Cultura y Civismo
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Cultura y Civismo
Siempre se mira a la corrupción como algo que afecta al mundo, a la economía pero ¿Qué
pasa con las personas?, ¿Acaso no pertenecen al mundo?, ¿Se puede prevenir este mal que
cada día afecta más a la sociedad?, ¿Se han medido las graves consecuencias que la
corrupción causa al ser humano?, ¿Existirá alguna solución definitiva para la corrupción?
Estas son lagunas interrogantes que parecen tener una difícil respuesta, sin embargo la hay.
La corrupción es el mal de estos últimos años y antes de hacer algo en contra de ella, primero
debemos informarnos y a partir de esto cambiar nuestras propias actitudes antes de exigir al
mundo cambiar. La corrupción se puede prevenir pero esto depende de nosotros, no de la
sociedad.
Concepto de la corrupción
La corrupción es un mal que aflige a todos, es neutral ya que no discrimina país, clase social,
raza o religión. Pero ¿Qué es corrupción? Según su definición denotativa corrupción es
“alterar y trastocar la forma de alguna cosa”, desde el punto de vista de la iglesia es “Toda
forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no contradiga las disposiciones
de la ley civil, retener deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos, defraudar en el
ejercicio del comercio, pagar salarios injustos, elevar los precios, el fraude fiscal, los trabajos
mal hechos, etc.
Corrupción desde el punto ético no es otra cosa que la práctica de saltarse reglas éticas
generalmente aceptadas en una sociedad. Aquellas normas que cada grupo humano adopta y
consagra, porque las considera indispensables para estimular su acción colectiva, para
sobrevivir, para desarrollarse y civilizar su convivencia.
Como actos de corrupción pueden ser considerados los engaños, las injusticias, los abusos de
cualquier índole. También se considera corrupción el escándalo y las condiciones sociales
que no contribuyan al bien común.
En síntesis corrupción es dañar o atentar en contra de la dignidad de una persona que exige
ser respetada.
Formas de corrupción
Estos son algunos tipos de corrupción a grandes rasgos, pero ¿Qué pasa en la vida diaria?,
¿Qué puede ser considerado como corrupción? A esta interrogante podemos responder que el
engaño, mentiras, abusos, injusticias, robo, copiar, cautines, insultos verbales, violencia,
atentar contra los valores, contra los principios, manipulación de personas, etc. son
considerados actos de corrupción porque atentan contra la dignidad de las personas.
Prevención de la corrupción
¿Cómo prevenimos la corrupción? Tal vez nos parece una pregunta con una difícil respuesta
e incluso sin respuesta, sin embargo, hay una solución. La mejor arma contra la corrupción es
la educación. Para esto hay que preparar a los niños, jóvenes, a la gente común para que no
crezcan en un ambiente de ignorancia respecto a la corrupción, ya que para estos, los
corruptos, abusan de su poder y los engañan fácilmente. Si aprendemos bien que es la
corrupción podremos vacunarnos de este mal. Debemos enseñarles a ser suyos los valores de
honestidad, solidaridad, respeto verdad, justicia, benevolencia y caridad
Para combatir la corrupción a nivel mundial es importante que todas las naciones y países del
mundo se unan y trabajen juntas para luchar contra la corrupción, ya que cada país por sí solo
no puede luchar contra ella. Para esto es importante evitar las diferencias, los conflictos y los
problemas que se puedan tener entre ellos.
Consecuencia de la corrupción
En el ámbito mundial el más perjudicado es el ámbito económico, ya que los países pierden
grandes sumas de dinero por sus corruptos. Generalmente estas personas están íntimamente
relacionadas con el aspecto político, por esto es que es tan difícil detectar un caso de
corrupción.
La corrupción socava la legitimidad de las instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el
orden moral, la convivencia, la justicia, así como el desarrollo integral de los pueblos.
Como la corrupción atenta contra la dignidad de las personas, a esta, la persona corrompida,
puede causarle serios daños en los distintos ámbitos: el físico, social, espiritual y psicológico.
