Resúmen General de Cuestión Social en La Historia - Odt

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Resumen general de Cuestión social en la Historia

“Cuestión Social” es un término reciente, que según Netto comenzó a ser utilizada en la
tercera década del siglo XIX (1830) en Europa Occidental. Emerge casi al mismo tiempo
que el socialismo de F. Engels).
La expresión surge para dar cuenta al fenómeno del pauperismo, en este caso masivo de la
población trabajadora en Inglaterra. Fue el aspecto inmediato de la instauración del
capitalismo en su fase industrial – competitiva.
Dicho fenómeno lo comenzaron a experimentar los países con el impacto de la primera
revolución industrial, iniciada en Inglaterra en 1775.
El pauperismo afectaba a la población trabajadora, mayoritariamente empleada en fábricas
en el marco de la revolución industrial. Esta ultima aporto un cambio significativo en las
formas de producción, de concebir el trabajo, y ese proceso de cambios psicológicos que
atravesaron los trabajadores respecto al nivel de vida, entre otras cosas.
Explicación del estallido de la revolución industrial; entre 1780 y 1790 y por primera vez,
las sociedades humanas se liberaron de sus cadenas al poder productivo, y desde entonces
surgió una constante multiplicación de hombres, bienes y servicios hasta la actualidad.
El sometimiento de las fuerzas de la naturaleza, el empleo de máquinas, la aplicación de la
química ala industria y a la agricultura, la navegación por vapor, el ferrocarril, telégrafo, y la
apertura de los ríos a la navegación son solo algunos de los aspectos que generaron dicha
revolución.
Por primera vez en la historia, la pobreza crecía paralelamente con la capacidad de producir
riquezas.
La pobreza pre – industrial (en un sistema feudal) se identificaba en los indigentes, aquellos
que no quisieran trabajar, o quienes padecían deficiencias físicas, su situación era atendida
mediante redes familiares, o mecanismos de caridad principalmente religiosos.
En cuanto al resto de la población (campesinos – siervos) estaban vinculados a la tierra de
modo forzoso/hereditario, y el mínimo trabajo de la tierra (en manos de un señor
propietario) les aseguraba al menos subsistencia (vivienda, ropa, protección y parte de la
producción).
Esa pobreza acentuada y generalizada en el primer tercio del siglo XIX – pauperismo pasa a
designarse “cuestión social” por sus desdoblamientos (formación de 2 cosas a partir de 1)
socio – políticos.
Los pauperizados no se conformaban con su situación, desde la mitad del siglo XIX su
protesta tomó las más diversas formas, desde la violencia luddista hasta la constitución de
las trade unions configurando una amenaza real para las instituciones sociales existentes.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la expresión cuestión social deja de ser usada
por un amplio abanico de posiciones ideo – políticas y pasa a formar parte del pensamiento
conservador. Comienza a ser naturalizada y los posicionamientos frente a la misma pierden
paulatinamente su carácter crítico.
Desde entonces sus representantes ideológicos colocan en primer lugar y con urgencia el
mantenimiento y la defensa del orden burgués.
Representantes del pensamiento conservador laico:
*Alexis de Tocqueville (1805 – 1859)
*Émile Durkheim (1858 – 1917)

*Carta Encíclica del Papa León XIII.

Reformismo para conservar; las manifestaciones inmediatas de la cuestión social (fuerte


desigualdad, desempleo, hambre, enfermedades, penuria, desamparo, etc) es visto como el
desdoblamiento, en la sociedad moderna, son características ineliminables de cualquier
orden social. Se convierte en objeto de acción moralizadora.
Posibilidad de intervención política, con soporte “científico” capaz de reducirlas a través de
un ideario reformista (Durkheim y su escuela sociológica).

La revolución de 1848, configura expresiones culturales, teóricas ideológicas, bases de una


cultura política con cierto papel de los trabajadores.
Explicita los intereses antagónicos de las clases sociales fundamentales.
Resultantes de la “explosión de 1848”: el proletariado, históricamente universal, como una
condición de clase en sí para sí.
Solamente la supresión de la sociedad burguesa conduciría a la supresión del pauperismo.

K. Marx. La “cuestión social” es constitutiva del desarrollo del capitalismo. No se suprime


la primera conservándose la segunda. La cuestión social esta básicamente determinada por
el trazo propio y peculiar de la relación capital/trabajo – la explotación.
La supresión de la explotación del trabajo por el capital, una vez constituido el orden
burgués y altamente desarrolladas las fuerzas productivas, no implica la reducción de la
producción de riquezas.

En las sociedades anteriores al orden burgués, las desigualdades, privaciones, etc. Devenían
de una escasez que el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas no podía suprimir

En el orden burgués constituido, las fuerzas productivas devienen de una escasez producida
socialmente, de una escasez que resulta necesariamente de la contradicción entre las fuerzas
productivas (crecientemente socializadas) y las relaciones de producción (que garantizan la
apropiación privada del excedente y la decisión privada de su destinación).

DIAPOSITIVA

Marx (con colaboración de Engels) publica en 1867 el primer volumen del “El Capital”.
Solamente con el conocimiento riguroso del “Proceso de producción del capital” Marx
puede aclarar con precisión la dinámica de la “cuestión social”.
El desarrollo capitalista produce necesariamente la “Cuestión Social” – diferentes fases
capitalistas producen diferentes manifestaciones de la misma. El pauperismo es una
manifestación inmediata.
La cuestión social no es una secuela adjetiva o transitoria del régimen del capital. La
Cuestión social es constitutiva del desarrollo del capitalismo.
De este análisis teórico queda claramente desechada cualquier ilusión acerca del alcance de
las reformas al interior del capitalismo.
La cuestión social está determinada por el trazo distintivo de la relación capital/trabajo: la
explotación (la explotación del trabajo por el capital).
Distintas formas de explotación precedieron a la sociedad capitalista. La explotación no es
un trazo distintivo del régimen del capital.
Lo que es distintivo de ese régimen es que, por primera vez en la historia es posible suprimir
la explotación sin que se supriman las condiciones en las que se crea la riqueza social.
En sociedades anteriores al orden burgués, las desigualdades devenían de una escasez  que
el bajo nivel de las fuerzas productivas no podía suprimir. En el orden burgués, las
desigualdades devienen de una escasez producida socialmente, de una escasez que resulta de
la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

F. Engels – “La situación de la clase obrera en Inglaterra”

Para Engels… “La situación de la clase trabajadora es el terreno positivo y el punto de


partida de todos los movimientos contemporáneos”. El pauperismo, propiamente dicho de
los obreros, no es nada menos que el punto de partida de la revolución/rebelión”.
“Conocimiento de las condiciones del proletariado” Engels va más allá de la apariencia de
los fenómenos, recurre a la esencia de los mismos…Conocimiento por la esencia.
Engels, expone las realidades del pauperismo inglés, por un periodo de tiempo (21 meses)
ve de cerca los esfuerzos, dolores, y alegrías del proletariado.
Engels comenta la estrecha relación de la burguesía con el Estado. Clase media – Middle
Classes. La opinión de esta es catalogada “opinión pública, cuando  no es así”.
Luego están los trabajadores (Working Men) clase trabajadora, no propietaria.
El autor realiza una critica hacia la ciudad de Londres, denominada “La capital comercial
del mundo” en cuanto a su apariencia a simple vista.
Luego comenta que no muy lejos se puede entrar en contacto con otras partes de muy malas
condiciones, superpobladas, por trabajadores con precarios atuendos, y la indiferencia que
estos experimentan entre ellos.
Engels, más adelante generaliza con las grandes ciudades y sus similares características.
Guerra social – el capital – posesión directa o indirecta de los medios de subsistencia
(medios de lucha).
Recae en el pobre. Homicidio social, muertos de hambre, corrupción del sistema.
Grandes ciudades – barrios feos – clase trabajadora (habitan familias en una habitación
única). Cottages.
Alta mortalidad de hijos de obreros por el trabajo en fábricas.
Engels emplea una descripción a cerca del trabajo de las fábricas y las terribles
consecuencias de la labor. Una realidad devastante que no se exponía en aquel entonces.
Los liberales resaltan la miseria de los distritos agrícolas pero buscan disimularla en los
distritos industriales.
Conservadores, reconocen la miseria de los distritos indústriales pero no quieren saber de
las regiones agrícolas.
Recurre a los Tories o Cartistas para realizar este ensayo.
Londieses sacrifican la mejor parte de la humanidad para alcanzar las maravillas de la
civilización (aspecto de Londres).
Énfasis en la injusticia, el aislamiento y la indiferencia.
La posesión directa o indirecta del capital, de los medios de subsistencia es el arma con la
que se lucha.
El sacrificio de niños y su robustez distinta de lo normal para la avidez sin conciencia de la
burguesía. Capataces pegan y maltratan a los niños. Lisiados, raquitismo.
El obrero solo es capaz de salvar su humanidad con el odio y rebelión contra la burguesía.
El egoísmo como pasión principal de la burguesía.
En 1824 los obreros obtienen el derecho de libre asociación. Luego, generan uniones y
cobran fuerza. Trade Unions, proponiendo una escala de salarios.
El hambre obliga a los obreros a retomar sus puestos de trabajo en cualquier condición.

Alexis de Tocqueville – Memorias sobre el pauperismo

La memoria del pauperismo esta dividida en dos partes. En la primera discute sobre el
origen de la sociedad moderna, sostiene que la pobreza, al igual que la desigualdad, es una
de las consecuencias de la civilización.
El progreso de la civilización no solo expone a los seres humanos a nuevos infortunios,
también los lleva a intentar satisfacer necesidades y deseos que ni siquiera son imaginados
en sociedades menos avanzadas. Puesto que en las naciones ricas las necesidades aumentan
de manera exponencial, es inevitable que el pauperismo, la carencia de satisfactores
materiales también crezca aceleradamente. Mientras más próspera sea una nación, mayor
será el número de quienes soliciten caridad pública.
Crítica de la caridad pública y los efectos (produce más males de los que cura).
Degrada a los pobres, fomenta holgazanear y hace que el trabajo sea menos apetecible.
Observación empírica (experiencia de los hechos).
Caridad privada, no era viable para naciones industriales, y la caridad pública generaba
efectos perversos.
Se encargó de observar y explicar los efectos psicológicos de la beneficencia.
Las leyes de caridad legal (doscientos años de leyes isabelinas).
El hombre tiene una pasión natural por el ocio, sólo dos incentivos para trabajar. 1)
Necesidad de subsistir 2) deseo de mejorar sus condiciones de vida. La mayoría era por el
primer incentivo. La ley de ayuda pública afecta a esa necesidad de subsistir.
Es representativo de la posición liberal. “Puesto que los pobres tienen un derecho absoluto a
la ayuda de la sociedad y tienen una administración publica organizada para proveerla en
todos lados, uno puede. Observar en un país protestante (Inglaterra)… La generalización de
los abusos.
Cualquier medida que establezca la caridad legar de manera permanente y que le dé una
forma administrativa crea una clase ociosa y perezosa que vive a expensas de la industrial y
trabajadora.
Pero esto no es todo, la entrega individual de limosnas establecía valiosos lazos entre ricos y
pobres. El acto en si involucra al que da con el que recibe. Este último, mantenido por una
ayuda a la que no tenía derecho, y que no esperaba obtener, siente gratitud. Se establece un
lazo moral entre esas dos clases cuyos intereses y pasiones a menudo conspiran para
separarlas y, aunque divididas por las circunstancias, se reconcilian de buena gana. Esto no
ocurre con la caridad legal, que conserva las limosnas, pero desaparece su moral.
La ayuda pública, es indirectamente dañina para la sociedad, pero la inexistencia de la
misma lastima a los pobres y al superior.
Caridad legal; crea una clase ociosa y perezosa que vive a expensas de la industrial y
trabajadora.
“Deprava al hombre más de lo que lo enloquece”.
Derechos humanos – elevan y sostienen al espíritu humano.
El pobre exige limosna en nombre de la ley, dice Tocqueville, es aún más humillante que el
indigente que solicita misericordia y la obtiene (se crea un lazo moral entre dos clases que a
menudo conspiran para superarlas).
Esto no sucede con la caridad legal. A los ricos se les quita una parte de sus excedentes sin
consultarles.
La limosna pública no hace de la existencia más cómoda que la privada. Pobres (caridad
pública) es temor y repugnancia. En cambio indigencia (adversidad y envidia) son dos
formas de verlo.
Caridad legal afecta al pobre en su libertad y su moral. Esto se ve en las condiciones de
vida, incapacidad del progreso, hijos ilegítimos, criminales.
Las leyes de pobres inmoralizan a una sexta parte de población inglesa.
Mi objeto de estudio crece… La memoria ya excede sus límites impuestos. Segunda parte
de la memoria ¿Cómo combatir el pauperismo?
Emile Durkheim – La división del trabajo social

Representante del positivismo y pensamiento conservador laico. Identifica los cambios en


las sociedades europeas durante la industrialización.
Estado de falta de regulación (anomia – desorganización social por falta jurídica y moral
que está la vida económica. Centra su preocupación en esto.
Hay crisis en las relaciones de los individuos (laborales, y sociales). Estado de anomia, un
mundo económico rodeado de crisis en las relaciones.
“Las pasiones humanas no se contienen sino ante un poder que respeten”.
Antagonismo entre la autoridad y la libertad del individuo. Libertad justa.
Las sociedades tienden a ser industriales.
Las funciones económicas absorben a la mayoría de los ciudadanos, quienes destinan gran
parte de su vida al medio industrial/comercial. Moralidad del trabajo/trabajadores.
Ausencia de disciplina económica se extiende a un descenso de la moralidad pública.
La “regla” constituye a una manera de obrar obligatoria, que nos hace obrar de determinada
manera,
“Colectividad” genera orden y paz, y solucionar conflictos de intereses.
Solución a la anomia, un grupo que constituía un sistema de reglas.
Para que la anomia termine es preciso, pues que exista que se forme un grupo en el cual
pueda constituirse el sistema de reglas que por el momento falta.
El único que responde a esas condiciones es el que formarían todos los agentes de una
misma industria reunidos y organizados en un mismo cuerpo. Tal es lo que se llama la
corporación o el grupo profesional.

