Sentencia Del Matamendigos

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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP M 8/1996 - ECLI: ES:APM:1996:8


Id Cendoj: 28079370011996100003
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 27/02/1996
Nº de Recurso: 114/1995
Nº de Resolución: 111/1996
Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: MARIA LUZ LOURDES SANZ CALVO
Tipo de Resolución: Sentencia

Sumario n.º 2/94


Juzgado de Instrucción n.º 26 de Madrid.
Rollo n.º 114/95
AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID.
Ilmos. Sres. Sección Primera
D. José Manuel Maza Martí
Dña. Lourdes Sanz Calvo
Dña. Carmen Fresneda García
SENTENCIA N.º 111
En Madrid, a Veintisiete de Febrero de mil novecientos noventa y seis.
Vista en Juicio Oral y público ante la Sección Primera de esta Audiencia Provincial la causa procedente del
Juzgado de Instrucción n.º 26 de Madrid, seguida de oficio por ASESINATO, AGRESIÓN SEXUAL Y RAPTO, y una
falta de HURTO, contra Manuel , nacido el 28 de Mayo de 1.954, hijo de Antonio y de Gregoria, natural de Madrid
y vecino de Madrid, soltero, con antecedentes penales, insolvente, y en prisión provisional por esta causa
desde el 4 de Octubre de 1.993, situación prorrogada por auto de fecha 12 de Septiembre de 1.995, habiendo
sido parte el Ministerio Fiscal y como acusación particular, Estefanía , representada por la Procuradora Sra.
Rubio Valtueña y defendida por el Letrado D. Félix Izquierdo, Inocencio y Magdalena , representados por el
Procurador Sr. González Sánchez y defendidos por la Letrada Sra. García Atienza, y Luis Miguel representado
por la Procuradora Sra. Ortiz Gutiérrez y defendido por la Letrada Sra. Domínguez Fernández, y dicho procesado
representado por la Procuradora Sra. De Luis Sánchez y defendido por el Letrado Sr. Rodríguez Menéndez y
Ponente la Magistrada Dña. Lourdes Sanz Calvo.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO


PRIMERO.- El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones definitivas, calificó los hechos procesales como
constitutivos de 11 delitos de asesinato del art.º 406.12 del Código Penal , uno de ellos en grado de frustración,
un delito de abusos deshonestos del art.º 430 en relación con el 429.1 º y 2º del Código Penal , un delito de rapto
del art.º 440 del Código Penal y una falta de hurto del art.º 587.1º del Código Penal y reputando responsable de
todos ellos en concepto de autor al procesado Manuel , con la concurrencia de la circunstancia modificativa
de la responsabilidad eximente completa de enajenación mental del art.º 8.1º del Código Penal , solicitó una
Sentencia absolutoria con sumisión del procesado a la medida de internamiento que deberá llevarse a cabo
en centro destinado a enfermos de tal índole y del cual no podrá salir sin autorización del Tribunal.
También solicitó que el procesado indemnice con 20.000.000 pesetas respectivamente a Luis Miguel por el
fallecimiento de su hermano Juan Pablo ; a Gustavo , por el fallecimiento de su hermanastro Carlos Ramón

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, a Cornelio por el fallecimiento de su sobrino Roberto , a Ángel Daniel por el fallecimiento de su hermano
Iván , a Montserrat y Elsa por el fallecimiento de su hermano Franco , a Estefanía por el fallecimiento
de su hermano Carlos Jesús , a Inocencio y Magdalena por el fallecimiento de su hijo Agustín y a Silvio
por el fallecimiento de su hermano Domingo , asimismo indemnizará a Carmen en 850.000 pesetas por
las secuelas.
SEGUNDO.- La representación de Estefanía en igual trámite mostró su conformidad con el relato de hechos
del Ministerio Fiscal referido a la muerte de Carlos Jesús que los califico como constitutivos de un delito de
asesinato del art.º. 406.1 º, 4 y 5 del Código Penal reputando autor del mismo al procesado en quien se aprecia
la eximente completa de enajenación mental del art.º 8.1º del Código Penal , solicitando su absolución con
sumisión a la medida de internamiento y que indemnice a Estefanía en la suma de 20.000.000 de pesetas
por el fallecimiento de su hermano Carlos Jesús , solicitando la responsabilidad directa del Estado al amparo
del art.º 20 del Código Penal .
TERCERO.- La representación de Inocencio y Magdalena en igual trámite mostró también su conformidad
con el relato de hechos del Ministerio Fiscal y respecto a la muerte de Agustín , calificándola también como
un delito de asesinato del art.º 406.1º del Código Penal del que es autor el procesado en quien se aprecia la
eximente completa de enajenación mental del art.º 8.1º del Código Penal , solicitando su absolución y sumisión
a internamiento y a que indemnice a sus representados en la cantidad de 20.000.000 de pesetas, cantidad de
la que responderá en concepto de responsable civil directo el Estado.
CUARTO.- La representación procesal de Luis Miguel , también en sus conclusiones definitivas, mostró su
conformidad al igual que el resto de las acusaciones con los hechos, calificación Jurídica, circunstancia
modificativa de la responsabilidad y responsabilidad civil solicitada por el Ministerio Fiscal, solicitando también
al amparo del art.º 20 del código Penal la responsabilidad civil directa del Estado.
QUINTO.- La defensa del procesado en igual trámite calificó los hechos imputados a su patrocinado como
constitutivos de 10 delitos de homicidio del art.º 407 del Código Penal de los que es autor el procesado en
quien es de apreciar la eximente completa del art.º. 8.1º del Código Penal por trastorno mental transitorio,
solicitando su absolución y sometimiento a tratamiento ambulatorio y subsidiariamente su internamiento en
un hospital civil hasta su curación con revisiones periódicas cada 6 meses para controlar su estado de salud.
En concepto de responsabilidad civil indemnizará a Silvio , hermano del fallecido Domingo en la cantidad
de 10.000.000 de pesetas,

