UNA VERGÜENZA DE VARGAS LLOSA - Antonio Caballero

UNA VERGÜENZA DE
VARGAS LLOSA
Por Antonio Caballero
28 de febrero 2021
M
ario Vargas Llosa escribe le dirá esas cosas contraevidentes a
cada semana en El País de Mario Vargas Llosa? Me reitero: sin
Madrid, y en varios perió- duda su amigo Plinio Apuleyo Men-
dicos de América Latina, doza.
un artículo bajo el pre- Insiste el famoso escritor: “Si todas
tencioso título general de "Piedra las naciones latinoamericanas tuvie-
de toque": así se llama esa piedra ran una clase política semejante a la
mágica que sirve para saber si una de Colombia, otro sería el destino de
cosa es cierta o falsa. Hace ocho ese continente”. Se nota en su absur-
días escribió. do elogio que no conoce a nuestra co-
rrupta clase política; porque no creo
Me pareció, para no decir que de- que, por grandes que sean su desin-
liberadamente mentiroso, asom- formación o su ceguera, un escritor
brosamente desinformado, o ma- serio (pero ¿es Vargas Llosa un escri-
linformado, o contrainformado, o tor serio, al margen de que sea famo-
informado tal vez por su amigo co- so?), pueda apartarse tanto de lo que
lombiano recientemente condeco- salta a la vista. Se nota que vive lejos,
rado con la Cruz de Boyacá por el y ni siquiera lee periódicos.
presidente Iván Duque, el escritor y Pero insiste, hablando de Colom-
periodista y diplomático Plinio Apu- bia: “Una clase empresarial que ha
leyo Mendoza. En ese artículo, que hecho progresar al país para envidia
revela un abismal desconocimiento de América Latina”. Se nota que Var-
de la historia reciente de Colombia, gas Llosa no ha pasado ni una semana
dice Vargas Llosa desde su campa- siquiera en este país. Ni tampoco en
nuda condición de premio Nobel de este continente, si se exceptúan sus
Literatura, y con su voz innatamente años de juventud, que dieron origen
campanuda, que el gobierno de Iván a sus grandes novelas, y los meses en
Duque es el mejor que ha tenido Co- que estuvo bregando para que lo eli-
lombia y el mejor de América Lati- gieran presidente del Perú en lugar
na, como lo fueron también los de su del “chinito” Alberto Fujimori (hoy
jefe Álvaro Uribe, “otra víctima de la preso), pero que ganó por ser aún
extrema izquierda, a él, que respeta más derechista que él.
siempre la libertad y la legalidad, en Pues es por esa pasión de la dere-
las que cree”... ¿Que Uribe cree en cha política que hoy lo ciega que se
la legalidad? ¿En la libertad? ¿Quién
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empecina Vargas Llosa en su nega- go bajo el régimen militar de Rojas
ción de la realidad, o en su ignorancia Pinilla? ¿”Elecciones limpias”, las lla-
beatífica de la historia. “¿En qué mo- ma admirativo Vargas Llosa, como las
mento se jodió el Perú?”, es la famosa que se hacían con un solo candidato,
frase con que se abre su espléndida el conservador Laureano Gómez, y
novela Conversación en La Catedral. los demás amedrentados a tiros? ¿O
Pero parece trasladarla tal cual a como las que un gobierno liberal le
cuándo se jodió Colombia en lo que robaba sin rubor al populista gana-
escribe en este artículo que comen- dor: el mismo Rojas, ya absuelto de
to, tomando por acertada la tesis de sus pecados y condenado solamente
su amigo Plinio Apuleyo Mendoza de por una importación ilegal de terne-
que ese momento fue el del Bogota- ros por un Congreso bipartidista ya
zo del 9 de abril de 1948, con el ase- entonces corrompido?
sinato de Jorge Eliécer O, más exactamen-
Gaitán. (Plinio lleva me- Mario Vargas te, al escritor peruano
dia vida ufanándose de lo ciega su odio por
que él estaba ahí). Fue
Llosa escribió cualquier cosa que
entonces, según afir- hace ocho días hoy considere de iz-
ma ahora Vargas Llosa, un artículo quierda, arrepentido
cuando empezó aquí la sobre Colombia, como está de sus de-
violencia política, cuan- vaneos juveniles con
do el asesinato se pro-
en el que daba la revolución cubana
dujo justamente porque todo lo falso por (devaneos y arrepen-
Gaitán denunciaba la lo cierto. timiento similares a
sangrienta violencia gu- los de su amigo Plinio
bernamental que ya lle- Apuleyo, otro conver-
vaba varios años: “¡Paz y piedad para so). Pero es que ahora Mario es mar-
la patria!” fue lo que le pidió al pre- qués, el primer marqués peruano —o,
sidente de entonces (Mariano Ospi- en general, latinoamericano— de la
na Pérez), en su última intervención aristocracia de España desde que la
oratoria de plaza pública, en la histó- independencia de las colonias del im-
rica “marcha del silencio” del mes de perio español en América suprimió
marzo inmediatamente anterior. Y le hace doscientos años los títulos de
atribuye a ese asesinato (magnicidio, nobleza.
se llaman esas cosas ahora) el surgi- Me parece que este artículo de Var-
miento de las guerrillas más de una gas Llosa es una vergüenza.
década después. Elogia Vargas Llosa
la “libertad de prensa” de esos tiem-
pos en Colombia. ¿Libertad de pren-
sa con los incendios por la policía de
los periódicos El Tiempo y El Espec-
tador bajo los gobiernos de Gómez y
de Urdaneta? ¿Cierre de ambos lue-
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