisiones paralelas entre ellas y
Húmeros - 1 - -
transversales al eje mayor del hueso, sólo en un hueso
Radios - 1 1 -
largo se aprecia la existencia de marcas cortas y entrecru-
Coxales - - 1 -
zadas. En las costillas las marcas se concentran en su cara
Tibias - 4 - -
externa.
Metápodos - 4 - -
Los valores métricos de las marcas de corte son varia-
Carpal/Tarsales - 2 3 -
bles, la mayoría oscilan entre los 2 y los 5 mm. de longitud
Falanges 2 - 1 -
aunque en algunos casos alcanzan longitudes superiores a
H. largos 4 43 54 2
los 12 mm., mientras que en otros no llegan a 1 mm. ( como
H. planos - 8 13
es el caso de una pequeña lasca en la que las medidas de
Indeterminados 1 14 43 5
las marcas oscilan entre los 0,7 y 0,2 mm.).
Total 15 123 131 7
A partir de la morfología, localización y distribución de
Tabla 2. NR por elementos anatómicos y tallas de peso del nivel F. la marcas de corte hemos podido determinar algunas de
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las actividades que los grupos humanos realizaron sobre escasas. Hasta el momento, sólo hemos recuperado 13
los cadáveres de los animales (Walker et alii, 1977, Hill restos (2,1% del total del registro analizado) con algún tipo
1979a, Hill 1979b, Hill et alii, 1985, Blumenschine 1986). de modificación por estos agentes.
Las marcas localizadas en los elementos del esqueleto La actividad de los carnívoros queda reflejada en las mar-
axial se han asociado con la extracción de los lomos de los cas de mordiscos, principalmente en forma de surcos y
animales, mientras que las incisiones largas documenta- depresiones sobre la superficie de los huesos, y en la abra-
das en los huesos largos las hemos atribuido a la acción de sión de éstos debido a la acción de los ácidos salivares que
descarnar. Las marcas entrecruzadas y cortas a las que segregan los carnívoros al consumir y chupetear los hue-
nos hemos referido más arriba están asociadas al corte de sos.
inserciones musculares. Los raspados se han atribuido a la Las modificaciones de estos agentes biológicos se han
eliminación del periostio y la grasa existente en la superfi- localizado mayoritariamente sobre huesos largos de ani-
cie del hueso. Algunos autores (Binford 1981, Potts et alii, males de talla media y grande, aunque también se han
1981, Shipman et alii, 1983, Shipman et alii, 1984) conside- documentado sobre el cuerpo vertebral de un animal de
ran que esta extracción tiene como objetivo preparar una talla grande. En uno de estos restos, concretamente un
zona del hueso para su posterior fracturación. hueso largo de un animal de talla grande, también se han
Otra de las modificaciones de origen antrópico docu- identificado marcas de corte. De este modo, podemos afir-
mentada en el conjunto es la relacionada con la combus- mar que sobre un mismo resto han actuado como mínimo
tión. Hasta el momento, se han recuperado un total de 47 dos agentes, homínidos y carnívoros.
restos alterados térmicamente. Dicha alteración se mani- Los valores métricos obtenidos para las depresiones y
fiesta en el cambio de coloración que sufren los huesos al surcos identificados son escasos debido a la baja presen-
entrar en combustión. No todos los huesos recuperados cia de estas modificaciones en el registro así como por su
presentan la misma coloración, lo que indica que no todos distribución sobre los restos (en bordes de fractura), lo que
han sido sometidos al mismo grado de cremación. Stiner et dificulta la obtención de datos fiables. De este modo, no es
alii (1995) definieron seis grados de cremación diferente a posible identificar el carnívoro que ha actuado sobre el con-
partir de su coloración. Estos grados van desde la simple junto a partir de los valores métricos. No obstante, la baja
rubefacción hasta la calcinación total (tabla 3). intensidad de modificación producida por este agente y la
interacción de marcas de los homínidos en un mismo ele-
Coloración mento hace pensar que el depredador es un animal de talla
grado 0 ausencia de rubefacción pequeña-media y que ha actuado sobre los restos abando-
grados 1-2 coloración marrón (rubefactado) nados por los homínidos.
grados 3-4 coloración negra (quemado)
grado 5 coloración blanca (calcinado) Modificaciones fosildiagenéticas
Las modificaciones fosildiagenéticas más representadas
Tabla 3. Agrupación de los grados de cremación establecidos por
Stiner et alii (1995). en el nivel F del Abrigo de Navalmaíllo son las causadas
por la precipitación de óxidos de manganeso (n= 184 res-
En el nivel F del Abrigo de Navalmaíllo hemos recupe- tos). Esta alteración, junto a la presencia de concreciones
rado principalmente huesos quemados de grado 3 y 4 (n= por precipitación de carbonato (n=19 restos), están asocia-
39), aunque también se encuentran algunos huesos grisá- das a ambientes húmedos, ligeramente encharcados pro-
ceos y blancos propios del grado 5 (n= 5). En algunos hue- pios de ambientes cavernícolas o semicavernícolas (Potter
sos (n=3) se reconoce la presencia de dobles coloraciones, et alii, 1979, Fernández-Jalvo et alii, 2000). La existencia
lo que indica que no todas las zonas del hueso han sido de ligeros agrietamientos, tanto longitudinales como en
alteradas por igual. Dos huesos largos alterados por la mosaico, en la superficie de algunos huesos (n=51) mues-
combustión presentan los paños de fractura totalmente tra que estos ambientes sufrieron cambios en el grado de
negros (grado 3), señal de que han entrado en contacto humedad. En casos puntuales hemos reconocido ligeros
con la acción del fuego tras su fracturación. redondeos de los bordes del hueso (n= 15) así como super-
ficies pulidas (n=11) que hemos asociado a la presencia de
Modificaciones por carnívoros pequeñas escorrentías de agua de muy baja intensidad. En
Las modificaciones relacionadas con la actividad de los algunos restos (n=96) se han identificado modificaciones
carnívoros en el nivel F del Abrigo de Navalmaíllo son por raíces.
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R. HuguET ET ALII / Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno Superior. Resultados preliminares 449

