Cáncer de Cuello Uterino, Ovario y Endometrio
Cáncer de Cuello Uterino, Ovario y Endometrio
Cáncer de Cuello Uterino, Ovario y Endometrio
Pesquisa y prevención
El cáncer del cuello uterino es una enfermedad pesquisable y uno de los pocos tipos de
cáncer prevenible.
Las vacunas contra el HPV contienen las proteínas principales que se unen entre sí y
forman partículas similares a los virus, al HPV. No contienen material genético viral, no
pueden multiplicarse y carecen de capacidad infecciosa.
Los tipos 16 y 18 del HPV, que provocan el 70% de los casos de cáncer cervicouterino,
constituyen el objetivo de ambas vacunas. Además, una de ellas también apunta a los
tipos 6 y 11 del virus que producen anomalías cervicales leves y la gran mayoría de las
verrugas genitales.
Se comprobó que la vacuna daba mayor reacción en las adolescentes jóvenes que en las
mujeres de más edad. Las vacunas contra el HPV están indicadas en niñas y mujeres de
9 a 12 años, con un plazo que se extiende hasta los 26 años de edad. Pueden indicarse,
además, en mujeres de hasta 45 años, aunque con menores índices de eficacia, dada la
posibilidad de infecciones previas por algunos de los subtipos virales.
La prevención secundaría del cáncer del cuello uterino se realiza mediante el tamizaje
citológico (técnica de Papanicoiau). La realización del frotis de Papanicolau (PAP) se
asocia con disminución de la incidencia del cáncer del cuello uterino. La
implementación del PAP disminuyó incidencia entre 60 y 90% y la mortalidad, un
74%. Los factores de falla propios del método, como su baja sensibilidad. La tasa de
falsos- (8-20%).
Se estima que la mitad de los nuevos cánceres del cuello uterino se presentan en
mujeres nunca estudiadas y que otro 10% ocurren en mujeres cuyo último control se
realizó hace más de 5 años.
La toma del PAP debe comenzar después del inicio de las relaciones sexuales, momento
en el cual la mujer se pone en contacto con el HPV.
Se sabe que las mujeres que se hacen el estudio en forma periódica tienen un riesgo
menor de sufrir cáncer del cuello uterino, comparado con las que no se lo realizan o que
lo hacen en forma esporádica. La tasa de detección cuando el PAP se realiza en forma
periódica cada un año, dos o tres años es similar, 94%, 93% y 91% respectivamente,
mientras que cuando el intervalo es cada 5 años, la tasa de detección baja a 84%.
En general:
Deben realizársela todas las mujeres que hayan iniciado su vida sexual una vez
al año durante dos o tres años consecutivos, y si los resultados son negativos se
repetirá cada tres a cinco años en caso de no haber factores de riesgo y hasta los 65
años.
Si existen factores de riesgo para cáncer de cuello de útero (inicio a temprana edad
de relaciones sexuales, infección por VPH enfermedades de transmisión sexual,
tabaquismo, multiparidad, inmunodepresión o toma de anticonceptivos orales) el
seguimiento tendrá que ser anual.
Dada su lenta evolución natural, el cáncer del cuello uterino en las pacientes mayores de
65 a 70 años se presenta principalmente en quienes nunca se realizaron un PAP o lo
hicieron en forma esporádica. En cambio, en aquellas que 1o efectuaron en forma
sistemática, el riesgo es muy bajo y entonces podría discontinuarse. La determinación
de la edad de corte es arbitraria, pero se considera adecuado suspender el estudio en las
mujeres mayores de 70 años que regularmente se lo hayan realizado.
Otras pruebas
La citología líquida tiene una sensibilidad mayor del 12% respecto del PAP
convencional, similar especificidad y disminución en el número de muestras
insatisfactorias para el diagnóstico. La prueba de detección del HPV por sí sola tiene
baja especificidad para lesiones de alto grado, ya que detecta muchos casos de
infecciones transitorias, sin significado clínico, por lo que su uso en campañas se asocia
con la citología.
