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DON CRISTÓBAL LOZANO:


SU VIDA Y SUS OBRAS
HISTÓRICAS Y DIDÁCTICAS

Ginés Lozano Jaén


(Prólogo de Pedro Guerrero Ruiz)

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES


"DON JUAN MANUEL"
DE LA EXCMA. DIPUTACIÓN DE ALBACETE
Serie 1 - Estudios - Núm. 192
Albacete 2010

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Portada: Fondos antiguos de la Universidad de Navarra.

Lozano Jaén, Ginés


Don Cristóbal Lozano: su vida y sus obras históricas y didácticas /
Ginés Lozano Jaén ; prólogo de Pedro Guerrero Ruiz. -- Albacete:
Instituto de Estudios Albacetenses "Don Juan Manuel", 2010. -
150 p. : ji. ; 24 cm. -- (Serie 1 - Estudios; 192).
ISBN 978-84-96800-44-1
1. Lozano, Cristóbal (1609-1667) - Crítica e interpretación.
1. Guerrero Ruiz, Pedro. II. Título. III. Serie.
929 Lozano, Cristóbal
821.134.2.09'16" Lozano, Cristóbal

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES "DON JUAN MANUEL"


DE LA EXCMA. DIPUTACIÓN DE ALBACETE,
ADSCRITO A LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CENTROS DE ESTUDIOS LOCALES. CSIC

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A mi mujer y a mis hijas,
quienes tanta comprensión
demuestran día a día.

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ÍNDICE

I. Prólogo ...........................................................................................9
II . Presentación ................................................................................. 19
III . Biografía ...................................................................................... 25
IV. El concepto de obras didácticas
y novelas cortas en el siglo XVII ................................................. 37
V. Obras didácticas ........................................................................... 43
VI. Obras ascético-históricas ............................................................. 47
1.- David perseguido ............................................................... 49
1.1. La crítica ...................................................................... 50
1.2. El concepto de leyenda ................................................ 53
1.3. Los temas ..................................................................... 54
1.4. Las fuentes ................................................................... 55
1.5. Influencia de la obra en otros autores .......................... 56
1.6. Ejemplos más destacados en el David perseguido ...... 60
2.- El Rey Penitente David arrepentido ....................................... 82
2.1. La crítica ...................................................................... 83
2.2. Ejemplos más destacados en El Rey Penitente
David arrepentido ....................................................... 85
3.- El Gran Hijo de David más perseguido Jesu-Cristo,
Señor nuestro .......................................................................... 90
3.1. La crítica ......................................................................91
3.2. Ejemplos más destacados en El Hijo de David
más perseguido Jesu-Cristo Señor nuestro .................. 92
4.- La Gran hija de David más excelente .................................. 103
4.1. La crítica .................................................................... 103
VII. Obra histórico-novelesca ........................................................... 105
1.- Los Reyes Nuevos de Toledo ................................................ 107
1.1. La crítica .................................................................... 108
1.2. Las fuentes ................................................................. 112
1.3. Estructura y contenidos ............................................. 112
1.4. Ejemplos más destacados en Los Reyes Nuevos
deToledo ................................................................... 113
VIII . El estilo ...................................................................................... 125
IX. Bibliografía ................................................................................ 145

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1. PRÓLOGO

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LOZANO SOBRE LOZANO
(Notas de una investigación)

Hace bien el Instituto de Estudios Albacetenses en apoyar este trabajo


sobre la vida y la obra del hellinero Cristóbal Lozano, porque estamos
hablando de un escritor tan desconocido hoy como conocido lo fue en la
época que le tocó vivir, y con posterioridad, y aún más, por quienes tomaron
de él hasta su mismísima escritura.
Ya Joaquín de Entrambasaguas dijo, en 1943, que "en un siglo las
obras del doctor don Cristóbal Lozano habían sido unas desconocidas y,
por este motivo, no estudiadas o apreciadas como se merecen".
Sobre el olvido de la obra de Cristóbal Lozano, Begoña Ripoll
manifiesta que "nuestro autor es, junto con Francisco de Quintana, uno
de los escritores barrocos más injustamente olvidados. Muy conocido en
su época, gozaron sus obras de un éxito espectacular dentro del panorama
narrativo, y durante todo el XVIII se nombraron y editaron repetidas veces
siendo además inspirador de muchos de los episodios románticos incluidos
en la literatura del ochocientos".
Tal vez por ello el investigador Ginés Lozano se pusiera a trabajar
sobre su paisano desde hace años. Ya en 2000, escribe "Misoginia y erotismo
en las obras de D. Cristóbal Lozano", publicada en Al-basit, revista de
estudios albacetenses, n° 44, y Antología de las obras de D. Cristóbal
Lozano, editada por Nausícai.
En relación con los trabajos realizados sobre la vida y la obra de
Cristóbal Lozano, este libro que ahora anoto puede validarse porque está
sellado con la personalidad de un investigador riguroso al que no le son
suficientes las atribuciones de otros críticos. En este sentido, Ginés Lozano,
ha precintado con perspicaz cuidado su material investigador para que ya
nada de lo que él cierra o conceptualiza pueda ser maleable en el tiempo.

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En este sentido levanta varios errores, y certifica definitivamente,


por ejemplo, que nuestro autor Cristóbal Lozano había nacido en 1609,
probablemente en el llamado barrio del Castillo, de Hellín, y que tomó
posesión como capellán de los Reyes Nuevos en Toledo en 1664, como
señala Entrambasaguas.
Tomaré otros pocos datos biográficos de Ginés Lozano sobre su
investigado, para situarle mejor, como que llegó a alcanzar el grado de
doctor en Alcalá tras examinarse de Teología y logra las vacantes existentes
de "Cura ecónomo y vicario" y de "Comisario de la Santa Cruzada de
la villa de Hellín y su Partido". Curiosamente, dice Ginés Lozano, que
"alrededor de 1640 publica en Tortosa El buen pastor. Espejo de curas y
sacerdotes que ya tenía escrito desde 1636, pero que no pudo publicarlo
por falta de papel".
Nombrado Cristóbal Lozano "Promotor o Procurador Fiscal de la
Reverenda Cámara Apostólica en el Obispado de Murcia", fue en esta
ciudad donde escribiría la mayor parte de la trilogía David perseguido,
David penitente y El Gran Hijo de David más perseguido, y al decir de
Ginés Lozano fueron estas obras las que tuvieron un éxito rotundo: cinco
ediciones, dos ediciones en el siglo XVII y seis en el siglo XVIII y cuatro
impresiones, respectivamente.
Amigo de Lope de Vega o Calderón de la Barca, fue con la ayuda
de otro amigo, Portocarrero, que tenía influencia sobre Felipe IV, que
Cristóbal Lozano cubrió una plaza de capellán real en la Capilla de los
Reyes Nuevos. Y es Ginés Lozano quien nos indica que "toma posesión el
26 de marzo de 1664 y permanece en Toledo hasta su muerte, continuando
allí El Gran Hijo de David más perseguido, siguiendo a Entrambasaguas.
Sin embargo, obligado por su cargo, debe interrumpir la obra para escribir
Los Reyes Nuevos de Toledo, sumido en la enfermedad que le llevaría hasta
la muerte ( ... ) El traslado a Hellín se efectuó el día 20 de marzo de 1669 y
sus restos quedaron enterrados en la Capilla de San Pascual, ubicada en el
Convento de San Francisco".
La investigación literaria de Ginés Lozano arranca en el libro
que comentamos, D. Cristóbal Lozano: su vida y sus obras históricas y
didácticas, al recordarnos el "contexto histórico, social y económico del
siglo XVII para entender con meridiana claridad cómo eran las novelas de
este período y para qué se escribían"; añadiendo que aquella España tuvo
"dos momentos históricos penosos: la llegada al trono del ocioso Felipe IV
que deja el gobierno al conde-duque de Olivares y la guerra de los Treinta
Años que desgastan al pueblo y diezma las arcas del estado".

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Monarquía, nobleza y clero son quienes poseen las grandes riquezas


y el poder, siendo el estrato más desfavorecido el de los campesinos
explotados. Son años, añade el profesor Lozano, de miseria, tristeza y
desánimo que propician el incremento de la delincuencia, la marginación
o la picaresca.
No resulta sencillo clasificar el tipo de novela de Cristóbal Lozano en
este siglo tan importante como es el XVII. Para unos son novelas cortas y,
para otros, novelas didácticas. Novelas cortesanas, sentimentales y llenas
moralidad, al decir de nuestro investigador, "se sabe que Lozano justificó
la inclusión de la novela corta por la finalidad de divertir a los lectores de
la misma. No obstante, en esta época era muy común que los amigos o
vecinos se reunieran para relatar novelas o recitar poesías variadas. Los
lectores de las obras de Lozano eran especialmente campesinos, pero no
quiere decir que no las leyeran las personas más instruidas a tenor de los
inventarios de bibliotecas de personas ilustres del Barroco".
No me detendré en las primeras incursiones de Cristóbal Lozano en
la literatura, para ello conviene leer lo que dice de ellas su paisano Ginés
Lozano; pero sí en las que son más conocidas no sólo en el siglo que le tocó
vivir, sino con posterioridad, como son sus obras didácticas y ascético-
históricas.
Con buen criterio, el investigador, analiza los trabajos críticos sobre
la obra de Cristóbal Lozano recordando que Pío Tejera llamaría novelas
cortas o novelas misceláneas, como aludían los preceptistas del momento,
a las obras el David perseguido y El Gran hijo de David más perseguido,
de las que dice certeramente: "Historia religiosa novelesca, o mejor dicho
Colección de Cuentos histórico-religiosos (discursos peregrinos y ejemplos
famosos) por medio de los cuales se amplifica y parafrasea la historia del
Rey profeta en forma y manera donde al lado de la amenidad más culta,
campea una erudición sagrada bastante ostensible, en donde con la erudición
y la amenidad, compite la elegancia de un lenguaje terso y castizo".
Mi siempre recordado maestro y amigo, Angel Valbuena Prat, con
su peculiar ingenio para la valoración literaria, afirma sobre el David
perseguido: "En esto, su forma anovelada de elementos bíblicos en
David perseguido, mezclando lo anecdótico a lo esencial, es hermano
del teatro bíblico —de un Tirso, por ejemplo-, aunque con las diferencias
temperamentales entre estos dos autores".
Después de que Ginés Lozano nos sitúe en el contexto y proceso
novelístico, nos convoca a las palabras de Baquero Goyanes sobre la
Narración y octosílabos en la prosa de Cristóbal Lozano: "Pocosescritores
barrocos, de los incluidos entre los normalmente considerados menores,

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habrán alcanzado tanta fortuna y popularidad como Cristóbal Lozano


(1609-1667); un muy ameno e imaginativo narrador, casi un folletinista
avant la lettre, cuyas obras principales fueron reimpresas continuamente a
lo largo de los siglos XVII, XVIII y primeros años del XIX, hasta influir en
la literatura romántica: Espronceda, Zorrilla".
Aquí está la clave de la importancia intertextual de la obra del autor,
de las influencias que generaron sus hipotextos, en los hipertextos que
se observan certeramente en el Romanticismo, la obra de Espronceda y
Zorrilla.
La otra clave radica en el concepto que Ginés Lozano va haciendo
entender de la leyenda y su relación con la obra de Cristóbal Lozano:
"La leyenda está unida a una persona, a una comunidad, a un suceso
que se pretender explicar y dar cierta veracidad al asunto. Las obras de
nuestro autor contienen gran cantidad de leyendas que serán el germen y
antecedentes de las leyendas de los escritores románticos. ¡Cuánto debe
el Romanticismo a las obras el David perseguido, El Gran Hijo de David
más perseguido, Los Reyes Nuevos de Toledo, plagadas todas ellas de
extraordinarias leyendas!".
El profesor Lozano trabaja el análisis literario desde un ambicioso
plan de cirujano. Investiga los temas del David perseguido, que "son
heredados, pero al mismo tiempo sufren una transformación ciertamente
innovadora cuando el autor relata la historia religiosa o vida de santos",
añadiendo que "aunque el autor moraliza continuamente es original
cuando amplifica el asunto tratado, dándole un realismo casi novelesco",
sin embargo "no está exento el libro de historias de adulterio, de crímenes
atroces, muy del gusto del pueblo por lo morboso, atractivo y espeluznante
de los asuntos". Analiza Ginés Lozano las fuentes, que clasifica con
meticulosa perspicacia. Interpreta el carácter didáctico y la influencia de la
obra en otros autores, enfrentándose reflexivamente con quienes pasaron
por el escritor de puntillas, y como él mismo dice, "enterrándolo más de
lo que estaba y desconociendo que parte de la obra de Zorrilla se la debía
a D. Cristóbal".
Errores de críticos, de sabios, erráticos también: "Como vemos qué
poca suerte tuvo Lozano con la crítica y cuánto hizo por nuestra Literatura.
Y es que como Menéndez Pelayo creyó que Zorrilla se inspiró en la obra
Roderick de Southey, por este camino siguió Menéndez Pidal, hasta que
Alonso Cortés demostró tajantemente con pruebas en la mano que ni Zorrilla
había conocido el poema de Southey, ni había utilizado más documentación
que el David perseguido", dice Ginés Lozano. Y añade: "De todo el siglo
XIX los autores que más provecho sacaron de Lozano, fueron Espronceda

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y Zorrilla; este último tomó de modo silencioso argumentos y frases de


nuestro autor".
La audacia intelectual del investigador de la Universidad de Murcia
no es ocasional, sino que se fundamenta en los estudios más rigurosos, como
los de Ricardo Navas Ruiz, en su conocida obra El Romanticismo español,
donde estudia la poesía narrativa de Zorrilla identificándolo siempre con
las leyendas que escribió. "Nombra como fuente las obras Los Reyes
Nuevos de Toledo y David perseguido de Cristóbal Lozano. Según Navas
Ruiz, Zorrilla introdujo numerosas variaciones referentes a los personajes
y a los hechos, ya que tenía una gran facultad para la invención", dice el
investigador.
Termina Ginés Lozano este capítulo de la intertextualidad producida
por la obra del escritor, recordando las palabras de mi amigo el buscador de
leyendas, de textos de tradición oral, y bien conocedor de Zorrilla, Salvador
García Castañeda, cuando dice de las obras de este escritor romántico: "Se
advierte en ellas la presencia difusa y constante de la obra de nuestros
clásicos, y además de Cristóbal Lozano, a quien el poeta explotó sin
piedad".
No desvelaré aspectos tan filológicos como didácticos de cómo analiza
Ginés Lozano fragmentos de la trilogía del David perseguido de su paisano,
tanto en sus aspectos argumentativos como estilísticos. Es un puro gozo para
quien quiera disfrutar de ello. Y desde aquí propongo algo que parece lógico,
cual es que, aprovechando los centros universitarios, y no universitarios, ya
enmarcados en el Espacio Europeo de Educación Superior, se sirvan no
sólo los centros de referencia en Hellín o Albacete, sino quienes gusten
de saber, para analizar y conocer los valores estructurales superficiales y
profundos de nuestra lengua y así puedan, y lo hagan con este trabajo, desde
los textos de Cristóbal Lozano, o desde otros textos si así desean, entrar en
el adiestramiento de la cirugía literaria que nos proporciona Ginés Lozano.
Pero fíjense bien cuando lean este libro, porque a su trabajo le llama Ginés
"un resumen y alguna característica literaria que estimé interesante con
el fin de efectuar algún análisis estilístico del fragmento elegido". Es la
sencillez de quien ha escrito una lúcida investigación, analizando una obra
desde el rigor y la creatividad intelectual, como un verdadero cronista de la
lengua, de la historia y de la intrahistoria de la propia lengua.
Después, nuestro profesor, hace lo mismo con la obra histórico-
novelesca de su paisano. Y aquí es donde esa fina mirada pendular de quien
puede brillar por su competencia literaria se pone en ejercicio otra vez.
Y ya no va más para estas primeras notas, sólo necesita mi lector leer el
trabajo de Ginés Lozano sobre Cristóbal Lozano.

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Finalmente, "El estilo", donde comenta el profesor: "Las obras de


Lozano no son originales; pero les da una gracia que hace que tengan una
lectura amena", que no es precisamente poco para la época que le tocó
vivir al escritor, añado yo. Después, nos dice: "Hay un marcado carácter
prerromántico en las obras de D. Cristóbal Lozano: aparición de lo macabro,
la muerte continua de personajes, desilusión por el tiempo que le toca vivir
que se manifiesta con un cierto escapismo hacia las historias religiosas
y leyendas de otros tiempos". También Ricardo Gullón, manifiesta: "El
gran mérito de Lozano, aparte de sus virtudes como escritor, consiste en
haber servido de enlace entre las épocas clásicas y la moderna al recoger las
hktorias más populares y las leyendas más sugerentes que, posteriormente,
retomaría la literatura romántica". Otra clave de lo que venimos diciendo a
favor de Cristóbal Lozano.
Iremos cerrando estos comentarios, con las propias palabras de Ginés
Lozano sobre su paisano: "Lozano es un verdadero novelista de la propia
historia a través de las leyendas y tradiciones, englobando lo esencial con
digresiones y anécdotas que salpican continuamente la obra. Su vasta
cultura y su quehacer literario le llevó a tener una atracción especial hacia
todo tipo de leyendas históricas o tradicionales que influirá notablemente en
el Romanticismo ( ... ) En muchas historias se aprecia cómo va decayendo
la sociedad aristocrática con el olvido de las más mínimas normas morales:
adulterios, asesinatos, etc. Paulatinamente, la burguesía se irá haciendo
con el poder en España ( ... ) Se alejó Lozano de la excesiva afectación del
conceptismo y del culteranismo, lo que indicaba que poseía un estilo muy
personal ( ... ) No esconde el autor las fuentes de donde extrae las leyendas,
sino que muy al contrario indica con detalles en los márgenes de las páginas
correspondientes el autor, tomo, capítulo, etc. ( ... ) La finalidad de Lozano
era sorprender, entretener, maravillar al lector u oyente de las leyendas e
historias con un valor didáctico y al mismo tiempo deleitarlo con unos
aspectos sensoriales de su prosa musical tremendamente trabajada ( ... ) La
intención didáctica de nuestro autor se muestra constantemente a lo largo
de las obras. Llega a ser un tipo de didáctica 'incitativa o germinal', ya
que las narraciones provocan curiosidad en los lectores, para que busque
más información o complete sus conocimientos con otras fuentes o lecturas
que les aporten contenidos complementarios ( ... ) No puede pasar por alto
la extensa crítica que realiza Lozano a la Corte y a la Iglesia sin cortapisa
alguna".
Y por si no fuera poco para nuestro interés, Ginés Lozano acaba su
trabajo, sobre D. Cristóbal Lozano: su vida y sus obras históricas y didáctica,
con un extenso y profundo estudio de los recursos literarios de la obra del

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escritor ejemplificado con textos, como toda su productiva investigación


que ahora se hace transferencia de conocimiento, como debe ser, desde su
propia capacidad de investigación filológico-histórico-didáctico.
Formidable trabajo de exploración y de cientificidad el de Ginés
Lozano, al que yo felicito en letra impresa porque la letra impresa no vuela,
sino que permanece. Felices deben estar también los hellineros cuando lean
este libro que es fortuna para las generaciones venideras, para que se pueda
conocer que tuvieron un hijo ilustre de la literatura. Y que lo es, no porque
sólo lo dice un libro, sino porque en este libro se demuestra cuanto en él
se afirma con ese rigor científico al que antes me refería, el que genera
conocimiento.
Y fue entonces, cuando terminé de leer el libro, cuando pensé: he aquí
a mi compañero de Universidad y amigo, el didactólogo Ginés Lozano,
habitando en lo profundo de la didáctica germinal del escritor Cristóbal
Lozano. Y le llamé, y le di las gracias por dejarme leerle de tan buen día.

Pedro Guerrero Ruiz


(Catedrático de la Universidad de Murcia)

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II. PRESENTACIÓN

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Gracias al apoyo del Instituto de Estudios Albacetenses para impulsar


estudios literarios, relegados al olvido, ha sido posible este acercamiento a
la vida y obra de don Cristóbal Lozano, tan ligado a Hellín que en cualquiera
de sus obras se respira la historia, anécdotas y costumbres, pertenecientes
a nuestra idiosincrasia.
No cabe la menor duda de que era necesario dedicarle algún estudio
a la obra de nuestro más insigne escritor para situarlo en el lugar que le
corresponde dentro de las Letras Españolas, como se venía advirtiendo
desde hace ya algunas décadas.
En el panorama de la crítica literaria especializada, hay que tener
muy en cuenta que los juicios sobre don Cristóbal van desde el rechazo
más ignominioso hasta la más enaltecida alabanza. Es por ello, que habrá
que clarificar y constatar la influencia de nuestro paisano en la Literatura en
aras de un reconocido prestigio, que el tiempo le ha negado.
Como piensan Díez-Echarri y Roca Franquesa, la Literatura de
Lozano puede encuadrarse dentro de las obras menores de la Literatura
del XVII sin que dé la talla de otros escritores del momento, aseverando
sin ningún rubor que no se pueden comparar sus obras con el Guzmán de
Alfarache ni con el Buscón:
"Si se insiste en encajar dentro del género ciertas producciones de Cristóbal
Lozano o de Francisco Santos, es con la previa aclaración de que en ellas no hay
nada que se parezca a un Guzmán de Alfarache, ni siquiera a un Buscón don Pablos,
y la máxima categoría que podemos otorgarle es la de novela corta".'

Díez-Echarn y Roca Franquesa (1968): Historia de la Literatura Española e


Hispanoamericana, Barcelona: Aguilar, pág. 603.

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Sin embargo, la opinión más distante de los mencionados críticos la


sostuvo en 1927 don Joaquín de Entrambasaguas 2 en el estudio que hizo
sobre don Cristóbal. En su primer trabajo alababa la prosa de nuestro autor
y expresaba estas aseveraciones con total seguridad:
"Por último, Lozano no es un autor más que viene a engrosar inútilmente
nuestra historia literaria, sino uno de los que es preciso conocer para conocer el
cuadro de las letras de su tiempo".

Posteriormente, en 1943 3 afirma en el prólogo de su Historias y


Leyendas:
"No es, pues extraño que desde un siglo, aproximadamente, hasta ahora, las
obras del doctor don Cristóbal Lozano hayan sido punto menos que desconocidas
y, por este motivo, ni estudiadas ni apreciadas como se merecen, y que su autor
tampoco se le haya situado en el preeminente puesto que le corresponde entre las
letras de su tiempo, cuyo cuadro no puede considerarse completo sin él".

Más recientemente, Begoña Ripoll 4 manifiesta con rotundidad que la


obra de don Cristóbal Lozano ha sido injustamente olvidada por la crítica:
"Cristóbal Lozano es, junto con Francisco de Quintana, uno de los escritores
barrocos más injustamente olvidados. Muy conocido en su época, gozaron sus
obras de un éxito espectacular dentro del panorama narrativo, y durante todo el
XVIII se nombraron y editaron repetidas veces. A principios del XIX era uno de
los pocos autores conservado en las estanterías de bibliotecas públicas y privadas,
siendo además inspirador de muchos de los episodios románticos incluidos en la
literatura del ochocientos. Sin embargo, y pese a su probada calidad como escritor,
no contamos actualmente con ediciones modernas de su numerosa producción".
[ ... ]

Si se pretende un acercamiento exiguo a las obras de nuestro paisano,


debido a la extensión que tiene su obra, puede consultarse la Antología de
las obras de D. Cristóbal Lozano' que afortunadamente subvencionó el
Excmo. Ayuntamiento de Hellín.
Sirva este sencillo ensayo para acercarnos un poco más a "Nuestra
Literatura" y para intentar que no mueran lenta y agónicamente las Letras

2
Entrambasaguas, Joaquín de (1927): El doctor don Cristóbal Lozano, Madrid: Tip. de la
Revista de arch, bibl. y museos.
Entrambasaguas, Joaquín de (1943): Historias y Leyendas, Madrid: Clásicos
Castellanos.
Ripoll, Begoña (1991): La novela barroca: catálogo bio-bibliográfico (1620-1700),
Salamanca: Universidad de Salamanca, pág. 96.
Lozano Jaén, Ginés (2000): Antología de las obras de D. Cristóbal Lozano, Murcia:
Nausícali.

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más preciadas que tenemos en el cuarto centenario del nacimiento del


escritor don Cristóbal Lozano.
Quisiera extender mis agradecimientos por sus apoyos constantes,
por sus indicaciones tan oportunas y por su amistad a Juan Jordán y a
Antonio Moreno, a Antonio Martínez, a Pedro Guerrero y, especialmente,
al Instituto de Estudios Albacetenses.

Murcia, julio de 2009

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III. BIOGRAFÍA

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Se puede afirmar sin ningún género de duda que hasta el año 1860 en
que don Cayetano Alberto de la Barrera 6 publica su Catálogo bibliográfico
y biográfico del Teatro antiguo español no había habido ninguna biografía
completa sobre el autor, a excepción de unos breves apuntes señalados por
Ticknor y algún otro autor. Para ello, se basa La Barrera en el Prólogo de la
Segunda parte del David perseguido de Lozano, lo que le llevó a grandes
errores, al creer que don Cristóbal había tomado posesión como capellán
de los Reyes Nuevos en Toledo en 1658, cuando en realidad lo hizo en
1664. Por tanto, La Barrera pensó que nuestro autor nació sobre 1618 y
murió en 1662, quitándole realmente catorce años de vida; lo que todavía
hoy produce confusiones. Así, Javier Díez de Revenga y Mariano de Paco'
siguen a este autor y fechan el nacimiento de don Cristóbal en 1618, en
lugar del año 1609, al igual que lo hiciera Julio Cejador' en su manual de
Literatura de 1916, al no saber con exactitud ni el año de nacimiento ni el
año de su muerte.
El estudio biográfico más completo es el realizado por don Joaquín de
Entrambasaguas9 en 1927 (al que sigo, entre otros muchos autores, aunque
corrigiéndole algunos datos recogidos en el Prólogo de su libro Historias
y Leyendas), y en su obra Estudios y ensayos de investigación y crítica.

6
La Barrera, C. (1860): Catálogo biográfico-bibliográfico del Teatro español, Madrid:
estereotipia de M. Rivadeneyra.
Díez de Revenga, Javier y De Paco, Mariano (1989): Historia de la literatura murciana,
Murcia: Editora Regional de Murcia.
8
Cejador y Frauca, Julio (1916): Historia de Lengua y Literatura Castellana, Madrid:
Tipografía de la revista de Archivos, Blibliotecas y Museos, Tomo V, pág. 173.
Entrambasaguas, Joaquín de (1943): Historias y Leyendas, Madrid: Clásicos
Castellanos.

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De la leyenda de Rosamunda a Jovellanos.'° No obstante, hay que advertir


que siguió muy de cerca las biografías escritas por don Andrés Baquero
Almansa" y don Pío Tejera. 11
Don Cristóbal Lozano y Sánchez nació en Hellín (Albacete) y fue
bautizado en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el
día 26 de diciembre de 1609 13 . Es muy probable que naciera en el barrio
llamado del "Castillo", aunque este dato no es constatable.

Al

Barrio del Castillo: posible lugar de nacimiento de don Cristóbal Lozano. Foto extraída
del libro Las calles de Hellín, de Antonio Moreno. Foto de Antonio Guerrero Coy.

'°Entrambasaguas, Joaquín de (1973): Estudios y ensayos de investigación y crítica. De la


leyenda de Rosamunda a Joyel/anos, Madrid: C.S.I.C.
1
Baquero Almansa, Andrés (1884): Hijos ilustres de Albacete, Madrid: A. Pérez
Dubruil.
2
Tejera, Pío (1922): Biblioteca del Murciano, Madrid: Tip. De la Revista de Archivos,
Bibliotecas y Museos.
' Libro V de Bautismos (fol. 37) de la Parroquia de la Asunción de Hellín.

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Parroquia de Nuestra Señora de laAsunción donde fue bautizado don Cristóbal Lozano.
Foto de la Diputación de Albacete.

Sus padres don Gaspar Lozano y de la Fuente y doña Ana Sánchez y


López tuvieron seis hijos: Gaspar, Diego, Felipe, Cristóbal, Pedro y Gaspar.
Su hermano mayor murió siendo niño, Diego, Felipe y Pedro se casaron
con ricas hellineras y el más pequeño recibió de don Cristóbal casi toda su
herencia.
Sus abuelos, don Cristóbal Lozano y doña María de la Fuente, eran
naturales de Oropesa y hacia finales del siglo XVI se establecieron en
Hellín, donde don Gaspar Lozano conoció a doña Ana Sánchez, con la que
se casó.
En un principio, trabajó don Gaspar como alfarero, aunque, andando
el tiempo, cambió este trabajo por el de carpintero, según se desprende de
la oración que se lee en el David perseguido:"
"A vos debo, Señora, sacarme de entre el taller y tablas de mis padres".

La Barrera menciona los dos trabajos de don Gaspar, alfarero y


carpintero, en su citada obra:
"Nació en la villa de Hellín (Murcia). Su padre, honradísimo artesano (carpintero)

" Dedicatoria de la Segunda parte.

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30

le dedicó desde luego a la carrera eclesiástica".''

Tenía Lozano dotes y talento para hacer cursos superiores, como


indica La Barrera, pero, debido a la falta de medios económicos, tuvo que
inclinarse por el sacerdocio. Pese a todo, no duda en mencionar que sus
padres eran sumamente religiosos, puestos siempre en oración al empezar
y al acabar sus tareas:
"Hizo en él rápidos progresos, debidos a su natural talento, "pues con menos
trabajo que otros (dice él mismo) mandaba a la memoria las lecciones y discursos;
y a poco curso de escuelas, sólo mirando los libros, se hizo de Letras sagradas". 16

Veinte años pasó en Hellín hasta que parte hacia Alcalá, en cuya
Universidad se estableció durante algún tiempo junto con Portocarrero,
amigo, primero y mecenas suyo, después. Para él serían sus primeras obras
"mereciendo por pago sus aplausos".`

Universidad de Alcalá de Henares donde estudió nuestro autor. Foto de la propia


Universidad de Alcalá de Henares.

Op. cit., pág. 225.


16
Ibídem, pág. 225.
Dedicatoria de la Segunda parte de las Soledades.

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31

A pesar de todo, parece que dedicaba parte de su tiempo a actividades


literarias, ya que de esta época son sus Serafinas, novelas cortas que fueran
impresas después de la muerte del autor y con un Prólogo de su sobrino don
Gaspar Lozano.
Por las dedicatorias que Lozano le hace a la Dama, se puede observar
que no fue personaje de ficción, sino más bien mujer de carne y hueso.
No hay pruebas tangibles de ello, sino meras apreciaciones; tal y como
se observa en algunas de sus obras. Así, en El Amor más mal pagado le
comenta don Cristóbal a doña Serafina:
"Escrita que tuve esta Novela, rastreé en mi entendimiento el sugeto a
quien podia dedicarla; no hallé otro, señora Dña Serafina, como el de V.m. de
quien poder valerla, ara poder valerme; porque las faltas y defectos a su sombra se
deshacen". 18

Aún con más claridad se pone de manifiesto cómo debía Lozano


inventar tretas para verla y estar con ella a partir de este texto bastante
concluyente:
"Entenderá V.m. de paso una duda que se ofrece en el derecho en un título
que se llama de "dolo malo", el qual claramente indica que hay dolo malo, donde
comunmente todos resuelven que son buenos los dolos, ardides y trazas que usan
los Soldados para vencer a sus enemigos. Por lo qual, señora Serafina, colijo, que
si el derecho da a entender que hay trazas buenas, no es justo que V.m. juzgue las
mias por malas". 19

Después de tres años de estancia en Alcalá, habiendo recibido su


licenciatura, llega en 1634, de nuevo, a Hellín, lugar en el que reside
durante año y medio aproximadamente. Luego, pasa a Valencia e imprime
su primera obra: Flores Sacramentorum, recogida por primera vez por
Pío Tejera, después que ni La Barrera ni Andrés Baquero supieran de su
existencia. En la actualidad no se conserva ningún ejemplar, debido, tal
vez, al poco éxito que tuvo.

