UD-1 Salud Pública y Comunitaria
UD-1 Salud Pública y Comunitaria
UD-1 Salud Pública y Comunitaria
1-INTRODUCCIÓN.
2-CONCEPTO DE SALUD.
3-LOS DETERMINANTES DE SALUD.
4-CONCEPTO DE ENFERMEDAD.
4-1-CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES.
4-2-EL PROCESO DE ENFERMAR.
5-MEDICINA PREVENTIVA.
6-NIVELES DE PREVENCIÓN.
7-PROMOCIÓN DE LA SALUD
8-SALUD PÚBLICA.
9-SALUD COMUNITARIA.
10-LA SALUD PÚBLICA Y OTRAS CIENCIAS VINCULADAS A LA SALUD.
11-LA SALUD COMO DERECHO.
1-INTRODUCCIÓN.
Para planificar una intervención en salud pública, lo primero que debe hacerse es una evaluación del estado de
salud de la población, para lo cual es necesario tener claro a priori qué entendemos por salud.
Por otra parte, si la salud es el objetivo de la salud pública, parece lógico que analicemos previamente el
concepto de salud y enfermedad así como sus determinantes.
2-CONCEPTO DE SALUD
La definición del concepto de salud no es fácil y así lo demuestran las numerosas versiones que se han dado de
ella.
Casi todo el mundo sabe lo que representa la enfermedad por haberla experimentado o sufrido durante algún
momento de su vida. Las dificultades empiezan cuando hay que definir la salud.
Cada persona tiene su propia percepción y vivencia personal de lo que es la salud, de acuerdo con lo que se
considera normal en función de los conceptos vigentes en los grupos sociales en los que vive inmerso y de sus
experiencias personales, todo ello modulado por factores culturales, socioeconómicos, religiosos, etc.
La forma de entender la salud y la enfermedad ha ido variando a lo largo del tiempo. Cada época y sociedad
han tenido su particular forma de interpretarlas en función de su cultura (incluyendo sus ideas sobre la vida, la
muerte y el funcionamiento del organismo humano) y del desarrollo de sus conocimientos científicos y
técnicos.
DEFINICIONES.
Antiguamente, la salud, se consideraba como un estado de gracia concedido por las fuerzas sobrenaturales,
que se perdía al transgredir algunas normas religiosas. La enfermedad era explicada como un castigo divino.
Posteriormente se consideró como un estado natural de la persona, que podía perderse por causas naturales
(posición de los astros, factores climáticos…)
Durante mucho tiempo, la salud ha sido definida en términos negativos: “ausencia de enfermedad e invalidez”
Sin embargo, actualmente se tiende a rechazar esta definición, en primer lugar, porque para definir la salud en
términos negativos, hay que trazar el límite o la línea divisoria entre lo normal y lo patológico y ello no es
siempre posible y en segundo lugar, porque los conceptos de normalidad varían con el tiempo, y lo que ha sido
considerado como normal en un momento dado puede que no lo sea en una época posterior.
Definición de la OMS.
La O.M.S., en su Carta Magna o Constitucional de 1946, dio un giro positivo a esta creencia definiéndola como
“Un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades”
Esta definición es innovadora por cuanto contempla la salud en términos positivos y además incorpora las
áreas mental y social.
Pero hay que reconocer que, junto a sus aspectos positivos e innovadores, presenta también aspectos
negativos o criticables:
Equipara bienestar a salud, lo cual no siempre es verdad. Es indudable que un drogadicto se siente
bien, le desaparecen las molestias y experimenta una sensación de bienestar en la fase de
administración de la droga, pero es también indudable que este bienestar no es equiparable a la salud.
Se trata más de un deseo que de una realidad. Ya que “un completo bienestar físico, mental y social”
es difícilmente alcanzable hoy en día, ni por individuos ni por grupos y colectividades.
Es una definición estática, ya que sólo considera como personas con salud a las que gozan de un
completo bienestar físico, mental y social.
Es una definición subjetiva, pues no habla del aspecto objetivo (capacidad de funcionar) de la salud.
Esta definición fue criticada por diversos autores, que la consideraban excesivamente utópica y subjetiva,
además de no incluir el aspecto funcional de la persona y su variabilidad con el paso del tiempo.
Fue la misma OMS la que matizó esta definición en la conferencia de Alma-Ata (1978) diciendo que “la salud es
el perfecto estado de bienestar físico, mental y social y la posibilidad para cualquier persona de aprovechar y
desarrollar todas sus capacidades en el orden intelectual, cultural y espiritual”. Por tanto, reconoce que no sólo
se trata de encontrarse bien, sino de estar capacitado para vivir la vida en plenitud.
Concepto de Terris.
