Isabel Corpas-Ordenación Mujeres
Isabel Corpas-Ordenación Mujeres
Isabel Corpas-Ordenación Mujeres
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“Ma è un paso avanti”. “Incontro del Santo Padre Francesco con i
partecipanti alla XXI Assemblea Plenaria dell’Unione Internazionale
delle Superiore Generali (UISG)”. Venerdì, 10 maggio 2019.
http://w2.vatican.va/content/francesco/it/speeches/2019/may/docu
ments/papa-francesco_20190510_uisg.html
1
Prolegómenos del presente
aporte al debate sobre la
ordenación de mujeres
1.1 El porqué de este aporte al debate:
una confesión personal
7
Ortiz V., Pedro. Concordancia Manual y Diccionario griego-español
del Nuevo Testamento. 2ª edición. (Madrid: Sociedad Bíblica, 2001):
147.
androcéntrica del lugar de las mujeres en la comunidad, dataría del siglo IV, pues fue utilizada “por primera vez en
suelen referirse a Febe como diaconisa, a las “mujeres un texto griego en el canon 19 del concilio de Nicea”12.
diáconos” de la I Timoteo como esposas, y dan a
La denominación “diáconas”, femenino de la
entender que las mujeres que en el evangelio de Lucas
transliteración latina diaconus, fue utilizada en la Iglesia
servían en la comunidad de discípulos y discípulas,
latina y es la opción de Serena Nocetti en su libro que
sencillamente ayudaban, como correspondería a las
lleva por título Diáconas. Un ministerio de la mujer en la
mujeres. Pero si se trataba de las esposas de los diáconos,
Iglesia. Anota esta autora que es el título que prefiere “y
¿por qué no se refiere la carta a las esposas de los
no el término más difundido en el contexto de habla
presbíteros?
española, de ‘diaconisas’”, recordando, asimismo, que
Los primeros libros de Las Constituciones Apostólicas (s. “diakonos es el título griego más antiguo” 13 , mientras
IV) tienen como fuente La Didascalia de los Apóstoles (s. diaconisa corresponde a un ministerio tardío. También
III) y se refieren a “la diácono” –η διακονος 8 ; Moira Scimmi opina que “el título griego diakonos (el/la
αι διακονοι 9 ; ταις διακονοις 10 – mientras el último libro, sirviente) es más originario y lo siguen usando las mujeres
cuya fuente es La Tradición apostólica (s. IV), utiliza la de lengua griega incluso después de la aparición del
palabra “diaconisa” –διακονισσης, των διακονισσων 11 – neologismo diakonissa”14, que es una feminización de un
que es una denominación posterior y que probablemente término originalmente masculino. Por su parte, explican
los editores del libro Women Deacons: Past, Present,
Future, que prefieren “el término mujer diácono (y no
8
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II,58,6.
9
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II,25,12. Las
12
Constituciones Apostólicas II,26,3. La numeración no coincide en las Madigan, Kevin; y Osiek, Carolyn (eds.). Mujeres ordenadas en la
dos versiones. Obsérvese que, en el texto griego, el mismo párrafo Iglesia primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino,
se refiere a los diáconos (οι διακονοι) y a las diáconos 2005): 28.
13
(αι διακονοι), pero las traducciones prefieren la palabra diaconisa Nocetti, Serena. “Mujeres diácono: hacer teología en la traditio”, en:
para referirse al ministerio femenino. Diáconas. Un ministerio de la mujer en la Iglesia. Serena Nocetti
10
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III,8,1. Las (ed.). (Maliaño: Sal Terrae, 2018): 13.
14
Constituciones Apostólicas III,8,1. Cf. La Didascalia XV,VIII,1. Scimmi, Moira. “Una lectura a la par con los tiempos de las fuentes
11
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) VIII,19-20. Las sobre las diáconas”, en: Diáconas. Un ministerio de la mujer en la
Constituciones Apostólicas VIII,19-20. Iglesia. Serena Nocetti (ed.). (Maliaño: Sal Terrae, 2018): 188.
diaconisa) porque es el que mejor indica lo que queremos primeras comunidades de creyentes –normativas para la
decir: una mujer ordenada para el diaconado”15 Iglesia de todos los tiempos– sus dirigentes no recibieron
el título de sacerdotes, no ejercieron funciones de culto ni
Personalmente he decidido referirme a este ministerio con
se consideraban personas sagradas. Por eso prefiero
la denominación mujeres diáconos y ordenación de
referirme a la ordenación de mujeres para el presbiterado,
mujeres para el diaconado, que es uno de los ministerios
uno de los ministerios del sacramento del orden.
del sacramento del orden. Definitivamente, no me gusta la
feminización “diaconisa”, además de que es el título de un Ahora bien, las declaraciones pontificias para negar la
ministerio concreto de la Iglesia oriental que la propuesta ordenación sacerdotal de las mujeres –subrayo:
de ordenación de mujeres para el diaconado no pretende ordenación sacerdotal– se fundamentan en el modelo
restaurar. Me gusta el término diáconas que utilizan las eclesial tridentino y en la interpretación sacerdotal del
teólogas italianas, sin embargo pienso que la hermana sacramento del orden e ignoran las líneas eclesiológicas
Febe, según la carta a los Romanos, era propiamente una trazadas por Vaticano II y la consiguiente interpretación de
mujer diácono al igual que las mujeres diáconos cuyas la ministerialidad eclesial, desde la cual no hay razones
cualidades precisa la I Timoteo 3,11 y las que mencionan teológicas que impidan la ordenación de mujeres para el
los primeros libros de Las Constituciones Apostólicas. diaconado, para el presbiterado y para el episcopado.
Como tampoco desde los documentos del magisterio
Por otra parte, es el momento de anotar que no estoy de
eclesial que lo que vetan es la ordenación de las mujeres
acuerdo en la ordenación de mujeres sacerdotes o
para el sacerdocio. ¿Quaestio de nomine?
sacerdotisas ni con el sacerdocio femenino en la Iglesia
católica, pero por razones diferentes a las del veto
establecido en la Iglesia católica por el magisterio
pontificio a la ordenación sacerdotal de mujeres.
Sencillamente porque tampoco estoy de acuerdo con el
sacerdocio masculino: Jesús no ordenó sacerdotes y en las
15
“We choose the term woman deacon (as opposed to deaconess) to
highlight our interest in the inclusion of women in the ordained
ministry [...]. [And] we determined that the term woman would best
indicate what we mean now: a woman ordained to the diaconate”.
Macy, Gary; Ditewig, William T.; Zagano, Phyllis. Women Deacons:
Past, Present, Future. (New York / Mahwah, NJ: Paulist Press, 2011):
Versión Kindle, Pos. 130-134.
1.3 Roma locuta: silencios y pronunciamientos
16
Entre otras fuentes, sigo principalmente para este repaso histórico el
artículo de Manuel Alcalá, S. J., “Mujeres en ministerios eclesiásticos.
Un problema revitalizado a partir del Vaticano II”. Razón y fe 191
(1975): 39-61, y su libro Mujer, Iglesia, Sacerdocio. (Bilbao: Ediciones
Mensajero, 1995); también el de Domiciano Fernández, Ministerios
de la mujer en la Iglesia. (Madrid: Editorial Nueva Utopía, 1999).
reservatur tantum id quod omnino requirit characterem Magdaleine Leroy-Boy, que pidió a la comisión
sacerdotalem” 17 , pero ninguna de las dos peticiones preparatoria sobre el apostolado de los laicos reconocer el
fueron tenidas en cuenta en el aula conciliar. carácter diaconal del servicio de muchas mujeres en la
Iglesia. La Asociación también reclamó en 1962 la
Y en sus documentos, el Concilio no pasó de la siguiente
presencia de laicos y laicas en las sesiones conciliares
propuesta en el decreto sobre el apostolado de los laicos,
como observadores y expertos; en 1963 planteó al
Apostolicam actuositatem:
Vaticano la admisión de mujeres al sacerdocio; y en 1965
Dado que en nuestros las mujeres tienen una la revisión de los cánones del Código de Derecho
participación cada vez mayor en toda la vida de la Canónico que discriminan a las mujeres. Ese mismo año
sociedad, es de gran importancia su participación Heinzelmann publicó el libro-manifiesto Ya no estamos
igualmente creciente en los campos del apostolado dispuestas a callar, dirigido a los padres conciliares, en el
de la Iglesia (AA 9). que participaron otras teólogas: argumentaban que el
También en las vísperas del Concilio, cuando Juan XXXIII bautismo habilita al hombre para recibir los siete
invitó al laicado a expresar sus opiniones, las mujeres sacramentos y a la mujer para recibir únicamente seis, por
presentaron peticiones. Una de ellas, la feminista suiza lo cual concluía que el bautismo no obra con la misma
Gertrud Heinzelmann, envió una comunicación a la eficacia para hacer al hombre y a la mujer miembros de la
comisión preparatoria pidiendo incluir el tema de la Iglesia; y que “los derechos de los hombres y las mujeres
ordenación de las mujeres. La otra fue la presidenta de la no son equivalentes, por cuanto aquellos tienen la
asociación femenina Alianza Internacional Juana de Arco18, posibilidad de recibir la ordenación sacerdotal, mientras
que estas siguen estando excluidas de tal posibilidad”19.
De más está decir que las peticiones tampoco fueron
17
Citado por Buonasorte, Nicla. “Eva, Maria e la catechista. Figure tenidas en cuenta pero vale la pena recordarlas.
femminile nelle parole del Concilio”, en: “Tantum aurora est”: donne
En las primeras sesiones del Concilio, las mujeres fueron
e Concilio Vaticano II. Marinella Perroni; Alberto Melloni; y Serena
Nocetti (eds.). (Munster: LT Verlag, 2012): 345.
las grandes ausentes. Así lo hizo notar el cardenal Suenens
18
Fundada en Londres en 1911, la Alianza Internacional Juana de Arco cuando preguntó durante la segunda sesión: “¿Por qué no
fue la primera asociación femenina que desde su interés por el hay mujeres entre los auditores? Si no estoy mal
reconocimiento de la igualdad de derechos de hombres y mujeres
abordó el acceso de las mujeres a las funciones eclesiales. En 1928,
dos de sus miembros, Phyllis C. Challoner y Vera Laughton Matthews
publicaron Towards Citizenship. A Handbook of Women’s
19
Emancipation. Cf. Salas, María. De la promoción de la mujer a la Gibellini, Rosino. La teología del siglo XX. (Santander: Sal Terrrae,
teología feminista. (Santander: Sal Terrae, 1993): 156-157. 1998): 446.
informado, ellas son la mitad de la humanidad” 20 . A la precisa: “Las mujeres ya actúan en casi todos los campos
tercera y cuarta sesión fueron invitadas 23 auditoras que de la vida, pero es conveniente que puedan asumir con
participaron en grupos de trabajo y asistieron a las plenitud su papel según su propia naturaleza” (GS 60).
sesiones plenarias sin voz y sin voto. Pero el escrito no llegó a tiempo a la comisión redactora y
no fue tenido en consideración.
Pero no llegaron al aula conciliar las voces de quienes
pedían reconocer a las mujeres igualdad de condiciones Dos documentos conciliares se refirieron a las mujeres:
en la Iglesia. Según Serena Nocetti, en su estudio sobre Gaudium et spes, al rechazar toda forma de discriminación
Vaticano II, la cuestión del acceso al ministerio ordenado por razón de su sexo (GS 29) y proclamar la igualdad de
en el grado diaconal o presbiteral no aparece en ninguna derechos en el trabajo, la familia y la cultura (GS 34; 49;
de las intervenciones de los padres conciliares, excepto en 60); y Apostolicam actuositatem al reconocer que “en
un escrito del obispo de Atlanta, monseñor Paul Hallinan, nuestros días las mujeres tienen una participación cada vez
quien sugirió modificar la redacción final de la mayor en toda la vida de la sociedad” y proponer que “es
Constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo de gran importancia su participación igualmente creciente
para incluir mujeres: lectoras y acólitas, o que después de en los campos del apostolado de la Iglesia” (AA 9). Por su
una preparación adecuada recibieran la ordenación parte, el “Mensaje a las mujeres” afirmaba que son “la
diaconal para anunciar la Palabra de Dios y administrar el mitad de la inmensa familia humana” al tiempo que dibujó
bautismo y la eucaristía 21 . Supongo que propuso la la imagen de la mujer como quien tiene “siempre como
modificación en el capítulo que habla de la conciencia que misión la guarda del hogar, el amor a las fuentes de la
cada cual debe tener del derecho a la cultura, cuando vida, el sentido de la cuna”; la que tiene “vocación de
entrega”; la que sabe “hacer la verdad dulce, tierna,
accesible”; la que ayuda y da fuerza al hombre22: pero sin
20
Martín Descalzo, José Luis. Un periodista en el Concilio. 2ª etapa. salir del hogar, sin dejar de ser ayuda para el hombre
(Madrid: PPC, 1965): 253.
21
según la imagen de mujer de los hombres de Iglesia. Por
“... mulieres munia lectoris et acolythae in sacris per agendis
eso, sin duda alguna, el Concilio no podía considerar los
adimplere valeant; milieres, post congruum studium peractum
formatione receptam, in Ordine Ordine Diaconatus assumantur: ut ministerios femeninos.
Verbum Dei populo annuntiare atque Sacramenta ad talem Ordinem
spectantia, praesertim Baptismum solemne Sacramque Eucharistiam
administrare queant”. Nocetti, Serena. “‘Nel senso di una profezia e
22
di una promessa’. Riflessione sul ministerio ordinato alle donne”, en: Pablo VI. “Clausura del Concilio Ecuménico Vaticano II. Mensaje a las
“Tantum aurora est”: donne e Concilio Vaticano II. Marinella Perroni; mujeres”. https://w2.vatican.va/content/paul-
Alberto Melloni; y Serena Nocetti (eds.). (Munster: LT Verlag, 2012): vi/es/speeches/1965/documents/hf_p-vi_spe_19651208_epilogo-
322. concilio-donne.html
Pasado el concilio, en 1967, la Asociación Ecuménica de los países, la evolución de la condición
Holandesa de San Willibrordo adoptó una resolución femenina marcha hacia la perfecta igualdad de
respecto al lugar de las mujeres en la Iglesia sin referirse derechos entre hombre y mujer, el Tercer
propiamente a la ministerialidad femenina: Congreso Mundial de Apostolado Seglar formula
su deseo de ver concedidos a la mujer los derechos
Las estructuras (eclesiales) actuales, típicamente
y responsabilidades del cristiano en el seno de la
masculinas, deberían dejar paso a otras nuevas, en
Iglesia católica y que se emprenda un serio estudio
donde las aportaciones del varón y la mujer se
doctrinal acerca de la situación de la mujer en el
integren de manera absolutamente igual. No se
orden sacramental y en la Iglesia. El Congreso
trata, pues, de unos cambios completamente
pide, además, que mujeres competentes tomen
exteriores, que afectan al reparto de tareas. Es
parte en todas las comisiones pontificias y que
necesario que nazca en la Iglesia una mentalidad
mujeres especialistas sean consultadas respecto a
completamente nueva, basada en la profunda
la revisión de los cánones que afectan a la mujer,
convicción de la igualdad entre varón y mujer23.
para que la dignidad femenina sea plenamente
reconocida y se concedan a la mujer mayores
Propuestas, silencios y pronunciamientos durante el posibilidades en el servicio de la Iglesia24.
pontificado de Pablo VI
Ahora bien, Pablo VI no se refirió al tema en el discurso de
En cambio, el tema del ministerio femenino fue abordado clausura.
en el Tercer Congreso Mundial del Apostolado Seglar
En junio de 1969, la Unión Mundial de Organizaciones
(1967) que adoptó la siguiente resolución:
Femeninas Católicas, UMOFC, formuló tres peticiones en
Considerando que el bautismo, al incorporar los relación con la situación de la mujer en la Iglesia :
seres humanos, hombre y mujer, a Cristo, los
1. Que se incluyan y apliquen en la legislación de la
constituye sin ninguna distinción “personas” en el
Iglesia los derechos fundamentales de la persona
Señor y recordando la palabra de San Pablo que
humana, que implican una igualdad entre hombre y
condena toda discriminación entre los seres
mujer en el cumplimiento de su vocación humana
humanos (Gal 3,28) y con el convencimiento de
en la vida familiar, cívica, social y eclesial.
que el lugar asignado a la mujer en la Iglesia se
debe a factores socioculturales y que en la mayoría
23 24
Citado en el artículo mencionado de Manuel Alcalá, 34. Ibídem. 35.
2. Que adquieran fuerza de ley en la medida que le la ordenación sacerdotal de la mujer, la cuestión debe
corresponda, los derechos del hombre, tal cual han permanecer abierta y madurar” 27 . También el Consejo
sido formulados en la encíclica Pacem in terris. Pastoral Interdiocesano Belga de habla flamenca (1971)
aprobó una proposición que precisaba: “El sacerdocio
3. Que sean suprimidas todas las prescripciones y
debe ser accesible a la mujer si no hay contra ello ninguna
medidas que suponen o indican una discriminación
objeción teológica”28 y en 1974 el mismo Consejo Pastoral
en detrimento de la mujer, existentes en el derecho
solicitó el acceso de las mujeres al diaconado.
canónico vigente y en una serie de cánones
discriminatorios, completamente superados por la Importantes fueron las discusiones durante el Sínodo
vida moderna25. Interdiocesano de la República Federal Alemana (1972-
1975) que planteó pedir al Papa la derogación de los
Pero en la legislación eclesiástica no hubo eco para las
decretos por los que se reserva al varón el lectorado y el
peticiones respecto a las discriminaciones mencionadas.
acolitado, y que se permitiera la participación de la mujer
El tema de la ordenación de mujeres y los ministerios en el ministerio ordenado de la Iglesia. La comisión
eclesiales femeninos fue abordado por los sínodos encargada de estudiar la petición solicitó el concepto de los
nacionales europeos en el marco del posconcilio. Así, el profesores Yves Congar, Peter Hünnermann y Herbert
Concilio Pastoral Holandés (1969), en el que participaban Vorgrimler, quienes se manifestaron en favor de la
obispos, sacerdotes y laicos, a pesar de los ordenación de la mujer. Congar, miembro de la Comisión
cuestionamientos desde Roma y de las reservas de los Teológica Internacional, consideró que la admisión de la
obispos, aprobó una proposición que decía: “Es mujer al diaconado sacramental es posible,
importante que la mujer sea pronto integrada en todos los dogmáticamente hablando, comoquiera que durante
ministerios eclesiales, cuando su nombramiento plantea siglos existió tal diaconado; sin embargo subrayaba que
pocos o ningún problema. La evolución ulterior debería “con esto no se toca el problema de la exclusión de la
orientarse a que la mujer desempeñe las funciones mujer del sacerdocio, aunque no pueda asegurarse que
eclesiales incluida la celebración de la eucaristía”26. Por su esta sea una ley de derecho divino”29. También se mostró
parte, el Encuentro Europeo de Delegados de Consejos partidario el profesor de la Universidad de Münster, Peter
Presbiterales Diocesanos (1971) reunido en Ginebra
aprobó una resolución en términos similares: “Respecto a
27
Citado en el libro de Domiciano Fernández, Ministerios de la mujer
en la Iglesia. (Madrid: Editorial Nueva Utopía, 1999): 39
25 28
Ibídem. 34. Citado en el artículo mencionado de Manuel Alcalá, 37.
26 29
Ibídem. 36. Ibídem. 49.
Hünermann, porque no encontró impedimento, y el relativa a la admisión de la mujer al diaconado. Por su
profesor Herbert Vorgrimmler opinó que no había parte, los suizos aprobaron el siguiente texto:
argumento de índole dogmática o histórico-dogmática
Desde los comienzos de la Iglesia las mujeres han
contra la ordenación diaconal de la mujer, precisando que
cumplido diversas tareas eclesiales. Hoy se plantea
“para la comprensión dogmática del problema podría
aquí el problema de la ordenación presbiteral
ayudar la observación de que en la Iglesia latina se
femenina. Las reacciones a este propósito son
conocieron mujeres actuando en ministerios diaconales”,
todavía dudosas e incluso contradictorias. Esto no
pero anotaba que si bien el diaconado podía considerarse
impide su planteamiento y estudio. Por eso, la
como orden mayor no se le podía atribuir por eso una
asamblea sinodal se alegra de que la Comisión
participación sacerdotal30. Por otra parte, se planteó en la
Teológica Internacional haya decidido estudiar la
comisión que estudiaba el tema que en la actual situación
cuestión de la ordenación sacerdotal de la mujer y
pastoral muchas mujeres ejercitaban en muchas provincias
desea que semejante investigación continúe. El
eclesiásticas, no sólo en tierra de misiones, una serie de
sínodo pide a la Conferencia Episcopal transmita
tareas que de suyo corresponden al diaconado y que no
esta petición a las instancias romanas
puede justificarse teológicamente la separación de las 32
competentes .
funciones y de la potestad trasmitidas sacramentalmente
que implica excluir a estas mujeres de la ordenación. Sin También al otro lado del Atlántico se abordó el asunto. La
embargo, para no poner en peligro el asunto, en lugar de Conferencia Episcopal Canadiense, reunida para preparar
pedir la aceptación de las mujeres para el diaconado la participación de los obispos en el sínodo de 1971,
sacramental, el sínodo pidió al Papa que estudiara esta acogió las recomendaciones que habían presentado las
cuestión31. mujeres católicas de ese país pidiendo que el próximo
Sínodo levantara las barreras impuestas por el derecho
El asunto fue abordado también por el sínodo celebrado
canónico contra las mujeres y que las mujeres cualificadas
en Viena (1974) y por el Sínodo Interdiocesano de Suiza
tuvieran acceso al ministerio, sin concretar a qué
(1975). En Viena, los obispos se comprometieron a
ministerio33. Y en el Sínodo de los Obispos de 1971, el
transmitir a la Santa Sede una pregunta acerca de la licitud
cardenal George Flahiff se hizo vocero de estas peticiones.
y validez de la ordenación de la mujer y una petición
30 32
Ibídem. Citado en el libro mencionado de Domiciano Fernández, 42.
31 33
Ibídem. 38. Citado en el artículo mencionado de Manuel Alcalá, 37.
Mientras tanto en Roma el asunto era abordado desde de Derecho Canónico; hizo un llamado a abordar el
otra perspectiva. En 1967, el papa Pablo VI publicó el acceso de la mujer a los ministerios diversificados; y
motu proprio Sacrum diaconatus ordinem por el cual fue propuso, también, la creación de una comisión “para
restaurado el diaconado permanente exclusivamente para estudiar con profundidad los ministerios femeninos en la
varones, y en 1972 el motu proprio Ministeria quaedam Iglesia” 35 . También intervino monseñor Samuel Carter,
por el cual fueron eliminadas las órdenes menores y, en su arzobispo de Kingston, quien afirmó que “debería
lugar, creados los ministerios de lectorado y acolitado considerarse el problema de la admisión de la mujer a la
también exclusivamente para varones. ordenación, siendo así que contra ella no existen razones
de orden teológico y las de tipo cultural no pueden
Lo cual es comprensible desde el criterio acerca de las
considerarse actualmente vigentes”36. Asimismo el obispo
mujeres que manifestó Pablo VI en septiembre de 1970 al
de Oslo, monseñor John Gran, opinó que “debería
proclamar a santa Teresa como doctora de la Iglesia: “Es
emprenderse un serio estudio, preferentemente por parte
la primera mujer a quien la Iglesia confiere el título de
de la Comisión Teológica Internacional, sobre la
doctora; y esto no sin recordar las severas palabras de san
posibilidad de la ordenación femenina y si resulta
Pablo: ‘Las mujeres cállense en las asambleas’ (I Co 14,34),
teológicamente aceptable, la Iglesia debería autorizarla en
lo cual quiere decir incluso hoy que la mujer no está
aquellas regiones que la deseen”37. Por otra parte, al tratar
destinada a tener en la Iglesia funciones jerárquicas de
el tema de la justicia, los padres sinodales “advirtieron que
magisterio y de ministerio”34. ¡Roma locuta!
la discriminación secular de la mujer constituía una
En el Sínodo de los Obispos de 1971, convocado sobre el verdadera injusticia dentro de casa”38 y, uno de ellos, el
tema “El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo”, arzobispo de St. Paul-Minneapolis, monseñor Leo Byrne,
el cardenal George Flahiff, en nombre de la Conferencia insistió en la igualdad de derechos que la justicia eclesial
Episcopal del Canadá y haciéndose vocero de las pide para ambos sexos. Refiriéndose al tema de la
peticiones de las católicas canadienses, reconoció que las ordenación, añadió:
afirmaciones de Vaticano II contra la discriminación de la
Las conferencias episcopales deberían emprender
mujer no se habían llevado a la práctica en la Iglesia ni se
serios estudios de su propia cultura nacional y de la
habían eliminado los cánones discriminatorios del Código
35
34
“Proclamación de santa Teresa de Jesús como Doctora de la Iglesia. Citado en el artículo mencionado de Manuel Alcalá, 40.
36
Homilía del Santo Padre Pablo VI. Domingo 27 de septiembre de Ibídem. 41.
37
1970”. https://w2.vatican.va/content/paul- Ibídem.
38
vi/es/homilies/1970/documents/hf_p-vi_hom_19700927.html Ibídem.
práctica del derecho canónico, para eliminar oficinas. También los padres sinodales propusieron –
cualquier forma de lesión de los derechos de la “sugerimos”, fue la palabra– en el documento final “que
mujer en la vida civil o eclesiástica. Estos estudios este tema sea sometido a un profundo estudio con
deberían ser complementados pero no medios adecuados, como por ejemplo una comisión mixta
reemplazados por el estudio de la Comisión de hombres y mujeres, de religiosos y seglares de diversas
Internacional. Tales estudios deberían investigar la condiciones y competencia” 41 , comisión que fue creada
posibilidad de acceso de mujeres cualificadas al por Pablo VI el 3 de mayo de 1973, cuando anunció el
servicio de la Iglesia. Yo presentaré al secretario nombramiento de sus 25 integrantes, de los cuales 15
del Sínodo un memorándum especial sobre este eran mujeres y que estaría presidida por monseñor Enrico
punto. La exclusión de la mujer de los servicios Bartoletti. En la audiencia que concedió a la comisión en
eclesiásticos no debería fundarse en ningún noviembre de ese mismo año, el Papa precisó cuál era el
argumento que emane de prejuicios masculinos, encargo: “recoger, verificar, interpretar, revisar, poner a
de una ciega adhesión a tradiciones meramente punto ideas manifestadas acerca de la función de la mujer
humanas, que pudieron enraizar en la posición en la sociedad moderna” 42 . No le correspondía, por lo
social de la mujer en el pasado, o de una tanto, abordar la posibilidad de restauración del
interpretación discutible de la Escritura39. diaconado femenino, estudio que, escribe Domiciano
Fernández, le fue encargado “reservadamente” 43 a la
Pero ni la ordenación de mujeres ni su acceso a los
Comisión Teológica Internacional.
ministerios diversificados quedaron en el documento final.
Quedó, en cambió la siguiente petición de los padres En el informe presentado al Sínodo de los Obispos de
sinodales: “Insistimos en que las mujeres tengan su propia 1974 sobre “La evangelización en el mundo moderno”, el
parte de responsabilidad y de participación en la vida presidente de la Comisión, monseñor Bartoletti precisó
comunitaria de la sociedad y también de la Iglesia” 40 .
Acogiendo la petición, el Papa abrió a las mujeres las 41
Ibídem.
puertas de la Curia romana nombrando a algunas en sus 42
“Faut-il rappeler la finalité principale de cet organisme? Il s’agit de
recueillir, de vérifier, d’interpréter, de réviser, de mettre au point les
idées exprimées sur la fonction de la femme dans la communauté
39
Ibídem. 41-42. moderne”. Paul VI. “Discours à la commission d'étude sur la fonction
40
Sínodo de los Obispos. II Asamblea General Ordinaria. “Documento de la femme”. Samedi 17 novembre 1973.
final: La justicia en el mundo. Nuevas responsabilidades de la Iglesia http://w2.vatican.va/content/paul-
en el campo de la justicia”. vi/fr/speeches/1973/november/documents/hf_p-
http://www.confer.es/508/activos/texto/wcnfr_pdf_2566- vi_spe_19731117_commissione-donna.html
43
U1bgv1kNzDHk7cr2.pdf Fernández, Domiciano. Op. Cit. 50.
que no era el objeto de la Comisión estudiar la ordenación históricos y de la tradición viva de la Iglesia, no
de mujeres ni los ministerios no ordenados, “restricción, solamente latina, sino también oriental46.
necesaria para respetar las competencias de otros
En dicho Sínodo de los Obispos de 1974, los padres
organismos”. Se trataba “esencialmente de la
sinodales insistieron en la necesidad de una progresiva
participación y de la responsabilidad de la mujer, de sus
integración de la mujer en la evangelización47. Monseñor
derechos y deberes, en la vida comunitaria de la sociedad
Paul Verschuren, obispo de Helsinki, habló de la
y de la Iglesia”44. El informe, al decir de Cristina Simonelli
conveniencia de reconsiderar el puesto de la mujer en la
y Moira Scimmi, “se ocupó del tema en términos
Iglesia, por encontrarse desfasado respecto al que ella ya
generales y pastorales pero fue muy prudente respecto a
ocupaba en la sociedad, y expresó el deseo de que se
los roles ministeriales”45.
abriesen para ella, al menos, los ministerios reservados a
También monseñor Bertoletti formuló recomendaciones al los varones de lectorado y acolitado. Por su parte
Sínodo sobre la participación femenina en la monseñor Bagala, obispo de Koudougou, recomendó la
evangelización y sobre creación de ministerios no ordenación de la mujer y el padre Arrupe, General de la
ordenados, acerca de los cuales pedía aclarar su relación Compañía de Jesús, subrayó la importancia de las
con otras formas de compromiso eclesial y precisar el religiosas en las tareas apostólicas, indicando que
vocabulario. Respecto a la ordenación de mujeres, convendría darles el puesto que se merecen y la
proponía: posibilidad de ejercer “las funciones y ministerios que la
Iglesia quisiera confiarles”. El relator oficial del Sínodo,
Que se emprendan los estudios necesarios para
cardenal Cordeiro, resumió las intervenciones y, al
dar una respuesta motivada a la cuestión planteada
referirse a las mujeres en la evangelización, afirmó que
en la Iglesia respecto al acceso de la mujer al
ellas se encuentran todavía esperando el reconocimiento
ministerio ordenado. Hay que intentar dar una
de su puesto en la Iglesia, por lo cual consideraba
respuesta no solamente disciplinar sino
conveniente promover su participación en la
eclesiológica, capaz de hacer inteligible la praxis
evangelización, incluso mediante ministerios adecuados,
eclesial, a partir de estudios bíblicos, teológicos,
que deberían instituirse. Sin embargo, Pablo VI no se
refirió en la exhortación apostólica postsinodal Evangelii
44
Alcalá, Manuel. Op. Cit. 43.
45 46
Simonelli, Cristina; y Scimmi, Moira. Donne diacono? La posta in Citado en el artículo mencionado de Manuel Alcalá, 44.
47
gioco. (Padova: Messagero, 2016): 26. Ibídem. 45.
nuntiandi (1975) a las peticiones formuladas por los padres en la Iglesia, pero su informe tampoco fue publicado
sinodales. oficialmente. Sin embargo se conoció que cuestionaba la
sacerdotalización de los ministerios neotestamentarios,
Se dice que a raíz del restablecimiento del diaconado
subrayando que el Nuevo Testamento nunca utiliza la
permanente Pablo VI habría preguntado: “¿y las mujeres
palabra hiereus para referirse a dichos ministerios y que,
diáconos?”48 . Y se dice que esta pregunta habría dado
según el testimonio de las epístolas paulinas, las mujeres
lugar a la creación, en 1974, de una subcomisión por parte
ejercieron ministerios en las comunidades de creyentes.
de la Comisión Teológica Internacional, organismo de la
En cuanto a la pregunta acerca de la eventual ordenación
Congregación para la Doctrina de la Fe, como también
de mujeres para el sacerdocio, afirmaba que “las primeras
que su informe, “Women in the diaconate”, nunca fue
comunidades fueron dirigidas por varones” y que “el
publicado oficialmente porque no hubo acuerdo entre los
carácter masculino del orden jerárquico lo confirmaba la
integrantes y debido a la respuesta positiva que habría
Escritura de manera innegable”, pero también se
dado uno de ellos, el historiador de la liturgia Cipriano
preguntaba el informe “si la regla debía ser válida para
Vagaggini, quien concluyó que las mujeres eran
siempre en la Iglesia” y “cuál era el valor normativo que
ordenadas para el diaconado por el obispo, al interior del
había que asignar a la práctica de las comunidades
santuario y por la imposición de manos, respondiendo así
cristianas de los primeros siglos”. Concluía, al respecto,
afirmativamente a la pregunta de Pablo VI acerca de si las
que “no parece que el Nuevo Testamento por sí solo nos
mujeres eran ordenadas como diáconos.
permita decidir de forma clara y de una vez para siempre
Por estas fechas se le pidió también un concepto a la el problema del posible acceso de la mujer al
Pontificia Comisión Bíblica acerca del papel de las mujeres presbiterado”. Por lo demás, según la publicación no
en la Biblia para determinar el lugar que deberían ocupar oficial del informe, se plantearon dos posiciones, la de
quienes consideraban que la Escritura ofrece datos
48
“As the hierarchy considered the restoration of the diaconate as a suficientes para excluir tal posibilidad y la de quienes se
permanent order, Pope Paul VI asked the perhaps-obvious question: preguntaban “si dadas las circunstancias, la jerarquía
What about women deacons? It is widely reported and believed that eclesiástica, encargada de la economía sacramental,
the positive answer he received was suppressed and remains
podría confiar a mujeres los ministerios de la eucaristía y
unpublished as a Vatican document. But the research conducted by
a member of the International Theological Commission, Cipriano
Vagaggini, was published in Orientalia Christiana Periodica, the
widely respected periodical published at the Pontifical Gregorian
University in Rome”. Macy, Gary; Ditewig, William T.; Zagano, Phyllis.
Women Deacons: Past, Present, Future. (New York / Mahwah, NJ:
Paulist Press, 2011): Versión Kindle, Pos. 93.
de la reconciliación sin ir contra las intenciones originales las mujeres; pero debemos reconocer y promover
de Cristo”49. el papel de las mujeres en la misión evangelizadora
y en la vida de la comunidad cristiana50.
El informe se discutió en la reunión anual de la Comisión
Bíblica en 1976, en la que la diferencia de opiniones se Este planteamiento sustentaría las intervenciones de Pablo
manifestó una vez más pues Pablo VI había comenzado a VI sobre ordenación sacerdotal de mujeres. La primera, la
opinar que por fidelidad a Cristo y a la tradición de la carta al arzobispo de Cantorbery que escribió ese mismo
Iglesia nada se podía cambiar respecto a la ordenación de año, en la que fijaba la posición de la Iglesia católica sobre
la mujer. Opinión que claramente había manifestado en su el ministerio sacerdotal de las mujeres a raíz de que en la
discurso del 18 de abril de 1975 al Comité para el Año Iglesia anglicana se estaba hablando de ordenación de
Internacional de la Mujer. Refiriéndose a la Comisión de mujeres:
Estudio sobre la Mujer en la Sociedad y en la Iglesia que
Ella [la Iglesia católica] sostiene que no es
había creado en 1973 y cuyo encargo se prolongó hasta
admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por
1976 para responder a la invitación de la Organización de
razones verdaderamente fundamentales. Tales
Naciones Unidas a colaborar en la celebración del Año
razones comprenden: el ejemplo, consignado en
Internacional de la Mujer en 1975, recordó que las mujeres
las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus
no fueron llamadas como apóstoles ni fueron, por lo tanto,
Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante
llamadas a los ministerios ordenados, sino convidadas a
de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo
seguir a Cristo como discípulas y colaboradoras. Por eso
sólo varones; y su viviente Magisterio, que
no habría cambios respecto a la ordenación de mujeres:
coherentemente ha establecido que la exclusión de
Aunque las mujeres no reciban la llamada al
apostolado de los Doce y, por lo tanto, a los
ministerios ordenados, son invitadas, sin embargo, 50
“Si les femmes ne reçoivent pas l’appel à l’apostolat des Douze et
a seguir a Cristo como discípulas y colaboradoras. donc aux ministères ordonnés, elles sont cependant conviés à suivre
[...] Nosotros no podemos cambiar el le Christ comme disciples et collaboratrices. [...] Nous ne pouvons
comportamiento de nuestro Señor ni su llamada a pas changer le comportement de Notre-Seigneur ni son appel aux
femmes; mais nous devons reconnaître et promouvoir le rôle des
femmes dans la mission d’évangélisation et dans la vie de la
communauté chrétienne”. “Discours du Pape Paul VI au Comité pour
49
Biblical Commission Report. “Can Women Be Priests?”, en: Women l’Année Internationale de la Femme. Vendredi 18 avril 1975”.
Priests. Arlene Swidler y Leonard Swidler (eds.). (New York: Paulist http://w2.vatican.va/content/paul-
Press, 1977): 338-346. http://www.womenpriests.org/biblical- vi/fr/speeches/1975/documents/hf_p-vi_spe_19750418_anno-
commission-report-can-women-be-priests-appendix/ internazionale-donna.html
las mujeres del sacerdocio está en armonía con el sacramental?” 53 . A lo cual respondió el teólogo que
plan de Dios para su Iglesia51. elaboró el comentario diciendo que el problema no lo
habían ignorado los teólogos del siglo XVII y el siglo XVIII
La siguiente intervención desde Roma, ese mismo año, fue
que conocían de manera admirable la historia de la liturgia
la declaración Inter insigniores de la Congregación para la
y que el asunto debía ser retomado de manera integral sin
Doctrina de la Fe que negaba la ordenación sacerdotal de
una idea preconcebida y con un estudio directo de los
mujeres y que llevaba la firma de Pablo VI. ¡Roma locuta!
textos, por lo cual estimaba la Congregación para la
Dos años después, en 1977, la Congregación para la Doctrina de la Fe que todavía se debía reservar su estudio
Doctrina de la Fe “encargó a un experto teólogo el y no lo había abordado en la declaración54
comentario a la Declaración Inter insigniores y recomendó
su lectura para una adecuada comprensión del
Propuestas, silencios y pronunciamientos en el
documento”52. Al recordar en el repaso de autores y de
papado de Juan Pablo II
documentos que a lo largo de la historia se opusieron a la
ordenación de mujeres, se refiere a una duda que La exclusión de las mujeres de la ordenación fue ratificada
plantearon san Buenaventura y Juan el Teutónico en 1983, durante el pontificado de Juan Pablo II, por el
“suscitada por el recuerdo de la existencia de las nuevo Código de Derecho Canónico que repitió
diaconisas: ¿se trataba de una verdadera ordenación literalmente el canon 968 del Código de 1917: “Sólo el
varón bautizado recibe válidamente la sagrada
ordenación” (c.1024). También el nuevo Código confirmó
51
“Essa sostiene che non è ammissibile ordinare donne al sacerdozio, la exclusión de las mujeres de los ministerios de acolitado
per ragioni veramente fondamentali. Queste ragioni comprendono:
l’esempio, registrato nelle Sacre Scritture, di Cristo che scelse i suoi
Apostoli soltanto fra gli uomini; la pratica costante della Chiesa, che
53
ha imitato Cristo nello scegliere soltanto degli uomini; e il suo Ibídem. 67-68.
54
vivente magistero che ha coerentemente stabilito che l’esclusione “Était-ce une véritable ordination sacramentelle? Ce problème a été
delle donne dal sacerdozio è in armonia con il piano di Dio per la sua réveillé assez récemment. Il n’était certes pas ignoré des théologiens
Chiesa”. Lettera del Santo Padre Paolo VI al Dott. Frederick Donal du XVIIe et du XVIIIe siècle qui connaissaient l’histoire liturgique de
Coggan, Arcivesvovo di Canterbury”. 30 novembre 1975. façon admirable. C’est en tout cas une question qui doit être reprise
http://w2.vatican.va/content/paul-vi/it/letters/1975/documents/hf_p- de façon complète, sans idée préconçue, mais avec une étude
vi_let_19751130_arc-canterbury.html directe des textes : aussi la Congrégation pour la Doctrine de la foi
52
Congregación para la Doctrina de la Fe. “Un comentario a la a-t-elle estimé qu’il fallait la réserver encore et ne pas l’aborder dans
Declaración”, en: El sacramento del orden y la mujer: De la Inter le présent document”. “Commentaire de la Sacrée Congrégation
Insigniores a la Ordinatio Sacerdotalis. Congregación para la pour la Doctrine de la Foi concernant la Déclaration Inter
Doctrina de la Fe (ed.). (Madrid: Libros Palabra, 1997): 57. npp *. insigniores”. La Documentation Catholique 1714 (feb 20/1977): 168.
y lectorado que Pablo VI había establecido en Ministeria Asunto que tampoco abordó la exhortación apostólica
quaedam (1972): “Los varones laicos que tengan la edad y postsinodal Christifideles laici (1988), en la que Juan Pablo
condiciones determinadas por decreto de la Conferencia se remontó a la palabra y las actitudes de Jesús que
Episcopal pueden ser llamados para el ministerio estable calificó como “normativas para la Iglesia”, para afirmar
de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito” (c. que, respecto de la mujer, “no existe ninguna
230). Una vez más: ¡Roma locuta! discriminación en el plano de la relación con Cristo […] ni
tampoco en el plano de la participación en la vida y en la
Con ocasión de la VIII Asamblea del Sínodo de los
santidad de la Iglesia” (CL 50). Precisó, asimismo, que
Obispos convocada en 1987 para estudiar “La vocación y
“acerca de la participación en la misión apostólica de la
misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo a los veinte
Iglesia, es indudable que –en virtud del bautismo y de la
años de Vaticano II”, en los círculos lingüísticos se planteó
confirmación– la mujer, lo mismo que el varón, es hecha
la pregunta “¿qué razones teológicas hay en pro o en
partícipe del triple oficio de Jesucristo Sacerdote, Profeta
contra del diaconado femenino?” cuando se a bordaron
y Rey; y por lo tanto […] llamada a ejercitar sus propios
las diferencias entre ministerios, oficios y encargos. En el
‘dones’: en primer lugar, el don de su misma dignidad
grupo latino, según Manuel Alcalá, los padres sinodales
personal, mediante la palabra y el testimonio de vida; y
respondieron que “la diaconía femenina no era un
después los dones relacionados con su vocación
sacramento sino un sacramental y que el sínodo carecía de
femenina” (CL 51). Y después de las declaraciones
la debida autoridad para discutir el tema” 55 ; en otros
positivas, la declaración negativa con el argumento de
grupos surgió el temor porque alimentaría esperanzas de
Inter insigniores y que acababa de repetir en Mulieris
ordenación; alguno propuso su estudio; y en el grupo
dignitatem (1988):
español y el grupo francés se pidió revisar Ministeria
quaedam, lo que el relator, cardenal Ratzinger, recogió en En la participación en la vida y en la misión de la
su intervención como un ministerio no ordenado para la Iglesia, la mujer no puede recibir el sacramento del
mujer. A la hora de redactar las proposiciones finales, en la orden; ni, por tanto, puede realizar las funciones
primera versión se incluyó el acceso femenino a propias del sacerdocio ministerial. Es esta una
ministerios no ordenados y el estudio del diaconado, pero disposición que la Iglesia ha comprobado siempre
ninguna de las dos peticiones pasó a la versión definitiva en la voluntad precisa –totalmente libre y
que se presentó al Papa56. soberana– de Jesucristo, el cual ha llamado
solamente a varones para ser sus apóstoles (CL 51).
55
Recordó, a continuación, las palabras de Pablo VI en su
Alcalá, Manuel. Op. Cit. 81.
56 Discurso al Comité Organizador del Año Internacional de
Ibídem.
la Mujer, en 1975: “Nosotros no podemos cambiar el Sólo el varón (vir) bautizado recibe válidamente la
comportamiento de nuestro Señor ni la llamada por él sagrada ordenación” (CIC c. 1024). El Señor Jesús
dirigida a las mujeres, sin embargo debemos reconocer y eligió a hombres (viri) para formar el colegio de los
promover el papel de la mujer en la misión evangelizadora doce apóstoles (Cf. Mc 3,14-19; Lc 6,12-16) y los
y en la vida de la comunidad cristiana” (CL 51). apóstoles hicieron lo mismo cuando eligieron a sus
colaboradores (Cf. I Tim 3,1-13; II Tim 1,6; Tit 1,5-9)
Ese mismo año, en la carta apostólica Mulieris dignitatem
que les sucederían en su tarea (San Clemente
(1988) el papa Juan Pablo recordó las “razones
Romano, Epistula ad Corinthios 42,4; 44,3). El
verdaderamente fundamentales” de Pablo VI extendiendo
colegio de los obispos, con quienes los presbíteros
el argumento al hecho de que Cristo actuó con total
están unidos en el sacerdocio, hace presente y
libertad, la misma libertad que le había permitido
actualiza hasta el retorno de Cristo el colegio de los
reconocer la dignidad de la mujer a pesar de los
Doce. La Iglesia se reconoce vinculada por esta
condicionamientos de su entorno cultural:
decisión del Señor. Esta es la razón por la que las
Cristo, llamando como apóstoles suyos sólo a mujeres no reciben la ordenación (n. 1577)57.
hombres, lo hizo de un modo totalmente libre y
De nuevo, y esta vez categóricamente, ¡Roma locuta!
soberano. Y lo hizo con la misma libertad con que
en todo su comportamiento puso en evidencia la En 1994 fue publicada la carta Ordinatio sacerdotalis en la
dignidad y la vocación de la mujer, sin amoldarse al que Juan Pablo II se pronunció acerca de la ordenación de
uso dominante y a la tradición avalada por la las mujeres, esta vez con carácter definitivo, aduciendo las
legislación de su tiempo. Por lo tanto, la hipótesis “razones fundamentales” que Pablo VI había planteado
de que haya llamado como apóstoles a unos para negar el sacerdocio femenino y que Juan Pablo ya
hombres, siguiendo la mentalidad difundida en su había repetido en Mulieris dignitatem y Christifideles laici:
tiempo, no refleja completamente el modo de
obrar de Cristo (MD 26).
También del pontificado de Juan Pablo es la publicación
del Catecismo de la Iglesia Católica (1992) que recogió así 57
En la edición de 1997, el Catecismo cita cuatro documentos del
los pronunciamientos del magisterio eclesial, magisterio eclesial: Mulieris dignitatem y Ordinatio sacerdotalis de
sustentándolos con citas del Nuevo Testamento y de los Juan Pablo II, la declaración Inter insigniores y la “Respuesta a una
duda presentada acera de la doctrina de la carta apostólica
padres de la Iglesia:
Ordinatio sacerdotalis” de la Congregación para la Doctrina de la
Fe, de los cuales en 1992 solamente habían sido publicados Mulieris
dignitatem e Inter insigniores.
La ordenación sacerdotal, mediante la cual se que mana del carácter peculiar del ser masculino y
transmite la función confiada por Cristo a sus femenino” (CM 11), precisando que esta distinción tiene
Apóstoles, de enseñar, santificar y regir a los fieles, aplicación en la Iglesia. Estas fueron sus palabras:
desde el principio ha sido reservada siempre en la
Si Cristo –con una elección libre y soberana,
Iglesia católica exclusivamente a los hombres (OS
atestiguada por el evangelio y la constante
1).
tradición eclesial– ha confiado solamente a los
Para declarar que “la Iglesia no se considera autorizada a varones la tarea de ser “icono” de su rostro de
admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal”, el papa “pastor” y de “esposo” de la Iglesia a través del
Juan Pablo recordó que la llamada a los apóstoles “fue ejercicio del sacerdocio ministerial, esto no quita
hecha según el designio eterno de Dios” y que “la Iglesia nada al papel de la mujer, así como al de los
ha reconocido siempre como norma perenne el modo de demás miembros de la Iglesia que no han recibido
actuar de su Señor en la elección de los doce hombres, el orden sagrado, siendo por lo demás todos
que él puso como fundamento de su Iglesia” porque igualmente dotados de la dignidad propia del
“ellos no recibieron solamente una función que habría “sacerdocio común”, fundamentado en el
podido ser ejercida después por cualquier miembro de la bautismo. En efecto, estas distinciones de papel no
Iglesia, sino que fueron asociados especial e íntimamente deben interpretarse a la luz de los cánones de
a la misión del mismo Verbo encarnado” . También aducía funcionamiento propios de las sociedades
el Papa que “los Apóstoles hicieron lo mismo cuando humanas, sino con los criterios específicos de la
eligieron a sus colaboradores” y que “en esta elección economía sacramental, o sea, la economía de
estaban incluidos también aquéllos que, a través del “signos” elegidos libremente por Dios para
tiempo de la Iglesia, habrían continuado la misión de los hacerse presente en medio de los hombres (CM
Apóstoles de representar a Cristo” (OS 2). Nuevamente, y 11).
también con carácter definitivo, ¡Roma locuta!
