La Prosa Narrativa de Borges Libro de Al
La Prosa Narrativa de Borges Libro de Al
La Prosa Narrativa de Borges Libro de Al
POÉTICA DE LA PROSA
DE JORGE LUIS BORGES
HACIA UNA CRÍTICA BAKHTINIANA DE
LA LITERATURA
f e
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
EDITORIAL CREDOS
M ADRID
© ALBERTO JULIÁN PÉREZ. 1986.
EDITORIAL CREDOS, S. A.
Sánchez Pacheco, 81, Madrid. Esparta.
A lberto J u l iá n P érez
C a p ít u l o I
1 Utilizo las siguientes ediciones: Jorge Luis Borges, Obras completas 1923-72
(Buenos Aires, Emecé, 1974); Obras completas en colaboración (Buenos Aires, Eme-
cé, 1979); El libro de arena (Buenos Aires, Emecé, 197S).
Imagen del personaje e imagen de la idea 13
CARACTERÍSTICAS
AMBIGÜEDAD Y AMBIVALENCIA
ELEVACIÓN Y REBAJAMIENTO
COMICIDAD E IRONÍA
DEFORMACIÓN
t
15 Sobre alusión ver el estudio de Ronald J. Christ, The Narrow Act Borges’Art
ofAltusion (New York, New York University Press, 1969). Sobre el nivel pragmáti
co en la composición de arte verbal, ver Teun A. van Dijk, «Texto y contexto».
La ciencia del texto (Barcelona, Paidós, 1983), págs. 93-107.
16 M. M. Bakhtin, «The Grotesque Image of the Body and Its Sources», Rabe
lais..., págs. 301-67.
22 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
11 Sobre los planos del relato, tratados en relación al punto de vista, ver Boris
Uspensky, A Poetics o f Composition (Berkeley, University of California Press, 1973),
págs. 8-100; sobre los planos en general, ver Yuri M. Lotman, «La multiplicidad
de planos del texto artístico». Estructura del texto artístico (Madrid, Ed. Istmo,
1982), 2.‘ edición, págs. 82-94.
" Borges caracteriza a la literatura como sueño dirigido en el «Prólogo» a El
informe de Brodie, O. C.. pág. 1022. Con respecto a la intencionalidad del aulor,
ver M. M. Bajtfn, «La actitud del autor hacia el héroe», Estética de la creación
verbal (Míxico, Siglo XXI, 1982), págs. 13-28.
24 Poética de iá prosa de Jorge Luis Borges
11 Vladimir Propp, «Capitulo primero». Las raíces históricas del cuento (Ma
drid, Ed. Fundamentos, 1974), págs. 13-43.
11 En «Sobre The Purple Land», O. C., pág. 733, Borges cila la Odisea, El
asno de oro y Satiricón; en «El inmortal», el desarrollo del cuento imita a la antigua
novela griega y Homero aparece como personaje. Sobre las características de la
antigua novela griega y su transposición a las narrativas posteriores, ver M. M.
Bakhtin, «From the Prehistory of Novelistic Discourse» y «The Creek Romance»,
The Diatogic..., págs. 41-83 y 86-110 respectivamente.
Imagen del personaje e imagen de la idea 27
Como en las antiguas novelas griegas, los sueños y las visiones hacen
que los hombres comprendan la voluntad de los dioses o el peso de
lo casual. El personaje recibe su retribución por sus esfuerzos y final
mente puede crear al hijo, lo que lo conduce a un estado de beatitud.
Borges se acerca aquí a la concepción mitológica de la metamorfosis,
en particular los mitos religiosos del judeo-cristianismo en que Dios
crea al hombre a partir del barro, relacionando estos mitos con las
concepciones gnósticas, consideradas heréticas por la Iglesia, que a di
ferencia del catolicismo que idealiza la Creación, la rebajan, relativi-
zando su carácter divino. Esto le permite a Borges realzar el carácter
EL DOBLE Y LA MÁSCARA
el bronce, más antiguo que Egipto, anterior a las profecías y a las pirámides». (O.
C.. pág. 490.)
Imagen deI personaje e imagen de la idea 33
najes resultan finalmente ser uno solo. Casi todos los cuentos de El
informe de Brodie están construidos como la relación dialéctica de dos
partes enfrentadas que guardan estrecha relación entre sí; en «La in
trusa», por ejemplo, dos hermanos se ven a sí mismos como ocupando
un mismo lugar y cumpliendo una misma función, por lo cual, al apa
recer el obstáculo que amenaza separar permanentemente la identidad
—la mujer—, la matan, la «sacrifican»; en «Historia de Rosendo Juá
rez» el personaje se reconoce en su rival y huye del enfrentamiento;
en «El duelo» y «El otro duelo» dos identidades similares luchan por
separarse y destruirse; en «El encuentro» se enfrentan las identidades
similares de dos hombres ya muertos mediante otros individuos, gra
cias a un objeto mágico —el cuchillo— que permite la conexión entre
los cuchilleros muertos y los hombres vivos. La identidad escindida
simboliza la crisis del individuo e implica un conflicto permanente.
La lucha entre las mitades enfrentadas se resuelve o con la destrucción
de una de las mitades, o con el hallazgo de una víctima sustituto o
con la desaparición del obstáculo que impedía la unión.
En su último libro de cuentos El libro de arena, Borges utiliza el
procedimiento del doble siguiendo la tradición romántica, en particular
el relato «William Wilson», de Poe; en el «Epílogo» de El libro de
arena Borges cita expresamente a Stevenson; el cuento es «El otro»
y enfrenta a Borges-personaje anciano con Borges-personaje adoles
cente, en un encuentro fantástico donde predomina lo autobiográfico.
LA INVERSIÓN
LA HIPÉRBOLE
LA REVELACIÓN
” Sobre el uso del género policial y el fantástico, ver mi capitulo sobre géneros
discursivos, infra. págs. 253-63.
Imagen deI personaje e imagen de la idea 41
...al fin me convidó a pelear. Sucedió entonces lo que nadie quiere en
tender. En ese botarate provocador me vi como en un espejo y me dio
vergüenza. No senti miedo; acaso de haberlo sentido, salgo a pelear...
La Lujanera me sacó el cuchillo... y me lo puso... en la mano... Lo
solté... La gente me abrió cancha, asombrada. Qué podia importarme
lo que pensaran.
(O. C., págs. 1037-8.)
M Richard Burgin, Conversaciones con Jorge Luis Borges (Madrid, Ed. Taurus,
1974), pág. 148.