II.- HECHOS PROBADOS


El procesado Manuel , mayor de edad, y ejecutoriamente condenado en Sentencia de fecha 2-VII-89 por delito
de utilización ilegítima de vehículo de motor, siendo susceptibles de cancelación el resto de los antecedentes,
en fechas no exactamente determinadas y que se comprenden aproximadamente entre los meses de Agosto
de 1.987 y Septiembre de 1.993, llevó a cabo, en esta capital los hechos siguientes:
A) A finales de Agosto de 1.987 tras haber pedido limosna en una iglesia de la zona de Retiro en unión de
Juan Pablo , al que conocía con anterioridad y que se dedicaba al igual que él habitualmente al ejercicio de
la mendicidad, tras comprar una botella de Whisqui se dirigieron a una pequeña vaguada existente en la parte
posterior del cementerio de Nuestra Sra. de la Almudena, sito en la Avda. de Daroca, allí se tumbaron junto a
unas tapias que circundan al cementerio, y bebieron la botella de Whisqui, antes habían bebido otra, y en un
momento determinado cuando Juan Pablo se hallaba tumbado sobre los restos de un colchón abandonado,
Manuel al sentir una fuerza superior irrefrenable cogió una piedra con la que sorpresivamente le golpeó en
la cabeza, aplastándosela. A continuación con un cuchillo que portaba le apuñaló una vez por la espalda
sufriendo fractura en región dorsal, falleciendo a causa del traumatismo craneal. Después roció con la gasolina
que portaba el colchón y el cuerpo de Juan Pablo prendiéndole fuego.
B). En el mes de Noviembre de 1.987, tras conocer por la zona de Manuel Becerra-Ventas a una mujer al parecer
de nombre Mari y cuyos restantes datos de filiación no han sido posibles determinar, la convenció para que le
acompañara al interior de una furgoneta DKW matrícula F-......... , que su propietario había dejado abandonada
años atrás en un descampado sito en la interacción de las calles Alcalá y Hermanos García Noblejas, y que él
utilizaba en algunas ocasiones para pernoctar.
Una vez dentro de la furgoneta y habiendo bebido con anterioridad Manuel una botella de Whisqui y tomado
10 ó 12 comprimidos de Rohipnol de forma inopinada, al sentir una fuerza irrefrenable esgrimió una navaja
con la que le asestó tres puñaladas en región dorsal, dos de ellas muy próximas a la columna vertebral y una
tercera sobre la escápula izquierda y otras dos en la región deltoides izquierda, en su cara posterior, heridas
que ocasionaron una abundante hemorragia en hemitórax izquierdo desencadenadora de una insuficiencia

