Ensayo Gestion Org Públicas

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ENSAYO ACERCA DE LA GESTIÓN DE LAS ORGANIZACIONES PÚBLICAS

Luis Santiago Vargas, Luis Silvera y Luis Flórez Hernández


Gestión de las Organizaciones Públicas
Administración Pública Territorial
Escuela Superior de Administración Pública
2021

Introducción.
La intención de este ensayo es conceptuar grupal y colectivamente acerca de los
materiales aportados por el docente en la sesión, referentes a la gestión de
las organizaciones públicas y algunos conceptos claves al respecto. Se
efectuará un análisis comprensivo del tema abordado, con suma criticidad y
aportes a una discusión que resulta interesantísima a luz del escenario de lo
público.

Es sabido que en las últimas décadas se han venido generando grandes


transformaciones en lo que concierne a la evolución de la gestión pública en
los diferentes procesos o modelos, que no han propugnado por crear un
sentido de la responsabilidad por prestar servicios de calidad a las
comunidades, ergo, persiste y se intensifica con mayor ofensiva el descredito
de las administraciones públicas locales y nacional. El contexto general de la
gestión de lo público es lamentable: desde siempre no ha existido una
verdadera planificación de lo que se ejecuta, y en dicho proceso de ejecución
se gastan esfuerzos, energías y recursos de manera ineficiente; los puestos
y sus objetivos obedecen más a funciones políticas que a los requerimientos
sociales.
Se ha utilizado con mucha frecuencia y ello ha despertado la denuncia de las
gentes, la figura de la contratación por prestación de servicios, práctica que
ha permitido la introducción del clientelismo cada vez con mayor fuerza en
las organizaciones y entidades públicas. En un gran porcentaje de entidades
del sector público se requieren plantas de personal, con contrataciones
indefinidas, a largo plazo y con acceso meritorio a los puestos. Este escenario
generaría estabilidad en las políticas a largo plazo, y no lo que se observa
actualmente.

Por otro lado, acierta el texto del profesor Jorge Acosta al plantear una conversación
constructiva entre las universidades y el Estado para promover
intervenciones transformadoras que produzcan escenarios en la
administración pública caracterizados por una ética y responsabilidad
propias, nuevas ideas y componentes que estén encaminados a que se
articule el Estado y las tecnologías de punta para que los modelos
gerenciales que se implanten sean operativos y funcionales. Sin duda, esta
propuesta es un granito de arena para la modernización de la administración
pública colombiana.
Todo esto puede ir logrando que nuestra sociedad sea fiscalizadora de todo su
entorno y que nuestro lideres y actores sociales se capaciten para conseguir
una visión de transformación y reconstrucción de sus propias realidades y
que se pueda dar una mejora de su procesos cotidianos.
Aquello que no vemos con buenos ojos, es la adopción de modelos
neoempresariales que buscan clientelizar al ciudadano, y ofrecer servicios en
vez de derechos. Las concepciones en ese sentido entre lo público y lo
privado son diametralmente opuestas. La idea neoliberal de la Constitución
del 91 de concebir a la educación como un servicio y no como un derecho y
bien común de los colombianos, es lo que ha dado lugar a su constante e
histórica desfinanciación.
Además, porque en un Estado no puede ignorarse el contenido político de las
sociedades, extirparse la deliberación y erradicar de tajo la confrontación de
ideas. Lo anterior provocaría más problemas que soluciones. Fenómenos
como la privatización y la externalización han sido perjudiciales y una forma
de corrupción económica en el país. Los grupos empresariales, legales e
ilegales, como lo plantea el profesor Jorge Garay, han capturado y
reconfigurado el Estado colombiano, creando leyes y normativas acordes a
sus intereses gremiales, vendiendo la idea de que dichos intereses
personales se constituyen en los colectivos.

De esa manera, han desfinanciado instituciones públicas como universidades,


escuelas, hospitales y otras para que estas no funcionen de mejor manera
para luego vender la propuesta de privatizarlas con el argumento de que el
sector privado es más eficiente, capaz y competitivo. Lo que ha suscitado
esta forma de privatización es un aumento de la corrupción, por un lado, y
desmejora en el acceso a derechos porque a los privados les interesa más
obtener utilidades que garantizar derechos, por otro lado.
En lo que sí estamos de acuerdo, y consideramos puede mejorar el funcionamiento
y la gestión pública, es en la puesta en marcha de reformas internas en el
seno de las organizaciones e identidades públicas, el planeamiento y la
dirección estratégica, políticas de personal y aumento de capital.
Por otro lado, la construcción de una ética pública que determine en las
consciencias de los servidores, funcionarios y empleados públicos la idea de
que ‘los recursos públicos no se tocan’ para prevenir la corrupción, las
prácticas desleales y atrofiantes. El Estado debe promover una política de
generación de confianza en las instituciones públicas por parte de los
ciudadanos, y para ello, debe pasar de los discursos a la praxis.
Una institución que podría asumir la empresa antes descrita, y que de alguna forma
lo ha venido haciendo, es la ESAP. Formar a los líderes políticos, funcionarios
y empleados del Estado para servir a los administrados, para coadministrar
con éstos. Y a los ciudadanos capacitarlos para el control de las instituciones,
para que sea menos apático e indiferente. Los gobernantes deben dejar la
soberbia y los ciudadanos olvidarse de la indiferencia.
En este país en el que se ha manoseado tanto los puntos positivos de la
Constitución, y en el que se ha intensificado aquellos aspectos perjudiciales,
es necesaria una nueva Asamblea Nacional Constituyente que permita
enrumbar el camino. En lo concerniente a la administración pública, se debe
disponer todos estos aportes hasta ahora realizados por la academia, para
garantizar eficiente, transparencia, responsabilidad y ética en los
funcionarios, principios que nos conducirán a mejores amaneceres.
En conclusión, las instituciones y organizaciones publicas deben estar preparadas
al cambio y adoptar los diferentes procesos con ajustada planificación y una
dirección estratégica para adoptar soluciones y propuestas estratégicas.

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