35 Sylvia Molloy, Las letras de Borges (Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1979),
vio este mismo problema de una manera negativa; dice Molloy: «Interrumpe la co
municación directa entre los hablantes reversibles, interpolando una voz propia, per
turbando la ya precaria comunicación entre emisor y destinatario, entre autor-lector
y lector-autor: como si la no persona que es lo otro —aquello de que se habla,
que no interviene activamente en el diálogo— se contagiara de pronto de las ‘perso
nas’ que lo encuadran y aluden». (Págs. 51-2.)
Imagen det personaje e imagen de la idea 43
cuento; en «El milagro secreto» Borges lleva hasta sus últimas conse
cuencias el problema de la autoría, enfrentando al autor literario con
el Autor, Dios, que finalmente le concede al primero la conclusión
en secreto de su modesta paternidad literaria; en «Historia de Rosendo
Juárez» representa, empleando el «skaz», al escritor en el momento
de recibir la narración de la historia por boca del personaje, dando
una función estética al acto de la narración.
Estas imágenes del acto literario (la lectura, la escritura, la narra
ción, la autoría) las encontramos en muchos otros cuentos de Borges;
en «El Aleph», por ejemplo, ofrece distintas imágenes del acto litera
rio, al satirizar al «mal poeta» Daneri, al presentar un narrador con
el nombre real del autor, Borges, y al desvalorizar la imagen del
narrador-autor, descrito como un hombre ridiculamente enamorado de
una mujer frivola que lo rechazó. Esta cruel burla del escritor hacia
si mismo no ha dejado de causar sorpresa a muchos lectores de su
obra, que ignorantes del artificio han asociado la imagen rebajada que
Borges da de si como autor-personaje-narrador con el Borges re a lJ6.
Una imagen patética y paradójica del escritor, aunque no aparece con
el nombre real del autor, la vemos en «Tres versiones de Judas»; en
este cuento nos presenta a un ensayista y teólogo en el momento con
flictivo de la gestación de su obra; para el personaje este momento
toma precedencia sobre cualquier otra realidad, pero para los otros,
para los lectores, que no han vivido el proceso de la escritura, sólo
el resultado tiene importancia:
En un cenáculo de París o aun de Buenos Aires, un literato podría
muy bien redescubrir las tesis de Runeberg; esas tesis, propuestas en
un cenáculo, serían ligeros ejercicios inútiles de la negligencia o de la
blasfemia. Para Runeberg, fueron la clave que descifra un misterio cen
tral de la teología; fueron materia de meditación y de análisis, de con
troversia histórica y filológica, de soberbia, de júbilo y de terror. Justifi
caron y desbarataron su vida.
(O. C., pág. 514.)
H Sobre las distintas criticas negativas que recibió Borges hasta la década del
cincuenta, ver Gabriela Massuh, Borges: una estética del silencio (Buenos Aires,
Ed. de Belgrano, 1980), págs. 19-32.
44 Poética de ¡a prosa de Jorge Luis Borges
w Fernando Sorrentino, Siete conversaciones con Jorge Luis Borges (Buenos Aires,
Casa Pardo, 1974), pág. 37.
40 Las obras más representativas de estos dos teóricos son: Georg Lukács, The
Theory o f the Novel (Cambridge. The MIT Press. 1971) y M. M. Bakhtin, The
Diatogic /magination...
41 Ver M. M. Bakhtin, «Epic and Novel», The Diatogic lmagination..., págs. 3-40.
48 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
Los novelistas tienen un rasgo común con los otros personajes escrito
res: son individuos misteriosos y secretos que tratan de resolver con
su obra problemas fundamentales; dejan entender indirectamente su
mensaje, que a la muerte de ellos permanece total o parcialmente se
creto e incomprendido. Probablemente el personaje novelista que re
presenta mejor esta característica es Pierre Menard de «Pierre Menard,
autor del Quijote», que al contrarío de la mayoría de los escritores
de novelas, interesados en la invención de argumentos notables, está
interesado en la experiencia autoral más que en su resultado; por eso
escribe una obra «secreta». La paradoja de Menard es que su Quijote,
a pesar de todo, es «diferente» al de Cervantes, y según la opinión
del narrador es mejor, más rico, porque ha absorbido toda una tradi
ción literaria de la cual el Quijote forma parte. El narrador comenta
así la empresa del personaje, y su ataque a la convención autoral:
Resolvió adelantarse a la vanidad que aguarda a todas las fatigas
del hombre; acometió una empresa complejísima y de antemano fútil.
(O. C.. pág. 450.)
de escribir una última obra para reivindicarse de los errores del pasa
do. La escritura y el resumen de esta obra forman e h em a pricipal
del cuento; Borges introduce rasgos patéticos (el personaje es un escri
tor judío injustamente condenado por los nazis; mantiene una relación
personal con su dios quien finalmente le concede el «milagro secreto»
de acceder a la autoría antes de morir) y detalles autobiográficos, con
un agudo análisis introspectivo, a partir de su propia experiencia de
escritor, por lo que el lector asocia fácilmente muchas de las afirma
ciones del narrador con datos biográficos y declaraciones de Borges
en la época en que escribió el cuento, 1943:
Hladík había rebasado los cuarenta años. Fuera de algunas amista
des y de muchas costumbres, el problemático ejercicio de la literatura
constituía su vida; como todo escritor, medía las virtudes de los otros
por lo ejecutado por ellos y pedia que los otros lo midieran por lo que
vislumbraba o planeaba. Todos los libros que había dado a la estampa
le infundían un complejo arrepentimiento... De todo ese pasado equívo
co y lánguido quería redimirse Hladík con el drama en verso Los enemi
gos.
(O. C„ págs. 509-10.)
41 Roberto Arlt, «La aventura de Baba en Dimisch Esh Sham». Obra Completa
(Buenos Aires, Carlos Lohlé, 1981), págs. 869-76.
44 Prueba de esta admiración es el ensayo «Los traductores de las 1001 Noches»,
Historia de ¡a eternidad, O. C., págs. 397-413, en que analiza distintas traducciones
de esta obra, contrastando la efectividad de los métodos usados para el trabajo.
Imagen del personaje e imagen de la idea 53
47 Roland Barthes, El placer de! texto (Buenos Aires, Siglo XXI, 1979), pág. 29.
41 El primer trabajo critico destacado que estudia el interés de Borges en la me
tafísica, analizando sus diversas temáticas, es Ana María Barrenechea, La expresión
de la irrealidad en la obra de Jorge Luis Borges (Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1984, 3.a ed. aumentada). La primera edición del libro data de 1957.
