Para Liberarse y Sanar

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Para liberarse

y sanar
Consejos, oraciones
de liberación y sanación
Q Pt'íe Ghislarn Roy
226, avenue lombcn Be•ucevill•, P.Q. Canada, G5Xl$3

© Asociación Hijos de Med ¡ ugorje, España.


1� t-dición. octubre dt- 2011.

Edjd6n: Parangona Rt�l1rzadó Ed11onal 1 s.l.


Pau Claris 119, 3º 1', 08009 Barcelona
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Índice

INTRODUCCIÓN ....... .. . ...... ........ . ... .. . .... . o.. o·.... .. . . ... . .. 7


¿Cómo actúa Satanás'. .... .. .... .. ... .. ..... ....... ... ... .. ... .. . 10
Causas de las posesiones diabólicas
y de los tormentos diabóli cos. ....... . .. ..... ...... ... .... . ... . 12
Síntomas de presencias maléfi cas ...... ............ ... o. ...... 14
SECCIÓN I - CONSEJOS PARA VIVIR
NUESTRA FE EN PROFUNDIDAD ..... . 9
SECCIÓN 2- ORACIONES DE LIBERACIÓN .... 19
Oración a la R eina de los ángeles .... ....... .. . ..... .. .. ..... 19
Oración contra los males diabólicos ...... ···o·... .. .. . ... ... . 20
Oración a nuestro Ángel de la guarda .. .. .. .. . .. .. .. ... .. . . 21
Acto de contrición......... .. . .. . .. .. .. .... . .. .. . . .. . . . 22
Oración a San Miguel arcángel. ..... .... . ··o·. ...... . ........ . . 23
Oración a San Gabriel arcángel.. ..... .. .... .... .. ..... ... ... .. 23
Oración a San Rafael arcángel . .. .. . .. . .. .. . . .. . ... .. . . .. . . .. .. 24
Oración a María contra las influencias diabóli cas .... .. 25
Recuerda (San Bemm·do) ....... ........... .... . 26
Líbrame del mal .... ...... ... ... 27
Novena al Dios de las liberaciones ... .. ..... .... . 28
Oración de liberación ......... .......................... .. .. 30
Alabanza Trinitaria.. .... ... ..... ....... . . .. . . .. .. .. .. 30
Oración para la aspersión de agua bendita
y para la unción........ .... .. 50
Pequeño exorcismo 51
Oración a San José, terror de los demonios .. 51
Secuencia del Espíritu Santo . 52
Oración de reparación. 55
El Padrenuestro de Sama Mechtild e
por las almas del Purgatorio. SS
Oración por los difuntos ..... .......... . . 59
Credo .... 60
Acro de abjuración. 61
Súplica a Santa Ana . .. .. .. ... .... .... .... .. .... .. .... .. .. ...... .. .. 62
Súplica a San José............... .. ........ .. .... . 63
Rosario en honor a las lágrimas de sangre
de la Sanrísima Virgen María ...... ..... .... . 66
Alabanzas divinas en reparac ión de las blasfemias 67
Consagración al Corazón Inmaculado de María .. 68
Liberación por el Espíritu de Bendic ión ....... . ....... . 69
Oración de Ji beración ( Ph. Mad1•é) . .... 70
Orac ión para renunciar a una secta
o una ciencia ·oculta ............ .. 72
El perdón en el Espíritu San ro ....... .. .. ... .. 72
Perdonarme a mí m ismo ............ .. ... ... ... .. 73
Liberarme a mí mismo. 74
Bendeci rme a mí mismo ...................... . 74
Letanías de la vicroria de la Sangre de J esús .. . .. 74
Vía Crucis y cami no de sanación. 76
Consagración a María .. 83
Letanías a Nuestra Señora de la Liberación 84
Letanías a San Miguel arcángel . ... .. . .. .. . ... .. ........ ..... .. 88
Letanías a San Rafael arcángel . . ... . .. . .. ... .. . .. ... . .. . .. . .. . . 89
Letanías a San Gabriel arcángel ......... .. ..... ... .... .. .. .... 92
SECCIÓN 3 - ORACIONES DE SANACIÓN .. . ......... .. .... 95
Oración para la sanación física.. ........... . .. . . ... . .. .. . . 95
Oración a Nuestro Señor para obtener la sanación
interior (según el Padre Gabriel Amorth) ......... . 97
Cántico de la Virgen .. . .. .. . .. . . . .. .. .. .. . .. .. .. .. . ... . .. .. . .. .. .. 98
Oh SalvadorJesucrisro ......................... . ..... ... ........ 99
Para romper rodo maleficio y debilitar
las fuerzas satánicas......... ...... ............ 99
Rosario en honor a la Divina Misericordia.. . 103
Rosario en honor a la Divina Providencia.............. 103
Consagración a Jesús en el Santísimo Sacramento.... 105
Consagración al Espíritu Santo................. ...... 107
Consagración a la Preciosísima Sangre de Jesús 107
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús.......... 108
Novena al Sagrado Corazón de J esús ................ ....... 108
Salve Regina ...... .. ....... .. ... ...... ........ .. .......... ........ ...... 111
Ángelus .. .................................. ............... .. .... ..... .... . 112
Oración para la sanación física (P!J. Mad1'e) .............. . 113
Oración para la sanación de los recuerdos
(P Emiliano Tm,di/) .. ... .. .... ....... ...... .............. ..... ... . 115
Oración para la liberación interior, la sanación
y la conversión. .. .. ... ... ... ....... ......... ..... .. ..... ...... ..... . 117
Novena a la Inmaculada Concepción ..... .. .. .... ..... .. .... 121
Novena a Santa Ana ............. . ....... .. ..... ... .. ...... ... ..... . 123
Novena a San J osé ............ ........ ....................... .. ... . 123
Novena de sanación de nuestras familias .. ..... ....... .. . 124
Rosario 138
Misterios gozosos .... 139
Mi sterios dolorosos. 140
Misterios g loriosos ... . 142
Misterios luminosos ....... ......... ....... ..... ... ... ..... ..... ... . 143
Letanías lauretanas ....... .............. ........ .......... ....... .... . 145
Padre , me abandono en ti .... . .. ...... .... ..... .... . 148
Oración de liberaci ón por el propio bautizado .. ... ... 149

ANEXO: DESCRIPCIÓN DEL C IELO, DEL PURGATORIO


Y DEL INFIERNO EN LOS ESCRITOS DE MARÍA
VALTORTA .. .. ... ..... .... .. ..... .. ... . ... ..... ........ . .. ..... .. ... . 151
Descripción del Cielo - (1 O de enero de 1944) ...... ... . 15 1
El Paraíso - (25 de mayo de 1944) .... .. ... .. ..... 153
El Purgatorio (1 7 de octubre de 1943) ............ ..... .. . . 155
El Infierno- (15 de enero de 1944) ........ ..... ... .. .... .. .. 157
Introducción

A Jo largo de mí ministerio sacerdotal, me he encontrado


con muchas personas que venían a mí para ser liberadas o
sanadas·; traían situaciones de vida desd e las más simples
hasta las m ás complicadas. Después de uno o varios encuen-
tros, comprobaba Jo importante que era para ellas realizar
un camino de fe en profundidad. A m enudo, después de
darles algunos consejos para que permanecieran bajo la
protección divina, las invitaba a entrar, por medio de ora-
ciones adecuadas, en un proceso de liberación y sanacíón .
En la fe no hay nada mágico. D ios nos quiere felices deci-
di éndonos por la conversión diaria.
¿Cómo pedir al Señor la paz del corazón si no rechaza-
mos todo mal o rodo pecado, y si no aceptamos abrir nues-
tro corazón para que Él actúe como lo desea/ Este pequeño
libro se divide en tres secciones: consejos para vivir nues-
tra fe en profundidad , oraciones de liberación y oraciones
de sanación.
Pueda el Señor, a través de la luz de estos escritos, traer
a muchos la paz y Ja sanacíón por medio de su Amor.
Gbislain Roy, pad1'e

7
Sección 1
CONSEJOS PARA VIVIR NUESTRA FE
EN PROFUNDIDAD

Los consejos que presemamos a continuación son solo con-


sejos evangélicos. Se inspiran en la Biblia, en autores cris-
tianos , en hombres de iglesia como Dom Fusco 1 y Dom
Amortb , en exorcistas reconocidos y en numerosas personas
preparadas, que trabajan desde hace años en el acompaña-
miento de personas necesitadas de liberación y sanación.
"Lo que la Iglesia necesita con prioridad, hoy en día, es
defenderse del demonio", declaraba el papa Pablo VI en la
audiencia general dell5 de noviembre de 1972. Recorde-
mos también las palabras del papa Juan Pablo II: "El mal ,
la incoherencia del hombre , la fractura interior de la cual
es vícrima no son solamente cónsecuencia del pecado ori-
ginal, sino rambién efecro de la acción devastadora y oscu-
ra de Satanás", M ont Ga~-gan, 24 de mm·zo de 1987.
Hoy en día se oponen dos tendencias : la de ver al diablo
en rodas pa; tes y la de negar sencillameme su existencia
así como la influencia que tiene en nuestra vida. Cuando
observamos lo que sucede a nuestro alrededor: g uerras ,

Pour se défendre du mali11, Dom Fusco, Edirions de L'Archisuatégie,


Beirut, Líbano. Muchos de los consejos han sido tomados direcra-
m enre de este libro y queremos agradecérselo al auror.

9
homicidios, suicidios de jóvenes y ahora, con mayor fre­
cuencia, suicidios de personas mayores, división c:n las
familias, divorcios, rechazo sistemático de Dios por un
gran número de personas, ¿podemos afirmar que todo esto
proviene solo del hombre' Por esta razón, en las siguiences
páginas nos detendremos en los procedimiencos que nos
ayudarán a guardar nuestro corazón en la fe y bajo la pro­
tección de Dios.
Si deseamos vivir mejor nuestra fe, debemos volvernos
hacia el Señor, y esro implica renuncia, a la fuente de codo
mal y de codo pecado en nuesrra vida. Ese es el acto de
renuncia al pecado que se hace en el momenco del bautis­
mo y se renueva al recibir el Sacramento de la Confirma­
ción. Jesús fue muy claro: "No se puede servir a dos seño­
res: o estamos con Dios o estamos ccn Satanás" (Mt 6,24).
¿Como se puede pretender recibir la sanación sin anees
haber sido liberados'

¿Como actúa Satanás?

Sobre este pumo, la Palabra de Dios nos ilumina. Todos los


hombres son rentados. Pasan por la renca.ción de hacer lo
que está mal a los ojos de Dios. Jesús fue tentado (Mr 4,1-
11). Esta es la acción ordinaria del demonio; sin embargo,
Dios puede permitir la acción exrraordinaria de Sa.ra.nás, la
cual se manifiesta de cuatro maneras diferentes:

JO
Posesión diabólica
Es la acción más grave del demonio. Se produce cuando
este roma posesión del cuerpo de una persona, no de su
alma, y la hace actuar o hablar bajo su control sin que la
persona pueda resistirle (Me 5, 1-20).

Vejación diabólica
Son tOrmentos que no llegan hasta la posesión. Es el caso,
por ejemplo, de Job que no estaba poseído sino gravemente
golpeado en sus hijos, sus bienes y su salud (Jb 1 y 2); o de
la mujer encorvada (Le 13,1-17); o del ciego de nacimiento
(Mt 12,22). Algunas personas se ven alcanzadas en sus afee-
ros, su trabajo o su salud sin que los médicos sepan dar
razón.

Obsesión diabólica
La persona sufre de pensamientos obsesivos, absurdos o
incluso blasfematOrios de los que no puede de manera
alguna deshacerse. Provocan en la víctima un estado de
encerramiento sobre sí misma y de desesperación q ue pue-
de llegar incluso hasta la tentativa de suicidio.

I nfestación diab ólica


Puede afectar a casas, objetos o animales (Me 5, 11-13).
Las manifestaciones diabólicas son utilizadas por el Señor
para el bien: conversiones, rerorno a la oración , a una vida
de fe y a un progreso espiritual.

11
Causas de las posesiones diabólicas
y de los tormentos diabólicos

l. Por puro permiso divino: nada sucede nunca sin el per-


miso de Dios. En la segunda y la tercera causa que descri -
bimos a conti nuación, interviene la libertad humana. En
cambio, en este primer caso, no: Dios puede dar permiso
al demonio para poseer o arormenrar a una persona con el
fin de purificarla o probarla. Fue el caso de ] ob o de la
bienavenrurada Maryam de Jesús Crucifi cado.

2. Por el pecado del que desea ca.usar daño haciendo un


maleficio conua alguien (o una cosa). Algunas veces , los
efectos del maleficio pueden repercutirse sobre varias
generaciones. Hoy en día, como la fe se enfría, las perso-
nas se vuelven hacia la superstición , y los maleficios son
practicados por magos, brujos y ouos hijos de Satanás.
El nuevo Catecismo de la Ig lesia catól ica (n°' 1671-167 3,
que tratan de diversas formas sacramentales) contempla
la posibilidad de hacer exorcismos no solo sobre las per-
sonas , sino también sobre los ob¡etos (casas, objetas , ani-
males).

3. Por el endurecimiento de la persona en un pecado de


especial gravedad: abono, perversión sexual o incluso ale-
jamiento de la p ráctica religiosa. Se suele oír: "Soy creyen-
te pero no pracncanre" El demonio también cree en Dios.

12
Si nuesua fe no nos ll eva a participar en los sacram entos,
rápidamente nos volvemos hacia todo cipo de ídolos .

Hay circunstancias en las que uno mismo se expone a ser


arorme ntado o poseído por el demonio:
• Participar en sesiones de espirirismo.
• Echar las cartas o leer el porvenir en el fond o de las razas
de café o de ré (incluso para divertirse y sin pedir dine-
ro a cambio).
• Pracricar magia o cualquier oua forma de ocultismo.
• Dedicarse a preparados oculros o emplear fórmulas mági-
cas; por ejemplo, para cicarrizar las heridas o detener
la sangre. Estas prácticas se hacen incluso utilizando
el nombre de Jesús en la llamada "magia blanca", don-
de la persona no debe revelar las fórmulas que utiliza
bajo pena de perder el don que le ha sido rransmirido
a rravés de generaciones . Y cuando nos remontamos a
la fuente, descubrirnos que se ha hecho uso del ocul-
tismo (lo que esrá escondido). Nuestro Dios es un
Dios de verdad y de luz. Todo lo que esrá oculto será
desvelado.
• Recurrif a brujos, echadoras de buena suerte y magos .
• Practicar el reiki (la pretensión de utilizar las energías
cósmicas pertenece a la magia pura).
• Recurrir a cheiks (jefes de tribu) o a marabúes (sancos
religiosos) musulmanes y a gurús hindúes con prácricas
de yoga.

13
o Panici par en cultos satánicos (misas negras) .
• Penen ecer a sectas satánicas o a sectas luciferinas como
la masonería.
" Consagrarse a Satanás por el pacto de sangre o el pacro
enue ami gos.
" Divertirse con la mesa de la "güi¡ a", gue es el nombre
de un demonio, o con el juego de los vasos , o también
invocar a los muerros.
'" Hacer una novena de oración con el imperativo de no
romper la cadena bajo pena de desgracia.
" Invitar a un ángel a casa o enviárselo a una persona con
codo un ritual de acogid a. En realidad , ¿guién será ese
ángel ?

Síntomas de presencias maléficas

Cabeza:
• Se sufren dolores de cabeza día y noche sin parar.
• Síntomas de agitaciones gue afectan al sueño.
• Dificultad para dormir, pesadillas o sueños con cosas
horribles gue dan miedo e impresionan fuertemente el
espíritu y lo angustian.
• Esros síntomas se pueden encontrar juntos o aislados .
• Mayo r fatiga y agotam iento en el mome nto de levan-
tarse, para empezar rareas gue antes se hacían con
gus t o.

14
e Las perturbaciones del sueño hacen que se pierda la per-
sonalidad por el debilitamiento de la capaci dad de
aucocomrol y de autonomía.

Estómago:
La manera más eficaz de hacer daño suele consist ir en
introducir el maleficio en el interior del cuerpo : se suele
usar una comida o una bebida en la que se ha mezclado
materi a maléfica. Síntomas susceptibles de indicar que se
ha tragado un maleficio: dificultad para digerir, sensación
de estómago hinchado, anorexia, dolores o pesadez, tenta-
tivas de vómito repetidas o incluso violemas , pero no
seguidas de efecto sino de un poco de saliva.

Aversión hacia lo sagrado


Es evidente que Satanás hará rodo lo posible para que el
sujeto en cuestión se aleje de Dios, de la oración y de los
sacramentos. Le alejará de la eucaristía, le causará desagrado
encontrarse en una iglesia, le provocará náuseas, opresión,
pérdida de conciencia y confusión mema! y, al final, la per-
sona ya no tendrá tiempo para rezar. Le resultará imposible
concentrarse a causa de las distracciones continuas y será
presa de unas invencibles ganas de bostezar, reír o dormir.

Obstáculos para la liberación


• El rencor o el rechazo de perdonar es el mayor impedi-
mento . "Perdonad y seréis perdonados" (Mt 6,14), "Per-

15
dónanos nuestras ofensas como también nosotros perdo-
namos a los que nos ofenden" (Mt 6,12).
• La falta de esfuerzo personal. Se espera rodo del sacerdo-
te o de las personas que oran. Hay que combacir rodos
los días.
• La fa lta de expiación o de reparación por nuestros peca-
dos. Nos incumbe la obligación de reparar con el amor
y la oración.
• Una práctica de magia, nunca confesada en la infancia,
hecha a sabiendas o por diversión.
• Un pecado grave no confesado del que no queremos
acusarnos y del que no queremos arrepentirnos y pedir
perdón a Dios.
• Un pacto con Satanás o cualquier otra forma de atadura
con el demonio para obtener algo de él, que oculta-
mos.
• El aborto. Los demonios atormentan a las mujeres que
han abortado y la oración que no soportan es el acro de
contrición que se dice diez veces seguidas de rodillas.
Aconsejamos pues rezado varias veces al día.
• Desear ser liberado para dejarse ir de nuevo a una vida
fácil e inmoral. Una conversión seria es indispensable.

Los medios más eficaces contra los maleficios


• Confesarse a menudo y bien (si es posible cada semana).
El demonio teme ramo la confesión que hará todo por
impedirla. La presencia, en la casa, de una persona que

16
blasfeme o no practique es un gran obstáculo para la
liberación.
• Rezar mafiana y noche, y ames y después de las comi-
das.
• Rezar cada día un rosario entero: Misterios Gozosos o
Lum inosos, Dolorosos y Gloriosos. Sor Lucía de Fátima
dijo al padre Friemes "No hay problema ni asumo de
orden temporal y sobre todo espiritual, por difícil que
sea, en cada una de nuestras vidas personales, de nues-
tras familias, de las familias del mundo o de las comu-
nidades religiosas o incluso de la vida de Jos pueblos y
de las naciones, que no pueda ser resuelta por el Rosa-
rio." Rezarlo con fe y lentamente.
• Un caminar serio en la fe, instruyéndonos en nuestra
religión, y una verdadera vuelta a Dios.
<> Cada día (si es posible) la sama misa y la santa comu-
nión. No podemos vencer ai Maligno sin panicipar en
el samo sacrificio y sin recibir cada día la santa comu-
nión .
., Hacer actas de fe cada día a nuestro Señor diciéndole
que le an"lamos y que queremos amarle.
• Ayunar como Jesús lo ha recomendado.
• Hacer ramas oraciones de liberación como podamos .
., Hacer siempre la oración a nuestro ángel de la guarda.
<> La adoración eucarística.
• Las oraciones de liberación y de exorcismo hechas por
un sacerdote.

17
• Usar a menudo agua exorcizada y sal exorcizada: la sal
sirve para sazonar la comida y la podemos poner en las
cuatro esquinas de la sala . Podem os llevar encima un
poco de sal exorcizada. La sal y el aceite exorcizados
ti enen gran poder para proteger las casas y los lugares
contra los rui dos y las presencias maléficas.

Es evidente gue este camino de conversión es exigente. La


gracia del Señor actúa siempre con nuestra buena volun-
tad y, más aún, viene en ayuda de nuestra libercad.
Que el EspíritU, por la intercesión del Inmaculado
Corazón de María, venga en nuestra ayuda. Queremos
recordarlo: la Jglesia católica, en la rigueza infinita de sus
teso ros, nos ofrece todo aquello gue necesitamos para vivir
en la paz y felices. Solo nos resta desear que este movi-
miento de conversió n sacie nuestra sed de libertad.

18
Secci.ón 2

ÜRACIONES DE LIBERACIÓN

Oración a la Reina de los ángeles

Esta oración fue dictada por la propia Vú,gen, el 13 de enero de


1863, al P Cestac (Fundador de la Congregación de las Siervas
de María en Anglet) para combatir y den'otar las potencias del
infierno, después de que tuviera una visión d.e los "dest1·ozos indes-
cl'iptibles" causados por los demonios en la Tierra. Ha sido reco-
mendada por el papa Pío IX y em'iquecida de indulgencia po1' los
papas León XIII y San Pío X.

Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, tú


gue has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar
la cabeza de Satanás, te pedimos humildemente gue envíes
rus legiones celestes para gue, bajo rus órdenes y por tu
poder, persigan a los demonios, los combaran en rodas
partes, repriman su audacia y los echen al abismo. "¿Quién
es como Dios~"
¡Oh buena y dulce Madre , siempre serás nuestro amor y
nuestra esperanza 1 ¡Oh divina Madre, envía los Santos
Ángeles para defendernos y arrojar lejos de nosotros al
cruel enemigo 1
¡Samos Ángeles y Arcángeles , defendednos y guardad-
nos1

19
Oración contra los males diabólicos

Se puede gmeralizar esta 01'ación a todas las ocasiones.

Que el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo , la Trinidad


emera descienda sobre nosotros (o sobre N) _Que la Virgen
Inmaculada, los siete Arcánge les que están en presencia
de Dios y los coros celes tes, Jos santos y las samas del
Paraíso se inclinen haci a nosotros. Ven, Señor, transfór-
manos, llénanos de ti, sírvete de nosotros. Aparra lejos de
nosotros rodas las fuerzas del mal, redúcelas a la nada,
destrúyelas, para que podamos gozar de buena salud y
hacer el bien.
Ahuyenta lejos de nosotros los maleficios, embru jos,
magia negra, misas negras, sortilegios, mal de ojo, infes-
tación diabólica, rodo lo que está mal, codic ia, envi dia,
perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral , espiritual
y diabólica. Quema todos estas males en el infierno para
que no nos acosen más ni acosen a ninguna criatura del
mundo.
En el nombre de JesucristO, nuestro Salvador, por su
Cruz + G loriosa, por la intercesión de la Virgen Inmacu-
lada, y con la fuerza de Dios Todopod eroso, ordeno y man-
do a todos los espíritus impuros que se aparren inmediata-
mente de nosotros , se alejen definitivamente y regresen al
infierno eterno , encadenados por San Miguel Arcángel,
San Gabriel Arcángel, San Rafael Arcángel y por nuestros

20
Ángeles Custodios, aplascados bajo el talón de la Santísi -
ma Inmaculada Virge n María.

Oración a nuestro Ángel de la guarda

La función primera de los Santos Ángeles es la alabanza a Dios.


Pero también les ba encomendado Dios la terrible batalla contra
Satanás y todos los malos espkitus, bajo las ót·denes de la Santí-
.rima Vil-gen. Su lugar es pues esencial en los designios tJict01'iosos
de la Mujer nivestida del sol fmzte al Dt·agón rojo "embriagado
con la sangt'e de los santos y de los mártú·es" (Ap 17,6). Y, como
están siempt·e a nue.rtt·o lado en la lucba, dándmws fuerza y valor,
curando nuestras beridas y defendiéndonos del Maligno, procut·e-
mos vivir siempre en su compañía.

Ángel Santo , tú eres mi guardián, mi tutor y mi maestro,


mi guía y mi defensa , mi sabio consejero y mi fiel amigo,
a ti estoy encomendado por la bondad del Señor desde el
día de mi nacimiento hasta la última hora de mi vida.
¡Qué respeto te debo , tú que estás siempre a mi lado , allí
donde vaya! ·
Con cuánta reconocimiento he de agradecerte el amor
que me tienes. ¡Qué confianza ilimitad a m e da el saber que
eres mi ayuda y mi defensor! Santo Ángel, enséñame, corrí-
geme, g uárdam e y guíame por el camino recto y seguro
de la Ciudad Sama de Dios. No permitas que haga nada

21
que ofenda tu santidad y tu pureza. Presema mis deseos al
Señor, ofrécele mis oraciones, muéstrale mis miserias y haz-
me saber desde su infinita bondad , por la imercesión mater-
nal de tu Reina, María Santísima, cómo alcanzar la sanación.
Vigila cuando estoy descansando, sostenme cuando
estoy cansado, sujétame cuando voy a caer, Jevánrame
cuando he caído, indícame el camino cuando estoy perd i-
do, devuélveme el valor cuando escoy extraviado, ilumí-
name cuando no veo, defiéndeme cuando soy atacado . Y,
espec ialmente en el último día de mi vida, sé mi escudo
contra el demonio. Con tu defensa y tu conducta, ayúda-
me a entrar por fin en !.a morada radianre donde eternamen-
te podré expresarte mi agradecimiento y glorificar conti -
go al Señor Dios y a la Virgen María, mi Reina y la tuya.
Así sea .
¡Ángel de Dios, tú a quien he sido confiado por la bon-
dad divina , ilumínam e hoy (o esta noche), protégeme,
dirígeme y gobiérname! Así sea.

