Libro de Jeremias
Libro de Jeremias
Libro de Jeremias
MÉTODO HISTÓRICO
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profecía, no
cronológica, Drama (con una carta en una de sus partes)
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? El desarrollo y
cumplimiento de varias profecías, a Israel y a naciones vecinas. La
misericordia de Dios hacia Israel, sus justos juicios; y su plan de
restauración. Mostrando a Dios marcando el ciclo de los acontecimientos de
la historia; con el cumplimiento exacto de cada profecía, tomando la idea
telescópica.
Estructura de Jeremías
Título: “Profeta identificado con el corazón de Dios”
Versículo Clave: 1:10 “Mira
que te he puesto en este día
sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para
arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”
Autor y fecha
Jeremías quien sirvió como sacerdote y también como profeta, fue el hijo
de un sacerdote llamado Hilcías (no el sumo sacerdote de 2 R 22:8 quien
descubrió el Libro de la Ley). Él era de la pequeña villa de Anatot (1:1),
llamada hoy día Anata, a unos 4,8 km al NE de Jerusalén en la porción de
tierra que la tribu de Benjamín heredo. Cómo una lección visual a Judá,
Jeremías permaneció soltero (16:1-4). Él fue asistido en el ministerio por un
escriba llamado Baruc, a quien Jeremías dictaba y quien copiaba y tenía
custodia sobre los escritos compilados de los mensajes del profeta (36:4, 32;
45:1). Jeremías ha sido conocido como "el profeta que lloraba" (9:1; 13:17;
14:17), viviendo una vida de conflicto debido a sus predicciones de juicio por
parte de los babilonios invasores. Él fue amenazado, juzgado por su vida,
colocado en un cepo, forzado a huir de Joacín, públicamente humillado por
un falso profeta y arrojado a una cisterna.
Mientras que Joel y Miqueas habían profetizado antes del juicio de Judá,
durante el reinado de Josías, los principales profetas de Dios fueron
Jeremías, Habacuc, y Sofonías. Más adelante, contemporáneos de
Jeremías, Ezequiel y Daniel, jugaron papales proféticos prominentes.
Situación de Jeremías
Esfuerzo final de Dios para salvar a Jerusalén.
Jeremías vivió unos 100 años después de Isaías.
Isaías había salvado a Jerusalén de Asiria.
Jeremías quiso salvarla de Babilonia, pero no puedo.
La Situación Interna
El reino del norte había caído, y gran parte de Judá. Había sufrido una
derrota tras otra, hasta que solamente quedaba Jerusalén, que persistía
en ignorar las repetidas amonestaciones de los profetas, y se endurecía
en su idolatría y en su maldad. Estaba a punto de darse la hora del
juicio.
La Situación Internacional
El Mensaje de Jeremías.
La Osadía de Jeremías
Hallazgo arqueológico confirma la Biblia
Recientemente, el Museo Británico anunció el descubrimiento de una
extraordinaria y muy significativa inscripción cuneiforme entre su gran
colección de tablillas mesopotámicas. Muchos aclaman este hallazgo como
otra asombrosa prueba de la veracidad del Antiguo Testamento, y sin duda
que lo es.
Una de las dificultades que desde hace mucho tiempo han enfrentado
los críticos de la Biblia tiene que ver con las numerosas menciones de
nombres aparentemente insignificantes, insertados aquí y allá. Algunos
especulan que fueron agregados sólo para que los relatos parecieran
auténticos. Otros sugieren que ciertos personajes importantes de historias
posteriores fueron incluidos solapadamente en algunos relatos antiguos para
cumplir una función poética. De ser así, ¿cómo se explica la alusión a
alguien como Nebo Sarsequín, una figura de poca monta de un país
extranjero y que tiene un nombre difícil que nunca vuelve a ser mencionado,
y que resulta ser correcto? Es obvio que el autor del libro de Jeremías estaba
muy familiarizado con los detalles de los tiempos en que escribió y que se
preocupó de ser preciso.
La conclusión lógica es que este libro fue indudablemente escrito por
Jeremías en tiempos de la conquista de Judá por parte de los babilonios,
bajo Nabucodonosor. Este descubrimiento es solamente el más reciente de
muchos hallazgos arqueológicos que confirman la exactitud del libro de
Jeremías. Una reciente excavación en Jerusalén dejó al descubierto una
bula, que es un grabado en arcilla endurecida, con la impresión del sello que
lleva el nombre de Jucal hijo de Selemías, hijo de Sevi. Esta persona, un
funcionario de la corte del rey Sedequías, es mencionado en Jeremías 37:3
y 38:1-4.