Imagen del personaje e imagen de la idea 55
LA IMAGEN DE LA IDEA
CARACTERÍSTICAS
51 Este uso que hace Borges del procedimiento satírico y la forma en que descri
be una cultura extrafla, caracterizándola por medio de sus costumbres y particulari
dades, nos llama la atención sobre la influencia que pueden haber tenido en su
Imagen del personaje e imagen de la idea 67
obra los Ensayos de Montaigne, que en «De los caníbales», de IS47, nos cuenta
sobre su relación con un individuo que conoció el Brasil en el siglo xvi y tuvo
■rato con los caníbales. Montaigne describe cómo era la vida de los caníbales y
los compara con la cultura europea, mostrando que el concepto de «barbarie» que
se aplicaba para describir sus costumbres era errado; Montaigne justifica a los abo
rígenes y ataca la civilización europea; al final de su ensayo cuenta lo que pensaron
de Europa tres indios visitantes, que reconocieron la división cruel e inhumana que
existía entre ricos y pobres. Ver Montaigne, «Of Cannibals», The Complete Essays
(Stanford, Stanford University Press, 1948), págs. 150-9, traductor Donald Frame.
Montesquieu, gran lector de Montaigne, usando la forma epistolar, escribió en 1721
Les lettres persones, en que un persa que visita París intercambia cartas con un
amigo que está en su país, describiendo las rarezas que ve en la sociedad que visita;
Montesquieu crea una brillante sátira sobre los vicios de las costumbres, del gobier
no y de la religión y dado que el viajero no pertenece a esa sociedad la describe
«desde afuera» como algo extraño y diferente ante lo que queda escandalizado.
Posteriormente Voltaire en Candide y Zadig emplea como procedimiento narrativo
la descripción de una totalidad cultural desde afuera por un extraño o un viajero
y en El ingenuo presenta el encuentro conflictivo de un indio hurón con la cultura
europea, satirizando su sociedad.
51 Julia Kristeva, «Work, Dialogue, and Novel», Desire in Language (New York,
Columbia University Press, 1980), págs. 64-91.
68 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
LA HIPÉRBOLE
EL SISTEMA
LA CLASIFICACIÓN
La clasificación abarca casi dos páginas del relato; los escritos inclui
dos van de la letra «a» a la «s»; el procedimiento llamó la atención
a la critica. Borges satiriza además al personaje, un simbolista cuyo
amor al trabajo, a la escritura y al texto, lo lleva a una labor ascética
y secreta: la escritura de algunos capítulos del Quijote, que no implica
copia ni plagio.
Borges usa este procedimiento también en «La muerte y la brúju
la»; en ese cuento no es el narrador el que clasifica sino un personaje:
el detective, que trata de clasificar los crímenes, interpretando su orden
según la doctrina de la cábala; finalmente logra crear una figura geo
métrica, parte de un sistema con términos periódicos, que pone a prue
ba la idea y lleva a su portador, el detective, a su propia destrucción.
En «Examen de la obra de Herbert Quain» el critico-narrador ex
plica sistemáticamente la obra de Quain, y luego la resume, usando
una clasificación, un «esquema»:
La obra consta pues de nueve novelas; cada novela, de tres largos
capítulos. (El primero es común a todos ellos, naturalmente.) De esas
novelas, una es de carácter simbólico; otra sobrenatural; otra, policial;
otra psicológica; otra, comunista; otra, anticomunista; etc. Quizá un
esquema ayude a comprender la estructura.
X I
n x 2
X 3
X 4
2 Y 2 X 5
X 6
X 7
X 8
X 9
LA ENUMERACIÓN Y LA YUXTAPOSICIÓN
gún palabras del personaje Daneri, es «el lugar donde están, sin con
fundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos».
Esta es la enumeración mediante la cual el narrador-personaje describe
el Aleph:
Vi et ampuloso mar, vi el alba y la carde, vi las muchedumbres de
América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide,
vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos es
crutándose en m i com o en un espejo, vi todos los espejos del planeta
y ninguno me reflejó, vi...
(O. C., pág. 625.)
” Borges ha sido muy cuidadoso en situar sus cuentos a una considerable distan
cia, y así lo declara en el prólogo a Et informe de Brodie: «He situado mis cuentos
un poco lejos, ya en el tiempo, ya en el espacio. La imaginación puede obrar asi
con mis libertad». (O. C„ pág. 1022.)
Imagen del personaje e imagen de la idea 77
EL RESUMEN
54 Gene H. Bell Villada, Borges and His Ficlion (Chapel Hill, The University
of North Carolina Press, 1981), pág. 18.
Imagen del personaje e imagen de la idea 79
dio y que ellos con atrevimiento adoptaron. En Frigia les dijeron simula
cros, y también en Dardania. Juan Damasceno los llamó formas; justo
es advertir que el pasaje ha sido rechazado por Erfjord. No hay hcresió-
logo que con estupor no refiera sus desaforadas costumbres. Muchos
histriones profesaron el ascetismo; alguno se mutiló, como Orígenes;
otros moraron bajo tierra, en las cloacas; otros se arrancaron lo ojos;
...De la mortificación y el rigor pasaban muchas veces al crimen... To
dos eran blasfemos... Maquinaron libros sagrados, cuya desaparición
deploran los doctos.
(O. C.. págs. 552-3.)
LA PRESENTACIÓN HISTÓRICA
con las técnicas y los procedimientos que les son peculiares. En la obra de Borges
la vida cotidiana aparece en su fase de negación; la relación vida cotidiana-arte
está invertida: en lugar de ser la vida cotidiana la categoría que domina y contiene
al arte, es el arte el que reduce la vida cotidiana a sus propios términos: el mundo
está literaturizado. El antropocentrismo aparece representado en todas sus contra
dicciones y limitaciones. Borges da la imagen de un mundo creado como un produc
to típicamente humano, gestado como consecuencia de la tendencia del hombre ha
cia la religión y el arte por un lado, y hacia la ciencia por otro. En ese mundo
el hombre lucha por racionalizar su entorno, pero en lugar de liberarse, queda atra
pado en su propio gesto metafísico. Sobre la relación entre antropomorfízación y
desantropomorfizadón ver Georg Lukács, «El contradictorio florecimiento de la des-
antropomorfízación en la Edad Moderna», Estética 1 (Barcelona, Grijalbo, 1965),
vol. I, págs. 171-216; sobre la relación entre arte y vida cotidiana ver Georg Lukács,
«Cuestiones previas y de principio relativas a la separación del arte y la vida cotidia
na», Estética.... vol. I, págs. 217-64.
C a p ít u l o II
EL CRONOTOPO NARRATIVO
pectos aislados del tiempo y del espacio que, según la etapa histórica
del desarrollo humano de dicha época, pudo experimentar, creando
a tal efecto técnicas genéricas correspondientes para procesar determi
nados aspectos de la realidad. En una nota al pie de página señala
que Kant, en su «Estética trascendental», una de las secciones de Críti
ca de ¡a razón pura, reconoce la importancia de las formas espaciales
y temporales para llevar adelante el proceso de conocimiento, aunque
él, Bakhtín, no acepta el tiempo y el espacio como categorías «trans
cendentales», sino que los considera «formas de la realidad más inme
diata». Su propósito es mostrar «el papel que desempeñan estas for
mas en el proceso de conocimiento artístico concreto» y, aclara entre
paréntesis, «(visualización artística)» 3. Para lograr esto Bakhtín intro
duce el concepto de «cronotopo», término que toma del campo de
las matemáticas (Einstein aplicó por primera vez el término en su Teo
ría de la Relatividad). Dice Bakhtín:
Daremos el nombre de «cronotopo» (literalmente, «tiempo-espacio»)
a la asociación intrínseca de las relaciones temporales y espaciales que
se expresan artísticamente en literatura 4.
