Zinc
Zinc
Zinc
El zinc es un metal del grupo II B de la tabla periódica con número atómico 30, un
peso atómico de 65,37 y una densidad de 7,14 Mg/m3. Tiene una temperatura de
fusión de 419,5 C.
La configuración electrónica del zinc es: (Ar)(3d)^10(4s)942, y tiene un radio
atómico de 0.138 nm.
A temperatura ambiente, el metal tiene la estructura cristalina hexagonal
compacta. Los parámetros de la red son:
a = 0,266 nm, c = 0,495 nm.
El zinc tiene un módulo de Young de 70 GPa, un límite elástico de 160 MPa, un
UTS de 200 MPa y una deformación por fractura de 0,9.
El zinc es un mineral esencial para la regeneración de los tejidos celulares y para
la síntesis del ADN, por lo que su aporte adecuado es importante para garantizar
el crecimiento y desarrollo correcto en la infancia, así como para sustituir las
células viejas por otras.
Este mineral también está involucrado en la producción de hormonas como la
testosterona, contribuye a mantener la salud de la piel, el pelo y las uñas y, sobre
todo, su aporte adecuado es clave para fortalecer las defensas del sistema
inmunitario.
El Zinc en la salud humana.
Al igual que otros minerales y nutrientes, los efectos que el zinc tiene sobre tu
cuerpo dependerán en gran medida de su cantidad. Es por eso que puede
producir algunos problemas de salud tanto por exceso como por escasez.
La deficiencia de zinc produce retraso en el crecimiento infantil, mayor
susceptibilidad a infecciones, anorexia con la consiguiente pérdida de peso, se
reduce la visión nocturna, la curación de heridas es más lenta, se da una pérdida
regresiva de los sentidos del sabor y del olfato y pueden producirse lesiones
cutáneas como piel escamosa y manchas blancas en las uñas.
Tomar dosis elevadas de zinc de forma regular (más de 150 mg de zinc al día)
puede llevar a una deficiencia de cobre, la alteración de los niveles de hierro y un
debilitamiento del sistema inmune.
Otros síntomas que también podrían darse son presión arterial baja, convulsiones,
dolor en las articulaciones y sabor metálico en la boca.
El Zinc en la naturaleza.
El zinc se encuentra en la naturaleza en forma de minerales, habiendo por
ejemplo sulfuros de zinc, carbonatos y silicatos. La extracción de zinc más
frecuente se realiza cocinando sus minerales para formar óxido y luego reducir
ese óxido con carbón, logrando destilar el metal.
Usos del Zinc.
Los usos del zinc más frecuentes refieren a las aleaciones metálicas, por ejemplo,
de latón, alpaca, bronce, plata alemana y soldaduras blandas o de aluminio, entre
otras. Al ser un material resistente a la corrosión, se utiliza sobre todo para la
fabricación de clavos, alambre, tubos y materiales con acero.
Tanto el zinc como el cadmio y el mercurio están presentes en la naturaleza y
tienen amplia aplicación en los ámbitos de la electricidad y la electrónica, así como
para la formación de aleaciones. Mientras que el zinc tiene gran importancia en la
bioquímica de los seres vivos, el cadmio y el mercurio son altamente tóxicos. En
cuanto al copernicio, dado que no existe de forma natural, debe ser sintetizado en
el laboratorio.
Óxido de zinc puede encontrarse en numerosos productos farmacéuticos,
cosméticos y de uso cotidiano, desde productos de caucho a baterías. Piezas
fundidas con zinc se utilizan ampliamente en la elaboración de productos de
tecnología y computación. Entre otras tantas cosas, el zinc es un elemento
nutritivo, útil y muy necesario tanto para los seres humanos como para muchos
otros animales.