Puede que esta persona cambie su jerarquía de valores y principios, que acepte la corrupción
como algo normal en su vida, puede que con el tiempo no haga uso de sus valores cuando se
le presente una situación similar, su autoestima puede disminuir y caer notablemente. Esta
persona puede que no le importe los valores como el respeto, solidaridad y caridad.
Tanto es el daño que puede causar la corrupción en el género humano, que puede éste en el
día de mañana se convierta en un corrupto más de la sociedad.
Transparencia internacional
Asimismo a nivel nacional los capítulos de T.I. actúan promoviendo una mayor transparencia
y la materialización del principio de rendición de cuentas. Con este fin T.I. monitorea el
desempeño de algunas instituciones claves y ejerce presión para la adopción no partidista de
las reformas que sean necesarias.
La relación entre corrupción y política es mucho más profunda de lo que quisiéramos y creo
que los políticos estarían dispuestos a admitir. No hay que perder de vista que la corrupción
no sólo es una acción más o menos consagrada como delictiva, sino también un importante
medio de influencia política. Que toca y trastoca las ideas y principios por los cuales lucha
un partido político, el cual supuestamente está luchando por el bien común de la nación. Pero
al existir la corrupción política, la deformidad de estos ideales es sufrida directamente por los
ciudadanos. El abuso del poder afecta a quienes pagan impuestos y niegan a los más
necesitados los servicios públicos básicos, creando un grado de desesperación que genera
conflicto y violencia.
El daño social que causa la corrupción es sumamente preocupante, ya que el vivir en un país
corrupto desmoraliza a los ciudadanos, es decir, nos hace sentir que no vale la pena ser
honestos, que tampoco vale la pena acatar las leyes porque de todos modos nadie lo hace, ni
siquiera el propio gobierno. Vivimos en la desconfianza e insatisfechos con nuestros propios
gobernantes, no creemos en nuestro sistema judicial, legislativo ni administrativo, dudando
de su eficiencia y de sus intenciones. La sociedad se encuentra envuelta en un círculo
vicioso, tú corrompes porque el gobierno te corrompe.
La corrupción sólo beneficia a unos cuantos a costa de la mayoría, porque se da una injusta
distribución del ingreso y esto se traduce en más pobreza. El costo social de la corrupción
sino es el más grave, es por el que se debe poner medidas de regularización para tratar de
erradicar este gran problema que nos aqueja. Los dirigentes políticos, los funcionarios
públicos, la sociedad civil, los medios de información, el mundo académico, el sector privado
y las organizaciones internacionales también deben dar pruebas de valor y perseverancia.
Suena trillado pero es una realidad, el ejemplo arrastra y es por eso que funcionarios y
personajes públicos tienen la responsabilidad de educar al pueblo dominicano a través de su
actuar. Las palabras se las lleva el viento, mientras que los actos dejan huellas y son ejemplos
para seguir y luchar por un cambio. Si estas personalidades se burlan de la ley nacional en su
actuar, que se espera del ciudadano común, poco, muy poco o nada.
Se deben hacer leyes que castiguen severamente a quienes realicen actos vergonzosos, así
como aplicarlas de manera igual en aquellos que gozan de “privilegios.” Quitar el sistema
clientelista de la política buscando un intercambio que beneficie a todas las partes que lo
ejercen, que puede ir desde un trámite hasta un lugar en un cargo público. Además hay
que combatir el corporativismo para evitar que se beneficien grupos sociales importantes a
través del Estado, quitar camarillas para que las oportunidades de sus miembros no dependan
de ellos mismos y evitar que personas no preparadas lleguen a cargos importantes por medio
de la corrupción.
Estas propuestas hay que ponerlas en práctica, empezando en la familia para que las personas
sean cada vez más conscientes y poco a poco vaya disminuyendo el problema. Es
indispensable hacer hincapié en la importancia de actuar conforme a la ley, con campañas
que den a conocer a la gente los beneficios que traería el vivir sin corrupción. Aquellos que
ejercen el poder deben tener en cuenta que el exceso de trámites y las debilidades internas son
el alimento principal de la corrupción, mientras que las personas que necesita el país como
dirigentes tienen que ser capaces de predicar con el ejemplo, con la transparencia, la
honestidad y el liderazgo.
