Guía Mes de Febrero
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VICARÍA DE PASTORAL
ENCUENTRO DE LOS
GRUPOS DE FAMILIAS
Lema: Miremos los campos de misión, allí Cristo espera nuestra acción.
Mensaje: Somos una comunidad de fe, dispuesta a observar los campos hay que sembrar.
Lema: Miremos los campos de misión, allí Cristo espera nuestra acción.
Mensaje: Somos una comunidad de fe, dispuesta a observar los campos hay que
sembrar.
Celebración: Presentación del Niño Jesús.
Personaje: Santa Laura Montoya.
Acción Significativa: Bendición de la luz, niños, semillas, útiles escolares y herramientas de
trabajo.
Santa Laura Montoya Upegui: Nació en Jericó el 26 de mayo de 1874 y murió en Medellín,
el 21 de octubre 1949. Fue conocida como Madre Laura, se dedicó a la educación y la labor
misionera católica, fue fundadora de la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada
y de Santa Catalina de Siena.
¡Cantad a Dios,
¡Cantad a Dios, ¡Cantad a Dios,
las fieras y ganados,
los Ángeles del cielo, ensálcelo la Tierra,
con vuestras voces,
las aguas todas, lo que germina en ella,
bendecid a Dios!
bendecid a Dios! cante a Dios!
¡Cantad a Dios,
¡Cantad a Dios, ¡Cantad a Dios,
los hijos de los hombres,
estrellas, sol y luna, las cumbres de los
montes, los sacerdotes,
lluvia y rocío,
los manantiales, bendecid a Dios!
fríos y heladas!
¡Cantad a Dios, ¡Cantad al Padre, ¡Cantad a Dios,
los jóvenes y niños, al Hijo y al Espíritu, en todo el Universo,
todos los hombres, todos con himnos, cuanto respira,
bendecid a Dios! bendecid a Dios! que bendiga a Dios
.
Terminado el canto, el Sacerdote (o Laico) dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos se santiguan y responden: Amén.
Sacerdote: saluda a los presentes, diciendo:
Dios, que es admirable en sus obras, esté con todos ustedes.
U otras palabras adecuadas, tomadas preferentemente de la sagrada Escritura.
Todos responden: Y con tu espíritu.
Señor Jesucristo, tanto amaste a los niños que dijiste que quienes los reciben te
reciben a ti mismo; escucha nuestras súplicas en favor de estos niños (este
niño/esta niña) y, ya que los (lo/la) enriqueciste con la gracia del bautismo,
guárdalos (guárdalo 'guárdala) con tu continua protección, para que, cuando
lleguen a mayores (llegue a mayor), profesen (profese) libremente su fe, sean
fervorosos (sea fervoroso/sea fervorosa) en la caridad y perseveren (persevere)
con firmeza en la esperanza de tu reino. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
R. Amén.
CONCLUSIÓN DEL RITO
El ministro, si es sacerdote o diácono, concluye el rito, diciendo:
Dios, fuente de todos los bienes, los bendiga + y dé fecundidad a su trabajo, para
que puedan alegrarse de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas. R. Amén.
Si el ministro es laico, concluye el rito santiguándose y diciendo:
Dios, fuente de todos los bienes, nos bendiga y dé fecundidad a nuestro trabajo,
para que podamos alegrarnos de sus dones y proclamar siempre sus alabanzas.
R. Amén.
CANTO
HOY SEÑOR TE DAMOS GRACIAS Gracias, Padre, Tú guías mis pasos,
Tú eres la luz y el camino,
Hoy, Señor, te damos gracias, conduces a ti mi destino
por la vida, la tierra y el sol. como llevas los ríos al mar.
Hoy, Señor, queremos cantar
las grandezas de tu amor.
Gracias, Padre, me hiciste a tu
imagen,
Gracias, Padre, mi vida es tu vida, y quieres que siga tu ejemplo
tus manos amasan mi barro, brindando mi amor al hermano,
mi alma es tu aliento divino, construyendo un mundo de paz.
tu sonrisa en mis ojos está.
