La Técnica Arqueológica en La Actualidad
La Técnica Arqueológica en La Actualidad
La Técnica Arqueológica en La Actualidad
(1) Puede verse una exposición 'de conjunto mas al dia en Sprache, del mismo
autor, p. 144-157 de la trad. esp. per M. F. GALIANO y S. F. RAMIREZ (Introduc-
ción a la lingüística griega y latina, Madrid, 1946).
(2) V. GEORGIEV, Vorgriechische Sprachwissenschaft I, Sofia, 1941; cf. del
mismo el resumen ceñido a etimologías más claras, en Studia linguistica 2, 1948,
p. 69-92. Esta tesis ha sido desarrollada por A. J. VAN WINDEKENS, Le Pélasgique.
Essai sur une langue indo-européenne préhellénique, Lovaina, 1952. Para W. BRAN-
DESTEIN, Griechische Sprachwissenschaft I, Berlín, 1954, p. 22 s., el pueblo
portador de esta lengua penetró en Grecia en el período suib-micénico, hipótesis que
tiene a su favor, aparte de otros indicios, cierta verosimilitud lingüística, ya que
es difícil admitir un fonetismo tan evolucionado en fecha anterior a las primeras
inmigraciones griegas,
V A R I A 51
(3) E. gr., E. SITTIG, La nouvelle CUo 3, 1951, p. 14, asigna valores fonéticos
a 14 signos cretenses sobre la base de su identidad o semejanza con signes chiprotas.
Sólo 3 de estos valores así atribuidos han sido confirmados con el desciframiento de
Ventris.
(4) Estos tres signos han resultado tener como valores fonéticos o, a y ki, res-
pectivamente.
(5) Lies inscriptions Cretoises. Essai de déchiffrement, Praga, 1949.
52 ZEPHYRV S
ts) Vid. sobre todo su importante artículo The Minoan Scripts: Fact and Theory
en el Am. Journal of Arch. 52, 1953, p. 82-103.
(10) Vid. suis Statistical Notes on the Sign-Groups from Pylos, Minos 1, 1951,
p. 100-137. Cf. tb. las importantes observaciones estadísticas de K. D. KTISTOPULOS
en Platon 5, 1953, p. 161-170.
54 Z Ê P H Y R V S
(11) Cf. el resumen de H. KANTOR, The Aegean and the Orient in the 2nd.
Millenium B. C , Am. J. Arch. 51, 1947, p. 49-55. También el sumario de WACE,
citado en el apartado 7.
V A R I A 55
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LA LINGUISTICA Y LA POBLACIÓN DE
AFRICA DEL NORTE.
Werner Vycichl publica en el Journal of Near Eastern Stu-
dies, XI p. 198-204, un estudio sobre los restos púnicos que perviven
en el beréber. El artículo es de gran interés para los lingüistas, pero
quisiéramos señalar a los arqueólogos que el autor se inclina, re^
sueltamente! a dar a las lenguas camiticas un origen asiático, al
considerarlas conto la primera oleada que Africa septentrional hai
recibido die Asia occidental. Tras las lenguas camiticas quei consti-
tuyen hoy todavía los dialectos bereberes y el tuareg, fia señalan,
como tres repeticiones en el mismo sentido^, el fenicio», el hebreo de
las colonias judías, y finalmente el árabe, al que sólo los restos de
la primera oleada han resistido.—A. T.
Zephyrvs V-5
CF. Z E P H Y R V S
Cronica de Congresos
por el río Martín, tiene dos partes fundamentales: una ciudad pre-
rromana fechable, por el material recogido, en el siglb III a. C. y
que llega a nuestra Era y un corto período imperiali, cuya funda-
ción remonta a fines del siglo II d. C. y que ha proporcionado
abundante sigillata clara y monedas del Bajo Imperio.
Continuando la serie de excursiones, los congresistas tuvimos
ocasión de ver otros yacimientos de época púnico-rnauritanai de
menos importancia que los ¡anteriores: Es el caso de la ciudad de
Sidi Abdeselam del Behar y de Emsa; y uni tipo de tumbía norte--
africana indígena, llamado Túmulo de Mezora, que con - seguridad
sirvió como tumba de algún reyezuelo. Impresionante' por sus gran-
diosas proporciones (54 metros diámetro ien dirección Norte^Sur y
58 en la de Este-Oeste) y su buen,estado ,,de conservación; el yaci-
miento prehistórico de las cuevas de Hércules, junto a Tánger, y
un yacimiento romano próximo a éste. ,
El Congreso fué clausurado con una brillante sesión, en la que
intevinimos los congresistas de las distintas nacioneis representa-
das en el Congreso, por el secretario del mismo, señor Tairradtell, y
con un discurso de S. E. el Alto Comisario, general Gareía-Valiño,
que ha lanzado la iniciativa ¡de crear una revista de investigaciones
marroquíes, cuya publicación creemos necesaria para la difusión
de los interesantes problemas y aspectos del Maruecos Español.—
A. SERRANO-C. GIL y <B. BRAVP.
(1) Fué Director del Curso el Comisario General Prof. Martínez^ Santa Olalla y
Secretario la Srta. Joaquina Eguaras, Directora del Museo Arqueológico de Granada.
V A ft I Â lì
Nuevas publicaciones
NUMARIO HISPÁNICO
El Instituto Antonio Agustín, del Consejo Superior de Investiga-
ciones Científicas, aparece en la palestra de la bibliografía española
con una nueva revista, Numario Hispánico,, con la que se hace rea-
lidad una aspiración del Instituto; que intenta desde su fundación es-
timular los estudios numismáticos en otros tiempos florecientes y
en nuestro siglo demasiado descuidados, Es director de la revista el
del Instituto, Dr. D. Joaquín MJ de Navascués y de Juan, y secre-
tario de la misma D. Octavia Gil Farrés.
