La Nueva Era Digital Ensayo Oliver

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La Nueva Era Digital: Competencias Digitales de los Docentes del

Siglo XXI en México.

Oliver Alaín Jiménez Sierra

Benemérita Universidad de Oaxaca

BMDGIE03: Plataformas y Tecnologías Aplicadas a la Educación

Mtro. Juan Domínguez Luis


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La llegada del año 2000 dio inicio al siglo XXI, con ello, la implementación de la

tecnología, la cual obtuvo una importancia relevante en la vida cotidiana de la población. Una

nueva era floreció donde lo digital predomina en casi todos los ámbitos, siendo un detonante del

desarrollo global, dando un cambio en la perspectiva, en lo laboral, científico, etc. Uno de los

sectores que resultó beneficiado fue el educativo, ofreciendo gran variedad de herramientas y

alternativas para su utilización y facilitación en la adquisición del aprendizaje aplicado en un

nuevo modelo educativo basado en competencias.

Marín (s/f) especifica que:

La Revolución Digital constituye un conjunto de tecnologías cuyas aplicaciones abren un

amplio abanico de posibilidades a la comunicación humana […] establece un nuevo

modelo económico, productivo y social que supone la aparición de industrias, perfiles

profesionales y modelos económicos hasta ahora desconocidos. […] Presenta un

panorama espectacular donde se multiplican las posibilidades comunicativas y se produce

una fragmentación y segmentación de los contenidos. […] Implica un nuevo perfil de

usuario más activo, así como una estructura productiva con nuevos perfiles profesionales.

El valor de la digitalización, por tanto, no sólo reside en un contexto de reorganización

integral de productos y contenidos, sino de las formas de trabajo y de la propia estructura.

(p. 1)

Una competencia, como menciona la SEP (2011) “es la capacidad de responder a

diferentes situaciones, e implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento) así como

la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes)” (p.29). Su uso e

implementación dentro del área académica permite un acercamiento al educando al mundo real,

logrando un desempeño adecuado en el entorno donde se desenvuelva, desarrollando en conjunto


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habilidades, la aplicación del conocimiento basado en los valores éticos que la sociedad ha

delimitado, dando como resultado, un mayor rendimiento y mejores resultados.

Con la llegada de la tecnología, surgen una serie de competencias que obligó a la

sociedad a adaptarse a la era digital, teniendo en cuenta que está en constante desarrollo y

cambio, adentrándose en la investigación educativa, el aprendizaje, la recreación y la

socialización. Las llamadas competencias digitales según Levano, Sánchez, Guillén, Tello,

Herrera y Collantes (2019) mencionan que:

“Las competencias digitales […] permitirán perspectivas de empoderamiento en relación

a aspectos sociales intrínsecos como la política, economía, empleabilidad; así como

también aspectos de las nuevas tendencias culturales y de entretenimiento en el presente

siglo […], son asumidas a manera de instrumentos de gran utilidad que permite la

movilización de actitudes, conocimientos y procesos; por medio de los cuales los

discentes adquieren habilidades para facilitar la transferencia de conocimientos y generar

innovación” (p.4).

Moll (2018) nos indica que una competencia digital es la que “implica el uso creativo,

crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los

objetivos de trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el tiempo libre, la inclusión y participación

en la sociedad” (párr. 4). De estas competencias, derivan una serie de finalidades que no

estrictamente deben estar relacionadas en el ámbito educativo: hacer uso de la tecnología como

medio de recreación, interacción entre personas a través de plataformas o herramientas digitales

(redes sociales, e-mail, aplicaciones de mensajería instantánea, etc.), uso de las TIC como medio

de aprendizaje para la vida, realización de diversos trabajos, variados servicios en línea y fines

de la salud.
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Moll (2018) enumera las cinco competencias digitales:

1. Informatización y alfabetización informacional. En esta competencia intervendrían

el saber identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información

digital, evaluando su finalidad y relevancia.

2. Comunicación y elaboración. En esta competencia el docente debería saber

comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea,

conectar y colaborar con otros por medio de herramientas digitales, interactuar y

participar en comunidades y redes.

3. Creación de contenido digital. Aborda sobre la creatividad, la curación de

contenidos, pero también saber crear y editar contenidos nuevos, integrar y reelaborar

conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos

multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual

y las licencias de uso.

4. Seguridad. Otra competencia digital clave y que trata aspectos como la

protección personal, de datos y de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y

sostenible.