Jeremías Características Literarias
Jeremías
es el autor que escribe el libro más largo de la Biblia, es por
lo tanto, la pieza literaria en contener más palabras, aunque muchos de sus
capítulos se escribieron en prosas (caps. 7; 11; 16; 19; 21; 24-29; 32-45),
incluye el apéndice (cap. 52). La gran mayoría de las secciones de la obra
son predominantemente poéticas de la más alta calidad del A.T, según Luis
Alfonso Schokel. Hay muchos pasajes de esta obra que son joyas imposible
de reproducir (p.ej., 2:13, 26-28; 7:4, 11, 34; 8:20, 22; 9:23-24; 10:6-7, 10,
12-13; 13:23; 15:20;17:5-9; 20:13; 30:7, 22; 31:3; 15, 29-30, 31-34; 33:3;
51:10).
La repetición poética fue utilizada por Jeremías con gran destreza
(véase, p.ej., 4:23-26; 51:20-23). Jeremías combinaba la poesía con
fragmentos largos de narrativa descriptiva y autobiografía. También utilizó
los criptogramas (25:26; 51:1, 41). En ciertas ocasiones las interpolaciones,
citas textuales, son típicas del estilo de Jeremías.
Retos de Interpretación
Referencias Proféticas
Importancia en la Biblia
El mayor aporte teológico de Jeremías fue su concepto del nuevo →
PACTO ( 31.31–34 ). Era necesario un nuevo pacto entre Dios y su
pueblo porque este último había violado el anterior. Se necesitaba
un pacto nuevo, un pacto de gracia y perdón escrito en el corazón
humano, más que un pacto legal grabado en piedra.
Jeremías veía en lontananza el amanecer de una era de gracia en la
persona de Jesucristo. Desde ese día «no enseñará más ninguno a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová;
porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el
más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no
me acordaré más de su pecado» ( 31.34 ). Tan importante es
Jeremías 31.31–34 en la teología bíblica que es el pasaje más largo
del Antiguo Testamento que se cita en el Nuevo Testamento ( Heb
8.8–12 ).
Propósito de la Escritura: El Libro de Jeremías registra las profecías finales a Judá,
advirtiéndoles de la destrucción por venir, si la nación no se arrepiente. Jeremías hace un
llamado a la nación para volverse a Dios. Al mismo tiempo, Jeremías reconoce la inevitable
destrucción de Judá, debido a su no arrepentida idolatría e inmoralidad.
Versos Clave: Jeremías 1:5, “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
Jeremías 17:9, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?”
Jeremías 29:10-11, “Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta
años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a
este lugar. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 52:12-13, “Y en el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve
del reinado de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán capitán de la
guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia. Y quemó la casa de Jehová, y la casa
del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande.”
Breve Resumen: El Libro de Jeremías es primeramente un mensaje de juicio sobre Judá por
la creciente idolatría (Jeremías 7:30-34; 16:10-13; 22:9; 32:29; 44:2-3). Después de la
muerte del Rey Josías, el último rey justo, la nación de Judá había abandonado casi
completamente a Dios y Sus mandamientos. Jeremías compara a Judá con una prostituta
(Jeremías 2:20; 3:1-3). Dios había prometido que Él juzgaría la idolatría de la forma más
severa (Levíticos 26:31-33, Deuteronomio 28:49-68), y Jeremías estaba advirtiendo a Judá
que el juicio de Dios estaba a la puerta. Dios había librado a Judá de la destrucción en
incontables ocasiones, pero Su misericordia había llegado a su fin. Jeremías describe al rey
Nabucodonosor conquistando y sojuzgando a Judá bajo su dominio (Jeremías 24:1).
Después de una rebelión posterior, Dios trajo a Nabucodonosor, y el ejército babilonio
regresó para destruir y desolar a Judá y Jerusalén (Jeremías 52). Aún en medio de este
severísimo juicio, Dios promete restauración a Judá cuando regrese a la tierra que Dios le
había dado (Jeremías 29:10).
Aplicación Práctica: El Profeta Jeremías tuvo un mensaje muy difícil de entregar. Jeremías
amaba a Judá, pero él amaba mucho más a Dios. Tan doloroso como fue para entregar un
mensaje consistente en el juicio a su propio pueblo, Jeremías fue obediente a lo que Dios le
dijo que hiciera y dijera. Jeremías esperaba y oraba por misericordia de Dios para con Judá,
pero también confiaba en que Dios era bueno, justo, y recto. Nosotros también debemos
obedecer a Dios, aún cuando sea difícil, reconocer la voluntad de Dios es más importante
que nuestros propios deseos, y confiar en que Dios, en Su infinita sabiduría y perfecto plan,
procurará lo mejor para Sus hijos (Romanos 8:28).