Acto de contrición

Dios mío, me arrepiento profundamente de haberte ofen -


dido porque eres infinitam ente bueno y m isericordioso y
porque el pecado te disgusta; tomo la firme resolución,
con la ayuda de tu gracia, de no volver a ofenderte y a
hace r penitencia.

22
Oración a San Miguel arcángel

La misión de San Miguel es defendemos contm las sugerencias,


tentaciones y ataques de Satandr, incluso los físicos. Esta wación,
compuesta po1' el papa León XI li y dú·igida al sup1·emo protecto1·
de la Santa Iglesia, re.rulta insoportable al jefe de los demonios,
el que siemb1·a el odio, inspira las guenas, se inte1·esa por las
catástrofes natu1·ales y po1· las conjlagracimzes mundiales. Tam-
poco la soportan los esph·itus impuros que .re posan sobre la nuca,
los hombros, la gm•ganta y el tórax.

San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro


amparo contra la perversidad y las acechanzas del demo-
nio . Que Dios le reprima, es nuestra humilde súplica. Y
tú, Príncipe de la Mili cia Celestial, con la fuerza que Dios
te ha dado , arroja al infierno a Satanás y a los ·demás espí-
ritus malignos que vagan por el mundo para la perdición
de las almas . Así sea.

Oración a San Gabriel arcángel

La misión de San Gab1•iel consiste en 1·evestimos de la fuerza de


Dios. Nos pe1·mite vencer la t1·ampa más peligmsa de Satanás: el
desánimo. El desánimo engendra duda , confusión, miedo y agita-
ción intema. Produce abatimiento, que es la principal tentación
del enemigo infernal para dejanzos sin defensas.

23
Glorioso ángel San Gabriel, campano com igo la alegría
que sentiste cuan do llevaste el celeste mensa¡e a María .
Admi ro el respetO con el que te presentaste ame Ella, la
devoción con la que la saludaste, el amor con el que, el
primero entre todos los ángeles, adoraste en su seno al
Verbo Encarnado. Te pido que , siempre que rece el Rosa-
rio y el Ángelus, me obtengas decir con los mismos senti-
mientos que tú el saludo que d irigiste a María y ofrecer
con el mismo amor qu e tú los respetas que presentaste al
Verbo hecho hombre. Así sea.

Oración a San Rafael arcángel

La misión de San Rafael comiste en extender zm bálsamo sobre


las be1·idas que Satanás nos inflige pm· el pecado y su seducción,
aplastándonos bajo el peso de nuestra mise1•ia y nüest1·a fragili-
dad. El a1•cángel nos acompaíi.a en el camino que Dios ha traza -
do para nosotros y nos propo1·ciona el 1·emedio que sana todas
nuest1'as enfermedades espirituales. San Rafael es e.rpeciall!zente
invocado cont1'a Asmodeo, el d-emonio de la impu1·eza. En el libro
de Tobías leemos que lo expulsó g1·acias al bümo de un hígado, y
lo m-rojó al desiMo del Alto Egipto.

Glorioso arcángel San Rafael, t ú que después de haber


guardado celosamente al hijo de Tobit durante su afortu-
nado viaje lo devolviste finalmente sano y salvo a sus que-

24
ridos padres, casado con una esposa digna de él, sé para
nosouos también un guía fiel. Calma las tempestades y
rompe los escollos de este agi tado mar del mundo , de
modo gue rodas los gue te veneran puedan alcanzar el
puerro de la eternidad bienaventurada. Así sea .

Oración a María contra


las influencias diabólicas

¡ Ob Vi1·gen lnmaculad.a, Mad1•e de Dios y Madre nuestra, Rei-


na de los Angeles, acoge mi humilde o1•ación y dígnate presentar-
la ante el trono del Altísimo.' Recibiste de Dios la misión de
a.plastm· por medio de tu divilzo Hijo la orgullosa cabeza
de Sataná.r. Llena de g?•acic1s. fitiste concebida l mnaculada y
acogiste a Je.rús que vino a salva?' nuestms almas cub1•iéndolas
con su p1·eciosa Sangn

Por ell o, re s11plicamos gue intercedas ame Dios para gue


envíe a sus Santos Ángeles y alejen al demon io remador,
desvelen sus embustes, repriman su audacia y lo encade-
nen en el Infierno . Consíguenos de la Misericordia Divina
oír en nuestro corazón el grito de adhes ión a D ios del
arcángel San Miguel en su victoriosa intervención: "¿Quién
es como Dios?".
¡Oh tierna Madre, ayúdanos a ser más humi ldes ante
Dios y los hom bres 1 Ayúdanos a ser cada vez más prontos

25
en rechazar las tentaciones de impureza o de codicia. Ayú-
danos a mantenernos perseverantes y atemos en la oración.
Haz que crezca en nosotros el deseo de la santa misa y de
la sama comunión . Ayúdanos a amar a nuestro prójimo , a
vivir en paz con rodos, a perdonar las ofensas y las incom-
prensiones, a fin de que ofrezcamos al Corazón de tu divi -
no Hijo la alegría de vivir el Evangelio.
¡Oh sama Madre , nos refugiamos bajo tu mamo de
misericordia con la certeza de que nos defenderás con-
tra todos los embustes del demonio' Guarda en noso-
rros la fe, el amor de Dios, el ce lo por su Gloria, la
observancia de su sama Ley y del Evangelio. Por últi -
mo , Madre Dulcísima, te supl icamos que nos asistas en
los momentos finales de nuestra vida, nos preserves de
las malignas i nsinuacio nes del enem igo infernal, nos
mantengas confiad os en la bondad de Dios Padre y en la
firme esperanza de que entraremos en la alegría infinita
del cielo para cantar eternamente las Misericordias del
Sei'ior. Así sea .

Recuerda (San Bernardo)

Recuerda, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha


oído decir que ninguno de los que han acudido a ru pro-
tección, implorando ru as istencia y reclamando tu auxi-
lio, haya sido abandonado de ti. Animado con esta con -

26
fianza , a ti también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las
vírgenes! Y, aunque gimiendo bajo el peso de mis ]DtCa-
dos me atrevo a comparecer ante ru presencia soberana,
no deseches mis súplicas, oh Madre de D ios, ames bien,
inclina a ellas rus oídos y dígnate atenderlas favorable-
mente. Así sea.

Líbrame del mal

Hemos comprobado que muchas enfermedades han mejorado al


1'ecitar esta oraci6n, en particula1' las úlceras gástrica.r, la diabe-
tes y la sob1'ecarga ponderal.

Señor Jesús, si hacen daño a mi alma, a mi cuerpo, a mi


trabajo, a mi familia o a mis amigos, haz que por ru Poder,
tu Misericordia y tu Benevolencia recobremos desde ahora
mismo la plenitud de la gracia y la salud , y tengamos una
unión plena y enrera con la voluntad de la Santísima Tri-
nidad .
Te lo pido por tus méritOs infinitas , por tu Preciosísima
Sangre derramada en la Cruz, por Jos Dolores de la Virgen
María y por la intercesión del Patriarca San José, para la
g loria de la Santísima Trinidad. Amén.

27
Novena al Dios de las liberaciones 2

Ven Espíritu Sanco,


ven Fuego de Amor,
ven Espíritu Santo,
ven Luz Eterna,
ven Espíritu Sanco,
ven Fuerza de lo Alto ,
ven Espíritu Santo ,
ven Divino Consolad or,
ven Espíritu Santo,
ven Espíritu de Verdad,
libéranos de las tinieblas del pecado y del Maligno,
libéranos de las trampas del tentador y del arormemador,
libéranos de las redes del Diablo y de los malhechores,
esrablécenos en la verdad, Cristo es la Verdad .
Condúcenos por el buen camino; Jesús es el Camino,
Por tu Gracia, vivifícanos, J esús es la Vida.
Comunión viva de Amor del Padre y del Hijo,
espíritu de auxilio de los creyentes , que vives y reinas,

2 Esta novena al Dios de las Liberaciones procede del libro Dúcer-


ner les stratégies diabo!iqms y triowplm· de la sorcellerie [Discernir las
estrategias diabólicas y vencer la brujería) publi cado en Édirions
Bénédietines (pp.l OS a 128), del Paul-Marie M"BA.
lmprimarur: Monseñor Maurice Konan Kouass i, obispo de Daloa
(RC!), 18- 10-2006.

28
Dios bendito y tres veces Santo por los siglos de los siglos.
Amén.

Yo confieso ante Dios todopode1'oso y ante vosotros, hermanos,


gue he pecado mucho de pensamiemo, palabra, obra y
omisión. Por m i culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Sanca María, siempre Virgen , a los ángeles,
a los sancos y a vosotros, hermanos, gue intercedáis por mí
ame Dios, Nuestro Señor. Amén

Señor, ten piedad.


Cristo, te n piedad.
Señor, ten p iedad.

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la


t ierra. Creo en}e.rucristo, su único Hi jo, Nuestro Señor, gue
fue concebido por obra y gracia del Espíriru Sanco, nac ió
de Sanca María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio
Pilaco, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a
los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los ciel,os y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso: Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y
a los muertos. C1'eo en el Espkitu Santo, la Sama Iglesia
católica, la comunión de los santos, el perdón de los peca-
dos , la resurrección de la carne y la vida eterna . Amén .
Pad1'e nuest1'0 gue estás en el cielo, sancificado sea tu
nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad así

29
en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuesrro pan de
cada día; perdona nuestras ofen.sas, como también noso-
tros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer
en tentación y líbranos del mal. Porgue tuyo es el reino, el
poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Ben-
dita tú eres entre rodas las mujeres y bendiro es el fruro de
m vientre ,Jesús. Sama María, Madre de Dios, mega por noso-
tros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por lo
siglos de los siglos. Amén

Oración de liberación

Nos santiguamos cada vez que nos encont1'emos con eL símbolo +.


Recordemos que los santos han expulsado al Diablo solo co12 una
seiial de la Cruz. También podemos hace1' sobriamente gestos
espontáneos que nos ayuden a vivir mejor esta oración.

Señor Dios, Padre Todopoderoso, mira con bondad , com -


pasión y misericordia a tu hijo/a y servidor/a: (di tu nom-
bre).
Por la Preciosa Sangre de ru divino Hijo JesucristO,
revísteme con tu protección divina y guárdame de las ven-
ganzas del Príncipe de las tinieblas.

30
Por ru bondad , dame la fuerza de tu Santo Espíritu e
insrrúyeme en el combate para que , en el Nombre de
JesucristO, mi vida y la de las personas que me has confia-
do , sean liberadas de las maniobras, influencias y trampas
del Maligno.
Por ru Espíritu Santo, aumenta mi fe en el Santo Nom-
bre de Jesús para que pueda combatir victoriosamente las
maniobras ocultas de las fuerzas del mal en mi vida.
Por tu Espíritu Santo, concédeme perseverancia para
que aguante firmemente y combata el buen combate de la
fe, Tú que vendrás a juzgar el mundo por el fuego.
Amén.

Señor, ten piedad d.e nosot1'0S.


Cristo, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, esciíchanos.
Jesucristo, atiende nuestra S!.íplica.

Padre celeste, que eres Dios, ten piedad de nosotros.


Espíritu Santo, que eres Dios y procedes del Padre y del
Hijo, ten piedad de nosotros.
Trinidad Sa~ta, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa María, Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.


Santos ángeles custodios y santos arcángeles , todos los
coros celestiales, defendednos y guardadnos.
San Gabriel, San Rafael y San Miguel, 1'ogad p01· nosot1'0S.

31
San Miguel A1·cángel, deliéodenos en la batalla. Sé ouestro
amparo comra la perversidad y las acechanzas del demo-
nio. Que Dios le reprima, es ouesrra humilde súplica. Y
tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con la fuerza que Dios
te ha dado, arroja al infierno a Satanás y a los demás espí-
ritus malignos que vagan por el mundo para la perdición
de las almas. Améo.
Y ahora:

¡Oh pue1·tas, Levantad vuestros dinteles,


alzaos puertas etenzas,
que entre el Rey de la gloria!
e· Quién es el Rey de la gloria?
Es el Señ01~ el fuerte, el pode~·oso,
el Señ01; el pode~·oso en el combate.
¡Oh pue1·tas, levantad vuestros dinteles,
alzaos puertas eternas,
que ent1·e el Rey de la glo1·ial (. .. )
El Seíi01· de los Ejércitos, él es el Rey de la gloria (Sal 23,
7- 10)

(Pausa y silencio. Acogemos en la fe la presencia del Señor de los


combates.)

"Que os castigue el Señor" (Judas 9) Satanás y vosotros, espí-


ritus rebeldes rechazados por Dios , espíritus impuros y
persecurores . Amén. Aleluya.

32
"Que os rep1·úna el Señor'' Serpiente y vosotros , espíritus de
brujería, magia y esoterismo condenados a la perdición
por Dios. Am én. Aleluya.
"Que os ¡·eprima el Señm-" Satanás y vosouos, fuerzas ocul-
tas y espíritus malhechores que ya habéis sido vencidos por
CristO , espíritus de mentira y enfermedad que nos tentáis y
atormentáis. Amén. Aleluya.
"Que os rep1·ima el Señm-" enemigos del bien y amigos del
mal, espíritus de tinieblas , "Impío a quien el Señ01' dest7'uú·á
con el soplo de su boca y aniquilm·á con la nzanifestación de su
venida" (2 Tes 2,8) Amén. Aleluya.
Que Jesús crucificado, muerto y resucitado os reprima,
Él "que canceló la nota de cm'go que había cont1'a nosot1·os, la de
las pnscripciones con sus cláusulas desjavo1·ables, y la quitó de en
medio clavándola en la cmz. Y, una vez despojados los Principa-
dos y las Potestades, los exhibió públicamente, Ú2co1p01-ándolos a
su c01·tejo triunfal." (Col 2, 14-15) Amén. A leluya.
Que Jesús crucificado, muerto y resucitado que "Dios
ungió con el Espíritu Santo y con pode1~ y pasó bacimdo el bien y
curando a todos los oprimidos por el diablo" (Hch 10,38) os
expulse + de mi corazón y de mi cuerpo , de mi alma y de
mi espíritu. Amén. Aleluya.
Que Jesús crucificado, muerto y resucitado, a quien le ba
sido dado todo podeun el cielo y en la tierra (Mt 28,18) y que
di ¡o: "Y be aquí que yo estoy col? vosot1·os todos los días basta el
fm del mundo" (Mt 28,20) os mande + Él mismo salir
inmediatamente de mi vida, mis bienes interiores y exte-

33
riores para gue mi "ser entero, el espíritu, el alma y el cu~:~po se
comerve Jin mancha ha.rta la Venida de nuestm Seiior.Jesuc¡·Ílfto»
(1 Tes 5,23), por el Espíritu Santo. Amén . Aleluya.
Que Jesús crucifi cado, muerto y resucitado, cuya San -
gre y agua han brotado del costado abierto como una fuen -
te de misericordia y liberación para mí, os expulse + Él
mismo y me arranque para siempre de las redes de vues-
tros sortileg ios maléficos , "Él que ha sido traspasado por
nuest1-as 1·ebeldías, molido por nuestras culpas. Él.ropo1·tó el cas-
tigo que nos fl'ae la paz y con sus he1•id,a.r hemos sido curados. " (Is
53,5) Amén. A.leluya.
Que J esús crucificado, muerta y resucitado me libere+
de roda maldición, cualquiera gue sea su procedencia: ame-
pasados y padres, conocidos y amigos, mis propios compro-
metimientos y pecados, Él, el "Dios de los p~:~·dones" (N eh
9,1 7). Pues "Dios liberadous nuest1·o Dios" (Sal 68,21) Amén.
Él en quien el Padre "nos ha bendecido con toda clase de bendi-
ciones espirituales" (Ef l ,3), gue rompa y r etire+ para siem-
pre de mi vida humana y espirirual el yugo de la máldición
del pecado, del diablo y de sus secuaces. Amén. Aleluya.
Que por el Poder del Soplo de su boca, el Espíritu San -
to, Jesús rompa roda atadura y corte + roda influencia
maligna sobre mi esp íritu , mi alma, mi cuerpo y todos
mis bienes. Amén .
Que por la omnipotencia del Santo Nombre de Jesús
quede cortado y deshecho+ roda nudo del diablo en mi
vida y en mi ser físico y espiritual. Amén .

34
Que por el Santísimo Nombre elevado por encima de
todo nombre, en el Nombre del Padre de las luces y del
Espíritu Santo +, todo lo que el d iablo ha sembrado y
construido en mi vida y en mis relaciones quede echado
por tierra y demolido . Amén.
Que por el Santo Nombre de Nuesuo Señor y Salvador
Jesucristo sean destruidos y aniquilados + en las pro-
fundidades de la tierra y el polvo, en las alturas de los
cielos y los lugares celestes -el sol, la luna y los astros del
cielo-, en los mares, los ríos y las aguas, en el aire y los
vientos, en el fuego y el calor, en los bosques y montes
sagrados, en las colinas, montañas y valles, todos los arti-
ficios y maleficios de Satanás para dañarnos, "1'obm~ mata?'
y dest1'Ui1'" (Jn 10,10). Sí, el Señor es mi guardián , mi som-
bra. El Señor está a mi derecha. De día, el sol no me hará
daño, ni la luna de noche puesro que está escrito: "El Señor
te gum'da de todo mal, Él gum'da tu alma. El Seiior gum'da tus
.ralidas y entradas, desde ahora y por siempn '·" (Sal 121 ,S-8)
Amén.
Que por el Nombre de Jesús, toda pócima y todo vene-
no del demon io sea destruido y eliminado + de mí, de
mi cuerpo y mi alma, de mi casa y mi emorno, en el Nom-
bre del Padre+ y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que en el Nombre de Jesús, rodo pacro y alianza, roda
consagración y matrimonio hechos sobre mí y las personas
que el Señor me ha confiado, sobre mis bienes tempora les
y espi rituales, por mis familiares vivos o difuntos, amigos

35
o allegados, con o sin mi consentimiento, queden anula-
dos y roros + ahora en el Nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo . Amén.
Que codo decrew u orden , que codo objeto, documento
escrito y demás cosas que ordenan y sellan esos pactos sean
ahora rotos y abolidos + para siempre en el Nombre de
Jesús. Y que sean ahora destruidos + por el fuego de Dios
en el mundo espiritual y en el mundo material. Amén.
Que todas las trampas del Maligno y sus secuaces sean
desechas y aniquiladas en el Nombre del Padre <1- y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que los ardides del demonio se vuelv an contra él
según la maldición di vina, como está escrito: "Entonce.r, el
Seiior dijo a la Serpiente: P01· haber hecho esto, maldúa .rea.r entre
todas las bestias y ent1·e todos lo.r animales del campo. Sob1·e t11
vjent1·e caminarás y polvo conm·ás todos los días de tu ¡;ida. ,.
(Gn 3, 14) En el Nombre del Padre + y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén. Aleluya.

Señor, ten pied.ad de nosotros.


Crisro , ten piedad de nosot1·os.
Señor, ten piedad de nosotros.
Sama María, Santa Madre de Dios, ¡·uega po1· nosot1·os.
Sama María, Sama Virgen de las vírgenes, ntega por nosotmr.
Reina de las vírgen es , ruega por no.rot1·os .
Reina Inmaculada del universo, ...
Reina concebida sin pecado original , . . .

36
Reina de los patriarcas y de los profetas ,.
Rei na de los apóstoles,
Reina de los confesores, .. .
Reina de todos los santos,.
Reirra de los ángeles,
Reina elevada al Cielo, ...
Reina de la paz, .. .
Reina del santísimo Rosario,
consoladora de los afligidos , ..
refugio de los pecadores, ..
salud de los enfermos, .. .
Madre de Misericordia, .. .

Bajo la protección de tu misericordia nos refugiamos, Santa


Mad1·e de Dios. Atiende nuest1·as o1·aciones en la tribulación y
libél·anos de todo peligro, Tú, Mada siemp1·e Virgen , Gl01·iosa
y Bendita. A mén.

Así pues, qui enes qu1era que seáis , poderes maléficos y


toda la cohorte del infernal Enem igo, la Madre Inmacula-
da de nuestro Señor y Di os, Jesucristo, Nuestra Señora de
la Liberació.n , os ordena + salir inmediatamente de mi
vida y de todo aquell o que el Señor me ha confiado. Amén.
Aleluya.
San José, el Justo y Castísimo esposo de la Madre del
Señor os ordena + desaparecer para siempre de mi vida y
no reg resar jamás. Amén. Aleluya.

37
El Arcángel San M iguel y todos Jos coros de los sant os
ángeles de Dios que os han derrotado en los cielos os orde-
nan + alejaros de mí y de los míos para siempre. Amén.
Aleluya.
Q ue el Juez eterno, el Señor Jesucristo , a quien el Padre
ha entregado todo juicio disponga + de vuestro des tino.
Amén . Aleluya.

Augusta Reina de los Cielos y Seii.ora de los Ángeles, que has


recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de
Satanás, te pedimos humildemente que mvíes las legiones celestes
para que, bajo tus órdenes, persigan a los demonios, los combatan
ahí donde estén, especialmente m mi vida, rep1'iman szt audacia y
los a1'1'0jen j;ara siempre a los abismos.
Oh buena y tiema Madre, oh piadosísima Virgen María,
ncuerda que jamás se ba oído dech- que ninguno de los que han
acudido a tu p1'otección, impl01'ando tu asistencia y 1·eclamando
tu socorro, baya sido abandonado po1' ti. Yo, animado ron esta
confianza, a ti también acudo, oh Mad1'e, Vi1'gen de fas vírgenes.
Y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me at1'evo a com-
parecer ante tu soberana presencia; no desp1-ecie5, ob Madre de
Dios, mis humildes súplicas, anteJ bien acógelas benigna y atién-
d.elas fav01'ablemente. A mén.

Señor, ten piedad de nosotros.


Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

38
Santa María, Madre de Dios , ruega por nosotro.r.
Santos Miguel, Gabriel y Rafael, rogad por nosot1'0S .
Sancos Ángeles custodios , ·rogad por nosot1'0S.
San Juan Bautista, ruega p01' nosot1'0S.
San José,
San Pedro, ..
San Pablo, .. .
San Juan, .. .
Todos los sancos apóstoles del Señor, rogad po1' nosotros.
San Benito, Santo Cura de Ars , Santo Padre Pío,
Todos los sancos monjes y sacerdotes , ...
Todos los sanros mártires y todos los sancos exorciscas ,
Todos los espíritus bi enaventurados,
Muéstrate favorable , perdónanos Seii01~
Muéstrate favorable, atiende nuestras súplicas Señor.
De todo mal, Libéranos Señor.
De todo pecado, Libé1-anos Seiim~
De toda atadura de pecado, .. .
De los embusres del di ablo , .. .
De toda maldad de los malhechores, . .
De los accidentes e incendios, sortileg ios y embrujam ien-
tos, escándales malefici os,
De las enfermedades, plagas y epidemias, ...
De la muerte brusca e imprevista, .
De la muerte eterna, .. .
Por el misterio de tu Santa Encarnación ,
Por el misterio de tu nac imiento , .. .

39
Por tu bamismo y tu samo ayuno en el desierro,.
Por tu Cruz y tu dolorosa pasión,
Por tu muen e y tu sepultura, .
Por tu sama Resurrección,
Por tu ad mirable Ascensión,
Por la ven ida del Santo Espíritu,

Oh Cristo , escú.chanos .
Oh Crisro, atiende nuest1'a súplica.

Quien quiera que seáis, de donde quiera que vengáis, cua-


lesquiera que sean los motivos por los me atacáis y me
atormentáis , todos los santos y santas de Dios os ordenan
+que os alejéis inmediatamente de mí y de todo lo que
me pertenece, y no volváis jamás, en forma alguna, para
tentarme, seducirme, atormentarme o inquietarme, per-
judicarme o acosarme. Amén. Aleluya.

«El Seíior es mi past01', nada me falta.