Presentación clínica
La metrorragia crónica puede llevar a cuadros de astenia por anemia; junto con el dolor
pelviano y lumbosacro, el edema de miembros y los síntomas urinarios y rectales,
constituye una manifestación clínica de enfermedad avanzada.
Diagnóstico
Cuando el tumor es clínicamente evidente, una biopsia de cuello resulta suficiente para
el diagnóstico; la colposcopia puede ayudar a dirigir la biopsia hacia áreas de mayor
patología y escasa necrosis, así como definir la propagación del carcinoma a la vagina y
el examen pélvico rectovaginal, debe ser preferentemente bajo anestesia general.
Anatomía patológica
Invasión directa del estroma cervical, cuerpo uterino, vagina y parametrios, vejiga y
recto.
Metástasis linfáticas a los ganglios del parametrio, a los ganglios pelvianos, y desde
allí a los ganglios ilíacos primitivos y paraaórticos.
Diseminación hematógena: a pesar de que el cáncer cervical es una patología
fundamentalmente pelviana, en estadios avanzados, la diseminación hematógena
puede ocurrir con localizaciones más frecuentes en pulmón, hígado y huesos
Estadificación clínica
El primer paso luego de establecer el diagnóstico histológico de cáncer invasor de
cuello uterino es estadificar. Intentar establecer la real extensión de la enfermedad. Para
así poder definir el pronóstico, planificar los tratamientos adecuados .
Estadio II: El carcinoma se extiende fuera del útero, sin llegar a la pared pelviana o al
tercio inferior de la vagina
IIa: sin invasión parametrial
IIa1: Lesión < 4 cm
IIa2: lesión > 4 cm
IIb: con invasión parametrial
Estadificación quirúrgica
Tratamiento
Las estrategias terapéuticas se basan en la cirugía, la radioterapia (RT) y más
recientemente la quimioterapia. Para lograr una terapéutica satisfactoria es necesario
tener un adecuado conocimiento de la extensión de la enfermedad.
Pronóstico y seguimiento
Los resultados terapéuticos del cáncer de cuello uterino dependen del estadio de la
enfermedad y de los factores pronósticos ya analizados.
Supervivencia a 5 años según estadios FIGO
Estadio Ib 80-90%
Estadio IIA 70-80%
Estadio IIB 65%
Estadio IIIA-B 33-38%
Estadio IVA 7-20%
Estadio IVB 10%
EPIDEMIOLOGÍA
El cáncer de endometrio es el segundo cáncer en frecuencia del tracto genital, luego del
cáncer de cuello uterino. Se presenta predominantemente en la posmenopausia, y por lo
general su etiopatogenia se encuentra estrechamente vinculada al antecente de la
exposición a los estrógenos endógenos o exógenos.
• Edad. Posmenopausia.
• Obesidad, hipertensión arterial, diabetes rnellitus (síndrome metabólico)
• Nuliparidad. Infertilidad. Anovulación
• Menarca temprana, menopausia tardía.
• Terapia hormonal estrogénica sin oposición de progesterona.
• Administración de tamoxifeno.
• Antecedentes de cáncer de mama, ovario y colon.
• Hiperplasias endometriales con atipia (20-25% riesgo)
• Cáncer hereditario colorrectal no polipoideo (HNPCC) (25-50% de riesgo)
*Tipo 2: se da en mujeres de mayor edad, sin un rasgo epidemiológico definido. Son
tumores más indiferenciados y de peor pronóstico. En general se encuentran asociados a
endometrios atróficos.
Diagnostico
Manifestaciones clínicas
Metodología diagnóstica
Pesquisa
Anatomía patológica
-Las otras formas histológicas presentan un comportamiento más agresivo, con un peor
pronóstico (aun con el mismo estadio) y tienen un patrón de diseminación diferente,
similar a los cánceres de ovario.