Según Terris, debería eliminarse la palabra “completo” de la definición de la OMS (de 1946), ya que la salud
como la enfermedad, no es un absoluto. Hay distintos grados de salud, como hay distintos grados de
enfermedad.
Por otra parte, Terris, considera que la salud tiene dos aspectos, uno subjetivo, relacionado con el concepto
de bienestar, y otro objetivo, relacionado con la capacidad de funcionar. Del mismo modo, la enfermedad
La salud:
Aspecto subjetivo es el bienestar (sentirse bien en diferentes grados.)
Aspecto objetivo es la capacidad de funcionar (funcionamiento en diferentes grados)
La enfermedad:
Aspecto subjetivo es el malestar (sentirse mal en diferentes grados)
Aspecto objetivo es el que afecta a la capacidad de funcionar (limitación del funcionamiento en
diferentes grados)
Siguiendo esta línea de razonamiento, Terris propone modificar la definición de la OMS y definir la salud como:
“La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no únicamente
la ausencia de afecciones o enfermedades”
Esta definición de Terris es operativa, ya que, para la mayoría de personas, estar en buena salud es
equivalente a la suma de “bienestar” (sentirse bien, estar bien, no tener molestias ni sufrimientos) y
“capacidad de funcionar” (poder trabajar, estudiar,relacionarse…).
El único inconveniente de la definición de Terris, y en general de todas las definiciones, es que es posible la
presencia conjunta de salud (bienestar en diferentes grados y capacidad de funcionamiento en diferentes
grados) y de ciertas enfermedades o afecciones en fase precoz que no producen síntomas (no dan malestar),
ni limitan la capacidad de funcionamiento.
Para comprender la definición dinámica de la salud es de mucha utilidad la figura que nos muestra el
continuum salud-enfermedad.
En esta figura, que es aplicable tanto a los individuos como a las colectividades, se observa como la salud y la
enfermedad forman un continuo, cuyos extremos son el óptimo de salud (completo estado de bienestar,
según la OMS), por un lado, y la muerte, por el otro.
En este continuo existe una zona neutra, la cual significa que la separación de la salud y la enfermedad no es
absoluta, ya que muchas veces no es posible distinguir lo normal de lo patológico.
Es de destacar que a uno de los extremos del continuo, la muerte, se llega en todos los casos por imperativos
biológicos, mientras que el otro, el estado óptimo de salud, se alcanza muy raramente.
Entre la zona neutra y los extremos existen diferentes grados de pérdida de salud (enfermedad) y de salud
positiva. La salud y la enfermedad no son, pues, estáticas, sino dinámicas, existiendo diferentes niveles de
salud positiva y de enfermedad.
Como la muerte no es evitable y el óptimo de salud es difícilmente alcanzable, en Salud Pública, es más
operativo sustituir la muerte por una muerte prematura (que a diferencia de la muerte si es evitable), y el
óptimo de salud, por un elevado nivel de bienestar y de capacidad de funcionar (dado que el óptimo es
difícilmente alcanzable)
En la misma figura también se destaca que tanto la salud como la enfermedad se ven considerablemente
influenciadas por los factores sociales. El que se alcance un elevado nivel de salud o se produzca la muerte
prematura está muy relacionado con las condiciones sociales en que viven inmersos el individuo y la
colectividad.
Este concepto dinámico de salud es fundamental en educación sanitaria; ya que al analizar los determinantes
de salud, en los países desarrollados; tanto la salud positiva como la pérdida de salud y las muertes
prematuras están estrechamente relacionadas con el estilo de vida y el cumplimiento de los tratamientos y
recomendaciones médicas. De hecho, la consecución de elevados niveles de salud positiva y la evitación de
muertes prematuras dependen, en gran parte, de la adopción, por parte de los individuos grupos y
colectividades, de conductas positivas de salud. De ahí el interés actual de la educación sanitaria, la cual en los
últimos años ha pasado a ser una de las técnicas fundamentales de la salud pública.
El nivel de salud del ser humano está determinado por la intervención de varios factores endógenos y
exógenos que actúan sobre él con distintos grados de intensidad y durante periodos de tiempo variable. Estos
factores son los determinantes de salud y su análisis ofrece las siguientes ventajas:
Permite comprender la desigual distribución de la salud y la enfermedad entre los distintos colectivos
sociales, lo que orienta en la planificación de las medidas a tomar.
Ayuda a abordar de forma eficaz los distintos problemas de salud en la comunidad desde su mismo
origen.
Identifica los estamentos y sectores sociales que deben responsabilizarse en la atención de los
problemas detectados.
La biología humana determina la salud básicamente en dos aspectos: La información genética y la edad.