18
El Amor más mal pagado, pág. 169.
19
Todo es Trazas, pág. 229.

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Foto antigua de Valencia donde residió nuestro paisano.

Al año siguiente, en 1636, publica las Persecuciones de Lucinda y


trágicos sucesos de don Carlos, así como El Buen Pastor, descubierta por
don Andrés Baquero e impresa esta última en 1641. Durante 1637 y parte
del siguiente año reside nuestro autor en Hellín, pensando en trasladarse a
la Iglesia de San Salvador, de Lagartera (Toledo), de la cual sería párroco
ya en 1638 hasta 1639, al producirse la vacante de su pariente, Maestre
Julio Lozano. Parece que hizo un viaje al monasterio de Guadalupe, lugar
donde se gestó las Soledades de la vida y desengaños del mundo, aunque
se publicarían más tarde.
Una vez alcanzado el grado de doctor en Alcalá tras examinarse de
Teología y merced al Obispo de Cartagena, logra las vacantes existentes de
"Cura ecónomo y vicario" y de "Comisario de la Santa Cruzada de la villa
de Hellín y su Partido", renunciando inmediatamente a la capellanía de la
Parroquia de Lagartera.
Alrededor de 1640 publica en Tortosa El buen pastor. Espejo de curas
y sacerdotes que ya tenía escrito desde 1636, pero que no pudo publicarlo
por falta de papel.
Ya en Hellín, ocupa su cargo desde 1641 hasta enero de 1645 y no
sabemos realmente qué hizo entre los años 1646 a 1650. Parece que fue

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Iglesia de San Salvador, de Lagartera. Foto de la Diputación de Toledo.

por estas fechas cuando fue nombrado "Promotor o Procurador Fiscal


de la Reverenda Cámara Apostólica en el Obispado de Murcia", ciudad
que vería a nuestro autor planear y escribir la mayor parte de la Trilogía
que más fama le dio: David perseguido, David penitente y El Gran Hijo
de David más perseguido. Estas obras tuvieron un éxito rotundo: cinco
ediciones, dos ediciones en el siglo XVII y seis en el siglo XVIII y cuatro
impresiones, respectivamente.
Tuvo nuestro autor grandes amigos con una fama literaria insuperable.
Entre la nómina de amistades destacan Lope de Vega, Calderón de la Barca,
Juan Pérez de Montalbán y Fray Diego de Niseno.
Hacia 1650 se encuentra ya en Madrid y en 1658 publica las Soledades
de la Vida y Desengaños del Mundo a nombre de su sobrino y dedicadas
a su antiguo amigo Portocarrero. Estas novelas cortas se pueden igualar al

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34

estilo de Castillo y Solórzano2° y Salas Barbadillo 21 .


Según parece, durante esta época apenas si salía de su retiro, pues por
todos eran conocidas su erudición y dedicación. Prueba irrefutable de ello
nos lo comunica el mismo Lozano en la Dedicatoria de una de sus obras:
"Antes quizá, o sin quizá, haber puesto mi esperanza en humanos poderíos
me ha traido a los ahogos, apreturas y trabajos que han sido patentes". 22

En torno a 1662 enferma a causa de un trabajo excesivo; por lo que


intenta lograr un cargo que le permita cierta tranquilidad. Por fin, con la
ayuda y el beneplácito de Portocarrero, por su influencia sobre Felipe IV,
es incluido entre los propuestos para cubrir una plaza de capellán real en la
Capilla de los Reyes Nuevos.
Toma posesión el 26 de marzo de 1664 y permanece en Toledo hasta
su muerte, continuando allí El Gran Hijo de David más perseguido. Sin
embargo, obligado por su cargo, debe interrumpir la obra para escribir Los
Reyes Nuevos de Toledo, sumido en la enfermedad que le llevaría hasta la
muerte, como dice en El Gran Hijo de David más perseguido:
"Hagamos pausa, hasta que Dios sea servido de darme salud y aliento para
empezar la tercera". 23

20
Alonso de Castillo Solórzano (1584-1648) fue un noble pobre, que pudo publicar
bastantes obras merced a diversos mecenas. Escribió Tardes entretenidas, La niña de los
embustes, Los amantes andaluces, Noches de placer, etc.
21
Salas Barbadillo (1581-1635) fue poeta, dramaturgo y narrador. Destacó por sus novelas.
Sobresalen El caballero puntual, Corrección de vicios y especialmente la más conocida
Don Diego de noche.
22
Dedicatoria de la Segunda parte del David perseguido.
23
Ibídem, Parte III.

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35

Capilla de los Reyes Nuevos de Toledo. Foto Ediciones Yelmo.

El día 2 de octubre de 1667 testó dejando por heredero universal


a su hermano don Gaspar y albaceas a su sobrino don Gaspar Lozano
Montesinos y a los Capellanes de Reyes Nuevos, don Baltasar de Cuevas
y don Felipe Miñaca.
Al día siguiente, 3 de octubre, fallece a las once de la mañana. El
mismo día de su muerte se trasladó su cuerpo a la Iglesia de San Andrés y
se le sepultó en la capilla del Santo Cristo de la Esperanza. Más adelante
se llevaría su cuerpo a Hellín, con el fin de que su cuerpo estuviera junto a
los de sus padres. El traslado a Hellín se efectuó el día 20 de marzo de 1669
y sus restos quedaron enterrados en la Capilla de San Pascual, ubicada en
el Convento de San Francisco de esta misma localidad, cuya sencilla lápida
tuvo que ser cambiada en 1958, víctima de la Guerra Civil.
Dice de esta manera la Partida de defunción de don Cristóbal Lozano:
"En tres dias de el mes de octubre del mil y seiscientos y sesenta y siete/
años falleció el D°. Ctisxsto/ bal Loçano capellan de los/ Reyes nuebos rrecibió
los/ san/ tos sacramentos yço testa/ mento ante bemabe machu/ ca escribano de el
número de to/ ledo mandose le dijesen mil misas dieron la cuarta a la Paro/ quia

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36

mando depositar su cu/ erpo en dicha Parroquia y es/ ta en la capilla de los lagartos/
en una bóbeda en un ataud bes/ tido de sacerdote y abajo de/ la bestidura tiene una
cadena/ y le ciñe la cintura cerrada/ con un candado redondo/ y son estas las señas
para cuan/ do lleven el cuerpo a la bi/ lla de ellin q.e es donde man/ do le llevasen
dieron a la fa/ brica cien Rs de limosna de di/ cho deposito y dos omamen/ tos dejo
por sus albaceas a los s.res D.° gaspar Loçano su er/ mano y a D.• gaspar Loçano/
su sobrino y a D.. baltasar de las cuebas a D.. Felipe Miñaca cape/ llanes de los
Reyes nuebos de/ jo por su eredero a el dicho! D.° gaspar Loçano su ermano ti/
niente de bicario de la dicha bi/ lla dellin". 24

Igualmente, en el Convento de los Franciscanos de Hellín se


encontraba la lápida original en un estado casi perfecto. Decía así:
"Aqvi yace el Dor Dxtoval.! Lozano capp.an de sv magd. en/ lar. cap.a
de los Reiesnve/ bos de Toledo y Natvra 1./ desta v.a Fallecio en Toledo a 3 de oct
de 1667. Ma/ ndo traher svs hvesos/ a esta svcap. donde están enterrados Gaspar
Lozano, y Ana Sanchez svsl padres, y svs hermanos/ y demas svs dufvntos y se/
trasladaron y se le hiço/ sv entierro y honras! a 20 de març de 1669 .25

24
Libro de Enterramientos, fol. 350, Iglesia de San Andrés. Toledo.
25
Convento de San Francisco de Asís. Capilla de San Pascual. Hellín.

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IV. EL CONCEPTO DE OBRAS DIDÁCTICAS Y
NOVELAS CORTAS EN EL SIGLO XVII

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39

Antes de entrar en detalle, sería conveniente recordar el contexto


histórico, social y económico del siglo XVII para entender con meridiana
claridad cómo eran las novelas de este período y para qué se escribían.
Como bien escribe Benito Varela Jácome "el Barroco se desarrolla en un
siglo conflictivo, conmovido por profundas crisis sociales, desequilibrios
económicos, circunstancias críticas y cruentos enfrentamientos bélicos 11 . 26

En el inicio del siglo, España sigue siendo la primera potencia


mundial, pero las guerras y la crisis económicas producen tensiones y
malestares entre la población. Hay dos momentos históricos penosos para
España: la llegada al trono del ocioso Felipe IV que deja el gobierno al
conde-duque de Olivares y la guerra de los Treinta Años que desgastan al
pueblo y diezma las arcas del estado. Además, es un momento convulso
de nuestra historia, llena de sublevaciones en Nápoles, Sicilia, Aragón,
Andalucía y Cataluña.
La nobleza tiene un claro beneficio del poder real; los caballeros e
hidalgos viven holgadamente, así como el clero que posee grandes riquezas
y bastante poder. El estrato más desfavorecido es el los campesinos. Viven
explotados en la ganadería (pagaban a los nobles y al clero por pasar o pastar
el ganado) y la miseria, la tristeza y el desánimo propician el incremento de
la delincuencia, la marginación, la picaresca, etc.
No resulta sencillo clasificar el tipo de novela de nuestro autor ante
este siglo tan importante como es el XVII. Algunos autores incluyen sus
obras en las conocidas novelas cortas (Díez-Echarri y Roca Franquesa);
otros las enmarcan dentro del tipo de novelas didácticas.
Joaquín Alvarez Barrientos aclara con nitidez que las novelas que
más se reeditan son las novelas cortas de Zayas, Lozano, etc. Los lectores
prefieren las novelas cortas, cambian sus preferencias, desean un libro corto
26
Varela Jácome, Benito (1981): La prosa barroca en el s. XVII, Madrid: Cincel, pág. 7.

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EN

y manejable. Realmente, son novelas cortesanas, llenas de sentimentalismo


y moralidad. Pero hay que entender con precisión el concepto de novela: 27
"Este hecho es importante para la forma de entender la palabra "novela"
durante algún tiempo. No se entenderá por tal la novela moderna - que, entre
otras razones, aún no había hecho acto de presencia en España -, sino la novela
corta, siguiendo la significación derivada del italiano nove/la. Este rasgo es
importante y debemos tenerlo presente a la hora, tanto de datar la primera vez
que la palabra aparece en la significación de "novela moderna", como para
interpretar adecuadamente las precisiones que sobre la novela como género harán
los preceptistas. [ ... ] La novela corta era preferida por el público, en gran medida
porque, cada vez más, se preferían textos breves, fáciles de transportar en el
bolsillo. [ ... ] La lectura, por otra parte, se convertía en algo personal, de modo que
la relación física con el libro cambiaba, haciéndose necesaria una reducción de su
tamaño, pues el libro acompañaba al lector. Por otra parte, el hipotético público
lector tenía por costumbre de leer escritos breves en los pliegos, y así le resultaría
más cómodo acercarse, acuciado además como estaba por sus obligaciones diarias,
a narraciones de corta extensión".

Por su parte, Sempere y Guarinos 28 nos aclara cómo era el gusto de


los lectores y la influencia de la prensa en su elección por la novela corta
en el siglo XVII: 29
"Las obras grandes las leen muy pocos; el vulgo sólo gusta de papeles ligeros
que lo entretengan con la novedad, y no lo fastidien con largos razonamientos".

Se sabe que Lozano justificó la inclusión de la novela corta por


la finalidad de divertir a los lectores de la misma. No obstante, en esta
época era muy común que los amigos o vecinos se reunieran para relatar
novelas o recitar poesías variadas. Los lectores de las obras de Lozano
eran especialmente campesinos, pero no quiere decir que no las leyeran
las personas más instruidas a tenor de los inventarios de bibliotecas de
personas ilustres del Barroco.
En un fenomenal estudio de la novela corta en el siglo XVII, Isabel
Colón Calderón se pregunta quiénes eran los lectores asiduos de las novelas

27
Álvarez Barrientos, Joaquín (1991): La novela del siglo XVIII, Madrid: Ediciones Júcar,
págs. 40-41.
28
Juan Sempere y Guamos (1754-1830) fue político, jurista y bibliógrafo. Entre sus obras
podemos citar Historia de las Cortes de Cádiz, Noticias literarias de Sempere y D. Pedro
Rodríguez Campomanes.
29
Sempere y Guamos, Juan (1785): Ensayo de una biblioteca de los mejores escritores
del reinado de Carlos III, Madrid: Impresión Real. Ensayo n° 1.

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41

cortas del Barroco: 3°


"Se discute a quiénes iban destinadas las novelas cortesanas. Se ha supuesto
que pertenecerían a la median y baja nobleza, así como a la burguesía. En todo
caso se trataría de lectores urbanos, fenómeno que podría relacionarse entonces
con el desarrollo de las ciudades en el siglo XVII, si bien algunos testimonios
dispersos apuntan a una posible lectura campesina. Con todo, las características
de los ejemplares, la mala calidad en general del papel y de la impresión, así como
el pequeño tamaño, indican que los libros podían ser comprados por quienes no
tenían un alto poder adquisitivo, aunque no solamente".

Tal vez sea la propuesta sobre de las características de la novela


histórica de Juan Ignacio Ferreras la más aceptada entre los críticos
especializados. Para él en el siglo XVII continúan las formas de escribir
del siglo XVI, pero en vez de exponer, se intenta explicar con un afán de
alentar al pueblo ante la decadente situación social.
Las características más importantes a su juicio son las siguientes:"
"A) Es verdadera novela porque respeta y reproduce las relaciones
problemáticas entre un protagonista y un universo. E... 1 Se aleja en el tiempo a fin
de disfrutar de más libertad de manipulación, o escoge como protagonista a un
personaje histórico menos conocido y por ende más libre.
B) Aunque se respete la historicidad del universo novelesco (homólogo al
histórico), éste se relaciona siempre conflictivamente con el protagonista.
C) Finalmente, lo más característico de este tipo de novela consiste en la
aparición de una visión histórica, o de una conciencia histórica que inspira toda la
obra. No se trata, pues, de reproducir ciertos hechos o aventuras históricas, sino de
una selección".

Nos recuerda Ticknor 32 cómo la prosa didáctica era muy apreciada en


los siglos XVI y XVII, porque tenía como misión instruir a todo aquel que
se acercara a las obras:
"Y no es de extrañar que así sucediese; al contrario, lo que llama mucho
la atención es, que la prosa didáctica se cultivase con éxito en España durante los
siglos XVI y XVII, porque su objeto no fue nunca, como el de la poesía, entretener
y agradar, sino, como el de la filosofía, ilustrar y corregir; y no necesitamos
recordar cuán peligrosa debió ser en España la posición social de cualquier escritor
moralista, adornado de aquella noble independencia, sin la cual la instrucción es
letra muerta y cuerpo sin alma".

3° Colón Calderón, Isabel (2001): La novela corta en el siglo XVII, Madrid: Ediciones del
laberinto.
31
Ferreras, J.I. (1988): La novela en el siglo XVII, Madrid: Taurus, pág. 45.
32
Ticknor. (1854): Historia de la Literatura Española, Madrid: Imp. de la Publicidad,
pág. 435.

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Y OBRAS DIDÁCTICAS

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45

No fue conocida la obra Flores Sacramentorum ni por Gallardo,


Salvá, La Barrera, hasta que Tejera la dio a conocer. Esta obra está incluida
en la lista de sus libros que Lozano cita en el Prólogo de la Segunda Parte
de El Hijo de David:
"En aquellas flores que saqué a la luz los años pasados no faltó quien las
censuró de poco ingenio, y aunque es verdad que confesé ser aquel trabajo poco,
pues recopilando lo que otros habían dicho, sola ponía mía la traza, y de ellas
sentencias". 33

Desgraciadamente, no se conserva ningún ejemplar, pero parece ser


que fue editada en Valencia en 1635.
La segunda obra didáctica es la titulada El Buen Pastor, espejo
de curas y sacerdotes. Escrita en 1636 , se publicó en Tortosa en 1641,
según Andrés Baquero; sin embargo, no vio la luz por falta de papel. Fue
este mismo estudioso el primero que citó esta obra, añadiendo algunas
características estilísticas que posee la obra:
"Es un librito didáctico-moral, no mal compuesto, en estilo llano e
insinuante, algunas veces vulgar, aunque escrito (según la portada) con las plumas
de los cuatro Evangelistas". 35

Posee la obra una introducción y está dividida en veintiún capítulos.


Al principio de cada uno de ellos se introduce una o varias frases de Jesús,
El Buen Pastor, extraída de los Evangelios. Resulta curioso el segundo
capítulo, dedicado casi exclusivamente a formar al sacerdote en sus dotes
de persuasión y de predicación, como alude Entrambasaguas.
Como satirizó demasiado Lozano al Clero, hablando de la humildad,

Prólogo a la Segunda parte de El Hijo de David.


Op. cit., pág. 96.
Op. cit., pág. 89.

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46

entre otros dones y obligaciones que debe tener todo sacerdote, no fue
reimpresa, tal vez por venganza de sus propios enemigos.
Fue el mismo Entrambasaguas quien descubrió otra obra de Lozano:
El Marial. En la obra de El Gran Hijo de David más perseguido comenta
don Cristóbal:
"Y aunque en mi "Marial" (si bien aún no se ha impreso y rubricado para
imprimirlo me lo han robado), seguí con el "Abulense", fundado en sus razones,
que son muchas, que no fue aquella misma noche en la que José dispuso su partida."
[]36

Al margen de la página en cursiva para diferenciarla del tipo de letra


de la obra, se lee lo que sigue:
"Advierto esto porque en este libro van algunos discursos como están allí,
y si en algún tiempo el curioso que lo tiene los imprimiese por suyos, se sabrá me
los ha robado". 37

Como se deduce de la lectura del fragmento, compuso Lozano un


Marial que le fue robado, no se sabe con qué intenciones, pero puso sobre
aviso al público de que la obra había sido escrita por él.

36
Primera Parte de El Hijo de David, Capítulo VI, pág. 126.
31
Ibídem.

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VI. OBRAS ASCÉTICO-HISTÓRICAS

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49

1. DAVID PERSEGUIDO

i'1RTE TIRCERA
D E DAVID
PERSEGVID02
Y ALIVIO
DE LASTIMADOS.
}IISTORIA ÇAGRADA , PARRAFRASEADA
con Excmp10 ,y vatas Hi(lorias humanas,
y Divinas.
Aaflda por fu Autor, y corre-,Lb en cft ediccion.
ESCR1TA POR EL DOCTOR DON CHRISI'0V4L LOZANO,
C,m 74ro b14 Sv,t Cr,t4d4, del Partido de He¡¡¡,,, Procurado, Fijc4
de ¡ .Rvcrc'od4 Carnara Apfl 11cA y CApel/an de fi. Magejiad cv/.
,

.Red Cpi11.e de ¡os S,eiores Rc7cs IVs.cvos de ¡a Sim-


ta Igíefia de Toledo.

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Añó 1729:
CO
¿or Licencia En Madrid. A cofla d. Don Pedro Jofeph Alonfo
dlla 1 fe hallara en fu Imprenta , y Libreria en la C4ç de
¿ 3w 1 Çntraít
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50

1. 1. LA CRÍTICA

Casi todos los estudios más actuales sobre la obra de Cristóbal Lozano
son más proclives a la alabanza y a la valoración positiva de sus libros por
su estilo y sobre todo por la influencia que tuvieron en los siglos venideros.
El célebre crítico literario, Juan Ignacio Ferreras, echa de menos la falta de
estudios sobre la novela histórica del siglo XVII: 38
"Con ser abundante la producción de novelas históricas en el siglo XVII, la
crítica no se ha fijado aún en ella, ni la ha conceptualizado como tipo de novela; por
ello, tampoco la ha estudiado como tendencia ni se ha preocupado de sus posibles
variantes".

La singular estima que tiene el conocido Ferreras sobre don Cristóbal


Lozano por ser éste, en su opinión, "uno de los mayores especialistas de
la novela histórica del siglo" se hace patente en el acertado comentario
que realiza sobre la falta de investigaciones acerca de la importancia e
influencia del autor?'
"Y llegamos así (haciendo omisión de varios otros nombres) al gran novelista
Cristóbal Lozano, especialista de la novela histórica, aunque, desgraciadamente, su
importancia y hasta su influencia no han sido aún estudiadas".

En otro orden de cosas, se aprecia un singular afecto por parte de


Entrambasaguas hacia Pío Tejera, ya que silencia el comentario que éste
realiza sobre las obras históricas de nuestro autor. Aunque Pío Tejera llamara
novelas cortas o novelas misceláneas, como aludían los preceptistas del
momento, a las obras el David perseguido y El Gran hijo de David más
perseguido, constata el crítico que no se pueden comparar con las obras de
Cervantes y de Tirso de Molina, aunque "aventajan a casi todas las de los
novelistas de segundo orden de aquella época".'
Pese a los argumentos esgrimidos anteriormente, Pío Tejera realizará,
en mi opinión, la mejor descripción del David perseguido, la cual seguirá
vigente durante bastante tiempo: 4 '

"Historia religiosa novelesca, o mejor dicho Colección de Cuentos


históricorreligiosos (sic) (discursos peregrinos y ejemplos famosos) por medio de
los cuales se amplifica y parafrasea la historia del Rey profeta en forma y manera
donde al lado de la amenidad más culta, campea una erudición sagrada bastante
ostensible, en donde con la erudición y la amenidad, compite la elegancia de un
lenguaje terso y castizo".

Op. cit., pág. 44.


Op. cit., pág. 48.
40 Op. cit., pág. 396.
Op. cit., pág. 397.

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51

Ya había calificado Ticknor42 la obra de don Cristóbal como la mejor


obra de su clase y la más notable composición ascética de su tiempo, sin
que se le pueda comparar ninguna otra obra del reinado de Carlos III.
Más recientemente, Valbuena Prat 43 valora en el David perseguido
la mezcla de lo esencial con lo meramente accesorio, característica ésta
propia del teatro sacro, en especial de Tirso:
"En esto, su forma anovelada de elementos bíblicos en David perseguido,
mezclando lo anecdótico a lo esencial, es hermano del teatro bíblico —de un
Tirso, por ejemplo-, aunque con las diferencias temperamentales entre estos dos
autores".

Otros autores, - Díez-Echarri y Roca Franquesa,' Felipe Pedraza y


Milagros Rodríguez '41 Díez Borque,46 etc- citan a nuestro autor sin hacer
grandes comentarios. Tan sólo Alborg 47 habla del tema y de las anécdotas
de la propia historia de España:
"En su David perseguido cuenta la historia de este rey tomada de la Biblia,
pero intercala muchas digresiones y anécdotas de la historia de España, así como
sucesos varios, de que los poetas románticos del XIX tomaron motivos con
frecuencia".[ . . . 1

Escrita en su madurez, no adolece de los errores cometidos en libros


anteriores. Consta la obra de tres partes, escritas en distintas fechas, sin
embargo, es curioso que lleven al final una Tabla de los pasajes más
notables, además, claro está, de una Introducción.
Fue escrita la Primera parte en 1652, dedicada a don Antonio de
Herrera, la Segunda parte se publicó en 1659 con un gran éxito como en la
anterior y la Tercera parte apareció en 1661, tal vez fue la que más fama le
dio, teniendo bastantes reimpresiones a lo largo del siglo XVIII. La Barrera,
al no conocer el ejemplar, creyó que no la había editado y Tejera pensó que
fue editado póstumamente. Ambos estaban realmente equivocados.
Se refiere también Baquero Almansa 48 al éxito alcanzado por la obra,

42 Ticknor. (1854): Historia de la Literatura Española, Madrid: Imp. de la Publicidad.


Valbuena Prat, Angel (1982): Historia de la Literatura Española, Barcelona: Gustavo
Gil¡.
Díez-Echarri y Roca Franquesa (1968): Historia de la Literatura Española e
Hispanoamericana, Barcelona: Aguilar.
Pedraza, Felipe y Rodríguez, Pilar (1991): Manual de literatura española, Pamplona:
Cenlit.
Díez Borque, J.M. (1975): Historia de la Literatura Española, Madrid: Guadiana.
47 Alborg, J.L. (1974): Historia de la Literatura Española, Madrid: Gredos.
41
Op. cit., pág. 90.

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52

según el número de ediciones que se llevaron a cabo. Además, relata que


don Francisco Gregorio de Salas describe en una de sus poesías los ajuares
de la casa de un zapatero de esta manera:
"Una Gaceta atrasada,
un jilguero y un pardillo,
los Doce Pares de Francia
con el David perseguido..."

No deja de ser paradójico el comentario con el que el gran maestro


Baquero Goyanes inicia en su estudio sobre la Narración y octosílabos
en la prosa de Cristóbal Lozano,49 al considerarlo escritor menor,
aunque ponderándolo con el adverbio normalmente. A continuación
halaga las reimpresiones de las obras Lozano y la influencia de éste en el
Romanticismo:
"Pocos escritores barrocos, de los incluidos entre los normalmente
considerados menores, habrán alcanzado tanta fortuna y popularidad como Cristóbal
Lozano (1609-1667); un muy ameno e imaginativo narrador, casi un folletinista
avant la lettre, cuyas obras principales fueron reimpresas continuamente a lo largo
de los siglos XVII, XVIII y primeros años del XIX, hasta influir en la literatura
romántica: Espronceda, Zorrilla".

Casi al final del estudio, el profesor y crítico Baquero Goyanes vuelve


a elogiar la figura de Lozano por ser la base de las leyendas de los autores
románticos: 50
"La base popular en que parece sostenerse el tinglado narrativo de Lozano
explicaría bien esa tendencia al octosflabo. Así las cosas, cuando los romancistas
del XIX buscan temas para sus leyendas en verso en la obra prosística de Lozano,
no hacen sino devolver a ésta la que podría haber sido su faz originaria. Cristóbal
Lozano narró sus historias no en verso, sino en prosa muy metrificada. Espronceda,
Zorrilla, los románticos, en suma, extrajeron de esa prosa, con toda naturalidad,
obras en verso que, muy frecuentemente, se configuraron como romances".

Álvarez Barrientos 5 ' teoriza acerca de la caída en picado de la


producción novelesca en el siglo XVII. Paulatinamente las obras devotas
dan paso a novelas de ocio y, de esta manera, los lectores desean conocerse
a sí mismos. Pero culpa este autor a don Cristóbal Lozano de que sus obras

Baquero Goyanes, Mariano (1984): Narración y octosílabos en la prosa de Cristóbal


Lozano, Madrid: Editora Nacional, pág. 47.
5° Ibídem, pág. 66.
Alvarez Barrientos, Joaquín (1996): Historia literaria de España en el siglo XVIII:
CSIC, pág. 236.

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53

hayan frenado el desarrollo de la novela moderna, comenzado ya en el


Lazarillo de Tormes:
"La línea abierta por Cervantes, que prendió en Europa, aquí se silenció,
potenciándose un tipo de novela de la que Cristóbal Lozano es un buen representante.
Su David perseguido y las Soledades de la vida y desengaños del mundo que
relatan vida de santos, episodios bíblicos y en las que el individuo no tiene cabida,
cuando el hombre independiente, concreto y autónomo es el fundamento de la
novela, fueron apoyadas y tuvieron una extraordinaria fortuna, siendo reeditadas
en numerosas veces. Este tipo de narrativa [ ... ] frenó el desarrollo de una narrativa
moderna que había comenzado con el Lazarillo y con el Quijote y que basaba su
novedad en la concepción del hombre, solo y distinto, ante la sociedad".

No estoy de acuerdo con lo que dice el señor Barriento, pues no


siempre se muestran los personajes de las obras de Lozano predestinados y
sin identidad, sino que en sus Serafinas (Buscar su propia desdicha) el autor
nos presenta algunos personajes con una fuerte individualidad y manifiesta
la obra un cambio importante respecto a sus libros anteriores, en cuanto
a su estructura y a la libertad expresa que posee el personaje don Félix.
Hay que entender el momento en el que escribe Lozano y comprender que
convive con unos escritores excepcionales de la Literatura Española del
Barroco que podían haber realizado la tarea que le critica el señor Alvarez
Barriento a Cristóbal Lozano.
La importancia de la obra David Perseguido, entres otras, ha sido
referenciada por la profesora del Departamento de Historia del Arte de
la Universidad de Murcia, Concepción de la Peña Velasco, en su artículo
"La biblioteca de Martín Solera, un maestro de obras del siglo XVIII en
Murcia". 52 Resulta curioso que Martín Solera (1714-1766) tuviera entre sus
bienes un inventario de su biblioteca entre las que se incluyen las obras de
Cristóbal Lozano David perseguido en tres tomos por un valor de 18 reales
de vellón 53 y Los Reyes Nuevos de Toledo con una tasación de 7 reales de
vellón.

1.2. EL CONCEPTO DE LEYENDA

El término leyenda proviene del latín legenda («lo que debe ser

11 Peña de la, Concepción (1985): "La biblioteca de Martín Solera, un maestro de obras del
siglo XVIII en Murcia" en Imafronte, n° i, págs. 73-86.
Real de vellón: en tiempos de Carlos II se creó un real de vellón de cuenta con valor de
34 maravedíes, que era el de los reales reducidos. Carlos III (1772) introdujo el busto del
rey en las monedas.

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54

leído») y se puede definir como una narración oral o escrita compuesta por
elementos fantásticos que pretende basarse en la verdad o que está basada
en la misma realidad.
Es preciso tener en cuenta que la precisión histórica deja de ser
el elemento esencial para pasar a un segundo plano, porque lo que más
se intenta lograr es un acercamiento a la intención moral, doctrinal o
espiritual.
A diferencia del cuento, la leyenda suele ser una narración ficticia
que incluye lo misterioso o maravilloso y contiene los elementos básicos
y precisos de una narración: lugar, tiempo, personajes, narrador, etc. En el
cuento hay más imprecisión referida al tiempo, lugar...
La leyenda está unida a una persona, a una comunidad, a un suceso
que se pretender explicar y dar cierta veracidad al asunto. España tiene
la virtud de ser una nación formada por pueblos y costumbres diversas:
celtas, iberos, romanos, judíos, árabes, etc. Las obras de nuestro autor
contienen gran cantidad de leyendas que serán el germen y antecedentes de
las leyendas de los escritores románticos. ¡Cuánto debe el Romanticismo a
las obras el David perseguido, El Gran Hijo de David más perseguido, Los
Reyes Nuevos de Toledo, plagadas todas ellas de extraordinarias leyendas!

1.3. Los TEMAS

El tema del libro es la historia del profeta-rey David, siguiendo


la Biblia y más exactamente el Libro de los Reyes. Lo importante es la
aparición de anécdotas históricas con carácter didáctico-moralizador, que
el autor incluye al final de los pasajes más importantes mediante distintos
ejemplos.
Hay temas que derivan directamente del mundo medieval: de los
cantares de gesta y de los romances. Ejemplos de éstos son: El rey don Pedro
1 el Cruel, los Siete Infantes de Lara, el alcalde Ronquillo, los Argonautas,
etc. Tienen ese carácter popular del que gustaba a Lozano, con un ritmo
determinado por las anáforas y paralelismos que llenan las historias.
Los temas tratados en la obra el David perseguido son heredados,
pero al mismo tiempo sufren una transformación ciertamente innovadora
cuando el autor relata la historia religiosa o vida de santos, etc. En tiempos
de crisis económica y social los escritores, como Lozano, creían necesario
recurrir a la vida de los santos para sobrevivir en un mundo desconcertante.
Aunque el autor moraliza continuamente, es original cuando amplifica
el asunto tratado, dándole un realismo casi novelesco. Podemos afirmar

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55

sin riesgo a equivocarnos que prácticamente no hay tema que no recoja


Cristóbal Lozano.
No está exento el libro de historias de adulterio, de crímenes atroces,
muy del gusto del pueblo por lo morboso, atractivo y espeluznante de los
asuntos.