Fig. 2. Evidencias de la actividad antrópica en el yacimiento de Navalmaíllo: a y b) huesos largos de un animal de talla grande con marcas
de corte, c) Hueso largo de un animal de talla grande con fracturación antrópica, d) cono de percusión, e) huesos quemados con distintos
grados de rubefacción.

zada como para completar la secuencia estratigráfica, sabe-


La Cueva de la Buena Pinta mos que en la parte superior del relleno existe un depósito
La Cueva de la Buena Pinta se localiza a unos 80-90 metros Holoceno con un espesor de unos 1,80 m y que bloqueaba
al sur del Abrigo de Navalmaíllo a unos 10 metros por enci- la entrada a la galería. Por debajo de este depósito se han
ma del arroyo Valmaíllo. Esta cueva fue descubierta en el diferenciado, de momento, 4 niveles pleistocénicos (nume-
año 2003 durante los trabajos preliminares de prospección rados de 2 a 5 de techo a base). En el nivel 3, mediante
de la zona. La entrada de la cavidad estaba completamen- analíticas de TL se ha obtenido una datación de 63.451±
te colmatada. Al retirar el sedimento de la entrada apareció 5.509 años de antigüedad (Arsuaga et alii, en prensa).
un conducto horizontal de sección elíptica de origen freáti- A partir del registro directo e indirecto se ha documen-
co. Aunque la excavación no está lo suficientemente avan- tado en el yacimiento la presencia tanto de homínidos
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como de hiénidos, aunque el impacto de cada uno de estos tir de las piezas dentarias de los diferentes taxones. Los
agentes sobre el conjunto fósil es diferente. animales adultos son los más abundantes, aunque también
La presencia de los homínidos en el yacimiento se ha existen algunos individuos inmaduros tanto de herbívoros
identificado a partir de evidencias indirectas como son como de carnívoros (Equidae, Cervidae, Hyaenidae,
algunas herramientas líticas, principalmente lascas en sílex Canidae). Entre los équidos también hemos documentado
y cuarzo así como percutores; y de evidencias directas un individuo senil.
como son dos molares asignados a H. Neandertalensis
Talla Talla Talla Talla
recuperados en el nivel 3 del yacimiento. muy grande grande media pequeña
A pesar de estos hallazgos, el impacto de los homíni- Astas - - 1 -
dos en la cavidad es aparentemente bajo. Cráneos - 1 1 -
Por otro lado, en el nivel 3 se ha recuperado un eleva- Dientes 8 38 11 -
do número de restos de coprolitos que por su morfología Max./Man. - 4 1 -
(Arribas et alii, 2004) han sido atribuidos a hiénidos. Costillas - 2 1 -
Vértebras - 1 - -
Datos zooarqueológicos y tafonómicos Húmeros - 1 - -
En este trabajo hemos analizado una muestra del material Radios - 1 1 -
faunístico recuperado en el nivel 3 de la Cueva de la Buena Coxales - - 1 -
Pinta. En este nivel se han recuperado un total de 1137 res- Tibias - 4 - -
tos de los cuales hemos analizado 232 restos que repre- Metápodos - 4 - -
senta el 21% del total del conjunto. Carpal/Tarsales - 2 3 -
De los restos analizados, sólo el 35% se ha podido Falanges 2 - 1 -
identificar anatómica y taxonómicamente. Los taxones H. largos 4 43 54 2
identificados son: Dama dama, Cervus elaphus, Bos primi- H. planos - 8 13
genius, Capra pyrenaica, Rupricapa rupicapra, Equus Indeterminados 1 14 43 5
caballus, Stephanorhinus hemitoechus, Crocuta crocuta, Total 15 123 131 7
Felis silvestris, Canis lupus, Vulpes vulpes, ursus sp.,
Tabla 5. NR por partes anatómicas identificadas en el nivel 3 de la
Panthera sp. Cueva de la Buena Pinta.