Alejandra Pastorini – La cuestión social y sus alteraciones en la contemporaneidad


Considerando como telón de fondo los procesos de urbanización e industrialización en
Europa, en primera mitad del siglo XIX, vemos que la cuestión social es entendida como el
conjunto de conflictos sociales, políticos y económicos que se generan con el surgimiento
de la clase obrera dentro de la sociedad capitalista.
La cuestión social es producto del desarrollo del capitalismo, esta respaldada por el Estado,
quien además asegura la concentración y centralización del capital.

Iamamoto: “La cuestión social” no es otra cosa que expresiones del proceso de formación y
desarrollo de la clase obrera y de su ingreso al escenario político de la sociedad, exigiendo
su reconocimiento como clase por parte del empresariado y del Estado. Es la manifestación,
en el cotidiano de la vida social, de la contradicción entre el proletariado y la burguesía, la
cual pasa a exigir otros tipos de intervención, más allá de la caridad y represión.
Desde sus primeras manifestaciones, la cuestión social se presenta íntimamente vinculada a
la cuestión del trabajo, a la organización y movilización de la clase trabajadora. La violenta
y creciente industrialización engendró importantes núcleos de poblaciones no sólo
inestables y en situación de pobreza, sino también miserables desde el punto de vista
material y moral. Por eso, debe ser pensada, teniendo en consideración los procesos
estructurales que dan sustento a las desigualdades y antagonismos propios del orden
burgués. De esa forma, la cuestión social se vincula necesariamente a la aparición y
desarrollo de la clase obrera y su ingreso en el mundo de la política.
Con el objetivo de analizar el Estado y la cuestión social en el capitalismo monopolista,
Netto dice: El capitalismo monopolista, por su dinámica y contradicciones, crea condiciones
tales que el Estado por él capturado, al buscar legitimación política a través del juego
democrático, es permeable (influir) a demandas de las clases subalternas (sectores
marginados) que pueden hacer incidir en él sus intereses y reivindicaciones inmediatas. Y
que este proceso está en su conjunto tensionado no sólo por las exigencias del orden
monopólico, sino también por los conflictos que éste hace emanar en toda la escala
societaria. Es solamente en estas condiciones que las secuelas de la “cuestión social” se
tornan (…) objeto de una intervención continua y sistemática por parte del Estado.
Vemos la cuestión social, como totalidad procesal, remite a la relación capital/trabajo y es
por eso que las acciones estatales (como por ejemplo las políticas sociales) tienen como
primordial meta en enfrentamiento de aquellas situaciones que pueden colocar en riesgo el
orden burgués. Evidentemente esas intervenciones no van dirigidas a la raíz del problema,
contrariamente, son orientadas para las manifestaciones de la cuestión social como
demandas sociales como una forma de reprimir, calmar y acallar cualquier voz que atente
contra la cohesión y el orden socialmente establecido.
Todas estas definiciones y formas de concebir la cuestión social, más allá de sus diferencias,
tienen algunos ejes en común; en primer lugar, entender que la cuestión social propiamente
dicha remite a la relación capital/trabajo, ya sea vinculado con el trabajo o con el no trabajo;
en segundo lugar, que la atención de la cuestión social se vincula directamente a aquellos
problemas y grupos que pueden colocar en riesgo el orden socialmente establecido y la
cohesión social, y finalmente que ella es una manifestación de las desigualdades y
antagonismos arraigados en las propias contradicciones de la sociedad capitalista.
En la primera mitad del siglo XIX en el contexto de la revolución industrial, de las
consecuencias derivadas del desarrollo de la gran industria y de la organización de la clase
trabajadora urbana (en sindicatos y partidos proletarios) que luchaba por mejores
condiciones de vida y trabajo, que es colocada la cuestión social propiamente dicha,
vinculada al surgimiento del pauperismo y del peligro que este significaba. Pero es
necesario recordar que las manifestaciones de las desigualdades y antagonismos que
constituyen la cuestión social se encuentran apoyados en los procesos estructurales del
desarrollo capitalista. De esta forma, una vez que la cuestión social comienza a tomar estado
público, las medidas utilizadas para enfrentarla ya no pueden ser pensadas estrictamente
como mecanismos que contribuyen para la acumulación del capital, por el contrario deben
ser vista como una relación, como una mediación entre la sociedad civil y el Estado, que
refleja su doble característica de coerción y de consenso, de concesión y de conquista.

Ianni: “La misma fábrica del progreso fabrica la cuestión social” la misma sociedad que
fabrica prosperidad económica fabrica las desigualdades que constituyen la cuestión social”
(respecto a lo anteriormente dicho).
Ianni: “Las diversidades y los antagonismos sociales comienzas a ser enfrentados como
situaciones susceptibles de debate, control, cambio, solución o negociación. Aunque en la
práctica predominen las técnicas represivas, la violencia del poder estatal y la privada,
mismo de esa forma el derecho liberal adopado en las constituciones y en los códigos
supone la posibilidad de la negociación. Y la protesta social, bajo diversas formas, en el
campo y en la ciudad sugiere tanto la necesidad de la reforma como la posibilidad de la
revolución”.
Frente a estas situaciones conflictivas se buscan alianzas entre los diferentes sectores que
posibiliten calmar los conflictos que pueden dar lugar a la rebelión de la población
subalterna. Este proceso, que tiene como punto de llegada los beneficios otorgados por el
Estado (por vía de la política social, principalmente), tiene como punto de partida el
descontento social, que dará lugar a la lucha y posterior negociación entre los diferentes
sectores.

Iamamoto: “La cuestión social no es sólo desigualdades y antagonismos, también es


rebeldía y resistencia. Esto significa que, en cuanta totalidad contradictoria, debe ser
pensada en una doble dimensión: como expresión de las desigualdades y antagonismos
sociales (pobreza, desempleo, exclusión, miseria, etc.) Y al mismo tiempo como forma de
presión social (movimientos sociales, organización sindical, grupos que reivindican derecho
de las “minorías”).

Ianni: “La cuestión social refleja las disparidades económicas, políticas, y culturales,
envolviendo clases sociales, grupos raciales y formaciones regionales. Siempre pone en
cuestión las relaciones entre amplios segmentos de la sociedad civil y poder estatal”.

Guillermo Foladori / Gustavo Melazzi – “La economía de la sociedad capitalista y sus


crisis recurrentes”

El feudalismo, se desarrollo en Europa Occidental desde el siglo VI hasta los siglos XIV –
VX. Pasaje del esclavismo al sistema feudal. Consiste en concentración de grandes tierras
en manos de jefes militares – locales, regionales, de los representantes eclesiásticos (Iglesia)
o monasterios (también relacionado a la religión) trabajadas por campesinos que pagaban
renta a cambio de protección.
Base económica à agricultura.
Uso de armas en campesino à cuando se hartaban de su situación, se rebelaban.
La tercera forma de trabajo servil, luego del esclavismo y feudalismo es la renta en dinero
(mercantil). Se consolida durante XIII y XIV. Genera una nueva clase urbana y otras
actividades (artesanos, comerciantes y la usura – prestamos).
La elaboración de hierro condujo al perfeccionamiento en los instrumentos de trabajo en
todas las ramas de la economía, y eso incremento en la productividad del trabajo.
Desarrollo económico del comercio à generó excedentes producidos.
La desintegración del sistema feudal condujo al Estado absolutista (XV – XVIII)
implantando burocracia a gran escala, los ejércitos, sistemas nacionales de impuestos,
formas jurídicas uniformes y la unificación del mercado.
El absolutismo fue un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal.
La forma de trabajo explica la dinámica económica de la sociedad humana.
La producción mercantil; los productos son producidos con la finalidad de ser vendidos.
El mercado, es el escenario de los intercambios, más amplio y regular.
Siglos XVI y XVII – surge el trabajo asalariado que va a ser la forma principal de trabajo
con la expansión de la revolución industrial (S. XIX).
Las relaciones sociales de producción y su enfrentamiento con determinadas fuerzas
productivas marcan el ritmo y explican las transiciones de unas etapas a otras.
Cambios en el trabajo – evolución de la sociedad humana.
Ganancia como objetivo central a obtener.
Cambios agrícolas à Reforma religiosa, venta/regalo de tierras a terratenientes.
Transformación a propiedad privada por decretos à inflación (oro y plata ayudó a los
capitalista). Usura y comercio.
El surgimiento del capitalismo requirió de la concentración de un enorme volumen de
riqueza. El proceso de cambio hacia la sociedad capitalista no creo instantáneamente
trabajadores asalariados, más bien creo desocupados.
Además se implantaron leyes contra la “vagancia” que obligaban al desempleado a
acostumbrarse al trabajo asalariado, desistiendo del bavagundismo y la ociosidad.
Desde principios de 1500 se aplicaron penas de flagelación, torturas diversas,
esclavitud/muerte según los casos contra vagabundos.
El objetivo era generar una clase de trabajadores que no dispusieran de elementos para
subsistir de forma independiente. También hubo una separación del productor de la tierra
(medios de producción) por medios violentos.
El valor, una relación social...
Si bien se realizan trabajos individuales, solo el conjunto de ellos permite la existencia en
sociedad. Cada productor gasta, invierte su trabajo en forma individual, aislada pero debe
saber si ese trabajo es social, vale decir si es aceptado, reconocido como útil para satisfacer
necesidades. Coordinación entre productores y consumidores que oriente cuánto y qué
producir.
Feudal à renta en tiempo o en producto, el siervo estaba obligado a producir ciertas cosas y
en cantidades determinadas.
El carpintero hace una mesa que se le encarga expresamente. Ante se producían productos y
cantidades que de antemano se sabía que iba a satisfacer necesidades concretas de personas
o grupos determinados.
La producción es social desde un inicio, independientemente del carácter despótico que la
división social del trabajo pueda tener.
En la sociedad mercantil ocurre el intercambio en el mercado.
El carácter social de la producción y del trabajo solo surge como resultado del intercambio
(se produce y se pone en el mercado). No se sabe quien va a ser el consumidor de antemano.
Tampoco interesa ya que el objetivo puntual es vender.
El productor forma parte del conjunto social, si se aceptan sus productos en el mercado.
Una persona satisface sus necesidades en base a si se le reconoce en el mercado, o sea si
tiene poder de compra.
Cada producto tiene un valor de cambio que expresa la relación cuantitativa en que se
intercambian las mercancías.
Valor de uso, es la base necesaria para que se acepte como satisfactor de necesidades.
Valor de cambio; resultado de productores aislados que se vinculan entre sí solo por el
intercambio en el mercado.
Se contabiliza el esfuerzo productivo necesario para crear un bien, el que se intercambia por
otro en la proporción que indicará dicho esfuerzo.
Al mismo tiempo, algunos trabajadores laboran con más rapidez mientras que otros
holgazanean.
El tiempo de trabajo socialmente necesario para producir mercancías como base del valor de
cambio.
Los productores que obtienen el producto en menos tiempo podrán ofrecerlo más barato.
Los productores compiten entre ellos para colocar sus mercancías y se tiende a fijar como
norma de cambio, como valor, las condiciones medias de producción.
Los que invierten más tiempo tendrán un déficit y buscan formas de aumentar la
productividad o cambiar de actividad.
Los que producen en condiciones mejores que las medias se verán beneficiados.
A través del mercado, la sociedad reconoce el trabajo necesario, castigando a unos y
beneficiando a otros.
En un sistema capitalista, donde no se produce por encargo, ni se planifica la producción, lo
normal es que se produzcan más o menos productos (Ej. De los martillos) que lo necesario.
Al considerar la oferta y la demanda, vemos que el precio fluctúa y se desvía del valor.
¿El precio se fija independientemente del valor? No, el valor es la base, el precio se fija a
algo más alto o más bajo, debido a la anarquía de los productores independientes, pero no a
cualquier nivel.
El precio es un mecanismo necesario para cada productor y para reflejar las cambiantes
circunstancias que ocurren en el mercado.
Las alzas y bajas responden a fenómenos más profundos que no vemos a simple vista y que
refieren al valor de las mercancías.
Lo determinante es el valor y sus variaciones que son; 1) factores profundos o 2)
circunstancias (oferta y demanda). El precio es la apariencia, la forma que adopta el valor en
el mercado.

