61....... Dos Máquinas Maravillosas
61....... Dos Máquinas Maravillosas
61....... Dos Máquinas Maravillosas
Fuera tan liviana que pidiera ser llevada a cualquier lugar, sin molestar, y
al mismo tiempo pudiera transportar objetos como libros, herramientas,
maletines, etc.
Pudiera ser operada sin necesidad de tocar ningún botón, con tan solo
expresar mentalmente nuestros deseos.
Fuera capaz de: batir un huevo, hilvanar una aguja, escribir a máquina,
operar una herramienta eléctrica, tomar un destornillador, atar los
cordones de los zapatos, manejar un volante, poner un vendaje sobre
una herida, etc.
Quizás quienes más aprecian las manos son aquellas personas que las han
perdido en un accidente.
Jamás las expondrían a ser cortadas por un cuchillo, golpeada por objetos,
rayadas por una lima o alambre, aplastadas por un rodillo etc.
A las manos, ojos, pies, oídos y a todas las otras partes maravillosas del
cuerpo humano, hay que cuidarlas como se merecen y protegerlas siempre
de cualquier peligro que pueda lesionarlas. No se debe esperar sufrir una
lesión para valorarlas, porque entonces puede ser demasiado tarde.
La mejor manera de proteger esas dos máquinas maravillosas, que son las
manos, es protegiéndolas con la clase de guantes adecuado y cuidando que
no sean golpeadas por algún objeto o contra ellos. Antes de exponerlas
conscientemente a un peligro, es recomendable contemplarlas por unos
segundos y decir: