Humanismo e Imaginación
Humanismo e Imaginación
Humanismo e Imaginación
I
María Noel Lapoujade
HOMO IMAGINANS
I
Vol.
7
Colección La Fuente
www.lafuente.buap.mx
Índice
Agradecimientos 9
Prefacio. Un impulso de vida
René Schérer 11
Prólogo
Jean-Jacques Wunenburger 15
Clave 17
Capítulo 1
LA FILOSOFÍA 23
Un sentido de la vigencia
de la tradición:
todo está en todo 25
Cuerpo redimido 38
Las humanidades:
“en búsqueda del tiempo perdido” 72
Después de la posmodernidad 81
La filosofía como un despertar
a la belleza 106
Itinerario filosófico:
del cogito hacia un hombre cósmico 113
La irrupción del cogito 133
Filosofía y filosofar 160
Capítulo 2
LA FILOSOFÍA DE LA IMAGINACIÓN 165
El lenguaje:
aproximación acerca de la naturaleza
e hipótesis acerca del origen 167
Auroras de la imaginación
en algunas perspectivas estéticas
contemporáneas II 286
De la perversión
a la violencia natural 398
La imaginación estética:
destrucción y creación 449
De la naturaleza salvaje
a las catástrofes 492
Bibliografía 569
Agradecimientos
René Schérer
11
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
12
PREFACIO. UN IMPULSO DE VIDA
13
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
René Schérer
París, 17 de octubre de 2010
14
Prólogo1
Jean-Jacques Wunenburger
15
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Jean-Jacques Wunenburger
Directeur de l’Institut de Recherches
Philosophiques de Lyon, France
Président de l’Association Internationale
Gaston Bachelard, France
16
Clave
17
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
18
CLAVE
19
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
2
M. N. Lapoujade, “De la naturaleza salvaje a las catástrofes”. En prensa en la
Revista Symbolon, Centro Mircea Eliade de Estudios sobre lo Imaginario y la Ra-
cionalidad, septiembre de 2010.
3
M. N. Lapoujade, “Primera parte. Teoría de la imaginación estética”, La imagi-
nación estética en la mirada de Vermeer, p. 47.
20
CLAVE
4
Esquilo, Prometeo, Tragedias. Versos 235, 315-320. Y Sófocles, Antígona, Tragedias.
5
Génesis, 2.16-17. Ésta es la tesis central de otra investigación. En este contex-
to, es una referencia cuyo propósito es el de avizorar perspectivas posibles, de
acuerdo con el criterio de verdad definido, para continuar los trayectos abiertos
por este trabajo. Louis Segond, La Sainte Bible. [N. de la A.]
21
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
22
Capítulo 1
LA
FILOSOFÍA
23
Un sentido de la vigencia de la tradición:
todo está en todo1
Premisa
De un modo u otro, por variadas y tortuosas que las vías puedan
resultar, los filósofos han partido de o llegado a sostener la unidad
o la pluralidad. En consecuencia, uno de los problemas cruciales
es el que interroga por la relación. Dicho de otro modo, “dadas” la
unidad y la pluralidad: ¿cómo comprender la relación?, ¿de qué
manera deviene, se convierte, se altera una a otra?
Mi propósito es atisbar la historia de la relación, entendida como:
todo está en todo, porque éste es un sentido de la vigencia de la tradición.
Basaré la reflexión en cuatro tesis principales:
Tesis 1. La relación unidad-pluralidad es procesal; es dinamis-
mo; actividad.
Tesis 2. Si el nexo es pensado como actividad, lingüísticamente
se expresa como verbo.
Tesis 3. Si se expresa como verbo, la historia del problema de
la relación, en un sentido peculiar, deviene la historia de su verbo.
Tesis 4. El contexto discursivo en que este verbo se inserta, ha te-
nido diversos alcances. Esos alcances han sido predominantemente,
aunque no exclusivamente: ontológico, en Anaxágoras; teológico
en De Cusa; mágico, en Bruno; epistemológico en Leibniz; ético y
estético, en Hölderlin y Novalis.
Esta tradición sería difícilmente comprensible sin interpolar las
concepciones de Platón, Plotino y Eckhart que hacen posible su
articulación. Ellos serán los puntos de referencia fundamentales
de nuestro itinerario.
25
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Vertientes históricas
Los Fragmentos de Anaxágoras encierran el despuntar de una res-
puesta a nuestra cuestión; y son los cimientos de la respuesta que
hoy quiero proponer.
El Fragmento VI afirma: “[...] todas las cosas están en todo.
Ninguna cosa puede existir separadamente, sino que todo tiene
una parte de cada cosa”.
Atendamos un instante: sus verbos, existir, estar, tener, apuntan a
reconocer la presencia constante de la unidad de lo diverso.
La respuesta de Platón no expone que todo está en todo, y susti-
tuye el verbo “estar” por el verbo “copiar”. Sin embargo, la inde-
terminación de su connotación no satisface plenamente a Platón,
que enuncia la relación también como la acción de participar. No
obstante, las dificultades implícitas en su concepción de la relación
pluralidad-unidad, accidentalidad-esencialidad, entes-eidos, ya fue-
ron discutidas profundamente en el Parménides, donde se señala lo
aporético de la cuestión.
El neoplatonismo de Plotino encamina su respuesta a partir
de lo Uno, hacia la pluralidad que resulta —hipostáticamente:
Uno, Inteligencia, Alma— de una acción de emanar; verbo de lar-
ga tradición.
Plotino multiplica las metáforas con las que configurar el signi-
ficado de la tradición de emanar. Así, recurre a la relación entre el
fuego y el calor que de él deriva; o de la nieve y el frío que de ella
surge; o a “los objetos olorosos que en tanto que existen, producen
alrededor de ellos una verdadera emanación”; también compara
la acción de emanar con la propagación de la voz; finalmente, con
la luz que emana del Sol.2 Para Plotino, no se trata ya de recorrer
la vía de la acción de la pluralidad, de copiar a o participar en la uni-
dad, sino que intenta otro camino. Busca explicar el surgimiento
de la pluralidad como resultado de un emanar, brotar de, derivar de,
que implica la idea de pro-cedencia.
La sustitución del verbo reviste aquí una importancia capital;
ante todo por cuanto implica una profunda modificación doctri-
nal; pero, además, por el peso histórico decisivo de esa expresión.
26
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
27
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
28
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
29
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Bruno llega a afirmar que: “no hay corpúsculo, por mínimo que sea,
que no contenga en sí mismo algo que no esté animado”.6
Si el espíritu, la vida, se encuentra en todo, “lo llena todo”, dice
Bruno, entonces la diversidad, la pluralidad y el cambio no son sino
distintas fisonomías, disfraces de lo real. Su metáfora, que trae de
Plotino, es la de la voz; y su explicación en el lenguaje cusano es:
6
Giordano Bruno, “De la causa, principio y uno”, op. cit., pp. 81, 85, 89.
7
Ibidem, pp. 114-115.
8
Ibidem, p. 142.
30
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
9
Gottfried Wilhelm Leibniz, Discurso de metafísica, § 9, 14. Aclaración del Nuevo
Sistema de la comunicación de las sustancias…
Monadología, § 47, 56, 63 al 70 incl.
Principios de la naturaleza…, § 2, 3, 4, 6, 12, 13.
31
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
32
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
Formar un solo ser con todo lo que vive, ¿no es vivir como los dio-
ses y poseer el cielo y la tierra?
Ser una sola cosa con todo lo que vive, volver, por un olvido de sí
mismo, al Todo de la Naturaleza, es alcanzar el más alto grado de
pensamiento y de gozo, es estar en la cumbre sagrada de la mon-
taña, en el reposo eterno, donde la hora última del día pierde su
calor abrumador y el trueno no hace oír ya su voz, donde las aguas
ardorosas del mar ondulan como los trigales bajo la brisa. Formar
una sola cosa con todo lo que vive, significa que la virtud abando-
na su armadura de rigores y la inteligencia humana su centro, y
todos los pensamientos se borran en presencia de este universo
eternamente uno.11
Ante todo, “ser uno con todo” es un gozo profundo, abismal, una
radical vivencia estética de lo real. Pero, a la vez, trae consecuen-
cias éticas fundamentales. La virtud —dice bellamente Hölderlin—
“abandona su armadura de rigores”, porque ya no se trata de un
deber-ser ético, que nos enclaustra en el rigor de un imperativo
obligatorio, que nos somete, sino que la ética —si es posible erigir
33
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
34
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
Perspectivas
Nuestro agitado —y sin duda parcial— itinerario histórico, ha busca-
do entrever algo de la fecundidad de esta propuesta de Anaxágoras:
todo en todo.
I. Unidad. En el mundo, escenario donde todo lo humano trans-
curre, nada es ajeno a nada; nada existe aisladamente. Cada indi-
vidualidad es expresión, espejo, síntoma de la totalidad. De aquí
derivan varias consecuencias fundamentales:
1. A nivel ontológico: nada es superfluo; o afirmativamente, “to-
do es simiente”, dice Novalis recordando las homeomerías
anaxagóricas.
2. Desde el punto de vista axiológico, la tesis se convierte en és-
ta: nada es despreciable. Afirmativamente: todo vale de alguna
manera y para alguien. Así se sella una alianza indisoluble:
ser implica valer, aunque no todo valer.
Novalis, Enrique de Ofterdingen, Astralis, pp. 106, 158, 251. Fragmentos, p. 99.
12
35
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
II. Pluralidad: ella también está ahí, es un hecho. Cada ente expresa
a su modo la totalidad. Pero diversidad no es dispersión, divergen-
cia; sino convergencia, relación. Relación no sólo como afirmación,
sino también como negación. Repitiendo a Eckhart: “Todas las cria-
turas llevan en sí una negación”. Cada individualidad pone límites
en cuanto afirma su peculiaridad a la vez negando lo que no es.
Visto desde este ángulo, la realidad es una trama de límites a ser fran-
queados. Límites que no son fijos, dados, acabados; sino dinámicos,
puestos, abiertos. La totalidad es plural, procesal, interactuante,
abierta. Es maleable y creadora, porque incluye la negación; tan
múltiple y polifacética como lo negado. Negación que trabaja a to-
do nivel apareciendo como lo falso, la contradicción, lo malo, lo
feo, la desigualdad, lo injusto…
Pero precisamente ella se convierte en el acicate para que lo
humano se muestre como es, porque el hombre es el ser transgresor
de todo límite. Su ciencia y arte, magia y mística, ética o estética…
son otras tantas vías estructuradas como arietes para perforar los
límites que se anteponen a la actividad humana.
En fin, ante la trama fuertemente delicada de lo real, indestruc-
tiblemente tenue de Todo con Todo, el hombre ha vuelto astuta su
razón, ha afinado el oído, ha aguzado el ojo, pero para la filosofía
ello no basta aún, porque todavía no ha recuperado plenamente
36
UN SENTIDO DE LA VIGENCIA DE LA TRADICIÓN: TODO ESTÁ EN TODO
37
Cuerpo redimido1
1. Cuerpo original
En un extremo del arco, el cuerpo original necesita conquistar un
territorio. Es un instrumento de exploración y de apropiación. En
esa misma actividad, puede convertirse en instrumento de sojuz-
gamiento, cuando el amo es dueño del cuerpo esclavizado. Pero
a la vez, el cuerpo es instrumento expresivo, relacionante social.
El hombre corre, trepa, caza, construye, lucha, danza… Así la
provoca, evoca, convoca con su cuerpo. Lenguaje de la acción, se-
ñorío del movimiento, cuerpo agente.
El cuerpo original, el de la marcha bípeda, la liberación de la
mano, de la cabeza; el cuerpo erguido de la mirada libre, señala el
origen de infinitos horizontes posibles.2
2. Cuerpo obsceno
El devenir temporal nos ofrece hoy el espectáculo de culturas
preponderantemente sedentes y obscenas. Este extremo del arco
concentra cuerpos que ya no corren, trepan, cazan, luchan, como
necesidades dominantes, sino que son desplazados por variados me-
dios de transporte, se confinan en trabajos sedentes, y se recrean,
sobre todo, con ocios sedentes: cine, televisión, teatros, libros, mú-
1
Coloquio 125 Años de la Escuela Nacional Preparatoria, Asociación Filosófica,
Palacio de Medicina, FFyL, UNAM, diciembre de 1992.
2
Cfr. Jean Chateau, Las fuentes de lo imaginario, I, pp. 50-208 et passim.
38
CUERPO REDIMIDO
39
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
3. El cuerpo redimido
La expresión “cuerpo redimido” alude a situaciones, concepcio-
nes, perspectivas, vías y maneras de reconquistar filosóficamente
el cuerpo.5
No obstante las diferencias varias entre ellas, todas tienen en co-
mún, por un lado, el propósito reivindicatorio del cuerpo; por otro,
denotan diversas maneras de transgredir las fronteras del cuerpo
y trascenderse. En tal sentido, propongo cuatro vías diferentes en
cuanto a la naturaleza, propósitos, medios, etcétera, por las que se
logra una recuperación del cuerpo, en cuanto otras tantas reden-
ciones posibles. Aludiré al cuerpo ritual, el cuerpo del exilio, la
metamorfosis del cuerpo y a la danza.
Por cuerpo ritual me refiero a un aspecto del papel del cuerpo
en las ceremonias mágico-religiosas durante las fiestas. En lo que
atañe a nuestro asunto, el cuerpo ritual se diferencia del “cuerpo
natural”. El cuerpo natural ya no se siente, para entrar en una cor-
poreidad colectiva, anónima. El cuerpo singular diluye sus límites
en una comunidad anónima de cuerpos. A este nivel se recupera
otra forma de corporeidad, común, en gran medida construida,
compartida, sentida, de un cuerpo sin contornos. En este punto
es posible acceder a una catarsis de profunda conversión. “Yo no
4
Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra. Cfr. “Bajó Zaratustra de la montaña.
De los detractores del cuerpo”.
5
María Noel Lapoujade, “El cuerpo al rescate de su historia”, en la revista del
periódico La República.
40
CUERPO REDIMIDO
soy yo, pero tampoco, otro”. “Soy un cuerpo que baila”, un cuerpo
cuyo movimiento fascinado me instala en una instancia transgreso-
ra de la propia figura recortada, individual de su volumen. Es una
forma de dramatización, diversa de la tragedia griega, no obstante
los profundos efectos catárticos de ambas. En la tragedia clásica el
espectador es seducido por la mirada y lo escuchado, y así se trans-
porta a una situación que lo envuelve y sacude.6
El cuerpo ritual se sumerge, actor, en una dinámica totalizante,
por la cual accede a una catarsis colectiva, en la que la conversión
subjetiva se alcanza mediante movimientos, ritmos, gestos, posturas,
respiración, que rompen con cualquier norma preestablecida, para
convertirse en las vías de una transmutación espiritual.
Por otra parte, no obstante las diferencias de todo orden, el
cuerpo místico y el cuerpo ritual sellan una alianza muy profunda,
si se piensa que tanto el despojamiento místico del cuerpo como
el ingreso del cuerpo a una corporeidad colectiva son maneras di-
versas de transgredir la individuación corpórea.
En cuanto abandonado o sobrepasado, el cuerpo siempre es
transgredido. Se trata de una transgresión por la que se esfuman
los límites cerrados de su figura, el volumen, el peso, la densidad,
la dimensión, porque se funden en una unidad más vasta que com-
prende el cuerpo individual y lo anula. Se trata de la transmuta-
ción de lo visible en invisible, de la conversión de la materia en
espíritu, energía, en todo caso señala el devenir de la materia a la
inmaterialidad.
Por prescindencia en la mística o atravesándolo en el ritual, el
cuerpo propicia la abolición de los límites del yo, y se convierte en
vía de acceso a lo suprasensible. En su propia transgresión el cuer-
po ofrece un acceso a la trascendencia.
Otro papel juega el cuerpo del exilio, en otra “situación límite”
crucial. En una simplificación extrema del exilio, en su sincronía,
en una enajenación de la exterioridad por ausencia; lejanía que
duele. Su diacronía ejerce su transformación radical: el exilio de-
viene crecimiento inadvertido, identidad multiplicada, cuando las
geografías enmudecen y sólo se escucha cada ser con ser.
41
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
42
CUERPO REDIMIDO
8
Franz Kafka, La metamorfosis, I, p. 15.
43
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
44
CUERPO REDIMIDO
45
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
13
Ibidem, p. 163.
14
Idem.
15
Ibidem, p. 157.
16
Ibidem, pp. 164-165.
46
CUERPO REDIMIDO
[…] al llegar a Europa tuve tres grandes maestros, que fueron los
tres precursores de la danza de nuestro siglo: Beethoven, Nietzsche
y Wagner.
Beethoven creó la danza en ritmos potentes; Wagner, en forma
escultural; Nietzsche, en espíritu. Nietzsche fue el primer filósofo
bailarín.17
F. Nietzsche, op. cit., “Del leer y escribir”, “El gran anhelo”, “De viejas y nuevas
18
tablas”.
47
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Parábola
48
La filosofía como saber en crisis1
49
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
50
LA FILOSOFÍA COMO SABER EN CRISIS
5
L. Wittgenstein, op. cit., p. 123.
6
Friedrich Nietzsche, La voluntad de poderío, p. 292.
7
Meister Eckhart, Tratados y sermones, p. 562.
8
San Juan de la Cruz, “Coplas del mismo [el nacimiento] hechas sobre un éxtasis
de harta contemplación”, Obras completas, 1974.
9
L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus.
51
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
10
Martin Heidegger, Ser y tiempo, pp. 181-182.
11
F. Nietzsche, Así hablaba Zaratustra.
12
Cfr. Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, p. 24, y Rainer María Rilke, Cartas a un
joven poeta.
52
LA FILOSOFÍA COMO SABER EN CRISIS
53
Intervalo filosófico
en el gran relato de la Revolución francesa1
54
INTERVALO FILOSÓFICO EN EL GRAN RELATO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
55
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
56
INTERVALO FILOSÓFICO EN EL GRAN RELATO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Ibidem, p. 233.
4
57
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
58
Un sentido para la filosofía hoy1
59
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cada una de las frases que escribo, mienta ya al todo, por lo tanto
siempre lo mismo y son, por así decirlo, sólo aspecto de un objeto
visto desde distintos ángulos.2
2
Ludwig Wittgenstein, Observaciones, p. 23.
3
Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, p. 400.
4
Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Jenaer Schriften, p. 559.
60
UN SENTIDO PARA LA FILOSOFÍA HOY
61
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
¿Qué puede quedar fuera? Lo que cada uno sea incapaz de en-
contrar. Toda lectura filosófica es una paciente pesquisa de pistas
diversas y múltiples que se articulan entre sí, formando totalidades.
Es un modo, además, de combatir las especializaciones clausuradas,
aislantes. Las diversas hermenéuticas no son sino algunos posibles
modos de construir esa totalidad.
No es arbitrario integrar estas totalidades de pensamiento, por-
que las áreas son otras tantas perspectivas, maneras de salir al mun-
do para recorrerlo, son registros de lo humano desde una trama
especial. Volvemos así al comienzo: la filosofía que se elige depende del
ser humano que se es. En rigor, del ser humano que se aspira llegar a
ser. Así se comprende que la filosofía es siempre paideia.
62
Actualidad de las humanidades1
Premisa
En el mundo actual, el hombre, su gran depredador, ha comenza-
do a preocuparse por 1os estragos de sus acciones. Así, 1a ecología
es una de las coordenadas de la reflexión actual. La otra coorde-
nada la constituye, precisamente, el estudio de las humanidades;
en rigor, la conciencia progresiva de la necesidad de intensificar
su investigación.
En este sentido, una vez más volvemos a los presocráticos en
cuanto a la preocupación central por la physis. Pero también nos
acercamos a los sofistas y a Sócrates, cuando las preocupaciones gi-
ran en torno a los problemas del hombre. Quizá es preciso señalar
una diferencia fundamental: la situación límite, no metafórica, sino
fácticamente, en que se encuentra la naturaleza. La “humanización”
del hombre nos ha devuelto un ser violento, destructor, muy poco
racional, ni armónico, ni “verdadero”, ni “bueno”, ni “bello”, como
quería la filosofía en los albores griegos de la reflexión.
Sin embargo, en el Encuentro de la Facultad de Filosofía y Letras
de la UNAM, sobre las humanidades, sostuve una postura básica
que reitero:
63
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
María Noel Lapoujade, Cap. 3, V, Filosofía de la imaginación, pp. 139 y ss. Cfr.
3
también “Hacia un hombre imaginante”, Relaciones; “La identidad del yo”, Rela-
ciones; “Supratemporalidad de las humanidades”, Humanidades.
64
ACTUALIDAD DE LAS HUMANIDADES
4
Paul Valéry, Monsieur Teste, IV, p. 75.
5
Pico della Mirandola, De la dignidad del hombre, p. 105.
6
Miguel Ángel Buonarroti, Obras escogidas, XLVII, p. 35.
65
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Más aún, es posible este presente actual, porque cada uno de los
pasados, en sus respectivos presentes, se constituyó como la trans-
gresión del presente, hacia la trascendencia, hacia lo por-venir,
hacia lo utópico.
Las dimensiones transgresora, trascendente y utópica son otros
tantos registros de lo humano. Pero, atención: el hombre en cuanto
ser-imaginante. Porque sólo en cuanto imaginante el hombre pue-
de transgredir todo límite, puede trascender desde y en la inma-
nencia, puede expresar su naturaleza a la vez temporal y utópica.
Si nos situamos ahora en una perspectiva axiológica, y sostene-
mos con Novalis: “todo es simiente”;7 afirmación de reminiscencia
anaxagórica, podemos concluir que todo ser tiene algo de valor por
el hecho de ser. Más precisamente, un signo del valor del ser, en
cuanto tal, es su esfuerzo por persistir en él. Esta tesis de Spinoza
encuentra nítido antecedente en la mística de Eckhart, quien afir-
ma: “El hombre debería comprender y conocer lo noble que es el
ser. No hay criatura tan insignificante que no apetezca el ser. Las
orugas cuando caen de los árboles, suben penosamente por una
pared para conservar su ser. ¡Tan noble es el ser!”.8
Hago mías estas palabras, en cuanto nada es insignificante. Nada
amerita dejar de ser observado, atendido, pensado. Nada es ajeno
a la filosofía; por tanto, al hombre. Por esta vía se torna patente
el valor de lo específicamente humano. En este sentido, sentencia
Novalis: “No desprecies nada humano. Todo es bueno; sólo que no
para todo, no para siempre, no para todos”.9
Aquí se inserta, precisamente, uno de los papeles primordiales
de la filosofía: aprender a discernir lo esencial de lo contingente,
lo necesario de lo fortuito. De ahí que la filosofía no deja de ser
valorativa, no deja de ser perspectiva. Perspectiva humana, desde
el hombre.
El hombre, ese ser-de-perspectivas infinitas, incrusta sus dardos
en todo lo existente, lo real, lo irreal, contribuyendo a su recrea-
ción perpetua.
7
Novalis, Fragmentos, II, p. 32.
8
Meister Eckhart, Sermón VIII, Obras alemanas. Tratados y sermones, pp. 330-331.
9
Op. cit., p. 8.
66
ACTUALIDAD DE LAS HUMANIDADES
67
La supratemporalidad de las humanidades1
1
“La supratemporalidad de las humanidades” se publicó en el número 38 del
periódico Humanidades de la UNAM, el 13 de mayo de 1992.
2
Novalis, Fragmentos, p. 72.
68
LA SUPRATEMPORALIDAD DE LAS HUMANIDADES
Friedrich Schiller, “Carta VI”, Cartas sobre la educación estética del hombre, p. 45.
3
69
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
César Vallejo, “Un hombre pasa con un pan al hombro”, Obra poética completa.
4
70
LA SUPRATEMPORALIDAD DE LAS HUMANIDADES
71
Las humanidades:
“en búsqueda del tiempo perdido”1
La especie
Humanidades es el sustantivo que procede de la palabra homo, hom-
bre, a través del adjetivo humanus. El término humanidades hace
referencia a los estudios. Término acuñado por Cicerón para refe-
rirse a educar humanamente el espíritu.
Humanitas alude al conjunto de las disciplinas literarias, histó-
ricas, artísticas y filosóficas cuyo estudio busca forjar los espíritus.
En sentido lato, las humanidades son el correlato del huma-
nismo. Esto es, las humanidades son el conjunto de las disciplinas
sobre las que centra sus estudios una corriente, rica en diversidad,
llamada humanismo.
Por humanismo entendemos el conjunto diverso de teorías y
doctrinas que tienen por fin la persona humana y su expansión.
En este sentido, las humanidades son los estudios de los campos en
que actúa y se expresa la persona humana en cuanto tal.
En rigor, un humanista radical está preocupado por todo lo
humano, por la condición humana en todas sus formas y aspectos;
por ello, ha podido afirmar Terencio: “Soy hombre, luego, nada
de lo humano me es ajeno”.
En lo que sigue, proponemos una reflexión sobre una noción
de humanidades como el conjunto de los saberes que constituyen
los campos de estudio de las diversas perspectivas del humanismo.
Todo ello con la esperanza de aproximarnos paulatinamente a
ese modelo del género humano llamado “humanista”; modelo que,
72
LAS HUMANIDADES: “EN BÚSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO”
María Noel Lapoujade, “La filosofía como saber en crisis”, La filosofía hoy.
2
73
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
La cura
Para calmar la locura, Erasmo recurre al bálsamo de la paz, la to-
lerancia, la educación justa, volver a las fuentes de un cristianismo
auténtico. Todo esto con el instrumento de las lenguas clásicas,
Erasmo de Rotterdam, Oeuvres choisies. Cfr. Eloge de la folie, pp. 142, 145 y 148. [N.
3
74
LAS HUMANIDADES: “EN BÚSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO”
El laberinto y el hilo
El laberinto, símbolo de la encrucijada inextricable de caminos,
logra unir su inherente dualidad de maneras diversas.
Laberinto es el caos del medio, para devenir mundo.
Laberinto es el profuso desorden de las impresiones sensibles.
En tal sentido, sostiene Einstein: “Con la ayuda de las teorías físi-
cas buscamos encontrar nuestro camino a través del laberinto de
los hechos observados, de ordenar y de comprender el mundo de
nuestras impresiones sensibles”.5
Friedrich Schiller, “Carta IX”, Cartas sobre la educación estética del hombre, pp. 62.
4
75
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Origen y futuro
“Ser original —afirma el arquitecto catalán Gaudí— es volver al
origen.”
Esta idea contiene la pista para descubrir nuestro hilo de Ariadna.
No es difícil constatar que, actualmente, las humanidades sufren
una diáspora en la que la organicidad que las define en cuanto ta-
les, queda escondida y, por ende, postergada.6
Las especializaciones cerradas de fines del siglo pasado redun-
daron en el estallido de la unidad primordial de las humanidades.
Las concepciones posmodernas, haciéndose eco de esta desin-
tegración de saberes, recogen los jirones en sus teorías. Así, sus
teorías devienen testimonios de ese estado del mundo y la cultura.
En tal sentido, el éxito efímero de la posmodernidad radicó en
que sus teorías, en última instancia, no son sino testimonio y regis-
tro de la fragmentación de las culturas, creencias, sistemas, valores,
alrededor de los setenta en Europa.7
“En búsqueda del tiempo perdido”; es preciso un giro hacia
atrás en la historia, hacia el comienzo en que las humanidades cons-
tituían un tejido entero, para des-cubrir en ese comienzo único, su
origen que ocurre en cada tiempo.8
La noción de humanidades se prolonga en dos direcciones: ha-
cia el pasado con la nostalgia de los comienzos griegos presocráti-
6
M. N. Lapoujade, “Actualidad de las humanidades”, Káñina de Artes y Letras.
7
M. N. Lapoujade, “La supratemporalidad de las humanidades”, Humanidades.
Cfr. también “Imagen y temporalidad”, Relaciones; y en Mayéutica; y “La estética
desde una ontología de lo humano”, Relaciones.
8
Karl Jaspers, Cap. II, § 15, La filosofía.
76
LAS HUMANIDADES: “EN BÚSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO”
cos del pensar, en los que la naciente fuerza única de la physis era
reflexionada en concepciones holísticas, si bien el hombre no se
situaba en el centro. Hacia el futuro, con la esperanza de armoni-
zar una nueva integración.
En este sentido, los devenires históricos lastimaron la unidad.
Ahora sólo nos queda buscarla. Pero una búsqueda —como dice
Gaudí— que pretenda volver al origen con originalidad.
Nuestra apuesta es que el siglo futuro reciba de nuestro pre-
sente, el aluvión de las humanidades alimentadas con un pasado
nuevo. Nuevo porque podría ser hilado con otro hilo, de manera
que ese pasado pudiera convertirse hoy en un nuevo origen, para
las humanidades del tiempo por venir.
Poiesis y poética
Entiendo por poiesis la energía vital humana originaria que brota
en busca de formas.
Esas formas son las configuraciones de las creaciones humanas.
Los estudios sistemáticos de las diversas configuraciones de la
poiesis constituyen las poéticas.9
Como centro de esta propuesta de poética, tomamos un ele-
mento fundamental, que es el instante poético.
Las poéticas, en cuanto teorías de la poiesis, tienen una vasta historia. A partir de la Poé-
9
tica de Aristóteles, la Epístola a los Pisones, Arte poética de Horacio, De lo sublime de Longi-
no, los tratados de poética del Renacimiento, entre otros, Sébillet, Peletier, Ronsard,
etcétera, el Arte poética de Boileau, Jakobson, Bachelard, etcétera. [N. de la A.]
77
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
El instante poético
¿Por qué el instante poético?10
Porque la índole peculiar de su temporalidad permite conce-
bir el instante presente como grávido de historia replegada y de
porvenir virtual. Más aún, en su lógica de la paradoja, admite ser
concebido, además, como presente, y todavía, como momento
fuera del tiempo. Él contrae todos los tiempos, y aun, la ucronía y
la eternidad.
En estos juegos temporales que el instante engendra, devienen
los nexos entre “la búsqueda del tiempo perdido” y el porvenir, en
el instante suspendido de hoy.
En este contexto elegimos el instante poético como el hilo de
Ariadna. Hilo envuelto aún en el ovillo, agazapado justo antes de
desplegar su poder.
¿Qué es el instante?
Pregunta masoquista.
A pregunta masoquista, respuesta sádica; o al menos cínica. El
difuso matiz de cinismo se amalgama, inevitable, en toda respuesta
filosófica a una pregunta radical.
El instante: intervalo mínimo del tiempo.