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cardiaca irreversible. A continuación con el mismo instrumento le seccionó la cabeza, la metió en una bolsa
de plástico y la arrojó al parecer, a un pozo.
Después se apoderó de un reloj que portaba la víctima cuyo valor no se ha determinado, y del que más tarde
se deshizo, luego prendió fuego a un colchón sobre el que se hallaba Mari, ardiendo el cuerpo de ésta y la
furgoneta.
C). A primeros del mes de Marzo de 1.988, se dirigió con el también indigente Carlos Ramón , a quien conoció
por el Parque de las Avenidas a un descampado existente en las inmediaciones de las calles Rafael Finat y
Fuente de Navidad, en la Avda. de los Poblados Aluche, donde ingirieron la botella de Whisqui que portaban
y en un momento dado al sentir nuevamente Manuel dicha fuerza incontrolable cogió una piedra con la que
inopinadamente golpeó a Carlos Ramón en la cabeza causándole una herida contusa en región frontoparietal
izquierda con arrancamiento de cuero cabelludo, pérdida de varias piezas dentarias y fractura aplastamiento
del maxilar superior izquierdo y del arco cigomático.
A continuación con un cuchillo que portaba le asestó múltiples puñaladas en un número no inferior a cincuenta
y cuatro, en la cara anterior del tórax y del abdomen y alguna aislada en la cresta ilíaca izquierda, falleciendo
por tales heridas de arma blanca, al originar su muerte de forma inmediata las lesiones viscerales, en especial
las del corazón.
D). En el mes de Marzo de 1.989, se dirigió en unión de Roberto , al que conoció en la Iglesia de Fátima de
la calle Alcalá en una zona situada al final de la calle Seco, llegando a la tapia trasera de "Bodegas Bilbaínas",
próxima a la estación de Atocha, donde después de haber bebido Whisqui y tomado pastillas de Rohipnol y
sintiendo esa fuerza irrefrenable, le golpeó también de forma inopinada en la cabeza con una piedra, tras lo
cual le asestó 14 cuchilladas en el tronco, lesionando las vísceras y destruyendo el globo ocular izquierdo,
originándole la muerte, procediendo con posterioridad a seccionarle la cabeza sin conseguirlo y a continuación
con el cuchillo le cortó los pulpejos de los dedos de ambas manos.
E). En el mes de Mayo de 1.989, Manuel se dirigió junto con el también indigente Iván , a quien conocía de
la zona del Parque de las Avenidas, a un descampado que se hallaba en la calle Tiberiades s/n en la zona de
Hortaleza. Una vez allí y tras haber ingerido bebidas alcohólicas y pastillas de Rohipnol y preso de una fuerza
incontrolable esgrimió una navaja con la que asestó a Iván un corte en el cuello de atrás hacia adelante, que
seccionó la carótida izquierda, lo que provocó una hemorragia intensa que le ocasionó la muerte. No obstante
lo cual y hallándose aún Iván con vida le seccionó el pene y se lo puso en la boca, después procedió a prender
fuego con gasolina el cuerpo de la víctima.
F). Entorno al invierno de 1.990 o 1.991, el procesado en unión de un individuo llamado al parecer Carlos
Ramón y cuyos restantes datos de identidad se desconocen, a quien conocía de pedir también limosna en la
Iglesia de la Trinidad del Barrio de la Concepción, se dirigieron a un descampado existente en la Cuesta de los
Sagrados Corazones al comienzo de un puente que hay sobre la M-30, donde consumieron dos o tres litros
de vino junto con pastillas de Rohipnol, tras lo cual Manuel al sentir como en hechos anteriores esa fuerza
incontrolable cogió una piedra con la que de forma súbita golpeó a Carlos Ramón en la cabeza, clavándole
seguidamente en la espalda un cuchillo hasta que le produjo la muerte. Posteriormente le seccionó la cabeza
con el cuchillo y extrajo diversas vísceras y órganos del cuerpo de la víctima, para aligerar el peso del cuerpo
y así poder trasladarle y arrojarle a un pozo existente en el lugar donde luego apareció.
G). Un año después de los anteriores hechos, el procesado se dirigió al mismo descampado en unión en esta
ocasión de Franco , también indigente al que conoció en una Iglesia por la zona del Parque de las Avenidas,
y tras ingerir al igual que en el hecho anterior, vino y pastillas de Rohipnol, al sentir una fuerza incontrolable
golpeó de forma inopinada en la cabeza a Franco con una piedra y luego le clavó varias veces un cuchillo
por la espalda hasta causarle la muerte. Una vez muerto, le amputó un dedo con el fin de apoderarse del
anillo que llevaba puesto valorado en 21.558 pesetas y que posteriormente ha sido recuperado. A continuación
le seccionó la cabeza y extrajo del cadáver diversas vísceras y órganos, para así aligerarle de peso y poder
trasladarle hasta el mentado pozo donde le arrojó.
H). En el mes de Septiembre de 1.991, el procesado habiendo ingerido vino y pastillas de Rohipnol, se dirigió a
un paso subterráneo existente en la Avda. de Brasilia frente al n.º 11, lugar donde solían pernoctar personas sin
techo. En ese lugar se hallaba tumbado encima de un colchón Carlos Jesús , contra el que inesperadamente se
dirigió el procesado golpeándole con una piedra en la cabeza, asestándole seguidamente varias puñaladas con
un cuchillo ocasionándole la muerte, después le prendió fuego ardiendo el colchón y el cuerpo de la víctima.
I). El día 8 de Junio de 1.993, el procesado en unión de otro individuo no identificado abordaron a Carmen ,
aquejada de esquizofrenia, cuando se dirigía a un Seven Eleven, sito en la Avda. de América n.º 18, obligándola
a acompañarlos hasta un descampado, sito frente al n.º 5 de la C/ Corazón de María, donde en un banco que allí