PRIMER ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DEL CAMPO RELIGIOSO Y CULTURAL
Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.
Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.
Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.
En este primer encuentro nos dejamos guiar por las palabras del Santo Padre
Francisco que nos invita a ser una Iglesia en salida, una comunidad que
evangeliza obedeciendo el mandato misionero de Jesús:
“Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar
todo lo que os he mandado” (Mt 28,19-20). En estos versículos se presenta
el momento en el cual el Resucitado envía a los suyos a predicar el
Evangelio en todo tiempo y por todas partes, de manera que la fe en Él se
difunda en cada rincón de la tierra (EG 19).
Un primer campo de misión es nuestra propia realidad como Iglesia, puesto que
podemos ser una comunidad centrada en nosotros mismos, incluso podemos ser
un grupo de personas que no deja que otros se acerquen a Jesús, como sucedió
con el ciego Bartiméo, que ante su enfermedad intenta acercarse a Jesús
pidiéndole la sanación, pero los discípulos en vez de ayudar lo que hacen es
impedir que éste exprese su suplica.
El evangelio nos regala una gran enseñanza que constituye motivo de inmenso
gozo para todos nosotros:
Jesús mira con misericordia a Mateo y luego lo elige. Tras el amor, la misión.
Mateo ya no es el mismo; interiormente ha cambiado. El encuentro con Jesús, con
su amor misericordioso, lo transformó. Y allá atrás quedó el banco de los
impuestos, el dinero, su exclusión. Antes él esperaba sentado para recaudar, para
sacarle a los otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar,
para entregarse a los demás. Jesús lo miró y Mateo encontró la alegría en el
servicio. Para Mateo, y para todo el que sintió la mirada de Jesús, sus paisanos no
son aquellos de los que se vive, se usa, se abusa. La mirada de Jesús genera una
actividad misionera, de servicio, de entrega.
Preguntémonos:
¿Nuestra mirada es como la de los fariseos y escribas?
¿Será que nuestro grupo de familias vive sólo para si?
¿Será que en algo se parece nuestra mirada a la de Jesús?
¿Nos sentimos un grupo de familia misionero?
El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.
SEGUNDO ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LA VIDA MATRIMONIAL
Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.
Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.
Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.
Frente a la dramática realidad de este siglo XXI urge el compromiso por anunciar
la auténtica identidad de la familia, así como evangelizar la realidad familiar,
promoviendo que ellas recuperen al mismo tiempo su fundamental papel en la
misión evangelizadora de la Iglesia. Dios quiso venir al mundo en el seno de una
familia. El Señor Jesús elevó el matrimonio, institución natural, a la categoría de
Sacramento. La Iglesia, a lo largo del tiempo, no ha cesado de defender a la
familia, y hoy más que nunca alza su voz —muchas veces solitaria— para
desenmascarar los múltiples ataques de los que es víctima. Todo esto nos hace
ver que la defensa y evangelización de las familias no puede ser una tarea
marginal en el apostolado, sino por el contrario, una de las tareas centrales en la
Evangelización.
Compartimos la lectura del Evangelio según san Juan (2, 1-11), luego seguimos
este breve comentario que ayuda a la reflexión.
El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.
TERCER ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LOS POBRES Y ENFERMOS
Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.
Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.
Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.
Este tercer encuentro nos lleva a identificar a los pobres y enfermos como un
campo de evangelización, que es importantísimo para la vida de toda la Iglesia, de
hecho el Papa Francisco nos dice:
“Si la Iglesia entera asume este dinamismo misionero, debe llegar a todos, sin
excepciones. Pero ¿a quiénes debería privilegiar? Cuando uno lee el
Evangelio, se encuentra con una orientación contundente: no tanto a los
amigos y vecinos ricos sino sobre todo a los pobres y enfermos, a esos que
suelen ser despreciados y olvidados, a aquellos que “no tienen con qué
recompensarte” (Lc 14,14). No deben quedar dudas ni caben explicaciones
que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre, “los pobres son los
destinatarios privilegiados del Evangelio”, y la evangelización dirigida
gratuitamente a ellos es signo del Reino que Jesús vino a traer. Hay que decir
sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres.
