Índice de Rentabilidad
Índice de Rentabilidad
Índice de Rentabilidad
Concepto
Es un método de valoración de inversiones que mide el valor actualizado de los cobros generados, por cada unidad
monetaria invertida en el proyecto de inversión. Analíticamente se calcula dividiendo el valor actualizado de los flujos de
caja de la inversión por el desembolso inicial.
Siendo:
Criterio de selección
Según el índice de rentabilidad son efectuables aquellas inversiones que tengan un valor superior a la unidad, ya que en
caso contrario los cobros generados actualizados son inferiores a los pagos.
Si se quiere elegir entre varias inversiones son preferibles las que tengan un índice de rentabilidad más elevado.
Inconvenientes
En el índice de rentabilidad se realiza la actualización de los flujos de caja a un tipo “k”. Uno de los problemas
que se plantea es elegir el citado tipo de descuento, que debe recoger la rentabilidad mínima exigida a la
inversión.
Al actualizar los flujos de caja, se está asumiendo que los mismos se reinvierten hasta el período “n” al mismo
tipo de interés “k” que se utiliza para su actualización. Si se utiliza un tipo de reinversión diferente “s” con el que
se capitalizan los flujos de caja hasta “n”, y posteriormente se actualiza el importe obtenido hasta el momento
actual, al tipo “k”, se obtiene la siguiente expresión:
Puede comprobarse que esta expresión solo coincide con el índice de rentabilidad cuando el tipo de reinversión “s” es
igual al de descuento “k”.
Ejemplo:
Una empresa puede realizar dos proyectos inversión de los que se conocen los siguientes datos: La inversión “X” requiere
un desembolso inicial de 140 millones de euros, generando unos flujos de caja anuales (también en millones de euros) de
30 en el primer año, 56 en el segundo y 150 en el tercero. Por su parte, la inversión “Y” también requiere un desembolso
inicial de 140 millones de euros, pero genera unos flujos de caja anuales (en millones de euros) de 40 en el primer año, 50
en el segundo y 135 en el tercero. Si la rentabilidad que exige la empresa a sus inversiones es del 12 %, se pide
determinar, en función del índice de rentabilidad, si las inversiones son efectuables y cual de las dos es preferible.
Solución:
Por tanto, ambas inversiones son efectuables ya que generan más de un euro (actualizado) por cada euro invertido.
Concretamente la inversión “X” genera 1,27 euros y la “Y” 1,22. En cuanto a la elección entre ambas inversiones es
preferible la “X”, ya que genera más euros por cada unidad monetaria invertida.
El período de recuperación de la inversión (PRI) es un indicador que mide en cuánto tiempo se recuperará el
total de la inversión a valor presente. Puede revelarnos con precisión, en años, meses y días, la fecha en la cual
será cubierta la inversión inicial.
Para calcular el PRI se usa la siguiente fórmula:
PRI = a + (b - c)
d
Donde:
a = Año inmediato anterior en que se recupera la inversión.
b = Inversión Inicial.
c = Flujo de Efectivo Acumulado del año inmediato anterior en el que se recupera la inversión.
d = Flujo de efectivo del año en el que se recupera la inversión.
Por muy atractiva y rentable que luzca una inversión o un proyecto de inversión, una pregunta que seguro dará
vuelta en la cabeza de los inversores es ¿en cuánto tiempo se recuperará el capital invertido?
El criterio para la valoración de un proyecto o inversión es que entre distintas alternativas o proyectos será
mejor aquella que determine el menor período de recuperación de la inversión pues implica que los
capitales de los inversores estarán menos tiempo en riesgo.
Ese mismo criterio de análisis que resulta un tanto ligero, así como el hecho de que no considera el valor del
dinero en el tiempo son las principales debilidades o limitaciones del Payback. Por lo que para lograr una
evaluación financiera más exhaustiva de una inversión, el PRI debe acompañarse con otros indicadores
como Tasa Interna de Rendimiento y Valor Presente Neto.
Se dice que el cálculo del período de recuperación de la inversión es tan simple que se puede estimar con
la “yema de los dedos.” Obedece a la siguiente fórmula:
El periodo de recuperación simple se calcula dividiendo la inversión inicial del proyecto por los flujos
anuales de efectivo esperados.
