Socavacoin Tesis
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FACULTAD DE INGENIERÍA
Máster en Ingeniería Civil con Mención en Ingeniería Vial
Felipe, E. (2016). Socavación producida por el río Huallaga al puente Colpa Alta en
la provincia de Huánuco, utilizando los Métodos de Artamanov, Straub y Maza,
en el HEC-RAS (Tesis de Máster en Ingeniería Civil con Mención en Ingeniería
Vial). Universidad de Piura. Facultad de Ingeniería. Lima, Perú.
POR EL RÍO HUALLAGA AL PUENTE COLPA ALTA EN LA PROVINCIA DE HUÁNUCO, UTILIZANDO LOS MÉTODOS DE ARTAMANOV, STRAU
Tesis para optar el grado de master de Ingeniería civil, con mención en Vial
Esta tesis presenta la aplicación de los Métodos de Artamonov, Straub y Maza como
más prácticos y sencillos para calcular la socavación producida por el río Huallaga al
puente Colpa Alta en la provincia de Huánuco valiéndose de los parámetros hidráulicos
obtenidos en el programa HEC-RAS. El propósito es el de exponer en una forma
sencilla, lo aprendido durante la etapa en que se desarrolló la maestría en Ingeniería
Vial, con la aplicación de las normas fundamentales que rigen el cálculo hidráulico.
Con el presente trabajo de investigación se quiere presentar una guía para el cálculo de
socavación de puentes mediante la aplicación de los Métodos de Artamonov, Straub y
Maza.
Se recomienda que los estudiantes y profesionales de Ingeniería Civil que utilicen esta
tesis, la complementen con observaciones directas hechas en la construcción de puentes.
Resumen
Págs.
Tablas
Figuras
Capítulo 1
Planteamiento del problema
Fuente: Edgar E. Muñoz Díaz (1993), Causas del colapso de algunos puentes en Colombia.
Según algunos estudios estadísticos a nivel mundial, la principal causa de fallos en los
puentes corresponde a problemas asociados con la interacción entre estructura e
1
http://www.ingenieriarecursoshidricos.com/hidraacuteulica-de-puentes/socavacin-en-puentes
2
Edgar E. Muñoz Díaz (1993), “Causas del colapso de algunos puentes en Colombia”,
Publicación Semanal de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad
Javeriana, V.6, fase 1, p. 33 – 47
18
3
MUÑOZ, E. (2004), “Socavación de puentes”, Revista Infraestructura vial, Colombia.
4
SEAURZ, A. (2006) “Dimensionamiento hidráulico optimizado de puentes con
terraplenes”, Piura, Perú, Tesis de Maestría Universidad de Piura.
19
Se concluyó que el puente colapsó producto de la gran socavación bajo la pila n°3. La
fundación de la pila estaba apoyada sobre suelo erosionable, consistente en capas de
grava, limo y arena. Esto permitió que las altas velocidades del flujo penetraran en los
estratos del suelo. La zona izquierda alrededor de la pila no fue relleno de escollera, en
su lugar se colocó relleno de suelo erosionable y sobre ella escollera. Por esta razón, las
causas que determinaron el fallo fueron principalmente la inadecuada escollera de
protección, con falta de inspección y mantenimiento.
Las investigaciones demostraron que el proceso de socavación en las pilas comenzó
poco después que el puente fuese construido. En el momento del colapso la parte baja
de la pila n°3 cayó en un agujero de aproximadamente 3 metros de profundidad. Los
investigadores estiman que aproximadamente de 7.5 a 9 metros de pilas fueron
socavados.
Según el informe realizado por el Colegio de Ingenieros del Perú sobre el Fenómeno “El
niño” 97-98, la mayoría de los puentes colapsaron por problemas de socavación del
lecho del rio, lo que ha ocasionado que las fundaciones se inclinen o colapsen
totalmente, este tipo de errores es ocasionado por falta de estudios de Hidráulica y por
presiones de hacer obras de bajo costo.
Como consecuencia de las intensas lluvias ocurridas durante El Fenómeno “El Niño” de
1998 en el Perú, en sólo los primeros 3 meses de ese año 68 puentes fueron destruidos,
13 de los cuales no tenían más de 14 años de antigüedad, y ocho de ellos fueron
construidos en los últimos cinco años previos a “El Niño” 5 (ver fig. 1.6). Los mayores
daños se produjeron en la costa norte del país, en los departamentos de Lambayeque,
Piura y Tumbes. Tan sólo en la ciudad de Piura, dos de los cuatro puentes existentes
colapsaron; el puente Bolognesi sucumbió en las aguas del río Piura (murieron 3
personas, y desaparecieron 10), demostrando la vulnerabilidad hidráulica de nuestros
puentes que simplemente no están diseñados para soportar este tipo de caudales
producidos por las lluvias ya sea porque no son suficiente o adecuadamente largos, o
porque sus estribos y pilares no son bastante profundos y el nivel del tablero no es
suficientemente alto.
5
HELBERG, Kristin (1998) “Del puente de la tragedia”, Revista Caretas N°1508, Lima - Perú
22
El 1ro. de marzo de 1998 en Chiclayo, el puente Reque colapsó a las 10:00 am, el pilar se
paralizo con un caudal de 300 m3/s, valor menor que aquel registrado el 14 de marzo el
cual fue de 1996 m3/s.
Hasta el año 2012, el Perú cuenta con aproximadamente dos mil doscientas veintisiete
estructuras de puentes en las carreteras de la red vial nacional (23 072 km )6
6
PROVIAS NACIONAL – MTC, “Programa 2012-2020 – programa puentes”.
23
El problema del ingeniero es determinar la tendencia del cauce durante la vida útil de la
estructura. Si las acciones son antiguas y el proceso está en curso, pueden existir signos
acerca de los cambios y también hay algunos datos históricos que dan información
importante sobre la magnitud y ritmo de la socavación los cuales pueden ser más
valiosos que cualquier otra clase de estimación basada en información y métodos
inciertos. Los cambios a largo plazo se deben a modificaciones en la corriente o en la
cuenca de drenaje, por lo que el ingeniero debe evaluarlos y tratar de predecir su
influencia sobre la estabilidad del cauce en el sitio del puente basándose en información
existente en entidades relacionadas (información de los habitantes, reportes de puentes
en la vecindad, secciones transversales en la zona, secciones de calibración para
mediciones hidrológicas).
Realizar predicciones de los cambios del lecho a largo plazo implica el uso de modelos
físicos y herramientas computacionales como el HEC-RAS, paquete de análisis
hidráulico capaz de realizar cálculos de los flujos de la superficie del agua, cálculos de
flujos uniformes y variados, transporte de sedimentos, etc.
¿En qué medida los Métodos de Artamonov, Straub y Maza serán más prácticos para
calcular socavación, valiéndose de los parámetros hidráulicos obtenidos en el programa
HEC-RAS, producido por el río Huallaga al puente Colpa Alta en la provincia de
Huánuco en el año 2015?
1.4.1 Justificación
1.4.2 Importancia
Capítulo 2
Fundamento teórico
La mayor parte del agua de las crecientes que llevan las corrientes se origina como
escurrimiento y proviene de las laderas vecinas. El agua que se mueve sobre sus superficies
produce erosión de los materiales de las pendientes laterales del río y dan origen a parte del
material que es transportado en el cauce. Los escurrimientos o escorrentías superficiales que
fluyen como una lámina de agua o en canales someros, muy juntos entre sí, llamados
arroyuelos o cárcavas, son algunas veces suficientemente poderosos para vencer la resistencia
del suelo a
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la erosión y transportar una gran cantidad de material pendiente abajo hacia los cauces de los
ríos. El agua lodosa que escurre de un campo arado o de una pendiente recién nivelada durante
una lluvia abundante es un ejemplo familiar de la fuerza erosiva de la escorrentía.
Aunque la importancia de la erosión de las laderas a causa del agua que escurre en la
superficie pasa con frecuencia inadvertida, desempeña un papel importante en el proceso
general de erosión.
El área total que es cubierta por los cauces de las corrientes es sólo una proporción muy
pequeña de la superficie total del terreno drenado por tales corrientes (puede ser < 1%), sin
embargo, los mecanismos de transporte de sedimentos en el cauce son los más destacados.
El agua que fluye a lo largo de los cauces de los ríos realiza varios trabajos: erosiona el cauce
del río, profundizándolo y/o ampliándolo; transporta sedimentos, y deposita sedimentos. Dicha
erosión, a su vez, depende de la cantidad de agua, de la forma y tipo de cauce y del gradiente
de la corriente. Una corriente gasta su energía de varias maneras: la mayor parte se consume
en la fricción del agua sobre el cauce y entre partículas del fluido. La energía de la corriente
que queda para la erosión y transporte de material es relativamente escasa. La acumulación de
sedimentos tiene lugar cuando disminuye la energía y la corriente no puede mover por más
tiempo el material que ha estado trasladando.