• Endometroide:
adenocarcinoma
adenoacantoma
adenoescamoso
. Adenocarcinoma mucinoso
• Adenocarcinoma seroso papilar
• Adenocarcinoma de células claras
• Carcinoma indiferenciado
. Carcinoma mixto
Formas de diseminación
Estadificación y tratamiento
La extensión del tumor al cuello uterino puede sospecharse,en ocasiones, por el examen
físico, pero será a través de la biopsia o legrado del canal endocervical, con
histeroscopia o sin ella, que se realiza el diagnóstico.
En los casos de estadio II, cuando hay factibilidad quinirgica de acuerdo con el riesgo
de la paciente o si el diagnóstico de compromiso del cuello fue hecho en la evaluación
preoperatoria, está indicada la Anexohisterectomía radical (operación de Wertheim),
más la linfadenectomia pelviana y lumboaórtica.
Recurrencias y seguimiento
Epidemiología
Representa el 4-6% de todos los carcinomas de las mujeres.
Factores de Riesgo
Edad avanzada (mayor riesgo postmenopausicas)
Menarquia precoz y menopausia tardía
Gestación múltiple (mellizos, trillizos…)
Obesidad
Endometriosis
Antecedentes personales de Cáncer de mama
Terapia sustitutiva hormonal (estrógenos)
Tabaquismo (mayor riesgo para el tipo mucinoso)
Exposición al Asbesto
Factores Protectores
Multiparidad (cada gestación disminuye 10% el riesgo)
Progesterona
Lactancia materna
Tubectomía
Histerectomía
Clasificación
Los tumores epiteliales del ovario representan el 75% de los tumores malignos del
ovario, seguidos en frecuencia por los tumores germinales (25-30%) y los tumores de
los cordones sexuales o estromales que representan el 5%
CLASIFICACIÓN HISTOGENÉTICA DE LAS NEOPLASIAS DE OVARIO
1. Neoplasias derivadas del epitelio celómico 85%
Tumor seroso 75 %
Tumor Mucinoso 20%
Tumor endometroide 2%
Tumor mesonefroide
Tumor de Brenner
Carcinosarcoma y tumor mesodérmico mixto
2. Neoplasias derivadas de las células germinales 5%
A. A.1 Teratoma Teratoma sólido adulto
Teratoma maduro Quiste dermoide (Con frecuencia contienen cabellos,
dientes y hueso calcificado.)
Estroma del ovario
Neoplasias malignas secundarias a teratoma quístico
maduro
A.2 Teratoma
inmaduro
B. Disgerminoma (10- C. Sarcoma embrionario
15%)
D. Tumor del seno E. Coriocarcinoma
endodérmico
F. Gonadoblastoma
3. Neoplasias derivadas del estroma gonadal especializado 10%
A. Tumores de células de Productor de estrógenos A.1 Tumor de la
la granulosa-teca Ocasionan trastornos menstruales granulosa
y pubertad precoz
Productor de estrógenos y A.2 Tecoma
andrógenos
B. Tumores de Sertoli- B.1 Arrenobtastoma (Andrógenos, B.2 Tumor de Sertoli
Leydig 1era causa de virilización)
Productor de andrógenos
Ocasionan virilización e hirsutismo
C. Ginandroblastoma D. Tumores de células lipídicas
4. Neoplasias derivadas del mesénquima inespecífico
A. Fibroma, B. Linfoma C. Sarcoma
hemangioma,
leiomioma, lipoma
5. Neoplasias que dan metástasis en el ovario
A Tubo gastrointestinal B. Mama
C. Endometrio D. Linfoma
Signos y Síntomas
Mayoría de las pacientes son asintomáticas, el 75 – 80 % de los casos se diagnostican en
fases avanzadas
Diagnóstico
Manifestaciones clínicas
El 75% de las pacientes consultan en estadios avanzados de la enfermedad (estadio
III/IV). Es una enfermedad silente, cuyos síntomas son tardíos e inespecíficos; sólo el
15%, de los pacientes son sintomáticos al momento del diagnóstico. El diagnóstico
temprano es difícil, esto hace de su sospecha y diagnóstico un reto.
Los síntomas más frecuentes son:
Dotor abdonninopélvico de intensidad variable
Distensión abdominal
Dispepsias y otros trastornos gastrointestinales inespecíficos
Presión en la pelvis.
