Inteligencia Emocional

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Las 5 esferas de las emociones de Solovey

Basándose en Gardner y su teoría de las inteligencias múltiples, Salovey


identificó cinco esferas en la inteligencia emocional:

1. Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo es la


capacidad de controlar sentimientos de un momento a otro, siendo
fundamental para la penetración psicológica y el auto conocimiento.
2. Manejar las emociones. La capacidad de manejar sentimientos de
forma decuada, es una capacidad que se basa en la auto conciencia y el
auto control.
3. La propia motivación. Habilidad para ordenar las emociones al
servicio de un objetivo esencial: es lo que se conoce como auto
motivación.
4. Reconocer las emociones de los demás. Se trata de la empatía o
auto conciencia de las emociones de los otros.
5. Manejar las relaciones. Es la adecuación a nuestro ser social y parte
esencial del desarrollo con los demás.

Clasificación de inteligencia emocional de


Goleman
Goleman afirma que  inteligencia emocional es un término incluye grandes tipos:

1. La Inteligencia Personal.
2. La Inteligencia Interpersonal.

Inteligencia Personal
Está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo
en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres
componentes:

 Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender


las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e
impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre
el trabajo.
 Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar
nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo,
de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y
de evitar los juicios prematuros.
 Auto motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua
búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo
frente a los problemas y encontrando soluciones.

Inteligencia intrapersonal: cómo desarrollarla


La inteligencia intrapersonal es la inteligencia que implica la capacidad de identificar, entender y
procesar nuestras propias emociones.

Alguien con esta inteligencia especialmente desarrollada implica que la persona es capaz de ser
consciente de sus emociones y comprender lo que éstas implican en sus pensamientos y
actitudes.

Una persona con elevada inteligencia intrapersonal tendría alguna de las siguientes cualidades:

 Autocontrol y regulación emocional.


 Estabilidad emocional.
 Autocomprensión.
 Autoestima y voluntad.
Algunos ejercicios o modos de potenciar este tipo de inteligencia pueden ser en primer lugar la
meditación, ya sea a través de mindfulness o mediante ejercicios de respiración.

Inteligencia Interpersonal

Puede que hayas observado que hay ciertos individuos que tienen una habilidad
única a la hora de llevarse bien o relacionarse con otras personas. Son individuos
que emplean su inteligencia interpersonal cuando interactúan con los demás
de manera eficiente, pues son capaces de entender, empatizar y comunicarse
apropiadamente. 

La inteligencia interpersonal es la habilidad de discernir las emociones y las


intenciones de los demás y permite interpretar las palabras y gestos, o los
objetivos y metas de otras personas. Los políticos, profesores o actores son
aventajados en este tipo de inteligencia.

La inteligencia interpersonal nos permite entender a los demás. Se basa en la


capacidad de manejar relaciones humanas y la empatía con la que nos “ponemos los
zapatos del otro” y reconocemos sus motivaciones, razones y emociones.
Al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras
competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:

 Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y


problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder
correctamente a sus reacciones emocionales.

 Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con


los demás, en saber persuadir e influenciar en los otros.

9 características de las personas con inteligencia


emocional
1. Expresan sus sentimientos de forma clara

Conocen sus emociones y no las reprimen. Son capaces de


sentirlas, identificarlas y expresarlas. Son auténticos y
sinceros. No tienen miedo a mostrar lo que sienten. Por eso son
claros con sus sentimientos.

2. Escuchan y analizan sus necesidades emocionales

Son personas que prestan atención a sus emociones, si son


iguales o distintas o por qué siento esto frente a tal persona o tal
situación. No se limitan a sentirlas sin más, las escuchan y las
analizan. Cuando algo nos gusta, tendemos a estar más
pendientes de eso. Y a las personas con inteligencia emocional
les interesan las emociones.