El material que una corriente levanta directamente de su propio cauce (o que es aportado por
la escorrentía de las laderas, por sus tributarios o por los movimientos en masa) se mueve
corriente abajo hacia su meta final: el océano.
Tres clases de materiales se distinguen en un cauce natural considerando únicamente la
resistencia que ofrecen a ser transportados por una corriente: materiales no cohesivos o
granulares, materiales cohesivos y rocas.
El material granular está formado por partículas sueltas. La fuerza que un líquido debe hacer
para mover las partículas está en función del peso de cada partícula y del coeficiente de
fricción interna. El material cohesivo está formado por partículas muy pequeñas que ofrecen
resistencia al flujo de agua. Se necesitan velocidades de corriente más altas para erosionar
partículas más pequeñas del tamaño de arcilla y limo, ya que la fuerza de cohesión que impide
el transporte de las partículas por una corriente es considerablemente mayor que el peso de la
partícula, pero una vez que esta fuerza es vencida, la partícula se puede comportar como si
fuera granular y es transportada fácilmente en suspensión debido a su peso y tamaño
reducidos. El material rocoso usualmente no es movido o trasladado por una corriente de agua
durante el tiempo de vida de una estructura. El material rocoso puede comportarse como
granular si está fracturado y la energía del flujo es muy alta.
Un río es una corriente natural de agua que fluye con continuidad. Posee un caudal
determinado, rara vez es constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en
otro río, en cuyo caso se denomina afluente. La parte final de un río es su desembocadura.
Algunas veces terminan en zonas desérticas donde sus aguas se pierden por infiltración y
evaporación.
Según la geometría en planta que adopta la corriente, se pueden clasificar los ríos en tres tipos
básicos: rectilíneo, meándrico, y anastomosado (braided en inglés). Los parámetros utilizados
para esta clasificación son la sinuosidad (sinuosidad de un río) y multiplicidad. Esta última
depende del número de barras que divide la corriente en varios brazos.
2.3.1.1 Rectilíneo
Estas corrientes se caracterizan por una sinuosidad baja (menor a 1,5) y multiplicidad 1, es
decir, un único canal. Son muy inestables, tendiendo a evolucionar a otros tipos de río. Tienen
caudal de alta energía y gran capacidad erosiva.
El río Waimakariri en la isla del sur de Nueva Zelanda es un buen ejemplo de río
anastomosado. Estas corrientes presentan canales múltiples y tienen gran capacidad de
transporte y sedimentación. Poseen menor energía que las corrientes rectilíneas por lo que, al
encontrarse con obstáculos, tienden a modificar su trayectoria adecuándose al relieve y a los
sedimentos en el fondo del cauce. Es así como la deposición en el fondo de sedimentos de
granulometría heterogénea durante la época de aguas bajas vienen a ser, la principal
responsable de la división del cauce en estos canales anastomosados, es decir, que están
divididos dentro del propio cauce. A medida que se van estabilizando las islas de sedimentos,
puede llegar a desarrollarse en ellas una vegetación pionera primera y más estable después,
aprovechando la dotación de agua que proporciona el propio río.
2.3.1.3 Meándrico
Este tipo de río tiene sinuosidad alta (mayor a 1,5) y canal único. Su característica principal es
la unidad geométrica llamada meandro, que es una curva completa sobre el canal, compuesto
por dos arcos sucesivos. En contraste con los dos tipos anteriores, las corrientes fluviales
meandriformes combinan un carácter erosivo (generalmente, en la parte cóncava de la curva o
meandro) y sedimentario (en la orilla convexa). Estas diferencias se deben, como es obvio, a la
distinta velocidad de las aguas en las dos orillas.
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2.3.2.1 Perennes
Estos ríos están formados por cursos de agua localizados en regiones de lluvias abundantes
con escasas fluctuaciones a lo largo del año. Sin embargo, incluso en las áreas donde llueve
muy poco pueden existir ríos con caudal permanente si existe una alimentación freática
suficiente (es decir, de aguas subterráneas). La mayoría de los ríos pueden experimentar
cambios estacionales y diarios en su caudal, debido a las fluctuaciones de las características de
la cobertura vegetal, de las precipitaciones y de otras variaciones del tiempo atmosférico como
la nubosidad, insolación, evaporación o más bien, evapotranspiración, etc.
2.3.2.2 Estacionales
Estos ríos y ramblas son de zonas con clima tipo mediterráneo, en donde hay estaciones muy
diferenciadas, con inviernos húmedos y veranos secos o viceversa. Suelen darse más en zonas
de montaña que en las zonas de llanura.
2.3.2.3 Transitorios
Son los ríos de zonas con clima desértico o seco, de caudal esporádico, en los cuales se puede
estar sin precipitaciones durante años. Esto es debido a la poca frecuencia de las tormentas en
zonas de clima de desierto. Pero cuando existen descargas de tormenta, que muchas veces son
torrenciales, los ríos surgen rápidamente y a gran velocidad. Reciben el nombre de wadis o
uadis, a los cauces casi siempre secos de las zonas desérticas, que pueden llegar a tener
crecidas violentas y muy breves.
2.3.2.4 Alóctonos
Son ríos, generalmente de zonas áridas, cuyas aguas proceden de otras regiones más lluviosas.
El Nilo en Egipto siempre se ha tomado como ejemplo de este tipo de ríos. También el
Okavango, otro río africano que termina en un amplio delta interior en una cuenca endorreica
de clima relativamente seco. Asimismo, muchos otros ríos en todas partes del mundo.
2.3.3.1 Torrencial
Esta etapa se presenta en regiones montañosas, donde empieza el crecimiento del cauce del río
al unirse varios tributarios. En esta etapa las corrientes de agua son agentes de erosión debido
a
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las altas pendientes del terreno por el que discurren; asimismo el valle por el cual fluyen es
bastante estrecho. Cuando un cauce natural profundiza o socava en suelos y rocas blandas, lo
hace en forma de V, o en forma de U alargada y angosta en rocas duras, dependiendo desde
luego, de la estratificación. La característica principal en esta etapa, tanto de corriente
principal como de sus afluentes, hacia la cabecera, son las cascadas y las rápidas.
En esta etapa, con relación a la hidráulica del flujo y la dinámica del cauce se presentan
condiciones de régimen torrencial o supercrítico (número de Froude > 1), caracterizado por
tener una cuenca reducida, valles estrechos, perfil longitudinal irregular y pronunciado,
caudales pequeños a moderados en estiaje y, por último, la ocurrencia de picos de crecientes
considerables en el periodo lluvioso.
En las zonas montañosas cada corriente posee una cuenca de drenaje o cuenca receptora que
por lo general tiene forma de embudo, con laderas de alta pendiente que ocasionan la
concentración rápida de las aguas en un punto central donde comienza la garganta. Es la
región más alta del cauce, de la cual proviene un alto porcentaje del material que se transporta
en el lecho mediante acarreo. En esta cuenca receptora pequeñas quebradas se van uniendo a
otras mayores que confluyen en la corriente principal. Al final de la cuenca receptora se
localiza la garganta, canal por el cual corren hacia la parte inferior de la montaña (el
piedemonte) las aguas captadas en toda la cuenca montañosa; en la mayoría de los casos se
presentan orillas abruptas e inestables. Es aquí donde se manifiesta con toda su intensidad el
carácter torrencial, debido a la pendiente longitudinal fuerte e irregular que, a su vez, origina
altas velocidades durante las crecientes. Es natural que en este tramo del cauce se encuentren
materiales de todos los tamaños, unos que proceden de la cuenca receptora y quedan
depositados durante el descenso de las avenidas u otros que son producto de deslizamientos en
las laderas de las márgenes o de desprendimientos de las partes altas debidos a fenómenos de
meteorización. Con frecuencia se observa el efecto de socavación o pérdida de soporte en la
pata de depósitos de tipo coluvial que ocupan valles inclinados, casi siempre recostados sobre
la componente débil de una formación de rocas sedimentarias.
En la zona de montaña, con ríos y quebradas que van excavando incisiones cada vez más
profundas, sucede con alguna frecuencia el efecto de avalancha, que consiste en una sucesión
de eventos donde primero tiene lugar el sobre empinamiento de la ladera, que deja los
materiales de meteorización que la conforman en un estado precario de estabilidad. Cuando
ocurren fuertes lluvias se presenta la falla del talud y la masa desplazada taponea
temporalmente el cauce.
Este dique temporal crea un embalse y su nivel crece hasta desbordarlo, logra romperlo y se
genera una onda que arrastra una masa de lodo, roca y vegetación que desciende impetuosa,
con alto poder destructivo. El volumen inicial desplazado aumentará como resultado de la
incorporación de materiales sueltos que se encuentran presentes en la zona por donde se
mueve dicha masa.