NR NMI
Por talla, predominan los restos de los animales de talla
Bovinae 12 1
media que representan el 45% del total del registro anali-
Caprinae 3 2
zado, seguidos por los animales de talla grande (24%) y los
Equidae 6 3
de talla pequeña (8,2%).
Rhinocerotidae 1 1
En esta muestra, los elementos enteros recuperados
Cervidae 43 3
son escasos y corresponden a huesos distales de las
Canidae 3 2
extremidades (carpales/tarsales y falanges), lo que es
Felidae 2 2
indicativo de una elevada fragmentación de los restos.
Hyaenidae 10 2
La mayoría de los restos fragmentados (54,5%) son
Total 80 16
menores de 40 cm. de longitud. El estudio de los paños
Tabla 4. NR, NMI por grupos taxonómicos del nivel 3 de la Cueva de las fracturas de los huesos (n=144) muestra que
de la Buena Pinta.
predominan las fracturas transversales con ángulos rectos
En el nivel 3 existe una alta variedad taxonómica tanto y paños irregulares, así como las fracturas longitudinales
en el caso de los herbívoros como en el de los carnívoros. de ángulo recto y paños suaves. Las características de las
Entre estos últimos se encuentran carnívoros de diferentes fracturas obtenidas indican que en el conjunto existe un
tallas, aunque los restos de hiénidos son los que tienen un predominio de la fracturación en seco. Sin embargo, la
mayor número de efectivos. Entre los herbívoros predomi- presencia de fracturas helicoidales así como marcas de
nan los restos de cérvidos, cuya familia está representada depresiones en diferentes paños de fractura nos permite
por dos especies diferentes. afirmar que en el conjunto estudiado se ha producido una
El número mínimo de individuos recuperado en el con- fracturación en fresco por parte de los carnívoros (Haynes
junto se ha determinado, en la mayoría de los casos, a par- 1983a).
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R. HuguET ET ALII / Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno Superior. Resultados preliminares 451

