Virreinato Del Perú
Virreinato Del Perú
Virreinato Del Perú
Historia[editar]
Detalle de una galería de retratos de los emperadores del Perú donde los reyes españoles (lado
derecho) figuran como sucesores de los soberanos incas (lado izquierdo). Lámina publicada en 1744 en
la obra Relación del Viaje a la América Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloa fueron sus
autores.
El marqués6 Francisco Pizarro7 fue adelantado y primer gobernador de Nueva Castilla,8 que fue la base
territorial sobre la cual se asentó y expandió el virreinato.
Antecedentes[editar]
Véase también: Conquista del Perú
Con la entrada de los españoles en la ciudad del Cuzco en 1534, concluyó
la conquista militar del Perú llevada a cabo por Francisco Pizarro, y dio comienzo
el desarrollo del asentamiento español en el área dominada hasta ese momento
por el Imperio inca o Tahuantinsuyo.
Creación del virreinato[editar]
Al mismo tiempo que se producía la caída del Imperio incaico se desató un
conflicto entre los conquistadores. Para concluirla, el 20 de noviembre de 1542,
el rey Carlos I de España firmó en Barcelona por Real Cédula las llamadas Leyes
Nuevas, un conjunto legislativo para las Indias entre las cuales dispuso la creación
del Virreinato del Perú en reemplazo de las antiguas gobernaciones de Nueva
Castilla y Nueva Toledo, al tiempo que la sede de la Real Audiencia de
Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes o Lima, capital del nuevo
virreinato.
y te ordenamos y mandamos que en las provincias o reinos del Perú resida un virrey y una audiencia
real de cuatro oidores letrados y el dicho virrey presida en la dicha audiencia la cual residirá en la ciudad
de los reyes por ser en la parte mas convenible porque de aquí adelante no ha de haber audiencia en
panamá.
Leyes Nuevas
Bando del 13 de julio de 1810 agregando la provincia de Charcas y Córdoba del Tucumán al Virreinato
del Perú
Felipe V (1700 - 1724)
Luis I (1724)
Felipe V (1724 - 1746)
Fernando VI (1746 - 1759)
Carlos III (1759 - 1788)
Carlos IV (1788 - 1808)
Fernando VII (18082 - 18243)
El Consejo de Indias[editar]
El Consejo de Indias fue el máximo organismo peninsular que tenía a cargo todo
lo concerniente a la política administrativa, judicial y el ejercicio del
Real Patronato Indiano, en última instancia, todo aquello que pudiera presentarse
en tierras de la América hispana.
Organismos locales[editar]
Artículo principal: Organización territorial del Virreinato del Perú
Fueron organismos que funcionaron en el mismo virreinato para ejecutar las
disposiciones emanadas de la España europea. Fueron los siguientes:
El virrey[editar]
Artículo principal: Virrey del Perú
Era el representante personal del Rey de España en el virreinato: su “alter ego”, es
decir, “su otro yo”. Como suprema autoridad del virreinato fue el encargado de
impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la evangelización de los
indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias,
aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los
nombres de los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en el actual Centro
histórico de Lima, en el suntuoso Palacio de los Virreyes, rodeado de una brillante
corte, en medio de gran lujo, riquezas y resguardado por una guardia de honor.
Durante la existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.
Las audiencias[editar]
Grabado de Felipe Huamán Poma de Ayala representando a la Real Audiencia de Lima.
Francis Drake (1578)
Thomas Cavendish (1587)
Roberto Achines (1590)
Oliverio van Noort (1596)
Simón de Cordes (1596)
Almirante Veraje (1596)
Joris van Spilbergen (1607)
Enrique Morgan (1620)
Jacobo Hermite (1624)
Carlos Ciere (1670)
Juan Guerin (1678)
Eduardo David (1685)
Por diversas circunstancias el sistema del monopolio fue quebrantándose. Así, a la
firma del tratado de Utrecht, en 1713, España concedió a Inglaterra el derecho de
enviar cada año a puertos del atlántico, un barco o “navío de permiso”, con
quinientas toneladas de mercaderías. En 1735 la misma España concedió el
“navío de registro“ que, previa inscripción en los puertos españoles, llegaba a los
puertos del Pacífico con mercaderías para su comercialización, hasta que el rey
Carlos III, en 1778, decretó el libre comercio, por el cual otros puertos españoles y
sudamericanos podían efectuar esta actividad. En virtud de esto,
surgieron Valparaíso, Arica, Guayaquil, Montevideo y Buenos Aires, que
disputaron la supremacía del Callao.
Impuestos del Virreinato[editar]
La llamada "Real hacienda" o "Caja fiscal del Rey" obtenía recursos directos con
el cobro de una serie de impuestos, que afectaban a las actividades económicas.
Había cajas repartidas en todo el virreinato que recolectaban los fondos, cubrían
los gastos de la administración y remitían el sobrante a la caja principal situada en
Lima ("Caja Real de Lima"), la misma que, saldando los gastos del propio
virreinato, luego las remitía a España.
Entre los impuestos, que el virreinato pagaba a la Corona figuraban:
Ganado: Vacuno, lanar, caprino, porcino y equino.
Cereales: Trigo, cebada y centeno.
Otros vegetales: Caña de
azúcar, lentejas, garbanzos, frijoles, lechugas, col, es
pinaca, apio, espárrago, zanahoria, nabo, betarraga, r
ábanos, bananas, naranja, limón, etc.
Los obrajes[editar]
Fueron centros laborales de gran importancia en el Virreinato dedicados a la
manufactura de textiles e hilos de lana, algodón y cabuya. El primer obraje fue
instituido por Antonio de Ribera en 1545. Su número creció rápidamente debido a
que las vestimentas tenían gran demanda entre los indígenas mineros (de
diferentes calidades: bayetas, jergas, frazadas, alforjas, medias, sombreros,
costales). Su producción no pudo superar lo artesanal porque el monopolio
peninsular no dejaba que se expandiera o elaborara productos de mejor calidad
dentro de sus territorios de ultramar.
La Iglesia en el virreinato[editar]
Ambiente religioso[editar]
Artículo principal: Diócesis católicas indianas españolas