Organoponí1

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Organoponía

La organoponía es una antigua técnica que deriva de la hidroponía,


conocida también, como semi hidroponía o geoponía. Este método consiste
en colocar sustratos sólidos que cubran los requerimientos nutricionales
necesarios para el desarrollo de las plantas.

Además, esta técnica de agricultura urbana


reutiliza materiales de desechos orgánicos e
inorgánicos (hojarasca, llantas, cubetas,
desechos de alimentos, orina) para el cultivo de
los alimentos. Se puede practicar en todos los
niveles, pudiéndose establecer a nivel casero en
jardines, solares, azoteas y cualquier otro lugar
de la casa.

Con este método de cultivo


organopónico se pueden cultivar diferentes
rubros hortícolas, plantas medicinales y
algunas especies frutícolas, así como también
plantas ornamentales; también se cosecha
suelo fértil que se forma gracias a la
descomposición eventual del sustrato de
hojarasca.

A diferencia de la hidroponía esta


técnica es menos intensiva, lo que significa
que puede ser más lenta la obtención de los
resultados.
Primero se ha de elegir un recipiente que más nos guste, de preferencia
que ya haya sido utilizado y que tenga un buen volumen para sembrar.
En el caso de neumáticos se coloca algo para tapar el agujero para evitar
que se salga el sustrato. Esto se puede hacer, por ejemplo, con cajas de
leche vacías.

Se debe llenar la maceta que hemos hecho con el neumático o con el


recipiente que sea con aproximadamente un 85% de materia orgánica seca.
En las fotos se utilizo paja que tiene un poco de excremento y nitrógeno
incluido.

También se colocaron botes, botellas y tubos para tener un poco más de


volumen para las raíces.
El resto se cubre con una mezcla de tierra y compost o algún otro fertilizante
orgánico, también se puede mezclar pequeñas piedras porosas en la mezcla.
Una vez esté todo listo plantamos. Con este tipo de técnicas se deben utilizar
plantines (planteros o planteles se les llama en algunos lugares), ya que una
semilla con tan poco sustrato es mas complicado que obtenga las
condiciones óptimas para que germine. Y además así ganamos tiempo.
Luego regaremos. Habitualmente lo haremos un par de veces a la semana,
utilizando FLO o algún otro fertilizante líquido y de origen orgánico. Como la
paja ya llevaba nitrógeno incluido no es necesario utilizar tanto.
El FLO es un fertilizante a partir de la orina. Ésta se almacena en una botella
y se le agrega un puño de tierra por cada litro, se deja fermentar durante al
menos un mes, agitándolo 2 o 3 veces por semana y manteniéndolo en un
lugar sombreado. Después se utiliza en proporción 1:10 con agua.






Cultivos Organopónicos

Los cultivos organopónicos o simplemente organopónicos son un sistema de


cultivo ecológico urbano originario de Cuba. Suelen consistir en paredes
bajas de hormigón rellenadas de materia y tierra, con surcos para riego por
goteo situados sobre los productos en crecimiento. Estos organopónicos
proporcionan acceso a oportunidades de trabajo, suministro de comida
fresca a la comunidad, mejora del vecindario y embellecimiento de áreas
urbanas.

Cultivos organopónicos en La Habana.


Productos y flores de un organopónico cubano.

Los organopónicos surgieron como una respuesta de la comunidad por la


falta de garantías en el sumistro de alimentos tras el colapso de la Unión
Soviética. Funcionan gracias a fondos públicos.

Elementos Básicos para la Construcción de Organopónicos y el


Fomento de los Huertos Intensivos.

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ELEMENTOS BÁSICOS PARA LA CONSTRUCCIÓN  DE


ORGANOPÓNICOS  Y EL FOMENTO DE LOS HUERTOS INTENSIVOS.

            El organopónico es la técnica de cultivo establecida sobre sustratos


preparados mezclando materiales orgánicos  con capa vegetal, los cuales se
colocan dentro de contenedores, camas, barbacoas o canteros y se instalan
en lugares o espacios vacíos, en las zonas densamente pobladas, donde el
suelo resulta improductivo por diversas razones.

