Alimentación Saludable

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

1

UNIVERSIDAD MANUELA BELTRÁN - PROGRAMA DE ENFERMERÍA

PRACTICA DE CUIDADO DE ENFERMERÍA AL ADULTO MAYOR Y SALUD MENTAL- VIII


SEMESTRE

PLAN DE SESION EDUCATIVA

TEMA: ALIMENTACIÓN SALUDABLE: BIENESTAR Y CALIDAD DE VIDA.

OBJETIVO GENERAL:

Sensibilizar a la población adulta mayor sobre la importancia de los habitos de vida saludable en
esta etapa del curso de vida y su influencia en su estado de salud física y mental.

_______________________________________________________________________________

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Promocionar en los adultos mayores hábitos de vida saludables.


Socializar practicas encaminadas al mantenimiento de una alimentación balanceada y saludable.
Reconocer la importancia que conlleva una dieta equilibrada y completa en aspectos nutritivos
para mantener un optimizar y garantizar un estilo de vida saludable.

MARCO TEÓRICO

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo
bienestar físico, mental y social”, lo que supone que este concepto va más allá de la existencia o
no de una u otra enfermedad. En consecuencia, más que de una vida sana hay que hablar de un
estilo de vida saludable del que forman parte la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de la
salud, el trabajo, la relación con el medio ambiente y la actividad social. (1)
Desde esta perspectiva podemos determinar que los hábitos necesarios para llevar una vida
saludable son los siguientes:
Dieta equilibrada: una alimentación saludable se rige por incluir todos los alimentos contemplados
en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente (no más)
para mantener las necesidades nutricionales del organismo en función del consumo energético
que éste realiza con la actividad diaria. El valor energético diario de la dieta debe ser de 30-40
kilocalorías por kilo de peso. Los hidratos de carbono deben ocupar un 50-55% de los nutrientes,
con no más de un 10% de azúcares simples. Las grasas han de ser un 30% del valor energético
total, repartiéndose del siguiente modo: un 15-20% de grasas monoinsaturadas, un 5% de
poliinsaturadas y no más de un 7-8% de saturadas. Las proteínas consumidas no deben superar el
10% de la dieta.
Finalmente, se debe aportar al organismo unos 20-25 gramos de fibra vegetal.

Las células del cuerpo requieren una nutrición adecuada para su funcionamiento normal, todos los
sistemas pueden afectarse cuando hay problemas nutricionales. La nutrición adecuada es un
factor fundamental para el vigor y el desempeño de una persona, y para que una persona funcione
en su nivel óptimo debe consumir las cantidades adecuadas de alimentos que contengan los
nutrientes esenciales para la vida humana.
Hay todo tipo de regímenes alimentarios, unos buenos y unos malos. Y usted tiene el poder de
decidir por cuál orientarse. La clave es saber cómo llevar una alimentación balanceada. (1)

CARACTERÍSTICAS QUE DEBE TENER UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

1. Completa: debe contener todos los macro, micronutrientes (proteína, grasa, carbohidratos,
vitaminas y minerales), agua y fibra (4).

2. Equilibrada: debe incluir cantidades adecuadas de los grupos alimentos, los cuales al ser
combinados aportan la proporción de nutrientes para promover el crecimiento y /o mantenimiento
de la salud (4).

3. Suficiente en energía y nutrientes que promueva en los niños el crecimiento, la producción de


leche durante la lactancia y el mantenimiento de un peso saludable en todas las etapas del curso
de vida (4).

4. Adecuada: se ajusta a los gustos, preferencias, recursos económicos y hábitos alimentarios de


los individuos (4).

5. Inocua: es aquella que está libre de contaminantes, sustancias tóxicas y otros factores que van
en detrimento del estado de salud de quien la consume (4).