Muchas de las formas genéricas que surgen en una época pierden luego
su vigencia histórica, pero la tradición refuerza estas formas y se man
tienen más allá del momento en que fueron realmente productivas,
ocasionando la coexistencia simultánea en literatura de fenómenos co
rrespondientes a diversos períodos histórico-literarios. El cronotopo pue
de relacionarse a otros cronotopos y contener cronotopos incluidos;
también es capaz de adquirir carácter simbólico.
Bakhtin subtitula a su trabajo «Notas hacia una Poética Históri
ca», y después de definir el cronotopo, lo estudia concretamente en
distintas épocas de desarrollo de la novela europea. Yo estudiaré la
representación del tiempo y del espacio en la obra de ficción de Borges
y mostraré las formas que emplea para representarlos. Concentro mi
investigación en la observación y análisis de los textos de un solo autor;
clasificaré de manera analítica la representación espacio-temporal en
los cuentos de Borges, describiendo su sintaxis cronotópica narrativa
y daré ejemplos tomados de sus cuentos, que sin ser exhaustivos, per
mitan al lector una mejor comprensión de la poética de la prosa de
Borges. Al estudiar su obra en forma sistemática, analítica y global,
creo, podremos alcanzar un mejor conocimiento de su rico proceso
creativo. Dado que el tiempo y el espacio son problemas de la ficción
borgeana que han sido muy estudiados por diversos críticos, a partir
de la estilística pionera de Ana María Barrenechea, La expresión de
la irrealidad en la obra de Borges, trataré en este capítulo de ser breve
y sintético 6. En las dos primeras secciones expondré las características
del espacio y del tiempo en los cuentos de Borges, y los procedimien
tos que emplea en su representación, y en la tercera parte estudiaré
casos en que expresamente sintetiza el espacio y el tiempo en un
símbolo.
AMBIGÜEDAD
f a m iu a r j d a d / e x t r a ñ e z a
DEFORMACIÓN
a la literatura fantástica con lo grotesco, que cuenta con una rica tradi
ción en el arte popular, particularmente en la Representación de la figu
ra humana y se caracteriza por distorsiones o incongruencias sorpren
dentes en la apariencia o forma u . El problema de identidad que plan
tea indirectamente lo grotesco se generaliza e intensifica en las narra
ciones fantásticas, donde a la deformación de la figura humana y del
espacio, se agrega la distorsión de la percepción temporal ’5.
TRANSFORMABíLIDAD
Nadie ignora que el Sur empieza del otro lado de Rivadavia. Dahl
mann solía repetir que ello no es una convención y que quien atraviesa
esa calle entra en un mundo más antiguo y más fírme.
(O. C., pág. 526.)
EL ESPACIO DE LA MENIPEA
“ Lucían, Selecied Satires (New York, Norton Press. 1962), trad. Lionnel Cesson.
96 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
Una vez que el tribuno militar Rufo llega a la ciudad de los inmor
tales, Borges introduce a Homero como personaje, creando una rela
ción intertextual entre la antigua novela griega y el moderno cuento
fantástico.
EL ESPACIO FAMILIAR/EXTRAÑO
textual con esa literatura no alude a una obra en particular, sino que
es creada por medio del paisaje, la aparición de un personaje gaucho
y el duelo criollo, en este cuento hay una relación intertextual directa
con la literatura gauchesca: se trata de un episodio que concluye con
la vida del héroe máximo de esa literatura: Martín Fierro. El negro
aguarda a Martín Fierro en una pulpería en medio de la llanura; cuan
do Martín Fierro llega, luchan y Fierro muere; en ese momento la
llanura se vuelve significativa hasta estar a punto de «hablar»;
Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca
lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entende
mos. pero es intraducibie como una música.
(O. C.. pág. 521.)
EL ESPACIO MÍNIMO/MÁXIMO
Ver V. Propp, «El objeto encantado». Las raíces históricas..., págs. 278-93.
104 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
casa, como en «There Are More Things», o una gran extensión como
en «Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto». En el cuento breve
«Los dos reyes y los dos laberintos» Borges contrasta un laberinto
mínimo hecho por los hombres, con un laberinto máximo creado por
la naturaleza y por Dios: el desierto.
En «La escritura del Dios» la escritura divina puede ocupar un
espacio mínimo, como la piel de un tigre, o máximo, según conjetura
el mago:
En el ámbito de la tierra hay formas antiguas, formas incorruptibles
y eternas; cualquiera de ellas podía ser el símbolo buscado. Una monta
na podía ser la palabra del dios, o un río o el imperio o la configuración
de los astros.
(O. C.. pág. 597.)
EL ESPACIO LITERARIO
40 Para profundizar sobre los cambios que introduce el drama burgués dentro
de la historia del drama, ver el estudio sociológico de Arnold Hauser, «El origen
del drama burgués», Historia social de la literatura y el arte (Madrid, Guadarrama,
1969), t. 2, págs. 255-72.
41 Jorge Luis Borges, O. C., pág. 498.
El cronotopo narrativo 107
ra», por ejemplo, la historia de un poeta épico que debe escribir una
loa para inmortalizar la batalla de Clontarf a pedido de su rey, el
poema refleja el espacio histórico; el narrador, sin embargo, testimo
niando el conflicto de representación que existe en poesía, indica que
el poema no refleja con fidelidad el espacio histórico, sino que lo re
presenta por medio de convenciones que escapan a la verosimilitud,
utilizando un lenguaje hecho de imágenes y metáforas:
La página era extraña. No era una descripción de la batalla, era
la batalla. En su desorden bélico se agitaban el Dios que es Tres y es
Uno, los númenes paganos de Irlanda y los que guerrearían, centenares
de aflos después, en el principio de la Edda Mayor. La forma no era
menos curiosa. Un sustantivo singular podía regir un verbo plural. Las
preposiciones eran ajenas a las normas comunes. La aspereza alternaba
con la dulzura. Las metáforas eran arbitrarias o asi lo parecían.
(£7 libro de arena, pág. 59.)
IRREVERSIBOIDAO
44 Puede ser útil al lector comparar mi propia clasificación con la de Ana Marta
Barrcnechea, «El tiempo y la eternidad». La expresión de la irrealidad..., págs. 77-94.