En casos más complicados, que incluyen la eliminación y sustitución de equipos, el salvamento recibido del
elemento depuesto se resta del costo del equipo nuevo (Inversión inicial) y el saldo o la diferencia es la utilizada
en los cálculos del período de recuperación de la inversión.
El principio básico del Payback es el de establecer el tiempo que le toma a la empresa para recuperar su
inversión inicial, que será el tiempo en que la inversión inicial está en riesgo.
Proyectos mutuamente excluyentes se refieren a sustituir propuestas que cumplan funciones y tareas análogas.
Estos proyectos tienen similitudes en muchos aspectos, entonces es tarea de los inversionistas
y administradores de proyectos decidir sobre la opción que mejor se adapte a ellos con base en el resultado
del PRI.
Las inversiones independientes, por su parte, también se valoran a partir del Payback, se refieren a proyectos
competitivos que sirven a propósitos diferentes. La elección de un proyecto no afecta a los otros.
El periodo de recuperación de la inversión no está exento de defectos. Este método no puede ser
utilizado de forma independiente en la selección de inversiones y por lo tanto tienen que valorarse otras
consideraciones, como el tiempo, el valor del dinero y las compensaciones costo-beneficio.
Elegir un proyecto por solo el tiempo que demora en recuperar la inversión puede ser una visión limitada,
ya que puede resultar ser el proyecto menos rentable.
También ignora los flujos de efectivo después del tiempo de la recuperación de la inversión, que son
importantes para la rentabilidad de una empresa. Las inconsistencias pueden surgir entre el período de
recuperación y otras técnicas de valoración de inversiones. Por ejemplo el PRI puede apuntar a la opción
con menor tasa de retorno (TIR) y valor presente (VPN).
El período de recuperación, por lo tanto, no puede sostener por si solo una decisión de inversión
significativa.
Un proyecto de inversión, como la compra de nuevo equipo o la construcción de nuevas instalaciones, implica
un desembolso significativo de fondos con la expectativa de cosechar futuras y consecuentes ganancias.
Para evaluar la factibilidad financiera de estas inversiones, las compañías usan diferentes métodos. Muchas
apoyan su evaluación en el método de período de recuperación. Sin embargo, antes de usarlo, las empresas
deberían reconocer sus principales ventajas y desventajas.
Repasemos en esta entrega la definición de período de recuperación, sus principales bondades y desventajas,
así como la forma de calcularlo.
¿Qué es el periodo de recuperación de la inversión?
El PRI es un medidor del riesgo de una inversión considerando que entre dos proyectos similares, será mejor
el que determine el menor período de recuperación del capital, pues el desembolso efectuado por los
inversores estará en riesgo durante un período de tiempo más corto.
La manera de calcular el período de recuperación es muy simple, solo basta con tener la cuantía total de
la inversión inicial y los flujos netos periódicos que el proyecto estima.
Vemos que los flujos netos acumulados al año 4 son USD 925,000 y aún no alcanzan a cubrir totalmente la
inversión efectuada. Para el año 5 los flujos totalizan los USD 1.22 millones y ya superan la inversión. Entonces,
la recuperación del capital invertido se da después del año 4, o entre el año 4 y 5.
a : es el período previo o más cercano a la recuperación de la inversión (Año 4 para nuestro ejemplo)
Ft: Es el flujo acumulado que ya supera la inversión inicial (USD 1,225,000 en nuestro ejemplo)
Entonces:
Lo cual quiere decir que nuestro proyecto compensa la inversión inicial en cuatro años y 0.7 meses, lo que es lo
mismo cuatro años y 22 días.
Una de las principales ventajas del método del período de recuperación de la inversión es la simplicidad de
su cálculo y sus principales desventajas son que no toma en cuenta los flujos netos después de la recuperación,
así como el descuento de los flujos considerando el valor del dinero en el tiempo. Veamos con más detalle:
La principal ventaja de usar el período de recuperación es su simplicidad. Como vimos en el ejemplo anterior.