PRÁCTICAS QUE SE DEBE ADOPTAR PARA TENER UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Tenga una alimentación variada


La proporción de los distintos alimentos en la alimentación hará que este conjunto resulte más o
menos saludable. Debe tratar de mezclar los grupos de alimentos (frutas, verduras, cereales,
carbohidratos, proteínas y grasas) conservando y no eliminando ninguno. Además, la prelación
debe ser por las proteínas, frutas, verduras y cereales, y no por los carbohidratos y grasas.
Consuma verduras
Las verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. Se recomienda consumir verduras en la tarde y
en la noche. Un buen hábito dietético es comenzar las comidas con alimentos crudos. Aumentar el
consumo de fibra en la alimentación previene el colesterol alto, los problemas de colon y de
estreñimiento. Prefiera las ensaladas frescas a las cocidas.
Modere el consumo de carne y de pescado
El aporte diario de proteína necesario para una dieta equilibrada no debería superar el 15% del
aporte energético total. La carne y el pescado no son las únicas fuentes de proteínas. El equilibrio
se puede conseguir a partir de las proteínas de las legumbres (soya, lentejas, garbanzos); los
productos lácteos (quesos frescos, yogurt);huevos (con moderación) y frutos secos (almendras,
avellanas, nueces)
Incluya el huevo
La proteína del huevo tiene una excelente composición en cuanto a aminoácidos esenciales, así
como una buena digestibilidad. De hecho, el huevo contiene casi todos los nutrientes esenciales
para los humanos (sirve para el mantenimiento de la función ocular, protección de la piel, las
membranas celulares, las neuronas y el metabolismo). Una persona con buena salud puede
consumir un huevo al día.
Punto justo de sal
Para conseguir una reducción de sal en las comidas son de gran ayuda las hierbas aromáticas
utilizadas en las ensaladas y verduras, o el jugo de limón. Otro recurso es cocer las hortalizas con
muy poca agua o al vapor. Así conservan su sabor completo y sus sales minerales. Si se usa sal,
es preferible la sal marina natural, pues aporta magnesio que regula el metabolismo y es
importante en el proceso de formación de los huesos.
No coma a deshoras
Todas las enfermedades tienen un componente metabólico, por lo que son susceptibles de
modificaciones beneficiosas o perjudiciales por medio de manipulaciones alimentarias y
nutricionales. Una dieta normal para un adulto es de unas 2.000 calorías al día. Lo lógico es
repartirlas en las tres comidas diarias variando la alimentación y comer entre comidas alimentos
saludables (yogurt, queso, galletas de fibra, cereales, fruta). La comida de la noche no debe
suponer menos del 25% de esa ingesta diaria (500 calorías) y siempre se debe hacer.
Consuma vitaminas y minerales con moderación
Las necesidades de vitaminas y minerales, presentes en la mayoría de los alimentos, varían según
el individuo. Estas sirven como antioxidantes, para fortalecer los músculos, para el cabello y hasta
para mantener un buen estado de ánimo. El calcio, por ejemplo, previene la artritis, hipertensión
arterial y cáncer de colon, entre otros. Sin embargo, las vitaminas como la A, D, E y K se acumulan
en el organismo y no son eliminadas fácilmente, lo que puede producir incluso estreñimiento. Se
justifica su uso como medicamento, bajo supervisión médica, si la persona sufre alguna
enfermedad o carece de alguno de estos nutrientes.
II. Actividades
En la encuesta de nutrición en Colombia, el ICBF mostró que los colombianos prefieren la
televisión y los videojuegos al deporte. Aunque los ejecutivos modernos trabajan todo el día, es
necesario que dediquen más tiempo a las actividades físicas y a sus familias.
● Hábitos tóxicos: El alcohol incide de forma muy negativa sobre la salud. La única tolerancia se
refiere exclusivamente al vino o la cerveza, de los que incluso se recomienda el consumo del
equivalente a una copa diaria.

Se habla de una alimentación saludable cuando se evidencia la proporción de nutrientes


necesarios para el mantenimiento en salud del cuerpo humano y su óptimo funcionamiento con el
fin principal de mantener y conservar la salud, disminuyendo los riesgos de contraer enfermedades
y favoreciendo el crecimiento y desarrollo, para ello es necesario consumir diariamente y de
manera equilibrada frutas, verduras, cereales, legumbres, leche, carnes, aves, pescado y aceite
vegetal en cantidades adecuadas y variadas.