110 Poética de ¡a prosa de Jorge Luis Borges
DEFORMACIÓN Y AMBIGÜEDAD
TRANSPONIBILtDAD
4* Jorge Luis Borges, O. C.. pág. 575. Sobre la imagen del mundo que presenta
el idealismo, ver Ana M. Barrcnechea, La expresión de la irrealidad..., págs. 95-8
y Georg Lukács, Estética..., pág. 20.
El cronotopo narrativo 113
SUSPENSIÓN TEMPORAL
45 Para un estudio del relato fantástico en el siglo xix, ver lrtne Bessifrre, Le
récit fantasttquc.... págs. 93-142.
POÉTICA DE BORGFS. — 8
114 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
ALTERACIÓN TEMPORAL
” Ver Ana M. Barrenechea, «El sentido secreto del universo» y «El lenguaje
del sentido concreto». La expresión de la irrealidad..., págs. 44-5 y 49-55 respectiva
mente.
118 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
SUCESIÓN CRONOLÓGICA
EL TrEMPO DE LA NOVELA
LA MEMORIA
Borges en casi todos sus cuentos presenta la materia del relato me
diatizada por la memoria de un narrador. El narrador, al reconstruir
la historia en base a su memoria de los hechos, descubre su propio
proceso de comprensión; la organización narrativa de la historia apare
ce como un problema que el narrador debe resolver simultáneamente
con el relato de la historia; el narrador muestra su conceptualización
de datos aislados y su trabajo para transformarlos en indicios revela
dores y significativos; descubre su habilidad para relacionar la infor
mación; transforma el marco de conocimiento y la coherencia del dis
curso en un problema que se refleja y se autoevidenria en la narración
de la historia u . El narrador muestra sus intereses, descubre su actitud
ante el relato, sus necesidades y fines, su habilidad para especificar,
particularizar y agregar información. Borges representa a la memoria
como una operación simultáneamente reproductiva y constructiva; en
sus cuentos la memoria opera a través del recuerdo y el reconocimiento.
En «El inmortal» el narrador-personaje posee una consciencia limi
tada de la «realidad»: esta consciencia está ligada a sus intereses, de
pende de sus percepciones y de su habilidad para deducir «verdades»
de los hechos a partir de su experiencia. Los intereses del narrador-
personaje cambian después que éste logra la inmortalidad: la última
parte del cuento describe su búsqueda de la mortalidad y su necesidad
de recuperar una identidad. En «Funes el memorioso» Borges toma
LA IMAGINACIÓN
EL SUEÑO
EL INSOMNIO
“ Emir Rodríguez Monegal, «The Dread Lucidity oí Insomnia», Jorge Luis Bor
ges..., págs. 270-8, relaciona el tema del insomnio con la experiencia personal de
Borges.
128 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
EL AUTOABANDONO
SÍMBOLOS CRONOTÓPICOS
EL CAMINO
EL LABERINTO
71 V. Propp. Las raíces históricas..., pág. 162. Dice Propp que «la casa para
hombres» se relaciona en su origen con la caza y el totemismo, como forma material
y reflejo ideológico respectivamente, de la sociedad dominada por el clan.
7> Jorge Luis Borges, O. C., pág. 540.
134 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
LA BIBLIOTECA
u Ver Jonathan Cullet, «Distance and Deixis», Slructuralist Poetics. págs. 164-70.
El cronotopo narrativo 135
EL RECINTO SAGRADO
EL UMBRAL
LA FIGURA GEOMÉTRICA
EL ESPEJO
El espejo es uno de los símbolos que cuenta con una tradición más
antigua en literatura; aparece ya en el cuento folklórico. Una breve
explicación antropológica puede ayudar a comprender mejor esto. En
las comunidades tribales primitivas, cuenta Propp, el rey debía perma
necer segregado del resto de la comunidad; la comunidad consideraba
que el rey era el depositario de sus más altos valores y de su sabiduría,
y el contacto con los demás individuos podía contaminarlo y hacer
peligrar el bienestar de todos; su residencia, su persona y especialmente
su rostro eran sagrados 76. Nadie debía ver el rostro del rey. Dado
que tenían un sentido mágico de la causalidad, los espejos, capaces
de duplicar el rostro y «robar» parte de o dividir la identidad, eran
objetos temidos a los que atribuían el poder de ocasionar una catástro
fe. Propp encuentra diversos ejemplos del uso del espejo en los cuentos
maravillosos que estudia. Borges, en Historia universal de la infamia,
EL HOMBRE INMEMORIAL
este caso tanto el umbral como el viejo que está en el umbral son
símbolos cronotópicos: hay un símbolo cronotópico dentro de otro.
El hombre del umbral es muy viejo y extraño y parece estar distante
y ajeno a la realidad, pero la simetría entre su historia y lo que sucede
al otro lado del umbral nos hace pensar que controla la realidad como
un dios indiferente.
Borges vuelve a usar este símbolo cronotópico de una manera se
mejante en el cuento «El Sur», donde repite literalmente una parte
de la descripción del viejo inmemorial: una sentencia con una doble
comparación —«Los muchos años lo habían reducido y pulido como
las aguas a una piedra o las generaciones de los hombres a una senten
cia»— que el lector puede asociar con un español barroco y antiguo 17.
Esta sentencia crea la imagen de una lengua ceremonial y tradicional,
que contrasta con la experiencia que el lector tiene de su lengua con
temporánea. El viejo de «El Sur» es el símbolo de otra época, de un
personaje histórico y literario ya extinguido: el gaucho; este gaucho
simbólico controla un espacio mítico, el Sur, «un mundo más antiguo
y más firme», y es un ser que está «como fuera del tiempo, en una
eternidad». Cuando un paisano borracho desafía a Dahlmann a pelear
en duelo criollo y el hombre inmemorial arroja una daga a los pies
del bibliotecario convaleciente, es el Sur y todo lo que representa el
que ha decidido el duelo y la suerte de Dahlmann.
