Alternativas Socio Ambientales de La OMC
Alternativas Socio Ambientales de La OMC
Alternativas Socio Ambientales de La OMC
Integrante:
Ketty Pirela. C.I.: 24.549.408
Sección: IAG4402
Muchos economistas que no apoyan que se vinculen las políticas comerciales con las
ambientales en realidad comprenden los argumentos de por qué incluir los temas
ambientales en el contexto del comercio. Sin embargo, temen la posibilidad que los
proteccionistas interfieran en el sistema de comercio, disfrazándose de ambientalistas. Otro
argumento relacionado es el temor a que el libre comercio se deprima bajo el peso de la
carga ambientalista. Los economistas que desean separar el comercio y el medio ambiente
argumentan que los problemas ambientales deben ser resueltos con instrumentos de política
ambiental y no valerse del comercio para fortalecer los acuerdos internacionales de medio
ambiente. También temen que los países con altos ingresos impongan estándares
ambientales muy altos a los países de bajos ingresos, privándolos de aquello que les
confiere una ventaja comparativa natural y sujetándolos a las barreras del comercio en caso
que fallen en el desarrollo de dichos estándares.
Si bien estas preocupaciones tienen bases reales, no proveen la justificación para una
completa separación entre comercio y medio ambiente. Ciertamente, la protección al medio
ambiente no debe ser utilizada para disfrazar barreras al comercio, ni los esfuerzos
ambientales a escala mundial deben significar una reducción en los estándares de vida en
los países de bajo ingreso. Pero estos no son argumentos para ignorar el ineludible vínculo
entre comercio y medio ambiente. Son argumentos para tratar de integrar la política
comercial y las políticas ambientales de forma sensata.
El Desarrollo sostenible ha sido difícil de definir y aún más difícil ha sido ponerlo en
práctica. Está claro que la pobreza puede forzar a las personas a tomar decisiones de corto
plazo que degradan el medio ambiente; por ejemplo, la tala de árboles para utilizar la
madera como fuente de energía (estufas de leña, generación de calor, etc.), sin tomar en
cuenta la probabilidad de una futura erosión de la tierra. Sin embargo, la esperanza de que
la liberalización comercial vaya a conducir a un crecimiento económico que alivie la
pobreza y genere recursos para inversiones ambientales, algunas veces parece descansar en
una tenue cadena de eventos, la cual puede presentar dificultades bajo las condiciones del
mundo real.
Ahora el trabajo de la OMC tiene impactos mucho más amplios, y la agenda de comercio
abarca barreras no arancelarias y otros temas que recaen en actividades gubernamentales y
de comercio interno que van más allá del campo del comercio internacional. Anteriormente,
la legitimidad de la OMC giraba en torno a su capacidad de producir resultados
satisfactorios desde la perspectiva del comercio. Ahora, la organización está sujeta a un
escrutinio mucho más amplio. Si la OMC va a jugar su nuevo rol como una de las
organizaciones internacionales clave para el manejo de la interdependencia económica
debe, entonces, encontrar un nuevo centro gravitacional.
Las reglas de medio ambiente no deben ser vistas como el simple control de la
contaminación o de los estándares para la administración de los recursos naturales. Estas
reglas proveen, en términos coloquiales, “las reglas del juego” para el comercio
internacional y sirven como un muro protector en contra de las fallas de mercado en el
sistema económico internacional. Construir una sensibilidad ambientalista dentro del
régimen comercial debería, por tanto, ser de interés para la comunidad del comercio, así
como para quienes abogan por el medio ambiente. Los economistas podrían jugar un papel
preponderante en el camino hacia un mundo de protección efectiva del medio ambiente y
simultáneamente libre del proteccionismo comercial.
Reflexiones finales
https://www.wto.org/spanish/tratop_s/envir_s/sust_dev_s.htm
https://www.wto.org/spanish/tratop_s/envir_s/envt_rules_intro_s.htm