Los nutrientes que se ven aportados por cada alimento se clasifican en dos grupos:
Macronutrientes en donde se encuentran las grasas, proteínas y carbohidratos. Los
micronutrientes en los cuales están las vitaminas y minerales. (2)

MACRONUTRIENTES:

Grasas:

Estas son vistas como una de las principales fuentes de energía para el organismo, siendo que al
ser consumo de cantidad adecuado para el organismo se convertirán en elemento primordial que
ayuda al crecimiento, al desarrollo y a mantener una buena salud. Para ello, se reconocen tres
tipos de grasa: sólida (manteca), semisólidas (mantequillas o margarinas) o líquidas (aceites);
cada una de ellas tiene efectos diferentes en el metabolismo.

No todas las grasas son favorables; uno de estos casos es el de las grasas trans, un tipo
específico que se forma cuando los aceites líquidos se convierten en grasas sólidas como la
manteca o la margarina en barra.

Este proceso se llama hidrogenación, en el que se añade hidrógeno al aceite vegetal para
aumentar el plazo de consumo y la estabilidad del sabor. Las grasas trans se pueden encontrar en
mantecas, algunas margarinas, grasas vegetales, galletas, caramelos, dulces, alimentos fritos,
productos horneados y alimentos procesados y, en forma natural, en pequeñas cantidades en la
leche, productos lácteos y algunas carnes.

Su consumo continuo trae como consecuencia el aumento del riesgo de contraer enfermedades
coronarias, obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares, alteraciones respiratorias y algunos
tipos de cáncer y en mujeres gestantes pueden influir en el peso del bebé al nacer. Según
estimaciones de los Centros para el control y la prevención de enfermedades, eliminar estas
grasas de la dieta diaria podría prevenir unos 20.000 casos de cardiopatías coronarias y hasta
7.000 muertes al año. (2)

Carbohidratos:

Estos, al igual que los anteriormente mencionados hacen parte de la fuente de energía de la
alimentación, son el combustible para desarrollar las actividades diarias, mantener la temperatura
corporal y el buen funcionamiento de órganos vitales del cuerpo. Pueden ser simples y complejos.

Carbohidratos simples:

Se pueden encontrar naturalmente en la caña de azúcar, remolacha y miel o son añadidos en


forma de azúcares, como por ejemplo a productos industrializados o de pastelería.

Carbohidratos complejos:

Se encuentran en alimentos como el arroz, papa, yuca, ñame y plátano, etc.

Colesterol: bueno y malo

El 70% del colesterol que circula en nuestro cuerpo es producido por el hígado, el otro 30% debe
ser aportado por la alimentación, pero los aportes mayores producen daños a la salud. Existen 2
tipos de colesterol:

Colesterol HDL: llamado comúnmente colesterol bueno, tiene un efecto protector contra
enfermedades cardiacas y evita el aumento del colesterol LDL en sangre.

Colesterol LDL: conocido como colesterol malo, tiene un efecto nocivo en el organismo ya que
aumenta el riesgo de obstrucción de las arterias del corazón, predisponiendo a las personas a
padecer enfermedades cardiovasculares como el infarto o el accidente cerebrovascular.

Los alimentos fuentes de colesterol son la yema del huevo, el hígado de res, los riñones, la piel de
las aves, el chicharrón, las salchichas, el jamón, la morcilla, la manteca de cerdo, el chorizo, los
quesos cremosos, la crema de leche, la mayonesa y la mantequilla, entre otros alimentos de
origen animal (2).

Proteínas:

Estas son las responsables de la formación de células, los tejidos y órganos, así como de construir
los músculos, parte de las hormonas, de las enzimas que transportan ciertas moléculas (como la
grasa) y transmitir señales.

Las fuentes de proteína pueden ser de origen animal como huevos, pescados, leche, carnes
magras, pavo, y pollo; o de origen vegetal como las leguminosas (frijol, lenteja, garbanzo, arveja),
nueces y frutos secos, quinua, entre otros. (2)

MICRONUTRIENTES

Minerales:

Hierro:

Componente principalmente encontrado en la hemoglobina y en la mioglobina, sustancias cuya


función es el transporte de oxígeno, dentro de los alimentos que se encuentran parte de este
mineral son: carnes, hígado, vísceras, leche, huevos y alimentos de origen vegetal.