El instante: interrupción de la duración bergsoniana; arruga de
un pliegue deleuziano; suspensión de un devenir; eternidad esfor-
zándose en su máxima concentración, en la mínima expresión; nó-
dulo de energía monádica en rotación sin ventanas.
El instante: inmemorial fugitivo del tiempo.
El instante: paradójico no-ser que es.
Sólo que él es, en el reino de una ontología imaginaria, donde
nace y habita.
Desandando el camino desde el metalenguaje —que nombra el ins-
tante como miembro de una ontología imaginaria—, alcanzamos
el lenguaje, que denota, directo, su referente.
Esta reflexión me ha sido suscitada por una obra de Bachelard a la que remito.
10
78
LAS HUMANIDADES: “EN BÚSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO”
79
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
80
Después de la posmodernidad1
1
Conferencia dictada en el III Encuentro Cuba-México de Filosofia. I Coloquio
Internacional sobre Estética y Arte, La Habana, 25-28 de junio de 2002.
2
María Noel Lapoujade, “Nietzsche: De la física y la fisiología a la metafísica bio-
lógica del arte”, Relaciones, p. 20. “En el tramo que va de Nietzsche a nuestros
días, el espíritu de rebaño se ha contagiado de una plaga llamada globalización”.
3
Evoco El jardín simbólico, texto griego del Clarkianus XI, extraído por Margaret
H. Thomson. Editado por J. J. de Olañeta, Barcelona, 1998. [N. de la A.]
4
Aludo a Teresa de Jesús, Obras completas, I. Cfr. entre otros múltiples pasajes
referidos a esta metáfora: “Vida”, 6, p. 98 y ss. “Vida”, 14, p. 136 y ss., donde
leemos: “[...] me era gran deleite considerar ser mi alma un huerto y al Señor
que se paseaba en él. [...] vienen tiempos en el alma que no hay memoria de
este huerto: todo parece estar seco y que no ha de haber agua para sustentarle,
ni parece hubo jamás en el alma cosa de virtud. Pásase mucho trabajo, porque
quiere el Señor que le parezca al pobre hortelano que todo el que ha tenido en
sustentarle y regarle va perdido. Entonces es el verdadero escardar y quitar de
raíz las hierbecillas —aunque sean pequeñas— que han quedado malas. Con
conocer no hay diligencia que baste, si el agua de la gracia nos quita Dios, y
81
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Premisa
Una salida es parapetarse en la fijación de conceptos. Esto es, filo-
sofar al amparo de doctrinas fijadas; así, la filosofía se vuelve, lite-
ralmente, dogmática.
Otra salida, aparentemente más elegante, es aquella tan expan-
dida por la cual nosotros, humildes hortelanos de la filosofía, en-
contramos el refugio confortable en los clichés.
Cliché. Originariamente, en tipografía, un cliché es un prototi-
po, una placa en la que está el modelo a reproducir, permitiendo
el tiraje de múltiples ejemplares.
A partir del último cuarto del siglo XIX se utiliza en sentido
figurado, peyorativo, como la frecuente aplicación mecánica de
una expresión hecha, de tal manera que se vuelve banal, práctica-
mente vacía.5
Entonces, la filosofía se torna un ejercicio con estereotipos.
En tal sentido, se pierden ríos de tinta para demostrar que: “la
filosofía está en crisis”. Vaya descubrimiento. La filosofía es un saber
en crisis.6 La crisis le es constitutiva. Si la filosofía no estuviera en
crisis, sería una repetición pseudo-pedagógica de escuela.
En este contexto, se ubica la así llamada “crisis de la filosofía
moderna” o “crisis de la modernidad”. Se pretende barrer la mo-
dernidad convertida en otro cliché, como una filosofía anacrónica.
tener en poco nuestra nada, y aún menos que nada, gánase aquí mucha humil-
dad: tornan de nuevo a crecer las flores”. [N. de la A.]
5
Paul Robert, Le petit Robert.
6
Cfr. M. N. Lapoujade, “La filosofía como saber en crisis”, en las Memorias del
Coloquio “La filosofía hoy”. También publicado por Relaciones. Este artículo es,
a su vez, citado por Janusz Wojcieszak en su artículo: “Interculturalidad y la
crisis finisecular”, Itinerarios.
82
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
Hipótesis
Asentada esta premisa de la cual parte la presente reflexión, ade-
lantemos una hipótesis. Pienso que estamos ante una ciega batalla
de estereotipos: los moldes de la posmodernidad se aplican sin miramien-
tos a la masa previamente uniformizada de la modernidad, para pasar a
retiro a esta antigualla filosófica.
Roland Barthes ha señalado con claridad este problema y sus
consecuencias, en el siguiente pasaje de su Lección inaugural de la
cátedra de semiología literaria en el Colegio de Francia: “Los signos de los
que la lengua está hecha, los signos no existen más que en tanto son
reconocidos, es decir en tanto que se repiten; el signo es seguidor,
gregario; en cada signo duerme este monstruo: un estereotipo”.8
La pregunta es, entonces: ¿cuál es el sujeto gramatical de la hi-
pótesis? ¿Quiénes aplican esos moldes?
7
Roger Darrobers, Proverbes chinois. Cfr. “L’Étude”, extraído de Confucius, Entre-
tiens, II, 11, p. 148.
8
Roland Barthes, Leçon inaugurale de la chaire de sémiologie littéraire du Collège de
France, p. 15. [N. del E.: La traducción es de la autora].
83
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Desde que enuncia, estas dos rúbricas se reúnen en mí, soy a la vez
amo y esclavo: no me contento con repetir lo que ha sido dicho, con
alojarme confortablemente en la servidumbre de los signos: digo,
afirmo, impongo lo que repito. En la lengua, pues, servidumbre y
poder se confunden ineluctablemente.9
9
Idem.
10
Cfr. Gianni Vattimo, El fin de la modernidad.
11
Ibidem, p. 19.
12
Una vez asentada nuestra premisa y nuestra hipótesis de trabajo, es preciso esta-
blecer, de manera clara y distinta, lo que cada uno de los protagonistas entiende
84
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
85
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Idem.
16
86
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
87
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
20
Cfr. M. N. Lapoujade, “Imagen y temporalidad”, Relaciones. También publicado
en Mayéutica.
21
Jean-François Lyotard, Le Postmoderne expliqué aux enfants.
22
Cfr. Immanuel Kant, “Idea de una Historia universal en sentido cosmopolita”,
Filosofía de la Historia, 1981, pp. 39-40.
23
Ibidem, “Quinto Principio”, pp. 50-51.
88
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
89
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Se podría decir que los rostros de una enorme asamblea son una
historia del alma humana escrita con caracteres chinos... Mientras
más detenida es la observación de los rostros, más y más aspectos in-
dividuales se distinguen en las caras consideradas “insignificantes”.25
90
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
91
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
92
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
28
I. Kant, La fin de toutes choses.
29
Ibidem, p. 19.
30
Remito al capítulo III, titulado “Muerte o crepúsculo del arte”, del libro que venimos
comentando y, fundamentalmente, a la Conferencia que Vattimo impartió en Méxi-
co, titulada: “El arte de la estética a la historia”, y la Réplica para la que fui designada,
titulada: “La estética desde una ontología de lo humano”. Cfr. nota 14. [N. de la A.]
93
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
31
M. N. Lapoujade, “De la física y la fisiología a la metafísica biológica del arte”,
Relaciones.
32
Gramaticalmente, ambos sustantivos fijan, en su carácter de nombres, las ac-
ciones que señalan los verbos de los cuales derivan. En tal sentido, Verbindung
sustancializa el verbo verbinden, una de las posibles precisiones del verbo binden,
cuyo origen lingüístico se remonta al alemán correspondiente a los siglos VII
al XII. A partir de allí, hasta el siglo XXI, continúa incorporando matices, de
manera que es un término muy rico. En suma, para nuestro propósito baste con
los sentidos primarios constantes: atar, ligar; en sentido figurado y reflexivo,
sich binden implica comprometerse. Contiene los sentidos de juntar, ensamblar,
reunir (zusammenfügen), así como de pegar, fraguar. Verbinden introduce (entre
los siglos XII y XV) el matiz de ligar juntos fuertemente, de manera firme, com-
pacta, sólida. Cfr. Paul Grebe, Der grosse Duden, pp. 67-68. [N. de la A.]
94
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
95
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
33
Friedrich Schiller, Über die ästhetische Erziehung des Menschen. Cfr. v. gr. Carta XXVI,
donde leemos [la traducción es de la autora]: “¿Cuál es el fenómeno a través del
cual se anuncia la entrada del salvaje en la humanidad? Hasta donde pregunta-
mos a la historia, es el mismo en todos los pueblos que han salido de la esclavitud
del estado animal: la alegría en la apariencia [Freude am Schein], la inclinación
hacia el adorno y hacia los juegos”, pp. 111-112. Hay distintas versiones al espa-
ñol, entre ellas: Cartas sobre la educación estética del hombre, Aguilar, Madrid, 1963.
[N. de la A.]
34
Cfr. G. Vattimo, “El arte de la estética a la historia” [Conferencia] y la Réplica,
M. N. Lapoujade, “La estética desde una ontología de lo humano”, p. 19.
35
Cfr. M. N. Lapoujade, “La estética desde una ontología de lo humano”, p. 18.
96
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
97
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 159.
37
98
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
99
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 34.
38
100
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
Proposición alternativa
No es hora de detractar los humanismos, como viejas antiguallas
démodés, sino todo lo contrario, ha llegado la hora extrema de
revitalizar sus sentidos, de sacar lo nuevo de lo viejo, como reza el
proverbio chino que nos guía.
¿De qué manera? Como nos lo han enseñado los grandes alqui-
mistas desde Egipto hasta hoy, el quid está en volver al modelo de
la naturaleza, la cual extrae la vida de lo podrido.
Señalan Chevalier y Gheerbrant: “Para los herméticos la putre-
facción es la principal de las operaciones químicas. Ella simboliza
la destrucción de la naturaleza vieja y el renacimiento en otra ma-
nera de ser, capaz de producir frutos nuevos”.39
101
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
102
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
103
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
104
DESPUÉS DE LA POSMODERNIDAD
“Maison et Universe”, op. cit., p. 66. [N. del E.: La traducción es de la autora].
43
Idem.
44
105
La filosofía como un despertar a la belleza
“Der Akt des sich selbst Überspringens ist überall der höchste, der Urpunkt, die
1
106
LA FILOSOFÍA COMO UN DESPERTAR A LA BELLEZA
2
“[...] para practicar de este modo la lectura como arte se necesita ante todo una
cosa que es precisamente hoy en día la más olvidada [...] una cosa para la cual se
ha de ser casi vaca y, en todo caso, no ‘hombre moderno’: el rumiar.” (Friedrich
Nietzsche, “Prólogo”, La genealogía de la moral, p. 26).
3
Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, Cap. II, 1, p. 24.
4
“[m]an kann nur philosophieren lernen” (Immanuel Kant, “Die Architektonik
der reinen Vernunft”, Kritik der reinen Vernunft, p. 753).
“[...] sólo puede aprenderse a filosofar” (“Arquitectónica de la razón pura”,
Crítica de la razón pura, p. 400).
107
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.5
5
Juan de la Cruz, Obras completas, Poesías, 9, p. 35.
María Noel Lapoujade, “Espacios místicos de la intimidad”, en Espacios imagina-
rios [bajo dirección de la autora].
6
Agustín de Hipona, De Magistro. Obras de San Agustín.
108
LA FILOSOFÍA COMO UN DESPERTAR A LA BELLEZA
7
I. Kant, Von den Vermögen des Gemüts, welche das Genie ausmachen, § 49.
M. N. Lapoujade, “Una mirada estética a lo invisible”, Revista de Filosofía.
8
Henri Focillon, “IV: Les formes dans l’esprit”, La vie des formes.
9
M. N. Lapoujade, “Cap. 3, V: La imaginación, una definición del hombre”, Filo-
sofía de la imaginación.
10
F. Nietzsche, “Ensayo de autocrítica”, 5, El nacimiento de la tragedia.
109
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
110
LA FILOSOFÍA COMO UN DESPERTAR A LA BELLEZA
La ecuanimidad,
Yo no se qué hacer. Todo me es indiferente: lugar, no-lugar,
Eternidad, tiempo, noche, día, alegría y pena.16
Por ello mismo, este estado de “no desear nada” se revierte para
convertirse en la felicidad, la plenitud.
13
M. N. Lapoujade, “Lo imaginario y las piedras”, en Imagen, signo y símbolo [bajo
dirección de la autora].
14
A. Silesius, “Premier Livre, 165”, op. cit., p. 69.
15
Ibidem, Livre II, 70, p. 116.
16
Ibidem, Livre I, 125, pp. 60, 75, 190.
17
Ibidem, Livre I, 170, p. 70.
111
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Sin porqué
La rosa es sin porqué, ella florece porque florece
No presta atención a sí misma; no se pregunta si uno la ve.18
Ibidem, Livre II, 64, p. 115. Cfr. además, M. N. Lapoujade, “De la física y la
19
112
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
Itinerario filosófico:
del cogito hacia un hombre cósmico
Itinerario
Esta es una invitación a realizar, aquí y ahora, un vertiginoso viaje
filosófico imaginario desde la aurora de la humanidad hasta hoy.
Los epígrafes son las señales de la partida, indican desde dónde
partimos; en la jerga de la escuela se denominan “premisas”. Pero
ya las premisas de todo discurso contienen una dirección, intencio-
nalidad husserliana, hacia la que apuntan. Es decir, nuestras señales
de partida son los faros que orientan nuestro viaje.
El itinerario se desarrolla en varios trayectos: el primero, par-
te de un paisaje prehistórico de la humanidad, haciendo breve
escala en el mito, para tocar un primer puerto: nacimiento de la
filosofía llamada “occidental”. El segundo trayecto va de ese naci-
miento hasta llegar a un puerto mayor de la filosofía, construido
en torno a la irrupción del cogito. La tercera etapa de la trayectoria
conducirá nuestra barca desde el cogito epistémico-racional, hacia
el cogito ético-estético-imaginario, umbral para la re-construcción
de un hombre cósmico.
113
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
114
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
Gaston Bachelard, L’air et les songes. Essai sur l’imagination du mouvment, p. 19.
2
115
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
116
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
un ritual. Con esta acción que evoca en espejo, en eco, el nacimiento, se regene-
ra el origen, periódica y cíclicamente, es el inicio de otro ciclo, un renacimiento
cultural. Cfr. María Noel Lapoujade, “Conferencia sobre mito e imaginación”.
[N. de la A.]
5
Tumaï: “esperanza de vida”, cráneo de 350 cm3, altura de un chimpancé actual,
fechado de 6 a 7 millones de años, descubierto en 2002, desierto de Djourab, Chad.
117
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Me refiero a las cosmogonías de los poetas: Tales, poeta del agua; Anaximan-
6
dro, del ápeiron, lo ilimitado; Anaxímenes, poeta del aire; Heráclito, del fuego;
Empédocles eleva su canto a los cuatro elementos, movidos por las fuerzas del
amor y del odio. Cfr. Jean Voilquin, Les penseurs grecs avant Socrate, De Thales de
Milet à Prodicos. [N. de la A.]
118
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
Un alto en el viaje
La imaginación alcanza papeles protagónicos en los pensadores
renacentistas tales como Giordano Bruno, Marcilio Ficino, Pico
della Mirandola, en sus científicos y en el esplendor del arte. Los
imaginarios se vuelven tan infinitos, múltiples y diversos como el
mundo mismo. La humanidad goza de su arte en sus concepcio-
nes, su ciencia y sus técnicas y, sin embargo, ese mundo nuevo de
inabarcables fronteras cósmicas deja resonancias de incertidumbres
filosóficas profundas.
7
Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, p. 28.
8
Alexander Koyré, Del mundo cerrado al universo infinito.
9
Nicolás de Cusa, La docta ignorancia.
119
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
El viaje continúa
Ante la complejidad desconcertante del mundo nuevo, la especie
humana desorientada se repliega filosóficamente sobre sí misma.
La filosofía se vuelve introvertida. Recogida en el centro del alma
busca el pilar sólido y seguro del cual partir. En los inicios del siglo
XVII, a partir de 1605, esa rara avis en la historia de la filosofía,
llamada Francis Bacon —humanista, científico, epistemólogo, pe-
dagogo, utopista, poeta en prosa, un sabio, en fin—, presenta su
filosofía en un enjambre de metáforas precisas, rigurosas y bellas.
10
Blaise Pascal, Pensées (1670), 70, p. 23.
11
Cfr. El misterio del ser.
12
Teresa de Ávila (1515-1582), Obras completas, vol. 1, Vida. cap. 11, 6, pp. 98-99.
120
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
Vuelve una vez más su mirada escrutadora hacia aquel “huerto del
alma” y se encuentra con un selvático mundo interior. Antes de
cultivar, es preciso desbrozar el terreno.
En tal sentido, para limpiar el terreno, dedica una buena parte
de su obra a realizar una suerte de minuciosa “fenomenología” no
ya “del espíritu”, sino de la mente, de la subjetividad humana. De
este modo, Bacon pretende purificar la mente de un conjunto de
errores, falsos conceptos, etcétera.13 Se preocupa de observar, des-
cribir y señalar, para corregir el que llama el “cambiante espejo de
la mente”.14 Dice Bacon:
13
Cfr. M. N. Lapoujade, Los sistemas de Bacon y Descartes. De la coincidencia de los
opuestos.
14
Francis Bacon, Del adelanto y progreso de las ciencias (1605), p. 133.
15
Idem, p. 266.
16
F. Bacon, Novum Organon (1620), libro 1, aforismos 38 a 68.
121
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Los que han manejado las ciencias han sido hombres o empíricos o
dogmáticos. Los empíricos, a modo de hormigas no hacen más que
amontonar y usar; los razonadores, a modo de arañas, hacen telas
sacadas de sí mismos. La abeja, en cambio, tiene un procedimiento
intermedio sacando su material de las flores del jardín y del campo,
transformándolo y dirigiéndolo, sin embargo, con su propio poder.
No muy desemejante a éste es el verdadero trabajo de la filosofía.18
17
Aristóteles, Cap. I, “De las proposiciones”, Organon, Henneneia, cit. por Bacon
en Del adelanto...
18
F. Bacon, op. cit., aforismo 95.
122
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
Mirada al futuro
La resonancia filosófica posterior de esta metáfora se encuentra
expuesta en otra metáfora-faro de la filosofía occidental. Me refie-
ro a la exposición metafórica de esta tesis crucial, que encuentra
eco y se convierte en la postura crítica de Immanuel Kant. Filosofía
crítica cuyo creador, por paradójico que pueda parecer, expone los
fundamentos de su teoría, concentrados en una clara metáfora:
se trata de la trillada metáfora de la revolución copernicana de su
filosofía. Pero he aquí que la metáfora y la imaginación humana
ocupan un lugar central en la filosofía crítica de Kant, hecho que,
en general, “los ídolos” arraigados en las mentes de los críticos im-
piden comprender.
123
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
He enfocado este tema en “El ojo y el oído o una historia estética de la filo-
21
124
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
René Descartes, Cogitationes privatae, cit. por S. S. de Sacy, op. cit., p. 69.
22
125
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
126
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
127
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
26
G. Bachelard, “Introduction”, La poétique de la rêverie, p. 20. Aquí explica el cap.
IV. [N. de la A.]
27
Idem.
28
Ibidem, p. 21.
29
Ibidem, p. 23.
128
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
129
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Bachelard continúa:
G. Bachelard, La terre et les rêveries du repos. Essai sur les images de l’intimité, p. 62.
32
130
ITINERARIO FILOSÓFICO: DEL COGITO HACIA UN HOMBRE CÓSMICO
131
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
132
La irrupción del cogito1
[...] es una cruz cuyo madero vertical es el espacio finito entre cielo
e infierno, que nos lleva directamente a través del corazón humano,
y cuyo travesaño es el tiempo finito desde la creación hasta el día del
133
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
2
Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, p. 28.
3
Alexander Koyré, Del mundo cerrado al universo infinito.
4
Nicolás de Cusa, La docta ignorancia.
5
Blaise Pascal, Pensées (1670), p. 23.
134
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
6
María Noel Lapoujade, Los sistemas de Bacon y Descartes. De la coincidencia de los
opuestos.
7
Francis Bacon, Del adelanto y progreso de las ciencias, p. 133.
8
Idem, p. 266.
9
He desarrollado este tema en Los sistemas de Bacon y Descartes. De la coincidencia de los
opuestos. Cfr. bibliografía de y sobre René Descartes en el mismo libro. [N. de la A.]
135
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Variété, p. 790.
136
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
11
Cita de Vie de M. Descartes por Baillet, París, 1691, citado por P. Valéry, op. cit.,
Une vue de Descartes, Etudes philosophiques, en Variété, p. 814.
12
Analicé minuciosamente el tema en Los sistemas de Bacon y Descartes... pp. 57-93.
[N. de la A.]
13
“Par intuition j’entends, non pas le témoignage changeant des sens ou le ju-
gement trompeur d’une imagination qui compose mal son objet, mais la con-
ception d’un esprit pur et attentif, conception si facile et si distincte qu’aucun
doute ne reste sur ce que nous comprenons...” (R. Descartes, Oeuvres et Lettres,
Gallimard, París, 1953, Règles pour la direction de l›esprit, Règle III, pp. 43-
45). Cfr. M. N. Lapoujade, “Cap. 3, Las vías epistémicas”, Los sistemas de Bacon y
Descartes. De la coincidencia de los opuestos, pp. 203 y ss.
14
René Descartes, Règle IX, op. cit., pp. 67-68.
137
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
15
Edgar Morin, La méthode. Tome II, La vie de la vie, Deuxième partie, 4, IV, A, Le
cogito, p. 180.
16
Op. cit., Cap. I, El cogito, pp. 57-93.
138
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
17
R. Descartes, Oeuvres et lettres. Réponses de l’Auteur aux Cinquièmes Objections faites
par Monsieur Gassendi, Cinquièmes Réponses, Des choses qui ont été objectées
contre la Seconde Méditation, p. 482. Cfr. además, Lettre à Mersenne, Leyde, 27
avril 1637?, donde Descartes afirma que: “vouloir, entendre, imaginer, sentir,
etc, ne sont que des diverses façons de penser, qui apartiennent toutes à l’âme”,
Oeuvres complètes, p. 963. [N. de la A.]
18
Concepción a la que hice referencia en Los sistemas de Bacon y Descartes, p. 89.
[N. de la A.]
19
R. Descartes, Oeuvres et lettres, Règles pour la direction de l’esprit, Règle XII, p. 75.
139
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
20
Dados los límites de este ensayo, sólo hago énfasis en los temas centrales de la
teoría cartesiana de la imaginación, que he investigado in extenso en un libro
aún inédito. [N. de la A.]
21
R. Descartes, op. cit., Règle XIV.
22
R. Descartes, op. cit., Méditations.
23
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación, Cap. 2, II: Una fenomenología de
la imaginación; I: Imaginación y percepción, pp. 109-112; II, Cfr. la crítica a la
teoría de imaginación de Jean-Paul Sartre, pp. 120-131. Todo lo cual se resume
en la conclusión: “la imagen exhibe una sobreabundancia esencial respecto del
percepto”, p. 131.
24
Idem.
140
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
141
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Imaginación y entendimiento
Este tema es retomado y respondido en múltiples y reiteradas oca-
siones a lo largo de toda la obra de nuestro pensador.
Considero que el planteamiento del problema y su respuesta
adquiere sentido filosófico profundo en el marco de la postura crí-
tica, como un aspecto de ella.
La filosofía crítica planteada teóricamente como tal, tiene a Kant
como portavoz indiscutible.
Sin embargo, como lo he desarrollado en Los sistemas de Bacon y
Descartes y en Filosofía de la imaginación, esta postura encuentra sus
claros antecedentes filosóficos en Bacon y Descartes.26
Baste aquí solamente su mención, como delimitación del terre-
no en que se ubica el problema general de la pregunta por la rela-
ción de la imagen con el pensamiento, y sus funciones secretoras:
la imaginación y el entendimiento.
Descartes, en la Regla VIII, afirma que el primer problema a
plantear es precisamente el de “los límites del espíritu” o “los lími-
tes de la inteligencia humana”.
En el presente contexto, baste con una cita, elocuente por sí
misma:
142
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
Remito al lector una vez más a mis libros y artículos, de una filosofía que vengo
28
143
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Je remarque [...] que cette vertu d’imaginer qui est en moi, [...] qu’elle
diffère de la puissance de concevoir [...], cette façon de penser diffère
seulement de la pure intellection, en ce que l’esprit en concevant se
tourne en quelque façon vers soi-même, [...] mais en imaginant il se
tourne vers le corps, et y considère quelque chose de conforme à l’idée
qu’il a formée de soi-même ou qu’il a reçue par les sens.31
29
R. Descartes, op. cit., Les principes de la Philosophie, Première Partie, 53, p. 595.
[N. del E.: Las cursivas son de la autora].
30
En este punto de la reflexión, en torno al argumento del chiliogone sigo la Mé-
ditation Sixième. Cfr. además, Réponses aux Premières Objection, de Caterus, p. 353.
[N. de la A.]
31
R. Descartes, op. cit., Méditations, Méditation Sixième, p. 319.
144
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
32
Cfr. las citas correspondientes a las notas 24 y 28.
33
R. Descartes, op. cit., Lettres, Lettre à Elisabeth du 28 juin 1643, p. 1158.
34
R. Descartes, op. cit., Cinquièmes Réponses, p. 483.
35
Esta tesis tiene como fundamento la concepción cartesiana del hombre y del
animal, el hombre-máquina, las metáforas del mecanismo de relojería (relación
con Huygens) en la perfección del funcionamiento del cuerpo, las diferencias
con el animal, sus divergencias con la concepción de Montaigne, todo lo cual
evidentemente debe quedar fuera de los márgenes de este ensayo. [N. de la A.]
36
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación, Cap. 3, V, La imaginación: definición
del hombre, pp. 193-215.
145
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
146
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
147
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ante todo, importa percibir que, en este pasaje, con un “estilo ad-
mirable” como lo subraya Paul Valéry, Descartes se prodiga en un
modelo de belleza de la lengua francesa.41
Segundo, haciendo a un lado la seca discusión filosófica clásica
de las cualidades primarias y secundarias, y todos los comentarios
habituales, ubicados en el contexto de la filosofía de la imaginación,
enfatizo muy especialmente otras líneas no tan explotadas de este
admirable pasaje, las cuales, sin embargo, revisten una importancia
fundamental para la comprensión cabal del pensamiento cartesiano.
Sentidos e imaginación
Descartes se pregunta de inmediato:
40
R. Descartes, op. cit, Méditations, Méditation Seconde, pp. 279-280.
41
P. Valéry, op. cit., Une vue de Descartes, Études philosophiques, en Variété, pp. 826-827.
42
R. Descartes, ibidem, p. 280. [N. del E.: Las cursivas son de la autora]
148
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
43
R. Descartes, op. cit., Règles pour la direction de l’esprit, Règle XIV, p. 97.
44
Idem.
45
M. N. Lapoujade (comp.), “Prólogo”, Espacios imaginarios, pp. 7-13; “Palabras
de apertura”, pp. 15-18.
46
R. Descartes, op. cit., Règles, Règle XIV, p. 100.
149
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
47
Ibidem, p. 103.
48
M. N. Lapoujade, “Segunda parte. Pintura y geometría”, La imaginación estética
en la mirada de Vermeer, pp. 91-125.
49
R. Descartes, ibidem, Règle V, p. 106.
150
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
La imaginación y el cuerpo
En primer lugar, estamos ante un problema de una extrema com-
plejidad en el pensamiento cartesiano.
En segundo, por si esto fuera poco, se trata de un tema que for-
ma parte de una temática que considero aporética en el pensamiento
cartesiano: las relaciones alma-cuerpo.52
Maurice Merleau-Ponty desarrolla el tema en profundidad. En
su magistral estudio sobre L’oeil et l’esprit, las referencias a Descartes
50
Ibidem, Règle XVI, pp. 107-111.
51
M. N. Lapoujade, “Segunda parte. La pintura y la luz: en la frontera entre la
geometría y la óptica”, La imaginación estética en la mirada de Vermeer, pp. 129-135.
52
M. N. Lapoujade, “Cap. 1, Diacronía”, Filosofía de la imaginación, pp. 53-54.
151
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
53
Maurice Merleau-Ponty, L’oeil et l’esprit, III, pp. 53-54.
54
M. N. Lapoujade, El misterio construido, Revista de la Universidad de Costa Rica,
pp. 103-107, y/o “El misterio construido”, Relaciones, pp. 9-10.
55
Idem, p. 76.
56
Obviamente no es posible desarrollar aquí este aspecto del tema. [N. de la A.]
152
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
57
Para el análisis de las relaciones de la imagen y el cerebro, es imprescindible revisar
los aportes de la neurofisiología actual. En particular, señalo la importancia de
las investigaciones de Paul Chauchard, entre las que una muestra muy significa-
tiva se encuentra en su ensayo “La realización corporal de la persona”, incluido
en El zen y el cerebro, de autoría de Taisen Deshimaru y Paul Chauchard. Cfr.
especialmente “Cap. VI: La sabia imaginación de lo verdadero”. [N. de la A.]
58
Paul Chauchard, op. cit., pp. 146 y 147.
153
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ce que j’ai dit de l’imagination est assez clair si l’on veut y prendre
garde, mais ce n’est pas merveille si cela semble obscur à ceux qui
ne méditent jamais et qui ne font aucune réflexion sur ce qu’ils
pensent.60
La imaginación vivida
La imaginación diurna en Descartes
Uno de ellos se encuentra a nivel de un dato autobiográfico, extraí-
do de una carta a Elisabeth del 28 de junio de 1643.
Et je puis dire, avec vérité, que la principale règle que j’ai toujours
observée en mes études, et celle que je crois m’avoir le plus servi
pour acquérir quelque connaissance, a été que je n’ai jamais em-
ployé que fort peu d’heures, par jour, aux pensées qui occupent
l’imagination, et fort peu d’heures, par an, à celles qui occupent
l’entendement seul, et que j’ai donné tout le reste de mon temps
au relâche des sens et au repos de l’esprit; même je compte, entre
les exercices de l’imagination, toutes les conversations sérieuses,
et tout ce à quoi il faut avoir de l’attention. C’est ce qui m’a fait
retirer aux champs...61
59
P. Valéry, op. cit., Une vue de Descartes, Problèmes Philosophiques, en Variété, p. 833.
60
R. Descartes, op. cit., Cinquièmes Réponses, p. 483.
61
R. Descartes, op. cit., Lettre à Elisabeth, Egmond-du-Hoef, 28 juin 1643, p. 1159.
154
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
La imaginación nocturna
Dos. La determinación completa del ser humano exige observar,
además, los trabajos nocturnos de la imaginación y, por desconcer-
tante que pueda parecer, el lado de la imaginación nocturna fue
decisiva en el Descartes-pensador.