La dotación genética. Todas las personas recibimos por herencia biológica una dotación genética que
condiciona nuestra salud. Muchas enfermedades tienen un componente genético, aunque en la
mayoría de los casos, los genes confieren solamente una predisposición genética a padecerlas y, que la
persona las contraiga o no, dependerá de otros condicionantes, especialmente del estilo de vida.
Algunos ejemplos son la diabetes del adulto, la obesidad, la hipertensión arterial, etc.
EL MEDIO AMBIENTE
Se entiende por medio ambiente todo aquello que rodea al individuo, por lo tanto, puede determinar su
salud. Se pueden considerar 4 factores: físicos, químicos, biológicos y psicosociales.
Factores físicos: el ruido, las vibraciones, la temperatura, la humedad, las radiaciones, etc.
Factores químicos: consiste en sustancias químicas que pueden perjudicar la salud, como por ejemplo
los metales (plomo, mercurio, etc.), el dióxido de carbono (CO2), el monóxido de carbono (CO), los
plaguicidas, los aditivos y conservantes de alimentos, etc. Estas sustancias químicas pueden afectar a
nuestra salud a través del aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos,
etc.
Factores biológicos: hace referencia a la existencia de microorganismos que pueden entrar en nuestro
organismo deteriorando nuestra salud. Los ejemplos son numerosos: virus de la gripe o del VIH,
hongos, bacterias, etc.
Factores psicosociales: son aquellos que afectan a los aspectos psicológicos de la salud y a las
relaciones interpersonales. Algunos aspectos son: las condiciones de trabajo, el tiempo que
disponemos para relacionarnos con la familia y amigos, el estrés, etc.
Los estilos de vida hacen referencia a los hábitos y costumbres de una persona.
Se trata de comportamientos que actúan negativamente sobre la salud, a los que el hombre se expone
voluntariamente y sobre los que podría ejercer un mecanismo de control. Es el grupo que más influencia tiene
en la salud.
Como es lógico, hay estilos de vida que favorecen la salud y otros que la perjudican. Entre los más importantes
destacan:
El ejercicio físico. Cuando se practica de manera continuada condiciona positivamente la salud. Por el
contrario, el sedentarismo o falta de ejercicio físico habitual, contribuye negativamente a la salud, por
ejemplo, favorece la aparición de obesidad.
La alimentación. La alimentación equilibrada favorece la salud. Una alimentación equilibrada implica
comer de todos los grupos de alimentos de manera proporcionada, evitando las grasas industriales, el
consumo controlado de sal, y rica en frutas y verduras. Por el contrario, una alimentación no
equilibrada supone la aparición de enfermedades como la hipercolesterolemia, la diabetes, la
hipertensión, etc.
EL SISTEMA SANITARIO
Los servicios sanitarios son muy importantes a la hora de promocionar la salud, prevenir la enfermedad,
curarla y rehabilitar a los enfermos. Su contribución a la salud de los individuos y de la comunidad depende de
tres factores: el acceso, el coste y la calidad del sistema sanitario.
El Sistema de asistencia sanitaria, puede mejorar el grado de salud si es de buena calidad, con un nivel
adecuado de cobertura para la mayoría de la población y con un coste razonable. Por el contrario, un sistema
de baja calidad, que es demasiado costoso o que solo cubre las necesidades de una parte de la sociedad, así
como los errores médicos o la falta de atención de enfermería, son factores que puede ocasionar un deterioro
del nivel de salud de la comunidad.
En el momento actual se considera que casi todos los factores que integran los determinantes de salud son
modificables. Algunos, como la biología humana, que en 1974 se consideraba poco influenciable, pueden
modificarse gracias a los nuevos descubrimientos genéticos, diagnósticos y de terapias basadas en la
biotecnología. Esto es destacable si se tiene en cuenta su importante participación en numerosos procesos
(cáncer, diabetes, enfermedad de Alzheimer, artritis, enfermedades cardiovasculares, malformaciones
congénitas, etc.), lo que se traduce en su mayor responsabilidad como causa de salud y enfermedad en la
actualidad.
Los factores que constituyen el grupo dos, medio ambiente, y el grupo tres, hábitos de vida y conductas de
salud, en ocasiones son difícilmente separables; la pertenencia a uno u otro grupo es confusa. Por ejemplo, la
drogadicción es un hábito de conducta negativo de salud, pero a la vez es una contaminación socio-cultural del
ambiente. Existe una clara relación entre la clase social y la presentación de las distintas enfermedades,
hábitos y factores de riesgo.
