El Final de La Metafísica
El Final de La Metafísica
El Final de La Metafísica
Pierre AUBENQUE
Universidad de La Sorbona
RESUMEN
ABSTRACT
«Can we, nowadays, talk about the end of the metaphysics?». If historically the metaphysics
is finished, the hermeneutic opens a way to a thought which can see a destiny in the end of
the metaphysics and not just an accident. This hermeneutic situation becomes a decon-
structivist project which gives a new sense to the aporetic project which the question about
the being consists of, since Aristotle enunciated it.
KEYWORDS: Metaphysics, ontology, being, hermeneutic, deconstruction
9
¿PODEMOS HABLAR HOY DEL FINAL DE LA METAFÍSICA?
Los finales de siglo y de milenio, tan fortuitos como sean desde el punto de
vista de la cronometría, son una ocasión, no siempre bienvenida, de conmemora-
ciones y balances. Al final del siglo XIX, anticipándose al final del milenio, Nietzsche
se impacientaba: «¡Casi dos milenios y ni un solo nuevo dios!»2. De hecho, bien
podría ser que el siglo XX, en diferentes aspectos, haya supuesto más un acabamiento
que las primicias de un nuevo comienzo. En cualquier caso, no es un azar si Heideg-
ger ha elegido esta cita como exergo de sus lecciones sobre Nietzsche, pronunciadas
entre 1934 y 1938 y publicadas en 19613. Es en estas lecciones sobre Nietzsche
donde aparecen, por primera vez en Heidegger, los temas afines del «fin de la meta-
física» y de la exigencia de su «superación» (Überwindung). Un poco antes, en 1932,
Carnap había utilizado la misma expresión Überwindung en su artículo célebre so-
bre «La superación de la metafísica mediante el análisis del lenguaje»4. Tan diferen-
tes como hayan podido ser los puntos de vista de los dos autores (el artículo de
Carnap está además dirigido contra Heidegger), la coincidencia en la expresión es
testimonio del sentimiento común del final de una época y de su correlato: la
pero en todo caso menos accesibles a la experiencia sensible que los entes mismos.
Esta situación es la que ha dado lugar a la expresión «metafísica», nombre de una
disciplina que, tanto en el orden de la enseñanza como en el de la investigación,
viene «después» de la física, pero exige su «superación» (esta idea de superación es
inherente al «meta-» de «metafísica») a fin de acceder a una esfera supra-física, mun-
do inteligible, mundo de las Ideas o simplemente Dios, por retomar algunos de los
nombres que la metafísica tradicional ha dado al Principio primero y trascendente
de todas las cosas. Desgraciadamente, aparte de un cierto consenso sobre este esque-
ma muy general, los metafísicos no han podido ponerse de acuerdo sobre el conte-
1
Originalmente publicado en francés en Ágora. Papeles de Filosofía, vol. 19 (2000), núm.
1; © Universidad de Santiago de Compostela. Posteriormente este escrito ha sido publicado junto
con otros artículos en el libro de Pierre AUBENQUE, Problèmes aristotéliciens I. Philosophie théorique ©
Librairie Philosophique J. Vrin, 2009.
2
El Anticristo, VIII, 235-6.
3
Nietzsche I, p. 11.
4
«Überwindung der Metaphysik durch die logische Analyse der Sprache», Erkenntnis 2
(1931-1932), p. 240 sq.
5
KrV, Transzendentale Dialektik, B 434, A 407.
6
KrV, Transzendentale Methodenlehre, B 877, A 849. Cf. Prolegomena, 60, A 183, A
189.
dida progresiva, pero sin duda inevitable, del sentido auténtico de la cuestión ini-
cialmente planteada. La metafísica se constituye en Grecia antigua a partir de los
Presocráticos y, temáticamente, en las filosofías de Platón y de Aristóteles, como la
búsqueda del sentido del ser del ente. ¿Qué significa que una cosa, una persona,
pero también un estado de cosas, una cualidad, un acontecimiento, etc., son, es
decir, son algo y no nada? Está claro que el ser de esos entes no puede ser él mismo
un ente, ni siquiera inteligible, pues, si fuese él mismo un ente, habría que pregun-
tar inmediatamente, en virtud de la pregunta inicial, cuál es el ser de ese ente, y así
hasta el infinito. El ser del ente, puesto que no es un ente y que tampoco es nada,
puesto que es lo que hace que los entes no sean nada, sino algo, este ser del ente debe
ser buscado «más allá de la entidad» (epekeina tes ousias), como lo dice una vez
Platón al final del libro VI de la República 8. Pero, sobre este punto preciso, va a
producirse el primer deslizamiento o la primera ocultación, que va a caracterizar a la
metafísica en su historia. El ser del ente es interpretado ya por Platón, a pesar de la
advertencia que acabo de citar, como un cierto ente, un ente determinado, no cier-
7
Nietzsche II, p. 201.
8
Politeia VI, 509b.
9
Es el propio Pierre Aubenque quien en el paréntesis que abre tras el término francés
«étantité» en el original, propone como traducción castellana de este último «enticidad», junto a los
términos alemán e inglés que aparecen en el paréntesis. «Étantité» en francés es una sustantivación en
género femenino del participio presente del verbo «être», «étant» (siendo); queriendo con ello calcar
la morfología del griego ousia (ac. sing. fem. del participio presente del infinitivo presente einai, del
verbo eimí, soy). Si en francés la forma «étantité» es ciertamente inusual, en castellano «enticidad»
recoge de manera forzada la morfología de la ousia griega. Porque su correspondiente castellano sería
más bien «siendodidad», a partir del participio presente del verbo ser, sustantivado como un abstracto
sin posibilidad de género si no es con el añadido del artículo «la», en este caso. La «siendodidad»
suena tan mal que hace buena a la «enticidad», la cual tanto como «ente» en castellano es un latinismo
que viene del participio latino del verbo «esse», «ens, entis», cuya forma más apropiada es la más
conocida de «entidad», que aunque no recoge exactamente la forma de ousia, al oído hispano le
resulta más llevadero que las otras formas propuestas [N.d.T.].
10
En castellano en el original [N.d.T.].
11
Cf. P. AUBENQUE, «Las transformation cartésienne du concept aristotélicien de substance »
en V. GÓMEZ PIN (ed.), Actas del II Congreso internacional de Ontología, Barcelona, Enrahonar, 1999,
p. 87-93. Cf. más arriba, p. 341 sq.
12
Con el término «subjectidad», inexistente en castellano, vierto el francés «subjectité»,
calcado a partir del latín «sub-jectum», utilizado por P. Aubenque para distinguir la experiencia filo-
sófica antigua de la moderna, vehiculada, esta última, a través del término «subjetividad» [N.d.T.].
13
F. SUAREZ, Disputationes metaphysicae (1597), I, comienzo.
14
Ibid., I, 5; cf. II, 3, 8.
15
W.V. QUINE, From a Logical Point of View (1969); Ontological Relativity and other Essays
(1969).
16
De la grammatologie (1967); Marges de la Philosophie (1972).
17
Cf. J. GREISCH, «La Fonction Méta dans l’espace contemporain du pensable», en Ph.
CAPELLE (ed.), Le statut contemporain de la philosophie première, Paris, Beauchesne, 1996, pp. 5-27.
18
Aei zetoumenon kai aei aporoumenon, (Metafísica, Z, 1, 1028b2).