Volvió a hablar Roma sobre ordenación sacerdotal de
Un año después, en la “Carta a las mujeres” (1995), el mujeres, ese mismo año. Esta vez desde la Congregación
papa Juan Pablo hizo una nueva declaración acerca de la para la Doctrina de la Fe para declarar que la doctrina de
exclusión de las mujeres del sacerdocio ministerial, la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis era definitiva e
enmarcándola en el horizonte del servicio, interpretado infalible: definitiva, como perteneciente al depósito de la
como “realeza”, para acoger “sin desventajas para la fe y, por lo tanto, todos los fieles estaban obligados a
mujer, una cierta diversidad de papeles, en la medida en
que tal diversidad no es fruto de imposición arbitraria, sino
aceptarla 58 ; e infalible, no propiamente porque hubiera insigniores (1976), Christifideles laici (1988), Mulieris
definido una doctrina infalible sino porque las palabras del dignitatem (1988) y el numeral 1577 del Catecismo de la
Papa se referían a una doctrina de suyo infalible. Al Iglesia Católica (1992)– sino de “intentar una mejor
respecto precisaba: comprensión de la doctrina según la cual la mujer no
puede recibir la ordenación sacerdotal [...] a la luz de la
En esa Carta, como también explica
igual dignidad personal entre el varón y la mujer, y la
la Respuesta de la Congregación para la Doctrina
necesidad de superar y de eliminar ‘toda forma de
de la Fe, el Romano Pontífice, teniendo en cuenta
discriminación en los derechos fundamentales de la
las circunstancias actuales, ha confirmado la
persona’ (GS 29)”, una verdad que considera el
mencionada doctrina mediante una declaración
documento “como verdad absolutamente fundamental de
formal, enunciando de nuevo quod semper, quod
la antropología cristiana”. Y concluía el mismo documento:
ubique et quod ab omnibus tenendum est, utpote
“Una correcta teología no puede prescindir ni de una ni
ad fidei depositum pertinens. En este caso, un acto
de otra enseñanza, sino que debe mantenerlas juntas;
del Magisterio ordinario pontificio, por sí solo y en
solamente así podrá profundizar en los designios de Dios
sí mismo no infalible, atestigua el carácter infalible
sobre la mujer y sobre el sacerdocio (y por tanto, sobre la
de la enseñanza de una doctrina ya poseída por la
misión de la mujer en la Iglesia) [sic]. En cambio, si
Iglesia59.
admitiese la existencia de una contradicción entre estas
Por otra parte, uno de los dos documentos de la dos verdades, quizá dejándose condicionar demasiado
Congregación para la Doctrina de la Fe aparentemente por las modas o por el espíritu del tiempo, habría perdido
lanzaba la siguiente invitación: “Ciertamente, se puede el camino del progreso en la inteligencia de la fe”,
profundizar todavía más en los motivos por los que la anotando, además, que “es necesario considerar también
Iglesia no tiene la facultad de conferir a las mujeres la la naturaleza misma del sacerdocio ministerial, que es
ordenación sacerdotal”60. Sin embargo no se trataba de un servicio y no una posición de poder humano o de
profundizar en la investigación de dichos motivos –Inter privilegio sobre los demás” 61.
Definitiva e infaliblemente, ¡Roma locuta!
58
Congregación para la Doctrina de la Fe. “Respuesta a la duda
propuesta sobre la doctrina de la carta apostólica Ordinatio Una nueva intervención de Roma con respecto a la carta
sacerdotalis”. Octubre 28 de 1995. Ordinatio sacerdotalis (1994) y la interpretación de la
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/ Congregación para la Doctrina de la Fe acerca de la
rc_con_cfaith_doc_19951028_dubium-ordinatio-sac_sp.html
59
Ibídem.
60 61
Ibídem. Ibídem.
infalibilidad de la declaración pontificia que cerraba pueda progresar hasta llegar a definir tal doctrina de
cualquier discusión ulterior fue la carta apostólica Ad forma que deba ser creída como divinamente revelada”64.
tuendam fidei (1998). Para que no quedara duda al
Durante la asamblea especial para Europa del Sínodo de
respecto, extendió la infalibilidad a los pronunciamientos
los Obispos (1999), el cardenal Carlo Maria Martini
del magisterio ordinario, estableciendo normas y
propuso “la ordenación de mujeres, al menos para el
sanciones canónicas respecto al deber de conservar las
diaconado”, propuesta que apoyaron el superior de los
verdades propuestas de modo definitivo por el magisterio
dominicos, Timothy Radcliffe, O.P.; el cardenal Karl
de la Iglesia 62 y “ampliando por tanto el objeto de la
Lehman, obispo de Maguncia; monseñor John R. Quinn,
adhesión de fe a la intervenciones de la curia romana en
obispo retirado de San Francisco; y el cardenal Pierre Eyt,
materia doctrinal” 63 así como las correspondientes
arzobispo de Burdeos 65 . Pero como en anteriores
sanciones canónicas.
ocasiones, no hubo eco para esta propuesta.
Y por si lo anterior no fuera suficiente, la Congregación
La siguiente intervención, esta vez sobre la ordenación de
para la Doctrina de la Fe publicó una “Nota doctrinal
mujeres para el diaconado, fue una notificación conjunta
ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Professio fidei”
(1998) establecida por Ad tuendam fidei. Precisó que la
enseñanza sobre el carácter masculino del sacerdocio 64
“En lo que concierne a la reciente enseñanza de la doctrina sobre la
debe ser tenida en modo definitivo y, por lo tanto, como ordenación sacerdotal reservada sólo a los hombres, se debe
infalible, por lo que “en el futuro la conciencia de la Iglesia observar un proceso similar. La intención del Sumo Pontífice, sin
querer llegar a una definición dogmática, ha sido la de reafirmar que
tal doctrina debe ser tenida en modo definitivo, pues, fundada sobre
la Palabra de Dios escrita, constantemente conservada y aplicada en
62
Estas verdades son las que están contenidas en el Credo; en “todo la Tradición de la Iglesia, ha sido propuesta infaliblemente por el
aquello que se contiene en la Palabra de Dios escrita o transmitida Magisterio ordinario y universal. Nada impide que, como muestra el
por la Tradición, y que la Iglesia propone para ser creído, como ejemplo precedente, en el futuro la conciencia de la Iglesia pueda
divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el progresar hasta llegar a definir tal doctrina de forma que deba ser
Magisterio ordinario y universal”; en “las doctrinas enunciadas por el creída como divinamente revelada”. Congregación para la Doctrina
Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el de la Fe. “Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de
Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas la Professio fidei” (1998).
con un acto definitivo”. Juan Pablo II. Motu proprio Ad tuendam http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/
fidei (1998). rc_con_cfaith_doc_1998_professio-fidei_sp.html#_ftnref33
65
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/ Zagano, Phyllis. “Women Deacons: Future”, en: Women Deacons:
rc_con_cfaith_doc_1998_professio-fidei_sp.html#_ftnref33 Past, Present, Future. Gary Macy; William T. Ditewig; Phyllis Zagano
63
Zizola, Giancarlo. La otra cara de Wojtyla. (Valencia: (eds.). (New York / Mahwah, NJ: Paulist Press, 2011): Versión Kindle,
Tirant lo Blanch, 2005): 69. Pos. 1804-1805.
de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la considerado como el simple equivalente femenino del
Congregación para el Culto y los Sacramentos y la diaconado masculino” 67 . Refiriéndose a su desaparición,
Congregación para el Clero que, con la aprobación del cita a un autor jacobita del siglo X que dice: “En tiempos
papa Juan Pablo II, se refería, sin mencionarlas, a antiguos se ordenaba a las diaconisas; estas tenían por
iniciativas de la Iglesia estadounidense y la Iglesia función el ocuparse de las mujeres adultas, con el fin de
alemana, partidarias de la ordenación de mujeres. La que no se descubriesen delante del obispo, pero cuando
notificación, que declaró que “no es lícito [...] preparar la religión se extendió y se decidió administrar el bautismo
candidatas al orden diaconal”, pedía a los obispos aplicar a los niños, dicha función fue abolida”68. En cambio, en
“diligentemente las directivas” para evitar “expectativas Roma, “Mientras que los antiguos rituales romanos
que carecen de un sólido fundamento doctrinal y que ignoraban a las diaconisas, el sacramentario Hadrianum,
pueden generar, por lo tanto, desorientación pastoral”66. enviado por el Papa a Carlomagno y difundido por este en
todo el mundo franco, tiene una Oratio ad diaconam
Por fin, en 2002, la Comisión Teológica Internacional
faciendam”, acerca de la cual aclara que “se trata de una
publicó El diaconado: evolución y perspectivas que dedica
bendición colocada como apéndice entre otros ritos” y
algunas páginas al ministerio de las diaconisas y a su
que “los textos carolingios hacen con frecuencia una
desaparición. Constata el documento, tras un repaso de
amalgama entre diaconisas y abadesas”, pero que el
fuentes bíblicas e históricas, que existió “un ministerio de
concilio de París (829) “prohíbe a las mujeres toda función
diaconisas, que se desarrolló de forma desigual en las
litúrgica”69.
diversas partes de la Iglesia”, ministerio que “no fue
Sin embargo, el documento concluye dejando abierta la
posibilidad de ordenar mujeres para el diaconado. Por una
66
“Nuestras Congregaciones han recibido noticia de iniciativas de parte, cuando en los párrafos iniciales afirma que aunque
programación y desarrollo de cursos en algunos países, directa o Vaticano II “no se haya pronunciado sobre el ministerio
indirectamente dirigidos a la ordenación diaconal de las mujeres. [...] diaconal femenino, del que se encuentran menciones en el
Ya que el ordenamiento eclesial no prevé la posibilidad de una
pasado, éste debe ser estudiado para que se establezca
ordenación, no es lícito poner en acto iniciativas que, en cualquier
modo, tiendan a preparar candidatas al orden diaconal”. su estatuto eclesial y se examine la actualidad que podría
“Notificación de las Congregaciones para la Doctrina de la Fe, para
el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y para el Clero”.
17 de septiembre de 2001.
67
http://www.vidasacerdotal.org/index.php/otros-documentos/curia- Comisión Teológica Internacional. El diaconado: evolución y
romana/33-notificacion-de-las-congregaciones-para-la-doctrina-de- perspectivas (2002). II,4.
68
la-fe-para-el-culto-divino-y-la-disciplina-de-los-sacramentos-y-para- Ibídem. III,2.
69
el-clero.html Ibídem.
reconocérsele” 70 . Por otra, cuando precisa al final del Martini en una de las congregaciones generales previas al
documento: cónclave de 2005. Recordó el cardenal que la carta
apostólica Ordinatio sacerdotalis no se había ocupado del
En lo que respecta a la ordenación de mujeres para
tema y que en la Iglesia antigua había diaconisas, y
el diaconado, conviene notar que emergen dos
propuso, en la línea de Vaticano II, ir a las fuentes, pero
indicaciones importantes de lo que ha sido
esta nueva propuesta del cardenal Martini tampoco
expuesto hasta aquí: 1) las diaconisas de las que se
encontró eco.
hace mención en la tradición de la Iglesia antigua –
según lo que sugieren el rito de institución y las Siendo cardenal y prefecto de la Congregación para la
funciones ejercidas– no son pura y simplemente Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger se pronunció en
asimilables a los diáconos; 2) la unidad del repetidas oportunidades sobre la ordenación de las
sacramento del orden, en la distinción clara entre mujeres y como Benedicto XVI lo hizo durante el
los ministerios del obispo y de los presbíteros, por encuentro con los párrocos de Roma en 2006. Uno de
una parte, y el ministerio diaconal, por otra, está ellos, don Marco Valentini, que era vicario parroquial de
fuertemente subrayada por la tradición eclesial, San Jerónimo, le preguntó: “¿por qué no hacer que la
sobre todo en la doctrina del concilio Vaticano II y mujer colabore en el gobierno de la Iglesia?” y si
en la enseñanza posconciliar del Magisterio. A la “convendría promover el papel de la mujer también en
luz de estos elementos puestos en evidencia por la ámbito institucional”. En su respuesta, el Papa reconoció
investigación histórico-teológica presente, que “la Iglesia tiene una gran deuda de gratitud con
corresponderá al ministerio de discernimiento que respecto a las mujeres” y se refirió a lo que ellas han
el Señor ha establecido en su Iglesia pronunciarse aportado como contribución del sector carismático en el
con autoridad sobre la cuestión71. gobierno de la Iglesia sin por ello pertenecer al sector
ministerial. Respecto a la pregunta, manifestó que “es
Propuestas, silencios y pronunciamientos siendo papa correcto preguntarse si también en el servicio ministerial –
a pesar de que aquí el sacramento y el carisma forman el
Benedicto XVI
binario único en el que se realiza la Iglesia– se puede
Una nueva propuesta acerca de la posibilidad de estudiar ofrecer más espacio”. Asimismo, precisó:
el diaconado para las mujeres hizo el cardenal Carlo Maria
Con razón dice usted: queremos ver también más
visiblemente, de modo ministerial, a las mujeres en
70
el gobierno de la Iglesia. Digamos que la cuestión
Ibídem. “Introducción”.
71 es esta: como sabemos, el ministerio sacerdotal,
Ibídem. “Conclusión”.
procedente del Señor, está reservado a los Otra propuesta que tampoco encontró eco fue la
varones, en cuanto que el ministerio sacerdotal es Proposición 17 del Sínodo de los Obispos de 2008 en la
el gobierno en el sentido profundo, pues, en que los padres sinodales, reconociendo el servicio de las
definitiva, es el sacramento el que gobierna la mujeres en la transmisión de la fe, expresaron su deseo
Iglesia. Este es el punto decisivo. No es el hombre “de que el ministerio de el lectorado sea abierto también
quien hace algo, sino que es el sacerdote fiel a su a las mujeres de manera que en la comunidad cristiana sea
misión el que gobierna, en el sentido de que es el reconocido su papel como anunciadoras de la Palabra”74.
sacramento, es decir, Cristo mismo mediante el Pero el reconocimiento no se dio.
sacramento, es quien gobierna, tanto a través de la
Vale la pena incluir entre las intervenciones hechas desde
eucaristía como a través de los demás sacramentos,
Roma el motu propio Omnium in mentem (2009) de
y así siempre es Cristo quien preside72.
Benedicto XVI que introdujo modificaciones a los cánones
“Para tutelar la naturaleza y la validez del sacramento del 1008 y 1009 del Código de Derecho Canónico,
orden”, la Congregación para la Doctrina de la Fe expidió justificando dichas modificaciones en que “a veces la
un “Decreto General relativo al delito de atentada autoridad suprema de la Iglesia, después de ponderar las
ordenación sagrada de una mujer” (2007), estableciendo razones, decide los cambios oportunos de las normas
que “cualquiera que atente conferir el orden sagrado a canónicas” –lo cual representa la posibilidad de introducir
una mujer, así como la mujer que atente recibir el orden otras modificaciones– y en que Juan Pablo II en 1998
sagrado, incurre en la excomunión latae “estableció que se debía modificar el texto del número
sententiae reservada a la Sede Apostólica” 73 . ¡Roma
locuta!, nuevamente.
74
“I Padri sinodali riconoscono e incoraggiano il servizio dei laici nella
trasmissione della fede. Le donne, in particolare, hanno su questo
punto un ruolo indispensabile soprattutto nella famiglia e nella
catechesi. Infatti, esse sanno suscitare l’ascolto della Parola, la
72
“Encuentro del santo padre Benedicto XVI con los sacerdotes y relazione personale con Dio e comunicare il senso del perdono e
diáconos de la diócesis de Roma”. Jueves 2 de marzo de 2006. della condivisione evangelica. Si auspica che il ministero del lettorato
http://w2.vatican.va/content/benedict- sia aperto anche alle donne, in modo che nella comunità cristiana sia
xvi/es/speeches/2006/march/documents/hf_ben- riconosciuto il loro ruolo di annunciatrici della Parola”. Sinodo dei
xvi_spe_20060302_roman-clergy.html Vescovi. XII Assemblea Generale Ordinaria. “Elenco Finale delle
73
Congregación para la Doctrina de la Fe. “Decreto General relativo al Proposizioni”.
delito de atentada ordenación sagrada de una mujer” (2007). http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/ _20081025_elenco-prop-
rc_con_cfaith_doc_20071219_attentata-ord-donna_sp.html finali_it.html#Ministero_della_Parola_e_donne
875 del Catecismo de la Iglesia Católica con el fin de durante la jornada de estudio sobre “La colaboración de
retomar más adecuadamente la doctrina sobre los hombres y mujeres en el servicio y en la vida de la Iglesia”.
diáconos de la constitución dogmática Lumen gentium (n. Después de recordar que cincuenta años antes, en 1963,
29) del concilio Vaticano II”. En su nueva redacción, el Juan XXIII había reconocido como uno de los signos de
canon 1008 dice: los tiempos la participación de la mujer en la vida pública
y que Vaticano II y documentos posconciliares habían
Mediante el sacramento del orden, por institución
acogido esta llamada, como también que la Conferencia
divina, algunos de entre los fieles quedan
Episcopal Alemana se había pronunciado en 1981 sobre
constituidos ministros sagrados, al ser marcados
esta materia con una declaración acerca de papel de
con un carácter indeleble, y así son consagrados y
mujer en la Iglesia y en la sociedad, invitó a replantear
destinados a servir, según el grado de cada uno,
desde las nuevas circunstancias cuál debería ser la tarea
con nuevo y peculiar título, al pueblo de Dios.
de la Iglesia, proponiendo la posibilidad del diaconado
En cuanto al canon 1009, la nueva redacción del tercer femenino. Para ello se preguntó si la prohibición de
parágrafo, que establece la diferencia entre el diaconado y Ordenatio sacerdotalis se extendía al diaconado; hizo un
los otros dos ministerios ordenados, quedó así: “Aquellos repaso de recientes estudios y reconoció que “de hecho,
que han sido constituidos en el orden del episcopado o muchas mujeres ejercen servicios diaconales”; concluyó,
del presbiterado reciben la misión y la facultad de actuar finalmente, que no habría motivos para introducir el
en la persona de Cristo Cabeza [in persona Christi capitis]; diaconado sacramental para las mujeres, y que sería más
los diáconos, en cambio, son habilitados para servir al conveniente un ministerio como el de las diaconisas del
pueblo de Dios en la diaconía de la liturgia, de la palabra cristianismo primitivo que, según él, era diferente del de
y de la caridad”75. Y con esta modificación del código, los los diáconos y que planteó en esta curiosa alternativa que
diáconos dejaron de estar configurados in persona Christi ciertamente mantendría la discriminación:
capitis.
¿No puede la Iglesia hacer hoy algo similar a los
Y una propuesta del cardenal Walter Kasper a la que ocurrió en los siglos III y IV, cuando se creó
Conferencia Episcopal Alemana en su intervención una especie de ministerio sui generis con
diaconisas para bautismos de mujeres adultas? ¿No
75
se podría por lo tanto hoy, de cara a los nuevos
Benedicto XVI. Motu propio Omnium in mentem por el cual se
retos, establecer un ministerio para las mujeres que
modifican algunas normas del código de derecho canónico del 26
de octubre de 2009. http://w2.vatican.va/content/benedict-
no fuese el del diácono, sino que tuviese, más
xvi/es/apost_letters/documents/hf_ben-xvi_apl_20091026_codex- bien, su propio perfil como en el pasado? No se
iuris-canonici.html
podría sin la imposición sacramental de manos Propuestas, silencios y pronunciamientos en tiempos
pero con una bendición similar a la que se hacía del papa Francisco
para la consagración de las abadesas, ordenar
No estaba en la agenda del papa Francisco la ordenación
mujeres para el ministerio del diaconado para la
de mujeres. En la exhortación apostólica Evangelii
comunidad, encargándoles servicios pastorales,
gaudium (2013) escribió que “el sacerdocio reservado a
caritativos, catequéticos y algunos servicios
los varones, como signo de Cristo Esposo que se entrega
litúrgicos? Sería un sacramental que también
en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en
participaría de la dimensión sacramental
discusión”, y anotaba en el mismo documento que
fundamental de la Iglesia sin la misma “densidad”
“puede volverse particularmente conflictiva si se identifica
de un sacramento76.
demasiado la potestad sacramental con el poder”,
precisando que no significa superioridad e invitando a
pastores y teólogos “a ayudar a reconocer mejor lo que
esto implica con respecto al posible lugar de la mujer allí
donde se toman decisiones importantes, en los diversos
76
“Di fatto molte donne esercitano dei servizi diaconali, per cui la ámbitos de la Iglesia” (EG 104).
questione non andrebbe chiusa in maniera definitiva, dal momento
Y fue enfático al responder a la pregunta “¿Cómo debe
che, anche quando si dà per presupposto tutto ciò che è stato detto,
ci si può sempre domandare: non può la Chiesa fare oggi qualcosa ser nuestra participación, como mujeres, en la Iglesia?
di simile a ciò che avveniva nel III-IV secolo, quando ha creato una ¿Qué piensa usted sobre la ordenación de las mujeres?
sorta di ministero sui generis con le diaconesse per i battesimi delle ¿Cuál debe ser nuestro puesto en la Iglesia?” que le hizo
donne adulte? Non si potrebbe quindi oggi, di fronte alle nuove la periodista brasileña Ana Ferreira en el avión en que
sfide, prevedere un ministero per le donne, che non fosse quello del
regresaba de Brasil en julio de 2013: “En referencia a la
diacono, ma piuttosto avesse un proprio profilo, come in passato?
Non si potrebbe, senza l’imposizione sacramentale delle mani ma ordenación de las mujeres, la Iglesia ha hablado y ha
con una benedizione simile a quanto avveniva per la consacrazione dicho no. Lo ha dicho Juan Pablo II con una formulación
delle badesse, ordinare le donne al ministero di diaconato per la definitiva. Esa puerta está cerrada” 77 . Con lo cual se
comunità, incaricandole dei servizi pastorali, caritativi, catechetici, e
alcuni servizi liturgici? Anche un tale sacramentale parteciperebbe
alla dimensione sacramentale fondamentale della Chiesa, sebbene
77
senza la stessa ‘densità’ di un sacramento”. Walter Kasper. “La “Viaje apostólico a Río de Janeiro con ocasión de la XXVII Jornada
collaborazione tra uomini e donne nella Chiesa”. Il Regno Documenti Mundial de la Juventud. Conferencia de prensa del santo padre
58 (2013): 166-175. http://www.ilregno.it/documenti/2013/5/la- Francisco durante el vuelo de regreso a Roma”. Julio 28 de 2013.
collaborazione-tra-uomini-e-donne-nella-chiesa-conferenza- http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/docu
episcopale-tedesca-assemblea-plenaria ments/papa-francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html
estaría refiriendo en cierta forma a la pregunta del romana y en las curias diocesanas; y “en relación con el
corresponsal de Le Figaro, Jean Marie Guénois –“Ha diaconado permanente, que este Sínodo recomiende
dicho que la Iglesia sin la mujer pierde fecundidad. ¿Qué iniciar un proceso que eventualmente podría abrir a las
medidas concretas tomará? Por ejemplo, ¿el diaconado mujeres el acceso a este orden que, como dice la
femenino o una mujer responsable de un dicasterio?”– tradición, está orientado non ad sacerdotium, sed ad
que había quedado en el aire porque no se mencionó el ministerium”79. Pero la propuesta tampoco encontró eco y en la
diaconado femenino y la respondió que “era necesario Relación Final quedaron las mismas palabras del
hacer una profunda teología de la mujer”. Instrumentum laboris en relación con una mayor
valorización de la responsabilidad de las mujeres en la
El siguiente capítulo está representado por el
Iglesia sin hacer referencia a la posibilidad de ordenarlas.
Instrumentum laboris para el Sínodo de los Obispos de
2015, “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y
en el mundo contemporáneo”. Refiriéndose al Hay que reconocer que el papa Francisco tomó en serio la
reconocimiento del papel determinante de las mujeres pregunta y la solicitud de la hermana Teresina durante la
planteaba que “puede contribuir una mayor valorización audiencia en la que recibió a las religiosas de la Unión
de su responsabilidad en la Iglesia: su intervención en los Internacional de Superioras Generales, UISG, que
procesos de decisión; su participación, no sólo formal, en participaban en su Asamblea Plenaria: “¿Qué impide que
el gobierno de algunas instituciones; su participación en la la Iglesia incluya a mujeres entre los diáconos
formación de los ministros ordenados” (30)78. A propósito permanentes, al igual que ocurrió en la Iglesia primitiva?
de este planteamiento, el arzobispo canadiense Paul- ¿Por qué no crear una comisión oficial que estudie el
André Durocher propuso en su intervención durante el tema?”
Sínodo que para mostrar al mundo la igual dignidad de
hombres y mujeres en la Iglesia habría que acoger la Cincuenta años después de la carta de Pablo VI que cerró
sugerencia de Benedicto XVI en 2006 acerca de visibilizar la puerta a la ordenación de mujeres, esta pregunta de la
ministerialmente a las mujeres y concretó su propuesta en hermana Teresina al papa Francisco y su respuesta
tres puntos: permitir a hombres y mujeres casados hacer la
homilía durante la misa; nombrar mujeres en la curia
79
“Enfin, concernant le diaconat permanent, que ce Synode
recommande l'établissement d'un processus qui pourrait
78
Sínodo de los Obispos de 2015. Instrumentum laboris “La vocación y éventuellement ouvrir aux femmes l'accès à cet ordre qui, comme le
la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”. dit la tradition, est orienté non ad sacerdotium, sed ad ministerium”.
http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc Blog publié par Paul-André Durocher. Mardi, 6 octobre 2015.
_20150623_instrumentum-xiv-assembly_sp.html http://chanteetmarche.blogspot.com/2015/10/jour-3-synode.html
marcaron un primer paso –pequeñísimo pero significativo–
en el camino hacia la ordenación de mujeres, porque al
En agosto del mismo año, “después de intensa oración y
responder a la religiosa el Papa se preguntó: “¿Cuáles
de madura reflexión”, según la reseña de su convocatoria,
fueron estas mujeres diáconos? ¿Tenían ordenación o no?
el papa Francisco estableció una comisión de doce
Está poco claro eso. ¿Cuál fue el papel de estas
miembros –seis hombres y seis mujeres– para estudiar el
diaconisas?”. Aunque sabía cuál era la función que
tema de las mujeres diáconos. Estaba presidida por el
cumplían en la Iglesia antigua: “Parece que el papel de las
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
diaconisas era ayudar en el bautismo de las mujeres […],
monseñor Luis Francisco Ladaria e integrada por sor Nuria
también para hacer las unciones sobre el cuerpo de las
Calduch-Benages, M.H.S.F.N., miembro de la Pontificia
mujeres” y “cuando había un juicio matrimonial porque el
Comisión Bíblica; Francesca Cocchini, profesora en la
marido golpeaba a la mujer y ella iba al obispo a
Universidad La Sapienza y el Instituto Patrístico
lamentarse, las diaconisas eran las encargadas de ver las
Augustinianum de Roma; sor Mary Melone, S.F.A., rectora
marcas en el cuerpo de la mujer por los golpes del marido
de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma;
e informar al obispo”. Luego agregó: “Me gustaría
Marianne Schlosser, profesora de teología espiritual en la
establecer una comisión oficial que estudiara el tema y
Universidad de Viena y miembro de la Comisión Teológica
creo que sería bueno para la Iglesia aclarar este punto.
Internacional; Michelina Tenace, profesora de teología
Estoy de acuerdo y voy a hablar de hacer algo de este
fundamental en la Pontificia Universidad Gregoriana de
tipo”, respondió inicialmente Francisco y completó: “Con
Roma; Phyllis Zagano, profesora en Hofstra University en
respecto al diaconado, sí, estoy de acuerdo y me parece
Nueva York y reconocida estudiosa del diaconado
que sería útil contar con una comisión para aclarar todo
femenino; Piero Coda, Karl-Heinz Menke y Bernard Pottier,
esto bien, sobre todo en lo que respecta a los primeros
S.J., miembros de la Comisión Teológica Internacional;
tiempos de la Iglesia”80. De nuevo, Roma locuta y esta vez
Robert Dodaro, O.S.A., presidente del Instituto Patrístico
en tono esperanzador pues, con estas palabras, se abría la
Augustinianum de Roma; Santiago Madrigal Terrazas,
posibilidad de ordenación de mujeres para el diaconado y,
profesor de eclesiología de la Universidad Pontificia
tras esta posibilidad, ¿por qué no?, la de ordenar mujeres
Comillas de Madrid, y Aimable Musoni, S.D.B., también
para el presbiterado.
profesor de eclesiología de la Pontificia Universidad
Salesiana de Roma. La Comisión concluyó su tarea pero
80 nada se supo acerca de los resultados.
“Discurso del Santo Padre Francisco a la Unión Internacional de
Superiores Generales”. Jueves 12 de mayo de 2016. Y volvió a opinar Francisco al responder a una periodista
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/may/docu en el vuelo de regreso del viaje apostólico a Suecia:
ments/papa-francesco_20160512_uisg.pdf
“sobre la ordenación de mujeres en la Iglesia católica, la trata del “Orden de las vírgenes”83. Digo que habló Roma
última palabra es clara y la dio san Juan Pablo II y esto sobre este asunto porque la instrucción ventila
permanece”81. argumentos que podrían repercutir en la ordenación de
mujeres para el diaconado. Dice, por ejemplo, que las
Con un artículo del prefecto de la Congregación para la
vírgenes consagradas han hecho opción por este estilo de
Doctrina de la Fe, “El carácter definitivo de la doctrina de
vida para servir en la Iglesia y dependen jurídicamente del
Ordinatio sacerdotalis. A propósito de algunas dudas”
obispo que –como si fuera un sacramento– es “el ministro
volvió a hablar Roma. Su autor, monseñor Luis Ladaria,
ordinario” del rito de consagración. Precisa, asimismo, el
recordó la doctrina establecida por el papa Juan Pablo en
sentido de “la celebración litúrgica de la consecratio
la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis (1994) y agregó
virginum”, durante la cual las consagradas expresan el
que la exclusión de las mujeres de la ordenación es
sanctum propositum que –otra vez, como si fuera un
condición para que la Iglesia pueda ofrecer la salvación al
sacramento– “es acogido y confirmado por la Iglesia
mundo entero, comoquiera que la mediación sacramental
mediante la solemne plegaria del obispo, quien invoca y
de la salvación tiene la eucaristía como centro e
obtiene para ellas la unción espiritual que establece el
íntimamente ligada al sacramento del orden, “que la
vínculo esponsal con Cristo y las consagra a Dios con un
imposibilidad de ordenar a las mujeres pertenece a la
nuevo título”. Y precisa la instrucción: “Por esta razón, la
‘sustancia del sacramento’ del orden” y que “no se trata
consagración establece una relación de comunión especial
solamente de un elemento disciplinar, sino doctrinal, en
con la Iglesia particular y universal, definida por un vínculo
cuanto concierne a la estructura de los sacramentos”82. Y
peculiar, que determina la adquisición de un nuevo estado
desde la Congregación para la Doctrina de la Fe, Roma
de vida y las introduce en el Ordo virginum”. Como
locuta.
también dice la instrucción que su entrega a la Iglesia, las
Nuevamente habló Roma el 8 de junio de 2018 con la lleva “a discernir las formas concretas de su servicio
publicación de la instrucción Ecclesiae sponsae imago que eclesial que pueden expresarse en la disponibilidad para
asumir ministerios y trabajos pastorales”, subrayando la
importancia de “una conciencia ministerial profunda”.
81
“Viaje apostólico a Suecia: Conferencia de prensa del Santo Padre
durante el vuelo de regreso a Roma”. Noviembre 1 de 2016.
83
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/cont Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las
ent/vaticanevents/es/2016/11/1/svezia-ritorno.html Sociedades de Vida Apostólica. Instrucción “Ecclesiae Sponsae
82
Ladaria, Luis. “A propósito de algunas dudas. El carácter definitivo Imago sobre el Ordo virginum” (2018).
de la doctrina de Ordinatio sacerdotalis”. L’Osservatore Romano 22 https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2
(jun 1/2018): 4. 018/07/04/ecle.html
Sobre todo, resulta particularmente interesante que la “proponer nuevos ministerios y servicios para los
instrucción reconoce que en la Iglesia antigua, el “Orden diferentes agentes de pastoral que respondan a las tareas
de las vírgenes” formaba parte de lo que podría y responsabilidades de la comunidad”, precisando, al
considerarse jerarquía eclesial al lado del “Orden de los respecto: “En esta línea, es preciso identificar el tipo de
obispos”, el “Orden de los presbíteros”, el “Orden de los ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer,
diáconos” –también hubo mujeres diáconos, pero no lo tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan
precisa la instrucción– y el “Orden de las viudas”, las mujeres en la Iglesia amazónica” 84. Una vez más, Roma
recordando que en Las Constituciones Apostólicas (siglo locuta y con buenas noticias.
IV) “las vírgenes aparecen, junto a viudas y diaconisas,
Hubo una nueva noticia sobre ordenación de mujeres
como miembros institucionales de la comunidad cristiana”
desde Roma –propiamente desde el vuelo de regreso de
y que era “un estado de vida públicamente reconocido
Francisco de su visita apostólica a Bulgaria y Macedonia–
por la Iglesia”, como también señalando que “en el
en la respuesta de Francisco al periodista Joshua
cuerpo vivo de la Iglesia aparecían como un coetu
McElwee, del National Catholic Reporter, quien se refirió a
institucionalizado, denominado Ordo virginum”. Sobre
la comisión cuya creación había anunciado el Papa durante
todo resulta interesante el paralelismo que ofrece el
el encuentro con la Unión Internacional de Superioras
reconocimiento formal del Ordo virginum –una institución
Generales cuando la hermana Teresina le propuso: “¿Qué
de la Iglesia antigua– con el posible reconocimiento,
impide que la Iglesia incluya a mujeres entre los diáconos
igualmente formal, del ordo de las mujeres diáconos que
permanentes, al igual que ocurrió en la Iglesia primitiva?
también existió como ministerio eclesial en la Iglesia
¿Por qué no crear una comisión oficial que estudie el
antigua y por circunstancias históricas dejó de existir en la
tema?”85. A propósito de un nuevo encuentro con la Unión
organización eclesial. ¿Otra puerta que se abre al
Internacional de Superioras Generales, el periodista
diaconado femenino?
Nuevamente habló Roma sobre ordenación de mujeres en 84
“Amazonía: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología
la invitación a hacer “propuestas valientes” del integral. Documento preparatorio del Sínodo de los Obispos para la
“Documento Preparatorio del Sínodo de los Obispos para Asamblea Especial sobre la Región Panamazónica”. Publicado: junio
la Región Amazónica” (2018) porque planteaba la urgencia 6 de 2018.
de “evaluar y repensar los ministerios que hoy son https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2
018/06/08/panam.pdf
necesarios para responder a los objetivos de una Iglesia 85
“Discurso del Santo Padre Francisco a la Unión Internacional de
con rostro amazónico y una Iglesia con rostro indígena” Superiores Generales”. Jueves 12 de mayo de 2016.
(DP (2018) 14). Además, planteaba como prioridad http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/may/docu
ments/papa-francesco_20160512_uisg.pdf
preguntó: “¿Puede decirnos alguna cosa que sepa sobre ayudaban, por ejemplo en la liturgia lo vemos, en los
el informe de la comisión sobre el ministerio de las bautismos, que eran de inmersión, cuando se bautizaba
mujeres en los primeros años de la Iglesia? ¿Usted ha una mujer la diaconisa ayudaba. También en la unción en
tomado alguna decisión?” El Papa respondió que no hubo el cuerpo de la mujer. Luego salió un documento en el
informe y que la comisión dejó de existir: que se veía que las diaconisas eran llamadas por el obispo
cuando había una disputa matrimonial para la nulidad o el
La comisión se hizo y ha trabajado por casi dos
divorcio o la separación. Cuando la mujer acusaba al
años. Eran todos distintos, todos sapos de distintos
marido de golpearla llamaban a la diaconisa para que esta
pozos. Todos pensaban diferente, pero han
viera el cuerpo y así testimoniaba en el juicio”88. Y expresó
trabajado juntos y se han puesto de acuerdo hasta
también las mismas dudas que tenía hace tres años acerca
un cierto punto. Pero, cada uno de ellos tiene su
de si recibieron ordenación sacramental o no: “Sobre el
propia visión que no concuerda con la de los otros.
diaconado femenino, hay un modo de concebirlo no con
Y allí se detuvieron como comisión y cada uno está
la misma visión del diaconado masculino. Por ejemplo, las
estudiando seguir adelante. [...] Cada uno sigue
fórmulas de ordenación diaconal encontradas hasta ahora,
estudiando y se ha hecho un buen trabajo porque
según la comisión, no son las mismas para la ordenación
se ha llegado hasta un cierto punto común que
del diácono masculino y se parecen más a la que hoy sería
puede servir como aliciente para seguir adelante,
la bendición abacial de una abadesa. Este es el resultado
estudiar y dar una respuesta definitiva sobre si sí o
de algunos de ellos, yo estoy hablando un poco de oídas,
no, según las características de la época86.
lo que recuerdo. Otros dicen ‘no, esto es una fórmula
Vale la pena anotar que en esta oportunidad Francisco diaconal’, pero debaten. No es claro. Había diaconisas al
opinó sobre el papel que cumplían las diaconisas con los
mismos argumentos que tenía hace tres años cuando
respondió a la pregunta de la hermana Teresina 87 : “Sí Parece que el papel de las diaconisas era ayudar en el bautismo de
las mujeres […], también para hacer las unciones sobre el cuerpo de
las mujeres, [...] cuando había un juicio matrimonial porque el marido
86
“Viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte: Conferencia de golpeaba a la mujer y ella iba al obispo a lamentarse, las diaconisas
prensa del Santo Padre durante el vuelo de regreso a Roma”. Martes eran las encargadas de ver las marcas en el cuerpo de la mujer por
7 de mayo de 2019. los golpes del marido e informar al obispo”. “Discurso del Santo
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/cont Padre Francisco a la Unión Internacional de Superiores Generales”.
ent/vaticanevents/es/2019/5/7/voloritorno-macedoniadelnord.html Jueves 12 de mayo de 2016.
87 88
La respuesta de Francisco a la pregunta de la hermana Teresina: “Viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte: Conferencia de
“¿Cuáles fueron estas mujeres diáconos? ¿Tenían ordenación o no? prensa del Santo Padre durante el vuelo de regreso a Roma”. Martes
Está poco claro eso. ¿Cuál fue el papel de estas diaconisas? [...] 7 de mayo de 2019.
inicio, ¿pero era ordenación sacramental o no? Y eso se las religiosas convocó para estudiar el diaconado
discute y no se ve claro. [...] Son las cosas que recuerdo, femenino en la Iglesia antigua no había habido consenso
pero lo fundamental es que no hay certeza de que fuese acerca de su naturaleza y entregó a su Presidenta, la
una ordenación con la misma forma y la misma finalidad hermana Carmen Sammut, una copia del acuerdo al que
de la ordenación masculina. Algunos dicen que hay duda. llegó la comisión y cuya publicación quedó pendiente:
Sigamos adelante a estudiar. No tengo miedo al estudio,
Cuando ustedes me sugirieron hacer una comisión
pero hasta este momento no va”89.
–porque la idea fue de ustedes– dije que sí y
Lo cual significaba que el estudio de la ordenación de convoqué la comisión de teólogos y teólogas que
mujeres para el diaconado estaba estancado a nivel trabajaron con mucha dedicación y hasta cierto
vaticano porque no había unidad de criterio: “Esto es lo punto estuvieron de acuerdo. Porque cada uno
que se está estudiando, pero hemos llegado a un punto y tenía su propia idea. Por eso yo entrego a la
ahora cada uno de los miembros está estudiando según su Presidenta –lo entrego oficialmente hoy– los
tesis. Esto es bueno. Varietas delectat”90. Ahora bien, lo acuerdos a los que llegaron y yo conservo la relatio
interesante es que el Papa admitió que el tema se iba a personal de cada uno: algunos van más lejos
seguir estudiando, que no le tenía miedo a la diversidad mientras otros se detienen en cierto punto. [...]
de opiniones y que las conclusiones no parecían ser Vamos a seguir adelante porque dentro de poco
definitivas: “Cada uno sigue estudiando y se ha hecho un podría llamar a los miembros de la comisión para
buen trabajo porque se ha llegado hasta un cierto punto ver cómo han avanzado. Entrego oficialmente la
común que puede servir como aliciente para seguir relación común y conservo –si alguna está
adelante, estudiar y dar una respuesta definitiva sobre si sí interesada, se la puedo dar– las opiniones
o no, según las características de la época” 91 . personales de cada uno92.
Nuevamente, Roma se había pronunciado: ¡Roma locuta!
Y un par de días después volvió a hablar Roma cuando el
92
Papa informó a las 850 participantes en el encuentro de la “Poi, il diaconato femminile. Quando voi mi avete suggerito di fare
Unión Internacional de Superioras Generales, UISG, que una commissione –perché l’idea è stata vostra– ho detto di sì, ho
fatto la commissione, la commissione ha lavorato bene, erano tutti in
entre los integrantes de la comisión que por sugerencia de
gamba, uomini e donne teologi, e sono arrivati fino a un certo punto,
tutti d’accordo. Poi, ognuno aveva la propria idea, così… io
89
consegno alla Presidente –lo consegno ufficialmente oggi– il risultato
Ibídem. del poco a cui sono arrivati tutti d’accordo. Poi, io ho con me
90
Ibídem. la relatio di ognuno, personale, uno che va più avanti, uno che si
91
Ibídem. ferma a un certo punto… [...]Si andrà avanti, perché di qui a un po’ io
Una vez más, en su encuentro con las religiosas el Papa respuesta a la pregunta de una de las religiosas: “Si el
repitió los argumentos que siempre ha manejado respecto Señor no ha querido el ministerio, el ministerio
al diaconado femenino como también las dudas que sacramental para las mujeres no va” 94 . Sin embargo,
anteriormente había manifestado: que se debe estudiar reconoció: “no es gran cosa, pero se trata de un paso
porque no puede “hacer un decreto sacramental sin un adelante”95.
fundamento histórico teológico”; que había “una cierta
La publicación del Instrumentum laboris de la Asamblea
forma de diaconado femenino al principio, sobre todo en
Especial para la Región Panamazónica del Sínodo de los
Siria, en aquella zona y que ayudaban en el bautismo, en
Obispos fue la siguiente noticia desde Roma respecto a la
caso de disolución [sic] del matrimonio, en estas cosas”;
ordenación de mujeres. Repetía la propuesta del
que “la forma de ordenación no era una fórmula
Documento preparatorio en cuanto al reconocimiento al
sacramental”; que “era, por decirlo así –es lo que me dice
rol de las mujeres: “identificar el tipo de ministerio oficial
la información, porque en esto no soy perito– lo que hoy
que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el
es la bendición de una abadesa: una bendición especial
papel central que hoy desempeñan en la Iglesia
para el diaconado a las diaconisas”93. Y fue tajante en su
amazónica” (IL 2019 129, a, 3) e insistía en recuperar
aspectos de la Iglesia primitiva cuando respondía a sus
necesidades creando los ministerios oportunos (Cf. Hech
potrei far chiamare i membri della commissione, vedere come sono 6,1-7; 1 Tim 3,1-13)” (IL 2019 129) 96 . Además sugería
andati avanti. Consegno ufficialmente la relazione comune; trattengo estudiar “la posibilidad de la ordenación sacerdotal para
io – se qualcuna ha interesse, io posso in caso darla – l’opinione
personas ancianas, preferentemente indígenas respetadas
personale di ciascuno. Ma hanno fatto un bel lavoro, e grazie di
questo”. “Incontro del Santo Padre Francesco con i partecipanti alla
XXI Assemblea Plenaria dell’Unione Internazionale delle Superiore
Generali (UISG)”. Venerdì, 10 maggio 2019. abbadessa, una benedizione speciale per il diaconato alle
http://w2.vatican.va/content/francesco/it/speeches/2019/may/docu diaconesse”. Ibídem.
94
ments/papa-francesco_20190510_uisg.html “Se non c’era qualcosa, se il Signore non ha voluto il ministero, il
93 ministero sacramentale per le donne non va. E per questo andiamo
“E si deve studiare la cosa, perché io non posso fare un decreto
sacramentale senza un fondamento teologico, storico. [...] Certo, alla storia, al dogma”. Ibídem.
95
c’era una forma di diaconato femminile al principio, soprattutto in “Ma si è lavorato abbastanza. Poco, è vero: il risultato non è un
Siria, in quella zona; l’ho detto [nella conferenza stampa] sull’aereo granché. Ma è un passo avanti”. Ibídem.
96
[nel volo di ritorno dalla Macedonia]: aiutavano nel battesimo, in “Instrumentum laboris de la Asamblea Especial para la Región
caso di scioglimento di matrimonio, queste cose … la forma di Panamazónica del Sínodo de los Obispos (6-27 octubre 2019)”.
ordinazione non era una formula sacramentale, era per così dire – Publicado: junio 17 de 2019.
questo è quello che mi dice l’informazione, perché io non sono https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2
perito in questo – come oggi è la benedizione abbaziale di una 019/06/17/ins.html
y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una Lo cual era de esperar porque en la consulta presinodal
familia constituida y estable” (IL 2019 129, a, 2) sin resonó esta petición y porque a la reunión fueron
referirse a la ordenación de hombres casados o de viri convocadas como invitadas especiales, expertas o
probati sino de personas ancianas casadas, vale decir, auditoras, 35 mujeres religiosas, teólogas, sociólogas,
hombres o mujeres 97 , haciendo así eco a las voces de agentes de pastoral y líderes indígenas que dieron
21.943 personas en 17 foros organizados por la Red testimonio de su compromiso eclesial y cuyas
Eclesial para la Amazonía, Repam, que en el marco de intervenciones fueron noticia: “la presencia de la mujer en
preparación para el Sínodo pidieron la ordenación de la selva de la Amazonía es muy grande [...] y
mujeres (33,41%), algunas precisando que fueran acompañamos a los indígenas en los diferentes eventos,
ordenadas como diaconisas y tuvieran facultad de cuando el sacerdote no puede hacer presencia y se
administrar sacramentos o celebrar la eucaristía, o como necesita que haya un bautismo, nosotras bautizamos; si
sacerdotisas o presbíteras, al tiempo que resaltaban las alguien se quiere casar, nosotras hacemos presencia y
actividades de evangelización que realizan las mujeres, somos testigos de ese amor, y muchas veces nos ha
proponiendo empoderarlas para prestar el servicio de tocado escuchar en confesión, no hemos dado la
diaconía en la comunidad, y que también pedían el absolución pero en el fondo de nuestro corazón hemos
diaconado permanente para hombres y mujeres y el dicho: ‘Con la humildad de que este hombre o mujer se
presbiterado para indígenas casados sin distinción de acerque a nosotras, por situaciones de enfermedad o ya
sexos (11,31%). próximos a la muerte’, nosotras creemos que Dios Padre
también actúa ahí”, comentó la hermana Alba Teresa
De nuevo habló Roma en octubre de 2019 sobre
Cediel Castillo, de las Misioneras de la Madre Laura. Por
ordenación de mujeres con ocasión de la reunión del
su parte, la hermana Marlene Betlinski, de la
Sínodo Panamazónico o Asamblea Especial para la Región
Congregación de las Franciscanas Angelinas,consideró el
Panamazónica del Sínodo de los Obispos, y lo hizo desde
Sínodo como un momento de esperanza para el
el aula sinodal, en el Documento Final entregado al Papa
reconocimiento a tantas mujeres que lideran comunidades
por los padres sinodales y en el discurso de clausura del
en la región: “En mi discurso, en el aula del Sínodo,
papa Francisco.
después de hablar, expresando esta experiencia, vinieron
varios obispos y sacerdotes, alabando, confiando y
97
Esta interpretación se aplica a la versión española, como también a la diciendo que creen en la presencia de las mujeres en la
versión francesa (“personnes ainées”), a la versión inglesa (“older Iglesia como administradoras parroquiales, realizando los
people”) y a la portuguesa (“pessoas idosas”), pero no a la versión sacramentos que podemos”. Y la hermana Birgit Weiler,
italiana (“anziani”, en masculino plural). Y no supe consultar otras
versiones.
de la Congregación de las Hermanas Misioneras Médicas,
dijo en conferencia de prensa: “Esperamos ser invitadas de la sinodalidad [...] potenciando la participación de las
para asumir posiciones de liderazgo”, recordando que el mujeres” (DF 2019 92) y que “es urgente que se
Instrumentum laboris reconoce que “prácticamente la promuevan y se confieran ministerios para hombres y
mayor presencia pastoral está liderada por mujeres en mujeres de forma equitativa” (DF 2019 95). A pesar,
Amazonía”. también, de proponer para la Iglesia en la Amazonía la
invitación de Francisco en Evangelii gaudium a “ampliar
También se oyeron en el aula sinodal testimonios de
los espacios para una presencia femenina más incisiva en
obispos acerca de la importancia del trabajo misionero
la Iglesia” (EG 103), recordando que “la Iglesia desde el
que realizan las mujeres en la selva: “siendo hoy muchas
Concilio Vaticano II ha resaltado el lugar protagónico que
las mujeres al frente de las comunidades amazónicas, han
la mujer ocupa dentro de ella” (DF 2019 99). Y a pesar de
reclamado que su servicio sea reconocido y fortalecido
pedir “que la voz de las mujeres sea oída, que ellas sean
mediante la creación de un ministerio para las mujeres que
consultadas y participen en las tomas de decisiones y, de
están al frente de las comunidades”, propuso monseñor
este modo, puedan contribuir con su sensibilidad para la
Claudio Hummes, relator del Sínodo y presidente de la
sinodalidad eclesial”, precisando que “es necesario que
Red Eclesial Pan-Amazónica, REPAM; “dos tercios de las
ella [la mujer] asuma con mayor fuerza su liderazgo en el
comunidades indígenas en la Amazonía son coordinadas
seno de la Iglesia, y que esta lo reconozca y promueva
por mujeres. ¿Entonces qué hacemos? Tenemos que hacer
reforzando su participación en los consejos pastorales de
cosas concretas y sueñan con el diaconado femenino. ¿Por
parroquias y diócesis, o incluso en instancias de gobierno”
qué no?”, planteó el obispo emérito de Xingu, Brasil.