            El huerto intensivo se organiza sobre canteros construidos "in situ'.


Sin utilizar guarderas, costaneras u otro tipo  de estructuras que los
conformen lateralmente. Constituyen un "sistema abierto" al tener las plantas
y los procesos que se desarrollan en su medio de crecimiento (cantero) una
vinculación directa con el suelo.

            Para la construcción y ubicación de los organopónicos y los huertos


intensivos se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

I. Para los organopónicos:

1. Localización

a)    La construcción se debe realizar en áreas improductivas y,


preferentemente, planas.

b)    Lo más cercana posible a los destinatarios de la producción final, lo que


evita el transporte desde lugares lejanos, con el consiguiente deterioro de los
productos.

c)     Sin árboles intercalados para evitar la sombra y el efecto dañino de sus
raíces.

d)    En las zonas de mucho viento, buscar un lugar protegido por una cortina
de árboles o construir alguna protección eólica.

e)    En áreas con buen drenaje superficial y protegidas contra corrientes de


agua y posibles inundaciones.

 2. Diseño constructivo

El plan general debe integrarse a la estética del entorno y el proyecto


constructivo tener un control y una ejecución planificados. Para construir o
conformar los canteros, camas o barbacoas hay diversas variantes, entre las
que figuran: uso de postes de concreto u hormigón defectuosos, que faciliten
la conformación de las guarderas. Con el mismo propósito se utilizan
bloques, ladrillos de materiales alternativos y piedras.

Uso de canaletas de asbesto - cemento (principalmente en azoteas o


platabandas).

3. Drenaje

Favorecer el drenaje con grava, tubos, piedras u otros, fundamentalmente en


terrenos bajos. En áreas con buen drenaje, o si se carece de estos
materiales, remover con  escardilla, pico o arado unos 30 cm. del suelo. La
pendiente del cantero será hasta 2 por 1000 (2/1000).

4. Orientación

Los canteros se orientarán en relación con su longitud, siempre que sea


posible, en sentido norte-sur.

5. Dimensiones de canteros y pasillos

Longitud: No exceder los 40 m

Ancho: 1,2 m. de cantero efectivo

Profundidad: 0,3 m. de sustrato efectivo

Ancho de los pasillos: 0,5 m.

II. Para los huertos intensivos:

1. Localización

a)    Ubicar el huerto intensivo en suelos con buena fertilidad; en el que las
propiedades físicas faciliten el drenaje y la friabilidad.

b)    El área no debe estar propensa a inundaciones o arrastres por


corrientes de aguas superficiales.

c)    Estar libre de excesiva sombra, provocada por árboles o edificios.

d)    Tener disponibilidad de agua, con la calidad necesaria para su uso


racional en el riego.

e)    Ubicado cerca de núcleos poblacionales. Además debe tener fácil


acceso al flujo de los destinatarios de la producción final.

            El tamaño del huerto intensivo varía de acuerdo con el área


existente, la disponibilidad de agua y el volumen de  producción necesarios:
puede tener entre algunos cientos de metros cuadrados, hasta más de una
hectárea, aun-que no resultan muy aconsejables los huertos
extremadamente grandes, dado que necesitan personal administrativo y
recursos materiales costosos y, por lo general, la eficiencia disminuye.
Cuando se presenta la necesidad de un área considerable de huerto
intensivo, en forma compacta, es preferible subdividirla en áreas menores.

 2. Preparación del cantero para la siembra

            Constituye una de las operaciones de mayor responsabilidad en la


explotación del huerto intensivo. De su calidad depende el éxito de la
producción y la estabilidad de los rendimientos en sucesivas cosechas.

            Una vez seleccionada el área, de acuerdo con los requisitos


establecidos, se procede a la preparación básica del suelo.

            Para los huertos grandes, se incluye la subsolación y aradura


profunda, en forma mecanizada o con tracción animal.