EL DISCURSO NARRATIVO
HETEROGLOSIA
6 Jorge Luis Borges, «El idioma de los argentinos», reimpreso en Jorge Luis
Borges, José E. Clemente, El lenguaje de Buenos Aires (Buenos Aires, Emecé, 1963),
pág. 31. Varios años después, en 1941, Borges escribe el articulo «Las alarmas del
Doctor Américo Castro» donde mantiene frente al lenguaje la misma posición que
en su juventud. Borges critica el libro de Castro La peculiaridad lingüistica ríopla-
tense y su sentido histórico y juzga errónea la tesis de este último, que considera
que en el Rio de la Plata se ha corrompido el idioma español. Borges sostiene que
la demostración de Castro es falaz, argumentando que es normal la existencia de
dialectos dentro de una lengua en un determinado lugar y época histórica y que
sin duda en Espafta hay muchos más dialectos que en el Rio de la Plata. El articulo
es cáustico y muestra la indignación de Borges ante el libro de Castro. Borges enu
mera algunas de las «imperfecciones» del español, como el «monótono predominio
de las vocales» y la «ineptitud para formar palabras compuestas», las mismas que
habla tratado de superar en 1926 con las reglas gramaticales de «El idioma infinito»,
en que propone dejar de lado los sinónimos, derivar adjetivos, verbos y adverbios
de todo sustantivo, y que, junto con su insistencia en la formación de palabras
compuestas, nos muestra el trabajo comparativo que realiza entre la sintaxis del
inglés y la del español, tratando de trasladar la flexibilidad del inglés al español
para mejorar su capacidad expresiva.
7 Debemos notar que entre El idioma de los argentinos, 1928 y Discusión, 1932,
Borges escribe Evaristo Carriego, 1930, su primer estudio litcrario-biográfico com
prensivo de la obra de un autor. Su primer intento narrativo, «Hombres pelearon»,
data de 1927; este cuento seria luego la base para «Hombre de la esquina rosada».
El discurso narrativo 145
10 Ver «El lenguaje social del discurso del narrador oral representado», infra,
págs. 169-71.
" Sobre esie pumo ver el comentario al texto de «El Aleph» de Juan Carlos
Ghiano, «Una interpretación borgiana de Dante», Cuadernos del Sur, No. II, 1971.
págs. 279-296.
El discurso narrativo 147
12 Jorge Luis Borges, Obras Completas 1923-1972 (Buenos Aires, Emecé, 1974),
pág. 272.
148 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
DtALOGUISMO
e s t r a t if ic a c ió n / h ib r id a c ió n
17 Mikhail Bakhtine, «Différents types de mois dans la prosc. Le mot chez Dos-
toivski», La poétique de Dostoievski (París, Editions du Seuil, 1970), págs. 238-66.
El discurso narrativo 153
Las sentencias dan una imagen del lenguaje del criollo y lo contrapo
nen a nuestro propio lenguaje, creando un híbrido sintáctico y semán
tico, y dando una imagen del lenguaje de otro como otro lenguaje
sin necesidad de recurrir al uso de un sociolecto especial, como podría
ser el uso de un léxico anticuado, con deformaciones morfológicas,
que refleje el habla del criollo, o el uso del lunfardo. Este híbrido
artístico es un híbrido tanto sintáctico como semántico, no en un senti
do abstracto, sino en un sentido social y concreto. El híbrido mezcla
dos visiones sociolingüísticas del mundo, pero la intencionalidad del
autor permite que esos puntos de vista estén internamente dialogados,
poniendo diferentes lenguajes en contacto entre sí.
r e f r a c c ió n / r e a c e n t u a c ió n
En esta sátira sobre el autor simbolista Menard, Borges nos llama tam
bién la atención sobre el proceso ininterrumpido de reacentuación so
cial e ideológica que sufren los clásicos.
Otra forma de reacentuación que practica es la transferencia de
personajes de una zona del discurso a otra, por ejemplo, del plano
serio al cómico o viceversa, tal como lo vemos en «El Aleph» en que
pasa el personaje de la bella Beatriz, a la que el lector puede asociar
con un ambiente superficial y alegre, al plano trágico, ya que muere,
y el narrador-personaje está enamorado de ella; y transfiere el persona
je del poeta, usualmente incluido en un plano serio y trágico, al plano
156 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
so y creando una imagen más acabada del lenguaje de otro como otro
lenguaje. La representación de un lenguaje se hace posible porque una
lengua es capaz de representar a otra, permaneciendo al mismo tiempo
dentro y fuera de ella, puede hablar de ella y hablar con ella, y el
lenguaje representado puede ser objeto de representación y continuar
hablando por sí mismo. Su prosa está llena de confrontaciones
dialógicas.
Los distintos lenguajes sociales que Borges estiliza y de los cuales
da una imagen como el discurso y el lenguaje de otro son: A) el len
guaje social religioso: mitológico/mágico/místico/teológico; B) el len
guaje social filosófico-moral del discurso del condenado; Q el lengua
je social del héroe que prueba su discurso o se prueba; D) el lenguaje
social crítico del discurso del erudito o del sabio; E) el lenguaje social
especializado del discurso del informante; F) el lenguaje social del dis
curso del narrador oral representado.
ges trata de representar una imagen del lenguaje social religioso e inte
grarlo a su ficción, usando los procedimientos de la literatura fantásti
ca, que son los que mejor establecen una relación entre ese pasado
mítico y mágico y nuestras modernas formas de imaginar y de inven
tar; su narrativa muestra los temas religiosos y filosóficos como pro
blemáticas íntimamente relacionadas a las experiencias y expectativas
del ser humano, dando a su discurso un enfoque en que sobresale la
interpretación antropológica de la cultura 2i.
Para representar el lenguaje religioso como lenguaje social de otro,
Borges utiliza diversos procedimientos narrativos. En «La casa de As-
terión» emplea un lenguaje conceptual e interpretativo, y un discurso
en primera persona, que da una imagen de un personaje mítico: el
minotauro. La comprensión de la cultura mítica desde el punto de vis
ta de la criatura mítica que se confiesa muestra la habilidad de Borges
para abarcar una totalidad cultural con un sentido hermenéutico, mé
todo de interpretación cuyo origen radica en la lectura de textos reli
giosos. Aquí, el personaje Asterión explica la posición de la cultura
mítica frente a la escritura:
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda
transmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comu
nicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviables minucias
no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande;
jamás he retenido la diferencia entre una lengua y otra.
(O. C.. pág. 569.)
La palabra del autor está puesta en boca del personaje, está desdobla
da, y al mismo tiempo, está dirigida a un oyente ideal; la palabra
de este último aparece como algo activo desde el exterior y da una
coloración polémica a la confesión del minotauro. Decimos que la pa
labra, según la clasificación metalingüística de palabras de Bakhtín,
es bivocal y convergente: a medida que la capacidad del autor para
ser objetivo en la caracterización del lenguaje de otro disminuye, su
propia voz tiende a fundirse con la voz del personaje 26. El final del
cuento se relaciona con un género muy antiguo: la adivinanza, que
ilumina, mediante un cambio de narrador y de punto de vista, la polé
mica oculta existente en el minotauro:
El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no queda
ba ni un vestigio de sangre.
—¿Lo creerás, Ariadna? —dijo Teseo—. El minotauro apenas se
defendió.
(O. C.. pág. 570.)
los quietos dfas del hotel de Adrogué una indecisa traducción quevedia-
na (que no pienso dar a la imprenta) del Urn Burial de Browne.