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había, tras desnudarla efectuaron tocamientos por todo el cuerpo y genitales, obligándola a que ella también
les tocara para lo cual se bajaron los pantalones y en un momento dado uno de ellos le propinó unas patadas
agrediéndola con una navaja en la cara para a continuación Manuel , que había ingerido vino y pastillas coger
una piedra con la que le golpeó varias veces en la cabeza tratando de acabar con su vida, perdiendo la mujer
el conocimiento y dejándola en este estado abandonada en el lugar. A consecuencia de lo anterior Carmen
resultó con heridas consistentes en fractura orbitaria, heridas faciales y scalps de las que curó a los 85 días
durante los que estuvo impedida para sus capacidades habituales de los cuales 9 precisó asistencia médico-
quirúrgica quedándole como secuela una cicatriz en cara y cuero cabelludo susceptibles de mejorar mediante
cirugía estética.
J). En el mes de Julio de 1.993, el procesado en unión de Domingo a quien conocía de pedir juntos en una
Iglesia de la Plaza de Manuel Becerra se trasladaron al descampado de la Cuesta de los Sagrados Corazones,
al que solían acudir en otras ocasiones y una vez allí, habiendo ingerido Manuel vino y pastillas de Rohipnol, al
sentir nuevamente esa fuerza irresistible, cogió una piedra con la que golpeó de forma inopinada a Domingo
en la cabeza, región parieto-temporal izquierda, fracturándole la bóveda craneal que le originó la muerte. A
continuación procedió a prender fuego al cadáver con mantas y papeles allí existentes.
El pariente mas cercano a Domingo es su hermano Silvio con el que convivía aunque Domingo se ausentaba
en ocasiones del domicilio.
K). El día 9 de Septiembre de 1.993, el procesado que había ingresado tres días antes en el Hospital Psiquiátrico
Provincial se fugó de dicho centro en unión del interno Agustín quien padecía una psicosis esquizofrénica,
dirigiéndose ambos ese mismo día o al siguiente a la tapia del cementerio de la Almudena, sito en la Avda. de
Daroca y una vez allí Manuel sintió de nuevo esa fuerza irrefrenable y golpeó a aquel con un objeto contundente
en la cabeza, región parietal derecha que le produjo la muerte por parada cardiorespiratoria secundaria o
traumatismo craneoencefálico, procediendo a continuación a quemar el cadáver, regresando al día siguiente
Manuel al hospital donde relató lo sucedido.
Los parientes más cercanos a la víctima son sus padres Inocencio y Magdalena , quienes visitaban
periódicamente a su hijo en el hospital y denunciaron su fuga del mismo.
El procesado en el momento de llevar a cabo todos los hechos relatados, presentaba una psicopatología
compleja con diversos trastornos: esquizofrenia, alcoholismo crónico, síndrome de dependencia al alcohol,
trastorno de la inclinación sexual, necrofilia, episodios de intento de suicidio..., habiéndose convertido desde
su primera salida de prisión en un sin techo vagando por las Iglesias dedicándose a la mendicidad, siendo
diagnosticado ya desde hace años como psicótico en los hospitales psiquiátricos por los que ha pasado.
Desde el año 1.980 presentaba una actividad delirante y alucinatoria, con alucinaciones auditivas, creyendo oír
voces imperativas que le dicen lo que tiene que hacer, como matar.
Asimismo sufre instintos e impulsos violentos sin motivo aparente "patológicos" donde la voluntad se halla
desbordada, impulsos que en ocasiones son respuestas a la actividad delirante o alucinatoria y que le
surgen con más intensidad y están favorecidos por el consumo conjunto de grandes cantidades de alcohol
y sustancias psicotrópicas como el Rohipnol, dando lugar a conductas violentas o agresivas, muy primitivas,
impulsos que Manuel refiere como una fuerza que le sube de repente a la cabeza y le lleva a pasar
inmediatamente a la acción.
Los trastornos que padece Manuel son ya por sí sólos de suficiente entidad, gravedad que se acrecienta al
conectarse entre sí, incidiendo de tal forma, en sus capacidades intelectivas y volitivas que llegan a anularlas
por completo.
En la actualidad el procesado se halla interno en el Psiquiátrico Penitenciario de Alicante.

III.- FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO.- Los hechos que se declaran probados son legalmente constitutivos de 11 delitos de asesinato, uno
de ellos en grado de frustración, art.º. 3.2 º y 51 del Código Penal , descritos y penados en el art.º 406.1º del
Código Penal , un delito de rapto descrito en el art.º 440 del Código Penal en concurso medial art.º 71 del
Código Penal con un delito de agresión sexual tipificado en el art.º 430 en relación con el art.º 429 números
1 y 2 del Código Penal .
La primera cuestión que se suscita en cuanto a la calificación Jurídica de los hechos radica en determinar
si nos hallamos en presencia de una serie de delitos de asesinato, como sostienen las acusaciones, o de
homicidio del art.º 407 del Código Penal como por el contrario propugna la defensa.

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La alevosía, referida únicamente a los delitos contra la vida o integridad corporal, exige como señala
la Sentencia del Tribunal Supremo de 14 de Febrero de 1.993 , "un elemento dinámico o instrumental
esencialmente de carácter objetivo que radica en el modo de actuar de acuerdo con la definición auténtica que
de esta circunstancia da el art.º 10.1º del Código Penal y que la Jurisprudencia de esta Sala ha proyectado en
estas direcciones; alevosía proditoria, caracterizada por la acechanza mediante el ocultamiento para no ser
visto por la víctima, alevosía a través de actos de traición que incluye también el fraude y el engaño, alevosía
singularizada por lo inesperado del ataque que es una forma de traición y finalmente alevosía cuando quien es
objeto de ataque es un desvalido, por edad, invalidez física o por estar la víctima en estado de inconsciencia.
Como además del elemento objetivo ya descrito se exige un elemento teleológico o finalístico, en el sentido
de que el sujeto activo ha de aprovecharse de la situación de indefensión, no es posible llegar a conclusiones
definitivas con valor general. Cada caso habrá de ser examinado a la luz de la doctrina de esta Sala..."
La Jurisprudencia ha admitido la alevosía en los casos de ataques súbitos e inopinados, dado que en ellos se
entiende que la víctima queda privada de la capacidad de defenderse ( Sentencias de 3-XII-90 , 22-II y 14-VI-91 ).
Este concepto de alevosía, como señala la Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de Julio de 1.995 "ha sido
cuestionada en parte por la doctrina que afirma como decisivo de la misma la existencia de una relación
especial de confianza entre la victima y el autor que haya sido la razón de la indefensión de la primera".
Sin embargo la discusión surgida entorno a la naturaleza de dicha circunstancia, que puede ser relevante en
algunos supuestos, no afecta al caso de autos.
Así en los casos relatados, salvo en el de Carmen , el procesado conocía con anterioridad a sus víctimas,
muchas de las cuales se dedicaban como él a la mendicidad y en base a esa relación de conocimiento
previo existente acompañaban a Manuel , sin que tuvieran nada que temer, ni les extrañara los lugares a los
que se trasladaban, descampados y alejados, al ser frecuentados por muchos de ellos, personas sin techo,
marginados sociales, y en este marco después de haber ingerido alcohol y rohipnoles es cuando de forma
inopinada se produce el ataque. Ataque que la víctima no se espera y le pilla desprevenido, por sorpresa ante lo
cual se ve imposibilitado de defenderse, como lo evidencia el hecho de no presentar señal alguna de defensa,
tal y como se relata específicamente en muchos de los informes de autopsia, asegurándose de esta forma
el procesado la ejecución.
En el caso de Carmen es cierto que no existía ese conocimiento previo pero no lo es menos que nos hallamos
ante una persona desvalida, que padece una esquizofrenia, situación de desvalimiento que fue captada por el
sujeto activo, ¡esta loca! manifestaron el procesado y su acompañante a los empleados del Seven Eleven para
llevarse a la mujer del establecimiento, además a tenor de la mecánica comisiva se hallaba sin posibilidades
de defensa.
Finalmente decir que frente a lo alegado por la defensa la Jurisprudencia viene admitiendo de forma reiterada
la compatibilidad de la alevosía con la eximente de enajenación mental, compatibilidad que en este caso
concreto, a tenor de la psicopatología del procesado y su inteligencia, dentro de la normalidad, resulta factible.
SEGUNDO.- Por la representación de Estefanía se propugna además respecto de la conducta llevada a cabo
con Carlos Jesús , el hermano de su representada, la concurrencia de las circunstancias números 4 y 5 del
art.º 406 del Código Penal .
En cuanto a la primera, premeditación conocida, se trata de una circunstancia que ha sido interpretada
restrictivamente por el Tribunal Supremo y que desaparece en el nuevo Código Penal - art.º 139 - aprobado por
la Ley Orgánica 10/1.995 de 23 de Noviembre , y pendiente únicamente de entrar en vigor. Circunstancia de
agravación que como dice la Sentencia del Tribunal Supremo de 27 de Marzo 199, requiere algo más profundo
que la simple meditación y que ha de estar tan probada como el hecho mismo.
En el caso de autos no existe dato o elemento alguno que lo acredite, de ahí la imposibilidad de su apreciación.
El ensañamiento, circunstancia 5ª del art.º 406 del Código Penal sigue la misma suerte que la anterior.
Esta circunstancia requiere "un comportamiento en el agente que revele una personalidad inhumana en la que
prima la idea de llevar a cabo una muerte para antes de producirla actuar sobre la persona de la víctima de
manera que se le haga sufrir un dolor físico o psíquico innecesario para conseguir el fin homicida" Sentencia
del Tribunal Supremo de 11-VI-1.991.
En el caso aquí contemplado la dinámica comisiva revela el propósito homicida del procesado pero no un
ánimo de infligir a la víctima un dolor innecesario, téngase en cuenta al respecto que cuando se prende fuego
al cuerpo de Carlos Jesús éste ya era cadáver.