            Para huertos pequeños, es necesaria una preparación, a la mayor


profundidad posible, con pico y/o escardilla.

            En ambos casos, siempre hay que tener presente que la friabilidad y
aireación en el lecho o cama de siembra es imprescindible para la obtención
de altos rendimientos. Después de preparado y nivelado el suelo, se procede
a la formación de los canteros, camas o barbacoas, usando una de estas
técnicas:

a)    El tradicional cantero, cama o barbacoa. Consiste en la aplicación y


mezcla de materia orgánica con el suelo. La cantidad de materia orgánica
que se debe aplicar debe ser superior a 10 kg/m2 (100 t/ha).

b)     La técnica del cantero chino. Consiste en extraer los 30 cm superiores
de la capa del suelo, continuar removiendo con pico y/o escardilla u otra
herramienta similar otros 30 cm y descartar esta última fracción de suelo.
Mezclar el suelo extraído de los primeros 30 cm con materia orgánica, en
proporción 1:1 y depositar esta mezcla en el lugar de origen del suelo, así
queda conformado el cantero. Con el uso del cantero chino, se puede
prescindir de la preparación básica del suelo.

c)    Uso de cáscara de arroz. Consiste en depositar en la superficie del


suelo, ya preparado y nivelado, una capa de 10 a 30 cm de este residuo de
la industria arrocera. La cáscara de arroz se quema lentamente y
posteriormente se procede a la conformación de los canteros, ya sea
directamente sobre el producto de la combustión o mezclando éste con la
capa superficial del suelo.
3  Orientación de los canteros

            Siempre deben colocarse de norte a sur en su longitud. En todos los


casos, es imprescindible que los canteros sean orientados, en su longitud,
transversalmente a la pendiente predominante en el terreno. Si esto no fuera
posible, entonces se procederá a formar canteros de corta longitud. Esta
práctica contribuye, en gran medida, a la conservación de los suelos y con
ello, a la garantía de altos rendimientos.          

            En casos excepcionales, se utiliza la siembra en surcos en el huerto


intensivo, en algunos cultivos como el quimbombó, o con el fin de usar áreas
en fase de rehabilitación o preparación de canteros, siempre sobre la base
de la explotación intensiva. El factor decisivo en la estabilidad de los altos
rendimientos, en las sucesivas cosechas de los huertos intensivos, está
determinado por la constancia y disciplina de las actividades post cosecha
con el objetivo de restituir la fertilidad del cantero, lo cual va, desde el
laboreo, para darle las condiciones físicas necesarias, que incluyen la
subsolación ligera, hasta la aplicación de materia orgánica, antes de la
próxima siembra, que no debe ser inferior a 1 kg/m2.

            En caso de déficit de materia orgánica para restituir la fertilidad del


cantero, ésta puede ser aplicada localmente, en el lecho de siembra de la
plántula o de la semilla.

            Tanto en el caso de los huertos intensivos como en los


organopónicos, se debe lograr un óptimo aprovechamiento del área como,
por ejemplo, sembrar en la periferia, aprovechar la cerca para plantar
vainitas, chayota u otros cultivos hortícolas trepadores, entre otras prácticas.
SUSTRATOS. CARACTERÍSTICAS Y CONSERVACION DE LA
FERTILIDAD.

¿Que es un sustrato?

            Es todo material sólido distinto del suelo, natural o de síntesis,


mineral u orgánico que, colocado en un contenedor, cantero, barbacoa o
cama, en forma pura o en mezcla, permite al anclaje del sistema radical y
puede o no intervenir en la nutrición vegetal.

Pueden clasificarse en inertes y activos.

            Inertes. Son aquellos sustratos que sirven solamente como soporte y
no intervienen en la nutrición de las plantas. Como ejemplos, se tienen:
Arena silícea, lana de roca, gravilla, gravilla basáltica y otros. Este tipo de
sustratos se utiliza en hidropónicos.