No se necesitan complicados cómputos o software especializado, según el sitio efinancemanagement.com, el
cálculo del PRI es tan simple, que se puede llevar a cabo incluso “con la yema de los dedos.”
Los inversores poseen una expectativa máxima de años en que desean que el proyecto recupere la
inversión realizada.
Mientras más tarde un proyecto en compensar la inversión, más alto es el riesgo de no recuperar el costo. Los
inversores preferirán un período de recuperación más corto para minimizar el riesgo.
Si un inversor requiere decidir entre varios proyectos. El método de recuperación le permite a la inversionista
evaluarlos.
Primero, el inversionista fija su período de recuperación máximo. Descartando cualquier proyecto que exceda
este tiempo y fijando su atención en las alternativas de inversión que cubran su expectativa.
Si en una segunda fase debe elegir entre dos o más proyectos, podría calcular el período de recuperación de
cada uno. Si uno de ellos tiene un PRI de dos años y el otro uno de cinco años, por ejemplo, entonces se
descarta el segundo proyecto y enfocará sus recursos sólo en el primero.
Una importante debilidad del Payback, es que al contrastar la inversión con los flujos de fondos que se generan
en distintos momentos temporales, deja de lado el valor del dinero en el tiempo. Dejando de lado el principio
básico de las finanzas que “un dólar hoy, no es lo mismo que un dólar en un año”.
Otra desventaja importante del método de recuperación tiene que ver con los flujos netos o flujos de
caja generados en plazos posteriores a la recuperación de la inversión, los cuales son omitidos del cálculo.
Por lo cual, al decidirse por alternativas con PRI más cortos, se pueden dejar de lado inversiones con
mejores flujos de fondos y rentabilidades futuras, variables que si consideran otros indicadores financieros
como el VAN y la TIR.
El índice de rentabilidad es una técnica de elaboración de presupuesto de capital que compara el valor presente
de las futuras entradas de efectivo con los gastos iniciales, en términos de relación. Se calcula dividiendo el
valor presente de los flujos de efectivo de la inversión inicial de un proyecto. Hay que aceptar los proyectos con
un índice de rentabilidad superior a 1 y rechazar a aquellos con menos de 1. Escoge las alternativas con el
mayor índice de rentabilidad, ya que generan un mayor beneficio por unidad de inversión.
Fácil de entender
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El índice de rentabilidad es fácil de entender por personas con conocimientos básicos en finanzas, ya que se
utiliza una simple fórmula de división. El cálculo del índice de rentabilidad sólo requiere tener la cifra de
inversión inicial y el valor presente de las cifras de los flujos de efectivo. La decisión de iniciar o rechazar un
proyecto se basa en si el índice de rentabilidad es mayor o menor que 1.
Valor en el tiempo
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Calcular el valor presente de los flujos de efectivo implica el descuento de los costos de oportunidad de los
flujos de efectivo. Esto toma en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Un dólar vale más ahora que en el
futuro, ya que puede ser invertido para ganar intereses. El valor del dinero también se ve afectado por la
inflación con el tiempo, y por lo tanto, es importante tener en cuenta el valor en el tiempo, con el fin de realizar
inversiones rentables.
Comparaciones incorrectas
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Una desventaja importante del índice de rentabilidad es que puede llevar a tomar una decisión incorrecta al
comparar proyectos mutuamente excluyentes. Se trata de un conjunto de proyectos de los como máximo uno
será aceptado, el más rentable. Las decisiones basadas en el índice de rentabilidad no mostrará cuál de los
proyectos mutuamente excluyentes tiene una duración más corta para dar rendimientos. Esto conduce a la
elección de un proyecto con una duración más larga para dar rendimientos.
Costo estimado de capital
El índice de rentabilidad exige que un inversionista estime el costo de capital para poder calcularlo. Las
estimaciones pueden ser sesgadas y por lo tanto ser inexactas. No existe un procedimiento sistemático para
determinar el costo de capital de un proyecto. Las estimaciones se basan en supuestos que pueden diferir entre
los inversores. Esto puede conducir a la toma de decisiones inconsistentes cuando los supuestos no se
mantienen en el futuro.