El régimen hidráulico de esta zona se define por la pendiente del cauce. En la zona de torrente
(pendiente superior al 6%), correspondiente a la parte más alta de la cuenca, donde se tiene la
más alta capacidad de transporte y erosión. Ante la ocurrencia de eventos extraordinarios
generalmente se presentan condiciones catastróficas tanto para la vegetación como para las
obras de infraestructura, aunque que el terreno no tenga características geotécnicas adecuadas.
En los ríos torrenciales (pendientes entre 1.5% y 6%) las crecientes extraordinarias son muy
peligrosas debido a la gran energía disponible para la erosión y transporte de material de
diámetro grande (mayor de 1 o 2m).
Finalmente, al llegar a una zona de topografía suave, la masa transportada se depositará con
violencia, esparciéndose en forma de abanico.
30
2.3.3.2 Moderada
2.3.3.3 Terminal
Esta etapa se presenta en zonas costeras o donde la corriente va a entregar su caudal a otra
corriente mayor; de esta manera se forman las planicies de inundación y los deltas, que se
forman debido al no disponer de suficiente energía para el transporte de agua y sedimentos por
un solo canal. El río adquiere entonces un carácter distributivo, se divide y subdivide en
cauces menores, al contrario de lo que ocurre en la etapa juvenil, en la cual el carácter es
contributivo.
31
Cuando el río desemboca en el mar y no existe una zona adecuada para la disposición de los
sedimentos, el carácter distributivo se acentúa, el río aumenta su longitud y, por ende, se aleja
la línea litoral.
Los ríos aluviales tienen un lecho constituido por materiales no cohesivos que pueden ser
transportados por la corriente cuando se presentan determinados caudales. Como consecuencia
de diversos factores y circunstancias, inherentes a su naturaleza, los ríos aluviales tienen una
tendencia natural al cambio y a la inestabilidad, la que a menudo se ve agravada por diversos
factores.
Un rio que recorre sobre un material aluvial tiende a modificar su tirante, su ancho, su
pendiente y desarrolla meandros.
Corresponde a un río de fondo y paredes rígidas, con contornos invariables. Con el cambio de
caudal solo tiene la posibilidad de subir o bajar el tirante. La ecuación que se usa es la del flujo
uniforme de Manning, Darcy o Checy.
32
Corresponde a un río con fondo móvil y están limitados en sus desplazamientos laterales por la
presencia de condiciones naturales, cerros, o condiciones impuestas, encauzamientos. Ante un
cambio de caudal estos tipos de ríos adquieren su propio tirante y pendiente de manera que se
requieren dos ecuaciones para obtener pendiente y profundidad de la lámina de agua, una de
resistencia y otra de transporte de sedimentos.
Es cuando el rio puede modificar su ancho, su tirante, su pendiente y su planta del cauce, como
ocurre en los ríos meandros.
En general, en un río sus diferentes tramos alcanzan una cierta condición de equilibrio, es
decir si artificialmente no se modificaron una o varias variables que hayan alterado su
estabilidad, tanto el transporte de agua como el sedimento se ejecutarán más o menos de la
misma forma. El equilibrio entre el caudal del líquido, el transporte del sedimento en el tramo,
las características del material, la geometría de la sección transversal y la pendiente
longitudinal del tramo es importante de tal manera que; si una de estas se modifican
cambiarían las otras y se alcanzaría un nuevo equilibrio.
Cualquier obra construida en el cauce de un río, en su llanura de inundación o en su cuenca
afecta el equilibrio.
Caudal dominante, caudal o gasto formativo, se define como aquel que establece ciertos
parámetros geométricos de cauce, tales como sección transversal o longitudinal de onda de
sinuosidad. También se denomina como caudal que realiza mayor trabajo en el transporte del
sedimento a aquel que llena la sección hasta la parte superior en el que el nivel del agua
alcance la cota del desborde. Este caudal se presenta en promedio dos veces al año o tiene un
periodo de retorno de 1.5 de una serie de caudales máximos anuales.
35
Las causas de las fallas que se generen en los puentes, varían mucho según el tipo de puente y
de río, y pueden ocurrir aislada o simultáneamente. Diversos estudios señalan de un modo
general que entre estas causas las más son principalmente las siguientes:
La corriente pluvial tiene por lo general una dirección predominante, los pilares deben estar
alineados en esa dirección de modo que el ángulo de ataque sea cero. Sin embargo, ocurre
eventualmente que la dirección de la corriente cambia. Esta posibilidad debe ser tomada en
cuenta en el diseño. La influencia del ángulo de ataque sobre la erosión local en el pilar es
muy grande y ha sido estudiado experimentalmente, su fuerte influencia es una de las razones
para preferir los pilares circulares cuya socavación es independiente al ángulo de ataque.
su vez las características morfológicas de los causes, sean trenzados, meándricos o rectos
(Schumm, 1977).
2. 10 Interacción de variables
La morfología de los cauces, tal como ya se mencionó, está determinada en forma directa por
los procesos dinámicos asociados a las variables dependientes, esto es, el caudal líquido (Q W),
la carga o trasporte de sedimentos (WSA) y la pendiente longitudinal del cauce (S). Mediante
trabajos de campo y ensayos de laboratorio, se han confirmado y precisado algunas
observaciones empíricas sobre la morfo dinámica de los cauces.
Los primeros estudios detallados sobre el papel del caudal líquido en la morfología de los
causes los realizaron L. Leopoldo y sus colaboradores en los años cincuenta (Leopoldo et al.,
1964). Ellos demostraron que no solo los ríos aumentan el tamaño de su sección transversal y
disminuyen su pendiente en forma progresiva aguas abajo, sino que la velocidad media se
incrementa también hacia aguas abajo; algo inesperado. Esto último es el resultado de la
reducción de la fricción y de la turbulencia en los causes mayores. Asimismo, Dary (1964)
complemento estas observaciones al demostrar que, a medida se incrementa el caudal, los
meandros aumentan su longitud de onda. De esta manera, el caudal determina la magnitud
de la morfología de los cauces, más no el régimen fluvial o el tipo de morfología del
cauce.
Tomando como referencia los criterios de Schumm (1977), todos los ríos se pueden clasificar
en dos grandes grupos, dependiendo de la libertad para ajustar su forma y su pendiente motriz:
Confinados entre afloramientos rocosos, de tal modo que el material que compone el fondo y
las márgenes determina la morfología del cauce.
El lecho rocoso revela las huellas de la erosión que producen los acarreos del río en forma de
profundos surcos, cuyas paredes laterales son verticales.
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Fuente: Internet
El río fluye en un canal cuyo fondo y márgenes están constituidos por material trasportado en
las condiciones actuales de flujo. En este caso hay libertad para ajustar dimensiones forma,
patrón y pendiente del cauce, en respuesta a los cambios que se produzcan.
Las márgenes y el fondo del cauce están conformados por material transportado por el río.
Esta clasificación tiene la deficiencia de no considerar las dos variables dependientes: caudal
líquido y carga de sedimentos, que tienen gran influencia sobre la morfología de los cauces
aluviales.
El caudal líquido influye en alto grado en el tamaño del cauce, y en la amplitud y longitud de
onda de los meandros, pero por sí solo no ofrece bases para clasificación de cauces a menos
que el tamaño sea lo más importante en un determinado caso, permitiendo una distinción
cualitativa según las características de la descarga, ya sea en cauces perennes o en cauces
efímeros o temporales.
Teniendo en cuenta la carga y el transporte de sedimentos, es posible hacer una
clasificación de los cauces aluviales como canales con carga de fondo, canales con carga
en suspensión y canales con carga mixta.
El conocimiento de las formas que adquieren los ríos, las razones por las cuales adoptan cada
forma en particular, esto es, el estudio de su dinámica, permiten anticipar los cambios
morfológicos generados como resultado de desarrollos urbanos, estudiar la morfología fluvial
que los afecta, así como tomar medidas de control de inundaciones para áreas urbanas, o
ubicar eficazmente las descargas de los colectores de drenaje en los cursos de agua. En tal
sentido, los ríos, variando forma durante su curso, desarrollan patrones que son el reflejo de
los ajustes en los gradientes del canal y en la sección transversal, y parecen estar fuertemente
controlados por la carga de sedimentos, sus características, la magnitud y la naturaleza del
caudal.
La mayoría de los investigadores reconocen tres clases de cauces: rectos, trenzados y
meándricos. Los cauces rectos, al ser rígidos en su definición, no se consiguen en condiciones
naturales, ya que al trasportar sedimentos, tenderán a ser trenzados o meándricos aun
considerándose un cauce estable (figura 2.9).
Schumm prefiere definir dos tipos mayores de sistemas fluviales: los de lecho simple y los de
lecho múltiple.