            Activos. Son aquellos sustratos que se emplean como soporte, pero,
además, sí intervienen en la nutrición de las plantas. Como ejemplo, se
tienen los materiales orgánicos de todo tipo, turbas y minerales activos,
como la zeolita, así como mezclas de materiales orgánicos con suelo. Este
tipo de sustratos se utiliza en los llamados organopónicos y zeopónicos.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE UN SUSTRATO ACTIVO

            Para obtener una adecuada germinación, enraizamiento y


crecimiento de las plantas, el sustrato activo debe tener las siguientes
características:

Físicas:

1)    Alta capacidad de retención de agua, fácilmente disponible.

2)    Suficiente suministro de aire.

3)    Baja densidad aparente.

4)     Alta porosidad.

5)    Estructura estable, lo cual evita la contracción o dilatación del medio.

Químicas:

1)    Suficientes nutrimentos asimilables

2)    Baja salinidad.

3)    Lenta velocidad de descomposición

Otras:

1)    Libre de semillas de plantas indeseables, nematodos y otros patógenos.

2)    Bajo costo  

3)    Fácil de mezclar.

            Los principales términos relacionados con las características físicas V


químicas que todo productor debe conocer  bien, con el propósito de
manejar, adecuadamente, su sustrato son las siguientes:
Físicas

            Espacio poroso total. Es el volumen total del sustrato no ocupado por
partículas orgánicas. Se divide en poros capilares (muy pequeños), los
cuales son los encargados de retener el agua y no capilares (más grandes)
los cuales, después del riego, quedan vacíos cuando el sustrato comienza a
escurrir. Sin embargo, estos poros no se quedan completamente secos, sino,
por el contrario, retienen una delgada capa de agua alrededor de las
partículas del sustrato. El valor óptimo del espacio poroso total es de 85 %
del volumen del sustrato.

Capacidad de aireación.

            Proporción del sustrato que contiene aire, después que se ha


saturado con agua y drenado. Representa del10 a 30 % del volumen total.
Se pudiera preguntar por qué son necesarios tantos poros y tanta aireación.
La respuesta estriba en que las raíces de las plantas necesitan de oxígeno
para su crecimiento. Pero, además, los sustratos orgánicos tienen gran
cantidad de microorganismos y mucha actividad biológica, los cuales
requieren grandes cantidades de oxígeno. Es decir, en los sustratos se
necesita, prácticamente, el doble o más del oxígeno que en suelos con
escasa materia orgánica.

Agua fácilmente disponible.

            Es aquella que el sustrato retiene y que la planta absorbe sin mucho
esfuerzo. Los poros que quedan llenos de agua, después del riego y del
escurrimiento, son los más pequeños y éstos retienen el agua de 2 formas:
1)    No absorbible o indisponible.

2)     Fácilmente absorbible. Debido a esto, lo que interesa es esta última y


la cantidad total de agua que el sustrato retiene.

            El valor óptimo del agua fácilmente disponible es de 20 a 30 % del


volumen de agua aplicado.

Químicas

            Suficientes nutrimentos asimilables. Se refiere a las cantidades de


nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos esenciales que contiene la
fuente orgánica elegida, los cuales son cuantificados por los laboratorios de
análisis de suelos. Sin embargo, existen datos generales que pueden servir
de punto de partida y que se exponen en la tabla 1.

            Baja salinidad. Se refiere a la concentración de sales presentes en el


sustrato. Para conocerla, se debe consultar al laboratorio de análisis de
suelos yaguas. No obstante, la siguiente escala puede servir de auxilio.
(Tabla 2).

Tabla 1. Aportes medios de NPK (kg/t) de diversas fuentes orgánicas.

