Prescripción Adquisitiva y Título Supletorio

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 42

Principales diferencias del título supletorio y la

prescripción adquisitiva de dominio


POR
 NEYLA JULISSA MEDINA LLATAS
 -
 10 SEPTIEMBRE, 2020

Sumario: 1. Introducción, 2. Origen de la confusión, 3. Principales


diferencias, 4. Conclusión.

1. Introducción

Mucho se ha confundido la figura del título supletorio con la prescripción


adquisitiva de dominio, ello en razón a los fines que ambas figuras
persiguen y, en el afán de regularizar la propiedad inscrita y no inscrita, se
ha llegado a considerar al título supletorio como una suerte de
prescripción en la vía no contenciosa; llegando incluso a establecerse
como criterio diferenciador de ambas figuras su aplicabilidad,
destinándose al título supletorio solo para los bienes no inscritos y a la
prescripción adquisitiva de dominio a los bienes inscritos.

Esto último no es del todo cierto, pues si bien se plantea título


supletorio para la primera inscripción de dominio, es sabido también, que
en el caso de la usucapión esta diferenciación no se aplica, por cuanto es
perfectamente viable en ambos casos.

Al respecto, en este artículo se delimitará ambas figuras, a fin de


contribuir con su correcta aplicación para cada caso en concreto, para
ello voy a partir desde el origen de esta confusión, para luego delimitar
sus diferencias.

 Lea también: ¿Qué necesito para ganar una prescripción adquisitiva


judicial? Notas prácticas. Primera parte

2. Origen de la confusión
El título supletorio, como su nombre bien lo manifiesta, suple aquella
situación en la que el propietario carece de títulos escritos que puedan
comprobar su dominio, ya sea porque dicho título se hubiese extraviado o
perdido, obteniéndose de este modo un título formal que supla a los
anteriores.

Al respecto, el título supletorio tiene como antecedente la instauración


de los sistemas registrales en las legislaciones, atribuyéndose su origen
a la Ley hipotecaria española de 1861, pues en su artículo 397 establecía
una aproximación a lo que luego tomaría la denominación de título
supletorio, al señalar que “el propietario que careciere de título de
dominio escrito deberá inscribir su derecho justificando su posesión ante
el juez de primera instancia del lugar”. En tal sentido, dicha figura surge
de la necesidad de otorgar publicidad a las titularidades sacándolas de la
clandestinidad.

Por su parte, en el caso peruano, ante la omisión de la ley que crea el


registro en el año 1888 de establecer un procedimiento de
inmatriculación de predios cuando el propietario no contase con
titulación pública, su reglamento expedido en ese mismo año, ya
anunciaba la existencia del título supletorio en su artículo 215 al referir
que “quien carezca de escritura pública o instrumento auténtico que
complemente la adquisición de un inmueble de su propiedad, necesita
para la inscripción del dominio exhibir títulos supletorios, formados con
arreglo al código de enjuiciamiento”.

 Lea también: Modelo de demanda de prescripción adquisitiva de


dominio, por José María Pacori Cari

En este sentido, el código de enjuiciamiento de aquella época (año 1852)


tuvo que ser reformado, instaurándose el Código de Procedimientos
Civiles de 1911, el cual interpretó de modo análogo la figura del título
supletorio, con la prescripción adquisitiva de dominio, pues al considerar
que se trata de un propietario cuyo título se extravió o perdió, este debía
probar una posesión de 40 años al igual que en la prescripción
adquisitiva extraordinaria, plazo que posteriormente con la promulgación
de los Códigos Civiles de 1936 y 1984 se redujo a 30 y 10 años
respectivamente.

Dicho tratamiento, conllevó a confundir la figura del título supletorio con


la prescripción adquisitiva de dominio, en tal sentido, a continuación se
tratará de esbozar algunas diferencias.

3. Principales diferencias

En la actualidad, el artículo 1218 del Código Civil al tratar la primera


inscripción de dominio indica que se deberá exhibir títulos con una
antigüedad de cinco años o, en su defecto, títulos supletorios.

De lo establecido en el referido artículo, se puede destacar


la primera diferencia, consistente en que el título supletorio aplica solo
para predios no inscritos. Imaginemos el siguiente supuesto, Claudio es
propietario de un bien que además tiene su derecho inscrito; sin
embargo, este lo transfiere a Pedro, quien a su vez pasado un tiempo
transfiere el bien a Tulio.

Estas dos últimas transferencias no son registradas y entre todas ellas ya


ha pasado un periodo de 15 años; en este caso no cabría la posibilidad de
formar un título supletorio respecto a la titularidad de Tulio, toda vez que
el fin principal de esta figura es el de actuar como sustituto del título que
se extravió, perdió o nunca existió.

En el caso planteado, el título existe a nombre de Claudio, lo que falta son


los títulos que acrediten la propiedad de Pedro y Tulio, para lo que se
deberá recurrir al otorgamiento de escritura pública o, en última instancia,
se podría recurrir a la usucapión, en la que acreditado la posesión por el
plazo de 10 años, esta consolidará su derecho.

 Lea también: ¿Qué es la prescripción adquisitiva de dominio? Bien


explicado

La segunda distinción está orientada a la naturaleza de los procesos, es


decir, que la formación de título supletorio tiene carácter no contencioso
y la prescripción adquisitiva de dominio es eminentemente litigioso. Al
respecto Gonzales señala que el título supletorio:

se trata de un proceso de comprobación de una situación jurídica, sin que


exista conflicto con otro sujeto que se atribuya el dominio. Por tanto, es
correcta la denominación de “formación de título supletorio”, pues el
proceso busca pre-constituir un título cuando no existe emplazado cierto
y, por tanto, no hay contención.[i]

Sin embargo, dicha distinción no es del todo cierta ya que Ley 27157,


dictada con la finalidad de facilitar la regularización de la propiedad
inscrita o no inscrita, en su artículo 8 se faculta a los notarios para
tramitar procedimientos no contenciosos de prescripción adquisitiva de
dominio. Para ello, el notario deberá acreditar el cumplimiento de los
requisitos establecidos en el artículo 950 del Código Civil y seguir el
procedimiento contemplado en el artículo 504 y siguientes del Código
Procesal Civil.

De este modo, el notario debe cumplir, entre otros requisitos, con la


comunicación al titular del bien que se pretende prescribir, y si este
último formula oposición, el procedimiento es suspendido derivándose
su tramitación a la vía judicial.

Lo mismo ocurre con el título supletorio, que para efectos de probar la


propiedad, comunica al que transfirió dicho derecho, quien al oponerse lo
vuelve litigioso. En definitiva, tanto la prescripción como el título
supletorio se pueden tramitar en dos vías, notarial y judicial.

Por otro lado, se señala que en la formulación del título supletorio


presupone la propiedad y, la prescripción adquisitiva de dominio supone
la posesión. Es decir, el título supletorio lo formula el propietario que ha
perdido su título y para ello se recurre a la posesión, la cual debe ser por
un tiempo de 10 años (interpretación analógica con la prescripción
adquisitiva de dominio extraordinaria).
Dicha posesión, según Mejorada, “no está sustentada en el hecho de la
ocupación real del bien, sino porque ella es apariencia de titularidad que
casi siempre presenta a quien realmente ostenta el derecho”[ii].

Entonces, ¿cómo probar dicha posesión, si en realidad no existe un título


escrito?, de ello se desprende lo que considero la real diferencia entre la
usucapión y el título supletorio; y es que, esta última tiene un carácter
limitado, por cuanto los títulos supletorios pueden ser judicialmente
impugnados en la misma forma y condiciones que un título de dominio
cualquiera, es decir, que dado el caso, que en la cadena de transferencias
del dominio se encuentra un vicio, este no es subsanado por el título
supletorio ya que su finalidad es solo producir el título más no el derecho.
En cambio, la usucapión tiene un carácter absoluto consolidador de la
propiedad.

En consecuencia, tanto la usucapión como el título supletorio se


configuran como alternativas que contribuyen con el proceso saneador
de la propiedad, así ha quedado establecido por la Corte Suprema en la
Casación 2750-2003, La Libertad al señalar que:

el propietario de un bien con título extraviado, perdido o deteriorado, no


está obligado a interponer única y exclusivamente la pretensión de título
supletorio, toda vez que, siendo el fin defender, cautelar o preservar el
derecho de propiedad, el titular del derecho puede hacer uso de todos los
mecanismos que le franquee la Constitución y la ley para la obtención de
dicho fin. Por ello, si una persona que se considera propietaria de un
inmueble ha extraviado su título de propiedad, esta se encuentra
perfectamente legitimada para optar por interponer demanda
de prescripción adquisitiva de dominio[iii].