En este tomo I de 1952, el (director hace la presentación de la
revista que dice aparecer modestamente, lo que en verdad es des-
mentido por las nutrida colaboración de lai que el sumario dará la
mejor idea:
M. LOPEZ SERRANO. Iconografía de Antonio Agustín; J. M. ? DE
NAVASCUÉS, En torno a las series hispánicas imperiales; C. FER-
NANDEZ CHICARRO, El tesoro de la Cuesta del Rosario de Sevilla;
Wm. REINHART, Las monedas célticas en Europa ¡durante la épo-
ca de La Tene; A. BELTRAN, Las monedas de 'i'ingi y los pro-
blemas arqueológicos que su estudio plantea; J. AMOROS y M. RI-
FA, Ensayo de un estudio geográfico de los elementos de intercambio
de la España antigua en relación con lu economía y las monedas;
O. GIL FARRES, Blancas a nombre de los Reyes Católicos del Mu-
seo Arqueológico Nacional; F. ALVAREZ OSSORIO, Virreyes de
Ñapóles que figuran en las medallas del siglo XVI conservadas en
el M.A,N.; F. MATEU LLOPIS, Panorama numismático de Euro-
pa y América; IDEM, Hallazgos monetarios (VII). Crónica y Bi-
bliografía.
Felicitamos al director del Instituto por la nueva publicación
que sin duda constituirá un valioso auxiliar para nuestras tareas
arqueológicas aparte de cumplir perfectamente su propia misión,
y deseamos a Numario Hispánico un próspero desarrolloi.—M.
TAMUDA.
Señalemos también el alto interés que para nosotros tiene la apa-
rición de Tamuda, nueva revista de investigaciones africanas, el pa-
sado año (1953), como expresión del interés y de la preocupación de
España hacia los problemas marroquíes.
Naturalmente, una revista como Tamuda tiene un campo dio
V A R I A 75
LIBYCA
El éxito rotundo constituido por el II Congrès International de
Préhistoire, celebrado en Argel en. 1952, debido en buena parte al
Laboratoire d'Anthropologie et d'Archélogie Préhistoriques y en
particular a la capacidad de su director, Lionel Balout (cf. Zephyrus
III, 1952,244), ha cristalizado en la aparición de una nueva revista,
Libyca, estimulada por el auténtico e inteligente mecenazgo de
Mr. Roger Leonard, Gobernador general de Argelia, al que tanto
debe la investigación arqueológica argelina.
Libyca pasa a ser el Boletín del Service des Antiquités y como
tal es dirigida por Mr. Louis Leschi, y comprenderá cuatro fascículos
anuales, divididos en dos series distintas: 1 y 3, consagrados a la
76 Z E P H Y R V S
HALLAM L. MOVIUS, Jr., The Mouste- cerno también cerámica en su parte su-
rian Cave of Teshik-TasH, Southeastern perior. Una prospección más intensa de
Uzbekistan, Central Asia, en American la zona Turgan-Darya dio como resultado
School of Prehistoric Research, Bull. 17, el hallazgo de numerosos yacimientos,
1953. seis de los Guales —Katta-Sule-Kamar,
2araugat-Gut, Dukau-Khan, Katta-Ka-
Como ya señala el A., este interesante mar, Amir-Temir y Teshik-Tash— .ofre-
articulo no está baslado en trabajos de cieron restos culturales del Paleolítico
campo propios y originales, y tan sólo inferior. Las reiteradas prospecciones y
es un resumen crítico de los trabajos trabajos demostraron que la región me-
llevados a cabo por una expedía "son rusa, ridional del Uzbekistán, es decir, la co-
bajo la dirección die P. Okladnikov, en marca de Baisun, es extremadamente
la cueva de Teshik-Tash, en el sudeste rica en yacimientos prehistóricos de to-
del Uzbekistán. La dlificufttad de adquirir das las edades.
bibliografía sobre yacimientos prehistó- Teshik-Tash contenía, como decimos,
ricos de la U. R. S. S., nos ha intíiudido un interesante yacimiento musteriense,
a dar una breve idea del contenido de cuya estratigrafía resumida es como
este trabajo, que es como un avance del sigue :
estado actual de la cuestión musteriense A) Superficial, arcilloso y estéril.
en una región del Asia Central, de la B) Nivel I: Fué el de más espesor y
que poseemos datos muy escasos, disper- riqueza de los varios niveles con restos
sos y, muchas veces, de escaso valor culturales musterienses. Contenía puntas,
científico. Teshik-Tash es el primer ya- raederas, núcleos, lascas y un posible
cimiento excavado con método y sistema buril. En él se encontraba un enterra-
en estas regiones, de ahí su interés, que miento de un niño neandertalense rodea-
viene acrecentado per señalarnos una do de cuernos de Cawa sibirica.
importante penetración de la clultura C) Arcilla estéril.
musteriense en el corazón de la Gran D) Nivel I I : Con escasos restos muste-
Asia. rienses. Las zonas Sur y Este del presen-
La riqueza prehistórica de esta región te nivel se encontraban en contacto con
viene señalada por el gran número de las tierras del Nivel I.
yacimientos que la misión rusa descubrió E) Arcilla estéril.
al explorar las comarcas vecinas a F) Nivel III: Restos musterienses y
Teshik-Tash. Las prospecciones abarca- de cuernos de cabra siberiana.
ron una extensa área que ocupa princi- G) Arcilla estéril.
palmente la cuenca del Sharaba d-Darya y H) Nivel IV: Con escasos restos mus-
de su afluente Turgan-Darya. En la terienses, pero con abundante fauna,
cuenca de este último se encontraron especialmente de pequeños roedores y de
cuatro cuevas o abrigos con restos neo- pájaros.
líticos, y en una quinta, Katta-Kurgan, I) Arcillas estériles.
se halló una punta triangular alargada, J) Nivel V: Rico, tanto en fauna co-
de jaspe verde, con retoques escalerifor- mo en materiales musterienses.
mes en los bordes, considerada como K) Detritus estériles. Fondo de la
musteriense, la cual se encontraba en cueva.