1.4. LAS FUENTES

Las fuentes de donde extrajo Lozano las anécdotas y temas se


encuentran en:
1.- la Gesta Romanorum o compendio de narraciones escritas en latín
a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV.
2.- Bonum universale de apibus: alegoría escrita por Tomás
de Cantimpré en la que, empleando la figura de las abejas, trata de los
preceptos concernientes a la conducta y a los deberes de los superiores y
de los sujetos.
3.- Leyenda Aurea: conoce a una compilación de relatos hagiográficos
reunida por el dominico Santiago (o Jacobo) de la Vorágine, a mediados del
siglo XIII. El éxito de la obra fue extraordinario.
4.- Speculum Exemplorum: colección de anécdotas y casos históricos
y de relatos piadosos, obra de un escritor franciscano desconocido.
5.- Las mil y una noches: es una célebre recopilación de cuentos
árabes del Oriente Medio medieval. La piedra angular de estas historias
está formada por un antiguo libro persa llamado Hazár Afsána. La historia
principal sobre Sheherazada parece haber sido agregada en el siglo XIV.
6.- La Crónica General de España: escrita por Florian de Ocampo.
La Crónica de España comprende desde la creación del Mundo hasta
la muerte de los Escipiones. Esta obra fue continuada por Ambrosio de
Morales.
7.- Historia Universal y Sagrada.
8.- Historia de los Reyes Godos, de Julián del Castillo de 1582.
9.- Libros de mitología tanto griega como latina.
10.- Sylva Variarum Cancionum, del padre Juan Osorio.
11.-Historia de España, del padre Mariana.
12.- Primera parte del Parnaso Antártico de obras amatorias,de
Pedro Mexía,
1 3.-Chrónica troyana del siglo XV.
14.- Philophof(a secreta, de Juan Pérez de Moya.
Hay un fenomenal estudio realizado por José María Pérez sobre la

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56

influencia de la mitología clásica en la leyenda "Paris y Enone". 14 La vasta


erudición y el exhaustivo análisis hacen de este estudio una delicia fuera
de lo común.

1.5. INFLUENCIA DE LA OBRA EN OTROS AUTORES

El éxito y la difusión de la obra fueron inmediatos: se editó y se


reeditó en multitud de ocasiones, llegando su influencia hasta el siglo XIX.
La novela histórica atrajo enormemente a los autores y a un público deseoso
de conocer la historia, a pesar del continuo carácter didáctico que engloba
el libro.
Don Ramón Menéndez Pidal, 55 uno de los maestros más preciados
y prestigiosos, nada hizo por Lozano. Lo nombró de pasada, enterrándolo
más de lo que estaba y desconociendo que parte de la obra de Zorrilla se
la debía a don Cristóbal. Así para don Ramón los románticos se tomaban
grandes libertades para modernizar la materia legendaria:
"Toda la serie de relatos acumulados por la credulidad de Mariana en su larga
"Historia de España", donde hoy la crítica separa de entre lo estrictamente histórico
algunos trozos de origen épico y otros fabulosos, todo era para los románticos pura
historia, sin que descubrieran un fondo poético especialmente aprovechable en esto
más que en aquello. Buena prueba es el modo con que Zorrilla cuenta que escogió
tema para una de sus obras capitales, "El puñal del godo", la mejor que consagró a
los asuntos épicos". 56

Alude don Menéndez Pidal a las obras de Zorrilla El zapatero y el


Rey y Sancho García y de esta última dice que "sin tiempo para reflexionar,
tuvo que contentarse con mandar traer al teatro un ejemplar de la socorrida
Historia de España de Mariana."Resulta verdaderamente curioso.

Pérez, José María (1989): "La influencia de la temática de la mitología clásica en el


Siglo de Oro: Paris y Enone de Cristóbal Lozano" en Castilla: Estudios de literatura,n°
14, págs. 93-104.
Ramón Menéndez Pidal (1869-1968), filólogo, historiador y medievalista, llegó a ser
Director de la Real Academia Española de la Lengua. Tuvo que exiliarse en la Guerra
Civil, pero el empuje que dio al hispanismo resultó extraordinario. En 1914 fundó la
Revista de Filología Española. Es casi imposible citar todas las obras que escribió; sin
embargo, no podemos olvidar el Cantar del Mío Cid: texto, gramática y vocabulario, el
Manual de Gramática histórica española, La epopeya castellana a través de la literatura
española, Orígenes del español, etc.
56 Menéndez Pidal, Ramón (1974): La Epopeya Castellana a través de la Literatura

Española, Madrid: Austral, pág. 198.

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57

Pero donde nuestro ilustre crítico da un gran resbalón, como


demostraron otros estudiosos, fue a la hora de comentar las fuentes que
tuvo Zorrilla para escribir El puñal del godo:
"El puñal del godo","sabemos tuvo presentes no sólo la Historia de Mariana,
sino el Pelayo de Espronceda, el Roderik de Southey, y el David perseguido de
Lozano, y otros autores. Y no es probable que esos recuerdos los hallasen frescos
en la memoria, si fuese verdad que en veinticuatro horas hubo de escoger el tema
por sorteo y escribir la obra, sin tiempo para reflexionar ni menos para consultar
libros". 57

Por lo que se ha podido saber, Menéndez Pidal alababa por su ingenio


a Zorrilla, pero desconocía que la inmensa mayoría de las obras de éste
pasaban por la lectura de Lozano y, en especial, del David perseguido.
Como se comprueba qué poca suerte tuvo Lozano con la crítica y
cuánto hizo por nuestra Literatura. Y es que como Menéndez Pelayo creyó
que Zorrilla se inspiró en la obra Roderick de Southey, por este camino
siguió Menéndez Pidal, hasta que Alonso Cortés demostró tajantemente con
pruebas en la mano que ni Zorrilla había conocido el poema de Southey, ni
había utilizado más documentación que el David perseguido de Lozano.
De todo el siglo XIX los autores que más provecho sacaron de
Lozano, fueron Espronceda y Zorrilla; este último tomó de modo silencioso
argumentos y frases de nuestro autor, (fuentes estudiadas por Narciso
Alonso Cortés 58 y más tarde por Hurtado y González Palencia, 59 que nada
añaden a lo estudiado por Narciso), a los que sigue en gran medida Joaquín
de Entrambasaguas.

Ibídem, pág. 199.


Alonso Cortés, Narciso (1916): Zorrilla, su vida y sus obras, Valladolid: Librería
Santaren.
Narciso Alonso Cortés (1875-1972), investigador e historiador de la literatura española,
fue miembro de la Real Academia Española. Se especializó en los autores Zorrilla y Lope
de Rueda. Escribió, entre otras, las siguientes obras: Romances populares de Castilla, Las
cien mejores poesías del siglo XIX, Historia de la literatura española.
Hurtado, Juan y González Palencia, Angel (1940): Historia de la Literatura Española,
Madrid: Saeta.
Angel González Palencia (1889-1949), arabista y crítico literario, se doctoró en Filosofía
y Letras. Formó parte de las Academias de la Lengua y de la Historia. Escribió sobre
Cervantes, Quevedo, Ruiz de Alarcón etc. Entre sus obras podemos nombrar La España
del Siglo de Oro, El Cancionero de Jorge de Montemayor, Quevedo, lirso y las comedias
ante la Junta de Reformación. -
Juan Hurtado (1875-1944) fue catedrático de Literatura Española y colaboró con Angel
González Palencia en la elaboración de la Historia de la Literatura Española.

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58

Siguiendo el estudio ya mencionado de Narciso Alonso Cortés,


Zorrilla, su vida y sus obras, realizaré un breve esquema en el que
podremos descubrir hasta qué punto influye don Cristóbal Lozano en la
obra de Zorrilla:

INFLUENCIA DE LA OBRA EL DAVID PERSEGUIDO DE


CRISTÓBAL LOZANO EN ZORRILLA
ZORRILLA CRISTÓBAL LOZANO
Historia de un español y dos David perseguido, tomo I.
francesas, insertas en los Cantos
del Trovador.
Apuntaciones para un sermón sobre David perseguido, tomo I.
los Novísimos.
Sancho García. David perseguido tomo I.
,

El montero de Espinosa. David perseguido tomo 1


,

Dos hombres generosos. David perseguido tomo I.


,

El puñal del godo. David perseguido, tomo II.


Sofronia. David perseguido tomo III.
,

La copa de marfil. David perseguido tomo I.


,

El caballero de la buena memoria. David perseguido, tomo 1.


Los borceguíes de Enrique III. David perseguido, tomo II.
El excomulgado. David perseguido, tomo 1.

Además otros estudiosos han investigado la presencia de la literatura


en la prensa del siglo XVIII. Parece que estaba presente Boccaccio,
Cervantes, Zayas y, por supuesto, Lozano con sus leyendas de su David
perseguido:6°
"El despertar de un nacionalismo que se fue acentuando a medida que
avanzaba el siglo fue el motivo por el que una serie de periódicos rescataron

60
Freire López, Ana María (1995): "Prensa y creación literaria en el XVIII español" en
Revista de Filología, n° 11, pág. 221.

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59

del olvido, insertándolos en sus páginas, textos antiguos u olvidados de autores


españoles. Antes he hablado, como de pasada, de algunos autores presentes en
el Cajón de sastre literario, de Nifo. En La tertulia de la aldea (1775), además
de fragmentos de Boccaccio, se insertaron episodios del Quijote, de las Novelas
ejemplares, y algunas obras de María de Zayas. Guinard identifícó —aporque no se
dice quiénes son los autores de las obras, que con frecuencia se ofrecen resumidas—
textos de La española inglesa, La fuerza de la sangre y La señora Cornelia, de
Cervantes, y El juez de su causa, de María de Zayas. Además, Fernández Insuela ha
identificado más recientemente resúmenes de La gitanilla (11, 1, 3-20) y La ilustre
fregona (II, VII, 3-19); de Tarde llega el desengaño (1, IX, 4-17), La inocencia
castigada (1, XI, 5-18), Estragos que causa el vicio (ü, DI, 3-19), La perseguida
triunfante (11, Y, 3-25) y La burlada Aminta (II, IX, 3-14), de Mana de Zayas; y de
varios textos procedentes del David perseguido, de Cristóbal Lozano".

El insigne crítico Ricardo Navas Ruiz 6 ' en su conocida obra El


Romanticismo españo1 62 estudia en un capítulo aparte la poesía narrativa
de Zorrilla, identificándolo siempre con las leyendas que escribió. Nombra
como fuente las obras Los Reyes Nuevos de Toledo y David perseguido
de Cristóbal Lozano. Según Navas Ruiz, Zorrilla introdujo numerosas
variaciones referentes a los personajes y a los hechos, ya que tenía una gran
facultad para la invención.
Las leyendas de Zorrilla las clasifica en tres grupos, en los que incluye
las obras de Cristóbal Lozano han influenciado en sus obras. Realiza esta
clasificación.
1. De fondo histórico. En este grupo aparecen personajes que tienen
existencia histórica. Reúne "El montero de espinosa", dramatizada después
en Sancho García; "La princesa doña Luz"; "Los borceguíes de Enrique II".
2. De fondo tradicional. Se tratan temas inventados procedentes de
tradición oral o escrita, que llevan inmersos la realización de algún milagro.
Sobresalen "Margarita la tornera"; "El capitán Montoya"; "Dos hombres
generosos".
3.- De fondo fantástico. Las historias insertadas han sido fruto de la
imaginación por el poeta o que están tomadas de alguna fuente novelesca.
Nombra la leyenda "El talismán".

61
Ricardo Navas Ruiz Catedrático en las universidades de Sao Paulo, Ginebra,
Northwestern, California y Massachusetts. Ha escrito una gran cantidad de obras con gran
repercusión nacional e internacional. Obras suyas son Antología de la poesía barroca,
Antología de poesía española, s.XIX, Español avanzado: estructuras gramaticales,
campos léxicos, La poesía de José Zorrilla, Ser y estar: la voz pasiva, etc.
62
Navas Ruiz, Ricardo (1990): El Romanticismo español, Madrid: Cátedra, págs 303-
306.

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Por otro lado la profesora de la UNED M Dolores López Díaz63
estudia la leyenda del «Ejemplo del amigo íntegro», recogido por Cervantes
y éste a su vez tomado del Decamerón de Boccaccio. El tema está presente
en el David perseguido de Cristóbal Lozano "de donde, dos centurias más
tarde, lo tomará José Zorrilla para su leyenda Dos hombres generosos".
Siguiendo con la influencia de nuestro autor en Zorrilla, Salvador
García Castañeda, profesor de la Universidad de Ohio, señala textualmente:
"Se advierte en ellas la presencia difusa y constante de la obra de nuestros
clásicos, y además de Cristóbal Lozano, a quien el poeta «explotó sin piedad»". 64

1.6. EJEMPLOS MÁS DESTACADOS EN EL DAVID PERSEGUIDO

Puesto que las tres partes del David perseguido se acercan a las mil
cien páginas, me es imposible comentarlas ni siquiera en su conjunto. Me
acercaré lo más posible a las que considere más relevantes con un resumen
y alguna característica literaria que estime interesante con el fin de efectuar
algún análisis estilístico del fragmento elegido.

15
1.- De amigos y cómo la adversidad es quien la experimenta

1.1. Argumento

Había un rico mancebo próspero que enviaba a sus mercaderes por todo
el mundo. Ocurrió que en Oriente había un comerciante muy rico también,
el cual le envió regalos para el amo de dichos mercaderes. Quedó perplejo el
mancebo y determinó enviar el doble de dones otorgados por el gentil.
Quiso visitarlo y llevarle joyas y riquezas, y así lo hizo. El gentil lo
recibió con más lujos todavía. Tras varios días de estancia, decide el joven
volver a su patria y, antes de irse, el gentil le quiso regalar las mejores
joyas, lo que agradeció sin aceptar el regalo. Le ofrece una de sus doncellas
y, forzado, elige la que estaba en el corazón del pagano. Se casaron, una vez
que ella fue bautizada.
63
López Díaz, Ma Dolores (1995): "Algunos ejemplos de la pervivencia de viejos cuentos
orientales en la literatura española de los siglos XVI y XVII", en Colección digital de la
UNED, n° it, págs. 179-180.
64
García Castañeda, Salvador (2000): José Zorrilla, Leyendas (Introducción), Madrid:
Cátedra, págs. 9-12.
61 Primera parte, Capítulo VII.

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61

Pero cae en desgracia el caballero y se arruina. Sin saber qué hacer


decide ir a pedir ayuda a su amigo a Oriente. Llega a su casa pero el criado
lo trata como a un mendigo, no dejándole que viera a su amo. Se queda
durmiendo en el portal de una Iglesia y allí matan a un hombre. Aun siendo
inocente, es culpado y condenado a muerte por ello. Cuando van a matarlo,
lo ve el amigo y confiesa para salvarlo que ha sido él el asesino. Todos
quedan admirados al ver esta valentía, confesando el verdadero asesino su
culpa. Se hacen las correspondientes investigaciones y son absueltos los
tres por la sinceridad manifestada. Le ofrece riquezas el pagano al joven
mercader y aquél se casa con la prima del caballero.

1.2. Características estilísticas

El autor nos sitúa en cualquier ciudad sin indicarnos nombre alguno


de ella (Había en cierta ciudad...), pero sí le interesa destacar mediante
parejas de adjetivos (próspero y abundante) y de gerundios (comprando
y contratando) con cierto ritmo en la prosa la personalidad de uno de los
protagonistas de la narración.
Las estructuras antitéticas marcan una duda entre los lectores y la
prosa de su capítulo de un modo pendular en los significados a los que
deben atender el público en general:
"Hallaron allí un mercader gentil, en todo género de mercancía rico mucho,
y poderoso hombre de mucha verdad y liberal en extremo en su trato y en su modo
tenía poco de pagano".

Las plurimembraciones de conceptos que confieren a la prosa


brillantez, celeridad y una cadencia a la prosa que recuerda el verso se
mezcla a veces con una antítesis temporal para acabare! párrafo y comenzar
otra acción relevante:
"El hospedaje, el regalo, el agasajo, 66 el gusto y el servicio con que el
gentil cortejó al mancebo por muchos días, es indecible; porque como era amor
quien lo gobernaba todo y había recado de bienes con que acudir al gusto, un
perpetuo banquete eran los días; las noches, todas saraos".

Las interjecciones que usa Lozano sirven de acercamiento al lector,


familiarizado con expresiones coloquiales, sobre todo en los diálogos. La
cercanía a la prosa y a la realidad que circunda al pueblo es una característica
que permanecerá a lo largo de la obra del autor:

Agasajo: muestra de afecto.

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62

-Ea, amigo, supuesto que riquezas ni joyas no te agradan, porque no


las necesitas, elige de estas beldades, de estas doncellas nobles que tengo para
esposas". E ... ]

Para elevar a lo más alto de la Historia al pagano, Lozano se vale de


la mítica figura de Alejandro,` porque comparándolo con él cobra mayor
estima:
"Imitador fue Alejandro, cuando la dama querida se la dio al amigo. Pocos
Alejandros habrá en esta materia, mas lo que nuestro gentil vino a ser todo un gentil
Alejandro".

Las repeticiones estructurales sintácticas o paralelismos dan a la prosa


un ritmo repetitivo y se convierten en un recurso muy utilizado a lo largo
de sus obras, como ya veremos en el estilo de Cristóbal Lozano (Senabre:
1964; Cuevas: 1972; Paraíso de Leal: 1976; Utrera Torremocha: 1999).
"Alborozado y contento se partió el mancebo a su patria, llevando
a la doncella gentil con la estimación y recato que requerían sus prendas y su
hermosura; con el agasajo, con el galanteo y con sus procedimientos la llevaba
ya cautiva a la voluntad".

De este ejemplo destaca la sátira del autor hacia los falsos amigos
que uno tiene cuando está en la cumbre, y, cómo cuando cae cualquiera
en desgracia, sólo aparecen enemigos, y, tan sólo, a Dios a su lado. Juega
Lozano con claros juegos conceptistas (caer/levantar, abundancial
desdicha) y con metáforas correspondientes a un archisemema 68 textual:
caer en desgracia:
"No hay para un pobre la mano que le ayude a levantar: muchas, sí, para
ayudarle a caer. Por eso el que rueda de la cumbre, donde se vio feliz, no vuelva los
ojos a más hermosos socorros, que le despeñará más, sino acuda sólo a Dios, que es
para todos el remedio [ ... ] Mas hay enemigos doblados que sólo se hacen amigos al
tiempo de la abundancia, y en llegando la desdicha, son traidores".

67
Alejandro III el Magno (356-323 a.C.): Rey de Macedonia y conquistador del imperio
persa. En el año 333 a.C. vence Alejandro a Darío en la batalla de Isos. Éste huye dejando
abandonados a su madre, esposa e hijos; pero Alejandro los trató con respeto debido a su
condición de familia real.
68
Archisemema: término lingüístico utilizado por Pottier. Es definido como la
intersección entre las distintas unidades sémicas (significativas) pertenecientes a un
campo semántico.

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63

2.- De algunos que pusieron manos en los ministros de Dios 69

2.1. Argumento

Cuenta don Cristóbal que don Jaime le! Conquistador 7° en su mocedad


tuvo relaciones con una Dama llamada doña Teresa Vildura, casándose con
doña Violante, hija del Rey de Hungría. Dejó de este modo con dos hijos a
doña Teresa y sin ser Reina. Ella pidió por marido a! Rey a Roma, pero ésta
sentenció contra ella.
El Obispo de Gerona por el agravio que vio que se !e hacía a doña
Teresa faltó a su sigilo de confesión. Escribió una carta al Papa Inocencio
IV dándole a conocer cómo el Rey debía estar casado con doña Teresa, por
lo que sería nulo el matrimonio con doña Violante.
Llegó a oídos de don Jaime el propósito del Obispo y le mandó venir
a la Corte. Una vez que se presentó, obligó al verdugo a que le cortara
la lengua. La crueldad de don Jaime se manifiesta con todo su esplendor
cuando le corta la lengua al Obispo de Gerona por faltar a su secreto de
confesión.
Cuando el Papa supo lo sucedido, excomulgó al Rey y Aragón quedó
sin templos ni sacerdotes.
Arrepentido don Jaime, pidió perdón y con el tiempo fue absuelto
con la condición de que en Gerona fundara una capellanía y en Valencia un
hospital.

2.2. Características estilísticas

Con esa prosa tersa que le caracteriza a Lozano expone este ejemplo
aludiendo a que sólo Dios puede castigar, y no el Príncipe, separando el
poder terrenal frente al poder celestial, aunque confiese que hay prelados
"tontos" que deberían callar y no obrar, pensamientos por los que el clero
no vería con buenos ojos a don Cristóbal:
"Aunque el sacerdote no haga lo que debe, no tiene poder el príncipe para
castigarle ni poner en él las manos, que eso le toca a Dios y a quien ejerce sus
veces en la tierra, que es el Pontífice romano. [ ... ] Cuando vi esta historia, vine

Libro 1, Capítulo X.
° Jaime 1 el Conquistador (1208-1276): Rey de Aragón. Reconquistó Mallorca y el reino
de Valencia. Fue hijo de Pedro II y de María de Montpellier. Cuando accedió al trono, era
un niño, por lo que actuó como regente su tío Sancho hasta el año 1218.

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64

a desengañarme que hay también prelados tontos que hacen boberías que
ocasionan mil empeños".

A pesar de que el autor era bastante misógino, como explicité en el


artículo "Misoginia y erotismo en las obras de don Cristóbal Lozano"
en esta historia da consejos a las mujeres para que no se fíen de nadie, ni
siquiera de las palabras de los Príncipes, porque, en su opinión, los hombres
se inclinan fácilmente hacia una desconocida mujer, goloso el apetito de
nuevo manjar (metáfora referida al sexo):
"Advertencia mucha para que cualquiera señora no afiance la joya
del honor en palabras y promesas de hombres enamorados, por más príncipes
que sean; porque, goloso el apetito de nuevo manjar, les tuerce fácilmente nuevos
empleos".

No seamos ingenuos al creer que nuestro autor silenciaba los


atrevimientos y vicios que tantos había en la corte. Con el afán de
enseñar, también manifestaba su pesar por cuantos se aprovechaban de las
circunstancias y originaban malentendidos entre los nobles:
"El Pontífice daba calor a ello. Y como jamás faltaron chismosos, y más
en las cortes y palacios de los reyes que oyendo en una parte y susurrando en otra
cogen la palabrilla que se cae y el cuento que se dice para ir a relatarlo a quien lo
paga y agradece". [ ... ]

En el plano estructural destacan los paralelismos como factor rítmico


de su prosa que se convierte en un verdadero ritmo de pensamiento y de
partículas distributivas que dan una alternancia a la enunciación:
"Fue tan devoto, que edificó mil iglesias; unas, desde los cimientos; otras,
que fueron mezquitas, consagrándolas a Dios. Fue tan feliz en las armas, que por
treinta veces entró en batalla campal con los infieles y siempre salió triunfante".

En el aspecto léxico la riqueza de vocabulario es ciertamente


extraordinaria. Y digo esto, porque el dominio de la lengua es excepcional.
Usa latinismos, cultismos, etc, pero sin una oscuridad verbal que no pueda
llegar al fin último de su intención como escritor: enseñar al pueblo. Así
en esta la presencia de atroz (cruel), contrito (que siente contrición) y
conjetura (juicio por observación) da una muestra de lo anteriormente
explicado.
No podemos dejar de comentar el final de la historia por su apelación
al lector y por el juego derivativo que hace Lozano con el sustantivo dolor

Lozano Jaén, Ginés (2000): "Misoginia y erotismo en las obras de D: Cristóbal Lozano",
en Al-basit, revista de estudios albacetenses, n° 44, págs. 199-213.

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65

para hacer creer que la Iglesia debe ser respetada por todos, sin excepción
alguna:
"Quédese el lector la conjetur0 que harto hay que ver en el caso. Quien
da muerte con dolor, dolorosamente muere. Respetar el sacerdocio hasta a los
reyes importa, o aparejarse al castigo".

3.- El Alcalde Ron quillo 73

3.1. Argumento

Trata de unos levantamientos, que hubo en tiempos de Carlos y,


realizados por el vulgo. Detenida la traición, son ajusticiados los cabecillas
de las revueltas; no obstante, parecía que de entre los traidores se hallaba
el Obispo de Zamora.
Un alcalde por su cuenta trama junto a sus ministros y criados ir a
visitar a dicho obispo, cuando vieron propicia la ocasión, sacaron un cordel
y lo ahorcaron.
Después de cometida la acción, empezó el Alcalde a sentirse
triste, enfermo y al poco tiempo hizo testamento, recibiendo luego la
Extremaunción. Pidió que viniese el Príncipe Felipe II a su casa y le relató lo
sucedido, con la intención de descargar su conciencia. No quiso el Príncipe
cargar con el Sacrilegio y murió el Alcalde de forma horrible, lleno de
sufrimientos. Fue enterrado en un convento de frailes. -
Cuando dieron las doce, llegaron dos personas que decían ser ministros
de la Justicia de Dios. Asombrados todos, abrieron las puertas y fueron al
sepulcro del Alcalde. Como no podían mover los monjes la losa, pidieron
un cáliz, tocaron una esquina de la lápida y se movió la losa. Presentaba el
Alcalde todo el cuerpo ennegrecido menos el rostro que tenía buen color.
Traído el cáliz, hicieron que la sagrada Forma, que le habían dado, cayera
dentro del cáliz mediante un golpe en la cabeza. Posteriormente, se le quedó
al Alcalde la cara oscura y horrible.
Mandaron que le quitaran la túnica sagrada y en un gran remolino
desaparecieron con el cuerpo yacente del Alcalde.

72
Conjetura: juicio por indicios.
Primera parte, Capitulo X.

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3.2. Características estilísticas

En el comienzo de la leyenda se pretende marcar el tiempo real en el


que transcurre la historia para situar al receptor de la obra exactamente en
la época de Carlos V, pero con un tono desenfadado y respetuoso:
"En aquella Era que reinaba en España uno de los mejores reyes que
ha tenido y a quien la Corona augusta del Imperio ciñó las sienes (que cuando
digamos que fue Carlos V importa poco), sucedió que desazonados los naturales del
Gobierno extraño, se levantaron algunos motines en muchas ciudades y pueblos,
con título de Comunidades".

El drama de la leyenda de la muerte del Obispo de Zamora queda


patente en la narración en la que es ahorcado éste. Con detalles y precisión
Lozano mantiene el suspense de la acción, aunque se sabe el desenlace
final. Es digno de mención el campo léxico-asociativo que crea ante el
término muerte: cordel, pidiendo ayuda, socorrido, dio voces, verdugos,
colgando, agonizando, etc:
"Comenzaron pues, a pasearse, hablando sobre el negocio que fingió iba a
tratar, y cuando más embebido en la plática 74 y más descuidado el obispo con la
conversación, sacó el alcalde un cordel, que llevaba en la pretina, 75 y echándosele
al cuello, dio voces pidiendo ayuda. Acudieron los ministros: unos a ayudarle y
otros a tomar las puertas, por impedir los estorbos. Y antes que pudiese ser de
nadie socorrido el obispo ni pudiesen quitarle de las manos de tantos verdugos, le
echaron de un corredor abajo, dejándole colgado de las barandillas, a vista de
cuantos quisieron verle agonizando en el aire".

La prosa poética es un arte que domina Lozano a la perfección, tanto


es así que aprovecha cualquier ocasión para introducir alguna extraordinaria
metáfora, como ésta en la que un gusano va royendo poco a poco la
conciencia y la vida, alusión metafórica a las Parcas :16
"Nuestro alcalde murió un poco más despacio, porque royendo el gusano
de su dañada conciencia y el estambre de la vida, tuviese en la dilación más
dolor y más tormento".

Decía anteriormente que el autor era bastante misógino y a lo largo


de sus obras lo ha dejada claramente manifiesto. Aquí aparece un caso en

" Plática: conversación.


Pretina: correa.
76
Parcas: en la mitología griega son las tres diosas (Cloto, Láqueris y Átropo) que
determinaban la vida humana y el destino. Atropo llevaba las temibles tijeras que cortaban
el hilo de la vida.

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67

el que satiriza a las mujeres de forma cruel, culpables de arrastrar a los


hombres hasta el mismo infierno:
"No hacen más las mujeres en pecados de flaqueza que hombres doctos en
pecados de justicia: éstos, por pundonor, y aquéllas, por vergüenza, callan las
culpas e infiernan las almas".

Por su condición de clérigo, no podía hacer menos que exponer un


milagro con la finalidad -siempre según don Cristóbal- de salvar almas;
de este modo, entretenía deleitando a los lectores, como ya apuntaran los
clásicos en la conocida dualidad docere/delectare. En este caso el milagro
lo realizan dos Angeles moviendo una losa tremendamente pesada:
"Diciendo esto, sacó de la cinta una varilla, al modo de alguacil, y tocando
con ella a un lado de la losa, se revolvió de improviso, sin que la tocasen manos.
Quedó patente el cuerpo del difunto, cuyo rostro estaba de buen color, muy claro
y resplandeciente, aunque todo lo demás afeado y renegrido. [ ... ] Dándole con la
mano en el cerebro, cayó en el cáliz la consagrada Forma con que le habían
comulgado, y luego al punto se le quedó la cara oscura y fea".

4.- De personas grandes que perecieron a manos de traiciones y de otras


que se libraron de ellas`

4.1. Argumento

Gobernaba Castilla el conde don Sancho García, nieto de Fernán


González, que en venganza por la muerte de su padre Garci-Fernández,
decide luchar contra los moros y arrebatarles todas sus posesiones.
Desgraciadamente para don Sancho, su madre, doña Oña, se enamora
de un prisionero que residía en la Corte, a pesar de la oposición de su hijo
por tener aquél otra religión distinta. Para salir airosa de la situación, pensó
matar a su hijo con algún brebaje.
Confió la señora en una criada suya y determinaron que, cuando
pidiese de beber el conde, le llevase dicha criada el vaso envenenado. El
único fallo que se cometió fue que la criada confió todo lo que habían
planeado a su novio Sancho Montero. El joven se lo contó a su señor; pues
antes era la obediencia que el amor.
El conde dudó largamente si era o no cierto, pero reflexionó y
determinó hacer una prueba. Como si fuese algo normal, se sentó a comer
y pidió de beber; entonces vio cómo la señora hacía una señal a la criada.

11 Primera parte, Capítulo XI, Ejemplo III.

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Él, receloso, quiso que fuese primero doña Oña la que bebiera de ese vaso.
Con ruegos ofreció la bebida, con excusas la rechazaba ella, hasta que por
fuerza hizo que bebiera, muriendo horas después.
Fundó el conde al Monasterio de Oña para calmar los ánimos y casó
a Sancho Montero con la Dama que dio el aviso con una renta de por vida
y con privilegio.

4.2. Características estilísticas

La metáfora "horcas de malos pensamientos" da lugar a una


trimembración de sustantivos que acelera el texto y acumula una serie de
conceptos para explicar el amor de la condesa hacia el turco:
"La bizarría del bárbaro, su robustez y despego cabó tanto en la condesa,
que le admitiera por esposo y e casara con él si el escrúpulo de la religión contraria
y el miedo de su hijo no la pusieran delante tanto inconveniente". E ... ]

En un alarde de prosa bien trabajada unida a una situación desesperada


e insegura por parte de la condesa, Lozano opta por emplear una serie de
oraciones yuxtapuestas para unir el fondo del asunto con la forma expresiva
textual:
"Interponer ruegos era diligencia excusada; irse con él, muerte cierta;
casarse contra su gusto, era lo mismo; no casarse, era morir". [ ... ]

El autor atrae como nadie la atención del lector a la obra, llevando el


tema con alguna pregunta a su propio corazón. Así, cualquiera que leyera
la obra sentiría desprecio y se vería atraído por esta historia:
"Hay más que por complacer a un apetito haya madre que eche la segur" al
natural afecto y quiere matar a lo que dió vida, no sé que haya contado de otra más
que de aquesta condesa".