En definitiva, si bien ambas persiguen fines iguales, el de cautelar la


propiedad, ello no implica que se trate de dos figuras iguales en sí
mismas; por cuanto ambas presentan efectos distintos, por un lado la
usucapión consolida la propiedad; y, por otro lado el título supletorio,
sustituye a aquel título extraviado, pero que puede ser impugnado al
igual que un título de dominio cualquiera.
4. Conclusión

El título supletorio es una figura que se usa solo para la primera


inscripción de dominio, cuando el propietario carece de títulos escritos
que puedan comprobar su dominio, ya sea porque dicho título se hubiese
extraviado o perdido.

Por su parte, la prescripción adquisitiva de dominio se plantea tanto para


bienes que se encuentran inscritos en el registro (usucapión
contratabulas), como para aquellos no inscritos; aquí, el criterio
diferenciador de ambas figuras, más allá de los fines que persiguen, es
que en el caso del título supletorio, el título formado en dicho proceso se
encuentra susceptible de ser impugnado.

En cambio, en la prescripción adquisitiva por su carácter consolidador de


una situación jurídica existente, libra al prescribiente de posteriores
impugnaciones, por cuanto su derecho ya se encuentra declarado.

[i] Gonzalez, Gunther y otros. La Propiedad, Mecanismos de defensa.


Primera Edición, Gaceta Jurídica, 2014, p. 15.
[ii] Mejorada, Martín. Fundamentos de la usucapión, a propósito del Pleno
Casatorio 2229.2008-Lambayeque. Fondo Editorial del Poder Judicial,
2012, pp. 81-87.
[iii] Casación 2750-2003, La Libertad.
¿Qué es la prescripción adquisitiva de dominio? Bien
explicado
POR
 SAUL JOSÉ COCA GUZMÁN
 -
27 AGOSTO, 2020
12590

Sumario.- 1. Prescripción adquisitiva, 2. Nuestra definición, 3. Requisitos,


3.1. Continua, 3.2. Pacífica, 3.3. Pública, 3.4. Como propietario, 4.La
prescripción adquisitiva de dominio corta o de buena fe, 4.1. El justo título y
la buena fe, 5. Conclusiones, 6. Bibliografía.

1. Prescripción adquisitiva

De acuerdo con el artículo 950 de nuestro Código Civil (en adelante CC):

La propiedad inmueble se adquiere por prescripción mediante la


posesión continua, pacífica y pública como propietario durante diez años.

Se adquiere a los cinco años cuando median justo título y buena fe.

De acuerdo con una doctrina portuguesa la posesión del derecho de


propiedad u otros derechos reales de disfrute, mantenido durante un
cierto período de tiempo, faculta al propietario, a menos que se
especifique lo contrario, a adquirir el derecho correspondiente al ejercicio
de su actuación. Desde el punto de vista de las formas de adquisición de
los derechos reales, la usucapión es, por lo tanto, una forma de
adquisición originaria, porque el usucapiente adquiere su derecho, no por
causa del derecho del propietario anterior, sino a pesar de él. Según este
precepto, la usucapión es un efecto de la posesión, pero un efecto
meramente posible, no necesario, ya que puede haber posesión sin
usucapión. (Soares, Crispim, Fernandes y Alves, 2017, p. 111)

A decir de Carranza y Ternera, el papel ortodoxo de la posesión es el de


vehículo que conduce a la usucapión; no hay usucapión si no hubo
posesión previa y continua (sine possessione, praescriptio non procedit)
durante el término indicado por ley. (Varsi Rospigliosi, 2019, p. 48)

2. Nuestra definición

De las ideas expuestas podemos definir a la prescripción


adquisitiva como aquella forma de adquisición originaria de la propiedad
a través de la posesión de un bien inmueble por un periodo de tiempo
determinado sumado a otros requisitos (posesión continua, pacífica,
pública y como propietario).

3. Requisitos

Pasemos a ver a continuación los requisitos:

3.1. Continua

Se entiende por posesión continua aquella que se presenta en el tiempo


sin intermitencias ni lagunas. No se necesita, empero, que el poseedor
haya estado en permanente contacto con el bien y basta que se haya
comportado como lo hace un dueño cuidadoso y diligente, que realiza
sobre el bien diversos actos de goce de acuerdo con su particular
naturaleza. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 282)
No es imprescindible que el usucapiente ejerza por sí mismo y durante
toda su vida actos posesorios como el cultivo de la tierra, la presencia en
el inmueble, la conservación de la cosa, el pago de impuestos, el
mantenimiento de los apartaderos, la defensa contra las vías de hecho de
terceros y otros. Los actos realizados a través de agentes o empleados
se consideran igualmente útiles y legítimos. Tampoco es necesario
continuarse la posesión en una misma persona, lo que naturalmente se
dificulta con el tiempo. Por ello establece la ley que el sucesor pueda unir
a su posesión la de su predecesor (accessio posesiónis) (Da Silva Pereira,
2014, p. 140)

Por tanto, la continuidad a la que hace referencia este requisito es de


carácter relativo, ya que no debe ser necesariamente permanente, sino
que bastará probar el ejercicio de alguno de los atributos de la propiedad
(usar y disfrutar) en un tiempo inicial y otro posterior presumiéndose la
posesión en el tiempo intermedio.

3.2. Pacífica

Aclara Albaladejo que la posesión es pacífica “aunque se defienda por la


fuerza. Como de lo que se trata es que la situación mantenida
violentamente no tenga valor (mientras que la violencia dure) para quien
ataca la posesión de otro, hay que afirmar que sí hay posesión pacífica
para el que defiende por la fuerza la posesión que otro trata de
arrebatarle”. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 283)

La posesión pacífica a la que hace referencia este requisito es de


carácter relativo ya que se reputa pacífica, incluso en aquellos casos en
que el poseedor recurra a la “defensa posesoria” ya que la ley le brinda
esa tutela.

3.3. Pública

Ouien posee no debe temer que su posesión sea conocida, debe de


actuar con la naturalidad que le daría tener un derecho legítimo. No
adquirirá quien subrepticiamente se introduce en un inmueble y
permanece oculto en una habitación del mismo con la intención de que el
propietario no lo descubra. (Bullard Gonzáles, 1987, p. 77)

De ser clandestina la posesión no podría considerarse que el propietario


haya abandonado la posesión. Como dice Elena Higton “la posesión debe
manifestarse, a fin de que los terceros especialmente el dueño puedan
admitir la existencia del poseedor en su inmueble”. (Vásquez Torres,
2003, p. 112)

La posesión pública involucra que el ejercicio de alguno de los atributos


del derecho de propiedad (uso y disfrute) puedan ser advertidos por las
personas que moren cerca al inmueble o pasen por sus alrededores.

3.4. Como propietario

Quedan de consiguiente excluidos aquellos poseedores que gocen de la


llamada posesión inmediata como son los arrendatarios, usufructuarios,
usuarios, comodatarios, anticresistas, retenedores y depositarios. (Arias
Schreiber Pezet, 2011, p. 283) Como consecuencia podemos afirmar que
para que el poseedor pueda adquirir por prescripción no solo debe ejercer
uno de los atributos de la propiedad, sino comportarse como si tuviera
todos ellos. (Bullard Gonzáles, 1987, p. 77)

La posesión como propietario involucra que el poseedor ejerza los


atributos del derecho de propiedad (uso y disfrute) y además se
comporte como si realmente fuese el dueño (animus domini) quedando
excluidos quienes posean el bien en virtud de un título conferido por el
dueño del mismo.

4. La prescripción adquisitiva de dominio corta o de buena fe

Nos hemos acabado de referir a la prescripción adquisitiva de dominio


larga o de mala fe, la cual requiere del paso de 10 años (juntos a los
requisitos previamente mencionados) para su configuración. Ahora nos
vamos a referir, brevemente, a la prescripción adquisitiva de dominio
corta o de buena fe, la cual requiere del paso de 5 años.
4.1. El justo título y la buena fe

En general podemos considerar que el justo título es aquel acto jurídico


constitutivo de derecho, que reúne todos los requisitos exigidos por ley,
cuyo fin es transmitir la propiedad de un bien; pero viciado por carecer el
transferente del derecho de disponer de dicho bien, y que sin embargo, es
la causa jurídica que ha producido la posesión del prescribiente.
(Vásquez Ríos, 2003, p. 113)

Es decir, quien transfiere el bien podría tener el uso y el disfrute sobre el


mismo pero de ninguna manera la disposición. Por lo tanto, podría tener
cualquier otro derecho real sobre el bien (uso y habitación, usufructo,
superficie, servidumbre, etc.)  menos el de propiedad.