Esta última designación se refiere a ríos que fluyen como un sistema distributivo, tal como en
una planicie de inundación en las regiones de delta, o en los abanicos aluviales; puede decirse
que un río de lecho múltiple está compuesto de varios de lechos simples, y en cada una de
estos puede presentarse la condición de cause recto trenzado o meándricos. Asimismo
establece que, por lo general, dentro de los lechos simples, los causes rectos son de carga de
fondo y los meándricos son de carga en suspensión o mixta; los trenzados son de carga de
fondo, que en aguas abajo forman islas de sedimentos, algunas de los cuales pueden adquirir
cierta permanencia que permite el desarrollo de la vegetación incluso los asentamientos
humanos.
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El cauce recto produce una sinuosidad muy baja en una distancia de varias veces el ancho de
la sección transversal del mismo. El fondo del cauce es de todas maneras sinuoso y muestra
partes más profundas (pozos), alterando con partes menos profundas donde el flujo tiene
mayor velocidad (rápidos). El flujo y los modelos o patrones de posicionales son similares a
los de los canales meándricos. Los canales rectos pueden cambiar su posición a causa de
acrecimiento o erosión lateral. La erosión se localiza a lo largo de los pozos y la sedimentación
ocurre en playones y barras.
Los cauces rectos son poco comunes y existen solo en distancias cortas, por lo general
inferiores a diez veces el ancho medio del canal. Cuando un río sigue la traza de una falla muy
definida, en terreno montañoso, es probable encontrar tramos rectos de longitud notable.
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El río con cauce trenzado posee varios canales y brazos que se entrelazan y separan dentro del
cauce principal debido a cambios de pendiente longitudinal y transversal, a incrementos
bruscos de la carga aluvial durante las avenidas y a la pérdida de la capacidad de trasporte de
material al disminuir la pendiente o el caudal (Fig. 2.12). Los materiales gruesos se acumulan
en barras o puntas que actúan como obstáculos naturales, desviando la corriente hacia uno o
ambos lados
o taponando brazos. Esto tiene lugar en las crecientes, produciendo inundaciones y el súbito
abandono de un canal para ocupar otro. Al bajar el caudal, quedan islas de sedimentos que,
con el tiempo pueden convertirse también en islas con vegetación permanente, relativamente
hablando.
El trenzado se desarrolla de preferencia en los tramos alto-medio de los ríos y en las corrientes
donde se presentan los abanicos aluviales.
Las barras de lecho de los cauces trenzados están conformadas por material arenoso y grava
gruesa, y tienden a crecer por adición de sedimentos en el extremo de aguas abajo y en los
lados; el extremo de aguas arriba es erosionado en parte. Los materiales que forman las barras
son depósitos residuales, es decir, acumulaciones de los tamaños mayores dado que los más
finos son llevados por la corriente. Una vez que se forma la isla o barra de lecho puede
estabilizarse gracias a la sedimentación de material fino en la superficie durante crecientes y
puede cubrirse con vegetación.
42
Los ríos trenzados se caracterizan por tener lechos amplios, rápidos y continuos cambios en la
sedimentación y en la posición de los brazos. Su vista en planta puede ser muy diferente en un
periodo de tiempo muy corto si los procesos de erosión y sedimentación son muy dinámicos.
Un cauce trenzado puede recibir la denominación de anastomosado cuando mantiene la
condición trenzada con varios canales secundarios bien definidos, sinuosos o rectos,
principalmente en aquellas zonas casi horizontales que son frecuentes en áreas pantanosas o en
la parte emergida de los deltas. En las áreas pantanosas son canales relativamente estables
debido a la vegetación y a la presencia de albardones.
En la Fig. 2.12 se puede observar la sedimentación en el cauce que da origen a varios
depósitos y canales dentro de su cauce principal Cauce con un tramo recto, fijado con
protecciones marginales.
Aunque los mecanismos de control de los meandros no son muy conocidos, la mayoría de los
investigadores consideran la circulación helicoidal como el factor más importante en el
proceso de sedimentación en los meandros.
Los ríos en sus tramos inferiores son meándricos por lo general, pero si están fuertemente
cargados con sedimentos y tienen altos caudales que presentan trenzamiento, aun cuando el
material del lecho sea fino.
Los meandros pueden migrar hacia aguas abajo o aumentar el tamaño de cada curvatura hasta
producir su corte. Estos tipos de cambios en el patrón de los meandros pueden ocurrir
simultáneamente en el mismo sitio específico.
En su evolución, el meandro incrementa la longitud de la corriente y consecuentemente reduce
la pendiente longitudinal, pero en ese proceso de cambio ajustará la pendiente media del tramo
a la pendiente del valle por el cual discurre. La configuración y geometría de un canal
meandriforme se obtiene a través de los procesos de erosión y sedimentación.
CONFIGURACIÓN
GENERAL
PLANTA
PERFIL
SECCIONES
Cuando se presentan meandros en corrientes que discurren sobre material aluvial sin controles
geológicos se puede observar que cuando se presentan flujos altos se erosiona la banca
cóncava (exterior de la curva) y el lecho se profundiza. Al mismo tiempo, el material
erosionado se deposita aguas abajo, formando una barra de punta en el siguiente cinturón en la
zona de la orilla convexa.
En la fig. 2.17 se muestran las clasificaciones y características de los cauces que se han
presentado, así como algunos de los criterios geométricos empleados para ayudar en su
definición. Igualmente, en el cuadro 2.2 se presenta la clasificación de cauces aluviales de
Schumm. Esta clasificación se basa en gran medida en la carga de sedimentos porque, a partir
de esta, se determina la estabilidad del cauce, el perfil y la sinuosidad. Se definen tres clases
de canales: estables, erosionados y sedimentables, estableciéndose tres subclases con base en
el modo predominante del transporte de sedimentos, carga de fondo, carga mixta y carga en
suspensión.
Fuente: http://transportesedimentos.tripod.com/esp/pagina_nueva_16.htm
47
Fig. 2.17 Morfología y clasificación de cauces aluviales con relación a la carga de sedimentos
48
Durante los años sesenta y setenta, Schumm y sus colaboradores evaluaron el papel de la
carga de sedimentos y la pendiente en la morfología de los cauces. Comprobaron con
ensayos de laboratorio que un incremento en la carga de sedimentos conduce a una
metamorfosis de los cauces, de rectos a meándricos” y si se incrementa aún más la carga de
sedimentos, se llega finalmente a los cauces trenzados. A lo largo de esta transformación, la
relación de anchura-profundidad (w/d) se incrementa progresivamente hasta alcanzar
coeficientes mayores de 100. Sus ensayos de laboratorio demostraron también que existe
una relación directa entre pendiente y sinuosidad. Vale la pena señalar que las relaciones
entre pendiente, sinuosidad y w/d (ancho medio/profundidad) sólo se definen para los ríos
aluviales, pues los ríos torrenciales están bajo un control lito estructural, a medida que se
reduce la pendiente (Sq) aumenta la sinuosidad (S), hasta alcanzar un umbral máximo
donde la sinuosidad (S) vuelve abruptamente a la unidad. Este cambio ocurre en la
transición morfodinámica entre ríos meándricos y trenzados
Sobre las vertientes o cabeceras de las cuencas, se desarrollan tres procesos fundamentales:
La profundización de los cauces
Los movimientos en masa sobre las laderas
La erosión hídrica superficial
49
Los ríos de vertiente se han clasificado por lo regular como ríos de alta velocidades o
torrenciales, dominados por los controles geológicos, y en los que los caudales líquidos y
los sedimentos transportados se generan en la parte alta de la cuenca.
Como tales los ríos torrenciales presentan cauces generalmente bien definidos, entallados y
profundizados (con capacidad para trasportar todo el aporte de sus cuencas) y sus cauces
están limitados por la roca subyacente, por lo que sus orillas son poco variables. En estas
condiciones los procesos de las laderas son fundamentales para la dinámica fluvial, ya que
determinan el aporte de sedimentos y la escorrentía de la vertiente.
Aunque los procesos están asociados, los movimientos en masa y la erosión superficial son
los que aportan mayor carga de sedimentos a los cauces y afectan la hidráulica de los ríos
de aguas abajo. La gama de los tipos de remoción en masa es amplia y va desde flujos con
material hasta los sedimentos y desprendimientos con medio o bajo contenido de agua,
respectivamente (Carson Y Kirby, 1972). A continuación se aprecia que a medida que
aumenta el contenido de agua, más fluidos son los movimientos en masa, tales como flujos
y solifluxión (figura 2.19).
La complejidad de los procesos dinámicos se destaca en las zonas de las vertientes, donde
los deslizamientos pueden desencadenar represamientos de los cauces y aludes torrenciales
que afectan las zonas bajas.