Trastornos gastrointestinales inespecíficos
Masa pelviana unilateral o bilateral
Ascitis
Pérdida de peso
Metodología diagnostica
1. Masa evaluada por examen físico o lesión sospechosa en anexos por ecografía
transvaginal.
Las masas sólidas, bilateral está asociada en la mayoría de casos a enfermedad
maligna. Por el contrario, la presencia de una masa quística, móvil y unilateral se
asocia con gran frecuencia a enfermedad benigna.
2. Se recomienda medir el Ca 125 (elevado en 80% de los casos).
3. En menores de 30 años se recomienda la medición de Beta-hCG cuantitativa, LDH y
AFP (Tumores germinales)
Otros estudios diagnósticos que se pueden solicitar son:
Tomografía computarizada (TC) de abdomen y pelvis.- Pueden ser útiles en
aquellos casos en los que se sospecha un compromiso importante de los
órganos vecinos.
Rectosigmoidoscopia y/o radiografía de colón por enema: estudios necesarios
cuando la paciente tiene sintomatología intestinal asociada
Quimioterapia
El cáncer epitelial de ovario es una enfermedad quimiosensible. Después de la
cirugía, a la mayoría de las pacientes se les ofrecerá un tratamiento quimioterápico
(QT).
Quimioterapia neoadyuvante
Indicaciones
– Ascitis masiva
Ventajas
Quimioterapia estandar
Vía intraperitoneal
Vía intravenosa
Seguimiento y factores pronósticos
CLÍNICA: Examen físico completo cada 2-4 m x 2 años o 3-6 m x 3 años
FACTORES PRONÓSTICOS
Formas histológicas
Los tumores derivados de las células germinales pueden ser divididos en tres
categorías:
Los tumpres benignos, representados fundamentalmente por los quistes
dermoides
Los tumores malignos originados en los tejidos constituyentes del quiste
dermoide
Los tumores primitivos de células germinales, que remedan células y estructuras
embrionarias y extraembrionarias normales
Disgerminoma
Es el tumor germinal maligno más frecuente: representa el 0,2-2% de los
tumores malignos del ovario y la mitad de los tumores malignos primitivos de
células germinales.
Es raro en la infancia pero es el tumor más frecuente en adolescentes y mujeres
embarazadas (17% de asociación).
El 75% de los casos se presentan entre los 10 y 30 años, con una edad media
de 20 años.
Es frecuente que se asocie a gonadoblastomas con disgenesias gonadales.
Macroscópicamente el disgerminoma es un tumor sólido, de superficie lisa y
lobulada, que al corte se presenta de color rosado, con focos de hemorragias o
necrosis.
Las cavidades quísticas son frecuentes en los casos en que se asocia con otras
formas malignas de tumores germinales.
El 20% de los disgerminomas son bilaterales, en el 10% de los casos el
compromiso ovárico bilateral es macroscópico y en el 10% restante el
compromiso del ovario contralateral es microscópico.
Teratoma inmaduro
Es el tercer tumor germinal en frecuencia.
Representa sólo el 1% de los teratomas ováricos, pero en niñas y adolescentes
de menos de 15 años representa cerca el 25% de todos los tumores malignos de
células germinales. La edad media de presentación es de 17 a 19 años.
Los teratomas inmaduros son tumores grandes, unilaterales, de un tamaño
medio de 18 cm, que pueden pesar 2500 gramos. La superficie externa es lisa y
al corte se presenta como un tumor blanco y carnoso, de color gris rosado, con
hemorragia y necrosis.
Es predominantemente sólido, puede contener cavidades quísticas al igual que
pelos, dientes, cartílago o áreas calcificadas. La predominancia de áreas sólidas
en un teratoma debe alertar al cirujano sobre la probable malignidad del tumor.
Diagnóstico
Manifestaciones clínicas
Marcardores tumorales
Laparoscopia Estadío 1
Linfadecectomía (Disgerminomas)
Quimioterapia