Vía Láctea
Vía Láctea
Vía Láctea
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Para otros usos de este término, véase Vía Láctea (desambiguación).
Vía Láctea
Masa 0,8-1,5×1012 Msol
v
d
e
La Vía Láctea (en griego: γαλαξίας κύκλος -galaxías kýklos- "círculo lácteo") 2 3 es
una galaxia espiral donde se encuentra el sistema solar y a su vez se encuentra
la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 10 12 masas solares y es
una espiral barrada. Su diámetro medio se estima en unos 200 000 años luz,
(1,89×1018 kilómetros) o 12 648 millones de unidades astronómicas. En mayo de
2018, un equipo de investigadores del Instituto Astrofísico de Canarias y el
National Astronomical Observatories de Pekín (NAOC) publicaron 4 nuevas
observaciones que amplían el diámetro hasta 200 000 años luz. Se calcula que
contiene entre 200 000 y 400 000 millones de estrellas. La distancia desde
el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 25 766 años luz (7900 pc).
La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias
llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la galaxia de
Andrómeda, aunque puede ser la más masiva, como muestra un estudio reciente. 5
El nombre Vía Láctea proviene de la mitología latina, y esta de la griega que
significa en latín camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la tenue
banda de luz que atraviesa el firmamento terrestre, y así lo afirma
la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la
diosa Hera (Juno para los romanos). Rubens representa la leyenda en su obra El
nacimiento de la Vía Láctea. Sin embargo, ya en la Antigua Grecia, el
astrónomo Demócrito (460-370 a. C.) sugirió que aquel haz blanco en el cielo era
en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas demasiado tenues
individualmente como para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante,
no tuvo respaldo hasta 1609, cuando el astrónomo italiano Galileo Galilei hace uso
del telescopio y constata que Demócrito estaba en lo cierto, ya que a donde quiera
que mirase, aquel se encontraba lleno de estrellas.
Panorámica nocturna de la Vía Láctea vista desde la plataforma de Paranal, Chile, hogar del telescopio
gigante del ESO
Partes[editar]
Diagrama de la estructura galáctica
Halo
Disco
Bulbo
Halo[editar]
El halo es una estructura esferoidal que envuelve la galaxia. En el halo la concentración
de estrellas es muy baja y apenas tiene nubes de gas, por lo que carece de regiones
con formación estelar; es aquí donde se encuentra la mayor parte de los cúmulos globulares.
Estas formaciones antiguas son reliquias de la formación galáctica. Estas agrupaciones de
estrellas se debieron formar cuando la galaxia era aún una gran nube de gas que colapsaba y
se iba aplanando cada vez más. Otra característica del halo es la presencia de gran cantidad
de materia oscura. Su existencia se dedujo a partir de anomalías en la rotación galáctica. Los
objetos contenidos en el halo rotan con una componente perpendicular al plano muy fuerte,
cruzando en muchos casos el disco galáctico. De hecho, es posible encontrar estrellas u otros
cuerpos del halo en el disco. Su procedencia se delata cuando se analiza
su velocidad y trayectoria, así como su metalicidad. Y es que los cuerpos del halo presentan
una componente perpendicular al plano muy acusada, además del hecho de que se trata de
cuerpos que se formaron antes que los del disco. Sus órbitas los llevan, pues, a cruzar
periódicamente el disco. También es muy probable que una estrella de población II (pobre en
metales) pertenezca al halo, pues éstas son más antiguas que las de población I (ricas en
metales) y el halo, como ya se ha dicho, es una estructura antigua.
La masa en estrellas de este componente es muy baja, de alrededor de mil millones de masas
solares; una gran parte de la masa del halo galáctico está en la forma de materia oscura.6
Véase también: Halo galáctico
Disco[editar]
Nuestro Sistema Solar se encuentra en el brazo Orión o Local, que forma parte del brazo
espiral de Sagitario, de allí su nombre de «Local». Estas formaciones son regiones densas
donde se compacta el gas y se da la formación de estrellas. Los brazos son, en realidad,
ondas de densidad que se desplazan independientemente de las estrellas contenidas en la
galaxia. El brillo de los brazos es mayor que el resto de las zonas, porque es allí donde se
encuentran las gigantes azules (estrellas de tipo O, B), que son las únicas que pueden ionizar
grandes extensiones de gas. Estas estrellas de corta vida nacen y mueren en el brazo espiral,
convirtiéndose así en excelentes marcadores de su posición. Otros trazadores de los brazos
espirales son las regiones HII (nubes de hidrógeno ionizado), originadas precisamente por
esos gigantes azules. Estas nubes vuelven a emitir, en el rango de la luz visible, la energía
captada en el ultravioleta o en otras frecuencias más cortas. Son altamente energéticas, pues
han sido ionizadas por las potentes gigantes azules, que barren extensas áreas con
sus vientos estelares.