un nivel recubierto por otro, que con- Los oinco niveles presentan, en gene-
tenía instrumentos de sílex y hueso, asi rai, un caracterísjtico instrumental mus-
80 ZEPHYRVS
teriense. Abundan y dominan las raede- cuaternarios en estas regiones dei Asia
ras y en menor proporción se encuentran Central. No obstante, varias hipótesis
las puntas y tipologicamiente, sus íormas han sido sugeridas. Para una de ellas,
no se separan muaho de las que se en- parece claro que la ocupación musterien-
cuentran dentro del Musteriense europeo se de Teshik-Tash coincide con un pe-
y en el del Oriente Medio. Así, por ríodo anterior a los fenómenos de máxi-
ejemplo, Movius señala la presencia de ma glaciación ocurridos en el Asia Cen-
limaces, propias de la evolución cultu- tral y por qonsiguiente los depósitos pue-
ral de esta industria en Europa. Por ex- den fecharse durante los tiempos del
cepción, se encuentran algunos instru- Mindel-Riss. Otra opinión se apoya en
mentos masivos, del tipo "chopper" o el hecho de que el modelado del paisaje
bendidor, que podrían hacemos suponer de estas regiones ha permanecido más o
contactos entre el Asia Central y el Asia menos constante desde los tiempos mus-
SMdjoriental durante el Musteriense, difí- terienses, y teniendo en cuenta que esta
ciles de sostener por el momento con los "permanencia" del modelado puede ser
materiales con que se cuenta. asociada quizás con la general tendencia
al incremento de la aridez en la parte
Pero si el estudio de Teshik-Tash nos sur del Asia Certíral comenzada en los
ha revelado cuan profunda fué la expan- tiempos del Pleistoceno inferior, es posi-
sión musteriense, no menos interés pre- ble que Teshik-Tash fuese habitada do-
scrita la expansión étnica del tipo de rante una de las etapas iniciales del
Neandertal, cuyos restos se encontraron desarrollo de este proceso de desecación
en el Nivel I. Este hallazgo no sólo es progresiva, en un momento que podría
notable desde el punto de vista antropo- simarse en la transición de unas condi-
lógico, sino también desde el religioso- ciones frescas y húmedas de los prime-
cultural. Como hemos señalado, el ente- ros momentos hacia un ciclo más seco y
rramiento del niño neandertalense apa- más cálido, que puede intercalarse den-
recía rodeado de varios cuernos de cabra tro del Riss-Würm. Ambas posiciones,
siberiana, lo cual nos hace pensar en la tan separadas una de otra, parecen po-
existencia tie un ritual religioso, el cual sibles, pero la escasez de datos en que
debía ir unido a un profundo concepto fundamentarlas las hace a las dos igual-
espiritual, 'que de sí mismo tenía el mente hipotéticas.
hombre de Neandertal. Esto, que ya nos
era conocido por medio de hallazgos aná- Teshik-Tash nos ofrece, pues, una es-
logos en el Muslteriense de otras regio- pléndida muestra de la expansión cultu-
nes, adquiere en Teshik-Tash un relieve ral del Musteriense en estrecha depen-
y una calidad extraordinarios. Es posible dencia con las poblaciones neanderta-
que el rito funerario del enterramiento en lenses del bloque occidental euro-asiático.
"círculo", es decir, dei cadáver rodeado En otro lugar hemos dicho cuan poco sa-
de ofrendas de caza, esté en relación con bemos de la evolución y desarrollo de
ciertas ideas sobre el sol o sobre repre- esta cultura, aunque en estos últimos
sentaciones solares, o quie quizás repre- años el panorama se va ampliando gra-
senten un primitivo culto totèmico de cias a una constante investigación, de-
animales, propio del mundo cazador masiado dispersa y a veces inasequible,
musteriense, incluso puede representar por lo que creemos que ha llegado el
un simple culto a la muerte, pero el he- momento de intentar llevar a cabo una
cho en sí nos pone de relieve la compli- obra de conjunto sobre esta cultura, que
cada mentalidad del hombre primitivo y nos permita sistematizar sus distintos as-
su evidente preocupación por el más pectos y fases, sus elementos esenciales y
allá. los adquiridos, en fin, todo aquello que
nos puede facilitar la comprensión del
En cuanto a la posición cronológica Musjteriense como cultura, lo cual nos
de los niveles de Teshik-Tash es imposi- llevará a tener una visión más amplia
ble establecerla de un modo definitivo, que la que actualmente poseemos sobre
ya que es patente la falta de datos sobre estas remotas etapas de la historia del
la evolución y desarrollo de los tiempos hombre.—F. JORDA CERDA,
B I B L I O G R A F I A 81
Moreno) prefiere leer bitiiba y nisuniba; original la propuesta. Con las estelas de
también h a y alguna diferencia en Benasal y de Sinarcas, ya bien conoci-
La LXXVI (119 de Gómez-Moreno). das, termina este valioso volumen de do-
Aparte estas correcciones, reconocere- cumentación ¡de primera m{ano sobre las
mos que no son numerales las ¿>S que en inscripciones ibéricas.
realidad como motive decorativo se ha- En cuanto al desciframiento, confese-
llan en las inscripciones LU y LXII. mos nos encontramos en un mal momen-
Las LXXVII a LXXXIII son pequeños to, mas por otro lado es uri saldo posi-
fragmentos que vienen a sumarse a lo tivo el haber eliminado ciertos fantas-
conocido. Sobre la inscripción del vasito mas que, como el vasco-ibérico, estor-
oe Liria Fletcher no acepta mi corrección baban para una solución del problema.
saguntico: reconozco que la n q¡ue está Esperemos, pmmero, que publicacicnea
delante del caballo va al revés, pero como la presente, más duraderas que las
también es verdad que la a está echada, meras hipótesis explicativas, nos den el
en una forma que también es única. material en condiciones para su estu-
Publica también Fletcher una nueva dio.—A. TOVAR. ,
lectura del plomo de Liria. Señalaremos
que la última palabra sobre este dif'cil F. LOPEZ CUEVILLAS. La civilización
monumento corresponde a don Manuel céltica en Gaücia. Porto y Cía. Edito-
Gómez-Moreno, que por última vez ha res. Santiago de Compostela, 1953. 520
vuelto sobre él en el Archivo de Prehis- págs. y XVI láminas.
