Familia y Desarrollo Humano

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Familia y desarrollo humano

La familia constituye un universo en el que transcurren los momentos más


significativos de la vida humana, es el ámbito donde el hombre nace, crece,
ama, sufre, crea, procrea, muere. Es el grupo de origen para todo ser
humano. La familia es el ámbito íntimo y doméstico para la vivencia y la
praxis de lo conyugal, lo paterno, lo materno, lo filial y lo fraterno, en el
contexto de una sociedad y una cultura a las cuales está abierta y de las
cuales se nutre. Es una comunidad de vida, es el ámbito que permite el
desarrollo del máximo proyecto vital.

→ Características de la familia madura

☘ vínculo conyugal y parental. Complementariedad en el rol del padre y de


la madre, que supone la aceptación de dichos roles, la confianza mutua, la
comunicación profunda.

☘ Comunicación. Se dan momentos de encuentro y diálogo conjunto entre


todos los miembros. Pero a su vez existen momentos de encuentro íntimo
bipersonal entre esposos, o hermanos, entre padre e hijo/a, etc.

☘ Expresión de los afectos. Es fluida, espontánea pero cuidadosa y


responsable de cómo es vivenciada por cada miembro.

☘ Capacidad para resolver conflictos. Los problemas son afrontados por el


grupo familiar, pero cada miembro participa en la resolución de acuerdo
con su grado de responsabilidad de dicha situación y se compromete con lo
decidido.

☘ Respeto por la autonomía de los individuos. Propicia el vínculo


discriminado sobre el vínculo simbiótico. Se da un espacio intrafamiliar
para que cada uno pueda desarrollar su capacidad individual, según la
función y la edad de los miembros.
A medida que los integrantes menores de una familia crecen, cada uno de
ellos va logrando en el seno de dicha flia un sector más amplio de
autonomía. Mediante la madurez intrapsíquica alcanzada le permite
convertirse en un sujeto con mayor grado de autodeterminación. Si las
áreas de autonomía de los miembros de una flia están bien definidas es de
esperar conductas con un mayor grado de individuación y que los
conflictos personales puedan ser encarados con una relativa prescindencia
respecto de la familia como sistema total. Cuando los miembros de la
familia no se conciben como poseedores de áreas de autonomía sucede que:

- el menor gesto es interpretado como referido intencionalmente a uno


de sus miembros;

- se sanciona la variabilidad y la individuación con el pretexto de


mantener el equilibrio familiar;

- los miembros no tienen la capacidad de predecir las conductas del


otro en respuesta a la acción propia, así reiteran conductas sin considerar la
“escalada” que ellos mismos provocan;

- la información es utilizada como mecanismo de poder y de control y


se forman alianzas entre quienes comparten el secreto;

- los miembros construyen una historia falsificada de la familia como


defensa;

- algunos integrantes muestran inhibiciones que llevan a la


dependencia respecto de otros miembros.

Familias: nuclear, extensa, ensamblada


Ante la reducción del tamaño de la familia, el alargamiento de la
expectativa de vida, los divorcios de los padres y los nuevos matrimonios,
la incorporación de la mujer al mercado laboral, los nuevos recursos
alternativos para el atención del niño, las dificultades de los padres para
cuidarlos, debemos reconsiderar la noción de familia y su valor. Diferentes
autores distinguen entre la “familia nuclear”, con dos generaciones (padres
e hijos en común); la “familia extensa” con tres o más generaciones; la
“familia ensamblada” resultante de segundos o ulteriores matrimonios. La
familia nuclear es considerada por nuestra cultura como el modelo normal
de familia. En las personas que no siguen esta modalidad su modo de vivir
a veces se convierte en una fuente de inseguridad, culpa, desorientación
para los miembros, por lo que es frecuente que necesiten ayuda terapéutica.

Momento de confrontación y evaluación

El hombre adulto afronta situaciones de duelo, por un lado, como las ha


vivido desde su concepción; por otro, es específico de este momento
enfrentrar lo ya realizado como lo imposible de modificar. En la vejez la
evaluación se asemeja a un balance final de la vida centrado en la
consistencia. De modo diferente, en la adultez la confrontación tiene un
carácter más operativo, de balance centrado en la eficacia de lo
desarrollado y en la factibilidad de lo buscado, queda más ligado a
proyectos específicos que requieren tiempos más breves y próximos. Lo no
realiza es lo posible, pero implicará un alto costo y un esfuerzo especial. Si
bien es cierto que son posibles nuevas elecciones (estudio, trabajo, pareja)
serán necesarias decisiones grávidas de consecuencias para sí y para su
entorno.

Se enfatiza la renuncia a las actitudes: narcisistas, egoístas, a los proyectos


anclados sólo en lo individual para centrarse en el hacerse cargo de su
familia y responder a las demandas de la sociedad.

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