En este instante de nuestra reflexión, es preciso aguzar el oído,
porque la revelación súbita de la ciencia universal, la necesidad del
método para alcanzar la verdad, el sí y el no, y, en última instancia,
el trofeo del cogito ahí escondido aún, se hace patente a Descartes
durante la noche del 10 al 11 de noviembre de 1619 en tres sueños.
Los sueños:
155
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
156
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
64
He enfocado este tema en “El ojo y el oído o una historia estética de la filosofía”,
Plural, pp. 27-32. Y en Graffiti, pp. 16-22. [N. de la A.]
65
R. Descartes, “Sexta Parte”, Discours de la méthode, pp. 121-122.
157
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Conclusión
Gaston Bachelard afirma sabiamente:
158
LA IRRUPCIÓN DEL COGITO
159
Filosofía y filosofar1
160
FILOSOFÍA Y FILOSOFAR
161
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
162
FILOSOFÍA Y FILOSOFAR
catastrophes.
163
Capítulo 2
LA FILOSOFÍA
DE LA IMAGINACIÓN
165
El lenguaje: aproximación acerca de la naturaleza
e hipótesis acerca del origen
Observaciones preliminares
1) Todo trabajo se realiza desde una perspectiva personal; inevita-
blemente. Ello condiciona nuestras preguntas y, por ende, lo que
la realidad estudiada nos responde.
2) Propósito. El tema nos ubica en el plano de lo hipotético prepon-
derantemente. No por ello debemos abandonarlo (como lo indica
que se ha hecho la escasa bibliografía correspondiente). El hecho
de considerarlo hipotético, escurridizo, de difícil comprobación, y
abstracto, lleva a abandonarlo. Se me ocurre, es como la actitud de
aquel que ante un accidente sangriento huye por no enfrentarse
con una situación penosa. Cuando la actitud debería ser, tanto en
el ejemplo como en nuestro caso, exactamente la contraria. Debe
estar signada por la preocupación y atención más insistente.
El presente trabajo tiene el propósito de ser un llamado de aten-
ción sobre un tema harto frecuentemente soslayado.
Introducción
1) El título. No responde al azar. Responde al plano en el que se
sitúa el trabajo. Las expresiones “aproximación” e “hipótesis” con-
centran esa situación.
2) El tema. Es la respuesta a ciertas interrogantes que condicionan
la plausibilidad del asunto.
a) ¿Qué entendemos por lenguaje? (Obsérvese que no dice: qué es...).
b) ¿Qué hipótesis acerca del origen pueden arrojar cierta luz so-
bre el lenguaje tal y como lo observamos hoy? (Que es muy distinto
de preguntar: cuál es el origen).
3) Consideración metodológica. La vía que escogemos ha de ser confor-
me con nuestro propósito. En consecuencia, nuestra actitud será la
167
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Naturaleza origen
168
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
III. Lenguaje
1) Situación
¿Podemos hablar de “situar” el lenguaje? Sin duda, sí, en un sentido.
¿Por qué? Pues todo fenómeno es lo relevante respecto de un fondo.
¿Dónde situar al lenguaje?
Por un lado, es obvio que el lenguaje no es un fenómeno que
aparece aislado. Avancemos: aparece con un conjunto de fenóme-
nos, cuya totalidad conforme un “fenómeno” más extenso que lla-
mamos “lo humano”. Por otro lado, la cultura es una manifestación
(o conjunto de tales) de lo humano. Por ende, iremos al encuen-
tro de lo humano, allí donde se manifiesta, esto es, en la cultura.
Conclusión. La única manera auténtica, natural, de encontrarlo
es en la cultura.
Podemos representarlo gráficamente del siguiente modo:
Cultura
169
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Figura 2: imposible.
Figura 3: ¿es posible una cultura sin lenguaje? Me limito a dejar
planteado este espinoso problema.
Aclaración. La expresión “ir al encuentro” no debe engañarnos,
pues apuntan con acierto Beals y Hoijer: “un lenguaje como una
cultura no puede ser observado directamente”.1
Esto significa que el investigador sólo puede observar, recoger,
en forma inmediata, lo que cada uno de los miembros de una co-
munidad dada le dice, pero no el lenguaje en general.
Esta afirmación deja entrever varios problemas que pueden sus-
citarse si no se tiene en cuenta cierta diversidad de conceptos.
2) Deslinde de conceptos
a) Al término lenguaje —no obstante haber recibido las más di-
versas connotaciones— le damos un sentido lato: el conjunto de
sus rasgos comunes en sus más diversas manifestaciones humanas.
Por tanto, su extensión abarca tanto las lenguas como los dia-
lectos y los idiolectos. Un posible esquema:
Ralph L. Beals y Harry Hoijer, An Introduction to Anthropology. [N. del E.: Las
1
170
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
171
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Aclaraciones
• Una va por cuenta de Gardiner: “[...] la lengua se emplea en
el habla y existe principalmente en vista de esa finalidad”.
172
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
173
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Puntualización básica
Es buena la formulación de Beals y Hoijer: “el lenguaje como la
cultura de la cual es parte es una abstracción, derivada de la obser-
vación y análisis de la conducta humana”.5
Sobre ella se basa todo lo que luego podamos agregar.
Denotación de su ámbito
El lenguaje “constituye un sistema de signos”.6
De aquí subrayamos dos pautas:
• Es un “sistema”. Esto es, un conjunto cuyos miembros están
ordenados y estructurados.
• Su contenido son “signos”. Aquí se centra la dificultad, en
tanto existen signos que no son del lenguaje.
Denotación de su función
Digamos con Bally: “el lenguaje está simplemente al servicio de la
vida, y no de la vida de unos pocos, sino la de todos y en todas sus
manifestaciones: su función es biológica y social”.7
5
Op. cit.
6
Joseph Vendryès, El lenguaje. Introducción lingüística a la historia, p. 81.
7
Op. cit., p. 20.
174
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
176
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
177
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Todo lo anterior es, quizá, la base sobre la que descansan los pro-
cesos que Sapir llama “de transferencia”. Consisten, precisamente,
en una traslación del simbolismo del habla a otros términos. De tal
modo que los elementos del nuevo sistema se corresponden con
los del sistema originario. “Así —dice Sapir—, el lenguaje escrito
equivale punto por punto a ese modo inicial que es el lenguaje
hablado”.12 Las formas escritas son símbolos de las habladas: sím-
bolos de símbolos.
La conclusión que puede extraerse es que son transferencias
directas o indirectas del simbolismo del lenguaje. Todo ello nos
muestra que en el lenguaje juegan un rol importante la clasifica-
ción, la fijación de formas y el establecimiento de relaciones entre
conceptos.13 El hombre —según parece— es el único ser capaz de
comunicarse mediante símbolos. Ello podría llevar a sostener que
es posible que ninguna cultura haya existido sin lenguaje, ya que
un prerrequisito de la cultura es, precisamente, simbolizar.
Todo esto nos conduce a preguntarnos por la antigüedad del
lenguaje.
Ibidem, p. 30.
13
178
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
179
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
16
Idem.
17
Op. cit., p. 140.
18
Ibidem, p. 149.
180
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
181
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
R E
182
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
183
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
184
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
fenómeno
Esta representación nos remite directamente al fenómeno.
185
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
VI. Conclusión
Observación. Esta perspectiva final es una reinterpretación de algu-
nos de los aspectos analizados, articulándolos en una concepción
global del lenguaje, integrándolos a su vez en miras más generales
en las cuales adquiere pleno sentido.
Es posible hablar acerca de “lo humano” desde el momento
en que el hombre se emancipa del mundo. Desde el momento en
que se torna un elemento discriminable de la physis (en el sentido
originario griego), que él integra.
Rilke lo ha visto en toda su profundidad. Ha dicho en alguna
parte de su obra (que no ubico en este momento): lo que diferencia
al hombre del animal y del niño es un en o un ante que condensa
todas las diferencias posibles.
El niño y el animal están en el mundo, sumidos, incrustados en
él. Son un elemento más del todo, se encuentran en una fusión
originaria, en aquello que los griegos vivieron como physis origi-
nariamente.
El hombre se sitúa ante el mundo, se desprende de él, y lo obser-
va. Lo ha objetivado, lo contempla, lo analiza y actúa sobre él para
transformarlo. Es el momento en que comienza a apuntar la dife-
rencia: naturaleza humana, en oposición a naturaleza, que se torna
sinónimo de naturaleza física exterior. Es el momento en que co-
mienza a tener sentido y vigencia la dicotomía sujeto-objeto.
Pero, ¿cómo actuar sobre el mundo, cómo transformarlo?
El instrumento determina la realización efectiva de lo que el pen-
samiento ha logrado. El hombre posee instrumentos naturales, tam-
bién otros animales (dientes, pies, manos, etcétera). El rol que ha
jugado la mano ha sido ampliamente subrayado.
186
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
187
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Martin Heidegger, § 34: “El ‘ser-ahí’ y el Habla. El lenguaje”, op. cit., p. 182).
22
188
EL LENGUAJE: APROXIMACIÓN ACERCA DE LA NATURALEZA E HIPÓTESIS ACERCA DEL ORIGEN
189
La imaginación: tiempo y realidad1
I. Premisas
1. Marx exhortó y luchó por que la actitud filosófica se tornara ac-
ción transformadora de la realidad.
Entre las complejas condicionantes históricas totales, reales,
concretas de los procesos de transformación humana de lo real, es
necesario considerar también el poder de transformación, la fuerza
capaz de provocar y catalizar las modificaciones. En este contexto,
se debe subrayar una función humana por excelencia, una función
cuyo trabajo es intrínseco a los procesos humanos productivos —éste
es su género— y cuya “diferencia específica” es: que rige la produc-
ción en un sentido muy preciso: el de la creatividad, la innovación,
la invención. La función particularmente creativa es la imaginación.
En suma, si pretendemos que la realidad se humanice y se trans-
forme, es preciso, entre tantos y tan complejos asuntos, investigar
la fuerza humana catalizadora que participa en una posible trans-
formación. Nuestro propósito aquí es el de abrir una investigación
sobre un punto parcial y concreto: la función imaginativa.
2. En segundo lugar, nos preguntamos: ¿por qué la imaginación
en el ámbito de la estética?
La estética no se identifica con la filosofía del arte, sino que la
implica. Pero en este momento mi propósito es el de indicar un
ámbito muy fecundo de investigación que se centra en torno al
arte. Más precisamente, en un aspecto de la compleja problemática
del arte. El arte en nuestras sociedades se teje como una intrincada
trama de procesos sociales de producción y recepción, interferidos
por procesos de comercialización y consumo, trama recorrida en
todos sus momentos por procesos acunados en diversos trabajos
Coloquio “Marx, cien años después”, FFyL-UNAM. Mesa sobre estética, 1983.
1
190
LA IMAGINACIÓN: TIEMPO Y REALIDAD
191
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Karl Marx, “El arte griego y la sociedad moderna”, Introducción general a la crítica
2
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LA IMAGINACIÓN: TIEMPO Y REALIDAD
193
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
194
LA IMAGINACIÓN: TIEMPO Y REALIDAD
195
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
A modo de conclusión
La imaginación, en el pasado o en el presente, en la realidad social
actual, ha participado y participa en procesos fundamentales para
esas realidades sociohistóricas determinadas, en el nervio motor de
196
LA IMAGINACIÓN: TIEMPO Y REALIDAD
197
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
198
Hacia una filosofía itinerante1
1. Contextos
• El libro como objeto físico: la portada, una espiral en movi-
miento. El torbellino de la imaginación que todo lo arrastra.
• Los libros —como el cine— deberían tener su música. La
música para este libro, que parece traducir en imágenes au-
ditivas (sonoras) las imágenes visuales de la portada, y uno
de los sentidos que encierra —pienso— es “Mascarada” de
Khatchaturian.
• Encerrar en algún sentido su “mensaje” —no sé si último,
pero sí central—; concebir este libro como una defensa del
humanismo y una apología de la libertad; no como estados, si-
no como actividad, actividad del “ser de la asíntota” que es
el hombre.
Primera sesión
Hemos planteado la temática en un universo discursivo; hoy va-
mos a permanecer en él.
El punto de partida de cada avance en el libro, en la charla, en
la filosofía, ha sido Kant. Kant en cuanto su concepción denota el
principio del fin del reinado de la razón. Su filosofía cierra un ciclo
y abre otro en la historia de la filosofía. Es un nudo de confluen-
cias históricas de la tradición filosófica anterior, que se desatan en
múltiples direcciones hacia la filosofía posterior.
Planteamos la filosofía como saber en crisis, para el cual surge la
necesidad de un nuevo “viraje radical”, desde un hombre concebido
como totalidad a una filosofía deseada como totalidad.
Filosofía de la imaginación.
199
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
200
HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
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HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
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HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
207
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ellos son una muestra de lo que Freud llama: “la felicidad ima-
ginaria”, que consiste en la consecución del placer liberándose de
las ataduras del principio de realidad.
Tales fantasías constituyen —dice textualmente Freud— “el nó-
dulo y el prototipo de los sueños nocturnos”, que no son sino sue-
ños diurnos más maleables, más libres, por la mayor laxitud de la
censura onírica, y cuya elaboración es a la vez —paradojalmente—
más refinada, porque ellos son, además, vía de acceso de estratos
sometidos a una represión más violenta y frecuentemente de origen
remoto en la infancia; por lo que el individuo difícilmente accede
conscientemente a ellos.
Memoria e imaginación a través de sus deformaciones en el
recuerdo y la fantasía logran distraer la censura y atravesar más
libremente su barrera para presentarse en los procesos oníricos
que, a su vez, le hacen sufrir nuevas deformaciones, expresadas en
mecanismos de condensación, desplazamiento y, lo que es particu-
larmente decisivo a nuestro asunto, simbolismo.4
La elaboración de contenidos latentes en productos coherentes
(no siempre moralmente aceptables, aunque por lo general reves-
tidos de un carácter inofensivo), con una secuencia lógica (de lógi-
ca onírica) y anecdótica, que es el contenido manifiesto (es decir,
lo que sabemos del sueño), son una constelación de imágenes y
símbolos. Es decir, traducciones imaginarias de deseos, pulsiones
recientes o de etapas tempranas del desarrollo infantil.
Y qué decir de actos fallidos, chiste y el arte mismo.
Freud llega a explicar el mecanismo de la creación literaria de
la misma manera que el de las fantasías histéricas, llegando a mani-
festar su coincidencia con Shakespeare cuando equiparó la poesía
a la locura: el “sublime frenesí”.
La imaginación desempeña otro papel central en la formación
de síntomas. Recordemos que el síntoma se forma como sustitución
de un contenido que no logra exteriorizarse. Es decir, procesos
cuya culminación es interrumpida o perturbada, permaneciendo
inconscientes, pueden llegar a sustituirse por el síntoma.
Este es otro punto en el cual los procesos de sustitución inheren-
208
HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
209
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
tal ilusión peligrosa, mostrándole sin cesar, que lo que toma por
una nueva vivencia real, sólo es un espejismo del pasado”.5
De esta manera, Freud —sin proponérselo— ha dejado valiosas
aportaciones para una filosofía de la imaginación.
Por su parte, Lacan profundiza el psicoanálisis de Freud llevando
a primer plano la “tópica de lo imaginario”. Comparte con Freud
y —señalemos de paso— con Piaget la concepción del surgimiento
del yo, como ejerciendo de una totalidad indeterminada originaria.
Romain Rolland le llama “sentimiento oceánico”, indiferenciación
con el medio. Piaget lo plantea de manera pregnante cuando sos-
tiene que para el recién nacido el mundo es “lo susceptible de…
ser chupado”. Freud también insiste en el papel fundamental de
la sustracción de estímulos, específicamente el seno materno, cuyo
alejamiento hace notoria su necesidad. Así, a través de una carencia
va surgiendo el sentimiento de algo no incorporado, constituyén-
dose en una primigenia experiencia de algo fuera del alcance, lo
que después de un buen trecho teórico decimos que constituye el
no-yo de los filósofos.
De este modo, una vaga sensación del límite comienza a des-
prenderse de la experiencia de una physis originaria.
Lacan prolonga esta concepción con una “diferencia específica”
que —en lo que a nuestro asunto atañe— es crucial.
El yo, emergente de un momento de indiferenciación originaria,
deriva del descubrimiento de la imagen especular del propio cuerpo.
En un periodo en que el individuo aún se halla sometido a una
impotencia motriz inevitable y a una dependencia total de la madre
(lactancia), una situación ejemplar, como lo es su propia contempla-
ción por mediación del espejo, manifiesta “la matriz simbólica en
la que el yo se precipita”. Si recogemos los hilos históricos tendidos
hasta aquí, desde la concepción de Lacan debemos concluir: el yo no
se descubre en la autoconciencia reflexiva (cogito cartesiano) ni en
la identidad temporal imaginaria (el yo humano); ni como sujeto
puro (Kant), ni como yo=yo (Fichte); ni como autoconciencia in-
dividual y cósmica (Hegel); ni tampoco deriva de la freudiana con-
cepción de la sustracción del estímulo catalizador de la necesidad.
210
HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
211
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 190.
7
212
HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
213
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Todo tiene que penetrar en todo; todo tiene que florecer y madu-
rar por todo; cada cosa dibuja en las demás su propia imagen y se
mezcla en la corriente con todas las demás, y ávida se precipita en
sus profundidades; allí rejuvenece su esencia original, y cobra allí
mil nuevos pensamientos.8
Novalis.
8
214
HACIA UNA FILOSOFÍA ITINERANTE
215
Propuesta de una ética a partir de la imaginación1
1. Premisas contextuales
En sesiones anteriores planteamos la necesidad de recuperar, para
216
PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
217
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Idem.
3
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PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
219
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
220
PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
4. La imaginación y la cultura
En sesiones anteriores planteamos la necesidad de recuperar pa-
ra la filosofía actual un hombre pleno, para el que la imaginación
juega un papel esencial. Sin embargo, lo hemos dejado aún sus-
pendido. Hagamos que se apoye en la matriz cultural, donde con-
vive en sociedad.
El hombre imaginante es individuo-social. La sociedad produce
la cultura que la caracteriza, en cuanto la cultura no es sino el con-
junto de los modos de vida y creaciones de esa sociedad, las figu-
ras de la acción humana en un espacio y un tiempo determinados.
Entre sus creaciones figura —más o menos difuso, inconsciente,
indeterminado— el conjunto de valores, normas y prescripciones,
pero también prejuicios, sentimientos de arrepentimiento o re-
mordimiento, o satisfacciones, en función de “algo” rector de las
preferencias que muy vagamente podríamos llamar “bueno”. Esto
es, simplificando mucho, “la moral”.
A este nivel se constata la pérdida, el hueco moral que se llena
sustitutivamente con “reglas de juego”, prescripciones pragmáticas.
En este punto precisamente se torna manifiesta la importancia de
la ética en tanto reflexión teórica acerca de las teorías morales que,
de un modo u otro, aun en inmoralismos, se logran filtrar.
De ahí que la ética —aunque a nivel metateórico— se ocupe
de un individuo-social.
Sostenemos que la cultura juega un papel represor. Esta tesis
aparece formulada con total claridad por Kant, que en la línea de
Rousseau sostiene:
221
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Carta X.
5
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PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
224
PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 225.
7
Idem.
8
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
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PROPUESTA DE UNA ÉTICA A PARTIR DE LA IMAGINACIÓN
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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Filosofía de la imaginación:
El cuerpo al rescate de su historia1
231
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
232
FILOSOFÍA DE LA IMAGINACIÓN: EL CUERPO AL RESCATE DE SU HISTORIA
¿Y la mujer?
En toda la historia no hablamos del cuerpo de la mujer. Era el atle-
ta griego, el hombre heroico, el buscador de la unión con Dios.
La mujer era quien agotaba su ser en su ser corporal, pero le valía
233
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
234
Hacia un hombre imaginante
235
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Hasta aquí, el texto también se reproduce en “La filosofía como saber en crisis”,
1
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HACIA UN HOMBRE IMAGINANTE
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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HACIA UN HOMBRE IMAGINANTE
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
3. El homo imaginans
Bien dice Lacan que el hombre deviene humano cuando simboliza.
Sólo que es preciso agregar: el hombre simboliza cuando y porque
imagina. Si regresamos a un momento más originario, el enunciado
se convierte en éste: el hombre deviene humano cuando imagina.
La tesis propone el hombre como el ser que imagina: el homo
imaginans. Si trasponemos esta tesis al lenguaje poético, coincidi-
mos con Octavio Paz cuando dice: “[…] el hombre es el olmo que
da siempre peras increíbles”.
¿En qué sentido situamos la imaginación a la raíz de lo humano?
Fundamentalmente, en el sentido de que la imaginación despliega
su actividad dialéctica en un doble movimiento complejo de fusión
242
HACIA UN HOMBRE IMAGINANTE
243
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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HACIA UN HOMBRE IMAGINANTE
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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HACIA UN HOMBRE IMAGINANTE
247
Identidad e identidades1
248
IDENTIDAD E IDENTIDADES
Identidad psicológica
El individuo-social es para sí mismo su yo psicológico, su subjetivi-
dad. En este nivel, el individuo se reconoce a sí mismo a través de
los cambios, la diversidad, el tiempo.
La identidad se va fraguando en la medida en que se gana te-
rreno al olvido y la memoria enhebra pasados, para así conseguir
la identidad de los objetos y de uno mismo. Sin embargo, es pre-
ciso —y en total acuerdo con Hume— considerar el papel de la
imaginación como una de las condiciones de posibilidad de la construcción
de la identidad psicológica. Tanto es así que podría enunciarse: sin
la participación de la imaginación no hay identidad psicológica posible.
Ante todo por su carácter temporal por excelencia, que permite
el desplazamiento hacia el pasado (configurando recuerdos) en
el presente, o como pro-yección, en funciones de anticipación y
aun como imaginación utópica, transgrediendo límites espacio-
temporales fácticos.
Además, la imaginación, en cuanto función configurativa de
conceptos, perceptos, recuerdos, etcétera, de objetos presentes o
ausentes, existentes o inexistentes; pasados, presentes, futuros o
utópicos, hace posible estructurar o construir —“creer en” diría
Hume— la identidad de los objetos exteriores; es decir, su perma-
nencia ininterrumpida a través de las variaciones temporales. Pero,
a su vez, la imaginación engarza las instancias temporales diversas
de la subjetividad en la unidad del yo cambiante, descubierto —no
obstante— como idéntico.
En rigor, la imaginación, en su actividad psicológica, participa
decisivamente en la creación de la identidad mediante los nexos
temporales que establece.
En general, puede decirse que el hombre alcanza la idea de la
identidad de lo cambiante —en la exterioridad o en la subjetivi-
dad— cuando, en la confluencia de lo psíquico total, a la imagi-
249
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Identidad trascendental
Si —kantianamente— decantamos lo empírico de lo a priori, ob-
tenemos, en el seno de lo empírico, los procedimientos puros,
es decir, iluminamos solamente las operaciones, las actividades,
las maneras universales y necesarias como puede describirse ese
dinamismo.
En este sentido, el aporte de Fichte es fundamental.
La identidad del yo, el yo=yo fichteano es el primer principio
de todo conocimiento humano; expresa la pura actividad, la acti-
vidad de poner-se como tal, de afirmar-se a sí mismo como siendo
esa actividad.
Sin embargo, proponerse el yo como igual al yo presupone una
diferencia, una negación, tan originaria como la afirmación, para
poder proponer la igualdad. Esa dualidad abolida en la igualdad
es el no-yo como lo diferente en el seno del yo. No-yo yo.
¿Cómo coexisten yo y no-yo; ser y no-ser, afirmación y negación?
Es preciso encontrar el elemento sintético, “conciliador” de la antí-
tesis. La mediación es pensada por Fichte del lado de la recíproca
limitación, en tanto ella implica afirmación y negación, más aún,
divisibilidad. La noción de divisibilidad denota la oposición yo-no-
yo, pero, a su vez, los concilia.
¿Cómo se realiza este proceso?
La respuesta a esta pregunta, si bien en este contexto está plan-
teada desde Fichte, puede generalizarse.
La imaginación genera los límites en el seno del yo, los cuales,
en última instancia, son los que hacen posible que el yo se conci-
ba a sí mismo. El yo sólo puede reconocerse como tal en cuanto
se limita. En este mismo acto, el yo deviene antagónico a su propio
producto, su límite, que traza una grieta en su seno y lo escinde.
Este movimiento se inicia creativamente poniendo límites, lo
cual genera el antagonismo de una escisión que, no obstante, se
mantiene reunida en cuanto limitaciones en el seno de un yo uni-
David Hume, Tratado de la naturaleza humana, Libro I, Parte IV, Secc. VI.
2
250
IDENTIDAD E IDENTIDADES
251
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
252
IDENTIDAD E IDENTIDADES
Jacques Lacan, “El estadio del espejo como formador de la función del yo”.
7
253
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
A modo de conclusión
Señalamos el espejo —metafóricamente— como signo de la mul-
tiplicación de las imágenes, desdoblamiento indefinido, des-
ocultamiento por exhibición, en tanto reflejante. Incluso, en la
multiplicación y alterabilidad de las imágenes el espejo puede lle-
gar a tornar visibles, aspectos invisibles. No obstante, la conquista
metafórica de la identidad a través del espejo es una faz del asun-
to. El hombre se va moldeando como humano en un movimiento
más complejo de desocultamiento, del que tomamos como signo al
espejo, y de ocultamiento, de ingenuidad y simulación, actitud del
como si (no necesariamente con connotación ética peyorativa). Este
movimiento de ocultamiento puede expresarse en la metáfora de
la máscara.
La búsqueda de la identidad transcurre en la sucesión inter-
minable de desocultamientos y ocultamientos, entre lo visible y lo
invisible, entre apertura y hermetismo, en otras palabras, entre el
espejo y la máscara.
La máscara expresa la pluralidad oculta de la identidad.
Hablando de la pluralidad de la identidad del hombre, dice
Borges: “Creo que esa idea de la pluralidad de un hombre es una
idea antigua y aceptada, ¿no? Le dijeron a Walt Whitman que se
contradecía y él decía: ‘me contradigo, muy bien, contengo muche-
dumbres’. Es decir, él sabía que él, era muchos. Sí.”.9
Esta pluralidad, multiformidad, carácter proteico, inatrapable
de la identidad, puede plasmarse en la metáfora de la máscara.
Para decirlo con Nietzsche ahora: “[...] Llegará un día en que
[el hombre] descubrirá que a pesar de todo, sólo se conoce una
máscara de él”.10
En el juego de las máscaras se dibuja una identidad frágil, lábil, posi-
ble, disponible, abierta, en fin, misterio. Pensar en la identidad a través
de la máscara nos enfrenta al misterio.
“La máscara”, así se titula el poema de León Felipe, con el que
termino esta ponencia:
9
Jorge Luis Borges, Borges, el memorioso, Borges y yo, pp. 117. [N. del E.: La cursiva
es de la autora].
10
Friedrich Nietzsche, Más allá del bien y del mal, § 40.
254
IDENTIDAD E IDENTIDADES
255
Imagen y temporalidad1
I
Por imagen entiendo, en el presente contexto, representaciones
configurativas de objetos, sean éstos formales, materiales, concep-
tuales, ideales o lingüísticos. Más todavía, estén presentes o ausentes,
sean “reales”, ficticios o utópicos; en fin, existentes o inexistentes.
Imagen es la concreción configurada de la fuerza de la imagi-
nación.
La imaginación y su “puesta en obra”, las imágenes, son fun-
ciones temporales por excelencia. Se adhieren a los recuerdos —
configurándolos—, de modo que desplazan la intencionalidad del
psiquismo hacia el pasado. Pueden dibujar psíquicamente el ob-
jeto presente; perceptual, conceptual, ideal...; pero cabe aun su
función de anticipación de acontecimientos, objetos... por venir.
En su dimensión hacia lo que todavía no es, configuradora del de-
seo, de objetos posibles —real o lógicamente— y, finalmente, de
utopías o ucronías.2
II
Si nos asomamos brevemente a la así llamada modernidad, irrumpe
con nitidez el aporte de Bacon en la concepción de la imaginación
y su plasmación en imágenes. Las imágenes, como quiera que se
piensen, establecen vínculos espacio-temporales diversos, abiertos,
1
Este texto se comentó en el Programa de Actualización para profesores de Ba-
chillerato en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en octubre de 1991.
2
María Noel Lapoujade, Filosofía de la imaginación.
256
IMAGEN Y TEMPORALIDAD
257
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
III
El giro radical en la historia de la filosofía, que marca el inicio del
fin de la modernidad y augura el horizonte contemporáneo, se da
en el pensamiento de Kant.
Sí, Kant es moderno, como pretenden Lyotard y tantos más.4
Ciertas constantes de la modernidad en el pensamiento kantia-
no pueden encontrarse en la concepción de la Ilustración como
emancipación, la afirmación de la utopía —poco conocida—, la
tesis del progreso, la continuidad, la búsqueda de universalidad en
diversos órdenes de procesos.5
Sin embargo, esto dista de ser todo Kant, ni siquiera lo funda-
mental. Si pasó a la historia no fue por su modernidad ni por sus
argumentos, ni por el rígido andamiaje expositivo de su sistema,
sino por la arquitectónica móvil que lo recorre, la pura actividad,
el puro dinamismo que está en la médula de su concepción: siste-
ma abierto, filosofía suspendida sobre el abismo de la exterioridad
y la interioridad nouménicas. Nada cosificado, entitativo, sustan-
cial, estático, configura su pensamiento. Se trata de facultades que
“funcionan”, usos —legítimos o no—, descripción de fenómenos
en su irrupción a la sensibilidad, constelaciones de estímulos que
son recibidos por el sujeto, estructurándolos, configurándolos para
que puedan devenir “objetos” con los cuales establecer relaciones
epistémicas, estéticas, etcétera. El sujeto empírico, síntesis temporal
por excelencia, alcanzada por la unificación del sentido interno; o
el sujeto trascendental: síntesis pura, atemporal, condición de posi-
bilidad del tiempo psíquico, pensados como actividad, dinamismo
en función del tiempo, saltan fuera de la modernidad metafísica.
