Tesis Caricatura PDF
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FACULTAD DE ARTES
Con especial cariño para las personas que han estimulado mi carrera profesional. A mis padres
Herminia y Galo, les dedico todo mi trabajo y esfuerzo. Su amor es la más excepcional obra de arte.
ii
AGRADECIMIENTO
A mis hermanas: Vero, Lily, Lucy, Belén y Paola, a mis sobrinas, amigos, profesores y artistas, les
agradezco por cultivar mi mente y espíritu.
iii
AUTORIZACIÓN DE LA TUTORÍA INTELECTUAL
Yo, Diana Raquel Jácome Gutiérrez en calidad de autor del trabajo de investigación o tesis realizada
sobre “La caricatura como crítica social”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL
DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de los que contienen
esta obra, con fines estrictamente académicos o de investigación.
Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán
vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5,6,8; 19 y demás pertinentes de
la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.
_____________________
FIRMA
C.C 1718957630
iv
APROBACIÓN DEL TUTOR
Para los fines consiguientes, comunico que el Trabajo Escrito de Grado con el título “La caricatura
como crítica social” perteneciente a Diana Raquel Jácome Gutiérrez reúne las exigencias académicas
vigentes en la Universidad Central del Ecuador.
(f.)……………………
DOCENTE-TUTOR
v
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Dedicatoria ......................................................................................................................................... ii
Resumen ............................................................................................................................................ xi
Introducción ....................................................................................................................................... 1
CAPÍTULO I - LA CARICATURA
vi
3.1.1 “CONEJO” en mi experiencia escultórica ......................................................................... 28
3.1.2 Características técnicas ..................................................................................................... 30
3.1.3 “CONEJO” en el mass culture .......................................................................................... 31
3.1.4 La muerte de “CONEJO”.................................................................................................. 34
3.2 “RAQUETRATO” ..................................................................................................................... 36
4.1 Conclusiones............................................................................................................................... 40
4.2. Recomendaciones....................................................................................................................... 40
MATERIALES DE REFERENCIA
BIBLIOGRAFÍA ...............................................................................................................................41
ANEXOS ..........................................................................................................................................45
TABLA
vii
ÍNDICE DE ANEXOS
ANEXO: Pág.
viii
21. Alberto Montt, “LOVE” ...............................................................................................................56
ix
43. Raquel Jácome, sin título ..............................................................................................................72
x
LA CARICATURA COMO CRÍTICA SOCIAL
RESUMEN
El presente trabajo analiza la caricatura como una expresión inherente al ser humano y por lo tanto a la
sociedad, pues desde que el hombre tuvo la necesidad de representarse a sí mismo para lograr
consciencia de su existencia, se dibujaron obras satíricas y cómicas, para revelar su percepción, opinión
o interpretación sobre el contexto social.
La hipótesis propone que: al igual que el arte, la caricatura subsiste como medio expresivo, como
recurso que – con la metamorfosis, la fealdad, la risa, el tiempo, los tropos y el análisis crítico de la
cultura de masas – construye la representación de una idea (intangible) en una obra artística escultórica
(tangible).
PALABRAS CLAVES
xi
CARICATURE AS A SOCIAL CRITICISM
ABSTRACT
The present work analyzes the caricature as an inherent human expression and therefore to society,
because since man had the need to represent himself to achieve awareness of their existence, were
drawn satirical and humorous works, to reveal their perception, opinion or interpretation about the
social context.
The hypothesis proposes that: like the art, the caricature exists as an expressive mean, as resource that
– with the metamorphosis, the ugliness, the laughter, the time, the tropes and the critical analysis of
mass culture – build the representation of an idea (intangible) in an artistic sculptural piece (tangible).
The methodology runs based on theoretical studies of the historical reality of the caricature and an
analysis of the incursion of the artist in society of mass culture, and concludes with the execution of
sculpture pieces (as forms created and formed materials), as a result of the artistic creative process.
These works, while critical of mass society, also act as a cathartic element.
KEYWORDS
xii
INTRODUCCIÓN
La comicidad que provocan ciertas imágenes ha transmutado de forma paralela a la sensibilidad de las
sociedades a lo largo del tiempo; “…sátiras visuales, figuras y escenas grotescas” (Grose, 2011, p. 11)
son tan antiguas como la cultura iconográfica humana. Estas representaciones caricaturescas se
estructuran a partir de las particularidades y características elementales del sujeto representado.