(O. C., pág. 443.)
Este lenguaje social tiene similitudes con el lenguaje social del dis
curso del sabio: ambos explotan un metalenguaje profesional; el dis
curso extraartístico es especialmente apto para la transmisión de ideas.
A diferencia del discurso del sabio toma muy en cuenta a su interlocu
tor, ya que dirige a él su discurso; en «El informe de Brodie» el infor
me está dirigido a la Reina de Inglaterra; trata de mover a su alocuta-
rio para que actúe e interceda en su favor 2B. En este sentido, es un
discurso que trata de «hacer» algo, tiene una función pragmática w:
Tenemos el deber de salvarlos. Espero que el Gobierno de su Majes
tad no desoiga lo que se atreve a sugerir este informe.
(O. C., pág. 1078.)
2' Ducrot establece una diferencia entre el «auditor», que es toda persona que
oye un enunciado, y el «alocutario» que es la persona a la que el locutor declara
dirigirse; Oswald Ducrot, El decir y lo dicho (Buenos Aires, Hachette, 1984), pág. 136.
29 La pragmática es «el estudio de las emisiones verbales como actos de habla»;
estas emisiones se usan para realizar acciones, que son los actos de habla; los actos
de habla hacen aserciones, cuya función puede ser pedir, prometer, amenazar, acon
sejar, etc. Ver Teun A. van Dijlc, Estructuras y funciones deI discurso. Una intro
ducción interdisciplinaria a la lingüistica de! texto y a tos estudios del discurso (Mé
xico, Siglo XXI, 1980), págs. 58-9.
El discurso narrativo 169
“ Sobre «skaz», ver la nota 2 del capitulo «Imagen del personaje e imagen
de la idea», pág. 13.
El discurso narrativo 171
TIPOS DE DISCURSO
EL DISCURSO RETÓRICO
” Yuri M. Loiman, Estructura del texto artístico (Madrid. Iscmo, 1982), pági
nas 261-64.
El discurso narrativo 181
LOS PRÓLOGOS
en la medida que su problemática coincide con la del marco, cuestión esta última
que trato de desarrollar exhaustivamente. Reitero entonces que mi estudio del marco
literario no agota ni ve en su totalidad el problema de la interiextualidad.
M Jorge Luis Borges, Prólogo con un prólogo de prólogos (Rueños Aires, Torres
Agüero Editor, 1975).
El discurso narrativo 183
LOS EPÍLOGOS
LOS EPÍGRAFES
LAS NOTAS
LAS POSTDATAS
LA SÍNTESIS
Los años pasan y son tantas las veces que he contado la historia
que ya no sé si la recuerdo de veras o si sólo recuerdo las palabras
con que la cuento. Tal vez lo mismo le pasó a la Cautiva con su malón.
Ahora lo mismo da que fuera yo o que fuera otro el que vio matar
a Moreira.
(Et libro de arena, pág. 56.)
LAS CITAS
LAS REFERENCIAS
En otros casos utiliza un doble principio, como sucede con los ma
nuscritos hallados y las situaciones de «skaz». En «La secta de los
Treinta», el hallazgo del manuscrito funciona como una referencia pa
ra imaginar el probable principio del texto, que no tiene principio,
empieza con puntos suspensivos. La presentación del manuscrito halla
do provee un contexto cultural donde situar el texto. Un caso similar
al de este cuento es «El informe de Brodie» en que falta la primera
página del manuscrito; el hecho de que el manuscrito sea hallado en
un ejemplar de las Mil y Una Noches es una referencia que el lector
puede interpretar como una alusión a la naturaleza literaria, es decir
falsa, del «informe». En el caso de «skaz» o narrador oral presente
en la historia como personaje, la narración del narrador oral tiene su
propio principio; cuando hay más de una situación de «skaz» dentro
de un mismo cuento, como en «La noche de los dones», en que la
narración del narrador oral tiene un personaje, la Cautiva, que cuenta
una historia oralmente, los principios se multiplican.
Otra costumbre de Borges es la de iniciar un nuevo principio a
mitad del relato, segmentándolo. En el cuento citado, el narrador oral,
ya en mitad de su relato, dice cuando aparece Moreira:
El cuzquito salió corriendo a hacerle fiestas. De un lalerazo, Moreira
lo dejó tendido en el suelo. Cayó de lomo y se murió moviendo las
patas. A q u í empieza de veras la historia. (Subrayado mío.)
{El libro de arena, pág. 54.)
El uso del doble principio, uno al comienzo y otro a mitad del relato,
tiene gran relieve composicional en la primera época como cuentista
de Borges, especialmente cuando, siguiendo el modelo místico, emplea
El discurso narrativo 195
LOS FINALES
LOS PRINCIPIOS
Un tipo de final muy utilizado por Borges en todos sus libros, con
excepción de El informe de Brodie (en cuyo prólogo explica que inten
ta una forma de narración directa, sin sorpresas) es la inversión. En
el final de «La forma de la espada» el personaje-narrador que ha con
tado una historia en tercera persona, invierte el orden pronominal y
el sujeto que era objeto del enunciado pasa a ser el sujeto de la enun
ciación, inviniendo la relación del lector con el personaje-narrador en
situación de «skaz»; este último se transforma en el infame en lugar
de ser el testigo héroe, proveyendo dos finales: un final para la historia
que él, «el Inglés», estaba narrando y otro para la historia creada entre
«Borges», personaje, y «el Inglés», que resulta asi ser Moon.
—¿Usted no me cree? —balbuceó— ¿No ve que llevo escrita en la
cara la marca de mi infamia? Le he narrado la historia de este modo
para que usted la oyera hasta el fin. Yo he denunciado al hombre que
me amparó: yo soy Vincent Moon. Ahora desprécieme.
(O. C.. pág. 495.)
Este final trágico que invierte la suerte de los héroes, era, según Propp,
típico del folklore y los cuentos maravillosos 4S.
como «Pierre Menard, autor del Quijote» y «Tlón, Uqbar, Orbis Tertius», pero
su ataque más radical a la figura autoral e$ crear un autor doble con Bioy Casares.
Crónicas de Bustos Domecq, escritas con Bioy en 1967, cuando Borges ya había
alcanzado un sólido renombre internacional, y que incluye sátiras a diversos tipos
de artistas, es el libro donde llega a rebajar más efectivamente al auior, provocando
en el lector una risa directa y desinhibida.