Además, su concepción de la razón augura diversas concepcio-
nes contemporáneas, posibles —en cierto sentido— gracias a la
investigación kantiana, primera gran desmitificadora de la razón.
Cfr. Immanuel Kant, Crítica de la razón pura; Crítica de la facultad de juzgar; Filosofía
5
de la historia; y Qué es la Ilustración, pp. 25 y ss., pp. 32, 40, 122, etc.
258
IMAGEN Y TEMPORALIDAD
259
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
IV
¿Qué significa, en este contexto, la posmodernidad? Ante todo,
estamos desmintiendo que las vanguardias artísticas del siglo XX
—cubismo, futurismo, expresionismo, dadaísmo, surrealismo, etcé-
tera— pueden lanzarse, sin más, a la modernidad. Básicamente por
dos razones: primero, por lo que ellas proponen; segundo, porque
la modernidad quedó fracturada teóricamente ya a partir de Kant.
Pero, además, la posmodernidad le debe mucho más a las vanguar-
dias de lo que ella suele reconocer, en sus portavoces más conspicuos.
260
IMAGEN Y TEMPORALIDAD
261
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
6
Gianni Vattimo, El fin de la modernidad. Cfr. Sección II, La verdad del arte; III,
Muerte o crepúsculo del arte, pp. 47 y ss. Cfr. también J.-F. Lyotard, op. cit.
7
Jean Baudrillard, El otro por sí mismo.
262
IMAGEN Y TEMPORALIDAD
263
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
V
Para concluir, formulemos una pregunta: ¿qué hacer ante la diás-
pora teórica de la posmodernidad?
La tarea fundamental para la filosofía hoy, pienso, es la de “re-
coger los pedazos”, hilvanar los jirones y volverá a armar el mundo
y la cultura. Recuperar nuevas alternativas de universalidad, una
universalidad dinámica, proteica, abierta y plural. Sin embargo,
todo esto se expresa en las vanguardias de principio de siglo —cu-
bismo, futurismo, expresionismo, dadaísmo, surrealismo—, que los
teóricos de la posmodernidad destierran de sus dominios, junto
con una visión empobrecida de Kant, al desván de la modernidad.
No obstante, es posible pensar que la arquitectónica móvil del sis-
tema kantiano, por lo demás, abierto, no es sino la descripción de
las actividades universales y necesarias con las que moldear, estruc-
turar, comprender, leer, interpretar, una “suposición trascenden-
tal”. Así, no hay lección de posmodernidad sin Kant. Si a partir
de esta reivindicación histórica prolongamos la reflexión más allá
de ella, es posible afirmar que, en suma, se hace arte y ciencia en
una realidad simulada, teatral, en la que al sujeto no le queda si-
no hacer como si todo fuera como se da. De este modo, la realidad
deviene el escenario en que el poder simulador del hombre, su
capacidad creadora le permite mostrar la praxis humana como
obra, montada en el teatro de lo real; y, por qué no, en el circo
264
IMAGEN Y TEMPORALIDAD
265
Auroras de la imaginación en algunas perspectivas
estéticas contemporáneas I1
Clave
El texto que les presento hoy transcurre entre el misterio de las
obras y el misterio de su significación. Desde el punto de partida de
las obras, como hechos, regresamos a las teorías que constituyen su
matriz, para apuntar, finalmente, a algunas reflexiones metateóricas.
Así, se trata de un itinerario que va de lo visible a lo invisible. En
la próxima sección, desandando el camino, tenderemos el puente
entre lo invisible y lo visible.
Acordes semánticos
En tanto se trata de una reflexión filosófica en torno a la percep-
ción y la imaginación en algunas teorías contemporáneas del arte,
es preciso establecer un acuerdo semántico previo.
Por percepción entendemos la aprehensión sensorial de un ob-
jeto presente. Es el conjunto de procesos psico-fisiológicos por los
que se produce una aprehensión de formas, en cuanto configura-
ciones de los objetos.
Imaginación:
266
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
267
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Obras y teorías
Signos del arte contemporáneo (pintura) en sus orígenes:
Primero, la actitud “anti”. Anti-consumismo; anti-convenciona-
lismos; anti-conformismo; anti-naturalismo; anti-impresionismo,
anti-romanticismo…; en suma, anti-tradición; de cualquier índole
que ella sea: histórica, social, filosófica, moral o artística.
Segundo, un imperativo recorre sus búsquedas: el propósito de
trazar nuevos caminos al arte. Esto no es peculiar de esta época. El
arte de todas las épocas es innovador o no es arte. Pero ahora lo
inédito es la manera como se busca la originalidad.
El arquitecto catalán Gaudí lo expresó en forma sencilla y radi-
cal: “[...] originalidad consiste en volver al origen”.
Efectivamente, estas corrientes contemporáneas recuperan para
sí, e incorporan a sus búsquedas, los hallazgos primitivos de África
y Oceanía. Es un intento por reconquistar la pureza, la frescura, la
ingenuidad de un arte no teñido por la angustia, no contaminado
por la guerra, la muerte y la destrucción.
Tercero, hay una actitud en común respecto del espectro de
problemas de la estética tradicional: se declara la ruptura defini-
tiva con la mimesis; se cuestiona hasta su raíz la belleza unívoca,
serena, universal; y junto a ella aparecen categorías estéticas como
lo feo, lo asqueante, lo nauseabundo, el horror, lo inarmónico, lo
desproporcionado, lo macabro. La violencia, la agresión, la ironía,
y aun la burla, se incorporan a las relaciones con el espectador; re-
laciones otrora catárticas según reza la Poética de Aristóteles (escape
a las tensiones). En estos tiempos ha dejado de preocupar, por no
decir que ha llegado a trocarse —en ocasiones— en franca provo-
cación al espectador. La ruptura con la concepción de la creación
como inspiración, o genio, se manifiesta de múltiples formas, pero
todas ellas alterando en lo medular las respuestas de la tradición.
268
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
269
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Anclaje en imágenes
1. Van Gogh: Los comedores de papas
maravilloso cotidiano”.
270
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
3. Braque: El billar
5. Gleizes: En el puerto
5
Odilon Redon, en W. Hess, Documentos, pp. 143-144.
6
Georges Braque, ibidem, p. 69.
7
Pablo Picasso, ibidem, p. 68.
271
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
8
Albert Gleizes, ibidem, pp. 81-82.
9
Filippo Marinetti, Primer Manifiesto, Manifiestos y textos futuristas.
10
Marcel Duchamp, Escritos, D. du Signe, A propósito de los “ready-mades”. [En-
trevista a M. D.].
272
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
¿Y la maleta?
Aproximaciones teóricas
Cubismo: transformación radical del cuadro, conversión de la “natu-
raleza-objeto” en “pintura-objeto”. “Pintura-objeto”: entidad autó-
noma, arte-facto que está ahí, totalidad que conquista su autonomía
11
Max Ernst, en W. Hess, op. cit., p. 187.
12
M. Duchamp, op. cit., p. 164.
13
Idem.
273
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
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1990.
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
M. N. Lapoujade, “La filosofía del DADA, a pesar de DADA”. Las citas incluidas
16
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS I
20
M. Duchamp, “Entrevista”, op. cit., p. 160.
21
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación, V, p. 200.
22
Leonardo da Vinci, Tratado de la pintura, p. 40.
285
Auroras de la imaginación en algunas perspectivas
estéticas contemporáneas II1
1
Instituto de Investigaciones Estéticas. Seminario “Percepción e imaginación en
el arte”. Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, junio de 1993.
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AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
291
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
El arte, como gestado por una imaginación pródiga, crea “otra natu-
raleza” superpuesta a la anterior: Van Gogh, vanguardias, surrealis-
mo, Magritte. Esa naturaleza, sobreagregada, esa sobre-naturaleza,
sobrerrealidad, se conquista como reconstrucción de lo real, con
los elementos reales: surrealismo, Magritte.
Esas propuestas imaginarias, sin embargo, van más allá de los
límites de la experiencia, porque no pueden verificarse —no obs-
tante su realidad— en ninguna experiencia: Magritte.
292
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
Imágenes
La isla del tesoro Relaciones posibles entre imágenes de
El dominio encantado objetos vegetal-animal. Piedras, mar,
El imperio de las luces luz, castillo amenazador.
Las afinidades electivas Relaciones entre cosas.
Valores personales Afinidades: naturaleza artificial, necesi-
Perspectiva amorosa dad, no libertad.
Desmesura, funciones: alteración.
Exterioridad en la interioridad.
293
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
294
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
1. Imágenes
Los títulos. No son descriptivos ni cómodos, ni azarosos, ni necesa-
rios, son particularmente sugerentes. Provocan reflexión, crítica,
perturbación.
Las imágenes presentan una total nitidez de forma y color.
El universo Magritte configura su propio lenguaje. Ese lengua-
je de imágenes puede descomponerse, en primera instancia, en el
léxico y la sintaxis.
El léxico es relativamente abarcable, pero la semántica para sus
signos es polivalente, irreductiblemente.
El léxico de imágenes preponderantes son cuerpos humanos:
hombres vestidos, desnudos femeninos. Seres vivos: pájaros; árboles,
hojas; frutos (manzanas); piedras. Los tres reinos: animal, vegetal,
inanimado, persisten en la obra de Magritte. La naturaleza en el
mar, el cielo, las nubes, se reitera frecuentemente. Con ello convi-
ven elementos artificiales constantes: puertas, ventanas, tabiques,
cortinas. El caballete del pintor y el trombón, los cascabeles, algún
violín, música y sonido visuales, irrumpen una y otra vez.
El léxico es —preponderantemente— “realista”. Imágenes que
configuran objetos, entes, seres reales, naturales o artificiales.
El vocabulario también juega con seres fantásticos mitad pez,
mitad hombre, pájaros-hojas, figuras de papel cortado.
Las más radicales alteraciones aparecen en el orden de la sin-
taxis de las imágenes. Se trata de un arte combinatoria, libre de una
sintaxis determinada. Pero la sintaxis de las imágenes entendida
como las maneras en que las imágenes pueden relacionarse, reviste
un espectro amplio, abierto de posibilidades, y ninguna regla fija o
inamovible. La sintaxis se construye y deconstruye en cada caso con
una libertad total. ¿Por qué? Porque responde a un pensamiento
que fluye espontánea o voluntariamente, con o sin plan, en un acto
de libre elección creadora.
295
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
2. Las obras
Así como esa infinita multiplicidad sintáctica y semántica de imá-
genes expresa —sin embargo— el lenguaje Magritte, así también la
multiplicidad de juegos expresivos, didácticos, irónicos, conceptua-
les, críticos, etcétera, de sus obras, denotan el inconfundible univer-
so Magritte. Al respecto, proponemos una aproximación filosófica
posible, a partir de nuestra lectura de Kant.
La obra crea su atmósfera, su espacio y su tiempo propios. Ellos
se pueblan con imágenes de imágenes cuya sintaxis, su trama, da
lugar a un universo imaginario en cuanto cohabitan en él lo real y
lo irreal, lo posible y lo imposible. Objetos espacialmente insólitos,
extraños o fantásticos: en un tiempo quimérico, anacrónico o utó-
pico. Utopía y ucronías del mundo real que deviene un universo
imaginario, una sobrerrealidad, surrealismo.
Los objetos cotidianos más triviales, habituales, desapercibidos,
inanimados o animados; naturales o artificiales, parecer rebelarse a
su sometimiento e indiferencia cotidianas. Se erigen en entidades
respetables por las infinitas posibilidades de relación y transforma-
ción que Magritte les inventa.
296
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
3. El espectador
Un cuadro de Magritte no permite la plácida contemplación ni el
goce catártico inmediato. Cada cuadro es, literalmente, una pro-
vocación, un llamado, apela a un interlocutor activo, crítico, reflexi-
vo. Provoca una reacción, tiene, en general, un efecto perturbador.
Las reacciones van del asombro, la sorpresa, la duda, al desasosie-
go, la extrañeza, la amenaza, la ironía. Pero siempre con una cons-
tante: la exigencia de un interlocutor lúcido, pensante, indagador.
La propuesta más radical para el espectador es aquella en la
que la obra propone un realismo tan unilateral, una linealidad tan
extrema, una mimesis tan perfecta, que se transmuta en su opues-
to. Así como únicamente un vicio perfecto sería una virtud, y una
virtud perfecta un vicio para el ser humano. Así, la más perfecta
realidad es irreal; la copia perfecta de lo real, su absoluta linealidad
no es sino apariencia, se transmuta en su contrario, y viceversa, en
un juego infinito.
El realismo absoluto de Esto no es una pipa o de La condición hu-
mana constituye, en primera instancia, la declaración de la impo-
sibilidad del realismo: la pipa no es una pipa real, actual, material,
sino que es (afirmación implicada en la negación) la imagen pipa.
297
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
298
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
299
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
300
AURORAS DE LA IMAGINACIÓN EN ALGUNAS PERSPECTIVAS ESTÉTICAS CONTEMPORÁNEAS II
Conclusiones
La clave filosófica de esta propuesta la di al comienzo, en cuanto
establecí el discurso en torno a la percepción y la imaginación en
algunas teorías contemporáneas del arte, como un puente tendido
entre el misterio de las obras y el misterio de su significación. Ni
puede ni quiere más. El arte, sus teorías y sus reflexiones metateóri-
cas son signos visibles, tramas sutiles que tejen la urdimbre infinita,
abierta; que el hombre, ese ser itinerante, recorre sin agotar, en la
asíntota inevitable de su existencia histórica e individual.
Avanzamos, regresivamente, a partir de las imágenes, visibles
de las obras, a las teorías que sus propios autores fraguan para
leerlas. Finalmente, desde ahí nos asomamos al abismo de las re-
flexiones sobre esas teorías. Vértigo de toda metateoría filosófica,
cuya fascinación se siente cuando nos conduce hasta los límites de
lo desconocido, ante lo cual sólo nos queda el desafío del riesgo:
imaginar; audacia de la apuesta al reino invisible, de todo lo ima-
ginable, poblando otros espacios y otros tiempos, trascendiendo
nuestra condición.
Lo visible, bajo la figura del arte, es el espejo en que el hombre
puede reconocer su ser trágico, como bien lo ha visto Paul Klee en
“La flecha”, cuando sostiene:
301
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
302
Espacios imaginarios místicos de la intimidad1
1. Premisas
La imaginación ama las premisas. Precisamente, en tanto supuestos
no demostrados, en los que hunden sus raíces inevitablemente las
construcciones teóricas. Soporte imaginario sobre el que se apoyan
los actos de fe de la razón imaginante.
En general, el espacio puede suponerse como una infinita exten-
sión exterior al individuo. Es decir, puede admitirse como si fuera
espacio dado, dato previo, contexto, receptáculo de todos los entes.
En el presente contexto se entiende por lo dado, lo que acontece al
individuo y de lo cual puede tenerse noticia. Dado es lo que puede
impactar a un sujeto posible. Lo dado es cualquier “x” del que se
reciben impresiones (reminiscencia de Hume).2 Todo aquello de
lo que puede tenerse algún tipo de registro puede llamarse el dato.
He aquí que del espacio infinito no tenemos ningún dato, por en-
de, no nos es dado. En rigor, este pretendido dato de la extensión
infinita sólo es constatable a nivel de vivencia imaginaria. El con-
cepto abstracto de espacio real, exterior, objetivo, infinito en cuan-
to significante en el lenguaje, en una lengua, en un acto de habla,
encuentra su correlato en las imágenes de espacios abiertos, sin fin.
Entre otras tantas funciones de la imaginación está la de alimen-
tar los conceptos vacíos, proponiéndole imágenes que dotan de
sentido la función conceptual de la denotación (reminiscencia de
Kant).3 El espacio exterior sólo es registrable como dato en cuan-
to espacios finitos, extensiones limitadas. El espacio exterior en
1
México, 2 de noviembre de 1997.
2
David Hume, Tratado de la naturaleza humana, Libro I, Parte II, Secc. V, p. 114.
3
Immanuel Kant, Kritik der reinen Vernunft. Der Transzendentalen Doktrin der
Urteilkraft, I.
303
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
4
Aristóteles, Poétique. “La métaphore est le transport à une autre, transport ou du
genre à l’ espèce, ou de l’espèce au genre, ou de l’espèce à l’espèce ou d’apreès
le rapport d’analogie.” Cfr. 1457 b.
“[...] ce qui est de plus important, c’est d’exceller dans les métaphores. En effet
c’est la seule chose qu’on ne peut prendre à autrui, et c’est un indice de dons
naturels; car bien faire les métaphores c’est bien apercevoir les ressemblances.”
Cfr. 1459 a.
5
Gaston Bachelard, La poétique de l’espace. “La métaphore est relative à un être
psychique différent d’elle. L’ image, oeuvre de l’ Imagination absolue, tient au
contraire tout son être de l’ imagination.” Cfr. Chapitre III, p. 79.
6
Jean-Paul Sartre, Lo imaginario. I. Descripción. 2. Aquí denuncia la que llama
“ilusión de inmanencia”, que consiste en aceptar que tener la imagen de un ob-
jeto es tener el objeto. Piensa que se expresa en Hume. Mi desacuerdo es total.
No encuentro fundamento alguno para adjudicar esta concepción a Hume ni a
otro filósofo, incluidos quienes defienden la teoría epicúrea de los simulacros.
Hasta donde sé, los filósofos no confunden el pensamiento con la cosa. Sin
embargo, a la inversa, considero que “imaginar” la cosa conduce a encontrarla,
descubrirla, crearla, inventarla o construirla. Ni “ilusión de inmanencia”, ni —
en este sentido— “ilusión de trascendencia”, pero imaginar algo prefigura su
realidad. [N. de la A.]
304
ESPACIOS IMAGINARIOS MÍSTICOS DE LA INTIMIDAD
[...] un poco más de la imagen del alma. Son muchos los maestros
que opinan que esta imagen ha nacido de la voluntad y del conoci-
miento, mas no es así; antes bien digo que esta imagen es expresión
de sí misma sin la voluntad y sin el conocimiento. Traeré a cola-
ción un símil [...] cuando una rama brota de un árbol, lleva tanto
Angelus Silesius, Le pèlerin chérubinique, Premier Livre, 272, et Troisième Livre, 76.
8
305
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
9
Meister Eckhart. Tratados y sermones, Sermón XVI a, pp. 401-402. Cfr. pp. 259,
285, 405, 462, 592, 617, 672, 678, etc.
10
A. Silesius, op. cit., Cinquième Livre, 216.
11
Cfr. Teresa de Jesús, Obras completas, Vida, Cap. 17, 5, p. 165. Memoria e imagi-
nación estorban, distraen de Dios. En este pasaje la imaginación sale castigada
en la pluma ágil, directa, certera de Teresa: “para alabar a Dios la guerra que da
306
ESPACIOS IMAGINARIOS MÍSTICOS DE LA INTIMIDAD
307
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Por su parte, Santa Teresa recrea para explicarse la imagen del huerto,
es decir, de un espacio imaginario natural trabajado por el hombre.
308
ESPACIOS IMAGINARIOS MÍSTICOS DE LA INTIMIDAD
gloria y las sustentase, pues yo no quería nada para mí, y cortase las
que quisiese, que sabía habían de salir mejores. Digo “cortar” por-
que vienen tiempos en el alma que no hay memoria de este huerto:
todo parece está seco y que no ha de haber agua para sustentarle, ni
parece hubo jamás en el alma cosa de virtud. Pásase mucho trabajo,
porque quiere el Señor que le parezca al pobre hortelano que todo
el que ha tenido en sustentarle y regarle va perdido. Entonces es el
verdadero escardar y quitar de raíz las hierbecillas —aunque sean
pequeñas— que han quedado malas. Con conocer no hay diligen-
cia que baste si el agua de la gracia nos quita Dios, y tener en poco
nuestra nada, y menos que nada, gánase aquí mucha humildad;
tornan de nuevo a crecer las flores.17
17
Teresa de Jesús, Obras completas, Vol. I. Vida, Cap. 11, 6, pp. 98-99; y Cap. 14, 9,
pp. 136-137.
18
Ibidem, Cap. 11, 15, p. 106.
19
Ibidem, Vol. I. Morada I, Cap. 1, 1, pp. 790. [N. del E.: Las cursivas son de la autora].
309
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
310
ESPACIOS IMAGINARIOS MÍSTICOS DE LA INTIMIDAD
Todos los lugares son iguales para este ser intelectual si se halla en
el amor de Dios y si no está en este amor, todo lugar es igualmente
un infierno para él. ¿Qué lugar podría atar a un pensamiento? ¿Qué
necesidad tiene un espíritu de comprensión, de mantenerse aquí
o ahí, en cuanto a su felicidad o miseria? Verdaderamente, donde-
quiera que esté, se hallará en el mundo abismal en el que no hay
ni final ni límite. Y, pregunto, ¿adónde podría ir? Pues aunque se
311
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
alejase mil millas, o mil veces diez mil millas, y diez mil veces esto,
más allá de los límites del universo, yendo a los espacios imaginarios
del más allá de las estrellas, aún estaría en el mismísimo punto del
que partió. Pues Dios es el lugar del espíritu, si es lícito atribuirle
un nombre tal que tiene relación con el cuerpo. Y en Dios no hay
límite alguno. Tanto lejos como cerca son aquí uno solo. Y sea en
su amor o en su cólera, la voluntad abismal del espíritu se halla
confinada en su totalidad.
Es veloz como el pensamiento, pasando a través de todas las cosas;
es mágica, y no puede admitir las cosas corporales o externas; ha-
bita en sus maravillas, y éstas son su hogar.22
Juan de la Cruz, Obras completas. Poesías. Coplas del mismo hechas sobre un
23
312
ESPACIOS IMAGINARIOS MÍSTICOS DE LA INTIMIDAD
24
Cfr. Los Nouveau Poèmes, cuya atribución a Hadewijch es discutible, particular-
mente el XVII. En Epiney-Zum Brunn, Femmes troubadours de Dieu, p. 166. [N.
de la A.]
25
Ibidem, “Hadewijch, Poèmes”, p. 132.
313
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
314
Lo imaginario y las piedras1
Premisas
Piedra, materia mineral sólida, dura, que se encuentra en el interior
o en la superficie de la corteza terrestre en masas compactas. Ellas
son las rocas. Las piedras son fragmentos de roca, que se pueden
desplazar o arrojar.2
Materia, eso que ocupa espacio, posee peso y está sometido a la
gravitación (atracción). Del punto de vista químico, como sustancia,
está compuesta por unos cien elementos. Prácticamente la totali-
dad de la materia terrestre está constituida por los elementos más
ligeros. Es decir, las rocas lo están por treinta elementos ligeros.3
1
16 de agosto de 1999.
2
Paul Robert, Dictionnaire. Le petit Robert, p. 1672. [N. del E.: Todas las traduccio-
nes son de la autora].
3
Herbert S. Zim, Rocas, p. 5. Los treinta elementos más ligeros, en función de su
número atómico, son: hidrógeno, helio, litio, berilio, boro, carbono, nitrógeno,
oxígeno, flúor, neón, sodio, magnesio, aluminio, silicio, fósforo, azufre, cloro,
argón, potasio, calcio, escandio, titanio, vanadio, cromo, manganeso, hierro,
cobalto, níquel, cobre, cinc. Sus números atómicos van del 1 el hidrógeno, al 30
el cinc. Asimismo, la constitución predominante de la corteza terrestre resulta
de la composición de ocho elementos: oxígeno, silicio, aluminio, hierro, calcio,
sodio, potasio y magnesio. [N. de la A.]
315
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
4
Cfr. Albert Einstein y Léopold Infeld, L’évolution des idées en physique, p. 228. “La
teoría de la relatividad nos ha enseñado que la materia representa inmensos
reservorios de energía y que la energía representa materia”.
5
El peso es de aproximadamente 5 977 trillones de toneladas. Su conocimiento
directo prácticamente se limita a la corteza, porque la perforación más profun-
da alcanza alrededor de los 8 000 metros. [N. de la A.]
6
Por ejemplo, el mármol se produce por la acción del calor, la presión y los
líquidos sobre las piedras calizas. Cuando los cambios afectan montañas, erosio-
nándose durante miles de años, cuyos sedimentos se depositan en el fondo de
los océanos, desequilibrando los pesos de los océanos respecto de los continen-
tes, se nivela esa gran tensión por los sismos. Así pueden haber desaparecido
continentes: la Atlántida, o surgido otros. Cfr. Herbert Zim, Rocas. [N. de la A.]
316
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
7
El paleomagnetismo está fundado sobre el estudio de las rocas que han regis-
trado el campo magnético de la Tierra, que varía con el curso del tiempo. Hay
periodos de la Tierra en que el campo magnético era inverso. En tales periodos,
una brújula indicaría el sur, no el norte.
Otro método de datación: la termoluminiscencia. Cuando se calienta una
muestra de ciertos minerales, emiten luz. La energía producida por esta emi-
sión libera electrones cautivos en los defectos de los cristales. La intensidad de
las emisiones luminosas es proporcional al número de electrones cautivos, y por
tanto, indica la edad de la muestra. Por ejemplo, se pueden estudiar las fechas
de las primeras sepulturas.
El método del uranium/thorium, el método del carbono 14, el método de da-
tación por hidratación de la obsidiana; el método por el ESR también utiliza el
desplazamiento de electrones en los cristales por la radiactividad, etcétera. [N.
de la A.]
317
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
8
Jorge Luis Borges, “El reloj de arena”, El hacedor.
9
Henri-Jean Schubnel, Cristaux géants. Minéraux précieux, p. 3.
10
Wolf y Kuhn la definen a partir de su etimología: simetría, del griego symmetros,
que significa mesurado, adecuado, proporcionado, de proporción apropiada,
de medida conveniente, o también el momento oportuno, e indica la posición
de las partes entre sí con respecto a un todo. “La simetría está dada por la re-
lación (bella) de una parte con otra y de las partes con el todo. Su expresión
manifiesta se encuentra en la repetición regular de motivos y circunstancias
similares o iguales, parecidas o afines”. Cfr. Karl Lothar Wolf y Dorothea Kuhn,
Forma y simetría, p. 9. [N. de la A.]
318
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
Los prismas, las esferas, los conos, que la geometría imagina tras-
pasándose, son necesariamente inmateriales, vacíos, aéreos. Nada
semejante podría acontecer en la realidad. Así sucede con el cristal
11
Op. cit., p. 40.
12
Cfr. op. cit., p. 41. Los mencionados autores, por su parte, se apoyan en P. Niggli,
Lehrbuch der Mineralogie und Kristallchemie.
13
Ibidem, p. 44.
14
En L’imagination esthétique. Le regard de Vermeer hemos desarrollado ampliamente
el tema en las geometrías, así como en la teoría de la pintura. [N. de la A.]
319
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
15
Cfr. Roger Caillois, “Ordre: L’Angle”, Pierres, p. 56.
16
A la base queda lo que, a mi juicio, constituye una aporía en el pensamiento de
Platón. Me refiero a los problemas de la semejanza. ¿Se trata de imitación o de
participación?, ¿cómo debe comprenderse esto? [N. de la A.]
17
Cfr. Agates paradoxales, 1976. [N. del E.: La traducción es de la autora].
320
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
El hombre en el cosmos
En sentido literal, el hombre, en tanto habitante del mundo, habi-
ta la piedra. Cuando el hombre apareció, la Tierra lo cobijó entre
sus piedras, ofreciéndole la protección de las cavernas. La piedra en
las cavernas del “hombre primitivo” es morada, refugio, guarida y
321
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
322
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
323
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
23
Nicolás Flamel, Oeuvres.
Jean-Conrad Barchusen, Traité symbolique de la pierre philosophale.
324
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
24
Plinio el Viejo, Histoires de la nature. Cfr. “Le monde, II, Hymne à la nature”, p.
45; “La faune, Animaux de la mer”, pp. 144 y ss.; “De la nature à l’art, IV Pierres
et pierreries”, pp. 377 y ss.
25
Ibidem, p. 377. Respecto de “La miniatura” en general, Cfr. Gastón Bachelard,
La poétique de l’espace.
26
Plinio continúa con un estudio de la perla; después se detiene en la esmeralda
y cuenta que Nerón miraba a través de una esmeralda los combates de gladia-
dores. “Cuando la mirada se fatiga de otros objetos, la vista de la esmeralda le
devuelve su frescura”, “[...] de una luminosidad siempre dulce, de una transpa-
rencia sin obstáculo, se dejan penetrar por la mirada hasta el corazón”. Op. cit.,
p. 385. [N. del E.: La traducción es de la autora].
Examina con igual cuidado el berilio, el topacio, la amatista, los betilos y el ágata,
la cual es considerada sagrada por sus poderes curativos. Deja unas significativas
páginas sobre los mármoles, etcétera. Todo ello sin olvidar el goce que la natura-
leza procura, extendiéndolo al fascinante universo de las piedras. [N. de la A.]
27
Op. cit., p. 382.
325
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
28
Ibidem, p. 384.
29
Cfr. Le livre des pierres. Les vertus des pierres, p. 206, donde Hildegarda traza el con-
texto teológico cuando afirma: “Dios había ornado el primer ángel con piedras
preciosas: el mismo Lucifer, viéndolas resplandecer en el espejo de la divinidad,
allí recibió la ciencia; y allí aprendió que en ellas Dios quería cumplir muchas
maravillas. Entonces su espíritu se infló de orgullo, porque el brillo de las pie-
dras que estaban sobre él resplandecía en Dios, y creyó que él tenía tanto o más
poder que Dios. Entonces su brillo se apagó. Pero, […] Dios no aceptó que el
brillo y el poder de las piedras preciosas desapareciera: quiso verlas permanecer
sobre la tierra, objetos de honor y bendición, y útiles a la medicina”. [N. de la A.]
30
Cfr. Hildegarde de Bingen, Les causes et les remèdes, pp. 66-67.
31
Op. cit., pp. 204 y ss.
326
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
32
H. de Bingen, “(Physique), Le livre des pierres”, Le livre des bustilités des créatures
divines, pp. 204 y ss.
33
En los límites de este trabajo no es posible más que avanzar en pocos trazos un bos-
quejo algo maniqueo del tema que desarrollo en otra investigación. [N. de la A.]
327
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
328
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
36
El enunciado significa: si pasas tu cincel sobre la piedra, profanarás la piedra.
Esto es, se exige la piedra natural, la piedra en bruto, material sagrado, sin la
intervención de la mano humana. [N. de la A.]