Trabajo concreto; cualidad especial de cada trabajador, un carpintero produce mesas,


mientras que un herrero hace rejas.
Trabajo abstracto; lo determinante es el esfuerzo realizado y no el tiempo de trabajo
aplicado (Ej. Trabajador que sale de la construcción a manejar un camión).
Es el trabajo humano indistinto, esfuerzo humano en movimiento. El trabajo abstracto es
una relación social históricamente determinada, con el capitalismo llega a su expresión
máxima en el trabajo asalariado.
Para Marx, el capital constante; medio y objetos de producción (máquinas, materias primas)
solo transfiere el valor que ya contiene al producto final, no crea o agrega algún nuevo
valor, es constante.
Marx; capital variable es el trabajo vivo, tiene la capacidad de crear valor, generar riqueza.
El valor es una relación social que deriva de una estructura productiva específica,
capitalista.
Los productores confrontan los productos de trabajo, una relación indirecta de los trabajos
ya que lo hacen a través de sus productos.
Lo que se enfrenta en el trabajo no es el trabajo, sino la cosa, las cosas representas a los
productores.
El trabajo asalariado surge por primera vez con la producción capitalista, pero nunca antes
había adquirido la amplitud que tiene hoy en día.
Otras formas de trabajo como el servil, esclavo, etc. Han cedido terreno al trabajo
asalariado. La compra de la capacidad de trabajo o fuerza de trabajo a cambio de dinero es
la esencia de las relaciones capitalistas. La fuerza de trabajo es también una mercancía.
La fuerza de trabajo, en tanto potencialidad de trabajar, al desplegar su valor de uso y
aplicarse a un proceso concreto de trabajo culmina en productos, en mercancías, en la
riqueza de la sociedad. Al generar nueva riqueza produce en el sistema capitalista “valor”.
De manera que el valor de uso de la fuerza de trabajo es crear valor.
La capacidad de trabajar del ser humano es la única fuente de riqueza. En la actualidad la
capacidad esta acompañada de herramientas, máquinas, etc. Pero estos instrumentos no
crean valor, son trabajo muerto. Requieren de trabajo vivo para poner en acción su
capacidad de reproducirse bajo formas diferentes.
Y en virtud de que sólo el trabajo crea valor, al comprar fuerza o capacidad de trabajo se
compra la potencialidad de crear nuevo valor. La clase capitalista es poseedora de la fuente
de generación de valor social.
El valor de la fuerza de trabajo es el tiempo de trabajo socialmente necesario para reproducir
una serie de mercancías que componen la canasta básica de consumo del obrero y su
familia, y que garantizan la reproducción de la clase obrera.
Plusvalor...
El valor de la fuerza de trabajo es el salario, suma de dinero que el capitalista le paga al
trabajador. 
A medida que el trabajador genera riqueza, valor en la producción, va descontando su costo,
es decir produce valor que compensará para el capitalista el gasto que tendrá al pagar el
salario. En un momento de la jornada se llega a eso pero el trabajador no se va a su casa, el
capitalista lo contrató, lo alquiló por una jornada de 8 horas. El trabajador sigue
produciendo, elaborando productos que como todos pertenecen al capitalista, genera un plus
producto (plus: por encima de lo necesario para desquitar del salario, que representa sus
necesidades para mantenerse y reproducirse) que al venderse por el capitalista, le represente
a este plus valor, que es la forma que adopta el excedente en el sistema capitalista.
La ganancia proviene del trabajo apropiado por el capitalista y no pagado por éste al
trabajador, es el plus valor el origen de la explotación en el sistema capitalista.
El trabajador sigue trabajando y no exige una mayor remuneración porque sabe que existen
otro conjunto de desocupados que podrían ocupar su lugar por ese salario (ejercito nacional
de reserva).

Robert Castel – Las metamorfosis de la cuestión social (Capítulo 7)


Castel, influenciado por las ideas de Émile Durkheim, se encuentra preocupado por la
cohesión social y las relaciones de interdependencia (que se necesitan mutuamente para
poder avanzar en conjunto = sociedad). Ambos, no cuestionan la base del sistema, sino que
plantean nuevos conjuntos de normas que regulen la sociedad.
Castel, va a describir el proceso (considerando el caso francés) por el cual se llega del
pauperismo de la clase trabajadora en el siglo XIX a la condición salarial como relación de
trabajo a partir de 1950, para luego comenzar su deterioro a partir de la segunda mitad de la
década de 1970.
Describe este proceso a través de tres formas dominantes de cristalización de las relaciones
de trabajo en el capitalismo:

*Condición Proletaria
*Condición Obrera
*Condición Salarial

¿Qué supone una “relación salarial”?

Una relación salarial supone un modo de retribución por la fuerza de trabajo, el salario (el
cual gobierna en gran medida el modo de consumo y de vida de los obreros y sus familias).

Además, una forma de disciplina del trabajo que regula el ritmo de la producción.
Y el marco legal que estructura la relación de trabajo, es decir el contrato de trabajo y las
disposiciones que lo rodean.
Para Castel, la relación salarial puede tomar configuraciones diferentes y el problema es
identificar las transformaciones que rigen del pasaje de una forma a otra (en este caso;
proletaria, obrera, y salarial).
Características de la “Condición Proletaria” (Inicios de la industrialización)

Ø *Retribución próxima a un ingreso mínimo que aseguraba sólo la reproducción del


trabajador y su familia y no permitía invertir en el consuno no imprescindible.
Ø *Ausencia de garantías legales en la situación de trabajo regida por el contrato de
alquiler.
Ø *Carácter débil de la relación del trabajador con la empresa; cambiaba a menudo de
lugar, se alquilaba al mejor postor, “descansaba” algunos días de la semana, o
durante períodos más o menos prolongados, si podría sobrevivir sin someterse a la
disciplina del trabajo industrial.

Características de la “Condición Obrera”

Ø *El salario deja de ser una retribución puntual y comienza a asegurar derechos
(enfermedad, accidentes, jubilación, vacaciones pagas).
Ø *Integración desde la subordinación: el consumo (pero de masas) la educación (pero
primaria), los ocios (pero populares), y la vivienda (pero obrera).
Ø *Integración inestable: al momento que se estructura la clase obrera, también se
afirma la consciencia de clase; entre “ellos” y “nosotros” no todo está jugado.

Características de la “Condición Salarial”

Ø *Generalización del salariado (P.E.A – Población Económicamente Activa):


asalariados “burgueses”, profesiones intermedias, sector terciario.
Ø *La condición obrera no desaparece, junto a otras categorías pasa a ocupar la parte
inferior de la escala social.
Ø El crecimiento económico y la protección social instalan el sentimiento de la
posibilidad de mejorar la posición social a través del esfuerzo.

Castel habla de cinco condiciones que aseguraron el pasaje desde la relación salarial de
principios de la industrialización (condición proletaria) hasta la relación salarial “fordista”
(condición obrera).

Primera Condición: una separación rígida entre quienes trabajan efectiva y


regularmente, y los inactivos o semiactivos, que hay que excluir del mercado de
trabajo, o sea integrar bajo formas reguladas.

Los trabajadores intermitentes (que se negaban a someterse a una disciplina rigurosa)


representaban un obstáculo para la racionalización del mercado de trabajo.
Se inician las primeras mediciones del desempleo. Se instauran diferentes formas de
intervención para la colocación de los desocupados (agencias municipales y sindicales)
dando buenos resultados.
La oficina de colocaciones debía realizar una distribución del trabajo, trazando una línea
divisoria entre los verdaderos empleados de jornada completa, y las personas que serían
completamente excluidas del mundo laboral y dependerían de las formas coercitivas de
asistencia previstas para los indigentes válidos.
Hay un desarrollo de políticas patronales, mezcla de seducción y coacción para fijar a los
obreros mediante “ventajas sociales” y aniquilar su resistencia con reglamentaciones rígidas.
También un “chantaje moral” ejercido por filántropos, reformadores y liberales:
“conformaos al modelo del buen obrero, regular en el trabajo, y disciplinado en sus
costumbres, o bien os convertiréis en esos miserables excluidos de la sociedad industrial”.
Otra estrategia fue la represión del vagabundeo.
La máquina impuso otro tipo de coacciones, esta vez, objetivas. Con la máquina no se
discute, se sigue o no se sigue el ritmo impuesto por la organización técnica del trabajo.
Segunda Condición: la fijación del trabajador a su puesto de trabajo y la
racionalización del proceso del trabajo en el marco de una “gestión del tiempo precisa,
dividida, y reglamentada”
Se instaura el “taylorismo”: “organización científica del trabajo”. El trabajador no es fijado
por una coacción externa sino por el despliegue de las operaciones técnicas cuya duración
ha sido definida de modo riguroso mediante un cronometraje. De tal modo se elimina “el
paseo” del obrero y con él, el margen de iniciativa y libertad que el trabajador había logrado
preservar.
El taylorismo supone: racionalización máxima del proceso de trabajo, el encadenamiento
sincronizado de las tareas mediante un cronometraje, tareas parcializadas (simples y
repetitivas) una separación estricta entre el tiempo de trabajo y el tiempo de “no trabajo”
disociación de la dimensión intelectual y manual del trabajo, dando lugar al desarrollo de la
producción en masa.
El obrero pierde su “oficio” y el poder de negociación asociado, contribuyó a la
homogeneización (igualar) de la clase obrera pero también a su diferenciación al separar al
obrero de ejecución (especializado) del obrero de control o mantenimiento (técnico).
Si bien el taylorismo se instalo en la gran empresa, se aplicó con mayor frecuencia a
poblaciones obreras recientes, de origen rural, subcalificadas y poco autónomas (que no
trabajan por su cuenta).
Dichos métodos de racionalización máxima del proceso de trabajo desbordaron de las sedes
industriales y se comenzaron a implantar en las oficinas, los grandes almacenes y el sector
“terciario”. Es una dimensión nueva de la relación salarial.
*Desantropomorfización (eliminar) del trabajo: el ser humano como apéndice (parte no
esencial) de la máquina – herramienta.
Tercera Condición: el acceso a través del salario a “nuevas normas de consumo
obrero” que convertían al obrero en el propio usuario de la producción en masa.
En los inicios de la industrialización, la subsistencia de los obreros dependía (además del
salario) de los vínculos conservados con el medio rural de origen, del cultivo de una parcela
(pequeña porción de tierra), de la participación estacional en el campo.
El consumo legítimo del trabajador se reducía a lo necesario para su reproducción como
fuerza de trabajo. La posibilidad de un mayor consumo debía proscribirse (prohibir algo) ya
que se consideraba que conduciría al vicio, al alcoholismo, al ausentismo…
Esta situación se transformó con la expansión de las concentraciones industriales. Una parte
cada vez más importante de la población obrera se encontraba en una situación paupérrima
(muy pobre) reducidos a los recursos que les procuraba su trabajo.
Henry Ford (de aquí proviene el termino “fordismo”) sistematizó la relación entre la
producción en masa (generalización de la cadena de montaje semiautomática) y el consumo
de masas. El “Five dollars day” (acuerdo de salarios) no representaba sólo un aumento
considerable del salario. Tendía a darle al obrero moderno la posibilidad de acceder al
estatuto (norma / regla que tiene valor legal) del consumidor del producto de la sociedad
industrial.
Advierte la relación entre el aumento del salario, el aumento de la producción y el aumento
del consumo (una política salarial ligada al aumento de la productividad).
El trabajador deja de ser concebido como productor máximo y consumidor mínimo:
empieza a ser considerado también como consumidor. Esto permitió que grandes estrados
de trabajadores (igualmente, no todos) pudieran despegarse de la urgencia de la necesidad y
la miseria (situación padecida durante siglos).
Además de que un salario elevado aumentaría la motivación para el trabajo y el
rendimiento. Se estaba bosquejando una política salarial ligada al progreso de la
productividad, a través de la cual el obrero accedía a un nuevo registro de la existencia
social: el del consumo, y no exclusivamente el de la producción. Dejaba de tal modo esa
zona de vulnerabilidad que lo condenaba prácticamente a vivir “al día”.
El acceso al “deseo de bienestar” que aspira el automóvil, la vivienda, el electrodoméstico,
etcétera, hacía posible para el mundo obrero un nuevo registro de la existencia, aunque les
disgustara a los moralistas.
Cuarta Condición: el acceso a la propiedad social y a los servicios públicos.
Si el pauperismo fue el veneno de la sociedad industrial en sus inicios, el seguro obligatorio
era su mejor antídoto. En las situaciones extralaborales se podía desplegar una red mínima
de seguridades vinculadas al trabajo, para poner al obrero al abrigo del desamparo absoluto
(jubilación, enfermedad, accidente).
Sin duda, en esta primera forma de los seguros sociales, esas prestaciones eran demasiado
mediocres como para tener una verdadera función redistributiva y gravitar
significativamente sobre el “nivel de consumo”. Pero respondían a la misma coyuntura
histórica del sector asalariado, en la que éste podría ser clasificado y catalogado (no era
posible otorgar derechos, aunque fueran modernos, más que a un estado claramente
identificable, lo que supuso la elaboración del concepto de población activa y la puesta al
margen de formas múltiples de trabajo intermitente) fijado y estabilizado (un derecho como
la jubilación implica un trabajo continuo en el largo término), autonomizado como estado
antes de bastarse a sí mismo (para asegurar la protección, se deja de contar con los recursos
de la economías domésticas y de la “protección cercana”).
Evidentemente, este modelo se aplicaba de manera privilegiada a los obreros de la gran
industria, aunque también regía mucho más allá de esa población. Reconocía la especificad
de una condición salarial obrera, y al mismo tiempo la consolidaba, puesto que tendía a
asegurarle recursos para su autosuficiencia en caso de accidente, enfermedad o después de
la cesación de la actividad (jubilación).
El seguro social implica que se da acceso a la propiedad (social) sin abolir la propiedad
privada. Hay una transferencia por la mediación del trabajo y bajo la égida (protección /
defensa) del Estado. Seguridad y trabajo quedan así ligados y el salario se convierte en el
estatuto que da acceso a esa protección.
Se enriquecía la participación de las diferentes categorías de la sociedad en “la cosa
pública”. La clase obrera comienza a tener un mayor acceso a bienes colectivos tales como
la salud, la higiene, la vivienda, educación (desarrollo importante de los servicios públicos).
Quinta condición: la inscripción en un derecho del trabajo que reconocía al trabajador
como miembro de un colectivo dotado de un estatuto social, más allá de la dimensión
puramente individual del contrato de trabajo.
El artículo 1710 del Código Civil (Francia) definía un “contrato por el cual una de las partes
se compromete a hacer algo para la otra, a cambio de un pago”. Transacción entre dos
individuos en principio igualmente “libres” pero cuya asimetría profunda ha sido subrayada
muchas veces. León Duguit jurista francés) vio allí la expresión del “derecho subjetivo” es
decir, “el poder de una persona para imponer a otra su propia personalidad”. Ese derecho
subjetivo es reemplazado por un derecho social “que une, entre ellos, por la comunidad de
las necesidades y la división del trabajo, a los miembros de la humanidad y particularmente
a los miembros de un mismo grupo social”.
Al tomarse en cuenta esta dimensión colectiva, la relación contractual se desliza desde la
relación de trabajo hasta un estatuto del asalariado.
La idea de estatuto, característica del derecho público, supone la definición objetiva de una
situación que se sustrae (apartar a lo que forma parte) al juego de las voluntades
individuales. Se dieron los primeros pasos para la negociación colectiva al reconocerse el
derecho a la sindicalización.