Muchas de las ideas de Borges sobre la autoría y la posición del autor frente
a la tradición literaria coinciden con las enunciadas por T. S. Eliot en «Tradition
and the Individual Talent» en 1919. En este ensayo Eliot defiende la idea de que
el concepto de tradición, para el literato, no puede consistir simplemente en estar
de acuerdo con la generación previa sino que implica tener un sentido histórico
y para lograr esto hay que tener conciencia de la presencia del pasado en el presente;
el escritor, según Eliot, debe sentir que toda la literatura, simultáneamente, desde
Homero hasta el presente, está dentro de él. Este sentido histórico de lo temporal
y de lo intemporal hace que un escritor sea tradicional, y lo vuelve más consciente
de su contemporaneidad y su lugar en et tiempo. Et artista no tiene significado
completo por si solo en relación con los poetas y artistas ya muertos. Cuando un
nuevo trabajo artístico es publicado algo les pasa a todos los otros trabajos artísti
cos que lo precedieron; el nuevo trabajo altera el orden en que vivían los antiguos
monumentos y lo modifica, así la totalidad se reajusta y cambian las relaciones,
proporciones y valores de cada trabajo con respecto a la totalidad. El pasado es
alterado por el presente de la misma manera que el presente es dirigido por el pasa
do. El arte nunca mejora pero su material nunca es totalmente el mismo. El progre
so del artista, piensa Eliot, es un autosacrificio constante, una continua extinción
de su personalidad. La emoción del arte es impersonal y el poeta para alcanzar
esta impersonalidad se debe entregar totalmente a su trabajo. Ver T. S. Eliot, Selec-
ted Essoys (New York, Harcourt, Brace and World, Inc., 1950), págs. 3-11.
200 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
Así pone énfasis sobre el proceso que sufre el hecho literario que pasa
a una tradición, y cuyo destino no es pertenecer al autor, sino a esa
tradición y al lector; la autoría no es algo inmanente al creador: al
publicar el texto el autor lo pierde. En «Tlon, Uqbar, Orbis Tertius»,
tematiza la existencia de una literatura sin autores: se supone que hay
un sujeto único que compone todos los textos.
En «Borges y yo» dramatiza esta relación conflictiva entre el indivi
duo Borges y el autor que vive en él:
...yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura
y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado
ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá
porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje
o de la tradición.
(O. C.. pág. 808.)
EL AUTOR DOBLE
AMBIGÜEDAD
DEFORMACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
CARNAVALIZACIÓN
7 Ver Lucían, Selected Satires (New York, Norton Press, 1962). Bakhtín cita
a Luciano, indicando su importancia para la filosofía de la risa en el Renacimiento,
en Rabelais and His World..., págs. 69-70. En «Ancient Biography and Autobio-
graphy», The Dialogic Imagination..., págs. 130-46, Bakhtín estudia el origen de
la biografía y la autobiografía en Grecia y Roma y muestra las distintas formas
que adoptan estos géneros. Borges menciona a Luciano en «El Aleph», O. C., pági
na 627.
P O ftirA DE BORGES. — 15
226 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
9 Sobre el origen del cuento, ver Vladimir Propp, Las raíces históricas del cuento
(Madrid, Ed. Fundamentos, 1974), págs. 13-43.
Los géneros discursivos 231
10 Emir Rodríguez Monegal, Jorge Luis Borges. A Literary Biography (New York,
E. P. Dulton, 1978), págs. 286-305.
234 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
15 Jorge L. Borges, O. C., págs. 578 y 581. Rodríguez Monegal, Jorge Luis
Borges..., págs. 295-305 y 388-402, explica la recepción que tuvo en el Buenos Aires
contemporáneo de Borges y dentro de la intelectualidad argentina la ideología del
nazismo y del fascismo. T am b ié n comenta los ataques que sufrió Borges durante
el gobierno del General Perón por su conocida anglofilia y su antipopulismo.
' 14 Jorge L.Borges, O. C.. pág.489.
17 Sobre la retórica, su historia y partes del discurso, ver la reseña sintética de
Roland Barthes, La antigua retórica... Un tratado sobre el tema útil al estudiante
es Edward P. J. Corbett. Classical Rhetoric fo r the Modern Student (New York,
Oxford University Press, 1971), Second Edition. Si se desea consultar una versión
modernizada de los conceptos retóricos, según la lingüística contemporánea, ver la
investigación de Group U., Rhétorique Cénérale (Paris, Librairie Larousse, 1970).
Para un estudio más especializado sobre retórica, ver la excelente introducción de
Chaim Perelman, The Realm o f Rhetoric (Notre Dame, University of Notre Dame
Press. 1982).
240 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
14 Vladimir Propp, Las raíces históricas del cuento (Madrid, Fundamentos, 1974).
págs. 182-6.
248 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
25 Roger Caillois, en Images, ¡mages. Essais sur le rile et les pourvoirs de l'ima-
gination (París, Corti, 1966), acepta el concepto de evolución histórica de los géne
ros; Tzvetan Todorov, Introducción a la literatura fantástica (México, Premia Edi
tora, 1980), págs. 124-3, considera, siguiendo un punto de vista estructuralista, que
en nuestra época el psicoanálisis ha reemplazado a la literatura fantástica.
250 Poética de (a prosa de Jorge Luis Borges
37 Suzanne Jill Levine, Variations on Topoi..., pág. 42, considera que el origen
de lo fantástico se encuentra en la pastoral, la utopía y el romance.
3* V. Propp, Las raíces históricas..., págs. 16-38.
Los géneros discursivos 257
M Tzvetan Todorov, ed.¡ Roland Barthes, «The reality effect», French Lilerary
Theory Today (Cambridge, Cambridge University Press, 1982), págs. 11-7.
Los géneros discursivos 265
56 V. Propp, Las rafees históricas.... págs. 25-30; Sigmundo Freud, «Lo omino
so», Obras completas (Buenos Aires, Amorrortu, 1974), vol. 17, págs. 220-6.
270 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
litud y poder mover así las pasiones del lector, explotando especial
mente la oposición familiaridad/extrañeza y sus relaciones posibles.
Trataré de representar por medio de un diagrama la relación entre
estos géneros literarios que vimos; el carácter histórico de la clasifica
ción justifica la aparición de vectores de fuerza que muestran el carác
ter dinámico de la misma:
lo maravilloso
LA SÁTIRA
LA PARODIA
EL PASTICHE
BORGES Y SU TIEM PO
BORGES Y SU TIEM PO
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292 Poética de la prosa de Jorge Luis Borges
I n tr o d u cc ió n ............................................................................................ 9
Págs.
Págs.
Págs.
Págs.
Relaciones entre narración e historia .................................. 207
Narración de una historia común .................................... 207
Reconstrucción de una historia secreta ........................... 208
Narración de una historia experimentada ...................... 210
Continuación de una historia literaria ............................. 211
Relaciones entre lectura y narración .................................. 212
La presencia del lector en la narración ........................... 213
La existencia de un lector virtual .................................... 214
El narrador como lector ................................................... 216
Págs.
EPÍLOGO
B ib l io g r a f ía 289