Fósforo Potasio

Nitrógeno          P  O KO
Fuentes

          2    5 2
Estiércol vacuno 29 a 11,5 17 a 3,0 1,0 a 5,0

Estiércol porcino 6,0 a 11,5 4,0 2,6 a 6,0


Estiércol ovino 5,5 3,1 a 4,0 1,5 a 11,0

Cachaza 14,9 a 21,0 12,5 a 23,0 4,4 a 12,3

Gallinaza 12,0 6,5 3.8


Humus de
15,0 5 a 7,5 3,0 a 7,0
lombriz
Cascarilla de
4,8 a 7,5 0,8 a 1,5 3,1 a 5,3
arroz
Aserrín 6,6 3,3 19,1
Cáscara de
12,8 1,1 25.1
cacao
Cáscara de café 8,0 1,7 20.7

Pulpa de café 327 3,9 16,9


Residuos de
58,5 4,9 4,3
henequén
Residuo de
41,2 5.7 1,0
cervecería
Cornpost 10,7 8.4 10,2
                         

Tabla 2. Escala de valores para clasificar el contenido de sales del sustrato


(Expresada en ds/cm a 25º

Evaluación
Contenido

Menor de 0,74 Muy bajo

Apropiado para germinación y


De 0,75 a 1,99
crecimiento de plántulas (semillero)
Mayor de 3,5 Alto para la mayoría de las plantas

               Baja velocidad de descomposición. Todos los substratos orgánicos


sufren de degradación o descomposición, provocada por la actividad de los
microorganismos que ponen a disposición de las plantas los nutrimentos
necesarios para su crecimiento. Este proceso se denomina mineralización de
la materia orgánica. Debido a tales razones, cuando se escogen los
materiales para realizar las Mezclas de sustratos, resulta muy importante
conocer si son estables o no y estos viene dado por su contenido de
celulosas o ligninas. A mayor concentración de celulosas o ligninas los
sustratos son más resistentes

Preparación de sustratos y mezclas

            En todas las regiones existe disponibilidad de materiales que algunas


industrias desechan o que, simplemente, la naturaleza posee de manera
abundante y económica. La elección de la fuente orgánica, los materiales
acompañantes, las proporciones de cada uno y el manejo posterior para la
conservación en los sustratos, constituyen los aspectos esenciales en el
mantenimiento de altos rendimientos.

            Como ya se ha visto, las fuentes orgánicas pueden ser diversas y la


elección de una de ellas dependerá de varios aspectos tales como: calidad
de los nutrimentos, disponibilidad territorial y costo de transporte,

            De igual manera, los materiales "acompañantes" en la mezcla


dependen de iguales aspectos pero en este caso, lo más importante es que
mantenga en adecuadas propiedades físicas en el sustrato.

            Todos los materiales elegibles deben estar bien curados, lo que se
puede reconocer cuando, al tocarlos, están a la temperatura ambiente, su
coloración es oscura y, además, han perdido su olor original característico.

Materiales orgánicos

            Para la preparación de los sustratos. se pueden usar varias fuentes


orgánicas, tales como las que aparecen en la tabla 1.

Otros materiales

a)    Cáscara de arroz. Es un desecho en, el proceso del descascarado de


arroz. Resulta un material muy estable, de alto contenido de lignina y de baja
tasa de mineralización. Posee baja densidad, es muy liviano, de buen
drenaje y proporciona buena friabilidad v aireación excelente en una mezcla.
Cuando se utilice, se debe lavar bien y dejarla fermentar durante 10 días
aproximadamente, y así húmeda, usarla para preparar el sustrato.

b)    Suelo. El suelo a utilizar en las mezclas debe ser imprescindiblemente,


de la capa vegetal (los primeros 30 cm), pues en ella se encuentran la mayor
actividad biológica y la mayor cantidad de elementos nutrientes, en forma
asimilable. El contenido de arcilla en el suelo, deberá ser de medio a bajo.
Esto quiere decir que en las mezclas siempre se colocarán en baja
proporción los suelos negros y de drenaje deficiente, ya que transfieren
estas propiedades a los sustratos.

c)    La fertilidad del suelo, expresada, en este caso, por el contenido de


fósforo y potasio, deberá ser de media a alta, e tal forma que en la mezcla
existan cantidades suficientes dé fósforo y notaste y otros nutrimentos para
las plantas. Si el suelo disponible está en los rangos de alcalino o ácido, los
materiales acompañantes se deben escoger, con mucho cuidado, de manera
que bajen o suban el pH.

d)    Aserrín de coco o virutas (aserrín) de madera. Estos materiales son de


lenta descomposición, poseen baja densidad, buen drenaje y, por tanto,
favorecen una buena aireación en la mezcla. No es recomendable el aserrín
de madera de pino sin extraer la resina, ni el procedente de maderas rojas.
En caso de que sea lo único disponible en la zona para la preparación de
sustratos, pueden ser sometidos al lavado intenso y fermentación algún
tiempo, de manera que liberen los fenoles que pueden causar daños a las
plantas.