La Condición Obrera
En Francia, en 1936, la coalición (unión por un fin en común) de izquierda gana las
elecciones. En efecto, allí puede verse a la vez un momento de cristalización y un punto de
viraje de esta relación salarial moderna que acaba de presentar.
Para Castel, 1936 marcó una etapa decisiva de su reconocimiento (de la clase trabajadora)
como fuerza social determinante, una ampliación de sus derechos y la toma de conciencia de
su poder, que podría hacerla soñar con convertirse en el futuro del mundo. Por otro lado,
1936 sancionó el particularismo obrero (preferencia excesiva por lo particular sobre lo
general), su asignación a un lugar subordinado en la división del trabajo social y en la
sociedad global.
Los patrones entran en pánico y creen ver llegar el reino del poder obrero. “Todo es
posible”… Pero no todo era posible.
La conquista de las vacaciones pagas significó una revolución cultural, algunos días por año
el obrero podía no hacer nada que se estuviera obligado a hacer, disfrutar la libertad de
existir por sí mismo. Inscribir esa posibilidad en la ley era reconocerle al trabajador el
derecho de existir sencillamente, es decir, igual que los otros, los rentistas, los “burgueses”,
los aristócratas, los propietarios, todos aquellos que por lo menos en el imaginario obrero,
disfrutaban de la vida por la misma y para sí mismos, desde la noche de los tiempos.
Otra conquista de la condición obrera fue la reducción del tiempo de trabajo o semana
laboral a 40 horas, se obtuvo también en 1936.
El acceso al consumo, derivado del aumento del salario. Esa financiación de un tiempo libre
equivalía al reconocimiento oficial de la humanidad del trabajador y de la dignidad humana
del trabajo. Más allá del “logro social” era una revolución cultural, equivalía a cambiar la
vida y las razones de vivir aunque sólo fuera unos días por año.
En ese breve tiempo de playa, la vida obrera adquiría una característica esencial de la
existencia “burguesa”: la libertad de elegir qué hacer o no hacer nada, porque la necesidad
cotidiana de subsistir aflojaba su opresión. Algunos días por año, la condición obrera
coincidía con la condición burguesa.
Subsistencia del sentimiento de dependencia: distracciones sí, pero distracciones
“populares” (orgullo de ser como los otros, pero con conciencia de que esa libertad lejos de
darse por sentada tenía algo de milagro) nada de tiempo muerto o puro disfrute.
Se mantiene una desvalorización del trabajo manual. La relación de trabajo era una relación
de subordinación que se extendía fuera de la fábrica.
La conciencia de clase se formó en el conflicto, a partir de la toma de conciencia colectiva
del hecho de que ellos, los obreros eran despojados de los frutos de su trabajo. De modo que
la propia postura reivindicativa implicaba la conciencia de la subordinación. El hecho de
sentirse dependiente era el motor de la lucha para recobrar la dignidad social del trabajo,
“alienado” por la organización capitalista de producción.
Comparado con la condición proletaria, los obreros habían logrado superar la inmediatez de
la miseria pero a partir de una integración desde la subordinación. Polarización de las
diferencias entre “ellos” y “nosotros”.
De la condición obrera a la condición salarial
La homogeneidad de la clase obrera favorece la identidad y consciencia de clase.
Las condiciones de vida obreras integran desde la subordinación. Pero la oposición entre
reforma y revolución se va erosionando progresivamente por una transformación de
naturaleza sociológica. Transformación producida en unos 40 años (1930 -1970) diríamos
que el particularismo obrero no fue suprimido, pero dejo de desempeñar el papel de
“atractor” (papel que tenían los asalariados obreros pero que fue reemplazada por los
empleados de la clase media). Es entonces que con la ampliación y heterogeneidad de los
asalariados, la clase obrera es destituida como punta de lanza (lo que va por delante en todo
momento) en la promoción del sector asalariado.
Esto sucedió por el gran crecimiento de la población económicamente activa. Se dan
procesos de diferenciación entre asalariados. Crecen los asalariados no obreros (2,7 millones
en 1931 y 7,9 millones en 1975).
El desarrollo de actividades “terciarias” (servicios en el comercio, bancos, administraciones
públicas locales y del Estado) generó la proliferación (reproducción) de asalariados “no
obreros”.
La condición obrera había quedado superada por una diversidad de categorías de asalariados
y peligraba su cohesión interna: obreros especializados, calificados y sin calificación;
inmigrantes, mujeres recién incorporadas al mercado de trabajo; empleados públicos.
El trabajo obrero dejó de ser el paradigma (modelo de algo) de la producción de “obras”. La
mayoría desarrollaba actividades “infraproductivas”: mantenimiento, embalaje, limpieza,
custodia, etc.
En general se ubica en 1973 la “crisis” a partir de la cual comenzó a degradarse la condición
salarial.
La condición obrera no sólo había quedado rodeada y superada por una gama de actividades
salariales en diversificación creciente, sino que también peligraba su coherencia interna.
La transformación decisiva que maduró durante las décadas de 1950 y 1960 no fue por lo
tanto la homogeneización completa de la sociedad, ni el desplazamiento de la alternativa
revolucionaria hacia un nuevo operador, la “nueva clase obrera”.
Consistió más bien en la disolución de esa alternativa revolucionaria, y la redistribución de
la conflictividad social según un modelo diferente del de la sociedad de clases; la sociedad
salarial.
Esta sociedad, no era homogénea ni estaba pacificada, pero sus antagonismos tomaban la
forma de luchas por los puestos de trabajo y las categorías, y no ya de lucha de clases. En
esa sociedad, el salariado dejó de ser un estado lamentable para convertirse en un modelo
privilegiado de identificación.
A partir de mediados de la década de 1950 emergió un nuevo discurso sobre “los hombres
del futuro” una especie de asalariados puros que habían logrado sus cartas de burguesía.
Asistimos entonces a una cuasi mitologización de un perfil de hombre (y, accesoriamente,
de mujer) eficaz, dinámico, liberado de arcaísmos (pasado) a la vez sereno y realizador, gran
trabajador, y gran consumidor de bienes prestigiosos, de vacaciones inteligentes y viajes al
extranjero, liberado de la ética puritana (reglas morales) y ahorrativa, del culto al patrimonio
y del respeto a las jerarquías consagradas, a diferencia de la burguesía tradicional.
Se trataba de distintas categorías de asalariados (ejecutivos, publicitarios, profesores,
profesionales, prestadores de servicios, ingenieros, médicos) constituidos en el núcleo más
dinámico de la sociedad.
“Aburguesamiento de la clase obrera”… Deseo de integrarse en una sociedad que primaba
la búsqueda del confort y el bienestar. Conducía a la clase obrera a fundirse
progresivamente en el mosaico de las clases medias.
La omnipresencia (presencia en todos lados) del tema del consumo en el curso de esos años:
la solidad del consumo expresa lo que podríamos denominar “principio de diferenciación
generalizada”. Los objetos poseídos eran marcadores de posiciones sociales.
El consumo de objetos significaba el valor de un individuo en función del lugar que ocupaba
en la división del trabajo.
Particularismo en los modos de vida y formas de sociabilidad, si se trataba de hábitos de
consumo, estilo de vida, de la utilización del espacio urbano. Todo el mundo consumía pero
no los mismos productos, había más diplomas pero tenían distinto valor, muchos se iban de
vacaciones, pero no a los mismos lugares, etc.
La “constelación central” seguía siendo un núcleo de posiciones dominantes, que
acumulaban y entrelazaban capital económico, capital social, y capital cultural, poderes
ejercidos en el aparato del Estado.
Un principio de distinción oponía y reunía a los grupos o “bloques” sociales. Existía un
continuum en las posiciones de la sociedad salarial.

1) Bloque de las profesiones independientes


2) Bloque popular (obreros y empleados)
3) boque periférico o residual (inmigrantes, mujeres y jóvenes sin calificación)
incapaces de seguir el paso de las “reconversiones” que se emprendían. Situaciones
periféricas comparadas como un “cuarto mundo”. Daban un poco de vergüenza en un
período de crecimiento y de conversión a los valores de la modernidad, pero en el
fondo no había nada de extraño en el hecho de que como en toda sociedad existiera
una franja limitada de marginales o asociales que no parecían cuestionar las reglas
generales del intercambio social ni la dinámica del progreso continuo de la sociedad.

El Estado de crecimiento

No obstante, la sociedad salarial no se reducía a un nexo de posiciones asalariadas. Librada


exclusivamente a la lógica de la competencia y la distribución, habría corrido el riesgo de
que la arrastrara un movimiento centrífugo. Era también un modo de gestión política que
asociaba la propiedad privada y la propiedad social, el desarrollo económico y el logro de
derechos sociales, el mercado y el Estado.
Llamo aquí “Estado de crecimiento a la articulación de los dos parámetros fundamentales
que acompañaron a la sociedad salarial en su recorrido, y que se establecieron con ella
vínculos esenciales: el crecimiento económico y el crecimiento del Estado social.
De modo que la detención de esta promoción se podrá entender como efecto de la crisis
económica, sin duda, pero sobre todo, a través de ella, como el cuestionamiento de ese
montaje complejo de factores económicos y regulaciones sociales que le procuró su frágil
consistencia al salariado moderno.
En primer lugar, crecimiento económico. Lo que parecía evidente hasta principios de la
década del ’70 revela ahora la perturbadora singularidad de un período inédito en la historia
de la humanidad, o al menos en la de los países industrializados. En Francia, más o menos
entre 1953 y 1975, con tasas de crecimiento anual del 5 al 6 por ciento, se asistió
prácticamente a la triplicación de la productividad, el consumo y los ingresos salariales.
Ese enriquecimiento fantástico le dio margen a la sociedad salarial.
Si una categoría en particular no obtenía todo lo que estaba pidiendo (y, por el contrario,
pensaba no tener nunca bastante) por un lado se beneficiaba ya con algo, y podía esperar
más en el futuro. Esa proyección de las aspiraciones sobre el horizonte del futuro
tranquilizaba el juego presente y daba crédito para el mañana al ideal socialdemócrata de
una desaparición progresiva de las desigualdades.
En la sociedad salarial, la previsión de un futuro mejor estaba inscrita en la estructura del
presenta, tanto más cuando que proyectando sus aspiraciones sobre la generación siguiente,
el asalariado podía esperar realizarlas en diferido, lo que yo no pude aún realizar, lo lograran
mis hijos.
Si bien es cierto que la competencia y la búsqueda de diferenciación estaban en el principio
de la condición salarial, su equilibrio exigía que se procediera a arbitrajes y se llegara a
compromisos negociados. Así como la sociedad de clases estaba amenazada por el
enfrentamiento global si faltaba un tercero mediador, también la sociedad salarial corría el
riesgo de desgarrarse en las luchas entre las distintas categorías si faltaba una instancia
central de regulación. La sociedad salarial fue también la sociedad en cuyo corazón se
instalo el Estado social.
Esta intervención del Estado se desplegó en tres direcciones principales:

1)La garantía de una protección social generalizada


2) El mantenimiento de los grandes equilibrios y el pilotaje de la economía
3)La búsqueda de un compromiso entre los diferentes asociados en el proceso de
crecimiento.
En Estados Unidos, en 1936 Keynes publica su teoría sobre la necesaria intervención del
Estado para la reactivación de la economía (post crisis de 1929). Proporciona la justificación
teórica para un Welfare State orientado a garantizar el incremento del empleo y el consumo,
y la protección social universal.
Por otra parte, en Inglaterra el informe de Beveridge planifica la creación del primer sistema
unificado de seguridad social (contributivo y distributivo). Se proyecta un Welfare State a
través de una redistribución de la renta nacional por medio de seguros sociales y subsidios
familiares.
La garantía de una protección social generalizada. Para erradicar los riesgos de la clase
obrera y el salariado obrero, se creó una organización de la seguridad social destinada a
asegurar a los trabajadores y sus familias contra los riesgos de toda clase capaces de reducir
o suprimir sus aptitudes para ganar dinero. Se universalizó la “propiedad transferida”
cuya lógica había comenzado a imponerse en la gama baja de la escala social como las
jubilaciones obreras y campesinas, y los seguros sociales.
Rol mediador entre los intereses de los empleadores y los empleados.