(DF 2019 101), como si la forma de asumir un liderazgo
En cuanto al Documento Final entregado al Papa por los consistiera en ocupar puestos o cargos en la organización
padres sinodales hay que decir que se trata de un eclesiástica: pero los reclamos no son burocráticos. A
magnífico diagnóstico de la realidad amazónica y una pesar, también, de referirse a “la ministerialidad que Jesús
invitación a buscar nuevos caminos de conversión pastoral, reservó para las mujeres” y plantear que “es necesario
de conversión cultural, de conversión ecológica y de fomentar la formación de mujeres en estudios de teología
conversión sinodal, pero también que no hubo conversión bíblica, teología sistemática, derecho canónico, valorando
a la hora de hablar del lugar de las mujeres en la Iglesia. A su presencia en organizaciones y liderazgo dentro y fuera
pesar de reconocer que las comunidades amazónicas “han del entorno eclesial”, para concluir proponiendo:
desarrollado una rica ministerialidad” (DF 2019 39) que – “aseguramos su lugar en los espacios de liderazgo y
no lo precisa el documento– ha sido casi siempre ejercida capacitación”. Pero lo que finalmente pidieron los padres
por mujeres y de afirmar que una Iglesia con rostro sinodales fue “revisar el motu propio Ministeria quedam
amazónico necesita “formas organizativas para el ejercicio para que también mujeres adecuadamente formadas y
preparadas puedan recibir los ministerios del lectorado y procurar rehacer esto con la Congregación para la
el acolitado, entre otros a ser desarrollados”, uno de los Doctrina de la Fe, y asumir nuevas personas en esta
cuales, piden los obispos, es el ministerio instituido de “la Comisión”98. Dijo, además, que recogía el guante, que las
mujer dirigente de la comunidad”, teniendo en cuenta mujeres habían puesto por allí pidiendo ser escuchadas. Y
que en la Amazonía, “la mayoría de las comunidades subrayó, además, que lo que se dice en el documento
católicas son lideradas por mujeres” (DF 2019 102). acerca de la mujer queda “corto” y precisó “que todavía
no hemos caído en la cuenta de lo que significa la mujer
Y, refiriéndose a la Comisión de Estudio sobre el
en la Iglesia y por ahí nos quedamos solamente en la parte
Diaconado de las Mujeres creada en 2016 por el papa
funcional, que es importante, que tiene que estar en los
Francisco, los padres sinodales también propusieron en el
consejos […]. Pero el papel de la mujer en la Iglesia va
Documento Final: “nos gustaría compartir nuestras
mucho más allá de la funcionalidad. Y eso es lo que hay
experiencias y reflexiones con la Comisión y esperamos
que seguir trabajando. Mucho más allá”.
sus resultados”, fundamentando la propuesta en que “en
las múltiples consultas realizadas en el espacio amazónico, Fechada y firmada “en Roma, junto a San Juan de Letrán,
se reconoció y se recalcó el papel fundamental de las el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, del
mujeres religiosas y laicas en la Iglesia de la Amazonía y año 2020, séptimo de mi Pontificado”, Francisco publicó
sus comunidades, dados los múltiples servicios que ellas la exhortación apostólica Querida Amazonía, a la manera
brindan” y que “en un alto número de dichas consultas, se de una carta que escribió en español para que brotara
solicitó el diaconado permanente para la mujer” (DF 2019 desde el corazón y que estructuró en cuatro sueños que la
103). Pero no lo pidieron. No propusieron un ministerio Amazonía le inspira (Cf. QA 6) y que sirven de pilares al
ordenado –propiamente el diaconado– sino un ministerio documento: el sueño social (QA 8-27), el sueño cultural
instituido o lo que antiguamente se llamaba una orden (QA 28-40), el sueño ecológico (QA 41-60) y el sueño
menor. eclesial (QA 61-110). Sueño este último en el que se
esperaba algún pronunciamiento respecto al diaconado
En el discurso de clausura del Sínodo y a propósito de los
femenino, pero en el que el papa Francisco o cedió a la
nuevos ministerios, Francisco acogió “el pedido de re-
presión de los grupos conservadores –el cardenal Müller
llamar a la comisión o quizás abrirla con nuevos miembros
para seguir estudiando cómo existía en la Iglesia primitiva
el diaconado permanente”. Recordó que los integrantes 98
“Clausura de los trabajos de la Asamblea Especial del Sínodo de los
de la comisión llegaron a un acuerdo, que entregó los Obispos para la Región Panamazónica. Discurso del Santo Padre
resultados a la Unión General de Religiosas que fue la que Francisco”. Octubre 26 de 2019.
le pidió hacer la investigación y anunció que iba “a http://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2019/october/
documents/papa-francesco_20191026_chiusura-sinodo.html
ya salió a reclamar como trofeo que la exhortación es un que en esta Ecclesia semper reformanda pueda haber
documento de reconciliación– o se quedó enredado en la cambios en las prácticas eclesiales.
tradicional lectura sacerdotalizante de la ministerialidad
eclesial que alimenta la espiritualidad de los hombres de
Iglesia. Por ejemplo, cuando afirma que “lo específico del El pasado 8 de abril –Miércoles Santo y en medio de la
sacerdote” es que “el sacramento del orden sagrado lo pandemia por el coronavirus–, “el Santo Padre, durante
configura con Cristo sacerdote” y que “signo de Cristo una reciente audiencia concedida a Su Eminencia el
Cabeza” (QA 87); y cuando considera que otorgar a las cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, Prefecto de la
mujeres “un status y una participación mayor en la Iglesia” Congregación para la Doctrina de la Fe, ha decidido
dándoles “acceso al orden sagrado” sería clericalizarlas y instituir una nueva Comisión para el estudio del diaconado
empobrecer su aporte (QA 100). Pero también plantea femenino” 99 y, a continuación, el Boletín de la Sala de
que “en una Iglesia sinodal las mujeres, que de hecho Prensa de la Santa Sede publicó la lista de sus integrantes:
desempeñan un papel central en las comunidades la profesora Catherine Brown Tkacz de la Universidad
amazónicas, deberían poder acceder a funciones e incluso Católica de Ucrania; el diácono estadounidense Dominic
a servicios eclesiales que no requieren el orden sagrado y Cerrato, profesor de teología en Franciscan University de
permitan expresar mejor su lugar propio”, recordando que Steubenville, Ohio, y Duquesne University de Pittsburg,
“estos servicios implican una estabilidad, un Pensilvania; el español Santiago del Cura Elena, profesor
reconocimiento público y el envío por parte del obispo”, de teología sistemática en la Facultad de Teología del
lo cual permite que “tengan una incidencia real y efectiva Norte de España, Sede de Burgos; la inglesa Caroline
en la organización, en las decisiones más importantes y en Farey tiene doctorado de la Pontificia Universidad
la guía de las comunidades” (QA 103). Asimismo, propone Lateranense de Roma y enseña filosofía en el Seminario de
que “una Iglesia con rostros amazónicos requiere la la Arquidiócesis de Birmingham; la alemana Barbara
presencia estable de líderes laicos maduros y dotados de Hallensleben es profesora de teología dogmática en la
autoridad”, lo cual supone dar lugar “a la audacia del Facultad de Teología de la Universidad de Friburgo, Suiza,
Espíritu, para confiar y concretamente para permitir el y ha sido miembro de la Comisión Teológica Internacional;
desarrollo de una cultura eclesial propia, marcadamente Manfred Hauke, profesor de teología dogmática en la
laical” (QA 94) y que “la Amazonia nos desafía a superar
perspectivas limitadas, soluciones pragmáticas que se
99
quedan clausuradas en aspectos parciales de los grandes “Institución de una nueva Comisión de estudio sobre el diaconado
desafíos, para buscar caminos más amplios y audaces de femenino”. 08.04.2020.
http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/20
inculturación” (QA 105)”, desde donde se puede esperar 20/04/08/ins.html
Facultad de Teología de la Universidad de Lugano; el en temas de eclesiología, sacramentos y teología
también diácono estadounidense James Keating, director ortodoxa; Monseñor Angelo Lameri, especialista en
del Instituto para la Formación Sacerdotal de Creighton liturgia y pastoral; Rosalba Manes y Anne-Marie Pelletier
University de Omaha, Nebraska; Monseñor Angelo Lameri han publicado varios libros pero ninguno trata del tema
es doctor en teología con especialización en liturgia y que la comisión va abordar; tampoco son especialistas el
pastoral por el Instituto de Liturgia Pastoral “S. Giustina” presidente y el secretario de la comisión. Los dos diáconos
de Padua, profesor de liturgia y sacramentología general estadounidenses, Dominic Cerrato y James Keating han
en la Pontificia Universidad Lateranense, consultor de la escrito sobre diaconado pero hasta donde tengo
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los conocimiento no lo han hecho sobre diaconado femenino.
Sacramentos y de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas Y los tres que sí han escrito sobre diaconado femenino se
del Sumo Pontífice; Rosalba Manes, consagrada en el muestran contrarios en sus tesis: Catherine Brown Tkacz
Ordo virginum y doctora en teología bíblica por la escribió que “el examen de los ritos de ordenación de
Pontificia Unversidad Gregoriana, donde es profesora; diáconos y diaconisas muestra que son ontológicamente
Anne-Marie Pelletier, autora de libros sobre las mujeres en diferentes”101 y criticó el libro Ordination of Women to the
el cristianismo y la participación de hombres y mujeres en Diaconate in the Eastern Churches. Essays by Cipriano
la Iglesia 100 . Completan la comisión, doce en total, Vagaggini, editado por Phyllis Zagano 102 ; Santiago del
monseñor Giuseppe Petrocchi, arzobispo de L’Aquila, y el Cura Elena, en su artículo sobre el diaconado femenino
padre Denis Dupont-Fauville, de la Congregación para la presenta “la gran diversidad entre los estudiosos a la hora
Doctrina de la Fe, doctor en teología y especialista en de interpretar el ‘diacon(is)ado’ de las mujeres como
patrología, quien actuará como secretario. realidad equiparable al diaconado sacramental masculino
o como algo que pertenecería más bien al ámbito de los
Siete de los doce miembros de la comisión no han
ministerios laicales”, como también “las dificultades y las
publicado trabajos académicos sobre ordenación de
divergencias interpretativas por parte de los diversos
mujeres ni son especialistas en ministerios eclesiales y se
estudiosos respecto al alcance sacramental o no
mueven en otras áreas del saber teológico: Caroline Farey
sacramental de la imposición de manos a las ‘diaconisas’,
enseña filosofía y especialista en catequesis; Barbara
Hallensleben, especialista en ecumenismo e investigadora
101
Tkacz, Catherine. “Deaconesses and the Spiritual Equality of
Women”. Revue d'Histoire Ecclésiastique 108 /1 (2013): 5-44.
100 102
Pelletier, Anne Marie. El cristianismo y las mujeres. (Madrid : BAC, Ordination of Women to the Diaconate in the Eastern Churches.
2002); L’Église, des femmes avec des hommes. (Paris: Les Éditions Essays by Cipriano Vagaggini. Ed. by P. Zagano (C.B. Tkacz). Revue
du Cerf, 2019). d'Histoire Ecclésiastique 110/1-2 (2015): 309.
que mencionan las distintas fuentes”103; y Manfred Hauke podría llegar a una solución, opinó el cardenal Kasper que
escribió su tesis doctoral sobre las razones de la Iglesia “si se tiene en cuenta lo que ha ocurrido en el pasado la
para rechazar la ordenación de mujeres y dos libros suyos respuesta es no, pero todo puede pasar y por algún punto
que no están en edición virtual y espero poder leer: hay que empezar” 105 . Tenía razón, también, el teólogo
Women in the Priesthood?: A Systematic Analysis in the español Manuel Alcalá en su estudio histórico dogmático
Light of the Order of Creation and Redemption (1988), Der por allá en 1975 respecto a la característica que tenían –y
Diakonat: Geschichte und Theologie (2019) del cual no que también han seguido teniendo– las respuestas de
encontré traducción, y las voces “Diaconisa” y Roma a las peticiones en relación con el reconocimiento
“Ordenación sacerdotal de mujeres” en el Diccionario del diaconado de las mujeres:
General de Derecho Canónico, y en su libro sobre
8. Las respuestas dadas, directa o indirectamente,
teología feminista destaca la importancia del sacerdocio
por la Sede Apostólica a semejantes
común y hace notar que “dentro de la Iglesia hay
interpelaciones son hasta ahora [1975] alternantes.
múltiples servicios propios de la mujer” 104 . Solo queda
Por una parte, se han producido determinados
esperar qué dirá Roma en esta ocasión.
gestos oficiales, más llamativos que profundos
(nombramiento de auditoras conciliares y
Conclusión sinodales, admisión de mujeres en las
La anterior revisión de peticiones desde diversas instancias Congregaciones Vaticanas, creación y puesta en
y rincones de la Iglesia, junto con el repaso de marcha de una Comisión especial para el estudio
intervenciones desde Roma, evidencia las dificultades que de estos problemas). Otras medidas, sin embargo,
la sola idea de ordenar mujeres despierta en los hombres son menos llamativas pero empalman con una línea
de Iglesia. Razón tenía el comentario del cardenal Kasper de profundidad (encargo a la Comisión Teológica
a raíz de la creación de la primera Comisión para estudiar Internacional de una investigación sobre el
el diaconado de mujeres: “creo que habrá una discusión
feroz”; y preguntado acerca de si en esta ocasión se 105
“Creo que ahora se abrirá una discusión feroz. Sobre este tema la
Iglesia está dividida entre quienes piensan que el diaconado
permanente femenino sea un regreso a la Iglesia primitiva y quienes
creen que es un primer paso para las mujeres sacerdotes y por ello
103
Del Cura Elena, Santiago. “Estado actual de la cuestión relativa al no puede ser posible”. “Kasper cree que los críticos al Papa
diacon(is)ado de las mujeres”. Confer 56/215 (jul-sep/2017): 381- protagonizarán ‘una discusión feroz’ contra el diaconado de la
400. mujer”. Religión Digital (13/05/2016).
104
Hauke, Manfred. La teología feminista. Significado y valoración. https://www.religiondigital.org/vaticano/Kasper-Papa-
(Madrid: BAC, 2013): 224.229. protagonizaran-discusion-diaconado_0_1792920735.html
diaconado femenino). Jurídicamente, se continúa 1.4 Aproximación teológica a la ordenación
en una línea tradicional, a veces incluso
de mujeres: marco referencial
regresiva106.
106
Alcalá, Manuel. Op. cit. 61.
La teología feminista latinoamericana como marco de (RH 13); creadores de significaciones107, condicionados por
interpretación de la nueva presencia de las mujeres la cultura y por procesos históricos y experiencias
en la sociedad y en la Iglesia personales. La revelación cristiana completa esta visión
antropológica al interpretar a los seres humanos –varones
Durante casi dos mil años, la teología no tuvo sexo. O era y mujeres– como creados por Dios a su imagen y
exclusivamente masculina. Como el saber. Además, el semejanza, pero también heridos por el pecado y
saber teológico era propiedad del clero pues solamente redimidos por Jesucristo que, en la mediación de la
los candidatos al sacerdocio estudiaban teología. Ahora Iglesia, vale decir, por el bautismo, nos ofrece la vida
bien, en los últimos cincuenta años las mujeres hemos nueva que transforma nuestro ser y nuestro obrar al
podido tener acceso a los estudios teológicos y hacer insertarnos en este proceso de transformación e
presencia en los medios académicos y eclesiales; sobre introduciéndonos en la comunión con el Padre.
todo, hemos logrado reflexionar, por primera vez, acerca
de nuestra propia experiencia de fe desde una formación Considero importante resaltar que, como seres humanos,
teológica académica y desde nuestra condición de nos encontramos inmersos en la cultura, universo
mujeres. semántico en el cual los diversos aspectos de la
experiencia humana resultan significativos y adquieren
Ahora bien, la reflexión que me propongo adelantar sentido, cultura que propone –¿o nos impone?– los modos
desde la teología feminista latinoamericana está o patrones de pensar y saber, hacer y obrar, de
enmarcada en unos referentes antropológicos y teológicos relacionarnos y de ubicarnos socialmente, como también
que considero igualmente necesario precisar. los símbolos que expresan identidad, los
En primer lugar, la perspectiva antropológica que sirve de comportamientos, los sistemas de creencias, la manera de
fundamento no es la visión dualista y androcéntrica que ser hombre y de ser mujer, todos los cuales, porque son
sirvió a generaciones anteriores de teólogos para justificar culturales, también son históricos y, por lo tanto,
la separación jerarquía-laicado o la minusvaloración de la modificables. Por otra parte, así como estamos
mujer: reconoce a hombres y mujeres como seres condicionados por el universo de significación al que
humanos concretos, situados, históricos, en relación con el pertenecemos y por la cultura que nos engendra, también
mundo y con los otros; que nos hacemos presentes en el estamos envueltos, tanto emocional como
mundo a través del cuerpo y abiertos al encuentro de intelectualmente, en el entorno social y las circunstancias
pareja; seres libres, en proceso, originales e irrepetibles personales, lo cual explica por qué “creemos fácilmente lo
107
Cassirer, Ernst. Antropología filosófica. (Bogotá: FCE, 1976): 49.
que queremos que sea cierto” 108 , comoquiera que la deconstruir para reconstruirlos nuevamente110 y, al enfocar
percepción, la reflexión, la conceptualización y el juicio críticamente los paradigmas establecidos desde la
que hacemos de la realidad o de las personas están experiencia de inequidad, superar los modelos que
condicionados por nuestras circunstancias personales y resultan alienantes. El género se refiere, entonces, al
sociales, como son la ubicación dentro de la sociedad, las significado que cada cultura atribuye a cada uno de los
condiciones económicas, la edad y el sexo. Dependen sexos, al modelo de mujer y, consiguientemente, de
también del poder que ejercemos o que nos es negado, hombre que propone –¿o impone?– cada cultura. Así, por
de los privilegios que detentamos o la opresión de la que ejemplo, se tenía la certeza de que existían tareas
somos víctimas, de la posición que tenemos y asumimos masculinas que se desempeñaban fuera del hogar y tareas
ante los hechos que de una manera u otra inciden femeninas que se realizaban en el hogar, que la palabra y
directamente sobre el bienestar personal o del grupo al el saber eran, y en cierta manera todavía siguen siendo,
cual pertenecemos. masculinos pues pertenecían al mundo exterior del cual
estaba ausente la mujer, mientras el silencio era
Y es en el reconocimiento de los condicionamientos
propiamente femenino. Por ello, además, hemos estado
culturales de nuestros sistemas de significación y de las
acostumbradas y acostumbrados a una lectura de la
circunstancias personales y sociales que inciden en la
realidad y de los datos de la historia con ojos masculinos,
percepción e interpretación de la realidad que se enmarca
a los que posiblemente han escapado aspectos que las
la teoría de género, concepto que introdujeron en el
mujeres no pasamos por alto.
lenguaje académico los estudios iniciados por las mujeres
en el siglo XX sobre su situación y su identidad. Estas En cuanto a la perspectiva teológica, no sobra recordar
mujeres tuvieron el valor de cuestionar los sistemas de que la teología, en cuanto reflexión sistemática sobre la
significación y relación de una cultura patriarcal al experiencia de la fe, se entiende como una ciencia
reconocerlos como condicionamientos culturales e hermenéutica que interpreta los signos de los tiempos a la
históricos y, por lo tanto, constructos 109 que se pueden luz de la Palabra de Dios y en la comunidad eclesial y que
108
Stark, Werner. The Sociology of Knowledge. (Glencoe: The Free las mujeres en occidente. George Duby y Michelle Perrot (eds.).
Press, 1958). (Madrid: Taurus, 1999): tomo 2, 13.
109 110
En su Historia de las mujeres en occidente, George Duby y Michelle “La teoría de género opera como un recurso de deconstrucción
Perrot opinan que son contructos inscritos “no en la eternidad de permitiendo, a la vez una reconstrucción teórica que incluya la
una naturaleza inhallable, sino producto de una construcción social corrección del sesgo y la deslegitimación de las prácticas
que es lo que, precisamente, importa deconstruir”. Duby, George; y anteriores”. Lértora, Celina. “Epistemología y teoría del género”.
Perrot, Michelle. “Escribir la historia de las mujeres”, en: Historia de Proyecto 45 (2004): 46.
igualmente interpreta la Palabra de Dios y la experiencia contexto que condiciona lo que dice el texto e incluso la
eclesial desde los acontecimientos de la historia para forma de decirlo, mientras el lector tiene un contexto que
descubrir en ellos –en los signos de los tiempos, en la condiciona la lectura del texto y su interpretación, pero,
Palabra de Dios y en la Iglesia– su verdad y su sentido111. sobre todo, su mirada tiene una intencionalidad, que es el
Vale la pena recordar, asimismo, que cada generación se “desde” de la lectura del texto 112 ; de Schillebeeckx,
siente interpelada para descubrir la verdad y el sentido de cuando hace notar que los textos se enmarcan en un Sitz
su historia y del decirse de Dios a la humanidad y confiesa im Leben que es necesario identificar para interpretarlo y
su fe desde circunstancias sociales y culturales, desde los distinguir qué es lo contextual y cuál es el contenido del
presupuestos antropológicos y teológicos propios de su texto en un movimiento circular en el que “la respuesta es
momento histórico, desde la problematicidad y la condicionada en cierto modo por la pregunta que a su vez
conflictividad de cada época, desde las expresiones es confirmada, ampliada o corregida por la respuesta” 113;
lingüísticas compartidas por sus contemporáneos; es decir, y de mi profesor, el teólogo colombiano Alberto Parra114,
desde su propio Sitz im Leben, por cuanto la revelación que identifica el texto, el contexto y el pretexto como tres
histórica de Dios y su interpretación se encarnan en las momentos o elementos constitutivos de la elaboración
categorías y sistemas de significación propios de cada teológica que implican el recurso al método hermenéutico
contexto cultural. Conviene además recordar que las y a las mediaciones socioanalíticas y prácticas,
circunstancias desde las cuales se aborda un texto y su proponiendo abordar los textos en su correspondiente
contexto, condicionan las preguntas y las respuestas: por con-texto con un pre-texto que define la intencionalidad
eso no existe un solo enfoque teológico, sino muchos y de la lectura.
diversos. Y por eso la teología es, al mismo tiempo,
Y este pre-texto o intencionalidad –debo anotarlo– es una
hermenéutica y contextuada, comoquiera que interpreta
de las características de la teología feminista: la mirada
los datos de la realidad a la luz de la fe e interpreta la fe
con ojos de mujer y de teóloga creyente orienta la lectura
desde las diversas circunstancias sociales y culturales,
desde la problematicidad y la conflictividad
correspondiente a cada circunstancia. Es así como el 112
Gadamer, Henri George. Verdad y método. (Bogotá: Fondo de
presente acercamiento teológico sigue las líneas de Cultura Económica, 1967).
Gadamer, en cuanto que el autor y el texto tienen un 113
Schillebeeckx, Edward. “Hacia un empleo católico de la
hermenéutica”, en: Fin del cristianismo convencional. Henri Fiolet y
Heinrich Van Der Linde (eds.). (Salamanca: Sígueme, 1969): 65.
111 114
Cf. Parra, Alberto. Fe e interpretaciones de la fe. (Bogotá: Pontificia Parra, Alberto. Textos, contextos y pretextos: Teología fundamental.
Universidad Javeriana. Facultad de Teología. Colección Profesores, (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología,
1976): 31. 2003): 37.
teológica de los textos y, al mismo tiempo, la condiciona, “desapercibidos” para la mirada masculina, ofreciendo al
porque es mirada que, al espigar en los textos de la discurso teológico el otro lado de la experiencia
tradición católica, cuestiona la perspectiva androcéntrica humana117.
desde la que se ha interpretado el lugar de la mujer en la
En cuanto a la teología feminista latinoamericana, como
vida de la sociedad y en la organización eclesial, y desde
escribió Elsa Tamez, recurrió a “las teorías feministas como
la que se han elaborado las conceptualizaciones
herramientas de análisis para entender la opresión de la
teológicas y las definiciones del magisterio.
mujer” 118 , adoptando como mediación analítica y clave
En este orden de ideas, entonces, la teología feminista hermenéutica la teoría de género y asumiendo, al mismo
cuestiona los sistemas de significación115 y relación de una tiempo, el método de la teología de la liberación y la
cultura patriarcal en cuanto condicionamientos culturales e hermenéutica de la sospecha, a partir de la experiencia de
históricos y enfoca críticamente los paradigmas opresión como clave hermenéutica para la relectura de la
establecidos desde la experiencia de inequidad. Al mismo Biblia y de la tradición eclesial como también para la
tiempo, la teoría de género, en cuanto “instrumento interpretación y análisis de la realidad. Por eso la teología
metodológico desde donde plantear y responder diversas feminista latinoamericana es teología feminista de la
cuestiones” 116 , replantea los constructos teológicos que liberación que, precisa la colombiana Olga Consuelo
han justificado los paradigmas y modelos de una cultura Vélez, “es crítica con la sociedad patriarcal y con las
patriarcal, y abre nuevos horizontes para la investigación y normas, tradiciones y estereotipos que de ella derivan; [...]
reflexión teológicas. Personalmente creo, como lo he se presenta como una búsqueda radical de la dignidad y
repetido en diversas oportunidades, que la mirada de el lugar de la mujer, así como del papel que ha de
mujer ha podido “percibir” en las prácticas históricas del desempeñar y los derechos que ha de ejercer en la
mundo bíblico y de los dos mil años de cristianismo, datos
que probablemente habían pasado y siguen pasando 117
Corpas de Posada, Isabel. “De la teología androcéntrica a una
teología en perspectiva de género”, en: Corpas de Posada, Isabel;
García, Darío; Hoyos, Adriana Alejandra; Mena, Maricel; Novoa,
115
Desde esta perspectiva sociocultural, la teóloga Elizabeth Schüssler- Amparo; Sendoya, Luis Mario; Sierra, Angela María; Vélez, Olga
Fiorenza cuestiona la cultura androcéntrica: “Los estudios feministas Consuelo; Vivas, María del Socorro. Sentires teológicos en
han demostrado que la construcción androcéntrica del mundo en y a perspectiva liberadora. I Congreso de teólogas latinoamericanas y
través del lenguaje sirve para inculcar la autoafirmación de los alemanas. (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de
varones y la autoafirmación de las mujeres”. Schüssler-Fiorenza, Teología, 2008): 17-49.
118
Elizabeth. “Romper el silencio”. Concilium 202 (1985): 314. Tamez, Elsa. “Pautas hermenéuticas para comprender Ga 3,28 y I
116
Azcuy, Virginia. “Teología ante el reto del género: La cuestión y el Co 14,34”. Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana 15
debate antropológico”. Proyecto 45 (2004): 41. (1993): 9.
sociedad y en la Iglesia; [...] reacciona contra una teología divisoria entre los dos sectores de la Iglesia estaba
que califica de patriarcal, androcéntrica y unilateral”119. marcada por el sacramento del orden que confiere a los
unos los poderes y la autoridad de los cuales carecemos
La eclesiología de Vaticano II como marco de los otros: “La Iglesia es una sociedad desigual que
comprende dos categorías de personas, los pastores y el
interpretación de la teología de los ministerios
rebaño; los que ocupan un puesto en los distintos grados
eclesiales
de la jerarquía y la muchedumbre de los fieles. Y estas
Antes del Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia era el categorías son tan distintas entre sí que en el cuerpo
mundo de los sacerdotes y ellos eran sus protagonistas, pastoral sólo residen el derecho y la autoridad necesaria
los “simples bautizados” asumíamos una actitud pasiva para promover y dirigir los miembros hacia el fin de la
como receptores de los bienes de la salvación que ellos sociedad. En cuanto a la muchedumbre, no tiene otro
administraban y nuestra única responsabilidad consistía en deber sino dejarse conducir y, rebaño dócil, seguir a sus
obedecer los mandamientos de la ley de Dios y de la pastores” (VN 17).
Iglesia, entre los que se incluía la “práctica” de los
El Concilio Vaticano II replanteó la visión de Iglesia y de su
sacramentos. Era una visión dualista y sacral de la realidad,
misión a partir de una interpretación integral de la realidad
que reducía a las almas y a la otra vida el don de la
y, consiguientemente, de la salvación de Dios, no en el
salvación. Era, además, la visión de Iglesia que consagró la
más allá, sino en el aquí y en el ahora, y en esta visión de
reforma gregoriana en el siglo XI y quedó plasmada en el
la Iglesia y de su misión se fundamenta el presente
conocido texto de Graciano: “Hay dos géneros de
acercamiento al tema de la ordenación de mujeres.
cristianos, uno ligado al servicio divino [...] está constituido
por los clérigos. El otro es el género de los cristianos al Pero vayamos por partes, recordando cómo los cambios
que pertenecen los laicos”120. Y todavía en 1906, la línea sociales y culturales de la segunda mitad del siglo XX, los
avances científicos y tecnológicos, el surgimiento de un
mundo plural y secularizado, plantearon a la Iglesia la
119
Vélez Caro, Olga Consuelo. Cristología y mujer. Una reflexión necesidad dialogar con el mundo y de responder a las
necesaria para una fe incluyente. (Bogotá: Pontificia Universidad nuevas preguntas que los cambios planteaban. En estas
Javeriana, Facultad de Teología, 2018): 20.
120 circunstancias fue convocado el concilio Vaticano II para lo
Duo sunt genera christianorum. Est autem genus unum, quod
mancipatum divino officio, et deditum contemplationi et orationi, ab que se llamó el aggiornamento de la Iglesia. Asimismo
omni strepito temporalium cessare convenit, ut sunt clerici, et Deo
devoti, videlicet conversi. Inde hujusmodi nomines vocantur clerici,
id est sorti electi. [...]Aliud vero est genus christianorum ut sunt laici”. Divinae et humanae constitutionis. Pars secunda, c. VII, q. XII, c. 1. P.
Graciano. Concordia discordantium canonum ac primae de lure L. 187. col. 884.
conviene recordar los trabajos de los teólogos121 que en la reunidos en el Sínodo Extraordinario de 1985 con motivo
década anterior se interesaron en la eclesiología y en de los veinte años de Vaticano II, reconocieron que la
complementar la imagen paulina del cuerpo místico comunión “es la idea central del Concilio”, precisando
propuesta por Pío XII en la encíclica Mystici Corporis que “se trata fundamentalmente de la comunión con Dios
(1943). A la luz del Nuevo Testamento y desde la por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo”122.
sacramentalidad de Cristo en la historia, al mismo tiempo
Ahora bien, el Concilio mismo no dio un paso significativo
que interpretando la Iglesia como prolongación y
en la renovación de los ministerios eclesiales y solo se
actualización de la sacramentalidad de Cristo,
refirió a los ministerios eclesiales tradicionales y
interpretaron la Iglesia como comunidad de los
tradicionalmente masculinos de obispo, presbítero y
consagrados por el Espíritu Santo, pueblo sacerdotal,
diácono, perfilando su identidad y misión en la
nuevo pueblo de Dios, sacramento de salvación que
constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium
prolonga y actualiza en la historia la salvación de Cristo.
(LG 25-29), restableciendo el diaconado permanente para
Acogiendo estas líneas eclesiológicas, el concilio Vaticano varones (LG 29) y dedicando sendos decretos al ministerio
II interpretó la Iglesia como pueblo de Dios (LG 9), pueblo de obispos (Decreto Christus Dominus) y presbíteros
sacerdotal, profético y real, y como sacramento, es decir, (Decreto Presbyterorum ordinis). Pero su aporte más
signo e instrumento de la unión del género humano entre significativo es haber introducido el tema del sacerdocio
sí y con Dios (LG 1) y sacramento universal de salvación común en el capítulo sobre el pueblo de Dios: “los
(GS 45), visión que fundamenta la eclesiología de bautizados son consagrados como casa espiritual y
comunión que el Concilio no desarrolló pero a la que se sacerdocio santo por la regeneración y por la unción del
refiere como don del Espíritu Santo: que “con diversos Espíritu Santo” (LG 10), lo que permitió reconocer que la
dones jerárquicos y carismáticos dirige y enriquece a la Iglesia es la comunidad de los bautizados, no solamente la
Iglesia, a la que guía hacia toda la verdad y unifica en jerarquía, y que la Iglesia es toda ella ministerial,
comunión y ministerio” (LG 4). Por otra parte, los obispos comoquiera que desde esta perspectiva eclesiológica la
consagración bautismal fundamenta la participación “en la
misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el
121
Entre otros, De Lubac, Henri. Meditación sobre la Iglesia. (Bilbao: mundo” (LG 31) que el Concilio relacionó con la triple
Desclée de Brouwer, 1958); Schillebeeckx, Edward. Cristo, sacramento función sacerdotal, profética y real de Cristo (LG 34-36). Lo
del encuentro con Dios. (San Sebastián: Dinor, 1963); Semmelroth,
Otto. La Iglesia como sacramento original. (San Sebastián: Dinor, 1963);
Rahner, Karl. La Iglesia y los sacramentos. (Barcelona: Herder, 1964);
122
Congar, Yves M-J. Jalones para una teología del laicado. (Barcelona: Relación final del Sínodo Extraordinario de Obispos de 1985 citada
Estela, 1965). en CL 18 y EE 34.
cual se concretó en la renovación de los ministerios
eclesiales con el motu proprio de Pablo VI Sacrum
1.5 El estado del arte
diaconatus ordinem (1967) que restauró el diaconado
permanente para varones –que volvió a ser ministerio
El debate sobre la ordenación de mujeres no es nuevo en
permanente en lugar de ser peldaño en el camino hacia la
el mundo académico ni son nuevos los trabajos históricos
ordenación presbiteral como había sido en los últimos
y teológicos que he tenido oportunidad de revisar. Sin
siglos y que, obviamente, no menciona el diaconado
embargo, como lo reconocí unos renglones atrás, debido
femenino–, y con el motu proprio de Pablo VI Ministeria
al no rotundo al sacerdocio femenino de las declaraciones
quaedam (1972) que reformó de las órdenes menores
pontificias y a pesar de estar desempeñándome como
como ministerios distintos de los ministerios ordenados,
profesora de teología de los ministerios eclesiales, pasé
pero reservados a los varones. Ahora bien, aunque la
por alto los trabajos sobre dicho tema publicados con
restauración del diaconado permanente y los nuevos
posterioridad al concilio Vaticano II.
ministerios eclesiales no incluyeran la participación de las
mujeres, abrieron la puerta a una nueva interpretación de Por eso, para la revisión de fuentes secundarias, recurrí en
las funciones de liderazgo y servicio caracterizada por el primer lugar al repaso minucioso de publicaciones que
paso del exclusivismo sacerdotal a la diversidad hace en su libro Moira Scimmi124, como también el balance
ministerial123. para los años 1982 a 1993 del artículo de Antonio
Miralles 125 , que –debo reconocerlo– han sido de gran
utilidad y me orientaron hacia numerosos trabajos,
históricos en su mayoría y algunos propiamente
teológicos, y hacia controversias suscitadas por las
publicaciones o por las propuestas de algunos
episcopados. Sobre todo, me ayudaron a completar las
fuentes primarias, entre las cuales –sobra decirlo– se
123
Corpas de Posada, Isabel. “Los ministerios eclesiales en la cuentan el Nuevo Testamento, escritos de los Padres y de
perspectiva del Concilio Vaticano II: entre la doctrina y la práctica”; los teólogos medievales, documentos conciliares,
Franciscanum 143 (2006): 59-73; “Del exclusivismo clerical a la
diversidad ministerial: Apuntes para una teología de los ministerios
eclesiales” Theologica Xaveriana 57 (2007). 59-78; “De la Iglesia
124
clerical preconciliar a la Iglesia ministerial proyectada por Vaticano II. Scimmi, Moira. Le antiche diaconesse nella storiografia del XX
Desafío a la teología latinoamericana y a las prácticas eclesiales”, en: secolo. Problemi di metodo. (Milano: Glossa, 2004).
125
La teología de la liberación en prospectiva. Fundación Amerindia Miralles, Antonio. “Le diaconesse: bilancio di dodici anni di
(coord. ed.). (Montevideo: Doble clic editoras, 2012): 29-52. pubblicazioni (1982-1983)”. Ricerche Teologiche 7 (1996): 161-176.
pontificios y otros documentos del magisterio eclesial, eclesiales femeninos que tuve oportunidad de revisar: el
como también testimonios rituales y epigráficos de la del teólogo moralista belga y entonces secretario de la
presencia de mujeres ordenadas en la Iglesia antigua. Comisión Teológica Internacional, Philippe Delhaye130; el
libro de la pastora estadounidense Elsie Gibson 131 con
Antecedente remoto del debate sobre la ordenación de
prólogo de Yves Congar, en el que afirma que “es hora de
mujeres, concretamente para el diaconado, es la
tomar en serio el lugar de las mujeres en los
investigación de Kalsbach126, a la cual no he tenido acceso
ministerios” 132 ; el artículo de la teóloga feminista
porque no encontré traducción del alemán. La
Rosemary Radford Ruether133; el libro del teólogo francés
investigación, anota Scimmi, subraya la fragmentariedad
miembro de la Comisión Teológica Internacional Louis
de los datos acerca de la vida de la comunidad cristiana
Bouyer134; un artículo del teólogo español Manuel Alcalá135
antes del siglo IV 127 . Asimismo el libro antes citado de
que recoge las intervenciones en favor de ministerios
Phyllis C. Challoner y Vera Laughton Matthews, Towards
femeninos en los primeros años del posconcilio; y otro del
Citizenship. A Handbook of Women’s Emancipation
teólogo sistemático de la Universidad de Tubinga, Peter
(1928), al que tampoco pude acceder.
Hünermann136.
Trabajos clásicos sobre los ministerios eclesiales femeninos
son los de los historiadores franceses Jean Daniélou 128 ,
que reconoció que las mujeres habían sido ordenadas y 130
Delhaye, Philippe. “Rétrospective et prospective des ministères
publicado en 1960, y Jean Galot129 en la década de los 70, feminins dans l’Église”. Revue Théologique de Louvain 3 (1972): 55-
anteriores a la declaración Inter insigniores de la 75; “A View of the Past and Future of Feminine Ministries within the
Church: Reflections about a Book by Roger Gryson”, en: Women
Congregación para la Doctrina de la Fe que, con la firma
Deacons? Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville,
del papa Pablo VI, negó en 1976 la admisión de las Minnesota: Liturgical Press, 2016).
mujeres al sacerdocio ministerial por “razones 131
Gibson, Elsie. Femmes et ministères dans l’Église. (Tournai:
verdaderamente fundamentales”. En esta misma década Casterman, 1971).
132
fueron publicados numerosos escritos sobre los ministerios “Il est temps d’envisager sérieusement la place des femmes dans
les ministères”. Congar, Yves. “Préface”. Ibídem. 9.
133
Ruether, Rosemary Radford. “La mujer y el ministerio, en una
126
Kalsbach, Adolf. Die altkirchlicheEinrichtung der Diakonissen bis zu perspectiva histórica y sociológica”. Concilium 111 (1976): 41-53.
134
ihrem Erlöschen. (Freiburg im Breisgau, 1926). Bouyer, Louis. Mystère et ministère de la femme. (Paris: Aubier
127
Scimmi, Moira. Op. Cit. 19. Montaigne, 1976).
128 135
Daniélou, Jean. “Le ministère des femmes dans l’Église ancienne”. Alcalá, Manuel. “Mujeres en ministerios eclesiásticos. Un problema
La Maison Dieu 61 (1960): 70-96. revitalizado a partir del Vaticano II”. Razón y fe 191 (1975): 39-61.
129 136
Galot, Jean. Mission e ministère de la femme. Paris: Lethielleux, Hünermann, Peter. “Conclusions Regarding the Female Diaconate”.
1973. La donna e i ministeri nella Chiesa. (Assisi: Cittadella, 1973). Theological Studies 36 (1975): 325-333; reproducido en: Women
De los años 70 y 80 es la controversia acerca de la dichas conclusiones Gryson tomó partido. Tras un
ordenación o no ordenación sacramental de las minucioso recorrido histórico textual, Vagaggini concluía
diaconisas137, cuyos protagonistas fueron el historiador de que en la tradición griega y bizantina la ordenación de las
la Universidad de Lovaina y autor del libro Le ministère diaconisas se equiparaba a la ordenación de los diáconos
des femmes dans l’Église ancienne, Roger Gryson138, y el y que, teniendo en cuento el uso de la Iglesia, las mujeres
liturgista Aimé-George Martimort, autor del libro Les pueden recibir el orden diaconal de la misma naturaleza y
diaconesses. Essai historique139. También protagonista de dignidad que la ordenación de los diáconos141, teniendo
la controversia podría considerarse el monje benedictino en cuenta que el gesto propio de la ordenación de
camaldulense e historiador de la liturgia, Cipriano obispos, presbíteros, diáconos y diaconisas era la
Vagaggini140, quien había formado parte de la Comisión imposición de manos o cheirotonia. Pero según Martimort,
Teológica Internacional que estudió el diaconado en la Iglesia antigua a las mujeres no se les imponían las
femenino cuyos conclusiones no se dieron a conocer. Pero manos y ejercían funciones de poca importancia, tales
Vagaggini sí publicó las suyas propias en 1974 y sobre como el papel que desempeñaban en el bautismo de
mujeres, argumentando, además, que la institución de las
diaconisas existió mientras el bautismo de adultos era la
Deacons? Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, práctica establecida, como también que las circunstancias
Minnesota: Liturgical Press, 2016). que hicieron necesaria dicha institución de las diaconisas
137
En este caso se trataba propiamente de diaconisas, que era como estaban geográficamente limitadas y que muy pronto la
se denominaba este ministerio femenino en la Iglesia antigua. institución se hizo obsoleta: en síntesis, que dicha
138
Gryson, Roger. Le ministère des femmes dans l’Église ancienne. institución ofrece numerosas ambigüedades 142 . Gryson,
(Gembloux: Duculot, 1972).
139 por su parte, opinaba que las mujeres diáconos recibieron
Martimort, Aimé Georges. Les diaconesses. Essai historique. (Roma:
Edizione Liturgiche, 1982); traducido al inglés como: Deaconesses. una verdadera ordenación tal como la que recibían sus
An Historical Study. (San Francisco: Ignatius Press, 1982). colegas masculinos, si bien sus funciones eran menos
140
Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella
tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40
141
(1974): 149-189; reproducido como: “The Ordination of “Se si accetta quanto detto fin qui, si dovrà ammettere anche la
Deaconesses in the Greek and Byzantine Tradition”, en: Women seguente conclusione: consta teologicamente, in virtù dell’uso della
Deacons? Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Chiesa, che le donne possono ricevere un ordine diaconale il quale
Minnesota: Liturgical Press, 2016). Cf. Vagaggini, Cipriano. “La per natura e dignità sia assimilato all’ordine dei diaconi”. Vagaggini,
diaconessa nella tradizione bizantina”. Il Regno 32 (1987): 672-673; Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella tradizione greca e
reproducido como:“The Deaconess in the Byzantine Tradition”, en: bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40 (1974): 188.
142
Women Deacons? Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). Martimort, Aimé George Les diaconesses. Essai historique. (Roma:
(Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2016). Edizione Liturgiche, 1982): 254.
importantes; anotaba que como la principal función que diaconado femenino “no fue considerado como el simple
desempeñaban era en el bautismo de mujeres y por equivalente femenino del diaconado masculino”144.
razones de decencia, función que hoy no sería necesaria,
Un estudio histórico descriptivo sobre el diaconado
habría que darle al diaconado femenino otro contenido en
femenino es la propuesta de Marie-Joseph Aubert, Des
caso de ser restablecido; y concluía que desde el punto de
femmes diacres. Un nouveau chemin pour l’Église (1987)145
vista doctrinal sería perfectamente razonable confiar a las
y son asimismo importantes los trabajos publicados en
mujeres un ministerio de tipo diaconal pues durante
Italia en los años 90 sobre este mismo tema de Cloe
muchos siglos esta fue la práctica en la Iglesia sin que ello
Taddei Ferretti 146 , Pietro Sorci 147 , Corrado Marucci 148 ,
planteara un problema teórico143, señalando también que
Piersandro Vanzan 149 y el libro Donna e ministero. Un
el diaconado fue la única función que desempeñaron las
mujeres en la Iglesia antigua, comoquiera que en su
investigación no encontró mujeres obispos ni mujeres
144
presbíteros en la tradición católica, mientras en grupos Comisión Teológica Internacional. El diaconado: evolución y
condenados como herejes sí existieron mujeres que perspectivas (2002). II,4.
145
Aubert, Jean Marie. Des femmes diacres. Un nouveau chemin pour
enseñaban, bautizaban y presidían la eucaristía. Y la
l’Église. Paris: Beauchesne, 1987; Il diaconato alle donne? (Milano:
opinión de Martimort fue la que asumió la Comisión Paoline, 1989).
Teológica Internacional en su estudio El diaconado: 146
Taddei Ferretti, Cloe. “In margine agli antichi riti d’ordinazione delle
evolución y perspectivas (2002) al afirmar que el diaconesse”. Studium 95 (1999): 225-272.
147
Sorci, Pietro. “Diaconato e altri ministeri liturgici della donna”, en:
La Donna nel pensiero cristiano antico. Umberto Mattiole (ed.).
(Genova: Mariett Editore, 1992); reproducido como: “The Diaconate
143 and Other Liturgical Ministries of Women”, en: Women Deacons?
“D’un point de vue doctrinal, il est parfaitement concevable de
confier a des femmes un ministère de type diaconal, puisqu’une Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota:
partie notable de l’Église, pendant plusieurs siècles, a agi de la sorte Liturgical Press, 2016); Sorci, Pietro. “Ministeri liturgici della donna
sans que cela pose de problème théorique. Les femmes diacres nella Chiesa antica”, en: Donna e ministero. Un dibattito ecumenico.
recevaient alors une véritable ordination, que rien ne distinguait Cettina Militello (ed.). (Roma: Dehoniana, 1995): 17-92.
148
formellement de celle de leurs collègues masculins. Cependant, Marucci, Corrado. “Storia e valore del diaconato femminile nella
leurs fonctions étaient moins étendues et moins importantes, et celle Chiesa antica”. Rassegna di Teologia 38 (1997): 771-795;
qui est attesté le plus régulièrement, à savoir l’assistance au reproducido como: “History and Value of the Feminine Diaconate in
baptême des femmes pour des raisons de décence n’a plus de the Ancient Church”, en: Women Deacons? Essays with Answers.
raison d’être aujourd’hui. Il n’est donc pas certain que la restauration Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2016).