¡Cómo satiriza y con qué elegancia describe Lozano los desastres


que pueden existir en una casa! Es magnífica la ironía ("andando divertida
la señora anduviese la criada entretenida") empleada para aseverar que
cuando los dueños no dan ejemplo, los criados hacen lo que ven en
ellos. Finaliza el párrafo con un dicho popular como conclusión de la
exposición:
"Fue el caso que la criada tenía también su poco de galanteo: que en casa
de danzador todos suelen ser danzantes, y no era mucho que andando divertida la

Segur: hacha grande para cortar.

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señora anduviese la criada entretenida. Al son que anda la cabeza andan continuo
los pies".

Nuestro autor no podía olvidar su condición de religioso ni dejar de


enseñar deleitando a unas personas sin modelos de conductas, sin ánimo
alguno, en situaciones desastrosas por los tiempos que corren, que vuelven
a poner en uso el aforismo antiguo: horno hornini lupus (el hombre es un
lobo para el hombre). Pero sabe dejar una puerta abierta a la esperanza de
la Fe en Dios para remediar tales desgracias:
"Nadie se vea en tan penosas lides, y si acaso se las acarreare la desgracia,
ármese con David y llame a voces al Cielo: que en tribulaciones como éstas, en
peligros apretados, sólo es Dios quien puede abrir camino".

Como hizo beber el conde primero a doña Oña, Lozano lo retorna de


las costumbres de nuestro país. Y es que don Cristóbal es un vivo reflejo
de la sociedad de su tiempo, aunque con anacronismos, pero que son, a
veces, enriquecedores. De esta manera cree el autor que comenzó esta
costumbre:
"Dicen que nació desde este cuento la costumbre recibida en muchas partes
de España que beban las mujeres antes que los varones".

5.- De agravios y perdonar enemigos`

5.1. Argumento

Dice el padre Osorio -según el autor- que riñeron dos jóvenes nobles,
matando uno al otro. El difunto era joven, ilustre e hijo único de una viuda.
Huyó el asesino y fue a ocultarse a la casa de la madre del difunto, la cual
supo, al poco tiempo, que había sido su verdugo.
Desconsolada la madre por la pérdida de su hijo; por un lado el amor
le provocaba a la venganza; por otro lado por cristiana y por amor a Dios,
deseaba el perdón. Ganó este sentimiento a aquél y perdonó al joven.
Mandó al criado que preparara un caballo, dio dinero al caballero y le
dijo que se apresurara pues la Justicia estaba cerca. Luego, mientras rezaba
la Dama, se le apareció su hijo diciéndole que por su perdón y ruegos lo
había perdonado Dios los años que debía pasar en el Purgatorio.

Primera parte, Capítulo XII, Ejemplo II.

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70

5.2. Características estilísticas

La incertidumbre de la madre ante tal acontecimiento para perdonar


o no al causante de la muerte del hijo amado le lleva a nuestro prosista a
utilizar alternativas posibles para decidir su actuación ante el asesino:
"El maternal amor incitaba a la venganza; el amor de Dios, la provocaba al
perdón. En lo uno, hallaba fuerzas terribles; en lo otro, miraba divinas fuerzas. Allí
disfrazaban la venganza con título de castigo y aquí la estorbaban el castigo con
título de clemencia; por una parte le honestaban el rigor, y por otra le objetaban
la piedad".

Gran moralizador era don Cristóbal y así puede sacar en claro el lector
que hay en nuestras vidas dos oponentes: el uno, la sangre y venganza; el
otro, el perdón, que deben seguir e imitar los lectores.
"Entre vengativa y piadosa, se atormentaba, confusa."Muera, muera," le
decía la sangre al oído. "Perdona, perdona", le decía Dios al alma. A estas voces, se
miraba enternecida; a aquéllas, se hallaba cruel. Hacia Dios, veía los júbilos; hacia
sí, miraba enconos, con lo cual, venciendo propios afectos y ladeándose a la parte
que Dios la inspiraba, se expuso a esta valentía".

La fantasía milagrera de Lozano se halla por doquier, de forma que


debe aprender el cristiano que con oraciones Dios perdona a todos. Por
ello, se le aparece a su madre el espíritu de su hijo dándole las gracias por
lo hecho y comentándole su suerte. El júbilo con el que se manifiesta el
difunto se expresa mediante la exclamación con función vocativa: "Oh,
madre mía!", acompañada de alabanzas hacia su madre por su generosidad
mostrada:
"En haber perdonado, ¡oh, madre mía!, a mi enemigo y haberme ofrecido
a Dios con oraciones has mostrado ser mi madre verdadera, más que en haberme
engendrado. Con tu piedad y tus ruegos has alcanzado de Dios perdón de todas
mis culpas y de infinitos años que, en recompensas de ellas, tenía que estar en el
Purgatorio".

6.- San Pedro Damiano 8°

6.1. Argumento

En esta leyenda luchan dos caballeros y muere uno de ellos. El asesino,


viéndose más pobre y con menos poder, decide ponerse a salvo, ya que lo

11 Primera parte, Capítulo XII, Ejemplo III.

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perseguían. Decide ir a la Corte, pero se presenta el hijo del difunto con


una treintena de mozos bien armados. Puesto que viera el ofensor que nada
podía hacer, se inclinó y puso los brazos en cruz en petición de perdón.
El otro caballero al ver su actitud no pudo sino perdonarle la muerte
que había ocasionado a su padre y decirle que marchara sin miedo. Se fue
el agraviado a dar gracias a Dios y la imagen inclinó la cabeza en señal de
buena acción.
Llegó la noticia al Emperador e hizo que fuese hasta su presencia el
caballero a la Corte para otorgarle más riquezas y cargos públicos.

6.2. Características estilísticas

En este ejemplo de perdón anima Lozano a los creyentes a perdonar


injurias. Como él mismo escribe "el más cobarde se alienta a las hazañas."
Tras haber matado un hombre a un noble decide esconderse en la corte,
lugar que le da pie al narrador a criticarla con crudeza y animadversión:
"Resolvióse, pues, a mudar de domicilio y a curar con la ausencia aquella
persecución, y como no hay donde mejor se encubre un fugitivo que en una
corte real, donde la variación y tumulto son capa contra los riesgos, sabiendo
que el César moraba entre los teutones, enderezó allá sus pasos".

La acción de colocar los brazos en cruz en solicitud de perdón lo


relata el autor como una valentía por parte de los dos; uno por arrodillarse a
suplicar y el otro por ver que ya tenía vencido a su oponente. Pero, además,
la señal o el signo de la Cruz son para un católico algo mágico que hace
reflexionar y pensar en el sufrimiento de Jesús:
"Iba a esgrimir el acero, dándole calor a un tiempo treinta desnudas
espadas, tomó el ofensor la suya y, echándose a sus pies, puestos los brazos en
cruz y postrado de rodillas, pidió que le perdonase y que usase de piedad con un
rendido".

Ya vimos en otra ocasión cómo le gustaba a Lozano recurrir al milagro


que la imagen de Cristo hace al inclinarse sobre un feligrés. De modo que
aquí también inclina la cabeza en tres ocasiones (número mágico) en señal
de bondad y acierto:
"Como católico hizo a una santa iglesia la primera visita, y al inclinarse a
hacer oración delante de un crucifijo, sucedió algo raro: la preciosa imagen del
Salvador le saludó por tres veces, inclinando la cabeza".

Que se pueden observar y estudiar las costumbres en las obras de

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Lozano, es algo notorio a lo largo de sus obras. Llama la atención el uso


constante que hace don Cristóbal de los refranes: "aunque quien huye dicen
que camina más, quien persigue no anda menos." Pero hay muchísimos
más: "Hijo fuiste y padre serás; cual hicieres, tal habrás" o "Que los yerros
por amores, dignos son de perdonar", etc.

7.- De mujeres prudentes y de lo mucho que valen y se estiman 8 '

7.1. Argumento

Narra la vida de la Reina de Portugal e infanta de Aragón, doña


Isabel,82 hija del Rey don Pedro y nieta del Rey don Jaime. Muerto éste, se
la llevaron sus padres, don Pedro y doña Constanza, a su palacio. Con el
tiempo ella pensaba entrar en un convento pero su padre la casó con el Rey
de Portugal don Dionis, nieto de Alfonso X el Sabio.
Tenía la Reina un criado llamado Carlos, quien prometió a su padre,
don Pedro, guardarla de por vida. Se hacía cargo de todo: despensero,
camarero, limosnero.
Como en toda Corte, llegó la envidia de otro valido, Julio, que se
oponía constantemente a las costumbres de Carlos, pues era el favorito del
Rey. Tal odio le tomó a Carlos que quiso vengarse de él.
Tramó luego decir que la Reina era una adúltera y Carlos un infiel. El
Rey, enfadado, discutió con la Reina el asunto, porque entraba demasiado
su valido en su cuarto, hablaban muchas veces a solas y ello le provocaba
celos.
Celoso el Rey dejó de hablarle a doña Isabel, de comer con ella e
incluso de dormir en su propio lecho.
Si lloraba doña Isabel, lo hacía Carlos; si reía ella, también él. Y
esto enojaba cada vez más a don Dionis. Este decidió asesinarlo mientras
paseaba por unos hornos de cal, obligando al jefe de los hornos a silenciar
que iba a asesinar a un valido suyo que sería portador de una nota.
Llamó a Carlos, le dio un papel para el jefe de las calderas y partió
enseguida. Oyó por el camino la llamada a Misa y decidió oírla.

Primera parte, Capítulo XIII, Título 1, Ejemplo 1.


82
Isabel de Aragón (1269-1336): Fue hija de Pedro III de Aragón y nieta de Jaime I. Se
casó con el rey Dionisio de Portugal en 1288. Figura legendaria, por su bondad se hizo
querer de inmediato por los pobres y necesitados. Fue beatificada en 1516, y canonizada,
en 1625, por el papa Urbano VIII.

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73

Después mandó a Julio, tras contarle el plan, con otra nota para que
le confirmara si se había cumplido la orden. Llegó y sin mediar palabras
creyeron que era el que debían echar al horno, haciéndolo de este modo.
Al poco tiempo, llegó Carlos con la carta y le dieron otra nota en la que le
comentaban al Rey que todo había salido como estaba previsto.
El Rey quedó confuso cuando vio entrar a Carlos en Palacio. Le
preguntó por su tardanza y él se excusó con la explicación de que tenía
prometido ir a Misa diariamente. El Rey, viendo la sinceridad con la que le
hablaba, le contó la verdad y cómo había salvado su vida.

7.2. Características estilísticas

No podía don Cristóbal dejar de alabar a cuantos siguen los pasos


hacia la vida religiosa, olvidando lo carnal frente a la virtud y consagración
de su vida a Dios:
"Llevó siempre la mira al estado más perfecto y a conseguir en tálamo
virginal el precioso laurel del celestial Esposo".

No perdona nuestro escritor cualquier crítica, sea el estamento que


sea. En este caso pone su ojo sobre la Corte y las envidias que se producen
en ella, sobre todo entre los validos, privados, etc:
"En la dicha, en la grandeza, sembró la envidia su cizaña: que esto de ver
medras" ajenas, y más en los palacios de los Reyes, de ordinario engendra
odios. Toda la honra que se le hace al privado sirve de veneno al émulo" que lo
mira, y con la misma ponzoña que abriga en su pecho, procura atosigar la gracia
que ve en el otro".

No olvida en ningún momento el potencial lector que se acerca a su


obra, razón por la que le aconseja directamente que amplíe el horizonte de
la historia en otros libros para divertimento de él:
"Lea, quien gustare saberlo todo, las Historias de Aragón y Crónicas
portuguesas, en la vida de Don Dionis, y tendrá muy buenos ratos, porque no da
lugar la estrechez de nuestro asunto a tan dilatado campo".

Llama la atención la circunstancia de que estando el padre de Carlos


en el lecho de muerte le dé aquél ciertos consejos hacia su rey que no puede
dejar de cumplir. Los referiré por su interés en la concepción de estamentos

83
Medras: mejoras, progresos.
Emulo: competidor, contrario.

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74

ciertamente rígidos en la nobleza:


"Estando su padre a la muerte, dicen que, entre otros, le encargó con gran
cuidado guardase estos tres consejos: ser siempre a su rey leal; alegrarse de sus
dichas y dolerse de sus penas, y oír misa cada día, pospuesto todo leal".

Vuelve a las andadas don Cristóbal con su poco afecto que le tiene a
la corte. Sus críticas son constantes, por lo que la percepción que tiene el
pueblo de ella no deja de ser deleznable, puesto que el vicio y la corrupción
campan a sus anchas:
"En el mismo valimiento, en la dicha, en la grandeza, sembró la envidia su
cizaña: que esto de ver medras ajenas, y más en los palacios de los reyes, de
ordinario engendra odios. Toda la honra que se le hace al privado sirve de veneno
al émulo que lo mira, y con la misma ponzoña que abriga en su pecho, procura
atosigar la gracia que ve en el otro".

No podía faltar el milagro y la justicia de Dios entre los hombres que


prevalece por encima de todos ellos. En este caso es el mismo Dios quien
llama a Carlos para salvarle la vida:
"Hoy solamente, pues, por ir a obedeceros con presteza, quebré con mi
devoción; pero al pasar por un templo, oí que una campanilla hacía señal cómo
alzaban al Señor, y llevado de mi afecto, me hallé tan embarazado y tan impedido
de pasar adelante, que me fue forzoso entrar primero a oír misa. Confieso que me
detuve a oír tres, porque no acostumbro, si hay misa comenzada, salirme de la
iglesia. E ... ]

Coligió el prudente Rey, de lo uno y de lo otro, haber sido aquel


castigo justo juicio de Dios, cómo Julio había sido el falso y Carlos el
inocente, su esposa santa y honesta y él engañado".

8.- De las mujeres poco atentas y de la ofensa que causan 85

8.1. Argumento

Relata Lozano cómo gobernaba en Castilla el conde Garci-Fernández,


hijo de Fernán González. En León y Asturias reinaba don Bermudo, apodado
el "Gotoso." Luchaban contra los moros que se acercaban a Castilla con
un número muy superior de guerreros. Como tenía por costumbre Fernán
Antolínez oír misa antes de cualquier batalla, escuchó que estaban ya
guerreando, pero por devoción permaneció en misa hasta que ésta finalizó.

85
Primera parte, Capítulo XIII, Título II, Ejemplo 1.

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75

Mientras Antolínez estuvo en su devoción, un Ángel peleaba en la


pugna tan valiente como él y todo fue vítores y aplausos para él.
Yendo el conde de camino, encontró a un caballero francés, acompañado
de su mujer y de su hija, que tenía tanta hermosura que no tardó en casarse
con ella. Poco amable era ésta con el conde y bastante esquiva.
Después de seis años de matrimonio, pasó por aquel lugar un francés
con el que se marchó. El conde quedó afectado y dispuso a algunos de
sus caballeros, disfrazados, para ir tras ellos. Se enteró del lugar en el que
habitaban y entró matando a ambos adúlteros a puñaladas.

8.2. Características estilísticas

El milagro que relata Lozano fue tratado por Alfonso X en la Cantiga


LXIII. Dice así el texto:
"Fue el caso que mientras Antolínez se estuvo en su devoción, otro caballero
semejante a él, que era el Ángel de su Guarda, peleaba en la batalla tan bizarro y
valiente, que cual rayo entre los moros destrozaba vidas, y en aplausos comunes le
atribuyeron todos la victoria".

No es desdeñable la descripción que hace Lozano de la condesa


Argentina, que, por mucha hermosura que tuvo, fue causa de muchas
desgracias. Como se verá, el autor da un valor preponderante a la mujer en
su sentido negativo ("esquiva", "melindrosa", "zahareña"), como siempre,
respecto a la situación de una familia:
"Correspondió ingrata a su fortuna: a los halagos del conde siempre
esquiva, melindrosa a sus favores y zahareña 86 a su voluntad. Mala pinta en mujer
propia y poco color de honrada: que despegos con el marido siempre amenazan
desdichas".

Abandonado el conde por su esposa al huir con su amante francés,


expresa el escritor su lamento con recursos literarios que le ofrece la lengua
para estas terribles circunstancias: las admiraciones, las interrogaciones
retóricas, las repeticiones. Provoca en el ánimo del lector un sentimiento
de lástima que, posteriormente, justificaría la muerte de ella:
"Ver mancillada su fama, perdido el crédito, desdorada la opinión,
manchados sus trofeos y oscurecidas sus glorias, ¡qué pena no causaría! Qué
tormento! ¡Qué dolor! ¿Hay pensión más cruel ni ley más rigurosa? ¡Que lo que
un hombre no peca, eso le afrente! ¡Que lo que no delinque, eso le ultraje!"

11 Zahareña: intratable.

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76

El drama era inevitable, la muerte de su esposa obligada y necesaria


para recuperar su honra, pues la muerte calmaría los dolores producidos en
sus sentimientos saldando la cuenta pendiente con ambos adúlteros. Como
es costumbre en las leyendas, las mujeres salen mal paradas por culpa de
su adulterio:
"Cogió, pues, el conde a Argentina y al adúltero en su lecho, y sin turbarse
el valor a vista del agravio, les dio muerte a los dos a puñaladas: que a riesgos
tan infelices y a venganzas tan sangrientas ocasiona una mujer mal mirada en
sus obligaciones. Soldó el conde, a ley de caballero, la quiebra de su honor: a la
que tanto amor tuvo, él mismo quitó la vida".

9.- De algunas señoras que, por ser livianas, fueron causan de que
murieran sus maridos. 87

9.1. Argumento

En tiempos del Emperador Justino, el Rey Alboíno 88 con sus lombardos


fue desde Hungría a Italia, se casó por segunda vez con Rosamunda, cuyo
padre fue muerto por su propio marido. Como trofeo de caza llevaba el
cráneo del padre de Rosamunda, Cunimundo, engastada en oro para beber
en sus fiestas. En una de tantas le dijo el marido que bebiera pues su padre
también bebería.
Quiso vengarse Rosamunda y eligió a un valiente soldado para
vengarse de su marido. Cambió de habitación con la criada con la que tenía
amores el soldado. Al ver el soldado a la Reina quedó perplejo. Ésta le
ofreció la posibilidad de ser su esposa, si mataba a su marido.
Por un lado, Peredeo, que así se llamaba el soldado, se consideraba
un traidor; por otro, se veía obligado por ser la Reina quien le suplicaba. Al
fin se decidió por prestarle el servicio que esperaba.
Dispusieron que una noche, cuando estuviera durmiendo el Rey,
daría una señal Rosamunda para que entrara y lo asesinara. Y así fue: entró
Peredeo y cometió el asesinato.
Tomaron luego joyas y riquezas y marcharon a una provincia de Italia
donde reinaba Justino. Allí se casaron, pero duró poco tiempo el matrimonio,

87
Segunda parte, Capítulo XXVIII, Ejemplo I.
Alboíno (-572): Fue el fundador del reino de Lombardía en Italia. Obligó a la princesa
88

gépida Rosamunda a casarse con él. Ésta lo asesinó después de que le hiciera beber en el
cráneo de su difunto padre.

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77

pues también Rosamunda quiso envenenar a Peredeo. Sin embargo, antes


de morir envenenado le hizo tomar la ponzoña a ella, con lo que quedaron
los dos cadáveres.

9.2. Características estilísticas

La crueldad con que nos presenta al Rey Alboíno es realmente


escalofriante, hasta tal punto que es difícil de creer que una persona
pueda cometer esas acciones. Lo que evidencia este retrato es que la única
explicación al matrimonio tal vez sea la venganza de Rosamunda:
"Tuvo este rey un gusto el más extremado y bárbaro, que aunque entre
araucos crueles puede hallarse escrito; y es que traía consigo la calavera del rey
Cunicundo, padre de Rosamunda, muy engastada en oro, para beber con ella en
las solemnidades más festivas. E ... 1
- Toma, Rosamunda, y bebe con esta taza, que con tu padre bebes".

Para vengarse Rosamunda de su marido, recurre a la picaresca


de intercambiar las habitaciones de su criada y la de ella misma. Esta
maquinación no está exenta de crueldad por su parte y pone de manifiesto
lo que tanto propugnaba Lozano: que no hay que fiarse de ninguna mujer:
"Y una noche, la que le pareció más oportuna, hizo, con la traza y disimulo
que la advirtió su industria y su cuidado, que durmiese la Dama en otra pieza y
ella se fue a su cama, y con los terceros que mediaba aquella amistad, hizo recado
a Peredeo de parte de su Dama que fuese a verla. Fue, pues el mancebo, con la
llaneza que solía, y cuando pensó hallarse con su antiguo amor, se halló en
brazos de la reina".

La moraleja final no puede ser más aleccionadora, tan repetida en la


Biblia y retocada con la maestría de nuestro preciado prosista mediante las
trimembraciones enumerativas del final:
"Nadie agravie el nupcial lecho ni de mujer ajena busque gustos; pues tal
vez la adúltera misma, que le ahogó aficionada, vendrá a ser cuchillo, su perdición
y muerte".

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7

10.- La mujer que es honrada en guardar a su marido nunca teme y


Dios la salva.'-'

10.1. Argumento

Cuenta la historia que Maxencio 9° reinaba en Roma, cruel y monstruoso


hombre, que deshonraba a casadas y doncellas. Cada mujer que veía y le
gustaba, le mandaba venir a la Corte para saciar su sed.
Sofronia era una dama de sangre noble, casada con un adelantado de
Roma. Cuando fue vista por el Emperador quedó prendado de su hermosura.
Dio órdenes para que la llevasen a su lado. Conocida la noticia por ella, se
lo comentó a su marido; éste, llevado por el miedo y el respeto, mandó a
Sofronia ante Maxencio.
Apenas oyó esto de boca de su marido, ella tomó más valentía que
antes, les dijo a los mensajeros que esperasen, mandó a las criadas que
guardaran su puerta y tomó un puñal, con el que, tras lamentarse y rezar
ante Jesús para que la perdonase por lo que iba a hacer, se suicidó.

10.2. Características estilísticas

La descripción que se realiza de Maxencio no deja lugar a dudas a la


crueldad con la que es representado. Es un personaje digno de presentación
y ejemplo para aquellos que quieran aprender de las maldades de los demás,
lo que produciría interés y curiosidad por leer la historia sin dejarse un
ápice de ella:
"Reinaba en Roma, el cruel Maxencio, monstruo de crueldades,
deshonraba a casadas y doncellas. En viendo a cualquier mujer de buena cara,
o teniendo noticia de ella, mandaba llevarla a su palacio, sin exceptuar calidad y
nobleza, ni ningún estado. Y en saciando su apetito, volvía a enviarla a los padres o
al marido. Si alguno lo resistía, o lo tomaba a enfado, pagaba con la cabeza".

Es curioso cómo acentúa nuestro autor la cobardía del marido por su


miedo a morir y por la obediencia y sumisión a su Emperador, aunque con
un dolor indescriptible:
"El, con el dolor del alma que se da a entender, y asomando a los ojos lo
que el corazón lloraba, hízose más al miedo que al valor, y por amor de la vida

89
Segunda parte, Capítulo XX, Ejemplo II.
1 Maxencio: emperador romano de Occidente del 306 al 312, era hijo de Maximiano.

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79

arrostró9' su afrenta; mandóle a Sofronia que obedeciese al mandato y pasase por


cuanto le viniese: poco valor para noble, gran mengua 92 para marido".

La situación más dramática alcanza su clímax en la decisión que debe


tomar Sofronia: o ceder a la violación de Maxencio o suicidarse. Al final
triunfa la segunda opción dada la honradez que le profesaba a su marido:
"Diciendo esto, con ánimo bizarro, con valiente osadía, ya Dios le diese el
impulso, ya su valor se le diese (que juzgo que todo fue), se entró el puñal por
el pecho repetidas veces, para que por cada boca saliese, coronada de rubíes,
aquella alma grande. Cuando ya se vio en los últimos alientos, llamó a las criadas,
que se quedaron atónitas al verla, y ya con débil voz, si bien imperiosa." [ ... J

La oración de Sofronia a Dios es soberbia. Interesa destacar cómo


por ser cristiano se puede llegar a todo y en especial intenta Lozano que la
honradez de una mujer esté por encima de cualquier cosa terrenal:
"Decidles a esos hombres que le digan a su amo que las mujeres honradas
como yo, que profesamos ser cristianas, de esta manera miramos por el honor y
vencemos tiranías".

11.- De las doncellas forzadas y castigos de sus violadores 93

11.1. Argumento

En esta leyenda se narran las sacrílegas leyes de Witiza que desobedeció


al Papa y permitió la poligamia, así como el matrimonio de sacerdotes.
Sucedió a Witiza don Rodrigo que dejó también que los clérigos
pudieran casarse. El autor culpa por este hecho la pérdida de la Monarquía
y salva a Caba.
Crió el conde don Julián a su hija Caba Florinda en Palacio y se
enamoró de ella don Rodrigo hasta tal punto que pensó en casarse con ella.
El problema surgió cuando llegó Egilona de África, habiendo sido
traída por orden de don Rodrigo, terminando ambos siendo esposos. Quedó,
por tanto, Florinda burlada. Poco tiempo después se cansó de su mujer
y volvió los ojos hacia Florinda, a la que desde una celosía había visto
bañarse desnuda en una fuente con el descubrimiento de que era más bella
y aseada que su propia esposa.

91
Arrostró: resistió.
`Mengua: desgracia, pobreza.
Tercera Parte, capítulo II.

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80

Resistió valerosamente Florinda los ataques de don Rodrigo. No


pudo resistir éste su amor por Florinda y entró en la habitación de su amada
forzándola. Quedó destrozada Florinda. Rápidamente escribió una carta al
conde don Julián en la que le relataba el daño cometido.
Había en Toledo una Torre de Hércules encantada. Cada Rey ponía
un candado, pues en caso de abrirse dicha torre, se perdería España. Estuvo
resuelto don Rodrigo a abrirla y no encontraron tesoro alguno sino un
vaticinio: "perdería España."
Antes de morir el conde don Julián, quiso vengarse y contó todo ello
al moro Muza. Éste le dio seis mil hombres; en total entre árabes y vasallos
eran unos doce mil. Entraron en la Península y lo arrasaron todo, teniendo
que huir el Rey.

11.2. Características estilísticas

La opinión del autor respecto al tema no se hace esperar mucho y


pone en entredicho que la culpa de la irrupción de los árabes la tuviera la
Caba sino, en su opinión, el tener a Dios enfadado por la desobediencia y
las ofensas. Utiliza Lozano las interrogaciones retóricas para inducir a una
reflexión más profunda sobre el asunto:
Por qué culpan a la Caba de que se perdió por ella aquella Monarquía?...
¿Por qué alegan, pues, por causa de la reina, el quejarse la Caba de su agravio y no
el quebrantar sagradas leyes? Tener irritado a Dios con la desenvoltura, enojado
al Cielo con la desobediencia y ofendida hasta la tierra con tanta crueldad: esto fue
la causa que España se perdiese no que la Caba clamase".

Hay que mencionar la sutileza con que toca don Cristóbal las
partes más íntimas del cuerpo humano, llevándolas en íntima unión con
la Naturaleza (Locus amoenus) para evitar en lo posible situaciones
sumamente eróticas:
"Habían salido todas las damas, y pienso que hay quien diga que la reina
con ellas, a tomar el fresco a una estancia deleitosa, donde, brindadas de la sonora
y cristalina fuente, no sólo dieron al agua, calurosas, las manos, sino que también
quisieron bañarse las partes que el talar adorno cubre y disimula".

Resulta placentero leer con atención el cambio que experimenta don


Rodrigo al conocer a Florinda y especialmente la sentencia que se deriva
del amor pecaminoso, cuando abomina de su esposa:
"Dama, pues, de la reina Egilona era Florinda en la corte y alcázar de Toledo,
silla imperial de los reyes godos, cuando el rey Don Rodrigo, algo cansado ya de

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81

los brazos de la reina, o harto de sus amores (que hasta la mayor hermosura, por
lo muy tratada, cansa el apetito), dio en volver a mirar con cuidado la beldad
de Florinda".

El escritor no dejaba pasar la oportunidad de avisar a las damas de


sus amores o excesos en las relaciones con los demás y recriminaba el
deseo de muchas mujeres de gustar por coquetería:
"Y así, si hay dama, o doncella, que, poco recatada o de propósito da
ocasión y gusta que la vean, no se lamente después si viere a cuestas el daño y el
honor perdido".

Cuando tiene que relatar la Caba a su padre por carta el dolor que
sufre ante la afrenta de don Rodrigo, lo escribe con unas exclamaciones
tales que provocan en el lector lástima y compasión (ése es el efecto que
quería conseguir el autor):
¡Oh, qué vergüenza me causa de escribir lo que no puedo callar! ¡Oh, lo
que tiembla la mano! Oh, lo que me cuesta decir lo que lloro! Mas vaya una
palabra".

Contaba la leyenda que había una torre en Toledo en la que se


pensaba que había tesoros, pero los Reyes creían que, si se abría, sería una
señal de mal agüero; por ello cada uno ponía un candado para que no se
pudiera abrir. El único que lo hizo fue don Rodrigo con la sorpresa que a
continuación se expone:
"En lo alto de la pintura había un letrero que en letras latinas o griegas
decían, vueltas en castellano, de esta suerte: "Quien quebrare estos candados y
abriere este palacio, perderá las Españas. Y ganarlas y sujetarlas han gentes de esta
forma".

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82

2. EL REY PENITENTE
DAVID ARREPENTIDO

EL REY PENITENTE
JDA.VID,
ARREPENTIDO.
HISTORIA SAGRADA.
AUTORIZADA CON LUGARES
de Escritura , Morales, y Exemplos. Añznknsc ca
esta ultima Impresion muchas, y peregrinas
Historias.
POR EL DOCTOR DON CURISTOVAL LOZANO,
Cap: Mm de su i3 f.:&es:ad en su Real Capilla de lo: ScYkYf:
Reyes Vucvoc de 7bledo , Vicario en diversas veces de l.i Villa
df JIç lila, y Prcci,r.idr Fiscal de la Reverenda Ciinara
4pstólica.

CON LAS LICENcrAS XECFÇA*IA.

EN MADRID: EN I 11P9FNTA flE PEDRO MARW.


Año. de 1776.
A cosía d: la Real C&mj'.iñ.a dr J19 Ti 1,r,i L'l'r(rQ; del .Reuo.

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83

La introducción que hace Lozano del libro, a la que sigue la censura


del padre Fray Diego Niseno, quien no ve riesgo alguno para la Fe cristiana y
aprueba su impresión, es digna de mencionar por sus intenciones a la hora de
escribir la obra y sus avisos a los críticos pertinaces de sus obras. Dice así:
"Con harta brevedad (lector amigo) te he cumplido la palabra que te di en la
segunda impresión de David Perseguido, pues ya te hallas con el David Penitente en
las manos. Hojéale despacio, y repásele atento, pues juzgo, que en las moralidades
de su tragedia hallarás, con el cebo dulce, escarmientos provechosos para el alma.
Y si aquél re deleitó con los trabajos de sus persecuciones, y te recreó el oído con
los muchos ejemplares que apliqué a su historia, no halle menos acogida en tu
agrado, cuando con moralidades, y discursos procura apartarte de las malezas del
vicio y guiarte a las deliciosas moradas de la gloria. Y aunque para este camino es
lo común voces sin adornos, y que con lenguaje llano, predican penitencia; con
todo, considerando lo estragado que está ya el gusto por las materias espirituales y
que aun los más devotos les buscan perejiles, he procurado componerte los tratados
con algún aseo y hacerte el plato con estilo, que puedas digerirle, para que picando
así en el cebo del adorno, saques y abrigues la médula del concepto. Este ha sido
mi arbitrio y no otro el intento; con que el que murmurare fastidioso, téngase por
respondido, y no haga materia culpable lo que se dirige a comunes medras".

