BOSQUEJO

¡Quiero a Sofía!

Walter Jolón

SERIE: SANTIAGO MENSAJE #: 3

¿Conocemos algo de las Escrituras? Lo que sea que sepamos acerca de la
Palabra de Dios, somos llamados a practicarlo en nuestras vidas de acuerdo a la
fe que hemos depositado en Dios. Somos llamados a vivir sabiamente bajo la luz
del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, de manera honesta, transparente e
íntegra.
REFERENCIA BÍBLICA: SANTIAGO 1.5-8
FECHA: Domingo, 18 de noviembre de 2018.

Iglesia Casa de Gracia

Palín, Escuintla, Guatemala
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2018. Todos los derechos reservados.

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 ESQUEMA

I. INTRODUCCIÓN
a. Oración: “Dios, háblanos…”.
b. Continuamos con nuestra serie expositiva:
“Santiago”.
i. Santiago desea que los cristianos demuestren lo que
saben y han creído sin comprometer su fe y sus
convicciones en medio de pruebas difíciles y fuertes
tentaciones.
c. El mensaje anterior fue: “Abrazados por las
pruebas”
i. Santiago nos enseña que las pruebas que traen
sufrimiento y adversidades a nuestras vidas nos
ayudarán a ser perseverantes y permanecer aún
en medio de tiempos de sufrimiento.
d. El mensaje para hoy es: “¡Quiero a Sofía!”.
i. Sofía en el griego significa sabiduría.
ii. Todos tenemos la necesidad de comprender cuál es
el significado de la sabiduría y por qué la
necesitamos. En este mensaje, Santiago nos
ayudará a comprender mejor eso siendo hombres y
mujeres de mucha fe.
e. “Yo mismo debo reconocer que en muchas
ocasiones he necesitado mucha sabiduría, y lo sé
porque no he actuado sabiamente.

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 f. Me he equivocado como padre, como esposo,
como pastor, como cristiano, como hijo y de mil
maneras más.
g. Pero, las veces cuando más me he equivocado y
he tomado malas decisiones es cuándo mi fe y
mis convicciones están siendo probadas por las
circunstancias.
h. Y cuando veo que Dios da sabiduría abundante,
veo cómo he desperdiciado más mi tiempo
quejándome, que pidiendo sabiduría a quien me
la da sin reproche”.
i. Posiblemente muchos de nosotros hemos pasado
por lo mismo
j. Hemos hecho muchas cosas sin sabiduría para
después lamentar nuestra ignorancia al sufrir las
consecuencias de no actuar con inteligencia.
II. CONTEXTO
a. T: Veamos qué nos enseña la Biblia para corregir o
mejorar este aspecto.
b. Leamos el pasaje anterior para estar en contexto:
c. —Santiago 1.2–4, RVC.
i. Santiago nos dio el mandato divino de
sentirnos dichosos y tener gozo cuando las
pruebas lleguen.
ii. Las pruebas producen paciencia,
perseverancia, constancia, solidez.
iii. Y la perseverancia nos conduce hacia la
madurez y la integridad.

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d. T: Veamos lo que Santiago tiene para enseñarnos hoy:
e. Leamos —Santiago 1.5–8, RVC: “5Si alguno de ustedes
requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues
Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún
reproche. 6Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada,
porque el que duda es como las olas del mar, que el viento
agita y lleva de un lado a otro. 7Quien sea así, no piense
que recibirá del Señor cosa alguna, 8pues quienes titubean
son inconstantes en todo lo que hacen.”
f. En este pasaje el tema central de Santiago es la
sabiduría.
g. ¿Qué es la sabiduría?
i. La sabiduría es la palabra griega σοφία
sophia que significa inteligencia,
conocimiento, discernimiento.
ii. En la Biblia aparecen diferentes tipos de
sofías o sabidurías:
1. La sofía terrenal.
2. La sofía de Dios.
3. La sofía de Cristo.
4. La sofía que Dios da a sus hijos.
5. La sofía personificada en Jesús.
iii. Santiago habla sobre la sabiduría que Dios
otorga a sus hijos.
iv. Sabiduría es la capacidad en conocimiento
y habilidad. Es la práctica del conocimiento
adquirido.