149
d’un diaconat féminin aujourd’hui aurait un sens, à moins de lui Vanzan, Piersandro. “Le diaconat permanent féminin: ombres et
donner un autre contenu que celui du diaconat féminin d’autrefois”. lumières”. La Civiltà Catolica 3569 (mar 6/1999); La Documentation
Gryson, Roger. Op. Cit. 177. Catholique 2203 (may 2/ 1999): 440-446.
problema ecumenico150, con edición de Cettina Militello, así como la investigación sobre el liderazgo de mujeres en
en el que aparece un artículo de uno de los pioneros en el la primitiva Iglesia de Karen Jo Torjesen156.
tema del diaconado femenino, Evangelous Theodorou,
Muy importante resulta el informe de la Cannon Law
con el título “Donna e ministero. Presentazione teologica
Society of America publicado en 1995 sobre las
delle tradizione e delle prassi ecclesiastica bizantina” 151.
implicaciones de la ordenación de mujeres al diaconado
También en esta década se publicaron libros sobre el
permanente157. El informe ofrece una mirada a la historia
sacerdocio de la mujer de teólogas españolas lideradas
del diaconado femenino en la que sigue principalmente
por María José Arana 152 y de los españoles Manuel
las investigaciones de Gryson y Martimort, se refiere a la
Alcalá153, Armando Bandera154 y Domiciano Fernández155,
restauración del diaconado permanente y propone una
reflexión teológica tras constatar la existencia de mujeres
ordenadas para el diaconado e identificar las funciones
que realizaban, como también de un análisis de la
legislación canónica sobre el sacramento del orden. El
informe concluye –refiriéndose a las circunstancias
150
Militello, Cettina (ed.). Donna e ministero. Un problema ecumenico. culturales de los Estados Unidos en los años 90, pero la
(Roma: Dehoniane, 1991). conclusión resulta válida para otros entornos y para el
151
Theodorou, Evangelous. “Donna e ministero. Presentazione
momento actual– que la ordenación de mujeres al
teologica delle tradizione e delle prassi ecclesiastica bizantina”, en:
Donna e ministero. Un problema ecumenico. Cettina Militello (ed.).
diaconado permanente es no solo posible sino
(Roma: Dehoniane, 1991): 99-118. deseable 158 . Asimismo, que hubo mujeres ordenadas
152
Arana, María José; Carrizosa, Mercedes; Fumanal, Lola; García, como diaconisas y que su ordenación fue paralela a la que
Isabel; García, Laura; García Estébanez, Emilio; Mascaray, Llum; recibieron los diáconos varones, lo cual significa que la
Tabujo, María; y Yuste, Pilar et al. El sacerdocio de la mujer.
Salamanca: Editorial San Esteban, 1993; Arana, María José y Salas,
156
María. Mujeres sacerdotes, ¿por qué no…? Reflexiones históricas, Torjesen, Karen Jo. When Women where priests. Women’s
teológicas y ecuménicas. (Madrid: Publicaciones Claretianas, 1994); Leadership in the Early Church and the Scandal of their
Arana, María José. “Sacerdocio”, en 10 mujeres escriben teología. Subordination in the Rise of Christianity. (New York: HarperSan
Mercedes Navarro (dir.). (Estella: Verbo Divino, 1998): 299-338. Francisco, 1993);
153 157
Alcalá, Manuel. Mujer, Iglesia, Sacerdocio. (Bilbao: Ediciones Cannon Law Society of America. The Canonical Implications of
Mensajero, 1995). Ordaining Women to the Permanent Diaconate. (Washington, DC:
154
Bandera, Armando. Redención, Mujer y Sacerdocio. (Madrid: Wijngaards Institute for Catholic Research, 1995).
158
Ediciones Palabra, 1995). “... the ordination of women to the permanent diaconate is
155
Fernández, Domiciano. Ministerios de la mujer en la Iglesia. Madrid: possible, and may even be desirable for the United States in the
Editorial Nueva Utopía, 1999. present cultural circumstances”. Ibídem. 53.
ordenación de mujeres para el diaconado permanente no Litterary Studies 160; el de Phyllis Zagano, Holy Saturday:
está cerrada para la Iglesia; que así como los factores An Argument for the Restoration of the Female Diaconate
culturales jugaron un papel importante en la decisión de in the Catholic Church 161 ; y Las mujeres en la Iglesia:
introducir el diaconado permanente y en la de ordenar especificidad y corresponsabilidad 162 , en el que
diaconisas en el pasado, factores culturales actuales participaron, entre otros autores, el cardenal Joseph
también pueden jugar un papel importante respecto a la Ratzinger y Hans Urs Von Balthasar con edición de quien
posibilidad de ordenar mujeres para el diaconado años después ocuparía el cargo de Prefecto la
permanente; que según la ley canónica el diaconado es un Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller.
grado del sacramento del orden que comunica una gracia La publicación dio lugar a un debate en el que
sacramental sin por ello minusvalorar el papel del laicado; participaron Müller, Menke y Hünnermann y al cual se
que la suprema autoridad de la Iglesia es competente para refiere Andrea Grillo en su estudio sobre el diaconado
decidir respecto a la ordenación de mujeres para el femenino163.
diaconado permanente, lo que requeriría derogar el canon
1024 que establece que solamente los varones pueden ser
ordenados y para ello bastaría una ley o indultos 160
Eisen, Ute E. Women Officeholders in Early Christianity. Epigraphical
especiales a las conferencias episcopales. Y anotaba, and Litterary Studies. (Collegeville, MN: Liturgical Press, 2000).
además, que no sería necesario adoptar esta medida a 161
Zagano, Phyllis. Holy Saturday: An Argument for the Restoration of
nivel de toda la Iglesia sino a nivel de las diócesis y que las the Female Diaconate in the Catholic Church. (London: Herder &
mujeres ordenadas para el diaconado permanente podrían Herder / Crosssroad, 2000). Traducción española: Sábado Santo: Un
ejercer ministerios eclesiales de los cuales están excluidas argumento a favor de la restauración del diaconado femenino en la
Iglesia católica. (Estella: Editorial Verbo Divino, 2018).
y podrían hacerlo asistidas con la gracia sacramental al 162
Müller, Gerhard Ludwig (ed.). Las mujeres en la Iglesia: especificidad
igual que los hombres ordenados para el diaconado y corresponsabilidad. (Madrid: Ediciones Encuentro, 2000). Cf. los
permanente159. siguientes capítulos: Kertelge, Karl. “Mujeres en el Nuevo
Testamento: servicios y ministerios”, 257-278; Müller, Gerhard
En el año 2000 fueron publicados tres libros sobre el lugar Ludwig. “¿Sólo el varón bautizado puede recibir válidamente el
de las mujeres en la Iglesia. El de Ute E. Eisen, Women sacramento del orden? Sobre la decisión doctrinal en Ordinatio
Officeholders in Early Christianity. Epigraphical and sacerdotalis”, 306-389; Müller, Gerhard Ludwig. “El diaconado
sacramental. Evolución histórica. Perspectivas sistemáticas”, 390-
417; Ratzinger, Joseph. “¿Va contra los derechos de la mujer el
sacerdocio del varón?”, 295-305; Von Balthasar, Hans Urs. “Ideas
sobre el sacerdocio de las mujeres”, 286-294.
163
Grillo, Andrea. “Las ‘intenciones del Vaticano II’ y el diaconado
159
Ibídem. 51-53. femenino. Paradojas y paralogismos en el debate reciente”, en:
Basándose en Santo Tomás, Müller argumentaba que “el Ordained Women in the Early Church. A Documentary
sexo masculino es necesario para la ordenación al History168, que recoge testimonios de mujeres con títulos y
sacerdocio y para el diaconado no solo de necessitate funciones reconocidos como ministerios eclesiales
praecepti sino de necessitate sacramenti” 164. Para rebatir recopilados de textos y colecciones epigráficas; el de
a Müller, Peter Hünermann opinó, en su artículo titulado Karen Elliott, Women in Ministry and the Writings of
en español “Sobre el conflicto en torno al diaconado Paul 169 ; y The History of Women’s Ordination: Female
femenino en el debate contemporáneo: argumentos y Clergy in the Medieval West170, de Gary Macy, profesor de
argumentaciones”, que los textos “son asumidos de modo estudios religiosos de la Universidad de San Diego,
no argumentado: como si fueran expresiones ex California. Del mismo autor es un capítulo del libro
auctoritate, sin ninguna referencia al contexto en que son Women Deacons: Past, Present, Future (2011)171, en el que
elaboradas y utilizadas”165. Por su parte Karl-Heinz Menke, también escribieron William T. Ditewig y Phyllis Zagano,
en “La estructura triádica del orden y la cuestión del que ese año escribió un artículo sobre el diaconado en
diaconado femenino”, manifestó su total rechazo a los rituales monásticos172, dos años después editó y publicó
estudios sobre la posibilidad del diaconado femenino Ordination of Women to the Diaconate in the Eastern
fundamentada en “la unidad triádica del ordo [...]
atribuido en todos sus grados solo a sujetos del sexo
masculino”166. 168
Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Ordained Women in the Early
Church. A Documentary History. (Baltimore, M. D.: Johns Hopkins
De estos años es también importante reseñar la University Press, 2005). Traducción española: Mujeres ordenadas en
publicación del libro de la teóloga italiana Moira Scimmi, la Iglesia primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino,
Le antiche diaconesse nella storiografia del XX secolo. 2006).
169
Problemi di metodo 167 , que repasa los trabajos hasta Elliott, Karen M. Women in Ministry and the Writings of Paul.
(Winona, MN: Anselm Academic, 2010).
entonces publicados sobre el diaconado femenino. 170
Macy, Gary. The History of Women’s Ordination: Female Clergy in
Asimismo el libro de Karol Madigan y Carolyn Osiek,
the Medieval West. (New York: Oxford University Press, 2008).
171
Macy, Gary; Ditewig, William T.; Zagano, Phyllis. Women Deacons:
Past, Present, Future. (New York / Mahwah, NJ: Paulist Press, 2011).
Diáconas. Un ministerio de la mujer en la Iglesia. Serena Nocetti Foreword by Susan Ross. Cf. los capítulos: Ditewig, William T.
(ed.). (Maliaño: Sal Terrae, 2017): 79-98. “Women Deacons: Present Possibilities”; Macy, Gary. “Women
164
Ibídem. 87. Deacons: History”; Zagano, Phyllis. “Women Deacons: Future”.
165
Ibídem. 88. 172
Zagano, Phyllis. “Remembering Tradition: Women’s Monastic Rituals
166
Ibídem. 81. Resaltado en el original. and the Diaconate”. Theological Studies 72 (2011): 787-811;
167
Scimmi, Moira. Le antiche diaconesse nella storiografia del XX reproducido en: Women Deacons? Essays with Answers. Phyllis
secolo. Problemi di metodo. (Milano: Glossa, 2004). Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2016).
Church. Essays by Cipriano Vagaggini 173 y, en 2016, las mujeres diáconos en la I Timoteo. Y un estudio reciente
Women Deacons? Essays with Answers174, una reedición de un canonista italiano, Vinicio Albanesi, que se pregunta
de artículos de varios autores, entre otros el de Corrado si el diaconato femenino es posible177.
Marucci, “Il ‘diaconato’ di Febe (Rom 16,1-2) secondo
De la producción de los últimos años es importante
l’esegesi moderna”175 y el de Jennifer H. Stiefel176 sobre
reseñar los trabajos de las teólogas italianas que he tenido
oportunidad de leer. En primer lugar el libro editado por
Serena Nocetti, Diáconas. Un ministerio de la mujer en la
173
Zagano, Phyllis (ed.). Ordination of Women to the Diaconate in the Iglesia178, que fue para mí un abrebocas para retomar el
Eastern Church. Essays by Cipriano Vagaggini. (Collegeville,
tema de la ordenación de mujeres para el diaconado
Minnesota: The Liturgical Press, 2013).
174
Zagano, Phyllis (ed.). Women Deacons? Essays with Answers.
desde la perspectiva de la teología de los ministerios
(Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2016). Contiene los
siguientes artículos: Marucci, Corrado. “The ‘Diaconate’ of Phoebe
177
(Rom 16:1-2) According to Modern Exegesis”, originalmente Albanesi, Vinicio. Il diaconato alle donne?: È possibile. Milano:
publicado con el título “Il ‘diaconato’ di Febe (Rom 16,1-2) secondo Ancora, 2017.
l’esegesi moderna” en Diakonia, Diaconiae, Diaconato. Semantica e 178
Nocetti, Serena (ed.). Diáconas. Un ministerio de la mujer en la
Storia nei padri della Chiesa (Roma: Istitutum Patristicum Iglesia. (Maliaño: Sal Terrae, 2017); originalmente publicado en
Augustinianum, 2010): 685-695; Stiefel, Jennifer H. “Women italiano, Diacone. Quale ministero per quale Chiesa? (Brescia:
Deacons in 1 Timothy: A Linguistic and Literary Look at ‘Women Editrice Queriniana, 2017). Contiene trabajos de Nocetti, Serena.
Likewise...’ (1 Tim 3:11)”, originalmente publicado en New “Mujeres diácono: hacer teología en la traditio”, 11-26; y “¿Mujeres
Testament Studies 41 (1995) 442-457; Zagano, Phyllis. diácono? Una reflexión teológica en el horizonte del concilio
“Remembering Tradition: Women’s Monastic Rituals and the Vaticano II”, 47-77; Routier, Gilles. “Pensar la admisión de las
Diaconate”, originalmente publicado en Theological Studies 72 cristianas al diaconado con el Vaticano II”, 29-46; Grillo, Andrea.
(2011): 787-811; Zanetti, Ugo. “Were There Deaconess in Egypt?”; “Las ‘intenciones del Vaticano II’ y el diaconado femenino. Paradojas
175
Marucci, Corrado. “Il ‘diaconato’ di Febe (Rom 16,1-2) secondo y paralogismos en el debate reciente”, 79-98; Militello, Cettina.
l’esegesi moderna”, en: Diakonia, Diaconiae, Diaconato. Semantica “Sobre el ministerio ordenado. Digresiones impertinentes sobre una
e Storia nei padri della Chiesa. (Roma: Istitutum Patristicum cuestión ineludible”, 99-117; Perroni, Marinella; y Tragan, Pius-
Augustinianum, 2010): 685-695; reproducido como: “The ‘Diaconate’ Ramon. “La diaconía en el Nuevo Testamento. De Jesús a las
of Phoebe (Rom 16:1-2) According to Modern Exegesis”, en: Women Iglesias de Éfeso: una trayectoria”, 121-148; Simonelli, Cristina. “La
Deacons? Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, prueba de la tradición: implicaciones simbólicas y sociales de la
Minnesota: Liturgical Press, 2016). hermenéutica de los cuadros ministeriales”, 151-169; Laiti,
176
Stiefel, Jennifer H. “Women Deacons in 1 Timothy: A Linguistic and Giuseppe. “Diaconía, diáconos, diaconado: los testimonios
Literary Look at ‘Women Likewise...’ (1 Tim 3:11)”. New Testament patrísticos”, 171-185; Scimmi, Moira. “Una lectura a la par con los
Studies 41 (1995) 442-457; reproducido en: Women Deacons? tiempos de las fuentes sobre las diáconas”, 187-220; Berlis, Angela.
Essays with Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota: La revitalización del diaconado femenino. El camino de las Iglesias
Liturgical Press, 2016). veterocatólicas de la Unión de Utrecht”, 223-237.
eclesiales y que me introdujo a la producción de Cloe
Taddei Ferretti 179 , Cristina Simonelli y Moira Scimmi 180 ,
Adriana Valerio 181 , Cettina Militello 182 y Emmanuela
Prinzivalli183.
Asimismo los de las teólogas españolas en las Jornadas de
la Asociación de Teólogas Españolas 2017 para estudiar el
tema “Mujeres y Diaconado. Sobre los ministerios
eclesiales”. Con el mismo título se publicó, a finales de
2019, el libro que reúne las intervenciones de las y los
conferencistas184.
179
Taddei Ferretti, Cloe. Anche i cagnolini. L’ordinazione delle donne
nella Chiesa cattolica. (Verona: Gabrielli editori, 2014).
180
Simonelli, Cristina; Scimmi, Moira. Donne diacono? La posta in
gioco. (Padova: Messagero, 2016).
181
Valerio, Adriana. Donne e Chiesa. Una storia di genere. Roma:
Carocci, 2016; y “Potere e democrazia nella Chiesa”, en: Il potere
delle donne nella Chiesa. Giuditta, Chiara e le altre. (Bari: Editori
Laterza, 2016): 116-123.
182
Militello, Cettina. “Donne e ministeri nella Chiesa antica”. antugüedad”, 129-216; Scimmi, Moira. “El diaconado femenino y
Augustinianum 1 (2017): 19-34; y “Diaconia delle donne: per quale Olimpia, diaconisa de Constantinopla”, 217-275; Rivas Rebaque,
Chiesa?”, en: La parola e la polis. Percorsi biblici, teologici, politici. Fernando. “Diaconado de las mujeres en el cristianismo primitivo”,
Omaggio a Marinella Perroni. Cristina Simonelli e Pius-Ramon Tragan 276-338; Arana, María José. “Recuperar el diaconado femenino en la
(a cura). (Milano: Paoline Editoriale Libri, 2017): 137-149. Iglesia, hoy”, 340-393; Simonelli, Cristina. “Imaginar otros posibles”,
183
Prinzivalli, Emanuela. “Donne e ministeri nella Chiesa antica: alcune 394-415; Baracco, Adelaide. “Nosotras, las mujeres, en las periferias
osservazioni preliminari”. Augustinianum 1 (2017): 5-17. existenciales de la Iglesia”, 416-460; Peña García, Carmen.
184
Martínez Cano, Silvia; y Soto Varela, Carme (eds.). Mujeres y “Diaconado femenino y ministerios: aportaciones canónicas para la
diaconado. Sobre los ministerios en la Iglesia. Estella: Editorial Verbo reflexión teológica”, 461-500; Noceti, Serena. “¿Diaconado de las
Divino, 2019. Contiene: De Mingo Kamiuochi, Alberto. “El mujeres? Un ministerio posible en la Iglesia posconciliar”, 501-543;
diaconado femenino en el Nuevo Testamento”, 51-89; Perroni, Besteiro, Roser Solé. “Propuestas desde las relaciones eclesiales y
Marinella. “Diaconía en el Nuevo Testamento”. Los primeros signos sinodales contemporáneas clero-laicado”, 544-606; Soto Varela,
de un proceso de exclusión”, 90-128; Mentxaca, Rosa. “Las Carme. “Diálogos entre teólogas y teólogos. Lo que tenemos. Lo
diaconisas a la luz de algunas constituciones imperiales de la que deseamos. Lo que pedimos”, 608-630.
2
¿Por qué las mujeres fueron
excluidas?
Lectura de textos
El regreso a las fuentes propuesto por el concilio Vaticano
II llevó a los estudiosos del tema a preguntarse por la
organización eclesial en el Nuevo Testamento y a
cuestionar el modelo del sacerdocio del Antiguo
Testamento que, a partir del siglo III, se introdujo en la
praxis y la teología eclesiales debido a la lectura tipológica
que hicieron los Padres para demostrar la continuidad del
Antiguo y el Nuevo Testamento, lectura que, al incluir la
continuidad del culto y las funciones cultuales, promovió la
sacerdotalización de los ministerios 1 . Al mismo tiempo,
1
“Establecer una relación entre el sacerdocio del Antiguo Testamento
y el de la Nueva Alianza fue una constante entre los Santos Padres y
una norma asumida por la liturgia romana. […] Esta manera de
expresarse del lenguaje patrístico y del litúrgico de la Iglesia choca
con el estilo del Nuevo Testamento, que rehúye la terminología
sacerdotal en sentido estricto y no deja en buen lugar al gremio de
los sacerdotes de Israel”. Arnau, Ramón. Orden y ministerios.
(Madrid: BAC, 1995): 5-6. “A un especialista de la exégesis
especialmente de la carta a los Hebreos le resulta claro en 1980 que
‘la utilización de categorías sacerdotales conlleva el peligro
manifiesto de retornar inconscientemente a la concepción ritual del
culto del Antiguo Testamento; con lo que se llega a hacer del
sacerdote cristiano un nuevo sacerdote antiguo. En el pasado ese
peligro de regresión no pudo ser evitado’. Con acierto concluye
Vanhoye que ‘en nuestros días es precisamente la tendencia
contraria la que ha llegado a ser dominante y que lleva a rehusar la
expresión sacerdotal en la realidad cristiana”. Parra, Alberto. “Tribu
sacerdotal y exclusivismo cultual”. Theologica Xaveriana 59 (1981):
141.
algunas teólogas que buscaban visibilizar a las mujeres en sacerdotalización de las funciones de liderazgo y servicio,
la historia del cristianismo se interesaron por el lugar que enmarcados dichos textos en el contexto de los primeros
ellas habrían ocupado en las comunidades siglos de la historia del cristianismo, cuando las mujeres
neotestamentarias y en las iglesias de los primeros siglos. fueron excluidas de la organización eclesial, pero también
los textos que evidencian la presencia de mujeres
En cuanto a la evolución histórica de las funciones de
ordenadas; el tercer momento se ocupa de escritos de
liderazgo y servicio, las prácticas históricas en relación con
autores que en el marco de los desarrollos de la teología
la organización de la Iglesia muestran un doble
escolástica dieron forma a la teología del sacramento del
movimiento: de la diversidad ministerial de la Iglesia
orden como sacramento del sacerdocio, haciendo notar
neotestamentaria a la sacerdotalización de los ministerios
por qué se les negó la ordenación a las mujeres,
y del exclusivismo clerical a la diversidad de ministerios en
planteamientos teológicos que fueron acogidos por el
la eclesiología del concilio Vaticano II. Doble movimiento
magisterio eclesial disciplinar y doctrinal; el cuarto
en el que las mujeres fueron excluidas en el paso de la
momento se ocupa de los documentos posconciliares que
diversidad ministerial al sacerdocio pero siguieron siendo
niegan la posibilidad de ordenación a las mujeres en su
excluidas en la nueva praxis ministerial que corresponde al
empeño de defender la tradición de una cultura patriarcal
segundo movimiento en el marco de la renovación
que las ha marginado y que son contemporáneos de las
eclesiológica propiciada por Vaticano II. Al menos en los
líneas eclesiológicas trazadas por el concilio Vaticano II
documentos.
que proponen nuevas formas de participar en la vida y
Por eso resulta oportuno un repaso de textos misión de la Iglesia.
neotestamentarios y de autores representativos y
documentos del magisterio eclesial que registran dichas
prácticas y que agrupé en cuatro momentos, para cada
uno de los cuales pretendo esbozar el contexto en el que
tomaron forma, como también identificar las razones de la
presencia / ausencia de las mujeres en la organización
jerárquica de la Iglesia. El primer momento aborda la
organización de las comunidades de creyentes en las que
las mujeres participaron activamente, como lo registran los
textos neotestamentarios enmarcados en la ruptura con las
formas cultuales del Antiguo Testamento; el segundo
momento recoge textos que representan el proceso de
2.1 Participación de las mujeres en la
diversidad de formas de liderazgo y servicio
de las Iglesias neotestamentarias
10
Joanna Dewey interpreta este cambio en razón del paso de un
movimiento oral, en el que los marginados podían participar, a un
movimiento dependiente de textos escritos que fueron
la organización jerárquica porque la sacerdotalización – mujeres participaban activamente en la vida de las
que implicaba prohibiciones relacionadas con la pureza comunidades, asumiendo responsabilidades de liderazgo
cultual– contribuyó a su exclusión, discriminándolas y y servicio según el testimonio del corpus paulino y del
marginándolas de los espacios sagrados, de los objetos quinto evangelio. Ahora bien, las cartas pastorales
sagrados, de las personas sagradas. introdujeron y fijaron la triada episkopos o vigilante,
presbiteroi o ancianos, y diakonoi –hombres y mujeres– o
El contexto: el proceso de sacerdotalización de los servidores, al lado de los ministerios de los doctores y las
viudas (I Tim 3,1-13; 5,9-10.17).
ministerios
En algunos de los textos de los siglos I a IV es posible
El proceso de sacerdotalización11 o paso de los ministerios
trazar cómo se dio el proceso de sacerdotalización de los
al sacerdocio que caracteriza este periodo. Comenzó
ministerios. Los autores más representativos son Clemente
debido a la necesidad de mostrar la continuidad entre el
Romano (s. I) e Ireneo de Lyon (s. II), y son asimismo
Antiguo y el Nuevo Testamento que el gnosticismo
valiosos los datos que aporta la Traditio Apostólica (s. III),
cuestionaba y que ocasionó la transposición de las
atribuida a Hipólito Romano12. También testimonian este
instituciones del judaísmo a la comunidad eclesial: el sumo
proceso, entre otros documentos, La Didajé (s. I), Ignacio
sacerdote se equiparó con el episkopos, los sacerdotes
de Antioquía (s. I), Cipriano de Cartago (s. III), Tertuliano
con los presbiteroi y los levitas con los diakonoi,
(s. III), La Didascalia de los apóstoles (s. III), Las
considerando los tres ministerios como “órdenes” o
Constituciones apostólicas (s. III-IV) y los concilios del siglo
“tagmas” a la manera del culto antiguo. Hasta entonces,
IV.
no sobra repetirlo, los dirigentes de la comunidad no
recibían el título de sacerdotes y, conviene subrayarlo, las La Didajé (s. I) habla del liderazgo de profetas y doctores
al alertar contra los falsos profetas y los falsos doctores,
seleccionados por quienes poseían el saber y, consiguientemente, el como también de obispos y diáconos que hacen el oficio
poder. Cfr. Dewey, “De las historias orales al texto escrito”, 367-378 de profetas y doctores, pero no menciona presbíteros ni
11
Alberto Parra define el proceso de sacerdotalización de los ningún otro ministerio y no utiliza la palabra sacerdotes:
ministerios como “proceso de histórica interpretación de los
ministros y los ministerios de la Iglesia a nivel teórico y práctico en Para el cargo de obispos y diáconos del Señor,
categorías provenientes del Antiguo Testamento. Proceso que elegiréis a hombres humildes, desinteresados,
conlleva no una simple denominación externa en términos
sacerdotales (quaestio de nomine) sino realidades de muy profunda
12
denominación”. Parra, Alberto. “El proceso de sacerdotalización: Cfr. Parra, Alberto. “El proceso de sacerdotalización: Una histórica
Una histórica interpretación de los ministerios eclesiales”. Theologica interpretación de los ministerios eclesiales”. Theologica Xaveriana 28
Xaveriana 28 (1975): 82. (1975): 79-100.
veraces y probados, porque también hacen el aquellos a quienes él lo autorice. Donde está el
oficio de profetas y doctores. No los menospreciéis obispo, allí está la comunidad; de la misma manera
porque son vuestros dignatarios, juntamente con que allí donde está Jesucristo está la Iglesia
vuestros profetas y doctores13. católica. No es lícito, sin el obispo, bautizar, ni
celebrar el ágape eucarístico15.
Por su parte Ignacio de Antioquía (s. I) reconoce al obispo,
el presbiterio y los diáconos como los responsables de la La Carta a los Corintios o Prima Clementis fue escrita hacia
comunidad, precisando que el obispo debía presidir la el año 96 para responder a una circunstancia muy
eucaristía y el bautismo: concreta: la comunidad de Corinto había depuesto a sus
dirigentes que ella misma había elegido y que eran
Es, pues, necesario que no realicéis nada sin el
sucesores de los apóstoles, pero no es claro el título que
obispo, y que os sometáis también al presbiterio
recibían, si obispos o presbíteros. En todo caso, para
como a los apóstoles de Jesucristo. Es preciso
convencer a la comunidad de que no era justo destituirlos,
también que los diáconos, siendo de los misterios
Clemente –de formación judía y obispo de Roma– recurre
de Jesucristo, agraden a todos. Porque no son
al método haggádico que utilizaban los rabinos,
diáconos de comidas y bebidas sino servidores de
proponiendo como modelos a personajes e instituciones
la Iglesia de Dios. [...] Igualmente, que todos
del Antiguo Testamento. Pero a diferencia de la carta a los
reverencien a los diáconos como a Jesucristo,
Hebreos –que en forma alegórica se refiere al culto
como también al obispo que es figura del Padre, a
antiguo, al santuario, a los sacrificios, a las leyes rituales– la
los presbíteros como senado de Dios y como
Prima Clementis traslada dichas instituciones a la
asamblea de los apóstoles; sin estos no se puede
comunidad cristiana y las actualiza. Por eso el argumento
llamar Iglesia14.
que esgrime la carta es que Cristo, tal como las figuras
Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y sacerdotales del postexilio, reúne el poder religioso y el
al presbiterio como a los apóstoles; reverenciad a poder civil porque procede de la tribu de Leví al igual que
los diáconos, como al mandato de Dios. Nadie los sacerdotes de la antigua alianza y de la tribu de Judá
haga nada de lo relacionado a la Iglesia sin el como rey y príncipe por lo que recibe el título de sumo
obispo. Téngase por válida aquella eucaristía que sacerdote y pontífice. Lo más significativo es que la carta
se celebra bajo la presidencia del obispo o de traslada la organización sacerdotal jerárquica a la Iglesia,
identificando los tagmas judíos como tagmas eclesiales.
13
La Didajé XV,1-2.
14 15
Ignacio de Antioquía. Carta a los trallanos II,1-III,1. Ignacio de Antioquía. Carta a los esmirnenses VIII,1.
Argumenta, además, que el culto judío se actualiza en la y, por eso, pudo trabajar en sábado sin quebrantar la Ley
comunidad cristiana, recurriendo al vocabulario sacrificial como los sacerdotes en el altar, como también que Jesús
cultual del Antiguo Testamento, por lo cual interpreta la procede, según la carne, de Leví y de Judá en cuanto
eucaristía como sacrificio en continuidad con los sacrificios sacerdote y rey. Y considerando que el sacerdocio se
veterotestamentarios, y, desde esta interpretación, las ordena al sacrificio, interpretó la eucaristía como oblación
funciones de liderazgo que se habían entendido como y sacrificio en continuidad con el sistema cultual del
servicio comienzan a entenderse en función del culto y los Antiguo Testamento cuyos sacrificios no habían sido
dirigentes de las comunidades de creyentes se convierten abolidos, como tampoco había sido abolido el sacerdocio
en funcionarios de un culto sacrificial que los sacraliza y los sino prolongado en el nuevo sacerdocio. Por otra parte,
constituye, al igual que los sacerdotes judíos, en tribu o Ireneo no hace distinción entre discípulos y apóstoles: “Es
casta separada de la comunidad, con lo cual se consagró necesario escuchar a los presbíteros de la Iglesia: son los
la separación entre el orden de los sacerdotes y el resto sucesores de los apóstoles como os lo hemos explicado; y
de la comunidad. Y para demostrar el derecho de los con la sucesión del episcopado han recibido la
obispos y sacerdotes para gobernar la comunidad consagración en la verdad según el gozoso deseo del
propuso como argumento definitivo el castigo que por Padre”16. Además interpretaba los sacerdotes del Antiguo
levantarse contra los sacerdotes recibieron Datán y Abirón, Testamento y, como ellos, a los del Nuevo Testamento
quienes no pertenecían a la casta sacerdotal. como un orden, mientras los herejes gnósticos son como
Nadab, Abihú, Coré, Datán y Abirón que profanaron el
Para refutar la herejía gnóstica, que planteaba que el Dios
altar del sacrificio.
del Antiguo Testamento no era el mismo Dios Padre de
Nuestro Señor Jesucristo, el obispo Ireneo de Lyon (s. II) En la iglesia de Cartago del siglo III, a la que perteneció el
escribió el Adversus haereses. Con el propósito de obispo Cipriano, había obispos, presbíteros y diáconos,
demostrar la continuidad de los dos testamentos, Ireneo pero también confesores de fe, vírgenes, viudas,
reinterpretó el cristianismo en marcos de comprensión catecúmenos, lectores, exorcistas, acólitos y subdiáconos.
judíos, empleando el método tipológico o alegórico de Lo novedoso es que, debido al cometido que algunos
interpretación de las Escrituras: el Antiguo Testamento tenían en la liturgia, se fue constituyendo un grupo que
halla su cumplimiento en el Nuevo y los tipos del Antiguo tenía un cierto poder y se fue separando de los que no
Testamento encuentran su correspondencia en el Nuevo tenían ese cometido ni ese poder, estableciéndose una
como prefiguración de la nueva comunidad. Al mismo distancia entre dos estamentos eclesiales acerca de la cual
tiempo argumentaba que el Verbo, según su divinidad, se
relacionó con la clase sacerdotal del Antiguo Testamento
16
Ireneo. Adversus haereses IV, 26, 2.
escribió Cipriano: “Quienes han recibido el honor del ordenación de obispos, presbíteros, diáconos y
sacerdocio divino y han sido constituidos miembros del confesores, como también el rito de institución de viudas,
clero, no han de servir sino al altar y a los sacrificios”17. Y lectores, vírgenes y subdiáconos. Según Alberto Parra, el
“con esta idea de la suprema dignidad sacerdotal –escribe propósito de este texto litúrgico habría sido, “fijar las
Ramón Arnau– se opera un cambio no solo en la costumbres litúrgicas ortodoxas ante el desorden
terminología, sino también en la comprensión del obispo, introducido por la herejía gnóstica y especialmente por
ya que se pasa de la categoría del servicio a la del Marción, sobre todo en el terreno de la celebración
honor”18. sacramental” 20 . Como Ireneo y Cipriano, La Tradición
Apostólica interpretó el culto cristiano desde la visión
También a la separación funcional se refirió Tertuliano (s.
judía, haciendo una trasposición de órdenes y funciones
III), quien comenzó a emplear las palabras ordo y clerus
del Antiguo al Nuevo Testamento, considerándolas
para referirse al grupo al que pertenecían obispos,
prefiguradas en el sacerdocio antiguo. Asimismo
presbíteros y diáconos, mientras al resto de la comunidad
interpretó la identidad del obispo en términos
la denominó plebs christiana19. Vale la pena recordar, al
sacerdotales y cultuales: en la plegaria de ordenación
respecto, que en el mundo romano ordo era una
episcopal, al dirigirse a Dios “que has establecido
institución social –por ejemplo, el orden de los senadores–
dirigentes y sacerdotes y no has dejado tu santuario sin
diferente de la plebs, y que a un ordo se accedía por
que haya quien lo sirva”, pide por quien ha sido elegido
méritos y se ascendía por grados mediante un ritual u
para el episcopado para que “ejerza el supremo
ordinatio, lo que traducido al mundo eclesiástico
sacerdocio de manera irreprochable” y “tenga, en virtud
significaba para obispos, presbíteros y diáconos formar
del espíritu del supremo sacerdocio, el poder de perdonar
parte de un grupo que detentaba una dignidad –el ordo
los pecados según tu mandato, que distribuya los cargos,
sacerdotalis– mediante el rito de la ordinatio sacerdotalis.
según tu precepto y que desate toda atadura por el poder
La importancia de La Tradición Apostólica, atribuida a que diste a tus apóstoles”21, interpretación que aparece
Hipólito Romano (s. III), es que describe el rito de también en la oración que el obispo pronuncia sobre el
diácono al identificarse, en su condición de obispo, como
quien “goza del sumo sacerdocio” y al identificar el
17
“Cipriano a los presbíteros, diáconos y pueblos de Furni”, en:
Cipriano de Cartago. Cartas. Introducción y notas de María Luisa
20
García Sanchidrian. (Madrid: Editorial Gredos, 1998): 54. Parra, Alberto. “El proceso de sacerdotalización: Una histórica
18
Arnau, Ramón. Orden y ministerios. (Madrid: BAC, 1995): 86. interpretación de los ministerios eclesiales”. Theologica Xaveriana
19
Ponce Cuéllar, Miguel. Llamados a servir: Teología del sacerdocio 28/1 (1978): 93.
21
ministerial. (Madrid: Herder, 2001): 212-214. La Tradición Apostólica 24.
diaconado como un escalón de acceso al “grado de orden Salvador data probablemente de los primeros años del
superior”22. siglo III y la versión conocida proviene de la región
septentrional de Siria. Está cercanamente emparentada
Además, La Tradición Apostólica ofrece elementos de la
con La Didajé, Las Constituciones Apostólicas y la Traditio
organización eclesial, por ejemplo la elección del obispo
Apostólica y, al igual que los textos contemporáneos,
por parte de la comunidad y el gesto de imposición de
identifica al obispo en función del sacerdocio antiguo
manos como gesto constitutivo de su ordenación de
como sumo sacerdote y levita. Importante, además,
obispos23, de la ordenación de presbíteros, a quienes el
resaltar las figuras que utiliza La Didascalia para referirse al
obispo “impondrá la mano sobre la cabeza y también
obispo, diáconos, diáconas, presbíteros, viudas y
todos los presbíteros”24, y de la ordenación de diáconos, a
huérfanos: el obispo como mediador es figura de Dios, el
quienes solamente el obispo les imponía la mano “porque
diácono [ο διακονος] como figura de Cristo, la diácono
no es ordenado para el sacerdocio sino en función del
[η διακονος] como figura del Espíritu Santo, los presbíteros
ministerio del obispo, para que haga lo que él ordene. [...]
como figura de los apóstoles, y las viudas y los huérfanos
No recibe el espíritu común del presbiterio, del cual
como figura del altar27. Pero sobre este texto vuelvo más
participan los que son presbíteros, sino que le es dado
adelante.
bajo la potestad del obispo. De ahí que sólo el obispo
ordena al diácono”25. En cuanto al rito de institución de Del siglo III y IV son Las Constituciones apostólicas,
viudas, lectores, vírgenes y subdiáconos 26 precisa que a también provienen del ámbito siríaco y retoman
ninguno se le impone la mano. elementos de La Didascalia de los apóstoles (s. III) en los
primeros seis libros, de La Didaché (s. II) en el Libro VII y
La Didascalia de los apóstoles o Doctrina católica de los
de La Tradición apostólica (s. III) en el Libro VIII. Como los
doce apóstoles y de los santos discípulos de nuestro
documentos anteriormente citados, interpreta en clave
veterotestamentaria los ministerios del obispo, de los
22
La Tradición Apostólica 30. presbíteros y de los diáconos; de los lectores, cantores y
23
“Será ordenado obispo aquél que, siendo irreprochable, haya sido celadores de las puertas; de las diáconos, las viudas, las
elegido por todo el pueblo. Una vez dado su nombre y aceptado, vírgenes y los huérfanos:
todo el pueblo se reúne, en domingo, con los presbíteros y diáconos
y junto con los obispos presentes. Con el consentimiento de todos, Porque ellos [los obispos] son vuestros pontífices;
estos le impondrán las manos. Los presbíteros están presentes sin vuestros sacerdotes son los presbíteros, y vuestros
hacer nada”. La Tradición Apostólica 24. levitas son en la actualidad los diáconos
24
La Tradición Apostólica 28.
25
La Tradición Apostólica 29.
26 27
La Tradición Apostólica 31-32. Cf. La Didascalia de los Apóstoles IX,XVI,4-8.
[οι διακονοι], son vuestros lectores, vuestros altar; considerad a las vírgenes como
29
cantores y celadores de las puertas, son vuestras representantes del incensario y del incienso .
diáconos [αι διακονοι υµων], las viudas, las
Y también sobre este documento vuelvo más adelante.
vírgenes y los huérfanos28.
El concilio de Nicea (325), convocado por el emperador
También, como La Didascalia, recurre a una serie de
Constantino en el marco de la controversia suscitada por
figuras para tipificar los ministerios:
el arrianismo, además de definir el dogma cristológico
El diácono le asistirá [al obispo] al igual que Cristo promulgó decretos disciplinarios en relación con la
asiste al Padre. [...] Considerad a la diácono organización eclesial, refiriéndose en ellos a la existencia
[η διακονος] como tipo del Espíritu Santo; ella no de obispos, presbíteros o sacerdotes, diáconos y
hace ni dice nada sin el diácono [ο διακονος], de la diaconisas. Entre otras medidas, estableció el
misma manera como el Paráclito no hace ni dice procedimiento para elegir y ordenar a un obispo por
nada por sí mismo, sino que glorificando a Cristo, todos los obispos de su provincia o, al menos por tres de
está atento a su voluntad; y puesto que nadie ellos (canon 4) y se refirió a la imposición de manos como
puede creer en Cristo sin ser instruido por el gesto ritual de pertenencia al estado clerical, a propósito
Espíritu, igualmente no permitáis que ninguna de los novacianos y los paulianistas, que eran seguidores
mujer acceda al diácono o al obispo sin pasar por de Pablo de Samosata, a quienes el concilio ordenó
la diácono [της διακονου]. Considerad a los bautizar de nuevo pues existían dudas acerca de la validez
presbíteros como a quienes nos representan a del bautismo anterior:
nosotros, los apóstoles; [...]. A las viudas y a los
Canon 8. Acerca de los que antes se llamaban a sí
huérfanos, consideradles como representantes del
mismos kátharos o puros [es decir, los novacianos],
pero que se acercan a la Iglesia católica y
apostólica, plugo al santo y grande Concilio que,
28 29
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II,25,12. Las Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II,26,3. Las
Constituciones Apostólicas II,26,3. La numeración no coincide en las Constituciones Apostólicas II,26,6. La numeración no coincide en las
dos versiones. Obsérvese que, en el texto griego, el mismo párrafo dos versiones. Obsérvese que, en el texto griego, el mismo párrafo
se refiere a los diáconos [οι διακονοι] y a las diáconos se refiere a la diácono (η διακονο ) y al diácono (ο διακονο ), pero
[αι διακονοι], pero las traducciones prefieren la palabra diaconisa las traducciones prefieren la palabra diaconisa para referirse al
para referirse al ministerio femenino. ministerio femenino.
puesto que recibieron la imposición de manos, 2,11-12), documentos de los primeros siglos muestran que
permanezcan en el clero (Dz 55). continuaron participando activamente en la vida de la
Iglesia y desempeñaron funciones eclesiales30: existieron
Canon 19. Sobre los que fueron paulianistas y se
las viudas, como un orden semejante al de los obispos,
refugiaron luego en la Iglesia católica, se promulgó
presbíteros y diáconos, y las diáconos y diaconisas,
el decreto que sean rebautizados; y si algunos en el
elegidas por el obispo para –entre otros servicios– asistir al
tiempo pasado pertenecieron al clero, después de
bautismo de las mujeres por razones de decencia, visitar a
rebautizados, si aparecieren irreprochables e
las enfermas también por razones de decencia y velar por
irreprensibles, después de rebautizados,
el buen orden de la asamblea; asimismo existieron las
impóngaseles las manos por el obispo de la Iglesia
ammas o madres del desierto, las monjas pacomianas, las
católica (Dz 56).
romanas que fundaron cenobios en Palestina y las
A este canon me vuelvo a referir más adelante debido a matronas romanas que se reunían en sus casas para llevar
que explicita el procedimiento de admisión en la Iglesia vida monástica y recibir instrucción en la Biblia31.
católica de las diaconisas provenientes del paulianismo y
merece especial atención por las diversas interpretaciones
que ha recibido.
Asimismo, el concilio de Calcedonia (451), otro concilio 30
Acerca de la presencia y ausencia de las mujeres en la Iglesia antigua
cristológico, se pronunció en términos disciplinares sobre he acudido, entre otros, a los trabajos de Roger Gryson (1972), Aimé
las ordenaciones de los clérigos: obispo, presbítero, Georges Martimort (1972), Cipriano Vagaggini (1974), María Jesús
Muñoz Mayor (1998), Karol Madigan y Carolyn Osiek (2005), Cloe
diácono, subdiácono, acólito, exorcista, lector, ostiario y
Taddei Ferretti (2014), Cristina Simonelli y Moira Scimmi (2016), a
salmista en los cánones 1 a 10 (Dz 150-158); también a las quienes cito muy frecuentemente y que me han permitido llegar en
“ordenaciones para consagrar a las vírgenes y viudas” que algunas ocasiones a las fuentes primarias.
31
el Denzinger solamente menciona y a la edad requerida A este grupo de mujeres dirigió San Ambrosio el De virginibus y
para ordenar una diaconisa en el canon 15 que tampoco refiriéndose a ellas escribieron San Jerónimo y San Juan Crisóstomo:
“Sé que hay muchos que me censuran porque a veces escribo a
aparece en el Denzinger.
mujeres y prefiero el sexo débil a los varones. Si los varones me
preguntaran sobre las Escrituras, no escribiría a mujeres. Básteme
Textos representativos de presencia y ausencia de las decir que el Señor resucitado se apareció primero a las mujeres para
que los hombres se avergonzaran de no haber buscado lo que ya las
mujeres en la organización eclesial mujeres habían encontrado”. San Jerónimo. Epist. 65, col. 1138. “No
No obstante la orden a las mujeres de guardar silencio en sólo entre los hombres triunfa esta vida, la monástica, sino también
entre las mujeres. Y, en efecto, no menos que aquellos filosofan
las asambleas (1 Cor 14,33b-35) y de no enseñar (1 Tim
estas”. San Juan Crisóstomo. In Matt. Hom. 8.4, cols. 586-587).
Aunque es difícil reconstruir su presencia pues carecían de IV), Gregorio de Nisa (s. IV), Juan Crisóstomo (s. IV)– y
voz propia y las fuentes que aluden a ellas fueron escritas otros autores de la época como Egeria (s. IV), Teodoreto
e interpretadas por manos masculinas 32 , gracias a las de Ciro (s. V), Paladio (s. V) y Sozómeno (s. V), entre otros;
investigaciones de las teólogas y de algunos historiadores en cuarto lugar, colecciones de prácticas eclesiales,
bien intencionados es posible hacer un repaso de algunos normas y doctrinas que testimonian ministerios eclesiales
testimonios de dicha presencia. En primer lugar, femeninos como La Tradición Apostólica (s. III), La
documentos de los tres primeros siglos que simplemente Didascalia (s. III), Las Constituciones Apostólicas (s. IV), el
registran la presencia de mujeres ejerciendo funciones en Testamentum Domini (s. V) y los Statuta Ecclesiae Antiqua
la comunidad eclesial, como las cartas de Ignacio de (s. V); en quinto lugar, pronunciamientos de los concilios a
Antioquía (s. I), una carta de Plinio el Joven al emperador partir del siglo IV que en sus cánones se refieren a
Trajano (s. II) y las referencia que hacen Clemente de ministerios eclesiales femeninos, algunos con medidas
Alejandría (s. II) y Orígenes (s. III); en segundo lugar, disciplinares contra quienes persistían en ordenar a las
escritos de polemistas contra la herejía –Ireneo de Lyon (s. mujeres –Nicea (325), Laodicea (s. IV o V), Nimes (396), el
II), Tertuliano (s. III), Firmiliano (s. III), Epifanio de Salamina canon 25 de Orange (441) y el II concilio de Orleans (533)–
(s. IV) y el Ambrosiaster (s. IV)– que cuestionaron y o que reglamentaron el ministerio de las diaconisas, como
rechazaron que las mujeres prestaran un servicio que el de Calcedonia (451), asimismo contiene medidas
solamente deberían prestar los varones33; en tercer lugar, disciplinarias una carta del papa Gelasio (494) que prohíbe
testimonios del diaconado femenino que ofrecen los a las mujeres desempeñar funciones litúrgicas o ser
escritos de los padres capadocios –Basilio de Cesarea (s. ordenadas y la codificación de nuevas leyes civiles
conocida como las Novellae de Justiniano (s. VI) que
32 reglamenta la ordenación de diaconisas; y, por último,
Muñoz Mayor, María Jesús. “Presencia testimonial de las mujeres en
la Iglesia (s. I-V)”, en Mujeres que se atrevieron. Isabel Gómez-Acebo algunos testimonios litúrgicos de la ordenación de
(ed.). (Bilbao: Desclée de Brouwer, 1998): 26. diaconisas.
33
Refiriéndose “algunas sectas heréticas de los primeros siglos, sobre
todo gnósticas, [que] quisieron hacer ejercitar el ministerio
sacerdotal a las mujeres”, y precisando que “tal innovación fue En primer lugar, entonces, documentos de los tres
inmediatamente señalada y condenada por los Padres, que la
primeros siglos que registran la presencia de mujeres
consideraron inaceptable por parte de la Iglesia” (II 1), la declaración
Inter insigniores (1976) de la Congregación para la Doctrina de la Fe ejerciendo funciones en la comunidad eclesial: del obispo
cita en nota de pie de página el Adversus haereses de Ireneo, el De Ignacio de Antioquía (s. I), el saludo de su Carta a los
Praescriptione haereticorum de Tertuliano, la carta de Firmiliano de esmirnenses en el que se refirió a “las vírgenes llamadas
Cesárea al obispo Cipriano, el Panarion de Epifanio, y un comentario
de Orígenes que no incluí en mi repaso de textos.
viudas”34 como un estamento eclesial; y la “Carta de Plinio enseñará a las viudas y huérfanos” 36 , acción esta que
el Joven al emperador Trajano” que da noticia de la permite suponer que Grapte podría ser una diácono pero
existencia, a finales del siglo I o comienzos del siglo II, de sin poder asegurarlo37. Como también la referencia a un
un ministerio femenino, aunque no precisó cuál era dicho ministerio diaconal femenino que se lee en Stromata de
ministerio. En su carta al emperador, el gobernador de Clemente de Alejandría (l50-215). Hablando de la labor
Bitinia menciona a dos esclavas a las que torturó con el evangelizadora de Pedro, Felipe y Pablo, comenta que
propósito de conocer e informar de la vida de los “llevaron con ellos a mujeres, no como esposas sino como
cristianos y acerca de la cual ofrece un juicio: hermanas, que les ayudaban en el servicio de las mujeres
que permanecían en la casa: mediante aquellas la
Lo que más me convenció de la necesidad de
enseñanza del Señor llegó a los aposentos de las mujeres
investigar qué había allí efectivamente de verdad, a 38
través de dos esclavas que eran llamadas diáconos sin levantar sospecha” , dato que hace pensar en
[ex duabus ancillis quae ministrae dicibantur], documentos posteriores que mencionan el diaconado de
recurriendo incluso a la tortura. No he encontrado mujeres, cuya función principal era que podían entrar a los
nada, fuera de una superstición burda y espacios de las mujeres a donde a los hombres les estaba
desequilibrada35. prohibido. Igualmente interesante es el comentario de
Orígenes (s. III) al versículo de la carta a los Romanos en el
Otro testimonio representativo se encuentra en El Pastor que Pablo menciona a Febe, pues claramente se refiere a
de Hermas (s. II) cuyo autor, probablemente un judío la presencia de mujeres en la organización eclesial:
cristiano, invita a la penitencia mediante visiones de
género apocalíptico. Al final de la segunda visión, Hermas
recibe como encargo escribir dos libros y enviarle uno a
Clemente para que lo reenvíe “a las ciudades extranjeras, 36
El Pastor de Hermas. Vis. II,IV
porque este es su deber” y el otro a Grapte, quien “lo 37
Cf. Scimmi, Moira. “Excursus storico”, en: Donne diacono? La posta
in gioco. Cristina Simonelli y Moira Scimmi (eds.). (Padova:
Messagero, 2016): 58.