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Por otra parte tampoco consta que no fueran necesarias todas las cuchilladas propinadas para causar la
muerte.
TERCERO.- Los hechos relatados en el apartado I) del fáctum son asimismo constitutivos de un delito de rapto
en concurso con un delito de agresión sexual, como ya se ha dicho.
En cuanto al primero concurren los dos requisitos objetivo y subjetivo requeridos por el tipo: privación de la
libertad deambulatoria de la víctima, dado que Carmen , fue obligada con violencia -cogida por los brazos por
el procesado y la persona que le acompañaba- a trasladarse contra su voluntad desde la Avenida de América
hasta el descampado existente frente al n.º 5 de la calle Corazón de María, con la finalidad de atentar contra
su libertad sexual y una vez allí utilizando nuevamente la fuerza e intimidación la obligaron a desnudarse y
efectuaron tocamientos por todo su cuerpo, incluidos los genitales con ánimo libidinoso.
CUARTO.- Finalmente los hechos relatados en el apartado B) son también constitutivos de una falta de hurto,
descrita y penada en el art.º 587.1º del Código Penal , en el art.º 587.1º del Código Penal , al haberse apoderado
del reloj que portaba Mari cuyo valor no está acreditado pero a tenor de sus características y en base al principio
pro reo debe considerarse inferior a 30.000 pesetas.
QUINTO.- De dichos delitos es autor el procesado Manuel por la participación material que tuvo en su ejecución
tal y como él ha reconocido en las declaraciones prestadas con todas las garantías a lo largo de la causa, y en
concreto y como ejemplo en la declaración indagatoria prestada obrante al folio 1.992 donde manifestó estar
de acuerdo con todos los hechos que se relatan en el auto de procesamiento.
Es de resaltar que no existe motivo para dudar de la verosimilitud de su testimonio, así los médicos forenses
que depusieron en el plenario señalaron que a su juicio, el testimonio era globalmente sincero, sin posibilidad
de distorsión, ya que narraba los hechos con frialdad sin vanagloriarse.
Además su relato ante la policía prestado también con todas las garantías, ha sido corroborado por datos
objetivos tales como el hallazgo de los cadáveres en los lugares por él reseñados siendo precisamente su
confesión lo que ha facilitado la investigación y esclarecimiento de los hechos, los informes de autopsia de
las víctimas que así mismo ponen de relieve la existencia de lesiones en los cadáveres que se corresponden
con los descritos por Manuel .
Además en el plenario depuso Carmen la única víctima sobreviviente, que narró como se llevó a cabo la
conducta de la que fue sujeto pasivo, no ofreciendo en suma lugar a dudas su intervención en los mismos, lo
que ha llevado a su defensa a modificar en dicho sentido sus conclusiones en el plenario.
SEXTO.- En la realización de dichos delitos ha concurrido en el procesado la eximente de responsabilidad penal
de enajenación mental art.º 8.1º del Código Penal , existiendo en cuanto a este particular acuerdo de todas
las partes.
Los informes de los peritos y en especial el de los médicos forenses, Dres. Luis Pedro y Fidel , que han
practicado el obrante a los folios 1.501 a 1.540, aceptado por todas las partes y también por la Sala debido
a su rigor y profundidad han sido categóricos
Y así se nos pone de manifiesto que el procesado presenta una psicopatología compleja, es un enfermo mental
con un diagnóstico múltiple: esquizofrenia, el paradigma de la locura, alcoholismo crónico, trastorno de la
inclinación sexual, necrofilia, episodios de intento de suicidio..., a lo que hay que añadir los problemas derivados
de su marginación social, al haberse convertido en un sin techo, un mendigo que pide por las Iglesias,
Es de destacar la relevancia de la esquizofrenia que se manifiesta en trastornos de la percepción: alucinaciones
que llevan a elaboraciones delirantes, y en concreto alucinaciones auditivas. Manuel creía oír voces
imperativas que le decían lo que tenía que hacer y le obligaban a ello, son impulsos violentos, desenfrenados
que le llevaban a ejecutar de forma automática e irreflexiva las órdenes que él creía recibir.
El procesado es en parte consciente de esos impulsos y los identifica con una fuerza que le sube de repente
a la cabeza y le lleva a pasar inmediatamente a la acción.
Estos impulsos lógicamente surgen con más intensidad y están favorecidos por el consumo de alcohol y
sustancias psicotrópicas como el Rohipnol produciéndose así una mezcla explosiva y el procesado es un
alcohólico crónico, inciándose en su consumo a temprana edad, incrementándolo progresivamente hasta
generarle una pérdida de control para dejar de beber.
También es digno de mención dentro del análisis psicopatológico del sujeto los trastornos de la inclinación
sexual, se relaciona mejor con objetos que con personas y en este sentido se encuadran sus relaciones de
necrofilia.