Durante mucho tiempo, se dio gran importancia a los factores dependientes del sistema de asistencia
sanitaria, y por ello en la mayoría de los países, el gasto sanitario se destinaba fundamentalmente a este
capítulo. En la década de los setenta, se vio que en los países desarrollados el nivel de salud dependía
fundamentalmente de los factores ligados al medio ambiente y a los estilos de vida, sobre los cuales se estaba
actuando con escasas inversiones.
En los gráficos siguientes se observa la proporción que cada uno de los cuatro determinantes estudiados
tienen sobre la salud de la población, y el porcentaje de recursos de cada determinante.
En estos gráficos se detecta la discordancia entre el porcentaje de recursos empleados en cada determinante y
su potencial, sobre la salud, de cada uno de ellos.
Como consecuencia de toda una serie de estudios en este sentido, surgió una corriente de pensamiento en
Estados Unidos y Canadá (que se ha extendido también a Europa y demás países desarrollados), que
recomendó cambiar las prioridades de la Salud Pública en estos países, dedicando mayor porcentaje de
recursos a la prevención y a la educación sanitaria, con el fin de corregir el importante sesgo observado entre
las prioridades marcadas por la epidemiología y la distribución de los recursos monetarios a cada uno de los
cuatro determinantes de la salud.
La OMS, en la estrategia para la consecución de “salud para todos” tuvo en cuenta estos hechos, a la hora, de
establecer las prioridades y los mecanismos de intervención, dando especial relevancia a la modificación de los
estilos de vida insanos, considerándolos como el principal factor determinante del nivel de salud en los países
desarrollados.
4-CONCEPTO DE ENFERMEDAD.
Si es difícil definir el concepto de salud, más difícil es, si cabe, definir la enfermedad, la cual ha sido
interpretada desde diferentes enfoques en función del modelo de sociedad y del momento histórico.
Las tribus prehistóricas consideraban la enfermedad, desde un punto de vista mágico-religioso, como un
influjo de los malos espíritus. El tratamiento era empírico, es decir, basado en la experiencia y en la
observación.
En la época clásica griega, gracias a la obra de Hipócrates, el hecho de enfermar comenzó a tratase como un
fenómeno natural, y se le dio un tratamiento más científico, buscando y analizando las posibles causas a las
que poner remedio.
A mediados del siglo XVII, Sydenham habla por primera vez de “especies morbosas” al observar en la clínica
diaria que los mismos cuadros se repetían en distintos pacientes.
A partir del siglo XIX la enfermedad es considerada como una desviación de la normalidad de la vida, por la
existencia de unas
causas que actúan de tal forma que originan un mal funcionamiento y unas alteraciones en los órganos y
tejidos corporales, que se manifiestan mediante unos síntomas subjetivos y unos signos objetivos en el
individuo enfermo que van evolucionando en el tiempo hacia la curación, hacia la cronicidad o la muerte.
La enfermedad es un proceso y el estado consecuente de afección de un ser vivo, caracterizado por una
alteración de su estado ontológico de salud. El estado y/o proceso de enfermedad puede ser originado por
diversos factores, tanto intrínsecos como extrínsecos al organismo enfermo: estos factores se denominan
noxas (del griego nósos: “enfermedad”, “afección de salud”)
La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y de las interacciones
medioambientales y sociales. Generalmente, se entiende la enfermedad como una entidad opuesta a la salud,
cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración o desequilibrio de un sistema a cualquier nivel
Las manifestaciones clínicas son las señales que hacen visible la enfermedad. Pueden ser de dos tipos:
síntomas y signos.
Los síntomas son manifestaciones subjetivas, sentidas y referidas por el paciente: anorexia (pérdida de
apetito), dolor, mareo, etc.
Los signos son datos objetivos, detectados por los profesionales en la exploración: fiebre, tos, ictericia, etc.
Síndrome: conjunto de signos y síntomas que caracterizan y definen a una determinada enfermedad o entidad
nosológica.
Son múltiples las clasificaciones que se pueden hacer de las enfermedades. Los criterios utilizados son
diversos:
Se entiende por historia natural de la enfermedad el curso que sigue una enfermedad a lo largo del tiempo,
desde su inicio hasta su resolución, en ausencia de intervenciones sanitarias. En toda enfermedad se pueden
distinguir varias etapas.
PERIODO POSPATOGÉNICO Es la fase final del proceso morboso. Caben las siguientes posibilidades de
O PERIODO DE resolución: la curación, la cronicidad y la muerte.
RESOLUCIÓN DE LA
ENFERMEDAD.
Durante mucho tiempo la medicina tradicional centró todos sus esfuerzos en la recuperación de la salud, es
decir, en curar la enfermedad una vez ésta se ha presentado. Pero desde hace años esta situación ha
cambiado, de manera que los sistemas sanitarios han empezado a enfocarse hacia la salud en lugar de a la
enfermedad, ya que los esfuerzos deben ser dirigidos a mantener la salud de la población tanto o más que a
curar sus enfermedades.
