Historia de Conciviles

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Construcciones Civiles S.A. desde 1950 construyendo a Colombia.

Hoy después
de 70 años de fundada, Conciviles es la compañía de construcción más antigua de
Colombia.

Su trayectoria y desempeño con constancia, rectitud y confiabilidad la han


convertido en una de las empresas pioneras y de referencia en el sector de la
construcción y de la infraestructura colombiana.

Con el paso de los años, Conciviles se ha transformado en uno de los aliados


estratégicos del Estado para el desarrollo del país. Su excelente trabajo y
cumplimiento de contratos le han merecido toda clase conocimientos y
reconocimientos.

Entre los años 2006 a 2010 la compañía contaba con un portafolio importante de
obras, facturaba alrededor de $266 mil millones de pesos, tenía una planta de
3.500 a 4.000 empleados y sumado a ello, excelentes resultados.

Debido a su trayectoria, en el año 2006, Conciviles fue invitada a participar en una


licitación en Perú, la cual se ganó. Por esta razón se tomó la decisión de abrir una
sucursal en ese país. El ingeniero Jorge Alberto Quintero se radicó en Lima para
dirigir la ejecución del proyecto y desarrollar la nueva sede. La operación en Perú
se fue consolidando positivamente.

Para el año 2008, Conciviles licitó y se le adjudicó la construcción de la Central


Hidroeléctrica Río Amoyá en el Cañón de Las Hermosas, ubicado en las montañas
del sur este de Colombia, para Isagén, empresa estatal.

Durante el desarrollo de la obra, se presentaron un sinnúmero de dificultades y


complicaciones constructivas, sumado a los enfrentamientos de los grupos
armados al margen de la ley, sin embargo, Conciviles apoyó al gobierno y a su
petición de no retirase de la zona pese a la difícil situación de orden público que se
atravesaba, ya que la Nación y el ejército adquirieron el compromiso con la
compañía, de proteger a los empleados de la obra, para seguir adelante con la
ejecución del contrato, bajo la premisa de las autoridades que “hace más por la
paz un metro cuadrado de concreto construido que doscientos hombres
peleando”.

Lo anterior hizo que la obra costara el doble del valor inicialmente licitado, lo que
llevó a Conciviles a apalancarse en sus proveedores y a adquirir deuda propia con
entidades financieras, para cumplir con el objeto del contrato y terminar la obra a
satisfacción. El cliente no reconoció los sobrecostos generados por la mayor
permanencia en obra y las exigencias constructivas del proyecto originadas por las
especificaciones geomorfológicas de la región.

En un año la deuda creció el 133%, pasando de $92 mil millones de pesos a $214
mil millones de pesos. El directorio y los accionistas le pidieron al Gerente General
de la época, señor Luis Alberto González retirarse del cargo a finales de 2011 por
la situación de endeudamiento no autorizado a la que llevó a la compañía. Desde
ese momento Conciviles ha tenido que sortear la crisis más fuerte desde su
fundación.

Para la compañía la situación se volvió inmanejable debido a la elevada deuda y a


las altas tasas de interés de la misma, lo que llevó a incumplir los pagos tanto a
entidades financieras como a proveedores. Así fue como Conciviles se vio
obligada a acogerse a la ley de reorganización empresarial (Ley 1116 de 2006), en
agosto 2013 para no tener que entrar en un proceso de liquidación. Durante 18
meses se negoció un acuerdo de pagos con cerca de 2000 acreedores, que fue
aceptado y confirmado por la Superintendencia de Sociedades de Colombia, el 21
de enero de 2015.

El hecho de estar en reorganización le causó a la compañía, dificultades para


acceder a créditos financieros necesarios para soportar la operación e igualmente
obstaculizó la generación de nuevos negocios, y en consecuencia ocasionó que
se tornara muy difícil retener a los empleados que masivamente se fueron
retirando de la sociedad ante la incertidumbre de su estabilidad laboral, tanto así
que la nómina pasó de tener un promedio de 3500 empleados en el año 2010, a
tener 255 trabajadores en el 2018.

A pesar del redimensionamiento de la compañía, los pocos funcionarios que


decidieron seguir adelante, enfrentaban y solucionaban los problemas que
anteriormente eran atendidos por un equipo más numeroso. Esta situación se vio
reflejada de la misma manera en el Perú, puesto que la operación en ese país
siempre fue apalancada, soportada y avalada por Colombia, tanto en los recursos
financieros como en los recursos humanos.

Desde el 2015 a la fecha, el equipo administrativo se ha renovado casi en su


totalidad con dos fines específicos; la reinvención de la compañía y su
continuidad. Los funcionarios que fueron responsables de la sucursal y de la filial
de Conciviles en Perú, para los años 2006 a 2015, ya no laboran en la compañía
desde hace muchos años.

Conciviles se vio obligada, debido a la falta de personal y recursos económicos a


cancelar por completo su obligación en Perú, manteniendo tan solo un (1)
funcionario mientras se logra finiquitar los asuntos litigiosos pendientes en ese
país y así poder liquidar por completo la filial y la sucursal.

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