Es fundamental relacionar a la obra-caricatura con su contexto, por ello, en esta investigación analizaré
la construcción de una cultura visual mediática, explorando la sátira, la parodia y (como recurso
formal) la caricatura kodomo1 – particularidades inherentes a la obra escultórica “CONEJO” – obra a
través de la cual pretendo retratar a la sociedad, que vive maquillada por una pseudo belleza fabricada
por una “inocencia” comercial que patrocina, sobre todo, la homogeneización de los individuos. La
desfiguración de la imagen de un conejo, es mi artificio formal para destacar a la caricatura como
recurso para desligar instantáneamente al hombre de su cotidianidad y de la mismidad, “actuando
contra la realidad y no tratando de igualarse a ella”, pues, como dice Robert de la Sizeranne,
refiriéndose a la caricatura: “Primero hizo reír, después hizo ver y ahora hace pensar” (Pasteca, 1968,
p. 12).
Cuando se analiza la obra caricaturesca es ineludible tropezar con su parte lúdica; esa particularidad
que conduce a la libertad individual. Por ello creí necesario retratarme en “RaqueTrato” usando la
caricatura como un recurso estético formal en la creación artística, que permita ese “…despreocupado
disfrute del humor y de la risa, propio de una comunidad relajada y abierta, no de una ideología
ascética o de una sociedad estricta” (Barei, 2006, p. 50).
1
Kodomo es el manga japonés dirigido al público infantil.
1
CAPÍTULO I
LA CARICATURA
…Si cualquier obra del hombre puede ser un humanismo, ninguna más que la caricatura. Sólo
un hombre puede hacer una caricatura personal… y el hombre es el único tema de la caricatura.
Obra del hombre, pues, para el hombre, y cuyo punto de partida es el hombre…caricaturizar no
es poner en ridículo a nuestro semejantes, sino descubrirles. Descubrirles ante los demás…y,
quizás, incluso ante ellos mismos.
2
Podemos ya formarnos una definición básica de la caricatura, relacionada a la deformación, la fealdad
y el humanismo, aunque aún podemos complementar esta breve descripción con la definición de Ibarra
(2006) que dice: “La caricatura es una lectura de los acontecimientos desde una graficación
humorística que tiene códigos y signos que pueden ser o no compartidos por los lectores” (p.12).
Considero que estas definiciones son las adecuadas para entender rápidamente el concepto de la
caricatura o caricare, mas, es conveniente citar sus características más notables:
El conjunto de líneas o formas de la caricatura constituyen la expresión de una idea que, de ser
representada con elementos básicos (Villaveces, et ál, 2008, p. 8), demostrará “…clara y
concretamente…cualidades ocultas pero decisivas de una persona o situación” (Ibídem), “…la
caricatura es, pues, un encuentro…, expresión por partida doble. El caricaturista capta la expresión del
caricaturizado y, a su vez, se expresa a sí mismo en la caricatura.” (Pasteca, 1968, p. 12),
“…provocando la sonrisa o la franca carcajada, como también creando reacciones de reflexión y
análisis” (Monzón, 2005, p. 179), pues la caricatura se asienta en la vida cotidiana, en esas formas no
vinculadas a la idealización, más bien en aquellas asociadas a lo material y concreto.
Se anticipa así su relación con aquel “devorador de todas las cosas”, el tiempo, que es una construcción
social y una limitación del ser humano, pues, desde que es consciente de su naturaleza efímera en el
mundo, trata de buscar y de adorar seres eternos: los griegos con sus dioses inmortales, los egipcios y
la vida después de la muerte, la época medieval con un Dios que nos ofrece la vida eterna. Todas las
3
religiones buscan el tiempo eterno, reflejado en sus dioses y creencias, nosotros lo aceptamos, pues
somos seres efímeros, por consiguiente nuestra existencia es solo un instante en el tiempo del mundo.