La medicina preventiva ha dejado de ser, por tanto, una declaración de intenciones para convertirse en un
objetivo en las líneas de actuación del sistema sanitario español. Vemos como poco a poco se ha ido dando
más importancia a la prevención de las enfermedades y como la información y las campañas educativas van
dirigidas al ciudadano y a su responsabilidad en el autocuidado.
6-NIVELES DE PREVENCIÓN.
Habíamos manifestado que la interrupción de la cadena de acontecimientos que constituyen la historia natural
de la enfermedad, y que conducen al deterioro progresivo de la salud, es uno de los principales objetivos de la
Salud Pública la cual incluye en tal responsabilidad a todos los miembros de un equipo de salud ya que, como
hemos visto, la enfermedad obedece a múltiples causas o factores de riesgo interrelacionados cuyo control no
puede ser abordado ni por una disciplina en particular ni por diferentes disciplinas desvinculadas entre sí y del
contexto sociocultural en el cual trabajan. Se ha considerado que los equipos de salud deben estar capacitados
para colocar barreras en diferentes puntos del continuum. Estas barreras han sido llamadas niveles de
prevención.
Los niveles de prevención son las acciones que se toman con la finalidad de erradicar, eliminar o minimizar el
impacto de la enfermedad y la incapacidad; y, si no es posible, retardar el progreso de la enfermedad y la
incapacidad.
Los niveles de prevención están en íntima relación con las fases de la historia natural de la enfermedad. Hay
tres niveles de prevención que corresponden a las distintas fases del desarrollo de la enfermedad: primaria,
secundaria y terciaria.
Prevención primaria
Las actividades de prevención primaria son el conjunto de actuaciones dirigidas a: impedir la aparición o
disminuir la probabilidad de padecer una enfermedad determinada. Su objetivo será disminuir la incidencia de
la enfermedad.
Tiene como finalidad fomentar la salud, mantenerla y prevenir la enfermedad.
El nivel primario o nivel de prevención primaria actúa durante el periodo prepatogénico de la enfermedad y,
como tal, está dirigido a eliminar o a disminuir la cantidad o la calidad de los factores de riesgo presentes en la
comunidad.
Si las acciones de prevención primaria no han sido aplicadas o han sido deficientemente desarrolladas, existe
una alta probabilidad de que un huésped susceptible reciba el estímulo nocivo e inicie el período patogénico.
Prevención secundaria
La prevención secundaria busca eliminar la enfermedad en sus primeras fases. Por ello, decimos, lucha contra
la prevalencia, por cuanto la enfermedad ya está entre nosotros. Actúa en el período patogénico de la
enfermedad.
Los programas de cribado son aquellas actividades orientadas a la detección precoz de la enfermedad, su
diagnóstico y tratamiento temprano, que se ofrecen activamente al conjunto de la población susceptible de
padecer la enfermedad, aunque no tenga síntomas ni haya demandado ayuda médica. (Ley 33/2011, General
de Salud Pública).
Como hemos dicho, la prevención secundaria se basa en los cribados poblacionales y para aplicar éstos, han de
cumplirse unas condiciones predeterminadas definidas en 1975 por Frame y Carslon para justificar el
"screening" de una patología que son:
Que la enfermedad represente un problema de salud importante con un marcado efecto en la calidad
y duración del tiempo de vida.
Que la enfermedad tenga una etapa inicial asintomática prolongada y se conozca su historia natural.
Que se disponga de un tratamiento eficaz y aceptado por la población en caso de encontrar la
enfermedad en estadio inicial.
Que se disponga de una prueba de cribado rápida, segura, fácil de realizar, con alta sensibilidad y
especificidad, alto valor predictivo positivo, y bien aceptada por médicos y pacientes.
Que la prueba de cribado tenga una buena relación coste-efectividad.
Que la detección precoz de la enfermedad y su tratamiento en el periodo asintomático disminuya la
morbilidad y mortalidad global o cada una de ellas por separado.
Un oportuno y buen diagnóstico, además de un tratamiento adecuado, son las mejores medidas preventivas
en este momento del proceso para evitar su continuación hacia las secuelas, la incapacidad o la muerte.
Las pruebas de cribado que se utilizan en la detección precoz de una enfermedad son, generalmente, muy
sensibles porque interesa detectar todos los casos posibles. Esto implica que darán muchos falsos positivos y
que, posteriormente, estos sujetos tendrán que someterse a una prueba más específica, con el fin de
confirmar el diagnóstico.