P01- p1'ados de fnrca hierba me apacienta.
Hacia las aguas de 1'eposo me conduce,
y conf01'ta mi alma; ..
Aunque pase por vaLle oscuro,
ning;J.n mal teme1'é.
T ti preparas ante mí una mesa,
fi-ente a mis adversm-ios;
unges con óleo mi cabeza

40
y mi co,!Ja desbonla.
Sí, dicba y g1·acia me acompaña1·án
todos los días de mi vida.» (Sal 2 3 ,6)

J esús me ha salvado. Amén Aleluya.


Porque Dios es fiel y seguro . Quien se apoya en Él en el día
de la tribulación no quedará confundido. Amén.

Honor y Gloria a Dios solamente.


Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espírim Sanro;
Alabado y ensalzado seas por los siglos.

Santísima Trinidad, re invocamos,


re alabamos y re adoramos.
Santísima Trinidad,
Nuesua esperanza, nuestra salvación, nuestro honor.
Santísima Trinidad , libéranos;
sálvanos, vivifícanos.
Santo, Santo-, Santo el Señor Dios todopoderoso,
El que era, el que es y el que vendrá.
Santísima Trinidad, a ti la g loria y el poder.
A ti la g loria y el poder por la eternidad de Jos siglos.
Santísima Trinidad, a ri la alabanza, a ri la gloria,
a ri la acción de gracias por los sig los de los siglos.
Dios sanro, Dios fuerte, D ios eterno,
ten piedad de nosotros y del mundo entero.

41
En el Santísimo Nombre de Nuestro Señor y Salvador
Jesucristo, q ue sea expulsado de mí y de rodo lo que me
pertenece el veneno del Maligno , la antigua serpiente, y el
de los brujos+. Amén.
En el Nombre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que sea
para siempre expulsado de mi vida todo tipo de tentación,
seducción, duda, miedo, pesadumbre, tOrmento físico y tor-
mento interior que el Maligno viene en mi vida +. Amén.
En el Nombre del Resucitado y de su Divina Mi sericor-
dia, que sea expulsado de mí y de rodo lo qu e me perten e-
ce rodo tipo de malefi cio, sorti legio , em bruj o y maldición,
enfermedad y bloqueo sembrado en mi vida por el Prínci-
pe de este mundo y sus secuaces+. Amén.

Soy hijo de Dios por la g racia de mi bauri smo.


Soy hijo de María por la voluntad de Dios, nuestro Padre .
Soy miembro del cuerpo de Crisro.
Soy templo del Espíriru del Dios vivo .
Soy hijo de la Sama Iglesia de Dios a quien el Hi¡o de Dios
ha prometido que las puertas del infierno no prevalecerán
contra Ella, pues es tá escrito: "Estos harán la guerra alCor-
de1'0, pe·ro el Corde1'0, como es el Seño1' de los Seii01'es y Rey de
Reyes, los vencerá en unión con los suyos, los !!amados, los elegidos
y los fieles." (Ap 17, 14) Am én. Aleluya.

Por eso, os "resistO firmemente en la fe" en el Santísimo


Nombre de nuesuo Señor y Salvador J esucristo + , espíri -

42
rus diabólicos gue rondáis buscando a quien devorar y
atormentar. Amén . Aleluya.
Que, en el Nombre de Jesús , seáis derrotados y arroja-
dos a los abismos hasta el día del Juicio Final , pues "Aho-
ra, ya ha llegado la salvación, el poder y el1'einado de nuestro
Dios y la potestad de su CTisto" (Ap 12 ,10) sobre vuestra
vida. Amén.
En el Nombre de Jesús nuestro Señor, dejad inmediata-
mente y para siempre de atormentarnos , de bloquearnos y
de destruirnos. Que seáis para siempre vencidos en el
Nombre de Dios tres veces Santo: Padre +, Hi jo + y
Espíritu Santo+. Amén.
En el Nombre de Dios de toda gracia y consuelo+ , gue
vuestras trampas y redes sean para siempre des t ru idas por
el fuego de Di os, en el Nombre de nuestro Señor y Salva-
dor Jesucristo. Amén.
En el Nombre de nuestro Señor J esucristo, gue quede
para siempre des t ruida roda atadura de tinieblas, cual-
quiera gue sea su origen , gue me are a vosotros . Amén.
Que desaparezca aho ra y se desvanezca definitivamente
toda influencia maligna gue nos ha yan echado a través de
nuestro nombre, sangre o genealogía, en el Nombre del
Señor J esucristo de Nazaret + . Amén .
Que por la Sangre del Cordero gue guita el pecado del
mundo sean eliminadas y abolidas para siempre todas las
consecuencias de las prácticas idolátricas de mis padres y
antepasados +. Amén .

43
Que por la Sangre viva y vivificante del Hijo de Dios
sea levantada toda maldición heredada de mi familia y de
mis numerosos pecados+. Amén.
Que por la Sangre y el agua del coscado abierto del Cor-
dero sean lavadas y reparadas las consecuencias de los
pecados graves de mi famil ia: adulterios, incestos, homo-
sexualidad, pederastia, tráfico de seres humanos, asesina-
tos, abortos ... (Completa la lista con los pecados graves de tu
familia)+ . Amén .
Que por la Sangre inocente del Cordero vencedor se
rompa roda aradura oculta hecha sobre mi nombre, en el
Nombre de Jesucristo + . Amén.
Que por la Sangre sin mácula del Cordero de Dios se
rompa coda influencia de los espíritus de muerte sobre mi
nombre, en el Nombre de Jesucrisco + .Amén.
Que se rompa toda alianza oculta contraída por mis
padres en la recepc ión de mi nombre, en el Nombre de
Jesucristo + . Amén.
Que se rompa roda alianza oculta contraída por mis
padres en mi nombre, en el Nombre de Jesucristo +.
Amén.
Que se deshaga y se rompa coda aradura hecha por los
míos sobre mi vida, con o sin mi consentimiento, en el
Nombre del Padre+, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén .
Que el Fuego de Dios queme codo pacto hecho sobre mi
persona por mis padres, en el Nombre del Padre +, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

44
Por el poder del Padre+, del Hijo + y del Espíritu San-
to+, Dios de Amor, de Vida y de Luz, que toda manipula-
ción oculta echa sobre mi persona desde mi concepción bas-
ta el día de hoy quede destruida para siempre. Amén.
Que sean expulsados todo tipo de tinieblas y hum os de
Satanás introducidos en mi corazón y en m i cuerpo, en mi
al ma y en mi espíritu, en mis pensamientos, sentimientoo.
y comportam ientos a través del sexo y de las escarificacio-
nes , en el Nombre de Jesucristo + . Amén .
Que quede definitivamente anulado y roto todo pacto
oculto, todo com ercio oculto y todo proyecto de bru jería
sobre mí vida, en el Nombre de J esucristo+. Amén.
Que todo lo oculto que haya sido pronunciado sobre mi
vida quede destruido, en el Nombre de J esucristo + .
Amén.
Que todo lo que ha sido sellado y pactado sobre mi
vida, en la ti erra y debajo de la tierra, en los bosques y
montes, en las aguas y los ríos, en las colinas y los astros,
en el fuego y el aire, sea inmediatam ente anulado y des-
truido, en el Nombre del Padre+ y del H ijo y del Espíri -
tu Santo. Amén.

J esús, Hij o del Dios vivo , tm piedad de nosotros.


J esús, imagen del Padre invisible, ten piedad de nosotms.
J esús, Sabiduría eterna, ten pied.ad de nosot1·os.
J esús, Esplendor de la Luz eterua,
Jesús, Verbo de vida,

45
Jesús , Hijo de la Virgen María,
Jesús, Verdadero Dios y verdadero Hombre ,
Jesús, nuestro Soberano Sacerdote eterno,
Jesús, Anunciador del Reino de Dios ,
Jesús, Médico de las almas y los cuerpos,
Jesús, Salud de los oprimidos,
Jesús, Consolación de los desamparados ,
Jesús, Vencedor de Satanás,
Jesús, Vencedor de la muerte y del pecado,
Jesús, nuestro Salvador y nuestro Redentor,
Jesús, por tu prec iosa Sangre, líbranos y libéranos de toda
acción diabólica sob1'e nuest1'a alma. Amén. Aleluya.
Jesús, por tu preciosa Sangre, líbranos y libéranos de toda
acción diabólica sobre nuestro e.rpkitu. Amén. Aleluya.
Jesús , por tu preciosa Sangre , líbranos y libéranos de toda
acción diabólica sob1'e nuestro pensamiento. Amén. Aleluya.
Jesús, por tu preciosa Sangre, líbranos y libé1'anos de toda
acción diabólica sobre nuest1'0 cue1po. Amén. Aleluya.
Jesús , por tu preciosa Sangre , líbranos y libé·anos de toda
acción diabólica sob1·e nuestros sentidos y nuestras emociones.
Amén. Aleluya.
Jesús, por tu preciosa Sangre, líbranos y libél·anos de toda acción
diabólica sobre nuestra familia y nuestros bienes. Amén. Aleluya.
J esús, por ru preciosa Sangre, líbmnos y libéranos de toda
acción diabólica sob1'e nuest1·o país. Amén. Aleluya.
Jesús , por tu preciosa Sangre, líbranos y libéranos de toda
maldición. Amén. Aleluya.

46
Jesús , por tu preciosa Sangre, líbranos ylibémno.r de la magia
y el espi?-itismo. Amén. Aleluya.
J esús, por tu preciosa Sangre , líbt'anos y libéranos de todo
embruJamiento y maleficio. Amén. Aleluya.
J esús, por tu preciosa Sangre, líbranos y libét-anos de toda
forma de ocultismo. Amén. Aleluya.
Jesús, por tu preciosa Sangre, líbranos y libéranos de las
malas influencias. Amén. Aleluya.
Jesús, por tu p reciosa Sangre, líbranos y libét·anos de las
dominaciones y atadm-as. Amén. Aleluya.
J esús , por tu preciosa Sangre, líbran os y libéranos de las
malas inclinaciotzes. Amén. Aleluya.
J esús , por tu preciosa Sang re, líbranos ylibéranos de nuestros
defectos y debilidades. Amén. Aleluya.
J esús, por tu preciosa Sangre, líbranos ylibéranos de rencores,
envidias, celos y calumnias. Amén. Aleluya.
Que el Santo Nombre de J esús es té desd e ahora y para
siem pre sobre nosotros , en nosotros y alrededor de noso-
tros. Amén.
Que el Santo Nombre de J esús esté en nuestros pensa-
mientos , n_uesua memoria, nuestra imaginación y huesera
inteligenc'ia. Amén .
Que el Santo Nombre de J esús esté desde ahora y para
siempre a nuestra izguierda y a nuestra derecha para no
sucumbir. Amén.
Que el Santo Nombre de J esús esté en nuestro corazón y
en nuestros labios. Amén .

47
Que el Santo Nombre de Jesús esté en nuestros pensa-
mientos, nuestras emociones y nuestros sentidos. Amén.
Que el Samo Nombre de Jesús esté en nuestras palabras y
acciones. Amén.
Que el Santo Nombre de Jesús sea nuestra protección. Amén.
Que el Santo Nombre de Jesús nos guarde del desánimo y
de la duda. Amén. Aleluya.

En el Nombre de Jesús, proclamo la bendición de Dios en


mi vida. Amén. Aleluya.
En el Nombre de J esús, proclamo la vicroria de Dios en
mi vida. Amén. Aleluya.
En el Nombre de J esús, proclamo el reino de D ios sobre
mi s enemigos. Amén. Aleluya.
En el Nombre de J esús, canto la victoria del Señor sobre
los que me acosan . Amén. Aleluya.
En el Nombre de Jesús, el Nombre por encima de rodo
nombre, alabo la glori a del Pad re Eterno, valiente en la bata-
lla sobre Goliat y todos mis adversarios . Amén. Aleluya.

"Amén. Alabanza, gl01·ia, sabiduría, acción de g1·acia.r, bon01~


pode1· y fuerza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. "
(Ap 7,12)

"E1·es digno, Señor y Dios nuestro de recibú· la gloria, el bono1· y


el pode1~ p01·que tú has c1·eado el univeno; por tu voluntad, existe
y fue mado." (Ap 4,1 1)

48
"Al que está sentado en el t1'ono y al Corde1'0, alabanza, honor.
gloria y poder por los siglos de los siglos." (Ap 5,13) Amén.

"Gmndes y ma1'avi!losas son tus obras,


Seiio1; Dios Todopoderoso:
Justos y verd.aderos tus caminos,
¡oh Rey de las nacionesl
¿Quién no temerá, Seií.01; y no glorificm-á tu Nomb1-e?
Parque solo Tú et'es santo
y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti,
porque han quedado de manifiesto tus justos designios." (Ap 15 ,
3-4) +

No he de morir, viviré
y contaré las obras del Señor,
Él que me ha librado de la red del cazador,
pues sé que mi Redentor está vivo .
Alabanza al Señor de los vivos . Aleluya.
Él da la victoria a los que lo temen. Aleluya.

Alabanza Trinitaria
(Se reza 5 veces seguidas) (inspirada a Santa Gerrrudis)

Gloria a Ti ,
Dulcísima, Noblísim a,
Gloriosa, Inmutable e Inefable Trinidad ,

49
Samísima y Ererna Trinidad,
Indivisible Unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu.
Amén.

Oración para la aspersión de agua bendita


y para la unción
(Se reza antes de marcharse del lugar de la oración)

Por la aspersión de tu Sangre, Señor Jesús , y por la vinud


de tu Pasión, lávame de coda mis manchas y purifícame de
codo pecado. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espí-
riru Santo, como era en el principio, ahora y siempre por
los siglos de los siglos . Amén.
Santa Gertmdi.r

Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, por esta unción de aceite
santificado por tu Iglesia en el Espíritu Santo, vivifica mi
cuerpo y mi alma. Libéralos de las animañas e intrusiones
de las fuerzas de las tinieblas, sánalos de toda enfermedad .
Concédeme el auxilio de tu gracia para amane y servine
mejor, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
P Paul-Mm·ie M 'BA

so
Pequeño exorcismo

La 01·ación que sigue es muy eficaz para los que wfren de malefi-
cio o son atm·mentados por el demonio. Se pur:de deci1· cincuenta
veces seguidas, como un rosm·io. El esph·itu infe·nzal es vencido p01·
la P1·eciosísima Sang1·e de Nuest1•o Seíior Jesucristo. Esta oración,
que es muy poderosa, es de g1·andísima ayuda sobre todo para las
penonas bloqueadas p01· la acción del Maligno, que .re 7Ziegan a
acudú· a un exo1·cista.

En el nombre + de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y


Espíritu Santo, retírate Satanás. Por los m ériros de la Pre-
ciosísima Sangre de Jesús , por la intercesión del Corazón
Inmaculado de María, de San José y de rodos los Santos, de
San Miguel y de rodos los ángeles.

Oración a San José, terror de los demonios

Esta oración_ está ¡·ecom.endada pm·a todo tipo d.e enfennedades. Pero
también para alejar al dR?JZonio de la impureza y de las tentaciones
contra la castidad Muchos ot1·os malos esph•itus no la sop01-tan, espe-
cialm.ente los que se po.ran sobl·e la columna vertebral (de las cervicales
a las lumbam); y también el que provoca la disc01·dia en la pareja.

A ri, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribula-


ción; y, después de invocar el auxilio de ru Santísima Esposa,

51
solici tamos también confiadamente tu patrocinio. Por aque-
lla caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de
Dios, te tuvo unido, y por el amor paterno con que abrazaste
al N iño Jesús, humildemente te suplicam os vuelvas benigno
los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió J esucristO,
y con tu poder y auxilio socorre nuestras necesidades .
Protege, oh providentís im o Cusrodio de la Sagrada
Familia, la escogida descendencia de J esucristo; aparra de
nosotros roda mancha de error y corrupción; asís tenos p ro-
picio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta
lucha con el poder de las tini eblas; y, al igual que en otro
tiempo libraste al N iñ o Jesús del inminente peligro de su
vida, as í, ahora, defiende la Iglesia Santa de Dios de las
asec hanzas de sus enem igos y de coda adversidad . Y a cada
uno de nosorros protégeoos con perpetuo patrocinio para
que, a ejemplo ru yo y sos tenid os por ru auxilio , podamos
vivir santamente, morir piadosamente y alcanzar en el cie-
lo la eterna feli cidad. Así sea.

Secuencia del Espíritu Santo

Este himno litÚ1'gico es especialmente imopo1·table pam el demonio


que provoca dolores de cabeza, fatiga sin motivo y que hace dor-
mitm' durante la oración. También es insop01'table para el demo-
nio que causa nervio.rismo, excita la cóle1'a y smcita discusiones.
Tampoco la soportan los espíritus invocados en los maleficios.

52
Ven , Espíritu Santo , a nuestros corazones
y envía desde el ci elo
un rayo de tu luz.

Ven a nosotros, Padre de los pobres ,


ven dispensador de dones ,
ven luz de nuestros corazones.

Consolador supremo,
dulce huésped de nuestras almas,
apaciguanre frescura.

En el trabajo, eres descanso,


en la fiebre , frescura,
en el llanto, consuelo.
Oh luz dichosísima,
ven a inundar basta lo más íntimo
el corazón de rodos tus fieles.

Sin tu poder divino,


nada hay en el hombre,
nada que sea puro.

Lava lo que está sucio en mí,


con la Sangre de Cristo.
Baña lo que está árido en mi espíritu
con el agua del Costado de Cristo.

53
Sana lo que esrá herido en mi vida
con las samas llagas de] esús.

Suaviza lo que esrá rígido en mi inteligencia


con tu unción soberana .

Inflama lo que esrá frío en mi corazón


con la llama de tu amor.

Endereza lo gue está extraviad o en mi entendimiento


con el esplendor de tu verdad .

A rodos los que tenemos fe, y que en ti confiamos,


Danos rus siete dones sagrados.
Danos mériro y virtud .
Danos la salvación eterna.
Danos la alegría eterna. Amén .
Oremos: Espíritu Santo, mi Señor y mi Dios, tú eres el
Señor que da la vida, el dispensador de las bend iciones
divinas. Manifiesta tu poder en mi ser. Renueva en mí el
don de la gracia. Has hecho de mí un hijo de Di os en Jesu-
cristO, el Hijo Único engendrado. Ven a mí ahora , Espíri -
tu del Señor. Amén.

54
Oración de reparación

Una 1'eligiosa dzfzmta se apa1'eció a su superiora que oraba po1'


ella y le dijo: "Fui al cielo dinctamente p01·que, habiendo ¡·ecita-
do todas las noches esta oración, pagué todas mis deudas y fui
libemda del purgatol'io."

Padre Eterno, por las manos de la Virgen de los Dolores,


te ofrezco el Corazón Sagrado de Jesús con todo su amor,
todos sus sufrimientos y todos sus méritos:
Para expiar todos los pecados gue he cometido hoy y
durante toda mi vida. Gloria al Padre ...
Para purificar el bien gue hice mal hoy y durante toda
mi vida. Gloria al Padre ..
Para suplir el bien gue he descuidado hacer hoy y
durante toda mi vida. Gloria al Padre .. .

El Padrenuestro de Santa Mechtilde


por las almas del Purgatorio

Esto sucedió en Suiza , en Einsiedeln, lugar de pe1·egrinación


maTiana; era invierno, un día de la semana y la iglesia esta-
ba casi vacía; Aloisia ¡·ezaba con sus padres. Mirando hacia
el altm- p1·incipal, advi1·tió la p1'esencia de una 1·eligiosa muy
mayor, vestida con un hábito muy antiguo, de una época leja -
na. Se dirigió hacia ella y la 1·eligiosa le ent1·egó un pliego de

55
oraciones que int1'0dujo mecánicamente en su bolsillo.
Se produjo entonces algo s01prmdente: la pue1'ta de ent?'ada se
abrió de npente y A loisia vio entra?' a una inmensa mucbedum-
b?'e de pe,-egrino.r, todos pobremente vestidos, que caminaban con
pasos silenciosos, como fantasmas: un do de pereg1-úzos de una
longitud casi i1Zlerminable e77traba en la igle.ria; había un sace?'-
dote que les indicaba el camino.
La campesina se p1-egzmtaba con ext?-añeza cómo iba a cabe1' esa
enomze muchedumb,-e en la iglesia. A cominuación, se giró zm C01'tO
instante para encendw un cirio y, cuando volvió a mirar hacia
atrás, la iglesia estaba de nuevo tan vacía como al p1-úzcipio.
Llena de asomb1-o, preguntó a sus padres dónde se había ido
toda esa gente, Pero ninguno de los que la acompaiíaban había
obm-vado el desfile de pe1'eg1'Úzo.r y ni visto a la religiosa.
Sin entender lo que sucedía, buscó en su bolsillo el pliego que le
había mt?'egado la religiosa; este pliego que tenía ent?'e sus manos
le demostraba cla1'amente que en modo alguno había soñado. Con-
tenía una oración que el Seií01] esuo-isto había enseííado antmio a
Santa Mecbtilde, en una de sus apariciones. Era el Padrenues-
tro de Santa Mecbtilde por las almas del purgatm-io.
Cada vez que Santa Mechtilde 1'ecitaba esta ora-
ción, veía a. legiones de almas del purgat01'Ío subir al
cielo,

Padre nuestro que estás en el cielo


Te ruego , oh Padre Celestial, que perdones a las almas del
purgarorio , pues ni te amaron ni te rindieron el honor que

56
te es debido, a ti , su Señor y Padre que por pura gracia las
adoptaste como hijos . Al contrario, a causa de sus pecados,
re arrojaron de su corazón donde tú, sin embargo, querías
habitar siempre. En reparación de estas falcas , re ofrezco el
amor y la veneración que tu Hijo encarnado ce manifestó
a lo largo de su vida terrestre y te ofrezco todos los acros
de penitencia y reparación que cumplió , y por los cuales
borró y expió los pecados de los hombres. Amén.

Santificado sea tu nombre


Te suplico, oh Padre buenísimo, que perdones a las almas
del purgatorio, pues no siempre honraron dignamente tu
Samo Nomb re sino que a menudo lo pronunciaron en
vano y se hicieron indignas del nombre de cristiano por su
vida de pecado . En reparación de estas faltas, te ofrezco
codo el honor que tu Hijo bienamado rindió a tu Nombre
con sus palabras y sus actos a ló largo de su vida terrestre.
Amén .

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo


Te ruego, on Padre buenísimo, que perdones a las almas del
purgatorio, pues no siempre someti eron su voluntad a la
tuya, ni intentaron cumplir tu voluntad en codo, sino que
incl uso vivieron y actuaron haciendo solo su voluntad. En
reparación de su desobediencia, te ofrezco la perfecta con-
formidad del corazón lleno de amor de tu divino Hijo con
tu santa voluntad y la más profunda de las sumisiones que

57
te demostró obedeciéndote hasta su muerte en la cruz.
Amén .

Danos hoy nuestro pan de cada día


Te ruego, oh Padre buenísimo, que perdones a las almas
del purgarorio, pues no siempre recibieron el Santísimo
Sacramento de la Eucaristía con suficiente anhelo, sino
que lo hicieron a menudo sin recogimiento ni amor, inclu-
so indignamente, y hasta omitieron hacerlo. En reparación
de rodas estas faltas, te ofrezco la eminente santidad y el
gran recogimiento de Nuestro Señor Jesucristo, ru divino
Hijo, y el ard iente amor con el que nos hizo este incompa-
rable don. Amén.

Perdona nuestras ofensas como nosotros


perdonamos a los que nos ofenden
Te ruego, oh Padre buenísimo, que perdones a las almas
del purgatorio todas las faltas de las que se hicieron culpa-
bles sucumbiendo a los siete pecados capitales, y también
por no haber querido perdonar a sus enemigos . En repara-
ción de rodos estos pecados , te ofrezco la oración llena de
amor que tu divino Hijo te dirigió a favor de sus enemigos
cuando estaba en la cruz. Amén.

No nos dejes caer en la tentación


Te ruego, oh Padre buenísimo, que perdones a las almas del
purgatorio, pues a menudo no resistieron las tentaciones ni

58
las pasiones sino que siguieron al enemigo de rodo bien y se
abandonaron a las concupiscencias de la carne. En reparación
de todos estos múl tiples pecados de los que son culpables, re
ofrezco la gloriosa victoria que nuestro Señor J esucristO obtu-
vo sobre el mundo así como su santísima vida, su trabajo, sus
penas, su sufrimiento y su muerte crudelísimos. Amén.

Y líbranos del mal


Y de todos los castigos, en virtud de los ménros de tu
Hijo bienamado, y condúcenos, así como a las almas del
purgatorio, a tu Reino de Gloria Eterna que se identifica
contigo. Amén.

Oración por los difuntos

Nuest1'0 debe1' de rezar por las almas del purgatorio es tanto más
grande cuanto que nos protegen con una eficacia igual a su afecto
en nuest1'a lucha contra el Maligno.

