Este documento ofrece consejos para ser un buen mayordomo de los recursos que Dios nos ha dado. Recomienda ser diligentes en conocer nuestra situación financiera, no endeudarse sino tener ahorros, y elaborar un presupuesto que de prioridad al diezmo y ofrendas a Dios sobre otros gastos. Ser buenos administradores agrada a Dios y asegura su bendición.
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Este documento ofrece consejos para ser un buen mayordomo de los recursos que Dios nos ha dado. Recomienda ser diligentes en conocer nuestra situación financiera, no endeudarse sino tener ahorros, y elaborar un presupuesto que de prioridad al diezmo y ofrendas a Dios sobre otros gastos. Ser buenos administradores agrada a Dios y asegura su bendición.
Este documento ofrece consejos para ser un buen mayordomo de los recursos que Dios nos ha dado. Recomienda ser diligentes en conocer nuestra situación financiera, no endeudarse sino tener ahorros, y elaborar un presupuesto que de prioridad al diezmo y ofrendas a Dios sobre otros gastos. Ser buenos administradores agrada a Dios y asegura su bendición.
Este documento ofrece consejos para ser un buen mayordomo de los recursos que Dios nos ha dado. Recomienda ser diligentes en conocer nuestra situación financiera, no endeudarse sino tener ahorros, y elaborar un presupuesto que de prioridad al diezmo y ofrendas a Dios sobre otros gastos. Ser buenos administradores agrada a Dios y asegura su bendición.
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EL BUEN MAYORDOMO
Prov. 27:23-27
Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus rebaños; 24 porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones? 25 saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y se segarán las hierbas de los montes. 26 los corderos son para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo; 27 y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas.
INTRODUCCIÓN: Desde el principio de la creación, Dios quien es
nuestro Padre nos hizo mayordomos, es decir administradores de los recursos que Él nos ha dado. Pero muchas personas hoy en día, aunque aman a Dios e intentan seguir sus ordenanzas son desordenados en sus finanzas; nada les alcanza, su nivel de estrés está rebosando por su cantidad de deudas, tapan un hueco financiero y abren otro. Lo cierto es que necesitamos la verdad de Dios en esta área para ser buenos mayordomos. 1. ¿QUÉ NECESITAMOS PARA SER BUENOS ADMINSITRADORES? A. Parecernos al mejor mayordomo (Dios) y ser enseñados por El. juan 14.26 B. Tener sabiduría (es ser prudentes, tener discernimiento, cordura y saber tomar decisiones éticas) 2 crónicas 1.10 C. Tener conocimiento de Dios (el conocimiento de Dios me lleva a actuar como Él actúa, a ser como Él y tomar las mejores decisiones). D. Fidelidad: Fieles en lo poco, en lo ajeno, fieles a pesar de los obstáculos. Mateo 25:23
2. ¿CÓMO SER BUEN ADMINISTRADOR?
A. Teniendo un presupuesto. ¿Te has sentado a elaborar uno? B. No teniendo deudas. No sé de lujos en deuda que no puede pagar en el futuro. Debemos ser coherentes con lo que ganamos y si no hay la capacidad de hacer fiestas grandes, viajes, comprar ropa o cosas que no podremos pagar en un futuro no se endeude, analice y piense con responsabilidad en su porvenir. Romanos 13.8 C. Tener ahorros. Ser precavidos, no es ser pesimistas es prepararse para las cosas inesperadas (despidos, daños del carro, choques, multas etc.). Una persona precavida no tiene deudas en cambio tiene ahorros. Y no solo para lo inesperado sino también para darse gusto. D. No ser fiador de nadie. Proverbios 17.18 CONCLUSIÓN: Somos responsables delante de Dios de ser buenos mayordomos, es a Él a quien tendremos que rendir cuentas agradables de cada recurso que nos ha sido confiado. Si así lo hacemos garantizaremos a nuestras generaciones la bendición y el respaldo de Dios. Ser buenos mayordomos agrada a Dios. Esforcémonos y seamos diligentes en ello, esto refleja que nos importa más lo de Dios, lo que Él ve y piensa de nosotros; y así aseguramos fruto y victoria en todo lo que emprendamos. PASOS PARA ELABORAR UN PRESUPUESTO 1. Escriba sus ingresos: es decir todo el dinero que recibe (de su trabajo, intereses, ingresos por arriendo etc.) 2. Escriba su diezmo y su ofrenda: Darle a Dios el primer lugar en sus finanzas. 3. Escriba cada uno de los siguientes gastos: a. Vivienda: pago de administración, arriendo, impuesto y servicios b. Vehículo: Gasolina, impuesto, parqueadero, cambio de aceite, mantenimiento c. Alimentación: supermercado, carne, frutas y verduras etc. d. Obligaciones: deudas, prestamos etc. e. Educación: colegio, guardería, loncheras, cursos, universidad f. Ahorros. g. Entretenimiento: restaurante, películas, dulces, otros h. Vestuario. i. Salud: salud y pensión, seguro de vida, medicina prepagada etc. j. Gastos varios: celular, suscripciones, cosméticos, peluquería, lavandería. etc. 4. Calcule la diferencia entre el valor total de sus ingresos y el valor total de sus gastos. “El orden produce milagros” Nota: Si su presupuesto no le alcanza, reduzca gastos, cámbiese a un apartamento más pequeño, no compre cosas innecesarias, reduzca el plan de su celular, genere cambios que lo hagan un buen administrador de los recursos que Dios le dio.