Si por las características particulares de una determinada enfermedad o por el fracaso de las anteriores
medidas preventivas se llega a las secuelas o la incapacidad, debe contarse con el tercer nivel de prevención o
prevención terciaria.
NIVEL DE PREVENCIÓN
PRIMARIO SECUNDARIO TERCIARIO
7-PROMOCIÓN DE LA SALUD
En Ottawa, Canadá, se celebró en 1986 la Primera Conferencia internacional de la Promoción de la salud, que
dio lugar a lo que hoy se conoce como la "Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud".
En esta se llegó a una definición consensuada de promoción de salud: "El proceso que permite a las personas
incrementar su control sobre los determinantes de la salud y en consecuencia, mejorarla". Se entiende por
determinantes al conjunto de factores personales, sociales, económicos y ambientales que condicionan el
estado de salud de los individuos o poblaciones.
(El proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla)
En la Carta de Otawa se definen las siguientes cinco grandes líneas de acción de la Promoción de la Salud:
En 1988, la OMS invitaba a la población mundial a vivir sanos, preocupándose más de la prevención de riesgos
que de la curación de enfermedades, insistiendo en aprender a gozar de la vida sin abusar de ella y en intentar
alcanzar y conservar el mayor nivel posible de salud, en cada persona y en cada comunidad.
El personal sanitario desempeña un papel fundamental, tanto en el fomento de la salud y en la prevención de
la enfermedad, como en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Son áreas de actuación relacionadas con
la salud, interdependientes y se llevan a cabo de forma conjunta, predominando cualquiera de ellas, según la
situación de la persona o comunidad.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
La salud pública tal como la entendemos hoy, es decir, como una ciencia que se dedica a la protección y
promoción de la salud de la población y que depende los gobiernos, es relativamente reciente. Se ha ido
desarrollando desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días. Pero esto no quiere decir que no existiesen ya
desde antiguo, aunque de forma menos definida y organizada, unas medidas de protección de la salud
colectiva.
Los egipcios, introdujeron normas de higiene personal, conocían gran número de fórmulas farmacéuticas,
construían depósitos de arcilla para las aguas de bebida y canales de desagüe para las aguas residuales.
Los hebreos mantuvieron las normas aprendidas de los egipcios y mejorándolas, crearon un código escrito, el
Levítico (1500 a.C). En éste se recogían deberes personales y comunitarios de higiene, como el aseo personal,
el aislamiento de leprosos, la recogida de basuras y desechos, la protección de la maternidad, la pureza del
agua y la eliminación de aguas residuales.
La civilización griega se caracterizó por desarrollar las normas de salud pública hasta grados no alcanzados con
anterioridad. Consideró todas las normas previas y desarrolló entre otras la higiene personal, el deporte, el
culto a la belleza, la dieta alimenticia correcta y el saneamiento del medio ambiente.
Durante el dominio del Imperio Romano se mantuvieron las normas de culturas anteriores y la ingeniería
sanitaria avanzó en gran medida con obras como los baños públicos, las termas, los acueductos, la evacuación
de aguas residuales o la eliminación de desechos.
En la edad Media, coincidiendo con el apogeo del cristianismo, se observa un retroceso en las normas de
higiene y salud pública, con la única excepción de la cultura árabe. En los territorios conquistados por los
musulmanes se mantuvieron las normas de higiene y se produjo un gran desarrollo de las ciencias médicas. En
el mundo cristiano, el desprecio de lo mundano y el cambio en las costumbres de la higiene personal, por
considerar inmoral la contemplación del propio cuerpo, lograron que se abandonase el baño corporal. La
supresión de prácticas de recogida de aguas residuales y basuras, así como el abandono de los baños, las
termas, las cloacas y los acueductos construidos por los romanos, llenaron las ciudades de suciedad,
inmundicias y malos olores, lo que favoreció la aparición de grandes plagas de transmisión fecohídrica (fiebre
tifoidea) y por parásitos y roedores (peste y tifus exantemático)
Las malas condiciones socioeconómicas, la falta de alimentos, los grandes movimientos migratorios por
motivos bélicos. religiosos y comerciales, unidos a la falta de higiene, dieron lugar a las mayores epidemias de
la historia de la humanidad.; de ahí que la Edad Media se conozca, sanitariamente, como período de las
grandes epidemias.
En esta época se comenzaron a introducir las medidas de cuarentena marítima, la segregación de los leprosos,
y los cordones sanitarios terrestres, con la intención de frenar el avance de estas epidemias. Por tanto son las
primeras medidas que se tomaron como una iniciativa gubernamental, y pueden ser consideradas como
medidas de Salud Pública.