SALMO 129
Desde lo más profundo a ti grito, Señor:
¡Señor, escucha mi clamor 1
¡Estén atentos rus oídos
a la voz de mis súplicas!

59
Si en cuenta romas las culpas , Señor,
¿Quién, Señor resistirá'
Mas el perdón se halla junto a ti,
para que seas remido.

Yo espero en el Señor,
mi alma espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor
más que el centinela a la aurora;
más que el centinela a la aurora,
aguarde Israel al Señor.
Porque con el Señor está el amor,
¡unro a él abundancia de rescate;
él rescatará a Israel
de rodas sus culpas .

V Dales, Señor, el descanso eterno y haz brillar sobre ell os


la luz perpetua.
R. Que por la misericordia de Dios las almas de los fieles
difuntos descansen en paz. Amén .

Credo

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cie-


lo y de la tierra, de roda Jo visible y lo invisible .

60
Creo en un solo Señor, J esucristO, Hijo único de Dios,
nacido del Padre ames de rodos los siglos; Dios de Dios,
luz de luz , Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien
todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nues-
tra salvación ba¡ó del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del
Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Sanro, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo , que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los
profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostó-
lica. Confieso que hay un solo baurismo para el perdón de
los pecados. Espero la resurrección de la carne y la vida del
mundo futuro. Amén.

Acto de abjuración

Para 1'omper las atadu1'as maléficas originadas por el contacto


con el mundo del ocultismo en gene~"al, se recomienda hacer -1'epi-
tiéndolo varias veces- el acto de abjm'ación siguiente. Cogemos

61
un C1'ucifij o y trazm-emos con él grandes sei'íales de la cruz sob1·e
noJotros diciendo al mismo tiempo:

En tu nombre, Jesús, y por los méritos infinitos de tu Sangre


derramada en la Pasión, re ruego gue rompas roda atadura
oculta existente entre las fuerzas del mal y yo. Para ello,
renuncio con todas mis fuerzas a Satanás y al pecado. Renun-
cio en particular a (nombrar según el caso: eJjJkitu d.e adivinación,
de magia, de espiritismo); renuncio a los espíritus de (decir aquí,
uno det1-ás d.e otro, el nombre d.e la cimcia oculta, secta, mago o demo-
nio al que nos bemos dirigido) y a rodo espíritu maléfico gue
ronda a mi alrededor. Que fluya sobre m í, Señor, tu Preciosa
Sangre, me libere de roda aradura, me purifique de rodo mal
y de roda man cha de pecado. Para gue, al fin libre, pueda
glorifi.carte ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

Súplica a Santa Ana

Bondadosísima Santa Ana, madre ideal de la Virgen María,


dichosa abuela del Señor J esucristo, exaltada con alegría
por el pueblo cristian o y solicitada p or ru santidad , re
suplico que me obtengas de Dios el perdón de todos los
pecados gue he cometido por m edio de pensamientos ,
palabras y omisiones para gue, desde lo hondo de una con -
ciencia renovada, pueda germinar la vida nueva a la gue
aspiro con rodas mis fuerzas.

62
Que el ejemplo de tu vida, oh Sama Ana, me estimule
fuertemente a vivir de fe, esperanza y caridad, en el nom -
bre del Señor. Contigo , en la vida y sobre todo en la hora
del dolor, quiero unirm e a Dios , fuente y meta de todos
mis anhelos. ¡Qué su palabra sea para mí, como lo fue para
ti, luz y fuerzal
Como quiero cantarte mi alabanza y mostrarte mi devo-
ción , con firme confianza recurro a ti e invoco tu protección
de la que no dudaré jamás. Imploro pues ru ternura y asis-
tencia. Sama Ana, mi dulcísima esperan za, puesto que nun-
ca has abandonado a los que han puesto en t i su confianza,
díg nate consolarme y obtenerme del Altísimo la gracia de
(decú- la gracia solicitada) que re suplico me concedas.
Por último , Sama Ana, tú que eres tao poderosa, sosten-
me en mi deseo de multiplicar día tras día los actos de
amor y de perdón , a fin de contribuir a la construcción
de un mundo nuevo, dig no del hom bre y del cristiano, y de
encender en los corazones de nuestros hermanos la luz de la
esperanza en la tierra nueva y los cielos nuevos q ue Dios
nos ha prometido. Amén.

Súplica a San José

Esta oración es muy eficaz para anular las consecuencias de cie1'-


tos ritos mágicos que se realizan en misas negras con la específica
intención de impedú- la liberación de p(monas que están yendo,

63
desde bace algzmoj años, a un exorcista. Me pareció decisivo exm·-
cizar la capilla donde hago las oraciones de liberación y su perí-
met¡·o exteri01~ Lo hice dzwante tt77 exorcismo de León XIII, que
¡·epetía t1·es veces seguidas y tns veces po1· semana, nomb1•ando
explícitamente a los demonios que babían sido invocados en las
misas negras.

San José, ruega a Jesús gue descienda a mi alma para san-


tificarla.
San José, ruega a J esús gue descienda a mi corazón para
inflamarlo de caridad .
San José, ruega a Jesús gue descienda a mi inteligencia
para iluminarla.
San José, ruega a J esús gue descienda a mi voluntad para
fortificarla.
San José, ruega a J esús gue descienda a mis pensamientos
para purificarlos.
San José , ruega a Jesús gue descienda a mis aspiraciones
para dirigirlas.
San José, ruega a J esús gue descienda a mis acciones para
bendecidas.
San José, obtén para mí de Jesús amarlo santamente.
San José, obtén para mí de Jesús imitar rus virrudes.
San José, obtén para mí de Jesús la verdadera humildad de
espíritU.
San José, obtén para mí de Jesús la dulzura del corazón.
San José , obtén para mí de Jesús la paz del alma.

64
San José, obtén para mí de Jesús el deseo de perfección.
San José, obtén para mí de Jesús tener un humor equilibrado.
San J osé, obtén para mí de Jesús un corazón puro y carita-
tivo.
San José, obtén para mí de Jesús el amor al sufrimi ento.
San José, obtén para mí de Jesús la ciencia de la vida eterna.
San José, obtén para mí de Jesús la perseverancia en el
bien.
San José, obtén para mí de Jesús el valor para soportar las
cruces.
San José, obtén para mí de Jesús el desapego de los bienes
de este mundo.
San José, obtén para mí de Jesús permanecer en el recto
cami no al cielo.
San José, obtén para mí de Jesús ser preservado de roda
ocasión de pecar.
San José, obtén para mí de Jesús· un sanco deseo del Paraíso.
San José, obtén para mí de Jesús la perseverancia final.
San José, haz -que mi corazón no deje de amarre y mi len-
gua de alabqrte.
San José, por el amor que tuviste por Jesús , ayúdame a
amarlo.
San José, dígnate aceptarme en tu servicio.
San José , me ofrezco a ti : recíbeme y auxíliame.
San José, no me abandones a la hora de mi muerte.
San José, re doy mi corazón y mi al ma.
Rezar t1•es Glorias.

65
Rosario en honor a las lágrimas de sangre
de la Santísima Virgen María

Este Rosario ahuyenta al demonio. Está formado por cum-enta y


nueve cumta.r, dú;ididas en siete grujJos de siete, sejJa1•ados }J01'
unt:t cuenta 1·oja; se temúna con tnr jJequeñas cuentas.

Oración jJrejJaratoria:
¡Ob J esús crucificado' Prosternados a rus pies, te ofrece-
mos las lágr.imas de sangre de la que te acompañó con su
amor tierno y compasivo por el doloroso cam ino de la
Cruz.
¡Ob buen maestro, imprime en nuestros corazones la
enseñanza de las lágrimas de sangre de ru Santísima Madre
a fin de que, haciendo siempre ru santa voluntad en la
tierra, podamos durante roda la eternidad alabarte y glori -
ficane en el cielo ' Amén.

En la cuenta 1·oja, en vez del Pad1·e Nuestro, se dice:


Señor J esús, mira las lág rimas de la que más te amó en la
tierra y sigue amándote tiernamente en el Cielo.

En las siete cuentas pequeñas, en vez de los Avemarías, se dice:


Señor Jesús, responde a nuestras oraciones por las lágrimas
de sangre de tu Santísima Madre.

66
Al final:
Virgen Misericordiosa, Nuestra Señora de los siete Dolo-
res y Madre del Amor Hermoso y de la Santa Esperanza, te
pedimos que unas rus oraciones a las nuestras, para que
Jesús, ru Divino Hijo, al que nos dirigimos en nombre de
rus maternales lágrimas de sangre , consienta atender nues-
tras súplicas y concedernos, con las gracias que le pedi-
mos, la corona de la vida eterna. Amén.
Que rus lágrimas de sangre , oh Madre dolorosa, destru-
yan el poder del infierno. Que tu divina dulzura, oh Jesús
encadenado, preserven al mundo de las catástrofes que lo
amenazan.

Alabanzas divinas en reparación


de las blasfemias

Bendito sea Di os .
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios verdadero y hombre verdadero .
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el EspíritU Santo Consolador.
Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

67
Bendita sea su gloriosa Asunción a los cielos .
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea D ios en sus Ángeles y en sus Santos .

Consagración al Corazón Inmaculado de María


(Nuestra Señora de Fátima)

¡Oh Corazón Inmaculado de María, Reina del Cielo y de la


Ti erra, Mad re de Misericordia y Refugio de los p ecadores ,
respondiendo al deseo que manifestaste en Fátima, quere-
m os consagrarnos hoy a tu Corazón Inmaculado!
Te consagramos todo lo que tenemos, amamos y somos .
Tuyos son nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras
almas ; tuyos nuestros hogares, nuestro país y todo el géne-
ro humano. Te consagramos rodó lo que está en nosotros y
alrededor nuestro.
Nos comprometemos, oh Corazón In maculado de l\1aría,
a profesar valerosamente y en todo tiempo las verdades de
nuestra sama fe. Nos comprometemos a cumplir los man-
damientos de Dios y de la Ig les ia. Queremos, como tú,
conservar la virtud de la pureza. Queremos tamb ién expiar
por los pecados de los hombres .
Reina sobre nosotros, oh dulce Reina. Que por esta
consagración de todo nuestro ser estemos siempre, en las
pruebas y en la prosperidad, en el dolor y en la alegría, en

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la enfermedad y en la salud, en la vida y en el momento de la
muerte, bajo la protección constante de tu Inmaculado
Corazón. Amén.

Liberación por el Espíritu de Bendición


(Hermana Claire Gagné)

Señor J esús, ven a socorrerm e por tu Preciosa Sangre;


cubre este lugar y todas las personas que están en él; auxi-
li a también con tu preciosa Sangre a los enemigos de N ...
En el nombre de Jesús y por el poder de su Espíritu, des-
truyo el efecto de toda palabra que haya podido pronunciar-
se contra N ... ; destruyo y anulo el efecro de roda gesro, de
toda ceremonia que pueda suscitar algo malo contra N ...
En el nombre de Jesús, libero a N ... de roda palabra, gesto
o ceremonia susceptible de provocar cualquier tipo de angus-
tia, desorden, opresión, enfermedad , maldad o maldición.
En el nombre de Jesús, corro todos los lazos negativos
que existen entre N ... y sus enemigos, entre N ... y sus
ante pasad os.
En el nombre de .Jesús, devuelvo a los enemigos de N ...
todo el mal que han podido hacerle, pero se lo devuelvo en
forma de abundantes bendiciones .
Espíritu de Bendición , desciende a la inteligencia, a la
m emoria, al cerebro de N ... y destruye todas las causas de
sus trastornos.

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Espíritu de Bendi ción, desciend e a su corazón y sana
todas sus heridas. Haz que se dis ipen rod os Jos sentimi en-
tos que no proceden de ti.
Espíritu de Bendición , desciende al cuerpo de N ... des-
ciende a sus órganos internos. Desciend e a su sistema ner-
vi oso, a su sistema circularori o, a su sistema glan du lar,
muscular, óseo.
Virgen María, arranca a tu hijo de todo lo que o o viene
de Jesús y envuélvelo preciosamenre en tu mamo mater-
nal.
Virgen María, te lo ruego , llam a constantemente al
Espíritu de Bendición para que desci enda sobre tu hi jo.

Oración de liberación
(Ph . M adn)

Jesús, creemos, con toda tu Iglesia, que eres verdadera-


mente el H ijo de Dios, hecho hombre, muerto y resucita-
do . Te recibimos en nuestros corazones y en nuestras vidas
como nuestro Señor y nuestro Dios.
Prometiste enviarnos un Defensor por el que pudiéra-
mos realizar, en tu Nombre, las mismas cosas que tú. Y
sabemos que lo hemos recibido: el Espíritu Santo.
Por eso , confiándonos a tu gran misericord ia, nos arre-
vemos a pedirte la g rac ia y el auxilio para N .. . oprimido
p or los poderes de las tinieblas . Conoces su pecado, cono-

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ces sus debilidades. Ves gue, por e11cima de rodo, se
vuelve hacia ti para recibir, de tu Amor, la liberació11.
No puedes siDo escuchar su grito de aflicció11 y venir en
su ayuda.
Señor Jesucristo, rú eres la Resurrecció11 y la Vida. Has
sufrido por él, has muerco e11 la Cruz por él, has resucitado
para gue tenga la Vida e11 él y para que los poderes del mal
sean reducidos a la impotencia. Jesús, Hijo Único de nues-
tro Padre, Cordero de Dios gue guitas el pecado del mun-
do, cargando tú con él, libera ahora a N .. .
Sabes por qué circunstancias el Malig11o pudo insinuar-
se en su alma para encerrarle y alejarle de tu Misericordia.
Tú, gue has vencido la muerce por tu Cruz, derrama tu luz
de gloria en medio de esas circunstancias tenebrosas y
líbrale de roda complicidad con el Mal.
Líbral e de toda influencia de malos espíritus. Cúrale de
rodo daño gue estOs hayan podido infligir a su alma o a su
cuerpo.
(Agu í se puede hacer un canto de victoria, de alabanza
o de adoración).

Por la intercesión de la Santísima y Purísima Virgen


María, tu Madre y nuestra Madre, acaba ahora tu obra de
liberación en N .. . y así pueda testimoniar gue tú, Jesús,
eres el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6).

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Oración para renunciar a una secta o a una
ciencia oculta

Padre celeste, si be creído, estu diado o practicado cual-


quier cosa que te disguste o sea contraria a tu Palabra, me
arrep1enro s1nceramenre.
Te pido perdón por haber participado en esas cosas y me
comprometo a no tener ya más relación alguna con ell as .
Si rengo li bros o accesorios relacionados con ell as, me
comprometo a quemarlos inmediatamente.
Renuncio a (nombre de la secta o de la ciencia oculta ) en el
nombre de J esucri sto.
Espíritu de (11ombre de la secta o de la ciencia oculta), te
ligo bajo la Sangre de Jesús y re arrojo a las tinieblas para
siempre, en nombre de J esús.
Gracias Jesús .

(Repetir a pa7'tir de "Renuncio" por cada una de las falsas doc-


trinas en las que bayamos podido estm· implicados) .

El perdón en el Espíritu Santo

En tu nombre, Señor Jesús, por el poder de tu Espíritu y


para la gloria de Dios, Pad re tu yo y Padre nuestro, con
roda la fe y sincerid ad de mi corazón , te pido la gracia de
ayudarme a perdonar.

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Por mí mismo, no puedo perdonar como tú lo pides .
Por eso, imploro ]a ayuda de tu amor y e] poder de tu San-
gre gue nos da acceso a tu misericordia. Perdono a rodas
las personas gue me han herido en la forma gue sea, cons-
ciente o inconscientemente. Perdono en particular a N ...
rodo e] mal gue ha podido hacerme. Le condono roda deu-
da hacia mí, sin condición alg una y para siempre.
Te ruego, Señor Jesús, gue ]e bendigas y colmes de tu
gracia desde hoy y para siem pre. Señor Jesús , tú gue eres
Misericordia, pongo mi confianza en ti. Lléname , te lo
ruego, de tu paz y tu alegría, y derráma]as también sobre
él/ella. Te lo p ido por los mériros de tus samas llagas y de
tu Cruz g loriosa. Te doy gracias por rodo lo gue tu am or
me concede hoy, por todo lo gue harás mañana por mí y
por lo gue harás en esta persona a quien perdono. Amén.

Perdonarme a mí mism o

En tu nombre, Señor J esús, por el poder del Espíritu Sanro,


para la gloría del Padre, te pido perdón por codos mis peca-
dos. Cúrame de roda herida producida por mis pecados. Me
acepto tal cual soy, con mis defecros y limitaciones, y con las
cualidades gue me has dado. Me amo tal como soy porgue
tú, Jesús, me amas con un amor personal y para siempre; me
has amado e] primero, y nada, sino mi propia infidelidad ,
podrá separarme de] amorgue me tienes. Amén.

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Liberarme a mí mismo

En tu nombre, Señor Jesús ; por el poder del Espíritu San-


ro, para la g loria del Padre, líbrame de rodo miedo, temor,
angustia o ansiedad. Jesús, mi Salvador, líbrame por encima
de rodo de cualquier forma de odio, orgullo y agresividad,
de todo rencor y deseo de venganza. Líbrame de rodo sen-
timiento de cul pabilidad , inseguridad e inferioridad.
Reconozco humildemente gue tú eres mi único Liberador.
Jesús Misericordia confío en ti.

Bendecirme a mí mismo

Señor Jesús, purifícame en tu Preciosísima Sangre y por el


poder de tu Espíritu Santo. Establece tu señorío sobre todo
mi ser. Despójame de todo orgullo, de roda vanidad, de
rodo lo que obstaculiza la acción de tu Espíritu Santo. Ven
y sustitúyelo por ru Espíritu de Humildad y Santidad.
¡Señor Jesús, derrama sobre mí tus Bendiciones y ru Amor'

Letanías de la victoria de la Sangre de Jesús


(de la Mad1'e Ba.rilea Schlink)

Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios


gue cura las dolencias de mi cuerpo .

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Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios
gue cura las dolencias de mi alma.
Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios
gue cura las dolencias de mi espírim.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de perdón.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de sanación.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de purificación.
Adoro la Sangre del Cordero , en su poder de renovación .
Adoro la Sangre del Cordero , en su poder de protección.

Alabo la Sangre de J esús, gue cubre rodos mis pecados y


me purifica.
Alabo la Sangre de Jesús, gue me libera de roda esclavitud.
Alabo la Sangre de J esús, gue es más fuerte gue mi sangre
corruptible.
Alabo la Sangre de J esús, gue me transforma en su imagen.
Alabo la Sangre de Jesús, gue hace de mí una criatura nueva.

Gloria a la Sangre de JesucristO, gue me libera de los


poderes del Mal.
Gloria a la Sangre de J esucristo, gue uiunfa de mis enemigos .
G loria a la Sangre de JesucristO, gue me protege de los
engaños de Satanás .
Gloria a la Sangre de JesucristO, gue me reviste de la túni-
ca blanca para las bodas del Cordero .
Gloria a la Sangre de Jesucristo, gue hace rodas las cosas
nuevas en mí. ¡Amén! ¡Aleluya!

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Vía Crucis y camino de sanación

Po1' sus heridas somo.r sanados (Is 53,5)

Jesús me p ide que le entregue todo el mal que me ha suce-


dido y todo el mal que he hecho; a cambio, Él me da los
buenos momentos y las gracias divinas del pasado, del
presente y del futuro.

Durante la meditación, en cada estación, podemos deci1':


Te adoramos, oh Crisro, y te bendecimos, porgue has res-
catado al mundo, por tu Santa Cruz .
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Primera estación: Jesús es condenado a muerte


Hi jo mío, entrégame todas las ocasiones en que condenas-
te al prójimo, y aquellas en que fúi ste condenado injusta-
mente, y quédate aquí, en mi presencia, tranquilamente,
sin quejarte. Te tlaré fuerza y ayuda para soportar en ade-
lante la injusticia y la condena, en silencio y ofrenda.
Dame tu orgullo y te daré mi humildad. Estaremos jun-
tos, uno al lado del otro, para redimir esa situación y por
la salvación de las almas. Si cayeras en tu debilidad, yo
estaré ahí para llevar aquello con lo que tú no puedes, y Mi
mano te levantará mediante la confesión. Y volveremos a
empezar. ..

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Segunda estación: Jesús carga con la cruz
Hijo mío , entrégame tu inocencia p erdida, todas las heri-
das y las llagas del pasado y del presente. Dame ru soledad
y ru dolor. Dame ru pureza perdida, rus esperanzas des-
truidas y tus sueños rows. Dame rus cruces y Yo mismo
cogeré con alegría rus cargas. Gracias por todas las veces
en las que llevaste la cruz con valentía. Sí, a pesar de ru
debilidad , lo hi ciste por las almas que amo . Sanaré las
heridas de tu pasado y de ru presente . Te devolveré tu
inocencia y tu pureza. Pondré en tu corazón una esperanza
nueva y renacerás en el amor, la luz y la belleza. Tu inocen-
cia resucita en Mi Resurrección. Esta es tu heredad : tú eres
Mi hijo, un hijo de Dios. Sin tu buena voluntad , soy
impotente, pues necesito de tu amor para ayudarme a lle-
var esta Cruz de la Inocencia Crucificada en los que te
rodean y también en ti mismo. Juntos alcanzaremos la
victoria. Siempre eswy contigo.

Tercera estación: Jesús cae por primera vez


Hijo mío, dame codas rus caídas y fracasos, desánimos y
abatimientos ... cuando te apartaste de Mí y me aplastaste.
con tus pecados , trituraste Mi Vida Divina en ti y en otros:
Dame rus reclusiones en ti mismo, tu complacencia en la
tristeza y la melancolía. Déjame darte a cambio mi grati-
tud por cada vez que conseguiste levantarte y proseguir tu
camino. Permíteme agradecerte que te hayas vuelto hacia
Mí humildemente, con profundo dolor de corazón. Me

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alegro conti go cada vez gue empiezas de nuevo ru camino
hacia el Cielo.

Cuarta estación: Jesús se encuentra con su Madre


Madres y padres, dadme vuestra pena y vuestro dolor.
Dadme vuest ra impotencia cuando veis a vuestros hijos
alejarse de Mí. Hijos , dadme vuestra angus ti a cuando
tenéis gue seguir caminos que vuestros padres no acaban
de entender y gue vosotros no podéi s explicar. Poneos bajo
la mirada de amor constante entre mi Purísima Madre y
Yo, y todo se arreglará. Os doy a mi Madre para gue sea
vuestra Madre. Os muestro a mi Padre para gue sea vues-
tro Padre. "Yo soy el camino, la Verdad y la Vida" 0n
14,6). Venid , seguidme en este camino de amor.

Quinta estación: Jesús es ayudado


por Simón de Cirene
Hijo mío, emrégame rodas esas veces en las gue te negaste
a ayudar a otro cuando estaba en tu poder el hacerlo.
Emrégame todas esas veces en gue hiciste más pesada la
carga de alguien en lugar de aligerársela; cuando t e resis-
tiste a cargar con la Cruz o lo hiciste renegando ; d·ame el
peso de tus cobardías. En cambio, recordaré rodas las veces
en que ayudaste a otro, en gue cargaste alegremente con el
peso del dolor ajeno , en gue compartiste el peso de Mi
Cruz. Te guiaré y te ayudaré a me jorar, a ser más generoso
porgue, lo que haces a otro, me lo haces a Mí.

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Sexta estación: Verónica limpia el rostro de Jesús
Hijo mío, dame todo ese respeto humano que te impidió
"salir de la fila" y testimoniar mi amor delante de todos ,
por temor a lo podrían pensar de ti. Dame tu miedo a ser
juzgado, rus indeferen cias , tu falta de compasión , rus
durezas de corazón. Yo te enseñaré a vivir bajo Mi mirada,
no bajo la mirada de los hombres . Te daré fuerza en la
ternura, gestos de amor en la dulzura y la discreción. ¡Ten-
go tantas personas a las que consolar! Dame tu mirada
altiva y las imágenes que despiertan en ti confusión. Te
daré Mis ojos de misericordia y de amor y purificaré tu
memoria y tu imaginación. Tú y Yo, juntos, consol aremos
a Mis queridos hijos .

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez


Hijo mío , dame el peso de tus pecados. ¡Te pesan tamal
Tienes la impresión de que no tienes fuerza para levantar-
re y, si lo consigues, eres demasiado débil para no recaer
inmediatamente. Por eso, permaneces en la pena y el sufri -
m ienro. He venido para levantarte, para llevar esa terrible
carga que te aplasta hasta la desesperación . Dame sencilla-
mente tus pecados, poco importa su horror. No vengo a
condenarte sino a consolarte y amarte . ¡Ven a mí en la
confesión! No te inquietes si no sabes por dónde empezar.
Ve al sacerdote y explícale tus dificultades; pídele ayuda.
Ven a Mí con frecuencia, te esroy esperando.