toria Levantina IV, 1953, p. 223-29, pero
seguramente que el progreso en estos es- El gran investigador de la Prehistoria
tudios no permitirá nos olvidemos de las gallega F. L. Cuevillas, cuya labor es de
otras publicaciones anteriores del mismo todos cíonooida y admiradla, acaba de pu-
maestro, sobre las cuales recuerdo haber blicar esta recopilación sumaria de sus
hecho la comparación en Emerita XVII, estudios sobre la Edad del Hierro en el
pag. 345 s. Junto a las en total tres lec- Noroeste de la Península Hispánica, na-
turas de Gómez-Moreno habrá de tener- ciendo de esta manera más accesibles to-
se en cuenta la que ahora ofrece Fletcher. dos aqusllos Urabajos de investigación,
que publicados desde la iniciación de su
Material inédito son una pequeña ins- tarea científica, dedicó a diversos aspee-
cripción de Mogente y una nueva lectu- tros de la cultura de los castros del Nor-
ra del famoso cuanto todavía descuidado oeste.
plomo de esta localidad debida a don Pío Se abre el texto con unas páginas de-
Beltrán. Señalemos también que la cro- dicadas a Celtas y Prece! tas, en las cua-
nología de estos hallazgos sería, a juzgar les, previo centraste de opiniones de
por la cerámica que se encuentra junta, prehistoriadores, etnólogos y lingüistas,
mediados del siglo IV (Lamboglia cit. por y consideraciones sobre el periplo de
Fletcher, p. 45). Avieno, se llega a la conclusión —que
Nuevo también es un pequeño plomo el A. reitera siempre a lo largo de la
de Albaida, de escritura semejante al de obra— del predominio cultural de los
Mogente, pero de lectura mucho más di- preoeltas u Oestrimnios sobre los celtas,
fícil: parece se halla, invertida, ]a o tar- a los cuales imprimen el acento personal
tesia derivada del wau fenicio, así como la originalidad que distingue nuestra
la barra atravesada por tres palos en cultura del Hierro de las del resto de la
forma que recuerda el samech fenicio. Península. A continuación se señala el
Renunciamos a transcribir la difícil y marco geográfico, que en términos ge-
algo rara inscripción por no considerar nerales comprende el macizo galaico-du-
resuelta la lectura. riense, considerándolo según las fuentes
Inédita es también una inscripción de antiguas, inscripciones romanas, materia-
Castellnovo, donde nos atreveríamos, les arqueológicos e influjos de otras cul-
sobre el dibujo, a leer: ...ateuasabir/ turas, y estableciendo finalmente sus lí-
asortona... interpretando como r y signo mites. A los grupos políticos se dodicn el
vertical de separación los signos octavo siguiente capítulo, señalándose hasta
y noveno que al Sr. Fletcher le parecen cincuenta y una tribus de nembre cono-
dudosos. Sometemos a su juicio sobre el cido, según las fuentes antiguas, con sus
m Z E P H Y R V â
sos que plantean las tumbas. Se poda en Un,o de los problemas más debatidos
la obra toda alusión o neta erudita, que por la crítica moderna es el de la nacio-
estorbe saborear rápidamente el arte de nalidad de los artistas. El autor admite
este pueblo. El libro es ante todo un es- que pintores griegos trabajasen en suelo
tudio de técnica artística, al mismo etrusco; para él, el problema estriba en
tiempo que uin esfuerzo per encuadrar definir la personalidad de estos artistas,
las diversas etapas dentro, del Arte Grie- su formación, preferencias y calidad, ba-
go, y señalar con trazos firmes la curva sándose en el estudio crítico de los mo-
de la evolución artística. En este aspec- numentos existentes. Niega rotundamen-
to es un libro mctìelo. La meta propues- te, creo que, con acierto, que la paterni-
ta la alcanza plenamente. El estilo es dad de las pinturas mejores logradas,
vigoroso y rápido. Las afirmaciones son haya que asignarlas a los griegos y las
tajantes y en seguida la pluma se des- flojas a ios etruscos. Admite la existen-
liza a otros conceptos. El autor no dis- cia de diversas escuelas que resolverían
pone de tiempo, ni espacio, para probar muchos problemas. El libro es ante todo
los distintos enunciados. Las lechas ele un estudio técnico y estilístico; en la in-
las tumbas, cerno el estudio técnico, se troducción en tres páginas, 18-20, presen-
apoya en la cerámica griega, a la que ta la técnica de estos artistas. El libro
todo el mundo se vincula. En una pági- tiene una ventaja inmensa sobre los an-
na de bibliografía orienta a¡l curioso lec- teriores que investigan idéntico asunto;
tor sobre puntos concretos que quisiera presenta 64 láminas soberbias a todo co-
ampliar. lor que valen por las más subjetivas ex-
Ya en la introducción, con cuatro bro- piraciones. El método seguido es pare-
chazos rápidos, encaja la pintura etnisca cido al desarrollado por Ducati en su
dentro de la griega y señala sus rasgos Arte Clásico, presenta de cada tumba
peculiares. Los griegos pintan en edifi-
bien un friso completo, bien una escena
cios públicos y civiles; los etruscos, ade-
aislada, o un personaje y sobre él reali-
más, la tumbas (pág. 11). El Arte Etrus-
za el estudio técnico y estilístico. Se de-
co es un arte profundamente religioso.
En la introducción (págs. 13-18), esque- tiene principalmente en el análisis de los
matiza las influencias exteriores que en diversos colores.
!a obra señalará concrete, mente: Este Ei libro se divide en cuatro grandes
punto es el fuerte del catedrático de Ro- capítulos. A cada uno de los cuales prece-
ma y delata la seriedad y profundidad de un breve esquema. Todas Das tumbas
de sus estudios. El s. VII y comienzos se estudian con un patrón parecido: im-
del VI es oriental izante. Es curioso (pá- portancia, fecha, lugar que ocupa en la
gina 13), que según Pallottino, este evolución artística, influencia griega.
orientalismo no es de transmisión directa, Siempre ofrece una descripción de la
sino que se presenta filtrado por Creta, tumba para fijarse en un trozo concreto.
