Universidad de Los Andes

Facultad de Humanidades y Educación

Departamento de Historia del Arte

Escuela de Letras

Autora: Carrillo, Mariangel C.I. 26.788.955

Prof. Urbina, Neida

Asignatura: Estética I

El Arte Arcaico y su división según Tatarkiewvicz

El periodo arcaico en la Antigua Grecia se halla caracterizado por una serie de eventos
que empiezan por la conquista de los dorios en el siglo XII hasta el siglo V, y que se
divide en dos fases: en la primera dominaban las relaciones primitivas, es decir, el
tiempo más antiguo de la región; mientras que, la segunda abarca entre los siglos VII y
VI hasta inicios del siglo V, es aquí donde se vislumbran los cimientos de la cultura
griega en su esplendor, desde lo científico y político hasta lo artístico y el germen del
pensamiento estético.

Grecia fue habitada por diferentes tribus en su historia, pero las que fundaron como tal
este territorio fueron los dorios y jonios. Entre ambas existían diferencias, tales como
que los dorios practicaban un gobierno aristocrático mientras que los jonios se
inclinaban por la democracia. La dualidad entre las tribus se manifestó durante mucho
tiempo y sobre todo, que es lo que compete en este texto, en su arte y la teoría de éste,
es decir, en sus representaciones artísticas y lo que trataban cada una de ellas. A su vez,
su situación geográfica, social y religiosa contribuyó al desarrollo de tales
manifestaciones.

Así pues, a través del presente texto se va a desarrollar y explicar la división del Arte
Arcaico de la Antigua Grecia, por ello, es importante ubicarse en el contexto que se
presentaba en la época para tener una aproximación de los sucesos que marcaron a la
cultura y por supuesto, al arte.
A partir del siglo VI a.C. los encargados de escribir sobre la teoría del arte eran los
poetas, cuyas opiniones estéticas se dedicaban a cómo entendían la belleza. El arte del
momento se trataba de conjuntos que no se podían ver por separado, sino como una
unidad. Por ello, se dividía en dos conjuntos: el arte expresivo y el arte constructivo. En
el primero se encuentran la poesía, la música y la danza; y en el segundo, la
arquitectura, la escultura y la pintura. El primer conjunto fue denominado por Tadeusz
Zielinski como “triúnica choreia”, cuya palabra “choreia” proviene del coro, que en este
caso se define como una danza colectiva; esto se debe a que la danza se fusionaba junto
con la música y la poesía, formando un solo arte que expresaba los sentimientos e
instintos del hombre mediante movimiento, sonidos, palabras, melodías y ritmo.
Mientras tanto, el esqueleto del segundo conjunto se hallaba en la arquitectura que, a su
vez, era reforzada por la escultura y la pintura.

La primera “choreia” de los griegos era de carácter expresivo, o así de esa manera lo
expresa Arístides Quintiliano, quien anuncia que en este tipo de arte las personas lo
practicaban como una forma de proporcionarse alivio. Este alivio o purificación era
conocido para los griegos como “katharsis” que apareció siempre en relación con la
función del arte. Antiguamente la danza cumplía con el papel más importante, debido a
las creencias de que los danzantes y cantores eran considerados como los que
experimentaban las emociones, y su arte se hallaba inserto dentro de los ritos y los
misterios.

Otra característica que le dio Arístides al arte expresivo fue la “mímesis” o imitación,
cuyo origen probablemente proviene del culto dionisiaco, y segundo término que
apareció en la estética de los griegos, después de la “katharsis”. La “mímesis” se
aplicaba a la danza y significaba según palabras del filósofo Tatarkiewicz (): “… La
manifestación de sentimientos, el hecho de expresarse, la exteriorización de
experiencias vividas mediante gestos, sonidos y palabras…”, función que se le aplicaba
o daba únicamente al actor, posteriormente vino la música, la poesía y las artes
plásticas.

Sin embargo, las primeras danzas rituales expresaban sentimientos, es decir, no eran
imitativas y no contaban ni con música ni poesía. Estas últimas se desarrollaron luego
como artes independientes fuera de la “triúnica choreia”, pero antiguamente la poesía no
se consideraba como un ente individual. A partir de entonces se fundó la primera teoría
de los griegos, en la cual interpretaban a la poesía y la música como formas expresivas y
emotivas. La “choreia” al estar vinculada con el culto y la magia, anunció que la poesía
era el encantamiento, y además habló sobre el origen del arte, explicando que se trataba
de una expresión natural del hombre, siendo indispensable, y por lo tanto, constituía una
manifestación de su naturaleza. También se debe destacar la aparición de un dualismo
entre la poesía, la música y las artes plásticas.