De lo dicho, hallamos la principal característica del justo título, es decir,


que se halle viciado solo por la calidad personal del transferente,
reuniendo en cambio, todos los demás requisitos exigidos por la ley, para
transferir la propiedad (Vásquez Ríos, 2003, p. 113)

Cabe resaltar, que ese acto jurídico no debe estar sujeto a causal de
nulidad absoluta, pues en ese supuesto carecería de idoneidad y no era
por lo tanto, justo. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 284)

Contrario sensu, habría justo título incluso en aquellos casos en los que
los actos jurídicos celebrados adolezcan de nulidad relativa
(anulabilidad)

Así pues, el reivindicante que se opone a la usucapión del poseedor


alegando la nulidad de su título, podría hacerlo en el caso de nulidad
absoluta por estarle permitido a cualquiera, más no así en el caso de
nulidad relativa (anulabilidad), pues, él es un tercero respecto a ese acto.
(Vásquez Ríos, 2003, p. 114)

Con respecto a la buena fe, el poseedor tiene que haber actuado teniendo
la convicción de ser el legítimo propietario del bien que posee.
Conviniendo precisar que la buena fe no es simplemente un estado
anímico o subjetivo, sino que debe corresponder a un elemento causal,
objetivo, cual es el justo título del que tratamos anteriomente. Faltando el
justo título no existiría explicación racional de fenómenos anímicos.
(Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 285)

Lo importante en la buena fe, entonces, es que la misma debe estar


presente al momento en que se adquiere el bien; en ese instante no debe
existir posibilidad de duda,por parte del comprador de que se está
adquiriendo del verdadero propietario. Si posteriormente se descubriese
que se halla en un error, este no se consideraría. (Vásquez Ríos, 2003, p.
115)

Por lo tanto, cuando se trate de adquirir un bien por prescripción


adquisitiva corta o de cinco años será indispensable contar tanto con
una buena fe subjetiva (creencia) como con una buena fe
objetiva (comportamiento) ya que que el adquirente creerá (buena fe
subjetiva) que recibe el bien, de quien tiene el poder de disposición para
transferirlo, en base al justo título utilizado para celebrar el negocio
jurídico(buena fe objetiva). El justo título es causa de la creencia de que
se adquiere de quien tiene verdaderamente el poder de disposición para
transferir el bien.

5. Conclusiones

Podemos definir a la prescripción adquisitiva de dominio como aquella


forma de adquisición originaria de la propiedad a través de la posesión de
un bien inmueble por un periodo de tiempo determinado sumado a otros
requisitos (posesión continua, pacífica, pública y como propietario).

La continuidad es una de carácter relativo y no debe ser necesariamente


permanente, sino que bastará probar el ejercicio de alguno de los
atributos de la propiedad (usar y disfrutar) en un tiempo inicial y otro
posterior presumiéndose la posesión en el tiempo intermedio.

La posesión pacífica a la que hace referencia este requisito es de


carácter relativo ya que se reputa pacífica, incluso en aquellos casos en
que el poseedor recurra a la “defensa posesoria” ya que la ley le brinda
esa tutela.

La posesión pública involucra que el ejercicio de alguno de los atributos


del derecho de propiedad (uso y disfrute) puedan ser advertidos por las
personas que moren cerca al inmueble o pasen por sus alrededores.

La posesión como propietario involucra que el poseedor ejerza los


atributos del derecho de propiedad (uso y disfrute) y además se
comporte como si realmente fuese el dueño (animus domini) quedando
excluidos quienes posean el bien en virtud de un título conferido por el
dueño del mismo.

La prescripción adquisitiva de dominio corta o de cinco años requiere


de justo título y de buena fe.

Cuando hablamos de justo título, quien transfiere el bien podría tener


el uso y el disfrute sobre el mismo pero de ninguna manera la disposición.
Por lo tanto, podría tener cualquier otro derecho real sobre el bien (uso y
habitación, usufructo, superficie, servidumbre, etc.)  menos el de
propiedad.

Existe justo título incluso en aquellos casos en los que los actos jurídicos


celebrados adolezcan de nulidad relativa (anulabilidad).

Cuando se trate de adquirir un bien por prescripción adquisitiva corta o


de cinco años será indispensable contar tanto con una buena fe
subjetiva (creencia) como con una buena fe objetiva (comportamiento)
ya que que el adquirente creerá (buena fe subjetiva) que recibe el bien, de
quien tiene el poder de disposición para transferirlo, en base al justo
título utilizado para celebrar el negocio jurídico(buena fe objetiva).

El justo título es causa de la creencia de que se adquiere de quientiene


verdaderamente el poder de disposición para transferir el bien.

6. Bibliografía
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011).  Exégesis del  Código Civil  peruano
de 1984. Derechos Reales  . Tomo III. Lima: Normas Legales.

BULLARD GONZÁLES, Alfredo (1987). “La prescripción adquisitiva y la


prueba de la propiedad inmueble”. En Themis, Segunda Época, n. 7, pp.
76-80.

DA SILVA PEREIRA, Cario Mário (2014). Instituições de Direito Civil.


Direitos Reais. Volúmen IV, Rio de Janeiro: Forense.

VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique (2019). Tratado de Derechos Reales.


Posesión y Propiedad. Lima: Universidad de Lima.

VÁSQUEZ RÍOS, Alberto (2003). Derechos Reales. Propiedad.


Copropiedad. Usufructo. Superficie. Servidumbre. Tomo II. Lima: San
Marcos.

SOARES, António; CRISPIM, Júlio; FERNANDES, Liberal y ALVES, Tómas


(2017). Lições de Direitos Reais Timor-Leste. Faculdade de Direito da
Universidade do Porto, Centro de Investigação Jurídico-Económica,
Universidade Nacional Timor Lorosae.

Modelo de demanda de prescripción adquisitiva de dominio

JOSÉ MARÍA PACORI CARI


 
30 DICIEMBRE, 2019

Uno es poseedor durante años de un bien inmueble, luego desea que se


le declare formalmente como propietario del mismo; en este caso, debe
de presentar al juez especializado civil una demanda de prescripción
adquisitiva de dominio, la cual además de observar los requisitos
formales de cualquier demanda, en especial, debe de observar el artículo
505 del Código Procesal Civil (CPC) que indica:

Además de lo dispuesto en los Artículos 424 y 425, la demanda debe


cumplir con los siguientes requisitos adicionales:

1. Se indicará en todo caso: el tiempo de la posesión del demandante y la


de sus causantes; la fecha y forma de adquisición; la persona que, de ser
el caso, tenga inscritos derechos sobre el bien; y, cuando corresponda,
los nombres y lugar de notificación de los propietarios u ocupantes de los
bienes colindantes.

2. Se describirá el bien con la mayor exactitud posible. En caso de


inmueble se acompañarán: planos de ubicación y perimétricos, así como
descripción de las edificaciones existentes, suscritos por ingeniero o
arquitecto colegiado y debidamente visados por la autoridad municipal o
administrativa correspondiente, según la naturaleza del bien; y, cuando
sea el caso, certificación municipal o administrativa sobre la persona que
figura como propietaria o poseedora del bien. El Juez podrá, si lo
considera necesario, exigir la presentación de los comprobantes de pago
de los tributos que afecten al bien.

3. Tratándose de bienes inscribibles en un registro público o privado, se


acompañará, además, copia literal de los asientos respectivos de los
últimos diez años, si se trata de inmuebles urbanos, o de cinco años si se
trata de inmuebles rústicos o bienes muebles, o certificación que acredite
que los bienes no se encuentran inscritos.

4. Se ofrecerá necesariamente como prueba la declaración testimonial


de no menos de tres ni más de seis personas, mayores de veinticinco
años, sin perjuicio de los demás medios probatorios que se estime
pertinentes.