El tiempo representado en el arte subsiste, como constancia de nuestro paso por el mundo, por él
nuestro tiempo en el mundo se proyecta. Como afirma Ibarra (2006):
Existe una relación con el tiempo. La caricatura se sitúa ante el tiempo convencional del
medio, y con eso, en torno a la duración de los eventos. La caricatura evidencia un tiempo
histórico expresado en su lenguaje y representación. La caricatura también hace
representaciones del tiempo, generalmente a fines y comienzos del año. El acto de lectura de
un periódico o revista desde el presente, es una vuelta al pasado. Este se presenta con sus
rasgos propios como un tiempo específico. (p.13)
En este sentido, se puede decir que el hombre constantemente busca representarse para ser conciente de
su existencia y de su efimero paso por el mundo, por ello:
La exageración de la realidad, la esquematización y deformación de rasgos expresivos ha sido
una constante en el arte, pues incluso en las civilizaciones y culturas más primitivas, en la
realización de máscaras y esculturas para sus ritos religiosos utilizan una estética de rasgos
desnaturalizados para representar a sus dioses. (Zaragoza, s.f. p.2)
El origen de la caricatura, según algunos autores, se remite a las culturas más antiguas conocidas por el
hombre – como la Mesopotámica, la China pre imperial, la Precolombina, la civilización Moche, el
Egipto faraónico– en ese sentido de animalización grotesca (imágenes zoomorfizadas) y exageración
de rasgos. Acerca de lo último, se puede decir que ha sido una característica presente en varias culturas
antiguas en todos los continentes, así pues, se presenta en la deformación del mismo cuerpo, como
entre los egipcios y sus deformaciones craneales (Akhenaton), en los Mayas, con la deformación
craneal, la mutilación de los dientes y la escarificación en mujeres (por lo general para afirmar la
posición jerárquica). También se ve en los grupos mangbetu del Zaire o los dayaks de Borneo en
África, en China los pies de loto, en Nueva Guinea “los hombres cocodrilo”, los cuellos largos de “las
mujeres jirafa” de la cultura Kayan en Tailandia, los grupos Kayapó y Suyá que se perforan el labio
inferior para expandirlo gradualmente con un disco de madera, etc. Estos son ejemplos de la
exploración de la perfetta deformitta, en su búsqueda por la belleza ideal, la necesidad de provocar
temor o la reafirmación del poder.
Asimismo, las imágenes zoomorfizadas, en las culturas precolombinas, se presentan tanto en las
representaciones plásticas como en las expresiones corporales. Por ejemplo, las cabezas olmecas,
presentan características felinoides, los dioses mayas, como Quetzalcoalt, Tezcatlipoca, Ixtab, son
4
símbolos que adoptan significantes sagrados de animales o entes, son una hibridación formal y
simbólica.
En general, todos ellos, como representaciones, adoptan ciertamente un sentido caricaturesco, del que
se explotan posibilidades formales, junto con la simbología, para generar significantes en la conciencia
social, son ejemplos del evidente valor de la caricatura en cuanto a sus posibilidades plásticas.
Por otro lado, en la Edad Antigua, la cultura griega, en algunas de sus representaciones plásticas, como
en cerámica y escultura, manifiestan ciertas características caricaturescas. Como dice Baudelaire
(1988):
…las figuras grotescas que nos ha dejado la antigüedad, las máscaras, las figurillas de bronce,
los Hércules todo músculos, los pequeños Príapos…la antigüedad estaba llena de
respeto…todos los extravagantes fetiches que he citado no son sino signos de adoración, o en
todo caso símbolos de fuerza, y de ninguna manera emanaciones del espíritu intencionalmente
cómicas. (p. 30)
Entonces en sus obras cómicas, como sostienen Mora y Arellano (2011), nacen dos fuentes que
expresan la caricatura y son: aquellas “…escenas que conducen a la hilaridad por su tema” (p. 31) -
como las que representan “…los aspectos embarazosos…de la vida fisiológica del individuo…las
parodias de la Ilíada o algunas escenas dionisiacas”(Concepción, 2009,p. 13) - y aquellas que lo
“…conducen…por su representación grotesca y deforme” (Mora & Arellano, 2011, p.13).
Sin embargo, su evolución responde “…a los diversos conceptos que sobre el tema de lo ‘cómico’
aparecen en su filosofía, así, desde un punto de vista teórico, esta ciencia se preocupa por indagar la
esencia y el valor moral de lo cómico analizando su aspecto estético” (Concepción, 2009, p. 12).
Posteriormente, en “…la época medieval, las caricaturas tuvieron como temas de inspiración el diablo,
el juicio final, los vicios del hombre, sus pecados, etc.” (Díaz, 2011, p. 2). Además, se puede
mencionar las construcciones de los bestiarios, así como las numerosas “gárgolas” de las catedrales
góticas, las que “…pueden ser atribuidas a una visión humorística de la humanidad en general
(humorístico–terrorífica, podríamos decir)” (Pasteca, 1968, p. 14).