5. Resolución de problemas. Se enfoca en identificar necesidades y recursos

digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la

finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales,

resolver problemas técnicos, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia

propia y la de otros. (párrs. 6-10)


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Los estudiantes del siglo XXI son personas nativas de la era digital, por lo que su

educación deberá estar inmersa en la utilización de las tecnologías de la información y la

comunicación. Esto deriva a la reestructuración de las mallas curriculares para adaptarse a la

necesidad educativa y con ello, la transformación del perfil de los docentes. “La integración de

las TIC en la educación exige la ampliación o profundización del conjunto de competencias que

identifican la formación del docente para asumir en condiciones óptimas las responsabilidades

propias del desarrollo de funciones y tareas de su profesión” (Rangel, 2014).

Rangel (2014) menciona que “En materia digital, existen distintas propuestas que apuntan

a definir el conjunto de recursos que debe ser capaz de movilizar un docente para lograr integrar,

de manera efectiva, las TIC en su práctica docente” (p. 239). Estas propuestas, se pueden

encontrar en el Marco para la excelencia en la enseñanza y la gestión escolar dirigidas al

aprendizaje y el desarrollo integral de todos los alumnos, donde emana el perfil del docente de

educación:

Muestra –por medio de los dominios, criterios e indicadores– rasgos característicos que

se espera fomentar en el trabajo cotidiano de los maestros, […] corresponde a una

docencia enfocada a la atención personal, humana e integral de los alumnos, así como al

logro de aprendizajes relevantes para su vida presente y futura […] mejoren sus

habilidades, conocimientos y actitudes conforme lo señalado en el currículo vigente […]

un maestro que tiene una comprensión profunda del contenido, de las capacidades a

desarrollar en los alumnos y del currículo, sabe cómo adaptar su enseñanza a las

características individuales, culturales, lingüísticas y sociales de los alumnos para lograr

que aprendan, cuenta con un amplio repertorio pedagógico para alcanzar este propósito y
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es capaz de revisar su propia práctica para mejorarla […] y es capaz de adaptar su

enseñanza. (USICAM, 2019)

El perfil docente expresa con claridad lo que se espera del maestro en la legislación

mexicana actual. Un docente que, en pocas palabras, esté preparado para poder enfrentar los

retos de una enseñanza adaptativa que englobe lo destacado del entorno, cuya funcionalidad

tenga un trasfondo más allá del aula, dominante del currículum, que comprende las necesidades

educativas de su grupo, selectivo al momento de diseñar sus estrategias y los materiales a

emplear, organizativo, asertivo, empático e inclusivo, que utiliza las distintas evaluaciones e

instrumentos para la valoración del alcance del aprendizaje, colaborativo con la comunidad

escolar, atienda la vulnerabilidad de sus alumnos, identifique áreas de oportunidad y que sepa

emplear la tecnología para mejorar su práctica.

La SEP (2017) dentro del libro “Aprendizajes Clave para la Educación Integral”

especifica dentro del perfil de egreso de la educación obligatoria un ámbito que dice:

“Habilidades Digitales. Identifica una variedad de herramientas y tecnologías que utiliza para

obtener información, crear, practicar, aprender, comunicarse y jugar” (p. 22).

Debido a la pandemia ocasionada por el Covid – 19, las clases presenciales fueron

suspendidas desde marzo de 2020, convirtiendo la educación a un sistema a distancia en donde

implicó un nuevo reto para el magisterio mexicano: adaptarse a una era donde la tecnología es la

mejor aliada y su peor enemiga. Empleo esta frase ya que, en su gran mayoría, los docentes

carecen de estas competencias digitales. En un principio, ignoraban los beneficios que las TIC

aportan a la educación al contar con un amplio repertorio de herramientas para su uso y

aplicación, beneficiando a su práctica y a su colectivo estudiantil.


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Un beneficio que proporcionan las competencias y habilidades digitales es ser

facilitadores esenciales cuyo rango de acción se requiere en labores que precisen del desarrollo e

implementación de herramientas digitales según los requerimientos del entorno en el cual son

solicitados. (Levano et al., 2019)

Otros autores mencionan que:

Los docentes se sienten mucho más capacitados en el aspecto tecnológico y se perciben

menos competentes para integrar de manera efectiva las TIC y aunque tienen una

percepción positiva de su formación para el uso de las mismas, reconocen que requieren

ampliar o profundizar sus conocimientos -técnicos y pedagógicos- para integrar la

tecnología en su práctica docente. (Rangel Baca & Peñalosa Castro, 2013, p. 11)

El gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, en colaboración con

Google For Education, proporcionaron a todos los docentes del país, una serie de capacitaciones

a través de diversas plataformas y medios electrónicos para la adquisición de la alfabetización

digital que como menciona Rangel et al (2013) “es un conjunto de conocimientos, habilidades y

competencias que es necesario adquirir para un uso funcional y constructivo de las TIC” (p.4)

para satisfacer las necesidades del colectivo para la realización de las clases con diversas

herramientas, que faciliten el trabajo y la adquisición de nuevos conocimientos para la modalidad

a distancia.