Fig. 2.19 Clasificación de los procesos de remoción en masa en los ríos de vertiente
(Carson y Kirby, 1972)
50
2.15.1 Piedemonte
Fig.2.24 Piedemonte
Fuente: Internet
55
Dada la complejidad de este fenómeno, se requiere una comprensión detallada con base en
la reconstrucción geomorfológica. Pueden estar presentes los siguientes elementos morfo
dinámicos:
Cauces activos
Diques aluviales o albornoces
Cubeta de inundación
Cauces abandonados o paleo cauces
Terrazas aluviales
Laderas laterales del valle
Afluentes secundarios
Tal como se ha presentado anteriormente, la mayoría de los autores distinguen tres tipos
básicos de ríos aluviales: trenzados, meándricos y rectos (Schumm, 1977). En realidad,
estos tienen un sinnúmero de formas transicionales en función de su sinuosidad, presencia
de islas y bifurcación de sus brazos (Brice, 1975). Adicionalmente, algunos autores agregan
ríos anastomosados, cuando se requiere referir a aquellos que registran permanentes
variaciones dentro del cauce, que tal vez sean trenzados.
En la figura 2.25 podemos ver que el río en la zona achurada cambio bruscamente su curso
hacia la izquierda. Pasó de desembocar en el mar Caribe en la ciénaga de Cispata al nuevo
delta de Tinajones ubicado al occidente de la desembocadura original.
En el caso particular de los diseños de obras longitudinales, como las obras viales, por
ejemplo, se analizan las características de sinuosidad, islas y la relación ancho/profundidad
(w/d) como parámetros básicos de la morfología de los ríos aluviales ya que pueden
determinar el ancho de la franja que puede resultar comprometida por la dinámica del
cauce. La sinuosidad(S) se definió como la relación entre la longitud del cauce principal
(Lr) y la longitud del valle (Lv) en el mismo tramo. Este parámetro también puede definirse
como a la relación entre la pendiente del valle (Sr) y la pendiente del cauce así:
𝐿𝑟
S= 𝑆𝑟
𝐿𝑣 =𝑆𝑣
Cuanto más sinuoso o meándrico sea el río, más alto será este coeficiente. En cambio, un
río muy recto tendrá una sinuosidad aproximadamente igual a 1.
La presencia de islas en un río es otro parámetro importante en la morfología de su cauce,
relacionada por lo general con la carga de fondo. La presencia frecuente de islas y barras de
sedimento suelto se relaciona comúnmente con ríos trenzados e índice en la estabilidad del
cauce. Este último aspecto puede analizarse mediante la utilización de fotografías aéreas de
épocas diferentes y observaciones de campo.
Algunos autores han cuantificado estas variables por medio de la definición del grado de
trenza miento o porcentaje del tramo ocupado por islas con respecto a la longitud
considerada del río (Brice, 1975).
Igualmente, se han definido el grado de multibrazos como la relación entre la longitud de
islas grandes y estables con brazos independientes y la longitud del rio. Valores típicos de
estos parámetros se presentan más adelante (Fig. 2.27).
La morfología de la sección transversal del cauce (F) contribuye también a dar información
básica sobre la dinámica del sistema fluvial en función del ancho (W)
58
2.16.1 Suspensión
Los materiales siguen los mismos movimientos del agua y se desplazan a igual velocidad.
Por lo general, se trata de partículas finas, tales como limos y arcillas, que se depositarán
por gravedad solo cuando el agua tiene un flujo muy lento o se estanca. Vale la pena
mencionar el transporte en disolución, aunque su volumen puede ser muy pequeño.
2.16.2 Saltación
Las partículas se desplazan por saltos sucesivos discontinuos. Esta tipo de transporte
concierne a las arenas en régimen fluvial y a las gravas y cantos en régimen torrencial. Al
contrario de la forma anterior de transporte, este es individual y no en masa.
Transporte en masa para cualquier tamaño de materiales. Ocurre para material de tamaño
grande únicamente en crecidas fuertes, donde todos los materiales se han transportado
juntos, mezclándose los tamaños; esto sucede específicamente en las fuentes superficiales
de régimen torrencial. El trasporte por arrastre se realiza por acción del esfuerzo cortante
generado por la corriente sobre las partículas de sedimento.
61
A partir de la medida de los transporte de los sedimentos en los cauces, es posible calcular
la pérdida de suelo en una cuenca; sin embargo, se presentan varias dificultades. En primer
lugar, la realización de las mediciones lleva tiempo, resulta cara y su precisión puede ser
baja incluso si se dispone de información sobre el movimiento, pues no se sabe de dónde
procede el suelo y cuándo se inició el movimiento.
Los estimativos pueden dar buenos resultados cuando se definen periodos largos de tiempo
(años) y no se esperan cambios importantes en la cobertura vegetal. En cualquier caso,
resulta útil hacer comparaciones del movimiento de material en los cauces naturales, o en
diversos periodos del año, o de cuencas hidrográficas en las que se presentan diferentes
usos de la tierra y modificaciones en esto, teniendo en cuenta que es necesario contrastar la
información para hacer confiables los datos obtenidos.
Cuando se intenta establecer una relación entre la cantidad del sedimento trasportado que se
mide en las corrientes y la magnitud de la erosión, dentro de la cuenca hidrográfica se
puede tener varias causas de las posibles diferencias entre un valor y otro.
En primer lugar, la diferencia se puede deber a que pueden existir cantidades importantes
del material erosionado que no llegan al cauce por el que se efectúa el transporte debido a
que se deposita antes de que llegue a él. Se acostumbra definir, entonces, la relación de
distribución que establece la proporción de sedimento que llegue a la corriente en
comparación con el movimiento bruto de los sedimentos dentro de la cuenca. Esta relación
puede ser muy pequeña, en algunos casos; solo del 1%, si existe depresiones o zonas con
una espesa vegetación en las que se retiene la mayor parte del suelo muy alta con valores
del 35%, o un poco más, cuando el terreno tiene pendientes altas y uniformes y el suelo se
encuentra desprotegido.
Otra razón de la diferencia se debe a que los sedimentos transportados por la corriente están
conformados por materiales que proceden de diversas fuentes, con relaciones de
distribución muy distintas. El sedimento procedente del derrumbe de las orillas de los
pequeños cauces, de primer o segundo orden, o de las ribera de los ríos o cauces mayores
pasa inmediatamente al caudal de la corriente, mientras que la pérdida de suelo de una
pequeña superficie cultivada y dentro de una cuenca en la que predominan los bosques
podrá tener tasa de erosión local elevada, pero contribuir poco a la carga total de
sedimentos.
Otras posibles causas de error son el tiempo y las características de las lluvias o de los
fenómenos que generan el desprendimiento del material. En una cuenca hidrográfica con
superficie importante, el material puede erosionarse, depositarse y sucesivamente volverse
a erosionar y depositar un cierto número de veces antes de que el sedimento llegue al cauce
que lo va a transportar. Una muestra del sedimento transportado por la corriente
seguramente incluye material erosionado en su origen varios años antes.
Tal como se ha mencionado, el movimiento de los sedimentos en las corrientes y ríos se
presenta principalmente de tres formas. Para el caso de los sedimentos en suspensión, son
los constituidos por las partículas más finas mantenidas en suspensión por las turbulencias
de las corriente y solo se depositan cuando la velocidad de la corriente disminuye, cuando
el lecho se hace más liso o el cauce cambia considerablemente su sección y forma un pozo
o un lago. Cuando las partículas sólidas son de mayor tamaño y su peso no es
contrarrestado por las fuerzas ascensionales de la corriente, entonces son arrastradas sobre
el lecho de la corriente y este tipo de transporte se denomina arrastre de fondo.
Existe un tipo intermedio de movimiento en el que las partículas se mueven dando rebotes
o saltos, a veces tocando el fondo y en ocasiones avanzadas en suspensión hasta que
vuelven a caer al fondo y en ocasiones avanzadas en suspensión hasta que vuelven a caer al
fondo. A
62
este movimiento se le denomina saltación; la altura de los saltos es tan reducida que no se
distinguen realmente del arrastre de fondo, sobre todo cuando los cauces no son muy
profundos.
Las cantidades relativas de sedimentos que por un cauce se transportan en suspensión y
mediante el arrastre varían considerablemente. En el caso del material que proviene de la
cuenca y llega al cauce, si el sedimento procede de un suelo de grano muy fino, tal como el
último depositado por el viento, o una arcilla aluvial, entonces el sedimento se transporta
totalmente en suspensión. En el otro extremo, una corriente de montaña puede tener
cantidades insignificantes de material en suspensión y casi la totalidad del movimiento del
material grueso, la grava, los guijarros y las piedras se producen en el lecho de la corriente
y provienen del cauce mismo. Las altas concentraciones de sedimentos, como las que se
presentan en algunos ríos como el Amarillo o el Misisipi, pueden causar cambios
significativos en las características delas resistencia del agua. En estos casos la viscosidad
será mayor y la velocidad de asentamiento de las partícula inferior, por lo que el límite
entre el sedimento trasportado en suspensión y el trasportado por arrastre puede ser
confuso.