Como resume el profesor Entrambasaguas, trata la obra de los


amores de David con Bethsabé y el posterior arrepentimiento y penitencia
de aquél.
Consta de nueve Asuntos de carácter moral y, al principio de cada
uno, aparece un tema que lleva un fragmento de los Salmos de David,
enriquecido con la fantasía desbordante de Lozano. Después del tema
coloca ejemplos anecdóticos, que probablemente los compuso para ser
predicados.
Las discusiones sobre temas teológicos las realiza Lozano a modo de
preguntas y respuestas, que él mismo se formula. Son variados los temas
que van desde la confesión hasta la comprensión del alma.
Aún ataca más a la mujer en esta obra como culpa de los males de
los hombres, sin que le falte ingenio (algo hiperbólico), como siempre es
costumbre en él.

2.1.- LA CRÍTICA

Tuvo esta obra menos fortuna que el David perseguido y fue menos
veces reimpresa. Por ello, no es raro que haya escasa crítica literaria sobre
la obra.
La Barrera define la obra como una colección de discursos morales y
vespertinos, sin más comentarios sobre la obra.

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84

Sin embargo, para Tejera es una obrita apreciable. Trata de la caída


y arrepentimiento de David por causa de su adulterio con Bethsabé.
En ella también se halla adornada e ilustrada la historia de este célebre
acontecimiento con anécdotas varias de autores antiguos, lugares de la
Sagrada Escritura y muchas reflexiones propias, tan curiosas algunas y bien
escritas, como la que sigue:
"[...jOigo que me dice algún curioso que a Urías no le mató el pecado
de Bethsabé con David; a lo menos no fue causa próxima que por él le matasen,
sino muy remota; pues antes bien, por el tal pecado se le pudieron seguir muchas
mercedes, muchos beneficios, que David pudiera hacerle, qual suelen hacer otros,
aun sin ser Reyes, a los maridos de las damas que visitan (desdicha grande, que
haya quien por interés admita o permita galanteos en su casa!) ... Miren los casados
cómo se portan en esto, que por negar una deuda se originan tal vez mil disparates;
y quizá descuidos de Uría en esta materia, pudieron ser causa que Bethsabé se
rindiese al ruego: que mujer casada y moza, a ausencias largas del marido, tiene
andado la mitad para dar en la desdicha..." 94

Varios autores, entre ellos Álvarez Santalo, 95 han estudiado la


religiosidad popular y más exactamente, los sermones del barroco en los
que sobresale el lenguaje como hilo conductor de esta artillería emotiva
que se han ganado su puesto en la literatura devocional. En este estudio se
incluye la obra El Rey Penitente David arrepentido.
José Luis Barrio Moya 96 estudió en profundidad la vida y obra de don
Bartolomé Pérez Durán, espargírico de rey Felipe V, un extremeño muy
cualificado que trabajó en la Real Botica, encargándose de preparar los
medicamentos para el monarca y su familia. Entre las obras que contiene
su biblioteca se haya el Rey Penitente David arrepentido, al lado de autores
como San Juan de la Cruz, Cervantes o Montalbán.
Las fuentes de don Cristóbal utilizadas para esta obra siguen siendo
las mismas que las utilizadas para el David perseguido, aunque de bastante
menos calidad.

Op. cit., pág. 398.


Álvarez Santaló, C, et al. (2003): La religiosidad popular: vida y muerte: la imaginación
religiosa, Barcelona: Anthropos.
Barrio Moya, José Luis (2005): "La biblioteca del extremeño Don Bartolomé Pérez
96

Durán, espargírico del Rey Felipe V (1748)", en Institución de Estudios Complutenses.

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2.2.- EJEMPLOS MÁS DESTACADOS EN EL REY PENITENTE DAVID ARREPENTIDO

1.- El adúltero lloroso y arrepentido`

1.1. Argumento

Había en una ciudad un militar condecorado casado felizmente con


una ilustre mujer. Un día él conoce a una bella viuda a la que le comunica
su pasión por ella, sin que ésta rechazase halago alguno.
Al poco tiempo introduce el adúltero a la Dama en el jardín de su casa
y en la oscuridad consuman el adulterio. A pesar del desprecio que él sentía
hacia su mujer, ella le daba cariño y amor.
Una noche la señora se puso a dar gritos y sobresaltos y, asustado el
marido, la despertó con prisas el esposo. Volvió a dormirse la mujer y, al
poco tiempo, volvió de nuevo a gritar despavorida con sudores y temblores.
Otra vez él le rogó que le contase cuanto había sucedido. Y así lo hizo:
había soñado que un demonio se había introducido en el jardín y que la
había clavado un puñal en la parte más frondoso de él, yaciendo cubierto
de sangre.
A la mañana siguiente la tranquilizó y le dijo que hiciera algunos
asuntos: llamara a su confesor, hiciera ¡acomida... Cuando llegó el sacerdote,
lo llevó al lugar en el que había cometido el delito y le contó lo sucedido,
pidiéndole disciplinas, ayunos y cilicios. El confesor sólo le mandó cinco
Aves Marías. Se quedó a comer el sacerdote y entró la mujer muy cariñosa
con abrazos a su marido delante de los presentes, pues había soñado con él
sano y salvo, merced a la generosidad de la Virgen.

1.2. Características estilísticas

Recurre Lozano a los continuos diálogos entre los personajes, lo


que da prueba de que nos hallamos, como diría Baquero Goyanes, en una
pequeña obra teatral muy del gusto de la época.
De nuevo el demonio se presente como el enemigo que es necesario
vencer a través de milagros, pero esta vez desde los sueños de la esposa,
seguidos de un sincero arrepentimiento del marido.
Destaquemos las palabras del marido cuando descubre que realmente
tiene una segunda oportunidad para pedir perdón por su acto sacrílego

Capítulo II. Discurso 1.

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86

cometido:
"Quedóse el caballero aturdido y confuso, considerando a ojos e la razón
que era aquel sueño una representación viva de su pecado; y, contrito, y pesaroso,
sin asomar a los labios las palabras, empezó a decirle: Mi pecado reconozco,
confieso, Señor, mi culpa. Ya echo de ver que debajo de aquel árbol, donde una
y otra vez os he ofendido, quebrantado la fe que debo a mi esposa, mediante el
matrimonio, ha sido el pecado mismo quien me ha atravesado el alma, y me la ha
dejado muerta".

2.- Castigo de dos adúlteros9

2.1. Argumento

En el ejemplo se cuenta que el conde de Nisteria tenía un Caballero,


Julio, quien se enamoró de una Dama casada con un amigo suyo. Como
Felisardo, el marido, estaba casi siempre en casa, poco podía ver la Dama a
su amante Julio; por lo que ella decidió apuñalar a su marido.
Ambos, libres ya de toda atadura, creyeron en la felicidad absoluta,
sin embargo, el Cielo no dejó de castigarlos.
Tenía el conde un carbonero que cuidaba de las provisiones y vivía
en el monte. Una noche vio cómo una mujer desnuda venía huyendo de
un caballero que le perseguía espada en mano. Llegando la mujer a la
carbonera, la atravesó el caballero con su espada de parte a parte y la arrojó
al fuego. Cuando hubo sido abrasada, recogió el esqueleto y desapareció.
Bajó a la ciudad el carbonero y contó al conde lo que había visto; éste
decidió ir a ver lo que ocurría junto al carbonero. De noche y a la misma
hora ocurrió exactamente lo mismo. El conde le preguntó quién era y él
le respondió que era Julio y ella la mujer de Felisardo, los cuales, como
castigo del Cielo, todas las noches repetirían esta escena.
Asustado el conde, les preguntó si podía hacer algo para remediar
tantos males y él le contestó que, probablemente diciéndoles misas, les
podía salvar de tanto calvario.

2.2. Características estilísticas

Hay dos asuntos que destacan en este ejemplo. El primero es el que se


refiere a la comparación de la actitud de la Dama con su marido, tal y como
98
Capítulo II. Discurso II.

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87

hiciera por dar muerte a un ser querido cruelmente:


"Revestida de su pasión ardiente, determinada como mujer y necia
enamorada, al modo que David, siguiendo a esto sus huellas, arrostró a la mayor
crueldad que pudo el inventar el odio y la fiereza. Aguardó ocasión y tiempo, y
cogiendo al marido dormido, le atravesó un puñal y le quitó la vida".

El otro aspecto digno de destacar se refiere a las visiones tan horribles


y dantescas que preludia el Romanticismo, tanto en este tipo de visiones
macabras como en el recurso de volver la mirada a las leyendas y a la Edad
Media:
Vió a la infeliz mujer, que desnuda en carnes y dando alaridos
"[...]

tristes huía lastimada, del que a una de caballo la seguía. Haciendo tornos
a la carbonera, alcanzóla en breve rato, atravesóla el pecho, echóla en la
hoguera; volvió luego a sacarla, y puesta en el caballo, iba a volver la rienda por
donde había venido".

Termina la leyenda con la moraleja de Lozano de que se cuide la


gente de los adulterios y homicidios por el Castigo Divino, aconsejando a
los lectores prudencia y consejos muy útiles:
"Repase, pues, el curioso a la pena cruel a que están sentenciados aquellos
que para lograr sus adulterios y maldades cometen semejantes homicidios,
tan necios y tan ciegos a la razón, que añaden yerros a yerros. Por ocultar la
crueldad con que los lisonjea su apetito, arrostran a mayor culpa, con que, quedando
más enredados, han menester mucho de Dios y mucha clemencia suya para no dar
en los abismos".

3.- Historia delArzobispo Udón'°°

3.1. Argumento

Una de las dos leyendas más conocida es la referida al "Arzobispo


Udón." Había en Sajonia un estudiante, por nombre Udón, poco ingenioso
y bastante rudo. Fue a la Iglesia y pidió de rodillas tener un poco más de
inteligencia y memoria.
La Virgen se compadeció de él y le respondió que sería sabio y su
próximo Arzobispo, silo hacía bien. Cambió repentinamente y todos los
estudiantes y profesores quedaron confundidos. Murió el Arzobispo a los
dos años y Udón fue su sucesor, como le dijo la Virgen.

Haciendo tomos a la carbonera: dando vueltas.


Capítulo V.
100

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88

Desobedeció lo que la Virgen le había advertido y le dio por los vicios


carnales tanto de doncellas como de religiosas. Una noche oyó: "Cessa de
ludo, quia lisisti satis"(Deja ya la burla, que harto, harto te has burlado). La
primera vez lo tomó a risa, pero la segunda y tercera ya le parecieron que
no eran bromas.
Quedó una noche el canónigo Federico, rogando para que eliminaran
de Arzobispo a Udón. Vino un fuerte viento y entraron dos mancebos con
un hacha encendida, que colocaron dos tronos de oro. Llegaron también los
doce Apóstoles en compañía de Jesucristo.
Llamaron a Udón y, al preguntar Jesucristo qué se hacía con él, todos
respondieron que merecía la muerte. Antes de llegar a este término, le dieron
golpes en el cuello con el fin de que fueran cayendo las hostias consagradas
a un cáliz para luego purificarlas. Se retiró la Virgen para no ver el castigo
y le cortaron la cabeza. Contó Federico lo sucedido y todos hicieron ruegos
y alabanzas a Dios y a la Virgen.
Un capellán que venía de Mudeburg vio cómo llevaba Satanás a
Udón en forma corpórea con una gran cadena al cuello, al que le querían
dar de comer culebras y de beber azufre. Viendo esto maldijo a Satanás, a
pesar de todo fue arrojado a una caverna infernal. Se despertó del sueño el
capellán y salió corriendo sin detenerse.

3.2. Características estilísticas

Comienza Lozano relatando el milagro que acontece cuando el Udón


le pide a la Virgen que le alumbre en su ignorancia y que le despierte el
ingenio y la inteligencia. Es uno de los aspectos que más le interesa al
escritor: enseñar a la gente a rezar y a confiar en posibles soluciones ante
los problemas:
"Tus oraciones he oído y he visto tu dolor, tu aflicción, tu desconsuelo.
Hasme obligado a clemencia, y así te hago saber que no sólo serás sabio, puesto
que a mi sagrado te acogiste; no sólo en ciencia harás a todos ventaja, sino que
después que muera el arzobispo que hoy vive, serás electo tú por arzobispo. A tu
fidelidad encargo aquesta iglesia de mi mártir Mauricio. Si la gobernares bien,
tendrás el premio seguro; pero si mal la rigieres, morirás en cuerpo y alma".

Interesa realmente hacer mención de la fantasía (cada personaje


lleva su insignia) con la que Lozano hace gala en los milagros, que como
ejemplos deberían seguir todos los feligreses, quienes probablemente lo
oyeran predicar. En su contexto histórico sería extraño que la gente perdiera

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la calma tras leer u oír este relato:


"Apenas se oyó esta voz, cuando se apareció una multitud de Santos y
Santas, adornados cada uno con su señal y divisa: unos, con insignias de mártires;
otros, de vírgenes y de confesores. Todos se entraron en el coro y tomaron asiento,
según sus dignidades y méritos. Llenaron todas las sillas de la una y otra banda.
Luego entraron, por su orden, doce varones insignes, acompañando a otro, más
que el sol resplandeciente, cuyas sienes ceñía una imperial corona, cuyas manos
adornaba un cetro. Los doce Apóstoles eran, con Jesucristo, Señor Nuestro, Rey
de los Cielos y la Tierra".

Hay dos textos muy próximos caracterizados por la prosa moralizadora


de nuestro autor que no consigue quitarse la idea de tener que persuadir y
alertar a los fieles ante situaciones calamitosas. Mediante un lenguaje sutil
consigue resumir admirablemente los sucesos que acontecen:
"Desdichado el pecador que anda en estas dilaciones, pues cuando no se
cate se hallará sin tiempo y abrazado con la muerte, como este desdichado."
"Ah, infieles, mirad no os suceda el caso, cuando dados al deleite no os
acordáis de esta hora!"

El hilo conductor de esta historia la basa el escritor en varios pilares


básicos: el drama y los milagros o ambos a la vez. Veamos a continuación
un ejemplo en el que Udón comienza a arrojar las hostias consagradas:
Al decir esto, llegó otro con un cáliz, púsole junto a la boca del miserable
Udón, y el soldado, poniéndole boca abajo la cabeza y dándole muchas puñadas en
el cuello, iban saliendo cada una por la boca y cayendo en el cáliz muchas hostias
polutas y manchadas".

No perdona la Virgen las afrentas realizadas por el Arzobispo a las


mujeres. En ocasiones, sin arrepentimiento no duda ni un ápice "La Reina
de Cielos" en castigar con la muerte a quien se lo merezca:
"Apenas se ausentó la Virgen, cuando el soldado ministro degolló a Udón,
derribándole de un golpe la cabeza de los hombros, cuya sangre caliente matizó
las losas frías y el destrocando cadáver quedó espectáculo horrendo".

Como viene siendo habitual en las leyendas del autor, Satanás es el


enemigo de la cristiandad que hay que vencer y desobedecer. Para ello se
basa en las exclamaciones, con el fin de resaltar la necedad de seguir sus
pasos y olvidar el recto camino que él predica. A través de las palabras de
Udón dice textualmente:
"Maldito seas, Satanás, (dice), tú y toda tu familia! ¿Maldito sea tu
mandado y tu imperio todo sea maldito! ¡Maldito sea quien me crió y maldita sea
la tierra donde mis pies puse! Malditos sean los padres que me engendraron, y
cuantas criaturas hay en el Cielo y Tierra, todas sean malditas!"

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IIS]

3. EL GRAN HIJO DE DAVID


MÁS PERSEGUIDO,
JESU-CRISTO, SEÑOR NUESTRO

TERC1RA' PAflT 1). f


'XEL GRANDE HIJO DE DAVID
CI1RISTO SEOR NUESTRO.

HISTORIA EVANGELICA, y SAGRADA,


adornada de var i as , y. admrabks hLrfas, dulces cxcmi
para govierno de la vka Chriítiana.
ESCRIVr0LA EN PARTE EL DOC. DON CHRISTCVAL
Loçano,C - peJJan de los íñorcs Reycs Nuevos de Toledo.
V LA PROSIGUE
EL DOCTOR DON GASPAR LOZANO SU SOBIiNO, CURA
propio que ha fido de la Moraleja la Mayor, dfNcs de Alva de Tajo,
y al prcíenrc de Santa Maria de las Hcrcncia, cnct
Arçobifpado de ToLdo.
Tercera Ituprefsio co:eid4 por (u Autor.

Año T vi
£/

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91

3. 1. LA CRÍTICA

Intentó don Cristóbal seguir el método empleado en el David


perseguido con la diferencia de que si en esta obra trataba los defectos de
la Humanidad a través del personaje de David; en El Gran Hijo de David
intenta poner de manifiesto las virtudes por medio de Jesús.
No hay unanimidad en la crítica acerca de esta obra; por un lado
Baquero Almansa piensa que es una buena obra el libro de El grande Hijo
de David, que trata de las persecuciones de Dios-Hombr&°'; por otro lado,
Pío Tejera' 02 cree que comparada con el David perseguido es "de índole
análoga e igual traza, bien que algo inferior en mérito literario es El Gran
Hijo de David." Para Entrambasaguas, 103 sin embargo, el estilo literario
de la obra El Gran Hijo de David vuelve con mayor interés llegando a su
mayor belleza en Los Reyes Nuevos de Toledo.
El mismo autor nos explica con claridad en el Prólogo su visión de
la obra:
"Christiano Lector, no atribuyas a soberbia ni a jactancia lo que voy a dezir,
sino vna verdad si lo miras sin passión. En mi "David perseguido" fuy suponiendo
siempre lo que ya ha hecho certeza la experiencia, diziéndote que era libro en que
todo género de personas hallarían ya la curiosidad, ya el divertimiento, ya el alivio.
Pero ahora con menos empacho, y con más desahogo, ne atrevo a dezirte que este
Hijo de David, que aquí te ofrezco, es vn libro para todos[.. .]Nadie podrá negarlo;
porque la vida de Christo, trabajos de vn Hombre Dios, sus persecuciones, sus
destierros, sus cansancios, sus fatigas, acampanadas y ilustradas con exemplos de
aquellos que a fuer de buenos soldados imitaron y siguieron sus pisadas, son pauta
y dechado para todo fiel, sin reservarse ninguno el docto, el avisado, el rústico, el
ignorante, el menos cuerdo, el Clérigo, el Religioso, el más cartujo, el casado, el
mancebo, la doncella, aprendan obediencias y enseñanzas, estudien mansedumbres
y paciencias, alivien fatigas, toleren trabajos, diviertan pesadumbres, desechen
enojos y sufran persecuciones".'° 4 [...]

En la obra que nos ocupa, los ejemplos ya no son nada profanos sino
todo lo contrario, ahora se refieren a la vida de hombres ejemplares: los
Santos. Consta de tres partes; la Primera fue publicada en 1663, la Segunda
parte se imprimió en 1665 y la Tercera parte, publicada en 1673, no pudo
escribirla don Cristóbal al sobrevenirle la muerte, tan sólo redactó unas
páginas del principio y el resto lo escribió su sobrino don Gaspar Lozano

'°' Op. cit., pág. 90.


102 Op. cit., pág. 397.
103 Op. cit., págs 47-48.
'°4 Prólogo de la Primera parte.

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92

Montesinos sin la calidad literaria que tuvo su tío.


Don Pío Tejera define bastante bien el estilo de la obra:
"Está vestida y parafraseada de tradiciones piadosas, o sea, de "glosas
dulces, oraciones panegíricas, sazonados ejemplos, vidas e historias de santos,
encaminando todo al objeto de popularizar, para ejemplo y provecho de todos, la
vida y persecuciones de nuestro Salvador". 05

Si don Juan Manuel, celoso de su obra, se encargó de guardar los


títulos y obras en dos lugares diferentes para que nadie dudara de la
autenticidad del autor, don Cristóbal hizo algo parecido, dando todo tipo de
detalles sobre sus obras escritas hasta esa fecha en el prólogo de El Grande
Hijo de David:
"[ ...] Porque desean muchos saber y tener todos los libros que he escrito, y
algunos ya no se hallan, y otros por estar en diferentes librerías se llevan diminutos,
los mencionaré aquí todos, porque tengan los curiosos luz de lo que buscan. El
primer librillo, intitulado: "Flores Sacramentorum" y el del "Buen Pastor," espejo
de Curas y Sacerdotes, con otro de humildad, intitulado: "Trágicos de Lucinda",
como ha más de veinte y quatro años que los imprimí en Valencia, y no se ha
buelto a imprimir, es raro el que se halla de estos tres. Los que no faltan ni faltarán
en Madrid, por las muchas impresiones que se han hecho y se harán de ellos,
son los de "David perseguido", en tres tomos. [ ... ] Otro del "Rey Penitente", y la
Primera parte del "Hijo de David", y esta Segunda que sale ahora, que todos son
seis cuerpos. La Tercera parte en que cerraré esta Historia, saldrá, si Dios me diere
salud, con toda brevedad, en habiendo dado al molde el de los Reyes Nuevos de
Toledo, tarea curiosa; y después la del "Hijo de "David" más excelente, libro en
que cortaré la pluma más delgada". °6

3.2.- EJEMPLOS MÁS DESTACADOS EN EL GRAN Hijo DE DAVID MÁS


PERSEGUIDO

1.- Oración fúnebre evangélica, en alabanza de Santa Lucía. °7


1.1. Argumento

Tras un largo discurso de ejemplos de Santos sobre la condición


de pureza y castidad frente al estado del matrimonio, lleno de disgustos,
peligros e inconvenientes, comienza a relatar la vida de Lucía.

Op. cit., pág. 397.


106
Prólogo de la Segunda parte.
Primera parte, Capítulo IV, Ejemplo III.

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En su juventud fue Lucía una hermosa joven que traía tras de sí a


muchos pretendientes. Ella rogaba a su madre que no la casase y que su dote
fuera repartida entre los pobres, pues su verdadero Esposo era Jesucristo.
Había un mancebo de Zaragoza que estaba enamorado de Lucía. La
perseguía por donde iba y ésta lo rechazaba continuamente.
Un día le comentó el enamorado que lo que más le había impresionado
y de lo que estaba enamorado era de sus ojos. Ella entonces entró en su
aposento y con un cuchillo se sacó los ojos y se los envió al joven.
Llegó a oídos del Emperador Pascasio lo sucedido y le hizo venir a
Palacio. Le llamó bachillera, rapaza y la mandó a una casa pública. Por
último, el tirano ordenó rodearla de aceite, pez y resma y le prendieron
fuego. Luego, un vasallo suyo le atravesó la garganta con la espada.

1.2. Características egtilísticas

Es probable que parte de esta leyenda fuera escrita como sermón de


una homilía. No obstante, se puede apreciar ciertas repeticiones rítmicas
estructurales que le confieren al texto una intención de reflexión por parte
de los fieles:
"A la perfecta apostólica (préstanse los Apóstoles le venia), pues vendió
y dio por Dios todas sus cosas para comprar el tesoro de los Cielos. A la gloria de
la fortaleza (conózcanlo los mártires). A la rosa de la virginidad (permítanlo las
vírgenes). A la honra de la cristiandad (confiésenlo los fieles). A la afrenta del
infierno (no podrán negarlo los abismos). Al trofeo de los Cielos (celébrenlo los
ángeles)".

Importa este ejemplo por lo referente a la virtud que supone dedicar


toda la vida a Jesús, evitando problemas, hijos peligrosos. Así pues, casi
toda la historia gira en torno a ello. Obsérvese la estructura sintáctica
(coupling) que se repite y que intensifica el valor de la enumeración:
"Aunque en la virginidad y pureza está la mayor perfección, hay muchos
que se van tras del gusto del matrimonio, viendo que el estado el de la virginidad
y pureza, no atinan a conocerlo, o no lo quieren conocer, aunque se lo diga a voces
un San Pablo [...I De qué cuidados de honra, de qué embarazos de hacienda, de
qué molestias de hijos, de qué peligros de casa, de qué disgustos de condición y
de qué montaña de inconvenientes se libran los que se consagran en estado puro
a Dios".

Las apelaciones continuas al lector, el uso de las interrogaciones


retóricas en manos de Lozano se convierten en recursos estilísticos que

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rompe la linealidad de la prosa para interrumpir con brusquedad la narración.


Es una estructura semejante la conversación cotidiana de preguntas y
respuestas, aunque en este caso se omita la parte implícita de la pregunta:
"Pero pregunto: ¿No parece cosa dura que un hombre rico y poderoso haya
de dar y vender todas sus riquezas, todos sus bienes, para comprar y haber este
riquísimo tesoro? [ ... ] ¿Sabéis por qué? Porque vos las llamáis así, no porque en
la verdad ellas lo son. [ ... ] Pues si todo lo de esta vida es nada, reinos, mandos y
riquezas, ¿qué mucho es venderlo todo por tesoro tal, que es Cristo por tan preciosa
margarita, que es la vida perfecta y pureza virginal? ¿Quién con tal cebo no cae en
tal red?"

Interesa el ruego que hace Lucía a su madre para que no la case con
ningún hombre, y sobre todo su devoción a Jesucristo por quien dará sus
ojos para eludir a su amante:
"- Madre mía - dice Lucía, bañada en lágrimas tiernas: Por la bendita Santa
Águeda, que te alcanzó la salud, que me otorgues esta súplica, que no me cases
que me dejes en estado virginal, y que toda mi dote se reparta luego a pobres de
Jesucristo, que es mi verdadero Esposo".

Por último, no podía Lozano dejar de alabar los ojos de Lucía con
todo tipo de metáforas y comparaciones, típicas del siglo XVII, "perlas","
soles"... Es pues el tema secundario de la leyenda y de ese modo lo mostrará
como el núcleo de su ofrenda a Dios. Además, el amor del mancebo hacia
Lucía nace en la belleza de sus ojos esplendorosos; posiblemente fantasía
de Lozano. La isosemia'° 8 del significado fuego aparece en este fragmento
(luz, sol, arder, abrasar)como elementos integrantes de la metáfora Ojos!
Soles:
"[...]Añadiendo, por contrera, que él no buscaba hacienda, ni quería riquezas,
reinos ni coronas, sino solamente gozar sus hermosos ojos; que sus ojos eran el
imán atractivo de su alma, que sus ojos eran soles en que ardían, luces en que se
abrasaba, y que sus ojos, en fin, le tenían perdido, loco y muerto".

Como es sabido, el drama no puede dejar de aparecer en esta historia


referida a Santa Lucía. Sin embargo, la crudeza de los hechos está atenuada
por las palabras que ella misma pronuncia como si no hubiera ocurrido
absolutamente nada:
"Diciendo esto, entróse en su aposento, e inspirada del Espíritu divino (pues
claro está que a no inspirarlo Dios hiciera Lucía mal en tal arrojo), sacó un cuchillo
de un estuche, pidió un plato, y con más valor y ánimo que Porcia ni Sofronia, se

118 lsosemia: Término lingüístico tomados de los lingüistas Greimas, Rastier y Pottier. Viene
a ser una concordancia sémica (significativa) entre las distintas unidades del discurso.

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sacó entrambos ojos y puestos en el plato, llamó con gentil despego a la criada (que
atónita y pasmada de ver el espectáculo, se quedó como difunta)". [ ... ]

2.- De las formas y disfraces que toma el demonio para engañar a los
fieles. 109

2.1. Argumento

Este ejemplo trata sobre San Andrés Apóstol"° muy querido por
todos por casto, caritativo, limosnero, a quien casi todos los hombres se
encomendaban.
Celoso Satanás, quiso tentarle disfrazándose de mujer hermosa y
aseada. Fue al palacio episcopal con la intención —decía- confesarse con
el Obispo. Le contó a éste el demonio que era de sangre real y que había
huido de su casa por no faltar a su Celestial Esposo, inquiriéndole por el
lugar más adecuado para su recogimiento.
El Obispo se encontraba atónito ante tal mujer por su hermosura,
nobleza y propósito. Él le contestó que por esas gracias su palacio y lo que
fuera de él, lo utilizase como suyo. Luego la invitó a comer y no podía
dejar dicho Obispo de admirar su elegancia. Al poco tiempo llegó un
peregrino que quería hablar con el Obispo y complacer cuantas preguntas
le hiciesen.
El demonio le preguntó en primer lugar cuál era el mayor milagro
que había hecho Dios en una cosa pequeña. Le respondió el peregrino que
las caras distintas de los hombres en las que se hallaban los sentidos.
La siguiente pregunta formulada por ella fue en qué parte viene a
estar la tierra más alta que todo el Cielo. El le contestó que en el Cielo
empíreo" donde está el Cuerpo de Cristo, pues su cuerpo está hecho de
sustancia de nuestra carne.
Los asistentes estaban cada vez más perplejos de las respuestas y la
"Dama" cada vez más enfadada. La última cuestión fue cuánto espacio y
cuántas millas había desde la Tierra al Cielo. Respondió que se lo preguntara
a quien lo había mandado, porque él había medido a palmos el espacio, al

Segunda parte, Capítulo V, Ejemplo II.


° San Andrés: Uno de los doce apóstoles de Jesucristo y hermano de Simón (que más
tarde sería el apóstol Pedro). Andrés fue el primero de los discípulos de Jesús en recibir la
vocación. Un retrato apócrifo del siglo III refiere que murió en Patras, atado a una cruz en
forma de equis. Esta forma sería conocida después como la cruz de San Andrés.
Empíreo: supremo, divino.

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ser arrojado del Cielo, hasta caer en el abismo y que la "Dama" no era
mujer sino el demonio disfrazado.
El Obispo refirió el caso al pueblo y les aconsejó que orasen y que
hicieran ayunos por San Andrés que había venido a protegerlos.

2.2. Características estilísticas

¿De qué manera podía el Demonio seducir a un buen Obispo? No


hace falta tener mucha imaginación para adivinar que sería disfrazado de
mujer, pues ellas saben con sus encantos seducir a cualquier hombre de
cualquier condición, sazonado todo ello con una dosis de Lozano por el
poco amor hacia la mujer:
"Como sabe que la sensualidad vence a Sansones, derriba Davides y al
Santo más penitente le pone en apretura, quiso embestirle con ella, y para esto se
disfrazó de mujer".

Las respuestas de San Andrés a las cuestiones de Satanás son


espléndidas, pero si hay alguna con más ingenio posiblemente sea con
mucho la primera, en la que habla de las caras de los hombres y de los
sentidos:
"E...] El mayor milagro de la mano poderosa era la diversidad y excelencia
de los rostros humanos, pues entre tantos hombres como ha habido y habrá
en el mundo no se podrán hallar dos cuyos rostros en todo se parezcan. Y
asimismo no es menos maravilla que en el pequeño rostro de un hombre pudiera y
constituyere Dios todos los sentidos corporales: la vista, el oído, el olfato, el gusto
y el tacto".

Las exclamaciones dirigidas al demonio son dignas de leer, ya que


para el sacerdote es su peor enemigo. Manifiesta la indignación Lozano
mediante expresiones muy realistas realizadas a cosas tangibles. He aquí
lo que dice:
"løh, malvado! ¡Oh, traidor! Y qué bien que lo finges, habiéndote
descomedido de los mismo que deseas! Estás a tiros de beldad y a rayos de
hermosura asaltando por los ojos el alma y el corazón del santo obispo; es todo
tu conato que consienta y que caiga en la lascivia, y para provocarle más finges
desvíos. ¡Oh, cautelosa maldad!"

Atónitos todos ante el poder de Dios, quisieron saber quién era el


peregrino que había intercedido entre el demonio vestido de mujer y el
Obispo, deslumbrado por la belleza de ella. La respuesta era fácil: San
Andrés había tenido la valentía de presentarse ante el demonio y dejarlo en

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ridículo (gran ejemplo para sus lectores):


"Oyó Dios su devoción y fuele revelado aquella noche cómo su abogado
y devoto San Andrés había sido quien con aquel disfraz le fue a sacar del peligro.
Alborozado y gozoso el buen obispo, tomó con más fervor la devoción de su Santo,
consagrándole cada día mayor culto y reverencia. Vea ahora el curioso cuánto
importa tener Santo de devoción que acuda a las ocasiones de un demonio
disfrazado".