37
San Bernardo, Obras completas, Carta 385, 3.
329
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
alegoría. Cfr. Platón, La République, Oeuvres complètes, Tome I, Livre VII, 514 a y ss.
[N. de la A.]
330
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
331
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
332
LO IMAGINARIO Y LAS PIEDRAS
333
Un día en el transcurso de una memoria imaginante1
El suelo
Hablar de memoria e imaginación implica reflexionar sobre tiempos
cósmicos que rigen a sus habitantes: días, meses, años, siglos, mi-
lenios, millones de años, y también instantes. Alternancias eternas
de veranos e inviernos, días y noches, primaveras y otoños, vigilias y
sueños, y también instantes. Fecundación, nacimiento, días, meses,
años, muerte, y también instantes.
Hablar de tiempos cósmicos es —volviendo al Timeo de Platón—
descubrir las “imágenes móviles de la eternidad”.3 La eternidad
inmóvil, la duración alcanza su historicidad, su devenir en figuras,
formas, “imágenes” determinantes, particularizantes, en que ella
se vuelve cósmica. Los cuerpos, reductibles a su tridimensionali-
dad, admiten una nueva reducción a figuras, volviéndose así bi-
dimensionales; figuras que, a su vez, admiten su conversión en
móviles vectoriales, puntos móviles del tiempo. La reducción a la
geometría, ciencia de raíz imaginaria, elimina exterioridad e inte-
rioridad y conduce por una vía epistémica al reencuentro del ana-
xagórico todo está en todo, “todo es simiente”.
Hablar de memoria e imaginación vividas, psíquicas, en este con-
texto, no es más que recorrer esa línea invisible tendida entre los
1
Recife, 27 de octubre de 2000.
2
Heráclito, fr. 26, en Penseurs grecs avant Socrate. [N. del E.: La traducción es de
la autora].
3
Cfr. Platón, Timée, Oeuvres complètes, 37d-39e.
334
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
335
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
5
Gottfried Wilhelm Leibniz, L’harmonie préétablie, extractos del Système nouveau de
la nature et de la communication des substances y del Troisième éclaircisement du Sys-
tème nouveau de la Nature et de la communication des substances en la edición de La
Monadologie, con extractos de otras obras, por Emile Boutroux. Cfr. pp. 193-202.
6
Cfr. Immanuel Kant, “Einleitung”, Kritik der Urteilskraft, p. 93.
7
Cfr. Henri Bergson, Essai sur les données immédiates de la conscience, p. 67. [N. del
E.: La traducción es de la autora].
336
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
Cfr. H. Bergson, Matière et mémoire, p. 69. [N. del E.: La traducción es de la autora].
8
337
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Demarcación de terrenos
Para demarcar los terrenos, observemos el título. Un día habla de
tiempo. Del tiempo astronómico de una rotación de la Tierra, un
movimiento elíptico sonoro en el que estamos inmersos sin sentirlo.
338
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
Definiciones
Las siguientes definiciones no son más que acuerdos semánticos
básicos, son “las piezas de este juego”.
La primera tesis de esta reflexión enuncia: imaginación y memoria ma-
nifiestan una actividad sinérgica de la subjetividad. Sólo por una fic-
ción metódica, no más que útil para la comprensión, es posible una
estricta demarcación de límites. Las fronteras son aquí difusas, el
339
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
340
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
11
Cfr. Friedrich Nietzsche, “Von den drei Verwandlungen”, Also sprach Zarathustra,
pp. 35 y ss.
M. N. Lapoujade, “Desde la física y la fisiología a la metafísica biológica del arte
en F. Nietzsche”. Conferencia impartida en la UNAM, en ocasión del homenaje
a Nietzsche el 25 de agosto de 2000. En prensa.
12
Cfr. Gaston Bachelard, “L’immensité intime”, La poétique de l’espace, p. 171.
341
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
342
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
343
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
344
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
Cfr. Marcel Proust, Du côté de chez Swann. Combray, primera página. [N. del E.: La
16
traducción es de la autora].
345
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
346
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
347
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
19
Cfr. G. Bachelard, “Avant-Propos”, La flemme d’une chandelle. [N. del E.: La tra-
ducción es de la autora].
20
Sigmund Freud, “La interpretación de los sueños”, Obras completas.
348
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
349
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cfr. G. Bachelard, “Introduction, IV”, L’air et les songes, p. 21. [N. del E.: La
23
traducción de la autora].
350
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
24
Platón, Phédon, Oeuvres complètes, Vol. I. Cfr. 72e-77a y Ménon, 80d-86d.
Esta inmensa teoría de las ideas marcha sobre dos piernas: la memoria y la
imaginación. Ello porque: ¿qué es lo recordado? Los eidos, esto es, configura-
ciones visuales eternas, increadas, imperecederas. Son formas, figuras, en otras
palabras, imágenes visuales objetivas, imperturbables; mientras que las formas
o figuras sensibles son copias imperfectas de ellas. Esta concepción filosófica
adquiere su significado pleno pensada tal como Platón lo exige, con base en el
modelo de la geometría. El círculo sensible de un plato, un anillo, un disco o
cualquier otro, es la copia imperfecta de la idea de círculo. Por eso Platón exige
para su Academia, “nadie entre aquí que no sepa geometría”. [N. de la A.]
25
El alma “encarcelada en un cuerpo” (Fedón) recuerda lo que ha visto, eidos, en
su existencia preterrena, no encarnada, en la inmortalidad que le es inherente.
Todo lo cual, otra vez más allá del contexto platónico originario, permite ex-
tender esta concepción hasta una de imágenes arquetipo, previas a la forma-
ción humana de las imágenes. Lo cual permite pensar en el cosmos como un
reservorio de imágenes que la imaginación humana puede precipitar. De tal
manera, esta noción de memoria tiene como partenaire una noción de ima-
ginación como fuerza para reactivar imágenes arquetípicas. Pero, además, la
inmortalidad del alma va ligada en Platón a una concepción de raigambre
órfico-pitagórica, a su vez de raíz en el pensamiento oriental, que es la creencia
en la metempsicosis, es decir, la transmigración de las almas.
Esta concepción de las sucesivas reencarnaciones diferentes del alma, según
Platón, como castigos a faltas cometidas y, en general, como expresión del
estado, del deseo que ella alcanzó, revela una concepción no lineal del tiempo,
una ley de justicia cósmica inmanente, expresada en concepciones búdicas
como “la rueda de la existencia”. Con lo cual es posible prolongar el pensa-
miento platónico hasta la actualidad (de diferentes maneras, Jung, Durand,
Wunenburger). [N. de la A.]
26
Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire des symboles. Cfr. “Métempsyco-
se”, p. 630 y “Transmigration”, p. 963.
351
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
William James, Principios de Psicología. Cfr. Cap. IX, “El torrente del pensamien-
28
to” y Cap. X, “La conciencia del yo”. La cita está extraída del Compendio de
Psicología. Cfr. Cap. XI, “La corriente de la conciencia”, p. 187.
352
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
353
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
354
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
33
G. Bachelard, L’intuition de l’instant. Cfr. I, p. 13. [N. del E.: La traducción es
de la autora].
Cfr. además, La dialectique de la durée.
34
Ibidem, p. 35.
35
Ibidem, p. 52.
36
Ibidem, p. 68.
355
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Epílogo
Este viaje de un día, transportados por una memoria imaginante,
llega a su destino. El tiempo en que se propicia el máximo esplen-
dor de los instantes brotantes es el momento de la ensoñacion. Allí
la imaginación libre segrega imágenes inesperadas. Es el tiempo en
el que irrumpen los instantes poéticos. En este breve intervalo puede
situarse el fragmento de Proust que fue nuestro guía en este ensayo.
El fragmento de Proust que empieza con “durante un largo tiem-
po” y acaba con un “despertar al mundo de los sueños” es —para-
fraseando a Baudelaire— un “pequeño poema en prosa”, donde
la riqueza de los instantes poéticos, poblados de imágenes, se unen
en un ritmo peculiar de luz y sombra, día y noche, vigilia y sueño,
ensoñación y despertar, enlazados al ritmo cósmico.
Si nos ubicamos en una perspectiva desde la subjetividad humana, el
artista de esta poética del tiempo es una humilde pero prodigiosa memoria
imaginante que, con los sonidos multicolores de las percepciones, crea rit-
mos de tiempos vividos en pasados, presentes, futuros, mitos, ucronías y
tantos tiempos más.
Mediante un recurso metódico de alquimia espiritual es posible,
a los efectos de un examen minucioso, aislar la función de la imagi-
nación humana. Entonces, estamos en presencia de la protagonista
central del tiempo psíquico, porque su actividad es un despliegue
acrobático de imágenes, que viven en todo registro temporal po-
sible. Imágenes percepto, imágenes recuerdo, imágenes diagnós-
tico, imágenes pronóstico, imágenes adivinatorias, imágenes de lo
suprasensible, imágenes de ficción, imágenes utópicas, ucrónicas,
alucinatorias.
Si abordamos el tema desde la perspectiva de la pintura, los instantes
en Proust, como los de su venerado Vermeer, al que llama por sus
obras “el minúsculo y divino Vermeer”,37 ante cuyo paisaje de Delft
se puede morir de belleza, sus instantes en palabra representan los
infinitos toques de color de su paleta que, como la de Vermeer, es
precisa, rigurosa, llena de luz y calor, para trazar con amor minucio-
so la profunda observación de sus personajes ensimismados en su
p. 147.
356
UN DÍA EN EL TRANSCURSO DE UNA MEMORIA IMAGINANTE
38
M. N. Lapoujade, L’imagination esthétique. Le regard de Vermeer. En este libro, de
próxima publicación, se incluye un exhaustivo estudio sobre el instante en
Vermeer. [N. de la A.]
39
Penseurs grecs avant Socrate. Heráclito, fr. 12, p. 75: “Nos bañamos y no nos bañamos
en el mismo río” y fr. 30, p. 76: “Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo
ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre ha sido y es,
fuego siempre vivo, que se enciende con medida y se apaga con medida”.
Comparar con Parménides, Vía de la Verdad, fr. 8: “Nos queda un solo camino a
recorrer: el ser es... No se puede decir que ha sido o que será, pues es a la vez
todo entero en el instante presente, uno, continuo... ¿Cómo, pues, el ser podría
llegar a existir en el futuro ? O, ¿cómo habría venido a la existencia en el pasado?
Si ha llegado a existir, no es. Lo mismo si él debe llegar a existir un día”, pp. 94-
95. [N. de la A.] [N. del E.: Las traducciones son de la autora]. [N. de la A.]
40
M. N. Lapoujade, “Lo imaginario y las piedras”, en Imagen, signo y símbolo.
357
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cfr. nota 2.
41
San Agustín, Les confessions. Cfr. Libro XI, Cap. XV, p. 266 y Cap. XIV, p. 264.
42
358
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
359
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Noción de ritmo
Es muy probable que la palabra “ritmo” haya surgido del térmi-
no griego “fluir, corriente”. De la observación, de la mirada en
la que se forma la imagen de las ondas del mar, flujo continuo y
constante, vaivén eterno, repetición de lo mismo en sus diferen-
cias. Periodicidad de un movimiento acompasado, reglado en sus
crecientes y decrecientes, en el despliegue de las olas crecientes,
disueltas en el envolvimiento decreciente.1
El macrocosmos ofrece ritmos evidentes: día y noche, estacio-
nes, vida y muerte, salud y enfermedad, despliegue y repliegue,
expansión y contracción.
El microcosmos nos ofrece los ritmos primarios del pulso y res-
piración, en armonía con sístole y diástole, inspiración y expiración
cósmicas. De aquí, pues, esta noción. Es interesante la noción de
ritmo, implica —como propone Francis Bacon en sus registros—
“presencias” y “ausencias”. Se muestra como movimiento, fluir, pro-
porción, justa medida, constancia, permanencia, legalidad. Implica,
también, periodicidad, repetición, en ocasiones, simetría.
A estas presencias es preciso agregar “las ausencias”, los huecos,
los vacíos, en el lenguaje: los silencios.
El ritmo requiere de regularidad de las ausencias, de los huecos,
de los silencios, de los intervalos. Sin intervalos regulares no hay
propiamente ritmo. El ritmo puede definirse también en función
de la regularidad de los intervalos. Presencias y ausencias, palabra y
silencio, sonido y silencio se alternan, en una justa medida, en pro-
porción armónica. Ritmo implica duración, intervalos y acentos. Es
tiempo continuo formado por discontinuidades regulares, medidas.2
360
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
3
Las razones son varias y a diverso nivel, pero ellas constituyen las premisas in-
visibles de esta meditación. Ante todo proponemos esta reflexión con base en
los Herméticos, por la concepción misma que emana de esa fuente. Luego, por
el carácter antiguo, pre-filosófico, que viene desde la sabiduría egipcia, pasan-
do por el pitagorismo, Platón, otras fuentes judeocristianas, quizá constituidos
como Corpus en el siglo I d. C., traducidos al latín por Marcilio Ficino en pleno
Renacimiento, e impresos en 1471. Sin duda habrán ejercido profunda fasci-
nación en los espíritus renacentistas. Tercero, porque es mi intención situar
la filosofía occidental en sus límites histórico-teóricos y desarrollar nuestra re-
flexión filosófica a partir de este terreno fronterizo entre la filosofía occidental
y la sabiduría de Oriente. El Corpus Hermeticum es precisamente una encru-
cijada de fuentes. Cuarto, porque nuestra época balbucea las necesidades de
un segundo Renacimiento que, como el primero, busque reconstituir el tejido
de la totalidad desgarrado desde hace dos siglos en compartimientos estancos.
Un Renacimiento donde los contrarios, como bien enseñó Nicolás de Cusa,
coincidan, un Renacimiento totalizador. Quinto, como una crítica a la obsce-
nidad —en el sentido de Baudrillard— de la filosofía contemporánea, dócil
representante de las culturas actuales. La vida desarrollada en la exterioridad,
la carencia de intimidad, la obscenidad consecuencia de los mass media. Cfr. Jean
Baudrillard, L’autre par lui-même.
Ergo, como contrapartida, un llamado a la interioridad, a lo recóndito, a no
agotar el mundo y la existencia en lo que se exhibe sin pudor. En respetar el
silencio del lenguaje traspasado.
Sexto, por la simbólica de Hermes, inspirada en la del dios egipcio Thot, vicario
de Re, en cuanto mensajero, iluminador, juez interior, guía y mediador. Dejé-
monos conducir por este dios cuádruple, tetramorfo, de los cuatro vientos del
cielo y de los cuatro rostros.
Por un lado, objetivamente, sus atributos representan los conocimientos ve-
nidos de los cuatro puntos cardinales del horizonte, de todos los niveles de
existencia. Por otro lado, subjetivamente, representa los múltiples rostros, las
diversas maneras en que su mensaje es recibido, esto es, las diversas interpreta-
ciones de su palabra. Como dicen Chevalier y Gheerbrant, Hermes “es a la vez
dios del hermetismo y de la hermenéutica”. Cfr. Jean Chevalier y Alain Gheer-
brant, Dictionnaire des Symboles. Es decir, son asuntos que la filosofía sólo puede
nietzscheanamente “rumiar”, pues la desbordan para vislumbrar la sabiduría y
el misterio. Desde este límite vamos a reflexionar. [N. de la A.]
361
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cosmos infunde vida en todas las cosas que se hallan dentro de él,
distribuyendo todas las cosas según relaciones fijas y determinadas
de número y tiempo, por el operar del Sol y los movimientos de las
estrellas. El proceso del tiempo está determinado totalmente por
la ley de Dios; pero el lapso de tiempo terrestre es marcado por
los estados cambiantes de la atmósfera, y las variaciones de frío y
de calor, mientras que el del tiempo celestial está marcado por el
retorno de los cuerpos celestes a sus anteriores posiciones, confor-
me se mueven en sus revoluciones periódicas. El Cosmos es aquello
en lo que se halla contenido el tiempo; y es por el progreso y mo-
vimiento del tiempo como es mantenida la vida en el Cosmos. El
proceso del tiempo es regulado por un orden fijo; y el tiempo, en su
curso ordenado, renueva todas las cosas del Cosmos sucesivamente.
[...] Ahora bien, el tiempo aunque siempre en movimiento, posee
una facultad de estabilidad que le es peculiar, en cuanto que su re-
torno a sí mismo es determinado por la necesidad. En consecuen-
cia aunque la eternidad sea estable, fija, y carente de movimiento,
sin embargo, puesto que el tiempo es móvil, y que su movimien-
to siempre retorna a la eternidad, resulta de ello que también la
eternidad, aunque desprovista de movimiento en sí misma, parece
estar en movimiento, habida cuenta de su relación con el tiempo;
pues la eternidad entra en el tiempo, y es en el tiempo donde todo
movimiento tiene lugar. De ahí se sigue que, de una parte, la eter-
nidad, pese a lo estable que sea, es también móvil, y de otra parte,
que el tiempo, por móvil que sea, es vuelto estable por la inmuta-
bilidad de la ley por la que es determinado su movimiento. [...] La
eternidad no se halla, por tanto, limitada por las condiciones del
tiempo; y el tiempo, que admite limitaciones numéricas, es eterno
en virtud de su recurrencia cíclica.4
362
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
5
Op. cit., Libelo XVIII, p. 125.
6
Idem.
7
Op. cit., Asclepio, p. 135.
363
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
sido todavía engendrado, que estás en la matriz, que eres joven, que
eres viejo, que has muerto, [...] capta en tu pensamiento todo esto
al mismo tiempo, todos los momentos y lugares...8
8
Op. cit., Libelo XI, pp. 92-93.
9
Cfr. Carl Gustav Jung, Parte II, 3, “Meditación e imaginación”, Psicología y alqui-
mia, pp. 294 y ss.
10
Titus Burckhardt, Ensayos sobre el conocimiento sagrado. Cfr. “El prototipo único” y
“El punto”. Texto islámico del Cheij Ahmed ben Mustafa ben Alliwa, pp. 91 y ss.,
364
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
365
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
366
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
Cfr. “Del tiempo del sol al tiempo del reloj”, Los descubridores, p. 49.
17
367
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Así, pues hizo del hombre la hechura de una forma indefinida [...]
No te dimos ningún puesto fijo, ni una faz propia, ni un oficio pecu-
liar [...] para que el puesto, la imagen y los empleos que desees para
ti, esos los tengas y poseas por tu propia decisión y elección. Para
los demás una naturaleza contraída dentro de ciertas leyes que les
hemos prescrito. Tú [...] te la definirás según tu arbitrio [...] ¿Quién
no admirará a este camaleón? O ¿qué cosa más digna de admirar?18
368
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
19
Gottfried Wilhelm Leibniz, “L’Harmonie préetablie”, en Troisième éclaircisement
du Système nouveau de la Nature et la communication des substances, Extraits. La
Monadologie et Extraits, pp. 200-202. Cfr. La Monadologie, del § 80 al § 89 y parti-
cularmente el § 87.
20
G. W. Leibniz, “Essais sur la bonté de Dieu”, Partie I, 50 a 55, Essais de Théodicée,
pp. 137-140.
21
Ibidem, Préface, pp. 33 y ss. “J’ai fait voir aussi que c’est cette harmonie qui fait
encore la liaison, tant de l’avenir avec le passé que du présent avec ce qui est
absent. La première espèce de liaison unit les temps et l’autre les lieux”.
22
Ibidem, Préface, pp. 46 y ss. “Essais sur la bonté de Dieu”, Partie I, 3, 4, 5, pp. 108 y ss.
23
Ibidem, § 34 y § 35, p. 129.
24
Ibidem, § 59, p. 142. “[il y a] dans le fond des choses une spontanéité merveil-
leuse en nous, laquelle dans un certain sens rend l’âme dans ses résolutions
369
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Y agrega:
370
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
28
Immanuel Kant, Kritik der reinen Vernunft. “Transzendentale Elementarlehre”,
“Erster Teil Die transzendentale Asthetik”, “2. Abschn., von der Zeit”. Cfr. además,
“Zweiter Teil”, “Erste Abteilung”, “Zweites Buch”, “Transcendentale Doktrin der
Urteilskraft”, “Von dem Schematismus der reinen Verstandesbegriffe”.
29
M. N. Lapoujade, “Autour d’une poétique de l’espace et du temps”.
Filosofía de la imaginación; “Esquematismo y simbolismo en el pensamiento de
Kant”, Relaciones; “Imagen y temporalidad”, Relaciones; “La revolución kantiana
del sujeto”, Revista de la Universidad de Costa Rica; “El misterio construido”, Re-
vista de la Universidad de Costa Rica.
371
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
372
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
Conclusión
En este sentido, la imaginación es, como afirma Baudelaire, “la
reina de las facultades”, o, como piensa Novalis, que “el bien más
grande reside en la imaginación”.33
31
William Blake, The Marriage of Heaven and Hell, en Antología bilingüe, pp. 122-123.
32
Cfr. Stephen Hawking, “El origen y el destino del universo”, Historia del tiempo, pp. 178-179.
33
Cfr. Charles Baudelaire, “Salon de 1859”, “La reine des facultés”, Écrits sur l’art.
Novalis, Aphorismen.
373
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
374
TIEMPOS CÓSMICOS Y TRANSGRESIONES IMAGINARIAS
la naturaleza que todos podemos ser artistas —no por supuesto, artistas espe-
cializados, como pintores, escultores, músicos, poetas, etc., sino artistas de la
vida. Esta profesión, ‘artista de la vida’, puede sonar a algo nuevo y muy raro,
pero en realidad todos nacemos artistas de la vida y, sin saberlo, la mayoría
de nosotros no logramos serlo y el resultado es que hacemos un desastre de
nuestras vidas preguntando: ¿cuál es el sentido de la vida, no estamos frente
a la nada absoluta?, ¿adónde vamos después de vivir setenta y ocho o noventa
años?”. [N. de la A.]
36
Cfr. Premier Livre, 289, Le pèlerin chérubinique, p. 97. “Sans pourquoi. La rose est
sans pourquoi, elle fleurit parce qu’elle fleurit”.
375
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
16 de noviembre de 2001.
1
376
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
377
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
4
“La realidad virtual, en la cual ya hemos comenzado a vivir, así, casi sin darnos
cuenta, se aproxima fagocitando los —prácticamente inexistentes— reductos de
la ‘realidad real’. Nuestra especie, en estos momentos está entrando de forma
inexorable en su prehistoria.” Cfr. M. N. Lapoujade, en Espacios imaginarios, p. 8.
5
La figura de Cristóbal Colón está rodeada por un halo de misterio: ¿genovés,
mallorquino, catalán? Cfr. Bartomeu Costa-Amic, La mallorquinidad (catalanidad
o hispanidad) de Colom. [N. de la A.]
6
Edmundo O’Gorman, La invención de América. Cfr. IV, “El orbis terrarum o Isla de
la Tierra”, pp. 64-68.
378
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
379
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
380
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
9
Arturo Ardao, España en el origen del nombre América Latina. Cfr. pp. 94-95.
10
Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, p. 28.
11
Alexandre Koyré, Del mundo cerrado al universo infinito.
381
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
382
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
383
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
tando una cortante dialéctica racional contra San Bernardo, el teólogo del
amor, cuyas metáforas de la abeja y la miel le valieron el pseudónimo del “Dr.
Melífluo”. Sin embargo, su “dulzura teológica” no le impide refutar la filoso-
fía de Abelardo y perseguir al mismo Abelardo; condena cuyo peso inapelable
cae sobre el dialéctico trovador, desde el enorme poder político carismático
de San Bernardo en el apasionante siglo XII. En el mismo siglo, recuérdense
las “riesgosas dificultades” sufridas por la mística, científica, artista y visionaria
Hildegarda de Bingen, quien fue apoyada por una carta de San Bernardo y
socorrida por Guillermo “Barba Roja”. Piénsese en Nicolás de Cusa, en las te-
sis condenadas de Meister Eckhart, en la hoguera de Giordano Bruno, en la
prisión perpetua de Galileo, cuyo ejemplo llevó a Descartes a ocultar de por
vida su Tratado del mundo, en el cual sostenía tesis afines con las del “peligroso”
Galileo. [N. de la A.]
384
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
15
Cfr. Juan Ginés de Sepúlveda, Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los
indios, p. 81.
16
Ibidem, p. 99.
385
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
rras tan felices y tan ricas, y las gentes tan humildes, tan pacientes
y tan fáciles a sujetarlas, a las cuales no han tenido más respeto, ni
de ellas han hecho más cuenta ni estima ...no digo que de bestias,
porque pluguiera a Dios que como a bestias las hubieran tratado y
estimado; pero como y menos que estiércol de las plazas.17
17
Fray Bartolomé de las Casas, Doctrina. Cfr. Brevísima relación de la destrucción de las
Indias Occidentales, I, Introducción, p. 8.
18
A partir de esta polémica, la filosofía latinoamericana sigue su curso, rico en apor-
taciones, cercano al de las grandes corrientes de la filosofía occidental. Así, por
ejemplo, en torno de 1850, en general, la filosofía académica asume el raciona-
lismo, como afirma Arturo Ardao: “Durante la Colonia, bajo el imperio del ca-
tolicismo hispano y de la escolástica, sólo conoció Latinoamérica el racionalismo
religioso bajo la forma de gérmenes o atisbos contenidos en las luchas internas de
tendencias dentro de la Iglesia. La Revolución, con su filosofismo iluminista, trajo
en todas partes la hegemonía de un catolicismo liberal que se abre a la idea de
tolerancia y proclama las libertades de conciencia y de cultos. Da lugar aun a reac-
ciones anticlericales... Pero es recién cuando el romanticismo que el racionalismo
propiamente dicho se hace presente. Dominó la generación romántica la preocu-
pación por alcanzar la emancipación espiritual o mental, como complemento de
la política.” Arturo Ardao, Racionalismo y liberalismo en el Uruguay, p. 83. La filosofía
en México sigue un abanico muy amplio de corrientes filosóficas, desde la Colonia
hasta hoy. Entre la compleja constelación de pensadores sobresalen Samuel Ra-
mos, José Vasconcelos y la figura crucial de Leopoldo Zea como el despertar de la
conciencia lúcida de la filosofía latinoamericana en general. [N. de la A.]
386
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
Y agrega:
19
Michel de Montaigne, Essais, Livre I. Cfr. “Des Cannibales”, Chap. XXXI. “Or
je trouve...qu’il n’y a rien de barbare et de sauvage en cette nation, à ce qu’on
m’en a rapporté, sinon que chacun appelle barbarie ce que n’est pas de son
usage; comme de vray, il semble que nous n’avons autre mire de la verité et de la
raison que l’exemple et idée des opinions et usances du païs où nous sommes”.
Y agrega: “Je ne suis pas marry que nous remerquons l’horreur barbaresque qu’il
y a en une telle action, mais ouy bien dequoy, jugeans bien de leurs fautes, nous
soyons si aveuglez aux nostres. Je pense qu’il y a plus de barbarie à manger un
387
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
homme vivant qu’a le manger mort, à deschirer par tourments et par geénes un
corps encore plein de sentiment,…le faire mordre et meurtrir aux chiens et aux
pourceaux, (comme nous l’avons non seulement leu, mais veu de fresche me-
moire, non entre des ennemis anciens, mais entre des voisins et concitoyens, et,
qui pis est, sous pretexte de pieté et de religion”. Pp. 254 y 258, respectivamente.
[N. de la A.]
20
Tómese como ejemplo la “guerra florida” de los aztecas, por la cual, en aras de
la religión conquistaban otros pueblos de la región, los sometían, les imponían
fuertes tributos, tomaban esclavos y, de entre ellos, elegían sus víctimas
propiciatorias, llevándolos al sacrificio sagrado. Las prácticas de arrancar el
corazón de los elegidos para alimentar con sangre la vida del sol, tanto como
las de desollar vivas a las víctimas, para cubrirse con su piel caliente, se llevaba
a cabo con la convicción inamovible de la religión. [N. de la A.]
21
I. Kant, Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (1784), en Filosofía de la
historia. Cfr. Cuarto Principio, p. 46, y Sexto Principio, p. 50, respectivamente.
22
M. N. Lapoujade, idem.
388
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
23
Cfr. M. N. Lapoujade, Cap. 3, V, Filosofía de la imaginación, p. 193.
24
Novalis, Los cuadernos de Freiberg (1798-1799), en Fragmentos. Cfr. p. 72.
25
Claude Lévi-Strauss, El pensamiento salvaje.
389
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
390
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
391
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
28
M. N. Lapoujade, “Imagen y temporalidad”, p. 1. Cfr. las obras de Jean-Jacques
Wunenburger, Philosophie des images, Presses Universitaires de France, París,
1997. Del mismo autor: La vie des images, Presses Universitaires de Strasbourg,
France, 1995. Entre otras obras del mismo: L’homme à l’âge de la televisión, Pres-
ses Universitaires de France, París, 2000.
29
M. N. Lapoujade, Cap. 2, III, Filosofía de la imaginación, pp. 135 y ss.
392
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
Filosofía de la imaginación, pp. 152 y ss. Cfr. la obra imprescindible para la re-
flexión sobre América Latina que con exhaustiva minuciosidad emprende
Gregorio Recondo, titulada: Identidad, integración y creación cultural en América
Latina. El desafío del Mercosur, Ediciones UNESCO/Editorial de Belgrano, Ar-
gentina, 1997, p. 101.
393
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
31
Cfr. J. Ginés de Sepúlveda, op. cit., p. 109. “El tener casas y algún modo racional
de vivir... sólo sirve para probar que no son osos, ni monos, y que no carecen
totalmente de razón”.
32
“Imagen de América Latina”, en C. Fernández Moreno (coord.), América Latina
en su literatura, p. 464.
394
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
395
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
396
LOS IMAGINARIOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD LATINOAMERICANA
397
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Preámbulo
Esta reflexión es mi invitación a un viaje imaginario cuyo destino
es, para cada uno, un desafío. Es el sueño de una conversión, la
apuesta a una posible metamorfosis humana. En este texto se tra-
ta, pues, del encomio de un viaje iniciático, es decir, de una nove-
dad muy antigua. Comienza en la sabiduría religiosa egipcia que
ha llegado hasta hoy en el Corpus Hermeticum, concentrado de
escritos esotéricos bajo el nombre de Hermes Trimegisto.2 Esa sa-
biduría es recogida por Platón en su propia concepción, donde se
entrecruzan el pensamiento de Oriente con la incipiente filosofía
griega, y es enseñada en ese condensado esotérico-exotérico que
es el “mito de la caverna”. Allí se trata del itinerario iniciático del
alma humana, que parte de la oscuridad de la caverna para iniciar
un tránsito paulatino desde la oscuridad, pasando por la penumbra,
avanzando a través de la luz solar reflejada, hasta lograr, median-
te su metamorfosis, su conversión, contemplar la fuente de vida,
de energía, de luz, de calor: el Sol. El Sol es la fuente beneficiosa,
verdadera y bella del cosmos, en esa trilogía-una que Platón regala
a la historia y siempre.3
Siglos después, Dante Alighieri despliega esa alegoría platónica
en su jamás igualada La divina comedia.