Procedimiento para realizar la mezcla

            Conocidas ya las características, propiedades y requisitos que debe


tener un sustrato, es conveniente tratar las combinaciones de los materiales
y sus proporciones. Las cantidades de cada componente en la mezcla
suelen ser muy variadas y se pueden citar miles de combinaciones
diferentes, con buenos resultados. Sin embargo, existe un principio básico,
demostrado por numerosas investigaciones, según el cual la materia
orgánica deberá ocupar siempre el 75 % ó 3/4 partes del volumen total y el
valor mínimo está fijado en 50% o 1/2 para obtener altos rendimientos de
forma estable.

            La cantidad total de la materia orgánica calculada debe estar


constituida por una mezcla de origen animal y vegetal, algunos ejemplos que
se pueden citar son:

Cáscara de arroz
Estiércoles de todo tipo
Gallinaza Cáscara de café

Humus Aserrín

Cachaza Con Turba

Otros. Otros.
 

            Para el uso de los materiales que aparecen en la segunda  columna,


se debe tener en cuenta que aportarán pocos nutrimentos y que su elección
y cantidad estarán basadas en el aseguramiento de las propiedades físicas
que deben tener los sustratos. Tomando en cuenta esto, la cantidad que se
debe mezclar no deberá ser superior a 15 ó 20 % del volumen total.

            El otro componente esencial de un sustrato es el suelo. De acuerdo


con las características que debe tener para su elección, explicadas con
anterioridad, la cantidad presente en la mezcla no deberá exceder de 25 %
del volumen 27 total como valor óptimo y de 50 % como mínimo. Sin
embargo, en aquellas áreas donde el suelo predominante o disponible
corresponde a los negros y muy arcillosos, la proporción en la mezcla deberá
ser baja y habrá que aumentar un tanto otros materiales.

            A su vez, cuando se dispone de suelos de baja fertilidad o muy


lixiviados habrá que elegir un material orgánico muy rico en nutrimentos,
como el humus de lombriz, por ejemplo, para que así se equilibre su
pobreza.

            El pH del suelo determina la materia orgánica que se debe usar. Si,
por ejemplo, un compost basado en hojas es ácido, se podrá usar en un
suelo alcalino. Por el contrario, si el suelo es ácido, entonces la materia
orgánica podría ser estiércol o cachaza que, en ocasiones, presentan pH
alcalinos.

            Todo esto indica que en materia de mezcla y de proporciones, no se


debe descartar ningún tipo de suelo, sino conocer y manejar sus
características y propiedades, de manera que se logre utilizarlo
correctamente.

Conservación de la fertilidad en los sustratos

            El cultivo de hortalizas en organopónicos implica una intensidad en el


tiempo, para lograr altos rendimientos anuales, con buena calidad de la
cosecha. Esta premisa indica que se debe mantener el sustrato con alta
fertilidad y propiedades físicas de porosidad, retención de agua y aireación,
capaces de mantener estables los rendimientos. Estas condiciones se logran
en las mezclas cuando se preparan por primera vez, pero en la medida en
que se desarrolla la explotación, las condiciones pueden variar.

            Las investigaciones indican que, al cabo de 2 a 5 ciclos de cultivo


continuos, los valores de fósforo y potasio pueden bajar hasta la mitad, para
el primero y hasta en 3 veces, para el segundo. Igual ocurre con el contenido
de materia orgánica fácilmente degradable, que puede variar desde 45 % al
inicio, hasta 15 a 20 % después de 2 años sin aplicaciones sistemáticas.