3.- De muchas maravillas y milagros que obra de Dios por la


intersección de su Santísima Madre." 2

3.1. Argumento

El asunto versa sobre una religiosa, llamada Beatriz, de grandes


virtudes que vivía en un monasterio. Un clérigo por el hábito que llevaba
tuvo más libertad de lo normal para entrar y salir del convento. Intentó
cortejarla éste y ella se veía acosada por doquier. Ella fue cediendo día a
día, siempre implorando la ayuda de la Virgen para acabar con todo esto.
Un día ella tenía la custodia de la puerta, decidió huir con el clérigo. Fue
al altar de la Virgen y le suplicó que guardara las llaves pues ella estaba
perdida y no era digna de tenerlas.
Se marchó con él, pero no pasó mucho tiempo para que se cansara el
clérigo de ella, menospreciándola y abandonándola. Beatriz no sabía qué
hacer; si iba con sus parientes, encontraría vituperios; si fuera al convento,
hallaría desprecio y humillaciones por parte de sus hermanas de la orden.
Decidió gastar quince años en vicios. Cuando transcurrió este tiempo, fue
al convento a preguntar por ella misma y le contestó el vicario que tenía
las llaves de la casa, puesto que era una Santa de la que las demás tomaban
ejemplo.
Cuando se volvió para marcharse, ya que no sabía si era un sueño
o había perdido la razón, se le apareció la Virgen y le refirió que la había
servido con devoción y afecto y por ello la había suplido sin que nadie se
percatase.
Beatriz llorando amargamente tomó de nuevo los hábitos y comenzó
una nueva vida llena de penitencia y cilicios.

111 Segunda parte, Capítulo IX, Ejemplo VII.

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3.2. Características estilísticas

Está lleno de moralejas este ejemplo sobre todo hacia las mujeres.
Ya -según él- desde la mocedad hay que tener cuidado y no ceder ante
la tentación carnal, por eso metafóricamente hablando debe guardar las
llaves:
"Pero se debe mirar que hay oficios peligrosos en quien no tiene edad
madura, y más en mujeres, que a fuerza de su fragilidad, con poco fuego que atice
una ocasión se abrazan en el incendio. Santidad y virtud fuertes torreones son para
que una mujer moza cumpla sus obligaciones; mas fiar las llaves de la clausura a
mocedad y belleza, mientras se vive en esta carne mortal, es desatino".

La didáctica, la enseñanza mediante ejemplos constituyen los pilares


básicos de muchas historias y leyendas con un fin moralizador especialmente
a las mujeres, a las que les pide humildad y contención carnal ante unos
hombres despiadados y deshonestos:
"Buen escarmiento, buen dechado para que aprendan doncellas a mirar por
el honor y a no creer a lisonjeros lascivos, a aquellos que sólo tiran a saciar su gusto
y a huir de la obligación; hombres mal mirados, de pensamientos ruines, hazañeros
en el prometer, infames en el obrar".

No desperdicia una oportunidad Lozano para criticar todo lo


que encuentra fuera de toda norma. Aquí y ahora le toca a sus propios
compañeros clérigos y a las mujeres que se dejan seducir por ellos:
"No porque el hábito sacerdotal, la púrpura o la corona, honre y sublime a
alguno, ha de ser causa para que la religiosa, o la doncella, se fie de sus palabras
para cometer ofensas; que si hay alguno que, a fuer de bien mirado, cumpla con su
obligación, hay muchos que mal atentos desprecian lo que han gozado".

Por último, destaca el autor que el perdón es siempre posible y que


la Virgen perdona cualquier pecado por grave que sea. Para mostrarlo
claramente nos sitúa ante un milagro de la Virgen:
"-Beatriz: por lo que me has servido con tu devoción y afecto, ha quice años
que he suplido el oficio de tu ausencia, disfrazada de ti misma y acudiendo a todas
las obligaciones y menesteres que a fuer de buena monja te incumbían. Nadie te
ha echado de menos, nadie sabe lo que pasa. Entrate, pues, en tu celda: toma tus
llaves, prosigue con tu oficio, y haz penitencia de tus culpas".

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4.- De quien con maña y industria, a fuer de trabajos y fatigas, sacó a
una pecadora del atolladero de la culpa`

4.1. Argumento

Hubo por el Helesponto un caballero ilustre, casado con una Dama


no menos famosa que él. Tuvieron un hijo al que llamaron Abraham,
lleno de dones y gracias. No quiso saber nada de mujeres, hasta que le
obligaron a casarse. En plena boda sucedió que llegó un rayo de luz de
Nuestro Señor como señal, que lo dejó aturdido. Abraham dejó entonces
a su mujer y fue en busca de Cristo, hallando una cueva que tomó como
alojamiento, en tanto que los demás lo buscaban por todos lados sin poder
hallarlo.
Al fin lo encontraron y él les comentó que quería vivir como Jesucristo.
Cerró la celda y dejó una ventanilla para que le llevaran pan y agua. Así
estuvo durante diez años.
El Obispo de Tenla, por tener por imposible darles la Fe a ese pueblo,
pensó solicitar la ayuda de Abraham. Le habló y le convenció. Tomó los
hábitos Abraham, llegó al pueblo e hizo construir una pequeña Iglesia
con su dinero. Los infieles empezaron a darle palos y a lanzarle piedras
y lo dejaron casi muerto. De esta manera estuvo el pueblo durante tres
años dándole palizas a Abraham y él, mientras, perseveraba dando gracias
a Dios. Por fin, después de ver lo que el Santo padecía y aguantaba, los
ciudadanos recibieron la Fe y fueron bautizados.
Abraham, tras haber logrado lo que se proponía, decidió retirarse de
nuevo a su celda, donde era continuamente acosado por el Demonio sin
lograr nada positivo.
Falleció un hermano viudo de Abraham y dejó una niña de corta edad
huérfana a la que llevó con él, dándole todo cuanto necesitaba. Ella vivía
feliz y radiante, aunque Satanás, envidioso de la Fe de Abraham, quiso
volver a tentarlo cuando contaba María veinte años. Se disfrazó Satanás
de fraile e hizo gran amistad con Abraham con quien se veía casi todos los
días. Con el paso del tiempo logró Satanás que María cayera en sus garras
y se hizo dueño de su honor.
Mientras tanto María se daba cuenta de lo que había hecho y ni dejaba
de llorar ni de lamentarse. Avergonzada y sin saber dónde ir se hizo moza
de mesón, en donde vendió su cuerpo.
Abraham estaba desconsolado y creyó necesario ir a buscarla por

113
Segunda parte, Capítulo XIV. Ejemplo único.

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loo

todos sitios; estuvo dos años sin tener fortuna en su búsqueda. Andando el
tiempo, oyó que había en un mesón una hermosa moza y fue al lugar. Allí
estaba María, pero no sabía Abraham qué hacer. Tras meditar, se vistió de
rico galán y pidió que le mostrasen esa hermosa moza de la que tanto le
habían hablado. Para ello dio bastantes doblones al mesonero y enseguida
salió María.
Se sentó al lado de Abraham y empezó a tocarle la cara con mil
amoríos, sin embargo, al tocar su piel de penitencia, comenzó a recordar.
Disimuló Abraham con alegres palabras. Cenaron como verdaderos reyes,
a pesar de la pesadumbre interna de Abraham, y marcharon a un cuarto
muy escondido. Cerraron bien la puerta y le contó que él era su tío que la
había criado como a una hija y que siempre Dios perdona a los pecadores
con lo que le rogaba para que se fuera con él. Ella optó por volver con él,
pues él cargaría con sus pecados y así se marcharon ambos para proseguir
con sus vidas de penitencia.

4.2. Características estilísticas

Que Abraham estaba destinado a vivir una vida dedicada solamente


a Dios, ya lo expone Lozano desde el principio y, como es idea fija en él, a
costa de evitar mujeres y negocios:
"Abramio, que, desde niño, al paso que a la virtud se inclinó al recato, a lo
espiritual, a lo perfecto, huía totalmente de los lazos de Himeneo y de entregar a una
mujer su libertad. Nombrarle mujeres, decirle de bodas, tratarle de casamientos, era
darle pesadumbre y era quebrarle los ojos. Nombrarle dignidades, cargos y oficios
le daba poca ambición".

La entrega de Abraham a la vida espiritual no estaba bien vista por


los habitantes de las ciudades y lo golpeaban sin arrepentimiento alguno
hasta dejarlo sin aliento:
"Aunque estaba tan herido y maltratado, volvió en sí a la media noche;
vióse con algún aliento, púsose en pie y fuése a orar a la iglesia. Al punto que fue
de día, fueron los bárbaros a ella; no a convertirse ni a orar, sino a ver, curiosos, la
hermosa arquitectura de la obra, y hallando a Abramio vivo y puesto en oración,
más indignados y crueles que la vez primera, le dieron nuevas heridas y, atándole
con cordeles y con sogas, le llevaron arrastrando por las calles, tirándole de unas
partes y otras muchas pedradas, hasta dejarle ya casi sin vida".

Como buen predicador que era don Cristóbal, da consejos a las


madres para que las hijas jóvenes no tengan confianza con nadie y menos

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con hombres por muy amigos que sean. Y es que el autor prefiere el clásico
tema de enseñar deleitando:
"Harto ejemplo para los que tienen en sus casas mujeres que son, para
visitarlas, de buena cara o de poca edad, por virtuosas que sean y por más recato
que profesen, no llevar visitas de hombres, aunque vayan con cualquier pretexto
de amistad, de esto o lo otro, porque suele ser muy en descrédito suyo lo otro que
los lleva".

Las revelaciones de Dios pueden ser variadas y múltiples, de ahí que


lo onírico sea un reflejo de ello por el que ve Abraham dragones y palomas,
indicio de que debe buscar a María:
"[...]Soñaba el santo viejo que veía un dragón terrible y espantoso, que salía
de su oscura cueva y enderezando el paso a su celdilla entraba dentro, y a una
simple paloma que tenía allí su nido, hecha presa de sus garras, se la tragaba y
comía, y que por los mismos pasos se tomaba a su morada".

El acercamiento y la humanidad de Abraham hacia el pueblo lo refleja


Lozano mediante los diálogos (muy próximo al teatro, como ya apunté)
entre la pecadora y la Virgen. Ésta no despecha a la pecadora, sino que,
muy al contrario, perdona cuando existe arrepentimiento. Así se lamenta
María por haber hecho una necedad con estas exclamaciones:
-Ay, desdichada de mí! ¡Ay, infeliz suerte mía, pues me miro enredada
con tanto pecado y vicio! ¿Ay de mí mil veces, y cómo la tierra no me traga!

Es Cristo el ejemplo que debe seguir la Humanidad, no ya David.


Es por eso que priman por encima de las demás citas bíblicas dos
fundamentalmente; por un lado la comparación que se refiere a Cristo y la
Samaritana con Abraham y María; y por otro Cristo y la Magdalena:
"Cristo, con la Samaritana, hablaba, sí y conversaba; mas ayuno y bien
sediento (pues aun un poco de agua que le pidió, fatigado, ni se la dio ni la debió);
pero nuestro Abramio, que en cincuenta años no había mirado a mujer; que de pan
y agua nunca se le había hartado; que cosa de carne no había comido jamás; que
vino nunca supo a qué sabía. [...]

Hecha toda a los sollozos y hecha toda un mar de lágrimas, se arrojó a los
pies del santo viejo, al modo que a los de Cristo se arrojó la Magdalena; comienza
a regarlos con el derretido aljófar y a lavarlos con ósculos repetidos, hablando y
diciendo sentimientos y ternuras".

No puedo acabar el comentario de esta obra sin hablar de la referencia


que hace Lozano en "Santa Bárbara" al mágico número tres, en el que no
cita detalles como las tres negaciones de San Pedro, o lo referente a la
Resurrección que fue al tercer día, entre otros; ni podía dejar olvidado el

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milagro que ocurrió en Hellín, respecto a la imagen de Santa Bárbara:


"Mirad: el número tres es el más misterioso y perfectísimo, y así,
Plutarco le llamó justicia, y al dos le llamó pleito; en el número tres hay principio,
fin y medio. En las ceremonias fúnebres, así gentilicias como judaicas, tres veces se
conclama a los difuntos y tres se les dice vale. De tres cosas consta el hombre: de
alma, de cuerpo y unión; tres son las potencias del alma: memoria, entendimiento
y voluntad; de tres modos está el hombre: echado, o sentado, o en pie; tres virtudes
tiene el agua: líquida, fecunda y potable; tres efectos dan las lluvias: agua, nieve y
granizo; tres, los árboles: hojas, flores y frutos; tres, el fuego: llama, luz y carbón;
en el Sol, siendo uno, hay tres, como personas: sustancia o cuerpo solar, rayos
y lumbre; en la voz humana, siendo una sola cosa, hay como otras tres: la voz
que engendra las palabras, las palabras mismas y la eficacia de hablarlas; tres son
las virtudes: Fe, Esperanza y Caridad; tres son las furias, tres las harpías, tres las
parcas, tres los promontorios. Y, finalmente, siendo Dios uno en esencia, son tres
personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. [...1
Siendo esto así, ¿Qué maravilla que haga prodigios Bárbara con su imagen?
Sucedió en la villa de Hellín repentinamente una tempestad soberbia, movida,
como puede presumirse, de los demonios, para destruir los frutos y aun las vidas
de los hombres. Entre otros muchos rayos y centellas, arrojó uno sobre el templo
y ermita de esta Santa y sobre su mismo nicho, pareciéndole al demonio que ella
sola le estorbaba e impedía sus intentos; pero apenas el rayo rompe la pared y el
nicho, cuando al ver la milagrosa imagen de Bárbara, sobre cuya cabeza bajaba
perpendicularmente enderezado, con ser cosa tan veloz, se pasma y se suspende;
con ser tan voraz fuego, se hiela cual mármol frío, y para fe y testimonio de que
Bárbara le vence, dejando intacta a su imagen, cae a sus pies destroncado". ' 4

"4
Destroncado: rendido.

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4. LA GRAN HIJA DE DAVID


MÁS EXCELENTE

1.1. LA CRÍTICA

Según se desprende del Prólogo de don Cristóbal a la Segunda parte


de El Gran Hijo de David más perseguido, pretendía escribir, después de
Los Reyes Nuevos de Toledo, la obra El Hijo de David más excelente.
Sin embargo, en el prólogo de la Tercera parte de El Gran Hijo de
David más perseguido, dice don Gaspar Lozano que la corona de toda esta
obra sería la Grande Hija de David, que su tío dejó escrita. Dice así:
"Últimamente seguiré el mismo rumbo, explicando el Texto del Evangelio
con la mayor autoridad de Padres, y Expositores, aplicando símiles escogidos,
y notables cuando se ofrezca, y algunas Oraciones Evangélicas, aunque pocas,
por imitar al Autor en la Primera Parte; y si en todo no consiguiere la imitación,
proseguiré como alcanzare hasta las últimas cláusulas de esta Historia. Tú, lector,
disculpa, y corrige los borrones de esta Tercera Parte, en tanto que sale la
última, y luego en la Grande Hija de David, que mi tío dejó escrita, la corona
de toda esta obra".

Sobre este libro hay que decir que Andrés Baquero ni la conoció ni la
mencionó, probablemente ni leyera los Preliminares. Para Tejera todo esto
es muy raro y cree que ambos escritores se referían a la misma obra:
"La Grande Hija de David," que no llegó a publicarse (la misma, acaso, que la
prometida por D. Cristóbal con el título de: "El Hijo de David más excelente".' 5

Es muy probable que la obra estuviera dedicada a la Virgen María,


con el fin de concluir el recorrido que hizo don Cristóbal de David, Jesús y
faltaría, pues, la Virgen, para que fuera ejemplo de la mujer.
Quedó sin publicar la obra, pues don Gaspar murió cuando se
imprimió la Tercera parte de El Hijo de David, ya que no pudo concluir la
Cuarta parte ni publicar La Hija de David.

111 Op. cit., pág. 76.

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VII. 0BRA HISTÓRICO-NOVELESCA

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LOS REYES NUEVOS DE TOLEDO

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LOS REYES NUEVOS


DE TOLEDO.
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108

1. 1. LA CRÍTICA

Cuando tenía algunos pliegos escritos de la Tercera parte de El Hijo


de David, dejó Lozano esta obra inconclusa para escribir su nueva obra
titulada Los Reyes Nuevos de Toledo, por haber sido nombrado Capellán
Real; por lo que decidió escribir un nuevo libro sobre la Capilla, en la que
permanecería hasta el fin de sus días:
"Amigo lector: confiéssote en primer lugar mi culpa, que ha sido grande, de
interrumpir la Historia Divina, que iba prosiguiendo del Hijo Soberano de David,
torciendo la pluma a este nuevo rumbo; pero ruégate que admitas por descargos
querer ser agradecido, a fuer de su Capellán, aquellos Serenísimos y Cathólicos
Príncipes, que son renombre de Reyes Nuevos yacen sepultados en su Real Capilla
de la Santa Iglesia de Toledo. Considerando que el tiempo honra las memorias, y que
las largas edades sepultan en el olvido las más heroycas hazañas, he procurado que
las de estos claros Reyes, por ser raras y excelentes, salgan a la luz, a donde todos
las vean; las loen y las admiren. Y porque para más gusto aya otros digressos por
principios las principales grandezas de la Ciudad Imperial y de su famoso Templo:
pues siempre es plato más sabroso y más deleytable ramillete, el que aliña el gusto
con diferentes picantes y el que compone la vista con diferentes flores. Alegraréme,
pues, de que esta diversión ceda en utilidad, y gusto tuyo, y que no te desagrade lo
que me ha costado algún trabajo, consolándote, de que con toda prisa se dará a la
116
estampa, y pondré a tus ojos la Tercera Parte del Hijo de David".

Quiero dejar claro en primer lugar que la crítica literaria que desarrollo
no obedece a un criterio cronológico, sino que está ligada en virtud de un
sentido de coherencia textual.
Las opiniones críticas suelen coincidir bastante, al ser una de las
mejores obras de Lozano. Seguramente, la opinión más concreta y seguida
por todos sea la de Ticknor:
"La obra es de fines del reinado de Felipe IV, cuando la prosa había ya
perdido toda su pureza y dignidad; pero Lozano, exento de la afectación y mal
gusto de su siglo, escribía con más sencillez y claridad que la mayor parte de sus
contemporáneos. [ ... ] Gustó tanto, que en el espacio de cincuenta años, obtuvo once
ediciones, y consiguió en la literatura española un puesto que nunca ha perdido del
todo". 117

Para Tejera es un libro escrito, a la vez con soltura y desembarazo, con


grande corrección de estilo y lenguaje, bastante bien escrito y fácilmente
narrado.

"6 Prólogo de Los Reyes Nuevos de Toledo.


"7 Ticknor. (1856): Historia de la Literatura Española,Madrid, Imp. de la Publicidad.

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109

Otro de los críticos sobre la obra de Lozano es Baquero Almansa,


que, como Tejera, sigue fielmente a Ticknor:
"La obra de los "Reyes Nuevos de Toledo" "más gustosa resulta hoy la
lectura de sus "Reyes Nuevos." Capellán de la Real capilla de este nombre, en la
Catedral, primada y con la obligación de rezar diariamente por el eterno descanso
de los reyes de la casa de Trastamara"." 8

Joaquín de Entrambasaguas señala que "sobresale la fantasía típica


de Lozano, despertando un interés que se sostiene continuamente." Indica
parte de su estilo en su obra Estudios y ensayos de investigación y crítica.
De la leyenda de Rosamunda a Jovellanos:"9
"El estilo de la obra, ingenuamente sencillo, pero con cierta elegancia,
supera, como ya dijimos, al de las demás obras de Lozano, en que resaltan más los
defectos propios del autor y de la época".

José Enrique García Melero cita en su libro Literatura española


sobre artes plásticas, volumen 1, la obra del autor refiriendo los temas que
incluye sus obras:`
"Durante el siglo XVII se publicaron varias historias de la Ciudad Imperial,
de entre las cuales se destacarán aquí las de Francisco de Pisa, Cristóbal Lozano y
Pedro de Rojas. [ ... J Cristóbal Lozano, capellán del rey en la capilla de los Reyes
Nuevos de Toledo, escribió en 1635, siendo ya reeditado en 1674, un libro, en el
que trató en el primer volumen sobre los monumentos más notables de esta ciudad
imperial y en el segundo de los reyes de la dinastía de Trastámara, desde Enrique
II, que están enterrado en dicha capilla de la catedral de Toledo".

La obra se inserta con un comentario sobre el autor en "Miradas sobre


Toledo. Manuscritos, incunables, mapas y obras e impresos desde el siglo
XV al XIX 11 : 12 '

"Cristóbal Lozano (Hellín, Albacete, 1609 - Toledo, 1667) sacerdote y


escritor muy conocido en su tiempo, fue capellán de la Capilla de Reyes Nuevos
de la Catedral de Toledo desde 1664 hasta su muerte. Gracias a ello se sintió en la
obligación de escribir este libro con las biografías de los monarcas enterrados en
dicha Capilla. Incluye noticias de monumentos y antigüedades, así como el relato
de las principales leyendas toledanas. En ellas da muestras de una gran fantasía a

118
Op. cit., pág. 90.
Pág. 321.
120 García Melero, José Enrique (2002): Literatura española sobre artes plásticas,Madrid:

Encuentro, pág. 118.


121
"Miradas sobre Toledo. Manuscritos, incunables, mapas y obras e impresos desde el
siglo XV al XIX" (2007), en Anaquel: boletín de libros archivos y bibliotecas de Castilla-
La Mancha, n° 36, pág. 27.

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110

la vez que verosimilitud lo que le reportó una gran aceptación por parte del público
de la época".

Abdón de Paz estima que la novela histórica de la época arranca de


Ginés Pérez de Hita con su obra Guerra civiles de Granada, al que sigue
Lozano y otros muchos autores españoles y extranjeros: 112
"En vista de tal entusiasmo, que preocupaba todos los corazones e inspiraba
todas las inteligencias, no es de extrañar que la novela histórica, que había presentado
á Europa el escritor murciano Ginés Pérez de Hita con sus Guerras civiles de
Granada hacia el año 1590, más de dos siglos antes de que Walter Scott la diera
a conocer en Escocia, apenas tuviese imitadores entre nosotros, si se exceptúan la
Historia tragi-cómica de D. Enrique de Castro,del vizcaíno Francisco Loubayssin,
dada a la estampa en 1617, El caballero venturoso del cordobés Juan Valladares,
que aunque preparado para la imprenta en aquel mismo año no llegó á publicarse,
y Los Reyes nuevos de Toledo, que aparecieron en 1667, escritos por Cristóbal
Lozano, capellán, como D. Pedro Calderón, de la insigne Metropolitana".

La ciudad de Toledo es alabada continuamente por escritores e


historiadores hasta por Cristóbal Lozano. Luis Gordo Peláez cita a nuestro
autor en la obra Los Reyes Nuevos de Toledo de la edición de 1666, reed.
Alcalá de Henares, 1727, pág. 7 por su testimonio sobre la ciudad de la obra
sobre la que trabajamos: 121
"Nunca en mi sentir mas grande y opulenta Toledo que ahora, nunca mas
dilatada y espaciosa, nunca mas magestad, ni mas imperio, pues bien mirado,
rebentando ya de grande, dilato y ensancho hasta Madrid su señorio..."

El mismo Feijoo en su Teatro crítico universal, tomo VII, menciona


a Lozano y a su obra Los Reyes Nuevos de Toledo para tratar el tema de la
cueva de Toledo que comunica con la parroquia de San Ginés: 121
"32. La cuarta, que dicha Cueva siempre fue asunto de varias patrañas del
vulgo Toledano; y así, por decirse tantas cosas de ella, el Sr. Arzobispo Siliceo,
según refiere Lozano en la Historia de los Reyes Nuevos de Toledo, la hizo
registrar por muchos hombres, que entraron, y discurrieron por ella muy despacio
con hachas encendidas; pero no dieron noticia de otra cosa, sino de que había en
su concavidad grandes murciélagos. No faltarían quienes creyesen eran demonios
debajo de la apariencia de murciélagos. Ni faltarían tampoco quienes atribuyesen

122
Paz de, Abdón (1867): "La novela española. Estudio histórico-filosófico desde su
nacimiento a nuestros días", en Revista de España, n° 37.
23
Gordo Peláez, Luis (2002): "Concurrencia de poderes en los espacios públicos en
el Renacimiento: La plaza del Ayuntamiento de Toledo en el siglo XVI," en Anales de
Historia del Arte, n° 12, págs. 57-77.
124 Feijoo, Benito Jerónimo (1785): Teatro crítico universal, Pamplona: Imprenta de Benito

Cosculluela.

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111

a influencia de los espíritus malignos, habitadores, del sitio, la funesta resulta de


algunos de los registradores, que murieron en breve dañados (a lo que debe creerse)
del infecto ambiente de la Cueva. La entrada de ella se tapió luego por orden del
Sr. Siliceo. Y hoy se muestra el sitio por donde se entraba a los pies de la Parroquia
de S. Ginés".

En la obra Los Reyes Nuevos de Toledo se hace mención a los Porceles


de Murcia, así como lo hizo Lope de Vega en su obra con el mismo nombre
ofendiendo a la familia. Cuenta la leyenda que una noble dama dio a luz en
el mismo parto a siete niños. Para no ser considerada una adúltera o estar
maldecida por el demonio mandó arrojar a seis al río. El padre impidió tal
desvarío y los entregó a varias personas para que los criasen. Pasado el
tiempo, la madre se enteró del engaño y los acogió con cariño:`
"El parto múltiple: producido por haber acusado de adúltera a la pobre
madre de mellizos y consiguiente deseo o maldición de que los cielos venguen
a la insultada. [ ... ] Otras aparecen en los Porceles de Murcia obra en la que Lope
ofendió a la familia [...] y aún Cristóbal Lozano en Los reyes nuevos de Toledo
(1667)".

En esta obra se alude a espectáculos y costumbres típicas de España.


Así se hace referencia a la fiesta de correr toros como señala el profesor
Angel Luis Molina, mencionando la obra Los Reyes Nuevos de Toledo. En
su artículo "La fiesta. Aproximación a la vida lúdica en la Murcia de finales
del medievo" señala el profesor Molina: 111
"Entre los espectáculos organizados, el más popular y arraigado es, sin
duda, la "fiesta de correr toros". Con razón decía Cristóbal Lozano, capellán de los
Reyes Nuevos de Toledo, que en España "...en no aviendoles, se hace quenta que no
hay fiesta". No es de extrañar, por tanto, que cada vez sea más frecuente que en los
festejos organizados por los motivos más dispares, el concejo murciano adquiriera
toros para agarrochar; pero no sólo se realizaban corridas de toros en festejos laicos,
sino que también pasaron a ser habituales en las grandes celebraciones religiosas
tras la celebración de los actos litúrgicos".

Anteriormente tuvimos la oportunidad de indicar que la profesora


Concepción de la Peña Velasco en su artículo "La biblioteca de Martín
Solera, un maestro de obras del siglo XVIII en Murcia" había compilado
las obras de éste entre las que se hallaban el David perseguido y Los Reyes

125
Fradejas Lebrero, José (2008): Más de mil y un cuentos del siglo de oro, Madrid:
Edición del autor.
126
Molina Molina, Ángel Luis (1996): "La fiesta. Aproximación a la vida lúdica en la
Murcia de finales del medievo", en Murgetana, n° 93.

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112

Nuevos de Toledo. Incluso la autora nos señala cómo es su estilo en palabras


del ilustre Baquero Goyanes:' 27
"Además de este autor tenía Los Reyes Nuevos de Toledo (N.O III), relato
novelesco cuyo argumento estaba inspirado en la dinastía de Enrique de Trastámara,
fundador de la capilla de la que el escritor fue capellán". En el libro se narran las
diversas aventuras sufridas por los reyes que habían sido sepultados en aquel lugar
hasta 1406. Esta obra fue muy bien acogida en su tiempo y prueba de ello sería que
a partir de 1669 que se publicó, se reeditaría en bastantes ocasiones. El éxito de los
relatos de Lozano es atribuido por Baquero a su tono popular, efectista y ameno".

Dejaremos para el final la concepción que tenía el gran Menéndez


Pelayo sobre Cristóbal Lozano cuando se refiere a Los Reyes Nuevos de
Toledo, especialmente a la cueva de Hércules, de la que hace un estupendo
resumen que se podrá leer posteriormente en el comentario de esta
128

"Pero todo esto es nada en comparación de las invenciones de los


historiadores toledanos Alcocer, Pisa, el conde de Mora y, sobre todo, de famoso
Lozano, que publicó a fines del siglo XVII los reyes nuevos de Toledo (sic), especie
de novela histórica o historia novelada con muchos pormenores caballerescos
y fantásticos".

1.2. LAS FUENTES

Como estudió Entrambasaguas, las fuentes de la obra se hallan en


las Historias que más sobresalían sobre Toledo: la del conde de Mora,
la de Alcocer, la del doctor Pissa y, como no, la Historia de España de
Mariana.

1.3. ESTRUCTURA Y CONTENIDOS

Vio la luz la Primera edición de la obra en 1667.


En el Libro 1 trata de los orígenes de Toledo, lleno de la fantasía que
le caracteriza a Lozano. Habla de sus monumentos, como la Catedral, y
relata las leyendas que hay sobre la ciudad, manteniendo vivo el interés por
la obra en general.

Op. cit. Pág. 84.


127

Menéndez Pelayo, Marcelino (1992,3 ' edición): Historia de los heterodoxos españoles,
' 28

Madrid: CSIC, pág. 208.

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113

En el Libro II se narra la Historia del Rey don Enrique 11,129 que


frente a los dramaturgos del siglo XVIII, se le alaba por sus virtudes y por
sus grandes dotes de gobernante, en oposición a don Pedro 1, sanguinario
y cruel Rey.
Contiene el Libro III la historia de don Juan 1,130 obra menos
interesante que los demás.
El Libro IV cuenta la Historia del Rey don Enrique III el Doliente, ," a
quien casi adora por ser un hombre lleno de virtudes. En él destaca también
los pasajes en que aparecen las luchas entre los Fajardos y los Manueles,
así como la matanza de los judíos.

1.4.- EJEMPLOS MÁS DESTACADOS EN Los REYES NUEVOS DE TolEDo

1.- La cueva memorable de.Hércules,y.palacio encantado de Toledo 132

1.1. Argumento

La leyenda de La cueva de Hércules arranca -según Lozano- de la


Iglesia de San Ginés. Tiene una entrada allí mismo y sale a tres leguas de
la ciudad. Está hecha maravillosamente con arcos, columnas y en aquel
lugar depositaron grandes tesoros y riquezas cuando fueron expulsados los
moros de España.
Según la tradición, comenzó la cueva Tubal y Hércules la amplió.
Al llegar los romanos, la engrandecieron aún más. Para unos sirvió la
cueva como templo de Hércules; para otros fue un lugar de huida de los
cristianos.
Decía la costumbre que quien abriera la cueva, después de ser cerrada
y sellada, se vería España en desgracia. Llegó al reino don Rodrigo y, goloso
de las riquezas que hubiere allí, decidió entrar. Había en letras griegas una

129
Enrique 11(1333-1379): rey de Castilla. Hijo bastardo de Alfonso XI, fue el primer rey
castellano de la dinastía Trastámara. Luchó contra su hermano Pedro 1 el Cruel y le venció.
El rey Enrique II firmó tratados de paz con Portugal y Aragón.
110 Juan ¡(1379-1390): fue rey de Castilla de la casa de los Trastámara. Al enviudad, se

casó con Beatriz, hija del monarca portugués Fernando 1. Creó y definió las funciones del
Consejo Real y favoreció a los juristas, a la nobleza y al clero.
IM
Enrique III (1390-1406): rey de Castilla. En 1393 comenzó el gobierno personal del rey
que se caracterizó por una política autoritaria y centralizadora. Sometió bajo su poder a la
alta nobleza y controló a las ciudades a través de corregidores.
132
Libro I. Capítulo II.