Rodas y Corinto. En la primera mitad Las páginas se encuentran continuamen-
del VI, las aportaciones Jónico-asiáticas te salpicadas de alusiones a los proble-
se mezclan y superponen a la influencia mas religiosos, técnicos e históricos que
derida (Corinto). Etrurla se relaciona las pinturas plantean. Pallottino revisa
con Sicilia e Italia Meridional. En el si- las tumbas más significativas (18). El
glo VI, el mundo etrusco .ocupa el primer primer capítulo comprende el estudio de
plano en la producción artística medite- 8 tumbas. En la síntesis introductoria
rránea. En el V, por motivos económicos, perfila las ideas lanzadas escuetamente en
la calidad disminuye. A partir de esta la introducción ' general. Para el profe-
fecha, los artistas italianos asimilan los sor de Roma, el Orientalismo provendría
adelantos pictóricos de la Grecia Clásica, de Siria, Chipre y del Mar Egeo y se
sin embargo, no cae en lo profundo del extendería en Etruria por la importación
Arte Helenístico. Este es el período de joyas de oro, plata y marfil, vasos
en que los pintores se vuelven al re- pintados (Rodas y Corinto) y probable-
trato. Los cuatro siglos anteriores al mente tapices, esta hipótesis es aplicable
cambio de Era son un gigantesco cocktail a España. -En esta época, siglo VI, Etru-
de corrientes "diversas. ria nos confirma en la tesis de que el
èi ZEPHYR V S
exactitud y sin confusionismos cuando se los símbolos creados dentro del paganis-
trata de cerámicas por especies, a este mo. Un pequeño cambio basta para cris-
respeto la publicación de las cerámicas tianizar lo que de lejos se nos muestra
comunes, ya sean locales o de importa- separado por inconciíiable enemistad:
ción, es muy interesante y creemos era así cuando los rayos del Sol Invictius se
de gran necesidad, señalemos asimismo ordenan para formar la cruz en el auri-
que, en general, muchos de los perfiles ga del hipogeo de los Julios. Encontrar
correspondientes a vasos comunes, espe- en estas adaptaciones paganas la expli-
cialmente por lo que se refiere a la pri- cación de más de un texto de la liturgia
mera mitad del siglo I, corresponden al es lo que da a la sabia monografía
ambiente cultural del Mediterráneo Oc- tílel Sr. Rector O. Perler un valor pro-
cidental, con el cual mantenía el limes fundamente histórico.—A. TOVAR.
renano importantes relaciones económi-
cas, y son por ello muy interesantes en PH. CORDER: The Roman Town and
lo que a España, y no digamos en Fran- Villa at Great Casterton, Rutland,
cia, se refiere.—A. BALIL. University of Nottingham, Nottingham,
1951, 42 págs. 10 figs., 2 láms.
OTHMAR PERLER: Die Mosaiken der
Juliergiufc im Vatikan. Rektoratsrede La aportación de la Universidad de
zur feierlichen Eroffnung des Studien- Nottingham, pese a no tener este centro
docente la prosapia humanística de Ox-
jahres am 15. November, 1952. Univer-
ford o Cambridge, a la arqueología ro-
sitâfsverlag, Freiburg in der Schweiz,
manobritánica es muy notable y, sin du-
1953. 75 paginas y dece láminas. da lo será más aún, pues no debe olvi-
Este discurso rectoral está dedicado a darse que en este centro bía desempeña-
la interpretación de los mosaicos del hi- do durante largos años la cátedra de
pogeo de los Julios, investigado en las historia de ,1a Britania romana un inves-
excavaciones famosas realizadas debajo tigador de la talla de Oswald, asimismo
del Vaticano y situado a poca distancia este centro cuida escrupulosamente de
de la turaba de San Pedro. La importan- la preparación técnica de sus alumnos,
cia de este monumento deriva de su reaMzando cursos de verano eminente-
antigüedad, que sitúa a las representa- mente prácticos, en los que los propios
ciones de los mosaicos como miuertra pri- estudiantes excavan estaciones romanas,
merísima de la iconografía cristiana. estudian los materiales y discuten la
Tan poco formada todav'a aparece esta- cronología bajo la inspección del direc-
que la labor del Prof. Perler consiste tor del curso. El libro que reseñamos es
precisamente on interpretar como cris- fruto del segundo curso de esta escuela
tianas alegorías que no lo son a. primera veraniega de arqueología romanobritáni-
vista. Es la representación de Joñas la ca: el director del curso, Philip Corder,
que da en primer lugar seguridad de sólo figura en él como director y coordi-
que nos hallamos ante un momento cris- nador de la publicación, pero cada par-
tiano. Restos de un Buen Pastor lo don- te tiene su autor responsable; se trata.
firman. Pero es en ía interpretación del pues, de una auténtica labor de equipo,
pescador que echa su red y en la del tanto más meritoria si se tiene en cuen-
Cristo en figura srlar, conducido en ca- ta la pequenez material de esta obra, en
rro de dos caballos (auizá eran más, la que no falta el informe pericial de
pero el mosaico está destruido en esa destacados espedialistas. La técnica de
parte), donde el autor, con maravillosa excavación es, desdo luego, magnífica,
erudición, consigue interpretar estos tal y como nos tienen acostumbrados los
sfmbolo?. Textos de la escritura y de los arqueólogos ingleses; destaca especia1-
Padres, y monumentos cristlianos y pa- mente el estudio estratigráfico de un cor-
ganos, sirven para asegurar la interpre- te de la muralla, oonstruda con tierra
tación y expUcar históricamente los mo- y cascote, como es frecuente en las forti-
saicos. El resultado es algo más que una ficaciones romanas de Bri'ania. lo mi-
simple explicación: es un cuadro comple- nucioso de esta estratigrafía con sus ni-
to de la utilización por los cristianos de veles irregulares y sinuosos nos recuerda
dignamente el magnífico aorte estrati-
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gráfico de la Comandant House en Mar- gas en Alba Fucens (1949-50) habían sido
gidunum que publicara Oswald. Los publicados grosso-modo por De Visscher,
elementos cerámicos de estos niveles pe- el reciente trabajo de Mertens que r e
se a io escasos, han sido rigurosamente censionamos, tiene por objeto dar a co-
estudiados, y de ellos han deducido los nocer los interesantes resultados obteni-
autores, pues en este caso es más propio dos en lo que se refiere a la topogralla
hablar de autores, interesantes datos por de la ciudad y su evolución, especial-
lo que al nivel cultural y económico de mente en su centro urbano. Alba Fucens
la población se refiere. Muy digno de fundóse en 303 a. d. J. C , perdurando
mención es el estudio de la villa, exca- hasta la Baja Edad Media, por lo que
vada en un área muy reducida pero con sus excjavaoiones ofrecen un gran inte-
minuciosidad tal que ha sido posible, es- rés, en especial el estudio de sus estra-
tudiando conjuntamente las estructuras tos para la solución de los problemas
y superposiciones de las construcciones que plantean las cerámicas republicanas
en relación con los hallazgos cerámicos y del Imperio.