Modificaciones por carnívoros en los dos extremos del elemento produciendo en algunos
La actividad de los carnívoros en el conjunto óseo estudia- casos morfologías de cilindro diafisário (Binford 1981, Brain
do es muy intensa, ya que el 53% de los restos óseos recu- 1981, Payne 1983). Esto indica que la intensidad de la acti-
perados presentan modificaciones por carnívoros. Los res- vidad de los carnívoros sobre los elementos de los anima-
tos de los animales de talla media son los que presentan les consumidos es alta.
una mayor actividad de los carnívoros (37,7%), mientras Como ya se ha indicado anteriormente, las marcas de
que en los animales de talla grande y en los de talla peque- mordiscos (surcos, depresiones y mordisqueos) son las
ña las frecuencias se reducen (15,2% y 3,1% respectiva- modificaciones más abundantes en el conjunto estudiado.
mente). Estas modificaciones se han documentado en la cortical de
Prácticamente todos los huesos modificados por los las diáfisis de los huesos y en zonas más esponjosas,
carnívoros corresponden a animales herbívoros excepto en como las epífisis o las metáfisis.
dos casos, un radio de hiena y un húmero de Panthera sp. Los valores métricos de la anchura de los surcos loca-
Ambos elementos presentan parte de sus epífisis y metáfi- lizados en la superficie de los huesos presentan una media
sis consumidas por la acción de otro carnívoro. de 0,9 mm. y los localizados en las zonas esponjosas una
Las modificaciones más representadas en el conjunto media de 1,02 mm., aunque algunos surcos en la cortical
(31,9%) son las relacionadas con las mordeduras de los presentan una anchura de hasta 1,7 mm. Por otro lado, los
carnívoros: surcos, depresiones y pequeñas marcas del valores métricos de las depresiones en la superficie cortical
mordisqueo. Asociados a estas marcas de mordeduras se de los huesos largos tienen una media de 2,1 mm., en un
han recuperado algunos restos (17,2%) que presentan caso se han documentado valores métricos de 4,4 mm. En
zonas redondeadas y/o pulidas por la acción de los ácidos las epífisis, la media de los valores métricos de la depre-
salivares de los carnívoros (chupeteo) así como otros sión es de 2,8 mm.
(12%) modificados por los ácidos estomacales (digestión). Si bien las medidas obtenidas en el conjunto no son
Estas modificaciones se aprecian en todos los segmentos muchas, algunos de los valores métricos obtenidos así
anatómicos de los animales, ya sea del esqueleto craneal, como otras características del consumo, como la presencia
axial o apendicular. En la mayoría de restos se concentran de vaciados y consumos intensos de las epífisis indican, de
más de una modificación producida por los carnívoros. acuerdo con los trabajos de Selvaggio (1994a) y
Algunos de los huesos largos presentan vaciados en uno o Domínguez-Rodrigo et alii (2003), que el agente que mayo-
Talla Talla Talla ritariamente ha actuado sobre el conjunto es un carnívoro
grande media pequeña de talla media-grande, con una gran capacidad fracturado-
Astas - 14 - ra, probablemente un hiénido.
Cráneos - 5 -
Escápulas 1 - - Modificaciones fosildiagenéticas
La presencia de óxidos de manganeso en la superficie de
Vértebras 1 3 -
los restos óseos (n=131) es la modificación fosildiagenéti-
Húmeros - 1 1
ca más abundante documentada en el nivel 3 de la Cueva
Radios - 1 -
de la Buena Pinta. Esta modificación, junto con la presen-
Coxales - 1 - cia de restos (n=15) cubiertos por concreciones debido a la
Fémures - 1 - precipitación de calcita, son alteraciones propias de acu-
Tibias - 1 - mulaciones en cuevas en las que la presencia de agua es
Metápodos 3 5 1 constante. Además, la existencia de huesos ligeramente
redondeados y pulidos indica que el conjunto fósil ha sido
Carpal/Tarsales 1 3 -
afectado por pequeñas escorrentías de agua. No obstante,
Falanges 4 2 -
los agrietamientos longitudinales y en mosaico identifica-
H .largos 11 25 3
dos sobre algunos restos (n=63) indican que en el interior
H. planos 6 7 1 de la cavidad ha habido cambios de humedad.
Indeterminados - - 12 La presencia de modificaciones por la acción de las raíces
Total 27 69 18 así como una ligera meteorización de la superficie de los
Tabla 6. NR por partes anatómicas modificadas por carnívoros del huesos muestra que los fósiles han estado algún tiempo al
nivel 3 de la Cueva de la Buena Pinta. aire libre antes de ser enterrados.
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452 1ª Reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica

La Cueva del Camino ción, permiten constituir el siguiente listado taxonómico para
Este yacimiento fue descubierto en 1979, y entre los años este yacimiento: Dama dama geiselana, Cervus elaphus,
1980 y 1989 fue excavado y estudiado por un equipo de Capreolus capreolus, Rupicapra rupicapra, Bos primige-
paleontólogos de la universidad Complutense de Madrid nius, Sus scrofa, Equus caballus torralbae, Stephanorhinus
dirigido por F. Alférez. A partir del año 2002 se retomaron hemitoechus, Canis lupus, Vulpes sp., ursus arctos,
los trabajos en este yacimiento por parte del actual equipo Crocuta crocuta, Panthera leo, Felis silvestris, Mustela puto-
de investigación. rius, Lynx cf. pardinus. La representación taxonómica pre-
La cavidad se localiza a unos 130 m al norte del Abrigo senta una alta variedad tanto en el caso de los herbívoros
de Navalmaíllo, a unos 6-7 metros por encima de los valles como en el de los carnívoros. Sin embargo, tanto en el
de los arroyos Lotanar-Valmaíllo y a unos 10-12 por enci- número de restos recuperados como en el número de indi-
ma de las orillas del río Lozoya. A partir del relleno sedi- viduos se aprecia claramente que el registro de herbívoros
mentario conservado en el año 2002 se han identificado es el más abundante en la acumulación estudiada.
siete unidades estratigráficas (del 03 al 09 de base a
techo). Los niveles 3 y 4 son de origen alóctono y están Taxones NR NMI
asociados a la evolución del valle fluvial del arroyo Stephanorhinus hemitoechus 43 3
Valmaíllo. Los resultados obtenidos de los análisis por TL Equus caballus 478 16
realizados en el yacimiento de Camino han aportado una Sus scrofa 46 5
datación de 140.447 ± 11303 para el nivel 3, así como de Capreolus capreolus 30 4
90961± 7881 para el nivel 5 (Arsuaga et alii, en prensa). Cervus elaphus 150 13
Precisamente es en este último nivel en donde se han Dama dama geiselana 454 28
recuperado algunos restos de industria lítica (todos ellos en Cervidae indet. 664 26
sílex) así como un elevado número de restos óseos, entre Bos primigenius 161 8
los que destacan dos molares humanos que han sido asig- Rupicapra pyrenaica 2 1
nados a H. neanderthalensis (Arsuaga et alii, en prensa). Capra sp. 2 1
Los restos paleontológicos recuperados en la primera fase Canis lupus 23 3
de excavación de este yacimiento han sido estudiados por Vulpes sp. 3 1
diferentes investigadores (Alférez, et alii, 1982, Alférez, et ursus arctos 45 6
alii, 1985, Alférez, et alii, 1992). Mustela sp. 6 4
Crocuta crocuta 116 17