El “Estado social” o “Estado de bienestar social” (Welfare State)


El Estado social tiene su apogeo en Europa y América luego de la segunda guerra mundial
(1945) hasta la década de 1970.
Sus antecedentes se ubican en la legislación social de Bismarck en la década de 1880.
Antes aún se ubican las políticas asistencialistas, como la Ley de Pobres de 1601. 1662 y
1782 en Inglaterra.
El Estado Social se orienta a la universalización de la protección social. Se destacan las
doctrinas de J.M. Keynes y W. Beveridge en la justificación de la intervención del Estado
(contra el “laissez faire” liberal).
Alemania, 1882: legislación ideada por Otto Bismarck convierte a Alemania en el primer
país del mundo en aprobar un programa de seguridad social para los trabajadores.
Contemplaba: seguro de enfermedad, seguro frente a accidentes de trabajo y un sistema de
pensiones por jubilación.
De este modo, la generalización del seguro sometía a la casi totalidad de los miembros de la
sociedad al régimen de la propiedad transferida. Una parte del salario (el valor de la fuerza
de trabajo) se sustraía en adelante a las fluctuaciones de la economía y representaba una
especie de propiedad para la seguridad, derivada del trabajo, y disponible para situaciones
extralaborales, la enfermedad, el accidente, la vejez. De tal modo, el Estado social se
instalaba en el corazón del dispositivo salarial. Se impuso entonces como la tercera
instancia, como rol de mediador entre los intereses de los empleadores y los empleados. Las
relaciones directas entre empleados y asalariados fueron progresivamente reemplazadas por
relaciones triangulares entre empleadores, asalariados e instituciones sociales.
Entonces, la protección social generalizada (instauración de la seguridad social permitió
poner fin a la vulnerabilidad de las clases populares). Si bien el régimen debía tener una
lógica distributiva, regía una lógica de diferenciación y la distinción más bien que de la
solidaridad y el consenso.
El organigrama (representación gráfica de la estructura de una empresa o institución) de la
seguridad social constituía entonces un reflejo bastante exacto de la estructura de la
sociedad salarial, es decir de una sociedad jerarquizada en la cual cada agrupamiento
profesional, celoso de sus prerrogativas (diferencias de trato de cada clase), se encarnizaba
de hacerlas reconocer y enmarcar su distancia con todos los otros.
El Estado regulando el mantenimiento de los grandes equilibrios y el pilotaje de la
economía (influencia, en parte también a causa de la segunda guerra mundial). La
intervención del Estado como regulador de la economía fue considerada una innovación.
El Estado impuso una política voluntarista para definir los grandes equilibrios y elegir los
dominios privilegiados de inversión, y al mismo tiempo sostener el consumo con políticas
de reactivación.
Principios Keynesianos: el Estado velaba por la correspondencia entre los objetivos
económicos, los objetivos políticos y los objetivos sociales: circularidad de una regulación
que pasaba sobre la economía para promover lo social, y que hacía de lo social el medio
para sacar a flote la economía cuando esta se hundía.
Desarrollo de la propiedad social: nacionalizaciones y servicios públicos y equipamientos
colectivos. (A principios de la década de 1950, las inversiones públicas en las industrias
básicas eran superiores a las del sector privado).
La búsqueda de un compromiso entre los diferentes asociados en el proceso de
crecimiento… El papel regulador del Estado, actúa en un tercer registro, el de las relaciones
entre los “asociados sociales”. Se trataba de abordar de un modo contractual (derivado de un
contrato), por iniciativa o con el arbitraje del Estado, los intereses divergentes de
empleadores y asalariados.
Dos medidas que tuvieron un impacto considerable para la consolidación de la condición
salarial fueron:
1) El salario mínimo por categoría e indexado con el aumento de precios: primer
grado de pertenencia al estatuto de asalariado. El salario deja de ser sólo un modo de
retribución económica. Fue esencial porque definían y otorgaban un estatuto legal a
las condiciones mínimas de acceso a la condición salarial.
2) La mensualización fue otro punto fuerte de la consolidación de la condición
salarial, el salario deja de retribuir una tarea puntual para convertirse en una
asignación global. Propuesta por el gobierno, ejemplifica el papel del Estado en el
desarrollo de las políticas contractuales.
De modo que había una poderosa sinergia (varios órganos en la realización de algo) entre
crecimiento económico, con su corolario (razonado), el empleo casi pleno, y el desarrollo de
los derechos del trabajo y la protección social. La sociedad salarial parecía seguir una
trayectoria ascendente que, en un mismo movimiento, aseguraba el enriquecimiento
colectivo y promovía un mejor reparto de las oportunidades y garantías.
Globalmente, los logros de la sociedad salarial parecían en vía de reabsorber el déficit de
integración que había signado los inicios de la sociedad industrial, mediante el crecimiento
del consumo, el acceso a la propiedad o a la vivienda decente, la mayor participación en la
cultura y el tiempo libre, los avances hacia la realización de una mayor igualdad de
oportunidades, la consolidación del derecho del trabajo, la extensión de las protecciones
sociales, la eliminación de los bolsones de pobreza, etc. La cuestión social parecía
disolverse en la creencia de un progreso ilimitado.
Esta es la trayectoria que se interrumpió… ¿Quién pretendería hoy en día que vamos hacia
una sociedad más acogedora, más abierta, aplicada a reducir las desigualdades y maximizar
las protecciones? La idea misma del progreso se ha derrumbado.

Modulo III
La metamorfosis de la cuestión social. La crónica del salariado
Prologo de Castel

Escuela de Durkheim, reformista. Preocupado por la integración social (cohesión social).


En el prologo se condensan todas las ideas del libro.

● ¿Cuál es el objetivo que se propone el autor con esta obra?


Castel de plantea explicar las incertidumbres de los estatutos, la fragilidad del vinculo
social. Por lo tanto le preocupa la fragilidad de los vínculos, es decir, la integración social y
la no integración social (la anomia). Estudia la fragilidad a partir de las situaciones de
disociación (a partir de las condiciones de la cohesión social). Los individuos que estan a la
deriva, no encuentran un lugar asignado, la misma sociedad tampoco los deja. Entonces
¿Cómo llegan estas personas a esa situación? ¿Como se produce la integración?

● ¿Qué concepción tiene Castel del trabajo? ¿Por qué él entiende que el trabajo es “un
soporte privilegiado de la estructura”?
El trabajo es un factor determinante para asignar posiciones a los individuos en la dinámica
social (soporte de inscripción en la estructura social), existe una fuerte correlación entre el
rol que ocupa el individuo en la división social y la participación en las redes de sociabilidad
y en los sistemas de protección (cubren individuos de los riesgos de la existencia).
Tiene una concepción diferente a la de Marx.

● ¿Cómo concibe el autor las zonas de cohesión social? ¿Por qué considera que la
“zona de vulnerabilidad ocupa una posición estratégica”?
Las zonas de cohesión social es “la asociación entre el trabajo estable/inserción relación
solida” (la ubicación va a estar dada por la ubicación en la zona de trabajo), es decir, el
lugar en el que estan inscriptos los individuos por trabajar (división social del trabajo) y a
las redes de sociabilidad. Si el individuo tiene un trabajo estable, los vínculos van a ser
solidos, entonces estos se ubican en una zona de cohesión. Pero la ausencia de
participación o trabajo estable (improductividad o precarización del trabajo) provoca la
desafiliación o exclusión, se encuentran en una zona de vulnerabilidad social.
La zona de vulnerabilidad ocupa una posición estratégica ya que cuanto mas amplia es
esta mas riesgo tiene la sociedad de una fractura, pone en riesgo la cohesión social. Si la
zona es controlada o reducida, la sociedad esta en equilibrio. Se puede lograr con
herramientas como la solidaridad social, a través de políticas social (dispositivos montados
para promover la integración), en donde el Estado desempeña el papel de garante del
mantenimiento de la organización del trabajo y de regulación de la movilidad de los
trabajadores.
En resumen los individuos son asignados a la zona de cohesión social por el rol que ocupan
en la división social de trabajo, si esos individuos tienen un trabajo estable estarán en una
zona de cohesión sin riesgo, pero por el contrario si estos son vagabundos, pauperizados o
inempleables, estan en la zona de vulnerabilidad social, cuando mas se expande esta mas
riesgo tiene la sociedad. Por lo que Castel y su preocupación por la integración social, se
centrara en explicar la situaciones de disociación, los inútiles para el mundo.

● ¿A que se refiere el autor con la “metamorfosis” de la cuestión social?


La metamorfosis es la dialéctica de lo igual y lo diferente, es decir, lo que trae nuevo y de
permanente, la problemática puede ser nueva pero no la problematización. Explica porque
hace un desarrollo histórico de la problematización, ya que si le hacemos las mismas
preguntas a los hechos en un momento y otro nos va a dar cuenta el proceso de la
problematización y las trasformación de la problemática.
Estudia los hechos por homología de posición, los procesos homólogos son el lugar estable
en las formas dominantes de organización de trabajo, procesos comparables. Como por
ejemplo en el siglo XIX los vagabundos y pauperizados, se enmarca en un proceso, que
tuvo diferentes manifestaciones y en el silgo XX a XXI los inempleables tienen el mismo
proceso en común pero este no tuvo manifestaciones.

● ¿Qué quiere decir “una problemática nueva” pero “no otra problematización”?
La problematización son las características comunes que tiene un proceso con otro,
entonces las problemática seria la manifestación de esta problematización, pero la
problematización sigue siendo la misma. Castel se basa el la historia para justificarse o
argumentar, utiliza procesos homólogos (haz de interrogantes) para identificar la
problematización y la problemática.

● Explique la definición de “cuestión social” para Castel


Para Castel la cuestión social es una aporía, lo que significa una paradoja o dificultad lógica
insuperable, podemos entender, que Castel al ser Durkheimiano, entiende a la cuestión
social como aquello natural a la sociedad que siempre existió y existirá, también lo
podemos relacionar a la problematización, como aquel proceso que a pesar de los siglos
sigue siendo homologo a un proceso anterior. Entonces por esta aporía la sociedad
experimenta un enigma (difícil de comprender por su sentido oculto) de su cohesión social
y evitar el riesgo de la fractura, por lo que en la sociedad existen contradicciones que
necesitan enlazar para que no se fracture esta. Es un desafío, ya que pone en cuestión la
capacidad de la sociedad para existir como un conjunto de vínculos interrelacionados, es
decir, la sociedad es posible por la solidaridad (relación de interdependencia y fundamento
del pacto social), la propia sociedad crea instituciones para la cohesión social.

La sociedad toma conciencia 1830 de las condiciones de vida de los demás, en esta época
era la cuestión del pauperismo, la sociedad transitaba por la revolución industrial. La
sociedad liberal corría riesgo de estallar debido a las nuevas tensiones, se dio un divorcio
entre lo político y económico, por lo que se necesitaba dispositivos para restaurar los
vínculos. La cuestión social es la misma en el siglo XX y en el siglo XIX pero con diferentes
manifestaciones.

● ¿Qué quiere decir “lo social surge del hiato entre la organización política y el sistema
económico”?

Hiato significa una interrupción en el tiempo o espacio, la separación entre lo político y lo


económico. Por primera vez lo social toma su papel, lo social consiste en un sistema de
regulaciones, lo que no pertenece ni al plano económico ni al político. Las intervenciones
de lo social se comenzó hacer, luego de que la cuestión social fuera reconocida, pero lo
social ya existía, así como las intervenciones para controlar la misma.

● En referencia a la situación actual de los más desfavorecidos, Castel los denomina


“supernumerarios” o “inútiles para el mundo”. Explique estos conceptos.

Los supernumerarios son individuos que no gravitan en ningún sector de la vida social,
entonces se plantea una problemática teórica y practica, si no son actores, porque no
hace nada socialmente útil ¿Cómo existen? Para existir socialmente se debe ocupar un
lugar en la sociedad.
Los inútiles para el mundo son sujetos y grupos que se han convertido en supernumerarios
(personas que trabajan en negro/excedentes) como consecuencia de las nuevas
competencias económicas y sociales.

¿Qué quiere decir Castel con la siguiente afirmación? “La cuestión social se plantea
explícitamente en los márgenes de la vida social, pero pone en cuestión al conjunto de la
sociedad (...) Integrados, vulnerables y desafiliados pertenecen a un mismo conjunto,
aunque de unidad problemática

● ¿Qué es lo que asegura la cohesión social para Castel?


Durkheim y otros republicanos en el siglo XIX llamaron solidaridad al vinculo problemático
que asegura la complementariedad de los componentes de la sociedad, el pacto social.
Pensar en las condiciones de inclusión de todos es esencial para hacer sociedad.

Capitulo 7
Castel describirá el proceso, considerando el caso francés por el cual se llega al pauperismo
de la clase trabajadora del siglo XIX a la condición salarial como relación de trabajo a partir
de la década de 1950, para luego comenzar su deterioro a partir de la segunda mitad de la
década de 1970. Por lo que describe el proceso a través de la condición proletaria,
condición obrera y condición salarial.
La condición proletaria era una situación de cuasi exclusión social, el proletario era un
eslabón esencial para el proceso de la industrialización. Pero este estaba desinado a
“acampar en la sociedad sin ubicarse en ella” (Comte). La cuestión social consistía en
tomar conciencia a través de la descripción del pauperismo. El proletariado tenia una
retribución mínima para la reproducción del trabajador, no tenia garantía legal (contrato
de alquiler), carácter débil de la relación del trabajador con la empresa (se alquilaba la
fuerza de trabajo mas barata).

En la condición obrera, el trabajador deja de tener un salario puntual para tener ciertos
derechos (jubilación, seguridad social), integración desde la subordinación, es decir, el
obrero tenia acceso al consumo en masas, a la educación, a los ocios y a la vivienda,
cuando se establece la condición obrera la integración sigue siendo inestable ya que se
diferencia entre “ellos” y “nosotros”.
En la condición salarial, la condición obrera no desaparece, sigue existiendo junto con
otras categorías sociales, el crecimiento económico y la protección social instalan el
sentimiento de la posibilidad de mejorar a través del esfuerzo y existe una identidad social
ligada al lugar ocupado en la relación salarial (modo de retribución de la fuerza de trabajo),
el salario es una forma de disiplinamiento del trabajo que regula el ritmo de producción y
en el marco legal lo regula un contrato.

Las cinco condiciones que aseguran el pasaje del proletario (relación salarial del inicio de la
industrialización) al obrero (relación salarial “fordista”):

1. Disiplinamiento del asalariado: separación rígida entre quienes trabajan


efectivamente y regularmente, y los inactivos o semiactivos. Por lo que se identifico
y cuantifico a estos y se llego a conceptualizar a los activos como aquello que estan
en un mercado y este les procura una ganancia. Entonces se determinaron a los
inactivos o trabajadores intermitentes como un obstáculo para la racionalización del
trabajo, por lo que había que disciplinarlos. Por lo que a los desocupados le asignan
un trabajo mediante la oficina de trabajo, esto representaba la lucha contra el
desempleo.

2. La fijación del trabajador a su puesto de trabajo y la racionalización del proceso del


trabajo: de esta manera florece el taylorismo “gestión de tiempo, precisa, dividida,
reglamentada”. La instauración del taylorismo es la organización científica del
trabajo, todas las tareas son cronometradas, parcializadas, simples y repetitivas, la
producción era en masa (cadenas), el trabajador se veía despojado de todos sus
saberes o habilidades (oficio) por lo que también pierde el poder de negociación.
Esto tuvo como consecuencia la homogeneización de la clase obrera y la
diferenciación entre los obreros de ejecución y los de control o mantenimiento, este
proceso operaba a principios de la segunda revolución industrial. Estos métodos de
racionalización máxima del proceso del trabajo (máxima productividad) no solo se
llevan a cabo en el ámbito fabril si no también en oficinas, almacenes y en el sector
terciario.
La desantropomorfización del trabajo (el ser humano como apéndice de la máquina-
herramienta), la racionalización máxima del trabajo (reduciendo al mínimo el tiempo
de no trabajo y aumentando el ritmo) y el trabajo parcelado y fragmentado (reducción
de la acción del trabajador a un conjunto de acciones repetidas), son las
características del taylorismo.