Durante el Renacimiento, a pesar del florecimiento de las ciencias y las artes, no se produjo ningún avance
sanitario digno de mención, ni tampoco se despertó la conciencia sanitaria. Debieron pasar algunos siglos para
que esto ocurriera, lo que coincide con el inicio de la Edad Contemporánea.
Como consecuencia de este y otros informes que le sucedieron se integra la Salud Pública en los programas de
los gobiernos europeos y americanos, constituyendo los Servicios de Salud Pública, que abarcaban cuestiones
de protección de la salud de la colectividad: vigilancia y control sanitario del medio ambiente y lucha contra las
enfermedades transmisibles. Las armas principales de los gobiernos eran el saneamiento, la legislación y la
inspección.
Sin embargo, no es hasta el siglo XX cuando los gobiernos no sólo se dedican a proteger la salud de la
población sino que abarcan en sus programas de Salud Pública la promoción de la salud y la restauración de la
salud, con lo que llegamos a la actual definición de Salud Pública.
CONCEPTO.
Se entiende por Salud Pública “El conjunto de actividades organizadas de la colectividad, dirigidas a la
promoción (fomento y protección) y restauración (asistencia y rehabilitación) de la salud de la población”
La Salud Pública es una responsabilidad de los gobiernos, y a ellos compete la responsabilidad de organizar las
actividades encaminadas a conseguir la mejora de salud de la población.
FUNCIONES.
Dentro de la Salud Pública, unas funciones son propias de los Servicios de Salud, en concreto la promoción de
la salud y la asistencia sanitaria (dirigidas primariamente a la consecución de los objetivos de la salud pública),
y otras son funciones de la comunidad (aunque primariamente están dirigidas a otros objetivos, contribuyen
también, de forma importante a la promoción de la salud de la población), tales como educación, política
económica, política de viviendas, etc. Estas acciones comunitarias son necesarias por la importancia que tiene
el control de los factores sociales, de gran influencia en el nivel de salud.
Las acciones de promoción de la salud tienen como objetivo el fomento de la salud de la población y la
prevención de las enfermedades y accidentes evitables. Se trata de incrementar el nivel de salud de los
individuos, grupos y colectividades y de protegerles contra las enfermedades y accidentes que son susceptibles
de prevención. Con ello, se mejora su calidad de vida y se evitan la morbilidad evitable y las muertes
prematuras. Comprenden acciones sobre el medio ambiente (saneamiento ambiental e higiene alimentaria) y
acciones sobre el individuo (educación sanitaria y medicina preventiva)
Las acciones de restauración de la salud comprenden todas las actividades organizadas que se realizan para
recuperar la salud en caso de haberla perdido. Estas acciones corresponden a la medicina asistencial y se
llevan a cabo a través de la asistencia sanitaria y la rehabilitación y reinserción social, las cuales se realizan a
dos niveles (primaria: centros de salud y especializada: hospitales y centros de especialidades)
Además de las acciones o actividades dirigidas directamente a la promoción y restauración de la salud, los
Servicios de Salud deben llevar a cabo toda una serie de funciones generales o de servicio, sin las cuales
resulta imposible la implementación adecuada de las actividades anteriores. Estas funciones generales o de
servicio constituyen la infraestructura imprescindible para el ejercicio de la Salud Pública, tales como
Administración Sanitaria, Demografía y Estadística, Laboratorio de Salud Pública, Epidemiología, Planificación y
Programación Sanitaria, Legislación, Docencia e Investigación.
PROMOCIÓN DE LA SALUD.
Las acciones propias de los Servicios de Salud dirigidas a la promoción de la salud de la población, se suelen
clasificar en dos grandes grupos, según incidan sobre el medio ambiente o sobre el individuo.
RESTAURACIÓN DE LA SALUD.
Incluye todas las acciones organizadas que se realizan para restaurar la salud de la población cuando se pierde.
Estas acciones corresponden a la medicina asistencial, la cual se lleva a cabo a través de la asistencia sanitaria
(asistencia, rehabilitación y reinserción social).
La asistencia para la restauración de la salud se escalona en dos niveles:
Atención Primaria (centros de salud) y Atención Especializada (hospitales y centros de especialidades).
Incluyen aquellas actividades de los Servicios de Salud que resultan fundamentales para el ejercicio perfecto
de las funciones anteriores. Constituyen, de alguna manera, la infraestructura imprescindible para ejercer la
Salud Pública.
Se pueden incluir, entre ellas, las siguientes:
Administración sanitaria. Es el soporte administrativo para llevar a cabo todas las actividades antes
expuestas.
Demografía y estadística sanitaria .Las estadísticas demográficas (volumen, estructura y dinámica de la
población) y las de salud (morbilidad, mortalidad, hábitos insanos, saneamiento del medio, recursos de
salud y utilización de los recursos de salud) son fundamentales tanto para la planificación de las
acciones de salud pública como para su administración, ejecución y evaluación.