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Octava estación:
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Hijo mío , dame todas las veces en que descuidaste la oración
por ti y tu familia. Cuando dejaste de rezar, diciendo: "Nadie
escucha, nadie oye mis oraciones. Dios no responde a mis
oraciones. Dios. no se preocupa de mí ni de mi familia".
Dame todas las oraciones a las que no respondí a m manera
y todas las oraciones a las que respondí a Mi manera, pero
que tú rechazaste. Todas esas oraciones re llevan a la santi-
dad . Algunas veces, este don se presenta bajo el aspecto del
sufrimiento, de una pérdida o de una pena para que tu alma
crezca en entereza, amor y abnegación . Otras, está envuelto
de alegría, paz y felicidad. No hay ninguna oración de Mis
hijos a la que Yo no responda, porque os amo. Todos los días,
la creación emera te dice: "Te quiero". Acuérdate de Mí,
porque Yo no te olvido nunca, ni un solo instante .

N ovena estación: Jesús cae por tercera vez


Hijo mío, dame todas las veces en que ya no puedes avan-
zar más, porque entiendo muy bien lo que sientes. Yacía
aquí por amor a ti . D ame tu angustia y cree en el poder de
Mi Nombre. Acude a Mi Nombre: "Jesús ". ¡Te quiero
tanto y te conozco por m nombre 1 Dame rodas tus pala-
bras inútiles, las que han herido a los otros y las que te han
herido a ti. Pondré en tu boca el silencio del amor y pala-
bras de bendición y alabanza. Mira a mi Madre, cuyo cora-
zón tan tierno me dio valor para levantarme y continuar.

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Décima estación: Jesús es despojado de sus vestidos
Hijo mío, dame rodas los bienes que te he dado al comien-
zo, pero de los que tanto re cuesta desprendene. Dame rus
bienes más preciados y te daré la verdadera libertad de
corazón y de espíritu. Dame rodas rus riquezas materiales,
intelectuales y espirituales. Ofréceme todo lo que re he
dado y, a cambio, te inundaré con más gracias aún. ¿Por
qué tienes miedo' Hi¡o mío, ¡soy Dios y puedo ocuparme
de ti' Dame tu falta de generosidad y re daré toda Mi
generosidad.

Undécima estación: Jesús es clavado en la Cruz


Dame todos rus malos gestos, rus malas cosrumbres y rus
desviaciones. Dame todo lo que has tocado, mancillando
tu cuerpo, tu espíri tu o tu alma. Purificaré tu senrido del
caceo y ajustaré rus gestos y acritudes . Te estableceré en lo
real de las cosas buenas y bellas que he creado para ti.
Dame todas aquel las veces en las que re quejaste mientras
Yo re proponía permanecer conmigo en la cruz por amor a
los ouos. Dame tu temor por ti y tu temor por los otros.
Yo re daré el ánimo para llegar a ser una víctima volunta-
ria de reparación y de amor. No temas nada, estoy contigo
y, mira, ru Madre celeste nos acompaña.

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz


Hijo mío, dame tu miedo al sufrimiento y te acompañaré
en ru sufrimiento: re daré la alegría de unir nuesuos cora-

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zones traspasados , con Mi Madre, para la salvación del
mundo. Dame tu rebeldía y ru miedo a la muerte, por ti y
por los gue amas, porgue en la Cruz he vencid o el odi o y
la muene . D ame ru grito de angusti a y re daré el grito de
la victoria: "¡Hág ase tu volumadl ". Solo ti enes gue acor-
darte de Mí y la vida en Mi presencia re perten ecerá.

Decimotercera estación: J esús es bajado de la Cruz


y puesto en los brazos de su Madre
H ijo mío, enuégame tu inocencia crucifi cada. Enuégame
todas rus faltas de cariño y de calor humano, del pasado y
del presente. D escansa y abandónate en los brazos del
amor maternal gue rengo hacia ti. Acude a tu Madre celes-
te. Sus brazos reciben tu espíritu, tu cuerpo y tu alma
herida . Eres tan hijo suyo como Yo mismo. Sus lágrimas
interceden por ti. Ámala. ¡Cuánto re ama Ella!

Decimocuarta estación:
Jesús es puesro en el sepulcro
Reposa aguí en el si lencio. Hijo mío , enuégame todo lo
gue en ti tenga gusto a soledad o muerte. Yo re daré con-
fianza, fe, amor de Mi voluntad, g usto por la vida, deseo
de Mi amor y del amor fraterno. Nunca estás solo , ni
sigu iera un instante. Emrégame tu vacío y tu nada. Yo te
doy Mi plenitud. Dame rus lág rimas y rus penas y Yo te
doy Mi Paz, M i Esperanza y Mi Resurrección gloriosa.

82
Oración de sanación
¡Oh Inocencia Divina, triunfa sobre mi inocencia cruci-
ficada' Devuelve a mi cuerpo , a mi espíritu y a mi alma,
salud y curación, aliento y consuelo. Deposita en mí el
Espíritu de alabanza, adoración y acción de gracias. Con-
cédeme y renueva en mí los dones del Espíriru Santo.
Guíame hacia una vida de santidad y servicio llena de
alegría. Te lo pido en nombre de Jesús , Salvador de la
humanidad, y por la intercesión de la Virgen Santa, de
los Ángeles y de los Santos . Te lo pido en honor a los
Corazones Eucarísticos de Jesús y María, en alabanza y
acción de gracias tributadas a la Santísima Trinidad .
Amén.

Consagración a María

¡Oh María, hoy, en presencia de roda la corre celestial, re


elijo como Madre y como Reina 1 Te entrego y consagro, en
rotal obediencia y amor, mi cuerpo y mi alma, mis bienes
interiores y exteriores y toda la valía de mis buenas accio-
nes pasadas, presentes y futuras, dejándote entero y pleno
derecho de disponer de mí y de rodo lo que me pertenece,
sin excepción alguna, según ru voluntad, para mayor glo-
ria de Dios , en el tiempo y la eternidad. Amén.

83
Letanías de Nuestra Neñora de la Liberación

Señor, ten piedad.


Cristo, ten p iedad .
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,


ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo , Redentor del mundo,
D ios, Espíritu Sanro,
Trinidad Sama, un solo Dios.

Sama María, Nuestra Señora de la Liberación,


ruega por nosotros.
Sama María, Nuestra Señora de las Victorias,
Sama María en quien reposó el poder del Altísimo ,
Sama María, más valiente que Ester y Judit ,
Sama María, cuyo hijo aplastó la cabeza de Satanás,
Mujer vestida de Sol, invulnerable a los ataq ues de Satanás,
Sama María , que nos proteges contra el dragón furioso,
Sama María, refugio de los pecadores,
Sama María, liberadora y salud de los enfermos,
Santa María, esperanza de los desesperados,
Sama María, que hizo saltar de gozo a Juan Bautista,
Sama María, que ofreciste a Isabel un a feliz liberación,

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Santa María, protectora de las mujeres encinta,
Santa María, liberadora de las mujeres que trabajan ,
Santa María, consoladora de los niños abortados.

Del poder y de las tentaciones de Satanás,


Virgen María, libéranos .
De la seducción de los ídolos y de las falsas doctrinas ,
de las posesiones demoníacas ,
de los embustes perniciosos del espíritu de las tinieblas ,
de los ataques de brujos y maestros oculros,
de los pactos diabólicos que nos hacen esclavos de Satanás,
de la idol atría, del espi ritismo y del satanismo,
de las sectas, brujerías y sociedades secretas,
de las trampas de la adivinación y de las falsas
predicciones,
de las falsas visiones y de los sueños engañosos,
de toda maldición ,
de embru jos, sortilegios y maleficios,
del espíritu de muerte que impulsa al suicidio
y al homicidio,
de las enfermedades provocadas por sortilegios ,
de las plagas devastadoras ,
del hambre , de la violencia y de la guerra,
de los accidentes mortales,
de las enfermedades contagiosas,
de la esterilidad de origen maléfico ,
de roda amenaza contra los niños en el seno materno,

85
de alumbramientos difíciles ,
de los traumatismos de nuestra infanc ia,
de las perversiones de las que son víctimas los niños,
de las angustias del alma y de los males del cuerpo,
de las ataduras genealóg icas que afectan a los vivos,
de las desapariciones m isteri osas de parientes próximos,
de los bloqueos de la vida sentimental y de nuestras
facultades mentales ,
de los estragos que causa la impiedad ,
de los avances del descreimiento' y de la civi li zación de la
muerte,
de la tentación contra la fe,
de las comuniones indignas y sacrílegas,
de la desesperanza y del desánimo,
del espíritu de mi edo que mata la fe en Dios ,
de la tibieza en el servicio a Dios,
del espíritu de orgull o y de dominio,
del endurecimi ento en el pecado,
del pecado contra el Espíritu Santo,
del no querer perdonar a nuestros enemigos,
de los pensamientos de odio y de los pensamientos
impuros,
de los embustes del demonio a la hora de la muerte ,
de los sufrimientos del Purgatorio ,
de la condenación eterna,
Cordero de Dios que guitas el pecado del mundo,
perdónanos , Señor.

86
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que guitas el pecado del mundo ,
ten piedad de nosotros , Señor.

Cristo, vencedor de la muerte, escúchanos.


Cristo, vencedor de Satanás, atiende nuestra súplica.
Espíritu Santo , el Liberador, escúchanos.
Espíritu Santo, el Consolador, atiende nu estra súplica.
Dios, Padre Todopoderoso, escúchanos.
Dios, Padre Todopoderoso, líbranos del Maligno.

Oh María, sin pecado concebida,


ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Ruega por nosotros, Nuestra Señora de la Liberación ,


para que seamos liberados de rodas nuestras tribulaciones.

Oremos: Te alabamos, oh Dios, por tu amor, tu miseri-


cordia y tu poder, por la victoria de la Sangre del Cordero,
tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Te alabamos por nuestra
Madre, la Virgen María. Concede a rodos los que se refu-
gian bajo su maternal protección, la liberación de los
males que les afligen, líbrales del poder de las tinieblas
para que vivan en la libertad de los hijos de Dios , en el
cortejo triunfal de Crisro Resucitado. Amén.

87
Letanías a San Miguel arcángel

Señor, ten piedad.


Oh Crisro , ten piedad.
Señor, ten piedad .
] esucristo , escúchanos .

Señor Dios, Padre Celest ial,


ten piedad de nosotros.
Señor Dios , H ijo, Redentor del mundo,
Señor Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un so lo Dios,

Santa María, Reina de los Ángeles,


ruega por nosotros.
San Miguel , jefe de los ejérciros celestes,
San Miguel , príncipe de los nueve coros de los ángeles,
San Miguel, lleno de la Sabiduría de Dios,
San Miguel , príncipe Gloriosísimo,
San Miguel, fuerte en el combate,
San Miguel, terror de los malos espírirus,
San Miguel, vencedor de Satanás y de los poderes rebeldes,
San Miguel, nuestro apoyo en la lucha contra el mal,
San Miguel, príncipe de las milicias celestes ,
San Miguel, fiel servidor de Dios,
San Miguel, ángel de la paz,
San Miguel , guardián del Paraíso,

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San Miguel , soporte del pueblo de Dios,
San Miguel, guardi án y patrono de la Iglesia,
San Mig uel , intercesor de los moribundos,
San Miguel, que velas por las almas del purgarorio,
San Miguel, bienhechor de los pueblos que re honran,
San Miguel, que salvas del peligro ,
San Miguel, que introd uces las almas en la luz eterna.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,


ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchaoos .
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.

Oremos. Señor, que la poderosa intercesión de tu arcángel


San Mig uel nos proteja siempre y en todas partes, nos
libere de rodo mal y nos conduzca a la vida eterna. Por
Cristo nues trO Señor. Amén.

Letanías a San Rafael arcángel

Señor, ren piedad .


J esucrisro, ten piedad .
Señor, ten p iedad .
JesucristO, escúchanos.
J esucristO, atiende nuestra súplica.

89
Señor D ios, Padre del cielo,
ten pied ad de nosotros .
Señor Dios, Hi jo redenror del mundo,
Señor Dios , Espíritu Santo,
Trinidad Sama, un solo Dios.

Sama María, Reina de los Ángeles


ruega por nosotr os .
San Rafael, médico de Dios,
San Rafael, ángel del dolor y de la sanación,
San Rafael, patrono de los médicos,
San Rafael, sanador de la tierra,
San Rafael, defensor inve ncible en los peligros del alma
y del cuerpo ,
San Rafael, gue prosigue el Gran Combate,
San Rafael, vencedor de Asmodeo,
San Rafael, gue liberas de los espíri tus incubos y súcubos,
San Rafael, instructor en el combate espiritual,
San Rafael , valor de las almas en la prueba,
San Rafael, servidor de las almas víctimas,
San Rafael, defensor de las almas tentadas,
San Rafael, maestro de discernimiento y verdadero guía
espiri mal,
San Rafael, compañero de los penitentes,
San Rafael, patrono de los confesores,
San Rafael , ruror de las vocaciones santas,
San Rafael, protecror de los eremitas,

90
San Rafael, bienhechor de las almas caritativas ,
San Rafael, cooperador de las buenas obras,
San Rafael, modelo del ángel de la guarda,
San Rafael, enviado especial y milagroso,
San Rafael, auxilio de todos los que imploran m asistencia,
San Rafael, poderoso intercesor ame Dios,
San Rafael , fiel consejero,
San Rafael , ángel del Amor Divino,
San Rafael, figura de la Divina Providencia,
San Rafael, mensajero de felicidad,
San Rafael, que dispensas la alegría del r_eino celeste,
San Rafael, ángel de la pureza y del dominio de sí,
San Rafael, mediador del matrimonio cristiano,
San Rafael, protectOr de la familia ,
San Rafael, uno de Jos siete Ángeles presentes ame
la gloria del Señor,
San Rafael, adorador del Crucificado,
San Rafael, que recoges la preciosa Sang re de CristO para
salvarnos.
Cordero de Dios , que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de D ios, que qui tas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo ,
ten piedad de nosotros.

91
Ruega por nosotros, San Rafael,
al señor Nuestro Dios.

Dirígenos, Señor, por el camino de la paz.


Alabamos y veneramos a rodos los Príncipes del Cielo,
pero sobre rodo al fiel médico y compañero, arcángel San
Rafael, gue apresó al demonio y lo encadenó.

Dios ha ordenado a sus ángeles,


Que os guarden en todos vuestros caminos.

Oremos: ¡Oh Dios gue enviaste al bienaventurado arcán -


gel Rafael como compañero de viaje de tu servidor Tobías,
concédenos, a nosotros tus siervos, vivir siempre preserva-
dos bajo su protección y ser fortificados por su asistencia'
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Letanías a San Gabriel arcángel

Señor, ten piedad.


Oh Crisro, ten piedad .
Señor, ten piedad.

Señor Dios, Padre Celestial,


ten piedad de nosotros.
Señor Dios, Hij o Redentor del mundo ,

92
Señ or Dios, Espíritu Sanco,
Trinidad Santa, un solo Dios ,

Santa María, Reina de los Ángeles ,


ruega por nosotros.
San Gabriel, arcá ngel,
San Gabriel , uno de los siete Ángeles presentes ante
la Faz de Dios,
San Gabri el, cuyo nombre signifi ca Fuerza de Dios,
San Gabriel, pod er de Dios ,
San Gabriel, adorador perfecto del Verbo Divi no,
San Gabriel, mensajero fiel de Dios,
San Gabri el, que ilumin as te a Daniel sobre el momemo
de la venida del Mesías,
San Gabriel, ángel de los profetas y de los que procl aman
la palabra de Dios,
San Gabriel, que anunciaste a Zacarías el nacimiento
del precursor de Señor,
San Gabri el, que supiste en el cielo del misterio sagrado
del Verbo Encarnado,
San Gabriel, que anunciaste a María la encarnación
del Verbo Eterno,
San Gabriel, que trajiste a la tierra el nombre de Jesús,
San Gabriel , ángel de la Anunciación,
San Gabriel, que confieres el sentido de lo sagrado
y del temor de Dios ,
San Gabriel, ángel de la humildad,

93
San Gabriel, ángel de la alabanza,
San Gabriel, que ofreces nuestras oraciones al Altísimo ,
San Gabriel, luz admirable de la Iglesia,
San Gabriel, protector de las com unicaciones
y de la unidad de los creyentes,

Cordero de Dios que guitas el pecado del mundo,


perdónanos, Señor.
Cord ero de Dios que guitas el pecado del mundo ,
escúchanos Señor.
Cordero de Dios que guitas el pecado del mundo ,
ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, San Gabriel


al Señor nuestro Dios .

Oremos: Oh Dios que, entre todos los ángeles, escog iste


al arcángel Gabriel para anunciar el misrerio de la Encar-
nación de ru Hi ¡o, concédenos que, después de haberle
honrado en la tierra, gusremos en el cielo los efectos de su
protección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

94
Sección 3

ÜRACIONES DE SANACIÓN

Oración para la sanación física


(Se reza después de la comu1úón)

Señor J esús, creo gue estás vivo y resuc itado . Creo gue
estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del
altar y también, de otra man era, en rodas los gue están
aguí y creen en ti. Te alabo y te adoro, tú gue eres el Pan
Vivo bajado del cielo. Te doy gracias por haber entrado en
mí. En ti habita la plenitud del ser, eres la Resurrección y
la Vida; eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy, gui ero ofrecerte rodos mi s mal es, porgue eres el
mismo, ayer, hoy y siempre, y estás conmi go siempre y en
rodas parees. Eres el eterno presente y me conoces. Te pido
pues gue tengas piedad de mí. Visítame con tu Buena
Nueva para gue rodas reconozcan gue vives en tu Iglesia.
Haz tambi én gue mi fe y mi confianza en ti se renueven ,
te lo s up~i co, Señor J esús.
Ten piedad de los sufrimientos gue padezco en mi cuer-
po, mi corazón y mi alma. Ten piedad de mí, Señor, ben -
díceme y haz gue recupere la salud . Que la fe crezca en m í
y abra para mí las maravillas de tu amor a fin de gue ella
misma dé también tes timoni o de tu poder y tu compa-
sión .

95
Jesús, te pido por el poder de tus Samas Llagas , por tu
Sama Cruz y por tu Preciosísima Sangre: cúrame, Señor,
sana m i cuerpo, sana mi corazón, sana mi alma. Dame la
vida, la vid a en abundancia. Te lo pido por la intercesión
de la Santísima Virgen María, cu Madre, Nuestra Señora de
los Siete Dolores, que permaneció en pi e junro a tu Cruz,
ella que fue la primera en contemplar tus llagas , ell a que
nos diste por Madre. ¿Acaso no fuiste tú quien nos reveló
que cargabas con rodos nuestros dolores y que por tus San-
tís imas Llagas hem os sido sanados?
Señor, desde la fe, en esre instante , deposito rodas mis
males ame ri y te suplico que m e cures completamente.
Para g lori a de nuestro Padre celeste, re pido también que
cures las enfermedades de mi familia y amigos. Hazlos
crecer en la fe y la esperanza; haz que recuperen la salud
para gloria de tu nombre, a fin de que tu reino se extienda
todavía más en los corazones gracias a los signos y p rodi -
gios de tu amor.
Todo esto te lo pido, Señor, porque eres Jesús , porque
eres el Buen Pastor y porque somos las oveJaS de ru reba-
ño. Esroy ran seguro de tu amor que, ames incluso de
conocer el fruto de mi oración, te digo con confianza: gra-
cias , J esús, por todo lo que harás por mí y por cada uno de
ellos. Gracias por los enfermos que curas en este momen-
to, gracias por aquellos que no dejas de visitar con Miseri-
cordia.

96
Oración a Nuestro Señor para obtener
la sanación interior (según el Padre Gabriel Amorth)

Señor Jesús, tú has venido a sanar los corazones heridos y


atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan
turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial, que cures
aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en
mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me
han afectado en mi cierna edad y de las heridas que han
provocado a lo largo de roda mi vida. Señor Jesús, tú cono-
ces mis problemas, los pongo rodos en tu Corazón de Buen
Pasror. Te ruego, en virtud de aquella gran ll aga abierta en
ru Corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el
mío. Sana las herid as de mis recuerdos a fin de que nada de
cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en
la angustia, en la preocupación.
Señor, sana rodas las heridas que, en mi vida, han sido
causa o raíz de pecado. Quiero perdonar a codos los que me
han ofendido~ mira estas heridas internas que me impiden
perdonar. Tú, que has venido a sanar los c:orazones afligi-
dos, sana el mío. Concédeme la sanación de los dolores que
me oprimen al recordar la muerte de las personas queri-
das. Haz que pueda recobrar la paz y la alegría en la certe-
za de que eres la Resurrección y la Vida .
Haz de mí un testigo auténtico de tu Resurrección, de
m vicroria sobre el pecado y la muerte, y de tu presencia
viva en medio de nosotros.

97
Cántico de la Virgen
Evangelio según San Lucas (Le 1, 46-55)
Se recomienda bacer este canto cada vez que .re ba 1'ezado pa1'a
ag1'adecerle al Señm- las g1·acias ¡·ecibidas; también en los casos de
depmión IU!'rviosa.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,


se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porgue ha mirado la humillación de su esclava.
D esde ahora me felicitarán rodas las generaciones,
porgue el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo , y su misericordia llega a sus fiel es
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón ,
derriba del tron o a Jos poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bien es
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
a favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al padre y al Hijo y al Espíritu Samo ,


como era en el principio, 'ahora y siempre, y por los siglos
de los siglos. Amén.

98
Oh Salvador Jesucristo

Se 1-econzienda esta bella 01'ación pm-ticulannmte en los casos de


cánm-, leucemia y 1'iesgo de ab01'to.

Oh Salvador JesucristO, mi Señor y mi Dios, mi Dios y mi


todo, tú gue nos has redimido por el sacrificio de la Cruz,
gue has destruido el poder de Satanás, te suplico tengas a
bien liberarnos de roda presencia maléfica y de toda
influencia del Maligno . Te lo pido por tu Santo Nombre,
te lo pido por rus Llagas , te lo pido por tu Sangre, te lo
p ido por tu Cruz y, por último, te lo pido por el Doloroso
e Inmaculado Corazón de María. Haz gue la Sangre y el
Agua gue manaron de tu Sacratísimo Corazón nos cubran
por completo para purificarnos, liberarnos y sanamos.
Amén.

Para romper todo maleficio


y debilitar las fuerzas satánicas

Los que han estado en contacto con magos, magnetizad01-es o


videntes y/o con el mundo del ocultismo y, en especial, con el espi-
1'Úismo deben recita1' frecuentemente esta 01'ación. N otm-án ellos
mismos una mejora m varios aspectos y la desapa1'ición de sus
atadu1'aS. Reco1-damos también que el demonio, que manda m
toda magia, no sop01'ta la recitación del C1-edo.

