Reglas de La Sana Critica

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INDICE

REGLAS DE LA SANA CRÍTICA..........................................................................................3


EL PRINCIPIO DE IDENTIDAD........................................................................................3
EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN............................................................................4
LA SANA CRÍTICA SEGÚN LA DOCTRINA...................................................................4
LA SANA CRÍTICA SEGÚN LA JURISPRUDENCIA.....................................................7
REGLAS DE LAS SANA CRÍTICA DE ACUERDO AL COGEP....................................9
CONCLUSIÓN.....................................................................................................................11

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REGLAS DE LA SANA CRÍTICA

El método de la sana critica consiste, en que, mediante un conjunto de normas de

criterios de los jueces, basadas en pautas de la lógica, la experiencia y la psicología, del

sentido común que llevan al convencimiento humano.

Estas reglas de están integradas, por una parte, con los principios fundamentales

del intelecto humano, pilares de todo conocimiento racional e instrumento de certeza, en

su camino hacia la verdad lógica y ontológica, y por otra parte por las reglas empíricas

denominadas máxima de experiencias.

Esa libertad dada por la Sana Critica, reconoce un límite que es el respeto a las

normas que gobiernan la corrección del pensamiento, es decir las Leyes de la lógica, de

la Psicología y de la experiencia común, por lo que es exigible que las conclusiones a

que se arriben sean del fruto racional de las pruebas del proceso, sin afectación del

principio lógico de razón suficiente, que exige la prueba en que se funde solo permita

arribar a una única conclusión y no a otra, debiéndose no solo respetar aquellos

principios sino además, los de identidad y contradicción.

EL PRINCIPIO DE IDENTIDAD

El principio de identidad se sustenta en que una cosa sólo puede ser lo que es y

no otra; esto es que una cosa sólo puede ser idéntica a sí misma.

La importancia de este principio lógico radica en que no sólo se aplica a la

identidad de los objetos en sí mismos sino, también, a la identidad de los conceptos en sí

mismos. En este sentido, el principio de identidad, como principio lógico, alcanza el

ámbito de la deducción, porque al afirmarse, por ejemplo, que el hombre es moral, se

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afirma una identidad entre el hombre y la moralidad, por lo que cada vez que me refiero

al hombre, me refiero a un ser moral.

EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN

Este principio se sustenta en la fórmula de que una cosa no puede entenderse en

dos dimensiones al mismo tiempo; es decir una cosa o sujeto, en atención a una misma

situación o relación, no puede ser y no ser al mismo tiempo. Visto de otra manera, si se

afirma algo de alguna cosa o sujeto, quien la afirma no puede a la vez negarlo,

refiriéndose a la misma cosa o sujeto, bajo la misma situación o la misma relación;

porque al afirmarse y negarse lo mismo de la misma cosa o sujeto, o ya sea la

afirmación o ya sea la negación debe ser falsa.

Este principio nos lleva al entendimiento, de lógica formal, de que el juicio de

contradicción, o que, en dos juicios contrarios, uno tiene que ser falso; porque la cosa no

puede ser y no ser al mismo tiempo.

Siguiendo el ejemplo ya esbozado: si, por un lado, se afirma que el hombre es

moral; pero, no obstante, frente a la misma situación o relación, también, se afirma que

el hombre es inmoral. Entonces, se afirman juicios contrarios que se excluyen el uno al

otro. No se puede atribuir una cualidad y negarse al mismo tiempo. Uno de los dos

juicios es falso.

LA SANA CRÍTICA SEGÚN LA DOCTRINA

Hugo Alsina dice que "Las reglas de la sana crítica, no son otras que las que

prescribe la lógica y derivan de la experiencia, las primeras con carácter permanente y

las segundas, variables en el tiempo y en el espacio"1, como podemos observar en lo

1
ALSINA (1956) p. 127.

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manifestado por el autor citado, que estas reglas se basan en la lógica y que además,

estas deben estar complementada con la experiencia.

Por su parte Couture define las reglas de la sana critica como "las reglas del

correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la experiencia

del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos en

que debe apoyarse la sentencia" .2

Ampliando en el tema podemos recalcar que en las reglas de la sana crítica

configuran una categoría intermedia entre la prueba legal y la libre convicción. Sin la

excesiva rigidez de la primera y sin la excesiva incertidumbre de la última, configura

una feliz fórmula de regular la actividad intelectual del juez frente a la prueba.

Las reglas de la sana crítica son, para Couture son ,"las reglas del correcto

entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la

experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual manera a que el magistrado

pueda analizar la prueba con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental

de los casos. El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica no es libre de razonar

a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana

crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y la experiencia sin

excesivas abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos

que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y eficaz

razonamiento".

Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues este

último es "aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el

proceso exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizado por las

2
COUTURE (1979) p. 195

5
partes. Dentro de este método el magistrado adquiere el convencimiento de la verdad

con la prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aun contra la prueba de autos". El

juez - continúa- no está obligado a apoyarse en hechos probados, sino también en

circunstancias que le consten aun por su saber privado; y "no es menester, tampoco, que

la construcción lógica sea perfecta y susceptible de ser controlada a posteriori; basta en

esos casos con que el magistrado afirme que tiene la convicción moral de que los

hechos han ocurrido de tal manera, sin que se vea en la necesidad de desarrollar

lógicamente las razones que le conducen a la conclusión establecida" .

Para Friedrich Stein, a quien se debe la introducción en el derecho procesal del

concepto máximas de experiencia, estas "son definiciones o juicios hipotéticos de

contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,

procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya

observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez

para otros nuevos" .3

Se puede decir, finalmente, que por sus propias características a las máximas de

experiencia no les rige la prohibición común de no admitir otros hechos que los

probados en el juicio. La máxima quod non est in actis non est in mundo no es aplicable

totalmente a ellas ya que implicaría rechazar juicios o razones que por su generalidad,

notoriedad, reiteración y permanencia en el tiempo se tienen generalmente por

aceptados por la sociedad.

LA SANA CRÍTICA SEGÚN LA JURISPRUDENCIA

3
STEIN (1988) p. 27.

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Juicio No. 117-2010

Proceso N° 532-2011

Asunto: Pago por consignación

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. - SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.

Quito, a 14 de diciembre de 2012; las 11h00.-

Expone el casacionista que en la legislación procesal civil rigen dos principios

sobre la apreciación de la prueba, el de la sana crítica y recientemente se admite el de

libre criterio judicial, que al dejar de evacuar las pruebas de fundamental importancia,

se ha violado el debido proceso y al no emplear en la sentencia recurrida el principio de

la sana crítica, que consiste en fundar la resolución en un convencimiento razonado

mediante las pruebas aportadas por lo que en el caso que ocupa claramente se aplicó

indebidamente el artículo 115 del Código de Procedimiento Civil, trayendo como

consecuencia la “…mala aplicación del artículo 1612, al pretender obligar a mi

representado a aceptar el pago y cancelar la obligación que el actor ha elegido…”.

Sin embargo la Corte Nacional en su numeral b), expone sus argumentos sobre

la sana critica.

b), este Tribunal considera necesario aludir al artículo 115 del Código de

procedimiento Civil, norma que se alega ha sido violada, la cual refiere a la forma como

el juzgador debe valorar la prueba, en aplicación de las reglas básicas de la sana crítica,

potestad exclusiva de los Jueces para valorar la prueba en un juicio. Bajo esta óptica, a

la “sana crítica”, según el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Guillermo

Cabanellas, Editorial Eliasta, Bs. As. Argentina, se la concibe: “...opina Ossorio y

Florit que, frente a la absoluta libertad del juzgador para apreciar y valorar las

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pruebas, y también frente a la restricción valorativa de la prueba legal (v.), surge

el sistema intermedio y más extendido de la sana crítica, que deja al juez formar

libremente su convicción, pero obligándole a establecer los fundamentos de la

misma. En la libre convicción (v.) entra en juego la conciencia en la apreciación de

los hechos; en la sana crítica, el juicio razonado. A este respecto expresa Couture

que el juicio de valor en la sana crítica ha de apoyarse en proposiciones lógicas

correctas y fundarse en observaciones de experiencia confirmadas por la

realidad.”, nuestra jurisprudencia al respecto se ha pronunciado, señalando que la sana

crítica: “es la unión de la lógica y la experiencia, son reglas del correcto

entendimiento humano; son criterios lógicos los que sirven al juez para emitir

juicios de valor en torno a la prueba pero, también referidas a reglas de la

experiencia común. Son por tanto un instrumento que en manos del juez pueden

ajustarse a las circunstancias cambiantes, locales y temporales y a las

peculiaridades del caso concreto; son pues tales reglas un instrumento de

apreciación razonada, de la libre convicción, de la convicción íntima, de la

persuasión racional o de la libre apreciación de la prueba” (Exp.83-99, R. O. 159,

30-III-99); sobre la “valoración de la prueba”, la jurisprudencia española ha señalado:

“AP Cáceres, SS 25-04-2001 (2001/15023)... El Tribunal declara que la alegación de

error en la valoración de la prueba, ha de tener por objeto el denunciar que a un

determinado medio de prueba no se le ha reconocido el valor probatorio que la ley

le reconoce, o bien que se le ha atribuido una eficacia probatoria que la ley no le

da, debiendo en ambos casos citarse las normas de valoración de prueba aplicables

a aquella de que se trata, pero sin que ello permita proceder a un nuevo examen y

valoración de la prueba en su conjunto contraponiendo a la del Tribunal de

instancia la valoración subjetiva del recurrente, circunstancias estas las cuales no