Datos zooarqueológicos y tafonómicos Panthera sp. 4 1

La mayoría de restos arqueopaleontológicos de la Cueva Felis silvestris 10 2

del Camino se recuperaron durante los trabajos de excava- Lynx cf. pardinus 2 1

ción realizados durante los años 80. Estos materiales, alre- Hominidae 2 1

dedor de 10000 restos faunísticos, fueron estudiados por Carnívoros indet. 107 -

Díez Fernández-Lomana (1993), por lo que la mayoría de


datos presentados a continuación han sido extraídos de su Tabla 7. NR, NMI del yacimiento de la Cueva del Camino (datos
extraídos de Diez Fernández-Lomana, 1993, con algunas modifi-
trabajo. Sin embargo, el estudio de los materiales faunísti- caciones taxonómicas posteriores).
cos recuperados en las campañas modernas realizadas
por el actual equipo de excavación ha aportado algunos El taxón que presenta un mayor número de efectivos es
datos complementarios, que también se presentan en este el gamo, seguido de los caballos y ciervos. Entre los indivi-
apartado y que serán destacados en su momento. duos determinados predominan los animales adultos (80
De los materiales estudiados por Díez Fernández- para los herbívoros, 25 para los carnívoros), aunque los
Lomana (op. cit.) el investigador pudo identificar anatómi- individuos inmaduros tienen una representación relativa-
camente un total de 2587 restos, de los que el 61% han mente alta (24 para los herbívoros y 9 para los carnívoros).
podido ser referidos a especies concretas. Todos los restos de carnívoros juveniles pertenecen a la
Los datos paleontológicos sobre macromamíferos apor- especie Crocuta crocuta.
tados por el anterior equipo de investigación (trabajos ante- Por tallas de peso, se aprecia que los animales herbívo-
riormente citados) junto a los obtenidos por la Dra. garcía ros de tamaño medio y pequeño son los más representados
y el Dr. Álvarez-Lao, ambos del actual equipo de investiga- mientras que los grandes herbívoros son muy escasos.
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R. HuguET ET ALII / Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno Superior. Resultados preliminares 453

Fig. 3. Evidencias de la presencia de carnívoros en la Cueva de la Buena Pinta: a) asta de cérvido mordida y chupeteada. b) falange de
bóvido alterada por ácidos estomacales, c) húmero de cérvido mordisqueado y fracturado, d) radio de hiénido con morfología de cilindro
diafisario debido al consumo de sus epífisis, e) fragmento de hueso largo digerido, f) húmero de Panthera leo con la epífisis distal consu-
mida y la diáfisis mordisqueada, g) fragmento de maxilar de Crocuta crocuta, h) coprolito de hiénido.
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454 1ª Reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica

La representación anatómica muestra que la dentición, que estos elementos no eran aportados a la cueva. En el
que supone el 49% del total para los herbívoros y el 78% caso de los carnívoros, la infrarrepresentación del esquele-
en el caso de los carnívoros, constituye el principal elemen- to postcraneal, especialmente en el caso de los hiénidos,
to osteológico. Entre los cérvidos, la ausencia de astas en podría estar relacionada con fenómenos de conservación
el elemento craneal se debe a que muchas de ellas han diferencial, en particular en los hiénidos inmaduros.
sido consumidas y fracturadas por los carnívoros. En general, se aprecia que las especies de mayor talla
poseen una baja representación de restos craneales, así
E. craneal E. axial E. apendicular
como una abundancia comparativa de falanges y huesos
Astas - 14 -
cortos, mientras que en los segmentos apendiculares pre-
Hiena 17 - 3
dominan los miembros posteriores sobre los anteriores. La
Carnívoros 18 3 28
relación entre los segmentos apendiculares varía también
Équido 15 15 212
según la talla: en las especies de mayor tamaño predomi-
Rinoceronte 1 1 4
nan los elementos esqueléticos con menor contenido en
Súido 8 - 4
nutrientes.
Corzo 2 - 10
Ciervo 18 3 59
Modificaciones de origen biológico
gamo 58 - 97
Las modificaciones por carnívoros son las más abundante-
Cérvidos indet. 123 21 134
mente documentadas en este conjunto fósil. El 56% de los
Bóvidos 13 4 103
restos analizados por Díez Fernández-Lomana (op. cit.)
Cabra 1 - -
han sido fracturados por la actividad de los carnívoros y un
Rebeco - - 1
10% son esquirlas digeridas y regurgitadas por hienas. La
Indet. 38 68 118
mayoría de estos restos digeridos corresponden a huesos
Total 312 129 773
de cérvidos. Las marcas de los carnívoros se localizan prin-
Tabla 8. NR por taxones y segmentos anatómicos del yacimiento cipalmente sobre los restos de équidos y cérvidos. Los
de la Cueva del Camino extraídos de Díez Fernández-Lomana,
1993. Los dientes aislados no han sido incluidos en esta tabla.
huesos cortos y las falanges, seguidos de los huesos lar-
gos, principalmente los metápodos, son los elementos que
presentan un mayor número de improntas.
Por tallas, se ha observado que cuanto mayor es la talla
En los restos recuperados en las campañas modernas
del animal mejor es la conservación del esqueleto postcra-
hemos apreciado que los carnívoros han actuado también
neal. La ausencia de elementos del tronco es un fenómeno
sobre animales de talla muy pequeña, ya que se han iden-
general en todos los taxones de la Cueva del Camino, lo
tificado 8 restos de quelonios y 1 de lepórido con depresio-
que condujo a Díez Fernández-Lomana (op. cit.) a plantear
nes producidas por los mordiscos de un carnívoro.
E. anterior E. posterior Analizando el conjunto de huesos con algún tipo de altera-
Hiena 2 - ción por parte de carnívoros, se aprecia la actividad de car-
Carnívoros 7 8 nívoros de diferentes tallas. La acumulación de restos
Équido 44 100 óseos debe su origen a la acción de un carnívoro de talla
Rinoceronte 2 11 grande-media (hiénido) y a algunos de talla más pequeña,
Súido 1 3 como podría ser un cánido pequeño e incluso un mustélido.
Corzo 7 1 La presencia antrópica en el interior de la cueva es
Ciervo 23 24 baja, pero los escasos huesos quemados así como las pie-
gamo 40 37 zas de industria indican que en esta cavidad o en las inme-
Cérvidos indet. 39 56 diaciones de la misma ha habido actividad de baja intensi-
Bóvidos 21 71 dad por parte de los homínidos.
Cabra - -
Rebeco 1 - Modificaciones fosildiagenéticas
Indet. 38 43 Tanto en los materiales analizados por Díez Fernández-
Total 225 354 Lomana (op. cit.) como en los analizados por nosotros, se
Tabla 9. NR por taxones de las extremidades anteriores ha observado que algunos de los restos faunísticos presen-
y posteriores (Datos extraídos de Díez Fernández-Lomana, 1993). tan una pátina de concreción de carbonatos así como bor-
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R. HuguET ET ALII / Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno Superior. Resultados preliminares 455