Estas capacitaciones indujeron a los profesionales de la educación a Webinars,

diplomados y cursos para adaptarse a la necesidad educativa actual, además de acatar lo

mencionado por la UNESCO (2008) donde específica que “fusionar las TIC con nuevas

pedagogías y fomentar clases dinámicas en el plano social, estimula la interacción cooperativa, el

aprendizaje colaborativo y el trabajo en grupo” (p.7). Esto, llevó al colectivo docente a realizar
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una autoevaluación en materia digital para conocer los puntos a alcanzar y los aspectos a mejorar

sobre competencias digitales.

La adquisición, alcance y desarrollo de las competencias digitales en los docentes se

deben a diversos factores que se traducen en ventajas. Entre los más importantes destacan la

facilidad de acceso y obtención ya que, al ser recursos que se encuentran a disposición de

cualquier persona, ya sea de paga o gratis, propicia que el acceso sea asequible a las necesidades

del individuo interesado. Propicia la búsqueda crítica y analítica de la información al utilizar los

diversos buscadores y comandos, además del uso de herramientas para la localización de fuentes

de consulta fidedignas.

Concreta la identidad digital de la persona al comprender los términos empleados dentro

del lenguaje digital (alfabetización) y los usos con los que cuenta para el desarrollo de mejores

procesos cognitivos. Al hablar de procesos cognitivos no me refiero solo al de los docentes,

englobo a la comunidad estudiantil ya que, debido al proceso de preparación del profesorado, se

convierten en beneficiarios directos, debido a que surgen momentos propicios para el desarrollo

de una clase donde predominen las TIC en la que el docente, al hacer uso de estas tecnologías,

propicia aprendizaje en su alumnado tanto de lo teórico (el tema de clase como ejemplo) y lo

práctico (el medio que utilizó para la clase).

Los retos a los que se enfrentan los docentes al vivir el crecimiento exponencial de la era

digital, los obliga al entrar a un proceso de adaptación a las nuevas formas de enseñanza.

Sabemos que el mundo, la sociedad, los temas y los aprendizajes están en constante cambio, así

como también las mallas curriculares se van modificando conforme a los procesos y necesidades

que emana la población.


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Así como hay factores que propician esa adquisición, existen elementos o situaciones que

frenan este aprendizaje digital en las que destaco dos disposiciones importantes. Después de un

proceso de investigación, observación y análisis determiné que uno de ellos y que considero es el

principal, es la edad. La gran mayoría de los docentes con edades que oscilan entre los 22 a los

40 años, han logrado desarrollar estas competencias digitales, manejan diversas herramientas

como la paquetería básica de ofimática, navegación en redes sociales y educativas, motores de

búsqueda, entre otros, además, están en constante actualización y lo emplean directamente con su

grupo escolar con la finalidad de mejorar la su forma de enseñanza aplicando las TIC en la

educación. Pero, la población docente arriba de los 40 años, presenta dificultades para adquirir y

desarrollar estas competencias, presentan un temor por la tecnología, argumentan que el uso de

ella no genera en los alumnos un conocimiento como lo haría un modelo de clase tradicional,

admiten que desconocen los términos que se emplean en el lenguaje digital, presentan un temor

en adquirir estas aptitudes debido a la tecnología o aparatos que se manejan en ella o

simplemente, no les interesa adquirirlos presentando una negativa a la actualización y/o

capacitación.

Otro factor muy importante que frena su desarrollo es el costo de los dispositivos a

utilizar. Actualmente, las nuevas computadoras, tabletas y celulares vienen con lo último que la

tecnología nos puede ofrecer como potentes procesadores gráficos, memorias RAM de alta

capacidad, así como discos duros con una cabida amplia y mejores tarjetas gráficas, pero con

costos elevados.

En México según el INEGI (INEGI, 2020) “El salario promedio para un puesto de

Profesor/a en México es de $6,288 al mes” (párr. 2), una computadora de escritorio o laptop, con

un procesador básico y memoria RAM de 4 gigabyte oscila entre los $4,000 a $6,000 pesos
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mexicanos, lo que limita la adquisición de este tipo de dispositivos con los que se trabajan ciertos

puntos de las competencias digitales.

Otro factor a considerar como limitante del alcance de estos estándares es el internet.

