Guerra Nuclear
Guerra Nuclear
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Para otros usos de este término, véase Guerra nuclear (desambiguación).
Antiguo ICBM del tipo Titán II, en servicio con la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos entre 1962 y 1986.
La guerra nuclear es un tipo de guerra que se llevaría a cabo mediante el empleo de
armas nucleares, una clase de arma de destrucción masiva. Puede tratarse de una
guerra nuclear limitada o una guerra nuclear total. Este tipo de conflagración
tiene sus propias teorías, estrategias, tácticas y conceptos, distintos de los de
la guerra convencional, que han ido variando a lo largo de las décadas. Puede
librarse en la tierra, el mar, el aire, el espacio e incluso en el subsuelo, a
distintas escalas, con medios muy diferentes.
Algunos autores apuntan que una guerra nuclear a gran escala equivaldría a un
evento ligado a la extinción. Sin llegar a este extremo, existen pocas dudas sobre
su capacidad para aniquilar pueblos, naciones y modelos de civilización enteros,
con cientos e incluso miles de millones de bajas.
Debido a su enorme poder devastador, las armas nucleares han sido frecuentemente
objeto de numerosos tratados y negociaciones internacionales, y están sujetas a
regímenes de vigilancia, protección e inspección especiales.
Índice
1 Historia
1.1 El proyecto Manhattan: Hiroshima y Nagasaki
1.2 Preparativos para la Guerra Termonuclear Total
1.3 Situación actual
2 Armas nucleares
2.1 Clasificación tecnológica
2.2 Medios utilizados para su lanzamiento
2.3 Armas nucleares de propósito especial
2.4 Equipos necesarios para librar una guerra nuclear
2.5 Modelos actuales más relevantes de armas nucleares estratégicas
2.6 Sistemas de protección antimisiles
2.7 Sistemas para evitar la intercepción de misiles nucleares
3 Política y estrategia de la guerra nuclear
4 Actores principales
5 Efectos de la guerra nuclear
5.1 Efectos locales
5.2 Efectos globales
6 Protección y autodefensa civil en caso de ataque nuclear
7 En la cultura
8 Véase también
9 Referencias
9.1 Notas al pie
9.2 Bibliografía
9.3 Enlaces externos
Historia
Explosión nuclear en Nagasaki (9 de agosto de 1945). Foto tomada desde uno de los
B-29 que efectuaron el ataque.Bomba concebida por Szilárd.
Artículo principal: Historia de las armas nucleares
El siglo XX trajo consigo la Teoría de la Relatividad y el descubrimiento de la
Física Atómica, lo que permitió postular vías para obtener energía del núcleo del
átomo.
Poco después, los días 6 y 9 de agosto de 1945, la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos lanzó desde bombarderos B-29 sendas bombas atómicas sobre las ciudades
japonesas de Hiroshima y Nagasaki. La primera era una bomba por disparo de uranio
de unos 15 kt, llamada Little Boy, y la segunda funcionaba por implosión de
plutonio bajo el nombre Fat Man, con unos 25 kt de potencia. Esto equivale a la
vigésima parte de la potencia de las armas nucleares actuales, y una milésima de
las más potentes desarrolladas durante la Guerra Fría. Ambas ciudades resultaron
aniquiladas instantáneamente, con un saldo aproximado de entre 150 000 y 220 000
muertos,7 la gran mayoría civiles. Un número indeterminado de personas fallecieron
con posterioridad debido a sus heridas y a los efectos de la radiación. Se ha
producido un elevado número de mutaciones en bebés, durante varias generaciones.
Estos hechos, que constituyen el primer y hasta ahora único uso de armas nucleares
en un conflicto real, precipitaron la capitulación de Japón y el fin de la Segunda
Guerra Mundial.
R-7 8K72 Vostok exhibido en el Centro Panruso de Exposiciones, variante civil del
primer misil balístico intercontinental.
El primer misil balístico intercontinental verdadero fue el Cohete R-7 soviético
(llamado en Occidente SS-6 Sapwood), una variante del mismo propulsor utilizado
para lanzar el Sputnik, la primera nave espacial en órbita. Podía lanzar una bomba
de 3 Mt a 8800 km de distancia, lo que le permitía alcanzar los Estados Unidos
continentales, Europa y la mayor parte del Hemisferio Norte. Esta variante militar
se probó por primera vez el 15 de diciembre de 1959. Pronto les siguieron los Titán
norteamericanos de 9 Mt.
Por primera vez en la historia humana, era posible llevar la devastación más
absoluta al corazón del enemigo. La consciencia de este hecho significó profundas
transformaciones en la mentalidad política y social, por lo general pesimistas y
ominosas, y dio lugar a numerosas novedades culturales y en la civilización.
