4 LA ARGUMENTACIÓN Maite Alvarado

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LA ARGUMENTACIÓN – ALVARADO

El discurso argumentativo se basa en la necesidad de los seres humanos de persuadir a sus


interlocutores o de llegar a un acuerdo con ellos respecto de cómo es el mundo. Cuando
argumentamos pretendemos convencer a nuestro interlocutor de que nuestra tesis, nuestras
propuestas, son válidas y certeras.

El discurso no es el dominio del lingüista, ni el dominio de la gramática, sino de las relaciones entre
el lenguaje y el contexto; es decir que el discurso se construye como tal en la práctica social.

Algunos de los campos de aplicación de la argumentación son el periodismo, la política, la


publicidad, la justicia, el dominio de la argumentación es el de lo plausible, lo verosímil, lo
probable.

Los inicios de la argumentación se dan en el siglo V a.C. Corax y Tisias habían compuesto el primer
método razonado para hablar ante un tribunal, es decir el primer tratado de argumentación.

Otro momento muy importante del discurso argumentativo es la aparición de los sofistas entre el
siglo V y principios del IV. Protágoras, uno de los sofistas, trabajó un concepto clave: la antítesis,
como idea fuerza de la argumentación. El demuestra como un mismo argumento puede tratarse
desde distintos puntos de vista y la relatividad, la opinabilidad de las cuestiones humanas. El
sostiene que la excelencia del decir tiene una eficacia demostrativa capaz de transformar el
discurso más débil en el más potente.

Luego aparece Platón para oponerse a los sofistas diciendo que no buscaban la verdad sino que se
limitaban a poner en dificultades al adversario haciendo evidentes las debilidades de su
argumentación.

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Los campos en los que se ejerce la argumentación son: el de la deliberación política (discute sobre
lo útil y lo dañoso), que evolucionó hasta la propaganda ideológica; el del tribunal (género judicial,
que trabaja sobre conceptos de lo justo y lo injusto); el campo de la excelencia y la reprobación
(discute sobre lo bello y lo feo); el de la demostración (género didáctico). El cristianismo agregó la
exhortación religiosa y la época contemporánea, los géneros mediáticos y la publicidad.

Situación y conducta argumentativas

Cuando se argumenta lo que interviene es la racionalidad, si se utiliza la fuerza o la amenaza de


fuerza se abandona el campo de la argumentación.
Estamos en el terreno de la argumentación, en el terreno de lo probable, de lo opinable, no en el
terreno de las verdades absolutas.

¿Cuáles son las manifestaciones racionales que nos pueden llevar a un consenso? Las tesis que
pueden ser refutadas. Esa es la única manifestación racional posible cuando se plantea un
enunciado susceptible de crítica.

La situación de argumentación consta de un agente que actua para modificar o reforzar las
disposiciones de un sujeto con respecto a una tesis o conclusión. El conjunto de medios, de
razonamientos que el agente utiliza para defender su tesis son los argumentos.

Condiciones de propiedad para la situación de argumentación:

1- Que el otro no comparta las convicciones de uno (debe haber un campo problemático)
2- Que el otro sea capaz de creer aquello de lo que se lo quiere persuadir
3- Que sea capaz de creer con razón, que sea capaz de pensar
4- Que el que argumenta crea en lo que argumenta

En argumentación se habla de orador y auditorio por más de que el que argumenta se dirija hacia
una sola persona; esto es porque quien argumenta está imaginando los términos de una discusión,
está imaginando posibles objeciones a lo que él sostiene y así la argumentación siempre tiene algo
de diálogo. Hay una construcción imaginaria de un debate o de una discusión.

El proceso retórico
Distintas etapas del discurso argumentado, consta de cinco momentos u operaciones. Estos
momentos son la inventio, que es encontrar qué decir, encontrar los argumentos; la dispositio,
que corresponde al ordenamiento de esos argumentos; la elocutio, que consiste en agregar el
adorno de las palabras y de las figuras; la memoria, que es la memorización del discurso para ser
pronunciado oralmente; y la actio, que se refiere a la representación frente al auditorio.