38
“Sed hi quidem, ut erat consentaneum, ministerio, quod divelli non
34
Ignacio de Antioquía. Carta a los esmirnenses XIII,1. poterat, prædicationi scilicet, attendentes, non ut uxores, sed ut
35
Cita tomada del artículo de Abdón Moreno García, “El ministerio en sorores circumducebant mulieres, quæ una ministraturæ essent apud
las pastorales: El evangelio de la gloria del Dios feliz que se me mulieres quæ domos custodiebant: per quas etiam in gynæceum,
confió”. Salmanticensis 55 (2008): 262. El autor traduce ministrae por absque ulla reprehensione malave suspicione, ingredi posset
diaconisas, término que no se utilizaba en el siglo I, razón por la cual doctrina Domini. Scimus enim quæ cunque de feminis diaconis in
preferí la palabra diácono, que es la que utiliza la carta a los altera ad Timotheum præstantissimus docet Paulus”. Clemente de
Romanos para referirse a Febe. Alejandría. Stromata III, 6.
Este pasaje enseña con autoridad apostólica que el gnosticismo porque engañaban a las mujeres
las mujeres también están constituidas en el inventándose un rito eucarístico en el que las hacían
ministerio de la Iglesia, oficio en el que se profetizar y les hacían creer que tenían poderes
estableció a Febe en la iglesia de Cencras. [...] Este especiales40.
pasaje enseña dos cosas, que las mujeres deben
También los escritos de Tertuliano (160-220), otro de los
ser consideradas ministras de la Iglesia y que
llamados polemistas, se enmarcan en su lucha contra los
deben ser admitidas en el ministerio aquellas que
gnósticos y contra otros grupos que desde la ortodoxia
hayan asistido a muchos y que, por sus buenos
fueron considerados herejes y en los que las mujeres
servicios, hayan merecido llegar a la alabanza
enseñaban, profetizaban, predicaban, bautizaban e incluso
apostólica39.
presidían la eucaristía. Así, refiriéndose a las prácticas de
los gnósticos, Tertuliano los acusaba de dar espacio a las
mujeres en sus comunidades: “Las mujeres de estos
En segundo lugar se abordan los escritos de polemistas
herejes no solo osan enseñar, debatir, practicar
que cuestionaron y rechazaron que las mujeres prestaran
exorcismos y realizar curaciones, sino incluso bautizar”41. Y
un servicio que solamente deberían prestar los varones.
refiriéndose a las prácticas de los montanistas, cuyo
Entre dichos autores polemistas se encuentra, Ireneo de
fundador, Montano, se declaraba sucesor de los apóstoles
Lyon (s. II), que en su tratado Adversus haereses cuestionó
junto con Ammia, Priscila y Maximila, Tertuliano cuestionó
a las sectas gnósticas en las que era significativa la
con indignación que las mujeres bautizaran:
presencia femenina, fundamentada en las revelaciones de
Jesús a María Magdalena, a quien “el Señor la amó más Por lo demás, la insolencia de ciertas mujeres que
que a nosotros” (Evangelio de María 10,1-3), con quien han usurpado el derecho de enseñar, ¿las llevará
Jesús resucitado dialoga en Pistis Sophia y a quien el hasta arrogarse el de bautizar? No quiero creerlo, a
Evangelio de Felipe presenta como “compañera de menos que no surja una nueva bestia semejante a
Jesús” (59,7-9). Entre otros argumentos, Ireneo cuestionó la primera. Que si algunas de estas mujeres
temerarias, que leen sin discernimiento alguno los
39
“Et hic locus apostolica auctoritate docem etiam feminas in
ministerio Ecclesiae constitui. In quo officio positam Poeben apud
40
Ecclesiam quae est in Cenchris. [...] Et ideo locus hic duo pariter Ireneo de Lyon. Adversus haereses I, 13,3.16.
41
docet, et haberi, ut diximus, feminas ministras in Ecclesia, et talels “Ipse mulieres hereticae, qam procaces! Quae audeant docere,
debere assumi in ministerium, qae astiterin multis, et per bona officia contendere, exorcismos agere, curationes repromittere, forsitam et
usque ad apostolicam laudem meruerint pervenire”. Orígenes. tingere”. Tertuliano. De praescriptione haereticorum XLI,1-4. P. L. 2,
Comment. in Epist. ad Rom. X,17. P. G. 14, col. 1278. col. 56.
escritos de san Pablo, se atreven a justificar sus lo que ha valido la muerte al Hijo de Dios. ¿Y aún
pretensiones porque se dice que el apóstol dio a así piensas cubrir de adornos tus túnicas de piel?43.
Tecla el poder de enseñar y bautizar, sepan ellas
Y por eso es comprensible que, desde la opinión que
que el libro que las autoriza no es de san Pablo
tenía de las mujeres enmarcada en la visión tradicional de
sino de un sacerdote de Asia que lo escribió bajo
su función en la sociedad, escribiera:
el nombre de Pablo42.
No se permite a la mujer hablar en la iglesia, ni
Es de suponer su indignación dado que culpaba a las
enseñar, ni bautizar, ni ofrecer la eucaristía, ni
mujeres de todos los males de la humanidad:
cualquier otra función masculina y menos aún
Das a luz entre dolores y angustias, mujer; sufres la reivindicar un oficio sacerdotal44.
atracción de tu marido y él es tu señor. ¿Ignoras
Probablemente al grupo de Montano pertenecía una
que eres Eva? Vive en este mundo la sentencia
mujer de la que habla Firmiliano (s. III), otro de los autores
contra tu sexo. Eres la puerta del diablo. Eres tú
polemistas y obispo de Capadocia, en carta a Cipriano,
quien ha roto el sello del Árbol; eres la primera que
obispo de Cartago, probablemente escrita en el año 256:
ha violado la ley divina; eres tú quien ha
embaucado a aquél a quien el diablo no pudo De repente apareció aquí una mujer que tenía
atacar; eres tú quien ha vencido tan fácilmente al éxtasis, se presentaba como profeta y obraba
hombre, imagen de Dios. Es tu salario, la muerte, como si estuviese llena del Espíritu Santo. [...] Se
atrevió incluso varias veces a fingir que, con su
43
“In doloribus et anxietatibus paries, mulier, et ad virum tuum
conversio tuo; et ille dominabitur tui; et Evam te esse nescis? Vivit
sententia Dei super sexum istum, in hoc saeculo: vivat et reatus
42
“Petulantia autem mulieris qae usurpavit docere, unique non etiam necesse est. Tu es diaboli janua, tu es arboris illius resignatrix, tu es
tinguendi jus sibi pariet, nisi si quae nova bestia evenerit similis divina legis prima desertrix, tu es quae eam persuasisti, quaem
prostinae: ut quemadmodum illa Baptismum auferebat, iata aliqua diabolus aggredi non valuit. Tu imaginem Dei, hominem, tam facile
per se eum conferat. Quod si quae Paulo perperam adscripta sunt elisisti: propter tuum meritum, id est mortem, etiam Filius Dei mori
exemplum Theclae ad licentiam mulierum docendi tinguendique habuit; et adornari tibi in mente est super pelliceas tuas tunicas?”
defendunt; sciant in Asia presbyterum, qui eam scripturam construxit, Tertuliano. De cultu feminarum. Liber primus I,1-2. P. L. 1. col 1303.
44
quasi titulo Pauli de suo cumulans, convictum atque confessum id se “Non permittitur mulieri in ecclesia loqui (I Cor XIV,34; I Tim II,12)
amore Pauli fecisse, loco decessisse”. Tertuliano. De Baptismo sed nec docere, nec tinguere, nec offerre, nec ullius virilis muneri
XVII,4-5. (P. L. 1): col. 1219. Se refería a Pablo de Samosata, nedum sacerdotalis officii sortem vindicare”. Tertuliano. De
condenado como hereje junto con sus seguidores, los paulianistas. virginibus velandis IX,2. P. L. 2. cols. 901-902.
invocación eficaz, consagraba el pan y realizaba la ella’ y han ignorado el mandato del apóstol, ‘No permito,
eucaristía, y a ofrecer al Señor el sacrificio con el ni que ejerza autoridad sobre el hombre’” 48.
rito de las palabras acostumbradas; hasta bautizaba
En el capítulo “Contra los coliridianos” escribió que
a muchos empleando la fórmula usual y legítima
“algunas mujeres ponen un mantel sobre una silla de
del interrogatorio, de tal manera que, al parecer,
barbero o una banca del parque y en nombre de María
no discrepaba en nada de las normas
ofrecen pan que todos comparten”49, lo que califica como
eclesiásticas45.
“locura de estas mujeres”, de quienes también dice,
Otro polemista, Epifanio de Salamina (315-403), en su generalizando, que “son inestables, propensas al error y
Panarion –también conocido como “El botiquín para todas malvadas”, atribuyendo al tentador el origen de estas
las herejías”– acusaba a algunos grupos de herejes de prácticas porque en su invitación a Eva a ser como dioses
permitir el sacerdocio de mujeres. Concretamente a la las mujeres han sido seducidas y por ello considera
secta de los coliridianos, que rendía culto a María y estaba “diabólicas su enseñanza y su conducta” 50 . A
integrada principalmente por mujeres; a la de los continuación, Epifanio recorre en su argumentación el
antidicomarianos; y a la de los quintilianistas o Antiguo Testamento para concluir que “ninguna mujer
priscilianistas, fundados por Quintila y Priscila. “Contra los ofreció a Dios sacrificios” 51 y, refiriéndose al Nuevo
quintilianistas o pepuzianos, también conocidos como Testamento, precisa que “si Dios hubiera ordenado que
priscilianistas” Epifanio escribió que “tienen mujeres a las las mujeres ofrecieran sacrificios o tuvieran alguna otra
que llaman profetisas” y “justifican la ordenación de función canónica en la Iglesia, María habría sido la primera
mujeres en la Escritura diciendo que la hermana de Moisés en actuar como sacerdote [...] pero ni siquiera se le
era profetisa”46; que “tienen mujeres obispos y presbíteros encomendó la administración del bautismo y ella habría
porque ‘en Cristo Jesús no hay hombre ni mujer’” 47; y que podido bautizar a Cristo en lugar de Juan; [...] y ninguna
“aunque es por Eva que ordenan mujeres para el mujer fue designada como sucesora de los apóstoles en el
episcopado y el presbiterado, deberían tener en cuenta episcopado o el presbiterado” 52 . Y “Contra los
que el Señor dice que ‘el marido tendrá autoridad sobre antidicomarianos” escribió que “ciertas mujeres preparan
48
Ibídem. 49,3,2-3.
45 49
Firmiliano de Cesarea. “Firmiliano a Cipriano. Carta 75”, en: Cipriano Ibídem. 79,1,7.
50
de Cartago. Cartas. (Madrid: Editorial Gredos, 1998): 403-404. Ibídem. 79,2,1; 79,1,6; 79,2,4.
46 51
Epifanio. Panarion 49,1-4; 49,2,2. Ibídem. 79,2,3-6.
47 52
Ibídem. 49,2,5. Ibídem. 79,3,1-4.
un pan y se reúnen para realizar un acto prohibido y además, que los apóstoles solamente escogieron hombres
blasfemo en nombre de la Virgen y ofrecen un sacrificio en como diáconos 56 . Ahora bien, vale la pena señalar que
el que ofician mujeres, lo cual es impío, ilegal y obra del para el autor del Ambrosiaster las mujeres no son imagen
diablo” 53 . Pero reconoce en el capítulo “Contra los de Dios. En su Comentario a la I Corintios, a propósito del
coliridianos” que “en la Iglesia existe un orden de las velo que la mujer debe llevar a diferencia del hombre que
diaconisas. Pero no está permitido para la práctica del no debe cubrirse la cabeza, afirma que “el hombre es
sacerdocio o de cualquier otra función litúrgica sino en creado a semejanza de Dios mientras que la mujer no es
favor de la modestia de las mujeres durante el bautismo o semejanza de Dios” y “la mujer debe por lo tanto cubrirse
al examinarlas en caso de enfermedad y para que no la la cabeza porque ella no es semejanza de Dios y está en
vieran los sacerdotes varones cuando tuviera que estar condición de sujeción. Debido a que la transgresión
desnuda sino la mujer designada por el sacerdote para comenzó con ella, debe cubrirse la cabeza en la iglesia por
atender temporalmente mientras su cuerpo está reverencia al obispo. Tampoco debe hablar” 57 . Y a
descubierto. [...] Para proteger la disciplina y el orden en la propósito del silencio que la mujer debe guardar en la
iglesia, así está reglamentado. Por la misma razón la iglesia, unos versículos más adelante (14,34-35) repite:
palabra de Dios no permite a una mujer ‘hablar’ en la “Porque el hombre es imagen de Dios y la mujer no, y si
iglesia”. Y recuerda Epifanio que “no solo se necesitan ella está sujeta al hombre por la ley de la naturaleza,
diaconisas sino también viudas y que las de mayor edad mucho más debe estarlo cuando está en la iglesia como
han sido llamadas ancianas pero en ningún caso signo de respeto al hombre que es embajador de quien es
sacerdotisas” 54 . Además, en el capítulo “De Fide”, un su cabeza. [...] Si se atreven a hablar en la iglesia es una
resumen de la fe católica, al repasar los distintos órdenes desvergüenza, porque el velo significa sujeción”58.
que conforman el clero incluye “también a las diaconisas,
designadas únicamente para asistir a las mujeres en favor
de la modestia en caso de necesidad durante el bautismo
o una inspección de sus cuerpos”55.
56
El Ambrosiaster (s. IV), por su parte, acusaba a los Ambrosiaster. Com. I Tim. 3,11. Citado por Marcos Sánchez, Mar. “El
montanistas de ordenar mujeres diáconos y argumentaba, lugar de las mujeres en el cristianismo: Uso y abuso de la historia
antigua en un debate contemporáneo”. Studia Historica: Historia
Antigua 24 (2006): 31
57
Ambrosiáster. Commentaries on Romans and 1-2 Corinthians.
53
Ibídem. 78,23,4. Translated and edited by Gerald L. Bray. (Downers Grove, IL:
54
Ibídem. 79,3,6-7; 79,4,1. InterVarsity Press, 2009): 172.
55 58
Ibídem. 21,10. Ibídem. 189-190.
En tercer lugar, a continuación se presentan testimonios juzgadas como dignas, [fueron] instituidas por el obispo al
del diaconado femenino. Primero en la Iglesia de ministerio diaconal de la Iglesia”61.
oriente 59 , donde, como escribe Fernando Rivas, “la
En sus cartas, Basilio de Cesarea (330-379) atestigua la
existencia y el papel de las mujeres diáconos dentro de la
existencia de mujeres diáconos: escribió la Carta 105,
vida de comunitaria es innegable”60 y más frecuente que
fechada en 372, “a las diáconos [Διακονεις] hijas del
en la Iglesia de Occidente, de donde también se recogen
conde Terencio” 62 , gobernador de Capadocia y en la
algunos testimonios. En ambos contextos, se trata de
Carta 199, que recoge diversas regulaciones eclesiásticas
mujeres que ejercieron funciones eclesiales de liderazgo y
conocidas como “cánones de Basilio”, menciona a la
servicio porque –al decir de Moira Scimmi– “siendo
mujer diácono [Η διαχονος] a propósito de su admisión a
la penitencia y a la comunión en caso de haber fornicado,
precisando que “dado que el cuerpo de la diácono
[της διακονου το σοµα] está consagrado ya no permitimos
59
que tenga uso carnal”63. También Gregorio de Nisa (ca.
Cf., entre otros, Muñoz Mayor, María Jesús. “Presencia testimonial
335-395), hermano de Basilio, que escribió la Vida de
de las mujeres en la iglesia (s. I-V)”, en Mujeres que se atrevieron.
Isabel Gómez-Acebo (ed.). (Bilbao: Desclée de Brouwer, 1998): 19-
Macrina, su hermana, en la narración de sus exequias
76; Scimmi, Moira. “Excursus historico”, en: Donne diacono? La menciona a la diácono Lampadion que dirigía el coro del
posta in gioco. Cristina Simonelli; Moira Scimmi (eds.). (Padova: monasterio.
Messagero, 2016): 51-98; Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en la
Iglesia primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino, Pero es en el epistolario de Juan Crisóstomo (347-407),
2006): 51-159; Marucci, Corrado. “Storia e valore del diaconato patriarca de Constantinopla, que se encuentra el mayor
femminile nella Chiesa antica”. Rassegna di Teologia 38 (1997): 771- número de referencias a mujeres diáconos, comoquiera
795; reproducido como: “History and Value of the Feminine
Diaconate in the Ancient Church”, en: Women Deacons? Essays with
Answers. Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota: Liturgical
61
Press, 2016); Rivas Rebaque, Fernando. “Diaconado de las mujeres Scimmi, Moira. “El diaconado femenino y Olimpia, diaconisa de
en el cristianismo primitivo”, en: Mujeres y diaconado. Sobre los Constantinopla”, en: Mujeres y diaconado. Sobre los ministerios en
ministerios en la Iglesia. Silvia Martínez Cano y Carme Soto Varela, la Iglesia. Silvia Martínez Cano y Carme Soto Varela, (eds.). (Estella:
(eds.). (Estella: Editorial Verbo Divino, 2019): 276-338; “Diaconado Editorial Verbo Divino, 2019): 228.
62
de las mujeres en la Antigüedad cristiana”. Iglesia Viva 274 (2018): Basilio de Cesarea. Epístola CV. P. G. 32, col. 511-513. La palabra
29-43. griega para referirse a las hijas de Terencio es el vocativo Διακονει
60
Rivas Rebaque, Fernando. “Diaconado de las mujeres en el que en la versión latina es traducida como diaconissae.
63
cristianismo primitivo”, en: Mujeres y diaconado. Sobre los Basilio de Cesarea. Epístola CXCIX, 154. P. G. 32, col. 729. En la
ministerios en la Iglesia. Silvia Martínez Cano y Carme Soto Varela, versión griega aparecen las palabras Η διαχονος y της διακονου
(eds.). (Estella: Editorial Verbo Divino, 2019): 311. que la versión latina traduce por diaconissa.
que con tres de ellas –Amproukla, Pentadia y Olimpia– reconoce la dignidad de diácono [διακονον]” 68 . Como
mantuvo correspondencia desde el exilio y en una carta a también su comentario a la I Timoteo 3,11 en el que se
Olimpia se refirió a “mi señora, la diácono Sabiniana” refiere a mujeres diáconos cuestionando el que “algunos
[η κυρια µου Σαβινιανη η διακονος], su tía, que había consideran que habla de las mujeres en general. Pero eso
llegado con él “agotada y abrumada por la fatiga, ya que no puede ser. ¿Por qué querría decir algo sobre las
está en una edad en la que es difícil hasta moverse”64. A la mujeres en general en mitad del pasaje? Parece más bien
diácono Amproukla [Αµπρουκλα διαχονω] le escribió tres que reconoce la dignidad de diácono. Está hablando de
cartas 65 ; otras tres a la diácono Pentadia mujeres diáconos [γυναικων διακονων]”69.
[Πενταδια διακονω] 66 y diecisiete a Olimpia, a quien se
También aparecen mujeres diáconos en la carta de
dirige como “mi señora, la diácono [η διακονος] venerable
condolencia que Teodoreto de Ciro (s. V) escribió a la
y amada por Dios, Olimpia” 67 . Resulta, entonces,
diácono Casiana [Κασιανη διαχονω] por la muerte de su
comprensible desde esta circunstancias el comentario de
hijo y la que escribió a la diácono Celerina
san Juan Crisóstomo al texto de la carta a los Romanos
[Κελερινη διαχονω] recomendando a su piedad intervenir
que menciona a Febe: “Mirad cuánto la honra: como la
con los obispos en asuntos de la iglesia de
distingue de entre todas las demás, ya que la nombra
Constantinopla70. En la correspondencia de Teodoreto las
antes que a ninguna otra y la llama hermana [...] y le
historiadoras también identifican a Axia, “una diakonos”71,
a quien le dirigió una carta de condolencia por la muerte
64
Juan Crisóstomo. “Carta 13”, en: Epistolae S. Joannis Chrysostomi.
68
P. G. 52, col. 611. La versión griega reconoce a Sabiniana como Juan Crisóstomo. “Homilía 30 sobre la carta a los Romanos 16,1-2”,
η διακονο que la versión latina tradujo por diaconissa. en: Homiliae XXXIII in Epistolam ad Romanos. P. G. 60, col. 663.
65 69
Juan Crisóstomo. “Carta 96”; “Carta 103”; y “Carta 191”, en: Juan Crisóstomo. “Homilía 11 sobre 1 Timoteo 3,11”, en: Homiliae
Epistolae S. Joannis Chrysostomi. P. G. 52, col. 657-659; 662-663; XVII in Epistolam primam ad Timotheum. P. G. 62, col. 553.
70
718-719. La versión griega reconoce a Amproukla como διακονω Teodoreto de Ciro. “Carta 101”, en: Epistolae. P. G. 83, col. 1196;
que la versión latina tradujo por diaconissa. 1294-1295. En la colección publicada por Migne solamente
66
Juan Crisóstomo. “Carta 94”; “Carta 104”; y “Carta 185”, en: aparecen las cartas a Casiana y Celerina, que en la versión griega
Epistolae S. Joannis Chrysostomi. P. G. 52, col. 659-660; 663-664; aparecen como διακονω y en la versión latina como diacono.
71
716. La versión griega reconoce a Pentadia como διακονω que la Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en la Iglesia
versión latina tradujo por diaconissa. primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino, 2006):
67
Juan Crisóstomo. “Carta 1” - “Carta 17”, en: Epistolae S. Joannis 58; Falcón, Martínez, Constantino. “Estudios sobre las cartas de
Chrysostomi. P. G. 52, col. 549-622. La versión griega reconoce a Teodoreto de Ciro. Fraseología y tópicos en las cartas de
Olimpia como [η διακονο que la versión latina tradujo por condolencia, recomendación y pascuales”. Tesis doctoral. Facultad
diaconissa. de Filosofía. Universidad Complutense de Madrid, 1999.
de Susana. Además, en su Historia Ecclesiastica menciona obispo de Constantinopla” 74 y Sozómeno (s. V), en su
a la diácono Publia [Πουβλιας της διαχονου], maestra de Historia Eclesiástica, menciona a Olimpia y también a
coro de la iglesia de Antioquía, que cantando salmos Nectaria, una diácono cuya ordenación era cuestionada, y
provocó al emperador Juliano a su paso por la ciudad: a Eusebia de Constantinopla, que era diácono de la secta
“cuando esto ocurrió, Juliano montó en cólera y ordenó de los macedonianos. Además, Sozómeno escribió la Vida
que le llevaran a la maestra del coro. A pesar de ver la de Olimpia, en la que registra que Juan Crisóstomo
edad venerable de la mujer, no respetó sus canas ni el “también ordenó diáconos [χηειροτονει διακονοι] de la
gran carácter de su alma y ordenó a uno de sus santa Iglesia a tres de sus parientes, Elisantia, Martiria y
guardaespaldas que la abofeteara hasta hacerla Paladia, para el monasterio, de modo que continúen el
sangrar”72. procedimiento establecido mediante los cuatro servicios
diaconales”75
Otras referencias a mujeres diáconos se encuentran en el
“Itinerario o Peregrinación de Egeria”, la monja que en el Vale la pena citar, asimismo, dos testimonios de autoría
siglo IV viajó desde Galicia a Tierra Santa: cuenta que femenina que recoge Moira Scimmi en su repaso de la
cerca del sepulcro de santa Tecla en Seleucia de Isauria historia de las mujeres diáconos de los siglos I a VII,
visitó a una amiga que había conocido en Jerusalén y a la haciendo notar que los demás son escritos por hombres.
que todos en oriente tienen como modelo de vida, una Uno es la vida de san Cipriano escrita en verso por
santa diaconisa de nombre Marthana que tenía bajo su Eudocia Augusta (402-460), esposa del emperador
gobierno monasterios de aputactitas, o sea, vírgenes”73. Teodosio II, que narra que san Cipriano hizo diácono a la
En la Historia Lausiaca, Paladio (s. V) escribió que había virgen Justa, a quien llamó Justina. El otro es una
encontrado en Antioquía “una distinguida mujer que inscripción del siglo IV procedente de Laodicea Combusta
conversaba con Dios, la diaconisa Sabiniana, tía de Juan, en Asia Menor, cuya autora se identifica como “Paula, la
diácono más bendecida por Cristo” al dedicar la tumba a
su hermano76. Por lo demás, en numerosas inscripciones
72
Teodoreto de Ciro. Historia Ecclesiastica, L. III, c. 14. P. G. 83, col.
74
1109-1112. Cf. Scimmi, Moira. “Excursus historico”, en: Donne Cita tomada de Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas
diacono? La posta in gioco. Cristina Simonelli; Moira Scimmi (eds.). en la Iglesia primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo
(Padova: Messagero, 2016): 95; Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Divino, 2006): 92.
75
Mujeres ordenadas en la Iglesia primitiva. Una historia documentada. Ibídem. 65.
76
(Estella: Verbo Divino, 2006): 86-89. Scimmi, Moira. “Excursus historico”, en: Donne diacono? La posta in
73
Egeria. “Itinerario o peregrinación de Egeria (siglo IV)”, XXXIII,3. gioco. Cristina Simonelli; Moira Scimmi (eds.). (Padova: Messagero,
Traducción, introducción y notas Manuel Domínguez. pdf. 2016): 70.
en piedra aparecen nombres de mujeres diáconos que de Escitópolis; Eusebia; Manaride en Gaza;
Madigan y Osiek registran en su libro77. Sinclética, virgen diaconisa del siglo V alabada por
Sedulio79.
Muchas otras mujeres ejercieron el diaconado en oriente,
según la relación de más de treinta nombres que Pero la más célebre de las mujeres diáconos de la Iglesia
presentan Madigan y Osiek78 y Corrado Marucci propone de Oriente es Olimpia, que estuvo casada con el prefecto
la siguiente lista de las más famosas de Oriente que me de la ciudad y, después de enviudar, fue ordenada por el
permito reproducir: patriarca Nectario antes de cumplir 30 años a pesar de
que la legislación establecía la edad de sesenta años.
Celerina, Asia, Casiana y otras diaconisas cercanas
Olimpia encargó al emperador que distribuyera su fortuna
a Teodoreto de Ciro; las hijas de Terencio,
entre los pobres y fundó el monasterio femenino que ella
cercanas a san Basilio; la hermana de san Gregorio
dirigió hasta cuando salió al exilio para seguir al patriarca
de Nisa, Macrina, y su amiga Lampadion; Teosebia,
de Constantinopla, san Juan Crisóstomo, que “llegó a
probablemente esposa de san Gregorio; Eufemia,
confiarle asuntos delicados” y le encargó “funciones
esposa del arzobispo Sergio de Rávena (753);
pastorales en la iglesia de Constantinopla y en relación
Olimpia y sus parientas Elisantia, Martiria y Paladia,
con otras iglesias”80, según se desprende de las cartas que
ordenadas diaconisas de Constantinopla por el
le escribió desde el exilio. Aunque no es clara su
arzobispo Nectario; Pentadia, Procla y Sabiniana,
responsabilidad en la iglesia de Constantinopla o las
tía de san Juan Crisóstomo; Martana, citada por
funciones que desempeñó. Lo que es claro es que sirvió
Egeria, en la crónica de su peregrinación a Tierra
de apoyo al ministerio episcopal del obispo Nectario,
Santa; Anastasia, Valeriana y Jania, que
quien la ordenó, y de su sucesor, Juan Crisóstomo. En su
mantuvieron correspondencia con Severo de
Vida de Olimpia, Sozómeno escribió que “la voluntad
Antioquía; las cuarenta diaconesas que debía tener
la iglesia de Santa Sofía según la Novella 3 de
Justiniano, corroborada por Balsamon y por 79
Marucci, Corrado. “Storia e valore del diaconato femminile nella
Heraclio; Nectaria; Dionisia, madre de san Eutimio Chiesa antica”. Rassegna di Teologia 38 (1997): 771-795;
el Grande (377-473) cuya vida fue escrita por Cirilo reproducido como: “History and Value of the Feminine Diaconate in
the Ancient Church”, en: Women Deacons? Essays with Answers.
Phyllis Zagano (ed.). (Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2016):
Versión Kindle, Pos. 1132, npp 24.
77 80
Cf. Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en la Iglesia Scimmi, Moira. “El diaconado femenino y Olimpia, diaconisa de
primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino, 2006): Constantinopla”, en: Mujeres y diaconado. Sobre los ministerios en
116-159. la Iglesia. Silvia Martínez Cano y Carme Soto Varela, (eds.). (Estella:
78
Ibídem. 52-115. Editorial Verbo Divino, 2019): 230
divina la ordenó diácono de la santa y gran Iglesia de Alvisida y Eufrosina, que ostentaban el título de diacona-
Dios” y también escribió sobre ella en su Historia abbatissa de la iglesia de Santa María en la Via Latta en
Eclesiástica, señalando que “la diácono demostró tener Roma y registra que san Nilo fue recibido por una diácono
coraje varonil”, característica sobre la cual volvió el [µια διακονο ] que era la hegumene de un convento 84 ,
historiador Paladio en su Diálogo sobre la vida de Juan pero traduce por diaconisa. Testimonio de dicha presencia
Crisóstomo, señalando que Olimpia “era un varón a pesar es también el grupo de “sanctimonialibus et diaconissis et
de su apariencia física”, “una mujer varonil”81. nobilissimis matronis”85 que, junto con las autoridades de
la ciudad, esperaba al papa León III en Ponte Milvio
cuando regresó a Roma escoltado por Carlomagno el año
Aunque mucho menos frecuentes que en oriente, hay 799 después de haber sido emboscado y secuestrado por
testimonios de mujeres diáconos en occidente, como los la nobleza romana86. Asimismo, la prohibición de ordenar
conocidos frescos en las catacumbas romanas de Calixto y a las mujeres en la carta antes de citada del papa Gelasio,
Domitila y Priscila que representan una celebración y los cánones de los concilios de Nimes (396), Orange
presidida por una mujer; la inscripción hallada en Pavía (441) y II de Orleans (533).
que dice “Teodora diaconissa” y la proveniente de
A diferencia de la Iglesia de oriente, la desaparición del
Dalmacia que dice “Ausonia diac” 82 ; la historia de
diaconado femenino fue posterior en la Iglesia de
Radegunda (s. VI), esposa del rey de los francos, Clotario I,
occidente, donde la ordenación diaconal adquirió carácter
a quien abandonó y exigió al obispo Medardo de Noyon
honorífico para damas de alto rango y abadesas de
que la consagrara al Señor y, según la Vida de Santa
monasterios, algunas de las cuales –al igual que los
Radegunda de Venancio Fortunato, después de vestir el
obispos– eran “abadesas mitradas”, como las del
hábito monástico el obispo la consagró diácono
monasterio de las Huelgas en Burgos, y llevaban además
[diaconam] 83 ; Martimort también referencia a Odosina,
estola y manípulo para significar el poder jurisdiccional
que habían recibido87. Por ejemplo, el papa León IX, en
81
Cf. Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en la Iglesia
primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Divino, 2006):
84
80-85. Martimort, Aimé Georges. Deaconesses. An Historical Study. (San
82 Francisco: Ignatius Press, 1982): Versión Kindle. Pos. 3186; 3744.
Cf. Fonay Wemple, Suzanne. “Las mujeres entre finales del siglo V y
85
finales del siglo X”, en: Historia de las mujeres en occidente. George Ibídem. Pos. 3166.
86
Duby y Michelle Perrot (eds.). (Madrid: Taurus, 1999): Tomo 2. 234. Cf. Urso, Carmelina. “La donna e la Chiesa nel Medioevo. Storia di
83
Cita tomada de Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas un rapporto ambiguo”. Annali della Facoltà di Scienze delle
en la Iglesia primitiva. Una historia documentada. (Estella: Verbo Formazione 4 (2009): 82.
87
Divino, 2006): 211-212. Urso, Carmelina. Op. Cit. 87.
1094, confirmó el privilegio al obispo de Oporto para litúrgico. La ordenación se lleva a cabo para con el
ordenar diaconisas 88 ; o la inclusión de la Oratio ad clero, a causa de su servicio litúrgico. La viuda es
Diaconam Facendam en los Pontificales y Sacramentarios constituida con vistas a la oración y esta es común
a la que me refiero más adelante. a todos89.
Otra codificación eclesiástica también antes citada es La
Didascalia de los apóstoles, “escrita en el texto original
En quinto lugar se recogen colecciones de prácticas
griego en el siglo III en Siria”, según Vagaggini, quien
eclesiales, normas y doctrinas que testimonian ministerios
opina que “las diaconesas aparecen por primera vez no
eclesiales femeninos. La primera de dichas codificaciones
solo como grupo distinto de las vírgenes y de las viudas
que se refiere a ministerios femeninos es La Tradición
‘constituidas’ sino como ministerio de la Iglesia local” 90.
Apostólica (s. III), anteriormente citada, que no menciona
Conviene recordar las tipologías sacerdotalizante y
diaconado femenino pero se ocupa de la institución de las
trinitaria ya mencionadas a propósito de los ministerios
viudas y cuyo oficio resulta difícil de identificar en la
eclesiales. Refiriéndose al diezmo y las primicias que,
rúbrica, aunque se puede saber lo que no hacían: ni
como en el Antiguo Testamento, debían entregar los
ofrecer oblación ni el servicio litúrgico, que era lo propio
laicos al obispo, presbíteros, diáconos, viudas y huérfanos,
del clero. Por este motivo, las viudas no eran ordenadas ni
equipara los ministerios eclesiales con el sacerdocio
se les imponía la mano, que era el gesto propio de la
antiguo –al obispo con el “gran sacerdote”; a los
ordenación:
diáconos, los presbíteros, viudas y huérfanos, con
Cuando se instituye una viuda, no recibirá la sacerdotes y levitas– e interpretándolos en clave trinitaria:
ordenación, sino que se la designará con este
Honradle [al obispo] tanto como a Dios puesto que
nombre. Si su marido hubiera muerto desde hace
el obispo os preside como siendo para vosotros
mucho tiempo, se la instituirá. Pero si no hiciera
figura de Dios. El diácono [ο διακονος] se
mucho tiempo que su marido hubiera muerto, no
encuentra entre vosotros como siendo figura de
será aún digna de crédito. Si es anciana, se la
Cristo y debéis, por tanto, amarle. Honraréis a la
tendrá a prueba durante un tiempo. […] La viuda
será instituida por la palabra sola y se unirá a las
demás. No se impondrá la mano sobre ella, porque
no ofrece la oblación ni es cosa suya el servicio
89
La Tradición Apostólica 31.
90
Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella tradizione
88
Ibídem. 83. greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40 (1974): 147.
diácono [η διακονος] 91 , como siendo figura del Probablemente debido a la práctica establecida en grupos
Espíritu Santo. Los presbíteros serán considerados calificados como herejes en los que las mujeres
por vosotros como siendo figura de los apóstoles. bautizaban, La Didascalia precisa: “no permitimos que una
Las viudas y los huérfanos serán considerados por mujer bautice ni que alguien se deje bautizar por una
vosotros como figura del altar92. mujer, porque es algo ilegítimo y constituye un gran
peligro para la que bautiza y para el que es bautizado” y
En las normas acerca de las viudas, La Didascalia le ordena
“si fuera permitido ser bautizado por una mujer, nuestro
al obispo: “Estableced viudas: que cada una de ellas no
Señor y Maestro habría sido bautizado por María, su
tenga menos de cincuenta años, a fin de que, debido a su
madre”95.
edad, le quede lejos el pensamiento de tomar un segundo
marido” 93 . La norma indica, además, que no estaba A propósito de la elección y servicio de los diáconos, La
entonces permitido a las mujeres enseñar y bautizar con Didascalia recomienda al obispo establecer “una mujer al
argumentos que la tradición se encargaría de repetir: “no servicio de las mujeres”; agrega que “el servicio de una
es conveniente ni necesario que las mujeres enseñen” mujer diácono [η διακονος] es muy deseable y
porque no han sido “instituidas para enseñar, y sobre todo necesario” 96 . Ahora bien, el motivo de esta
no lo habéis sido las viudas” porque “el Señor Dios, recomendación es de carácter circunstancial: “porque hay
nuestro Maestro, nos envió a nosotros, los doce, a casas en las que no puedes enviar al diácono para que
predicar al pueblo y a los paganos”; y aunque había visite a las mujeres, a causa de los paganos; enviarás allí a
discípulas, “si hubiera sido necesario que las mujeres la diácono”. Y señala a continuación otras funciones que
predicasen, nuestro Maestro les hubiera mandado que ellas debían cumplir en el marco del rito bautismal,
predicasen junto con nosotros”94. justificando dicho servicio en el que algunas mujeres
prestaron a Jesús:
También para muchas otras cosas se precisa el
recurso de una mujer diácono. En primer lugar,
91
Para este texto prefiero utilizar los títulos la diácono y la mujer cuando las mujeres descienden al agua (para el
diácono que corresponden al original griego que identifica el
bautismo), se requiere que las que descienden al
masculino y el femenino con el artículo el y el artículo la: el diácono
[ο διακονος] y la diácono [η διακονος]. Las traducciones acostumbran agua sean ungidas con el óleo de la unción por la
utilizar los títulos diaconisa y mujer diaconisa para referirse a la diácono. [...] Cuando la que es bautizada sale del
diácono y a la mujer diácono.
92
La Didascalia de los Apóstoles IX,XVI,3-8.
93 95
La Didascalia de los apóstoles XIV,I,1. La Didascalia de los apóstoles XV,IX,1-2.
94 96
La Didascalia de los apóstoles XIV,VI,1-2. La Didascalia de los apóstoles XVI, XII,2-4.
agua, la diácono la recibirá, la instruirá y la del servicio de los hombres. Estará absolutamente
adoctrinará para que el sello infrangible del dispuesto y móvil para acudir allí donde le mande
bautismo le sea impreso con pureza y santidad. el obispo. Es preciso que cada uno conozca su
misión y se aplique a cumplirla; conoced hasta
Hemos dicho que el servicio de una mujer diácono
dónde alcanza el ministerio de la diaconía,
es muy deseable y necesario, porque nuestro
teniendo con el obispo un mismo sentir y un mismo
Señor y Salvador fue servido [διακονειν] por
anhelo, como dos cuerpos que poseyeran una
mujeres que le servían [διακονειν], que fueron
misma alma99.
María Magdalena, y María, hija de Santiago, y la
madre de José, y la madre de los hijos de En su conocido estudio sobre la ordenación de diaconisas
Zebedeo, junto con otras mujeres97. en las iglesias griega y bizantina, Vagaggini considera que
“la idea del autor es convencer al obispo de que para el
El texto repite: “El ministerio de las diáconos te es
adecuado servicio diaconal en su iglesia necesita no solo
necesario para determinadas cosas. En las casas de los
hombres diáconos sino también mujeres diáconos” 100 y
paganos en las que habitan mujeres fieles es necesario
que, por eso, aborda en forma paralela el diaconado
que sea la diácono la que vaya allí y visite a las mujeres
masculino y femenino, asumiendo que el ministerio
enfermas para que las abastezca de lo que les es
diaconal comprende dos ramas, la masculina y la
necesario y lave a las que salen de la enfermedad”98. Y
femenina, y que esta última es para la atención de las
unos renglones más adelante, refiriéndose a la conducta
mujeres, concretamente la función litúrgica relacionada
de los y las diáconos que debe tener por modelo al
con el bautismo de las mujeres y la función pastoral con la
obispo y “trabajarán más que él”, da al servicio diaconal el
atención de las mujeres pobres y enfermas. Asimismo
carácter de un ministerio prácticamente igualitario “como
considera este autor que la insistencia en “persuadir al
dos cuerpos que poseyeran una misma alma”:
obispo de la utilidad y la necesidad de las diáconos da la
Prestarán a todos los servicios de los que tienen impresión de que se trata de una institución no
necesidad, tanto a las personas ancianas y sin propiamente nueva en la Iglesia sino muy poco
fuerzas, como a los hermanos y a las hermanas que
están enfermos. La mujer se ocupará activamente
99
del servicio de las mujeres y el hombre, diácono, La Didascalia de los apóstoles XVI,XIII,1-2.
100
“Lidea dell’autore è di persuadere il vescovo che per il servizio
adeguato di diaconato nella sua Chiesa egli ha bisogno non solo di
uomini diaconi ma anche di donne diacone”. Vagaggini, Cipriano.
97
La Didascalia de los apóstoles XVI,XII,2-4. “L’ordinazione delle diaconesse nella tradizione greca e bizantina”.
98
La Didascalia de los apóstoles XVI,XII,4. Orientalia Christiana Periodica 40 (1974): 151.
extendida”101.Y Roger Gryson, en su igualmente conocido huérfanos”103, incluyendo en la lista a las diáconos que La
estudio sobre el ministerio de las mujeres en la Iglesia Didascalia no había incluido. En la otra tipología, que
antigua, hace notar que el énfasis del autor de La también aparece en La Didascalia, el obispo ocupa el
Didascalia en la utilidad del ministerio de las mujeres lugar de Dios, el diácono [ο διακονος] es tipo de Cristo, la
diáconos hace pensar “que se trata de una novedad”102. diácono [η διακονος] aparece como representante del
Espíritu Santo, los presbíteros como los apóstoles, las
La otra codificación eclesiástica también antes
viudas y los huérfanos como figura del altar. Y en medio
mencionada, Las Constituciones Apostólicas, data de
de la tipología precisa una de las funciones de la diácono
finales del siglo IV y utiliza los títulos diácono –con el
–que no aparece en La Didascalia– como intermediaria
artículo femenino– en las normas e instrucciones que
entre las mujeres y el obispo y el diácono, así como su
reproduce de La Didascalia y diaconisa en las que no
dependencia de este:
tienen el mismo origen. Incluye a las viudas y a las mujeres
diáconos junto con el estamento eclesiástico en las dos Considerad a la diácono [η διακονος] como tipo del
tipologías arriba citadas y describe las cualidades que unas Espíritu Santo; ella no habla ni dice nada sin el
y otras debían tener y las actividades que debían realizar. diácono [ο διακονος], de la misma manera que el
Espíritu Santo no hace ni dice nada por sí mismo,
Conviene recordar la tipología sacerdotalizante, que
sino que glorificando a Cristo, está atento a su
reproduce de La Didascalia, en la que compara los
voluntad; y puesto que no es posible creer en
ministerios eclesiales con el sacerdocio antiguo,
Cristo sin ser instruido por el Espíritu, igualmente
relacionando los obispos con los sumos sacerdotes; los
que ninguna mujer acceda al diácono
presbíteros con los sacerdotes; y, con los levitas, a “los
[τω διακονου] o al obispo sin pasar por la diácono
diáconos, los lectores y los ostiarios, vuestras diáconos
[της διακονου]104.
[αι διακονοι υµων], las viudas, las vírgenes y los
En la descripción del lugar para el culto y de algunas
funciones que se debían cumplir para el buen orden de la
101
“L’autore insiste in modo tale per persuadere ogni vescovo sulla
103
utilità e la necessita che ognuno abbia nella sua Chiesa anche Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II 25,12. Las
diaconesse (III,12), da lasciare l’impressione trattarsi allora di una Constituciones Apostólicas II 26,3. La numeración no coincide en las
istituzione non dico nuova nella Chiesa, ma certamente non molto dos versiones. Cf. La Didascalia IX XXVI,3.
104
diffusa”. Ibidem. 148. Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) II 26,3. Las
102
Gryson, Roger. Le ministère des femmes dans l’Église ancienne. Constituciones Apostólicas II 26,6. La numeración no coincide en las
Gembloux: Duculot, 1972. 173. dos versiones. Cf. La Didascalia IX XXVI,6.
celebración, refiriéndose a la ubicación de los mismo propósito La Didascalia establecía cincuenta años.
participantes –el trono del obispo en el centro y los También se ocupa de sus cualidades y conducta:
presbíteros a ambos lados, los diáconos son los
Cada una de las viudas debe ser dulce, suave,
encargados de sentar a los laicos en la otra parte y “las
indulgente; no debe ser pícara, ni colérica, ni
mujeres aparte; deben sentarse guardando silencio” 105 –
charlatana, ni ruidosa, ni atolondrada, ni
llama la atención que las diáconos, que unos renglones
murmuradora, ni pedante, ni tramposa ni
antes eran contadas en lo que podría considerarse el ordo
indiscreta; si ella ve o bien oye que se ha
del clero, en esta disposición no fueran incluidas. Y llama
producido cierto enfrentamiento, que se comporte
asimismo la atención que las mujeres estuvieran separadas
como si nada hubiese visto y que actúe como si no
y silenciadas e incluso que hubiera una puerta de las
hubiese visto nada. Que la viuda no se ocupe en
mujeres.
otra cosa que nos sea rezar por los que hacen
En cambio, en la página siguiente, sí menciona a las donativos y por toda la Iglesia. Si alguien le hace
diáconos y les da dos encargos que no aparecen en La preguntas que no responda fácilmente, salvo si le
Didascalia: junto con los porteros, que cuidan las entradas preguntan sobre la fe, la justicia y la esperanza en
de los hombres, ubica a “las diáconos cerca de las Dios, y que envíe a los dirigentes de la comunidad
entradas de las mujeres”106; y al referirse a la atención que a los que quieren ser instruidos en las enseñanzas
el diácono debe prestar durante la celebración a los de la fe109.
extranjeros y a los pobres, “la diácono [η διακονος]
A propósito de esta recomendación y argumentando que
actuará de igual manera con las mujeres que se presenten,
como mujer no estaría preparada para instruir en la fe,
sean ricas o pobres”107.
comienzan las prohibiciones para las mujeres, citando para
El Libro III, dedicado al orden de las viudas, se ocupa de la ello las cartas de Pablo:
edad que debían tener, “no menos de sesenta años para
No permitimos, pues, que las mujeres enseñen en
tener cierta seguridad de que no correrán el riesgo de
la iglesia (I Tim 2,12 y I Cor 14,34), sino que
volverse a casar debido a su edad” 108 , si bien con el
solamente deben orar y escuchar a los doctores. En
efecto, cuando nuestro doctor y Señor Jesucristo
nos envió a nosotros, los doce, a instruir al pueblo
105 y a las naciones, en modo alguno envió a las
Las Constituciones apostólicas II 57,4.
106
Las Constituciones apostólicas II 57,10.
107
Las Constituciones apostólicas II 58,6.
108 109
Las Constituciones apostólicas III 1,1. Cf. La Didascalia XIV I,1. Las Constituciones apostólicas III 5,1-3. Cf. La Didascalia XV V,1.
mujeres a predicar, por más que no es que no las corren las que se atreven a obrar así. Por eso
hubiera; porque estaban con nosotros la madre del nosotros no lo aconsejamos de ninguna manera,
Señor y sus hermanas y también María Magdalena; porque es una cuestión incierta o, más bien, ilegal
María, la madre de Santiago; Marta y María, las e impía. Si, en efecto, la cabeza de la mujer es el
hermanas de Lázaro; Salomé y algunas otras; hombre (I Cor 11,3), también es él el que ha sido
porque si hubiera sido necesario que las mujeres escogido para el sacerdocio; [...]. Si más arriba
predicaran, él habría sido el primero en ordenarles hemos prohibido a las mujeres que enseñasen,
que instruyeran al pueblo juntamente con nosotros; ¿cómo se podría consentir que ejercieran el
porque si el hombre es la cabeza de la mujer (I Cor sacerdocio en desacuerdo con su naturaleza? Si el
11,3) no es justo que el resto del cuerpo [en este bautismo había de ser dado también por mujeres,
caso, la mujer] dirija a la cabeza110. el Señor habría sido bautizado con toda certeza por
su propia madre y no por Juan, y cuando nos envió
Con la misma argumentación paulina y con
a bautizar habría enviado a mujeres para hacerlo
consideraciones acerca del orden natural, prohíbe a las
juntamente con nosotros; pero sobre este punto él
mujeres bautizar, enmarcando la prohibición, como en La
nada nos mandó ni transmitió por escrito,
Didascalia, en la práctica de grupos calificados como
conociendo como conocía tanto el orden de la
herejes en los que las mujeres bautizaban. Sin embargo,
naturaleza como lo que era más conveniente en
mientras La Didascalia no lo permitía, Las Constituciones
este terreno, en tanto que era el creador de la
Apostólicas no lo aconseja y lo califica de impío y contrario
naturaleza y el legislador de la institución112.
a la naturaleza de las mujeres, probablemente porque –
comenta Vagaggini– en el entorno cultural de estas Después de la prohibición de bautizar a las mujeres, el
normas, “enseñar y bautizar significa ejercer una libro dedicado al orden de las viudas prohíbe “a los
superioridad contraria a la naturaleza de la mujer”111. Reza demás clérigos [κλεριοκοις] que bauticen” porque
así el texto: solamente el obispo y el presbítero bautizaban. Y como el
obispo era el único que ordenaba, incluye esta
En lo referente a la cuestión de que las mujeres
prohibición: “tampoco permitimos a los presbíteros que
bauticen, os informamos del gran peligro que
ordenen [χειροτονειν] diáconos, diaconisas
[η διακονισσας], lectores, ayudantes, cantores u
110
Las Constituciones apostólicas III 6,1-2. Cf. La Didascalia XV VI,1-2.