El resto de la lucha depende de todos nosotros como conciudadanos de un planeta más y más
pequeño cada día, que tenemos la responsabilidad en nuestra vida cotidiana, profesional y
personal de fortalecer la probidad y ejercer nuestras responsabilidades como participantes de
una sociedad que nos dicen que es democrática. Trabajar como grupo, ya que la búsqueda
del beneficio individual trae éxito a algunos y fracasos a muchos otros. Si en verdad que se
busca un crecimiento como nación, se debe tomar conciencia de la trascendencia del actuar
de cada individuo. Se puede ver que los beneficios de vivir sin corrupción son muchos y lo
más importante, son prometedores y convenientes para el país. Un punto importante es que si
se invierte en la educación el dinero que se destina a la corrupción, se tendría una sociedad
más ordenada y responsable, lo cual facilitaría la comunicación, disminuiría el índice
de violencia y se proporcionaría una gran ayuda a la lucha contra la pobreza.
Soy una aficionada de la historia porque a través de ella puedo estructurar el presente y con
este, edificar el futuro. Desde este punto, de vista a nuestra clase política dominante me
atrevo a darle un humilde consejo, porque veo que la concentración del poder es tan grande
que lo está llevando a la obnubilación, política y pragmática. Ese consejo consiste a que se
detengan a ver que un pueblo sin educación, hambriento, sin conciencia de su clase y lo
que es peor sin líderes, es un volcán dormido. Por tanto, den algo para que ese volcán
nunca despierte y vaya a buscarlo todo, inclusive la cabeza de aquellos que con sus actos
nos sembraron la miseria, y así se convierta en un monstruo sin cabeza.
La corrupción es una acción que transgrede las normas legales y los principios éticos, con
devastadoras consecuencias económicas, políticas y sociales para las sociedades que padecen
ese flagelo, entre las que se cuenta la República Dominicana.
Según un informe de Transparencia Internacional del año pasado, el país ocupó el puesto 135
entre 183 naciones más corruptas y uno de los siete de América Latina que figuran en la lista.
Y pese a los esfuerzos que asegura el Gobierno dominicano realiza para combatir la
corrupción administrativa, gubernamental y política, la ciudadanía parece no percatarse de
ello, ya que de acuerdo a la encuesta Gallup-Hoy de octubre de 2017, el 89 % de la población
encuestada calificó como alarmante los niveles de la corrupción existentes en el país.
“La corrupción es un fenómeno social que consiste en hacer uso indebido de los recursos del
Estado por parte de funcionarios que tienen la responsabilidad de administrarlos para lograr
satisfacer las necesidades de los ciudadanos”, enfatizó De la Rosa.
Consideró que en el país el Poder Legislativo y el Poder Judicial “de cierta manera” son
dependientes del Poder Ejecutivo, debido a que este último es quien les asigna los recursos,
lo que pudiera influir en las decisiones de estos.
Sin embargo, negó que en el país exista una crisis institucional, “lo que sí hay es debilidad
institucional”.
Al tiempo de asegurar que cada uno de los Poderes del Estado, ha hecho esfuerzos para
disminuir los efectos de la corrupción, pero que no han sido suficientes.
“Tenemos leyes que establecen mecanismos de control. Hay que destacar que hemos dado
pasos en el cumplimiento de la Ley de Libre Acceso a la Información, que antes era
imposible que se diera una información solicitada por un particular, organización o medio de
comunicación”, resaltó De la Rosa, mediante una entrevista telefónica a El Nuevo Diario.
En los últimos años República Dominicana ha estado envuelta en escándalos que han
develado extorsión, sobornos, falsificación de documentos y estafas, que en algunos casos
han dejado suicidios y macabros asesinatos.
Entre los casos que aún están en proceso y que en muchos se desconocen los avances de las
investigaciones, están la OMSA, OISOE, INAPA, CORDE, Tucanos y Odebrecht.
El pasado domingo 06 de mayo la Procuraduría General indicó, mediante una nota de prensa,
que ha rastreado el comportamiento de cientos de cuentas bancarias y transacciones, así como
también, ha realizado el análisis de miles de documentos.