Calcio:

Presente en las neuronas y la sangre, el líquido intracelular, los músculos, entre otros. Es
necesario para mantener y desarrollar huesos y dientes sanos, para relajar músculos, vasos y
arterias sanguíneas, para secretar hormonas y enzimas. Dentro de las fuentes alimenticias para
este mineral se encuentran los derivados lácteos como leche, queso, kumis y yogurt.

Yodo:

Es un componente bastante importante en el sistema endocrino, específicamente de las hormonas


tiroideas que controlan el buen funcionamiento del metabolismo en el cuerpo. Es importante para
el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso fetal, encontrándose en alimentos como la sal
yodada y en productos de origen marino como pescados y mariscos.

Zinc:

Mineral necesario para el crecimiento y desarrollo normal, en la reproducción y el funcionamiento


del sistema inmune, en la cicatrización de heridas, y en la mejora de los sentidos del gusto y del
olfato. Los alimentos fuente de este mineral son la carne de ternera, pollo y cerdo, ostras, leche,
queso, nueces y leguminosas.

Vitaminas:
Vitamina A:

Mantiene el funcionamiento del sistema inmune, la piel, los ojos, contribuyendo en la reparación de
las vellosidades intestinales y el tejido pulmonar, además de hacerse participe en la prevención de
procesos infecciosos. Se encuentra en alimentos de origen animal como carne, hígado y vísceras,
en frutas y verduras de color naranja y amarillo como ahuyama, papaya, melón y tomate, entre
otros.

Vitaminas del complejo B:

Participan en la digestión y la absorción de los carbohidratos, dentro de los cuales se encuentran


la tiamina, la riboflavina, la niacina y el ácido fólico. Dentro de los mencionados, el ácido fólico es
uno de los más importantes debido a la afección directa sobre los glóbulos rojos y las células
intestinales cuando se encuentra en deficiencia. Es una de las consumidas en el proceso de
gestación para la formación adecuada del tubo neural, siendo para este fuente en la alimentación
las hortalizas de hojas verdes y oscuras, las leguminosas como frijol, lenteja y arveja así como
frutas son fuente de ácido fólico.

Vitamina C:

Ayuda en la producción y mantenimiento del tejido conectivo del cuerpo (huesos, dientes, piel, y
tendones), en la cicatrización de heridas y tiene funciones antioxidantes, siendo parte de ella todas
las frutas y verduras. (2)

Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas,
así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la
producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han
dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más
alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no
comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.

La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada


por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el
contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. No obstante, los
principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos (3).

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MANTENER UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Frutas, verduras y hortalizas

Comer al menos 400 g, o cinco porciones de frutas y verduras al día reduce el riesgo de
desarrollar enfermedades no transmisibles y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de
fibra dietética (3).

Para mejorar el consumo de frutas y verduras es recomendable:

● incluir verduras en todas las comidas;

● como tentempiés, comer frutas frescas y verduras crudas;

● comer frutas y verduras frescas de temporada; y

● comer una selección variada de frutas y verduras.

Grasas

Reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria contribuye a
prevenir el aumento insalubre del peso entre la población adulta (3).

Además, para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles es preciso:

● limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria;

● limitar el consumo de grasas trans a menos del 1%; y

● sustituir las grasas saturadas y las grasas trans por grasas no saturadas, en particular
grasas poliinsaturadas.

Para reducir la ingesta de grasas, especialmente las grasas saturadas y las grasas trans de
producción industrial se puede:

● cocinar al vapor o hervir, en vez de freír; reemplazar la mantequilla, la manteca de cerdo y


la mantequilla clarificada por aceites ricos en grasas poliinsaturadas, por ejemplo, los de
soja, canola (colza), maíz, cártamo y girasol; ingerir productos lácteos desnatados y carnes
magras, o quitar la grasa visible de la carne; y limitar el consumo de alimentos horneados o
fritos, así como de aperitivos y alimentos envasados (por ejemplo, rosquillas, tortas, tartas,
galletas, bizcochos y barquillos) que contengan grasas trans de producción industrial (3).