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 v. Sólo Dios posee sabiduría absoluta (cp. Job
28; Ro 16:27).
vi. Pero también Él la concede a los que la
buscan (Pr 2:6) con reverencia (Pr 9:10) y la
piden (Stg. 1.5)1
vii. El verdadero hombre sabio es el hombre bueno, y
el verdadero hombre bueno es aquel que, desde el
principio, decide en forma sabia el dar a Dios el
primer lugar en su vida.2
viii. La sabiduría humana se refiere al
conocimiento adquirido (Ec. 1:13; Job 4:21),
que sólo trae tristeza y frustración (Ec. 1:12;
2:9–11).
ix. La sabiduría que Dios da, permite que el
hombre viva una vida satisfactoria, de bien y
verdad.
x. La sabiduría divina se basa en el temor del
Señor (Job 28:28; Pr. 9:10)3
III. EXPOSICIÓN
a. T: Entonces veamos cuál es el deseo de Santiago y qué
es lo que les manda que hagan:
b. Veamos el versículo 5: “Si alguno de ustedes requiere de
sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la
da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche.”

1 LBLA indice de topicos (La Habra, CA: Foundation Publications, Inc., 2000).
2 Kenneth S. Kantzer, «SABIDURÍA», ed. Everett F. Harrison, Geoffrey W. Bromiley, y Carl F. H. Henry, Diccionario de
Teología (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2006), 548.
3 Kenneth S. Kantzer, «SABIDURÍA», ed. Everett F. Harrison, Geoffrey W. Bromiley, y Carl F. H. Henry, Diccionario de

Teología (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2006), 547.

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 i. Los cristianos judíos están pasando pruebas
muy duras donde sus convicciones están
siendo examinadas.
ii. Cuando viene la prueba incia una lucha en
la mente y también la necesidad de tener
sabiduría.
iii. “Si alguno de ustedes requiere de sabiduría” …
iv. Santiago no está acusando a nadie de falto
de sabiduría, pero sabe que alguien puede
estar necesitando ser sabio mientras sufre.
v. No es simplemente conocimiento lo que
ellos necesitan:
1. Se puede ser muy intelectual y aún así
actuar tontamente.
2. Se puede tener mucho conocimiento,
sin tener temor a Dios, que es el
principio de la sabiduría.
3. Tanto el campesino como el
empresario, sin sabiduría, han tomado
las peores decisiones de su vida.
vi. Más que fortaleza, gracia o ser librados de
las pruebas necesitamos sabiduría para no
desperdiciar las oportunidades que Dios nos
da para madurar.
vii. Santiago sabe dónde podemos encontrar la
sabiduría que necesitamos cuando dice
“pídasela a Dios”…

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viii. La sabiduría que necesitamos no la
encontramos en el horóscopo, ni en los
periódicos.
ix. La encontramos en el conocimiento de Dios
y la práctica de dicho conocimiento para la
vida diaria.
x. Santiago dice que: “… él se la dará, pues Dios se la
da a todos en abundancia y sin hacer ningún
reproche.”
xi. Santiago asegura que Dios dará sabiduría a
quien se la pida.
xii. Dios da abundantemente y sin reproche.
xiii. Dar es una característica de Dios:
1. Él dio a su Hijo (Jn. 3.16).
2. Él es quien da vida y aliento a todos y a
todo (Hch. 17.25).
3. Así como dio a su Hijo, también nos da
todas las cosas (Ro. 8.32).
xiv. Cuando Dios da, da sin degradarnos, sin
reclamarnos, sin señalar nuestras faltas, sin
sacarnos en cara nuestros errores.
1. Al contrario de cómo nosotros muchas
veces damos.
xv. Podemos llegar ante Dios tal y como
estamos:
1. Él no está molesto por lo que nos falta.
2. Dios no cobra por lo que da.
3. Dios no busca lo suyo.