Las estrellas de vida más larga como el Sol ya no sirven como marcadores, ya que tienen
tiempo a lo largo de su vida de entrar y salir repetidas veces en los diferentes brazos espirales
de la galaxia. Estas estrellas pueden encontrarse también fuera de los brazos.
Así como la galaxia se compone de dos partes según su grosor, halo y disco, el disco también:
disco delgado y disco grueso. Se cree que el disco grueso es el remanente de un segundo
proceso de colapso y aplanamiento de la galaxia. Del mismo modo que el halo es el
remanente del colapso inicial, el disco grueso lo sería de una segunda fase de colapso.
El disco está unido al bulbo galáctico por una barra de radio 3,9 kiloparsecs,11 en cuyo interior
a su vez puede existir una barra menor (algo que ocurre en bastantes otras galaxias espirales
barradas).12 Hay además elevada formación estelar en al menos uno de sus extremos. 13
La barra mayor está ceñida a su vez por un anillo de 5 kiloparsecs de radio, que concentra,
además de una gran cantidad del hidrógeno molecular de la galaxia, una gran actividad
de formación estelar. Dicho anillo es la estructura más notable de nuestra galaxia, y visto
desde otras galaxias exteriores sería su zona más prominente. 14 De este anillo emergen los
brazos espirales.
Recientemente se ha sugerido que la Galaxia Elíptica Enana de Sagitario puede ser la
responsable de la estructura espiral de nuestra galaxia, ayudando a dar forma a los brazos
espirales, modelando la barra central, y distorsionando sus regiones exteriores. 15
Se cree que posiblemente nuestra galaxia tiene entre 4000 millones y 8000 millones de masas
solares de hidrógeno neutro, además de la mitad de esa masa en la forma de hidrógeno
molecular. Mientras que el primero llega más allá del espacio ocupado por las estrellas —pero
la región central apenas tiene gas en esa forma—, gran parte del segundo está concentrado
en el anillo mencionado antes, y —excepto en la región más interna de la Vía Láctea— la
densidad de hidrógeno molecular en la región central de la galaxia también es baja. 16
Inicialmente se pensó que la tasa de formación estelar de nuestra galaxia sería de hasta
cinco masas solares por año; sin embargo, estudios más recientes realizados con ayuda
del telescopio de infrarrojos Spitzer sugieren una mucho menor, de apenas una masa solar
por año,17 y otro también sugiere que nuestra galaxia junto a la de Andrómeda se halla en lo
que en el diagrama de color-magnitud para galaxias se conoce cómo el valle verde: una zona
intermedia entre la secuencia roja (galaxias que no forman estrellas, muchas de ellas galaxias
elípticas) y la nube azul (galaxias que forman estrellas a gran ritmo, muchas de ellas galaxias
espirales), caracterizada por una progresiva disminución de la formación estelar al irse
acabando el gas a partir del cual nacen las estrellas, calculándose que esta acabará dentro de
5000 millones de años, incluso contando con el aumento de la formación estelar que llevará
su colisión futura con la Galaxia de Andrómeda.1819 Esto ha sido reforzado por estudios más
recientes que muestran que, sin incluir sus brazos espirales, la Vía Láctea tiene un color más
rojizo que otras galaxias espirales similares, lo que implica que su actividad de formación de
estrellas está relativamente próxima a acabar;20 de hecho es solo algo más azulada que las
galaxias más azules de la secuencia roja y está entre las más brillantes y rojas de las galaxias
que aún siguen formando estrellas.21
Estudios recientes muestran que nuestra galaxia es atípica por no haber sufrido en los últimos
10 000 millones de años ninguna fusión importante con otra, sobre la base de sus
bajos momento angular, metalicidad, tamaño, y número de estrellas, habiendo formado
estrellas de manera bastante constante y tenido una evolución relativamente tranquila, a
diferencia de lo que ha sucedido con numerosas otras galaxias espirales cómo Andrómeda,
las cuales han adquirido su tamaño y masa actuales debido a la absorción de numerosas
galaxias menores. Ello también implica que una colisión entre dos galaxias espirales no tiene
porqué crear siempre una galaxia elíptica, sino que puede dar lugar a una galaxia espiral
mayor.2223
Esta parte de la Vía Láctea tiene una masa de 60 000 millones de masas solares en forma de
estrellas y una luminosidad de entre 15 000 y 20 000 millones de veces la del Sol.6
Véase también: Disco de acrecimiento