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Una vez constatada la naturaleza e intensidad de la perturbación que padece el sujeto es necesario conectar
los trastornos psíquicos con los hechos delictivos.
Y del relato del sujeto que ha demostrado ser verosímil y que hay que aceptar en su globalidad, no sólo en
aquello que le perjudica como es su participación en los hechos enjuiciados, sino también en lo que le resulta
favorable, se constata que Manuel había ingerido grandes dosis de alcohol y pastillas de Rohipnol antes de
llevar a cabo las conductas relatadas en el factum y en este estado Manuel percibe con mayor intensidad
aún, esas alucinaciones auditivas que le dicen que tiene que matar, y siente un impulso o según sus propias
palabras una "fuerza superior" incontrolable que le lleva automáticamente y de forma inmediata a actuar en
ese sentido, y por eso mata y en algunos casos con una violencia desbordada.
La incidencia de la psicopatología del sujeto en estos hechos resulta así plenamente constatada, llevándolos
a cabo teniendo anulada su capacidad de autodeterminación.
La Jurisprudencia del Tribunal Supremo viene considerando al esquizofrénico como enajenado a efectos
penales, Sentencias de 17-XII-1.982 y 28-XI-1.990 , etc.
La Sentencia de 6-IX-1.990 , aplicó la eximente completa en un esquizofrénico, en base a que el sujeto "actúa
privado de sus facultades de normal motivación afectada con la intensidad propia de esta enfermedad que es
un trastorno profundo de la personalidad".
En el caso de autos además junto a dicho trastorno convergen otros, como el alcoholismo crónico también
graves, que interconexionados condicionara y motivaran los actos videntes enjuiciados, llegando como ya se
ha dicho a anular su libre albedrío y en definitiva su inmutabilidad, de aquí la procedencia de la apreciación de
la eximente de enajenación mental propugnada.
SÉPTIMO.- Partiendo de la apreciación de dicha eximente, la siguiente cuestión que se plantea se centra en la
medida de seguridad a imponer: tratamiento ambulatorio, propugnada sin mucha convicción por la defensa o
internamiento como por el contrario solicitan las acusaciones.
El Código Penal vigente no establece explícitamente cual es el fundamento y la finalidad de las medidas
de seguridad previstas en el art.º 8.1º del Código Penal para los enajenados. Sin embargo como señala la
Sentencia del Tribunal Constitucional 24/1.993 , resulta evidente que "el criterio determinante para la adopción
de tales medidas es el de la personalidad del enajenado, su peligrosidad... dichas medidas no suponen una
reacción frente a la culpabilidad, sino frente a la peligrosidad de quien ha cometido la acción considerada
delictiva" y en esta línea el art.º 6 del nuevo Código Penal , pone el fundamento en "la peligrosidad del sujeto...
exteriorizada en la comisión de un hecho previsto como delito".
Asimismo el art.º 95 de dicho texto legal dispone que las medidas se aplicarán si concurren, entre otras
circunstancias que "... el sujeto haya cometido un hecho previsto como delito y que del hecho y de las
circunstancias personales del sujeto pueda deducirse un pronóstico de comportamiento futuro que revele la
probabilidad de comisión de nuevos delitos".
De aquí que la elección entre tratamiento ambulatorio e internamiento ha de venir condicionada en primer
término por el riesgo de comisión de nuevos delitos por parte del sujeto al que han de aplicarse.
Y para evaluar dicha probabilidad hay que tener en cuenta una serie de factores, a los que alude la Sentencia
del Tribunal Supremo de 15 de Mayo de 1.985 tales como "la índole de la enfermedad que se atribuye al
procesado, la propia gravedad de los hechos en cuanto reflejo y manifestación de la peligrosidad de aquel y
las circunstancias todas coexistentes...".
Aplicando dichos criterios al caso de autos, hay que señalar que la gravedad e interinidad de la psicopatología
que padece el procesado, ha quedado plenamente constatado, de los informes médico forenses a los que con
anterioridad nos hemos referido, y su peligrosidad se pone de relieve a la vista de los actos realizados, llevados
a cabo con una violencia desbordante.
Su pronóstico clínico, por otra parte, es negativo pues si bien en la actualidad se ha producido una remisión
de la actividad psicótica debido al tratamiento médico y a la abstinencia de alcohol y psicotrópicos esta
es solamente parcial, "persistiendo - según los informes médicos- ideas de perjuicio y autoreferenciales,
discordancia afectiva y actividad alucinatoria". Por ello se insiste en que su evolución estaría condicionada a
que se siga un tratamiento eficaz con neurolépticos y a que se mantenga un estricto control de sus ingestas
de alcohol, lo que obviamente no podrá llevarse a cabo estando en tratamiento ambulatorio.
Manuel ha estado en el curso de estos hechos en tratamiento ambulatorio en varias ocasiones, habiéndolo
abandonado con facilidad, lo que se ve favorecido por su situación de marginación social, no tomando la
medicación y retomando el consumo de alcohol y psicotrópicos.