111
Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella
tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40
112
(1974): 165. Las Constituciones apostólicas III 9,1-4. Cf. La Didascalia XV XI,1-2.
ostiarios” 113 , que es la primera vez que en Las solamente la frente con el óleo santo, después de
Constituciones Apostólicas se emplea la palabra diaconisa, lo cual la diácono [η διακονος] las ungirá; porque
muy seguramente porque la disposición no tiene paralelo las mujeres no deben ser observadas por los
en La Didascalia. Además, resulta evidente en esta hombres”. Y recomienda al obispo: “tú los
prohibición que también eran ordenadas las mujeres bautizarás con el agua; después, si es un hombre,
diáconos que en esta norma comienzan a llamarse el diácono lo recibirá, y si se trata de una mujer, la
diaconisas. También el libro de las viudas se ocupa de las diácono se encargará de ella para que la entrega
funciones propias de la diácono en una recomendación del sello infrangible se realice con toda dignidad;
tomada de La Didascalia que se enmarca en la elección de después el obispo ungirá a los bautizados con el
diáconos que debía hacer el obispo: mirrón115.
Escoges también una diácono fiel y santa Y más adelante enumera las cualidades de los diáconos y
[των διακονον πιστην και αγιαν] para el servicio las diáconos y completa sus funciones:
entre las mujeres. Porque sucede a veces que en
De igual manera, que los diáconos sean
algunas casas no puedas enviar a un diácono
irreprochables en todo, como el obispo, ante todo
hombre [ανδρα διακονον] a visitar a las mujeres
diligentes y en número proporcionado a la
que se encuentran allí, a causa de los infieles;
importancia de la Iglesia, para que puedan cuidar
enviarás, pues, allí a una mujer diácono
de los enfermos [...]; la diácono [η διακονος] se
[γυναικα διακονον], a causa de la opinión de los
ocupará del servicio de las mujeres y todos ellos se
malévolos114.
ocuparán de la proclamación de los que van de
Es entonces que se refiere al rito bautismal y a la función viaje, del servicio y de la ayuda116.
de la diácono:
En primer lugar, durante la iluminación de las
mujeres, el diácono [ο διακονος] les untará
113
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III 11,1-2. Las
115
Constituciones Apostólicas III 11,1-3. La numeración no coincide en Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III 15,6. Las
las dos versiones. Constituciones Apostólicas III 16,2.4. La numeración no coincide en
114
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III 15,6. Las las dos versiones. Cf. La Didascalia XVI XII,2-3.
116
Constituciones Apostólicas III 16,1. La numeración no coincide en las Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III 19,1. Las
dos versiones. Cf. La Didascalia XVI XII,1. Constituciones Apostólicas III 19,1.
El Libro VIII reúne las normas sobre ordenación del tu gloria y alabanza de Cristo por quien te sean
obispo, del presbítero, del diácono y la diaconisa117, del dadas la gloria y la adoración en el Espíritu Santo
subdiácono y del lector por la imposición de manos del por los siglos. Amén118.
obispo, acompañada de la oración consecratoria, en
Por lo tanto, asumiendo que el gesto propio de la
presencia del presbiterio; también contiene las normas
ordenación era la imposición de manos por el obispo
para la ordenación de confesores, de vírgenes, viudas y
acompañada por la oración consecratoria, tanto el obispo
exorcistas, a quienes el obispo ni les impone las manos en
como el presbítero, el diácono, la diaconisa, el subdiácono
presencia del presbiterio ni hace la oración consecratoria.
y el lector eran propiamente ordenados; mientras
Respecto a la ordenación de la diaconisa, el texto dice así:
confesores, vírgenes, viudas y exorcistas no eran
En lo que atañe a la diaconisa [η διακονισσης], yo ordenados. Ahora bien, vale la pena subrayar que los
Bartolomé, prescribo cuanto sigue: Tú obispo, le términos “ordenación” e “imposición de las manos” en el
impondrás las manos [επιθεσις των χαιρων], en caso de la diaconisa son los mismos que se utilizan para el
presencia del presbiterio, de los diáconos subdiácono y el lector, empleando las palabras
[των διακονων] y de las diaconisas επιθεσις των χειρων [impondrás las manos] en lugar del
[των διακονισσων], y dirás: “Dios eterno, Padre de tecnicismo χειροτονια que es el que utiliza en las otras
nuestro Señor Jesucristo, creador del hombre y de ordenaciones. Del lugar de la diaconisa en el ordo clerical
la mujer, Tú que llenaste de Espíritu a Miriam, a y de sus funciones se ocupa el Libro VIII cuando se refiere
Débora, a Ana, y a Juldá, que no juzgaste indigno a quiénes debían intervenir en una ordenación episcopal y
de tu Hijo Unigénito que naciera de una mujer; Tú, qué les correspondía hacer. Prescribe que “el obispo
que en la Tienda del Testimonio y en el Templo bendice pero no es bendecido por nadie, ordena
instituiste guardianas para tus santas puertas, tú [χειροθετει], impone las manos [χειροτονει], ofrece, [...]. El
mismo, mira ahora a tu sierva aquí presente, presbítero bendice pero no es bendecido por nadie, [...],
presentada para el diaconado. Dale el Espíritu impone las manos [χειροθετει] pero no ordena
Santo, y purifícala de toda mancha de la carne y del [χειροθετει]; [...]. El diácono no bendice; [...]; no bautiza,
espíritu (II Cor 7,1), para que se entregue no ofrece; cuando el presbítero o el obispo ofrece, él
dignamente al oficio que le ha sido confiado. Para distribuye al pueblo, no como sacerdote, sino en tanto
que servidor de los sacerdotes. [...] La diaconisa
117
Recuérdese que el Libro VIII de Las Constituciones Apostólicas no
118
tiene paralelo en La Didascalia y muy seguramente por esta razón la Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) VIII 19-20. Las
palabra que emplea, a diferencia de los primeros libros, es diaconisa. Constituciones Apostólicas VIII 19-20.
[η διακονισσης] no bendice y no lleva a cabo nada de los En cuanto a las funciones que desempeñaban, en el rito
que hacen los presbíteros y los diáconos, sino que guarda de ordenación no se menciona el oficio para el cual se
las puertas y asiste e los presbíteros en el bautismo de las ordenaban, pero en otros libros de Las Constituciones
mujeres a causa de la decencia”119. Apostólicas son encargadas de funciones litúrgicas y
pastorales: la función litúrgica, como ayudantes del obispo
Vagaggini hace notar la distinción que la norma establece
para el bautismo de las mujeres por razones de decencia,
entre cheirotonia, cheirotesia y eulogia: “Solamente el
que consistía en ungirlas y después del bautismo
obispo puede hacer las tres. El presbítero puede hacer la
instruirlas, y también la acogida y vigilancia de las mujeres
segunda y la tercera, pero no la primera. El diácono (y
durante la asamblea litúrgica; la función pastoral de visitar
quienes vienen después de él) no pueden hacer ni siquiera
a las mujeres en sus casas y la atención de las enfermas;
la tercera. Cheirotonia es lo mismo que
pero también las diáconos desempeñaban un papel de
επιθεσις των χειρων (CA III 10,2; VIII 46,9), es decir, una
intermediarias entre las mujeres y los clérigos varones, y la
imposición de las manos con contacto físico. La
custodia de las puertas de la iglesia.
cheirothesia es una extensión de la mano sin contacto
físico sobre el interesado que es bendecido. La eulogia Finalmente, en cuanto al lugar que las diaconisas
parece ser una simple oración o fórmula de bendición que ocupaban en la organización eclesial, algunas veces son
se puede hacer sin extender las manos sobre el excluidas y discriminadas, pero otras veces forman parte
interesado”120. Y respecto a la ordenación de diaconisas, del ordo clerical. Por ejemplo, son incluidas en las dos
concluye Vagaggini que “la diaconisa es constituida por tipologías del Libro II; cuando establece que las viudas
cheirotonia, es decir por επιθεσς των χειρων reservada debían “obedecer a los obispos, a los presbíteros, a los
únicamente al obispo” y que “la diaconisa es ordenada diáconos al igual que a las diáconos [ταις διακονοις]”122;
únicamente por el obispo con la presencia del presbiterio, en la distribución de eulogías que debían hacer los
de los diáconos y de las diaconisas”121. diáconos, a las diaconisas [η διακονισσαις] les
correspondía una parte, al igual que la que recibía al
obispo, al presbítero, al diácono, a los subdiáconos,
119
Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) VIII 28,1-6. Las lectores y cantores 123 ; en la enumeración de quiénes
Constituciones Apostólicas VIII 28,1-6. participaban en la ordenación de un obispo y las funciones
120
Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella
tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40
122
(1974): 169. Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) III 8,1. Las
121
Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella Constituciones Apostólicas III 8,1.
123
tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40 Constitutiones Apostolicae (Textum graecum) VIII 31,2. Las
(1974): 167; 172. Constituciones Apostólicas VIII 31,2.
que debían cumplir; sobre todo, porque eran ordenadas colección pasó a las Decretales del Pseudoisidoro (s. IX),
por la imposición de manos del obispo al igual que el fuente de las colecciones canónicas medievales, entre
presbítero, el diácono y el subdiácono. ellas el Decreto de Graciano (s. XII), a su vez fuente de
posteriores codificaciones. Se trata de una colección de
En el Testamentum Domini, probablemente del siglo VI y
102 cánones sobre disciplina propiamente clerical: quién
probablemente, también, de origen sirio, las tareas que
podía ordenarse para pertenecer al clero, cómo se
otras codificaciones les asignan a las diáconos o diaconisas
ordenaban y cómo debían vivir. El hecho de que tres de
les son asignadas a las viudas, cuya institución –no
dichos cánones se refieran a las mujeres –propiamente, a
ordenación– y funciones describen los capítulos 40-42
las viudas y las sanctimoniales– quiere decir que formaban
junto con las de los demás miembros del clero, 124 . Las
parte del clero aunque establecía que la mujer, “por muy
diaconisas figuran entre los laicos, después de los
docta y santa que fuera no pudiera presumir enseñar a los
hombres, están sujetas a supervisión por parte de las
hombres” 128 ni “presumir de bautizar” 129 , sin embargo
viudas y son encargadas en el capítulo 20 de llevar la
eran elegidas para el ministerio de bautizar a las mujeres:
comunión pascual a las mujeres embarazadas que no
pueden ir a la iglesia125, función esta que debió pasar de Canon 100. Las viudas y las santas mujeres
las otras colecciones. (sanctimoniales) que son elegidas para el ministerio
(eliguntur ad ministerium) de bautizar a las mujeres
De finales del siglo V son los Statuta Ecclesiae Antiquae126,
serán debidamente instruidas para el oficio de
atribuidos a un autor o compilador anónimo,
manera que puedan enseñar de modo abierto y
probablemente el presbítero Genadio de Marsella127. La
sano (aperto et sano) a mujeres no ilustradas y
rústicas durante su preparación al bautismo acerca
124
The Testament of Our Lord. Translated into English from the Syriac. de cómo responder a las preguntas de quien
With Introduction and Notes by James Cooper. (Edimburgh: T, & T.
bautiza y cómo deberán vivir después de recibir el
Clark, 1902): 105-108.
125 bautismo130.
“And if she cannot come, let a deaconess carry [the Offering] to
her”. Ibídem. 135.
126
The Statuta Ecclesiae Antiqua and Canons of Selected Councils of
128
The Gallic and Early Frankish Church. Translated by Geoffrey Koziol Canon 37. Even though she might be learned and holy, a woman
& Norman Underwood. shall not presume to teach men in assembly (viros in conventu
https://www.academia.edu/35327382/THE_STATUTA_ECCLESIAE_A docere). En: Les Statuta Ecclesiae Antiqua. Ed. Cit. 11.
129
NTIQUA_AND_CANONS_OF_SELECTED_COUNCILS_OF_THE_GAL Canon 41. A woman shall not presume to baptize. Ibídem. 12.
130
LIC_AND_EARLY_FRANKISH_CHURCH Canon 100. Widows and sanctified women (sanctimoniales) who are
127
Les Statuta Ecclesiae Antiqua. Charles Munier (trad. y ed.). (Paris: chosen (eliguntur) for the ministry (ad ministerium) of baptizing
Presses Universitaires de France, 1960). women shall be so instructed for the office that they might teach
en el canon, será observada la misma regla.
Además, nos hemos ocupado de aquellas que
En sexto lugar se proponen los pronunciamientos de
siendo diaconisas, sin embargo no han recibido
concilios y de la legislación civil respecto a la ordenación
ninguna ordenación [χειροθεσιαν], determinando
de mujeres diáconos, el primero de los cuales, en la
que sean contadas entre los laicos131.
legislación eclesiástica, se encuentra en un famoso del
concilio de Nicea (325), el canon 19, que establecía, según En realidad, el canon menciona dos tipos de diaconisas:
algunos argumentan, que las diaconisas pertenecían al las que figuraban en el canon –lo cual significa que
laicado porque no recibían la imposición de manos. Ahora pertenecían al clero porque habían sido ordenadas132– y
bien el canon se refiere, en primer lugar, “a los que fueron con ellas se debía seguir la misma regla que con los
paulianistas y se refugiaron luego en la Iglesia católica, [y paulianistas que pertenecieron al clero: “después de
para ellos] se promulgó el decreto que sean rebautizados” rebautizados, impóngaseles las manos por el obispo de la
(Dz 56); en segundo lugar menciona nuevamente a los Iglesia católica”; las otras, que no habían recibido
paulianistas, concretamente a aquellos “que en el tiempo ordenación, pertenecían al estado laical. Es decir, no todas
pasado pertenecieron al clero, si aparecieren las diaconisas paulianistas habían recibido la ordenación.
irreprochables e irreprensibles, después de rebautizados,
También debatieron la ordenación de mujeres tres
impóngaseles las manos [χειροτονεισθωσαν] por el obispo
concilios de los siglos IV y V. El canon 11 del concilio de
de la Iglesia católica” (Dz 56); en tercer lugar, el canon
Laodicea (s. IV o V) prohibía designar [καθεστει]
hace referencia a los paulianstas que no fueran
presbíteras o mujeres presidentas –en lugar de usar la
considerados dignos y declara necesario rechazarlos; en
palabra ordenar [χειροτονια]– pero no menciona cuál era
cuarto lugar, el canon se sigue ocupando de los
paulianistas, pero esta vez, acerca de las diaconisas
paulianistas: 131
El Denzinger omite esta segunda parte del canon. La versión que
Igualmente acerca de las diaconisas incluyo es la que propone Vagaggini en su análisis de este canon:
[ωσαυτως δε και περι των διακονισσων] y en “Parimenti intorno alle diaconesse e generalmente intorno a quelli
términos generales acerca de aquellas que figuran che sono annoverati nel canone, sarà osservata la stessa regola. Di
più, ci siamo occupati di quelle diaconesse che sono tali sebenne
non hanno nessuna cheirotesia, stabilendo che siano in tutto
annoverate tra i laici”. Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle
openly and correctly (aperto et sano) uneducated and rustic women diaconesse nella tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana
who are close to the time of baptism in how they should respond to Periodica 40 (1974): 155.157.
132
the questions of the baptizer and how they should live after baptism “Nei canoni de Nicea, essere annoverato nel canone equivale o
has been received. Ibídem. 19. implica essere nel clero”. Ibidem. 156
el oficio que desempeñaban133. El canon 2 del concilio de desdeñando la gracia de Dios. Anatematizadla a
Nimes (396) calificaba de inaudito e inconveniente que las ella y al hombre a ella unido135.
mujeres fueran elevadas al ministerio del diaconado y
Madigan y Osiek opinan que este canon “asume la
estableció que fueran anuladas tales ordenaciones
ordenación [cheirotonia] de las diaconisas” 136 ; por su
irregulares. El canon 25 del concilio de Orange (441)
parte, Giancarlo Pani deduce de este canon que, sin duda
decretó que de ninguna manera fueran ordenadas mujeres
alguna, en el siglo V había diaconisas ordenadas y que
diáconos134.
ellas ejercían un ministerio [leitourgia], sin atreverse a
Según el canon 15 del concilio de Calcedonia (451), en el concluir si la ordenación [cheirotonia] era considerada un
siglo V existían diaconisas y eran ordenadas, comoquiera sacramento con imposición de manos [cheirotesia]o tan
que dicho canon estableció la edad de ordenación y los solo una bendición o un sacramental, asunto que habría
requisitos que se debían cumplir, disposición que iba que aclarar teniendo en cuenta la evolución de la
acompañada de anatema si después de la ordenación terminología litúrgica137. Y Vagaggini agrega que el canon
contraían matrimonio: 6 del mismo concilio no permitía las ordenaciones
absolutas de las diaconisas sino que debían ser ordenadas
No se ordenará a una mujer diaconisa antes de la
para una determinada iglesia, martyrion o monasterio138.
edad de cuarenta y esto solo tras un estricto
examen. Pero si tras haber ejercido durante un Del II concilio de Orleans (533) son dos cánones en
tiempo el ministerio se casa, entonces estará relación con la ordenación de mujeres. El canon 17 ordenó
la excomunión de las mujeres que contra la prohibición de
los cánones y habiendo recibido la bendición del
diaconado incurriesen en matrimonio, no obstante lo cual
133 el obispo podría readmitirlas a la comunión después de
Madigan y Osiek consideran que el uso del verbo καθεστει en lugar
de χειροτονια [ordenar] podría ser una forma de menospreciar la
ordenación de mujeres. Cf. Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn.
Mujeres ordenadas en la Iglesia primitiva. Una historia documentada.
135
Ed. Cit. 240. Citado por Madigan, Karol; y Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en
134
“Al concilio di Nîmes del 396 giunge la segnalazione di donne la Iglesia primitiva. Una historia documentada. Ed. Cit. 185.
136
innalzate al ministero de diaconato, cosa inaudita e sconveniente, e Ibídem.
137
si stabilisce che tale ordinazione irregolare sia annullata; il concilio di Pani, Giancarlo. “La Donna e il Diaconato”. La Civiltà Cattolica 3999
Orange nel 441 decreta che non si devono ordinare in alcun modo (24/08/2017): 209-221.
138
diacone”. Scimmi, Moira. “Excursus storico”, en: Donne diacono? La Vagaggini, Cipriano. “L’ordinazione delle diaconesse nella
posta in gioco. Cristina Simonelli y Moira Scimmi (eds.). Padova: tradizione greca e bizantina”. Orientalia Christiana Periodica 40
Messagero, 2016. 66. (1974): 175.
disolver el contubernium y hacer penitencia 139 . Por su las que ellas no son apropiadas [cui non
parte el muy conocido canon 18 resolvió (placuit) que, competunt]142.
dada la fragilidad de la condición femenina, en adelante
Algunos deducen de esta carta, como Giorgio Otranto,
no se daría la bendición del diaconado a ninguna mujer:
que “a finales del siglo V algunas mujeres, habiendo sido
“Placuit etiam ut nulli postmodum feminae diaconalis
ordenadas por obispos, estaban ejerciendo un sacerdocio
benedictio pro conditionis huius fragilitate credatur”140.
verdadero y propiamente ministerial en gran parte del sur
Fechada en 494 y, por lo tanto, anterior al II concilio de de Italia” 143 . A diferencia de Otranto, Madigan y Osiek
Orleans (533) es una carta del papa Gelasio I que, con el opinan que “el verbo ministrare por sí solo no es suficiente
propósito de organizar la Iglesia, dirige a varios obispos para indicar que las mujeres estaban oficiando en un
del sur de Italia y en la que se ocupa del sacerdocio puesto sacerdotal en los altares”; recuerdan que
femenino haciendo referencia a la regula christiana, a las “ministrae podía utilizarse, como lo fue posiblemente en la
regulae ecclesiaticae y a los cánones141. Dice así la carta: Carta de Plinio a Trajano para referirse a mujeres diáconos,
quienes no habrían asumido un servicio sacerdotal en los
Hemos oído para nuestra consternación que el
altares” e insisten en que “el término ministrare es, por sí
desprecio de las cosas divinas ha llegado hasta tal
mismo, insuficiente para indicar actividad presbiteral de las
punto que las mujeres son animadas [firmentur] a
mujeres”. Opinan, asimismo, que Gelasio “no trató de
servir en los sagrados altares [ministrare sacris
estigmatizar y condenar el servicio litúrgico de las mujeres,
altaribus]y desarrollar todas las demás [cunctaque]
sino un abuso que le parecía mucho más grave: el de las
labores que son asignadas solo al servicio de los
verdaderas y auténticas presbíteros que estaban llevando
hombres [non nisi virorum formulatui sexum] y para
a cabo todas las labores tradicionalmente reservadas solo
para los hombres”, anotando, además, que “estas mujeres
139
Canon 17. Women who have formerly received the blessing of the no eran miembros de sectas heréticas”144.
diaconate against the prohibition of the canons, if they are proven to
have turned again to marriage, let them be expelled from También la legislación civil se ocupó de los ministerios
communion. If when admonished by the bishop they dissolve this eclesiales femeninos, comoquiera que incluía a las
sort of cohabitation (contubernium), they may return to the grace of
diaconisas en el coetus clerical junto con los demás
communion after doing penance. En: Les Statuta Ecclesiae Antiqua.
Ed. Cit. 45.
140
Canon 18. It was also resolved (placuit) that the blessing of the
142
diaconate shall no longer be committed to any woman, on account Citado por Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Mujeres ordenadas en la
of the weakness of their condition. Ibídem. Iglesia primitiva. Una historia documentada. Ed. Cit. 185. 275.
141 143
Taddei Ferretti, Cloe. Anche i cagnolini. L’ordinazione delle donne Citado por Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit. 275.
144
nella Chiesa cattolica. Ed. Cit. Versión Kindle, Pos. 431. Ibídem. 275-278.
miembros del clero 145 . Es significativa, al respecto, la La Novella 6, que las llama diaconisas, estableció los
codificación de nuevas leyes o Novellae que, entre otras requisitos para su ordenación, como también las penas en
codificaciones, hizo el emperador bizantino Justiniano que incurrían si no cumplían dichos requisitos que giraban
(527-565). Se trata de algunas leyes relativas a la alrededor de permanecer célibes, como también informa
organización eclesiástica y que mencionan mujeres acerca del rito de su ordenación:
diáconos y diaconisas146. Por ejemplo, al fijar el número de
Todo lo dicho sobre el reverendo clero [κλερικοι]
miembros del clero de la iglesia de Santa Sofía, entre
queremos que se haga con respecto a las
quienes se contaban las mujeres diáconos
diaconisas [διακονισσαι] amadas por Dios, para
[γυναικα διακονου ], decretó que no se podía nombrar
que no hagan nada fuera de las regulaciones
más de cuarenta 147 . Asimismo se refiere a las mujeres
apropiadas. Primero, deberán tener la edad
diáconos el artículo que decretaba que no se podía
correcta, ni muy jóvenes en la plenitud de la
sobrepasar el número de personas ordenadas establecido
pasión, vulnerables a dar pasos en falso, sino ya
para otras iglesias y debían permanecer en la iglesia para
entradas en años, alrededor de cincuenta años, de
la cual habían sido ordenadas dichas personas, a saber,
acuerdo con los cánones sagrados. Entonces
“presbíteros, diáconos, hombres y mujeres, subdiáconos,
podrán llegar a la sagrada ordenación
lectores, cantores y porteros” 148 . Lo que vale la pena
[την ιεραν χειροτονιαν], ya sean vírgenes o hayan
subrayar es que la lista incluye explícitamente a diáconos
estado casadas con un solo hombre. No
hombres y diáconos mujeres entre las personas
permitimos a aquellas que hayan estado casadas
ordenadas.
en dos ocasiones o aquellas que hayan tenido una
vida notoria o bajo sospecha alcanzar el diaconado,
administrar el bautismo a quienes se presentan
(masculino plural) ni participar en otros ritos
145
Cf. Mentxaca, Rosa. “Las diaconisas a la luz de algunas sagrados y en los más sagrados misterios que
constituciones imperiales de la antugüedad”, en: Mujeres y acostumbran a practicar.
diaconado. Sobre los ministerios en la Iglesia. Silvia Martínez Cano y
Pero si es necesario ordenar a alguna diácono
Carme Soto Varela, (eds.). (Estella: Editorial Verbo Divino, 2019):
129-216. menor a la edad mencionada, que se le ordene en
146
Cf. Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit. 188-197. algún monasterio en el que deba vivir, ya que no
147
Novellae 3,1. Citado por Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit. ha de mezclarse con hombres o elegir su propio
189. modo de vida, sino que dará buen testimonio
148
Novellae 3,2. Citado por Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit. mediante una vida retraída y moderada. Queremos
189-190.
que aquellas ordenadas como diáconos, ya sean confiscarán sus pertenencias para las iglesias santas
viudas o vírgenes, no convivan con “hermanos” o o para los monasterios en los que han estado.
parientes o con aquellos llamados αγαπετοι. Con Aquellos que se atrevan a corromperlas o casarse
esos su vida estará llena de sospecha. Que vivan con ellas estarán sujetos a la espada y su
solas o con sus progenitores o hijos o hermanos o propiedad será confiscada para el tesoro publico.
tíos verdaderos, de los que si alguien se atreve a Ya que si en las leyes antiguas para aquellas
sugerir el pecado ese alguien será juzgado impío e llamadas vírgenes la muerte era el resultado de su
irreverente. error cuando eran corrompidas, tanto más aquellas
realmente dedicadas a Dios deberán de ver que la
Si se ha dicho algo sobre alguien que quiere
modestia ha de ser protegida de tal manera que se
acceder a la ordenación como diaconisa una mujer
conserve lo que es adecuado para la naturaleza y
que ha vivido disfrazada bajo una buena apariencia
para el clero [ιερωσυνη]149.
y por tanto está bajo sospecha del mal, de ninguna
manera accederá a la ordenación diaconal. Si ha Resulta, entonces, evidente el reconocimiento que la
sido ordenada y luego hace tal cosa y vive con norma hace de la existencia de las diaconisas, de su
alguien bajo un nombre falso o disfrazada, que sea pertenencia al “reverendo clero” [κλερικοι; ιερωσυνη] y
expulsada del diaconado, y bien ella como el de que constituían un orden sagrado [ιερα ταξις] por su
hombre implicado estará sujetos a nuestras leyes y “sagrada ordenación” [την ιεραν χειροτονιαν], como
será castigados de la misma manera que aquel que también de su lugar en el ordo clerical al incluirlas después
cometa el crimen de la seducción. de los diáconos en las listas oficiales junto con presbíteros,
diáconos, subdiáconos, lectores y cantores.
Todas las reverendas diaconisas ordenadas, en el
momento de su ordenación, deberán ser
amonestadas y deberán escuchar las sagradas
Entre los testimonios litúrgicos, el primer documento en el
enseñanzas en presencia de las otras reverendas
que aparece un ritual de ordenación de diaconisas
diaconisas para que reverencien a Dios y confíen
[η διακονισση ] es en Las Constituciones Apostólicas (s.
en las sagradas enseñanzas, se avergüencen de
IV), arriba citado entre las codificaciones de normas y
apartarse del orden sagrado [ιερα ταξι ], sabiendo
prácticas eclesiales. El ritual aparece después de los de
que si se atreven a deshonrar su ordenación o a
abandonar el orden sagrado [ιερα ταξι ] para
casarse o para elegir cualquier modo de mala vida,
149
estarán sujetas a la pena de muerte y se Novellae 6,6. Citado por Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit.
190-192.
ordenación de obispos, presbíteros y diáconos, para todos mano sobre la cabeza de ella y haciendo tres veces
los cuales el gesto propio de la ordenación es la la señal de la cruz dice la siguiente oración:
imposición de manos por el obispo acompañada por la
“Dios Santo y Omnipotente, que santificaste
oración consecratoria, como también para subdiáconos y
a la mujer por el nacimiento según la carne
lectores, aunque las palabras utilizadas en el caso de la
de tu Hijo unigénito nuestro Dios, que has
diaconisa, el subdiácono y el lector son
dado la gracia y la efusión de tu Espíritu no
επιθεσις των χειρων [impondrás las manos], mientras para
solo a los hombres sino también a las
el resto del clero, es decir, confesores, vírgenes, viudas y
mujeres, mira ahora a tu sierva, llámala a la
exorcistas, no hay imposición de manos comoquiera que
obra de tu diaconía y derrama sobre ella en
no recibía ordenación.
abundancia el don rico de tu Espíritu Santo.
A la tradición bizantina pertenece el siguiente rito de Consérvala en tu recta fe para que ella
ordenación de diaconisas que aparece en el Eucologio pueda desempeñar su ministerio
Barberini (s. VII) o Códice Barberiniano Greco 336150 y que, [λειτουργιαν] en forma irreprensible según tu
con ligeras variantes en las rúbricas, pasó a otros beneplácito, porque a ti, Padre, y al Hijo, y al
eucologios: Espíritu Santo se debe toda gloria, honor y
adoración, ahora y siempre por los siglos de
Cuando termina la sagrada anáfora y las puertas
los siglos. Amén”.
[del santuario] hayan sido abiertas, antes de que el
diácono diga “haciendo memoria de todos los Y después del Amén, uno de los diáconos reza de
santos ...”, la que va a ser ordenada la siguiente manera:
[η µελλουσα χειροτονεισθαι] es conducida al
“Oremos en paz al Señor”.
obispo y este dice en voz alta “La Divina Gracia ...’.
Entonces ella baja la cabeza y el arzobispo pone la Respuesta: “Kyrie eleison”.
“Por la paz celestial y por el bienestar de
todo el mundo, roguemos al Señor.
150
Se trata del más antiguo manuscrito de la tradición litúrgica Por la paz de todo el mundo, roguemos al
bizantina. Procedente de la Biblioteca Barberini de Roma, se Señor.
encuentra actualmente en la Biblioteca Vaticana. Algunos de sus
textos todavía se usan en la liturgia bizantina. Fue editado por Jean Por nuestro arzobispo N., por su sacerdocio,
Morinus en 1695 y, recientemente, por Stefano Parenti y Elena su conservación, paz, salud y salvación y por
Velkovska: L’Eucologio Barberini Gr. 336. Stefano Parenti y Elena la obra de sus manos, roguemos al Señor.
Velkovska (eds.). (Roma: Edizioni Liturgiche, 2000).
Por N., que acaba de ser constituida continencia, y haz perfecta a tu sierva para
diaconisa[υπερ της νυν προχειροζοµενος δια que cuando se presente ante el tribunal de
κονισσης], por su salvación, roguemos al Cristo reciba la digna recompensa de su
Señor. conducta, por la misericordia y la bondad de
tu unigénito Hijo, por el cual tú eres
Para que Dios misericordioso le concede la
bendecido etc.”.
diaconía inmaculada y casta, roguemos al
Señor. Después de responder Amén, el obispo pone la
estola [ωρατον] alrededor del cuello de la mujer y
Por nuestro rey piadoso y amado de Dios.
por debajo del velo [µαφαριον] 151 , uniendo por
Para que seamos liberados de todo peligro y delante los dos extremos. Entonces el diácono que
necesidad, roguemos al Señor. está en el ambón, dice:
Socórrenos, sálvanos, ten piedad de “Recordando la memoria de todos los
nosotros y custódianos, oh Dios, con tu santos, etc.”.
gracia”.
Después de que la diaconisa ha participado del
Mientras el diácono hace esta oración, el obispo, cuerpo y de la sangre, el arzobispo le entrega el
manteniendo la mano sobre la cabeza de la que va cáliz que ella recibe y pone sobre el altar152.
a ser ordenada [της χειροτονουµενης], dice:
Al comparar el rito para la ordenación de diaconisas
“Maestro y Señor que nunca rechazas a las [χηειροτονια η διακονισσης] con el rito para la ordenación
mujeres que se dedican ellas mismas y de diáconos [χηειροτονια των διακονων] llama la atención
quieren servir como se debe en tu santa la similitud de las rúbricas y oraciones, como también las
morada, recibe también en el orden de los diferencias que presentan. En ambos casos, la ordenación
ministros [εν ταξει λειτουργων] a esta sierva se realiza al interior del santuario y estando las puertas
tuya que quiere dedicarse a desempeñar el abiertas, después de recitar la anáfora y por imposición de
oficio de la diaconía, concédele la gracia de manos del obispo. Y se observan tres diferencias: en el
tu Espíritu Santo como diste la gracia de tu momento de presentarse ante el obispo, el diácono se
diaconía a Febe, a quien tú llamaste al
ministerio [λειτουργιας]. Concédele, oh Dios,
perseverar sin culpa en tu santo templo, 151
Se refiere al velo o manto con el que se cubrían las mujeres y los
cuidar su propia conducta, principalmente la hombres.
152
Texto tomado y traducido de Vagaggini, Cipriano. Op. Cit. 177-179.
arrodilla y la diaconisa baja la cabeza; en la forma de oriental y no tuvieron en cuenta los de la Iglesia de
poner la estola, la del diácono se cruza sobre un hombro y occidente, o mencionan solo muy pocos, excepto
la de la diaconisa en el cuello y anudada al frente; y Martimort y Macy, cuyos trabajos ofrecen un exhaustivo
después de la comunión, el obispo le pasa el cáliz al repaso de libros litúrgicos medievales.
diácono para que reparta la comunión, mientras a la
De ahí su propósito de investigar fuentes litúrgicas
diaconisa se lo entrega y ella lo deposita sobre el altar
medievales de la Iglesia de occidente, particularmente la
Vagaggini, en su análisis de rituales de ordenación de Oratio Ad Diaconam Faciendam que se encuentra en la
diaconisas en la tradición grecobizantina hace notar que mayoría de los Pontificales y Sacramentarios del
en el Eucologio Barberini, y en otros que de él dependen, Medioevo. Aparece, por ejemplo, al final del
el rito es denominado χειροτονια, al igual que se Sacramentario Gregoriano –el más antiguo– junto con
denomina la ordenación de presbíteros, diáconos y otras oraciones relacionadas con la vida monástica 155 ;
subdiáconos. Asimismo anota que el gesto central es la asimismo la incluyen el Sacramentario Tridentino o
επιθεσι por parte del obispo, a los pies del altar y, por lo Gregoriano Preadriano (s. VII) y el Sacramentario
tanto, al interior del santuario tanto para obispos, Gregoriano Adriano (s. VIII), pero este último corrige una
presbíteros, diáconos y diaconisas, mientras las otras errata del primero –dicata por ditata–, con lo cual resulta
ordenaciones se hacían en el diakonon o sacristía153. igual a la oración para los diáconos aunque en femenino:
En su estudio sobre el diaconado femenino en el Exaudi Domini, preces nostras et super han
Occidente medieval, José Juan Fresnillo Ahijón154 lamenta famulam tuam illam spiritum tuae benedictionis
que los estudios publicados –por ejemplo el documento emitte, ut celesti munere ditata [sic] et tuae gratiam
de la Comisión Teológica Internacional, El diaconado: possim maiestatis adquirere et bene vivendi alii
evolución y perspectivas; el documento de la Canon Law exemplum praebera. Per ... 156.
Society que solo citó el Sacramentario de Trento, el
Esta oración, copiada del Sacramentario Gregoriano
Pontifical de Maguncia y el Pontifical Romano del siglo XV;
Adriano “por fidelidad del copista al texto copiado” 157 ,
o los estudios clásicos de Gryson, Vagaggini y Zagano–
será transmitida sin mayores cambios a los diferentes
solamente abordaron testimonios litúrgicos de la Iglesia
manuscritos. Hacia el siglo xii o xiii muy pocos
153
Vagaggini, Cipriano. Op. Cit. 179-180.
155
154
Fresnillo Ahijón, Juan José. Ad Diaconam faciendam seu Ibídem. 102.
156
consacrandam. El diaconado femenino en el occidente medieval. Ibídem. 106.
157
(Madrid: Universidad San Dámaso, 2016). Martimort, Aimé Georges. Op. Cit. Versión Kindle. Pos. 3201.
sacramentarios y pontificales la incluyeron y el Pontifical Grecae et Latinae praxim”–, concluyó que en todos los
de Durando lo hace en pasado 158 y, poco a poco. la siete eucologios la ordenación de la diaconisa se asemeja
oración desaparece. a la de los obispos, presbíteros y diáconos, pero se
diferencia de la de subdiáconos y lectores162.
El Pontifical de Egberto de York (s. VIII), cuyo original ha
llegado hasta nosotros en un manuscrito del siglo X 159 ,
ofrece una Benedictio Diaconi sive Diaconissae y otra Segunda conclusión: Silenciamiento y exclusión de las
bendición al final del libro “dentro de las bendiciones mujeres de la organización eclesial
referidas a las personas”160.
Para mostrar la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo
Según Martimort, del siglo XV son tres testimonios de Testamento que el gnosticismo cuestionaba, se produjo la
bendición a diaconisas: la Summa Thelogica de San transposición de las instituciones cultuales del judaísmo a
Antonino; un pontifical de Perugia inspirado en el la comunidad eclesial, lo que implicó la sacerdotalización
Pontifical de Durando, que en un folio que estaba en de los ministerios, interpretados como “órdenes” o
blanco incluyó el ritual De ordinatione dyaconisse, que no “tagmas” a la manera del culto antiguo. Pero lo que sirvió
es el mismo de la consagración de vírgenes; y el pontifical de argumento para responder a una circunstancia
de Berozi, también siguiendo el de Durando, no incluyó el coyuntural se constituyó en práctica eclesial y, al mismo
rito para las diaconisas, precisando que, por entonces, ya tiempo, en doctrina oficial.
no había diaconisas161.
Estos cambios coincidieron con el paso del espacio
Por su parte, Jean Morinus, que recopiló siete eucologios privado de las comunidades domésticas al espacio público
en su Commentarius de sacris Ecclesiae Ordinationibus de la religión oficial y de la Iglesia entendida como
secundum antiques et recentiores (1695) –en el que comunidad a la Iglesia entendida como institución
dedicó una de las Exercitatio al estudio “de diaconissis, jerárquica, en la que sus dirigentes se convirtieron en
earum ordinatione et ministeriis secundum Ecclesiae funcionarios del culto que detentaban una dignidad y
ejercían una potestad. Y con la institucionalización del
cristianismo, la experiencia de comunidades incluyentes
158
Ibídem. Pos. 3382-3392. fue remplazada por una organización eclesiástica
159
Fresnillo Ahijón, Juan José. Op. Cit. 108. patriarcal.
160
Ibídem. 116.
161
Macy, Gary. “Women Deacons: History”, in: Women Deacons: Past,
Present, Future. Gary Macy; William T. Ditewig; Phyllis Zagano (eds.).
162
(New York / Mahwah, NJ: Paulist Press, 2011): Versión Kindle. Pos. Cf. Vagaggini, Cipriano. Op. Cit. 180; Martimort, Aimé Georges.
35-97. Op. Cit. Versión Kindle. Pos. 3908.
Conviene, además, tener presente que en el entorno cuando afirma que existió “un ministerio de diaconisas,
social no existían dudas acerca de la superioridad del que se desarrolló de forma desigual en las diversas partes
hombre y la inferioridad de la mujer. Desde esta mirada, de la Iglesia”163 y lo han reconocido los autores que han
es comprensible que solamente los varones ejercieran las estudiado el tema y el mismo papa Francisco en sus
funciones de responsabilidad mientras las mujeres, intervenciones varias veces citadas. Además, forzoso es
confinadas en el espacio doméstico, quedaron excluidas reconocer que no era bien visto este ministerio y que
dela organización eclesial, es decir, de la jerarquía muchos autores lo objetaron y otros tantos concilios lo
eclesiástica constituida por un clero exclusivamente prohibieron. Pero vayamos por partes.
masculino.
En cuanto a las funciones que desempeñaban las mujeres
Sin embargo, muchas mujeres ejercieron funciones de diáconos y/o diaconisas, tanto La Didascalia como Las
liderazgo y servicio en este entorno, según lo evidencia el Constituciones Apostólicas consideraron necesario el
anterior repaso de autores, codificaciones y rituales que ministerio diaconal femenino, principalmente por motivos
registran numerosos testimonios de diaconado femenino de decencia y ambos documentos les asignaron funciones
tanto en la Iglesia de oriente –donde apareció y litúrgicas relacionadas con el bautismo de las mujeres y
desapareció más tempranamente– como también en la de funciones pastorales de atención también a las mujeres,
occidente. En cuanto a su denominación, los primeros además de otros oficios que contempla Las Constituciones
testimonios hablan de mujeres diáconos Apostólicas, como cuidar la entrada de las mujeres al
[γυναικας διακονους] –por ejemplo, Basilio, Gregorio de santuario y servir de intermediarias entre las mujeres y el
Nisa y Juan Crisóstomo; La Didascalia y Las Constituciones obispo. Pero ninguna de las dos codificaciones les encarga
Apostólicas, como también la Novellae 3,1– pero que las la función de bautizar ni la de enseñar; por el contrario
traducciones acostumbran denominar diaconisas, término ambas prohíben a las mujeres bautizar y Las
que probablemente data del siglo IV. Constituciones Apostólicas, además, les prohíben enseñar.
Por otra parte, no hay unanimidad en dichos testimonios Respecto al lugar que ocupaban, es evidente que, para las
ni en las fuentes secundarias acerca de su ordenación y su tipologías que aparecen en Las Constituciones
similitud o diferencia con los diáconos varones, tampoco Apostólicas, las mujeres diáconos y/o diaconisas formaban
en cuanto a las funciones que desempeñaban, el lugar que parte de la organización jerárquica: el obispo ocupa el
ocupaban en la estructura jerárquica de la Iglesia o su lugar de Dios, el diácono [ο διακονος] es tipo de Cristo, la
desaparición. En cambio hay unanimidad en cuanto a la
existencia del ministerio diaconal femenino, como lo
163
reconoce, entre otros, la Comisión Teológica Internacional Comisión Teológica Internacional. El diaconado: evolución y
perspectivas (2002). II,4.
diácono [η διακονος] es representante del Espíritu Santo, y lo precisa la Comisión Teológica Internacional citando a un
los presbíteros, los apóstoles, las viudas y los huérfanos autor jacobita del siglo X: “En tiempos antiguos se
son figura del altar. También es evidente en los libros ordenaba a las diaconisas; estas tenían por función el
litúrgicos donde la ordenación de diaconisas aparece a ocuparse de las mujeres adultas, con el fin de que no se
continuación de la ordenación de obispos, presbíteros y descubriesen delante del obispo, pero cuando la religión
diáconos, en condiciones similares y por imposición de se extendió y se decidió administrar el bautismo a los
manos del obispo. Y resulta asimismo evidente según la niños, dicha función fue abolida” 166 . Sin embargo el
legislación civil contenida en las Novellae de Justiniano, diaconado femenino existió en Constantinopla y en la
que las cuentan en el “reverendo clero” [κλερικοι; Iglesia de occidente con otra finalidad y duró hasta
ιερωσυνη] como un orden sagrado [ιερα ταξις] y muchos siglos después, aunque con carácter honorífica y
pertenecientes al ordo clerical al incluirlas después de los en marco de la vida monástica.
diáconos en las listas oficiales junto con presbíteros,
Ahora bien, el asunto más controvertido a la hora de
diáconos, subdiáconos, lectores y cantores. En este
abordar el diaconado femenino es si “se trataba de una
sentido Vagaggini opina que en la tradición bizantina, con
verdadera ordenación sacramental”, como se lo pregunta
posterioridad a Las Constituciones Apostólicas, “las
el papa Francisco cada vez que tiene que tocar el tema.
diaconisas pertenecían al sistema clerical, con χειροτονια
Según mi repaso de textos, las mujeres diáconos y/o
de la misma naturaleza e igual significado que la
diaconisas eran ordenadas por la imposición de manos del
χειροτονια de los diáconos” 164 ; Madigan y Osiek
obispo y la oración consecratoria según consta en los
consideran, por su parte, que “desde La Didascalia del
rituales del Libro VIII de Las Constituciones Apostólicas,
siglo III hasta la legislación de Justiniano del siglo VI, las
del Eucologio Barberini y de los siete eucologios
mujeres diáconos fueron objeto de regulación junto con
estudiados por Morinus. En cuanto a si era un sacramento
otros miembros del clero”165.
o un sacramental, no hay que olvidar que esta distinción
En cuanto a la desaparición del diaconado femenino es no se hacía en la teología y en la práctica del primer
lugar común en las fuentes secundarias relacionar dicha milenio, comoquiera que responde a categorías
desaparición con la desaparición del bautismo de adultos, escolásticas posteriores. Vagaggini opina que en la
comoquiera que se habría hecho innecesario el ministerio tradición bizantina, “la χειροτονια de las diaconisas era de
de mujeres diáconos o diaconisas en el rito bautismal y así la misma naturaleza e igual significado que la χειροτονια
164 166
Vagaggini, Cipriano. Op. Cit. 173. Comisión Teológica Internacional. El diaconado: evolución y
165
Madigan, Karol; Osiek, Carolyn. Op. Cit. 197. perspectivas (2002). III,2.
de los diáconos” 167 y el teólogo belga Roger Grysson 2.3 Exclusión de las mujeres de la ordenación
considera que “las mujeres diáconos recibían una
sacerdotal en el marco de la definición del
verdadera ordenación que en nada se distinguía
formalmente de la de sus colegas masculinos”168, como sacramento del orden
también llega a esta conclusión el italiano Corrado
Marucci en su investigación acerca de la presencia, las
funciones y la sacramentalidad del diaconado femenino en
El contexto: la definición del sacramento del orden en
la Iglesia del primer milenio: “las ordenaciones de las
la teología escolástica
diaconisas tenían dignidad sacramental y muy
probablemente las diaconisas de la Iglesia antigua y En el contexto sociocultural de la Europa medieval, la
medieval recibieron ordenación sacramental análoga a la Iglesia reprodujo los modelos de organización de la
de los diáconos”169. Martimort, en cambio, considera que sociedad feudal, lo que influyó también en las
no recibían imposición de manos y, por lo tanto, no fueron motivaciones para ingresar al estado clerical por cuanto
ordenadas ni hubo paridad en las funciones de las los cargos eclesiásticos conllevaban rentas y prebendas.
diaconisas y de los diáconos, que fue la opinión que
En este contexto, la reforma de Gregorio VII (1073-1085)
adoptó la Comisión Teológica Internacional, que no habla
respondía a un proyecto teocrático bajo la autoridad del
de ordenación sino de institución: “las diaconisas de las
Pontífice Romano 171 , lo cual exigía reformas a las
que se hace mención en la tradición de la Iglesia antigua –
costumbres del clero, estableciendo el celibato obligatorio
según lo que sugieren el rito de institución y las funciones
para los clérigos y prohibiendo la intromisión del poder
ejercidas– no son pura y simplemente asimilables a los
civil en los asuntos de los eclesiásticos, para lo cual abolió
diáconos”170.
la investidura de obispos por los laicos y a los laicos172.
Con estas dos medidas, la reforma gregoriana permitió la
167
Vagaggini, Cipriano. Op. Cit. 173.
168 171
“Les femmes diacres recevaient alors une véritable ordination, que Gutiérrez, Alberto. La reforma gregoriana y el renacimiento de la
rien ne distinguait formellement de celle de leurs collègues cristiandad medieval. (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana,
masculins”. Gryson, Roger. Le ministère des femmes dans l’Église Facultad de Teología, 1983(.
ancienne. (Gembloux: Duculot, 1972): 177. 172
Desde entonces, los obispos son nombrados por el papa y, por lo
169
Marucci, Corrado. “Storia e valore del diaconato femminile nella tanto, se consideran sus representantes y no de la comunidad, como
Chiesa antica”. Rassegna di Teologia 38 (1997): 792. lo habían sido hasta entonces. Cf. Gonzalez Faus, José
170
Comisión Teológica Internacional. El diaconado: evolución y Ignacio.“Ningún obispo impuesto”: Las elecciones episcopales en la
perspectivas (2002). Conclusiones. Cf. II,4. historia de la Iglesia. (Santander: Sal Terrae, 1992).
centralización del poder eclesial en el Papado y ahondó la Espíritu Santo” (Dz 424), pronunciamiento que refleja una
división de la Iglesia en dos ámbitos cuya línea divisoria de las preocupaciones de la época: si un ministro indigno
estaba marcada por el sacramento del orden que confiere podía administrar un sacramento y, particularmente,
a los unos los poderes y la autoridad de los cuales los consagrar la eucaristía, como también el principio
otros carecen. La visión de iglesia que sustentó la reforma teológico que respondía a la mentalidad vigente: no son
gregoriana quedó plasmada en el Decreto de Graciano173 los méritos del “consagrante” sino “la palabra del Creador
(s. XI), una recopilación y sistematización de normas y y la virtud del Espíritu Santo” (Ibídem).
leyes de la Iglesia formuladas durante el primer milenio.