des redondeados y superficies pulidas. Estas modificacio- nas o los homínidos en los conjuntos. En las acumulacio-
nes están relacionadas con la existencia de escorrentías nes de la Cueva de la Buena Pinta y de la Cueva del
de agua en el interior de la cavidad que posiblemente Camino más del 50% de los restos analizados (53% y 56%,
vayan asociadas a un transporte hídrico de parte del mate- respectivamente) presentan modificaciones por la actividad
rial. Además, también hemos observado que algunos de de los carnívoros. Sin embargo, en la muestra analizada
estos huesos han sido reelaborados y se encuentran en del nivel F del Abrigo de Navalmaíllo sólo el 2% de los res-
posición secundaria, ya que se ha observado la presencia tos presentan modificaciones por carnívoro.
de improntas de raíces que han sido posteriormente altera-
das por agua. Al respecto, también hay que señalar que las Fracturación de los huesos
observaciones de campo en relación a la distribución espa- En todos los conjuntos del Calvero de la Higuera los restos
cial de los restos nos ha mostrado la existencia de agrupa- óseos presentan un alto grado de fragmentación. No obs-
ciones de huesos, algunos de ellos con pendientes casi tante, en los yacimientos de la Cueva de la Buena Pinta y
verticales, en puntos concretos de la cavidad. de la Cueva del Camino la longitud de los fragmentos dia-
En relación a la distribución espacial de los restos y las fisarios y su perímetro conservado es mayor que el de los
modificaciones que éstos presentan, hemos observado restos del Abrigo de Navalmaíllo. Además, algunos de los
que un grupo de restos presentan agrietamientos y exfolia- restos recuperados en este último yacimiento presentan
ciones en su cortical producto de una alta meteorización marcas de impacto y estigmas de percusión propios de la
así como vermiculaciones por raíces. Estos restos, que no fracturación antrópica. En el caso de las Cuevas de la
presentan modificaciones de actividad del agua, se locali- Buena Pinta y del Camino, se han documentado huesos
zan en la zona sur-este de la cavidad, al lado de una de las con morfologías de cilindros diafisarios así como depresio-
diaclasas documentadas. nes producidas por los carnívoros en el borde de las frac-
turas de los huesos.
Discusión
A menudo discernir los agentes acumuladores de una con- Ratio elementos craneales/postcraneales
centración de restos óseos así como la intensidad de los Debido a las características de las muestras analizadas en
mismos no es una tarea sencilla, sobre todo si tenemos en este trabajo, en cada uno de los yacimientos no hemos cal-
cuenta que existen una serie de procesos fosildiagenéticos culado el número mínimo de elementos por tallas de peso.
que han podido alterar el conjunto inicial. Los datos presen- De este modo, la única comparación que podemos hacer
tados en este trabajo para los diferentes yacimientos del entre la proporción del esqueleto craneal y el postcraneal
Calvero de la Higuera son fundamentales para caracterizar por tallas es a partir del número de restos. Así, podemos
las acumulaciones. Siguiendo los parámetros establecidos afirmar que en las muestras analizadas hasta el momento
por Cruz-uribe (1991), hemos caracterizado, siempre que la predominan los restos del esqueleto postcraneal frente a
muestra nos lo ha permitido, los tres yacimientos estudiados: los del esqueleto craneal. Además, este último está repre-
sentado principalmente por piezas dentarias aisladas. Este
Ratio entre carnívoros/ungulados criterio utilizado por Cruz-uribe (1991) es discutido por
En los yacimientos de la Cueva de la Buena Pinta y la Pickering (2002) que considera que no es válida la afirma-
Cueva del Camino la representación de carnívoros en rela- ción que expone el primero de que los hiénidos no puedan
ción a los ungulados es mayor que la documentada en el transportar elementos craneales de animales de talla gran-
Abrigo de Navalmaíllo. Así, en la Cueva de la Buena Pinta de a sus cubiles y en consecuencia apenas estarían repre-
el 41% de los individuos identificados son carnívoros mien- sentados en las acumulaciones realizadas por este agente.
tras que en el Abrigo de Navalmaíllo apenas llegan al 2%.
En el caso de la Cueva del Camino la variedad taxonómica Representación de huesos pequeños y duros
tanto de carnívoros como de ungulados es alta y la ratio La representación de huesos pequeños y duros como son
entre carnívoros/ungulados indica que los primeros repre- los carpales y tarsales o las falanges es escasa en todos los
sentan el 25% del total de individuos identificados. conjuntos, aunque hay que decir que dentro del conjunto de
elementos anatómicos identificados en cada una de las
Alteraciones de las superficies de los huesos muestras analizadas su porcentaje de representación no es
Las modificaciones documentadas en la superficie de los bajo. Así en la Cueva de la Buena Pinta el 6,5% de los res-
huesos son cruciales para conocer la actividad de las hie- tos del esqueleto postcraneal son huesos pequeños, en el
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456 1ª Reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica

Cueva de la Buena Pinta Cueva del Camino abrigo de Navalmaíllo


Ratio carnívoros/ungulado 41% 25% 2%
Representación anatómica Predominio del Predominio del Predominio del
esqueleto apendicular esqueleto apendicular esqueleto apendicular
Huesos pequeños y compactos 6,5% 9,2% 3,7%
Alteraciones por carnívoros 53% 56% 2%
Alteraciones de origen antrópico No No Sí
Perfiles de edad Adultos Adultos Adultos
Coprolitos Alto Escaso Nulo
Industria lítica Puntual Puntual Abundante
Hogares estructurados No No Sí

Tabla 10. Sinopsis de los rasgos principales de las acumulaciones estudiadas.