3. El acceso a través del salario a nuevas formas de consumo: esto convierte al obrero
en el propio usuario de la producción en masa. El consumo del trabajador en los
inicios de la industrialización se reducía a lo necesario para la reproducción como
fuerza de trabajo (para sobrevivir), entonces el trabajador era concebido como
productor máximo y consumidor mínimo. La preocupación por el consumo de los
obreros aparece a principios del siglo (XIX) y responde a una transformación de los
modos de vida populares. Henry Ford sistematizo la relación entre la producción en
masa y el consumo en masa, por lo que había que darle al obrero moderno la
posibilidad de acceder al consumo de los productos de la sociedad industrial
(producción masiva- consumo masivo- aumento de salario). Esto permitió a varios
estratos de la sociedad salir de la miseria e inseguridad vivida durante siglos.

4. Acceso a la propiedad social y a los servicios públicos: el pauperismo fue el veneno


de la sociedad industrial en sus inicios, el seguro obligatorio era su mejor antídoto,
las situaciones extra laborales se podía desplegar una red mínima de seguridades
vinculadas al trabajo.
Entonces el acceso a la propiedad social es un derecho de la población gracias a los
asalariados y empresarios con la mediación del Estado. Propiedad social significa un
bien común que tiene como fin la protección social, es una propiedad de todo el
colectivo. La protección y el trabajo por lo tanto estan ligados y el salario se
convierte en el estatuto que da acceso a la protección.

5. La inscripción en un derecho del trabajo que reconocía al trabajador como miembro


de un colectivo dotado de un estatuto social: se estable una dimisión contractual,
inscripta en el código civil que regula la relación trabajador- empresario, por lo que
las partes se comprometen a hacer algo para la otra a cambio de un pago. Las
convenciones colectivas (consejo de salarios) le daba a las contratadas garantías
jurídicas, cada obrero en calidad individual se beneficiaba de lo previsto en esas
convenciones, estas incluyen un proceso de negociación entre las partes.

La condición obrera

En 1936 en Francia, la izquierda (el reformismo) llega al poder por lo que el proletariado
piensa en mejoras por lo que entran en huelga para presionar al Estado. Y los empresarios
por otro lado retirar su dinero del paisas también para presionar. Este conflicto culmina
con un pacto social, lo que permite avanzar. La clase obrera es punta de lanza, es la que
permite los cambios sociales.
Se obtuvieron ciertos acuerdos como la semana de cuarenta horas (reducción del tiempo
para que el trabajador recobre dignidad y luchar contra el desempleo), aumentos de
salarios, salario vacacional (financiación del tiempo libre), se trata de una revolución
cultural mas allá del logro social, equivalía a cambiar la vida y las razones para vivirla.
Aunque seguía existiendo el sentimiento de dependencia y subordinación, a pesar que la
condición obrera coincidía algunos días con la condición burguesa.
La relación del trabajo es de subordinación la cual se extiende más allá del trabajo, porque
el trabajo le da una posición en la sociedad relacionado a la desvalorización del trabajo
manual, las tareas manuales son poco dignas, no tienen valor. El trabajo del obrero es
grosero, indigno. El movimiento social afirmo la dignidad del trabajo manual y su valor
social como aquel trabajo creador de la riqueza, aunque esto no suprimía el sentimiento
de dependencia, ya que coexistía en la afirmación de dignidad, los obreros estan
despojados de los frutos de su trabajo (producción).
Para Castel existe la integración en la subordinación, se reconoce al trabajador, las
desigualdades disminuyen, ellos mismos son conscientes de la subordinación y quieren
pelear por su condición, este es un actor fundamental y lleva adelante el cambio social. La
condición obrera como clase social, ya no era una casta flotante. Los logros sociales
(alimentación, vivienda, trabajo, educación y salud) erosionaban la distancia entre “ellos” y
“nosotros”.

En 1938 fue consumiéndose la derrota del Frente Popular en el plano político.


La transformación de naturaleza sociológica: de la condición obrera a la condición salarial,
en la condición obrera la homogeneidad (organización científica) favorece la identidad y
conciencia de clase y las condiciones de vida obreras se integran desde la subordinación. El
año 1936 fue decisivo, Francia tomo entre dos opciones o la reforma o la revolución, la
oposición de estos va desapareciendo, erosionándose, por la transformación sociológica,
porque existe el cambio social. La ampliación y heterogeinizacion de los asalariados. Otro
tipo de asalariado, cambios dentro de la propia clase, por lo que la clase pierde la
capacidad de lucha, de obrero a asalariado.
En conclusión la transformación de naturaleza sociológica consistió en que la clase obrera
fue destituida de la posición de punta de lanza (1930-1970), fue un cambio antropológico
(diversificación de la clase salarial). El proceso de diferenciación (segmentación del
mercado de trabajo) del sector asalariado (1975) es el cambio de la organización del
trabajo. El obrero alquilaba su trabajo manual cuyo efecto manual era esencial y el
empleado alquilaba su trabajo no manual cuyo efecto material no era esencial.
Existe un gran crecimiento de población económicamente activa, aumento el numero de
asalariados no obreros, ellos representaban en 1975 menos de la mitad de los asalariados
no obreros, esto se traduce en una transformación esencial de la estructura del salario. El
obrero sufrió una degradación fundamental, porque perdió el estrato salarial y perdió el
papel de atractor.
El desarrollo de actividades terciarias genero la proliferación de los asalariados no obreros,
la condición obrera queda superada por una diversidad de categorías de asalariados.
Entonces la transformación de la condición obrera a la condición salarial de 1950 y 1960 no
fue la homogeneización, fue la disolución de la alternativa revolucionaria y la
redistribución de la conflictividad social según un modelo diferente la sociedad salarial.
Esta sociedad no era homogénea, sus antagonismos tomaban forma de luchas por los
puestos de trabajo y las categorías. El salariado dejo de ser un estado lamentable, para
convertirse en un modelo privilegiado de identificación.
La condición salarial del siglo XX, en donde ser empleado es un privilegio, tiene valor y
reconocimiento social. Los nuevos salariados era la punta de lanza. Surge un perfil de
hombre como eficaz, dinámico, sereno, realizador, gran trabajador, gran consumidor,
entre otras características, este perfil lo sostenían diferentes categorías que al
compactarlas la denomina constelación central. Esta promoción de los asalariados
trastorno la relación entre el trabajo y el patrimonio, ya no se oponían. Antes solo los
burgueses tenían patrimonio ahora los trabajadores pueden acceder al mismo. Entonces el
patrimonio facilitaba el acceso a posiciones salariales elevadas a través de los diplomas,
mientras que las posiciones salariales solidas podían generar un acceso al patrimonio,
ambas convergen.
En los grupos dominantes había menos homogeneidad que competencia (luchas por los
puestos de trabajos), el principio de distinción oponía y reunía a los grupos sociales, es
decir, se oponían y reunían por la distinción dialéctica de lo mismo y lo diferente, estos se
unían a su vez a través de grupos, clasificaciones, que formaban un continuum de
posiciones. En suma, el principio de distinción unía y diferenciaba a los individuo en grupos
o bloques sociales, ellos estan integrados porque tienen un lugar en la sociedad, por lo que
formaban un continuum de posiciones. El propio salariado esta dividido, la lucha entre
categorías, sectores no es el conflicto de clase, cada sector lucha por sus propios intereses.
La sociedad salarial se puede representar a partir de la coexistencia de los diferentes
bloques.
El principio de diferenciación generalizada, nos distingue de los otros por el acceso al
consumo que tenemos, lo que tenemos genera prestigio, los objetos que tenemos son
marcadores de posiciones y depende del lugar que ocupa el individuo en la división social
del trabajo. Los miembros de esta sociedad encontraban en el salariado un principio único
que a la vez los unía y los separaba, de tal modo les daba el fundamento de identidad
social.
Los trabajadores periféricos estaban a la coyuntura de la variación de la demanda de la
mano de obra, estos se los denomino cuarto mundo, no pudieron o no quisieron pagar el
precio de la integración social y quedaron al margen del trabajo regular, la vivienda
decente, etc. Hablar de un cuarto mundo supone hablar de esa gente como que no esta
hecha de la misma madera que los asalariados.
No obstante, la sociedad salarial no se reducía al nexo de posiciones salariadas, si no
también era un modo de gestión política que asociaba la propiedad privada y la propiedad
social, el desarrollo económico y el logro de los derechos sociales, el mercado y el Estado
El Estado de crecimiento: es la articulación del crecimiento económico y el crecimiento del
Estado social a través del recorrido de la sociedad salarial.
Crecimiento económico entre 1950 y 1970 fue inédito en Francia y otros países
industrializados, se triplico la productividad, el consumo y los ingresos. Beneficios de
todos, dispuesto a entender reivindicaciones, se asociar el mercado con el Estado.
El desarrollo económico integraba el progreso social como finalidad a los diferentes
grupos. El crecimiento del estado social (o de bienestar) necesitaba al Estado como
mediador (intervención), como garante, como articulador, el que posibilita el acceso a la
propiedad social y la garantiza, también interviene en los acuerdos o pacto entre los
actores con intereses diferentes.

El Estado interviene en tres direcciones:


1) La garantía de la protección de Seguridad Social, la generalización del seguro
sometía a casi la totalidad de los miembros de una sociedad al régimen de la
propiedad transferida, entonces una parte del salario se sustrae para la propiedad
social. El Estado es iniciador y garante de la propiedad social transferida.
2) El Estado como regulador económico, impulso política voluntarista para definir
grandes equilibrios y elegir los dominios privilegiados de la inversión y al mismo
tiempo sostener el consumo con políticas de reactivación. Por lo que se crearon
herramientas productivas con los principios de keynesianos (intervención).
3) El papel regulador del Estado actúa en un tercer registro, pacto entre los empleadores
y los asalariados, el Estado como intermediador neutro a partir de negociaciones.
Implementa el salario mínimo esencial para el acceso con los salarios, por lo que esos
se van a ubicar en un continuum de posiciones, la mensualización (política
contractual).

Se creía que mediante las garantías que presentaba el Estado como el aumento del salario
mínimo se reduciría las desigualdades, la evolución de los salarios acompaño la
productividad y todas las categorías se beneficiaron. La cuestión social parecía disolverse
en la creencia del progreso ilimitado. En 1975 (crisis del petróleo) la misma idea del
progreso se ha derrumbado.

Castel: El ascenso de las incertidumbres. ¿Mas allá del salariado mas acá del empleo?
Luego de 1970

El empleo clásico que adopto la sociedad salarial, era un empleo estable, a tiempo
completo, programado para durar (tiempo indeterminado) y estaba enmarcado en el
derecho del trabajo y la protección social (estatuto). Para cualquier jerarquía que ocupara
el trabajador en la división social de trabajo el estatuto del empleo representaba para
todos la base de la economía de la solidaridad, es decir, la solidaridad es un componente
fundamental de la ciudadanía que esta inscripto en el estatuto del empleo (regulaciones).
Es una estructura de continuum diferenciado de posiciones.
Se observa una transformación profunda en la condición salarial, una perdida hegemónica
del empleo clásico. Entonces según Castel existe un deslizamiento del empleo clásico hacia
otras formas de actividad por debajo del empleo, que desembocaría en una sociedad de
plena actividad no de pleno empleo. Las transformaciones son:

● La desocupación masiva: es la existencia irreductible de personas fuera del trabajo.


los solicitantes de empleo se ubicarían en el no empleo más que en la desocupación,
porque existe una falta de empleos por lo que estos no pueden ser absorbidos.

● Precarización de las relaciones de trabajo: se desato un crecimiento en las formas


atípicas del empleo, quiere decir, empleos por tareas temporarias, duración limitada,
tiempo parcial. Se le llama precaria a esta condición bajo la cual se convierte en un
registro propio de la organización del trabajo, convirtiéndose de alguna manera en
normal.

Además de estas dos transformación mencionadas, la desocupación masiva que no es


exactamente eso si no, no empleo; y la institucionalizaron de las condiciones de trabajo,
por lo que las actividades asalariadas no se inscribe por completo en los marcos de una
condición salarial del pleno empleo, ya sea en cuanto a duración y/o remuneración y/o
protección social (subempleo).
La tercera transformación es la presión para hacer que todo el mundo trabaje, se
culpabiliza cada vez más a los desocupados, sospechosos de no trabajar para ser
beneficiarios de la ayuda social y así vivir a expensas del dinero publico y de los esfuerzos
de aquellos que tienen el coraje de ganarse la vida. Por lo que se empuja a los individuos
sin empleo a caer en el subempleo, ya que es preferible ser un trabajador pobre que un
mal pobre (beneficiario de asistencia, mal social). Entonces aunque el trabajador pobre no
alcance la independencia social y económica tiene el merito de trabajar, cuando los otros
representan un mal social, las vidas corren riesgo a ser destruidas por la ausencia de
trabajo por la estigmatización moral y el tratamiento socialmente coercitivo.
Lo más significativo sin duda en esta transformación, es la erosión del derecho del trabajo
y la protección social, es decir, del estatuto del empleo. El Estado de bienestar permitió la
desmercantilizacion de la sociedad social, lo que implico educación, salud y servicios. Y
ahora la mercantilización lo que otorga salud publica para quien no trabaja pero el Estado
ya no garantiza servicios, por lo que desaparece la propiedad social. Esto provoca la
pauperización.

La fragmentación de la forma clásica del empleo y la multiplicación de las formas que se


ubican por debajo del estatuto de empleo, tienen como consecuencia hacer activo a todo
el mundo a cualquier precio y en cualquier condición. Por lo tanto la reestructuracion la
organización de trabajo y a la vez las políticas de empleo y las políticas contra la
desocupación.