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concurren en el caso de autos, 10 no pudiéndose hablar por tanto de un error en la

valoración de la prueba aportada.”. El principio de carácter general sobre la forma de

valoración de la prueba, ha sido correctamente aplicado en la sentencia, puesto que del

análisis de la prueba, el juez concede valor probatorio a las actuaciones probatorias

producidas por las partes en el momento procesal oportuno, sin que quepa la infracción

alegada de las normas invocadas por la parte recurrente, ya que no basta que tan sólo

exista el error, sino además que éste haya servido necesariamente de medio para que en

la sentencia no se haya aplicado o mal aplicado normas jurídicas sustantivas. La

jurisprudencia acogida por este Tribunal considera que: “debe haber expresa legislación

positiva sobre el valor de determinada prueba para que la causal proceda; mientras que

la objetividad de la prueba, el criterio sobre los hechos que estableció el juez de

instancia, su grado presuntivo, no pueden ser alterados por la Corte Suprema al fallar

sobre el recurso de casación”. (Exp. 83-99, R. O. 159, 30-III-99).

REGLAS DE LAS SANA CRÍTICA DE ACUERDO AL COGEP

Art. 164.- Valoración de la prueba. Para que las pruebas sean apreciadas por la o

el juzgador deberán solicitarse, practicarse e incorporarse dentro de los términos

señalados en este Código.

La prueba deberá ser apreciada en conjunto, de acuerdo con las reglas de la

sana crítica, dejando a salvo las solemnidades prescritas en la ley sustantiva para la

existencia o validez de ciertos actos.

La o el juzgador tendrá obligación de expresar en su resolución, la valoración de

todas las pruebas que le hayan servido para justificar su decisión.

Art. 166.- Prueba nueva. Se podrá solicitar prueba no anunciada en la demanda,

contestación a la demanda, reconvención y contestación a la reconvención, hasta antes

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de la convocatoria a la audiencia de juicio, siempre que se acredite que no fue de

conocimiento de la parte a la que beneficia o que, habiéndola conocido, no pudo

disponer de la misma. La o el juzgador podrá aceptar o no la solicitud de acuerdo

con su sana crítica.

Art. 177.- Forma de la prueba testimonial. Toda prueba testimonial mediante

declaración será precedida del juramento rendido ante la o el juzgador. La o el

declarante deberá estar asistido por su defensora o defensor, bajo sanción de nulidad. Se

seguirán las siguientes reglas:

6. Las respuestas evasivas o incongruentes así como la negativa a declarar y toda

la prueba debidamente actuada será valorada íntegramente por la o el juzgador

conforme con las reglas de la sana crítica, siempre que la ley no requiera que se

prueben de otra forma.

Si bien es cierto que el sistema procesal ecuatoriano, funda la valoración de la

prueba en reglas de la sana crítica, sin que exista norma legal que taxativamente señale

cuáles son dichas reglas, dbiendo el juzgador analizar las pruebas aportadas por las

partes, aplicando su conocimiento y el consejo de la experiencia, en un proceso lógico –

jurídico que forme convicción, la que en forma motivada deberá expresar en su

sentencia.

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CONCLUSIÓN

Se puede concluir que las reglas de la sana crítica son la unión de la lógica, la

experiencia y el conocimiento, que conllevan al correcto entendimiento humano, y se

puede decir que son principios de la conducta a seguir, ya que aunque el juez no está

obligado por la ley a valorar la prueba de una forma exacta si lo obliga a seguir un

camino para hacerlo, lo dirige a una sentencia y en el trayecto le va indicando como

debe tomar cada prueba aportada al mundo del proceso, no da un peso a los actos pero

da las directrices para calificar cada prueba.

El juez es libre de ver la prueba de forma individual, pero al momento de tomar

la decisión final tiene que unirlas todas y tratar de convencerse sobre los hechos que esa

unión le muestra, la lógica y la psicología son quienes encaminan al juzgador hasta el

momento de decidir que, pruebas aportan más y cuales lo hacen en menor grado al

proceso, la valoración es enteramente subjetiva de los conocimientos, experticia y

lógica de quien hace el papel de juzgador.

Este método de valoración se verá reflejado al final en la sentencia que dará el

juez al proceso y las partes juzgaran si están o no de acuerdo con esa opinión, la

sentencia siempre será motivada, por lo que para que el juez pueda exigir información a

las partes debe usar esta técnica para fundamentar en que servirá de ayuda al

esclarecimiento del problema que se le planteo.

La práctica de sana crítica no debe confundirse con absoluta libertad del juez o

con una tarifa legal, ya que lo oprime una libertad reglada, por lo que necesita el uso de

medios extralegales, propios de una persona con conocimientos de alguna ciencia legal

y un gran entender lógico-humano.

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