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 4. Dios da generosamente, por amor.
xvi. Santiago nos recuerda las palabras de Jesús en el
Sermón del Monte: “7Pedid, y se os dará…” —
Mateo 7.7a, RVR60
c. Santiago sigue diciendo en el versículo 6: “6Pero tiene que
pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como
las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a
otro.”
i. “6Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada” …
ii. El gran estorbo para recibir lo que
necesitamos es nuestra incredulidad.
iii. O bien ser engreídos y seguir nuestros propios
caminos sin tomar en cuenta a Dios.
iv. También cuando actuamos con nuestra
propia sabiduría terrenal y humana.
v. Dios no dará su sabiduría a personas así.
vi. Dios dará y derramará sabiduría en las vidas
de los que se acerquen a Él con fe, no
dudando nada.
vii. El autor de Hebreos dice que la fe es la
actitud fundamental sin la cual no se puede
agradar a Dios (Heb. 11.6).
viii. Santiago alude aquí de nuevo una
enseñanza de Jesús:
1. Jesús tuvo hambre en cierta ocasión,
encontró una higuera en el camino y se
acercó a ella para tomar un fruto pero
no encontró mas que solo hojas, Jesús
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 hizo que la higuera se secara. Los
discípulos se asombraron de eso por lo
que Jesús les dijo: «si ustedes tuvieran fe y
no dudaran, no sólo harían esto a la higuera,
sino que a este monte le dirían: “¡Quítate de
ahí y échate en el mar!”, y así se haría. Si
ustedes creen, todo lo que pidan en oración lo
recibirán.» (Mt. 21.21–22).
2. Este texto es uno de los favoritos de los
falsos maestros y profetas que
proclaman que Dios ha prometido
«salud y riqueza» a los cristianos siempre
y cuando su fe sea suficientemente
fuerte.
3. Pero ni Jesús ni Santiago dicen que Dios
nos da un cheque en blanco que
podamos llenar a nuestro antojo,
esperando que Dios lo vaya a autorizar.
4. Las palabras «todo lo que pidan» en las
Escrituras se refieren únicamente a lo
que Dios ha prometido dar a su pueblo.
5. Y uno de los deseos de Dios es darnos
sabiduría (Stg. 1.5).
ix. Tanto en Mateo como en Santiago, lo
opuesto a la fe es la duda.

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 1. El significado de esta palabra es
«diferenciar», «disputar o discutir», «discutir
con uno mismo».
2. Esa es la idea de dudar.
x. Santiago se refiere a una duda fuerte que
lleva a una vida incoherente o
contradictoria delante de Dios.
xi. Santiago no dice que nunca dudaremos.
1. Abraham vaciló en su fe, pero no como
un incrédulo, pues su vida fue
coherente en cuanto a su fe en Dios.
xii. Santiago no dice que nuestras oraciones no
recibirán respuesta si en algún momento
existe cierto grado de duda, porque eso
será inevitable por nuestra debilidad.
xiii. Lo que quiere que entendamos es que Dios
solo responde cuando nuestras vidas reflejan
coherencia o consistencia entre lo que
decimos ser y lo que realmente somos.
xiv. T: Eso nos lleva a la siguiente idea que Santiago
sigue desarrollando:
xv. “porque el que duda es como las olas del mar, que el
viento agita y lleva de un lado a otro” …
xvi. Santiago compara a una persona dudosa
con las olas del mar, agitadas y llevadas de
un lugar a otro por el viento.
xvii. El ejemplo de Santiago de la ola del mar es
un ejemplo de inestabilidad.

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 xviii. Quien haya estado en el mar sabe lo que es:
las olas son inestables. No se están quietas, siempre
están en movimiento, van y vienen.4
xix. La persona que duda no posee un ancla
para su alma (Heb. 6.19).
xx. Es indeciso e inconstante en su caminar.
xxi. Hoy quiere sabiduría de Dios, y mañana, ya
no.
d. Santiago continúa: “7Quien sea así, no piense que
recibirá del Señor cosa alguna” …
i. La persona dudosa e incoherente no recibirá
nada de Dios.
ii. Es alguien dividido en su mente, que no sabe
qué pensar ni en qué afirmarse, no está
convencido de la eficacia de la fe.
iii. “No piense tal persona”, negación enfática,
que significa “de ninguna manera”, “bajo
ninguna circunstancia”, que recibirá “cosa
alguna” del Señor.
iv. No es sólo la sabiduría que se le niega a
quien no se afirmar en la fe, sino también
todas las cosas.
e. Santiago sigue diciendo en el versículo 8: “8pues quienes
titubean son inconstantes en todo lo que hacen.”
i. Los que titubean son los de doble ánimo
dipsujos.
ii. Palabra compuesta de dis: doble, doblado,
y psuje: alma, mente, corazón.

4Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (El Paso,
TX: Editorial Mundo Hispano, 2006), 196.