La evaluación del trasporte en suspensión mediante el muestreo puede resultar, aunque
laborioso, relativamente sencillo principalmente en ríos pequeños en los que es posible
realizar el aforo mediante vadeo. No se pude decir lo mismo en el caso del muestreo para el
transporte de fondo, en la que las condiciones del lecho y de la corriente pueden dificultar
de modo ostensible la medida.
De lo anterior se deduce que únicamente las partículas en suspensión pueden recorrer
distancias grandes y que el transporte aluvial es en esencia discontinuo a partir de cierto
diámetro de partículas.
Asimismo, hay que distinguir dos aspectos complementarios sobre la capacidad de
transporte de un río:
Carga
Capacidad de transportar un volumen determinado de materiales, sin distinción de su
tamaño.
Competencia
Capacidad de transportar materiales de un tamaño dado.
De esta manera, al aumentar la carga de materiales finos, por ejemplo, el escurrimiento se
vuelve más viscoso y trae como consecuencia un aumento de la densidad de flujo, que
puede influir en la competencia para transportar partículas de mayor tamaño.
Con base en la naturaleza de los sedimentos y la forma predominante de su transporte, se
puede clasificar la carga de sedimentos como:
Carga de suspensión
Conformada por lo general por sedimentos del tamaño de limos y arcillas. Como su nombre
lo indica, los sedimentos viajan suspendidos y
Carga de fondo
El material transportado es arena y material más grueso, que por regular se trasporta en
cercanías o en el fondo del lecho, ya que por su peso se mueven mediante el arrastre del
material.
63
Capítulo 3
El problema de determinar la socavación local en una pila está más o menos resuelto,
pero, todavía no existe una solución confiable y concisa para el caso de los estribos. Los
métodos para evaluarla, superponen los efectos de la socavación por contracción y la
socavación local lo cual es otro factor que lleva a sobre-estimar las profundidades de
socavación puesto que en la realidad, son acciones simultáneas. Las ecuaciones
64
1. Socavación general
1.1 Método de velocidad crítica y agua clara
1.2 Método de Lischtvan – Levediev
1.2.1 Para suelos granulares
1.2.2 Para suelos cohesivos
1.3 Método de Straub
1.4 Método de Laursen
2. Socavación local
2.1 Estimación de la socavación local en pilares
2.1.1 Método de Laursen y Toch (1953, 1956)
2.1.2 Método de Neill (1964)
2.1.3 Método de Larras (1963)
2.1.4 Método de Arunachalam (1965, 1967)
2.1.5 Método de Carsten (1966)
2.1.6 Método de Maza – Sánchez (1968)
2.1.7 Método de Breusers, Nicollet y Shen (1977)
2.1.8 Método de Melville y Sutherland (1988)
2.1.9 Método de Froehlich (1991)
2.1.10 Método de la Universidad Estatal de Colorado (CSU)
𝑯𝑺 𝒊 = [ 𝛼(𝐻0𝑖)3 ]
0.68𝜓𝛽(𝐷𝑚)0.28
66
Ds=P 𝛼PqPrHo
Donde:
𝑄1 2
𝑄1
𝑷𝒒 = 1.4675 + 6.55238 [ 𝐷 ] − 4.0238 [ 𝐷 ]
𝑄 𝑄
P 𝛼=Coeficiente que depende del ángulo que forma el eje de la obra con
la dirección de la corriente
Pr=Coeficiente que depende del talud que tiene los lados de la obra
Fig. 3.2 Método de Artamanov: interceptación de flujo por los estribos dentro del canal
68
En este método, se supone que para la sección de estudio (sección reducida) y una
sección de aguas arriba (inalterada) se cumple el principio de la conservación de la masa.
Igualmente, se supone que la rugosidad a lo largo del tramo es la misma y que el arrastre
de fondo es igual cuando la sección reducida se estabiliza.
La expresión resultante es:
𝐵0 0,642
𝐻𝑡 = 𝐻0 (𝐵𝑡)
Donde:
La socavación al pie de pilas de puentes es uno de los problemas más frecuentes, tanto
en el diseño como en el mantenimiento, que consiste en evaluar con precisión la
socavación local que se registra en el fondo del cauce por la presencia de las pilas y
estribos de un puente cuando no se logra el apoyo en un estrato rocoso, o en un material
capaz de soportar los esfuerzos cortantes generados por la corriente.
Precisamente debido a la frecuencia con que los ingenieros deben enfrentarse al
problema de la socavación local, numerosos investigadores han trabajado en el
desarrollo de metodologías que permitan determinar con alguna confiabilidad los
parámetros para el diseño de las estructuras afectadas por corrientes de agua. Dichas
metodologías abarcan, desde correlaciones realizadas con mediciones directas en
estructuras o modelos, hasta teorías bastante elaboradas que involucran aspectos tales
como la profundidad de la lámina de agua, la geometría de las pilas o estribos, la
dirección de la corriente y las características del flujo y el material del lecho. Sin
embargo, en la actualidad no es posible decir que exista una metodología con la que se
pueda resolver rigurosamente el problema de la socavación local
El cálculo de la socavación local al pie de pilas o estribos, como parte del análisis de
estabilidad de las estructuras, exige conocer las características del cauce y del flujo una
vez que se hayan presentado y evaluado los otros tipos de socavación. En otras palabras,
la profundidad de socavación local estimada representa el descenso del lecho adyacente
a la estructura, medido desde el fondo del cauce luego de producirse los demás tipos de
70
Donde:
Fr1 = Número de Froude justo aguas arriba de la pila. Se toma de las condiciones
de flujo de la sección aguas arriba del puente. Fr1=𝑉1⁄ y 𝑉1 es la velocidad
(𝑔𝑦1)1⁄2 media de flujo en la sección aguas arriba de la pila.
Cabe anotar que para pilas con nariz redondeada y alineadas con la corriente, la máxima
profundidad de socavación se limita así:
0.65
𝐿
𝐾2 = (𝑐𝑜𝑠𝜃 + 𝑏 𝑠𝑒𝑛𝜃)
Acorazamiento del hueco de socavación cuando el material del lecho tiene un 𝐷50> 0,002
m y un D95 > 0,020 m.
La expresión para obtener el factor K4 es la siguiente:
𝐾1 = 0.4(𝑉𝑅)0.15
Expresión en la que:
𝑉𝑅 𝑉1 − 𝑉𝑖50
= [𝑉 − 𝑉 ]
𝑐50 𝑖95
𝐷50 0.053
𝑉𝑖50 = 0,645 [] 𝑉𝑐50
𝑏
𝐷95 0.053
𝑉𝑖95 = 0,645 [ 𝑉𝑐95
𝑏 ]
Donde:
𝑉𝑅 = Relación de velocidades
𝑉𝑖50= Velocidad requerida para iniciar la socavación en la pila para un tamaño del
grano D50, m/s
𝑉𝑖95 = Velocidad requerida para iniciar la socavación en la pila para un tamaño del
grano D95, m/s
73
b = ancho de la pila
1 1
3
𝑉50 = 𝐾 𝑢 𝑦 𝐷50
𝑏
1 1
3
𝑉50 = 𝐾 𝑢 𝑦 𝐷50
𝑏
Donde:
Y = Profundidad de la lámina de agua justo aguas arriba de la pila, m
𝑦𝑓
𝑙𝑛 (10,93 + 1)
𝑉𝑓 𝑘𝑓
𝑦
𝑉𝑙 = 𝑙𝑛 (10,93 𝑠 + 1)
𝑘𝑠
Donde:
𝑉𝑓 = Velocidad promedio en la zona de flujo debajo de
la parte superior de la fundación, m/s
3.3.1.1.1 Construcción de 37.60 ml de puente tipo sección compuesta de doble vía con
cuatro vigas metálicas
3.3.1.1.2 Construcción de un estribo tipo contrafuerte de 16.95 m de altura
3.3.1.1.3 Ocho apoyos de neopreno, 4 unidades en cada apoyo fijo y
móvil Construcción de 130.00 ml de vereda de concreto
3.3.1.2.1 Construcción de 22.15 ml de puente tipo viga losa de doble vía con cuatro
vigas de concreto armado
3.3.1.2.2 Construcción de un estribo tipo pilar de 13.00m de altura
3.3.1.2.3 Ocho apoyos de neopreno, 04 unidades en cada apoyo fijo y móvil.
3.3.1.2.4 Construcción de 86.00ml de vereda de concreto
75
La ciudad de Huánuco por ser la capital de la región Huánuco cuenta con vías de acceso
hacia todo el interior de la región, contando además con una vía nacional que es la
Carretera Central que intercomunica con las regiones del centro, oriente y la capital del
País. El puente Colpa Alta tiene un acceso por la vía nacional (Carretera Central tramo
Ambo – Huánuco) Según el siguiente croquis ilustrativo de la figura 3.7.
