Signo

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Rosas Cañete, Pamela Antuanet

2do año - 2017027431

Signo – Umberto Eco


Umberto Eco nos empieza a sumergir en su obra con un Proemio, que cuenta
con la historia de un personaje ficticio llamado “Sigma”, un italiano que está de
vista en París.

Con este relato Eco nos muestra que la vida diaria es una constante
decodificación de signo, además de mostrar el papel del signo en la sociedad.

Siguiendo con el Proemio, Eco tiene intención definir una unidad elemental
como el signo, dando un listado de las diferentes acepciones de la palabra
“signo”. Sosteniendo que el concepto de signo se utiliza de una manera muy
vaga y metafórica. Más adelante, explica de una manera muy breve el papel
del signo en la semiótica, diferenciándolo del papel que cumple en la lingüística
o en la filosofía.

En el primer capítulo, Eco ubica al signo en el proceso de la comunicación en el


interviene: Fuente, emisor, canal, mensaje y destinario. Siendo el mensaje un
conjunto de muchos signos. Luego ubica al signo en el proceso de
significación, siendo los elementos de este proceso: significante (objeto al cual
se refiere el signo), el significado (lo que es dicho por el signo) y la referencia
(el objeto al que se refiere el signo). Finalizando este capítulo, muestra el que
sigo puede tomarse desde tres dimensiones: La semántica, la sintáctica y la
pragmática. Este capítulo tuvo el propósito de examinar las modalidades
principales de los procesos en los que interviene el signo y se elabora una
definición provisional del signo.

Avanzado con el libro, en el segundo capítulo se hace una diferenciación de los


signos según su fuente, y luego signo artificial (emisión consiente de humanos
y animales) y natural (signo sin emitente intencional, este viene de la
naturaleza). Básicamente el objetivo de este capítulo es hacer un listado, lo
más completo posible de las distintas clasificaciones del signo. Concluyendo
que cada clasificación depende un punto de vista distinto.
En el tercer capítulo antes de pasar a los componentes importantes del signo,
se hace un contraste entre un signo simple y un signo complejo. El propósito de
este capítulo es sintetizar los análisis de la estructura interna del signo y para
ello utiliza nociones lingüísticas.

En cuanto al cuarto capítulo comienza con la idea de que el hombre es un


animal simbólico no solo por el lenguaje sino por la cultura. Además de ello, se
menciona que cada lengua es un modo particular de ver el mundo siendo
condicionada por las costumbres y la mentalidad de las personas. Eco con este
capítulo busca sintetizar la naturaleza y finalidad del signo de manera en la que
se manifiesta en la filosofía.

Finalmente, en el quinto capítulo, Eco intenta en una teoría semiótica unificar el


signo, de tal forma que las definiciones existentes puedan ser a aplicadas a
cualquier tipo de signo (siendo esto el propósito final de este libro) que han sido
mencionados en los primeros capítulos y que también permitan resolver las
cuestiones filosóficas mencionadas en el cuarto capítulo.

Eco a pesar de usar un lenguaje sencillo, hay términos o palabras específicas


que forman parte de ámbito académico las cuales no resultan sencillas para un
lector promedio.

Tal como se menciona en un comienzo, este libro no es un tratado de


semiótica sino un libro sobre la noción de signo, y aun así en este libro Eco nos
muestra su mejor aportación a la semiótica, con la cual permitió mostrarla como
una disciplina científica. Y demostrar su brillante capacidad para sintetizar
teorías muy diferentes. Eco rechazaba cualquier cuestión ontológica y
formulaba uno de sus credos pragmáticos: una síntesis global de todos los
sistemas de significación y comunicación y una teorización ordenada de la
disciplina.

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