Luego apararece la figura de El Bosco, quien logra organizar en su obra, según Bachellard (1985),
imágenes que expresan las fuerzas repulsivas (lo agresivo) y las fuerzas atractivas (lo erótico),
presentes en la hibridación del hombre, en animal o vegetal. Son representaciones orgiásticas en donde
5
está presente la muerte, es decir, los bestiarios. Al respecto Grose (2011), refiriéndose a Antonio de
Beatis, dice que, este último, indica que las escenas pintadas por el Bosco se percibieron como
“agradables y fantásticas”, y sostiene, además que una figura importante en la pintura flamenca del
siglo XVI, fue Pieter Breughel el Viejo, cuya obra fue asociada con la “musa de la comedia”, pues, en
su obra, proliferaban las figuras grotescas y burlonas.
Aunque algunas obras cómicas tienen la similitud con los pricipios caricaturisticos, no llegan a ser
propiamente caricaturas, en efecto, como analiza Pasteca (1968):
Capítulo importante en la historia de la caricatura es, según Grose y Gombrich, sin duda, el Horizonte
europeo en los tiempos del Renacimiento, pues “…fue en la literatura artística del Quattro y el
Cinquecento donde despuntó con fuerza la cuestión de la risa asociada a las imágenes” (Grose, 2011, p.
11). Por ejemplo, Alberti, en el De pictura recomienda al “pintor ideal” que estudie morfológicamente
el cuerpo y sus expresiones, pero de una manera especial, el rostro, para distinguir la risa y el llanto
(Ibid, p. 12).
Igualmente, a finales del siglo XVI, Gian Paolo Lomazzo da las pautas para la composición de alegrías
y risas. En torno a él, un circulo de artistas se congregan con la finalidad de crear una academia en
Milán (Ib, p. 13), “…dedicada al cultivo de todas las formas conocidas e imaginables de la comedia,
desde el teatro y las performances hasta la poesía y la producción en serie de imágenes para divertirse y
reír” (Ib, p. 18).
Asimismo, el cardenal Gabriele Paleotti, en 1582, plantea el Discurso en torno a las imágenes
sagradas y profanas, en el que se estudia las representaciones que provocan risa en el espectador, en
especial aquellas “pinturas ridículas”, como lo menciona Grose (2011), que solo se justifican cuando
dan una especie de divertimento al hastío diario, o cuando son mediadoras “…de un mensaje moral
conmovedor y edificante” (Ib, p. 14). Esto demuestra que ya se realizaban análisis semióticos de la
imagen al insertarse en el escenario social.
6
Por otro lado, a finales del Quattrocento, Grose (2011) dice que se escriben y representan escenas
hilarantes y grotescas en la literatura macarrónica, como se aprecia en la edición Tuscolana del Opus
Macaronicum de Folengo. En las xilografías que componen esta edición, el tratamiento del dibujo es
hilarante, con formas grotescas, humorísticas e irónicas, representaciones similares al trabajo de
Geovanni Francesco Caroto, en especial en su retrato de un niño sosteniendo un dibujo. (ver anexo 12)
Esto en cuanto a las referencias discursivas sobre lo cómico, pero, en relación a la plástica, Gombrich
(1999) refiere que:
Sus retratos cómicos, fueron adoptados, a manera de estilo, por varios artistas como algunos
“…miembros de la escuela boloñesa…Gianlorenzo Bernini…Pier Leone Ghezzi” (Ib, p.9) luego la
caricatura siguió evolucionando en figuras como William Hogarth y George Townshed.