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 iii. Por lo que podría traducirse: “mente doble”,
“alma dividida”, “corazón doblado”.
iv. ¿A quién se refiere Santiago?
1. A los hipócritas de su tiempo.
2. La palabra “hipócrita” es una palabra
importada de la cultura griega de esa
época.
3. Se refería al actor que, cubriéndose la
cara con una máscara, representaba
en el teatro griego más de un personaje
a la vez.
4. Santiago evita la palabra, por eso usa la
palabra dipsujos.
v. John Bunyan en El Progreso del Peregrino
identifica a esta persona como Señor
Doscaras.
vi. Para Santiago el hipócrita es una persona
“de doble ánimo”, alguien que tiene dos
almas; una hacia lo malo y otra hacia lo
bueno, algo imposible en una sola persona
(Stg. 3:11).
vii. Así es el hombre de doble ánimo, alguien
que tiene dos caras, que quiere tener lo
mejor de los dos mundos.
viii. No quiere abandonar las cosas terrenales,
pero tampoco puede tener las celestiales.
ix. Esa persona de ánimo dividido, de dos
caras, es inestable en todos sus caminos.
IV. EL EVANGELIO
a. T: Ante nuestra falta de sabiduría Dios hizo algo.
b. El apóstol Pablo lo enseña así: “26Consideren, hermanos, su
llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según los
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 criterios humanos, ni son muchos los poderosos, ni muchos los
nobles;” —1 Corintios 1.26, RVC
c. Nuestra sabiduría no es según el concepto del
mundo. Es algo mucho más alto y trascendente.
d. Pablo sigue diciendo: “27sino que Dios eligió lo necio del
mundo, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo,
para avergonzar a lo fuerte… 30Pero gracias a Dios ustedes
ahora son de Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido como
nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación
y nuestra redención.»” —1 Corintios 1.27–30, RVC
e. Jesús no solo es nuestra justificación:
i. Él llevó nuestra culpa en la cruz para darnos su
inocencia como regalo.
b. Jesús no solo es nuestra santificación:
i. Quien nos acompaña en nuestro caminar para
luchar contra el pecado y vencerlo.
c. Jesús no solo es nuestra redención:
i. Quien pagó el precio de nuestro rescate con su
propia sangre para hacernos libres del castigo
eterno, del poder del pecado, de la esclavitud
a Satanás y de la culpa.
d. Jesús también es nuestra sabiduría.
i. Cuando decimos ¡Quiero a Sofía! Estamos
diciendo ¡Quiero a Cristo!
ii. Nuestro Padre Celestial jamás se negará
cuando le pidamos a Cristo.
iii. Su sabiduría es nuestra sabiduría. Su Cristo es
nuestro Cristo. Su Palabra es nuestra Palabra.
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V. PARA LA VIDA
a. T: ¿Cómo respondes a este mensaje?
b. Si no eres creyente:
i. Confía en Cristo, no en tu propia sabiduría.
ii. No confíes en lo que sabes y puedes hacer.
iii. Si algo sabes, Dios te lo dio, pero tu mayor
necesidad es Cristo mismo.
iv. Cree en Jesús, abandona tu vida de pecado
¡Hoy! No mañana.
v. Ama la sabiduría de Dios, ama a Cristo.
vi. Creyendo en Jesús es como empiezas a ser
verdaderamente sabio.
c. Si eres creyente:
i. En medio de tus luchas, de las pruebas de tu
vida cristiana, clama por sabiduría.
ii. Con todas tus fuerzas y sin dudar, pide, y se te
dará. No confíes en tus propios métodos y tus
propias ideas.
iii. No tomes decisiones sin el conocimiento de Dios
y practica lo que ya sabes de Él.
iv. Dios ya te dio a Cristo, puedes seguir pidiéndole
más de Él.
v. Más de Cristo, ¡Pide más!
vi. Que tu clamor sea: ¡Quiero a Sofía! ¡Quiero a
Cristo! ¡Quiero tu Palabra para hacer tu
voluntad en medio de este dolor!
vii. Decídete y pide sabiduría cuando estés
pasando por duras pruebas.

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 viii. Tendrás momentos difíciles quizá por las deudas,
una enfermedad, un accidente, falta de dinero,
de trabajo, rechazo, etc.
1. En tus peores momentos, clama por
sabiduría con todo tu corazón y serás
escuchado por tu Padre Celestial.
VI. CONCLUSIONES
a. T: Para finalizar.
b. Cuando estemos pasando por tiempos duros que
nuestro deseo sea más de Cristo, nuestra sabiduría.
c. Que nuestro grito sea ¡Quiero a Jesús! ¡Dame a
Cristo, o no me des nada!
d. Que, aunque dudemos por un momento y nos
estemos hundiendo podamos verlo a Él en la
tormenta y clamar ¡Sálvame Jesús!
e. Y Él seguramente llegará a nuestro pronto auxilio.
f. Nos dará la sabiduría que necesitamos en medio de
nuestras pruebas, y nos la dará en abundancia.

¡Cristo sea exaltado siempre!

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