En México, el acceso a internet es un derecho garantizado por la Constitución Política de

nuestro país desde el 10 de junio de 2013. La importancia de internet es que es

un habilitador de otros derechos fundamentales como el derecho a la información,

derecho a la privacidad y derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y de la

Comunicación (TICs), a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones. (gob.mx,

2016)

La realidad del país es que el internet no ha alcanzado una cobertura total para satisfacer

las necesidades de su población. Muchas zonas de marginación y rurales carecen de este

elemento de forma gratuita o en su totalidad y dentro de las grandes ciudades, los costos pueden

ser excesivos por la velocidad que se maneja y se ofrece. Gran porcentaje de los docentes del

país radica en este tipo de zonas y, por tanto, no tienen acceso a estas tecnologías limitando el

desarrollo de las competencias digitales tanto para ellos como para sus alumnos.

La era digital contribuyó a modernizar a muchos sectores de la población a nivel mundial.

En México, propició la reestructuración de la educación surgiendo dos planes de estudio que

incluían el uso de herramientas digitales para el apoyo en el aprendizaje de los estudiantes y los

maestros. Gracias a esta “modernización” del sistema educativo, el colectivo docente es

motivado a someterse a un proceso de constate actualización al conocer las cinco competencias

digitales con la finalidad de mejorar su práctica. Se espera que el maestro conozca, busque,

identifique y almacene información digital todo bajo un ojo crítico, pueda comunicarse dentro de
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los entornos digitales, comparta diversos recursos a través de variadas herramientas, colabore con

docentes, interactúe y participe por medio de diversas redes.

Crea y edite contenido para la implementación de sus clases siempre respetando los

derechos de autor y la propiedad intelectual. Además, conozca maneras de proteger su identidad

digital, así como sus datos personales a través de diversos mecanismos, pueda resolver diversas

situaciones y conflictos utilizando las herramientas a su alcance y utilice la tecnología con fines

recreativos proyectando su creatividad.

Muchos son los factores que propician este desarrollo de competencias digitales, pero

existen muchas limitantes que frenan esta adquisición, dependiendo del individuo, su ubicación,

su situación financiera o su motivación, la realidad es que se considera un problema que un

docente no alcance el perfil que se espera dentro de la era digital, lo convierte en un individuo

desfasado, atrasado o “descontinuado” digitalmente hablando, lo que lo estanca dentro de su

zona de confort. La tecnología avanza junto con la sociedad, se actualiza constantemente e

integra todo lo necesario para satisfacer las necesidades que esta emana, así que el papel del

docente mexicano para desarrollar las competencias digitales es aceptar que las TIC existen y

que son un detonante del progreso educativo y su labor es adquirirlas por los medios que sean

necesarios para asegurar una educación de calidad apegada a la normativa mexicana vigente.
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Referencias

gob.mx. (2016, mayo 17). En México, el acceso a internet es un derecho constitucional. Gob.mx.

http://www.gob.mx/gobmx/articulos/en-mexico-el-acceso-a-internet-es-un-derecho-

constitucional

INEGI. (s/f). Salarios de Profesor/a en México | Indeed.com.mx. Recuperado el 30 de octubre de

2020, de https://www.indeed.com.mx/salaries/profesor-Salaries

Levano, F. L., Sanchez, D. S., Guillén, A. P., Tello, C. S., Herrera, P. N., & Collantes, I. Z.

(2019). Competencias digitales y educación. Propósitos y Representaciones, 7(2).

https://doi.org/10.20511/pyr2019.v7n2.329

Marín, J. Á. J. (s/f). LA ERA DIGITAL: NUEVOS MEDIOS, NUEVOS USUARIOS Y NUEVOS

PROFESIONALES. 11.

Moll, S. (2018, enero 30). Los cinco pilares de la Competencia Digital docente y sus finalidades.

EDUCACIÓN 3.0. https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/competencia-

digital-docente/

Rangel, B. A. (2014). Competencias docentes digitales: Propuesta de un perfil. Píxel-Bit, Revista

de Medios y Educación, 46, 235–248. https://doi.org/10.12795/pixelbit.2015.i46.15

Rangel Baca, A., & Peñalosa Castro, E. A. (2013). Alfabetización digital en docentes de

Educación Superior: Construcción y prueba empírica de un instrumento de evaluación.

Digital literacy in Higher Education professors: construction and empirical test of an

assessment instrument. Pixel-Bit Revista de Medios y Educación, 43, 9–23.

https://doi.org/10.12795/pixelbit.2013.i43.01

Secretaría de Educación Pública. (2011). Plan de Estudios 2011. Educación Básica.


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Secretaría de Educación Pública. (2017). Aprendizajes Clave Para la Educación Integral. Plan y

Programas de Estudio Para la Educación Básica. (Primera).

UNESCO. (2008). Estándares de Competencia en TIC para Docentes.

USICAM. (2019). Marco para la excelencia en la enseñanza y la gestión escolar dirigidas al

aprendizaje y el desarrollo integral de todos los alumnos Perfil docente, directivo y de

supervisión.

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