5. Tratándose de deslinde se ofrecerá como prueba, además, la


inspección judicial del predio.
De esta manera, el colega José María Pacori Cari nos presenta el modelo
de demanda de prescripción adquisitiva de dominio que grafica lo
dispuesto en el artículo 505 del CPC.

MODELO DE DEMANDA DE PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA

SECRETARIO JUDICIAL:
EXPEDIENTE:
CUADERNO: PRINCIPAL
ESCRITO: 01-2019

SUMILLA: DEMANDA DE PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CIVIL

(Nombres y Apellidos del Demandante), identificado con DNI Nro. (…), con
domicilio real en (…), con domicilio procesal en (…), con domicilio
electrónico en la casilla judicial Nro. (…); a Ud., respetuosamente, digo:

El artículo 5 del Código Procesal Civil (CPC) establece que «Corresponde


a los órganos jurisdiccionales civiles el conocimiento de todo aquello que
no esté atribuido por ley a otros órganos jurisdiccionales», de esta
manera, al no ser atribuida por ley la competencia jurisdiccional en los
procesos de prescripción adquisitiva de dominio corresponde la
competencia a los Jueces Especializados en lo Civil.

I.- DEMANDADOS Y DIRECCIÓN DOMICILIARIA

(Nombres y Apellidos del demandado) a quien se le deberá de notificar en


(…)

II.- COLINDANTES
Se ponga en conocimiento de los siguientes colindantes la presente
demanda de prescripción adquisitiva:

1.- (Nombres y Apellidos del primer colindante), con dirección domiciliaria


en (…)

2.- (Nombres y Apellidos del segundo colindante), con dirección


domiciliaria en (…)

III.- PETITORIO

Como pretensión principal, interpongo demanda de Prescripción


Adquisitiva de Dominio para que se me declare propietario del inmueble
ubicado en la Asociación Urbanizadora (…), Manzana C, Lote 9, Sector V,
Distrito de (…), Provincia y Departamento de (…), con un área de (…) m2,
inscrito en la Partida Registral Nro. P001089473 del Registro de
Propiedad Inmueble de la Zona Registral Nro. XII – sede (…); y, como
consecuencia:

Como pretensión accesoria, solicito se proceda a la cancelación del


Asiento Registral del demandado.

IV.- FUNDAMENTOS DE HECHO

IV.1.- SITUACIÓN FÁCTICA DE LA PRESCRIPCIÓN

Tiempo de la posesión del La posesión solo la ejerció el


demandantes y la de sus demandante por el tiempo de (…)
causantes años, (…) meses, (…) días

La adquisición fue a través de un


Fecha y forma de adquisición contrato privado de compraventa de
fecha (…)

Descripción de las edificaciones Se adjunta como medio de prueba


existentes, suscritos por planos de ubicación y perimétricos,
ingeniero o arquitecto colegiado además de la correspondiente
y debidamente visados por la memoria descriptiva
autoridad municipal o
administrativa correspondiente,
según la naturaleza del bien

Copia literal de los asientos


Se adjunta Copia Literal
respectivo

Declaración testimonial de no
menos de tres ni más de seis Se ofrece cuatro testigos mayores de
personas, mayores de 25 años
veinticinco años

IV.2.- ENUMERACIÓN DE HECHOS

1.- La persona que aparece como propietario del predio que se pretende
adquirir bajo prescripción adquisitiva de dominio es el señor (…), quien en
fecha 25 de julio del 2012 lo adquirió de su anterior propietario (…), quien
jamás ocupo dicho predio, y el Consejo Provincial de (…), el 29 de
diciembre de 1976 le adjudica el terreno, constando en el certificado
literal de dominio.

2.- Por otro lado, la demandante viene ocupando el total del bien


inmueble en cuestión, desde el 25 de octubre de 1995, lo que hace que se
considere calificada para la obtención de la prescripción adquisitiva de
dominio del predio

3.- También mantengo la posesión a lo largo de diecisiete años, en el


cual he construido una pequeña casita, mediante mi trabajo y el apoyo de
mi familia, la misma que hoy cuenta con cuatro habitaciones, tres de
ellas de material noble techo de calamina, piso de cemento, puertas y
ventanas de metal; y la otra es pre construida con techo de calamina piso
de cemento, puertas y ventanas de madera, así mismo cuenta con luz
eléctrica y agua potable cuya dotación se hace a través del pozo
comunitario de la asociación.

4.- Por lo tanto, se hace necesario el reconocimiento como propietaria y


se disponga oportunamente y es necesario precisar que la recurrente ha
procedido no solo a realizar construcciones, sino a usar el bien como su
vivienda, lo que hace ineludible la publicidad de la posesión por el
espacio que enuncia, señalando que el área que deberá declararse como
propietaria tiene una extensión superficial de (…) m2.

5.- Menciona que en fecha 18 de febrero del 2013, inicie los trámites de


prescripción adquisitiva de dominio ante la notaria del Dr. (…) que
concluye con la anotación preventiva de adquisición de dominio en el
registro de la propiedad inmueble de los registros Públicos de (…), no
otorgándose la anotación definitiva en vista que el demandado se opuso
al mismo; motivo por el cual el demandado amenazo con atentar contra
la integridad física, moral y emocional de la demandante y la de su
familia.

6.- La demandante adquirió la propiedad mediante contrato de compra


venta privado que suscribió con el Sr. (…) el 25 de octubre de 1995 en el
despacho del Juez de Paz del Distrito de (…).

7.- Debido al desconocimiento legal de la compradora, no formalizo la


transferencia y tampoco inscribió su derecho en los registros públicos,
tomando en cuenta que a la fecha de la transferencia en la actualidad se
halla en posesión publica, pacífica y continua de propietaria por el
periodo de más de diecisiete años y siete meses.

IV.3.- REQUISITOS DE LA POSESIÓN PARA QUE SE PRODUZCA LA


PRESCRIPCIÓN

Estos requisitos para prescribir son: haber ejercido la posesión del  bien
en forma  continua (cuando se ejerce de manera permanente de acuerdo
a la naturaleza del bien y las circunstancias del caso, sin que exista
interrupciones de hecho, salvo las naturales  o jurídicas); pacífica (cuando
está exenta de toda violencia o coacción; no posee pacíficamente quién
requerido judicial o extrajudicialmente para que desocupe el bien no lo
hace);  pública (no debe ser clandestina; el poseedor no debe temer que
su posesión sea conocida por los demás, especialmente por el
propietario; quién se introduce subrepticiamente en un inmueble
permaneciendo oculto para que el propietario no lo descubra no posee
públicamente, pues, la posesión debe materializarse en actos que puedan
ser conocidos por los demás); y, como propietario (deberá ejercerse la
posesión  a título de dueño, no basta que el poseedor ejerza uno o más
de los atributos del derecho de propiedad sino actuar como si tuviera
todos ellos).

En este escenario, corresponde realizar análisis y valoración  de los


requisitos antes indicados:

a) Establecer el tiempo de posesión que detenta la demandante, respecto


del bien  sub-litis situado, inscrito en la partida (…) del Registro de la
Propiedad Inmueble de  (…), y la forma como adquirió dicha posesión. Al
respecto, con las declaraciones de los testigos acreditaré que vengo
ejerciendo la posesión del inmueble objeto de la pretensión de
prescripción por más  de diez años  en forma continua, pacífica, pública
como propietaria  en el que ha construido su vivienda, corroborado con
lo   constatado en la inspección judicial  que también se ofrece como
medio de prueba, además de acreditar esto con las constancias de
posesión, constatación judicial del inmueble, memoria descriptiva y su
respectivo plano de ubicación.

b) Establecer si dicha posesión ha sido detentada de manera pacífica,


continua, pública y a título de propietaria por parte de la demandante
respecto del bien sub litis. Con las declaraciones de los testigos
acreditaré el ejercicio de una posesión sobre el inmueble objeto de la
pretensión de prescripción en forma continua, pacífica,  pública como
propietario por más de diez años, donde ha construido su vivienda,
hechos que también serán constatados en la diligencia de inspección
judicial que ofrezco.

c) Determinar la procedencia de la inscripción registral en la partida No


01089473 del Registro de la Propiedad Inmueble a favor de la parte
demandante y la cancelación del registro anterior. Tal como consta del
certificado literal de la inscripción registral el demandado  acredita haber
adquirido en compra venta el predio objeto de la pretensión de
prescripción, mediante la escritura pública  de fecha 25 de julio de 2012;
empero, esta adquisición ocurre después que la ahora demandante, ya
había adquirido el predio mediante el contrato privado de compra venta 
de fecha  25 de octubre de 1995, esto es, en anterior  al demandado; por
lo tanto, la actora  ha adquirido el inmueble por prescripción adquisitiva
de dominio, en esta circunstancia, no correspondía inscribirse  el
supuesto título de propiedad de la  parte demandada, en la ficha  registral
No 01089473 del Registro de la Propiedad Inmueble, razón por la cual,
procede cancelarse la indicada  inscripción registral  a favor de  la
demandada; y, en tal virtud, procede  disponer se inscriba  los partes
procesales  a favor de la demandante  en el Registro de la Propiedad
Inmueble.