7
JURISPRUDENCIA

La eficacia de dicha medida ha quedado en entredicho, como se constata fácilmente a la vista de los hechos
cometidos hallándose bajo el mismo.
De aquí que la medida proporcionada a su peligrosidad y a la propia terapia del enfermo sea el internamiento,
medida que se postula también por los médicos forenses y el Dr. Juan Alberto , especialista en psiquiatría
de la Comunidad de Madrid y que han procedido a nuevo examen del procesado el día 21 de Febrero de 1.996
habiéndose suspendido las sesiones del Juicio Oral a dicho fin para poder constatar el estado de Manuel en
la actualidad.
Y ese internamiento, según dichos facultativos debe llevarse a cabo en un Hospital psiquiátrico cerrado.
En la actualidad y fruto de las corrientes antipsiquiátricas y antimanicomios, marcadas por el deseo de apertura
al exterior y que han supuesto un cambio progresivo en los criterios asistenciales psiquiátricos, no existe
en la red asistencial pública hospitales psiquiátricos cerrados. Tampoco unidades cerradas dentro de los
establecimientos abiertos, en las que el interno cuando su enfermedad lo aconseje, como sucede en el caso
de autos, pueda permanecer con cierta continuidad.
El art.º 8.1º del Código Penal cuando habla del internamiento señala genéricamente "en uno de los
establecimientos destinados a los enfermos de aquella clase...".
El tipo de establecimiento dependerá en cada caso de la personalidad y peligrosidad del sujeto por lo que no
caben establecer reglas generales al respecto.
En el caso de autos si bien la finalidad terapéutica del internamiento se puede conseguir en un Hospital
psiquiátrico su finalidad asegurativa sólo queda garantizada si se materializa en un establecimiento cerrado
como el psiquiátrico penitenciario donde se encuentra en la actualidad.
El riesgo de fuga es incuestionable en un hospital abierto, el propio procesado se escapó del Hospital
Psiquiátrico Provincial en unión de otro interno, Agustín , al que mató el mismo día o al siguiente de su fuga,
lo que evidencia sino la necesidad de la condición de cerrado del establecimiento donde se llevará a cabo su
internamiento.
El Psiquiátrico Penitenciario es un establecimiento especial - art.º 11 en relación con el 7 de la Ley General
Penitenciaria - en el que prevalece el carácter asistencial y en el que también se puede conseguir el objetivo
curativo de la medida, sin perjuicio del control del tratamiento por parte de la Sala que velará porque sea el
adecuado contando para ello con el asesoramiento de los médicos forenses que le han diagnosticado.
Es más el nuevo Reglamento Penitenciario aprobado por Real Decreto 190/96 de 9 de febrero, establece en el
art.º 183 que "los establecimientos psiquiátricos penitenciarios son aquellos centros especiales destinados
al cumplimiento de las medidas de seguridad privativas de libertad aplicadas por los tribunales. No existiendo
por ello, obstáculo alguno como adujo la defensa para el cumplimiento de la medida en dicho centro.
OCTAVO.- Entrando en el ámbito de la responsabilidad civil que se haya podido derivar de los delitos cometidos
artículos 19 y siguientes del Código Penal y 101 y siguientes de dicho texto legal , decir en primer término
y respecto a la petición formulada por las acusaciones particulares en relación con la responsabilidad civil
directa del Estado al amparo del art.º 20 del Código Penal que dicho pronunciamiento resulta procesalmente
inviable al no haber sido parte en esta causa el Estado, lo que le produciría una flagrante indefensión al no
haber sido oído y no dársele la posibilidad de exculpársele sobre el particular, lo que nos exime de analizar el
fondo de la cuestión suscitada.
Se cuestiona por la defensa las indemnizaciones solicitadas por las acusaciones a excepción de la
correspondiente a Silvio por el fallecimiento de su hermano alegando la desvinculación y despreocupación
existente entre los parientes más próximos, herederos de los fallecidos, con las víctimas.
Conforme reiterada doctrina Jurisprudencial ( Ss. 21-XII-87 , 10-II, 12-V y 14-II-1.990 ) "el derecho al
resarcimiento no surge, como expresamente señala la Sentencia 19-XV-1.991, iure hereditatis sino como
derecho propio y originario derivado del delito y tan sólo son titulares de la acción civil correspondientes no
quienes ostentan la condición de herederos sino la de perjudicados".
Al tratarse de una acción civil aunque ejercitada en el proceso penal, sigue las vicisitudes de las acciones de
dicha clase no de las penales y los perjuicios - art.º 104 del Código Penal - en principio han de excederse una
vez acreditados y probados. Ahora bien, "en ocasiones el daño moral -al que también se alude por el art.º 104
del Código Penal - el dolor o sufrimiento que produce la pérdida de una persona muy próxima en la relación
parental o de análoga afectividad -como reseña la Sentencia del Tribunal Supremo de 17-1-1.992 - no necesitan
ser probados que debe estar exenta de prueba".