            Este fenómeno se ve reflejado, directamente, en el rendimiento y se


reportan disminuciones, en tomate, de 7,5 kg/m2 hasta 3,5 kg/m2 al cabo de
3 siembras sin aplicación de materia orgánica adicional.

¿Qué se puede hacer para mantener la fertilidad y los rendimientos


estables?

1)    Aplicación de enmiendas orgánicas


2)    Prácticas fitotecnias.

1.    Aplicación de enmiendas orgánicas:

            Constituye una buena opción para mantener estables los


rendimientos de los cultivos y también para mejorar las condiciones de
fertilidad y propiedades físicas de los sustratos.

a)    Materia orgánica. Las aplicaciones se pueden hacer una vez en el ano,
en cantidad aproximada de 10 kg/m2 equivalente a una capa de 2 cm de
grosor. También se pueden hacer fraccionadas, es decir la cantidad total de
(10 kg/m2) en cada cosecha que se recoja o cada 2 o 3 cosechas. En fin, lo
importante está en no dejar más de 6 meses sin aplicar alguna cantidad de
materia orgánica.

b)    Cenizas. Las cenizas procedentes de la combustión lenta de la cáscara


de arroz, mezcladas con 0,6 kg/m2 de humus de lombriz, aplicadas después
de 3 cosechas sucesivas, son una buena opción.

c)    Raquis de plátano. El raquis de plátano triturado, en dosis de 2 kg/m2


sobre el cantero e incorporado en los primeros 10 cm. constituye una forma
de aportar nutrimentos al sustrato, sobre todo, potasio.

d)    Mezcla de aserrín con estiércol. Estos componentes, en proporción de


75 % de estiércol y 25 % de aserrín, bien mezclados e incorporados en
cantidad de un tobo de 18 litros/m2 de cantero, forman parte del
mejoramiento de los canteros en los organopónicos.

e)    Humus de lombriz. Constituye una fuente de materia orgánica de alto


contenido de nutrimentos y portador de sustancias bioestimuladoras, que
favorecen el crecimiento vegetal, y proporcionan mejores rendimientos. En
dosis de 0,6 kg/m2 de cantero /año resulta una buena opción.

f)     Aplicación de biofertilizantes y estirnulador es no contaminantes:

          f .1. Micorrizas. El inoculo formado por esporas más raíces infestadas
con hongos formadores de micorrizas arbusculares, favorece el           
desarrollo de los cultivos.

            f.2 .Azotobacter. Se aplica foliarmente, a razón de 2 L de Azotobacter


por 16 L de agua, en la etapa de crecimiento rápido. También puede   set-
suministrado directamente al sustrato de 2 o más años de         explotación,
a razón de 4 mUm2 solo o mezclado con Fosforina    (mezcla de fósforo +
micorrizas), en cada cultivo que se va a sembrar.

            Además de estas adiciones, la fertilidad de los sustratos y suelos se


puede complementar aplicando sustancias de carácter orgánico, las cuales
potencian el rendimiento de los cultivos, con normas definidas para cada
caso, como sucede con el Biodrive (Aminocomplex).

2. Medidas fitotécnicas

            Entre las medidas fitotécnicas que favorecen el mantenimiento de la


fertilidad está la rotación de cultivos: la planta "reponedora" (leguminosa) se
siembra con anterioridad a aquellas plantas de gran poder de extracción de
los nutrimentos del suelo (gramíneas y otras), favoreciendo, demás, el
enriquecimiento en nitrógeno del sustrato. Mantener la superficie del sustrato
cubierta con la planta "reponedora" (leguminosa) también favorece la
conservación del sustrato, de manera que el impacto de las gotas de agua
de lluvia no lo erosionen, además de que evita la incidencia directa del sol, lo
cual contribuye a evitar la evaporación y la formación de la costra en la
superficie del suelo después del riego o de la lluvia.

            Las prácticas fitotécnicas más usuales son la asociación y el


intercalamiento de cultivos.
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