La tasa interna de retorno (TIR) es el promedio anual de los rendimientos generados por
una inversión en un número específico de años desde que se realiza la inversión. La TIR es
un componente del valor presente neto de una inversión y considera sus flujos de efectivo
netos, lo cual es una diferencia entre los ingresos y costos proyectados. La TIR es efectiva
cuando se utiliza como una herramienta para comparar y analizar varias propuestas de
inversión. Las inversiones con TIR mayores son preferibles a aquellas con tasas menores;
esto puede aplicar para activos financieros, como bonos y acciones, así como para
proyectos de inversión y capital, como equipo de fabricación y creación de fábricas.
¿Cómo funciona?
Cuando un inversionista, que podría ser un individuo o una empresa, analiza la viabilidad
de una inversión, como la compra de acciones un proyecto, este se interesará en el valor
presente neto (VPN). El VPN es una función aritmética que expresa en el presente el valor
futuro esperado. La tasa interna de retorno es una tasa que, en teoría, haría que el valor
presente neto de la inversión se iguale a cero. Esto significa que la TIR podría ser positiva
o negativa. Una TIR negativa indica que una inversión podría generar pérdidas y debe ser
descartada. Una TIR positiva indica la posibilidad de rendimientos futuros y debe ser
maximizada.
Valor presente neto
El valor presente neto, como una parte de la expresión de la tasa interna de retorno, es el
valor presente de los posibles rendimientos futuros de una inversión en términos de sus
flujos de efectivo netos, una vez restados los costos de la inversión. La cifra que resulte de
este cálculo puede ser positiva o negativa, e indican respectivamente si una inversión debe
o no realizarse.
Cálculo
La tasa interna de retorno de una inversión se obtiene al resolver la ecuación del valor
presente neto para la tasa de retorno, sustituyendo cero por el VPN real. Similar a resolver
la ecuación del VPN, la tasa interna de retorno puede resultar positiva o negativa.
Calculada en conjunto con un VPN de un proyecto específico, la TIR dará un estimado de
los retornos anuales de efectivo tomando en cuenta los ingresos y egresos por un número
específico de años en el futuro.
Las empresas utilizan la tasa interna de retorno como parte de su proceso de toma de
decisiones para inversiones de capital, como los edificios de producción y maquinaria, y en
oportunidades de proyectos con clientes. Aunque una empresa se beneficia más de utilizar
la TIR como una medida de comparación para elegir entre diferentes posibilidades de
proyectos e inversiones, si la expectativa de una compañía en una inversión es un retorno
del 9% anual, deberá tomar aquella opción que tenga asociada una TIR de 9% o mayor.
Consideraciones
Al calcular la tasa interna de retorno de una inversión, las empresas y los inversionistas
necesitan saber que la TIR es solo un estimado del retorno neto anual por un periodo
determinado de años. Los retornos de inversión reales en cualquier año pueden ser
diferentes debido a la probable existencia de variables no tomadas en cuentas, como
aumentos en los costos o un ambiente económico poco estable.
¿Cómo funciona?
Cuando un inversionista, que podría ser un individuo o una empresa, analiza la viabilidad
de una inversión, como la compra de acciones un proyecto, este se interesará en el valor
presente neto (VPN). El VPN es una función aritmética que expresa en el presente el valor
futuro esperado. La tasa interna de retorno es una tasa que, en teoría, haría que el valor
presente neto de la inversión se iguale a cero. Esto significa que la TIR podría ser positiva
o negativa. Una TIR negativa indica que una inversión podría generar pérdidas y debe ser
descartada. Una TIR positiva indica la posibilidad de rendimientos futuros y debe ser
maximizada.
El valor presente neto, como una parte de la expresión de la tasa interna de retorno, es el
valor presente de los posibles rendimientos futuros de una inversión en términos de sus
flujos de efectivo netos, una vez restados los costos de la inversión. La cifra que resulte de
este cálculo puede ser positiva o negativa, e indican respectivamente si una inversión debe
o no realizarse.
Cálculo
La tasa interna de retorno de una inversión se obtiene al resolver la ecuación del valor
presente neto para la tasa de retorno, sustituyendo cero por el VPN real. Similar a resolver
la ecuación del VPN, la tasa interna de retorno puede resultar positiva o negativa.