99
Padre nuestro que estás en el cielo, te amo, te alabo y te
adoro. Te doy gracias por haber enviado a tu Hijo Jesucris-
tO, que ba vencido el pecado y la muerte , para salvarme.
Te doy gracias también por haber enviad o tu Espíritu
Santo que me da fuerza, me guía y me santifica. Te doy
gracias por María, mi Madre del Cielo, que intercede por
mí con los ángeles y los santos.
Señor J esús , me prosteroo al pie de tu Santa Cruz y te
pido que me cubras con la Preciosísima Sangre que brotó
de tu Sagrado Corazón y de tus Samas Llagas. Purifícame,
oh Jesús, con el agua viva que brotó de m Corazón y
envuélveme en su Santa Luz .
Pad re nuestro del cielo, que el agua que me lavó en el
bautismo remonte el curso del tiempo a t ravés de las gene-
raciones de mi padre y de mi madre para que mi fam ilia
entera sea purificada de Satanás y del p ecado.
Humild em ente prosrernado ame ri, oh Padre, te pido
perdón por mí, por mis padres y por mis antepasados: por
todas invocaciones de poderes ocultas que han podido
enfrentarlos a ti y atentar contra el honor del Nombre de
Jesús.
En el Santo N om bre de Jesús y por el poder de ese N om -
bre, declaro hoy que pongo ba¡o la soberanía de Nuestro
Señor rodo lo que me pertenece, material y espiri tual, y
baya estado sometido a la ¡urisdicción de Satanás .
Por el poder de m Sanro Espíritu, mués trame, oh Padre,
roda persona que necesite mi perdón y rodo pecado que yo

100
no haya confesado. Muéstrame aquello de mi vida que te
haya desagradado y las brechas que han podido dar a Sata-
nás la posibi lidad de entrar.
Padre Santo, te entrego rodas las veces que he rehusado
perdonar. Te entrego rodos mis pecados. Te entrego rodas
las puertas abiertas que han permitido a Satanás introdu-
cirse en mi existencia. Te doy g racias por tu perdón y por
tu amor.
Señor Jesús, en tu Santo Nombre, aro+ rodos los espí-
ritus malos del aire, del agua, de la tierra, de debajo de la
tierra y del mundo infernal; pongo también ataduras a+
todos los espías enviados desde el cuartel general de Sata-
nás; e invoco tu Preciosísima Sangre sobre el aire, la atmós-
fera, el agua, la tierra y sus frutos . Ordeno + a todos esos
espírirus maléficos que se arrojen inmediatamente a rus
pies, sin que me hagan daño ni bagan daño a nadie, para
que puedas disponer de mí según m Santa Voluntad.
En el Santísimo Nombre de Jesús, rompo+, quiebro+,
anulo + toda maldición, traic ión, desviación e influencia
de los malos espírirus , toda mald ición, bloqueo heredita-
rio, conocido o desconocido, todo encantamiento, sortile-
gio, trampa, mentira, atadura, obstáculo , predicción y
deseo diabólico, así como rodo desorden y roda enferme-
dad, cualquiera que sea su origen, incluidas mis propias
fa ltas y pecados.
En el Nombre de Jesús, rompo + la transmisión de
todo compromiso satánico, de toda promesa, de toda ata-

101
dura, de rodo víncu lo de orden espiri tual urd ido por el
infierno.
En el nombre de J es ús, corto+ y cerceno+ roda posi -
ble aradura, así como sus consecuencias , con astrólogos,
adivinos, videmes, m.édiums, jeques, curanderos, quiro-
mames, adeptos a la macrobiótica, a la meditación tras -
cendental o a la nueva era , y con los que practi can ocul-
tismo o adivinación en bolas de cristal, hojas de té, posos
de café, líneas de la mano, cartas, rarot ; y toda atadura
con espíritus guías, m agos, brujos y rodos aquellos que se
entregan a cualqu ier forma de magia, vodú , macumba y
OtrOS.
Por último , en Nombre de J esús, rechazo+ y destruyo
+todas las consecuencias e implicaciones que puedan pro-
veni r de la participación en sesiones m ed iúmnicas o espi-
ritistas, consultas de horóscopos, la prácti ca de radiesresia
(péndulo) , escritura automática y todo tipo de recetas o
preparados ocultos (ra 'wé, kitab, hijab o maleficio) y, por
último, todo tipo o forma de superstición que no rinda a
J esucristo el honor y la glori a que le son debidos.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

"He aquí a D ios mi salvad01~ estoy seguro y sin miedo,


pues Él es mi fuerza y mi canción, Él es mi salvación"
(ls 12,2) .

102
Rosario en honor a la Divina Misericordia
(Esta oración se 1'eza con el rosario)

Al principio:
Padrenuestro, Avemaría, G loria, Credo .

En las cuentas del Padrenuestro, decimos


la siguiente oración:
Padre ererno, ce ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y
la Divinidad de tu Hijo muy amado Nuestro Señor Jesu-
cristO, en reparación de nuestros pecados y de los del mun-
do entero.

En las cuentas del Avemaría, se dicen las palabras


siguientes:
V. Por su dolorosa Pasión,
R. Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para concluir, se dice tres veces:


V. Santo Dios, Samo Fuerre , Sanco Inmortal.
R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero .

Rosario en honor a la Divina Providencia

V. Nuestro auxilio+ es el Nombre del Señor,


R. Que hizo el cielo y la tierra.

103
Oh Padre, oh Hijo, oh Espíritu Samo, Samísima Trindad,
Jesús, María, ángeles, santos y sam as de Dios,
vosotros, todos Jos que estáis en el Paraíso,
por la Sang re de .Jesús,
os ped imos la gracia de .. .

Después de haber expresado nuestra peti ción, decir


en cada cuenta grande de un rosario habitual:
Sagrado Corazón de Jesús, acuérdate de mi súplica;
Inmaculado Corazón de María, acuérdate también de mi
súplica.

En cada una de las diez cuentas pequeñas:


Santísima Providenc ia, atiend e mi súpli ca .

Para terminar:
Posa sobre nosotros , Virgen Sama, tu mirada mJ sericor-
diosa.
Socórrenos, oh Reina, con tu caridad.
Dios te salve María ...

En honor a San .José:


G loria al Padre ...

Por las almas del purgatorio:


Dales, Señor, el reposo eterno y que ru luz las ilumine para
s1empre .

104
Por nuestros bienhechores:
Dígnate, oh Señor, recompensar eternamente a codos los
que nos hacen el bien para la gloria de tu Santo Nombre.
Amén.

Consagración a Jesús
en el Santísimo Sacramento

Señor Jesús, creo que estás real m ente presente en la Sama


Eucaristía. Por tu p resencia, renuevas tu muerte y res u-
rrección para que codos los hombres crean en el amor del
Padre y, así, lo amen como tú lo amas. Tú deseas que todos
los que creen estén unidos en ti y, por tu Espíritu Santo,
entren en comunión con el Padre en una sola ofrenda con-
tJgo.
En tu designio de amor, rí.os has reservado un lugar
también a nosotros . Por el baurismo, me incorporaste a ti.
Ahora, con ·tu presencia en la Eucaristía, vienes a mi
encuentro . No pudiendo sustraerme a tu invitación , me
consagro hoy a tu amor presente y operante en este Santí-
simo Sacramento.
Por este acco de ofrenda en unión conrigo , quiero vivir
las promesas de mi baurismo y los compromisos que asu-
men aquel los que se consagran a la reparación eucarística.
Me comprometo de forma especial a participar en la
Santa Misa como la pequeña hostia que desea ofrecerse,

lOS
inmolarse y darse en unión contigo. Mi anhelo es extender
este encuentro vital contigo a toda mi vida, uniendo mis
acros a tu sacrificio eterno y prolongando ru inmolación y
ofrenda en las distintas ci rcunstancias de mi jornada.
También guiero,.Jesús, vivir unido a ti en este misterio de
la Eucaristía para supl ir la falta de caridad en ru Cuerpo
Místico.
Deseo colmar los vacíos de amor de nuestros hermanos
olvidadizos, reparando todas sus infidelidades, traiciones,
negligencias y frialdades. Quisiera gue roda mi vida fuera
el eco del mensaje eucarístico de tu amor salvador. Me
comprometo a llevar ame el Sagrario a otras almas dis-
puestas a dejarse invad ir por ti y consumir en el ardiente
deseo de la g lori a del Padre y de la salvación de sus herma-
nos , a fin de gue las peticiones de ru Corazón encuentren
una mayor acogida y una respuesta más generosa.
Y tú, ob Virgen María, gue estás presente en el altar
como lo estuvis te en el Calvario, acoge mi consagración y
hazla digna del amor de tu Divino Hijo.
Te pido la gracia de poder imitarte y tomar parte, cada
d ía de mi vida, en las disposiciones de tu Corazón Inma-
culado totalmente consagrado a la persona y obra redenro-
ra de ru Hijo . Me entrego a ti: sírvete de mí para dar a
conocer, amar y g lorificar a Jesús, presente y activo en el
Santísimo Sacramento del altar. Amén.

106
Consagración al Espíritu Santo

Oh Espírim Santo, Espírim divino de luz y de amor, te


consagro mi corazón, mi voluntad y todo mi ser ahora y
para la eternidad. Que mi inteligencia sea siempre dócil a
rus celestes inspiraciones y a la enseñanza de la Sama Igle-
sia, de qui en eres el guía infalible. Que mi corazón esté
siempre inflamado del amor a Dios y al prójimo . Que mi
voluntad sea siempre conforme a la voluntad divina, y que
toda mi vida sea una fiel imitación de la vida y de las vir-
tudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo a quien sea
dado, junto con el Padre y contigo , hon or y g lori a por
siempre. Amén.

Consagración a la Preciosísima Sangre de Jesús

Señor Jesús , que nos quieres y nos has liberado de nuestros


pecados por tu Sangre, yo te adoro, te bendigo y me con-
sagro a ti con toda mi confianza. Con la ayuda de tu Espí-
ri tu Santo y animado por el recuerdo de tu Preciosísima
Sangre , m e comprometo a poner toda mi existencia bajo la
obedi encia y al servicio de tu Padre para el advenimi ento
de tu reino. Por tu Sang re derramada para el rescate de
n uestro~ pecados, purifícame de todas mis faltas y renueva
mi corazón para que brille cada vez más en mí la image n
del hombre nuevo creado según la justi cia y la santidad .

107
Por tu Sangre, signo de reconciliación con Dios y entre
los hombres, haz de mí un instrumento dócil de comu-
nión fraterna. Por el poder de m Sangre , p rueba suprema
de m caridad, dame la valentía de amarte así como a mis
hermanos, basca dar mi vida.
Ob Jesús Redentor, ayúdame a llevar mi cruz de cada
día, para que mi pequeña gota de sangre, unida a la ruya,
participe en la redención del mundo.
Oh Sangre Divi na, cuya gracia vivifica el Cuerpo Místi -
co, baz de mí una piedra viva de tu Iglesia. Dame la pasión
por la unidad entre los cristianos. Pon en mi corazón un
gran celo por la salvación de mi p rójimo. Suscita en la Igle-
sia muchas vocaciones misioneras para que sea dado a todos
los pueblos conocer, amar y servi r al verdadero Dios.
Oh Prec iosísima Sangre, símbolo de liberación y de
vida nueva, concédeme perseverar en la fe, la esperanza y
la. caridad para que, marcado cori tu sello, pueda dejar el
exili o de esta vida, entrar en la tierra prometida del Paraí-
so y cantar corr todos los redi midos tus alabanzas en la
etern id ad. Amén.

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús


(según Santa Margarita María Alacoque)

Yo, (nombre) entrego y consagro al Sagrado Corazón de


Nues tro Señor Jesucristo mi p ersona, mi vida, mis acros,

108
mis penas y mis sufrimientos para que, con codo mi ser,
solo quiera honrarlo, amarlo y glorificarlo.
Es mi voluntad irrevocable ser completamente suya y
hacerlo todo por amor a Él, renunciando de wdo corazón
a codo aquell o que pudiera disgusrarle.
Te romo pues, oh Sagrado Corazón , por mi único amor,
prorecwr de mi vida, garantía de mi salvación, remedio a mi
fragilidad y a mi inconstancia, reparador de todas las faltas
de mi vida y mi refugio seguro a la hora de mi muerte.
Sé pues, oh Corazón de bondad, mi justificación ame
D ios ru Pad re, y aparta de mí los rayos de su justa cólera.
Oh Corazón amante, pongo roda mi confianza en ti, por-
gue todo lo remo de mi malicia y de mi debilidad, pero
rodo lo espero de tu bondad.
Consume pues en mí codo lo que pueda disgustarte o
resistirte. Que tu amor puro se imprima tan fuertemente
en mi corazón que jamás pueda olvidarte ni ser separada
de ti. Te conjuro, por rodas rus bondades, que inscribas
mi nombre en ti, ya que deseo que roda mi felicidad y mi
glori a consistan en V!Vlf y monr como sierva tuya.
Amén.

Novena al Sagrado Corazón de Jesús

El Santo Pad1'e Pío 1'ezaba cada día esta novena por las inten-
ciones de los fieles que le pedían sus oraciones. Los fieles están

109
invitados a rezada el/os también cada día. uniéndose espiritual-
mente a las intenciones del Padre.

l. OhJes¡:ís mío, tú que dijiste: "En verdad os digo, pedid


y reci biréis , buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá"
(Le 11, 9), he aquí que llamo , busco y pido la gracia de .

Pad renuestro, Avemaría, Gloria al Padre.


Sagrado Corazón de Jesús , confío y espero en ti.

2. Oh Jesús mío, que dijist e: "En verdad os digo , todo lo


que pidáis a mi Padre en mi nombre, os lo concederá"
(Jn 15,16), he aquí que pido a tu Padre, en tu nombre, la
gracia de ...

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, confío y espero en ti.

3. Oh Jesús mío, que dijiste: "En verdad os dig o, el cielo


y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán"
(Me 13 ,31 ), be aquí que, apoyado en la infalibilidad de
tus samas palabras , te pido la gracia de

Padrenuestro , Avemaría, Gloria .


Sagrado Corazón de Jesús confío y espero en ti .

110
Oremos: ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, a quien resulta
impos ible no te ner compasión del desgraciado, ten piedad
de nosotros , pobres pecadores, y concédenos la gracia que
te pedimos por la intercesión del Corazón Inmaculado de
María , cierna Madre cuya y nuestra 1

San José , Padre adoptivo del Sagrado Corazó n de J esús,


ruega por nosotros .

Salve Regina

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzu-


ra y esperanza nuestra; Dios ce salve. A ti llamamos los
desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llo-
rando, en este valle de lágrimas. Ea, pues , Señora, abogada
nuestra, vuelve a nosotros esos rus ojos misericordiosos; y
después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendi-
to de tu vientre. ¡Ob clemenrísima, ob piadosa, oh dulce
Virgen María'

lll
Ángelus

V. El ángel del Señor anunció a María.


R. Y concibió por obra del Espíritu Sanco.

Dios re salve María ...

V. "Aquí está la esc lava del Señor.


R. Hágase en mí según tu palabra."

Dios te salve María ...

V. Y el Verbo se hizo carne.


R. Y habitó enrre nosotros.

V. Ruega por nosotros Sama Madre de Dios,


R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
nuestro Señor J esucristo.

Oremos : Derrama, Señor, tu g racia sobre nosotros que,


por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación
de ru Hij o, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a
la g loria de su resurrección. Por el mismo J esucristo, nues-
tro Señor.
R. Amén.

112
Oración para la sanación física
(Ph. Madre)
(Se puede adaptm' pa1'a la sanación psicológica)

Jesús, Dios de ternura y de misericordia, tú que nos has


prometido que cuando dos o tres estuvieran reunidos en
ru Nombre estarías en medio de ellos , aquí estamos reuni-
dos en torno a N .. . Imploramos ru compasión hacia él y te
pedimos que pongas tu mirada sobre él, para que reciba de
ti fuerza y paz en su alma y en su cuerpo .
Te gustaba pasear en medio de la muchedumbre, parar-
te junto a los enfermos y rocarios para manifes tar ru
inmensa compasión por ellos. Muy a menudo, los curabas
para que fuera confirm ada tu Palabra, esta buena nueva de
salvación propuesta a rodos . Señor Jesús, te suplicamos
que vengas tú mismo a rocar a nuestro hermano N .. . El
que tú amas está enfermo. Tótale en el lugar de su enfer-
medad, visítalo en la raíz de su mal.

(Se puede hacer la imposiáó77 de manos, zma unción de óleo. Se


puede gum-dar silencio o entonar ;m canto de alabanza. Se puede
dejar acttta?' los carismas -lengua, p1·o[ecía, etc.-) .

Jesús , tú que abriste los ojos del ciego de Jericó , cúralo .


Jesús, tú que enderezaste al paralítico de Betesda, cúralo.
Jesús, tú que resucitaste a la hija de ]airo, cúralo.

113
Tú eres el mismo ayer, hoy y eternamente. Lo que realizas-
te hace 2.000 años , también puedes realizarlo ahora. Por
eso, te suplicamos que nos escuches y vengas en ayuda de
nuestro hermano.
Gracias Señor por lo que estás haciendo en N ... Ti enes
compasión de él y confiamos porque sabemos que, lo que
inicias, lo llevas a término. Dale la gracia de acoger sin
miedo la obra de tu amor en su cuerpo enfermo . Concéde-
le atreverse a creer que tú actúas en él como hiciste con el
paralítico de la Puerta Hermosa a petición de Pedro.
Te al abamos, Señor nuestro, por cada una de rus obras .
Te bendecimos por dar testimonio del amor de nuestro
Padre, en el poder del Espíritu Santo. Tú siempre eres fiel
a rus prom esas . Tú que nos has promet ido estar con noso-
tros basta el fin de Jos tiempos.
Gracias por lo que acabas de hacer por N ... Gracias
igualmente por todo lo que vas a hacer por él en las horas
y días que vienen. G racias porque no solamente has visita-
do su cuerpo, sino sobre todo su corazón a fin de qu e te
conozca mejor y dé gracias a tu Nombre .
Gracias por tu gran misericordia que nunca falla. Pode-
mos decir con el salmista: Un pobre ha gritado, Dios ha
escuchado (Sal 33,7).
Bendito seas por tanta ternura. A ti la gloria por Jos sig los
de los siglos. Amén.

114
Oración para la sanación de los recuerdos
(Padre Emiliano Tardij)

Padre de bondad , Padre de amor, yo te bendigo, te alabo y


re doy gracias porque, por amor, nos has dado a Jesús.
Gracias, Padre, porq ue, a la luz de tu Espíritu, com-
prendemos que Él es la Luz, la Verdad y el Buen Pastor
que ha venido para que tengamos vida en abundancia.
Hoy, Padre , quiero presentarte a este hijo. Lo conoces
por su nombre. Te lo presento para que pongas sobre su
vida una mirada de Padre .
Tú conoces su corazón y las heridas de su historia. Tú
sabes todo lo que ha querido hacer y no ha hecho. Tú sabes
lo que ha hecho y el daño que le han hecho. Tú conoces sus
límites, sus errores y su pecado . Tú conoces los traumas y
los complejos de su vid a.
Hoy, Padre , te pedimos, por el amor de ru hijo Jesucris-
to, que derrames ru Espíriru Santo sobre este hermano
para que el calor de tu amor sanador penetre basta lo más
íntimo de su corazón.
Tú, que sanas los corazones desgarrados y vendas las
heridas, sana a este hermano, Padre. Entra en este corazón,
Padre , como entraste en la casa donde estaban tus discípu-
los acobardados. Tú te apareciste en medio de ellos y les
dijiste: "La paz esté con vosotros" . Entra en este corazón y
dale tu paz. Llénalo de tu amor. Sabemos que el amor
expulsa el miedo. Entra en su vida y sana su corazón.

115
Sabemos, Señor, que Jo haces cada vez que re Jo pedi -
mos, y te lo pedimos con María, nuestra Madre , ella que
estuvo en las Bodas de Caná, cuando ya no tenían vino. Tú
respondiste a su deseo transformando el agua en vino.
Cambia su corazón, dale un corazón generoso, afable,
lleno de bondad, dale un corazón nuevo. Haz brotar en
este hermano los fru ws de cu presencia. Dale los frutos de
tu Espíritu que son: Amor, Paz y Alegría. Haz que des-
cienda sobre él el Espíritu de las BienaventUranzas para
que pueda saborear y buscar a Dios cada día viviendo sin
complejos ni traumas jumo a su cónyuge , su familia y sus
hermanos.
Te doy gracias, Padre, por lo que haces hoy en su vida.
Te damos gracias de wdo corazón porque eres Tú quien
nos sana, quien nos libera, quien rompe nuestras cadenas
y quien nos devuelve la libertad.
Gracias Señor porque somos t'emplos de m Espíritu y
este templo no puede ser destruido porque es la Casa de
Dios.
Te damos gracias, Señor, por la fe y por el amor que has
puestO en nuestros corazones.
¡Qué grande eres Señor! ¡Bendito y alabado seas,
Se ñor!

116
Oración para la liberación interior, la sanación
y la conversión

Señor J esús , Hijo del Dios Vivo, ven a cubrirme con tu


Preciosa Sangre. Ven a cubri r esros lugares y todas las per-
sonas presentes aquí y en m i corazón.
Abbá, papá, mi Padre Celeste.
Por el Nombre de J esús y por su Preciosa Sang re, ve n-
cedor de rodas las fuerzas del mal, por la intercesión de la
Virgen María, victoriosa del Malig no , por mi bautismo
gue ha hecho de mí tu hij o muy amado, ¡ven aho ra a
sanarme y a li berarme de rodo mal, de rodo obstáculo al
Amor 1
Padre mío, por la Preciosa Sangre de Jesús, sáname en
mi inteligencia de toda tiniebla, de todo prejuicio, del
espíritu razonador, del espíritu de duda, de toda confusión
m ental.
Padre buenísimo, sáname en mi m emoria de todo
recuerdo doloroso , de los traumas psicológicos proceden-
tes de mi árbol geneal ógico , del seno de mi madre y de
cada etapa de m i vida: nacimiento, infancia, adolescencia ·
y edad adulta.
Padre, sáname en mi imaginación de todo idealismo
soñador, de la huida de la realidad , de toda fantasía enfermi-
za, de rodo engaño , de roda alucinación y de roda delirio.
Padre, por el Nombre de Jesús , sáname en mi corazón
de roda herida, de toda aurocompasión , de roda cerrazón y

117
dureza , del rec hazo de perdonar, del resentimiento , de los
recelos malintencionados y de la maldición.
Padre del C ielo, sáname en mi voluntad de wdo espíri-
m de dominio, de la tentación, de la obsesión, de la opre-
sión, de la p osesión, del em brujam ienro, de la hipnosis, de
wdo voluntarismo orgulloso, de coda actitud intoleranre y
sectaria, de wda de bilidad, indecisión y desviación.
Padre muy am ado , sáname, por m Hij o J esús de Naza-
ret, de codo desequilibrio en mi sensibilidad , mi afectivi-
dad, mi emotividad, mi sexualidad, de codo sentimiento
de rechazo , de verg üenza, de vacío , de culpabilidad persis-
tente, complej o de inferioridad, timidez, de toda ansie-
dad , inquietud, mied o, insomnio, tristeza, de la desgana
de vivir, de las id eas suicidas, de toda esclavimd de ladro-
ga, el alcohol, el tabaco y de cualquier otra dependencia.
Padre Creador, por la Sangre de CristO, sáname de coda
desviación que me venga de herencia, de la educación reci-
bida en mi tierna infancia, de las presiones ejercidas sobre
mí en mi ambieme familiar, escolar, comunitario , social ,
eclesial , de wdo acontecimiento pasado que haya vejado
mi libertad interior y mi audacia por ti .
Padre Todopoderoso, sáname de codo lo negati vo, de
todo lo doloroso que haya sufrido mi pequeño ser, y que
está relegado en mi inconsciente o mi subconsciente.

(Recitar tns veces la siguiente oración)


Padre nuestro, en el Espíritu Santo y por el poder y la

118
amoridad de Jesús de Nazaret, corto rodos los lazos nega-
tivos existentes en mí y en mi familia. En este momento,
cierro de forma definitiva todas las puertas gue hayan podi-
do abrirse en mí y en mi familia. Amarro todos los poderes
de las tinieblas al árbol de la Cruz de CristO hasta el fin de
los tiempos. En el nombre del Padre, del H ij o y del Espí-
ritu Santo. Am én .

(A continuación )
Padre del Cielo, lávame, purifícame, límpiame. Como a
un recién nacido, sumérgeme en un baño de amor, un
baño de ternura y misericordia . D errama sobre mí el agua
de mi bautismo, el agua del Espíritu Santo, para gu e sea
puro como la Virgen María. H az fluir tu fuente de vida.
Ahora Padre, ya que has expulsado las tinieblas de m i
cuerpo, de mi alma y de mi espíritu, ven a colmarm e con
sobreabundancia en rodos mis vacíos.
Por el Espíritu Sanro despierta en mí, Señor, tus siete
dones sagrados, reanima en mí los dones de Sabiduría,
Inreli gencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Sanco
Temor de Dios.

Lléname, Señor, de todos los fruros del Espíritu San-


ro con sobreabundancia:
• Señor, has destruido el odio en mi corazón. Dame,
Señor, más amor, sí, mucho más amo r, aún más amor,
Señor, más , más, más amor en mí y en mi familia.

119
o Señor, has destruido la tris teza en mi corazón. Dame,
Señor, más alegría, sí, más aleg ría, Señor, más, más, más
alegría en mí y en mi familia.
~ Señor, bas destruido las di vision es en mi corazón. Dame,
Señor, m ás paz , sí, mucha más paz, más , más, más paz
en mí y en mi fam ili a. Envía un espíritu de reconcilia-
ción a mi corazón y a mi familia.
" Señor, bas destruido la cólera y el jui cio en mi corazón.
Dame , Señor, más paciencia e indul gencia, sí, mucha
más pacien cia e indul gencia, más , más, más paciencia e
indulgencia en mí y en m i familia.
o Señor, has destruido la duda y la violencia en mi cora-
zón. Dame, Señor, más bondad y dulzura, más, más,
más bondad y dulzura en mí y en mi familia.
e Señor, has destruido el orgullo y la maldición en mi
corazón. Dame , Señor, más humildad y bendi ción , sí,
más humildad y bendición, más, más, más humildad y
bendición en mí y en mi familia. Que solo salgan de mi
boca palabras condescendientes.
• Señor, has destruido las dependencias y los bloqueos en
mi corazón . Dame, Señor, más libertad en ti , sí, más,
más , más libertad en ti, Señor, en mí y en mi familia.
• Señor, has destruido la impureza y los falsos ídolos en
mi corazón. Dame , Señor, más pureza y espíritu de ado-
ración y alabanza, sí, más, más, más pureza y espíritu de
adoración y alabanza en mí y en m i familia. ¡Qué Tú
seas el primero en mi vidal

120
Padre de Misericordia, concédem e despenar y dar los fru-
tos de una conversión auténtica, y encontrar mi verdadera
libertad en hacer ru voluntad.
Señor Jesús , Cordero de Dios , ejerce ru Señorío y tu
Realeza en rodos los ámbitos de mi persona.
Cúbreme, Jesús, con tu Preciosa Sangre y protégeme de
rodo mal, protege a rodos los que llevo en el corazón .
Inúndame, Señor, con tus ríos de Gloria a fin de que
proclame sin cesar, día tras día, tu alabanza.
Espíritu Santo , revélame rodos tus carismas, tus dones
y tus regalos del Cielo para la Gloria de Dios.
María, Madre de Dios y Madre mía, enséñame a decir
siempre SÍ al Amor, de forma incondicional y rotal, como
tú.
Pido también la asistencia de codos los Ángeles y de
rodos los Santos del Cielo, día tras día, para siempre en mi
vida.
G loria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

(De Tbien-y Fourchaud, inspirado en zma oración de las Hennanas de


C1·isto Rey. E;t1·aído de/libro Seré sanado).

