4 El Derecho en El Renacimiento
4 El Derecho en El Renacimiento
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UNAM mx x
CAPÍTulo oCTAvo
El derecho en el renacimiento
I. Contexto histórico
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económico, ahora en expansión, de carácter monetario. Por otra parte,
durante esta época se produce el gran cisma de la Iglesia católica (la
Refor- ma) resultado de las propuestas y críticas que Lutero y Calvino
hacen a ella, así como la aparición de una nueva corriente filosófica: el
racionalismo car- tesiano, a través del cual se sustituye el homo viator de
la Edad Media, hombre que tiene como finalidad “viajar” hacia la
eternidad, por el homo faber, el hombre que produce cosas y que
transforma su mundo material.
Resultado de este movimiento renacentista serían: la nueva
circulación de libros paganos, la sustitución del ascetismo por los
placeres mundanos, la aparición de un arte realista y sensual que toma el
lugar del arte medieval místico y simbólico, y la liberación de la ciencia
de los “libros de autoridad”, así como la emancipación de los reyes
europeos de la pretendida soberanía del emperador, dentro de esa
“confederación de naciones” que fue el Sacro Imperio Romano
Germánico. Si a ellos añadimos un típico fenómeno re- nacentista, “la
duda” en contraposición a “la certeza” del mundo medieval, podemos
entender el gran desarrollo que, tanto en las artes como en las ciencias se
debe al Renacimiento.
En esta época en que, como ya hemos apuntado, aparecen los primeros Es-
tados nacionales, no es de extrañar que una de estas controversias gire en
torno al origen del poder del rey: ¿viene de Dios? (el derecho divino de
los reyes), o bien, ¿es producto de una delegación hecha a este por el
pueblo? (teoría del pactismo). Importante fue la literatura jurídica que se
produjo en torno a este tema, debida a los hugonotes franceses y a los
calvinistas holandeses. Los primeros elaboraron una obra anónima:
Vindicae contra tyrannos (1579) que es un clásico de la doctrina política
revolucionaria. En igual sentido, cabe destacar también las obras del jesuita
español Francisco Suárez: Tractatus de Legibus ac Deo Legislatore (1612) y
del jurista francés Juan Bodino: Six livres de la République, publicada en
1576.
Al rechazo de los tradicionales “libros de autoridad”, a la aparición
del incipiente racionalismo y al descubrimiento del Nuevo Mundo
(América) debemos también una amplia literatura filosófico-política en
torno a las “utopías”, fantasía renacentista que especulaba sobre una
nueva organiza- ción de la sociedad basada estrictamente en la razón y la
naturaleza humana, y que también causó grandes controversias.
Conocidos ejemplos de este gé- nero son: la famosa Utopia de Tomás
Moro, el Christianópolis de I.V. Andreä
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM mx http://biblio.juridicas.unam.m
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El derecho en el renacimiento
El mos gallicus, nueva orientación sobre los estudios del derecho romano,
tí- picamente renacentista, tuvo como principales exponentes a los juristas
de la escuela de los humanistas franceses. Se llamó así porque encontró
su hogar en Francia, en especial en la Universidad de Burdeos, y porque
se contrapuso a la corriente del mos italicus, apuntada ya desde la
Escuela de Glosadores y de- sarrollada por la de los Postglosadores o
Comentaristas, que como ya hemos visto se desarrolló en las
universidades italianas.
La controversia entre ambas corrientes dedicadas al estudio del
derecho romano, estribaba principalmente en la finalidad que perseguían
los unos y los otros al abocarse a dicho estudio. Mientras que para los
juristas de la corriente del mos italicus conocer, analizar e interpretar el
derecho romano servía para, adaptándolo a la sociedad del presente, crear
un derecho positi- vo, práctico y utilizable en los foros, con el fin de
otorgar a dicha sociedad el más amplio nivel de seguridad jurídica; para
los eruditos miembros de la corriente del mos gallicus, el conocimiento e
interpretación del derecho romano tenía como objetivo —dado su
primordial interés en lo histórico y lo sociológico—, conocer
debidamente la sociedad clásica del pasado, con su derecho incluido.
En esta controversia, triunfó definitivamente el mos italicus. Indepen-
dientemente del auge del mos gallicus en los ambientes universitarios de
Eu- ropa, lo cierto es que en la práctica forense, la influencia que tuvo la
actitud erudita e historicista de los miembros de esta corriente fue muy
modesta. Los jueces y abogados prefirieron el mos italicus, basado en las
reinterpre- taciones de los postglosadores al Corpus Iuris, debido a que a
través de ellas obtenían un alto grado de seguridad jurídica que facilitaba
sus actuaciones ante los tribunales de justicia.
IV. La escuela de los humanistas franceses
1. Italia
3. Alemania
4. Inglaterra
5. España