Nunca los dejemos solos”.
Atendamos el llamado del Papa de nunca dejar solos a los pobres y enfermos,
ellos se manifiestan como instrumento para la salvación de cada uno de nosotros
y el grupo de familias.
Señor, queremos acercarnos a los enfermos, mirándoles con tus ojos, con tu
compasión, con tu corazón, con tu amor. Señor ayúdanos a ver en ellos a tu
mismo Hijo Jesús. Que les tratemos como te trataríamos a Ti. Que les respetemos
como quieres Tú que les respetemos. Como nos respetas a nosotros. Que les
ayudemos como ayudaba a los enfermos tu Hijo Jesucristo.
El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.
CUARTO ENCUENTRO
EVANGELIZADORES DE LOS JÓVENES
Señor Jesús:
Te damos gracias por nuestros grupos de familias que nacieron gracias a la misión
del Jubileo en el año 2000, te pedimos que ellos sean un reflejo del Padre en cada
una de nuestras Comunidades Parroquiales. Imploramos tu misericordia y gracia
sobre cada uno de ellos para que siguiendo el ejemplo de la primera comunidad
cristiana, puedan vivir en la enseñanza de la Palabra de Dios, el compartir el pan
eucarístico, la vida comunitaria y la asidua oración.
Continúa Señor acompañando nuestro caminar pastoral, sobre todo haciendo que
podamos en las familias recuperar el amor primero que nos ha engendrado en la
fe, da a cada familia la fuerza transformadora que necesita para proseguir su
camino de conversión y así con corazón limpio acercarse a ti para adorarte y
alabarte.
Virgencita del Milagro intercede por nosotros, por nuestras dificultades como lo
hiciste en las bodas de Caná en Galilea, haz Madre del cielo que no nos falte
nunca el vino del amor, de la paz, de la justicia, para que de esta manera
podamos desde los Grupos de Familias reconstruir el tejido social donde se viven
los valores del Reino de Dios. Amén.
Queridos jóvenes, Jesús nos pide que respondamos a su propuesta de vida, que
decidamos cuál es el camino que queremos recorrer para llegar a la verdadera
alegría. Se trata de un gran desafío para la fe. Jesús no tuvo miedo de preguntar a
sus discípulos si querían seguirle de verdad o si preferían irse por otros caminos
(cf. Jn 6,67). Y Simón, llamado Pedro, tuvo el valor de contestar: «Señor, ¿a quién
vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68). Si sabéis decir "sí"
a Jesús, entonces vuestra vida joven se llenará de significado y será fecunda.
Reflexionemos y dejémonos interpelar por el texto del evangelio según san Mateo
25, 14 – 30, allí encontraremos la parábola de los talentos. Luego de haberla leído,
podemos iniciar nuestra reflexión comunitaria con las siguientes pautas.
Sabemos que la vida no es justa. No todos empezamos con las mismas cartas.
Unos nacen en la abundancia (5 talentos) y otros lo hacen en la escasez (1
talento). Pero en la vida, como en la parábola, lo importante no es lo que
tenemos sino lo que hacemos con lo que tenemos. (Recordemos aquello que
poseemos, empezando por nuestra familia).
¿Nos hemos fijado que en la parábola se felicita por igual al que recibió cinco
talentos (y los convirtió en diez) como al que recibió dos (y los convirtió en
cuatro)? Esto es porque ambos hicieron todo lo que pudieron con lo que
tenían disponible. ¿Cuántos talentos hemos multiplicado?
Señor, gracias por los talentos que nos has dado. No permitas que la apatía o el
desánimo nos lleven a enterrarlos o a utilizarlos solo para beneficio personal.
Ilumina nuestra oración, permítenos que nos acerque a Ti con confianza y con un
corazón sincero, para desprendernos de nuestra voluntad y unirnos más a la tuya.
Amén.
El animador da las gracias a todos los miembros del Grupo de Familia por su
participación y los invita para la próxima reunión, indicándoles hora, fecha y lugar
de encuentro.