Señaló que en el avance de las indagatorias han surgido nombres de empresas y personas que
pudieran estar vinculadas al caso.
La prórroga fue solicitada por el Procurador al juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el
22 de enero de este año tras concluir el plazo de ocho meses que otorga la ley para finiquitar
la investigación, contando a partir del conocimiento de la medida de coerción y declaratoria
de caso complejo, que venció el pasado 7 de febrero.
Además, el Procurador había dicho al juez especial que también estaba a la espera de
cooperación de instituciones locales, entre ellas, la Cámara de Comercio y Producción,
Impuestos Internos, Tesorería de la Seguridad Social; las superintendencias de Bancos y de
Valores, así como las cámaras legislativas, pero hasta el momento no se ha obtenido
información sobre estas colaboraciones.
Arvelo, quien fue coordinadora general de Participación Ciudadana (PC), señaló que este
movimiento constituye una forma de “despertar” de la ciudadanía de lo que está ocurriendo
en el país y de que cada persona tiene la responsabilidad de asumir un rol activo en esta lucha
e involucrarse en la demanda de que se aplique lo que establece la ley en materia de
corrupción.
Expertos consultados por El Nuevo Diario manifestaron que los efectos de la corrupción son
devastadores para cualquier sociedad, ya que afirman no permite que el dinero del Estado sea
distribuido como lo establecen las leyes y la Constitución.
El referido informe, bajo el título “Se buscan: recursos para garantizar derechos”, de la
autoría de Rosa Cañete y Rafael Jovine, indicó en aquel entonces que dicho volumen es 3.5
veces superior a lo dedicado este año en el Presupuesto General del Estado a educación
inicial y más de dos veces superior a lo asignado a abastecimiento de agua potable.
La corrupción no sólo nulifica el desarrollo económico y social de una sociedad sino que
también afectan al comportamiento psicológico de los individuos.
Así lo manifestó la psiquiatra Ann Margaret Benjamín, quien aseguró que los efectos de este
fenómeno implican en el individuo dolor, debido a que sienten que sus derechos son
violentados de forma insensible.
Citó que incide en la anomia, que según dijo, es descrita por el sociólogo francés Émile
Durkheim como “el momento en que los vínculos sociales se debilitan y la sociedad pierde su
fuerza para integrar y regular adecuadamente a los individuos, generando fenómenos sociales
tales como el suicidio”.
Por qué la corrupción gubernamental ha vuelto a ser plato de mesa en las tertulias cotidianas?
¿Quién habrá ido a soplarle al santo padre que ese tema había abandonado el relego en el que
lo mantenían las mediciones de opinión para retomar un lugar delantero?
¿Qué ha llevado ahora y no antes al doctor José Joaquín Bidó Medina, coordinador de la
Comisión Nacional de É tica y Combate a la Corrupción a decir que se siente asqueado por
las constantes denuncias de corrupción en la administración pública?
¿Por qué el presidente Leonel Fernández se ha visto en la necesidad de proclamar que los
funcionarios corruptos no podrán contar con padrinazgos?
¿Por qué las reporteras que se han especializado en husmear y airear los potenciales casos de
corrupción encuentran hoy una audiencia más cautiva y una mayor repercusión para sus
denuncias?
Desde esferas importantes del Gobierno se piensa que lo que pasa es que han aparecido unos
funcionarios que más que corruptos fueron torpes y aportaron ellos mismos la soga con las
que se les ahorcó en el paredón de la opinión pública y la tinta de los bolígrafos con los que
se firmaron sus destituciones.
El caso es que de ser la percepción de corrupción tan reducida a dos gerencias de poca monta,
no habrían motivado ni pronunciamientos como los del papa, ni como los de José Joaquín
Bidó Medina, ni nuevos juramentos de combate a esa peste, como los emitidos por el
presidente Fernández.
A lo sumo la política comunicacional oficialista los pudo haber enfocado como casos
aislados que no hacen más que evidenciar el espíritu invulnerable de una administración que
no les tiembla el pulso para desentenderse de los que se desvían del camino de la honestidad
y la eficiencia.