1
25 de octubre de 2002. Publicación del Centro Peninsular en Humanidades
y Ciencias Sociales, CEPHCIS, UNAM, Mérida, Yucatán, México, 2009, pp.
121-144.
2
Hermes Trimegisto, Corpus Hermeticum y otros textos apócrifos.
3
Platón, La République, Oeuvres Complètes. Tome I, Livre 6, 514 a y ss.
398
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
4
Dante Alighieri, Fin del Canto Decimocuarto, La divina comedia, p. 194.
5
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española.
Le nouveau Petit Robert.
6
Immanuel Kant, Kritik der Urteilskraft, en I. Kant Werkausgabe X. Analytik des Er-
habenen, A. von mathematisch-Erhabenen, 25, pp. 169 y ss. 27, von der Qualität
des Wohlgefallens in der Beurteilung des Erhabenen, pp. 180 y ss.
399
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
fantástica.
400
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
8
Sigmund Freud, CLXVII, “El porqué de la guerra”, Obras completas, Tomo III,
pp. 3206 y ss.
9
Ibidem, p. 3211.
10
El fanatismo organizado es misión de los hombres; la mujer, temida y repudiada,
es excluida. Así, la mujer es degradada al papel de esclava del esclavo. [N. de la A.]
401
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
402
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
11
Voltaire (François Marie Arouet), Dictionnaire Philosophique. “Torture”, p. 369.
El humor refinado de Voltaire incluye como artículo antecedente: La Tolérance.
Le couple Torture-Tolérance no deja de ser una profunda ironía de su obra. [N.
de la A.] [N. del E.: Todas las traducciones de este ensayo fueron realizadas
por la autora].
12
Mario Benedetti, Pedro y el Capitán.
403
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
13
Marcel Proust, Essais et articles. Cfr. “Le salon de la Comtesse A. de La Rochefou-
cauld”, p. 134.
14
María Noel Lapoujade, Indicios filosóficos en Guy de Maupassant. En prensa.
15
Guy de Maupassant, Oeuvres complètes. Cfr. Vol. I, Contes et nouvelles, Contes de
la Becasse, La Peur, p. 601.
404
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
16
Cfr. M. N. Lapoujade, Cap. 3, § V, “La imaginación: fundamento para una filo-
sofía del como si”, Filosofía de la imaginación, pp. 200 y ss.
17
M. N. Lapoujade, Cap. 2, § III, “Imaginación y fantasía”, op. cit., pp. 135 y ss.
405
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
406
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
18
Hasta aquí hemos seguido parcialmente nuestra exposición del tema en Filo-
sofía de la imaginación, en la referencia establecida en la nota 16. [N. de la A.]
19
Citado por Tobin Siebers, Lo fantástico romántico, p. 239. Siebers dedica a Mau-
passant un apartado titulado “El ego romántico”, en el que, a través de ciertas
407
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
408
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
¿Todo lo que nos rodea, todo lo que vemos sin mirar, todo lo que
rozamos sin conocer, todo lo que tocamos sin palpar, todo lo que
encontramos sin distinguir tiene sobre nosotros, sobre nuestros ór-
ganos y, por ellos, sobre nuestras ideas, hasta sobre nuestro corazón,
efectos rápidos, sorprendentes e inexplicables?22
Vincent van Gogh, Carta de 1888, Lettres à son frère Théo, p. 189.
23
409
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
24
Al respecto, es preciso estar en guardia ante las respuestas taquilleras basadas
en la alianza genio-locura. No todos los creadores son locos ni todos los locos
son creadores. Hasta cierto punto, la cuestión es irrelevante cuando explota el
morbo escondido bajo la ciencia de difusión. [N. de la A.]
25
Ibidem, p. 38.
26
Leibniz filosóficamente sostiene la tesis de lo infinitamente grande y lo infinita-
mente pequeño, a la cual, en su aspecto matemático le corresponde el cálculo
infinitesimal del que Leibniz es autor. Cfr. Michel Serres, Le système de Leibniz et
ses modèles mathématiques, Col. Épiméthée, PUF, París, 1968. [N. de la A]
410
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
Más aún, este bello pasaje de Maupassant nos lleva a evocar los
ecos del Micromegas de Voltaire.27
No obstante las delicias que nuestros sentidos nos regalan, la
música, los aromas, un buen vino, ello no basta para levantar el ve-
lo eterno del misterio.
En ese marco, el narrador no se convierte en filósofo, sino que con
terror asiste al nacimiento de un mundo de fantasmas en su interior.
“El Horla” es un verdadero tratado del terror, donde el miedo va in
crescendo. Primero es una “sensación terrible de un peligro amena-
zante”, que lo conduce al “presentimiento de un mal desconocido”.
Terror ante lo amenazante y ante lo desconocido. Sensaciones de
“extrañeza” durante la vigilia. “Pánico ante el verdugo del sueño”.
Sentimientos de “impotencia atroz”. Extraños estremecimientos al
despertar. Angustia ante lo extraño.28
El crescendo continúa con la irrupción del terror a la visita noc-
turna de un personaje vivo de ficción: el vampiro, que el narrador
siente en su acto supremo, el momento en el que: “su boca sobre
la mía, bebía mi vida entre mis labios”.29
La intensidad de una “emoción tan terrible”, “perdido de asom-
bro y de miedo” lo enfrentan a un personaje surgido de sí: su doble.
El espejo muestra en su insobornable objetividad un terrible
doble exterior de la duplicación del yo, en que una misma imagen
se reproduce, se repite.
Por su parte, el doble interior aumenta la potencia de lo terrible,
porque es un dominador indómito. Ese otro es un jugador engaño-
so, opresor e inoportuno. Es el doble de la angustiante duplicidad,
la diferencia, la extrañeza, aquella que constata un extraño den-
tro de mí, que se adueña de mí misma. Perdido de terror, antes de
27
Voltaire, Micromégas, Zadig, Candide. Cfr. Diálogo del habitante de Sirio con el
de Saturno.
28
Sobre lo invisible. En Le Horla, la subida del narrador al Mont Saint-Michel,
lugar extraño envuelto en leyendas y misterio, no hace sino exacerbar sus vi-
vencias. El monje le “demuestra” la verdad de las limitaciones humanas, ante
la ilimitación de lo invisible existente. Le convence con el ejemplo del viento,
el mismo invisible, pero potente en efectos visibles. [N. de la A.]
M. N. Lapoujade, “Una mirada estética a lo invisible”, Revista de Filosofía; “Mirada
a lo invisible”, Relaciones; “Una mirada estética a lo invisible”, Revista de Filosofía de
la Universidad de Costa Rica, son diversas publicaciones de un artículo.
29
Guy de Maupassant, op. cit., p. 46.
411
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
[...] esa doble vida misteriosa que hace dudar si hay dos seres en
nosotros, o si un ser extraño, incognoscible e invisible, anima, por
momentos, cuando nuestra alma está aletargada, nuestro cuerpo
cautivo que obedece a este otro, como a nosotros mismos, más que
a nosotros mismos.30
30
Ibidem, p. 47.
31
Ibidem, p. 49.
32
Ibidem, p. 50.
412
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
sí. De la ficción nace al mundo sensible, ese ser con nombre lla-
mado Horla.33
La constatación lúcida es terrible cuando Maupassant, por boca
del narrador, concluye:
33
Ibidem, p. 61.
34
Ibidem, pp. 63-64.
35
Ibidem, p. 65.
413
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
esto es, un yo, y un receptor exterior, es decir, un tú, entre los cuales
el terror tiende un posible lazo de la relación.36
Si damos una vuelta más a la espiral, la especie cruel refina sus
invenciones para gozar del terror. Entonces, el terror deviene una
forma del placer estético.
Curiosamente, Sigmund Freud realiza un fino análisis de la esté-
tica de lo espantable, espeluznante, fuente de angustias de alto volta-
je. Freud le llama: lo siniestro (Unheimlich). Su propósito explícito en
este tránsito por la estética de lo siniestro es hurgar hasta encontrar
“el núcleo” de lo siniestro, porque en ese trasfondo germina la an-
gustia. Sólo deseo indicar esta otra vertiente de la estética del terror,
del horror, de lo siniestro, que es su lazo necesario con la angustia.37
En uno de los posibles extremos del placer, nos espera el pla-
cer del terror.
Al respecto, se abren desde el inicio varias preguntas cruciales:
¿Se trata de teorías en las cuales se propone una dicotomía en-
tre estética y ética?
¿Es posible una estética pura?
¿Implican estas estéticas unas peculiares formas de antiéticas
que conllevan sus propias éticas?
¿Es posible postular las éticas correspondientes a estas estéticas?
¿Cuáles serían estas éticas?
Dejemos resonar en nuestro espíritu el eco de estas cuestiones.
Una de las formas en que el terror tiende el puente entre el emi-
sor y el receptor es el asesinato.
El asesinato considerado como una de las bellas artes es el título trans-
parente de una obra de Thomas de Quincey, escrita entre 1827 y
1829. Su reflexión destila un humor cáustico.
S. Freud, “Lo siniestro”, Obras completas, Vol. III, pp. 2483 y ss. Freud analiza,
37
414
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
Cfr. “II. La conferencia”, Del asesinato considerado como una de las bellas artes, p. 16.
38
415
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
416
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
417
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
42
Ibidem, p. 90.
43
M. de Sade, “Quinto diálogo”, op. cit., pp. 154 y ss.
44
Cfr. Roland Barthes, “El principio de delicadeza”, Sade, Fourier, Loyola, p. 174.
418
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
419
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
46
Edgar Morin, La méthode, La Vie de la Vie, Tome II. Cfr. Cinquième Partie, 2 La
complexité vivante; I Le complexe vivant; A Le grand complexe, p. 361.
47
Cfr. “Der Genesende”, 2, Also sprach Zarathustra, p. 253. [N. del E.: La traducción
es de la autora].
420
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
421
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
La luz en la oscuridad
Horadando el suelo de la caverna, la búsqueda laboriosa del mine-
ro, como enseña Novalis,53 puede dar con la veta de oro. El oro, sol
alquímico que se encuentra en el fondo de cada uno. Hurgando
en la oscuridad, caverna interior, se encuentra no solamente con
el terror, la perversión y la insociabilidad, sino con la necesidad
del otro, la armonía oculta, el gozo compartido. Es preciso des-
cubrir la luz dentro de la oscuridad. Es preciso liberarnos de las
sombras artificiales creadas como cómplices del terror. Es preci-
50
Cfr. “Idea de una historia universal en sentido cosmopolita”, Cuarto Principio,
en Filosofía de la Historia, p. 46.
51
“Die sieben Siegel”, op. cit., p. 265 y ss. (Los siete sellos).
52
Ethique, en Oeuvres, Vol. III. Cfr. Cuarta Parte, De la servidumbre del hombre...,
Demostración de la Proposición XXII. “El esfuerzo por conservarse es la esen-
cia misma de una cosa”, p. 240.
53
Himnos a la noche y Enrique de Ofterdingen, V, pp. 131 y ss.
422
DE LA PERVERSIÓN A LA VIOLENCIA NATURAL
Discours sur les sciences et les arts, Cfr. Primera Parte, primer párrafo, p. 29.
54
423
Ariel y Calibán como prototipos
de la especie humana1
1
Comunicación presentada en francés: Sorbonne, 2007, Congreso Maffesoli. Tra-
ducido del francés al portugués; publicado en portugués en la Revista Cronos, Uni-
versidade do Rio Grande do Norte, Natal, Brasil, 2007, publicada en 2008.
2
The Tempest.
424
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
425
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
426
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
6
Cfr. Michel de Montaigne, Livre I, Chap. XXXI, “Les cannibals”, Essais.
7
Evangeline Maria Johnson O’Connor, Who’s who and what’s what in Shakespeare.
8
William Shakespeare, The tempest, I, 2: “If by your art, my dearest father, you
have / Put the wild waters in this roar, allay them. / The sky it seems would pour
down stinking pitch, / But that the sea, mounting to th’welkin’scheek, / Dashes
the fire out…”, p. 63. Cfr. I, 2, pp. 23-30.
9
Ibidem, pp. 72-77, 88-91.
10
Ibidem, pp. 109-110.
11
Ibidem, pp. 189-215, 345, 348, 357, 363-365.
12
Ibidem, IV. 1, pp. 264-268
13
Ibidem, pp. 375-430 y IV.1, pp. 171-184.
14
Ibidem, p. 314. “Thou earth, thou, speak!”
427
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
15
Ibidem, pp. 282-286. “Dull thing, I say so! He, that Caliban.”
16
Ibidem, p. 319.
17
Faust, Première Partie, Scène XXII, Intermezzo et Deuxième Partie, I, Pre-
mière Scène.
18
Introducción, Ariel, p. 139.
19
Idem.
20
M. N. Lapoujade, “Los imaginarios en la construcción de la identidad lati-
noamericana”, Revista de Filosofía.
428
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
21
José Enrique Rodó, op. cit., I, p. 141.
22
Ibidem, p. 149.
23
Ibidem, p. 151.
24
Ibidem, p. 177.
429
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Propuesta de interpretación
Propongo una relectura de los personajes con la cual no pretendo
absolutamente criticar, invalidar o restringir otras lecturas, sino,
fundamentalmente, aportar otra mirada, una mirada hermenéu-
tica complementaria.
Mi punto de partida es la situación concreta del tema, sobre la
que me planteo una pregunta inicial: ¿cuántos arieles y calibanes hay?
Entonces, ¿cuál es el Ariel y el Calibán legítimo?
Por analogía, podríamos preguntarnos respecto de la historia oc-
cidental de la pintura: ¿cuál es la legítima Anunciación, Crucifixión,
Ascensión, etcétera?
25
Ibidem, p. 183
26
Ibidem, p. 182.
27
Ibidem, p. 192. Rodó tiene tiempo aun para analizar el papel de los Estados
Unidos en una visión crítica en la que, no obstante, les reconoce ciertas vir-
tudes. Finalmente, se anticipa también al tema de las grandes ciudades, con
una mirada de una vigencia total. [N. de la A.]
430
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
Grillot de Givry, Le Grand Oeuvre, XII, méditations sur la voie ésotérique de l’absolu.
28
Cfr. I y II.
431
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
29
Francis Bacon. Logique de la sensation, pp. 20-21.
30
Aphorismen. “Der Akt des sich selbst überspringens ist überall der höchte, der
Urpunkt, die Genesis des Lebens”, V, p. 111.
31
Gaston Bachelard, L’air et les songes.
432
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
32
Citado por G. de Givry, Méditation IV, op. cit.
33
Préface III, Ecce Homo, p. 9.
34
Ibidem, IV, p. 10.
35
“De l’esprit de pesanteur, 2 Also sprach Zarathustra”, Ainsi parlait Zarathoustra.
“Vom Geist der Schwere”, 2: “Wer die Menschen einst fliegen lehrt, der hat alle
Grenzsteine verrückt; alle Grenzsteine selber werden ihm in die Luft fliegen,
die Erde wird er neu taufen-als ‘die Leichte’”, p. 223.
36
Se trata precisamente de la cita que transcribimos en la nota 30. La alusión de
Nietzsche se encuentra en Also sprach Zarathustra, Dritter Teil, Von alten un
neuen Tafeln, 4. “Aber nur ein Possenreisser denkt: ‘Der Mensch kann auch
übersprungen werden’”, p. 230. [N. de la A.]
433
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Conclusión
Mientras Calibán continúa prácticamente en cuatro patas, con la
mirada al suelo, en la oscuridad, en la rigidez de su forma, sumido
en el cerco de la necesidad, Ariel transgrede.
En la prehistoria, Ariel impulsó el tránsito al primer hombre,
fue el ser erguido, mirada a lo lejos, al horizonte, manos libres, el
que pudo caminar, correr, danzar. Ariel es el hombre histórico que,
además, aspira a volar en sus sueños, sus poesías, sus mitos como el
de Ícaro, sus máquinas como lo imaginó Leonardo da Vinci.
Ese es el hombre transgresor para el cual Nietzsche propone
otra metamorfosis: así el hombre será superado. En este caso, el
prototipo Ariel se transmuta en el elemento aire.
Ariel es el elemento aire.
¿Cuáles son las características del elemento aire?
Ariel: el aire es movimiento, ligereza, carece de forma fija, en
su ascensión busca la luz, es el reino de la libertad.
Entonces, podríamos traer ante nuestra mirada la poética del
aire de Bachelard, así como también todas las concepciones ético-
estéticas de la ascensión,38 las corrientes místicas de Occidente y de
Oriente;39 Hildegarde de Bingen, en cuya cosmogonía visionaria
el aire juega un papel fundamental.40 Paracelso eleva el aire al ele-
mento supremo, preexistente a todo lo creado, principio originario,
incorruptible e inalterable, refractario a todo veneno.41
37
Ainsi parlait Zarathoustra, Partie III, Les sept sceau, 6, p. 278. Also sprach Zara-
thustra, Dritter Teil, Die sieben Siegel, 6, p. 268: “Und wenn das mein A und
O ist, dass alles Schwere leicht, aller Leib Tänzer, aller Geist Vogel werde: und
wahrlich, das ist mein A und O!”. [N. de la A.]
38
Desde Platón, Plotino y los neoplatonismos en adelante. [N. de la A.]
39
En Occidente, entre muchos más: San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila,
Meister Eckhart, Angelus Silesius. En Oriente, en un cúmulo inabarcable me
remito solamente a la obra de Henry Corbin, por ejemplo: L’homme de lumière
dans le soufisme iranien, Editions Présence, France, 1971. Alchimie comme art hié-
ratique, L’herne, France, 1986. [N. de la A.]
40
Hildegarde de Bingen, Le livre des oeuvres divines.
41
Paracelso, Cap. 7 “Sobre la bondad suprema del Aire Libre”, El libro de las enti-
dades, en Obras completas.
434
ARIEL Y CALIBÁN COMO PROTOTIPOS DE LA ESPECIE HUMANA
42
Sefer Yetzirah. El libro de la Formación, I, viii, p. 27.
43
Anaximène de Milet, en Penseurs grecs avant Socrate.
44
H. Trimegisto, Corpus Hermeticum. Cfr. Discurso de Hermes a Asclepio, p. 45;
Asclepio I, p. 131; Asclepio III, pp. 148-152.
435
Una prisión imaginaria del deseo
La palabra deseo
El latín incluye una gama fundamental de nociones en un léxico
preciso: desear, apetecer, ansiar (cupio); lo deseado, apetecido, an-
siado (cupitus); el ser deseoso, apasionado, ansioso, que ama con
pasión (cupidus -a -um); apetito, deseo en general, y deseo amoroso
(cup do). Y cupidit s: deseo vehemente, ansia, pasión, y aun avaricia,
codicia de bienes materiales, deseo sexual ardiente por un objeto
prohibido o imprevisto, lascivia…
Lenguas como el español o el francés heredan y amplifican la
riqueza de matices de la palabra.1
Deseo, en su abanico semántico, se vincula con términos tales
como apetencia, apetito, aspiración, atracción, necesidad, codicia,
ganas, gusto, inclinación, intención, pasión, propensión, tendencia,
tentación, voto, capricho, antojo, curiosidad, fantasía, excitación;
puede incluso confundirse con voluntad, con el querer; frecuen-
temente alude a la concupiscencia, y en general, habita la libido.
Las imágenes derivadas, construidas, es decir, las metáforas más
usuales: las necesidades de hambre y sed. Las prégnantes sensaciones
imaginarias del ardor, la quemadura, pero también el aguijón, la
picadura, la mordedura, etcétera.
A nivel de símbolos, la historia despliega la gama simbólica de
la llama, el fuego, el incendio, las cenizas, etcétera.
Noción de deseo
Desde la filosofía de la imaginación, propongo la siguiente noción
de deseo.
436
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
437
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
438
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
439
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
3
M. N. Lapoujade, “Mito e imaginación”; también M. N. Lapoujade, “De las cárce-
les de los imaginarios contemporáneos a una estética de la libertad”, Conferencia
magistral impartida en el II Congreso internacional sobre arte y cultura de los
siglos XIX a XXI, Universidad Autónoma de Puebla, 21 de abril de 2008.
4
M. N. Lapoujade, Cap. 2, “Imaginación y fantasía”, Filosofía de la imaginación,
p. 144.
440
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
5
M. N. Lapoujade, Cap. 2, “Imaginación y fantasía”, Filosofía de la imaginación, p.
145. M. N. Lapoujade, “De la perversión a la violencia natural”, Revista de Filoso-
fía, pp. 39-64. M. N. Lapoujade, “La seducción de una filosofía radical en Guy
de Maupassant”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica (En prensa).
6
J. Laplanche, J.-B. Pontalis, Diccionario de Psicoanálisis. “Deseo”, p. 96-97 y “Fan-
tasía”, p. 138 y ss. Sigmund Freud, Los orígenes del psicoanálisis. Correspondencia
con Fliess, carta del 2 de mayo de 1897, p. 197; Manuscrito L, 2 de mayo de
1897, p. 200; Manuscrito M, 25 de mayo de 1897; Notas II, Arquitectura de la
histeria, Fantasías, p. 204-205: “Las fantasías se originan por la combinación
inconsciente de lo vivenciado con lo oído, siguiendo determinadas tendencias.
Estas tendencias persiguen el propósito de tornar inaccesible el recuerdo”.
441
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Du côté de chez Swann, Combray, pp. 83-84. [N. del E.: La traducción es de la autora].
7
442
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
8
Un amour de Swann, pp. 53-55.
9
Le côté de chez Swann, Le nom de pays: le nom, p. 402, comenta el pasaje crucial de
Un amour de Swann, pp. 219-220.
10
Enfermedad y salud. M. N. Lapoujade, “Una estética de la salud”, I Congreso
Costarricense de Bioética, 2008. [N. de la A.]
443
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
En el corazón tenía
La espina de una pasión;
Logré arrancármela un día;
Ya no siento el corazón.
Kant y el deseo
Antes aun de las actuales sociedades de consumo, Kant vio la ame-
naza social del desear como móvil de la vida.
Kant, observador infatigable de lo cotidiano, de sus paisanos
y congéneres, ve el peligro del deseo, del desear; apetecer como
amenaza social. ¿Cómo negarlo?
444
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
Immanuel Kant, Anthropologie, du point de vue pragmatique, Livre III, pp. 109 y ss.
11
445
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
12
Baruch Spinoza, Definiciones de los afectos, I, Ética, p. 154.
13
Tercera parte, “Del origen y de la naturaleza de los afectos”, Proposición VI a
VIII, Ética, pp. 110-111.
14
Proposición XII y siguientes, op. cit.
446
UNA PRISIÓN IMAGINARIA DEL DESEO
[...] KRISNA. 57. Aquel que en todo lugar se halla libre de atadu-
ras; que no experimenta ni regocijo ni pesar cuando la fortuna le
sonríe o le da la espalda; ese posee una sabiduría serena.
58. Y cuando en recogimiento, cual tortuga que repliega sus miem-
bros, repliega sus sentidos de la atracción que ejercen los placeres,
entonces la suya es una sabiduría serena.
62. Cuando un hombre habita en los placeres de los sentidos, surge
en él la atracción por éstos. De la atracción surge el deseo, el ansia
de posesión, y ésta conduce a la pasión, a la ira.15
[...] KRISNA. 37. El deseo ávido y la ira, […] el mayor de los males,
suma de la destrucción; tal es el enemigo del alma.
39. La sabiduría se halla nublada por el deseo, enemigo siempre
presente del sabio; deseo en sus innúmeras formas, el cual como
un fuego no halla nunca satisfacción.
41. Armoniza, pues, tus sentidos, y mata el deseo […] que destruye
la visión y la sabiduría.16
15
La Bhagavad Gita, 2, p. 68. Batalla simbólica entre las fuerzas de la luz y la
oscuridad. Arjuna representa el alma del hombre. Krisna, el auriga del alma.
[N. de la A.]
16
Op. cit., 3, p. 76.
447
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
448
La imaginación estética: destrucción y creación1
1
Conferencia impartida en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la
República, Uruguay, 23 de septiembre de 2010. Este texto es una síntesis de
pensamientos y pasajes de otros textos de esta obra. Sin embargo, no es una
mera repetición de lo mismo, sino la permanencia de tesis nucleares en mi pen-
samiento, ahora ensambladas en una nueva sintaxis, con la cual pretendo hacer
más explícita la trama integral de la propuesta. [N. de la A.]
2
Del latín metaph ra, y este del griego , traslación. En retórica, designa un
tropo que consiste en trasladar el sentido recto (propio o literal) de las voces a otro
figurado, en virtud de una comparación tácita; p. ej., Las perlas del rocío. Diccionario
de la RAE. Sustitución de una palabra por otra según la analogía. Aristóteles. Injerto
(greffe) semántico. Pirard. (¡Pirard define la metáfora con una metáfora!). Dice La-
can: “L’étincelle créatrice de la métaphore” implica sustitución de un significante
por otro en la cadena semántica. Jakobson: La similitude relie un terme métapho-
rique au terme auquel il se substitue “expresión condensada”. En mi concepción
defino la metáfora como uno de los posibles trabajos con imágenes. Es un procedi-
miento voluntario, deliberado. La metáfora es una imagen derivada, construida, por
el traslado y sustitución de la connotación directa de la imagen inicial a la segunda
imagen, resultante, que es la que se llama metáfora. El traslado se funda en una
semejanza semántica respecto de un objeto x. Son operaciones de transferencia,
conexiones semánticas. La semejanza (similitud) puede producir: analogía (x=y); la
comparación (x es como y); la simulación y el “como si” (x es como si fuera y). Una
metáfora “radical” (término de Cassirer) resulta de deslizar imperceptiblemente e
instantáneamente los significados literales propios de una imagen, a otra nueva. Me-
táfora implica novedad, creación, apertura, mundos posibles, libertad. [N. de la A.]
449
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Premisas
Las imágenes. Así como la glándula lacrimal segrega lágrimas, la su-
doríparas, el sudor; la imaginación segrega imágenes.
En un sentido general, entiendo por imágenes los “productos”
naturales, inmediatos, espontáneos, que la imaginación humana
segrega.
¿Cómo caracterizar esos productos llamados imágenes?
Si aplicamos la noción aristotélica de definición, señalamos co-
mo género próximo el hecho de que toda imagen es una presentación
de un objeto x a la mente, es hacerlo presente.
Como diferencia específica, señalo una presentación configura-
tiva o con-formativa.
Es una presentación del objeto x en su configuración, diseño,
figura, forma o fórmula, dependiendo del tipo de imagen de que
se trate. Configuración, en un sentido muy amplio, alude a todo
tipo de imágenes.
Diseño, figura, alude sobre todo a imágenes visuales. Forma
abarca, además, imágenes, auditivas, táctiles, en el límite, gustativas.
450
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
varios datos singulares de un objeto presente. Puede ser un objeto mental pre-
sente. Transcurre en el presente, y es el registro del objeto. Percibir a otro, a
Juan, significa tener la imagen del otro en el espíritu o subjetividad. El recuer-
do, producto de la memoria, consiste en el conjunto de imágenes, conceptos,
valores, etcétera, en que un objeto se conserva en el espíritu, dura en el tiem-
po, habita en el presente como un acontecimiento pasado. Recordar a Juan es
retener su imagen en el espíritu. Soñar a Juan es la presencia de las imágenes
de Juan durante el dormir. Implica la manera de presentar a la mente su cogita-
tum, esto significa: su referente, que consiste en traducir el percepto, recuerdo,
concepto, objeto ficticio o lo que sea, a una estructura configurativa, un diseño
particular, ya sea externo: figura; o interno: fórmula. [N. de la A.]
451
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Noción de imaginación
452
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Tesis básicas
Para contextualizar las tesis filosóficas básicas de este ensayo, imaginé-
monos en los orígenes, en la irrupción de nuestra especie biológica,
Gaston Bachelard, L’air et les songes. Essai sur l’imagination du mouvement, p. 216.
6
453
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 216.
8
454
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Imaginación destructora
Habitemos un instante el mundo de la imaginación destructora.
Entremos al mundo literario de Lautréamont, en Los cantos de
Maldoror.
Mi lectura de Lautréamont
La obra de Lautréamont es un despliegue inaudito de posibilidades
de la imaginación humana volcada a destruir.
La imaginación prodigiosa de Lautréamont presenta un abanico
exhaustivo, extremadamente complejo, de una enorme diversidad
de operaciones que la imaginación humana puede segregar, cuyo
movimiento apunta a destruir, de muy diversas maneras.
Los invito a asomarnos a estos trabajos terribles de la imaginación.
Ante todo, atención: es preciso abandonar, desde ahora, un
cliché gastado, consistente en separar dicotómicamente imagina-
ción-realidad.
La imaginación, imágenes e imaginario, no se oponen a real.
La división dicotómica real de un lado, imaginario del otro, es,
además, un error lógico.
Esto es lo que nuestro filósofo Vaz Ferreira llamaba un sofisma
o paralogismo, razonamiento erróneo, de falsa oposición.
La imaginación, sus imágenes y sus imaginarios son reales, están
ahí, existen.
Por otro lado, lo que se llama lo “real” es el resultado de apli-
carle diversas construcciones imaginarias, científicas, tecnológicas,
literarias, artísticas, y también subjetivas, parciales, prejuicios, etcé-
tera, a una “materia prima” natural.
455
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
9
M. N. Lapoujade, La imaginación estética en la mirada de Vermeer.
10
Einstein, en M. N. Lapoujade, op. cit., pp. 135-136.
11
El rótulo la historia suele quedar vacío o unilateral, porque bajo esa etiqueta
se presenta en general la historia sociopolítica de la humanidad, que es preci-
samente el escenario donde surgen las facetas más tenebrosas de lo humano.
[N. de la A.]
12
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación.
456
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Lo que sigue lo tomo de mi libro Diálogo con Gaston Bachelard en torno a la poética.
13
[N. de la A.]
457
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
14
Cfr. p. 439.
15
Cfr. p. 98.