estudio que por su minuciosidad contras- Principal interés presenta el miercíade
ta fuertemente con el método consuetu- público, situado al sur de la basílica.
dinario de publicar una villa limitándose Bajo ios restos del mercado existen ocho
exclusivamente al estudio arquitectónico cámaras subterráneas, dispuestas en dos
y de los materiales musivos, cuando los series paralelas, separadas entre SÍ poi
hay, y olvidando totalmente la publica- muros, desgraciadamente muy destruidos,
ción de los materiales cerámicos, que sin que sea posible saber si esta separa-
ciertamente son, en la generalidad de los ción era total y completa. La techumbre
casos, pobres o más bien míseros, pero de estas cámaras, bóveda de medio ca-
de los que pueden deducirse importantes ñón, está agujereada en cuatro de ellas.
consecuencias; añadamos empero que en estos agujeros fueron obturados por
este - caso la minuciosidad no se ha li- construcciones posteriores, cubriéndolas
mitado a la cerámica, puesto que tan ri- directamente el pavimento, de grandes
guroso método ha sido aplicado a les losas, del mercado más antiguo. El estu-
hallazgos monetarios, a los hierros, que dio estratigráfico de una de estas cama-
han sido analizados tanto desde el punto ras ofreció, aparte numerosos huesos a?
de Vista químico como del metalúrgico, bóviüos y otros animales, un estrato, ba-
e incluso al único hallazgo die cierto in- jo los escombros de la bóveda, en el que
terés artístico, una plaquita de hueso de abundaba la terra sigillata y fragmentos
aplique, estudiado por J. M. C. Toyn- de ánfora, un vaso de terra sigillata,
bee: asimismo el único hallazgo vitreo Dragentìori 29, de La Graufesenque y
ha sido estudiado, estilística, cronológi- correspondiente a los reinados de Clau-
ca y técnicamente por D. B. Harden. dio-Nerón.
Deseemos, pues, vivamente la conti- Junto a la basílica se conservan cua-
nuación de estos cursos de la Escuela de tro tabernae que constituyen el lado NW,
Verano de Arqueología romanobritánica único conservado, del mercado antiguo,
y que sus miembros persistan en su es- paralela a estas tiendas una callejuela
píritu cooperativo sacrificando sus per- comunicaba el mercado con las dos
sonalismos al dejar de figurar como úni- grandes vías próximas. Una estratigra-
cos autores del trabajo, para realizar, fía realizada en una de las tiendas indi-
con riguroso espíritu científico, esta la- cadas permitió comprobar que este mer-
bor de equipo que culmina, como pue- cado fué destruido por un incendio hacia
de verse, en una señalada aportación al la mitad del siglo I d. d. j . c . Este incen-
progreso de la arqueología.—A. BALIL. dio motivó que después de algunas res-
tauraciones provisionales se construyera
J. MERTENS: L'urbanizzazione del cen un nueve mercado, éste de planta circu-
tro di Alba Fucense. Atti della Accade- lar, para lo cual se procedió a elevar el
mia Nazionale dei Lincei, anno CCCL, piso en 90 cm., aproximadamente, terra-
plenándolo. El estudio de los materiales
1953, Memorie, Serie VJII, volume V,
de relleno, que se usaron también para
fascicolo 4, págs. 171-94, 23 figs.
rellenar las galerías subterráneas, indica
Log resultados de lag excavaciones bei- que este trabajo es posterior al reinado de
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donado, quizás destruido, por los cristia- della Università di Pavia V. Fratelli
nos en el siglo IV. Bocca Editore. Milano-Roma, 1953.
En resumen, y esto parece ser una ca- En estos últimos años hemos podido
racterística general de la colección cita- comprobar un notable incremento de la
da, la presente obra es un estudio arqui- bibliografía dedicada al estudio del ejér-
tectónico y artístico de las ruinas del Iseo cito romano superando los resultados de
de Sabratha; inútilmente se buscará en Harster, Momsen, Ríitterling, Seeck,
ella alguna referencia a las condiciones Baer, Cuntz, etc. Nos referimos princi-
económicas de la ciudad, ninguna pre- palmente a los recientes trabajos de
ocupación de tipo histórico o social, el Birley, Durry, Passerini, Pagnoni, Kraft,
material, aparte del epigráfico y el es- Vittinghoff, Wdckert, Gigli, Afôldi (hi-
cultórico, ha sido publicado con desgana jo), Betz, Van Berchem, Wagner y Nes-
y no parece, a excepción de las monedas, selhauf. A esta copiosa serie de publica-
que el autor haya creído pudiera obte- ciones debe añadirse los numerosos estu-
nerse de aquél ninguna aportación para dios sobre fortificaciones, especialmente
el establecimiento de la cronología, tan de los limes, que han culminado en el
dudosa por otra parte, parece asimismo reciente congreso de Durham.
que el autor ignore, o quiera ignorar,
El presente libro de Forni es una apor-
los resultados obtenidos por tantos in-
tación fundamental sobre el tema del
vestigadores en el estudio de la terra
reclutamiento, sólo estudiado sistemáti-
sigillata o las lucernas. El curioso muro camente por Mommsen, los materiales
tardorromano que cierra el acceso al reunidos son copiosísimos, y a este propó-
templo no ha merecido otra preocupa- sito merece destacarse la utilización de
ción que señalar lo interesante de su de- la bibliografía epigráfica hispana, cesa
molición con el fin de obtener materia- que no acostumbra a ser muy frecuente.
les 'epigráficos.