76
La zona de acceso es por la Carretera Central asfaltada Lima – Huánuco, tal como se
puede apreciar en el cuadro de ubicación.
Región : Huánuco
Departamento : Huánuco
Provincia : Huánuco
Distrito : Amarilis
Localidad : Colpa alta
3.3.7 Limites
Norte : Distrito Pillco marca
Sur : Distrito de amarilis
Este : Río Huallaga
Oeste : Río Huallaga
El río Huallaga nace en las alturas de la región Cerro de Pasco, por la confluencia de
tres ríos Ticlayán, Pariamarca y Pucurhuay e inicia su recorrido con dirección
predominante hacia el norte, ocupando las regiones de Huánuco, San Martín y Loreto.
En su trayecto, a lo largo de los valles se ubican las poblaciones más importantes de la
región, como Ambo, Huánuco, Tingo María y Aucayacu.
Por su ubicación hidrográfica, la cuenca del río Huallaga se encuentra divida en dos
partes: El Alto Huallaga y Bajo Huallaga, cuyo espacio hidrográfico para el tramo
en evaluación en el ámbito de la administración local de agua ,Tingo María,
corresponde a las aguas tributarias de las subcuencas de los ríos: Huertas; San Rafael,
Higueras- Cayrán-Yarumayo, Chinchao-Mallgo-Tingo-Garbanzo, Cayumba-Jarahuasi,
Monzón, Tulumayo Pendencia Pucate – Aucayacu, Aspuzana y Santa Martha.
El río Huallaga aguas arriba de su confluencia con el río Monzón y tanto, aguas abajo
después de converger, como principal tributario en el tramo; recorre sus aguas por la
margen derecha donde se encuentran los asentamientos humanos de Las Orquídeas,
Afilador, Portales de la Bella y Brisas del Huallaga, el centro poblado de Afilador; Las
lotizaciones de Villa Potokar, Villa Piña y Santa Fidelia, y la Asociación de Vivienda
Costa Verde.
Capítulo 4
Marco metodológico
4.3.1 Población
4.3.2 Muestra
4.4.3 Instrumentos
Capítulo 5
Modelamiento hidráulico:
Análisis e interpretación de resultados adquiridos
La recolección de datos se realizó en las inmediaciones del puente Colpa Alta, para lo cual se
necesitó lo siguiente:
Materiales y herramientas
Libreta de campo
Bolígrafo
Muestras de suelo
Pico, pala y costales (para la extracción de las muestras)
Wincha de fibra de lona (50m)
Cámara fotográfica
EPP(equipo de protección personal)
Personal
5.1.1.1 Se ubicó un punto específico para realizar las 3 calicatas (aproximadamente a 20 m del
puente Colpa Alta), como se puede observar en la fig. 5.1
5.1.1.2 Se realizó la calicata o pozo de exploración a cielo abierto designándola como C-1, C-
2, C-3 con profundidad suficiente de acuerdo a lo requerido. Este sistema de exploración nos
permite evaluar directamente las diferentes características del subsuelo en su estado natural.
5.1.1.3 Una vez ya realizada la calicata nos dispusimos a describir los estratos encontrados.
La excavación alcanzó las siguientes medidas:
Profundidad a
Pozo Largo (m) Ancho (m)
cielo
abierto
C-1 1.5 1 1
Elaboración: propia
A. Cuando se empezó a cavar se encontró como capa superficial suelo orgánico o suelo
agrícola con un espesor de estrato de 0.30 m aun 21.429 % del total de la profundidad.
B. El segundo estrato encontrado fue suelo orgánico con grava un tanto de 0.40 m en un
48.571% del todo.
C. La siguiente estrato viene con presencia de alta concentración de grava que equivale a 0.40
m de espesor a un 28.571 % del total de la calicata.
D. Por último se encuentra un gran capa de conglomerado con arena gruesa con bastante
presencia de block y rocas sedimentarias con espesor de 0.30 m lo cual solo llegamos a este
nivel con un 21.429 % de la calicata.
84
Suelo orgánico o agrícola, este tipo de suelo contiene impurezas como raíces y otros res
bastantes
Mescla de grava con suelo orgánico, con algunas presencias de raíces y materia
Fig. 5.3 Tipo de suelo y estratificación alrededores del puente Colpa Alta
UBICACIÓN :
PUENTE COLPA -HUANUCO- HUÁNUCO- HUANUCO
SOLICITA : CIRCULO CIENTIFICO VALDIZANO DE LA FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL -
CICIVA CALICATA -ESTRATO : CALICATA Nro. 01
FECHA : nov-14
:
TOTAL MUESTRA SECA = 4.23 KG
T A M IZ D IÁ M ET R O P ES O % R ET EN ID % R ET EN ID O % Q UE
O TAMAÑO MÁXIMO 3"
Nº (mm) R ET EN ID O A C UM ULA D O PASA
P A R C IA L
3" 76.200 - 0.00 0.00 100.00
2 1/2" 63.500 0.476 11.26 11.26 88.74 DESCRIPCIÓN DE LA MUESTRA
2" 50.800 1.001 23.68 34.93 65.07
1 1/2" 38.100 0.289 6.84 41.77 58.23 Grava mal graduada - grava arcillosa, con material
1" 25.400 0.607 14.36 56.13 43.87 granular equivalente a:
3/4" 19.050 0.278 6.58 62.70 37.30 99.86%
1/2" 12.700 0.309 7.31 70.01 29.99 De excelente a bueno como subrasante
3/8" 9.525 0.154 3.64 73.65 26.35 LIMITES DE CONSISTENCIA
1/4" 6.350 0.183 4.33 77.98 22.02 Lim ite Liquido = 29.00
No 4 4.760 0.093 2.20 80.18 19.82 Lim ite P lás tico = 17.00
No 8 2.380 0.219 5.18 85.36 14.64 Índic e P lás tico = 12.00
29.0
No 10 2.000 0.057 1.35 86.71 13.29 Co eficiente de Curvatura = NP
17.0
No 16 1.190 0.144 3.41 90.11 9.89 Co eficiente de Unifo rm idad = NP
No 20 0.840 0.068 1.61 91.72 8.28 CLASIFICACIÓN 12.0
No 30 0.590 0.060 1.42 93.14 6.86 SUCS : GP 0.0
No 40 0.426 0.078 1.84 94.99 5.01 : 0.0
No 50 0.297 0.076 1.80 96.78 3.22 OBSERVACIONES
No 60 0.250 0.035 0.83 97.61 2.39 % de grava = 80.18%
No 80 0.177 0.036 0.85 98.46 1.54 % de arena = 19.68%
No 100 0.149 0.020 0.47 98.94 1.06 % de limo y arcilla = 0.14%
No 200 0.074 0.039 0.92 99.86 0.14 % de humedad = 0.74%
CAZ OLETA 0.000 0.006 0.14 100.00 0.00
TOTAL 4.2 100.00
Pmh+
516
GRÁFICO DE LA GRANULOMETRÍA CON MALLAS
ESTÁNDAR 100.0
90
80
70
% QUE PASA EN PESO
60
50
40
30
20
10
0
100.00 10.00 1.00 0.10 0.01
El estudio de suelo y las secciones transversales del río se realizaron con la colaboración del
laboratorio y equipo topográfico de la facultad de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional
Hermilio Valdizán.
5.2.1 Objetivo
En las siguientes imágenes se muestran los resultados de las secciones transversales obtenidas
del modelamiento.
Se tomara el valor del Alpha de 1.12 para aplicar el método de Maza, para los parámetros de socavación.
Fig. 5.9 Resultado de las secciones transversales río Huallaga: tramo Colpa Alta
Elaboración: Propia en el programa HEC-RAS 4.1.0
5.2.2.4 Resultados del modelamiento hidráulico del puente Colpa Alta aplicando los
métodos propuestos: Artamanov, Straub y Maza
Con el método propuesto se determinó aproximadamente que el estribo derecho retiene el 10%
del caudal total que pasa por la sección (caudal de diseño), en consecuencia, se obtiene un Pq
de 2.08 m. De la misma manera se determinó aproximadamente que el estribo izquierdo
retiene el 5% del caudal total que pasa por la sección (caudal de diseño), obteniéndose un
Pq=1.78m. Pq es igual al coeficiente que depende de la relación Q1/Q2, con Q1, el caudal que
teóricamente pasaría por el lugar ocupado por el estribo si este no existiera, y 𝑄𝐷 el caudal total
que escurre por el río.
90
2
𝑷 = 1.4675 + 6.55238 𝑄1 ] − 4.0238 [𝑄1 ]
𝒒 [𝑄𝐷
𝑄𝐷
Ds=P 𝜶PqPrHo
Donde:
Ds = Socavación total al pie del estribo o espigón, medida desde la superficie libre del agua
(m).