16
Ibidem, Chant deuxième, pp. 140-141.
458
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Conclusión
Para concluir, es preciso considerar que las destrucciones, signos de lo hu-
mano, hablan de su origen.
Las atrocidades tienen también el sello de lo humano.
Su origen es la titánica fuerza de creación de la imaginación humana.
La especie humana, entre tantas capacidades, también tiene el poder de
crear los más macabros y sutiles mecanismos de destrucción. Estamos, pues,
ante otro signo de la imaginación creadora.
Imaginación creadora
Habitemos ahora otros espacios. Les invito a atisbar el rico universo
de la imaginación creadora.
17
G. Bachelard, Lautréamont, pp. 8-9.
18
G. Bachelard, op. cit., pp. 11-12.
19
Ibidem, p. 22.
459
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
460
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Ese clamor de vida resuena en la bella imagen que nos cobija: es-
te extraordinario árbol mexicano de la vida, nacido de las manos
imaginantes, las manos espirituales de un alfarero de Metepec, el
gran artista del barro Tiburcio Soteno,21 artista de la pasta primi-
57. Árbol de la vida. Colección Museo Dolores Olmedo. Imagen del Congreso.
461
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
22
El Génesis da cuenta de dos árboles plantados por Dios en el Jardín del Edén:
en el centro, el árbol de la vida, y además, el árbol del conocimiento, del bien
y del mal. (2, 9).
23
Cfr. Proverbios, III, 18. El bien supremo de la sabiduría es como un árbol de la
vida, quien se acerca a ella, como al árbol de la vida, es feliz.
462
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
He aquí un vaso persa del año 1000 a. C., que muestra dos toros
alados asciendendo a un estilizado árbol de la vida.
En fin, un árbol de la vida, en su género próximo, es nada más
ni nada menos que un árbol, y como tal, contiene la pulsión vertical
de vida, pero, además, como imaginario incita y empuja, impulsa
a la vida hacia la profundidad de la tierra, las raíces; y hacia la pro-
fundidad aérea ascendente.
El árbol de la vida es un imaginario único, y, sin embargo, segre-
gado por la prolífica imaginación de la especie humana como tal.
Es una suma de la sabiduría humana; nos habla de esta espe-
cie como un ser cósmico, es un árbol de vida que evoca nuestra
condición de seres abiertos a la inmensidad, latiendo con el pulso
del cosmos.
Es un resumen condensado del cosmos, es un microcosmos can-
tando a la vida cósmica.
El misterio de estos vasos comunicantes entre imágenes muestra de ma-
nera inequívoca que constituimos una especie. Asimismo, manifiesta que
esta especie soberbia, encaramada en la razón seca, debe recrearse como ex-
presión de una racionalidad imaginante, e insisto: una para, así, desde
sus infinitas diferencias, ejercer la tolerancia, valor hoy en día en desuso,
para asumir la humanista apertura de espíritu, el respeto a todas las dife-
rencias y excepciones que contribuyan a la vida, a una vida digna y libre.
463
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
464
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
465
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
A modo de conclusión
Propuesta de una estética de la libertad en clave imaginaria.
Es un tema central en mi propuesta filosófica, que he desarro-
llado de múltiples maneras: en la pintura de Vermeer, en la pintura
de Grünewald, de Rembrandt; en la bioética, en la filosofía con-
temporánea como respuesta a la sociedad de consumo, etcétera.
Hoy esta necesidad para los contemporáneos viene expresada en
el esbozo de una poética del habitar.
La arquitectura, arte-ciencia del habitar, merece también su
poética.25
Es un tema filosófico enormemente complejo del que voy a
apuntar ciertos aspectos-muestras. Nada más.
Habitar el mundo
Otro recurso de la destrucción, aun más lúgubre, si es posible, es
Retomo pasajes de mis artículos “En torno de una poética del espacio y del
25
466
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
467
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
468
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
Ibidem, p. 29.
27
Ibidem, p. 24.
28
469
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
470
LA IMAGINACIÓN ESTÉTICA: DESTRUCCIÓN Y CREACIÓN
471
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
472
De las cárceles de los imaginarios contemporáneos
a una estética de la libertad1
Premisa
Sabemos que el movimiento, la aceleración se formula como la re-
lación a = e/t.
El tiempo que tarda un móvil m en recorrer un espacio e, es la
aceleración, el movimiento.
Conocida o no, esta fórmula se aplica desde el hombre prehistó-
rico, que necesitó trasladar una inmensa roca para erigir un menhir,
construir un dolmen, o en un alarde de imaginación y tecnología,
levantar una pirámide, hasta la actualidad.
Después de una larga historia, desde esa lenta y ardua acele-
ración —quizá una velocidad de centímetros por hora—, hasta la
aceleración supersónica actual, que supera la velocidad de la luz,
la fórmula de base es la misma, y el tema es: el movimiento.
Este caso funge como modelo para la propuesta de reflexión
filosófica de este texto.
Así, las cárceles contemporáneas de los imaginarios no son nue-
vas cárceles, sino la multiplicación, la proliferación y la intensifica-
ción inaudita de las cárceles de los imaginarios de la humanidad.
Es un problema de máxima potenciación, diversificación y re-
finamiento de las perversiones contemporáneas respecto de los
imaginarios actuales, al punto de poner en peligro la continuidad,
la salud, y en el extremo, la existencia misma de nuestra especie.2
1
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. II Congreso Internacional sobre
Arte y Cultura de los Siglos XIX al XXI. 21 a 23 de abril de 2008. Conferencia
magistral. 21 de abril de 2008.
2
María Noel Lapoujade, “De la perversión a la violencia natural”, Revista de Filo-
sofía, pp. 39-64.
473
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
3
Paul Chauchard, “La realización corporal de la persona”, en Taisen Deshimaru
y Paul Chauchard, El zen y el cerebro, p. 146.
4
M. N. Lapoujade, “Mito e imaginación a partir de la poética de Gaston Bache-
lard”, Revista de Filosofía, pp. 91-111.
474
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
Acuerdos semánticos
El verbo “consumir” (del latín cons mo) tiene que ver con comer,
beber, absorber, disipar, destruir, y en sus acepciones más fuertes
puede llegar a significar exterminar, anonadar, aniquilar. También
significa gastar dinero.7
En general alude a usar, utilizar, gastar. Se trata de usar las cosas,
o sufrir enfermedades, o ser alcanzado por el fuego, de manera tal
que el ente en cuestión queda destruido o inutilizado.
5
Ibidem, p. 94.
6
Cfr. Premisa.
7
En español manejamos dos verbos muy próximos, que es preciso no confundir.
El verbo “consumar” (del latín consummo), con los significados de adicionar,
calcular, acabar, perfeccionar. [N. de la A.]
475
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
476
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
9
Guy Debord, La société du spectacle.
10
Jean Baudrillard, L’autre par lui-même.
11
Jean-Jacques Wunenburger, L’homme à l’âge de la télévision.
477
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
478
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
p. 194.
479
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
cio crece, se vuelve más cruel desde el momento que interceptó una
mirada de su amada a otro.
Su espíritu se retuerce completamente invadido y aprisionado
en sus propias redes. La imaginación patológica inocula el espíri-
tu con una profusa diversidad de imágenes insanas. La imagina-
ción enferma teje un imaginario convertido en la propia cárcel
del amante torturado.
El amante se transforma en un ser ansioso, irritado, temeroso,
inseguro, intentando descubrir una verdad que lo atormenta. Busca
afanosamente detalles para verificar sus sospechas; de tal forma que
esta maleza cubre todo su espíritu y lo envenena. Busca descubrir
su amada mintiéndole, y así imagina trampas que sólo hacen inten-
sificar esa tristeza mórbida. Aquella curiosidad dolorosa se convierte
en una verdadera enfermedad que ocupa toda su vida.13
Sin entrar en las finas tramas del deseo, sólo observamos, en
una metáfora de exquisita precisión, que los tristes consumistas se
consumen en las llamas del deseo.
Se desea la imagen de algo o alguien que no se posee.14
La imagen incipiente va proliferando, se multiplica en otras
imágenes, invasoras de la subjetividad, cada vez más intensas y do-
minantes.
Ese impulso exacerbado nacido de la imagen de una caren-
cia, se convierte fácilmente en voracidad. La desesperación ante la
permanente insatisfacción va creando inexorablemente complejos
imaginarios que se convierten en otras tantas prisiones del espíritu.
La satisfacción momentánea genera una nueva carencia, una
nueva necesidad, montada nuevamente en imágenes perceptuales
y mnémicas que provocan el nacimiento de la fantasía, correlato
del deseo.15
Lacan insiste en que el deseo no surge de la necesidad de un
objeto real, sino que nace de la fantasía del sujeto.
De este modo, el deseo establece una suerte de bulimia nacida de
las fantasías segregadas por una imaginación mórbida.
13
Ibidem, p. 222 y ss.
14
Jean Laplanche y Jean Bertrand Pontalis, “Deseo”, Diccionario de psicoanálisis,
pp. 96-97.
15
Idem.
480
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
Puertas de salida
Aun las más tétricas de las cárceles tienen puertas para salir; los
venenos se combaten con sus antídotos.
El veneno de la apropiación, la posesión, la acumulación, el per-
derse entre cosas, se neutraliza con el desprenderse, la desposesión,
el despojarse, el autoafirmarse entre lo mínimo.
481
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
482
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
483
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
484
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
Primera propuesta
En el mundo de hoy, regido por el vértigo de la velocidad, aparecen
sus correspondientes estéticas; entre otras, el futurismo de Marinetti,
en los comienzos del siglo XX; la estética de la velocidad de Virilio
hacia finales del XX, y las estéticas que surgen de la casi lograda
anulación del tiempo por la velocidad, convirtiéndolo en instantes.
La instantaneidad de las comunicaciones, simultáneas, sin media-
Kant und Frankreich, bajo la dirección de Jean Ferrari, Margit Ruffing, Robert
Theis, Matthias Vollet, colección “Europea Memoria”, pp. 157-167.
485
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cfr. Italo Calvino, Bajo el sol jaguar. Roland Barthes, L’empire des signes, L’obvie et
21
486
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
Segunda propuesta
Sobre esta base literalmente sólida, porque es la roca del mundo
mismo, erguida en él nuestra especie, como un pedazo de cosmos,
tendrá que re-aprender el camino, tendrá que transitar las etapas
de una vía estética iniciática, de metamorfosis, de transmutación
radical: de la apropiación, en comunión; del tener, en ser; de la pa-
sión, en acción, hasta alcanzar la acción contemplativa; de la emoción,
en ecuanimidad; del deseo, la envidia, el resentimiento y el odio, a
la serenidad. Resumimos todo en una noción-vivencia ético-estética
fundamental: el goce pleno de la armonía con uno mismo, con el
otro, con la naturaleza, con el cosmos, con la vida.
En lo que sigue y para concluir, señalo sucintamente algunas de las es-
taciones fundamentales en la vía alquímica de la metamorfosis del espíritu
desde una vida vivida en clave estética y guiada por la luz de la belleza.
De la belleza
Las nociones de belleza pueden variar hasta el infinito, y el espec-
tro de sus modificaciones puede ser inabarcable.
Umberto Eco, en su recorrido magistral por la Historia de la belle-
za, dedica el último capítulo a la belleza de los medios en general,
y en particular, la belleza del consumo.23
22
M. N. Lapoujade, “Lo imaginario y las piedras”, en M. N. Lapoujade (comp.),
Imagen, signo y símbolo, pp. 95-114.
23
Umberto Eco, Cap. XVII, Historia de la belleza, pp. 413-429.
487
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Final del viaje, 2007, Boletín de abril del Centro de Estudios Filosóficos del Uruguay.
24
488
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
Punto de partida
Se trata de un consumista perdido de sí mismo y del mundo. Un ha-
bitante de la violencia, el horror, el sometimiento y la dependencia.
Su vida transcurre en el marco de imaginarios hacia la muerte.
Metafóricamente, es un mundo de tinieblas y oscuridad. Es co-
mo si estuviera hundido todavía en el presente, en el lejano caos
imaginario primigenio.
La primera medida de salud es una buena dosis de desapego.
Primera estación
Es preciso comenzar por una norma de higiene: la “catarsis” de la
Poética de Aristóteles.
La humanidad se merece una purificación de los imaginarios
de horror y muerte.
En este primer momento, la belleza se insinúa como el gozo de
lo dado, el situarse en concordancia con uno mismo hurgando allí
la belleza escondida, y en sintonía con el cosmos.
Esta noción incipiente de belleza manifiesta la que llamo belle-
za operante.
Ella disuelve los “grumos” de los complejos, distiende los “nudos”
de la tristeza, lima las “asperezas” de las frustraciones; pone distancia
ante sometimientos y dependencias.
La belleza es un disolvente universal.
Segunda estación
La inercia del consumismo provoca la apatía y anestesia de un “de-
jar pasar la vida”, “pasar el tiempo”. Ante ello, se trata de erguirse
desde los imaginarios lúgubres, de la vida gris, anonadada. Ella
indica una manera dichosa, feliz, de ponerse de pie en la vida. En
este sentido, la belleza despierta la sensibilidad, la memoria, la con-
ciencia, la subjetividad imaginante.
El despertar a la belleza es un despertar a la salud.
La belleza es un bálsamo universal.
La belleza cura.
Tercera estación
Llegados a este punto, se necesita dar un giro radical.
489
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cuarta estación
Novalis afirma: es el acto humano por excelencia de trascenderse, de
saltar por sobre sí mismo, hacia más allá de sí, es la génesis de la vida.
“Humano es aquel a quien le es constitutivo ese saltar eterno
a lo trascendente, hacia más allá de sí y hacia más allá de lo dado,
en el acicate de la infinita curiosidad de su niñez eterna, por aso-
marse al abismo ‘interior’ y hacia el abismo más allá de lo dado;
esto es, al misterio.”27
Quinta estación
La construcción de uno mismo, el edificar-se desde su elección
imaginaria, desde el imaginario de belleza anticipada. Belleza an-
ticipada que designa un nuevo mundo posible para nuestra vida.
Este proceso señala otra metamorfosis vital.
En este punto, parafraseo el título del anónimo del siglo IX: es
preciso cuidar el “jardín simbólico”, aprender a sembrar y cuidar
Vermeer, p. 79.
490
DE LAS CÁRCELES DE LOS IMAGINARIOS CONTEMPORÁNEOS A UNA ESTÉTICA DE LA LIBERTAD
491
De la naturaleza salvaje a las catástrofes1
La Tierra-máquina
La naturaleza observada, estudiada por la ciencia, es el conjunto
de los fenómenos y sus leyes.
En este sentido, la naturaleza del planeta Tierra, pieza mínima
de la gigantesca maquinaria cósmica, se rige por las astronómicas
dimensiones, velocidades, campos de fuerza, y por la bella precisión
matemática de su misterio.
La Tierra, en el engranaje del cosmos, exhibe el funcionamien-
to un bello mecanismo de relojería exacto e infalible. Armoniosa
música de las esferas, matemática estética que nos habita y habita-
mos como especie.
492
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
La Tierra-animal
Sin embargo, la Tierra es, al mismo tiempo, un animal viviente, co-
mo observa Platón en el Timeo; es conjunto de fuerzas vivientes, de la
que la especie humana se nutre. Entonces, se manifiesta una armonía
biológica de fuerzas vivas, de las que la especie humana participa.
La conectiva “y” de Giordano Bruno marca la diferencia con
las concepciones mecanicistas de la vida, a la manera de Descartes.
Ante todo, la naturaleza es physis, la fuerza vital que despierta y
brota en diferentes manifestaciones en la Tierra, hábitat y nodriza
de la especie humana.
El gran mecanismo de relojería cósmico, del que la Tierra es un
engranaje, funciona con precisión matemática. Sin embargo, este
animal viviente, compuesto por los cuatro elementos vitales: tierra,
agua, aire, fuego, como las leyes biológicas que lo rigen, contiene
sus excepciones, sus transgresiones, sus sublevaciones, desacatos.
Este peculiar “animal” no siempre acata las leyes que la especie
humana establece como relaciones fenoménicas universales y ne-
cesarias de su funcionamiento vital.
Así, los procesos regulares, previsibles, de esta infatigable obrera
que es la naturaleza, tienen sus esporádicos arranques de rebeldía.
En su vida misma, la naturaleza irrumpe con acontecimientos pro-
pios de un animal salvaje, y no de una especie domesticada por el
hombre y a su servicio.
El tema de esta reflexión es el de la naturaleza indómita, en
que tierra, agua, aire y fuego, los armoniosos elementos de las más
sutiles cosmogonías poéticas de los presocráticos, se muestran co-
mo fuerzas desatadas, sin ley; en terribles rupturas de la armonía.
La bella precisión matemática de la naturaleza, nuestro servi-
cial animal doméstico, se convierten en manifestaciones terribles
de la belleza. Ella exhibe el rostro amenazante, de peligro, riesgo,
destrucción y muerte.
De esta manera, el señorío de la especie humana se convierte
en la impotencia de una especie acorralada, amenazada y sometida
a fuerzas ingobernables: tierra, agua, aire y fuego: ¿castigo de los
dioses en cosmovisiones paganas diversas?, ¿cólera de Dios en el
Antiguo Testamento?, ¿justicia cósmica desde perspectivas diversas?
El presente texto se desarrolla en tres momentos:
493
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
I. La naturaleza salvaje
Partimos del contexto de la noción de Tierra como animal. No se
trata en absoluto de una concepción ontológica, sino que, en el
presente contexto, la tesis es una metáfora acerca de las manifesta-
ciones fenoménicas del planeta.
Demos un paso más a partir de la metáfora de la Tierra como
animal. Existen animales domésticos, aquellos que conviven en ar-
monía con la especie humana, y en general, a su servicio. Así, la
naturaleza se presenta en un conjunto de fenómenos eslabonados
en leyes por la especie humana.
Por su parte, los animales salvajes no se dejan someter; con sus
acciones de fuerzas instintivas ingobernables amenazan y dan muer-
te a la especie humana.
Es el otro rostro de la naturaleza. Ese rostro fiero exhibe la natu-
raleza en su caos, irregularidad, desequilibrio, en su fuerza sin ley.
Kant la define y describe con bella precisión cuando afirma:
Immanuel Kant, Livre II, Analytique du sublime, 23, Critique du jugement, pp.
2
494
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
75-76. “Die selbständige Naturschönheit entdeckt uns eine Technik der Natur,
welche sie als ein System nach Gesetzen... Aber in dem, was wir an ihr erhaben
zu nennen pflegen, ist sogar nichts, was auf besondere objektiveührte, dass die-
se vielmehr in ihrem Chaos oder in ihrer wildesten regellosesten Unordung
und Verwüstung, wenn sich nur Grösse und Macht blicken lässt, die Ideen des
Erhabenen am meisten erregt.” (Immanuel Kant, Analytik des Erhabenen, 23,
Kritik der Urteilskraft, pp. 166-167). [N. de la A.]
3
Es preciso tener presente que Kant reflexiona sobre la naturaleza salvaje, pero,
asimismo, en su espíritu siempre informado tomó conocimiento del gran te-
rremoto de Lisboa del primero de noviembre de 1755, objeto de un opúsculo
dedicado al mismo. Por otra parte, es recomendable prolongar la mirada de la
495
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Desastres y catástrofes
Considero útil establecer una diferencia clara entre desastres y ca-
tástrofes en sentido estricto. Todas las catástrofes son desastres, pero
no todos los desastres son catástrofes. “En général le mot désastre
signifie: tout évènement funeste, une malheur très grave.”4
Desastres
Entre las múltiples formas de desastres que no considero catástro-
fes, señalo de manera sucinta: no incluyo entre las catástrofes las
acciones trágicas motivadas por los hombres, en estado normal o
patológico; ni por decisiones políticas nefastas, ni por extremis-
mos religiosos, ni fanatismos u otra variante, tales como incendios,
muertes colectivas, holocaustos, masacres, hornos crematorios, se-
pultamientos vivos, etcétera.
Tampoco constituyen catástrofes, en sentido estricto, los acciden-
tes de avión (accidente de Air France de 2009), barco, naufragios
(Titanic), tren, autobuses, autos y otros accidentes de transportes;
ni tragedias como la de Chernobil u otras que son consecuencia
de graves acciones humanas y/o fallas técnicas en todo tipo de ma-
quinaria, aparato, obra de ingeniería, o aun artefactos nucleares.
No considero estrictamente catástrofe las epidemias, plagas, pes-
tes y otras enfermedades tales como la viruela (regalo de los con-
quistadores a las poblaciones autóctonas de América Latina), ni el
tifus, el cólera, la malaria, el sida, etcétera.
Tampoco incluyo las hambrunas ni las guerras, ni invasiones, ni crí-
menes de Estado, ni explosiones, envenenamientos masivos, etcétera.
Por extensión, en sentido metafórico, es usual hablar en senti-
do corriente de la catástrofe de una familia o de una vida, de un
grupo humano, de un pueblo, etcétera.
No todo desastre o toda situación dramática o trágica constituye
una catástrofe en sentido propio.5
496
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
Noción de catástrofe
En sentido estricto, defino la catástrofe como la ruptura brusca e
incontrolable de un orden fenoménico natural legal.
Une catastrophe est un évènement imprévisible qui produit des pertes
définitives et qui provoque des bouleversements irréversibles.
Catástrofe es la irrupción de un acontecimiento violento, brus-
co, inesperado, rápido, irreversible, es un golpe de la naturaleza,
de una intensidad tal que los efectos son devastadores.
René Thom, fundador de una relevante théorie des catastrophes,
da el siguiente concepto de catástrofe, enmarcado en el contexto
general de la teoría:
497
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
7
Ibidem, p. 103.
8
Recomiendo como material informativo primario, la lectura del libro mencio-
nado de John Withington; así como la consulta de la serie visual en DVD de la
National Geographic,Catástrofes naturales.
Une source de grande valeur sont les deux lettres de Pline le Jeune adres-
sées à Tacite, où Pline raconte la mort de son oncle Pline l’Ancien à cause
de l’éruption du Vésube, du 24 août 79, qui ensevelit Pompéi, Herculanum et
Stabies, en deux lettres à Tacite. [N. de la A.]
498
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
Messanh Ahlinvi y Ben Wisner, Catastrophes naturelles et leur impact sur les popula-
9
499
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Cuando el hombre sólo tenía sus ojos para ver, tradujo en mitos la armonía cós-
10
mica, tal como testimonia Mircea Eliade, Le mythe de l’eternel retour. Archetypes et ré-
petitions. La filosofía china antigua enseña en el gran libro del proceso, el I Ching,
la observación literal y simbólica del juego de armonía y desarmonías cósmicas,
en el macro y microcosmos. Los presocráticos regalan a la posteridad unas bellas
cosmogonías poéticas centradas en l’eau (Thalès de Milet), l’air (Anaximène de Mi-
let), le feu (Héraclite d’Éphèse), les quatre racines: la terre, l’eau, l’air, le feu, (Empédocle
d’Agrigente). Platón da cuenta del mundo viviente, uno, los cuatro elementos, la
armonía cósmica, los tiempos cósmicos, el movimiento, los planetas y también
de la lucha contra la Atlántida, cfr. Timée; asimismo, da cuenta de la civilización y
hundimiento de la Atlántida en el Critias. La historia es larga y rica. Otro hito en
la historia del tema es la cosmología de Hildegarda de Bingen en el siglo XII, los
pensadores renacentistas (Bruno, Pico della Mirandola, etcétera), los modernos,
Descartes, Bacon, Leibniz, etcétera, y una última mención, la concepción nietzs-
cheana del eterno retorno. [N. de la A.]
500
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
Symbolon, pp. 46-57. La intensidad extrema del golpe recibido, despierta una igual-
mente intensa transmutación, convertida en un intenso impulso hacia la vida.
M. N. Lapoujade, (sous la direction de), Tiempos imaginarios: ritmos y ucronías,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de Puebla, 2002, cfr. M.
N. Lapoujade, Tiempos cósmicos y transgresiones imaginarias, pp. 19-40.
M. N. Lapoujade, “La imaginación rítmica”, La imaginación estética en la mirada
de Vermeer, pp. 50-51. [N. de la A.]
501
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
502
DE LA NATURALEZA SALVAJE A LAS CATÁSTROFES
12
Cfr. M. N. Lapoujade, “Noción de homo imaginans”, 3, V, Filosofía de la imagina-
ción, pp. 193 y ss.
13
Karl Jaspers, II, Situación, Einführung in die Philosohie. Introducción a la Filosofía,
pp. 19-23.
503
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
lla: “Il faut que tu veuilles brûler dans ta propre flamme: comment
voudrais-tu redevenir neuf si tu n’est pas d’abord devenu cendre?”.14
Sobrevivir a una catástrofe es el más intenso llamado a la vida.
La catástrofe nos invoca: aún puedes devenir artista y libre. ¿Qué
significa esto?
Sobrevivir a una catástrofe es el más intenso llamado a la vida.
La especie humana, pedazo de naturaleza, se rige por las leyes
cósmicas. En tal sentido, está sometida a los ritmos necesarios del
cosmos. Su vida transcurre en el marco de la necesidad (lo que es
así y no puede ser de otro modo).
Sin embargo, la especie humana es, a la vez, libre. El ser humano
tiene un espacio de libertad. Si la especie, el grupo o el individuo
sobrevive a la catástrofe que lo afecta, entonces puede devenir un
artista de su propia vida, un alfarero de su propia arcilla; entonces,
haciéndose, deviene libre.
En fin, la catástrofe nos invoca: aún puedes devenir artista y
libre.15
14
Friedrich Nietzsche, “De la voie du créateur”, Ainsi parlait Zarathoustra, pp. 83-
84. “Verbrennen musst du dich wollen in deiner eignen Flamme: wie wolltest
du neu werden, wenn du nicht erst Asche geworden bist!” (F. Nietzsche, “Von
Wege des Schaffenden”, Also sprach Zarathustra, p. 80).
15
M. N. Lapoujade, “Del conformismo a la transgresión”, La imaginación estética
en la mirada de Vermeer, p. 56.
504
Climats, saisons et temps
Clé
En général la philosophie contemporaine a un court regard. Ce
regard atteint les sociétés, les cultures, l’histoire. La poétique de
Gaston Bachelard contient le noyau vivant de la rêverie cosmique.
Il faut récupérer le cosmos comme l’habitat humain par excellence.
L’espèce humaine habite le cosmos qui, en même temps, l’habite.
C’est pourquoi mon propos central dans cet essai est celui de
dédoubler le pli complexe où s’entrecroisent l’astronomie et la
philosophie.
Les notions de climat et des saisons jaillissent de l’astrono-
mie, mais leur portée est bien plus longe. Les cycles du ciel et
de la terre, déterminent la bioclimatologie chinoise ancienne,
ainsi que la biogéographie. En particulier, les changements cli-
matiques ont une forte incidence sur le champ de la génétique
des populations.1
Luca Cavalli-Sforza, The History and Geography of Human Genes; y Genes, Peoples
and Languages.
505
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Accord sémantique
D’une part, le climat est l’ensemble de circonstances atmosphé-
riques et météorologiques (pressions, humidité, températures)
propres à une région.2
On peut distinguer le climat de la terre en général, les climats
particuliers d’une région, et les microclimats propres de la région.
Le climat de la terre résulte principalement de trois facteurs: l’éner-
gie solaire, l’effet de serre et les circulations atmosphérique et océa-
nique. L’énergie solaire arrive sous la forme de rayonnements
électromagnétiques, accompagnés de lumière.
Dans le cas de l’énergie solaire: elle dépend de la rotondité de la
terre, de l’inclinaison de son axe de rotation et de son orbite autour
du soleil. Ces trois facteurs déterminent: la distance de la trajectoire
des rayons; l’angle d’incidence, c’est à dire, si le rayon arrive à la
surface verticale ou oblique; et la distance majeur ou mineur de la
trajectoire des rayons en fonction du point de l’ellipse où la terre
se trouve pendant son translation annuelle. Donc, la géographie
terrestre présente des différents climats.
D’autre part, le mouvement de translation de la terre, la roton-
dité de la terre, l’inclinaison de l’axe de rotation journalière de la
terre, l’axe des pôles par rapport au plan de son orbite autour du
soleil, déterminent les saisons et son alternance. La terre tourne
autour du soleil sur une orbite en forme d’ellipse, contenue dans
un plan, le plan de l’écliptique. Mais la révolution autour du soleil
Le Petit Robert.
2
506
CLIMATS, SAISONS ET TEMPS
507
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Parcours
Les stations de notre parcours sont appelées en l’argot philoso-
phique: les thèses de notre essai.
Première thèse. Le climat et les saisons sont des signes «visibles»
du temps.
La thèse jaillit de la réponse a la question: comment apparaît,
comment se manifeste le temps? Comment devient-il «visible». Les
climats et les saisons ont leurs signes sensorielles empiriques: la
chaleur et le froid; les odeurs, la végétation, les animaux, la lon-
gueur des jours et des nuits, la façon de vivre qu’en dérive. Donc,
les climats et les saisons sont des manifestations concrètes, visibles,
du temps invisible. Sur ce fondement je soutiens le lien entre les
notions du temps et ses configurations imaginaires.4 Par rapport
à cette thèse, il est pertinent le Timée où Platon explique le temps
comme une image mobile de l’éternité:
3
Il ne faut pas préciser que notre parcours est très bref, sans prétention d’être
exhaustif. [N. de la A.]
4
Pour les liens entre imagination et géométrie, ainsi que pour les liens entre ima-
gination, géométrie et ses manifestations picturales, cfr. María Noel Lapoujade,
La imaginación estética en la mirada de Vermeer. [N. de la A.]
5
Platon, Timée, Oeuvres complètes, Tome X, 37 d-e, p. 150.
508
CLIMATS, SAISONS ET TEMPS
...(Dieu) vous avez fait le temps lui-même. Et nul temps ne vous est
coéternel parce que vous demeurez immuablement; si le temps
demeurait ainsi, il ne serait pas le temps. Qu’est-ce en effet que le
temps? Qui serait capable de l’expliquer facilement et brièvement?
Qui peut le concevoir, même en pensée, assez nettement pour expri-
mer par des mots l’idée qu’il s’en fait? Est-il cependant notion plus
familière et plus connue dont nous usions en parlant? Quand nous
en parlons, nous comprenons sans doute ce que nous disons; nous
comprenons aussi, si nous entendons un autre en parler. Qu’est-ce
donc que le temps? Si personne ne me le demande, je le sais; mais
si on me le demande et que je veuille l’expliquer, je ne le sais plus.
Pourtant, je le déclare hardiment, je sais que si rien ne passait, il
n’y aurait pas de temps passé; que si rien n’arrivait, il n’y aurait pas
de temps à venir; que si rien n’était, il n’y aurait pas de temps pré-
sent. Comment donc, ces deux temps, le passé et l’avenir, sont-ils,
puisque le passé n’est plus et que l’avenir n’est pas encore? Quant
au présent, s’il était toujours présent, s’il n’allait pas rejoindre le
passé, il ne serait pas du temps, il serait l’éternité. Donc, si le pré-
sent, pour être du temps, doit rejoindre le passé, comment pou-
vons-nous déclarer qu’il est aussi, lui qui ne peut être qu’en cessant
d’être? Si bien que ce qui nous autorise à affirmer que le temps est,
c’est qu´il tend à n’être plus.6
6
La réflexion de Saint Agustin toute au long du livre est incontournable. Cfr.
Saint Agustin, Les confessions, L. XI, Chap. XIV, pp. 263-264. [N. de la A.]
7
María Noel Lapoujade, La imaginación estética en la mirada de Vermeer.
509
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
8
J’ai travaillé ce sujet dans María Noel Lapoujade, La imaginación estética en la
mirada de Vermeer. [N. de la A.]
9
Notre parcours laisse à côté la pensée, d’ailleurs incontournable de Kant, dont j’ai
fait des analyses et des développements à plusieurs reprises, parce qu’elle n’est
pas directement pertinente dans ce contexte, même si c’est une conception du
temps en tant que manifestation sensorielle. Il faut souligner la conception kan-
tienne du temps implique une révolution radicale dans l’histoire de la philoso-
phie. Elle inaugure une nouvelle ère de l’histoire. Le temps chez Kant n’est pas
une substance. Il n’est pas une essence. Il n’est rien de statique. Donc, qu’est-ce
que c’est le temps ? Sur le plan ontologique le temps « n’est pas ». Nous attei-
gnons le temps en tant que phénomène. Or, le phénomène résulte de la synthèse
des impacts sensoriels (les sensations) et l’action de la sensibilité de doter les
données de temps et d’espace. Cette opération appartient à la nature humaine en
tout temps et toute géographie. Elle est une fonction universelle (valide pour tout
sujet) et nécessaire (il ne peut pas être d’une autre manière). Le fait de concevoir
l’espace et le temps comme des formes a priori, devient un repère chez tous les
grands systèmes philosophiques jusqu’à nos jours. Pour ne pas citer qu’un seul
exemple il faut signaler la pensée de Gilbert Durand. [N. de la A.]
510
CLIMATS, SAISONS ET TEMPS
10
Novalis, Aphorismen, IV, Teplitzer Fragmente, No. 89, p. 93.
11
Immanuel Kant, Kant’s gesammelte Schriften. Kritik der Urteilskraft.
12
En occident, entre d’autres, la médecine d’Hildegarde de Bingen, d ‘Agrippa
et de Paracelse, par des différents voies font dépendre la santé et la maladie des
facteurs cosmiques. Mais en ce sens il faut revenir à la sagesse de la médecine
chinoise ancienne où la santé et la maladie résultent de la bioclimatologie. Cfr. S.
Desportes, Les cycles du ciel et de la terre, Bioclimatologie et médecine chinoise. [N. de la A.]
511
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
512
CLIMATS, SAISONS ET TEMPS
plus parler, mais chanter; qui vie libre dans les cycles nécessaires
du cosmos.13
Nietzsche élargit la pensée à son maximum, il atteint une pro-
fondeur radicale.
Il faut observer que ce dédoublement des plis du problème
du temps va à la rencontre des conceptions du temps cyclique qui
émergent de recherches anthropologiques et ethnologiques. En ce
sens s’érige la conception de Mircea Eliade. Il constate que partout
existent conceptions de la fin et du commencement de périodes de
temps sur le fondement des rythmes bio-cosmiques.14
Sixième thèse, «l’éternel retour» implique la régénération d’un
temps qui commence et se termine de façon cyclique qui se repré-
sente en tant que répétition archétypique.
Mircea Eliade souligne pour les sociétés archaïques l’impor-
tance de la notion bio-cosmique de la régénération de la vie, de
la nature, à la base de la conception du temps. Ce qui domine
en toutes les conceptions cosmico-mythologiques est le retour
cyclique, l’éternel retour y conçu comme la répétition d’un fait
archétypique, qui est projeté aux plans: cosmique, biologique,
historique, humain, etc.15
D’autre part, la notion de régénération de la vie a des consé-
quences décisives sur la façon de «vivre le temps» à niveau de l’indi-
vidu-social. L’individu-social reste à l’écart de l’irréversibilité du temps,
plutôt au contraire il est habité par un temps dont la régénération
répétée transmute sa vie en un présent atemporel.16
Septième station. Elle n’est pas précisément notre thèse, mais
elle esquisse une polémique dont le pivot est au centre de notre
étude. Je signale la polémique à partir de la sixième thèse, dont
le dernier énoncé enveloppe deux notions clé. On peut reformu-
ler la tension des notions d’irréversibilité du temps et du présent
atemporel en deux thèses antinomiques, l’une affirme la continuité
13
Friedrich Nietzsche, Ainsi parlait Zarathoustra, Les sept sceaux, 1-7, pp. 264-267.
14
Mircea Eliade, Le mythe de l’eternel retour. Archétypes et répétitions, 2 La régénération
du temps. En español, El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición, 2 La regene-
ración del tiempo, p. 56.
15
M. Eliade, ibidem, p. 90.
16
Ibidem, pp. 86-87.
513
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
17
M. N. Lapoujade, Diálogo con Gaston Bachelard acerca de la poética, pp. 30-33.
18
Henri Bergson, (1859-1941), Matière et mémoire y L’évolution créatrice, La pensée
et le mouvant.
19
H. Bergson, Essai sur les données immédiats de la conscience, cfr. Le temps homo-
gène et la durée concrète.
20
H. Bergson, «Introduction à la métaphysique», Revue de Métaphysique et de Morale.
514
CLIMATS, SAISONS ET TEMPS
21
Gaston Bachelard, L’intuition de l’instant.
22
G. Bachelard, L’intuition de l’instant, p. 18.
23
Il faut dire en passage que cette référence chez Héraclite fait allusion aux liens
complexes entre Logos, et Diké. [N. de la A.]
515
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
516
Trayectos hacia la fantástica trascendental1
Clave
El recorrido de nuestro pensamiento en el presente estudio está
pautado en tres tiempos: en el primer momento, siento las bases se-
mánticas de la reflexión. Segundo momento: esbozo una genealogía
de la noción de fantástica trascendental. Tercer momento, bosquejo
una propuesta final.
517
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
518
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
519
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
5
I. Kant, Kritik der reinen Vernunft, Elementarlehre, II Teil, I Ab, I Buch, I Haupts-
tück, p. 116. Op. cit., K. Deduktion der reinen Verstandesbegriffe Ausgabe A,
176 a-177-a y Ausgabe B, 26, p. 184b.
6
El trayecto genealógico recorrido en este estudio, obviamente no exhaustivo, es
el que va de Kant, pasando por Novalis y Sigmund Freud, para llegar a Gilbert
Durand, y culminar en Roger Caillois. En este esbozo genealógico es determi-
nante el pensamiento auroral de Gaston Bachelard en toda su obra, respecto de
su concepción de la imaginación en general, así como las esclarecedoras pági-
nas sobre Hoffmann. Cfr. la obra completa de la poética de Bachelard. Remito
a María Noel Lapoujade, Diálogo con Gaston Bachelard acerca de la poética. Pongo
énfasis especial en la obra de Henry Corbin y, en particular, L’imagination créatri-
ce dans le soufisme d’Ibn Arabi, que he analizado en “L’orient de Henry Corbin ou
la vie philosophique en quête de la lumière”, Symbolon, 3, pp. 250-258. También
he dejado de lado diversas “puestas en obra” de la fantasía, tales como Hoff-
mann, Friedrich Nietzsche, Guy de Maupassant, André Breton y los surrealistas.
520
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
521
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
11
Sigmund Freud, Los orígenes del psicoanálisis. Carta de Freud a Fliess, 6, abril,
1897. Carta del 2, mayo, 1897. S. Freud, Obras completas.
12
“Éléments pour une fantastique transcendantale”, Les structures anthropologiques
de l’imaginaire, Introduction à l’archétypologie générale, pp. 437-491.
522
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
13
Ibidem, pp. 452, 454.
14
Ibidem, p. 461.
15
Ibidem, p. 456.
16
Ibidem, p. 472.
523
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Ibidem, p. 478.
17
524
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
18
Remito a mis libros citados, donde desarrollo y argumento cada uno de los
puntos. Por lo que respecta a la geometría euclidiana, así como las nociones de
espacio y tiempo, entre otros, en la física de Einstein, cfr. La imaginación estética
en la mirada de Vermeer. En lo que respecta a la “lógica de la imaginación”, cfr.
Filosofía de la imaginación, 3, III, pp. 171-183. Las referencias a la alquimia están
salpicadas en diversos artículos. [N. de la A.]
19
Ibidem, p. 480.
525
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
526
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
Roger Caillois, “Au coeur du fantastique”, Oeuvres, pp. 838, 840, 843.
21
527
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
528
TRAYECTOS HACIA LA FANTÁSTICA TRASCENDENTAL
529
La imaginación y sus imaginarios como paideia1
Paideia2
Más allá de la rica complejidad del concepto griego de paideia y la
diversidad de su historia, mi propuesta se focaliza en la noción de
paideia como formación del espíritu, el intelecto y el cuerpo, en
una armonía total. Paideia designa la armonía plena del individuo
consigo mismo, con la ciudad (sociedad), con la naturaleza, con
la tradición, con la innovación, con la cultura. Paideia denota la
educación formativa hacia el desarrollo de un ser en expansión,
es decir, sano entendido como lo contrario de frustración, que es
enfermedad. Se trata de provocar un ser pleno, y la plenitud resulta
de la armonía con todo lo que atañe al mundo humano. Es la for-
mación humanista, la aproximación asintótica sin término al ideal
de la areté, por lo que la formación debe conformarse con procurar
un ser humano mejor, más humano.3
La filosofía de la imaginación como paideia es una invocación,
es el llamado a proponer sistemas educativos que promuevan, edu-
quen la imaginación humana hacia la vida. En última instancia, mi
1
Atlántida, 16 de septiembre de 2013. Conferencia impartida en el Homenaje a
María Noel Lapoujade, recibido en Uruguay de 2013, organizado por la AFU,
en el que se le entregó el premio a su pensamiento como “Tributo al pensa-
miento nacional”. Publicada en Temas antropológicos, vol. 36, número 1, Univer-
sidad Autónoma de Yucatán, 2014.
2
Pauta metodológica. La siguiente reflexión abre un abanico de puntos cruciales
en torno a las funciones de la imaginación. En cada punto primero se plantea el
tema en general, con el fin de señalar su complejidad y profundidad. Segundo,
se focaliza, en ese contexto, la perspectiva del tema desde y para la imaginación.
Tercero, se infiere la necesidad y la fecundidad de su aplicación en la educa-
ción. [N. de la A.]
3
Werner Jaeger, Paideia. Los ideales de la cultura griega.
530
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
4
María Noel Lapoujade, La imaginación estética en la mirada de Vermeer, p. 56.
5
La imaginación como función de vínculos: Giordano Bruno. He analizado este
punto en Filosofía de la imaginación, Cap. 1, pp. 38-42. [N. de la A.]
6
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación; La imaginación estética en la mirada
531
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Imaginación
Imaginación y transgresión
¿Cuál es la acción elemental de la imaginación? Imaginar.
De la manera más elemental, la respuesta irrefutable es: la ima-
ginación, imagina; la percepción, percibe; la memoria, recuerda;
la razón, razona, etcétera.
¿Qué es imaginar?
Imaginar es construir, afirmar, proponer, formar imágenes, so-
bre la negación y la transgresión que son, por así decir, los dinamos
de su actividad.
Las más diversas actividades de la imaginación implican siempre
alguna forma de transgresión.
Entiendo por transgresión la acción de ir más allá de los límites x
(de cualquier tipo de límites de que se trate), por movimientos de
atravesar, es decir, pasar a través; sobrepasar, pasar sobre; resolver
dificultades o problemas limitantes. Transgredir puede tener los
matices de disolver, anular, rechazar, ignorar, etcétera. Asumir los
límites implica la continuación de la actividad, “cargando con los
límites a cuestas”. La transgresión implica siempre movimiento,
actividad. Es una manera de resistirse a ser de-tenido, de rechazar
la pasividad. La transgresión apela a la acción.
Transgredir es actuar.
Sea la acción un movimiento exterior o un movimiento del es-
píritu. El zen japonés, con sus aseveraciones radicales y paradójicas,
afirma que la meditación es “hacer el no hacer”; lo cual no debe
malentenderse, pues no significa pasividad. “Hacer el no hacer” es
la situación de inmovilidad exterior, en posición sedente, para lo-
grar la máxima concentración en la actividad espiritual de máxima
intensidad. En otras palabras, es pura actividad.7
Además, aun la contemplación es actividad. No hay contempla-
ción pasiva, es siempre movimiento intenso de sumergirse y disolverse
en la más absoluta fusión con lo contemplado. Es la actividad de ex-
trema intensidad de la fusión estética característica de toda mística.
532
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
La imaginación y el injerto
El injerto es una parte de una planta que se inserta en otra planta
con el fin de obtener una planta nueva. La acción de injertar es el
proceso por el cual se implanta, se inserta el injerto.
Esta técnica a través de la cual se generan nuevas especies vege-
tales es importante. Por la innovación, por la posibilidad humana
de producción de especies naturales por su intervención.
El simbolismo del injerto como modificación artificial de las
especies vegetales tiene una larga historia.
El injerto es una fecundación artificial.
533
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
9
Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, p. 484.
10
L’eau et les rêves, p. 17.
11
Op. cit., p. 18.
534
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
Immanuel Kant, Kritik der Urteilkraft. He analizado este aspecto, entre numero-
12
535
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
536
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
537
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
16
En tal sentido, es preciso señalar el antecedente de Coleridge, quien sostie-
ne la unidad intrínseca de la imaginación y la fantasía, oponiéndose así a las
concepciones que las separan como dos funciones diferentes. En Filosofía de la
imaginación he realizado un detenido análisis del pensamiento de Coleridge al
respecto. Op. cit., pp. 137 y ss. [N. de la A.]
17
Al respecto, señalo la importancia de la literatura fantástica, analizada cuidado-
samente por Todorov, la ciencia ficción, etcétera. [N. de la A.]
538
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
539
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
18
La imaginación estética en la mirada de Vermeer, pp. 39-40.
19
M. N. Lapoujade, “Una estética de la salud”, Realidad, pp. 169-182. “Bioética y
estética filosófica”, Relaciones, pp. 24-26.
20
Filosofía de la imaginación, pp. 208-209.
540
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
21
Serge Desportes, Les cycles du ciel et de la terre. Bioclimatologie et médecine chinoise,
p. 15.
22
Werner Heisenberg, La imagen de la naturaleza en la física actual.
541
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Y Bachelard responde:
23
Mario Silva García ha escrito sobre “la metafísica de la caricia” en su artículo
“Aproximación al mundo de la forma”, Abato, 3. Cfr. M. N. Lapoujade, “Mario
Silva García, In Memoriam”, Revista de la Facultad de Psicología de la Universidad
Católica del Uruguay. Sobre la ternura, cfr. Mario Mercier, La ternura, José J. de
Olañeta (ed.). Me refiero tanto a la más variada mística occidental, como a las
místicas orientales. Cfr. p. ej. las múltiples obras de Henry Corbin que hemos
analizado en “L’orient de Henry Corbin ou la vie philosophique en quête de la
lumière”, Symbolon, 3, Imaginaire et rationalité, pp. 250-258. [N. de la A.]
24
Gaston Bachelard, Causeries, 1952-1954, p. 62.
25
G. Bachelard, La terre et les rêveries du repos. Essai sur les images de l’intimité, p. 53.
542
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
Emile-Jules. Grillot de Givry, La gran obra. Doce meditaciones sobre la vía esotérica
27
543
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
Los imaginarios
La imaginación segrega imágenes. Las imágenes son la materia
prima para construir diversos imaginarios.
Lo imaginario es un universo de imágenes, en primera instancia,
imágenes subjetivas, voluntario o involuntario, metódico o espon-
táneo, producido por la imaginación con sus imágenes, normal o
patológico, individuo-social o socio-individual, libre o enajenado,
cultural o primordial, histórico o arquetípico, y cuyos tipos depen-
den del área en que germinan y a la que van destinados: filosofía,
artes, entre ellas, literatura, poesía, ciencias duras o sociales, tec-
nologías diversas. Concretamente, aparecen imaginarios históricos,
sociales, psicobiológicos, de la mente o del cuerpo, míticos, litera-
rios, matemáticos, lógicos, físicos, metafísicos, religiosos, místicos,
sagrados o profanos, etcétera.
Lo imaginario es una constelación de imágenes en un todo es-
pecífico, regido por su propia lógica interna, de la identidad, la
no contradicción, la sí contradicción, la dialéctica, la simbólica, el
oxímoron, etcétera.
544
LA IMAGINACIÓN Y SUS IMAGINARIOS COMO PAIDEIA
28
M. N. Lapoujade, “De las cárceles de los imaginarios a una estética de la liber-
tad”, Revista Iberoamericana de Comunicación.
29
M. N. Lapoujade, “Una estética de la salud”, Realidad, pp. 169-182. Publicado,
además, con el título: “Bioética y estética”, Relaciones, pp. 24-26.
545
HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
546
Acerca de un imaginario crítico
Propósito
El asunto del libro es la teoría crítica y las aproximaciones a lo
imaginario. De modo que la conectiva “y” denota el significado
fundamental que es el de tender cierto puente entre dos términos
distintos, relativamente autónomos. En los márgenes de este texto,
mi propósito es la construcción del esbozo de un imaginario crítico.
Terreno
Es preciso establecer un acuerdo semántico básico, dado el amplio
y lato margen de significaciones posibles. En tal sentido, tomamos
un aspecto central para nuestro propósito de la noción de teoría crí-
tica según el Diccionario Meyer, donde se establece que la teoría
crítica de Max Horkheimer y Theodor W. Adorno propone una
construcción teórica de las ciencias sociales, con base en la teoría
crítica de Kant, ligada directamente a la teoría política, en razón
de la inseparabilidad intrínseca de ciencia y política.1
El propósito fundamental de Horkheimer, quien propone el
nombre en su ensayo de 1937 (propósito compartido, entre otros,
con Adorno y Marcuse), es el desarrollo de la teoría crítica como
vía para emancipar al hombre de las manipulaciones cultural, social
y económica a las que está sometido en las sociedades contemporá-
und socialwissenschaft Schule bzw. die von irh vertretenen Lehrinhalte, nach
der die wiss. Theoriebildung an einer prakt.Vernunft zu messen sei... Über ihr
Wahrheitsverständnis (Wahrheit=Begründung) verbindet sich die kritische
Theorie unmittelbar mit polit. Theorie. Die Trennung von Wissenschaft und
Politik führe zu Verzerrungen”. Meyers grosses Taschen-Lexikon, in 24 Bänden,
Taschenbuchverlag, Mannheim, 1987, Band 12, p. 234.
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2
Cfr. María Noel Lapoujade, “De las cárceles de los imaginarios a una estética de
la libertad”, Revista Iberoamericana de Comunicación.
3
M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación, pp. 63-64. La imaginación estética en
la mirada de Vermeer, Primera parte.
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Dejo a un lado deliberadamente la barbarie de la especie, su imaginación des-
tructiva, hacia la muerte, la tortura, la destrucción, hornos crematorios nazis,
silla eléctrica de nuestros días, ingeniosos aparatos de tortura de todas las épo-
cas y culturas, entre los cuales los de la Inquisición, ¡vaya paradoja! La lista de
atrocidades de la humanidad entera es larga en su ingenio sádico, enfermo,
desequilibrado, mortuorio. Con ello no construimos un futuro para la especie
en peligro de extinción por autodestrucción. [N. de la A.]
7
Gilles Deleuze y Félix Guattari, “Introduction: rhizome”, Mille plateaux, pp. 9 y ss.
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Paisaje
Desde ese terreno de lo imaginario que presenta bosques y rizomas,
observemos el paisaje actual de los imaginarios.
El planeta, hábitat natural de todas las especies biológicas, ex-
hibe los estragos irreversibles realizados por esta especie tan pe-
culiar, autodenominada “racional”, sin embargo, completamente
inconsciente y depredadora. La naturaleza presenta desastres y ca-
tástrofes, pero dentro de un ritmo cósmico que, más allá de ellos,
se sostiene, permanece.8
El planeta está poblado por seis mil millones de habitantes y a
corto plazo por nueve mil millones. Los filósofos, seres pretendida-
mente racionales por excelencia: ¿nos hemos preguntado a tiempo
si los recursos naturales son suficientes?
¿Hemos planteado a tiempo el urgente problema de la susten-
tabilidad de la vida en este hábitat?
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
teadas unas pocas preguntas directamente dirigidas a las ciencias políticas, por-
que no es el propósito, ni el nivel del discurso (parafraseo a Foucault) en que se
desarrolla este ensayo. Pero sí es nuestro propósito enfatizar que todas las áreas,
los enfoques y los niveles del discurso constituyen una trama compleja, que sólo
es artificialmente o metódicamente posible aislar unos de otros. [N. de la A.]
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12
Un resumen escuetísimo de este tema axial en toda mi producción se encuen-
tra concentrado en las palabras que pronuncié en el Homenaje que recibí en
la FFyL-UNAM en agosto de 2012, publicadas el 10 de septiembre 2012 en
Gaceta-UNAM, p. 8. [N. de la A.]
13
Es comprensible que ya funcionen centros de salud para “curar” la adicción a
internet. [N. de la A.]
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14
M. N. Lapoujade, “La filosofía como saber en crisis”. Memoria del Coloquio: La
filosofía hoy, 1992, pp. 29-32. Cfr. además, “Filosofía: saber en crisis”, Relaciones,
p. 15. Comentario a este artículo en “Interculturalidad y la crisis finisecular”,
de Janusz Wojcieszak, Itinerarios, p. 188.
15
Por razones complejas que he analizado a lo largo de toda mi producción, mi pro-
puesta es: una vía ético-estética guiada por una imaginación-racional, metódica,
educada (no silvestre), en expansión, en su trama con las humanidades, las cien-
cias y las artes. Es la vía regia para renovar y proponer una vez más como salida
hacia la salud de esta especie dañada, en riesgo de extinción por autodestrucción.
M. N. Lapoujade, “Una estética de la salud”, Realidad, pp. 169 y ss. [N. de la A.]
16
“Itinerario filosófico: del cogito hacia un hombre cósmico”, Estudios, pp. 27-47.
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Hacia una crítica de lo imaginario
en la actualidad1
1. Mirada al mundo
El planeta está poblado aproximadamente por seis mil millones de
personas. Pronto serán nueve mil millones. Se consume el 120 por
ciento de los recursos del planeta. No es sustentable. Degradación eco-
lógica en gran medida irreversible; por ende, la vida está en cuestión.
El consumo de los recursos limitados es drásticamente desigual.
Objetivo
Las multinacionales tienen un objetivo: la máxima ganancia.
Medio
Promoción de sociedades consumistas a nivel global.
Método eficaz
Control de los medios de comunicación masiva: internet, televisión,
propagandas, promotoras del consumismo sin freno, la ausencia de
valores éticos, estéticos, humanos, abandono de los ideales, “produc-
ción” a escala mundial de seres anestesiados, cuyo único móvil es
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2
María Noel Lapoujade, “De las cárceles de los imaginarios a una estética de la
libertad”, Revista Iberoamericana de Comunicación.
3
Me refiero a poblaciones de ciudades comunicadas, pero no a poblaciones mar-
ginadas en zonas aisladas tales como los habitantes del corazón del río Ama-
zonas, en montañas aisladas, en desiertos, en el interior de Australia, etcétera.
[N. de la A.]
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HACIA UNA CRÍTICA DE LO IMAGINARIO EN LA ACTUALIDAD
Los imaginarios vienen hechos, como fast food, listos para ser
consumidos.
Lo alarmante es que esos imaginarios narcotizados e insanos
rigen las vidas en las sociedades actuales.
En síntesis, el hábitat natural de la vida, el planeta, exhibe los
riesgosos estragos a los que lo ha sometido esta especie tan peculiar
que se “enorgullece” de su racionalidad.
El hábitat social actual es el mundo globalizado.
3. Interludio filosófico
¿Qué hacemos los filósofos en este escenario?
¿Hemos planteado a tiempo el urgente problema de la sustentabili-
dad de la vida en el estado actual de nuestro hábitat natural y social?
¿Qué filosofías despiertan a los individuos a imaginar el horror
de la sobrevivencia en un planeta exangüe, en sociedades enfermas?
Los imaginarios se expanden sin freno, impunemente, mani-
pulados a gran escala social entre las redes de la comunicación.
En los imaginarios recibidos, sin esfuerzo, predominan la agresión,
la guerra, la destrucción, en suma, imaginarios hacia la muerte, las
violaciones, las vejaciones de todo orden, propician la depresión,
la angustia, y lo que es más grave: el sometimiento, la dominación
a través de ellos.4
En estos imaginarios predomina la violencia. Ciertamente, la
violencia forma parte de la naturaleza, en todas sus manifestacio-
nes y especies; pero es ésta una violencia que no altera el ritmo
cósmico, no altera el equilibrio de la naturaleza, los eco-sistemas
están a salvo.
Por su parte, la violencia en la especie humana llega a convertirse
en una violencia no ya natural, sino perversa. La especie “humana,
por racional” es capaz de refinamientos cerebrales de la crueldad,
destrucciones premeditadas, de cuyos ejemplos está repleta la histo-
ria. Esas aberraciones atentan contra el equilibrio de la naturaleza,
contra la vida y la dignidad humana.5
4
M. N. Lapoujade, “De las cárceles de los imaginarios a una estética de la liber-
tad”, Revista Iberoamericana de Comunicación.
5
“De la perversión a la violencia natural”, Revista de Filosofía de la Universidad de Zulia.
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HOMO IMAGINANS. ITINERARIOS DE LA IMAGINACIÓN
6
He desplegado estas nociones en todos mis libros y en más de cien artículos pu-
blicados. Extraigo el siguiente resumen de nociones, de mi artículo “Acerca de
un imaginario crítico” (2013), incluido en el libro colectivo sobre La teoría crítica y
las aproximaciones a lo imaginario, actualmente en prensa en México. [N. de la A.]
7
Noción de imaginación. “La imaginación es una función psíquica compleja,
dinámica, estructural; cuyo trabajo consistente en producir —en sentido am-
plio— imágenes, puede realizarse provocado por motivaciones de diverso or-
den: perceptual, mnémico, racional, instintivo, pulsional, afectivo, etc.; cons-
ciente o inconsciente; subjetivo u objetivo (entendido aquí como motivaciones
de orden externo al sujeto, sean naturales o sociales). La actividad imaginaria
puede ser voluntaria o involuntaria, casual o metódica, normal o patológica,
individual o social. La historicidad le es inherente, en cuanto es una estructura
procesal perteneciente a un individuo. La imaginación puede operar volcada
hacia o subordinada a procesos eminentemente creativos, pulsionales, intelec-
tuales, etc.; o en ocasiones ser ella la dominante y, por ende, guía los otros pro-
cesos psíquicos que en estos momentos se convierten en sus subalternos. [...]
En rigor no queda rincón de la actividad humana que no esté penetrado por
procesos imaginativos.” Cfr. M. N. Lapoujade, Filosofía de la imaginación, pp. 15-
22 . Para el uso kantiano de la noción de crítica, ibidem, pp. 63-64. [N. de la A.]
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HACIA UNA CRÍTICA DE LO IMAGINARIO EN LA ACTUALIDAD
8
Imaginación estética, fuente de la diversidad inabarcable de los imaginarios. Cfr. M.
N. Lapoujade, La imaginación estética en la mirada de Vermeer, pp. 37-38. [N. de la A.]
9
Dejo a un lado deliberadamente la barbarie de la especie, su imaginación des-
tructiva, hacia la muerte, la tortura, la destrucción, hornos crematorios nazis,
silla eléctrica de nuestros días, ingeniosos aparatos de tortura de todas las épo-
cas y culturas, entre los cuales los de la Inquisición, ¡vaya paradoja! La lista de
atrocidades de la humanidad entera es larga en su ingenio sádico, enfermo,
desequilibrado, mortuorio. Con ello no construimos un futuro para la especie
en peligro de extinción por autodestrucción. [N. de la A.]
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Gilles Deleuze y Félix Guattari, “Introduction: rhizome”, Mille plateaux, pp. 9 y ss.
10
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HACIA UNA CRÍTICA DE LO IMAGINARIO EN LA ACTUALIDAD
6. Epílogo
En fin, el quehacer filosófico general, y en particular nuestras in-
vestigaciones filosóficas, es urgente que emprendan el estudio me-
tódico de la imaginación, las imágenes y los imaginarios, ya muy
avanzados en otras geografías, para generar antídotos eficaces a la
barbarie del mundo.
Una vía para contrarrestar la barbarie consiste en la propuesta,
defensa y desarrollo de imaginarios rigurosos y críticos: desde la
filosofía, la educación, los proyectos y programas educativos, cul-
turales, y en todos los espacios posibles.
Fundamentalmente, es impostergable proponer imaginarios
como impulsos a la vida, a la vida digna.
Todo lo cual significa impulsar una nueva forma de humanismo.
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Bibliografía
Libros
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BIBLIOGRAFÍA
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BIBLIOGRAFÍA
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BIBLIOGRAFÍA
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580
BIBLIOGRAFÍA
Revistas
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BIBLIOGRAFÍA
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Homo imaginans 1, volumen 7 de la Colección
La Fuente, se terminó de imprimir en julio de
2014, talleres de El Errante Editor, SA de CV,
Privada Emiliano Zapata 5947, San Baltasar
Campeche, Puebla, Pue. Se tiraron 500
ejemplares. El cuidado de la edición estuvo a
cargo de Marco Antonio Menéndez Casillas.
El diseño editorial y maquetación es de Bertha
Laura Alvarez Sánchez (La Aldea, consultoría
editorial y gráfica) Imagen de la portada tomada
de la página: http://violawp.files.wordpress.
com/2013/01/stradivarius.jpg