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114

inscripción que decía:


"El Rey que abriere esta cueva y pudiera descubrir las maravillas que tiene
dentro, descubrirá bienes y males."

Valientemente entró el Rey con algunos acompañantes, encontrando


una estatua grande en medio de un ensordecedor ruido. Estos se quedaron
quietos hasta que cesó el ruido y vieron un arca con un letrero que decía:
"Quien aquí llegare y esta arca abriere, perderá a España y será vencido de
semejantes gentes".

Mandó cerrar el arca. Salieron de allí temerosos y obligó el Rey


silencio a todos. Una vez cerrada la puerta, oyeron voces de batallas,
hundiéndose, a continuación, la vieja torre.
En palabras de Menéndez Pelayo el resumen de esta leyenda viene a
ser de este modo:
"Allí se lee a propósito de la casa de Hércules: sentaremos por fijo que
Túbal dio principio a la fábrica de la torre, y que Hércules el famoso la reedificó y
amplió, sirviéndose de ella como de real palacio y leyendo allí la arte mágica... A
una manga de esta "cueva", como tan gran mágico, hizo labrar Hércules un palacio
encantado, el cual palacio mandó que se cerrase y que ninguno lo abriese si no
quería ver en sus días la España destruida por gente bárbara. Los pormenores de la
entrada de don Rodrigo se habían ido enriqueciendo más y más, hasta parar en la
pluma del buen Lozano: llegaron a una cuadra muy hermosa, labrada de primoroso
artificio, y en medio della estaba una estatua de bronce, de espantable y formidable
estatura, puestos los pies sobre un pilar de hasta tres codos de alto y con una maza
de armas que tenía en las manos, estaba hiriendo en la tierra con fieros golpes".

1.2. Características estilísticas

El inicio de este capítulo es excepcional por el guiño que Lozano


le hace al lector como cómplice de sus escritos, siendo éste el único que
realmente le importa cuando vuela su pluma para explicar las maravillas
que hay en Toledo:
"Tenga el lector paciencia, y si acaso se cansare de saber, y ver algunas
antigüedades notables, y prodigiosas, que tiene en sí esta Ciudad, con ojear, y pasar
unas pocas hojas, redimirá su cansancio, y a mí me dejará sin la obligación que
pudieran cargarme los que no han leído, ni visto tanto como otros. Además, que
como mi principal asunto es tratar de una obra suntuosa, de una Memoria ilustre,
de un panteón Magnífico". E...]

Desde el punto de vista estructural organiza nuestro autor el capítulo

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115

a través de las dualidades o parejas de categorías gramaticales muy


variadas: adjetivos, verbos, sustantivos... En ocasiones son parejas léxicas
antonímicas o sinonímicas. He aquí algunos ejemplos: maña y artificio;
devoto y fervoroso; saber y mirar; examinando y viendo; el rey y los
circunstantes; rótulos y letras; virtud y letras; calafateada y cerrada; ricos
y medrados; espanto y confusión...
Su discurso fácil y elegante a la vez le lleva a emplear con soltura
la trimembración de sustantivos o plurimembración de adjetivos, lo que
nos indica la soltura y facilidad expresiva de las que goza el escritor:
hachas, cuerdas y linternas; escandalizados, asombrados, llenos de miedo
y perdidos...
Utilizando las interrogaciones retóricas, Lozano incide en la reflexión
del potencial lector para que dude y aprenda de los errores cometidos hasta
por los propios reyes, quienes no deberían dejarse llevar por la avaricia:
"Quién duda que los que iban con la golosina del tesoro, al ver que la
estatua había andado obediente y al ver el arca y letras que anunciaban dicha;
quién duda, digo, que no estarían ya dándose parabienes de bien afortunados y
previniendo las capas y faltriqueras para cargar de doblas y diamantes?"

Aún estando enfermo don Cristóbal, no cesaba en lanzar dardos a las


clases sociales más pudientes y de hecho le toca en este caso a los "polillas"
que viven y aconsejan al Rey, sólo pensando en su provecho:
"Claro que está que tendría votos y pareceros de su parte que le animarían
sus deseos: aquellos que al lado de sus reyes son como polillas, que les rompen y
destruyen sus patrimonios y rentas. Codiciosos, pues, de más, le estarían dando
cada día con embites de tesoro".

En el caso de don Rodrigo no le deja Lozano lugar por donde salir de


su desgracia. Tras abrir la cueva y el arca; por cualquier lugar que mirase,
veía el Rey su error y no sabía adónde lanzar la mirada:
"Alzando los ojos, vieron que en la pared, a mano izquierda de la estatua,
había otro letrero que decía: "Rey triste, por tu mal has entrado aquí." Y a la mano
derecha, decía de esta forma: "Por extrañas naciones serás desposeído y tus gentes
malamente castigadas." A las espaldas de la estatua leyeron otras letras, que decían:
"Árabes invoco" y en los pechos decían otras: "Mi oficio hago".

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2.- De los nombrados Palacios de la infanta Galiana, que aun hoy
duran en Toledo'

2.1. Argumento

Reinaba Galafre, hijo de Alcamán y Faidrina. Le querían todos sus


vasallos y todo el pueblo, aunque el malvado Abderramán, Rey de Córdoba,
le daba algún que otro tormento.
Tenía el Rey una hija llamada Galiana, a quien la pretendían varios
caballeros. El padre le hizo una famosa huerta a orillas del Tajo, que por
eso se le llama Huerta del Rey. En medio de ella construyó unos hermosos
palacios y estanques con fuentes.
Se enamoró de Galiana un moro grande y valiente, por nombre
Bradamante, que no era correspondido por ella. Sucedió que llegó
Carlomagno, hijo de Pipino, Rey de Francia para ayudar a Galafre frente
a Abderramán. Lo hospedaron en los palacios de Galiana y se enamoraron
ambos. Pero, viendo Carlomagno que Bradamante la cortejaba, se puso
celoso y acabaron los dos en un duelo. Murió Bradamante, a pesar de su
corpulencia. Después se casaron y fue Galiana Reina de Francia, tras ser
bautizada.

2.2. Características estilísticas

Como don Cristóbal no tenía gran presunción como escritor, no


escondía las fuentes en las que se basaba para relatar las historias sobre
Toledo. Así, en el margen de la página 27 nos menciona que se fundamenta
en Luis Prando in cronicon; Juliá Pérez in cronicon; el Arzobispo D.
Rodrigo "y otros muchos que cita el Conde de Mora en su Historia, parte

Merece la pena mencionar que Galiana debía tener cierto grado


de crueldad por no sentirse aliviada cuando ve la cabeza cortada de
Bradamante:
"Vencióle en el desafío, cortóle la cabeza y presentósela a Galiana.
Recibió el presente muy gustoso; tanto por ver la valentía de su amante, cuanto por
verse ya libre del que aborrecía".

1 11 Libro I. Capítulo IV.

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3.- Historia sabrosa del príncipe don Pelayo' 34

3.1. Argumento

Era don Pelayo hijo de doña Favila y doña Luz. Estaba celoso el Rey
pues no sabía si el embarazo de doña Luz era de don Favila o no. Sabido
esto por doña Luz, mandó a sus leales criadas que hicieran un arca. Al
nacer el niño, lo metieron en ella con ricas prendas y una buena cantidad de
dinero para criar al niño con un pergamino que decía que precedía de buen
linaje y que cuidasen de él. Con lágrimas lo lanzaron al Tajo. Aquí relata la
semejanza con los hijos Porceles de Murcia.
Lo arrojaron al río y enviaron una carta al Rey diciéndole la Buena
Nueva, con lo que el Rey se llevó una gran alegría. A la mañana siguiente
fue recogido por un tío de doña Luz llamado Grafeses, quien apenado,
decidió criarlo como a un hijo suyo.
Seguía receloso el Rey, con lo cual decidió vengarse de doña Luz.
Mandó que trajeran a los niños de tres meses con sus padres de la Ciudad
y todo su contorno. Viendo que no era camino a seguir, le contó a su amigo
Mellas lo ocurrido. Tramaron ambos condenar en juicio de mala mujer a
doña Luz y dio un plazo de tres meses para que saliera el caballero que
tenía inventadas relaciones con doña Luz.
Cuando llegó el momento, ya transcurridos los tres meses, salió en
defensa de ella don Favila y retó a Mellas por mentiroso y como si de una
"corrida de toros" se tratase, todos miraban el duelo de ambos caballeros.
Tuvo más suerte en el lance don Favila y le cortó la cabeza a Melias.
El primo de Mellas, Bristes, quedó sentido y retó de nuevo a don
Favila. De nuevo ganó la lid don Favila y también le cortó la cabeza.
Allí estaba Grafeses, tío de doña Luz, quien llevaba un paño del niño
que había recogido del arca. Cuando vio la criada el trapo se puso a llorar
lanzando suspiros. Le hizo jurar a Grafeses que jamás lo contaría a nadie.
Entonces ella le comentó cómo se casaron don Favila y doña Luz en secreto
y tuvieron al niño que pusieron en el arca.
Hablaron con el Rey para que pudieran casarse don Favila y doña Luz
y dio licencia de matrimonio; pero antes de celebrarse la boda, Longaris,
primo de los dos difuntos que había dejado don Favila, lo desafió a muerte.
Estaban luchando cuando llegó a Palacio un ermitaño y convenció al Rey
para que dejasen de pelear; tan pronto como fue convencido, mandó detener
la lucha. Posteriormente, Grafeses les contó que él tenía a su hijo con la
consabida alegría con que recibieron la noticia.

Libro 1. Capítulo V.

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118

3.2. Características estilísticas


La prosa poética con que comienza esta leyenda es digna de mención.
Enriquece su prosa fácil y elegante con bellísimas metáforas:
] Tan ciego de enamorado, que aun en luz de la dama no veía la menor
"[ ...

luz de correspondido: hecho ciega mariposa, se abrasaba, amante, en las luces


de sus ojos".

El amor joven que Lozano conoció con doña Serafina, puede ser que
le refrescara todavía su memoria, cuando nos cuenta cómo se desenvuelve
un joven amor con cierto tono erótico:
"Con la misma traza que les había dado puesta su maña y su diligencia,
continuaron visitarse otras muchas noches: que amor, y en gente moza, no se
contenta con lograr un lance, sino que se hace logrero en multiplicar sus
gustos. En fin, de unas y otras visitas, quedó Dila Luz preñada".

La comparación de lo sucedido a don Pelayo siendo niño como


Moisés no puede ser más parecida. Había que elevar al mayor rango a don
Pelayo y para él no había otro más célebre que algún personaje de la Biblia.
Ya vimos en otra ocasión cómo compara el autor a algún personaje con la
Magdalena, la Samaritana, David, etc.:
"[...1 Sino por la gran semejanza que tiene con el verdadero suceso
del Profeta Moisés, así en echarle al río, a la aventura, como en el hallarse y
venir a ser restaurador de su pueblo. Grandeza también de nuestra ciudad y del
celebrado Tajo, en ser símiles tan propios de Menfis y del Nilo, sucediendo en ella
y guardando él en sus aguas un parto libertador de tiranías".

Como Lozano pertenecía al Reino de Murcia y, además, había estado


en esta ciudad, relata también leyendas de esta ciudad, sobre todo en lo que
concierne a los niños "Porceles"; hoy "puerta de los Porceles":
"Está siempre fresco el caso en la ciudad de Murcia, de aquellos niños
Porceles, sangre noble, a los cuales, por ser muchos de un parto y temer la madre
que se lo había de atribuir su marido a alguna flaqueza, los enviaba con la esclava
a echar al río, y permitió el Cielo, con ser muy a deshora, la topase su dueño a la
puerta de la ciudad (que de allí le quedó el nombre, llamándose la puerta de los
Porceles)".

El drama en esta leyenda es eje nuclear sobre el que gira parte de los
acontecimientos transcurridos por la crueldad y continuas luchas y duelos
que se dan en venganza de unos personajes sobre los otros del mismo
linaje:
"Ya recobrados y vueltos en su acuerdo, tomaron a la batalla, denodados y

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119

valientes. Pero, en fin, fue don Favila más dichoso, pues dando con su contrario
en tierra, le hizo con una estocada despedir la vida. Cortóle la cabeza,
presentósela a doña Luz, y dijo al rey y a los jueces que él había cumplido con lo
que le tocaba y que el crédito de aquella dama quedaba bien puesto".

4.- De otros palacios, y Casas Reales de Toledo, y un caso memorable,


acontecido en ellos"'

4.1. Argumento

Abdalla, apodado el Zulema, moro valiente, era gobernador de


Toledo por mandato del Rey de Córdoba. Intentó pactar con el Rey de
León, don Alfonso. Acosaba demasiado al Rey de Córdoba a los leoneses
y Abdalla quiso sacar partido de esta lucha haciendo un pacto con don
Alfonso. Consistía en darle por esposa a su hermana la Infanta doña Teresa
y él lo defendería.
Pensaba el Rey que, si la casaba con Abdalla, tendría las espaldas
cubiertas; no obstante, doña Teresa era incapaz de casarse con un moro
por más adulaciones que le hicieran. Con engaños de que quería hacerse
cristiano su prometido, partió hacia Toledo, saliendo todo el mundo a
despedirla.
Al llegar a Toledo, salió a recibirla su prometido con la comitiva;
durante esa noche hubo todo tipo de fiestas y lujos. Ella tras la fiesta se
quedó sola en su aposento; sin embargo, cuando llegó el moro, le aclaró
que era cristiana y que no quería saber nada de un moro y que si la tocaba
Dios lo mataría.
Abdalla ejecutó su voluntad y por un arpón de un Angel se sintió
herido. Todos por los gritos dados por uno y por otro iban a consolar cada
uno a su amo. Él, muriéndose, confesó su culpa. Mandó que la enviaran de
nuevo con sus joyas a León; poco después murió Abdalla. Cuando llegó
allí, entró en un Convento de San Pelayo y falleció en Oviedo con título de
Santa.

4.2. Características estilísticas

Como buena cristiana, doña Teresa odiaba el matrimonio con un

Libro I. Capítulo VI.

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120

pagano y más por obligación, aunque en ello fuera la seguridad del Reino
de León. La crudeza con que se expresa es claramente manifiesta:
"- Norabuena- decía la tierna infanta, bañado en perlas el rostro -, norabuena
que sea lo que decís; pero al fin es un moro, un pagano, un perro. ¿Yo casarme con
él? Antes perderé la vida. Si quiere mi hermano paces y conveniencias, búsquelas
por otros medios; mas no a mi costa de mi gusto, de mi afrenta y de mi infamia.
¿Yo darle la mano a un moro? ¿Yo acostarme con un perro? No haya miedo que
tal haga".

Típicamente conceptista son las contraposiciones de las que se hace


gala Lozano en una enumeración llena de emparejamientos sintácticos,
donde, como ya he mencionado, lucen las antítesis:
"Ella, alegando derechos de religión, y él, armado de marido. Ella, resistiendo
con amenazas, y él, tomándolas en burla. Ella, delicada y tierna; él, jayán,' 36 mozo
y robusto. Ella, cristiana; él, un moro. Ella, paloma; él, un perro. Ella, hermosa; él,
enamorado. Ella, sola, y él, solo con ella".

5.- De la traición alevosa, y desgraciado fin del Rey Don Enrique y las
raras advertencias que hizo al tiempo de su muerte. Consejos sabios
del Rey Don Enrique segundo al Príncipe su hijo al tiempo de su
muerte 117

5.1. Argumento

Envenenado el rey y postrado en la cama, inquieto, desasosegado


cubierto con un manto de oro, le da los últimos consejos a su hijo heredero
don Juan: tener cuidado con el cisma de la iglesia; que anduviere con cuidado
con los hombres sabios y no se decantara por ninguno; que fuese amigo
de la casa de Francia; que pusiera en libertad a cristianos, portugueses e
ingleses; que se rodease de buenos Consejeros y Ministros.
Luego el Canciller le preguntó al rey en qué lugar quería descansar
y éste le contestó que en Toledo. Murió el 19 de mayo de 1379, cuando
contaba con cuarenta y seis años y seis meses.
Se celebraron las exequias en Burgos, donde estaba su esposa doña
Juana y al año siguiente fue enterrado, según su voluntad, en Toledo.

Jayán: alto, robusto.


Libro II. Capítulo XVI.

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121

5.2. Características estilísticas

El principio del capítulo es sensacional, pues con una prosa tersa nos
deleita con el juego conceptual de la vida, la muerte y la mano del hombre
traicionero, haciéndose eco de Las Parcas. Leamos sus palabras:
"No hay cosa más lastimosa, que cortarle aun hombre el hilo de la vida,
antes de llegar su plazo, que le asignó la naturaleza, y le otorgó el Cielo. Morir de la
dolencia, que destina la dicha, no se siente tanto, cuando el morir es forzoso. Pero
matar a traición, a quien le quedan días, y años, que vivir, es notable sentimiento".

La crítica hacia los moros es verdaderamente tan mordaz que se puede


inferir que no les tenía Lozano gran aprecio a esa raza, como él mismo
dice. Hay que detenerse en su prosa tan natural y amena que mantiene el
suspense hasta el final:
"Llevó el negocio con mucha madurez. Ganó en primer lugar la gracia y
acogida del Rey, que iba a matar. Con las sumisiones y zalemas que la gente de esta
raza saben engañar a los Cristianos, urdiendo y fraguando los embustes y mentiras
que le parecieron más a cuento, diciendo mal de su Rey, loando y engrandeciendo,
a quien le oía sencillo, presentando joyas y haciendo mil obsequios y servicios,
embaucó al Rey, de manera que se hizo dueño de su voluntad y gustó; que dádivas
y lisonjas son tan fuertes anzuelos, que hasta Majestades prenden. Cuando ya
le pareció que estaba bien asegurado el negocio, el Rey muy creído de su fe,
o bien engañado, en la forma que solía presentarse ya el potro Andaluz, ya el
alfanje' 38 Damasquino, ya oras joyas, llevóle un día unos borceguíes muy ricos y
primorosos, pero inficionados 139 de mortal veneno. Manifestaron ellos mismos la
traición: pues desde el día y hora que se los calzó el Rey, se sintió con la dolencia
y agravóle de fuerte, que le acabó en diez días, sin que medicinas, ni remedos
aprovechasen".

6.- De lo bien que empezó el Rey Don Juan a cumplir los avisos, y
consejos de su padre`

6.1. Argumento

A pesar del bullicio y de las fiestas en Burgos por la coronación


del Rey don Juan, junto a su mujer hermosa, embarazada del futuro Rey
Enrique, no descuidó las promesas realizadas a su padre. Ordenó enviar

118 Alfanje: sable coro y corvo.


Inficionados: infectados.
140 Libro III. Capítulo II.

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122

ocho galeras para ayudar a Carlos de Francia contra el de Inglaterra. Este


hecho produjo amistades y uniones entre los pueblos.
En cuanto a la Iglesia se mantuvo neutral, sin acercarse al Papa
Clemente ni al Papa Urbano. Sin embargo, con el tiempo se encontraría
más cerca de las ideas del Papa Clemente.
Llevó a enterrar el cadáver de su padre a Toledo, estando presentes la
nobleza y las personas ilustres.
Don Fernando, rey de Portugal le propone en matrimonio a su hija
doña Beatriz con el infante don Enrique con la aprobación del Rey don
Juan.
Pero no todo iban a ser dichas y fortunas: muere el Rey de Francia,
amigo suyo y de su padre, y envía el pésame correspondiente realizando las
honras en Medina del Campo.

6.2. Características estilísticas

Llama la atención que en este capítulo Lozano le preste atención al


cisma que había en la Iglesia, pero de un modo cauto y con una postura
ecléctica por su condición de sacerdote, tal vez:
"En lo tocante al cisma de la Iglesia, entre los dos Pontífices Clemente y
Urbano, este apellidándose verdadero Papa en Roma, y el otro en Aviñón lo mismo,
aunque por la una y otra parte se vio lleno de alegatos, de informes, de súplicas
y ruegos, se estuvo neutral y en la opinión del Rey Don Enrique su padre, no
queriendo errar en la elección, hasta que lo determinase o resolviese la Iglesia. Esto
fue al principio, que ya después con la junta y decisión del Claustro de salamanca
se declaró por Clemente".

7.- En que se tratan los bandos sangrientos de la Ciudad de Murcia,


141
entre Man ueles y Fajardos; y del modo con que el Rey puso remedio

7.1. Argumento

La ciudad de Murcia se encontraba dividida entre dos famosos linajes:


los Manueles y los fajardos. Queriendo entrar en la ciudad el Obispo de
Cartagena, le fue imposible por las acciones de los Fajardos, ya que el
obispo siempre beneficiaba a los Manueles. Aquél en venganza reunió a
los poderosos y quisieron expulsar a los Fajardos de la ciudad, pero con

'' Libro IV. Capítulo III.

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123

un buen escarmiento. Cerraron las puertas de la ciudad y por tres días


estuvieron luchando los unos y los otros, muriendo muchos de ellos.
Los Manueles creían que habían vencido y llevaban la bandera de
Murcia; sin embargo, Alfonso Fajardo logró el acuerdo de que los dejaran
salir de la ciudad con el pensamiento puesto en Madrid. El Rey escribió
sendas cartas a los Manueles y al Obispo y los obligó a que restituyeran en
sus cargos y casas a los Fajardos.

7.2. Características estilísticas

En pocas ocasiones salva Lozano al clero en diversas actuaciones y


sobre todo cuando hay heridos, muertes y guerras de por medio. No obstante,
entiende que el sacerdocio está desempeñado por personas humanas que
tienen sentimientos y pasiones:
"Visto, pues, este desaire, y ponderado y sentido por el Obispo, más de
lo que por su dignidad debiera, tomándose los Manueles de la honra, se armaron
de venganza y trataron del despique. Daba el Obispo calor y atizaba bien el
fuego, llevado de la pasión de carne y sangre. Nadie se admire que somos
humanos, y el más grave Sacerdote, herido de la ofensa, rompe en desatinos.
Convocaron, pues, los Manueles, no sólo a los suyos, deudos, y parientes, sino a
todos sus amigos y aliados... [ ... ]

Para dar verosimilitud a las luchas intestinas en Murcia entre los


dos bandos y elevarlas a rango clásico, no duda el autor en comparar las
batallas con las que tuvieron Silla y Mario. Utilizará recursos propios de las
repeticiones duales de categorías o trimembraciones:
"Chocaron con todos y travóse una lid la más sangrienta y fiera que puede
imaginarse, rodando y cayendo de una parte y otra muchos muertos y heridos:
batalla tan porfiada, que duró por espacio de tres días el herirse, acuchillarse y
matarse. No se vio Roma allá en sus guerras civiles entre Silla y Mario más
alborotada, más encarnizada, más sangrienta que Murcia en esta ocasión".

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127

Las obras de Lozano no son originales; pero les da una gracia que
hace que tengan una lectura amena. Según La Barrera la literatura española
estaba en aquellos momentos en un claro declive y Lozano destacaba como
prosista por encima de los demás escritores:
"Una curiosísima colección de cuentos históricos, vestidos en castizos
lenguaje y con una tersura y casi elegancia nada comunes en aquel decadente
período de nuestra Literatura". 142

Para Ezequiel González Mas el estilo del autor la obra el David


perseguido es "imaginativo y fecundo, sensible y matizado, don Cristóbal
acusa recia personalidad". ' 43
Hay un marcado carácter prerromántico en las obras de don Cristóbal
Lozano: aparición de lo macabro, la muerte continua de personajes,
desilusión por el tiempo que le toca vivir que se manifiesta con un cierto
escapismo hacia las historias religiosas y leyendas de otros tiempos.
Su afán por adoctrinar al pueblo no cede ni un ápice, ya que cree
firmemente que los relatos sirven de escarmiento a un sufridor pueblo.
Joaquín de Entrambasaguas nos hace un singular acercamiento al
David perseguido de Lozano, libro lleno de ficción pero no exento de
naturalidad, pues los acontecimientos son inverosímiles; sin embargo
pueden ser creíbles. Dice textualmente el crítico:
"Las descripciones son detalladas; pero de rasgos enérgicos y tan fuertemente
realistas que a veces incurre en grosería. No se detiene ante nada, por crudo y
prosaico que sea; lo cual, si bien rebaja con frecuencia su estilo, en cambio nos da
un vivísimo cuadro de costumbres.

142
Op. cit., pág. 225.
141
González Mas, Ezequiel (1989): Historia de la Literatura Española (Barroco, siglo
XVII), Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, pág. 398.
144 0 p. cit., págs. 306-307.

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128

También conviene advertir que los anacronismos cometidos en la obra


—algunos incomprensibles, aun en la época, dada la cultura del autor— no le
impiden dar cierto sabor de época a los diferentes episodios de que trata.
Por último, en la figura de David significa Lozano la Humanidad entera.
Así, cuando directamente censura los vicios de aquél, indirectamente repercute la
corrección en ella, a fin de que se enmiende, y aun lo refuerza más con el empleo de
ejemplos históricos tomados de la vida universal en todas sus épocas y formas".

Aunque no se extiende excesivamente Ricardo Gullón' 45 en los


comentarios de las obras de Lozano y sigue de cerca los trabajos de
Entrambasaguas, al final del estudio nos precisa con cierto acierto el estilo
del escritor:
"El gran mérito de Lozano, aparte de sus virtudes como escritor, consiste
en haber servido de enlace entre las épocas clásicas y la moderna al recoger las
historias más populares y las leyendas más sugerentes que, posteriormente,
retomaría la literatura romántica".

José Bergua' 46 en la introducción que hace de su libro Leyendas y


tradiciones españolas nos refiere un estilo "florido y barroco" (cuando
menos discutible) y presta atención a la brillantez de sus imágenes y al
léxico tan rico y variado del que hace gala:
"El estilo enfático, florido y barroco, propio de la época en que escribió
sus libros el doctor Cristóbal Lozano, en vez de restar encanto a sus descripciones
las abrillanta y engalana, sorprendiendo al lector con la frescura de imágenes y
las gracias propias de un castellano muy bien tratado y maravillosamente rico en
palabras y giros castizos".

El profesor Baquero Goyanes, al contrario que Bergua, no piensa


que el escritor se detenga en muchos ornatos artificiosos, más bien "le
parece importarle: narrar, contar historias y leyendas tan variadas como
entretenidas: el alcalde Ronquillo, Los siete infantes de Lara..."
Baquero estudia el uso frecuente del octosflabo por parte de Lozano
a lo largo de sus obras dentro de la prosa narrativa, pues la tendencia hacia
el octosílabo venía favorecida por la lectura y la temática del romancero.
Lozano de esta manera renuncia casi a la prosa para acercarse al ritmo
poético, como una verdadera intención estilística:
"Un narrador tan genuino - y hasta tan elemental, si se quiere- como lo fue

145
Gullón, Ricardo (1993): Diccionario de Literatura española e Hispanoamericana,
Tomo 1, Madrid: Alianza, columnas 924-925.
146
Bergua, José (1958): Leyendas y tradiciones españolas, Madrid: Ediciones ibéricas,
pág. 12.

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129

Lozano, se sirviera muy frecuentemente de una prosa densamente metrificada y


caracterizada, como tal, por la presencia del más tradicionalmente narrativo de los
versos castellanos: el octosflabo".' 47

Para llamar la atención sobre los octosílabos sonoros ejemplifica


sobre los versos hacia los que era propenso Lozano en De otros palacios, y
Casas Reales de Toledo, y un caso memorable, acontecido en ellos de la
obra Los Reyes Nuevos de Toledo (en cursiva los octosílabos):
"Ella, alegando
derechos de religión,
y él, armado de marido.
Ella, resistiendo con amenazas,
y él, tomándolas en burla.
Ella, delicada y tierna;
El, jayán mozo y robusto.
Ella, cristiana; él, un moro.
Ella, paloma; él, un perro".

Cuando recuerda Lozano la historia de los Infantes de Lara y del


nacimiento de Mudarra, la prosa, como dice Baquero, "se acerca a la
sonoridad de los viejos romances, a través de los nuevos octosílabos". Pone
como ejemplo un fragmento de Los siete infantes de Lara, incluido en la
obra el David perseguido, tomo 1, capítulo XI (en cursiva los octosílabos):
"Era Gonzalo Bustos,
aunque ya cargado en días,
de gentil presencia,
viejo brioso y galán.
Dio en mirarle con afecto
una hermana de Almanzor,
y con achaque
de consolar sus tristezas
trabó pláticas con él.
Ella era de buena cara,
con que Bustos,
conocido su designio,
no quiso mostrase ingrato.
Correspondió, galán, a los cariños de la Infanta,
y juntas las voluntades
y soplando amor el fuego,
tuvieron los dos un hijo,
que fue Mudarra González:
tronco ilustre

" Op. cit., pág. 48.

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130

y principio generoso
del clarísimo linaje
de los Manriques de Lara".

Es una verdadera pena que el famoso crítico tan certero en sus estudios
y con una visión tan magnífica de la crítica literaria que realizaba no se
hubiera acercado totalmente a la obra de Lozano, pues tan sólo utilizó los
"dos bellos tomos de J. de Entrambasaguas", según él. Aun así es uno de los
pocos estudiosos que da sus ideas propias al margen de Entrambasaguas.
En «Introducción literaria» ' 141 Baquero nos sorprende con dos páginas
extraordinarias sobre el estilo de Lozano. Reproduciré lo más importante
a mi juicio:
"No es Lozano escritor que se detenga excesivamente en ornamentaciones
literarias, arrebatado como escribe por la dinámica de los lances contados.
Determinados efectos de ambientes y de caracterización son conseguidos,
frecuentemente, a través de deliberados anacronismos, merced a los cuales el
mundo antiguo aparece afectivamente acercado al seiscentista (sic) del autor. Así,
en la historia de Moisés, incluida en David perseguido, Lozano se sirve de un
lenguaje nada bíblico y, por el contrario, de tono muy popular". [ ... J
"Abundan en Lozano las historias de adulterios, de crímenes horribles, el
gusto por lo espeluznante y morboso". [...J
"En la novelística española del XVII, Cristóbal Lozano supone, junto al
arte refinado de un Cervantes o el intelectual de un Gracián, una modalidad de
relato popular, efectista, truculento y ameno, que, como tal, se inscribe en una
línea muy viva luego, en el XIX, con escritores a la manera de Manuel Fernández
y González".

Lozano es un verdadero novelista de la propia historia a través de las


leyendas y tradiciones, englobando lo esencial con digresiones y anécdotas
que salpican continuamente la obra. Su vasta cultura y su quehacer literario
le llevó a tener una atracción especial hacia todo tipo de leyendas históricas
o tradicionales que influirá notablemente en el Romanticismo.
Sus leyendas están llenas de erudición; domina los clásicos como
nadie, conoce la historia universal y española. Su imaginación no tiene
límites y obliga al lector a sumergirse en las distintas leyendas para sacar
algún beneficio doctrinal de ellas. En muchas historias se aprecia cómo
va decayendo la sociedad aristocrática con el olvido de las más mínimas
normas morales: adulterios, asesinatos, etc. Paulatinamente, la burguesía se
irá haciendo con el poder en España.

Baquero Goyanes, Mariano (1976): «Introducción literaria», Murcia, Fundación Juan


148

March, Barcelona: Noguer, págs. 112-113.