Ahora bien, ya habiendo discutido lo que es la “triúnica choreia”, la “katharsis” y la

“mímesis”, puede decirse que todas participan entre sí y que forman partes esenciales de
los principios de la poesía primitiva griega. Por ello, para continuar con el desarrollo de
los elementos del tema, se ahondará en las próximas líneas acerca de la música y sus
relaciones con la danza, el culto y la poesía, además de mencionar y explicar sus
características: el ritmo y el nomos.

Primero que todo la música se alejó relativamente temprano de la “triúnica choreia” y

ocupó el puesto principal de arte expresivo, en el cual era capaz de expresar los
sentimientos en relación con la religión y el culto. De esa manera surgieron distintos
tipos de música para el repertorio de dioses existentes, y aunque fue introducida en
fiestas profanas la música seguía manteniendo relación con la religión, por ser
considerada como un don de los dioses, atribuyéndole cualidades y poderes mágicos. Se
cree que su origen se dio en la era arcaica y se asociaba a Terpandro, quien había vivido
en Esparta en el siglo VII. Su función había sido la creación de las normas de la música,
es decir, los griegos creían que su origen se había dado al momento en que se
establecieron sus normas, a las cuales llamaron nomos, que quiere decir, ley. El nomos
de Terpandro consistía en una melodía monódica compuesta de siete partes, más tarde
Taletas de Gortina introdujo algunas modificaciones.

La música nunca dejó de estar sujeta a las normas que iban cambiando con el tiempo.
Entre sus características se puede añadir que eran uniformes e iguales tanto para el
compositor como para el ejecutante. Pero la diferencia está en que el compositor estaba
más limitado que el ejecutante, debido a que el primero mostraba un esbozo de la obra y
el segundo la complementaba. Pero, la libertad de su composición quedaba limitada, por
supuesto, a las normas vigentes.

Al momento de considerarse a la música como un arte individual seguía manteniendo

un vínculo con la danza. La palabra griega “choreuein” tenía dos significados: 1. Danzar
en grupo y 2. Cantar en grupo. La “orchestra”, lugar del teatro donde se ubicaban los
cantores viene de “orchesis” que a su vez, significa danza. Incluso el cantor tocaba la
lira mientras el coro lo acompañaba danzando, por ello se consideraba a la danza más
como música que como danza. No obstante, lo esencial entre ambas artes era el ritmo.

Los instrumentos usados eran poco audibles, lo que afianzaba el hecho de haber sido
usados únicamente como acompañamiento. Tales instrumentos eran la lira y la citara.
De Oriente importaron instrumentos de viento como el aulós que ocupó el puesto
principal en el culto al dios Apolo, además empleado en el drama y la danza, mientras la
lira acompañaba los sacrificios, las procesiones y la educación. Ambos se consideraban
tan diferentes que no los mencionaban participes de una sola música sino que existían
clasificaciones como la música “citarística” y la “aulética”, dichas por el mismo
Aristóteles. Al momento de componer los griegos sólo hacían melodías unísonas ya que
se regían por la teoría de la consonancia, la cual creían surgía cuando los sonidos se
compenetraban hasta el punto en que se hacían indistinguibles. Es de tal forma que el
ritmo dominaba a la melodía y a su vez, mantenía unida a la poesía y a la danza.

Es lógico que la danza primitiva también formara un vínculo con la poesía, sucedía
porque no había otra poesía que la cantada ni otra música que la vocal. Como ejemplo
de ello se halla el ditirambo, cuya forma era tanto de la poesía como de la música, y
entre los poetas que se pueden mencionar están Simónides y Arquíloco, quienes eran
músicos y también poetas. Sin embargo al principio, el canto no tenia acompañamiento,
dice Plutarco que en el siglo VII Arquíloco es el responsable de añadirlo.

