Reseña Sobre Llinás Rodolfo El Cerebro y El Mito Del Yo
Reseña Sobre Llinás Rodolfo El Cerebro y El Mito Del Yo
Reseña Sobre Llinás Rodolfo El Cerebro y El Mito Del Yo
CAPÍTULO)
Ficha Bibliográfica: Llinás R. (2002) El cerebro y el mito del yo. Utilizar la mente para
entenderla (1-23). Recuperado el día 7 de Noviembre de 2017
https://cienciatools.files.wordpress.com/2012/01/llinas-r-rodolfo-el-cerebro-y-el-mito-del-
yo.pdf
Este capítulo de la obra del reconocido médico Llinás habla sobre las relaciones
entre el cerebro y la mente. Durante esta parte describe las funciones del órgano cerebral y
algunas de sus funciones. Se habla de la teoría de la mente, de cómo esta ha evolucionado y
cómo funciona dentro del cerebro. También se habla de las perspectivas humanas hacía la
mente, porque esta es tan misteriosa y cómo funciona nuestro sistema nervioso.
En la primer parte del texto, Llinás explica los conceptos de mente y cerebro. Dice
que ambos coinciden en una especie de simbiosis bidimensional. Ambos están presentes en
la mayoría de las acciones que un humano realiza. Sin embargo, existen momentos en el
cerebro actúa por cuenta propia. Por ejemplo, cuando tratamos de alcanzar una parte de
nuestro cuerpo la cual no podemos ver, el cerebro crea una imagen sensomotora para
localizarse sin necesidad de la vista consiente. Otro ejemplo sería los estados inconscientes,
como el sueño.
Por otra parte, Llinás expresa que la verdadera naturaleza sensorial se encuentra en
las llamadas oscilaciones eléctricas sinápticas. Estas controlan la sensibilidad de una célula
que recibe los mensajes provenientes ya sea de un impulso exterior o del cerebro. Como el
mismo dice, las cresta y valles de estas oscilaciones generan la realidad sensorial sensitiva.
Me parece que el autor en este caso debería explicar más cómo funciona la sinapsis y los
neuroreceptores en las neuronas puesto que un se pierde en lo que dice si no posee
información a priori del tema.
Para estas oscilaciones existe una coherencia, un ritmo y una resonancia. Estas
propiedades definen el comportamiento entre neuronas de un mismo individuo. Dentro de
la coherencia se puede apreciar como un mensaje habitual puede ser comunicado de una
manera mucho más simple que uno nuevo y desconocido. Las oscilaciones no tienen un
ritmo predeterminado y este puede presentarse sin seguir un orden. La resonancia habla de
la capacidad que tiene un mensaje de propagarse por todo el sistema afectando a neuronas
de poco alcance.
En la última parte del texto, Llinás habla de la aparición del cerebro dentro de la
evolución. Habla de cómo los primeros organismos multicelulares carecían de este. De
hecho hace una explicación de cómo los seres que carecen de movimiento translacional no
cuentan con un sistema nervioso ni cerebro. Esto se me hizo claro en tanto para seres
estáticos no suponía ninguna ventaja reproductiva contar con un sistema primitivo sensorial
porque no influía en nada. Para seres con desplazamiento si era una gran innovación.
Realmente el texto se queda corto para una comprensión a la temática del libro a
fondo. Lo que quiero decir es que no se puede sacar una conclusión personal del tema con
tan poca información que se brinda en el primer capítulo. Se siente incompleto. Sin
embargo, hay un punto que me llama la atención.
Cuando Llinás habla de las diferencias entre los animales con exoesqueleto y
endoesqueleto, inicia una discusión interesante sobre como el punto de vista altera la
percepción del observador frente a un mismo fenómeno. Este punto llama mi atención al
demostrar que por muy racionales que creemos ser, somos empíricos por naturaleza. La
situación del espectador define realmente la forma en que interactuamos con el mundo. Ya
que no podemos extrapolar todo a un sistema racional como en lógica, creo que un paso
importante para el ser humano en el futuro es tratar de explorar la realidad desde otros ojos.
Puede que los descubrimientos que se hagan, más allá de ser interesantes, sean reveladores
e insospechadamente decisivos para muchas áreas del conocimiento. Sería una vuelta de
tuerca tanto en la filosofía como en la biología.
Saliendo ahora del campo científico, creo que esta afirmación de Llinás se puede
emplear en otras áreas del conocimiento social. Si la composición biológica hace que
nuestra percepción sea diferente a otros animales solo por el simple hecho de haber nacido
así, puede que lo mismo pase con las personas que nos criamos en diferentes culturas y/o
religiones. La visión de una hinduista sobre el sentido de la vida y la concepción del mundo
es radicalmente disímil a la de un musulmán en La Meca o a la de una abuela religiosa en
Antioquia.