La Gerencia Integral
La Gerencia Integral
La Gerencia Integral
Una primera responsabilidad, en la investigación de todo tipo, consiste en aspirar a la máxima claridad de los
conceptos.
En un contexto de dinamismo y afán productivo de la administración de todo tipo de organizaciones, Peter
Drucker establece de manera escueta este concepto: "La gerencia es el órgano específico y distintivo de toda
organización." Aunque es un concepto formal, sirve como punto de partida para que cada cual establezca
oportunamente los cambios necesarios y suficientes, a fin de que el funcionamiento de la organización sea
adecuado a las exigencias de la realidad y en concordancia con los principios de la gerencia moderna.
A su vez, Konosuke Matsushita considera que la gerencia siempre debe desenvolverse con una política de
"dirección abierta", a la que describe de la siguiente manera: "La dirección abierta significa confianza en los
empleados, comunicación fácil dentro de la empresa, alta moral de los trabajadores y, sobre todo, solidaridad
empresarial.
El principio de dirección abierta también se deberá aplicar al nivel de sección o división. Cada miembro
deberá informarse exactamente de lo que está sucediendo en su sección o división. El jefe de grupo deberá
exponer claramente su política y los objetivos a corto y largo alcance a los que se espera que aspiren todos.
Sólo cuando el empresario ponga todas sus cartas sobre la mesa, sus empleados cooperarán de buena gana
para llegar a las metas que se les ha propuesto."
Jean-Paul Sallenave considera fundamental orientarnos hacia una gerencia integral, que consiste en
"relacionar todas las fuerzas del manejo de una organización en busca de una mayor competitividad:
La estrategia: Para saber a dónde vamos y cómo lograrlo.
La organización: Para llevar a cabo la estrategia eficientemente.
La cultura: Para dinamizar la organización y animar a su gente."
En el ámbito de la docencia, se suele hablar con frecuencia, como en otros ámbitos, de gerencia, gerente,
gerencial y términos similares, no siempre con la correspondiente precisión del significado. Como todo en la
sociedad, también el término gerencia tiene una evolución constante. Y entre nosotros, su incorporación ha
sido gradual y de una profundidad relativa.
Juan Manuel Manes nos trae un concepto sobre lo que denomina gerenciamiento institucional educativo
de este modo: "Proceso de conducción de una institución educativa por medio del ejercicio de un conjunto de
habilidades directivas orientadas a planificar, organizar, coordinar y evaluar la gestión estratégica de aquellas
actividades necesarias para alcanzar eficacia pedagógica, eficiencia administrativa, efectividad comunitaria y
trascendencia cultural."
Como puede apreciarse, la gestión pedagógica y la gestión administrativa se proyectan a vincularse con la
comunidad, con una dimensión cultural que debe alcanzar frutos duraderos en las personas y en los grupos
humanos.
A su vez, Otoniel Alvarado Oyarce sostiene que "la gerencia básicamente, es una función administrativa, de
naturaleza profesional, inherente a un cargo directivo. Por tanto, el ejercicio de dicho cargo implica una serie
de cualidades y exigencias personales, sobre todo un conjunto de actitudes específicas que le favorezcan
para la conducción exitosa de las funciones que dicho cargo conlleva."
Dicho autor amplía el concepto, expresando que esta acepción cabe perfectamente al campo educativo,
puesto que el Gerente Educativo, como cualquier otro Gerente, para conducir las entidades educativas se
vale de las funciones típicas de planificación, organización, dirección y control de sus tareas, que son las
funciones gerenciales típicas para conducir cualquier entidad.
A la vez, indica que todo Gerente para conducir sus entidades, debe tener bien claro sus roles principales.
¿Qué hacer?, es decir definir sus OBJETIVOS.
¿Qué tanto hacer?, vale decir establecer los niveles de PRODUCCIÓN,
¿Qué tan bien hacer?, en otras palabras precisar los estándares de CALIDAD pertinentes cuya ejecución
debe ser EVALUADA conveniente y periódicamente.
2.
3. FUNCIONES GERENCIALES
Con algunas diferencias por la naturaleza de las organizaciones y por el nivel de desarrollo, Stephen P.
Robbins señala que las funciones de la gerencia son:
La planeación, que consiste en definir las metas, establecer la estrategia general para lograr estas
metas y desarrollar una jerarquía comprensiva de los planes para integrar y coordinar actividades.
La organización, según la cual los gerentes son responsables de diseñar la estructura de la
organización. Esto comprende la determinación de tareas, los correspondientes procedimientos y dónde se
tomarán las decisiones.
La dirección, por cuanto los gerentes son los responsables de motivar a los subordinados, de dirigir
las actividades de las demás personas, establecer los canales de comunicación propicios e impulsar el
liderazgo.
El control, pues para asegurar que todas las acciones se desenvuelvan como corresponde, el
gerente debe monitorear el rendimiento de la organización. Es importante el cumplimiento de las metas
propuestas, mediante los procedimientos más beneficiosos para todos.
Gerencia educativa hace referencia a una organización sistémica y, por lo tanto, a la interacción de
diversos aspectos o elementos presentes en la vida cotidiana de la escuela. Se incluye, por
ejemplo, lo que hacen los miembros de la comunidad educativa (director, docentes, estudiantes,
personal administrativo, de mantenimiento, padres y madres de familia, la comunidad local, etc.),
las relaciones que entablan entre ellos, los asuntos que abordan y la forma como lo hacen,
enmarcado en un contexto cultural que le da sentido a la acción, y contiene normas, reglas,
principios, y todo esto para generar los ambientes y condiciones de aprendizaje de los estudiantes.
Todos estos elementos, internos y externos, coexisten, interactúan y se articulan
entre sí, de manera dinámica, en ellos se pueden distinguir diferentes acciones, que pueden
agruparse según su naturaleza. Así podremos ver acciones de índole pedagógica, administrativa,
institucional y comunitaria.
Esta distinción permite observar que, al interior de la institución educativa y de sus procesos de
gestión, existen dimensiones o planos de acciones diferentes y complementarias en el
funcionamiento de la misma.
Pensemos que son como “ventanas” para ver lo que se hace y cómo se hace al interior de la
institución.