V.- FUNDAMENTOS DE DERECHO

1.- El artículo 950 del Código Civil señala que: “La propiedad inmueble se
adquiere por prescripción mediante la posesión continua, pacífica y
pública como propietario durante diez años. Se adquiere a los cinco años
cuando median justo título y buena fe”.

2.- El artículo 952 del Código Civil señala que: “Quien adquiere un bien por
prescripción puede entablar juicio para que se le declare propietario. La
sentencia que accede a la petición es título para la inscripción de la
propiedad en el registro respectivo y para cancelar el asiento en favor del
antiguo dueño.”

VI.- MONTO DEL PETITORIO

Debido a la naturaleza de la pretensión no es cuantificable en dinero.

VII.- MEDIOS PROBATORIOS

1.- Inspección Judicial que se realizará en el inmueble sub-litis situado en


la Asociación (…)

2.- Declaración testimonial que  prestarán:

2.1.- (Nombres y Apellidos del primer testigo), edad (30 años), de


ocupación (…), con dirección domiciliaria en (…).
2.2.- (Nombres y Apellidos del segundo testigo), edad (26 años), de
ocupación (…), con dirección domiciliaria en (…).

2.3.- (Nombres y Apellidos del tercer testigo), edad (32 años), de


ocupación (…), con dirección domiciliaria en (…).

2.4.- (Nombres y Apellidos del cuarto testigo), edad (53 años), de


ocupación (…), con dirección domiciliaria en (…).

3.- Copia legalizada del contrato de compra venta  de 25 de octubre de


1995.

4.- Constancia de Posesión 092-2013-GIDU-MDCC y Constancia de


Posesión 1939-2011-GIDU-MDCC.

5.- Constatación Judicial  emitida por el  Juez de Paz de 30 de setiembre


de 2009 y Constatación Judicial  emitida por el  Juez de Paz de 27 de
mayo de 2009.

6.- Memoria  descriptiva  del inmueble sub-litis.

7.- Planos de ubicación y perimétricos del  predio  sub-litis.

8.- Certificado Literal de dominio  de la partida 01089473 del Registro de


la Propiedad Inmueble.

9.- Contrato de suministro eléctrico de 13 de octubre de 2011.

10.- Boleta de Venta  010-0029339 por conexión de medidor eléctrico.

11.- Siete  recibos de luz con sus respectivas liquidaciones.

12.- Declaraciones  juradas de  auto valúo.

13.- Recibos de pago por arbitrios municipales.


14.- Diez  tomas  fotográficas  del inmueble sub-litis.

VIII.- ANEXOS

1-A Copia legible de mi Documento Nacional de Identidad

1-B Copia legalizada del contrato de compra venta  de 25 de octubre de


1995.

1-C Constancia de Posesión 092-2013-GIDU-MDCC y Constancia de


Posesión 1939-2011-GIDU-MDCC.

1-D Constatación Judicial  emitida por el  Juez de Paz de 30 de setiembre


de 2009 y Constatación Judicial  emitida por el  Juez de Paz de 27 de
mayo de 2009.

1-E Memoria  descriptiva  del inmueble sub-litis.

1-F Planos de ubicación y perimétricos del  predio  sub-litis.

1-G Certificado Literal de dominio  de la partida 01089473 del Registro de


la Propiedad Inmueble.

1-H Contrato de suministro eléctrico de 13 de octubre de 2011.

1-I Boleta de Venta  010-0029339 por conexión de medidor eléctrico.

1-J Siete  recibos de luz con sus respectivas liquidaciones.

1-K Declaraciones  juradas de  auto valúo.

1-L Recibos de pago por arbitrios municipales.

1-LL Diez  tomas  fotográficas  del inmueble sub-litis.

POR LO EXPUESTO:
A Ud., pido admitir a trámite la presente demanda.

PRIMERO OTROSÍ. El artículo 486, inciso 2 del CPC establece que “Se
tramitan en proceso abreviado los siguientes asuntos contenciosos: (…)
2.- título supletorio, prescripción adquisitiva y rectificación de áreas y
linderos”, por lo tanto, la presente demanda debe de sustanciarse en la
vía procedimental correspondiente al proceso abreviado.

SEGUNDO OTROSÍ. Se disponga el cumplimiento de lo dispuesto en el


artículo 506, primer párrafo, del CPC que indica “Aunque se conozcan el
nombre y domicilio del demandado o demandados y, en su caso, de los
colindantes, en el auto admisorio de la demanda el Juez dispondrá que el
extracto de la misma se publique por tres veces, con intervalo de tres
días, en la forma prevista en los Artículos 167 y 168.”

TERCERO OTROSI. Para el presente caso, no es exigible la conciliación


extrajudicial conforme a lo indicado en el artículo 9, literal c) de la Ley
26872 – Ley de Conciliación – que indica «Para efectos de la calificación
de la demanda judicial, no es exigible la conciliación extrajudicial en los
siguientes casos: (…) c) En los procesos de prescripción adquisitiva de
dominio.»

(Firma del demandante)

(Firma del abogado del demandante)


Algunos apuntes sobre los títulos supletorios
Por
Hermenéutica Civil
 
17 marzo, 2015

  Por Gilberto Mendoza, profesor de la Facultad de Derecho y de la


Maestría en Derecho Civil de la PUCP.

Hace algunos días asistí a un evento, y uno de los participantes me


solicitó que le aclarase una duda que le había generado alguno de los
ponentes: ¿Por qué los títulos supletorios solo se aplican cuando se
desea inmatricular un bien, y la usucapión cuando están inscritos los
mismos?

Esta duda ha sido difundida en nuestro ordenamiento dado que no ha


sido precisada legislativamente de la mejor forma, así como nuestra
doctrina sigue confundiendo algunos conceptos. Sirva pues el presente
trabajo para buscar precisar ambas figuras, que no son lo mismo.

TÍTULO SUPLETORIO

En los diferentes sistemas cuando se crearon los registros públicos


existieron diversas formas de acceso dependiendo de la situación de
cada titular de los inmuebles. Así pues encontramos a los titulares que
tenían todos los documentos que acreditaban su derecho de propiedad.

En otros casos existieron los sujetos que no eran propietarios


originalmente, pero que estaban poseyendo efectivamente los bienes, y
que luego de un periodo de la posesión efectiva mutaban su derecho a la
propiedad, lo cual se ingresaba en el registro.

También existieron supuestos, en los cuales las personas eran


propietarias, no solo poseedoras, pero que no podían acreditar su
derecho. En estos casos, se aplicaba la figura del título supletorio.

Antecedente de esta figura la encontramos en la Ley Hipotecaria


Española de 1861 dado que en su Art. 397 reguló:

“El propietario que careciere de título de dominio escrito, deberá


inscribir su derecho justificando previamente su posesión ante el juez de
primera instancia del lugar en que estén situados los bienes, con
audiencia del promotor fiscal, si tratare de inscribir el dominio pleno de
alguna finca, y con la del propietario o la de los demás partícipes en el
dominio, si pretendiere inscribir un derecho real (…).”[1]

Dado que el propietario no tiene título con el cual acreditar su derecho,


el dispositivo normativo señala que debe justificar su posesión; es decir,
será esta la que sirva –supletoriamente- para acreditar su titularidad.

En nuestro ordenamiento, si bien la primera norma especializada que


regula la materia registral es la Ley del 2 enero de 1888, no reguló el
procedimiento para la inmatriculación de los predios cuando el
propietario no contase con titulación pública tal cual como hizo la LHE de
1861.

No obstante ello, es el Reglamento Orgánico del Registro de 1888 el que


nos da los primeros alcances. En principio el Art. 215 nos indica que el
adquirente (por lo tanto propietario) que carece de instrumento para
acreditar su titularidad deberá “exhibir” sus títulos supletorios de
acuerdo al Código de Enjuiciamientos.

