Pablo Berraud - Autoayuda Autosugestión y Autohipnosis
Pablo Berraud - Autoayuda Autosugestión y Autohipnosis
Pablo Berraud - Autoayuda Autosugestión y Autohipnosis
Como el género es amplio, creo que no se puede hablar de autoayuda como algo
bien definido.
Además, como esto no es un estudio serio sino sólo la opinión de un boludo,
tampoco es que me puse a mirar los miles de libros que hay en el mercado.
Usted, por lo tanto (y como es obvio) queda en total libertad de opinar distinto...
sobre todo en la importantísima cuestión de que soy un boludo.
Así que voy a hablar principalmente de un tipo particular que me parece un poco
turbio.
La famosa frase “Yo puedo”, que los "autoayudadores" se pegan en cartelitos por
toda la casa, no es otra cosa que eso: autosugestión.
Y la ley del capricho, por decirlo de algún modo, es el “núcleo duro” del
individualismo.
El ideal del éxito a cualquier precio es lo que sostiene este sistema de locos
en el que estamos inmersos.
Claro que en esta lógica del darwinismo social, a nadie le importa mucho los
miles de boludos que se proponen cosas imposibles para ellos.
Si uno se autosugestiona de que puede volar y se tira de un edificio... Bueno. No
era de los que le servían al sistema. Es una baja necesaria.
“Muchos deben fracasar para que los mejores triunfen”. Por supuesto, esto no lo
dice ningún libro de autoayuda.
Sugieren que el lector es justamente uno de los elegidos. “Basta con que se lo
repita lo suficiente”.
¿Que algunos lo probaron y lograron cosas? Y, bueno, sí. Pero la cuestión es que,
como todo hipnotizado, no logró algo desde su propio ser, sino que se convirtió en
un títere de otro. En este caso, del sistema de consumo.
Fue corriendo tras una zanahoria y la alcanzó,
Qué bárbaro.
Aplausos.
¿Y ahora se conoce más a sí mismo? ¿O es mejor persona?
Probablemente no.
Probablemente lo único que consiguió sea un auto, o algo parecido.
Además, por supuesto, de un inflado ego.
Una vez leí por ahí que los libros de autoayuda al que más “autoayudan” es al
autor, que se llena de guita vendiéndolos.
Por el momento no tengo noticia de que haya alguna validación seria de que esto
sirva para algo. Salvo, como se dijo, para vender muchos libros.
¿Y entonces?
¿Cuál es la causa de tal boom de ventas?
¿Se acuerda de lo de las moscas del principio?
Valga esto, en todo caso, para estar atento y no comprar gato por liebre.
Pablo Berraud