Militarmente, las armas nucleares adquirieron un carácter igualador que impedía a
cualquier potencia iniciar una guerra contra la otra, sobre todo desde que su
número y prestaciones garantizaron la destrucción mutua asegurada. Hubo que crear
nuevos conceptos, teorías, tácticas y estrategias para esta arma radicalmente
distinta, así como formar a generaciones de técnicos y soldados, y desplegar
numerosos equipos avanzados (desde radares y satélites hasta sistemas novedosos de
mando, control, comunicaciones e inteligencia) para poderlas usar eficientemente.
Esto estimuló el desarrollo de numerosas invenciones, entre las que cabe incluir
Internet (que se deriva de ARPANET, una red que contaba entre sus capacidades la de
ser especialmente resistente a un ataque nuclear limitado, aunque no fuera su
característica esencial). La aparente inminencia de una guerra nuclear dio alas
para la creación del movimiento pacifista contemporáneo, iniciado por los propios
científicos atómicos, más conscientes que los demás de sus riesgos.
Durante toda la Guerra Fría ambas potencias y otras menores se amenazaron con
decenas de miles de armas nucleares prestas para disparar, según un concepto
denominado overkill que garantizaba la destrucción total del enemigo decenas de
veces. Hubo varias ocasiones en que estuvieron a minutos de ser lanzadas, debido a
errores o situaciones conflictivas, la más conocida de las cuales es la Crisis de
los misiles de Cuba. Sin embargo, no fue la única, ni la más grave. Generalmente se
considera que el más peligroso de todos los incidentes sucedió en el entorno de las
maniobras de la OTAN «Able Archer 83», diseñadas en un contexto de operaciones
psicológicas contra la Unión Soviética, que fueron percibidas por los dirigentes de
este país como una amenaza directa real. Esto llevó a las fuerzas nucleares
soviéticas al estado de máxima alerta durante semanas, mientras en Occidente se
tenía una falsa impresión de tranquilidad, por lo que incluso un incidente menor
podría haber disparado la respuesta nuclear.8910111213141516 Poco antes había
sucedido el Incidente del equinoccio de otoño, donde las fuerzas nucleares
soviéticas pudieron estar a escasos minutos del lanzamiento, lo que contribuyó a
tensar la situación aún más.1718
Situación actual
Este grado de peligro y tensión dio lugar a numerosos tratados, tratando de limitar
su despliegue y efectos. El primero de todos ellos fue el Tratado de prohibición
parcial de ensayos nucleares (1963), por el que terminaron las pruebas nucleares
atmosféricas. Le siguió el polémico Tratado de No Proliferación Nuclear (1968), que
restringe la disponibilidad de armas nucleares a los países que ya las tenían en
esas fechas. Más relevantes fueron los Acuerdos SALT de los años 1970 entre las
principales superpotencias, así como el Tratado INF. Ambos limitaban el número de
lanzadores y cabezas; este es el inicio en la práctica del desarme nuclear.
Armas nucleares
Artículos principales: Arma nuclear y Bomba atómica.
Clasificación tecnológica
Tecnológicamente, las armas nucleares se dividen en bombas atómicas o de fisión,
por un lado, y bombas de hidrógeno, armas termonucleares o de fusión, por otro:26
Las bombas atómicas o de fisión son dispositivos que fragmentan átomos pesados de
uranio o plutonio mediante una reacción en cadena ultrarrápida. La fisión es un
proceso exotérmico que libera cantidades sustanciales de energía, mucho mayor que
en las reacciones químicas de los explosivos convencionales. Esta energía escapa en
forma de radiación gamma y energía cinética de los fragmentos del núcleo,
calentando así rápidamente la materia que se encuentre alrededor. Esta materia (por
ejemplo, el aire), al dilatarse, provoca una poderosa onda de choque a alta
temperatura. El material fisible idóneo es el plutonio-239, y la técnica más
corriente es la implosión geométrica.
Las bombas de hidrógeno, armas termonucleares o de fusión constan de dos o más
etapas. La primera de ellas (primario) utiliza una pequeña bomba atómica para
iniciar un proceso de fusión nuclear de los núcleos de átomos ligeros de hidrógeno
y litio que se encuentran en la segunda (secundario). Este proceso es análogo al
que se da en los soles, y se ha definido como encender una estrella sobre una
ciudad. La diferencia de masa entre los núcleos componentes del secundario y el
resultante (normalmente, helio y berilio o nuevos isótopos de litio y tritio, que
realimentan la reacción) se transforma íntegramente en energía, según la conocida
fórmula E = mc². Algunas de estas reacciones, como la de deuterio + litio-6, se
cuentan entre las más energéticas del universo conocido, solo por debajo de la
reacción materia-antimateria. Una carga de fusión puede producir temperaturas
locales equivalentes entre 20 y 400 millones de grados centígrados,27 más que en el
núcleo del Sol y muchos órdenes de magnitud por encima de cualquier posible rango
de estabilidad de la materia.
La mayoría de armas atómicas modernas son termonucleares de potencia variable, pues
la tecnología de fusión pesa menos y aporta mayor seguridad, economía y
flexibilidad. Esta flexibilidad incluye poder graduar la potencia explosiva de la
bomba a voluntad, variando la presencia de tritio en el secundario. También
permiten elegir, al menos en parte, el tipo de energía producido por el arma.