Revisado el Código de Enjuiciamientos, este no desarrolla dicha figura.


Sin embargo el Art. 216 señala los requisitos para que el poseedor que
ha formado títulos supletorios pueda inscribir su título, lo cual
posteriormente es acogido por el Art. 1296 del Código de Procedimientos
Civiles de 1911.[2]

Dada la regulación en el código adjetivo, se precisó que en el caso de los


títulos supletorios, se aplicaban a títulos que no estaban inscritos, y que
buscaban su inmatriculación. En cambio, en el caso de los predios
inscritos cuando el titular no podía acreditar su adquisición, se optaba
por la prescripción contra tábulas.

Actualmente el Art. 2018 del Código Civil recoge la figura: “Para la


primera inscripción de dominio, se debe exhibir títulos por un período
ininterrumpido de cinco años o, en su defecto, títulos supletorios.” (El
subrayado es nuestro).

A partir de dicha regulación se señala que los títulos supletorios son un


medio para la formalización de la titularidad del derecho de propiedad
solo para los casos en los cuales un propietario no inscrito, pueda
regularizar su situación en el registro.

No obstante ello, dicho artículo no indica que “solo” el título supletorio


tenga dicha función. La restricción que solo se aplica a terrenos que no
se han inmatriculado no se desprende en estricto de la norma, sino de la
propia figura, siendo que como hemos mencionado las legislaciones
iniciales que regulaban los registros públicos, vieron en esta, una forma
de ingreso de la titularidad de los predios al registro, mas no como una
forma de regularizar la propiedad de los predios registrados. En estos
casos ofrecen otros mecanismos de saneamiento.

Adicionalmente a ello, legislativamente se ha regulado en el artículo 37


del D.S. No. 035-2006-VIVIENDA, TUO de la Ley 27157 señalando:
“Procede tramitar notarialmente la formación de títulos supletorios de
dominio, cuando el propietario carece de títulos que acrediten su
derecho, siempre que la edificación objeto de regularización esté
levantada sobre un terreno no inscrito (…).” (El subrayado es
nuestro).

El artículo 6.1 de la Ley No. 27333 dispone: “La declaración notarial de


formación de títulos supletorios para solicitar la primera inscripción de
dominio a que se refiere el Artículo 22 de la Ley No. 27157 se sujetará al
mismo procedimiento establecido en el artículo precedente, en cuanto
sea aplicable.”

El Art. 6.3 de la ley señala: “En cualesquiera de los supuestos a los que
se refieren los 2 (dos) numerales anteriores, el solicitante debe
presentar ante el Notario la certificación del Registro de Propiedad
Inmueble respectivo y del Registro Predial Urbano, de ser el caso, en el
sentido de que el inmueble materia del asunto no contencioso no se
encuentra inmatriculado.” (El subrayado es nuestro).

En el ámbito registral, para el caso de saneamiento vía notarial, en el


XLIX Pleno del Tribunal Registral se acordó que:

“De conformidad con la Ley 27157 y 27333, el trámite notarial de títulos


supletorios solo procede respecto de predios no inscritos.”[3]

El caso que fundamentó dicho precedente se presentó mediante el título


No. 709 del 18.2.2009, en el cual se requirió la inscripción de las partes
notariales del acta de declaración de formación de título supletorio de
dominio a favor de Pepe Huillcas Lloclla y Livia Huamán Julluni.

El título a inscribir recaía sobre la partida No. 05003762 del Registro de


Predios de la Zona Registral No. X – Sede Cusco, Oficina de Abancay, en
la cual corría registrado el lote de terreno No.2 ubicado en el Paraje de
Condebamba.

En este caso el Tribunal Registral revocó la observación, y dispuso la


tacha dado que se estaba solicitando la tramitación del título supletorio
sobre un predio inscrito.
Para fundamentar dicho criterio, en la discusión del pleno, la Vocal
Nélida Palacios señaló: “Mi opinión al respecto es que la formación de
títulos supletorios no procede respecto de bienes registrados, porque en
éstos se presume que el titular registral es el propietario del bien,
presunción que desvirtúa la invocación de calidad de propietario del
solicitante, deslegitimándolo para solicitar la formación de títulos
supletorios, y aun cuando el proceso de formación de títulos supletorios
no es uno de determinación de mejor derecho, en el conflicto entre
quien dice ser propietario, sin los correspondientes títulos acreditativos
de dominio y el titular registral, prima éste, aunque aquél venga
poseyendo el bien, salvo que su posesión reúna los requisitos y
características previstos por ley para usucapir.”[4]

Añadió la Vocal Mariella Aldana “Sobre el tema, considero que ya que


existe norma expresa que con claridad establece que procede tramitar
en sede notarial la formación de títulos supletorios siempre que se trate
de predio no inscrito, para poder adoptar la posición contraria,
tendríamos que inaplicar estas normas expresas.”[5]

Por tanto, se precisó mediante precedente que en el ámbito notarial solo


puede utilizarse el mecanismo de títulos supletorios para predios no
inscritos que buscan su inscripción. Criterio que entendemos debe
aplicarse también en el ámbito judicial bajo el Art. 504 del Código
Procesal Civil y siguientes.

En resumen, podemos definir como títulos supletorios (supletivos o


sustitutorios) a aquellos que coadyuvan a la acreditación de la titularidad
de las personas cuando no se cuenta con los títulos originales. Es decir,
en caso existan títulos a favor del titular o título a favor de titular
distinto, no se aplica la figura de los títulos supletorios.[6]

TÍTULOS SUPLETORIOS Y USUCAPIÓN

No es lo mismo la vía de la usucapión que la de los títulos supletorios. El


título supletorio tiene como presupuesto la titularidad del derecho de
propiedad del demandante, el cual no puede acreditar su derecho. En
cambio, en la usucapión el poseedor aspira a ser propietario, dado que
no lo es.

En segundo lugar, el título supletorio si bien está regulado como un


proceso abreviado contencioso (Art. 504 del CPC y siguientes), en
estricto es no contencioso, dado que el titular busca que se reconozca su
derecho, más no que se constituya su derecho de propiedad dado que
siempre lo fue. En cambio en la usucapión se reconoce a un poseedor no
propietario que cumple con todos los requisitos establecidos por la
norma, su titularidad de tipo originaria, por lo que solicita se le declare y
publicite como tal.

Luego, tal como mencionamos líneas atrás, se señala que el título


supletorio solo se aplica cuando el predio no está inmatriculado. En
cambio, la prescripción puede invocarse cuando el bien no está
inmatriculado o cuando inscrito se pretende la denominada prescripción
contra tábula.

No obstante ello, debemos tener cuidado con interpretar


restrictivamente el Art. 952 del C.C.:

“Artículo 952.-  Quien adquiere un bien por prescripción puede entablar


juicio para que se le declare propietario.

La sentencia que accede a la petición es título para la inscripción de la


propiedad en el registro respectivo y para cancelar el asiento en favor
del antiguo dueño.” (El subrayado es nuestro).

El hecho de que se cancele un asiento, presupone que la titularidad está


inscrita, la cual es uno de los supuestos que existen para prescribir. Es
decir, la interpretación acá debe ser amplia, dado que la prescripción la
puede entablar el usucapiente contra propietario inscrito, o propietario
no inscrito.
En este sentido, si bien consideramos que es preciso señalar que los
títulos supletorios se aplican en caso de que los predios no estén
inmatriculados, no es exacto cuando se señala que la usucapión sólo se
aplica contra bienes inscritos. En este último caso, puede utilizarse la
prescripción tanto para predios inscritos como no inscritos. Esto no
implica la identificación entre los títulos supletorios y la usucapión, sino
solo 2 mecanismos distintos que sirven para sanear la titularidad
inmobiliaria.

[1] Leyes hipotecarias y registrales de España. Fuentes y evolución.


Tomo I Volumen I. Leyes de 1861 y 1869. Madrid, 1989, Ilustre Colegio
de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, p.390.

[2] CPC de 1912, Art. 1296º (DS 015-68-JC) “El propietario de un


inmueble que no tiene documentos comprobativos de su dominio, puede
solicitar la formación de títulos supletorios (…) debe expresar el modo
cómo adquirió, quiénes son los colindantes (…) acompañar los
certificados del RPI que acrediten que el inmueble no se encuentra
inscrito (…). No se puede solicitar la formación de títulos supletorios
referentes a inmuebles ya inscritos a nombre de determinada persona.”