Inventio

Generación de ideas, es decir, de argumentos. Es buscar qué decir para argumentar a favor de una
tesis, de una posición. No se trata de una invención sino de una BUSQUEDA, con encontrar lo que
conviene a los propósitos del orador.

De la inventio parten dos líneas: una lógica que intenta convencer, y una psicológica que intenta
emocionar. Para convencer se requieren pruebas, pero para emocionar se requiere conocer al
auditorio, su humor, sus emociones. Por eso se debe hacer un diagnóstico del auditorio.

Las pruebas para convencer pueden ser técnicas o extra-técnicas: las pruebas extre-técnicas son
aquellas sobra las cuales quien argumenta no puede operar, escapan de su poder. Pensemos por
ej en un juicio, si las pruebas son contrarias a la causa se intentarán esconderlas o correrlas a un
lugar menos visible, pero si son favorables se las hará resaltar.

Por otro lado las pruebas técnicas sí dependen del razonamiendo, de las operaciones que lleve a
cabo el orador. Pueden ser de dos tipos: inductivas y deductivas. La prueba inductiva es el
ejemplo, que recurre a un hecho concreto, que puede generalizarse. Las pruebas deductivas son
los argumentos, y de ellos el entimema es la pieza maestra. El entimema es un silogismo
incompleto que elide a su premisa mayor; por ej “vos también te podes equivocar porque sos
humano”, la premisa elidida es “todos los humanos se equivocan”. La razón de la elipsis de la
premisa mayor es que se la considera obvia. La argumentación se edifica a partir de la presunción
de que existen acuerdos básicos en el auditorio que funcionan como premisas.

Dispositio

Es el orden de las partes del discurso. Se ordenan los argumentos.

La dispositio clásica está integrada por cuatro fragmentos: la narratio y la confirmatio que son de
carácter demostrativo, están dirigidos a convencer e informar. En cambio el exordio y el epílogo
son de carácter pasional e intentan emocionar y conmover al auditorio.

El exordio tiene dos instancias. La primera es la captatio benevolentiae, cuya finalidad es captar la
benevolencia del auditorio.

La otra instancia del exordio es la partitio, en la cual se enuncian las divisiones, las partes del
discurso, el plan de exposición

El otro fragmento de carácter pasional o emocional es el epílogo, es un signo de clausura. Es


donde se retoman los argumentos, se resumen, se concluyen.

En cuanto a las partes demostrativas del discurso argumentativo, la narratio corresponde al relato
de los hechos presentes en la causa. Es una preparación para los argumentos que se han de
exponer en la confirmatio. Debe ser breve, clara y verosímil.

La parte demostrativa de la dispositio se completa con la confirmatio o exposición de los


argumentos. Según la retórica aristotélica existen tres órdenes para la confirmatio. Uno es el
orden creciente de los argumentos, de lo mas débil a lo mas fuerte. También está el orden
decreciente, se inicia con los argumentos mas fuertes para terminar con los mas débiles. El último
orden es el homérico, donde se empieza con argumentos fuertes, se continua con argumentos
débiles en el medio y concluir con otros fuertes, con la idea de que los argumentos débiles queden
escondidos.

Elocutio

Consiste en poner palabras a los argumentos, conferir una forma lingüística a las ideas.

Cicerón enumera cuatro virtudes de la expresión:


1- Hay que buscar que el discurso sea apto, conveniente, apropiado, acorde con la situación y
las reglas.
2- Corrección léxica y gramatical: la pureza de la lengua de los romanos, su integridad ideal.
3- Claridad para que el discurso sea comprensible
4- Belleza: cuando hay un esfuerzo puesto en embellecer la expresión, ese esfuerzo suele
aumentar la capacidad persuasiva y explicativa del discurso. Se recurre al auxilio de las
figuras retóricas que embellecen el discurso y aumentan su capacidad persuasiva.

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