En cuanto a la poesía, se cree que su origen se dio entre los siglos VIII y VII, con la
Ilíada y la Odisea, respectivamente. Se trataba de la primera poesía escrita en Europa y
se basaba en la tradición oral. Pronto, fue rodeada con una leyenda; sus creadores
habían perdido sus rasgos individuales. El nombre de Homero en aquella época era lo
mismo que “poeta”, era venerado como un semidios y consideraban sus obras como
sagradas. Con estas obras nacieron las primeras reflexiones de los griegos sobre la
belleza y la poesía. Aun la poesía no se había separado completamente de la “choreia”,
por lo tanto, se cultivaba junto con la música y se desarrollaba en prosa y relacionada a
su vez, estaba relacionada igual que la música con la religión y el culto, por lo que
mantenía un carácter público, social, colectivo y estatal. Este tipo de poesía se hacía de
manera cantada y hablada.
Ya fuese de carácter ritual o colectivo, era una expresión de los sentimientos y de
fuerzas sociales como un arma en la lucha social, más que de sentimientos personales.
Ejemplo de ello es que algunos poetas la utilizaron al servicio de la nueva democracia
mientras otros la usaban para recordar el pasado. Esto último generaba un
distanciamiento entre la poesía y el pueblo, por acercarlos a un mundo ideal.

“La forma en cómo se concebía la poesía en el periodo arcaico ayuda al historiador de la

estética a entender el arte en una época en donde todavía no se habían formulado
concretamente ideas estéticas, y además demuestra un arte relacionado con el culto y la
religión, como un producto público capaz de servir a fines sociales, pero a su vez,
alejado de la vida. Aunque para los antiguos estetas griegos esta poesía constituía un
modelo a la hora de formular ideas y definiciones de lo bello y del arte.”

Entonces tanto la música, la poesía y la danza se concebían como formas primitivas y

naturales del hombre mediante las cuales expresaban sus sentimientos, cosa que no duró
para siempre, ya que en el momento en que se originaron teorías sobre cada una de
ellas, y con el inicio de la estética antigua, tal periodo concluyó.

Al principio de este trabajo se mencionó el conjunto de arte constructivo compuesto por

la arquitectura, la escultura y la pintura que se hayan alejadas de lo que es la poesía, la
música y la danza, y constituyen lo que se denomina como los principios de las artes
plásticas. A diferencia de las artes expresivas, la arquitectura, pintura y escultura tenían
una función contemplativa, aunque según palabras de Tatarkiewicz (): “… Aunque
pertenecían al mismo pueblo y a la misma época, el historiador advierte que, a pesar de
las diferencias, tenían también rasgos comunes a los que los mismos griegos no
prestaban atención alguna…”

Entre los siglos VIII, VII y VI no se dio únicamente la poesía sino que también nació
una arquitectura que alcanzó en poco tiempo la perfección y que se hallaba inspirada en
la arquitectura egipcia y del Norte. En el momento en que se apartó de las influencias
extranjeras se desarrolló conforme a la propia lógica griega, elaborando una técnica que
les permitiera alcanzar sus objetivos, y sobre todo manejaron perfectamente la técnica
de labrar la piedra. Primitivamente usaban materiales como la piedra caliza y la madera,
pero ya a partir del siglo VI empezaron a usar las piedras preciosas y el mármol. De la
misma forma que la poesía, su arquitectura estaba vinculada con la religión y el culto,
hecho que se manifestó a través de la construcción de templos.
Tanta importancia no tenía la escultura por no tener una evolución tan rápida como la
arquitectura y también por no ser muy independiente. Sin embargo, algunos rasgos
característicos de los griegos se revelaron en ella, llegando a ser más acentuados que en
la propia arquitectura. Al igual que esta última, también estaba relacionada con el culto
y se limitaba a estatuas de dioses y a la decoración de templos, como los frontones y
metopas. Pasado algún tiempo empezaron a esculpir al hombre como tal, primero a los
muertos y después a personajes ilustres, en especial a los vencedores de la lucha libre y
de los juegos olímpicos.

Esta vinculación entre escultura y religión no representaba al mundo de los hombres,

sino al de los dioses. El culto era antropomórfico al igual que la escultura, representaban
de tal forma que llegó a ser una escultura antropocéntrica. Las estatuas seguían un
esquema general por no transmitir ninguna característica importante en los rostros, sino
que antes se la daban al cuerpo. Es por ello que se guiaban por la imaginación
geométrica que por la observación de la escultura orgánica de los cuerpos, cosa que
absorbieron de los pueblos orientales.