[3] XLIX Pleno del Tribunal Registral realizado el 18 de Junio de 2009 y


publicado en el diario oficial el 8 de Julio 2009.

[4] Exposición de motivos del XLIX Pleno del Tribunal Registral realizado


el 18 de Junio de 2009, p. 5 de documento.

[5] Ibídem.

[6] Avendaño, Jorge. 1965, Los títulos supletorios y la acción declarativa


de prescripción. EN: Themis, Lima, Año1, Octubre-Diciembre de 1965,
No.1, p.3.
Formación de título supletorio [Casación 693-2015,
Huaura]
POR
PAMELA DIAZ
 
25 MARZO, 2018

Sumilla: Formación de título supletorio: El proceso de título supletorio


procede cuando el titular de un predio no cuenta con título que acredite
su dominio por lo que requiere de un título subsidiario, ello con la
finalidad de obtener la inscripción en los Registros Públicos; sin embargo,
no procede cuando el accionante cuenta con un título que acredite su
propiedad.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

Casación 693-2015, Huaura

Formación de título supletorio

Lima, primero de octubre de dos mil quince.-


LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA: vista la causa número seiscientos noventa y tres – dos
mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y producida la
votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO

En el presente proceso de formación de título supletorio los


demandantes Juan Julio Baldeón Bazán y Amelia Norma Delgado
Chacón han interpuesto recurso de casación mediante escrito a fojas
ciento noventa, contra la sentencia de vista de fecha tres de octubre de
dos mil catorce, de fojas ciento sesenta, dictado Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que confirma la sentencia de fecha
dieciocho de marzo de dos mil catorce, de fojas ciento uno, que declara
infundada la demanda seguida contra Rosalva Berrospi Palomares y
Wessel Martín Carrera Salvador.

II. ANTECEDENTES

1. DEMANDA

Por escrito de fojas treinta y nueve, la sociedad conyugal conformada


por Juan Julio Baldeón Bazán y Amelia Norma Delgado Chacón de
Baldeón interponen demanda de Título Supletorio dirigiéndola contra los
demandados, a fin que mediante sentencia judicial obtengan un
documento público susceptible de inscripción registral y poder de esta
manera constituir una primera de dominio mediante primer testimonio de
compraventa del terreno ubicado en la Avenida Libertad número 135,
cuya área perimètrica es de 248.95 metros cuadrados. Fundamentan
como sustento de su pretensión que:

 El demandado es propietario del terreno sub litis al haberlo adquirido


por herencia de su señor padre don Gavino Carrera Chumbes desde
hace más de veinte años.
 Con fecha veintiocho de febrero de dos mil once, suscribieron un
contrato de compraventa, legalizando sus firmas ante Notario Público
de Huaura, el mismo que fue formalizado mediante escritura pública
el veintinueve de noviembre del mismo año, argumentando que
cuenta con el Testimonio Público de compraventa imperfecto según
lo expuesto por el funcionario de la SUNARP (fojas treinta y uno), ya
que no constituye mérito suficiente para la inscripción en los
Registros Públicos en primera de dominio, precisando que el bien no
cuenta con antecedentes regístrales.

Mediante escrito de fojas sesenta y cuatro, su fecha once de octubre de


dos mil trece, los demandados se allanan a la demanda, entendiéndose
que aceptan la pretensión dirigida en la demanda y los fundamentos
jurídicos.

Por resolución de fojas noventa y ocho del treinta de enero de dos mil
catorce, el juzgado tiene por allanado a los demandados a la demanda y
conforme a lo establecido por el artículo 333 del Código Procesal Civil,
establece que los autos se encuentran para emitir sentencia.

2. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante resolución de


fojas ciento uno, su fecha dieciocho de marzo de dos mil catorce, declaró
infundada la demanda, al considerar lo siguiente:

En cuanto a la propiedad, se advierte que a fojas doce al dieciséis obra el


primer testimonio de compraventa celebrada por las partes, otorgada
ante notario con fecha veintinueve de noviembre de dos mil once,
Escritura Pública que corre inserta en el registro correspondiente, lo que
prueba no solo haber adquirido en propiedad el bien sub litis, sino
además la existencia un título que lo acredita al ser un instrumento
público otorgado por notario público susceptible de inscripción.

En cuanto a la falta de título (documento) que pueda acreditar la


propiedad, teniendo en consideración que la finalidad de este proceso es
obtener un título formal que sustituya al que ha extraviado, perdido o
deteriorado a punto de hacerlo inútil, de la revisión de los medios
probatorios ofertados, se puede apreciar que los recurrentes han
presentado el original del Primer Testimonio de compraventa citado en el
párrafo anterior obrante a fojas doce al dieciséis y si bien este no cumple
con la exigencia de temporalidad para la respectiva inscripción en los
Registros Públicos, esto no implica la imperfección del mismo.

3. APELACIÓN

Mediante escrito de fojas ciento veintiocho, la sociedad


conyugal accionante interpone recurso de apelación señalando como
agravios los siguientes:

Existe un error de  hecho y de derecho en los fundamentos de la


sentencia, el magistrado se ha limitado a realizar una interpretación
literal del artículo 504 del Código  Civil, la interpretación errónea que hace
el Juez ya ha sido interpretado por la Corte Suprema realizando una
interpretación teleológica de dicha norma, señalaron que no existe
obstáculo alguno para que un propietario con título, pueda procurar el
presente proceso, toda vez que la finalidad de este, es sanear la
propiedad, a fin de que mediante sentencia judicial, se obtenga el mérito
de un documento público susceptible de inscripción registral.

Que, en la sentencia que declara improcedente la demanda ha incumplido


con la finalidad concreta del proceso, habiéndose realizado una
interpretación restrictiva de la norma adjetiva.

Se debe de tener en consideración que la Sala Suprema de la República


ha emitido con anterioridad pronunciamiento con respecto al tema
materia de análisis como el contenido en la Casación 736-2012-CAÑETE
y la Casación 2608-2006-CAÑETE.

4. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Elevados los autos a la Sala Superior en mérito al recurso de apelación


propuesto, se expide la sentencia de vista de fojas ciento sesenta, del
tres de octubre de dos mil catorce, que confirma la sentencia que declaró
infundada la demanda, sosteniendo que:
 En el presente caso el demandante solicita que judicialmente se le
otorgue título supletorio, pese a que tiene a su favor una escritura
pública de compraventa otorgada por Wessel Martín Carrera
Salvador y Rosalva Berrospi Palomares como vendedores a favor
de Amelia Norma Delgado Chacón de Baldeón y Juan Julio Baldeón
Bazán como compradores, que corre a fojas trece, que está referida al
inmueble ubicado en la avenida Libertad S/N Barrio de San Lorenzo,
distrito de Santa María con un área de 263.14 metros cuadrados. La
escritura pública que presentó el demandante constituye título de
propiedad y carece de objeto que el órgano jurisdiccional emita
pronunciamiento porque no se dan las condiciones previstas por el
artículo 504 numeral 1 del Código Procesal Civil.

III. RECURSO DE CASACIÓN

Mediante escrito de fojas ciento noventa, los demandantes Juan Julio


Baldeón Bazán y Norma Amelia Delgado Chacón han interpuesto recurso
de casación contra la sentencia de vista emitida por la Sala Superior.

Esta Sala Suprema, según resolución de fecha nueve de abril de dos mil
quince, obrante a fojas veintitrés del cuaderno respectivo, ha declarado
procedente el recurso de casación por las siguientes causales:

a) Infracción normativa del artículo 504 del Código Procesal Civil.

Señalan que debió aplicarse el artículo en mención, que establece que se


tramite como proceso abreviado la demanda que formula “solo el
propietario que carezca de documento que acredite su derecho pueden
demandar título supletorio a su inmediato transferente” (sic); así también
no se ha tomado en cuenta que ya se ha realizado una interpretación
teleológica, tal como refieren las Casaciones N° 2608-2006-Cañete y 736-
2002-Cañete, emitidas por la Sala de Derecho Constitucional y Social
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República.

b) Infracción normativa de los artículos I del Título Preliminar y 122


inciso 3 del Código Procesal Civil, concordante con el
artículo 139 incisos 3 y 14 de la Constitución Política del
Estado. Refieren que se transgrede el derecho a un debido proceso y el
derecho de defensa que es esencial en todo ordenamiento jurídico,
asimismo indican que no se cumple motivación en los fundamentos que
sustenta la sentencia de vista.

 IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

En el presente caso, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar


si al expedirse la sentencia de vista impugnada se ha vulnerado el
principio y derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva,
así como la motivación de las resoluciones judiciales y el derecho de
defensa; asimismo, si se ha observado lo dispuesto por el artículo 504
del Código Procesal Civil que regula el proceso de formalización de título
supletorio.

V. FUNDAMENTOS DE LA SALA CIVIL PERMANENTE

Derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva

1. El debido proceso o proceso justo reconocido constitucionalmente por


el artículo 139 inciso 3 de la Carta Magna, se ha conceptuado como un
derecho humano o fundamental que tiene toda persona por el solo hecho
de serlo, y que le faculta a exigir al Estado un juzgamiento imparcial y
justo, ante un juez responsable, competente e independiente, toda vez
que el Estado no sólo está en el deber de proveer la prestación
jurisdiccional a las partes y terceros legitimados, sino a proveerla bajo
determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento
imparcial y justo; por tanto, aquel derecho no sólo tiene un contenido
procesal y constitucional sino también un contenido humano de acceder
libre y permanentemente a un sistema judicial imparcial y justo; a su vez
el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil indica que
toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el
ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido
proceso.

Derecho a la motivación de las resoluciones judiciales

2. La motivación de la resoluciones judiciales constituye un elemento del


debido proceso y, además, se ha considerado como principio y derecho
de la función jurisdiccional consagrado en el inciso 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Estado, norma constitucional que ha sido
recogida en los artículos 122 incisos 3 y 4, y 50 inciso 6 del Código
Procesal Civil; artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial; siendo que su contravención acarrea la nulidad de la
resolución.

3. Motivar comporta la justificación lógica, razonada y conforme a las


normas constitucionales y legales, así como con arreglo a los hechos y
petitorios formulados por las partes; por consiguiente, una motivación
adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de hecho o in
factum (en el que se establecen los hechos probados y no probados
mediante la valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas
al proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos en los
supuestos fácticos de la norma), como la motivación de derecho o in jure
(en el que selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una
adecuada interpretación de la misma).

4. En la motivación de las resoluciones judiciales pueden presentarse


vicios que pueden ser objeto de control casatorio, estos son: i) La falta de
motivación y ii) La defectuosa motivación; en relación a la primera debe
señalarse que esta se divide en tres agravios: a) Motivación aparente.- se
da cuando la decisión se basa en pruebas no actuadas o en hechos no
ocurridos; b) Motivación insuficiente.- se presenta cuando vulnera el
principio de la razón suficiente; y, c) Motivación defectuosa en sentido
estricto.- ocurre cuando el razonamiento del Juez viola los principios
lógicos y las reglas de la experiencia denominándose en la doctrina los
vicios o errores en razonamiento del juzgador como errores in cogitando.
Derecho de Defensa

5. Conforme lo ha señalado el Tribunal Constitucional en el Expediente N°


05377-2006-AA/TC, “El derecho de defensa se encuentra reconocido en
el inciso 14 del artículo 139 de la Constitución, el cual establece “[e]l
principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del
proceso”. Por su parte, el numeral 1 del artículo 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos señala que ‘‘[t]oda persona tiene
derecho a ser oída, (…) para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Al
respecto, en la STC 5871-2005-AA/TC [fundamentos 12 y 13,
respectivamente] este Tribunal sostuvo que el derecho de defensa “(…) se
proyecta (…) como un principio de contradicción de los actos procesales
que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes
de un proceso o de un tercero con interés (…). La observancia y respeto
del derecho de defensa es consustancial a ¡a idea de un debido proceso,
propio de una democracia constitucional que tiene en el respeto de la
dignidad humana al primero de sus valores. Por su propia naturaleza, el
derecho de defensa es un derecho que atraviesa transversalmente a todo
el proceso judicial, cualquiera sea su materia.»

6. En el presente caso se observa que los fundamentos sobre los cuales


el recurrente sustenta su pretensión casatoria carecen de base cierta,
pues de los fundamentos expuestos en la sentencia impugnada se tiene
que la Sala Superior ha motivado en forma suficiente y de manera
congruente el fallo que confirmó la sentencia apelada, declarando
infundada la pretensión del demandante, dirigida a la formalización de
título supletorio, evidenciándose que se ha empleado en forma suficiente
los fundamentos que le han servido de base para declarar infundada la
demanda; por tanto no se ha incurrido en la afectación del debido
proceso, la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho de defensa, por el
contrario los actores han podido impugnar las  resoluciones que
consideraban agravian sus intereses, consideraciones por las cuales este
extremo del recurso de casación resulta infundado.

Formalización de Título Supletorio


7. El artículo 504 inciso 1 del Código Procesal Civil señala: “Se tramita
como proceso abreviado la demanda que formula: 1. El propietario de un
bien que carece de documentos que acrediten su derecho, contra su
inmediato transferente o los anteriores a éste, o sus respectivos
sucesores para obtener el otorgamiento del título de propiedad
correspondiente (…).

8. Conforme lo ha indicado el A Quo el título supletorio es el mecanismo


jurídico puesto a disposición del propietario de un inmueble no inscrito
para regularizar su situación cuando carece de documentos escritos
comprobadores del dominio, por tanto, la finalidad de este proceso es
obtener un título formal que sustituya al que se ha extraviado, perdido o
al que simplemente nunca se tuvo. Conforme lo indica el artículo 2018
del Código Civil: “Para la primera inscripción de dominio se debe exhibir
títulos por un periodo ininterrumpido de cinco años o en su defecto título
supletorio”.

9. Estando a lo indicado los títulos supletorios son necesarios para aquel


propietario de un bien no inscrito que no cuenta con título que pruebe su
propiedad y requiera de un instrumento subsidiario que reemplace el que
le falta. Por tanto para la procedencia de este proceso el titular no debe
contar con título que acredite su dominio.

10. En el caso de autos, conforme lo han determinado las instancias de


mérito los actores adquirieron el predio sub litis del anterior propietario
con fecha veintiocho de febrero de dos mil once suscribiendo un contrato
de compraventa, legalizando sus firmas ante notario público,
formalizándose la respectiva escritura pública con fecha veintinueve de
noviembre de dos mil once, documento que no puede ser considerado
imperfecto como indebidamente lo ha calificado el funcionario de
la SUNARP , sino que al no haber cumplido el requisito de antigüedad de
cinco años que exige el artículo 2018 del Código Civil no se permitió la
primera inscripción de dominio, presupuesto que una vez superado no es
óbice para obtener la respectiva inscripción en los Registros Públicos.

11. Por tanto, al haberse establecido que el proceso de formalización


de título supletorio solo puede ser incoado por el titular que carece de
documentos que acrediten su dominio sobre el predio cuya inscripción
pretende, es evidente que la presente acción es infundada , en tanto los
actores si cuentan con un título perfecto en virtud del cual pueden
obtener la respectiva inscripción en los Registros Públicos, una vez
superado el plazo que exige el artículo 2018 del Código Civil, razón por la
cual su demanda deviene en infundada, como correctamente lo han
declarado las instancias de mérito, razón por la cual tampoco se acredita
la infracción del artículo 504 inciso 1 del Código Procesal Civil.

12. Si bien es cierto el actor invoca la aplicación de dos Casaciones


emitidas por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la
Corte Suprema, también lo es que dichos pronunciamientos no
constituyen precedente judicial conforme a los alcances del artículo
400 del Código Procesal Civil, razón por la cual no son de obligatorio
cumplimiento.

VI. DECISIÓN

En aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil, modificado por la


Ley N° 29364, declararon:

1. INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Juan Julio


Baldeón Bazán y Amelia Norma Delgado Chacón de Baldeón, a fojas
ciento noventa; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de
fecha tres de octubre de dos mil catorce, obrante a fojas ciento sesenta,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que
confirmando la sentencia apelada de fecha dieciocho de marzo de dos
mil catorce, declara infundada la demanda.

2. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario


Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Amelia
Norma Delgado Chacón y otro con Wessel Martín Carrera Salvador y
otra, sobre formalización de título supletorio. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Almenara Bryson.-

SS.
WALDE JÁUREGUI
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
CUNYA CELI
CALDERÓN PUERTAS

   

También podría gustarte