Sal, sodio y potasio

La mayoría de la gente consume demasiado sodio a través de la sal (una media de 9 g a 12 g de


sal diarios) y no consume suficiente potasio (menos de 3,5 g). Un consumo elevado de sal e
insuficiente de potasio contribuye a la hipertensión arterial que, a su vez, incrementa el riesgo de
enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular(3).

Las personas no suelen ser conscientes de la cantidad de sal que consumen. En muchos países,
la mayor parte de la ingesta de sal se realiza a través de alimentos procesados (por ejemplo,
platos preparados, carnes procesadas tales como tocino, jamón, salame; queso o tentempiés
salados) o de alimentos que se consumen con frecuencia en grandes cantidades (por ejemplo, el
pan). La sal también se añade a los alimentos cuando se cocinan (por ejemplo, caldos,
concentrados de caldo de distinto tipo, salsa de soja y salsa de pescado) o en el lugar en que se
los consume (por ejemplo, la sal de mesa) (3).

Para reducir el consumo de sal se aconseja:

● limitar la cantidad de sal y de condimentos ricos en sodio (por ejemplo, salsa de soja, salsa
de pescado y caldo) al cocinar y preparar alimentos; no poner sal o salsas ricas en sodio en
la mesa; limitar el consumo de tentempiés salados; y escoger productos con menor
contenido de sodio.

La ingesta de potasio puede mitigar los efectos negativos de un consumo elevado de sodio en la
presión arterial. La ingesta de potasio se puede incrementar mediante el consumo de frutas y
verduras frescas (3).

Azúcares

Adultos y niños deberían reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta
calórica total. Una reducción a menos del 5% de la ingesta calórica total aportaría beneficios
adicionales para la salud (3).

El consumo de azúcares libres aumenta el riesgo de caries dental. El exceso de calorías


procedentes de alimentos y bebidas con un alto contenido en azúcares libres también contribuye al
aumento insalubre del peso, que puede dar lugar a sobrepeso y obesidad. Pruebas científicas
recientes revelan que los azúcares libres influyen en la tensión arterial y los lípidos séricos, y
sugieren que una disminución de su ingesta reduce los factores de riesgo de enfermedades
cardiovasculares (3).

La ingesta de azúcar puede reducirse del modo siguiente:

● limitar el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares, por ejemplo,
aperitivos y bebidas azucarados y golosinas (o sea, todos los tipos de bebidas que
contienen azúcares libres, incluidos refrescos con o sin gas; zumos y bebidas de frutas o
verduras; concentrados líquidos y en polvo; agua aromatizada; bebidas energéticas e
isotónicas; té y café listos para beber; y bebidas lácteas aromatizadas ); y comer, como
tentempiés, frutas y verduras crudas en vez de productos azucarados

CONSTRUCTORES O REPARADORES

Su función es construir o reparar células y tejidos, e integrarse a los sistemas enzimáticos y


hormonales. Por ejemplo, durante el crecimiento y desarrollo, el embarazo, la lactancia, la
reparación de tejidos en heridas, quemaduras o en la reposición normal. El nutriente principal es la
proteína y sus aminoácidos constituyentes, que puede ser de origen animal o vegetal. Constituyen
una reserva energética de tercer orden, pues sus cadenas laterales guardan analogías
estructurales con los glúcidos y grasas, pero en esas condiciones su conversión en ATP implica la
pérdida de una estructura y una función biológica. Los alimentos a los cuales se les adjudica
fundamentalmente esta función por su elevado contenido de proteínas son (5):

● De origen animal: Leche y productos lácteos (excepto el queso crema y la mantequilla),


huevos y las carnes (res, cerdo, carnero, conejo, aves, pescado).

● De origen vegetal: Leguminosas y frutos secos.

Los reparadores su función es la de actuar como catalizadores en el metabolismo de las proteínas,


las grasas y los hidratos de carbono. Los nutrientes principales son las vitaminas, minerales y los
oligoelementos o elementos traza. Los alimentos que básicamente los contienen son las frutas, los
vegetales u hortalizas (5).