Calculada en conjunto con un VPN de un proyecto específico, la TIR dará un estimado de
los retornos anuales de efectivo tomando en cuenta los ingresos y egresos por un número
específico de años en el futuro.
Las empresas utilizan la tasa interna de retorno como parte de su proceso de toma de
decisiones para inversiones de capital, como los edificios de producción y maquinaria, y en
oportunidades de proyectos con clientes. Aunque una empresa se beneficia más de utilizar
la TIR como una medida de comparación para elegir entre diferentes posibilidades de
proyectos e inversiones, si la expectativa de una compañía en una inversión es un retorno
del 9% anual, deberá tomar aquella opción que tenga asociada una TIR de 9% o mayor.
Consideraciones
Al calcular la tasa interna de retorno de una inversión, las empresas y los inversionistas
necesitan saber que la TIR es solo un estimado del retorno neto anual por un periodo
determinado de años. Los retornos de inversión reales en cualquier año pueden ser
diferentes debido a la probable existencia de variables no tomadas en cuentas, como
aumentos en los costos o un ambiente económico poco estable.
La tasa interna de retorno (TIR) es el promedio anual de los rendimientos generados por
una inversión en un número específico de años desde que se realiza la inversión. La TIR es
un componente del valor presente neto de una inversión y considera sus flujos de efectivo
netos, lo cual es una diferencia entre los ingresos y costos proyectados. La TIR es efectiva
cuando se utiliza como una herramienta para comparar y analizar varias propuestas de
inversión. Las inversiones con TIR mayores son preferibles a aquellas con tasas menores;
esto puede aplicar para activos financieros, como bonos y acciones, así como para
proyectos de inversión y capital, como equipo de fabricación y creación de fábricas.
¿Cómo funciona?
Cuando un inversionista, que podría ser un individuo o una empresa, analiza la viabilidad
de una inversión, como la compra de acciones un proyecto, este se interesará en el valor
presente neto (VPN). El VPN es una función aritmética que expresa en el presente el valor
futuro esperado. La tasa interna de retorno es una tasa que, en teoría, haría que el valor
presente neto de la inversión se iguale a cero. Esto significa que la TIR podría ser positiva
o negativa. Una TIR negativa indica que una inversión podría generar pérdidas y debe ser
descartada. Una TIR positiva indica la posibilidad de rendimientos futuros y debe ser
maximizada.
El valor presente neto, como una parte de la expresión de la tasa interna de retorno, es el
valor presente de los posibles rendimientos futuros de una inversión en términos de sus
flujos de efectivo netos, una vez restados los costos de la inversión. La cifra que resulte de
este cálculo puede ser positiva o negativa, e indican respectivamente si una inversión debe
o no realizarse.
Cálculo
La tasa interna de retorno de una inversión se obtiene al resolver la ecuación del valor
presente neto para la tasa de retorno, sustituyendo cero por el VPN real. Similar a resolver
la ecuación del VPN, la tasa interna de retorno puede resultar positiva o negativa.
Calculada en conjunto con un VPN de un proyecto específico, la TIR dará un estimado de
los retornos anuales de efectivo tomando en cuenta los ingresos y egresos por un número
específico de años en el futuro.
Las empresas utilizan la tasa interna de retorno como parte de su proceso de toma de
decisiones para inversiones de capital, como los edificios de producción y maquinaria, y en
oportunidades de proyectos con clientes. Aunque una empresa se beneficia más de utilizar
la TIR como una medida de comparación para elegir entre diferentes posibilidades de
proyectos e inversiones, si la expectativa de una compañía en una inversión es un retorno
del 9% anual, deberá tomar aquella opción que tenga asociada una TIR de 9% o mayor.
Consideraciones
Al calcular la tasa interna de retorno de una inversión, las empresas y los inversionistas
necesitan saber que la TIR es solo un estimado del retorno neto anual por un periodo
determinado de años. Los retornos de inversión reales en cualquier año pueden ser
diferentes debido a la probable existencia de variables no tomadas en cuentas, como
aumentos en los costos o un ambiente económico poco estable.
https://www.cuidatudinero.com/13074314/como-calcular-el-costo-anual-equivalente