Prueba de los vehículos de reentrada MIRV del cancelado ICBM norteamericano LGM-
118A Peacekeeper, 8 disparados desde un solo misil (podía llevar 10). Cada traza
indica el descenso de una cabeza de ataque, y cada una tenía una potencia
comparable a 25 bombas como la de Hiroshima. En la actualidad, hay en servicio
armas similares.
Normalmente, al hablar de armas nucleares nos referimos tanto a estos explosivos
atómicos como a los medios utilizados para llevarlos hasta su blanco, y
generalmente también a los medios de apoyo para lograrlo. Así, entendemos las armas
nucleares como un sistema integrado complejo, científico, industrial, militar y
humano, que culmina cuando el blanco es alcanzado por una explosión nuclear. Entre
estos medios, cabe destacar de manera significativa los vectores de lanzamiento: la
llamada tríada nuclear. Clasificándolas por estos lanzadores, pues, las armas
nucleares suelen dividirse en:28
Armas nucleares con base en tierra. Se trata de cohetes, normalmente guiados, con
diversos alcances y capacidades, operados desde tierra firme en plataformas fijas o
móviles. Los conocidos misiles balísticos intercontinentales (ICBM) pertenecen a
esta categoría, pero también otros proyectiles de menor alcance para su uso táctico
en el campo de batalla, incluso disparados desde piezas de artillería. Estos
vectores se tienden a considerar, en general, como una forma de artillería
terrestre superpesada. Los ICBM son verdaderos cohetes espaciales, que vuelan fuera
de la atmósfera de la Tierra y pueden recorrer miles de kilómetros en pocos
minutos. Algunos de ellos pueden lanzar varias ojivas MIRV simultáneamente, con un
explosivo nuclear cada una, utilizando un solo vector.
Armas nucleares con base en el mar. Se trata de cohetes similares a los que tienen
base en tierra, pero que se lanzan desde plataformas navales de superficie o
submarinas. Esto les aporta una capacidad de maniobra y ocultación generalmente
superior a los misiles con base en tierra, pero también puede exponerlos a riesgos
superiores. Los misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM, un ICBM naval)
pertenecen a esta categoría, así como ciertos torpedos, misiles de crucero y otros
misiles más generalistas para guerra naval. Algunos de estos vectores se suelen
considerar como una forma de artillería naval superpesada. Al igual que los ICBM,
los SLBM viajan por el espacio y pueden atravesar continentes en menos de treinta
minutos, así como lanzar cabezas MIRV múltiples.
Armas nucleares de lanzamiento aéreo, que suelen ser bombas de aviación o misiles
de crucero o de otros tipos lanzables desde aeronaves en vuelo (normalmente,
bombarderos supersónicos). Se considera una forma más arriesgada y lenta de liberar
armas nucleares, debido a la posibilidad de que los aviones sean derribados y a la
inherente lentitud comparativa de los proyectiles atmosféricos; pero también un
método más flexible y adaptativo.
Existen otros lanzadores posibles, prohibidos por tratado, como los sistemas de
bombardeo orbital fraccional (FOBS), desde satélites artificiales que pueden
iniciar el ataque por sorpresa aproximándose por cualquier ángulo y trayectoria.29
30
Los ICBM Tópol, Tópol M y RS-24 (Rusia); LGM-30 Minuteman (Estados Unidos); DF-41,
DF-31 y DF-5 (China).
Los misiles de alcance medio Agni (India); Ghauri y Shaheen (Pakistán); y Jericó
(Israel).
Los SLBM de lanzamiento submarino Trident II D5 (Estados Unidos y Reino Unido); R-
39 y Bulava (Rusia); y M-45 SLBM (Francia).
Los misiles de crucero de medio alcance BGM-109 Tomahawk (Estados Unidos y Reino
Unido); y Raduga Kh-55 (Rusia), que pueden ir equipados con cabezas convencionales
o nucleares.
Sistemas de protección antimisiles
Se ha planteado la posibilidad de crear sistemas antimisil para detener un ataque
nuclear mientras se produce, el más conocido de los cuales fue la Iniciativa de
Defensa Estratégica de EE. UU. Sin embargo, el único sistema antibalístico que
realmente ha llegado a estar operativo es el Sistema de Defensa de Moscú.
Actualmente, los Estados Unidos tratan de desplegar un escudo antimisiles más
limitado.
Las armas nucleares tácticas suelen ser de menor potencia, del orden de kilotones y
de menor radio de acción. Aunque se encuentran bajo el control político, pueden ser
empleadas por los mandos militares en apoyo de las fuerzas convencionales en el
teatro de batalla.
Las armas nucleares estratégicas tienen un gran radio de acción y son armas de gran
potencia, con cientos de kilotones o incluso megatones. Se utilizan para destruir
la capacidad nuclear, militar, económica y demográfica del enemigo.