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131

Se alejó Lozano de la excesiva afectación del conceptismo y del


culteranismo, lo que indicaba que poseía un estilo muy personal.
No esconde el autor las fuentes de donde extrae las leyendas, sino
que muy al contrario indica con detalles en los márgenes de las páginas
correspondientes el autor, tomo, capítulo, etc. Si las fuentes son varias,
llega hasta utilizar la parte inferior del margen para dar con exactitud los
nombres de los autores que han narrado las historias.
El ritmo literario de la prosa de Lozano está muy logrado en muchas
ocasiones. Se puede comprobar en Paris y Enone "como si la culpa de
nacer villano fuera mancha en la virtud, cuando antes ella borra defectos y
manchas".
La finalidad de Lozano era sorprender, entretener, maravillar al lector
u oyente de las leyendas e historias con un valor didáctico y al mismo tiempo
deleitarlo con unos aspectos sensoriales de su prosa musical tremendamente
trabajada. Y es que sabía nuestro autor que la curiosidad del lector debía ser
la piedra angular para seguir leyendo la obra y motivarlo por el interés de
la historia a aprender parte de su historia o a creer como cierta la fantasía
argumental inventada:
- "No hay que censurarle nada, que aunque come regalado, a pan de dolor le
sabe cuanto come. Vamos a la historia". 149
- "Aunque lo serio de mis asunto me está dando prisa, no quisiera, aunque
de paso, dejar de tocar en todo lo que es antigüedad, memoria, y grandeza de esta
Ciudad Imperial. Tenga paciencia el que desea ansioso llegar a las hazañas
de los Reyes nuevos; que si lo atiende advertido, todas estas memorias, estos
rastros, y antiguallas son como vasas (sic), zanjas y cimientos, en que asiente y
caiga mejor la obra"' 50

En las leyendas tomadas como ya vimos de otros autores importan


la originalidad, el enfoque de la anécdota extraída de tiempos anteriores,
pero también la historia actual o los sucesos curiosos tienen cabida en las
narraciones que mezclan la realidad con lo fantástico, hasta el punto de que
Lozano llega a convencer de lo ficcional o sobrenatural.
El autor se ha convertido en un intermediario que selecciona aquello
que considera más importante y curioso para transmitírselo a un público,
carente de sabiduría, pero deseoso de conocer y descubrir aspectos de la
historia que nunca hubieran conocido. Ahí reside precisamente uno de los
rasgos más interesantes de la prosa de Cristóbal Lozano: nana la historia,
lo extraordinario sin que los lectores pierdan la curiosidad por conocer cada

El gran hijo de David más perseguido, tomo II, capítulo XIV.


'° Los Reyes Nuevos de Toledo, tomo 1, capítulo VI.

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132

vez más. Es el argumento fundamental que explica por qué se reeditaron en


tantas ocasiones la obra.
La intención didáctica de nuestro autor se muestra constantemente a
lo largo de las obras. Llega a ser un tipo de didáctica "incitativa o germinal",
ya que las narraciones provocan curiosidad en los lectores, para que busque
más información o complete sus conocimientos con otras fuentes o lecturas
que les aporten contenidos complementarios.
Son tantos los ejemplos que se pueden aportar que llenaría muchas
páginas de este libro. Algunos verdaderamente representativos son:
- "Considerando que el tiempo borra las memorias y que las largas edades
sepultan en olvido las más heroicas hazañas, he procurado que la de estos claros
Reyes, por ser raras y excelentes, salgan a luz, adonde todos las vean, las loen, y las
admiren. Y porque para más gusto haya otros digresos, que diviertan, he epilogado
y puesto por principio las principales grandezas de la Ciudad Imperial, y de su
famoso Templo; pues siempre es plato más sabroso y más deleitable ramillete, el
que aliña el gusto con diferentes picantes, y el que compone la vista con diversas
flores. Alegraréme, pues, de que esta diversión ceda en utilidad y gusto tuyo, y que
no te desagradable lo que me ha costado algún trabajo". 151
- "Conociose, en fin, la inocencia del gentil y del amigo; diéronlos por
libres, y al mismo reo, por la acción heroica, le absolvieron del castigo: que a
quien confiesa sus culpas, siempre le perdona el cielo. El caballero cristiano llevó
al gentil a su casa, haciéndole muchas honras, regalándole infinito y pidiéndole con
ruegos se redujese a la Fe,,. 52
- "Ver a un rey de Castilla revolcado entre su sangre, muerto a manos de un
hermano. Prodigioso ejemplo, para que miren todos, por más grandes que se vean,
los fines y paraderos que les permite Dios a los que con vida escandalosa no saben
gobernarse". 153
- "Abran los ojos las mujeres, por Dios, todas las mujeres y no dejen
engañarse de ningunos hombres, aunque los vean coronados; no se fíen de ellos;
que aunque a un rey corren y tienen a raya mayores obligaciones, no todos los que
se ciñen corona tienen corazones reyes: antes los más saben sólo a hombres". 154
- "Y galanteos tales, en mujer de prendas, por más que los honeste o los dore
la majestad, ofenden mucho y dan muchos enojos. Con no darse por entendida, con
huir los lances, con mostrar desvíos, resistía los embites de una alteza, cariños de
una majestad, ruegos de un señor". 155

Los Reyes Nuevos de Toledo, prólogo.


152
David perseguido, tomo 1, capítulo VII.
' David perseguido, tomo 1, capítulo X.
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, Tomo II, capítulo
IX.
155
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo V.

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133

No puede pasar por alto la extensa crítica que realiza Lozano a la


Corte y a la Iglesia sin cortapisa alguna, llegando a un grado de censura
bastante elevado. La frecuente corrupción y numerosos casos de graves
actos deshonrosos llevan al escritor a narrar los sucesos que comúnmente
acaecían en la época:
- "Mediante este aviso, mudaron de parecer los jueces de la Rota y
comenzaron a inclinarse a la parte de doña Teresa. El Pontífice daba calor a ello.
Y como jamás faltaron chismosos, y más en las cortes y palacios de los reyes que
oyendo en una parte y susurrando en otra cogen la palabrilla que se cae y el cuento
que se dice para ir a relatarlo a quien lo paga y agradece, no faltó quien vino a
entender que el obispo de Gerona, por carta que había escrito, había sido la causa
de haberse puesto el pleito de mala condición". 156
- "Resolvióse, pues, a mudar de domicilio y a curar con la ausencia aquella
persecución, y como no hay donde mejor se encubre un fugitivo que en una corte
real, donde la variación y tumulto son capa contra los riesgos, sabiendo que el
César moraba entre los teutones, enderezó allá sus pasos". 57
-"En el mismo valimiento, en la dicha, en la grandeza, sembró la envidia
su cizaña: que esto de ver muchas medras ajenas, y más en los palacios de los
reyes, de ordinario engendra odios. Toda la honra que se le hace al privado sirve
de veneno al émulo que lo mira, y con la misma ponzoña que abriga en su pecho,
procura atosigar la gracia que ve en el otro".' 58
- "Mire todo sacerdote del modo que comulga; no se atreva, temerario,
como Udón, a celebrar sacrificios sin lavarse primero de las culpas; abra los ojos y
tema un castigo semejante". 159
- "Claro está que tendría votos y pareceres de su parte que le animarían
sus deseos: aquellos que al lado de sus reyes son como polillas, que les rompen
y destruyen sus patrimonios y rentas. Codiciosos, pues, de más, le estarían dando
cada día con embites de tesoro". 160

Uno de los ejes vertebradores más importantes de la narrativa


de Lozano lo constituye la tragedia o el drama que asoma por su obra.
Las situaciones que plantea llegan directamente al corazón del lector y
experimenta sensaciones de repulsa y odio encendido hacia los culpables
de dichas circunstancias. Mencionaré algunos dramas conocidos o
considerables por los detalles que nos describe nuestro autor:
- "Despachó a un verdugo, para que en la torre misma cortase a Hermenegildo
la cabeza. Al mandato riguroso se siguió la ejecución. El verdugo fue un Sisberto,
que sin turbación ni excusa de ver que era rey inocente a quien iba a degollar, llegó

156
David perseguido, tomo 1, capítulo X.
David perseguido, tomo 1, capítulo XII.
158
David perseguido, tomo 1, capítulo XIII.
El rey penitente, David arrepentido, capítulo Y.
11 Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo II.

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134

intrépido a la cárcel y con ánimo cruel dio muerte a Hermenegildo, matizando con
su sangre hierros, losas y paredes, cuya bárbara osadía permitió el Cielo la pagase
con una muerte fea, que le sucedió bien breve". 6 '

- "Comenzaron, pues, a pasearse, hablando sobre el negocio que fingió iba


a tratar, y cuando más embebido en la plática y más descuidado el obispo con la
conversación, sacó el alcalde un cordel, que llevaba en la pretina, y echándosele
al cuello, dio voces pidiendo ayuda. Acudieron los ministros: unos a ayudarle y
otros a tomar las puertas, por impedir los estorbos. Y antes que pudiese ser de
nadie socorrido el obispo ni pudiesen quitarle de las manos de tantos verdugos,
le echaron de un corredor abajo, dejándole colgado de las barandillas, a vista de
cuantos quisieron verle agonizando en el aire". 62
- Una noche, pues, cuando los mudos silencios tienen al mundo dormido,
sale Medea disfrazada, y negada a los temores, endereza intrépidos los pasos a
Palacio. Embrea con los hechizos las paredes y las puertas, en especial aquellas
donde Jasón y Creusa tenían sus cuartos, que como allí se asestaba más el tiro,
derramó más el veneno a aquella estancia. Hechas estas diligencias; se salió de
Corinto a ponerse a salvo, bien satisfecha de que a su tiempo obrarían sus encantos
maravillas. Bien descuidados de semejantes riesgos, gozaban los nuevos casados
sus amores, cuando una noche triste, que envuelta en oscuridades se hizo temerosa,
comenzaron las nubes, al son de truenos horribles, a abortar centellas. Prendió fuego
en el hechizo, soplaron recios los vientos, y con desapoderada furia comenzaron a
arder homenajes y edificios". 163
- "Volvieron al rey con lo que la reina había dicho, y admirado de sus
bríos, trató de amansarlos. Pronunció sentencia de muerte contra todos. A la vieja
Margarita, que a pocas vueltas confesó sus tramas, la quemaron enfrente de las
rejas donde estaba la reina, que lo sintió infinito, con muchos ademanes. Al duque,
hermano de la reina, que murió negativo, y a Nores, Briuntón y Marcos, que
confesaron su culpa, los degollaron en un día. Y a cinco días después sacaron a
la reina a la plaza del castillo, que por pedirlo ella que no fuese su muerte a vista
de extranjeros, se le otorgó por merced. Y subió al cadalso con ánimo tan entero,
con tanto brío, con semblante tan alegre, que fue pasmo a cuantos la miraron. Iba
vestida de una ropa de damasco, bien prendida la cabeza y recogido el cabello con
una cofia de red". 164
- "Pero, en fin, fue don Favila más dichoso, pues dando con su contrario en
tierra, le hizo con una estocada despedir la vida. Cortóle la cabeza, presentándola a
doña Luz, y dijo al rey y a los jueces que él había cumplido con lo que le tocaba y
que el crédito de aquella dama quedaba bien puesto". 165

161
David perseguido, tomo 1, capítulo VII.
162
David perseguido, tomo 1, capítulo X.
163
David perseguido, tomo II, capítulo IV.
t64
David perseguido, tomo II, capítulo XV.
165
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo V

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135

Las exclamaciones o también llamadas admiraciones llenan las páginas


de los libros de Lozano. Con ellas enfatiza algo, expresa sus emociones,
sentimientos, sorpresas, temores, admiraciones por alguien o algo, etc. Las
expresiones exclamativas se caracterizan según estas condiciones:
1.- Que el locutor presuponga como verdadero el contenido
exclamado.
2.- Un locutor no puede estar afectado por el acto de habla que pueda
creerlo falso.
3.- Toda locución pretende que lo que se exclama sea una expresión
cierta de afectación.
Cristóbal Lozano las utiliza para asombrar al lector, al mismo tiempo
que les sirve para detener la narración y sorprender con el fin de provocar una
reflexión acerca de la historia del relato. En ocasiones el personaje medita a
través de las exclamaciones con las que se lamenta, admira, etc.
Resulta imposible reproducir aquí la más mínima parte de las
empleadas por el autor; no obstante, reproduciremos algunas como ejemplos
de este recurso literario:
- ¡Oh, miseria humana! ¡Oh, pobreza, siempre menospreciada y abatida !' 66
- - Ay de mí —dice, abrazado del amigo-, y qué engañado viví cuando tuve con
qué obrar! ¡Qué vano salió mi afecto en tomar tales amigos! ¡Qué poco
discurrí en no estimar a éste, que lo merecía! ¡A los falsos di mi hacienda y al
amigo verdadero apenas le hice un favor! 167
- "Quién de un pecho femenil presumiera tal rigor! ¡Quién imaginara de una
reina tal maldad!" 68
- "Oh, qué vergüenza me causa de escribir lo que no puedo callar! ¡Oh, lo que
tiembla la mano! ¡Oh, lo que embaraza el sentido! ¡Oh, lo que me cuesta decir
lo que lloro! 169
- "Maldito seas, Satanás (dice), tú y toda tu familia! ¡Maldito sea tu mandado
y tu imperio todo sea maldito! ¡Maldito sea quien me crió y maldita sea la
tierra donde mis pies puse! ¡Malditos sean los padres que me engendraron, y
cuantas criaturas hay en el Cielo y Tierra, todas sean malditas!" 170
- "Bravo rigor y bárbara costumbre la de aquellos tiempos y tan practicada
entre cristianos! 171
- "Oh, tierra de Toledo! ¡Oh, tierra de tu templo sacrosanto! ¡Oh, tierra especial
de tu Real Capilla, y qué debes a la Virgen r,

David perseguido, tom 1, capítulo VII.


167
Ibídem.
David perseguido, tomo II, capítulo XXVIII.
169
David perseguido, tomo III, capítulo II.
170
El rey penitente, David arrepentido, asunto V.
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo V.
172
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo X.

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136

Si las exclamaciones son un recurso muy utilizado por Lozano, no lo


son menos las interrogaciones retóricas. En el planteamiento de las preguntas
los interlocutores son cómplices, ya que aún sin respuesta conocen una
posible salida a esa cuestión planteada. En realidad, la interrogación retórica
es una suave afirmación que, al no esperar contestación, se presenta como
una verdadera aserción.
También es posible que no haya posibilidad de respuesta alguna por
parte del lector de la obra. Y eso lo sabe el autor que configura su estructura
formal alrededor de cuestiones sin solución.
La gran cantidad de ellas hace que sea considerada como un recurso
propio de sermones, típico de su condición sacerdotal. He aquí algunos
ejemplos:
- "Quién más docto que Leandro, a quien sé que escuchas de buena gana?
¿A quién no confunden argumentos de Isidoro? ¿A quién no postra la religión de
Fulgencio? Tu madre Theodosia, ¿por qué la aplauden Santa, sino por haber sido tan
católica? [ ... ] ¿por qué te has de divertir a ajeno rumbo? ¿No te hierve en las venas
aquella sangre ilustre, que en el materno seno te hizo cuerpo para el alma?" 73
-",Qué sabemos, pues, si algunos de los grandes, más émulos que celosos,
inquietaban al viejo rey para que extinguiese aquella amorosa llama?" 74
-"Haber entrometido gente tuya entre la guarda, ¿qué puede argüir? Tener
tantas armas en tu casa, ¿qué puede dar a entender? ¿No te bastaba que siendo hijo
de un herrero te has igualado a los grandes, y aun traes a todos bajo de tus pies, sino
querer mandarlos con el cetro?" 75
-"¿Por qué culpan a la Caba de que se perdió por ella aquella Monarquía?
¿Qué culpa fue sentir su agravio? ¿Quejarse de su afrenta? ¿Ni aun procurar la
venganza contra el robador de su honra, cuando tan justo dolor parece que la salva?
¿Por qué alegan, pues, por causa de la ruina, el quejarse la Caba de su agravio y no
el quebrantar sagradas leyes?" 76
-"Qué mucho es venderlo todo por tesoro tal, que es Cristo por tan preciosa
margarita, que es la vida perfecta y pureza virginal? ¿Quién con tal cebo no cae en
tal red? '
-",Cómo fue esto tan apriesa? ¿No era Bárbara de lindo ingenio, de linda
capacidad? ¿No tenía maestros que la enseñaban la ley de los gentiles, la adoración
de sus dioses, sus ceremonias y ritos? ¿No sabría hacer discursos de cómo o de
qué manera era un Dios en tres personas, cristo Dios, su Madre Virgen? ¿No sabría
argumentar sobre si era mejor su ley que no la de los cristianos?" 78

David perseguido, tomo 1, capítulo IX.


174
David perseguido, tomo 1, capítulo XIII.
David perseguido, tomo II, capítulo XV.
176
David perseguido, tomo III, capítulo II.
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, Tomo 1, capítulo IV.
178
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo. Señor Nuestro, Tomo 1, capítulo
XVII.

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137

-"Quién no dirá, vista su poca ambición y su mucha modestia, que Teófilo


había de quedar ahora contentísimo y gustoso por verse desembarazado del todo de
la carga, molestia y pesadumbre que acarrean los oficios? ¿Quién no dirá que habla
que había de dar lindas albricias a quien le llevó la nueva?" 179
-"¿Quién duda que los que iban con la golosina del tesoro, al ver que la
estatua había andado obediente y al ver el arca y letras que anunciaban dicha;
quién duda, digo, que no estarían ya dándose parabienes de bien afortunados y
previniendo las capas y faltriqueras para cargar de doblas y diamantes?" 8°
-"¿Yo casarme con él? [ ... ] ¿Yo darle la mano a un moro? ¿Yo acostarme con
un perro? No haya miedo que tal haga". 181

Un estudio aparte merece el uso del léxico del autor. Es un gran


conocedor de la lengua y la emplea con una soltura magistral. En él abundan
los arcaísmos, el léxico culto y especialmente refinado, lleno todo él de
arabismos, catalanismos, cultismos, así como un vocabulario popular muy
cercano a los lectores. Ejemplos típicos relacionados con el léxico pueden
valer los siguientes:
1.- Conjetura: del lat. Coniectura. Juicio que se forma de las cosas o acaecimientos
por indicios y observaciones.
2.- Caprichuda: de capricho. Que obra por capricho.
3.- Ardimiento: de ardido. Valor, intrepidez.
4.- Morisma: de moro e —isma. Multitud de moros.
5.- Quistos: del part. irreg. quaesitus. Querido.
6.- Granazón: efecto de granar.
7.- ósculo: del lat. osculum. Beso de respeto o afecto.
8.- Malsines: del hebr. Malsin. Cizañeros, soplones.
9.- Entenada: de antenado. Hijastro.
10.-Melindres: etim. Disc. Delicadeza afectada y excesiva en palabras, acciones
y ademanes.
11.-Desmán: de desmanar. Exceso, desorden, desgracia.
12.-Bizarra: de it. bizarro. Iracundo, valiente, generoso.
13.-Llaneza: del lat. planitia. Sencillez, familiaridad.
14.-Desuellacaras: de desollar y cara. Persona descarada, desvergonzada.
15.-Embite( envite): del cat. envit. Ofrecimiento de una cosa, empujón.
16.-Arrostrar: de rostro. Hacer cara, resistir.
17.-Calafatear: de calafate. Cerrar o tapar juntas.
18.-Contrito: del lat. contritus. Que siente contrición.
19.-Soterraño: subterráneo.
20.- Jayán: del fr. Ant. jayani. Persona robusta, de gran estatura.
21.- Inficionado: de infición. Infectado.

179
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, Tomo II, capítulo
Ix.
° Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo II.
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo VI.

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138

22.- Zalemas: del dr. hisp. assalám alik. Reverencia o cortesía humilde en muestra
de sumisión.
23.- Puericia: del lat. pueritia. Edad del hombre que media entre la infancia y la
adolescencia, esto es, desde los siete años hasta los catorce.
24.- Alfanje: del dr. hisp. alhangar o alhan gal.Especie de sable, corto y corvo, con
filo solamente por un lado, y por los dos en la punta.
25.- Borceguí: de or. inc. Calzado que llegaba hasta más arriba del tobillo, abierto
por delante y que se ajustaba por medio de correas o cordones.

Otros recursos muy utilizado por Cristóbal Lozano son los refranes
y los proverbios. Como es sabido, la palabra refrán proviene del occitano
refrahn, cuyo significado es gente de un pueblo determinado y el vocablo
proverbio tiene como etimología la palabra latina proverbiotium. La
experiencia colectiva de la gente a lo largo de la historia desemboca en
sentencias populares, llenas de recursos literarios como el paralelismo,
la antítesis, la elipsis o el juego de palabras. Lozano se apoya mucho en
las sentencias porque se encuentra muy cerca del pueblo con sus leyendas
llenas de anacronismos. Destaquemos algunas de ellas:
- "Al son que anda la cabeza andan continuo los pies". 182
183
- "Andábase a las orillas y a la sombra, como dicen, de tejados".
184
- "Que andaba (como acá decimos) bebiendo el viento por ella".
- "Pues dice allá un refrán que a tres va la vencida". 185

La prosa en las obras estudiadas encierra unas magníficas calidades


poéticas, llena de frecuentes efectos rítmicos y sobre todo musicales. La
lectura de las leyendas invita al lector a familiarizarse con repeticiones
de palabras y estructuras muy cercanas al lenguaje oral como vehículo de
transmisión literaria. Muchas páginas literarias llegan a conmover al lector
ante la belleza formal y sutilezas expresivas y conceptuales, ya que el ingenio
y la excelente pluma del autor se despliegan por toda su obra literaria.
No se equivoque el lector de estas páginas: en las repeticiones,
bimembraciones, etc., no es el resultado de la improvisación o la
involuntariedad, sino que, antes al contrario, hay una verdadera intención
literaria por parte de Lozano.
La prosa se convierte en muchas ocasiones en prosa poética por
la fuerza de los paralelismos, reiteraciones o cadencias de tono popular

182
David perseguido, tomo 1, capítulo XI.
183
David perseguido, tomo 1, capítulo XII.
184
Elgran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo IV.
' El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo V.

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139

que incluyen hasta octosflabos poéticos del gusto de la época (como ya


advertimos ut supra).
El ritmo de la prosa viene marcado fundamentalmente por cuatro tipos
de repeticiones estructurales: la bimembraciones, las trimembraciones, las
plurimembraciones y los paralelismos. El uso constante de estos recursos
hace imposible una exhaustiva tipología y clasificación de los mismos. Por
ello, se presentarán algunos ejemplos de cierta importancia para que quede
constancia de su utilización por parte de Lozano.

Bimembraciones:

- "rico tan próspero y abundante" /"comprando y contratando". 186


- "la gracia y acogimiento"! "hiere tu piedad y tu grandeza"! "cartas y papeles"!
"con lágrimas y suspiros"/ engrandeciendo y loando su virtud y santidad". ' 87
- "escapó a vela y remo"! "fue tanto el coraje y el enojo". 188
- "la cobardía e infamia del aturdido"! "sus temores y sus miedos" 189
- "cuya gracia y hermosura"! "se entretienen y divierten"/ "gracias y
bellezas". 190
- "ilusión y sueño" / "aturdido y confuso"/ "honesta y santa". 191
- "pasmado y aturdido" / "melancólico y confuso" !"liberalidades y mercedes"
/ "confuso y lastimado". 192
- "ministros y soldados"! "ira y enojo". 193
- "cosa cierta y asentada"! "es única y sola"/ prerrogativas y excelencias"!
"tirano y cruel"! "virginidad y honestidad"! "más ingratos y crueles"/ "truenos
y rayos"/ "en honra y excelencia"/ "sobrenatural y divina"/ "muchos rayos y
centellas"/ "rompe la pared y el nicho".' 94
- "Mausoleos y sepulcros" /"riscos y pizarras" / "inexpugnables y hermosos" /
"salmos y alabanzas". 195
- "mandas y disposiciones /"diligencia y prisa" /"gentes y soldados". 196

' 86David perseguido, tomo 1, capítulo VII.


187
David perseguido, tomo 1, capítulo IX.
188
David perseguido, tomo 1, capítulo X.
189
David perseguido, tomo II, capítulo XX.
° David perseguido, tomo III, capítulo II.
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral I.
192
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral II.
193
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
XVII.
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
XVII.
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo I.
191 Los Reyes Nuevos de Toledo, libro II, capítulo XIII.

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140

Trimembraciones

- "la hacienda, el trato y las riquezas". 197


- "hierros, losas y paredes".
- "virtud, religión y cristiandad"! "prudente, valeroso y leal"!
"acatamiento, reverencia y cortesía" / "socorro, favor y ayuda"!
"mi casa, mi reino y mi persona". 198
- "muy avisado, prudente y recto".'
- "hermosura,, gentileza y estado" / La libertad de la reina,
su señorío y su imperio" / "su mucha hermosura, su ingenio
grande, su valor heroico"/ "muchos favores, muchas cortesías y
muchas honras" / lo apesadumbrada, lo sentida, lo enojosa". 200
- "confusos, avergonzados y perdidos" ! "mis bizarrías, las joyas y
dineros" /'muchas pesadumbres, injurias y menosprecios". 201
- "su cuidado, su pena y su recelo". 202
- "su cuchillo, su perdición y su muerte". 203
- "las grandezas, las honras y las felicidades". 204
- "palabras, acciones y caricias". 205
- "propicia, afable y cariñosa" ! "bueno, regocijado y alegre". 206
- "bella, sazonada y airosa" !"solicitado, galanteado y servido". 207
- "Oyó, vio, notó". 208
- "desgarrado, facineroso e impío". 209
- "dolor, sentimientos, cuidados". 210
- "la tristeza, la soledad, la batalla perpetua"! "le tenían perdido, loco, muerto"
!"aceite, pez y resina". 211
- "las carcajadas, la chacota y gritería" ! "ultrajarlos, afrentarlos y

197
David perseguido, tomo 1, capítulo VII.
98
David perseguido, tomo 1, capítulo IX.
'David perseguido, tomo 1, capítulo XI.
21 David perseguido, tomo 1, capítulo XIII.
201
David perseguido, tomo II, capítulo XV.
202
David perseguido, tomo II, capítulo XXI.
203
David perseguido, tomo II, capítulo XXVIII.
204
David perseguido, tomo III, capítulo XX.
205
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto 1.
206
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral I.
207
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral II.
208
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral III.
209
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto IV, Discurso moral II.
210
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo IV.
211
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
XIV.

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141

correrlos". 212
- "servida, amada y querida". 213
- "santa, recogida, honesta" ¡"alhajas, propiedades, posesiones'.
- "el capón, el conejo, la perdiz" / "muy colgada, aseada y olorosa" / "lastimado,
lloroso y enternecido"! "pasmada, helada, aturdida". 215
- "pueblos, ciudades y provincias" ¡ "mujeres famosas, discretas y
encendidas". 216
- "magnífica, notable y primorosa" / "de hachas, cuerdas y linternas". 217
- "casi traspasado, pálido y lloroso". 218
- "a semejantes repulsas, desprecios y despegues". 219
- "en Tolosa, Perosa y Aviñón" / "emulación, odio e inquietud' ,

Plurimembraciones

- "era bizarro, prudente, liberal y agradecido". 221


- "su rara belleza, su gallardía, su donosidad, su mucha discreción"! "la
conciencia, el escrúpulo, el cargo, la obligación". 222
- "la idolatría, la ceguedad, la ignorancia y el error". 223
- "ruegos, ansias, favores y regalos" ¡voces, iras, rigores y amenazas". 224
- "cuarto, pieza, jardín, puerta, cofre, baúl, oro, plata"! "leal, estimado, querido,
galán, valiente y discreto" / arrepentimiento, contrición, dolor y
lágrimas".225
- "aturdido, confuso, sobresaltado, colérico e impaciente". 226

2I2
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
XVII.
213
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo V.
214
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo
Ix.
215
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo
XIV.
216
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo I.
217
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo II.
218
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo V.
219
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo VI.
220
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro II, capítulo XV.
221
David perseguido, tomo 1, capítulo IX.
222
David perseguido, tomo 1, capítulo XIII.
223
David perseguido, tomo 1, capítulo XVI.
224
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II.
225
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral II.
226
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
XVII.

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142

- "santa, recogida, honesta y muy devota" / "licenciosa, sacudida, gastadora y


desenvuelta". 227
- "ruegos, palabras y promesas, halagos, ansias, caricias". 228
- "escandalizados, asombrados, llenos de miedo, y perdidos". 229
- "tesoros, riquezas, oro, joyas y plata". 230
- "sano, bueno, poderoso y rico". 231

Paralelismos

- "al veros en el empeño, se pondrán en la barrera, al veros en el trabajo, huirán


de veros". 232
- "cariñosa al consuelo, y humilde al favor".
- "en lo uno, hallaba fuerzas terribles; en lo otro, miraba divinas fuerzas". 234
- "una misma pena, un mismo castigo; un mismo lazo acabó con la crueldad,
con la desenvoltura, con el poco miramiento" / "más sobresaltada, más
inquieta y más ansiosa" / "todo era soledad, todo era silencio, todo
clausura". 235
- "aquí son las congojas, aquí son las penas, aquí los desconsuelos, aquí los
llantos". / lo sentó sobresaltada en el lecho, y lastimada y compasiva, al paso
que confusa y asustada, le acaricia entre sus brazos, apriétale las manos al
corazón, abrígale entre sus pechos, métele en la cama, cobíjale con la ropa y
dícele con ternura". 236
- "que Dios es tan benigno, tan afable, tan piadoso; es tan bueno Dios, que al
ver lastimada un alma, al verla llorosa, al mirarla arrepentida, olvidando los
agravios, se muestra todo piedades". 237
- "así sus ejercicios eran tratar de la espada y del broquel, del coleto y de la
malla, andar hecho lechuzo por las noches, dormir hasta medio día, jugar por
las tardes, pasear largo, visitar damas, hacer convites, quitar capas, alborotar
los patios, saltearles la comida, reñir pendencias de otros, ocasionar
pesadumbres". 238

227
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo IX
228
El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo II, capítulo
XIV.
229
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo II.
230
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo IX.
231
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro II, capítulo XIII.
232
David perseguido, tomo 1, capítulo VII.
233
David perseguido, tomo 1, capítulo X.
234
David perseguido, tomo 1, capítulo XII.
235
David perseguido, tomo 1, capítulo XIII.
236
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto 1.
237
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto II, Discurso moral 1.
131
El Rey Penitente David arrepentido, Asunto IV, Discurso moral 1.

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143

- "nadie piense, fieles, caminar a glorias, sin pasar trabajos; nadie aspire a
triunfos, sin vencer batallas; nadie pretenda coronas, sin haberse expuesto
a riesgos; nadie presuma gozar delicias de Primavera, sin haber pasado las
asperezas de un espeluzado Invierno; nadie quiera coger fruto, la miel dulce,
el grano rojo, sin haber primero destripado de la tierra los terrones duros". 239
- "Qué sustos, qué sobresaltos, qué temores tendrían los dos Esposos, cuando
hallaban Idólatras como estos, mal mirados y descorteses! ¡Qué de
imaginaciones, qué de pensamientos le ocurrían a José cuando veía por el
monte catervas de forajidos, cuando veía que algunos les hablaban con
despego !240
- "Ea, Antonio, ya tienes delante a quien con tanto trabajo y fatiga, vagueando
estos destierros, has buscado: ya ves un casi cadáver frío, cuyos podridos
miembros, con los muchos años, cubre esta piel tostada y amarilla: ya tienes
a los ojos un hombre casi tierra, pues presto estará hecho polvo". 241
- Ella, alegando derechos de religión, y él, armado de marido. Ella, resistiendo
con amenazas, y él, tomándoselas en burla. Ella, delicada y tierna; él, jayán,
mozo y robusto. Ella, cristiana; él, un moro. Ella, paloma; él, un perro. Ella,
hermosa; él, enamorado. Ella, sola y él, solo con ella". 242

239 E1 gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo IV.
240 El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo
VIII.
241 El gran hijo de David más perseguido, Jesucristo, Señor Nuestro, tomo 1, capítulo IX.
112
Los Reyes Nuevos de Toledo, libro 1, capítulo VI.

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