Laboratorio de salud pública .Es fundamental en la lucha contra las enfermedades transmisibles
(diagnóstico de la enfermedad transmisible, vigilancia epidemiológica, elaboración de productos
biológicos) y contaminación del medio ambiente (agua, aire, suelo, alimentos, etc.).
Planificación y Programación. Establece las prioridades de acuerdo con los problemas de salud
prevalentes.
Legislación. Es básica en todas las fases de la Salud Pública, bien para el control de los factores nocivos
del medio ambiente, bien para el desarrollo y puesta en marcha de los Programas de salud.
Docencia. Es necesaria para formar al personal que debe llevar a cabo las acciones de salud.
Investigación. La investigación aplicada debe formar parte de la labor diaria de los Servicios de Salud y
los Programas deben desarrollarse de acuerdo con los resultados de esta investigación.
Epidemiología. Es fundamental para el conocimiento de la frecuencia y distribución de los problemas
de salud de la comunidad y de los factores causales de esta frecuencia y distribución.
Educación. Corresponde a las acciones que la comunidad organiza para la educación general.
Política económica. Se refiere a las líneas directrices de la política económica del país, en relación con:
la producción de bienes y servicios, la producción agrícola (alimentación), la política de empleo, la
política de salarios, etc.
9-SALUD COMUNITARIA
La salud comunitaria es un brazo de la salud pública que se aproxima a la comunidad y la hace partícipe y
protagonista de la gestión y promoción de su salud.
En la salud comunitaria es muy importante conseguir un elevado grado de formación y educación sanitaria en
los ciudadanos no solo para que mantengan y protejan su salud, sino también para que estén preparados para
enjuiciar la labor de sus representantes, para valorar la efectividad de los programas y decidir qué políticas y
servicios prefieren y necesitan más.
La trascendencia que tienen los factores sociales en el estado de salud no es cuestionada actualmente por
nadie. Hace tiempo se dejó de pensar que la etiología de las enfermedades fuese de origen meramente
ECOLOGÍA: estudia la influencia que el ambiente ejerce sobre el hombre y las consecuencias sobre su
organismo.
EPIDEMIOLOGÍA: estudia la frecuencia y distribución de las enfermedades en las poblaciones humanas.
ESTADÍSTICA: ciencia que trata de la obtención, clasificación, análisis e interpretación de hechos
numéricos o datos con el empleo de teorías matemáticas y de probabilidad. Aplicada a las ciencias
biológicas de la salud (BIOESTADÍSTICA).
DEMOGRAFÍA: estudia la estructura de las poblaciones humanas y sus aspectos dinámicos desde un
enfoque cuantitativo. Utiliza índices y porcentajes. Las estadísticas demográficas (volumen, estructura
y dinámica de la población) y las de salud (morbilidad, mortalidad, hábitos insanos, saneamiento del
medio, recursos de salud y utilización de los recursos de salud) son fundamentales tanto para la
planificación de las acciones de salud pública como para su administración, ejecución y evaluación.
ECONOMÍA: ciencia mediante la cual se puede llegar a hacer un uso racional y equitativo de los
recursos.
SOCIOLOGÍA: ciencia que estudia el desarrollo, la estructura y la función de la sociedad. Los sociólogos
analizan las formas en que las estructuras sociales y los problemas de índole social influyen en la
sociedad.
ANTROPOLOGÍA: Estudio de los hombres, de su evolución biológica y su adaptación fisiológica, de las
formas de evolución de sus lenguas, culturas y costumbres.
PSICOLOGÍA: es la ciencia que estudia la conducta humana y ayuda a su modificación cuando la
situación lo requiere.
PEDAGOGÍA: es el arte de transmitir experiencias, valores y conocimientos derivados de otras ciencias
y tiene como misión la formación humana.
Hoy en día, LA SALUD, no se considera como un privilegio, sino como un derecho fundamental del ser humano.
La situación de vivir en salud, se relaciona estrechamente con los factores y circunstancias que afectan al
conjunto de personas y colectividades, por lo que se podrá disfrutar de ella, en mayor o menor medida, según
las posibilidades de la sociedad para desarrollarse en aspectos como el trabajo, medio ambiente natural y
arquitectónico, alimentación, educación, cultura, ocio, etc.
Dice la OMS “La salud es la mejor palanca para el desarrollo de los pueblos y la mejor plataforma para la paz”.
Ya no es considerada como un don, sino como un derecho humano universal y es el Estado quien debe asumir
esta exigencia, pues su logro es una necesidad básica y un objetivo social verdaderamente esencial.
BIBLIOGRAFÍA