Lo que pasa es que la percepción ha echado raíces más honda y expandidas, tan así que
muchos creen que se trata de una característica de la gestión, por lo que los casos como los de
la Oficina Técnica del Transporte o los del PRA, se asumen sólo como muestras de los
criterios que están primando en muchos servidores públicos.
Nadie cuestiona que el jefe de un hogar tome tragos con sus amigos o se consienta una que
otra diversión, siempre que eso no afecte compromisos tales como el pago del alquiler o
financiamiento de la casa, los colegios de niños y el recorrido por los anaqueles de los
supermercados.
Pero lo que se tolera y hasta se celebra cuando no hay precariedad, se criminaliza cuando la
cosa se aprieta.
Con unos dominicanos recibiendo menos remesas por parte de sus familiares que viven fuera
del país, con el sino del desempleo ampliando sus catastróficas consecuencias por la crisis de
las empresas de zonas francas, el derrumbe de las exportaciones y la caída de las ventas no
sólo es que hay más pendencia sobre la conducta de los servidores públicos sino mayor
sensibilidad frente a los desafueros.
Pero también hay otro síndrome del que la administración debería tratar de protegerse: el de
la vejez prematura. Un gobierno nuevo aunque sea el mismo viejo, tiene que comunicar cosas
nuevas, pero la gestión luce cansada y sin energías renovadoras. En esas circunstancias es
más vulnerable frente a todo cuestionamiento.
Otra explicación sobre el tema de la corrupción, es la que ofrece el presidente de la Suprema
Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, que entiende que el mal se extiende por las
carencias de mecanismos de rendición de cuentas.
Hay otro causante que pocos mencionan, pero que para mi tiene un rol estelar en todo lo que
se ha estado percibiendo. Se llama reelección presidencial, que aunque ese no sea la
conducta un mandatario reelecto, muchos se la toman como una patente de corzo para
cobrarse a todas sus anchas los servicios, no siempre transparentes, prestados a la causa.
Lo lamentable es que se esté discutiendo una nueva reforma constitucional con el objetivo
expreso de quitarles límites a la que ha sido la principal promotora de la debilidad
institucional que frena el combate efectivo de la corrupción.
¿Hay algo más grave para un país que un Vicepresidente del Gobierno y máximo responsable
del control fraude fiscal quizás se demuestre que es uno de los mayores defraudadores del
país? O que una Comunidad Autónoma administre fraudulentamente millones de euros en
ayudas? ¿O que el tesorero del Partido en el Gobierno tenga millones sin justificar en
paraísos fiscales y su contabilidad B es la oficial? al final lo medios personalizan la
corrupción en nombres propios: Rodrigo Rato, Bárcenas, Urdangarín…
Casi todo el mundo está dispuesto a jalear y hacer ruidos mediáticos sobre la corrupción.
Pocos están dispuestos a luchar realmente contra ella de forma efectiva. Estoy seguro que, si
se llevaran a cabo de forma diligente las 12 medidas (finalmente 14, tras ricas aportaciones en
los comentarios) que propongo, la corrupción en España o en cualquier país quedaría
reducida a niveles irrelevantes. No me gusta entrar en estos temas con demasiadas aristas
políticas. Accedo a ello tras indicarme un grupo de jóvenes emprendedores que la sociedad
española debería priorizar la guerra contra la corrupción e instarme a escribir algo sobre el
tema. Luchar contra ella es, sin duda, una absoluta prioridad económica y social. El siguiente
gráfico muestra claramente su interferencia a la hora de hacer negocios en la República
Dominicana.
12+2 Líneas de trabajo para luchar contra la corrupción La severidad del problema exige
medidas concretas. Vaya por delante que no soy un experto en el tema, ni muchísimo menos
este ejercicio debe ser interpretado como una pretensión de dar lecciones de ética a nadie.
Más medios judiciales especializados para mejorar las respuestas. Dotación de recursos
mínima en la media de la Unión Europea. Indexación con los índices de corrupción para la
dotación de nuevos recursos. Disminución radical del tiempo en los procesos y aplicación de
sentencias tras la dotación de medios. Diligencia y efectividad judicial.