Novena a la Inmaculada Concepción

Naciente aurora de pureza, María Inmaculada,


con alegría glorifico al Padre que quiso que fueras

121
revelación del don del amor infinitO ,
sacramenco vivo y eficaz del Espíritu Sanro ,
de quien Crisw fue concebido en ti
para la salvación del mundo.
Mujer vestida del Sol,
lléname de paz para reflejar
los rasgos de Cristo,
hazme disponible para acoger
la plenirud de la divinidad
que nos es dada a rravés de ti.

V. Bellísima, María,
R. La mancha original no está en ti .

V. Eres la Gloria de Jerusalén,


eres la alegría de Israel,
eres el honor de ru pueblo.
R. Eres la abogada de los pecadores.

V. ¡Oh María, Virgen prudentísima!


R. ¡Oh Madre Clemenrísimat

V. Ruega por nosotros .


R . Incercede por nosorros ame J esucristo nuestro Señor.
Amén .

122
Novena a Santa Ana

Sama Ana, Dios te eligió y te confió una misión de acogi-


da y de amor. Cuando sufrimos ; cuando la duda, el miedo
y la angustia nos invaden, tú nos abres cus brazos de ter-
nura y, como una abuela, nos estrechas contra cu corazón .
Nos repites estas palabras de Dios que atraviesan la Histo-
ria: "Vales mucho para mí y te quiero" .
Sama Ana, haz que esta palabra ilumine mi vida. Ayú-
dame a descubrir todo lo bueno y lo bello que Dios ha
sembrado en mí y en los demás. Contigo quiero entrar en
la admiración de María, tu hija amadísima, volverme hacia
Dios y decirle a mi vez: "Tú también vales mucho para mí
y re amo"
Gracias, Santa Ana, por continuar hoy m misión de
amor en medio de nosotros. Amén.

Novena a San José

José, rú , el humilde y sencillo trabajador,


escogido para ser el padre del Hijo de Dios,
ayúdame a leer Jos signos de Jos tiempos.
Tú que has tenido la gracia de vivi r y
era bajar con Jesús,
ayúdame a descubrirlo en la vida cotidiana.
José, tú que tuv iste dificultades para entender

123
los caminos de Dios,
ayúdame en mi misión
con la fuerza del Dios de la Vida.
Tú, el carpintero, dame el talento
de construir un mundo coo corazóo.
Tú gue ateodiste las demaodas del hermaoo Andrés ,
escucha mi oración y da la paz
y la justicia a nuestro mundo. Amén.

Novena de sanación de nuestras familias

Es un paso de verdade1·a conversión, de ruptura de ataduras y de


p1'eparaáón pm'a la liberación. eom;iene ap1'wechm' este tiempo
para 7"econciliarse con el Seii01; sob1·e todo en relación con los lazos
y las práct ica.r ocu1ta s.

Decir cada día, durante nueve días, las oraciones siguientes:


l. Secuencia del Espíritu Santo.
2. Oración del perdón en el Espíritu Santo.
3. Oración para la reconciliación y sanación de nuestras
familias .
4. Oración para la reconciliación con los niños abonados o
no nacidos (si los hay).
S. Oración de sanación interior.
siete Padrenuestros; siete Avemaría; siete Glorias; un Cre-
do.

124
Con el fin de persevera1' hasta el final en la espem del cumpli-
miento total, después de la misa de sanación de nuest1·as.famifias,
podemos continua~· cada día con las oraciones de esta novena
dumnte un cierto tiempo para n'ecer en la fe, fa liberación y la
sanación hasta las 1·aíces.

Secuencia del Espíritu Santo


Ven Espíritu Santo
y envía desde el cielo
un rayo de ru luz.

Ven Padre de los pobres,


ven a darnos tus dones ,
ven a darnos ru luz.

Consolador lleno de bondad,


dulce huésped del alma,
suave alivio para el hombre .

Descanso en el trabajo ,
templanza en las pasiones ,
alegría en nuestro llamo.

Penetra con ru santa luz


en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.

125
Sin tu ayuda divina
no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.

Lava nuestras manchas, [por la Sangre de Cristo}


riega nuestra aridez, [por el agua del Costado de Cristo}
cura nuestras heridas [por las samas Llagas de Cristo}.

Suaviza nuestra dureza, [por tu unción soberana}


enciende nuestra frialdad, [por tu llama de Amor}
corrige nuestros desvíos [por el esplendor de tu verdad).

Concede a rus fie les,


que en ti confían,
ms siete sagrados dones.
Danos virtud y méritO ,
danos la salvación de nuestras almas,
danos la eterna alegría. Amén.

Oremos: Espírim Santo, mi Señor y mi Dios, rú eres el


Señor que da la vida, el dispensador de las bendiciones
divinas. Manifiesta tu Poder en mi ser. Renueva en mí el
don de tu gracia. Has hecho de mí un hijo de Dios en
Jesús, el Hijo único engendrado. Desciende en mí ahora,
Espíritu del Señor. Amén.

126
Oración del perdón en el Espíritu Samo
( P erdona~- a los que nos ofenden y pedir perdón a Dios)

Con la ayuda de ru gracia, oh Dios mío, que has perdona-


do mis pecados, yo también deseo perdonar sin condición,
de todo corazón, a todas las personas que me han ofend ido
o herido , perseguido o rechazado, dañado o perjudicado,
intencionadamente o no. Perdono a codos mis enemigos y
a mis antepasados . Abandono rodo rencor, roda amargura,
todo deseo de venganza, todo resentimiento y rodo odio o
rebeldía.
Perdono en particular a (decir los nombres de las personas
que nos han ofendido, aunque hayan fallecido). Perdono espe-
cialmente a las personas que más me han herido en la vida,
a roda persona que haya utilizado contra mí o los míos
fuerzas malignas (brujería, maleficio, veneno, fetichismo,
magia, intriga, abuso de autoridad) para hacerme fracasar
o enfermar, o que haya atentado contra mi vida.
Hoy perdono a estas personas y te pido que las bendigas
en rodas las cosas y en codos los ámbicos. En el nombre dé
Jesús, las libero de roda deuda hacia mí, bago las paces con
ellas, las bendigo y las confío a tu misericordia.
Señor, te ruego que perdones mis pecados contra ti y
contra los hombres, particularmente mis miedos , mis
dudas, mis quejas, mi autocompasión, mis desesperacio-
nes y mis abatimientos, mis acusaciones, mis críticas y
mis juicios hacia el prójimo . Cúrame de las heridas que

127
me hao causado los otros y rom pe rodos los lazos que enca-
denan mi libertad de hijo de Dios.
Te doy graci.as, Señor, por el perdón, la paz y la aleg ría
que me concedes ahora .

Oración para la reconciliación


y la sanación de nuestras familias
(Para confesm· los pecados de los antepasados y difuntos y ¡·econ-
ci!iarse con ellos)

Gracias, Señor, por el don de la vida y por rodos los bienes


con los que has colmado a la familia que escog iste para
nosotros desde el momento de nuestra concepción, de
nuestro nacimiento y de nuestro bautismo. Tú sabes,
Señor, los sufrimienros y las dificultades que encontramos
en nuestras familias.
Señor J esucri sto, tú eres el Siervo Do liente que has roma-
do sobre ti la iniquidad , las faltas y los castigos de rodos y
nos has ofrecido la san ación y la liberación . Tú eres el Jus-
to que carga con el p ecado de rodos e inrercedes por los
criminales (Is 53, 12). Tú fuiste a predicar a los espíritus
de los muerros para salvarlos (lP 3, 19).
Vengo ante ti en nom bre de rodos los miembros de mi
familia . Dígnate aceptarme como el portavoz , el represen-
more de todos mis antepasados, de rodos los miembros
difuntos de todas las líneas genealógicas, de todas las
generaciones que no esrán todavía en tu Luz y en tu Amor.

128
Dígnate cubrirlas con tu Preciosa Sangre. Que las aguas
de mi bautismo fluyan sobre rodas las generaciones de mi
árbol genealógico. Tú, Jesús, nos has reconciliado con
Dios , Padre de las Misericordias y de todo consuelo, y nos
has confiado el ministerio de la reconciliación (2Co 5,18).
Invoco el perdón de ru Cruz sobre todos eJJos. Levanto y
planto la Cruz de Jesús en rodas las generaciones que me
han precedido. Quiero perdonar yo tambi én, bendecir a
todos los antepasados que han dejado influencias negativas
en nuestra descendencia ( deci1' sus nomb1'es y ofensas ensilen-
cio). Por ti, oh Cristo Misericordioso, nosotros , Jos descen -
di entes de (decir los nombres), les perdonamos desde lo más
hondo del corazón y les bendecimos. Les aseguramos , en
nombre de Jesús, que ning uno de entre nosotros , ningún
vivo conocido por eJJos, tiene nada en su contra, ni los
juzga, ni los critica, ni Jos condena por ningún acto que
hubieran cometido du rante su vida terrestre.
Por tu Corazón Traspasado, oh Jesús, les pedimos per-
dón desde Jo más hondo del corazón si les hemos ofendi-
do, acusado, rechazado , dañado, maltratado , abandonado,
si a causa de nosotros han sido desgraciados, heridos , víc-
timas del odio, de la violencia, de la vergüenza, del ham -
bre, de la injusticia y si no les hemos amado como lo
deseaban.
Ahora, queremos confesar Jos pecados e iniquidades de
nuestros padres (Le 26, 40) y arrepentirnos por eJJos. Señor
Misericordioso , te pedimos perdón por todos Jos pecados

129
de los g ue ni se arrepintieron ni te p idi eron perdón (decir
en silencio e.ros pecados) .
Me arrepiento de rodo homicidio, aborto , injusticia gue
han cometid o, de rodas sus disputas familiares , por cues-
ti ones de bienes y propiedades, que nos han d ividido.
Me arrepiento de toda perversión mora] y de roda
implicación gue han tenido en el ocultismo, e] espiritis-
mo , el esoterismo, el vudú, el fetichismo, y renuncio a
ella.
En su nombre, rechazo a Satanás y a rodas sus obras
maléficas . Me arrepiento especialmente de su t rasgresión
de] primer m andamiento de Dios y de su adoración a dio-
ses falsos y a ídolos. Renuncio y me opongo for m almente
a todas sus malas prácticas y a rodas las consecue ncias de
sus ataduras mentales. Arrojo l ejos de nosotros todo Jo gue
ha pod ido ser desdichado y desordenado en los matrimo-
nios de mi fam ilia. Pongo fi n a rodos los odios enraizados
en mi familia.
J esús, gue tu divina Misericordia les perdone rodos sus
pecados. Que tu Preciosa Sangre los lave de roda iniqui -
dad, corte rodos sus lazos. Q ue por ]a g racia del sacrificio
eucarístico de Cristo muerto por ellos sean reconciliados
con los vivos y con Jos muenos y entren en ]a paz y la
comun ión de tu amor, en la alegría eterna de Cristo Resu-
citado.
Que todos sus desce nd ientes afectados por sus desobe-
die ncias y rebeld ías sean desatados de roda maldición,

130
sanados y liberados en Nombre de Jesús. No permitas que
sus pecados sigan afligi endo a nuestra familia.
Pedimos perdón también a rodos los niños difuntos, los
muertas prematuros, los que nacieron muertas , los niños
no nacidos de nuestra familia y de nuestro linaje genealó-
gico, especialmente los bebés abortados, las víctimas de
abortos naturales o de embarazos exrramerinos a los que
hemos herido, rechazado, ignorado, por los que no hemos
rezado ni encargado misas. ¡Que Jesús los acoja en su
Corazón Traspasado 1 ¡Que María, la Madre Inmaculada,
los rome en sus brazos y los consuele 1 ¡Que sean desatados
de todos los bloqueos que pesan sobre ellos y sobre los
miembros de sus familias!

Decir j11ntos, tres veces)' en voz alta. la siguiente oración:


Ahora, en el nombre de Jesús y por su autoridad, me
opongo a toda maldición y rompo roda maldición echada
contra cualquier miembro de mi familia. Invoco sobre
nosotros la Sangre de Jesucristo . En el nombre de Jesús ,
rompo roda herencia psíquica negativa y todo lazo o domi-
nio diabólico que pesa sobre mi linaje familiar por culpa
de la desobediencia de cualquiera de mis antepasados.
Renuncio a todas las obras de Satanás así como a las prác-
ticas ocul tas de mis antepasados y me adhiero a Jesucristo ,
m i Señor y mi Salvador, ahora y por siempre. En el nom-
bre de J esucristo , declaro cortados todos los lazos entre
nosotros y cada uno de los miembros de nuesrra familia ,

131
vivos o difuntos. ¡Oh Señor, Dios nuestro, te damos gra-
cias, te bendecimos y te glorificamos 1 Amén.

Oración para la reconciliación con los niños aborta-


dos o no nacidos
Brevemente, estos son los actos que deben realizar 1m hombre o
una mujer culpables de aborto:

• Confesad vuestro pecado ; pedid perdón a Dios por


haber rechazado el don del niño y arrepentíos para repa-
rar.
• Dadle un nombre al niño, bien pidiendo a .Jesús Euca-
ristía que os lo inspire, bien eligiéndolo vosotros mis-
mos.
e En la oración, pedid perdón al niño por las heridas del
rechazo o por no haberle dado una sepultura decente.
<> Orad por su sanación y por vuestra sanación imerior;

declaradle vuestro amor, vuestro deseo de acogerlo


como regalo.de Dios, de darle la vida.
• Encargad una misa por ese niño y asisrid a ella para dar
gracias a Dios y devolvérselo librememe con la oración
siguiente:

Ü1•ación
La vida de rodo ser humano está en tus manos, Señor .Jesús,
y dijisre: "El que acoja a un niño como este en mi nombre,
me acoge a mí (Mt 18,5)".

132
Acepto ahora el niño que m e diste, lo acojo en tu amor
y declaro que lo amo como tú lo amas; lo recibo de ti como
un gran regalo, en mi seno, para que crezca, mes tras mes,
hasta su nacimiento. Deseo darle la vida para que sea
feliz.
Este niño muy amado, te lo devuelvo de todo corazón,
lo entrego a tu Madre, a mi Madre, a su Madre, la Virgen
María, al pie de la Cruz, para que lo ponga en tu costado
abierto, en tu Corazón Traspasado. Oh Jesús, Señor Mise-
ricordioso, cúrame y libera completamente mi espíritu de
todo recuerdo doloroso y de todo trauma. Libera a mi hijo
y a mí mismo de todo dominio del espíritu de muerte.
Sana a mi hijo de todas sus heridas de rechazo y de falta de
amor. Cólmalo de tu paz y de tu alegría para que exulte en
ti eternamente . Amén .

Oración de sanación interior


Señor Jesús, te pido que me manifiestes tu amor miseri-
cordioso y vengas a 5canar en mi existencia pasada todo lo
que necesita ser sanado . Tú me conoces mejor que yo mis-
mo ya que, mucho antes de mi concepción, tú me amabas.
con un amor único. Desde su inicio, mi vida está en tu
mano. Tócame en el instante de mi concepción. Si mi con -
cepción no tuvo lugar en un clima de amor con el deseo de
darme la vida, sino más bien en la coacción, el miedo o la
violencia, ven a sanarme, Dios de ternura y de bondad.
Libérame de rodo lo que haya podido tener una influencia

133
negativa en mí y me produce desgana de vivir o me con -
duce a veces a desear la muerte.
Bendíceme en cada etapa de mi crecimiento de embrión
y de fero. Expande tu amor en cada repliegue de mi cora-
zón.
Si mi madre experimentó miedos, angustias o traumas
cuando me esperaba, si me he sentido no deseado o recha-
zado por ella, si el padre que me engendró tampoco me
deseó, ven a hacerme sentir, oh Dios mío, cuánto valgo
para ti, que me cuidas como a la niña de tus ojos . ¡Que
Jesús, en el seno de María, me haga a mí también vibrar
de alegría en el Espíritu Sanrol Dame un g ran deseo de
nacer y cúrame de los choques físicos y afectivos que
pud ieron perjudicar mi nacimiento , cuando hice irrup-
ción en el mundo de los hombres. Por el poder de tu amor
y de tu gracia, borra rodas las secuelas físicas y psicológi-
cas de las heridas y traumas de ese momento.
Gracias por haber estado allí para recibirme en tus bra-
zos tranquilizadores. Te presento los primeros años de mi
infancia; rodéalos de tu Luz. Si be sufrido por la frialdad
de mi padre o de mi madre, si no me han dado el amor y
la seguridad que necesitaba, si be tenido carencia de afee-
ro, de caricias tranquilizadoras, por tu Espíritu de Amor,
envía a tu Madre María para que me envuelva en sus bra-
zos, me arrulle y me llene de su ternura. Que Ella me
acoja tal como soy, con mis debilidades de niño pequeño y
que Jesús venga a besarme, a bendecirme y a imponerme

134
las manos como lo bacía cuando los discípulos regañaban
a los niños que querían acercarse a él (Me 1O, 13-1 6). Si me
be semido agobiado por el amor demasiado posesivo de
mi madre, aplastado por la autorid ad de mi padre, libéra-
me, Jesús . Sana también los recuerdos dolorosos de sus
disputas y de sus tensiones de pareja, que perturbaron mi
sensibilidad de ni ño y me asustaron haciéndom e temer
que se separaran y me abandonaran.
D e todo corazón, Señor, perdono a mi s pad res las heri-
das que sus actos, palabras y comportami entos han podido
provocar en mí. Me alegro y te doy gracias, Señor, por
haberme dado la seguridad de que, si mi padre y mi madre
me abandonan, tú me acogerás (Sal 27,1 O) y jamás me
olvidarás (Is 49,15).
H az, Señor Jesús, tú que me d iste a tu Padre, que el
Espíritu Santo m e colme de amor, me haga dichoso y libre
y pued a g ritar ¡Abbá, papá!, con tado mi ser. Si m e be
sentid o solo , abandonado y rechazado por los míos o por
aq uellos con los que contaba, dame, por tu amor sanador,
un sentido nuevo de mi dignidad y una sabia estim a de mí
mismo (Rm 12,1 3). Sé tú mi consuelo allí donde los otros
no han sid o buenos conmigo .
Libérame, oh Padre tOdopoderoso , de la carga de roda
maldición fam iliar, ancestral o maléfica que pudiera cau-
sar mis fracasos, enfermedades o frustraciones. Dame una
confianza y un valor renovados, para hacer frente a las
pruebas de este mundo. Sé q ue t u amor, oh Padre, m e

135
sostendrá en el rropiezo y en la caída. Sana las heridas de
los combares que me han rraumarizado y me han llevado a
encerrarme en mí mismo y a levanrar barreras entre los
orros y yo. Sáname de las heridas ancladas en mí que me
han endurecido y que he reprimido: las envidias hacia los
que eran preferi dos a mí en la familia o en el colegio, las
rebeldías, las humillaciones, las injusticias, la soledad, la
amargura de ser marginado, las burlas, los insultos o las
calum nias.
Señor J esús, dame la gracia de perdonar a aquellos que
no me han amado, de li berarlos de roda deuda hacia mí.
Sáname de todos los uasrornos o traumas de mi infancia o
de la sexualidad, inquietud, vergüenza, culpabilidad .
Lávame de rodas las manchas del cuerpo y del alma y sana
las heridas que me han causado abusando de mí, violando
mi inregridad física, encadenándome mediante desviacio-
nes sexuales q ue me impiden rener relaciones verdaderas
conformes a tu voluntad . Ayúdame a afi rmarme en mi
personalidad de hombre o de mujer.
Que la Virgen María, la Madre Purísima, la Inmaculada
Concepción, ore por mí y me sane de estos uasrornos.
Sáname, Señor, de las heridas de mi afectividad ligadas a
experiencias amorosas imposibles o que, por una razón u
otra, no podían llegar a buen fin. Enséñame a abandonar-
m e a tu amor que colma mi deseo de amar y de ser amado,
a entregarte aquello que ha podido ser un fracaso con res-
pecto a mi vocación, al compromiso profesional o social

136
que he romado, con respecto a mi vida sentimental o a mi
vida de pareja.
Gracias, Señor, por haberme acompañado durante mi
infancia y mi adolescencia, por tu Amor, tu Luz, tu Ver-
dad. Perdóname si llego a olvidarte, a pensar que tú no me
quieres y que tú no estabas presente en mis sufrimienros.
Sáname de los semimienros de culpabilidad que siento
frente a ti a causa de mi miedo a ser juzgado o castigado,
por mis rebeldías conrra ti cuando permitiste que murie-
ran, me abandonaran o engañaran personas a las que yo
quería especialmente.
Perdóname las experiencias destructivas a las que me he
entregado en el campo del alcohol, la droga, la pornogra-
fía.
Sáname de las araduras que be contraído a través de las
técnicas de concentración mental, búsqueda de soluciones
a mis problemas por medio del ocultismo, del espiritismo,
del esoterismo .
Señor, invoco tus Samas Llagas para sanarme. Invoco tu
Sangre derramada li bremente por amor a mí en la Cruz
para ser perdonado y limpiado de mis pecados.
¡Ten misericordia de mi, Señor! Yo te doy gracias por tu
gran amor hacia mí. Restáurame y dame una gracia reno-
vada para amar y crecer en tu amor. Sana mi inconsciente .
Yo me entrego ente ramente a ti: cuerpo, inteligencia y
espíritu. Pongo en tus manos mis ideas , mis sentimientos,
mis palabras, mis comportam ientos, todas mis riquezas, y

137
también rodas mis fragilidades , mis heridas , mis límites,
mis tibiezas , mis durezas de corazón e incluso el odio que
me habita. Ilumínalos con ru luz para que se t ransformen
en acws de amor, de ternura y de paz.
Jesús, mi pasado y mi fururo están hoy en tu Corazón
Misericordioso. Mis heridas ya no serán heridas pues ru
inmenso amor las ha sanado; serán experiencias para cons-
truir m1 porvenir contigo . ¡Gracias, Jesús, por haberme
hecho como soy y por haberme salvado! ¡Aleluya 1 Amén.

Rosario
(Po1· el Pad1·e Gbislain Roy)

Queremos unirnos al Inmaculado Corazón de la Santísima


Virgen María y al Sagrado Corazón de Jesús para vivir este
rosario cogidos de la mano de María. Queremos traerle
rodas nuestras preocupaciones , rodas nuestras inquietudes
y acoger su amor y su paz.

Después de cada decena:


Oh Jesús mío , perdona nuestros pecados, líbranos del fue -
go del infierno y lleva al cielo a todas las almas , especial-
menee las más necesitadas de tu misericord ia.

Oración de Fátima :
Dios mío, yo creo, adoro , espero y ce amo. Te pido perdón
por los que no creen , no adoran, no esperan, no te aman.

138
1m;ocaciones:
Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío .
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
María Reina de la paz, ruega por nosotros.

Misterios gozosos

La Anunciación
El Ángel visita a María para anunciarle gue será la Madre
del Salvador. ¡Cómo no ofrecer esta primera decena por las
intenciones de paz de nuestro mundo'
Necesitamos paz. Como decía María: "La paz comien-
za primero en vuestros corazones , toda g uerra se ha ini-
ciado primero en los corazones."

La Visitación
María vi sira a su prima Isabel . María es portadora de J esús,
lleva la alegría, la Buena Nueva. Jesús, te ofrezco mi cora-
zón para gue sea yo también quien lleve la Buena Nueva.
Abre mi corazón a tu presencia. Extiende ru mano sobre
mí, dame la alegría de la Visitación en mi tris reia, en mi
prueba, en la enfermedad.

El Nacimiento de Jesús
Contemplamos a María gue da a luz a J esús . La contem-
plamos porgue está presente en roda alumbramiento.