Además escuchan sus necesidades, qué me motiva, qué


necesito para sentirme bien…Es importante saber lo que
necesito para moverme hacia allí.
3. Saben situarse bien entre el vaso medio lleno o medio vacío

Conocen bien la teoría del yin y el yang . Todo tiene su parte


buena y su parte mala. Si centro mi atención sólo en la parte
mala, el pesimismo me va a gobernar y si presto atención sólo a
la parte buena el optimismo me va a cegar. Por eso pueden ver
a la vez el vaso medio lleno y medio vacío.

Es por eso que procuran dirigir la atención centrándose en


criterios de utilidad para ellos mismos, y no caen en la trampa
de entrar en un bucle de optimismo o de pesimismo que atrape su
manera de percibir las cosas. Dicho de otro modo, gobiernan su
foco de atención para que este no les gobierne a ellos.

4. Analizan la viabilidad de sus proyectos y de sus sueños

No penséis que por hablar de emociones, hablamos sólo de


dejarse llevar por lo que siento. Las personas con inteligencia
emocional, saben razonar sobre lo que sienten y cuando
tienen un proyecto no se lanzan sin más. Sopesan bien dónde
ponen sus esfuerzos, las probabilidades de éxito, no les gusta
trabajar en un marco irreal de posibilidades. Por eso no les pilla
por sorpresa ni el éxito ni el fracaso.

Eso sí, escuchan sus sueños y de alguna manera siempre se


dirigen hacia ellos.

5. Tienden a evitar pensar que los demás les quieren perjudicar

Cuando una persona de su entorno hace algo que les perjudica


en algún sentido, no suelen pensar que la finalidad era
precisamente perjudicarles, piensan más bien que ha sido un
efecto colateral. No creen que los planes o las motivaciones de
los demás pasen por perjudicarles a ellos, como si esto de por si
fuese un objetivo buscado. Es por eso que raramente se toman
los incidentes como algo personal. Esto les ayuda a no
quedarse enquistados en un hecho, con pensamientos negativos
sobre el mal que me quieren hacer los otros

6. Hacen autocrítica

La autocrítica es probablemente la mejor de las críticas


porque te hace mejorar y aprender. Es muy importante aprender
de los propios errores y es algo que parece que a veces nos
cuesta. Las personas con inteligencia emocional tienen tendencia
a la autocrítica. Analizan ciertas situaciones del pasado y
saben qué han hecho mal y en qué deben mejorar. Esto les
hace conocerse mejor y sobre todo mejorar.

7. Les gusta saber cómo son las otras personas

Se fijan en cómo expresan sus emociones y en cómo son,


sobre todo en las personas de su entorno. No es algo que hagan
forzado, es que les interesa y por eso muestran interés y
atención. Esto les ayuda a relacionarse mejor con los demás.

8. Les gusta conocer gente nueva pero se rodean de personas con las
que conectan

No pierden el tiempo intentando caerle bien a todo el mundo.


Disfrutan conociendo gente nueva pero acaban rodeándose de
las personas con las que sienten afinidad.

Conocer gente nueva les gusta porque ven otras maneras de


ver el mundo y de expresar emociones y rodearse de gente con
la que conectan les aporta bienestar. No quedarse enfrascado
en una relación que no acaba de funcionar ahorra mucho tiempo
y malestar.

9. Se automotivan con facilidad


Cuando algo les gusta, se emocionan y se enfrascan en
aprender cosas sobre eso nuevo que han descubierto. Además
no hay mejor manera de aprender que experimentar con qué
resulta motivador y con qué no. Suelen tener varias
motivaciones a la vez y las cambian de una manera flexible.
Quedarse estancado en algo que me motivó mucho a los 20 años
pero ya no me motiva, nos hace sentir nostalgia y pensar que ya
no nos emocionamos como antes. Pero el problema no es que
hayamos perdido la capacidad de motivarnos con algo, el
problema es que seguimos buscando emoción en las mismas
cosas.

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