La dinámica de erosión del estatuto se dio por dos razones:


Por la crisis del empleo salarial fordista se transformo en la estructuración actual del
trabajo post fordista y por la inestabilidad total del empleo, pero el capital humano tenia
que estar dotado de ciertas características como ser un operador autónomo, responsable,
participativo, cooperativo, formado, capacitado, con experiencia.
El aumento del precariado y desocupados, aumentan la zona de vulnerabilidad por lo que
pone en riesgo la cohesión social, por lo que hay que reformular la solidaridad y establecer
un estatuto (compromiso social- solidaridad)
Modulo IV
Los sentidos del trabajo. Ensayo sobre la afirmación y la negación del trabajo. R. Antunes

Relación k/t de explotación. Desigualdades y antagonismos. Resistencia y rebelión de la


clase trabajadora: lucha de clases.
En los años setentas el capitalismo se enfrentó con un agudo cuadro critico, en ese mismo
periodo se produjeron intensos cambios económicos, sociales, políticos e ideológicos que
tuvieron consecuencias directas en la clase que vive del trabajo. Esa crisis estructural trajo
consigo el proceso de reestructuracion del capital, se restructuró sin modificar el modo de
producción (capitalista). La reestructuracion entonces procura modificar el patrón
productivo hasta esta fecha basado en el binomio taylorismo- fordismo, buscando
recuperar las bases de acumulación existentes en el periodo anterior.
Con la reestructuracion del capital se pretendía reorganizar el ciclo productivo, ya que el
binomio mostraba claros signos de agotamiento, transformando ese método hacia las
nuevas formas de acumulación flexible (patrón de acumulación).

El binomio taylorismo- fordismo expresión dominante que estuvo en la industria a lo largo


del siglo XX. Este se caracterizó por la producción en masa, homogeneizada, verticalizada
(jerarquías), en la que se racionalizaba al máximo las operaciones (combatiendo el
desperdicio en la producción y reduciendo el tiempo, aumentando ritmo de trabajo).
Entonces este patrón productivo se lo puede describir como trabajo parcelado y
fragmentado, en el cual la descomposición de tareas, reducía la acción del trabajador a un
conjunto repetitivo de actividades. El proceso de desantropomorfización del trabajo
(perdida de destreza de la labor del trabajador) a la conversión de un apéndice de la
maquina- herramienta, le otorgaba al capital mayor capacidad para extraer plustrabajo
(valor que genera un exceso que tomado o apropiado por el empresario) (plusvalía
extraída extensivamente por la prolongación de la jornada laboral-absoluta –ganancia que
se apropia el capitalista- -relativa rendimiento por hora-). Este proceso productivo se
definió por la combinación de la producción en serie fordista con el cronómetro tarylorista.
A principio de los setenta comenzó a dar signos de agotamiento (crisis del patrón de
acumulación).
Un sistema de compromisos (resultado de la crisis de 1930 y de la gestación de la política
keynesiana) y regulaciones, limitaron a los países capitalistas avanzados, el cual ofreció la
ilusión de que el sistema de metabolismo social del capital podía ser regulado y controlado
de manera efectiva, duradera y definitiva, apoyándose en un compromiso entre el capital y
el trabajo mediado por el Estado (elemento aparentemente arbitral, porque velaba por
intereses generales del capital).
Los compromisos delimitaban o procuraban delimitar el campo de la lucha de clases, se
implementaban beneficios sociales y seguridad social para los trabajadores, siempre y
cuando se postergara el socialismo para un futuro lejano. Este compromiso tenía como
sustento la explotación de los trabajadores ejercida en los países llamados del Tercer
Mundo, que estaban excluidos de dicho compromiso. El compromiso se fue verificando
durando el fordismo, el compromiso fordista dio origen a la progresiva subordinación de
los organismos institucionalizados, sindicales y políticos, convirtiendo a estos organismos
en cogestores del proceso global de reproducción del capital.
El Estado benefactor dentro del modelo fordista representa para el proletariado la garantía
de la seguridad social, este fija el salario mínimo de los trabajadores, garantiza el respeto
de los convenio colectivos. Este Estado mostro signos de crisis, las regulaciones
keynesianas se relacionan con la crisis del fordismo: el resurgimiento de las acciones
ofensivas del mundo del trabajo y el consecuente desborde la luchas de clases.
En resumen mediante el sistema de compromisos y regulaciones pretendieron controlar el
SISTEMA METABOLICO DEL CAPITAL, es decir, esta metáfora la toma para explicar al
hombre en relación con la naturaleza, la degradación de la naturaleza, sobrexplotación
para lucrar con ello (países capitalistas), producimos de más para alimentar el sistema,
entonces controlar este sistema significa controlar la relación K/T. Lo cual fracaso ya que el
Estado interviene demasiado en el Estado benefactor para asegurar la protección social,
derechos, salarios que se incrementaban y ya no le era rentable a los capitalistas.
Se comienza a cuestionar la intervención del Estado, por lo que surge el Neoliberalismo, lo
que significa menos intervención, ya que el exceso de intervención produce crisis, cambian
las formas de explotación, se reacomodan para poder volver a la acumulación del
Capitalismo. Todos los cambios repercutieron en la clase trabajadora, en su subjetividad,
idea, valores, como se ven a ellos mismo.

A fines de los años setenta se dio la explosión de los obreros- masa, eran la nueva clase
enmarcado en el binomio tarylorista- fordista. Aunque los obreros habían perdido la
identidad cultural de la era artesanal y manufacturera de los oficios, dicho obrero había
vuelto a sociabilizarse de un modo relativamente homogeneizado (por la perdida de
destreza y por la sectorización) y también fuera del espacio de la fabricas (sociabilidad
industrial). Los obreros- masa fueron el principal elemento para la expansión de
compromisos y también para la expresión de los movimientos por el control social de la
producción. Los trabajadores alcanzaron su punto de ebullición, al cuestionar los pilares de
la sociabilidad del capital (control social de la producción), los trabajadores obrero- masa
se encontraron en contra de los métodos tayloristas y fordistas de producción. Este patrón
realizaba una expropiación intensificada del obrero- masa privándolos de cualquier
participación en la organización del proceso de trabajo, el que se resumía en una actividad
repetitiva y desprovista de sentido.
La lucha de los trabajadores se desarrollo en el espacio productivo fabril, denunciando la
organización tarylorista y fordista del trabajo, lo que estaba en el centro de la acción
obrera era la posibilidad efectiva del control social de los trabajadores sobre los medio
materiales del proceso productivo, concretaba la idea del control social del trabajo sin
capital. Estas acciones encontraron límites que no pudieron trascender, la conflictividad
proletaria no consiguió consolidar formas de organización alternativas, la lucha de los
trabajadores no consiguió convertirse en un proyecto social hegemónico en contra al
capital y era difícil desmontar la estructura organización social demócrata. Como
consecuencia la acción de los trabajadores se debilito y retrocedió. Entonces con la derrota
de la lucha de obrera, estaban dadas las condiciones sociales y políticas para retomar el
proceso de reestructuracion del capital.
En síntesis el agotamiento económico del ciclo de acumulación y las luchas de clases que
socavaban por la base del dominio del capital produjo la imposibilidad de la permanencia
del ciclo expansionista del capital vigente desde la posguerra.

El toyotismo (modelo japonés) surge como respuesta a la necesidad de controlar la lucha


de clases surgidas y la competencia intercapitalista. Entonces es la transformación del
patrón de acumulación (dinamismo al proceso productivo).
Toyotismo como vía de expansión y consolidación al capitalismo monopolista industrial, es
una forma de organización del trabajo que nace en Japón después de 1945. Los países
avanzados los tomaron como una opción para superar la crisis, para que este se adaptara
del oriente al occidente se modificó de acuerdo a las particularidades y singularidades de
cada país.
Es una producción más vinculada a la demanda, que busca atender individualidades del
consumidor, diferenciándose entonces del binomio por la producción en masa. Por lo que
su producción es heterogénea al contrario que la fordista. El trabajador es polivalente, con
multiplicidad de funciones, se involucra los saberes del trabajador, los círculos de caridad
(trabajo en equipo, introducir cambio para la mejorar, todos se controlan entre si, equipos
con metas). La producción se estructura en un proceso productivo flexible (acumulación
flexible- downsizing-), que posibilita al obrero el manejo simultaneo de varias maquinas.
Las empresas tienen una estructura horizontalizada al contrario de la verticalidad de las
empresas fordista, estas empresas terciarizan producción. También tiene como principio el
just in time, es decir, el mejor aprovechamiento del tiempo, stock mínimo comparado al
fordista.

Los capitalistas entonces comprendieron que en vez de limitarse a explotarles la fuerza de


trabajo podrían explotarles la imaginación, los dotes organizativos, la capacidad de
cooperación, todas las virtudes de la inteligencia. Fue con ese fin que se desarrollaron la
tecnología electrónica y computación, que remodelaron los sistemas de administración de
empresa implantando el toyotismo, la calidad total (era del consumo) y otras técnicas de
gestión.
Transición de la modernidad a la posmodernidad, conformando un momento de
maduración y universalización del capitalismo. Una nueva forma de organización industrial
y de las relaciones entre K/T.
Se cuenta con un proceso de liofilización organizativa, es decir, esta metáfora significa
analizándolo desde la perspectiva del trabajo, en reducir el trabajo vivo (lo que le agrega
valor a la producción), esto se da por el gran desarrollo tecnológico (toyotismo). Gran
destrucción de la fuerza de trabajo (post 70’) con la instalación del desempleo como
fenómeno estructural. Ya que el trabajo vivo (fuerza de trabajo) fue sustituido por el
trabajo muero (maquinas). Y desde el punto de vista organizacional, en como las nuevas
empresas de organizan, separan sus funciones, entonces cada función seria que cada parte
de un avión se cree en países diferentes (tercerización), como causa de la mano de obra
barata y la horizontalidad.

La falacia de la calidad total bajo la tasa de utilización decreciente del valor de uso de las
mercancías significa en cuanto mas calidad total deben tener los productos, menor debe
ser su tiempo de duración. La necesidad de reducir el tiempo de vida útil de los productos
buscando aumentar la velocidad del circuito productivo y de ese modo ampliar la
velocidad de producción de valores de cambio, los productos deben durar poco y tener
una reposición ágil en el mercado. Afectando tanto la producción de bienes y servicios
como la instalación informática y maquinarias y a la propia fuerza humana de trabajo.
La calidad total debe relacionarse con la producción destructiva, por eso el modo de
producción capitalista se convierte en el enemigo de la durabilidad de los productos.
El sistema de metabolismo del capital (relación hombre- naturaleza) se convierte en
descartable, superfluo y desperdiciable.

Este patrón de acumulación flexible articula un conjunto de elementos de continuidad y de


discontinuidad que conforman algo totalmente diferente del modelo taylorista- fordista. La
racionalización del proceso productivo, caracterizado por un fuerte disiplinamiento de la
fuerza de trabajo e impulsada por la necesidad de implantar formas de capital y de trabajo
intensivo, configuró la vía toyotista de desarrollo del capitalismo monopolista en Japón y
su proceso de liofilización organizacional y del trabajo. Entonces el proceso de
organización del trabajo tiene como finalidad esencial la intensificación de las condiciones
de explotación de la fuerza de trabajo, reduciendo o eliminando el trabajo improductivo
(no crea valor).
Se eliminan puestos de trabajo (calificados, multifuncionales y comprometidos), se
aumenta productividad (maquinas), calidad total, aumenta la fragmentación de la clase
trabajadora, precarización (contratos basura, sin seguridad social, inestabilidad laboral) y
tercerización de la fuerza humana que trabaja, destrucción del sindicalismo, desregulación
enorme de los derechos.
El patrón de acumulación flexible: se fundamenta en un patrón productivo organizacional y
tecnológicamente avanzado, introducción de técnicas de gestión de la fuerza de trabajo
propias de la fase informatizada, introducción ampliada de computadoras al servicio de la
producción, se desarrolla estructura productiva mas flexible (desconcentración
productiva), nuevas técnicas de gestión de la fuerza del trabajo (trabajo en equipo, trabajo
participativo).

La clase que vive del trabajo, la clase trabajadora hoy, incluye a todos aquellos que venden
su fuerza de trabajo teniendo como núcleo a los trabajadores productivos aquel que
produce plusvalía y que participa directamente del proceso de valorización del capital (no
necesariamente manual) (proletariado industrial). Los trabajadores improductivos aquellos
cuya forma de trabajo es utilizada como servicio, el trabajo es consumido como valor de
uso y no como trabajo que crea valor de cambio, se encuentran un amplio abanico de
asalariados (bancos, servicios, comercio, turismo, servicios públicos).
Existe una creciente reducción del proletariado estable y especializado y un incremento del
nuevo proletariado fabril y de servicios, el cual ha sido denominado mundialmente como
trabajo precarizado (terciarios- subcontratados, part-time, etc.).
Se experimenta un aumento significativo del trabajo femenino, generalmente absorbidas
por los trabajos part-time, precarizado y desregulado. Las mujeres son asignadas a posición
donde se requiere de menos capacitación, mas elemental y fundada por trabajo intensivo
(repetitivo y manual). Estas sufren desigualdad salarial, sistema de remuneración de
acuerdo al sexo. También se las excluye de los sindicatos.
La mujer es doblemente explotada por el capital (trabajo productivo y reproductivo).
Porque tiene doble actividad laboral, como trabajadora dentro y fuera de su casa (no
directamente mercantil, necesario para la reproducción de la funciones del trabajo).