139
Cada día, quiere engendrarnos en el Amor del Padre.
Abandono. Confianza. Confianza. Abandono .

La Presentación de Jesús en el templo


María y José presentan a Jesús en el templo . María y José
re presentan a Jesús para gloria del Padre. Cuando aceptas
abandonarte entre sus manos, descubres la paz. Que cada
Eucaristía pueda ser la ofrenda de ru vida entera al Amor
de J esús, a su Cuerpo, a su Sangre. Dé jale acruar.

El Niño Jesús perdido y hallado en el templo


¡Qué pena, qué sufrimiento para María y José, cuando
buscan a Jesús 1 Busca y encontrarás, llama y se re abrirá.
Rezamos por todas las familias, por todos los jóvenes, por
rodos los que buscan a Dios.

Misterios dolorosos

La Agonía de Jesús en el huerto


Entrar en nuestra pobreza, entrar en nuestro sufrimiento,
aceptar nuestra enfermedad, volvernos hacia Él. Padre , si
es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga Mi
voluntad, sino la Tuya. ¡Qué se haga Tu voluntad , Señor!

La Flagelación de Jesús
Contempla a Jesús doliente, Jesús azotado. Un día dijo

140
Jesús a sor Faustina: "Una sola hora de meditación sobre
mi Pasión vale un año de flagelación hasta la sangre".
Medita, contempla a J esús en su Pasión y encuentra la
fuerza que tu corazón necesita. Encuentra el ánimo solo en
Él.

La Coronación de espinas
J esús, pon tu Corona de Espinas sobre m1 cabeza. Sana mi
corazón , mi alma, mis pensamientos . Alivia mi memoria
de los aconrecimienros del pasado que todavía m e pertur-
ban, m e golpean , me hieren .

Jesús carga con su Cruz


Jesus ll eva tu cruz . Dale ru cruz. Dale lo que no consigues
aceptar. Él carga con todo. Él se ha echado encima nuestra
carga, se ha echado encima nuestras heridas. Carga con ru
pasado, con ru enfermedad, con aquello a lo que no consi-
g ues decir "sí". Él te da en este momenro su fuerza .

La Crucifixión y muerte de Jesús


Contemplamos la Cruz de Jesús. Con María estamos al pi e,
de la Cruz. Dijo María en Medjugorje: "Queridos hijos ,
cuando sufrís, cuando os encontráis con una prueba, una
dificultad, pensáis todos que Jesús y yo estamos lejos de
vosotros . Nosotros, queridos hijos , estamos siempre muy
cerca de vosotros, a vuestro lado y os queremos. " Dejemos
que María nos ayude en todas las cruces que encontramos.

141
Misterios gloriosos

La Resurrección de N uestro Señor


Aumenta nuesrra fe , Señor Todopoderoso, ya que nada es
imposibl e para Ti. Señor mío y Di os mío, yo creo, yo
confío en Ti . Jesús, ayúdam e a decir a m enudo es tas pala-
bras en todas las circunstancias; que manifiesten tu Poder
de Vida y Resurrección a m i lado. Jesús, confío en Ti.
(3 veces)

La Ascensión de Nuestro Señor


Contemplo a Jesús q ue asciende al ciel o. Yo creo, J esús,
que en el cielo sigues estando conmig o en todas las cir-
cunstancias. Cada día quiero practicar tu presencia a mi
lado. Tú estás conmigo, yo estoy contigo . Dame , Jesús , el
acoger el cielo todas las veces que rezo , que celebro la
Eucaristía. Cada vez que mi corazón se une a Ti , el cielo se
derrama en mi alma. Creo, Señor.

La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles


Ven, Espíritu Santo , Espíritu de Pentecostés, a renovar la
faz de la tierra. Ven María, Esposa del Espíritu Santo , a
guiarnos, a acompañarnos. Ven, Espíritu Santo , allí donde
he dejado de creer en el poder de tu presencia. Ven , Espí-
ritu Santo, a renovar nuestras familias , nuestros corazones,
cada una de nuesrras vidas. Ven, Espíritu de Pentecostés,
ven.

142
La Asunción de la Virgen María
María sube al cielo con su cuerpo. María ruega por noso-
rros , intercede por nosotros, Tú, la Madre de Dios. Quere-
mos honrar tu Corazón, amarlo, puesto que nos visitas
como nunca en estos tiempos que vivimos. Gracias por tu
presencia en esta oración, Madre de Dios y Madre mía.
Acojo, por tu presencia, el cielo conm igo y la saríación en
mí.

La Coronación de María en el Cielo


Cuando contemplamos este Misterio, contemplamos al
m ismo tiempo ese día en que Dios nos acogerá con Él en
el cielo. Deseemos el cielo. Deseemos estar en Su Presen-
cia. Deseemos estar en la Presencia de María. Aspiremos a
la alegría, a la dicha del cielo. Dejemos que resplandezca
en nosorros el amor, la paz, la alegría del cielo.

Misterios luminosos

El Bautismo de Jesús en e l Jordán


Consideremos a Jesús en su Bamismo en el Jordán. En ese
momento, instituyó el sacramento del bamismo y, por
este sacramento, hemos sido hechos hijos de Dios. Pida-
mos pues la gracia de comprender en profundidad la gran-
deza de nuesrra condición de bamizados y de ser fieles a
nuestras responsabilidades bautismales.

143
Primer milagro de Jesús, en Caná
Consideremos a Jesús real izando su primer milagro en las
Bodas de Caná a petición de su Madre. Revela así que es el
Hijo de Dios y el Mesías esperado . Pidamos, pues, la gra-
cia de poner toda nuestra confianza en este Jesús , nuestro
Salvador todopoderoso que lo puede roda por nosotros .

J esús anuncia la venida del Reino de Dios


y nos invita a la conversión
Consideremos a Jesús predicando por los caminos de Gali-
lea y en las sinagogas. Revela el Reino de Dios que Él ha
venido a instaurar y nos invita a la conversión. Considere-
mos, pues, la gracia de estar a la escucha de su Palabra,
que impregne nuestra vida y nos transforme sin cesar en
nuestro camino hacia el cielo.

La transfiguración de Jesús en el Monte Tábor


Consideremos a Jesús transfigurado en la montaña ante
sus tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Deja traslucir,
en su ser, un poco de su divinidad. Pidamos, pues , para
nosotros la gracia de dejarnos transformar cada día, poco a
poco, en el Amor, para llegar un día, en el cielo, a nuestra
propia transfiguración.

La Institución de la Eucaristía
Consideremos a Jesús, en la noche del Jueves Santo, insti-
tuyendo la EucaristÍa para perpetuar su presencia entre

144
nosotros. Pidamos, pues, la gracia de comprender mejor la
grandeza de la misa, gue es la renovación del Sacrificio de
la Cruz, y de disfrutar más a menudo y con mayor fervor
de la comunión, donde recibimos a Jesús en nosotros para
nucrirnos y transformarnos.

Letanías lauretanas

Señor, ten p iedad, Señ01; ten piedad.


Cristo, ten piedad, C1'isto, ten piedad.
Señor, ten p iedad, Seíz01; ten piedad.
Crisro óyenos, Cristo óyenos.
Crisro escúcbanos, Cristo escúcbanos.

Dios, Pad re celestial, ten piedad de nosot1'0S.


Dios H ij o, Redentor del mundo, ten piedad de nosot1'0S.
D ios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santa, un solo D ios, ten piedad de no.rotro.r.

Santa María, ruega por nosot1'0S.


Santa Madre de Dios , mega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes, ruega po1' nosot1'os.
Madre de Cri stO, ruega po1' nosot?'OS.
Madre de la Iglesia, 1"uega po1' nosot?'OS.
Madre de la divina gracia, mega por nosotro.r.
Mad re purísima, 1"1./.ega por nosotros .

145
Madre casrís ima, ruega po1· nosotros.
Madre virg inal , ruega po1· nosot1·os.
Madre sin mancha de pecado, 1·uega por nosotros.
Madre inmaculada, ruega po1· nosot1·os.
Madre amable, 1·uega po1· nosot1·os .
Mad re admirable, ruega p01· nosotros .
Madre del buen consejo, ruega p01· nosotros .
Madre del Creador, ntega por nosotros.
Madre del Salvador, 1·uega p01· nosotros.
Virgen prudentísima, ruega por nosot1·os.
Virgen di g na de veneración, mega por nosot1·os.
Virgen digna de alabanza, 1·uega por nosotms.
Virgen poderosa, ruega por nosot1·os .
Virgen clemente, ruega po1· nosot1·os.
Virgen fiel , 1·uega por nosotros .
Espejo de justicia, 1•uega po1· nosotros.
Trono de sabiduría, ruega p01· nosot1·os.
Causa de nuestra alegría, ruega pm• nosot1·os.
Vaso espiritual, 1·uega po1· nosot1·os.
Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
Vaso insigne de devoción, ntega por 1lOSOt1·os .
Rosa mística, 1·uega por nosotros .
Torre de David, ruega pm· nosot1·os.
Torre de marfil , ntega po1· nosot1·os .
Casa de oro , ruega por nosot1·os .
Arca de la Alianza, ruega por nosotros.
Puerta del cielo, 1·uega pm· nosot1·os .

146
Estrella de la mañana, 1'uega por nosotros.
Salud de los enfermos, 1·uega por nosotros.
Refugio de los pecadores, mega p01· nosotros.
Consuelo de los afligidos, Tuega po1' nosot1·os.
Auxilio de los cristianos, ruega p01· nosotros .
Reina de los ángeles, ruega por nosot1·os.
Reina de los patriarcas, ruega p01· nosotros.
Reina de los profetas, 1·uega por nosot1·os.
Reina de los apósroles, 1·uega por nosot1'0S.
Reina de los mártires, 1'uega por nosotros.
Reina de los que confi esan su fe, ntega por nosot1·os.
Reina de las vírgenes, ruega por nosot1·os .
Reina de los santos, 1·uega po1· nosot1·os.
Reina concebid a sin pecado original, ruega por noJOtros.
Reina as uma al cielo, ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, 17tega po1' nosot1'0S.
Reina de la familia, ruega p01· nosotros.
Reina de la paz, ruega p01· nosotros .

Cordero de Dios , que quitas los pecados del mundo ,


Pe1'dónanos, Señ01~
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señ01~
Cordero de D ios, que quitas los pecados del mundo,
Ten miseácordia de nosotros.

147
Bajo tu protección. Nos acogemos bajo tu protección,
Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te
dirigimos en nuestra necesidad , antes bien, sálvanos si em-
pre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bend ita.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
R. Para qu e seamos dignos de alcanzar las prom esas de
nuestro Señor J esucrisco.

Oración . Te ped imos , Señor, que nosotros , tus siervos ,


gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la inter-
cesión de Santa María, la Virgen , líbranos de las tristezas
de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por
Jesucristo nues tro Señor. Amén.

Padre, me abandono en ti
(Charles de Foucauld)

Padre, me pongo en rus manos , haz de mí lo que quieras:


sea lo que sea, te doy g racias . Estoy dispuesco a todo, lo
acepto todo , con tal de que ru voluntad se cumpla en mí y
en rodas rus criaturas. No deseo nada más, Padre . Te con-
fío mi alm a, te la doy con todo ti amor de que soy capaz ,
porgue te amo y necesito darme, ponerme en rus manos
sin medida, con una infin ita confianza , porgue tú eres mi
Padre.

148
Oración de liberación por el propio bautizado

En tu Nombre, oh J esús, y por la auroridad de mi bautis-


mo, rechazo roda influencia negativa procedente de las
tinieblas y la pongo bajo tu Cruz . ¡Que tu Espíritu Santo,
por las manos y en el Corazón de María, me llene de tu
paz, de tu alegría y de tu fuerza! Amén .

149
Anexo

DESCRIPCIÓN DEL CIELO, DEL PURGATORIO


Y DEL INFIERNO EN LOS ESCRITOS
DE MARÍA VALTORTA

Descripción del Cielo- (10 de enero de 1944)

Vi al Padre, claramente, aunque los rasgos de su rostro


fueran de una luz inmat erial. Tal era su belleza que no
intentaré describirla, pues sobrepasa las capacidades
hum anas. Me parecía que estaba en un trono. Se presen -
taba sentado, con una majestad infinita . Le veía junto a
su Hi jo. Veía sus rasgos, lumin osís imos, en sus más
mínimos detalles. Su mirada expresaba un amor in finito.
Vi a Jesús , como un rey. Estaba vestido de blanco, su
vestidura era luminosa, bl anq uísima, como la d e María.
Parecía hecha de luz. Era bellísimo, vigoroso, imponen-
te, perfecto, resplandeciente. Vi claramente las llagas de
sus manos, que brillaban como rubíes des lum brantes, y
la ll aga de su cos tado de la que salían rayos que descen -
dían hasta la Tierra.
El Padre mira al Hijo , el Hijo mira a su Madre. Veo a
San José. Tiene una mirada llena de amor. Es un rostro
bueno, pensativo pero sin ser melancólico, digno; ¡qué
expresión de bondad! Jesús me lo muestra diciendo: "He
aquí al protector de todos los justos". A continuación, veo

151
a mi ángel de la guarda. Está de rodillas, vuelto hacia
María a la que parece venerar. Está vestido de blanco . Tie-
ne la cabeza inclinada, en actitud de profundo respeto.
Veo la Iglesia celeste, la Iglesia triunfante. Arriba están
el Padre, el Hijo y también el Espíritu. Más abajo , como
entre dos laderas azules -un azul que no es de esta Tie-
rra- se encontraban, reunidos en un valle santo, la mul-
tirud de Jos bienaventurados en Cristo , el ejérciro de los
marcados con el sello del Cordero. Esa mul titud es luz,
una luz que es canto , un canto que es adoración , una ado-
ración que es bienaventuranza.
A la izquierda se encontraba la multitud de los confeso-
res y, a la derecha, la de las vírgenes. No vi a los mártires,
pero el Espíriru me hizo entender que los mártires estaban
con las vírgenes pues el martirio devuelve la virginidad al
alma, como si esta acabase de ser creada. Todos, confesores
y vírgenes, estaban revestidos de blanco, del mismo blan-
co luminoso que las vestiduras de Jesús y María.
Se desprende luz del suelo azul y de las laderas azules
del santo valle, como si fueran de zafiro refulgeme. Las
vestiduras, tejidas de diamante, resplandecen . Sobre todo,
los cuerpos y los rostros espiritualizados son luz . Solo los
cuerpos de Jesús y María son de carne y espíritu, vivos,
palpitantes, perfectos, sensibles al tacro y al contacto: son
dos cuerpos g loriosos, pero realm ente "cuerpo". El Padre
eterno, el Espíritu Samo y mi ángel de la guarda son luz
con forma de cuerpo. Todos los bienaventurados que for-

152
man la multirud de los cielos son llamas blan cas gue son
cuerpos espiritualizados .
Todos los confesores miran a la Santísima Trinidad. Todos
los bienaventurados parecen tener la m isma edad : son jóve-
nes , perfectos, de igual belleza. Son copias de Jesús y de
María en más pequeño . No soy capaz de narrar el aleluya
de esta multitud. Es un aleluya poderoso y, sin embargo,
suave como una caricia. Todo jubila y resplandece con más
vivacidad aún a cada Hosanna de la mulrirud a su Dios.

El Paraíso - (25 de mayo de 1944)

Vi a Dios Padre, Esplendor en el esplendor del paraíso:


líneas de una luz resplandeciente, pura, incandescente.
Frente a D ios Padre se encontraba Dios Hijo. Sobre su cuer-
po g lori ficado resplandecía la véstidura real gue le cubría,
sin ocultar la belleza. Majestad y bondad se unían a esta
belleza. D e sus cinco llagas irradiaban cinco espadas de luz
a través de todo el Paraíso, gue incrementaban su resplan-
dor y el de ·su Persona glorificada. No tenía ni aureola ni
corona. Todo su cuerpo emi tía luz, la luz especial de Jos
cuerpos espiritualizados, intensísima en Él y en su Madre.
Su sonrisa era luz, su mi rada era luz, de su frente magnífi-
ca, sin heridas, irradiaba luz. Ahí donde las espinas hicie-
ron brotar sangre y provocaron sufrimiento resplandecía
ahora una luminosidad brillante.

153
La Sama Virgen estaba entre el Padre y el Hijo. Estaba
en el medio, las manos cruzadas sobre el pecho, unas
manos suaves, puras, pequeñas y bellísimas , y su rostro
dulce y perfectO, lleno de amor y de ternura, miraba al
Padre y al Hijo con adoración. Toda su mirada era una voz
de adoración , una oración, un canro. Llena de amor, con-
templaba a su Jesús. Toda su mirada era una caricia. Cada
caricia de sus dulces ojos decía: "Te amo" .
Tambi én hay ángeles. Se parecen más a Dios Padre y
tienen una forma de belleza ind escripti ble. Adoran, y de
ellos emana armonía. Resplandecen como aguas inmóv iles
en las que se refleja un sol ardiente. Su amor es canto . ¡Qué
gran multitud de sanros 1 ¡Qué multitud de ángeles 1 A cada
conjunción de las Tres Personas (la Trinidad), que se repite
a un ritmo incesante·, se producen al mismo ritmo los mila-
gros de las obras de Dios: veo al Padre crear las almas por
amor al Hijo a quien desea dar cada vez más discípulos. El
HiJO, por celo por el Padre, recibe y juzga una primera vez
aquellos cuya vida terrestre finaliza. Entiendo si el juicio es
alegre , misericordioso o inexorable, por los cambios de
expresión de Jesús: esplendor de la sonrisa si se presenta un
santo; luz triste de su misericordia si debe separarse del que
llega para que se purifique antes de entrar en el Reino;
fulgor de ofensa y de dolorosa ira cuando tiene que arrojar
a un rebelde para la etern idad.
El Padre actúa por amor, el H ijo juzga por amor. María
vive por amor, los ángeles cantan por amor. Los bienaven-

154
rurados alaban por amor. Las almas son formadas por amor.
La luz existe porque es amor. El canco existe porque es
amor. La vida existe porque es amor. Ahí entiendo que el
Paraíso está hecho de amor. Es amor, el amor es el que lo
crea todo. Todo reposa sobre el amor. El amor es la cumbre
de la que todo procede.

El Purgatorio (17 de octubre de 1943)

Quiero explicarte en qué consiste el Purgarorio . Las almas


inmersas en esta llama solo sufren por el amor. Cuando se
presentan a Dios (en el momento de la muerte), quedan
investidas de Luz, pero no son dignas de entrar directa-
mente en el Reino de Luz. Para ellas, este momento es una
breve felic idad anticipada que les asegura de su salvación
y les muestra lo que será su eternidad; pero también les da
plena conciencia de lo que hicieron a su alma, frustrándo-
la, en virrud de la justicia divina, de años de bienavenru-
rada posesión de Dios . En ese momenro, quedan inmer-
sas en el lugar de purgación y son investidas de las llamas
purificadoras.
En esto , los que hablan de Purgatorio tie nen razón .
Pero dejan de te nerla cuando quieren definir lo que son
esas llamas. Son un brasero de amor. Purifican las almas
encendiéndolas de amor. Lo hacen para que el alma quede
liberada y se una al Amor del cielo cuando alcance el amor

15 5
que no alcanzó en la tierra. Todo gira en romo al amor,
excepro para los verdaderos muerros. Hablo de los conde-
nados. Para esos muertos, hasta el amor está muerto .
Amando en el Purgatorio, conquistaréis el Cielo que no
supisteis merecer durante vuestra vida. Y, amando en el
Paraíso, regocijaréis al Cielo. Cuando un alma está en el Pur-
gatorio, no hace otra cosa sino amar, re fl exionar y arrepen -
tirse a la luz del amor que encendieron esas llamas para
ella. Además , esas llamas le ocultan a Dios y ese es su tor-
mento. El alm a recuerda la vis ión de Dios que tuvo en el
momento de su juicio particular. Lleva consigo ese recuer-
do. Y, puesto que el solo hecho de haber visto a Dios es
una alegría que sobrepasa toda creación , el alma suspira
por esa alegría. Ese recuerdo de Dios y ese rayo de luz que
la invistió cuando compareció ante Él hacen que vea, con
roda claridad, sus faltas contra el Bien . Lo que constituye
la pena purgativa es esta visión' que la priva de Dios por
años o por siglos . El tormento del purgatorio es la certi-
dumbre de haber ofendido al Amor. A medida en que se
purifica, por el poder del amor, acelera su resurrección al
amor, su conquista del amor. Cuando finaliza esta expia-
ción, el alma alcanza la perfección del amor y es admitida
en la Ciudad de Di os . Hay que rezar mucho por esas almas.
Vuestras oraciones refuerzan el fuego purificador del amor
y, aumentando su ardor, aceleran el proceso de purgación.
Además, con estas oraciones, recibís un renuevo de cari -
dad: caridad de Dios que os agradece vuestra cooperación,

156
caridad de los que penan y os agradecen vuestros esfuerzos
por introducirlos en la alegría de Di os.

El Infierno - (15 de enero de 1944)

Los hombres de este t iem po ya no creen en la existencia del


Infierno. H an ideado un más allá a su gusto, mu y poco
aterrador para su conciencia, siendo que merecen múltiples
castigos. Discípulos más o m enos fieles del Espíritu del
Mal, saben que su conciencia detendría algunas de sus mal-
dades si creyesen realmente en el Infierno, tal como lo ense-
i'ía la fe. He dicho que el Purgatorio es un fuego de amor;
el Infi erno es un fuego de rigor. El Infierno es remordi -
miento , rabia, condenación, odio , odio hacia Satanás, odio
hacia los hombres, odio hacia sí mismo . La palabra "odio"
tapi za sin medida este reino, ruge en las llamas , aúlla en las
risas burlonas de los demonios, solloza y aúlla en las lamen-
taciones de Jos condenados, retumba, retumba, retumba
como una campana que roca a rebato, retumba como un
eterno tambor de muerte, llena todos los recovecos de esta
cárcel, es tormento en sí mismo porque renueva con cada
uno de sus ecos el recuerdo del Amor perdido para siem-
pre, el remordimiento de haberlo perdido delibe radamen-
te, la rabia de no poder recuperarlo jamás.
No podéis imag inar lo que es el Infierno. Reunid todo
lo que atormenta al hombre en la tierra: fuego , llamas,

157
heladas, aguas que sumergen, hambre , sueño, sed, heridas,
enfermedades, llagas , muerte ... Sumadlo rodo y multipli -
cadlo millones de veces: solo tendréis una pálida imagen
de esta terrible verdad.
En m ed io de esas llamas, el alma muerta se retuerce y
aúlla como si de nuevo estuv iera animada por un movi-
miento de vida. Se despierta para entender su error, y mue-
re y renace en cada momento con atroces dolores , pues el
remordim ien to la maca con una blasfemia y esa muerte le
hace revivir un nuevo rormemo. El crimen de haber trai-
cionado a Dios en el tiempo permanece ame el alma para
la eternidad, el error de haber rechazado a Dios en el tiem-
po se le hace eternamente presente, para su rormento.
El fuego responde al fuego. En el Paraíso , es fuego de
amor perfecto; en el Purgatorio, es fuego de amor purifica-
dor; en el Infierno es fuego de amor ultrajado. Puesto que
los elegidos amaron a la perfección, el Amor se entrega a
ellos en toda su perfección. Puesto que las almas del pur-
gatorio amaron tibiameme, el Amor se conviene en llama
que las lleva a la perfecc ión. Puesto que los mal di tos ardie-
ron en todos los fuegos excepto con el de Dios, el fuego de
la cólera de Dios los abrasa para la eternidad.
Pero en medio de ese fuego, también existe el frío, un
frío sideral que se mezcla con el calor insostenible. Los
condenados ardieron en todos los fuegos humanos, pero
solo tuvieron una vida espiritual helada para con el Señor,
su Dios. Les espera ahora el frío helador que los congelará

158
después del fuego que los habrá salado como pescado sobre
la brasa. Pasar de l calor que abrasa al frío que congela es
un tormento en el tormento.
El tercer tormento es la oscuridad. Una oscuridad mate-
rial y espiritual. ¡Vivir para siempre en las tinieblas des-
pués de haber visto la luz del Paraíso, vivir rodeado de
tinieblas después de haber visto la Luz de Dios 1 Debatirse
en el horror negro donde solo se ilumina, a la reverbera-
ción del espíritu abrasado, el nombre del pecado que les
ha merecido estar inmersos en semejante espanto. No
hallar ningún apoyo en este revuelo de almas que se odian
y dañan mutuamente, sino la desesperación que los vuelve
locos y cada vez más malditos . Nm rirse de esa desespera-
ción, apoyarse en ella, morir con ella. La muerte alimentará
a la muerte. La desesperación es muerte y alimentará a
esos muertos para la eternidad. Este horror me causa horror
a Mí, que soy Di os .

159

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