Tras señalar en una breve introduc-
En resumen, la presente obra de Pes- ción las conclusiones fundamentales de
che cuadra con las manifestaciones aun Mommsen (derecho de leva, diferencias
recientes de Caputo (cfr. Giacomo Ca- del reclutamiento en la zona Oriental y
puto: Pentacoli Cirenaica, Orientamenti Occidental del Imperio, la exclusión de
nell explorazione di Tolemaida, La Pa- fos ciudadanos itálicos ordenada por
rola del Passato, Vili, 1953, ps. 48-52), Vespasiano y la "provinCializaclión bajo
quien cifraba el interés arqueológico de Adriano" y su universal aceptación, se-
Tolemaida, explicando así el motivo de ñalando la oposición de Seeck y las mo-
sus campañas, en la interesante evolu- dificaciones de Baer, indicando el predo-
ción del arte helenístico en aquel terri- minio ilírico en el siglo III, pasa Forni
torio. Es de lamentar que posiblemente al estudio del derecho de leva o recluta-
los únicos resultados que puedan espe- miento, demostrando que era plenamen-
rarse de la publicación de las grandes te imperial no sólo en las provincias im-
campañas italianas de excavación en Tri- periales, sino también en las senatoria-
poli tania, inéditas en su mayoría, y no les. El hecho de que el número de las le-
siempre controladas por el propio di- giones no aumentara de acuerdo con las
rector, sean varios volúmenes sin otra necesidades de un modo progresivo, no
finalidad que la publicación de algunos díebe atribuirse a la repugnancia del em-
monumentos de interés artístico. Espe- perador a someterse a una decisión se-
remos que los directores del Department natorial, sino a la falta de medios del
of Antiquities del Reino de Libia, sigan erario imperial.
otra orientación en sus planes y nos
aclaren tantos aspectos y problemas no La extensión del imperio motivó la
atendidos por los investigadores italia- aparición de reclutadores, de orden se-
nos.—A. BALIL ILLANA. natorial para las provincias senatoriales,
de orden ecuestre para las imperiales.
Cada región itálica y ciada provincia
G. FORNI: Il reclutamento delle legio- constituían un distrito de reclutamiento.
ni da Augusto a Diocleziano. Pubblica- No pocas veces esa funoión la ejercerían
zioni della Facoltà di Filosofia e Lettere centuriones o simples legionarios, Para
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JACQUES AYMARD: Essai sur les chas- la personalidad de los diversos autores
ses romaines des orígenes a la fin du de "cynegeticae".
siècle des Antonins (Cynegética) CLXAI, La segunda parte es un estudio de la
610 págs. y XL láms. Boccard. Paris caza, en su aspecto técnico, equipo, ar-
1951. mas, artes, trampas, redes, etc. Muy de-
tenido es el estudio de las distintas ra-
La presente obra constituye el mejor zas de canes utilizadas en la caza y
estudio publicado sobre la cinegética en otras actividades; este estudio es ins-
el mundo romano, tema que sólo había tructivo para nosotros, los españoles,
sido tratado, aparte el libro de Keller, puesto que muestra la labor realizada
Thiere des Classisch'en Aitertums in cul- en otras provincias del Imperio, especial-
twrgescMchtlicher Besiehung, en obras mente por los zoólogos germánicos, y lo
de conjunte aobre la vida romana, cua- que puede ser realizado en nuestra Pa-
les de Blumner, Friedlander, Pao;i, et- tria.
cétera, así como algunos estudios par- En la tercera parte se ocupa el A. del
ciales; a pesar de ello, el estudio de la valor y significación de la caza, prescin-
caza en el mundo romano no puede diendo de su aspecto religioso y funera-
considerarse, ni mucho menos, como re- rio, distinguiendo entre la ideología y la
suelto; la extensión del tema y la a b m - influencia helenística, insistiendo espe-
dancia de fuentes literarias y materia- cialmente en lo que se refiere a las ca-
les arqueológicos, permite ampliar mucho cerías imperiales, especialmente en lo
más este estudio, sin que ello sea nin- que se refiere no ya a las venationes de
gún menoscabo para su calidad; la ex- anfiteatro, sino muy particularmente a
tensión del tema y sus numerosos as- las representaciones públicas, sobre to-
pectos, ha obligado al A. a concertar el do a los medallones hadriáneos, reutili-
contenido de esta obra a la época repu- zados en el Arco de Constantino.
blicana y el Imperio hasta fines del si-
glo II, con lo que no entra en ella un El A. no deja de tener en cuenta, a
período sobre el que poseemos abun- lo largo de su obra, basada en especial
dantísimas fuentes literias, así como ma- en las fuentes literarias, los materiales
teriales numismáticos y arqueológicos y arqueológicos, sobre todo los mosaicos;
que es de desear trate el A. algún día; pero a este respecto la utilización no es
asimismo se advierte claramente que en ya completa, puesto que ello le habría
algunos puntos el A. se ha limitado a obligado a la realización de un verda-
trazar un breve esbozo, v. gr., al tratar dero "corpus", sino algunas veces discu-
de la caza en Hispania, enunciando, sin tible así, p. ej., al tratar de las razas
embargo, sus fuentes de información, caninas en la Galia, no tiene en cuenta
que indudablemente le habrían permiti- la existencia de mosaicos importados o
do, caso de proponérselo, extenderse simplemente que en sus temas imitan re-
mucho más sobre el tema. Todo ello no presentaciones, seguramentte pictóricas,
es obstáculo para que esta obra sea de no autóctonas; en cambio, no utiliza un
gran utilidad y que se hayan utilizado material tan valioso y auténticamente
en ella obras de notable calidad, que ha- galo, como son los temas decorativos de
cen que este estudio sea considerable- la "terra sigillata", en especial el moti-
mente denso y muy completo, en la ex- vo tan frecuente del can persiguiendo al
posición de diversos aspectos tédnicos, lepór'ido, y que, como puede observarse
no siempre conocidos. en las láminas del "Figure-types", de
Oswald, aparece una rica variedad de
Iniciase la obra con una introducción especies caninas, asimismo algunos va-
en la que el A. describe las especies de sos, en especial los d e 1 taller de
caza itálicas; para ello se han tenido en "Germanus" y algunos de sus imitado-
riuenta no sólo las noticias referentes al res, aparecen interesantes escenas venato-
período clásico, sino también otras me- rias.