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JURISPRUDENCIA

En el caso de autos, salvo a Carmen , a quien se le han causado unos perjuicios derivados de las lesiones
y secuelas sufridas evaluables económicamente, no se han ocasionado a terceros, perjuicios materiales"
derivados de la muerte de las víctimas, al no haber sufrido ninguno de los herederos menoscabo patrimonial
alguno por ello.
En cuanto a la existencia de daños morales, habrá que analizar cada caso en particular sin que puedan
establecerse generalizaciones al respecto y así habrá que tener en cuenta la proximidad familiar, los lazos
afectivos, la proximidad y cohesión familiar etc.
En el caso de autos salvo en los supuestos de Silvio que convivía en el mismo domicilio con su hermano
Domingo , del que debido a su marginalidad se ausentaba en ocasiones, y los padres de Agustín , que
mantenían estrechas relaciones con su hijo con quien convivía, y a quien visitaban en el Hospital Psiquiátrico
en los periodos en que por razón de su enfermedad se hallaba internado, el resto de las personas para las que
el Ministerio Fiscal y dos de las acusaciones solicitan indemnización, no mantenían ningún tipo de vinculación
afectiva con las víctimas, algunos de los cuales como Ángel Daniel no veía a su hermano fallecido desde
hacía 20 años, habiéndose incluso despreocupado de las mismas, que se dedicaban, como ya se ha reseñado
en el factum, a la mendicidad, en su mayoría, por eso no procede indemnización alguna al no existir daños
morales que reparar.
Por lo que respecta al quantum de la indemnización a fijar por dicho concepto en favor de los padres de Agustín
, atendiendo a ese grado de proximidad familiar, a la relación estrecha que mantenía con su hijo con el que
convivían y a quien visitaban cuando se hallaba internado por razones..de su enfermedad, su edad nacido el 27-
II-1.959 y a las circunstancias trágicas en que se produjo su muerte, lo que ha debido generarles un hondo dolor,
se estima ponderado fijar en los 20.000.000 de pesetas, solicitados por el Ministerio Fiscal y su representación
procesal, el pretium doloris.
Una cantidad inferior procede conceder a Silvio , por el daño moral generado por la muerte de su hermano
Domingo con el que convivía, atendiendo a su edad, nacido el 16-II-1.940, y el menor grado de vinculación
parental, cifrándose ésta prudencialmente en la suma de 10.000.000 de pesetas.
Finalmente procede otorgar la cantidad de 850.000 pesetas la solicitada por el Ministerio Fiscal y la máxima
posible a Carmen por las lesiones sufridas que tardaron en curar 85 días y la secuela que le resta: cicatriz
en cara y cuero cabelludo.
Responsabilidades civiles de las que responderá el procesado, artículo 20 del Código Penal .
NOVENO- De conformidad con lo dispuesto en los artículos 109 del Código Penal y 240 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal , procede declarar de oficio las costas causadas en este procedimiento.

FALLAMOS
Que apreciando en el procesado, Manuel , la eximente completa de enajenación mental, le ABSOLVEMOS
de todos los delitos por los que se ha seguido este procedimiento, declarando de oficio las costas derivadas
del mismo.
Se acuerda el sometimiento de Manuel a la medida de internamiento en el psiquiátrico penitenciario de
Alicante, en el que se encuentra en la actualidad y del que no podrá salir sin autorización del Tribunal.
Remítase a dicho centro copia del informe pericial forense obrante a los folios 1.501 a 1.540 de las actuaciones,
al objeto, de adecuar su tratamiento a dicho diagnóstico, debiendo remitir informes periódicos semestralmente
sobre su estado y evolución, y poner en conocimiento del Tribunal cualquier incidencia relevante sobre el
estado del interno.
Manuel deberá indemnizar en la suma de 20.000.000 de pesetas a Inocencio y Magdalena y en la de
10.000.000 de pesetas a Silvio , por los daños morales causados.
Se aprueba el Auto de insolvencia consultado por el Instructor.
Indíquese a los perjudicados la posibilidad de hacer uso del sistema de ayudas públicas otorgadas por la Ley
35/95 de 11 de Diciembre.
Contra esta Sentencia, cabe recurso de Casación por infracción de Ley y quebrantamiento de forma ante la
Sala II del Tribunal Supremo;, que en su casos, habrá de prepararse en el plazo de cinco días contados a partir
de la notificación de la presente.
Así, por esta Sentencia, de la que se llevará certificación al rollo de Sala, lo pronunciamos, mandamos y
firmamos.

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JURISPRUDENCIA

PUBLICACIÓN.- Leída y publicada ha sido la anterior Sentencia, por el Ponente Dña. Lourdes Sanz Calvo.
Certifico, en Madrid, a UNO DE MARZO de mil novecientos noventa y seis.

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