P 𝛼 = Coeficiente que depende del ángulo que forma el eje de la obra con la dirección de la
corriente. (Ver Fig. 3.2)
Pr = Coeficiente que depende del talud que tiene los lados de la obra (Ver Fig. 3.3)
Ho = Profundidad de lámina de agua en el sitio junto al estribo o al espigón antes de la erosión
Obteniéndose finalmente para el estribo derecho una socavación de 2.18 m y para el estribo
izquierdo una socavación de 1.51 m.
91
𝑷𝒒 = .
110 110 2
𝑷𝒒 = 1.4675 + 6.55238 − 4.0238
1100 1100
𝑄 𝑄1
1100 110 2.0825
2
55 55
𝑷𝒒 = 1.4675 + 6.55238 − 4.0238
1100 1100
𝑄
𝑄2
1100 55 1.7850595
Pα Pq Pr Ho Ds
E. Derecho 1 2.08 1 1.05 2.18
E. Izquierdo 1 1.78 0.83 1.02 1.51
En primer lugar se determina la sección donde se ubica el puente (ver tabla 5.3), el cual está
ubicado en la sección N°7, progresiva 0+157.04, obteniéndose los parámetros hidráulicos
siguientes:
=.
=.
=.
PARÁMETROS DE SOCAVACIÓN
44.15
37.60
. 1943.59
En primer lugar se determina la sección donde se ubica el puente, el cual está ubicado en la
sección N°7, progresiva 0+157.04, obteniéndose los parámetros hidráulicos siguientes:
Nivel de referencia cota 1943.59 m, el cual es la suma del tirante crítico y la cota mínima.
Es necesario mencionar que cada cota en la sección N°7 está representada por una letra
determina desde la A hasta la O, siendo el punto más bajo de la sección el punto F el cual tiene
una cota de 1936.8 m. Utilizando los parámetro de socavación descritas en el punto 3.2.1, se
obtiene la socavación general en toda la sección siendo los puntos F hasta J, los que
mayor socavación presentan que va desde los 5.158 m hasta los 4.214 m.
95
FÓRMULAS :
= 0.0 73 + 0.7
= 1.5 − 0.54
PARÁMETROS DE SOCAVACIÓN
1943.59
0.955
1.70 2.010
30.00 0.314
50.00 𝜶 1.200
PUNTO COTA
A 1941.80 1.79 0.95
1
B 1941.65 1.94 1.05
3
C 1940.20 3.39 2.13
7
D 1939.00 4.59 3.13
9
E 1938.30 5.29 3.75
8
F 1936.80 6.79 5.15
8
G 1937.00 6.59 4.96
6
H 1937.10 6.49 4.87
0
I 1937.50 6.09 4.49
3
J 1937.55 6.04 4.44
6
K 1937.80 5.79 4.21
4
L 1939.80 3.79 2.46
2
M 1940.05 3.54 2.25
8
N 1940.10 3.49 2.21
7
Ñ 1940.80 2.79 1.66
9
O 1942.20 1.39 0.69
0
Fig. 5.12 Cálculo de la socavación general en puente
NOTA: Para utilizar las fórmulas, asumimos el peso específico de la muestra de suelo 1.70 gr/cm3, con datos estadísticos
obtenidos en el laboratorio de suelos.
Conclusiones
1. Para la presente tesis tomamos parámetros hidráulicos que el HEC –RAS nos
proporciona, con el objetivo de aplicar los tres métodos propuestos (Artamanov, Straub y
Masa) y determinar de manera práctica los diferentes tipos de socavación que se presentan
en la zona de estudio.
4. La metodología desarrollada en esta tesis puede ser usada por los ingenieros proyectistas
cuando necesiten conocer la socavación de un puente o defensa ribereña (gaviones,
concreto, espigones, etc.).
Recomendaciones
4. Identificar los grados de libertad del río con el fin de plantear obras de protección y
encauzamiento cuando se realice el estudio de un puente.
Referencias bibliográficas
Muñoz E. (2003) “Estudio de las causas del colapso de algunos puentes en Colombia”
Ingeniería y Universidad, Publicación Semestral de la Facultad de Ingeniería de la
Pontificia Universidad Javeriana, V.6, fase 1p33 – 47.
3 Módulo I
Simulación hidráulica: índice
3.1 Trabajando con HEC-RAS: una apreciación global
3.2 Desarrollo de un modelo hidráulico con HEC-RAS
3.3 Crear un proyecto nuevo o abrir uno existente
3.4 Ingreso de los datos geométricos
3.5 Ingreso de los datos hidráulicos: caudal y condiciones de contorno
3.6 Crear un plan y ejecutar una simulación
3.7 Ver e imprimir los resultados
3.8 Opciones avanzadas
3.1 Trabajando con HEC-RAS: una apreciación global
Tabla de
Gráfica Vista tabla salida de
Simulación Simulación Simulación Cálculos de Gráfica
3D propiedade
en régimen en régimen con calidad de caudal - secciones
Condición de s
Condición de contorno en permanent variable transporte agua elevación hidráulicas
cuasi variable régimen e de Tabla de
Hidrogram
variable a de flujo resultados
del perfil
Esta ventana principal tiene las opciones siguientes en la barra del menú:
Nos avisa que esa opción sólo configura el sistema de unidades pero NO
CONVIERTE las unidades de un proyecto abierto.
Luego aparece la siguiente ventana donde podemos navegar por el ordenador hasta
encontrar el fichero del proyecto que deseamos abrir.
Cuando se conectan los “ Reaches” o tramos juntos, las uniones son formadas
automáticamente por la interface. Al proyectista también se le solicita ingresar un
identificador por medio de una ventana para cada unión.
Distancias entre esta sección y la Siguiente AGUAS ABAJO, del cauce margen derecha e izquierda y de expansión, q
Valores de Manning del cauce y márgenes derechas e izquierda y de expansión, que suele tomar el va
Coordenadas X a la que se encuentran en borde izquierdo y derecho del cauce. y de expansión, que suele to
Coeficientesde contracción, normalmente 0.1
y de expansión, que suele tomar el valor de 0.3
En esta ventana se visualiza la representación gráfica de las secciones introducidas, hay que presionar la opción “Apply Data” para actualizar los cambios
efinir el número de perfiles (hasta 2500), cada uno de los cuales corresponde a un caudal diferente
Seleccionamos un
fichero de datos
geométricos y uno de
datos hidráulicos de
entre los existentes.
Fig. A-25 Ventana menú de simulación río Huallaga – tramo Colpa Alta
En el menú “Options” existen muchas posibilidades para personalizar esta gráfica como por ejemplo:
Elegir el plan
Elegir el perfil
Ver o no las secciones interpoladas
Elegir las variables para ver
Luego aparece la siguiente ventana donde podemos apreciar los perfiles de superficie de
agua que se aprecia en la Fig. A-32
Fig. A-34 Gráficas de varios parámetros a lo largo del perfil del río
Huallaga
3.7.4 Gráficas de curvas caudal-tirantes de cada perfil
En el menú “View” o seleccionando el icono correspondiente:
Fig. A-35 Curva caudal - tirante del río Huallaga: tramo puente Colpa Alta
Aquí se ve un resumen de los parámetros hidráulicos de cada una de las secciones, con
las opciones incluir los mensajes de error, avisos & notas en la misma ventana y
cambiar el sistema de unidades para la visualización.
Fig . A-40 Tabla estándar Río Huallaga: tramo Puente Colpa alta
3.7.8 Ver Resumen de Errores, Advertencias y Notas (Summary Err, Warn, Notes)
Una vez ejecutada la simulación, el programa genera un registro de incidencias que se
clasifican en:
3.7.8.1 Errores (Errors): los mensajes de error son enviados únicamente cuando
han surgido problemas que han impedido que una simulación se complete.
3.7.8.2 Avisos (Warnings): los avisos dan información al usuario sobre incidencias
que pueden exigir o no acciones de corrección. Cuando aparecen estos mensajes, el
usuario debe revisar los resultados hidráulicos de la sección afectada para asegurarse de
que sean razonables. A veces pueden ir acompañados de alguna sugerencia que
puede hacer desaparecer este mensaje en futuras simulaciones. En este sentido los
problemas más comunes son:
Esta ventana nos presenta una serie de avisos y notas cuyas traducciones se muestran
a continuación.
var en la fotografía, desde la construcción del puente Colpa (año 2009) no se presenta socavación en el estribo debido a qu
Fig. B-2 Material rocoso que proteje el estribo del puente Colpa Alta
n esta fotografía se puede apreciar que existe material rocoso que sirve de protección al estribo del puente colpa - Huánuco
Fig. B-3 Margen del río Huallaga con gaviones para protección del estribo del
puente Colpa
el río Huallaga se realizó la construcción de gaviones para protección del estribo del puente Colpa, y también posibles inund
Fig. B-4 Cauce recto del río Huallaga
Se observa, las aguas del río Huallaga que pasan por el puente Colpa, tiene un cauce recto