dievales e incluso renacentistas. A esta Sin embargo, ello no empece en nada
introducción sigue una historia de la la utilidad de esta obra, completada por
caza en las diversas provincias y terri- un buen índice, de especial interés en
torios que habrían de formar parte del el estudio de todos aquellos materiales
Imperio y la influencia de éstas sobre arqueológicos, en los que aparecen re-
la mentalidad romana, en especial en la presentaciones o temas cinegéticos, por
Galia, en lo que el A. carga excesiva- lo que creemos que los directores de las
mente las tintas, a juicio nuestro; el des- Escuelas Francesas de Arqueología en
arrollo de este deporte en tiempos de Roma y Atenas han tenido un verdade-
Augusto y sus sucesores; la relación en- ro acierto incluyéndola en la prestigiosa
tre ésta y la ideología política de Au- colección de sus publicaciones monográ-
gusto, los iuvenes; estudiando, asimismo, ficas.—A. BALIL.
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cusión y su posición con la justificación rés, L' aspect des nouveaux venus, en el
de ésta, junto con varios apéndices dedi- que Salín ha sabido valorizar las nume-
cados a los magistrados provinciales, rosas descripciones del' aspecto físico de
al culto del Emperador y de Roma y fi- los invasores, conservadas en los textos,
nalmente a la exposición de las referen- Pero, sin duda, la parte más interesante
cias sobre habitantes extranjeros.
Junto a todo ello destaca, junto a la de este libro es aquella en que se estu-
amenidad de la obra, la honradez cien- dian, utilizando los textos, los materia-
mente con su meticulosidad en la expc- les arqueológicos, los hallazgos moneta-
tffica y la imparcialidad del A., junta- rios, etc., las vías comerciales que unían
sición de temas obscuros, en los que Oriente y Occidente, las rutas de EScan-
rehuye a las construcciones mentales fá- dinavia y el Ponto y la masa humana:
ciles y brillantes, pero sin base sólida. comerciantes, peregrinos y embajadores,
Por todo ello, no resta sino recomen- que por ellas discurrían. Los capítulos
dar esta obra de inmejorable calidad, dedicados a este tema serían suficientes
tanto científica come tipográfica, en cu- para considerar interesantísima esta
ya presentación la Princeton University
Press no ha regateado esfuerzos.—A. obra, y por otra parte, son los que so-
BALIL. brepasan más ampliamente el simple in-
terés nacional; creemos un acierto que
Salín haya valorado de tal manera un
E. SALIN: La Civilisation Mérovingienne aspecto cuyo estudio, sea cual sea la
d'après les sepultures, les textes et le la- época histórica, nunca ha sido tan mi-
boratoire. I; Les idees et les faits. Pi- nucioso como merece. ,
card, Paris, 1950. 519 págs., 150 figs.,
Concluye la obra con un detenido es-
XIII láms. y III mapas.
tudio de las características del pobla-
miento y las características de los luga-
Bien conocidas son la experiencia y
res de habitación manejando la abun-
la veteranía de Salín en ej campo de la
dante bibliografía francesa, dispersa en
arqueología altomedieval. Su profesión
publicaciones de escasa difusión las más
le ha dirigido hacia una mayor preocu-
de las veces, y por tanto inasequi-
pación por el estudio de la metalurgia y
ble en la mayoría de los casos. Este ca-
y la tecnología que le ha permitido ob-
pítulo se completa con un estudio antro-
tener resultados interesantísimos e in-
pológico de les pueblos invasores y un
sospechados. Sin embargo, esta preocu-
estudio toponímico, en colaboración con
pación tecnológica ha sido siempre en la
Paúl Lebel, de gran interés y de escasa
obra de Salín un medio y no un fin,
frecuencia en nuestro país, probable-
gracias a la tecnología ha obtenido re-
mente por reacción ante los excesos de-
sultados que le han permitido realizar
cimonónicos; complemento de todo ella
notables aportaciones a la histeria de
•es un detenido estudio de las caracterís-
dicho período.
ticas de los lugares de habitación, par-
La presenta obra es un trabajo de sín- tiendo de las villas tardorromanas y con-
tesis cuyo fin es el estudio to'al de la cluyendo con la descripción de Dijon,
civilización merovingia en todos sus as- En suma, la obra de Salín constituye
pectos, los fundía men tos los constituyen un singular ensayo de elaboración his-
los materiales arqueológicos complemen- tórica con materiales fundamentalmente
tados por las fuentes historiográfioas re- arqueológicos, del más alto interés, espe-
visadas especialmente por les colaborado- cialmente en períodos ta^i oscuros. La-
res de Salín (Albert France-Lanord, Ma- mentamos, sin embargo, el hecho, no por
rci y Mlle. Dunan). frecuente menos sensible, del escaso co-
Inicia la obra una introducción histó- nocimiento que el autor tiene de la bi-
rica en la que se estudia el período de bliografía hispánica sobre este período,
las Grandes Invasiones, siguiendo La fin puesto que desconoce todo lo que se ha
du monde antique et le debut du Moyen trabajado, especialmente sobre materia-
Age y Les invasions germaniques, de les hispanovisigodos, desde 1939, en
Ferdinand Lot; interés especial ofrece ^n cuanto a lo anterior a esta fecha su obra
esta introducción la descripción del me- se reduce, fundamentalmente, a los tra-
dio ambiente galorrcmano. A esta intro- bajos de Hans Zeiss, y de Raymond
ducción sigue un capítulo de gran inte- Lantier,—A, BALIL.