abrigo de Navalmaíllo el porcentaje es de 3,7% del total del que no son determinantes para saber si el agente acumula-
registro, y en la Cueva del Camino representan el 9,2%. dor del conjunto fósil han sido las hienas o los homínidos.
Si bien Cruz-uribe (1991) interpreta la ausencia de hue- Además, este autor introduce dos parámetros nuevos a
sos pequeños y duros como un elemento de las acumula- considerar. uno de ellos es la presencia en el conjunto de
ciones originadas por hiénidos, hay otros autores huesos digeridos, y por otra parte la presencia de coprolitos.
(Pickering, 2002) que han cuestionado esta afirmación, ya Los huesos digeridos presentan valores altos tanto en
que consideran que en múltiples ocasiones las hienas no el conjunto de la Cueva de la Buena Pinta (12% del total de
destruyen del todo estos elementos tras su consumo sino la muestra analizada) como en el conjunto de la Cueva del
que los regurgitan. En este caso, estos elementos apare- Camino (10%).
cen en los conjuntos con modificaciones por ácidos esto- Los restos de coprolitos disgregados también son abun-
macales, como hemos apreciado en algunos de los restos dantes en el nivel 3 de la Cueva de la Buena Pinta. En el
recuperados en la Cueva de la Buena Pinta. caso del yacimiento de la Cueva del Camino, el registro de
estos elementos es escaso, aunque no podemos negar
Perfiles de edad que se deba a un sesgo de excavación o bien a un efecto
Según los criterios planteados por Cruz-uribe (1991), las de conservación diferencial teniendo en cuenta la actividad
acumulaciones originadas por hiénidos presentarían un hídrica documentada en la acumulación.
perfil de edad atricional. Esta afirmación está relacionada
con la afirmación de que los predadores cursorial como los Conclusión general
hiénidos atacan principalmente a animales débiles o inde- A partir del estudio zooarqueológico y tafonómico presenta-
fensos. En ninguna de las tres acumulaciones del Calvero do en este trabajo podemos determinar que el principal
de la Higuera se ha documentado un perfil atricional en la agente acumulador de los restos recuperados en los yaci-
mortalidad de los animales, sino que en los tres conjuntos mientos de la Cueva de la Buena Pinta y la Cueva del
los individuos registrados son mayoritariamente adultos. Camino son los hiénidos. No obstante, apreciamos que en
Pickering (op. cit.) considera que este criterio de perfi- ambos casos otros agentes como pequeños carnívoros o
les de edad no es válido para caracterizar una acumulación los propios homínidos han realizado intrusiones puntuales
producida por hiénidos. Su razonamiento va ligado a posi- en el conjunto. Además, en el caso del conjunto fósil de la
bles sesgos generados por el propio comportamiento de Cueva del Camino las modificaciones fosildiagenéticas
los hiénidos y por procesos fosildiagenéticos destructivos identificadas nos indican que la acumulación tiene como
que afectarían más a los elementos de individuos inmadu- mínimo dos orígenes diferentes: por un lado un cubil de
ros que a los de los adultos. De este modo, los datos obte- hienas reelaborado y por otra parte una acumulación de
nidos en las acumulaciones no serían determinantes para origen gravitacional.
identificar a los hiénidos como agentes acumuladores. En cambio, en el conjunto fósil registrado en el nivel F
del Abrigo de Navalmaíllo el origen de la acumulación es
Otros rasgos determinantes claramente antrópico.
Pickering (2002) considera que algunos de los parámetros
presentados por Cruz-uribe (1991) deberían rechazarse ya
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R. HuguET ET ALII / Homínidos y hienas en el Calvero de la Higuera (Pinilla del Valle, Madrid) durante el Pleistoceno Superior. Resultados preliminares 457

fracturation des os des membres de grans mammiféres”.


agradecimientos Artefacs, 7:15-20.
Queremos agradecer a la organización de la Reunión su iniciativa CRuz-uRIBE, K. (1991): “Distinguishing hyena from hominid bone
y labor antes, durante y después del congreso. También a todas accumulations”. Journal of Field Archaeology, 18:467-486.
las personas que han participado en los trabajos de excavación en DEPLECH, F. y RIgAuD, J. P. (1994): “Étude de la fragmentation et de
los diferentes yacimientos de Pinilla del Valle. El proyecto de inves- la répartition des restes osseux dans un niveau d’habitat palé-
tigación de los yacimientos arqueológicos del Valle Alto del Lozoya olithique”. Paris.
es financiado anualmente por la Comunidad de Madrid y por el DíEz FERNÁNDEz-LOMANA, J. C. (1993): “Estudio tafonómico de los
Ministerio de Cultura a través de su programa de subvenciones macrovertebrados de yacimientos del Pleistoceno Medio”.
nominativas, y cuenta con el patrocinio del grupo Mahou y del Complutum, 4:21-40.
Canal de Isabel II, a todos ellos expresamos nuestro agradeci- - (2006): “Huellas de descarnado en el Paleolítico Medio: la cueva
miento por su apoyo a este proyecto. de Valdegoba (Burgos)”. Miscelanea en Homenaje a Victoria
Cabrera.,J. M. Mailloy E. Baquedano, I:304-318, zona
Arqueológica 7, Alcalá de Henares.
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