Comoquiera que los albigenses, Joaquín de Fiori y los
En continuidad con estas medidas, el I concilio de Letrán valdenses ponían en duda la necesidad del sacerdote para
(1123) prohibió ordenar por dinero, como también la celebrar la eucaristía, el IV de Letrán (1215) repitió que
compañía de concubinas y esposas a los presbíteros, “solamente puede celebrar la eucaristía un sacerdote
diáconos y subdiáconos (Dz 359-360), prohibición que, se válida y lícitamente ordenado” (Dz 430), con lo cual la
dice, estableció la ley de celibato; el II de Letrán (1139) relación con la comunidad quedó por fuera de la
promulgó medidas de orden disciplinar contra la simonía definición pues lo fundamental era el poder de consagrar,
(Dz 364); el III de Letrán (1179) reafirmó la ley del celibato y propuso, además este concilio, líneas de conducta para
eclesiástico y prohibió ordenar a un clérigo sin que le fuera los clérigos, alertó acerca del peligro de “ordenar
asegurada su subsistencia; la profesión de fe para ignorantes”; reglamentó los beneficios eclesiásticos,
Durando de Huesca y sus compañeros valdenses (1208) desde el principio de que “quien sirve al altar debe vivir
proponía que debían confesar, acerca del sacerdocio, que del altar” (Dz 437); y estableció la obligación de
en el sacrificio eucarístico “ni el buen sacerdote hace más confesarse al menos una vez al año con el sacerdote que
ni el malo menos, pues no se realiza por el mérito del le correspondiera o “sacerdote propio” (Dz 437), lo cual
consagrante, sino por la palabra del Creador y la virtud del refleja cómo el oficio sacerdotal era entendido como
potestad.
Por otra parte, la circunstancia de una larga guerra para
173
“Duo sunt genera christianorum. Est autem genus unum, quod defender el mundo cristiano del Islam, convirtió a la Iglesia
mancipatum divino officio, et deditum contemplationi et orationi, ab
en guardiana de la cultura occidental y en depositaria del
omni strepito temporalium cessare convenit, ut sunt clerici, et Deo
devoti, videlicet conversi. Inde hujusmodi nomines vocantur clerici, saber de su tiempo, si bien –hay que recordarlo– eran los
id est sorti electi. [...] Aliud vero est genus christianorum ut sunt hombres de Iglesia, es decir, varones y clérigos, quienes
laici”. Graciano. Concordia discordantium canonum ac primae de podían cumplir esta tarea en los monasterios y las escuelas
iure Divinae et humanae constitutionis. Pars secunda, c. VII, q. XII, c. catedralicias. Que fue el espacio social en el que los
1. P. L. 187. col 884.
maestros del siglo XII prepararon las grandes Waldo y los valdenses, que, como los pobres de Lyon,
sistematizaciones filosóficas y teológicas que hicieron predicaban sin ser sacerdotes; el de Pedro Bruys y los
suyas los autores del siglo XIII, el siglo de la escolástica y petrobrusianos; los de los patarinos, los begardos y las
el siglo de las universidades, cuando llegó a su apogeo el beguinas; los seguidores de Joaquín de Fiori; los fraticelli;
método filosófico y teológico en los nuevos centros del los cátaros o albigenses del sur de Francia. También
conocimiento y florecieron los esfuerzos de síntesis en el criticaron la organización jerárquica de la Iglesia y
marco de la preocupación por sistematizar el saber y, protestaron contra el clericalismo y la vida libertina del
consiguientemente, el saber teológico. Y cuando, además, clero Ockam, Marsilio de Padua, Wycleff y Huss en el siglo
en las universidades, la enseñanza de la teología tomó la XV. Y Lutero, en el siglo XVI, cuestionó el sacerdocio y el
forma de tratados, uno de los cuales fue la teología orden como sacramento, argumentando que Cristo no
sacramental, a cuyo desarrollo contribuyeron los grandes instituyó este sacramento, y consideró que la Iglesia no es
doctores como Alberto Magno, Buenaventura, Tomás de el clero sino la asamblea de los creyentes en la que todos
Aquino, Duns Scoto, entre otros, quienes dejaron su huella participan en el único sacerdocio: el de Cristo.
en la teología y en la doctrina eclesial. Ahora bien, llama la
Así, el II concilio de Letrán (1139) propuso una lista de
atención que al mismo tiempo no se elaborara una
sacramentos, posiblemente la primera lista oficial, que
eclesiología. Y “una doctrina sobre los sacramentos que
incluía “el sacerdocio y demás órdenes eclesiásticas” (Dz
no estaba debidamente encuadrada dentro de una
367). Posteriormente, la profesión de fe para Durando de
correcta comprensión de lo que es la Iglesia, tenía el
Huesca y sus compañeros valdenses (1208) les exigió
peligro de convertirse en una doctrina sobre cosas santas
reconocer los siete sacramentos de la Iglesia (Dz 424) y
y sagradas, consideradas en sí mismas pero desligadas de
uno de los puntos de la Profesión de fe de Miguel
su dimensión eclesial y comunitaria”174.
Paleólogo del II concilio de Lyon (1274) era el septenario
Esta introducción para precisar que del siglo XII data el sacramental que incluía, en quinto lugar, el sacramento del
septenario sacramental y la noción de sacramento que la orden (Dz 466). También en contexto de polémica fueron
teología elaboró y el magisterio oficializó en diversos las definiciones del concilio de Florencia (1438-1445) y del
pronunciamientos en contextos polémicos y para refutar concilio de Trento (1545-1563), a los cuales se hace
errores o condenar herejías y movimientos de protesta referencia más adelante.
contra el poder de la Iglesia, tales como el de Pedro
Por otra parte, dos circunstancias habrían repercutido en la
forma de ejercer las funciones de liderazgo y servicio al
comenzar el segundo milenio: la feudalización de los
174
Castillo, José María. Símbolos de libertad: Teología de los cargos eclesiásticos, que dejaba sin rentas al sacerdote,
sacramentos.(Salamanca: Sígueme, 1991): 324.
introdujo la práctica de las ordenaciones absolutas como síntesis que logró y porque su teología sacramental marcó
medio de subsistencia; y el sistema penitencial que los el pensamiento y la doctrina de los siglos posteriores.
monjes anglosajones llevaron al continente europeo Además, no hay que olvidar la influencia en la teología
promovió las ordenaciones en los monasterios para medieval del Decreto de Graciano, el más importante de
responder a las necesidades de los fieles, pues la los canonistas, cuya obra, junto con la de Pedro
penitencia, que podía conmutarse por misas, convirtió al Lombardo, sirvieron de fundamento a la formación
sacerdote en profesional de las misas 175 . Y con el teológica.
debilitamiento del poder real en el sistema feudal y la
atomización de los Estados, el poder de la Iglesia, como
factor de unidad centralizado en Roma, contribuyó a La recopilación de leyes eclesiásticas formuladas en cartas
consolidar el tipo de relación Iglesia - Estado conocido de los papas y cánones de los concilios del primer milenio
como sistema de cristiandad en el que los dos estamentos que fue publicada en 1140 se conoce como el Decreto de
eran “las dos caras de una misma realidad”176 que, en más Graciano. El Decreto plantea la inferioridad de la mujer
de una ocasión, se enfrentaron. respecto del varón al abordar una problemática propia de
la época, como era el voto de continencia conyugal 177 ,
pero la argumentación trasciende los límites de dicha
Textos representativos de la definición del
problemática, constituyéndose en “fundamentación
sacramento del orden como sacramento del
teológica y canónica del estatus de la mujer en la
sacerdocio en la teología y el magisterio Iglesia”178. Según el Decreto, el hombre puede prohibir a
En este contexto se elaboró la teología sacramental y, la mujer cumplir el voto de continencia porque el hombre
consiguientemente, la teología del sacramento del orden es cabeza de la mujer y “debido a la condición de
y a dos autores –los más representativos en el desarrollo subordinación, debe someterse en todo al marido” 179 ,
de la teología sacramental– debe la teología dicha
elaboración: Pedro Lombardo, el principal exponente de
los maestros medievales, y Tomás de Aquino, a su vez el 177
Graciano. Concordia discordantium canonum ac primae de lure
principal exponente de la teología escolástica por la
Divinae et humanae constitutionis. Pars secunda, c. XXXIII, q. V. P. L.
187, col. 1653-1656. [En adelante, Decreti]
178
Peña García, Carmen. “Status jurídico de la mujer en el
175
Mounier, Michel y Tordi, Bernard. Sacerdote… ni más ni menos. ordenamiento de la Iglesia”. Revista Española de Derecho Canónico
(Bilbao: Mensajero, 1997): 93. 54 (1997): 687.
176 179
Comby, Jean. Para leer la Historia de la Iglesia. Tomo I. (Estella: “Quia vero in ceteris vir est caput mulieris [...] et hoc, ut diximus,
Verbo Divino, 1999): 141. propter conditionem servitutis, qua viro in omnibus debet subesse”.
argumentando con citas de los Padres que es el orden juzgar”; y luego se pregunta: “¿cómo podrían, por tanto,
natural y el orden dispuesto por Dios, que la mujer fue la mandar?”183.
causa del pecado original180 y que no es imagen de Dios:
Desde esta situación y desde su concepción acerca de la
“La imagen de Dios está en el hombre, [...] que ha
inferioridad de las mujeres, el Decreto de Graciano reúne
recibido de Dios el poder de gobernar como su vicario
prohibiciones para las mujeres que para responder a
porque es imagen de Dios y por lo tanto la mujer no fue
situaciones muy concretas habían establecido papas y
creada a imagen de Dios”181. Y, por este motivo, juzga
concilios del primer milenio. Recoge tres cánones del IV
que “como la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza
concilio de Cartago (s. IV): uno, refiriéndose a las vírgenes
del varón Cristo, así la esposa no sujeta a su marido –esto
consagradas, prohibiéndoles “tocar los vasos y paños
es, a su cabeza– es reo de crimen”182.
sagrados y llevar incienso en torno al altar”184; otro, según
Como parte de esta misma argumentación, el Decreto el cual, la mujer, “por muy docta y santa que sea, no
describe la situación de las mujeres de aquel entonces y presuma enseñar a los varones” 185 ; y un tercero, que
que sustenta la visión que de ellas ofrece como también la repite la anterior prohibición y agrega la de bautizar: “la
doctrina que establece: “están sujetas al dominio del mujer, por muy docta y santa que sea, no presuma
varón y no tienen ninguna autoridad, ni pueden enseñar, bautizar a nadie”186.
ni pueden ser testigos, ni pueden dar fe, ni pueden
El Decreto recoge el canon 11 del concilio de Laodicea (s.
IV) según el cual en la Iglesia griega había mujeres
presbíteras mientras en la Iglesia latina eran denominadas
183
Graciano. Decreti pars secunda, c. XXXIII, q. V. c. XI. P. L. 187. col. “Mulierem constat subjectam domini viri esse, et nullam
1653. auctoritatem habere; nec docere enim potest, nec testis esse, neque
180
Graciano. Decreti pars secunda, c. XXXIII, q. V. c. XII; XX. P. L. 187. fidem dare, nec judicare; quanto magis non potest imperare?”.
col. 1653-1656. Graciano. Decreti pars secunda, c. XXXIII, q. V. c. XVII. P. L. 187. col.
181
“Haec imago Dei est in homine, ut unis factus sit quasi Dominus, ex 1655.
184
quo ceteri orientur, habens imperium Dei, quasi vicarius ejus, quia “Vestimenta altaris et vasa sacrata mulieres tangere prohibentur”.
omnis rex Dei haber imaginem, ideoque mulier non est facta ad Graciano. Decreti pars prima, d. XXIII, c. XXV. P. L. 187, col. 137.
185
imaginem Dei”. Graciano. Decreti pars secunda, c. XXXIII, q. V. c. “Mulier quamvis docta et sancta, viros in conventu docere non
XIII. P. L. 187. col. 1654. presumat”. Graciano. Decreti pars prima, d. XXIII, c. XXIX. P. L. 187.
182
. “Quum caput mulieris vir sit, caput autem viri Christus, col. 138.
186
quaecumque uxor non subjicitur viro suo, hoc est capiti suo, ejusdem “Mulier, quamvis docta et sancta, viros in conventu docere, vel
criminis rea est”. Graciano. Decreti pars secunda, c. XXXIII, q. V. c. aliquos baptizare non presumat”. Graciano. Decreti pars tertia, d. IV,
XV. P. L. 187. col. 1654. c. XX. P. L. 187. col. 1800.
viudas o ancianas, y establecía dicho canon que no debían paternal de Dios”189 para prohibir a las mujeres acercarse
ser ordenadas187. Y para responder a la pregunta acerca al altar.
de si una mujer puede acusar a un sacerdote, argumenta
En los Cuatro libros de sentencias, publicados entre 1150 y
que, según las leyes, no puede acusar a un sacerdote o
1152, Pedro Lombardo (ca. 1100-1160) ofrece un resumen
testimoniar en contra suya quienes no son ni pueden ser
y sistematización del saber teológico de su tiempo que
de su orden, como es el caso de la mujer, y concluye
recoge la tradición anterior, principalmente de los Padres
precisando que la mujer “no puede ser promovida al
y de san Agustín, fijando la distribución de los temas y el
sacerdocio ni al diaconado [non solum ad sacerdotium,
vocabulario que fueron acogidos por la teología
sed nec etiam ad diaconatum]”188.
escolástica y, por este camino, posteriormente adoptados
Ahora bien, el Decreto “ignora sistemáticamente aquellas por el magisterio eclesial en los concilios de Florencia y
fuentes en que se recoge el papel de las viudas y el Trento.
ministerio de las diaconisas –fuentes tan importantes como
En el Cuarto libro de sentencias sentó las bases del
La Didascalia, Las Constituciones Apostólicas o incluso el
tradicional tratado del sacramento del orden desde su
concilio ecuménico de Calcedonia (s. V)–, recogiendo
interpretación del sacramento como “sacramentum est
únicamente textos caracterizados por ser expresión de una
sacrae rei signum”190, precisó que el orden es uno de los
teología que, en líneas generales, arranca de una exégesis
siete sacramentos de la Nueva Ley 191 y que tiene siete
masculinizante de los textos bíblicos –enlazando con la
órdenes o grados eclesiásticos: ostiarios, lectores,
teología rabínica que afirmaba que sólo el varón era
exorcistas, acólitos, diáconos, subdiáconos y sacerdotes192,
imagen de Dios– y de una idea varonil y estrictamente
de los cuales solo el diaconado y el presbiterado pueden
llamarse orden sagrado porque son los que mencionan los
187 documentos de la Iglesia antigua193.
“Mulieres, quae apud Graecos presbyterae appelantur, apud nos
viduae, seniores, univirae et matricuriae appellantur, in ecclesia
tanquam ordinatas constitui non debere”. Graciano. Decreti pars
prima, d. XXXII, q. XIX. P. L. 187. col. 184.
188
“In quo primo videndum est, mulier sacerdotem accusare valent? 189
Peña García, Carmen. Op. Cit. 686-687.
Quod sacris canonibus omnino videtur esse prohibitum. Generaliter 190
enim statutum est ex decretis Fabiani Papae, ut sacerdotes Domini Pedro Lombardo. Liber Sententiarum IV, d. I,2. P. L. 192, col. 839.
191
non accusent, nec in eo testificentur, qui sui ordinis non sunt nec Ibídem. d. II,1. P. L. 192, col. 841-842.
192
esse possunt. Mulier autem non solum ad sacerdotium, sed nec Ibídem. d. XXIV, 2-9. P. L. 192, col. 901.
193
etiam ad diaconatum provehi possunt, unde nec sacerdotes “Cumque omnes spirituales sint et sacri, excellenter tamen canones
accusare, nec in eos testificare valent”. Graciano. Decreti pars duos sacros ordines apellari censent, diaconatus, scilicet, et
secunda, c. XV, q. III. P. L. 187. col 976. presbyteratus; quia hos solos primitiva Ecclesia legitur habuisse, et
Interpretando el sacramento del orden –en el grado del Christi mysticum”196. Por lo demás, Lombardo consideraba
orden presbiteral– en función de la consagración que este sacramento imprime un sello o carácter e
eucarística, el Maestro de las Sentencias consideraba que interpretó el episcopado como dignidad, no como
los presbíteros deben llamarse sacerdotes, que viene del sacramento, porque en relación con la eucaristía –que es
griego y el latín, y explica en un juego de palabras que el criterio fundamental– no se diferencia del sacerdocio. Y
significa dar lo sagrado –sacrum dans– es decir, señor de vale la pena anotar que no se plantea en su obra la
lo sagrado –sacer dux– porque le corresponde ordenación de mujeres ni menciona a mujeres diáconos o
confeccionar el sacramento del cuerpo y la sangre del diaconisas.
Señor en el altar de Dios; y agregaba que, por esta razón,
el rito de ordenación consiste en la unción de manos junto
con la entrega de la estola, el cáliz con el vino y la patena La teología de Tomás de Aquino (1225-1274),
con el pan194. Desde esta mirada definió el sacramento del principalmente la teología sacramental, estuvo marcada
orden –propiamente, del orden sacerdotal– como “un por la influencia de la filosofía aristotélica con el
signo de la Iglesia por el cual se confiere al ordenado la hilemorfismo y la causalidad como sus grandes pilares. La
potestad espiritual”195, que identificó como potestad de relación materia y forma como causa intrínseca y
orden y potestad de jurisdicción: “la potestad de orden al fundamento de la composición esencial de los cuerpos
cuerpo eucarístico como corpus Christi verum, y la permitió aclarar la relación entre los elementos de
potestad de jurisdicción a la Iglesia, en cuanto corpus significación que Pedro Lombardo denominara res y verba,
diciendo que las palabras son como a modo de forma (per
modum formae) y las cosas sensibles como a modo de
materia (per modum materiae) 197 . Asimismo, las cuatro
de his solis praeceptum Apostoli habemus”. Ibídem. d. XXIV,9. P. L.
causas aristotélicas –material, eficiente, final y formal–
192, col. 904.
194
“Sacerdos nomen habet compositum Graeco et Latino, quod est facilitaron la síntesis: los sacramentos causan la gracia, son
sacrum dans, sive sacer dux. [...] Ad presbyterum autem pertinet signos de una realidad sagrada en cuanto santificadora
sacramentum corporis et sanguinis Domini in altare Dei conficere,
orationes dicere, et dona Dei bendicere; qui cum ordinatur,
inungutur eis manus, [...]: accipiunt et stolam, [...]. Accipiunt etiam
calicem cum vino, et patenam cum hostiis”. Ibídem. d. XXIV,9. P. L.
192, col. 904.
195 196
“Si autem quaeritur quid sit quod hic vocatur ordo, sane dici potest Ponce Cuéllar, Llamados a servir. Teología del sacerdocio
signaculum esse, id est, sacrum quoddam, quo spiritualis potestas ministerial. (Madrid: Herder, 2001): 270.
197
traditur ordinato, et officium”. Ibídem. d. XXIV, 10. P. L. 192, col. Santo Tomás de Aquino. Summa Theologiae III, q. 60, a. 7. En
904. adelante, STh.
(signum rei sacrae in quantum est santificans homines) 198 y planteamiento, Santo Tomás asumió la definición de
su causalidad es fundamentalmente instrumental pues la Pedro Lombardo, agregando que el efecto interior es la
causa final es Cristo. potestad espiritual202.
Así, desde la doble perspectiva hilemorfista y En cuanto a la forma del sacramento del orden, se refiere
sacerdotalizante, santo Tomás elaboró su teología del a la colación de un poder que es transmitido por quien
sacramento del orden en los Comentarios al Libro IV de las tiene el poder203. Esta comprensión, que también Pedro
Sentencias de Pedro Lombardo199, distinciones 24 y 25, y Lombardo había expuesto y que santo Tomás compartía
en las cuestiones 34 a 40 del Supplementum de la Suma con sus contemporáneos, es el hilo conductor de su
Teológica 200 que redactó un discípulo suyo, Reinaldo de reflexión. Se trata del poder para consagrar la eucaristía y
Piperno, ordenando los planteamientos expuestos en los el consiguiente poder de jurisdicción: “El sacerdote tiene
Comentarios según el método de la Suma y que es el texto dos funciones: una principal, que tiene como objeto el
al cual me refiero en el siguiente repaso. cuerpo real de Cristo; la otra secundaria, el cuerpo místico
de Cristo. Esta segunda función depende de la primera y
Su interpretación del sacramento del orden, gira alrededor
no al revés”204. Respecto a la materia, relacionándola con
de la terminología sacerdote, sacerdocio y sacrificio,
el poder que recibe el ordenado, precisó que es la
relacionando el sacerdocio con la eucaristía y como poder
entrega de los instrumentos para el sacrificio, es decir, el
(potestas) para consagrar. A diferencia del significado que
cáliz y la patena205, y trató, en esta misma cuestión, del
se dio a la palabra “orden” en los primeros siglos, cuando
se designaba así a un estamento de la sociedad, para
santo Tomás, significaba ordenamiento, según el orden de 202
Ibídem. q. 34, a. 2.
la creación querido por Dios y en el cual los seres 203
Ibídem. q. 34, a. 4. Esta visión la recogió el Pontifical Romano al
inferiores son conducidos por los seres superiores, orden
precisar que la forma son las palabras que pronuncia el obispo:
que también tiene que darse en la Iglesia en la que “unos “Accipe potestam offerre sacrificium Deo, Missasque celebrare, tam
dispensan los sacramentos a los otros”201. Y desde este pro vivis quam pro defunctis in nomine Domini”. Citado por Parra,
Alberto. Sacerdotes de ayer, ministros de mañana: Para una teología
del ministerio eclesial. (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana,
Facultad de Teología, Colección Profesores, s.f.): 186.
198
“Propiamente se llama sacramento lo que es signo de una realidad 204
Ibídem. q. 36, a. 2.
sagrada que santifica a los hombres”. Ibídem. a. 2. 205
Ibídem. q. 34, a. 5. La materia del sacramento del orden fue
199
Santo Tomás de Aquino. Commentum in Liber IV Sententiarum, dist. modificada por Pio XII, en la constitución apostólica Sacramentum
24-25. ordinis (1947), al establecer que la materia es la imposición de
200
Santo Tomás de Aquino. STh, Supplementum, qq. 34-40. manos. Pablo VI, por su parte, en la constitución apostólica
201
Ibídem. q. 34, a. 1. Pontificalis Romano recognitio (1968) confirmó que la materia en la
carácter que imprime el sacramento del orden: “es un La mujer aparece junto con los niños, los incapaces
poder espiritual”206 o potestad para consagrar el cuerpo privados del uso de razón y los físicamente discapacitados,
eucarístico. Haciendo eco a una preocupación teológica los esclavos, los asesinos y los hijos ilegítimos en el
de sus contemporáneos al mismo tiempo que para capítulo de los impedimentos distinguiendo en cada uno
responder a quienes negaban las llamadas órdenes si el impedimento es de necessitate sacramenti o
menores, respondió que todos los órdenes imprimen un solamente de necessitate praecepti, desde el supuesto
carácter distintivo propio, pues todos suponen un poder que únicamente es apto para recibir el sacramento del
espiritual (potestas spiritualis) diverso, aclarando, además, orden un varón adulto, física y mentalmente capaz, libre,
que “el retorno del clérigo al estado laical no suprime este nacido dentro de un matrimonio legítimo y no condenado.
carácter”207. Además, al demostrar que son siete, anotaba A la pregunta acerca de si el sexo femenino impide recibir
que se escalonan en grados y que para llegar a los grados el sacramento, respondió que el sexo masculino es
superiores hay que pasar por los inferiores208. El efecto del requisito para recibir la ordenación no solo de necessitate
sacramento del orden es la gracia que el sacramento praecepti sino de necessitate sacramenti. Argumentó que
confiere, pero también el poder de conferirla209. Y acerca “como no es posible que el sexo femenino signifique una
del ministro que confiere el sacramento del orden, fiel a la eminencia de grado (eminentia gradus) porque la mujer se
tradición anterior, afirmó que es el obispo, precisando que encuentra en estado de sujeción [in statu subiectionis],
“quien tiene la plenitud del poder es quien concede el luego no puede recibir el sacramento del orden”211. Una
poder”, por lo cual el obispo es quien ordena a los segunda razón, según su interpretación, es que para que
sacerdotes, diáconos y subdiáconos, mientras que para las el sacramento sea signo se requiere que tenga semejanza
otras órdenes el obispo puede delegar su poder210. natural con lo que significa212, de donde deducía que una
mujer no podía actuar in persona Christi.
217
Santo Tomás de Aquino. STh I, IV, q. 92, a. 1-2.
218
Ibídem. Supplementum, q. 39, a. 1.
2.4 Las “razones verdaderamente
fundamentales” para negar la ordenación
sacerdotal de las mujeres
219
Cf. Corpas de Posada, Isabel. “Los ministerios eclesiales en la
perspectiva del Concilio Vaticano II: entre la doctrina y la práctica”.
Franciscanum 143 (2006): 59-73; “Del exclusivismo clerical a la
diversidad ministerial: Apuntes para una teología de los ministerios
eclesiales”. Theologica Xaveriana 57/1 (2007): 59-78.
220
Corpas de Posada, Isabel. “Interrogantes que suscita la lectura ‘con
ojos de mujer’ de los escritos de Juan Pablo II”. Mundo Nuevo [San
Antonio de Padua, Buenos Aires] 9 (2008): 133-158.
ministerios eclesiales y, consiguientemente, traducirse en orden porque de él derivan o porque permiten acceder a
la praxis eclesial. Ahora bien, el Concilio se refirió a los él.
ministerios eclesiales tradicionales de obispo, presbítero y
Durante el Concilio quedó establecido el primer cambio
diácono, perfilando su identidad y misión en la
en los ministerios eclesiales con el restablecimiento del
constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium
diaconado como grado permanente de la jerarquía.
(LG 25-29) y dedicando sendos decretos al ministerio de
Precisa la constitución Lumen gentium223 que los diáconos
obispos 221 y presbíteros 222 , pero su aporte más
son el grado inferior de la jerarquía; que reciben la
significativo fue haber introducido el tema del sacerdocio
imposición de las manos “no en orden al sacerdocio, sino
común en el capítulo sobre el pueblo de Dios: “los
en orden al ministerio”, recordando una frase de La
bautizados son consagrados como casa espiritual y
Didascalia de los apóstoles (s. III) y de las codificaciones
sacerdocio santo por la regeneración y por la unción del
subsiguientes; y que “sirven al Pueblo de Dios en el
Espíritu Santo”, subrayando la diferencia esencial y no sólo
ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad”. Y
de grado entre el sacerdocio común de los fieles y el
agregaba Lumen Gentium que “se podrá restablecer en
sacerdocio ministerial, pues cada uno “participa de forma
adelante el diaconado como grado propio y permanente
peculiar del único sacerdocio de Cristo” (LG 10). Pero no
de la jerarquía”, delegando en las conferencias
dio un paso significativo en la renovación de los
ministerios eclesiales. Sin embargo, las líneas
eclesiológicas trazadas por Vaticano II abrieron la puerta a 223
“En el grado inferior de la jerarquía están los diáconos, que reciben
dicha renovación y a reconocer que la Iglesia es toda ella la imposición de manos no en orden al sacerdocio, sino en orden al
ministerial, comoquiera que desde esta perspectiva ministerio. Así confortados con la gracia sacramental en comunión
con el Obispo y su presbiterio, sirven al Pueblo de Dios en el
eclesiológica la consagración bautismal fundamenta la
ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio
participación “en la misión de todo el pueblo cristiano en propio del diácono, según la autoridad competente se lo indicare, la
la Iglesia y en el mundo” (LG 31) que el Concilio identificó administración solemne del bautismo, el conservar y distribuir la
con la triple función de Cristo. Por eso Vaticano II Eucaristía, el asistir en nombre de la Iglesia y bendecir los
fundamentó y motivó algunas reformas e hizo posible matrimonios, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada
Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y
hablar de otros ministerios, distintos de los ministerios
oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir los ritos
ordenados y que no se relacionan con el sacramento del de funerales y sepelios. [...] Tocará a las distintas conferencias
episcopales el decidir, oportuno para la atención de los fieles, y en
dónde, el establecer estos diáconos. Con el consentimiento del
Romano Pontífice, este diaconado se podrá conferir a hombres de
221
Decreto Christus Dominus. edad madura, aunque estén casados, o también a jóvenes idóneos;
222
Decreto Presbyterorum ordinis. pero para estos debe mantenerse firme la ley del celibato” (LG 29).
episcopales la decisión acerca de la oportunidad de dicho sacerdocio. El motu proprio de Pablo VI Ministeria
restablecimiento y precisando que “este diaconado podrá quaedam (1972) redujo dichas órdenes menores, que eran
ser conferido a varones de edad madura, aunque estén cuatro, a los ministerios de acólito y lector con autonomía
casados, y también a jóvenes idóneos, para quienes debe y estabilidad, aunque únicamente para los varones. Con
mantenerse firme la ley del celibato” (LG 29). esta disposición, no sólo se introdujo un cambio en el
Posteriormente el papa Pablo VI reglamentó el número sino en su denominación y sentido, pues pasaron
restablecimiento de este ministerio en el motu proprio de llamarse “órdenes” a llamarse “ministerios” y su
Sacrum diaconatus ordinem (1967) y, años después, la colación, en lugar de llamarse “ordenación”, se llamó
Congregación para el Clero publicó el Directorium pro “institución”. Además, según este documento, quienes
ministerio et vita diaconorum permanentium (1998) y la reciben estos ministerios permanecen en el estado laical,
Congregación para la Educación Católica, por su parte, las mientras quienes recibían las órdenes menores entraban a
normas para la formación de los diáconos permanentes en pertenecer al estado clerical224, pero en lo que no hubo
la Ratio fundamentalis institutionis diaconorum cambio fue en que tanto quienes recibían las órdenes
permanentorum (1998). menores como quienes actualmente reciben los
ministerios de acólito y lector eran y siguen siendo
También durante el Concilio se produjo otra reforma,
únicamente varones. Y también lleva la firma de Pablo VI
importante para la teología de los ministerios eclesiales:
el paso siguiente en la renovación de los ministerios
un nuevo rito de ordenación de obispos, presbíteros y
eclesiales en la exhortación Evangelii nuntiandi (1975).
diáconos aprobado por Pablo VI en la constitución
Después de señalar que la Iglesia toda es misionera, al
apostólica Pontificalis Romano recognitio (1968) que
enumerar los agentes responsables de la evangelización
definió la materia y la forma del rito de las ordenaciones
se detuvo en los ministerios diversificados que pueden
en la imposición de manos y la oración consecratoria,
ejercer los laicos y propuso la primera lista de ministerios
reforma que reflejaba la perspectiva ministerial del
distintos del acolitado y lectorado: catequistas,
sacramento y modificaba la definición tridentina, de
animadores de la oración y del canto, cristianos
perspectiva sacerdotal y sacrificial, en la que la materia era
consagrados al servicio de la palabra de Dios o a la
la entrega del cáliz y la patena y la forma eran las palabras
asistencia de los hermanos necesitados, jefes de pequeñas
con que el obispo entregaba dichos instrumentos para el
comunidades, responsables de movimientos apostólicos u
sacrificio.
En el inmediato posconcilio se aprobó la reforma de las
órdenes menores que habían existido en la Iglesia como
etapas o escalones de ascenso en el itinerario hacia el 224
Cf. Arnau, Ramón. Orden y ministerios. Madrid: BAC, 1995. 291.
otros responsables 225 . Pero no hizo eco a las voces de para servir la Iglesia in persona Christi capitis
muchos obispos que participaron en el Sínodo de 1971 (personificando a Cristo Cabeza)” (CL 21) y los otros
acerca de ministerios femeninos, de la injusta derivan del bautismo y la confirmación y son ejercidos por
discriminación de las mujeres en la Iglesia e, incluso, de su los laicos, quienes “en virtud de su condición bautismal y
ordenación. de su específica vocación participan en el oficio
sacerdotal, profético y real de Jesucristo, cada uno en su
La exhortación apostólica postsinodal Christifideles laici
propia medida” (CL 23). Y el tema de los ministerios
(1988) de Juan Pablo II, en la perspectiva de la
eclesiales tenía que aparecer en la VIII Asamblea General
eclesiología de comunión, recordó que, por el don del
Ordinaria del Sínodo de los Obispos de 1990, dedicada a
Espíritu Santo, la comunión eclesial se configura como
la formación de los sacerdotes, y en el documento
“comunión orgánica caracterizada por la simultánea
postsinodal Pastores dabo vobis (1992), en el que para
presencia de la diversidad y de la complementariedad de
fundamentar teológicamente el ministerio de los
las vocaciones y condiciones de vida, de los ministerios,
presbíteros, el papa Juan Pablo recordó la eclesiología de
de los carismas y de las responsabilidades”, todos los
comunión presentada en Christifideles laici 226 . El
cuales “existen en la comunión y para la comunión” (CL
documento ofrece la tradicional perspectiva sacerdotal,
20). En cuanto a los ministerios, escribió Juan Pablo que
pero también es explícita la perspectiva ministerial, por
son, todos, “participación en el ministerio de Jesucristo”:
ejemplo, al precisar que el sacerdote ministro es servidor
unos derivan del sacramento del orden por el cual los
de Cristo porque participa en la unción y en la misión de
ministros ordenados reciben “la autoridad y el poder sacro
Cristo, prolongando en la Iglesia su acción salvífica;
servidor de la Iglesia misterio porque realiza los signos
225 eclesiales y sacramentales de la presencia de Cristo
“Los seglares también pueden sentirse llamados o ser llamados a
colaborar con sus Pastores en el servicio de la comunidad eclesial,
resucitado; servidor de la Iglesia porque –unido al obispo
para el crecimiento y la vida de ésta, ejerciendo ministerios muy y en estrecha relación con el presbiterio– construye la
diversos, según la gracia y los carismas que el Señor quiera
concederles. […] Tales ministerios, nuevos en apariencia pero muy
226
vinculados a experiencias vividas por la Iglesia a lo largo de su “No se puede definir la naturaleza y la misión del sacerdocio
existencia –catequistas, animadores de la oración y del canto, ministerial si no es bajo este multiforme y rico conjunto de relaciones
cristianos consagrados al servicio de la palabra de Dios o a la que brotan de la Santísima Trinidad y se prolongan en la comunión
asistencia de los hermanos necesitados, jefes de pequeñas de la Iglesia, como signo e instrumento, en Cristo, de la unión con
comunidades, responsables de movimientos apostólicos u otros Dios y de la unidad de todo el género humano (Cf. LG 1). Por ello, la
responsables– son preciosos para la implantación, la vida y el eclesiología de comunión resulta decisiva para descubrir la identidad
crecimiento de la Iglesia y para su capacidad de irradiarse en torno a del presbítero, su dignidad original, su vocación y su misión en el
ella y hacia los que están lejos” (EN 73). pueblo de Dios y en el mundo” (PDV 12).
unidad de la comunidad eclesial en la armonía de las (1975), el papa Pablo VI también fijó la doctrina sobre la
diversas vocaciones, carismas y servicios; servidor de la ordenación de las mujeres para el sacerdocio al expresar
Iglesia misión porque hace a la comunidad anunciadora y la posición de la Iglesia católica en una carta al arzobispo
testigo del evangelio (Cf. PDV 16). Finalmente, Ecclesia in de Cantorbery, Frederick Coggan:
America (1999) presenta los ministerios eclesiales en clave
No es admisible ordenar mujeres para el
de comunión: los obispos como “promotores de
sacerdocio, por razones verdaderamente
comunión” (EA 36), los presbíteros como “signo de
fundamentales. Tales razones comprenden: el
unidad” (EA 39) y, los laicos, sintetizando la enseñanza de
ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de
los documentos anteriores, como responsables de “la
Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre
construcción de la comunidad eclesial como delegados de
varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha
la Palabra, catequistas, visitadores de enfermos o de
imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su
encarcelados, animadores de grupos, etc., […] ministerios
viviente Magisterio, que coherentemente ha
laicales, fundados en los sacramentos del bautismo y la
establecido que la exclusión de las mujeres del
confirmación” (EA 44) .
sacerdocio está en armonía con el plan de Dios
Hasta aquí lo que dicen los documentos del magisterio para su Iglesia227.
publicados durante y después del concilio Vaticano II
Comoquiera que la ordenación de mujeres seguía siendo
acerca de los ministerios eclesiales. Sus propuestas, hay
motivo de discusión, Pablo VI encargó a la Congregación
que reconocerlo, son innovadoras con respecto a
para la Doctrina de la Fe una exposición doctrinal que
anteriores documentos que, por razones de tipo histórico,
aprobó y ordenó publicar en la declaración Inter
estaban enmarcados en la perspectiva sacerdotal. Otra
cosa habría que decir de las prácticas eclesiales que
227
siguen afincadas en dicha perspectiva sacerdotal. Y un “Essa sostiene che non è ammissibile ordinare donne al sacerdozio,
ejemplo de ello son los documentos que excluyen a las per ragioni veramente fondamentali. Queste ragioni comprendono:
l’esempio, registrato nelle Sacre Scritture, di Cristo che scelse i suoi
mujeres de la ordenación.
Apostoli soltanto fra gli uomini; la pratica costante della Chiesa, che
ha imitato Cristo nello scegliere soltanto degli uomini; e il suo
Los documentos posconciliares que excluyen a las vivente magistero che ha coerentemente stabilito che l’esclusione
delle donne dal sacerdozio è in armonia con il piano di Dio per la sua
mujeres de la ordenación sacerdotal Chiesa”. Lettera del Santo Padre Paolo VI al Dott. Frederick Coggan,
En el mismo año en el que escribió acerca de la Arcivescovo di Canterbury, 30 novembre 1975.
https://w2.vatican.va/content/paul-
diversificación de los ministerios eclesiales en la vi/it/letters/1975/documents/hf_p-vi_let_19751130_arc-
exhortación apostólica postsinodal Evangelii nuntiandi canterbury.html
insigniores (1976) cuyo argumento eran las mismas no actúa en nombre propio, in persona propria; representa
“razones verdaderamente fundamentales” de la carta al a Cristo que obra a través de él”, particularmente en la
arzobispo de Cantórbery: el ejemplo de Cristo que sólo eucaristía, cuando actúa “in persona Christi, haciendo las
escogió hombres como apóstoles; la tradición de la veces de Cristo” y “no habría esa ‘semejanza natural’ que
Iglesia, que ha imitado a Cristo; el magisterio, que ha debe existir entre Cristo y su ministro si el papel de Cristo
establecido que la exclusión de las mujeres al sacerdocio no fuera asumido por un hombre” (II 5).
está en armonía con el plan de Dios para la Iglesia,
Un nuevo pronunciamiento –la carta Ordinatio sacerdotalis
subrayando en la Introducción de la carta que la Iglesia,
(1994) de Juan Pablo II– declaró en forma definitiva la
“por fidelidad al ejemplo de su Señor, no se considera
exclusión de la mujer de la ordenación sacerdotal,
autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación
repitiendo las “razones fundamentales” que Pablo VI
sacerdotal” (II, Introducción). También argumentaba que
había planteado y que ya antes había repetido en Mulieris
la práctica de no admitir que las mujeres pudieran recibir
dignitatem 228 y Christifideles laici 229 argumentando que
válidamente la ordenación sacerdotal “gozaba de la
condición de posesión pacífica y universal” y que “la
tradición de la Iglesia ha sido tan firme a lo largo de los
228
“Cristo, llamando como apóstoles suyos sólo a hombres, lo hizo de
siglos que el magisterio no ha sentido la necesidad de
un modo totalmente libre y soberano. Y lo hizo con la misma libertad
intervenir” (II 1); que no se debía a condicionamientos con que en todo su comportamiento puso en evidencia la dignidad y
culturales el que Jesús no hubiera llamado a ninguna la vocación de la mujer, sin amoldarse al uso dominante y a la
mujer a formar parte de los Doce, (Cf. II 2); que María no tradición avalada por la legislación de su tiempo. Por lo tanto, la
fue “llamada a entrar al Colegio de los Doce” y que, “a hipótesis de que haya llamado como apóstoles a unos hombres,
siguiendo la mentalidad difundida en su tiempo, no refleja
pesar de su papel tan importante en el momento de la
completamente el modo de obrar de Cristo (…) En la eucaristía se
Resurrección, la colaboración de la mujer no llega, para expresa de modo sacramental el acto redentor de Cristo Esposo en
san Pablo, hasta el ejercicio del anuncio oficial y público relación con la Iglesia Esposa. Esto se hace transparente y unívoco
del mensaje, que queda en la línea exclusiva de la misión cuando el servicio sacramental de la eucaristía —en la que el
apostólica” (II 3); que las prescripciones paulinas sacerdote actúa in persona Christi— es realizado por el hombre. Esta
es una explicación que confirma la enseñanza de la declaración Inter
referentes a las mujeres, como el uso del velo, son de insigniores, publicada por disposición de Pablo VI, para responder a
orden disciplinar y ya no tienen valor normativo, mientras la interpelación sobre la cuestión de la admisión de las mujeres al
que la prohibición de hablar en la asamblea “está ligada al sacerdocio ministerial” (MD 26).
229
plan divino de la creación” (II 4). El otro argumento, que “En la participación en la vida y en la misión de la Iglesia, la mujer
calificaba como enseñanza constante de la Iglesia, fue que no puede recibir el sacramento del orden; ni, por tanto, puede
realizar las funciones propias del sacerdocio ministerial. Es esta una
“el obispo o el sacerdote en el ejercicio de su ministerio disposición que la Iglesia ha comprobado siempre en la voluntad
Cristo confió únicamente a los hombres la posibilidad de considerado como definitivo por todos los fieles de
ser ícono de su rostro y que este es un signo elegido por la Iglesia (OS 4).
Dios para hacerse presente (Cf. CM 11) y que solamente
Pero como el debate no había quedado cerrado, un año
los hombres pueden actuar in persona Christi (MD 26; CL
después de la publicación de Ordinatio sacerdotalis el
21): Cristo sólo llamó hombres como apóstoles y la Iglesia
entonces cardenal Ratzinger entregó la “Respuesta de la
ha imitado a Cristo al no admitir que las mujeres recibieran
Congregación para la Doctrina de la Fe a la duda acerca
la ordenación sacerdotal que “desde el principio ha sido
de la doctrina contenida en la carta apostólica Ordinatio
reservada siempre en la Iglesia católica exclusivamente a
sacerdotalis” para aclarar que la declaración del Papa era
los hombres” (OS 1), calificando esta práctica como
definitiva e infalible y que todos los fieles estaban
“designio eterno de Dios” y “norma perenne” (OS 2),
obligados a aceptarla, no propiamente porque hubiera
“disposición que hay que atribuir a la sabiduría del Señor
definido una doctrina infalible sino porque las palabras del
del universo” (OS 3). Al final de la carta, el Papa cuestionó
Papa se referían a una doctrina de suyo infalible,
las opiniones de quienes, a pesar de que la doctrina sobre
precisando que “un acto del Magisterio ordinario
la ordenación sacerdotal pertenecía a la tradición
pontificio, por sí solo y en sí mismo no infalible, atestigua
constante y universal de la Iglesia recordada por el
el carácter infalible de la enseñanza de una doctrina ya
magisterio eclesial en recientes documentos,
poseída por la Iglesia”230.
consideraban discutible o atribuían valor meramente
disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir las Un artículo publicado el 29 de mayo de 2018 en
mujeres a la ordenación, declarando en forma definitiva: L’Osservatore Romano, titulado “A propósito de algunas
dudas. El carácter definitivo de la doctrina de Ordinatio
En virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a
sacerdotalis”, remata el anterior documento de la
los hermanos […] y con el fin de alejar toda duda
Congregación para la Doctrina de la Fe que llevaba la
sobre una cuestión de gran importancia, que atañe
firma del entonces cardenal Ratzinger. A su autor,
a la misma constitución divina de la Iglesia […]
monseñor Luis Ladaria, actual prefecto de dicha
declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la
Congregación, le preocupa que se ponga “en duda lo
facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las
mujeres, y que este dictamen debe ser
230
Congregación para la Doctrina de la Fe. “En torno a
la Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la
doctrina propuesta en la Carta apostólica Ordinatio sacerdotalis”.
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/
precisa –totalmente libre y soberana– de Jesucristo, el cual ha rc_con_cfaith_doc_19951028_commento-dubium-ordinatio-
llamado solamente a varones para ser sus apóstoles (CL 51). sac_sp.html
definitivo de esta doctrina” y lo mueven a escribir el sustancia porque es precisamente a partir de los
artículo “las voces que ponen en duda la definitividad de sacramentos instituidos por Cristo que es generada como
esta doctrina”. Iglesia. No se trata solamente de un elemento disciplinar,
sino doctrinal, en cuanto concierne a la estructura de los
Por eso recuerda la doctrina establecida por el papa Juan
sacramentos”231. Como quien dice, que la ordenación de
Pablo en la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis (1994) –
mujeres para el sacerdocio impediría a la Iglesia la
“la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir
realización de su misión.
la ordenación sacerdotal a las mujeres, y este dictamen
debe ser considerado como definitivo por todos los fieles Los argumentos del cardenal Ladaria resumen los
de la Iglesia”– y resume “esta doctrina” para confirmarla: argumentos de las declaraciones pontificias para negar la
“Cristo quiso conferir el sacramento del orden a los doce ordenación sacerdotal de las mujeres, refiriéndose siempre
apóstoles, todos hombres, quienes, a su vez, lo a la ordenación sacerdotal porque dichos argumentos se
comunicaron a otros hombres. La Iglesia siempre se ha fundamentan en el modelo eclesial tridentino y en la
reconocido vinculada a esta decisión del Señor, que interpretación sacerdotal del sacramento del orden,
excluye que el sacerdocio ministerial pueda ser ignorando las líneas eclesiológicas trazadas por Vaticano II
válidamente conferido a las mujeres”. Asimismo y la consiguiente interpretación de la ministerialidad
argumentó el prefecto de la Congregación para la eclesial.
Doctrina de la Fe que “los sacerdotes están configurados
‘con Cristo Sacerdote, de tal forma, que pueden obrar en Cuarta conclusión: Definitiva exclusión de las mujeres
nombre de Cristo Cabeza’ (Presbyterorum ordinis 2)” y
de la ordenación sacerdotal desde argumentos
que “el sacerdote actúa en la persona de Cristo, esposo
formulados en otro contexto que desconocen la
de la Iglesia, y el ser hombre es un elemento
eclesiología de Vaticano II
indispensable de esta representación sacramental”. Y que
la exclusión de las mujeres de la ordenación es condición Las propuestas en clave ministerial de los documentos del
para que la Iglesia pueda ofrecer la salvación al mundo magisterio publicados durante y después del concilio
entero, comoquiera que la mediación sacramental de la Vaticano II resultan innovadoras con respecto a anteriores
salvación tiene la eucaristía como centro e íntimamente pronunciamientos enmarcados, por razones de tipo
ligada al sacramento del orden y “que la imposibilidad de
ordenar a las mujeres pertenece a la ‘sustancia del
sacramento’ del orden (Cf. Denzinger-Hünermann 1728). 231
Ladaria, Luis. “A propósito de algunas dudas. El carácter definitivo
La Iglesia no tiene la capacidad para cambiar esta de la doctrina de Ordinatio sacerdotalis”. L’Osservatore Romano 22
(jun 1/2018): 4.
histórico, en la perspectiva sacerdotal. Sin embargo en la transparente y unívoco cuando el servicio sacramental de
práctica esta perspectiva sigue pesando, comoquiera que la eucaristía –en la que el sacerdote actúa in persona
durante casi veinte siglos en la tradición católica el oficio Christi– es realizado por el hombre” (MD 26), como
sacerdotal acaparó las funciones de liderazgo y servicio, también que Cristo confió únicamente a los hombres la
con la consiguiente sacralización del ministerio sacerdotal posibilidad de ser ícono de su rostro y que este es un
reducido a una función mediadora cultual de tipo personal signo elegido por Dios para hacerse presente (Cf. CM 11).
que no corresponde a la experiencia de las primeras Y que el cardenal Ladaria, a su vez, resaltó al recordar que
comunidades de creyentes que rompieron con las “el sacerdote actúa en la persona de Cristo, esposo de la
mediaciones sacerdotales veterotestamentarias. Iglesia, y el ser hombre es un elemento indispensable de
esta representación sacramental” 232 . ¿No es un
Ahora bien, a pesar de que el Concilio propusiera la
argumento preconciliar la fórmula teológica in persona
perspectiva ministerial en lugar de la perspectiva
Christi? La utilizó santo Tomás en el marco de la
sacerdotal como clave de interpretación de los ministerios
controversia acerca de si un ministro indigno podía
eclesiales, a la hora de excluir a las mujeres de la
consagrar, refiriéndose a sus condiciones morales, sino
ordenación, los documentos del magisterio lo hicieron en
que lo hacía en representación de Cristo, in persona
clave sacerdotal: por eso se refirieron concretamente a la
Christi. El concilio de Florencia convirtió esta fórmula en
ordenación sacerdotal y recurrieron a argumentos
doctrina al incluirla en uno de sus cánones y Vaticano II la
teológicos preconciliares.
retomó en sus documentos en el marco de la celebración
Por ejemplo, cuando la declaración Inter insigniores (1976) de la eucaristía 233 , acríticamente, a mi juicio, porque
argumentó que el sacerdote en la eucaristía actúa “in perdió de vista que para santo Tomás se trataba, de una
persona Christi, haciendo las veces de Cristo” y “no habría
esa ‘semejanza natural’ que debe existir entre Cristo y su
ministro si el papel de Cristo no fuera asumido por un 232
Ladaria, Luis. “A propósito de algunas dudas. El carácter definitivo
hombre” (II 5). Argumento que repitió Juan Pablo II en la de la doctrina de Ordinatio sacerdotalis”. L’Osservatore Romano 22
exhortación apostólica postsinodal Christifideles laici (jun 1/2018): 4.