Más medios de inspección fiscal y un plan específico para acabar con los altos niveles de
economía sumergida de la economía española. El objetivo sería eliminar la complicidad
social de la corrupción a través del fraude generalizado de una gran masa de autónomos y
profesionales cuyo control escapa de las Administraciones.
Nuevas bases de financiación de los partidos políticos ampliando de forma realista los
canales de una financiación transparente. Las donaciones privadas de terceros deberían ser
públicas en un espacio web, limitadas en su cuantía y motivadas en cualquier caso. Control
de la financiación diferida a fundaciones o terceras vías en general. Regulación orgánica y
muy severas penalizaciones a partidos que incurran en falsedad, fraude o financiación ilegal.
La simple vulneración de los principios de ejemplaridad, en cuanto a transparencia
económica, financiera y contable de un partido político debería ser objeto de sanciones muy
relevantes recogidas por ley. Prohibición de la condonación de deudas.
8. Menos cargos públicos, mayor retribución y asunción de mayor responsabilidad.
Con el objetivo de que los ciudadanos valoren y premien las buenas prácticas; y los políticos
y gestores públicos encuentren un rédito político a su buena gestión. Premios,
reconocimientos frecuentes y otorgados por instituciones y órganos que ostenten la mayor
reputación…
Sostenía Ortega que este país funciona cuando se identifican grandes objetivos nacionales
asumidos de forma responsable y colectivamente. Los partidos políticos, sindicatos, patronal
hicieron una gran pacto (los Pactos de la Moncloa) a finales de los setenta, durante la
Transición democrática, para salvar la democracia en España. La lucha contra la corrupción
dada su entidad y generalización, merece un gran pacto, un compromiso de tolerancia cero
con la corrupción. Sería básico para que las medidas apuntadas arriba tuvieran el alcance y
efectividad deseadas. Pero también para generar un clima que impida que los partidos se
“enroquen” a la defensiva y por el contrario pasen a ser proactivos con la intolerancia hacia la
corrupción. Compromisos sencillos de los tipos:
Aburrido ¿verdad? Habría sido más ameno rasgarse las vestiduras y contar chascarrillos de
casos como los de la Pantoja, Bárcenas, Gürtel, ahora Rodrigo Rato y 200 casos más. Ver la
televisión me produce la sensación de que todo el país está revolcándose en el barro y hasta
se siente a gusto; es ya como un signo de identidad nacional. Ni un sólo debate, idea o
iniciativa seria acerca de cómo acabar con la corrupción. En estos momentos España lidera la
corrupción en Europa. El país necesita afrontar el tema de corrupción con medidas efectivas.
Necesita una regeneración social, tanto con medidas de choque y persistentes tendentes a
crear una nueva conciencia en todos los estamentos de la sociedad.
CONCLUSION
Terminar con la corrupción no ha sido ni será una tarea fácil, pero es responsabilidad de
todos, de los gobernantes, de los medios de comunicación, de las escuelas y especialmente de
los padres de familia ya que ellos son los principales educadores, que con su vida han de
mostrar el camino que a sus hijos les llevará a ser personas integrales que utilicen sus valores,
sus principios cuando la situación lo amerite y que lucharán por un mundo más honesto, más
humano y lo más importante sin corrupción. Los niños necesitan de su ejemplo para aprender
y darse cuenta de que a pesar de este mal que aqueja hoy al mundo, se puede vivir en él, de
una manera justa honesta y leal. No olvides que antes de pedir que la sociedad haga algo al
respecto contra este mal y si queremos vivir en un mundo mejor y sin corrupción el cambio
empieza por casa.
BIBLIOGRAFIA
% www.revistaprobidad.info
% www.sautu.com
GLOSARIO
1.-Dignidad: Es una cualidad que tiene cada persona a tener el derecho de ser respetado.
2.-Benevolencia: Cualidad que tienen las personas de buena voluntad o afecto y que son
bondadosas.
4.- Sociedad: Corresponde al medio en que está integrada una persona, las cuales están
sometidas a una regla común.
6.- Corrupción: Corresponde a todo acto de dañar o atentar contra la dignidad de una
persona.