DIETA PARA LOS ADULTOS

Una dieta sana incluye lo siguiente:

● Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales
integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).

● Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas,
batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.

● Menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o
unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que
consuma aproximadamente 2000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud
adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total. Los
azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a
los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los
jarabes y los zumos y concentrados de frutas (3).

● Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procede de grasas. Las grasas no saturadas
(presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y
oliva) son preferibles a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el
aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de
cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente
(presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y
pastas untables), y grasas trans de rumiantes (presentes en la carne y los productos
lácteos de rumiantes tales como vacas, ovejas, cabras y camellos). Se sugirió reducir la
ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta total de calorías, y la de grasas
trans a menos del 1%. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman
parte de una dieta saludable y se deberían evitar (3).
● Menos de 5 gramos (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada
(3).

Las 8 mejores recomendaciones para una alimentación saludable

1. Consumir diariamente una alimentación variada, incluir alimentos de todos los grupos,
aumentó la cantidad de frutas y verduras.

2. Aumente el consumo de lácteos y sus derivados.

3. Consuma al menos 3 veces a la semana alimentos de origen animal ya que son fuentes
con bastante hierro(carnes rojas).

4. Evite los aceites recalentados.

5. Consuma diariamente de 6 a 8 vasos de agua complementarios a las comidas

6. Evite el consumo exagerado de azúcar y sal, bebidas gaseosas o alcohólicas.

7. Reduzca el consumo de café, reemplazarlos por jugos naturales.

8. Lávese las manos antes de preparar cualquier alimento.

Alimentacion y nutricion en el ciclo de la vida, módulo IV

DIRIGIDO A: Población adulta mayor y cuidadores.


FECHA: 9 septiembre del 2020

LUGAR: Webinar virtual a través de Google Meets

HORA: 9:00 A.M. DURACIÓN: 1 hora

METODOLOGÍA: Se hará una charla educativa sobre alimentación saludable dirigida a la


población adulta mayor a través de la plataforma virtual Google Meets.

La actividad se desarrollará de la siguiente manera:

10 minutos para saludo y presentación

20 minutos para presentación de tema

5 minutos pausa activa

15 minutos para actividad dinámica

10 minutos para cierre y evaluación

AYUDAS AUDIOVISUALES: Diapositivas

RECURSOS:

Recurso Humano: Estudiantes de enfermería – Adultos Mayores Programa Silver - Colpensiones

Recurso Físico: Conexión a internet, computador.


EVALUACIÓN PRE:

1. ¿Para usted qué tipo de alimentos son los principales a la hora de preparar una comida?

2. ¿Que debe contener una alimentación saludable para usted?

EVALUACIÓN POST:

DOCENTE: Margarita Garrido Julio.

ELABORADO POR ESTUDIANTES: Luis Carlos Fajardo Hernández, Kevin Johan Narváez
Caicedo, Dayana Andrea Ñungo Castellanos, Angie Yureidy Ortiz Ciprian, Laura Daniela Olarte
Romero, Laura Helena Suarez, Laura Daniela Vanegas Cobos.

________________________________________________________________________

BIBLIOGRAFÍA: (Según Normas Vancouver)

1. Autónomos S, Salud B, vida E, saludable H, saludable H. Hábitos de vida saludable


[Internet]. Sanitas. 2018 [cited 5 September 2020]. Available from:
https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/estilo-
vida/prepro_080021.html

2. Colombia, M., 2020. ¿Qué Es Una Alimentación Saludable?. [online] Minsalud.gov.co.


Available at: https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/HS/Paginas/que-es-alimentacion-
saludable.aspx [Citeled 5 September 2020].

3. WHO. Alimentación sana [Internet]. 2018 [citado 6 de septiembre de 2020]. Disponible en:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

4. Minsalud. ABECÉ de la alimentación saludable. 2017; Disponible en:


https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/SNA/abc-
alimentacion-saludable.pdf

5. Aneska Mariño García, Magdalys Núñez Velázquez,, Ana Ibis Gámez Bernal. Alimentación
saludable. 2016; Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/actamedica/acm-
2016/acm161e.pdf

También podría gustarte