233
(1988) al decir que los ministros ordenados reciben “la La constitución Lumen gentium, al señalar la diferencia entre el
sacerdocio común y el sacerdocio ministerial, precisó que el
autoridad y el poder sacro para servir la Iglesia in persona
sacerdote ministerial “efectúa el sacrificio eucarístico en la persona
Christi capitis (personificando a Cristo Cabeza)” (CL 21) y de Cristo (in persona Christi en el texto en latín)” (LG 10); la
en Mulieris dignitatem al decir que “en la eucaristía se constitución Sacrosanctum Concilium se refiere al sacerdote que, en
expresa de modo sacramental el acto redentor de Cristo la eucaristía, “preside la asamblea representando a Cristo” (SC 33); y
Esposo en relación con la Iglesia Esposa. Esto se hace los presbíteros, según el decreto Presbyterorum ordinis, “pueden
obrar en nombre de Cristo Cabeza” (PO 2).
fórmula para justificar que la actuación del ministro en la en Cristo: “al unirse a Cristo en el bautismo han quedado
eucaristía no es a título personal sino que es Cristo quien revestidos de Cristo”. Por eso, continúa Pablo: “Ya no
actúa. Como también lo hicieron acríticamente –¿o importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o
intencionalmente?– los documentos del magisterio eclesial mujer; porque unidos a Cristo Jesús todos ustedes son
que la utilizaron como argumento para negar la uno solo. Y si son de Cristo, entonces son descendientes
ordenación de las mujeres. de Abraham y herederos de las promesas que Dios les
hizo” (Gal 3,26-29). Esta herencia es ser “un reino de
Pero si solamente los ministros ordenados actúan in
sacerdotes y una nación santa” (Ex 19,6) que la I Pedro
persona Christi, ¿cómo entonces se entiende el proceso
aplica a la Iglesia: “un sacerdocio santo, que por medio de
de cristificación de la teología paulina? Cuyo punto de
Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales agradables a
partida es que la Iglesia es el cuerpo de Cristo –la cor-
Dios” (I Pe 2,5). De este “nuevo pueblo sacerdotal, que es
poreidad, la visibilidad, la posibilidad de relación de Cristo
la Iglesia”, escribió Juan Pablo en Pastore dabo vobis, que
con cada persona en su circunstancia histórica– y prolonga
“no sólo tiene en Cristo su propia imagen auténtica, sino
a Cristo en la historia como sacramento de Cristo, de la
que también recibe de él una participación real y
misma manera que Jesús hace presente a Dios en medio
ontológica en su eterno y único sacerdocio, al que debe
de la humanidad como sacramento del Padre234. Según la
conformarse toda su vida”, precisando que “Jesús
reflexión de Pablo, por el bautismo nos configuramos con
comunica a todos sus discípulos la dignidad y la misión de
Cristo, somos cristificados: “¿No saben ustedes que, al
sacerdotes de la nueva y eterna Alianza” (PDV 13). Repito
quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos
y subrayo: “a todos sus discípulos”, incluidas obviamente
unidos a su muerte? Pues por el bautismo fuimos
sus discípulas. Entonces, me pregunto, ¿por qué solo los
sepultados con Cristo y morimos para ser resucitados a
varones podrían actuar in persona Christi si somos –sin
vivir una vida nueva así como Cristo fue resucitado por el
distinción de género– cristificados por el bautismo, es
glorioso poder del Padre. Si nos hemos unido a Cristo
decir, “revestidos de Cristo”, y hechos “sacerdotes de la
(συµφυτοι, literalmente, hecho una misma cosa con él) en
nueva y eterna alianza”?
una muerte como la suya también nos uniremos a él en su
resurrección” (Ro 6,3-5). Lo repite en la carta a los Gálatas Por otra parte, también me pregunto si argumentos como
cuando proclama la igualdad de todos los seres humanos “la fidelidad al ejemplo de Cristo” (II, Introducción) o “la
observancia fiel de una disposición que hay que atribuir a
la sabiduría del Señor del universo” (OS 3) que sustentan
234
Cf. Corpas de Posada, Isabel. Teología de los sacramentos.
la exclusión de las mujeres a la ordenación sacerdotal –y
Experiencia cristiana y lenguaje sacramental eclesial. (Bogotá: San vale la pena subrayar nuevamente que se refieren
Pablo, 1995): 165-166.
únicamente a la ordenación sacerdotal– no han tenido en entre el orden político imperial y el orden
cuenta la interpretación de los textos bíblicos en el marco eclesiástico pero no tiene un fundamento directo
de Vaticano II en lugar de utilizarlos para confirmar una en los escritos del Nuevo Testamento235.
afirmación y convertirla en doctrina. Estos argumentos, me
parece, ignoran intencionalmente las circunstancias de
entonces y de ahora, como también el proceso de
sacerdotalización y sacralización que se coló en las
prácticas eclesiales en el transcurso de la historia.
Al respecto escribe Marinella Perroni el siguiente
comentario que sirve de conclusión:
La fidelidad a la enseñanza de Jesús nunca ha
significado repetición o continuidad porque, si lo
fuera, la predicación cristiana nunca se hubiera
dirigido a los paganos y la asamblea de Jerusalén
no se habría resuelto conla lógica de
discernimiento y compromiso, sino que habría
sancionado el primer gran cisma en la historia del
cristianismo. [...] El ordenamiento en términos
jerárquicos que condujo a la exclusión de las
mujeres del ejercicio ministerial fue el fruto de un
proceso necesario, tal vez, para el momento en
que ocurrió, pero no indispensable para la
fidelidad al Maestro de Nazaret. Y lo mismo
podemos decir del sucesivo proceso de
sacralización de los ministerios que impide todavía
a las mujeres ocupar puestos de responsabilidad
dentro de la Iglesia católica romana. [...] La
sacralización progresiva de los ministerios es el
235
resultado de un significado histórico, un valor Perroni, Marinella. “Diaconía en el Nuevo Testamento”. Los
agregado que hace referencia a la confrontación primeros signos de un proceso de exclusión”. Op. Cit. 98; 100-101;
107.
3
Ecclesia semper reformanda:
Argumentos para justificar la
ordenación de mujeres
Vaticano II resaltó la condición peregrinante de la Iglesia,
precisando que “mientras no lleguen los cielos nuevos y la
tierra nueva, donde mora la justicia, la Iglesia peregrina
lleva en sus sacramentos e instituciones, pertenecientes a
este tiempo, la imagen de este siglo que pasa” (LG 48),
condición que confirman sus dos mil años de su caminar
por la historia, realizándose en los contextos cambiantes
de cada época, asumiendo formas variadas en su
estructura y organización ministerial con sus consiguientes
interpretaciones teóricas y prácticas de las funciones de
liderazgo y servicio: Ecclesia semper reformanda, como ha
recordado el papa Francisco en varias ocasiones.
En esta evolución histórica, tengo que mencionarlo una
vez más, se produjo la sacerdotalización y sacralización de
sus dirigentes al institucionalizarse el cristianismo, que
había comenzado como una comunidad de discípulos y
discípulas, con la consiguiente división entre jerarquía y
laicado cuya consecuencia es la clericalización de la
Iglesia. En este desarrollo histórico, las mujeres
participaron activamente en las primeras comunidades
ejerciendo funciones de liderazgo y servicio, pero fueron
excluidas de la organización jerárquica que se configuró
cuando se produjo la sacerdotalización y sacralización de
dicha jerarquía.
Como Ecclesia semper reformanda, Vaticano II abrió la
puerta a una nueva manera de entender y de ejercer la
ministerialidad eclesial al replantear el modelo
eclesiológico, a pesar de lo cual, las prácticas de pastores en el de la vida pública, se le reconozcan los derechos y
y fieles mantienen la tradicional línea divisoria, como obligaciones propios de la persona humana” (PT 41)
también el protagonismo del ministerio sacerdotal, lo que calificando estos reclamos como una de “las notas
en cierta forma explica que las mujeres continúen siendo características de nuestra época” (PT 39), es decir, un
excluidas de la ordenación –concretamente, de la “signo de los tiempos”. Y que son reclamos que se
ordenación sacerdotal– por el magisterio pontificio. extienden a la organización jerárquica de la Iglesia
católica, comoquiera que su exclusión de la ordenación se
Ahora bien, vale la pena recordar que las prácticas y
mantiene a pesar de los cambios ocurridos.
documentos que recogen el proceso de exclusión de las
mujeres de la ordenación se enmarcan, por razones de Desde este nuevo entorno y desde esta Ecclesia semper
tipo histórico, en la perspectiva sacerdotal y que si bien reformanda, es posible y deseable, además de necesario,
tuvieron sentido desde dicho contexto, no resulta proponer la ordenación de mujeres en el marco de la
comprensible que el magisterio eclesial siga manteniendo eclesiología de Vaticano II, replanteando las formas de
cerrada definitivamente la puerta para la ordenación de ministerialidad eclesial establecidas desde otros
mujeres cuando la eclesiología de Vaticano II permite contextos. Se trata de un reconocimiento formal de la
vislumbrar una rica variedad de ministerios al servicio de la participación de las mujeres en la Iglesia y de superar su
comunión en la Iglesia que camina por la historia para tradicional marginación, no como alternativa para
hacer presente el amor y la salvación de Dios. Tampoco solucionar la escasez de clero que no es ni puede ser
resulta comprensible recurrir a argumentos propios de un argumentación teológica para proponer la ordenación de
contexto en el que las mujeres estaban recluidas en el mujeres. Que creo que se puede plantear porque no
espacio doméstico y consideradas incapaces, dado que la existen razones teológicas valederas para mantener su
presencia femenina en las actuales circunstancias es exclusión del sacramento del orden –los pronunciamientos
relevante en todos los ámbitos de la sociedad como que las excluyen del sacerdocio tienen sus propias
consecuencia de los cambios sociales del último siglo que circunstancias– y porque los prejuicios sociales están
abrieron la puerta para que irrumpieran en el espacio de la felizmente superados.
organización social y política, atreviéndose a reclamar el
De hecho, dos de los principales autores que sin prejuicios
lugar en la sociedad que la historia les había negado,
kiriarcales han estudiado las fuentes bíblicas, canónicas y
como lo recordara Juan XXIII en su encíclica Pacem in
teológicas en relación con el diaconado femenino
terris (1963): “la mujer ha adquirido una conciencia cada
pudieron concluir que, “desde el punto de vista doctrinal,
día más clara de su propia dignidad humana. Por ello [...]
es perfectamente admisible confiar a la mujer un
exige que, tanto en el ámbito de la vida doméstica como
ministerio de tipo diaconal. Así lo hizo un notable sector
de la Iglesia, durante varios siglos, sin que ello supusiese ministerio diaconal tendría que responder a las
problema de orden teórico”236, escribió Roger Gryson, y necesidades actuales y no a las prácticas de la Iglesia
Cipriano Vagaggini, por su parte, escribió que “consta antigua.
teológicamente, a partir de las prácticas eclesiales, que las
Asimismo, ni Inter insigniores (1976)1 ni Ordinatio
mujeres pueden recibir un orden diaconal que por
sacerdotalis (1994) abordaron el diaconado femenino y,
naturaleza y dignidad se asemeje al orden de los diáconos
por lo tanto, no le cerraron la puerta al diaconado
y no simplemente al de los subdiáconos o al de los
femenino y la puerta está abierta. Asimismo dejó la puerta
lectores y, aún menos, en términos hodiernos a un
abierta el comentario a la declaración Inter insigniores de
ministerio inferior constituido por una simple
237
la Congregación para la Doctrina de la Fe (1977),
bendición” . Y los dos autores coinciden en que dicho
aclarando por qué no había abordado el diaconado
femenino: “Se trata de un caso que debe ser estudiado de
236
“D’un point de vue doctrinal, il est parfaitement concevable de nuevo y de manera completa, sin ideas preconcebidas,
confier a des femmes un ministère de type diaconal, puisqu’une haciendo el estudio directo de los textos” 238 .. Como
partie notable de l’Église, pendant plusieurs siècles, a agi de la sorte
tampoco cerró la puerta al diaconado femenino el
sans que cela pose de problème théorique. [...] Il n’est donc pas
certain que la restauration d’un diaconat féminin aujourd’hui aurait
documento El diaconado: evolución y perspectivas (2002)
un sens, à moins de lui donner un autre contenu que celui du de la Comisión Teológica Internacional, al concluir que
diaconat féminin d’autrefois”. Gryson, Roger. Le ministère des “corresponderá al ministerio de discernimiento que el
femmes dans l’Église ancienne. (Gembloux: Duculot, 1972): 177. Señor ha establecido en su Iglesia pronunciarse con
237
“Consta teologicamente in virtù dell’uso della Chiesa, che le donne
autoridad sobre la cuestión” 239 . Que no se ha
possono ricevere un ordine diaconale il quale per natura e dignità,
sia assimilato all’ordine dei diaconi e non semplicemente a quello
pronunciado. Concretamente en lo que respecta a la
dei suddiaconi o dei lettori e tanto meno, per dirla con terminologia ordenación de mujeres para el diaconado. Pero, al fin y al
odierna, a quello di qualche ministero inferiore costituito con ciò che cabo, ordenación de mujeres. Primero, quizá, para el
se dice oggi semplice benedizione. È vero tuttavia che nella stessa
tradizione bizantina il compito liturgico delle diaconesse fu assai più
ristretto di quello dei diaconi maschi. Ma è anche vero che, nello
stesso uso della Chiesa, oggi, sotto questo aspetto, la situazione è teologia ponderare ogni volta il valore”. Vagaggini, Cipriano.
già largamente superata per quanto riguarda la distribuzione della “L’ordinazione delle diaconesse nella tradizione greca e bizantina”.
comunione e molte altre mansioni. È noto che oggi vi sono casi in Orientalia Christiana Periodica 40 (1974): 188-189.
238
cui, per indulto, donne fanno praticamente tutto ciò che può fare un Congregación para la Doctrina de la Fe. “Un comentario a la
parroco, eccetto dire la mesa, confessare, dare l’unzione degli Declaración”, en: El sacramento del orden y la mujer: De la Inter
infermi. È anche vero che la tradizione antica della Chiesa ha Insigniores a la Ordinatio Sacerdotalis. Congregación para la
unanimemente negato alle donne la possibilità di accedere al Doctrina de la Fe (ed.). (Madrid: Libros Palabra, 1997): 67-68.
239
sacerdozio. Ciò è stato con argomenti diversi di cui spetta alla Ibídem. Conclusiones.
diaconado y, ¿por qué no para el presbiterado? En todo también fortalecidas y unidas más estrechamente al
caso, no para el sacerdocio. servicio del altar por la imposición de manos para que
cumplan más eficazmente su ministerio por la gracia
Lo cual es posible porque en nuestra Ecclesia semper
sacramental del diaconado, para lo cual –como en el
reformanda es viable introducir reformas en la legislación
diaconado permanente–la decisión de ordenarlas puede
canónica. Como la que introdujo Vaticano II al restablecer
ser delegada en las conferencias episcopales?
el diaconado como grado permanente de la jerarquía
delegando en las conferencias episcopales la decisión Asimismo es posible introducir modificaciones al Código
acerca de la oportunidad de dicho restablecimiento (LG de Derecho Canónico como lo hizo el motu propio
29) con el argumento, para los países de misión, de que Omnium in mentem (2009) de Benedicto XVI que modificó
quienes desempeñan un ministerio verdaderamente los cánones 1008 y 1009 del Código de Derecho
diaconal, predican la palabra divina como catequistas, Canónico, justificando dichas modificaciones en que “a
dirigen comunidades distantes en nombre del párroco o veces la autoridad suprema de la Iglesia, después de
del obispo, o practican la caridad en obras sociales y ponderar las razones, decide los cambios oportunos de las
caritativas pudieran ser “fortalecidos y unidos más normas canónicas”, lo cual permite pensar en la
estrechamente al servicio del altar por la imposición de las posibilidad de introducir modificaciones a los cánones que
manos, transmitida ya desde los Apóstoles, para que niegan el sacramento del orden a las mujeres que –hay
cumplan más eficazmente su ministerio por la gracia que reconocerlo–ejercen un ministerio de facto.
sacramental del diaconado” (AG 16)240. Muchas mujeres,
También abre una puerta de orden práctico a la
no solo en países de misión sino a nivel mundial, prestan
ordenación de mujeres la instrucción Ecclesiae sponsae
estos y otros servicios en la Iglesia y ellas merecerían ser
imago (2018) que establece que las consagradas
dependen jurídicamente del obispo que es “el ministro
240 ordinario” del rito de consagración y que en la celebración
“Restáurese el Orden del Diaconado como estado permanente de
vida según la norma de la constitución De Ecclesia, donde lo crean litúrgica expresan el sanctum propositum que “es acogido
oportuno las conferencias episcopales. Pues parece bien que y confirmado por la Iglesia mediante la solemne plegaria
aquellos hombres que desempeñan un ministerio verdaderamente del obispo”, estableciendo “una relación de comunión
diaconal, o que predican la palabra divina como catequistas, o que
especial con la Iglesia particular y universal que las
dirigen en nombre del párroco o del obispo comunidades cristianas
distantes, o que practican la caridad en obras sociales y caritativas introduce en el Ordo virginum”. Pienso, entonces, que al
sean fortalecidos y unidos más estrechamente al servicio del altar replantear un orden que existió como ministerio eclesial
por la imposición de las manos, transmitida ya desde los Apóstoles, en la Iglesia antigua y por circunstancias históricas dejó de
para que cumplan más eficazmente su ministerio por la gracia existir permite vislumbrar la posibilidad de replantear el
sacramental del diaconado” (AG 16).
ordo de las mujeres diáconos que también existió como 3.1 Argumentos desde la eclesiología de
ministerio eclesial en la Iglesia antigua y por circunstancias
Vaticano II y su recepción creativa en América
históricas dejó de existir.
Pero difícilmente puede haber cambios en la estructura
eclesial si no se da una proceso de conversión en la Iglesia Antes del concilio Vaticano II, la Iglesia eran los
para responder al proyecto de Jesús al mismo tiempo que sacerdotes, lo cual respondía a la visión piramidal de
a las circunstancias del aquí y el ahora como Ecclesia Iglesia que consagró la reforma gregoriana (s. XI) y quedó
semper reformanda. En todo caso, en las estructuras plasmada en el ya citado texto de Graciano: “Hay dos
actuales de una Iglesia clerical, que es al mismo tiempo géneros de cristianos, uno ligado al servicio divino [...] está
jerárquica. kiriarcal y sacerdotal, no existe la posibilidad de constituido por los clérigos. El otro es el género de los
ordenar mujeres. Que solamente podrán ser debidamente cristianos al que pertenecen los laicos”241.
reconocidas y ocupar el lugar que les corresponde en una Vaticano II mostró un nuevo rostro de la Iglesia desde la
Iglesia de comunión, incluyente y ministerial. Y estos son visión de pueblo de Dios (LG 9) y sacramento, es decir,
los argumentos para justificar la ordenación de mujeres. signo e instrumento de la unión del género humano entre
sí y con Dios (LG 1) y sacramento universal de salvación
(GS 45), visión que fundamenta la eclesiología de
comunión que el Concilio no desarrolló pero a la que se
refiere como don del Espíritu Santo que “con diversos
dones jerárquicos y carismáticos dirige y enriquece a la
Iglesia, a la que [...] unifica en comunión y ministerio” (LG
4).
En la recepción del Vaticano II en América Latina, el
Documento de Medellín precisó que “la Iglesia es ante
todo misterio de comunión católica” (DM 15,5). Por su
parte el Documento de Puebla propuso que “la comunión
que ha de construirse entre los hombres ha de
241
Graciano. Concordia discordantium canonum ac primae de lure
Divinae et humanae constitutionis. Pars secunda, c. VII, q. XII, c. 1. P.
L. 187. col. 884.
manifestarse en toda la vida, aun en su dimensión primerean, que se involucran, que acompañan, que
económica, social y política. Producida por el Padre, el fructifican y festejan” (EG 24), una “Iglesia pobre para los
Hijo y el Espíritu Santo, es la comunicación de su propia pobres” (EG 197) y recordando que “el Concilio Vaticano
comunión trinitaria” (DP 215): es comunión y participación, II presentó la conversión eclesial como la apertura a una
de la cual es expresión la opción por los pobres de la permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo” (EG
Iglesia latinoamericana. El Documento de Aparecida, a su 26), conversión que conlleva una de reforma estructuras
vez, afirmó que “la Iglesia es comunión en el amor” (DA (EG 27) y, dijo también, precisando en el mismo
261). documento que “también el papado y las estructuras
centrales de la Iglesia necesitan escuchar el llamado a una
Ahora bien, vale la pena recordar que el modelo de Iglesia
conversión pastoral” (EG 32). Ciertamente el papa
que proponía Vaticano II y el consiguiente aggiornamento
Francisco lo ha tratado de hacer realidad pero él es el
no se tradujo en prácticas eclesiales más allá de cambios
recién llegado a la curia romana que prefiere seguir
externos, quizá porque tropezaba con estructuras
cómodamente instalada en sus estructuras.
piramidales difíciles de modificar. Un nuevo
aggiornamento es el que ha mostrado el papa Francisco
desde que, recién elegido, se asomó al balcón de San
Pedro sin arreos pontificales y declarando con un gesto –
pidiendo a la multitud que orara por él y lo bendijera– que
ponía en práctica la eclesiología de pueblo de Dios de
Vaticano II. Nuevos gestos confirmaron que Francisco iba
a cuestionar la visión de una Iglesia encerrada en sacristías
y palacios, al mismo tiempo que las ambiciones de poder
en el estamento jerárquico para que “la Iglesia sea
conforme al Evangelio que debe anunciar”242, diría algún
tiempo después. Y siguió “repensando la Iglesia” en su
exhortación apostólica Evangelii gaudium al referirse a una
Iglesia “comunidad de discípulos misioneros que
242
Discurso del Santo Padre. Audiencia a los miembros de la
Asociación Teológica Italiana. Diciembre 29 de 2017.
https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2
017/12/29/teol.html
3.2 Argumentos desde las prácticas históricas
kiriarcales del cristianismo
247
Tertuliano. De cultu feminarum. Liber primus I,1-2. P. L. 1. col 1303.
248
Fuente, María Jesús y Fuente, Purificación. Las mujeres en la
251
Antigüedad y la Edad Media. (Madrid: Anaya, 2003): 50. 2ª ed. Graciano. Concordia discordantium canonum ac primae de lure
249 Divinae et humanae constitutionis. Pars secunda, c. XXXIII, q. V. c.
San Agustín. De Genesi, c. IX, n. 5,9, col. 396.
250
Sólo al final del siglo XIX la ciencia descubrió el óvulo y, por lo XIII. P. L. 187. col. 1654.
252
tanto, la participación de la mujer en la concepción de una nueva Santo Tomás de Aquino. STh I, IV, q. 92, a. 1.
253
vida y no únicamente en el desarrollo de la gestación como útero Ibídem. STh I, IV, q. 99, a. 2.
254
que procrea. Ibídem. STh I, IV, q. 92, a. 2.
imaginan: se representan a la mujer en la distancia, la atropellos contra su dignidad, pero la encerró en el
ajenidad y el temor” 255. espacio doméstico considerando que la naturaleza propia
de la mujer y la vocación femenina se realizan en el
Dos ejemplos más de minusvaloración de la mujer en la
corazón del hogar, además de declarar su exclusión
opinión de hombres de iglesia. Para fray Luis de León (s.
definitiva de la organización eclesial257.
XVI), a la mujer “la naturaleza no la hizo para el estudio de
las ciencias, ni para los negocios sino para un solo oficio ¿Y qué más impide que la Iglesia excluya a las mujeres de
simple y doméstico, así les limitó el entender y, por la ordenación? Pesan las recientes intervenciones del
consiguiente, les tasó las palabras y las razones” 256. Y Pío magisterio eclesial –Inter insignores (1976), Ordinatio
XI, en Casti connubi (1930), calificaba los reclamos de sacerdotalis (1994), la respuesta del prefecto de la
igualdad de las mujeres de “corrupción del carácter Congregación para la Doctrina de la Fe (1995) y la opinión
propio de la mujer y de su dignidad de madre trastorno del actual Prefecto, cardenal Ladaria (2018)– que niegan el
de toda la sociedad familiar, libertad falsa e igualdad acceso de las mujeres a la ordenación sacerdotal, aunque
antinatural de la mujer con el marido” (CC 6) porque el no se refieran al acceso de las mujeres a ministerios
orden familiar dependía de “la primacía del varón sobre la ordenados y, por lo tanto, no los nieguen. Pero pesan
mujer” y de “la diligente sumisión de la mujer y su rendida dichas intervenciones. Pesa, también, el Código de
obediencia” (CC 19). Opiniones que son recurrentes en Derecho Canónico, según el cual “sólo el varón bautizado
documentos más recientes, como cuando Juan Pablo II, recibe válidamente la sagrada ordenación” (c. 1024).
que resaltó la fortaleza de la mujer, su generosidad, su Incluso podría pesar –porque todo vale– la medida que
capacidad de amar, su abnegación, su intuición y su estableció el concilio de Orange (533): “Nunca más se
ternura, el “preciado tesoro” de la femineidad y la ordenará a mujeres diaconisas debido a la debilidad de su
maternidad, el “genio femenino” –interpretado como sexo”.
servicio–, la “originalidad femenina”, su “riqueza
Una renovación ministerial incluyente tropieza con esta
esencial”, la capacidad de entrega y su apertura a los
tradición androcéntrica y kiriarcal y, por consiguiente,
demás, reconociendo, asimismo, su aporte en la sociedad
dificulta aceptar en las comunidades neotestamentarias y
y en la Iglesia, valorando su promoción y denunciando los
del cristianismo primitivo no fue así. Pues aunque el Nuevo
Testamento asumió las realidades concretas de su
255
Cf. Dalarum, Jacques. “La mujer a los ojos de los clérigos”, en:
Historia de las mujeres en occidente. George Duby y Michelle Perrot
257
(eds.). (Madrid: Taurus, 1999): Tomo 2. 29. Cf. Juan Pablo II. Encíclica Laborem exercens (1981); Encíclica
256
Citado por Bel Bravo, María Antonia. La mujer en la historia. Redemptoris Mater (1987); Carta Mulieris dignitatem (1988); “Carta a
(Madrid: Ediciones Encuentro, 1998): 109. las mujeres” (1995).
momento histórico y la subordinación de la mujer en el 3.3 Argumentos desde la teología de los
seno familiar que se trasluce en sus páginas corresponde
ministerios eclesiales para deconstruir
al mundo judío y grecorromano de la época, sin embargo
visibiliza a las discípulas de Jesús, a las que permanecieron modelos caducos de ministerialidad eclesial
al pie de la cruz y a las que fueron al sepulcro; a María
Magdalena, encargada de anunciar que Jesús había
En el marco del posconcilio, la teología cuestionó el
resucitado; a las que, con María, formaban parte del grupo
modelo del sacerdocio veterotestamentario que se
que recibió el Espíritu en Pentecostés; y a tantas que
introdujo en la praxis y la teología eclesiales y produjo el
ejercieron funciones de liderazgo y servicio en sus
proceso de sacerdotalización que llevó a que, como
comunidades, entre ellas “nuestra hermana Febe,
consecuencia, los dirigentes se convirtieran en
διακονο en la iglesia de Cencreas” (Ro 16,1).
funcionarios del culto y su oficio –oficio sacerdotal de
mediación cultual– se interpretara como dignidad. Y lo
que sirvió de argumento para responder a una
circunstancia coyuntural se constituyó en doctrina, y en
este proceso las mujeres –no sobra repetirlo– fueron
excluidas y cuando se definió la doctrina del sacramento
del orden se les negó la posibilidad de acceso a este
sacramento.
Las líneas eclesiológicas de Vaticano II abrieron la puerta a
la autocomprensión de la Iglesia toda ella ministerial y a la
renovación de los ministerios eclesiales, aunque el
Concilio sólo se refirió a los ministerios tradicionales de
obispo, presbítero y diácono, pero introdujo cambios
como el restablecimiento del diaconado permanente y la
reforma de las órdenes menores, remplazadas por los
ministerios de acolitado y lectorado, cambios que fueron
únicamente para varones. Ahora bien, desde la
interpretación de la Iglesia como un sacramento de la
unión de los hombres entre sí y con Dios (LG 1) y como
sacramento universal de salvación (GS 45), es decir,
prolongación y actualización de la sacramentalidad de otras como un ministerio diversificado (DP 804); por su
Cristo, el bautismo es la razón de ser de la consagración y parte el Documento de Aparecida habló de “la diversidad
la misión, por 1o cual la comunidad de los bautizados es de carismas, ministerios y servicios para el ejercicio de la
anterior a quienes ejercen en ella un ministerio, superando comunión” (DA 162).
también cualquier dualismo y afirmando la unión de
Ahora bien, aunque desde la eclesiología del Vaticano II
ministros ordenados y laicado en una misma fidelidad a la
los ministerios eclesiales no se interpreten en perspectiva
vocación cristiana y a la misión de la Iglesia. Por otra parte,
sacerdotal para efectos prácticos y, concretamente, en
el aporte más significativo fue haber recordado el
cuanto al lugar de las mujeres en la Iglesia, los
sacerdocio común (LG 10) y precisado que la consagración
documentos del magisterio eclesial que niegan su
bautismal fundamenta la participación “en la misión de
ordenación sacerdotal recurren a argumentos teológicos
todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo” (LG
preconciliares y, por ende, sacerdotales que no
31), que identificó con la triple función de Cristo
corresponden a las líneas eclesiológicas trazadas por
sacerdotal, profética y real (LG 34-36).
Vaticano II.
En la recepción del concilio en la Iglesia latinoamericana,
Conviene entonces recordar el repaso de textos
el Documento de Medellín se refirió a la revisión de las
neotestamentarios que evidencia que no existía
estructuras eclesiales “inspirada y orientada por dos ideas
organización jerárquica ni figuras sacerdotales, que las
directrices muy subrayadas en el Concilio: la de comunión
comunidades se reunían en las casas para celebraciones
y la de catolicidad” y precisó que en la comunión hay
comunitarias pero nunca registran acciones cultuales;
“multiplicidad de funciones específicas, pues para que
evidencia que las mujeres llevaron la palabra y ejercieron
pueda cumplir su misión, Dios suscita en su seno diversos
funciones de liderazgo, que los y las responsables de las
ministerios y carismas” (DM 15,6-7); el Documento de
comunidades no tenían carácter sagrado y que ejercieron
Puebla afirmó que en la Iglesia de comunión, los
diversidad de ministerios cuya denominación proviene del
ministerios son funciones de servicio en la comunidad que
lenguaje profano y que se polarizaron en la triada
presuponen el don fundamental del Espíritu por el
epíscopos, presbíteros, diáconos hombres y diáconos
bautismo y los carismas para la construcción de dicha
mujeres (I Tim 3,11).
comunión, como también suponen el reconocimiento de
parte de la Iglesia, en la persona del obispo, que confiere Conviene recordar, y no importa repetirlo, que el repaso
una responsabilidad en la misión según las necesidades de de textos de autores representativos del cristianismo
la evangelización como expresión de la ministerialidad de primitivo evidencia cómo para mostrar la continuidad
toda la Iglesia, unas veces como un ministerio ordenado y entre el Antiguo y el Nuevo Testamento que el
gnosticismo cuestionaba, se produjo la transposición de
las instituciones cultuales del judaísmo a la comunidad sacerdocio, estrecha e íntimamente relacionado con el
eclesial con la consiguiente sacerdotalización y sacrificio eucarístico y, como consecuencia, la perspectiva
sacralización de los dirigentes, cambios que coincidieron sacerdotal cultual quedó consagrada en la liturgia y en la
con el paso del espacio privado de las comunidades espiritualidad sacerdotal, como también en los imaginarios
domésticas al espacio público de la religión oficial, al que confieren un carácter de dignidad y honor a los
mismo tiempo que de la Iglesia entendida como hombres de Iglesia. Y evidencia cómo la opinión
comunidad a la Iglesia entendida como organización androcéntrica de la inferioridad de la mujer incidió en las
kiriarcal en la que los dirigentes dejaron de ser ministros razones para que santo Tomás negara su ordenación con
de la comunidad para convertirse en funcionarios del culto el impedimentum sexus: “el estado de sujeción de la
y del altar. Evidencia, también, como también que las mujer la hace inepta para la recepción de este
mujeres, que habían llevado la palabra cuando la Iglesia sacramento”259 y para actuar “in persona Christi”.
pertenecía al ámbito de lo privado, debieron callar cuando
Y no sobra recordar, a propósito de la deconstrucción de
se hizo religión pública. No obstante, hubo mujeres
modelos caducos de ministerialidad, que la constitución
ordenadas como diáconos, es decir, su carisma para
Lumen gentium 260 , refiriéndose a la restauración del
ejercer el diaconado fue reconocido por la autoridad
eclesial que al ordenarlas les confió este ministerio 258 .
Además, la sacerdotalización contribuyó a su exclusión, 259
Santo Tomás de Aquino. STh, Supplementum, q. 39, a. 1.
dado que la sacralización del culto implicaba prohibiciones 260
“En el grado inferior de la jerarquía están los diáconos, que reciben
relacionadas con la pureza cultual que marginaron a las la imposición de manos no en orden al sacerdocio, sino en orden al
mujeres de los espacios sagrados, de los objetos ministerio. Así confortados con la gracia sacramental en comunión
con el Obispo y su presbiterio, sirven al Pueblo de Dios en el
sagrados, de las personas sagradas.
ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio
También conviene recordar que el repaso de textos de los propio del diácono, según la autoridad competente se lo indicare, la
autores que elaboraron la teología del sacramento del administración solemne del bautismo, el conservar y distribuir la
Eucaristía, el asistir en nombre de la Iglesia y bendecir los
orden evidencia su interpretación como sacramento del
matrimonios, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada
Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y
oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir los ritos
258
El debate acerca de si fueron o no ordenadas se ha planteado de funerales y sepelios. [...] Tocará a las distintas conferencias
desde la teología sacramental elaborada en la Edad Media cuando episcopales el decidir, oportuno para la atención de los fieles, y en
ya no había mujeres diáconos ni diaconisas ni diáconos permanentes dónde, el establecer estos diáconos. Con el consentimiento del
y solamente se ordenaban diáconos que se preparaban para ser Romano Pontífice, este diaconado se podrá conferir a hombres de
sacerdotes y como un escalón para acceder a la ordenación edad madura, aunque estén casados, o también a jóvenes idóneos;
sacerdotal. pero para estos debe mantenerse firme la ley del celibato” (LG 29).
diaconado permanente retomó una frase de las Vaticano II abrió la puerta a una nueva manera de
codificaciones eclesiásticas de los siglos III y IV para entender y de ejercer la ministerialidad eclesial desde el
precisar que los diáconos reciben la imposición de manos servicio –acogiendo la enseñanza de Jesús– al proponer la
“no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio”. perspectiva ministerial en lugar de la perspectiva
Tampoco sobra recordar que, según la modificación del sacerdotal –arraigada en el poder– como clave de
código por el motu propio de Benedicto XVI Omnium in interpretación de los ministerios eclesiales, así como la
mentem (2009), los diáconos dejaron de estar diversificación de los ministerios, superando así el
configurados in persona Christi capitis. Me pregunto, exclusivismo sacerdotal. Lo cual resulta esperanzador
entonces, si estos argumentos –el diaconado non ad porque es desde la interpretación sacerdotalizante de los
sacerdotium sed ad ministerium y que los diáconos no
están configurados in persona Christi capitis– no valen
también para el orden presbiteral en el marco de una “comunión orgánica caracterizada por la simultánea presencia de la
diversidad y de la complementariedad de las vocaciones y
dessacerdotalización de los ministerios eclesiales. condiciones de vida, de los ministerios, de los carismas y de las
Finalmente es posible concluir que se vislumbran nuevos responsabilidades”, todos los cuales “existen en la comunión y para
la comunión” (CL 20). Cada ministerio supone un carisma o don del
caminos para la ministerialidad al recordar, en la
Espíritu para la construcción de la comunidad, y carismas y
perspectiva de las líneas eclesiológicas trazadas por ministerios se ejercitan como participación personal en la misión de
Vaticano II, que en la primera comunidad no existía una la Iglesia: en la comunión y para la comunión. Los ministerios
organización jerárquica ni figuras sacerdotales, que la suponen el reconocimiento de la comunidad, en la persona del
obispo, que confiere una responsabilidad en la misión común: unas
sacerdotalización de sus dirigentes respondió a
veces como un ministerio ordenado y otras como un ministerio no-
circunstancias históricas y propiamente coyunturales, ordenado o diversificado según las necesidades concretas y como
como también que los ministerios son funciones en la expresión, siempre, de la ministerialidad de toda la Iglesia y de su
comunidad que el Espíritu organiza para el servicio y que servicio a la comunión con Dios y a la comunión fraterna. El
contribuyen, todos, a la construcción de la comunión magisterio eclesial ha reconocido diversidad de ministerios o
servicios en la comunidad, que se ejercitan como participación
eclesial, que es carismática y ministerial, en la que el
personal en la misión de la Iglesia y, por lo tanto, suponen un
Espíritu distribuye sus dones y carismas para el bien de carisma o don del Espíritu para la construcción de la comunidad al
toda la comunidad y la acción del mismo Espíritu la anima mismo tiempo que el reconocimiento por parte de la Iglesia, en la
y la organiza para el servicio 261 . Dicho de otra manera, persona del obispo. Unos y otros tienen como fundamento la
consagración bautismal y la consiguiente participación en la triple
misión de Cristo y de la Iglesia: los primeros “tienen su fundamento
sacramental en el bautismo y en la confirmación y para muchos de
261
Por el don del Espíritu Santo, los bautizados y las bautizadas ellos, además, en el matrimonio” (CL 23) y los segundos “derivan del
conformamos la comunión ec1esial que se configura como sacramento del orden” (CL 22).
ministerios eclesiales que las mujeres continúan siendo
excluidas del sacramento del orden.
Y a manera de conclusión
Al poner punto final a esta investigación sobre la
ordenación de mujeres y a las consiguientes reflexiones
quedan en el aire las preguntas que sirvieron de punto de
partida y han conducido el presente trabajo. Preguntas
que tienen que ver con la dificultad para llevar a la práctica
las líneas trazados por el concilio Vaticano II –¿por qué la
Iglesia no ha asumido la diversidad ministerial trazada por
el concilio Vaticano II y el tradicional exclusivismo
sacerdotal se mantiene como la única forma oficial de
liderazgo y servicio en la Iglesia católica?, ¿por qué si
Vaticano II propuso la perspectiva ministerial en lugar de
la perspectiva sacerdotal como clave de interpretación de
los ministerios eclesiales, seguimos hablando de
sacerdotes y seguimos considerándolos personas
sagradas?, ¿por qué, a pesar de que el Concilio y los
documentos posteriores no se refieren a los ministerios
ordenados en términos cultuales seguimos pensando que
obispos, presbíteros y diáconos se ordenan para ejercer
funciones cultuales y que quienes los ejercen ocupan
grados superiores y jerárquicamente ordenados?, ¿por
qué los llamados ministerios instituidos –lector y acólito–
que Ministeria quaedam estableció como ministerios
permanentes, siguen siendo escalones de ascenso para la
ordenación sacerdotal?, ¿por qué laicos y laicas no hemos
asumido nuestra responsabilidad en la construcción de la
comunión eclesial que el concilio Vaticano II y los no se interpreten desde la eclesiología del Vaticano II,
documentos posteriores han mostrado y seguimos pero en la práctica se sigue haciendo uso del imaginario y
cómodamente recibiendo los bienes de la salvación que la el vocabulario sacerdotales, denominándolos sacerdotes,
jerarquía nos administra?– y con la exclusión de las levitas, hijos de Aarón, e incluso relacionándolos con
mujeres del sacramento del orden: ¿cómo y por qué las Melquisedec; los roles siguen estando asociados a la
mujeres fueron marginadas de la organización eclesial y lo potestas sacra y consiguientemente a los juegos del
siguen siendo? poder, se sigue pensando que obispos, presbíteros y
diáconos se ordenan para ejercer funciones cultuales y
La respuesta que se me ocurre para estas preguntas es
que ocupan grados superiores y jerárquicamente
que pesan en el mundo eclesiástico el imaginario del
ordenados en la estructura eclesiástica.
contexto patriarcal y el imaginario sacerdotal.
En últimas, pienso, está en juego el poder: el imaginario
Pesa el imaginario del contexto patriarcal en el que las
del poder, el miedo a perder el poder por parte de
mujeres eran consideradas inferiores, débiles, carentes de
quienes detentan el poder en la Iglesia –la potestas–
juicio, obligadas a guardar silencio en el espacio público y
recibido en el sacramento del orden y a quienes de pronto
reducidas al ámbito doméstico. Imaginario que explica
se les han olvidado las palabras y el ejemplo mismo de
que fueran, además, excluidas de la ordenación. Ahora
Jesús: “el que entre ustedes quiera ser grande, deberá
bien, desde mediados del siglo XX las mujeres salieron de
servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el
su encierro y han venido generando cambios para superar
primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo,
el silenciamiento, y la exclusión en la sociedad e
el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para
irrumpieron en el espacio de la organización social y
servir (διακονηθηναι)” (Mt 20,26-28 y pp.). A mi modo de
política que tradicionalmente había sido exclusivamente
ver, las funciones de liderazgo y servicio, desde la
masculina, atreviéndose a ocupar el lugar que las historia
eclesiología del Vaticano II, no pueden entenderse –y
les había negado. Sin embargo, en la organización
menos aún vivirse– como dignidades ni en función de un
jerárquica de la Iglesia católica, a pesar de la nueva
poder o autoridad que confiere el sacramento del orden
presencia de las mujeres en todos los campos de la vida
sino como servicio a la comunidad, como tampoco
pública, incluso de su reciente irrupción en el quehacer
pueden ofrecer seguridades tanto a quienes los ejercen
teológico, se mantiene su exclusión porque sigue pesando
como a quienes se benefician de las funciones que
el imaginario patriarcal en los hombres de Iglesia que son
realizan. Dicho de otra manera, el dilema entre el poder y
quienes, finalmente, tienen la última palabra.
el servicio.
Pesa el imaginario sacerdotal en el que han sido formados
los hombres de Iglesia, aunque los ministerios eclesiales
Resulta significativa la referencia al poder que, a propósito diakonia se debería exigir como un nuevo punto de
de la exégesis feminista, aparece en el documento de la partida para una reforma que no consiste en concederles a
Pontificia Comisión Bíblica titulado “La interpretación de la las mujeres el diaconado, sino en repensar el ministerio en
Biblia en la Iglesia” (1993) porque las sospechas que la Iglesia y el poder que eso conlleva”263.
despierta la exégesis feminista tienen que ver con “el
Por eso las dificultades que la sola idea de ordenar
problema del poder en la Iglesia” y apremia –supongo
mujeres despierta en los hombres de Iglesia que esgrimen
que a las mujeres que la utilizan– a no perder de vista la
argumentos, como el del cardenal Walter Kasper en 2005
enseñanza evangélica sobre el poder como un servicio”:
para convencer a las mujeres de que “ya están haciendo lo
La exégesis feminista plantea el problema del que podrían hacer si fueran ordenadas como diáconos”264
poder en la Iglesia que, como se sabe, es objeto –lo que pasa es que lo están haciendo sin un
de discusiones e incluso de enfrentamientos. En reconocimiento o misión eclesial y sin contar con la gracia
este campo, la exégesis feminista podrá ser útil a la sacramental con la que los diáconos varones sí pueden ser
Iglesia en la medida en que no caiga en las mismas “confortados con la gracia sacramental” (LG 29),
trampas que ella denuncia y no pierda de vista la comoquiera que el asunto no es de funcionalidad o de
enseñanza evangélica sobre el poder como un qué pueden hacer las mujeres sino de identidad y del
servicio, enseñanza dirigida por Jesús a todos los lugar que podrían ocupar en la Iglesia– o que claramente
discípulos, hombres y mujeres (E,3)262. buscan entorpecer cualquier posibilidad de reforma,
comoquiera que representan la estructura y mentalidad
Marinella Perroni, comentando este texto, concluye que
jerárquicas propias de la tradición patriarcal que
“la referencia a las enseñanzas que Jesús dio a sus
condicionó las prácticas y doctrinas del cristianismo a lo
discípulos sobre la renuncia al poder en nombre de la
largo de su historia y está incrustada en sus imaginarios y
modelos de relación que justifican por qué se mantiene la
262
“L’esegesi femminista solleva spesso il problema del potere nella
Chiesa, che, com’è noto, è oggetto di discussioni e anche di scontri.
263
In questo campo, l’esegesi femminista potrà essere utile alla Chiesa Perroni, Marinella. “Diaconía en el Nuevo Testamento. Los primeros
solo nella misura in cui non cadrà nelle stesse trappole che essa signos de un proceso de exclusión”, en: Mujeres y diaconado. Sobre
denuncia e non perderà di vista l’insegnamento evangelico sul los ministerios en la Iglesia. Silvia Martínez Cano y Carme Soto
potere come servizio, insegnamento rivolto da Gesù a tutti i Varela, (eds.). (Estella: Editorial Verbo Divino, 2019): 106.
264
discepoli, uomini e donne”. Pontificia Commissione Biblica. Información tomada del artículo de Phyllis Zagano, “Women
L'interpretazione della Bibbia nella Chiesa (1993). Deacons: Future”, en: Women Deacons: Past, Present, Future. Gary
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_docu Macy; William T. Ditewig; Phyllis Zagano (eds.). (New York / Mahwah,
ments/rc_con_cfaith_doc_19930415_interpretazione_it.html NJ: Paulist Press, 2011): Versión Kindle, Pos. 905.
exclusión de las mujeres a pesar de la nueva presencia en posible, además de necesario, replantear la ministerialidad
todos los campos de la vida pública y que el papa Juan eclesial desde las líneas eclesiológicas trazadas por
XXIII reconoció (Cf. PT 41) como un “signo de los Vaticano II y no en argumentos tridentinos o
tiempos” o, más exactamente, una de “las notas decimonónicos.
características de nuestra época” (PT 39).
En vísperas de concluir este trabajo, el papa Francisco
convocó una nueva comisión para estudiar el diaconado
femenino265. Habrá que confiar y esperar en la acción del
Espíritu Santo para que ilumine y recuerde a sus
integrantes que en las comunidades neotestamentarias no
existía organización jerárquica ni figuras sacerdotales y los
rostros de las mujeres no habían sido ocultados ni sus
palabras habían sido silenciadas; que fueron silenciadas,
invisibilizadas, discriminadas y excluidas de la organización
jerárquica de la Iglesia no por voluntad del mismo Jesús,
como argumentan las interpretaciones de cuño tridentino,
sino debido a circunstancias históricas; que Jesús no
ordenó sacerdotes, ni hombres ni mujeres, y que el Nuevo
Testamento no habla de ordenación de sacerdotes sino de
diversidad de ministerios en las comunidades que se
reunían en las casas y en las que las mujeres llevaron la
palabra y ejercieron funciones de liderazgo; que desde el
siglo pasado las mujeres salieron de su encierro y hemos
venido generando cambios para superar el silenciamiento,
la invisibilización, la discriminación y la exclusión en la
sociedad; y que en esta Ecclesia semper reformanda es
265
“Institución de una nueva Comisión de estudio sobre el diaconado
femenino”. 08.04.2020.
http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/20
20/04/08/ins.html
Bibliografía
Fuentes primarias