En los últimos decenios creció el número de asalariados de servicios, la fuerza de trabajo


de este sector posibilito un significativo incremento en la sindicalización de los asalariados
medios, aunque no fueron suficientes para compensar las pérdidas de densidad sindical,
significo la nueva configuración de la clase trabajadora.
Se presenta el proceso de exclusión de mayores de cuarenta años e inclusión precoz y
criminal de niños en el trabajo en países asiáticos, latinoamericanos y centrales. Los viejos
cuando son excluidos del trabajo difícilmente consiguen recualificarse para el ingreso, por
lo que caen en la bolsa del ejército industrial de reserva y en el trabajo informal.
También se ha dado la expansión del tercer sector, como consecuencia del desempleo
estructural (crisis estructural) asumiendo una forma alternativa de la ocupación mediante
empresas de perfil comunitario, formas de trabajo voluntario, actividades asistenciales sin
fines de lucro (ONG). El tercer sector es limitadísimo para compensar la perdida de puestos
de trabajos, no es una alternativa efectiva y duradera al mercado de trabajo capitalista
pero cumple un papel fundamental al incorporar trabajadores desempleados por el capital.
Al desaparece el Estado benefactor estas organización llenaron los vacíos, como
mecanismo minimizado del desempleo estructural,
El trabajo a domicilio también se expandió por la expansión de las pequeñas y medianas
unidades productivas, en resumen, es la expansión de las formas de flexibilización (o
precarización) del trabajo, el avance de la horizontalidad del capital y la necesidad de
atender un mercado más personalizado. El progreso de las tecnologías de la información y
la microelectrónica propiciaron el avance de estas expansiones.
El tercer sector y el trabajo constituyen la forma más visible de la conformación más
heterogénea y más fragmentada de la clase que vive del trabajo.

Se amplían los lazos y conexiones en la cadena productiva, que es cada vez mas
internacionalizada. El capital es un sistema global, el mundo del trabajo y sus desafíos son
también cada vez mas transnacionales, la mundialización de las plantas productivos, esto
reubica a la lucha de clases en un ámbito cada vez mas internacionalizado. Cuanto más
fragmentado y estratificado es el trabajo mayor va a ser la internacionalización del capital.

¿Quién mueve los hilos de las políticas sociales? Avances y limites en la categoría
“concesión- conquista”. A. Pastorini

Dos perspectivas, formas de mirar y entender las políticas sociales. La tradicional y la


marxista.

● En la primera, la tradicional, se encuentran los autores quienes entienden las políticas


sociales como un conjunto de acciones (concesiones) por parte del Estado que tienen
la finalidad del equilibrio social. En la que se redistribuye la renta social. Estas
concesiones son concebidas como instrumentos neutros, deseconomizados y
despolitizados, representando el bien común.
El carácter de las políticas sociales es compensatorio, paliativo y correctivo de los
efectos negativos producidos por la acumulación capitalista. Entonces estas
mejoraran el bienestar de la población, revirtiendo las desigualdades (sociedad
heterogénea).
Las desigualdades y la pobreza se entienden como inevitables y natural en las
sociedades de bajos recursos. Entonces esta modalidad y concepción de las políticas
sociales son reformas que no atacan el problema, se hace énfasis en la
REDISTRIBUCCION y no en la DISTRUBUCCION original de los recursos, los que se
generan en la esfera productiva y en el mercado. Entonces la redistribución es un
instrumento dócil y funcional al sistema capitalista. Evitando los conflictos
sociopolíticos, implementando políticas sociales como meras políticas
administrativas, buscando la cohesión social y la solidaridad social.

● En la segunda, la marxista, se presenta en oposición y critica a la anterior, las


políticas sociales como concesiones (Estado y capital) y como conquistas (clase
trabajadoras).
El Estado como el espacio en donde se plasman las luchas sociales. Las políticas
sociales no pueden ser pensadas como simples concesiones del Estado.
No existe una relación BIPOLAR sino TRES SUJETOS PROTAGONICOS: el
Estado (intermediador), las clases trabajadoras y subalternas como usuarios de las
políticas y las clases hegemónicas. En tensión y conflicto se encuentra esta relación,
por lo que las políticas sociales no pueden ser pensadas como meras “concesiones” si
no como producto histórico de esas relaciones de lucha y conflicto.

Por otra parte no se puede separar los aspectos social y político de la política social,
solo se pude captar la complejidad de un fenómeno social si comprendemos la
TOTALIDAD del mismo, es decir, comprender los momentos de producción y
distribución, en su totalidad.
La política social como la articulación de procesos políticos y económicos. Son
entendidas como la meta de la secuela de la CUESTION SOCIAL (problemáticas
sociales, políticas y económicas) que se genera con el surgimiento de la clase obrera
dentro del capitalismo. Su OBJETIVO es asegurar las condiciones necesarias para el
desarrollo del capitalismo. La cuestión social es pensada de forma fragmentada y
parcializada; la política social es transformada en “políticas sociales” destinadas a
atender problemáticas particulares y específicas. Estas tienen tres funciones: social,
política y económica.

Función social: prestar servicios sociales y asistenciales necesarios para la población,


otorgar complemento salarial a los más carentes. Las políticas sociales tienen una
dualidad contradictoria, lo que significa, para los beneficiarios una imagen
redistributiva y para la clase dominante un papel de disminución de los costos de
manutención y reproducción de la fuerza de trabajo, así también se legitima el orden
establecido y se controla las eventuales crisis sociales.
Se presentan frente a los individuos como los instrumentos tendientes a disminuir las
desigualdades sociales, redistribuyendo, por lo que lo que menos tienen será los que
más recibirán, este sistema de solidaridad social oculta las funciones política y
económica.

Función económica: el Estado capitalista contribuye a través de las políticas sociales


a el abaratamiento de la fuerza de trabajo y consecuentemente el aumento de la
acumulación del capital. Las políticas sociales son una estrategia estatal de
integración de la fuerza de trabajo a las relaciones de trabajo asalariado, estas se
transforman en medios de subordinación de los trabajadores al orden vigente,
reproduciendo las desigualdades sociales derivadas de los procesos de producción.
Función política: a través de las políticas sociales se pretende la integración y
adaptación de los individuos al sistema, limitando la participación institucionalmente
para tener el control social.

La perspectiva marxista nos permite analizar a las políticas sociales como la totalidad
social, al mismo tiempo incorporar la lucha de clases, factor que se entiende
determinante y decisivo para los instrumentos estatales. Se percibe al concepto
“concesión- conquista” como un binomio ambiguo y representativo de la realidad
social. Estos son dos conceptos excluyentes, es un binomio no dialectico, la
concesión se refiere al hecho de una persona dar, donar, u otorgar por voluntad
propia, por lo que el que concede evita el conflicto. La conquista implica usurpación,
tomar algo por la fuerza, no necesariamente física ni bélica sino intelectual, moral,
política, económica, cultural. Entonces estos conceptos no son compatibles, si una
parte conquista la otra no le concedió nada, y si una le concedió algo la otra no
conquisto nada. Todas y cada un de las políticas sociales existen aspectos de
conquistas y de concesiones. Relación en la cual todos los sujetos en lucha,
involucrados en esa negociación, conceden y conquistan al mismo tiempo, no es una
relación unilineal, con pasivos y activos.
Estado concede servicios y atención- población carente concede aceptación y
legitimación al sistema
Clases dominantes conceden recursos- clase subalterna concede aceptación orden
sociopolítico y económico, mantenimiento relación de explotación.
Estado conquista legitimación- clase dominante conquista acumulación capital.
Se incorpora entonces la visión de la totalidad y la lucha de clases, políticas sociales
pensadas como el proceso conflictivo atravesado por la lucha de clases, donde los
diferentes grupos obtienen ganancias y perdidas, al mismo tiempo luchan y
presionan, conquistan y conceden.

PPSS: DEMANDA – LUCHA – NEGOCIACION – OTORGAMIENTO


Entonces el proceso tiene como punto de partida las necesidades de los sujetos,
DEMANDA. Movilizándose, presionando (manera explicita o implícita),
constituyendo lucha entre clases sociales y sectores sociales, enfrentados por
intereses distintos hasta analógicos. LUCHA. El proceso de lucha conduce a la
NEGOCIACION. En el que se obtienen GANANCIAS O PERDIDAS.
El Estado puede evitar las luchas sociales, puede anticipar las eventuales demandas,
atendiendo las necesidades. Este actor tiene capacidad iniciativa por lo tanto puede
anticiparse.

Pobres ciudadanos. Las clases populares en la era democrática Argentina 1983-2003. D.


Merklen

Uruguayo, Argentino, radicado en Francia, sociólogo Durkheimiano, alumno de Castel,


preocupado por la integración, cohesión social y reformismo.
En América Latina en 1980, cambia la concepción de la cuestión social. Para el autor, se da
un corrimiento semántico, cambio de foco, del foco de los trabajadores a los pobres.
Entonces las políticas sociales también cambiarían su modalidad, ahora serán
descentralizadas (territorio) y focalizadas (edad, razas, etnias).
Entonces analiza Argentina en 1983, como esta pasa del Estado de Bienestar al Estado
Neoliberal (se ve reducido en sus funciones, economía libre), de la producción fordista a la
producción flexibles, de las políticas sociales orientadas al trabajador y su familia a
políticas sociales orientadas a la lucha contra la pobreza.
En 1980 aumenta el número de estudios/investigación acerca de la pobreza, la información
y datos correrán a la perspectiva que privilegiaba los conflictos de las clases sociales y del
trabajo por el de la pobreza (cuestión social).
Las transformaciones traspasaron los limites naciones, aunque cada país adoptó con
particularidades. El consensó de Washington, son una series de recomendaciones para
reducir la pobreza, así como también reducción del tamaño del Estado, apertura de
mercados, privatizaciones, flexibilización laboral, en pocas palabras, que el Estado no
intervenga en la economía, así como tambien desactivar los sindicatos y los sistemas de
protección social.
Los organismos supranacionales intervienen de manera creciente en tratamiento de la
cuestión social (pobreza), tales como CEPAL, BID, BM, PNUD, UNICEF, UNSECO.
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Acerca de los procesos de desmaterialización de la pobreza y sus impactos en las


políticas sociales. X. Baraibar

La pobreza ha ampliado su aparición pública tanto en el ámbito académico como en el de


formulación de políticas publicas. Ya que las políticas actuales no logran reducir
significativamente la pobreza y los cambios en los modos de concebir la cuestión social
(pobreza).
La aparición pública de la pobreza es paradójica, porque muestra elementos relevantes
pero oculta otros. Observa un desmaterialización de la pobreza, es decir, la concepción
que se tiene de esta, por lo tanto las respuestas que se le da también son
desmaterializadas (minimización del factor económico y desplazamiento de la atención de
los aspectos subjetivos).
Paradojas en los debates sobre la pobreza: la forma en la que se analiza la pobreza tiende a
desarrollar un proceso de desmaterialización de la misma.

● La forma de medición de un fenómeno constituye la forma de concebirlo y de


entender las respuestas para resolverlos. El método de ingreso (canasta básica de
alimentos más servicios). La pobreza entonces, esta reducida a la falta de ingresos y
servicios. Se critica, ya que la pobreza es multidimensional, se considera aspectos
culturales y subjetivos, se pone en énfasis la heterogeneidad y la clasificación de la
pobreza. No es lo mismo una mujer negra pobre, que un blanco pobre, que un niño
pobre.
Entonces la autora establece otra paradoja entre la minimización del factor
económico y la maximización de las subjetividades de forma exclusiva. Parece una
forma desconocer la otra, los métodos de ingreso el multidimensional, las cuales
asocian a las políticas sociales (enfoque subjetivo y cultural), programas
fragmentados, específicos. La pobreza implica falta de acceso a ciertos bienes y
servicios básicos que limitan las posibilidades de opciones, la consideración de los
aspectos no materiales ha generado muchas veces el olvido del mismo, es difícil
considerar una autoestima alta en contextos de depravación y adversidad
(programas/políticas relacionadas a las subjetividades).
● Descubrimiento de los recursos y capacidades de los pobres: se asocia a la falta de
políticas públicas cuando no se reconoce las capacidades, potencialidades y recursos
de los pobres. Estas capacidades y recursos se convierten en la solución de la misma
(la pobreza), es decir, la participación y el empoderamiento son las metas de los
programas de combate a la pobreza. Entonces la falta de recursos (acceso) se explica
por la falta de capacidades para conseguirlos, transformarlos o intercambiarlos
(subjetividades), los pobres son sujetos activos, agentes de su propio destino.
La paradoja en este punto es al mismo tiempo que se consideran a los pobres como
individuos con capacidades, sus capacidades culturales estan entendidas y son
inferiores, pues son el limite para que estos salgan de la pobreza. Es un proceso
ambivalente en el que el pobre es activo y agente y a su vez inferior y limitado.

● La explosión de la heterogeneidad: los análisis y las intervenciones se enfocan en las


formas particulares de ser y vivir la pobreza, por lo que se crea un perfil de pobreza,
características y clasificación de las distintas categorías de la misma. Por lo que se
parcela, fragmenta, especifica, se categoriza el tratamiento y la concepción de la
pobreza, mientras todos los pobres tienen en común la falta de acceso material. La
heterogeneidad invisibiliza la condición material y naturaliza la condición cultural y
subjetiva de la pobreza.

● Exacerbación metodológica: esta se articula con los elementos anteriormente


explicados, las acciones contra la pobreza son políticas sociales focalizadas y
proyectos. Por lo tanto, la paradoja es la preocupación por clasificar y categorizar
cuando todos los pobres comparten el mismo punto (la falta de acceso material), esta
contribuyo a alejar el centro del foco, que es atacar el punto que comparten (el
general no el especifico).

En síntesis, la forma en que se conceptualiza un fenómeno condiciona la manera de


solucionarlo. Y la desmaterialización de la pobreza produce el mismo tipo de respuestas.
La pobreza se responde desde intervenciones que dan cuenta particularidades, por lo que
los diferentes programas que responden a esto no se pueden sumar ya que sus unidades
son diferentes, no son homogéneos, no se pueden agregar, entonces responden una
parcialidad del problema (pobreza). Es necesario retomar los elementos generales y
universales para generar políticas sociales comunes a la mayoría de los individuos, que
permitan la ampliación de la ciudadanía (derechos sociales, garantías).
Se apoyan las potencialidades en vez de responder a las carencias, se produce un proceso
de culturización de las capacidades de los pobres, que llevan el lema “ayúdate a ti mismo”.
Las soluciones para el problema de la pobreza: mejor organización comunitaria, aumento
de canales de participación, motivación para la concurrencia a la escuela y pautas del
consumo. Lo más importante para la solución de la misma es un nivel adecuado de
recursos.

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