Sin duda se debe referir, sobre lo cómico en la pintura, a Bartolomeo Passerotti quien “…sería el
primer gran ejemplo de locus pictórico…El cuadro de Passerotti es una sátira desenfrenada contra la
lujuria” (Grose, 2011, p. 27), son obras en las que prevalecen, ciertamente, propiedades de la fealdad y
en efecto de la caricatura. (ver anexos 6 - 7)
Estas particularidades, se expandieron hacia Italia, en Toscana especialmente, con Jacques Callot, en
sus aguafueres de 1617, (Caprichos), que personifican a hombres pequeños, deformes y ridículos (Ib,
p. 35,36) (ver anexos 9-11). Pero, sus obras cómicas sobresalen cuando retornó a Europa y:
Allí dio a conocer sus grandes series grabadas de los Jorobados (Gobbi) y de la Vida del
soldado o Las miserias y desgracias de la guerra. De la una a la otra, se aprecia hasta qué
punto le fue posible articular su expresividad monstruosa en las representaciones de los
horrores de la Guerra de los Treinta Años, pasar de la comedia exasperada a la tragedia por
antonomasia en la Europa del siglo XVII…aquel conflicto paneuropeo tuvo un peso inesperado
en la evolución del arte cómico al inducir en los contendientes el uso masivo de imágenes
destinadas a satirizar, cubrir de burlas y de ridículo al enemigo. Por supuesto, el grabado, la
7
estampa, impresos de a centenares, fueron el vehículo privilegiado de esa propaganda a un lado
y otro de la línea de combate. En la última etapa de la guerra…los talleres franceses tomaron la
delantera. Salió de ellos una producción sin igual, debido tanto a la calidad técnica de la taille-
douce o el aguafuerte que se empleó en la mayor parte de los trabajos, cuanto al ingenio para
poner semejante destreza…al servicio de las armas de la sátira, de la inversión carnavalesca y
del humor en contra de los imperiales o, por encima de todo, de los españoles. Hay un
elemento nuevo en el arsenal de los recursos cómicos que deberíamos destacar. Los monstruos
han desaparecido prácticamente de la escena: si bien, en algunas ocasiones, el expediente de la
animalización de tirios y troyanos sirve para contar una fábula graciosa…, el enemigo es
ridiculizado más que nada como hombre, por su atuendo, por su gestualidad vacua y ampulosa,
por su gordura disfuncional en la batalla, por su dependencia de las escatologías del cuerpo o
de la agresión contra sus genitales. (Ibídem, pp. 37-38)
Algunas de estas características fueron cultivadas también por Baccio del Bianco, de quien Baldinucci
dice:
…fue algo excelente y quizá singular en materia de terminación el inventar y retocar con la
pluma pequeñas historias picantes, camarogi y retratos de personas con dibujo cargado; por lo
general, él hacía morir de risa a los demás con tales cosas. Se encontró muchas veces en casa
de caballeros amigos suyos en ocasión de los convites a los que solía ser llamado…allí
representaba sobre el papel la reunión y las personas, cargando las caras de cada uno de los
caballeros y de las damas, de modo que todos se tornaban ridículos a más no poder […] Hizo
él las historias de camarogi en actitudes y gestos tan nuevos y tan extraños que nadie ha visto
hasta ahora nada semejante. (Ibíd, pp. 36-37)
Según Grose (2011), entre los siglos XV y XVIII se consideró significativamente la fisionomía, esta se
restituyó como un saber propio del Renacimiento y del Barroco, por ello fue importante la búsqueda de
una analogía entre los rasgos faciales y las emociones de los individuos, pues, en esta época del
Renacimiento es en donde se da una transformación de lo cualitativo a lo cuantitativo, por lo que es
importante investigar el cuerpo a fondo, puesto que ahora este es un lugar de invención y de
manipulación.
Así, Leonardo Da Vinci, dentro de su obra estudia a los individuos en su forma tan cambiante por el
paso del tiempo (también su obra fue relevante en Medicina)2, advierte que en su forma tangible el
cuerpo, sobre todo en “…las partes blandas del rostro…–piel, músculos, tendones, tejido adiposo–,
deja transparentar las líneas del esqueleto y aumenta las irregularidades y los contornos quebrados” (Ib,
p. 15). Asimismo, observa minuciosamente los detalles faciales para retratar una cara que ríe y que
2
“Leonardo se ocupó por primera vez de manera exhaustiva con estudios artísticamente relevantes sobre las
proporciones del cuerpo humano, anatomía y fisiología. Así, en Abril de 1498, comenzó un libro titulado De la
figura humana” (Zöller, s.f, p. 37).
8
llora, de acuerdo a los estados del alma. Tuvo mucho placer “…en dibujar viejos, campesinos y
campesinas deformes que ríen” (Ib, p. 14), prisioneros, en fin, (ver anexos 1-5), “…dibujos grotescos y
humorísticos…que, según parece, ese artista realizó a modo de ejercicios plásticos desde la década del
1491 hasta su muerte” (Ib, p. 15), dibujos que representan la exageración y la hilaridad propia de la
caricatura. Al respecto Grose (2011) sostiene que :
Esta vinculación del ser humano con el animal podría surgir del planteamiento de Giambattista della
Porta, quien dice que cada especie animal posee una conducta que bien puede ser de pasión o afecto y
estas pueden servir como base para clasificar a los seres humanos (Ib, p.9).
Este planteamiento de la forma en tanto caricatura, tan empleada por artistas como El Bosco,
Leonardo, Collot, Bruegel, Passerotti, etc, (quienes desearon encontrar la forma más conveniente para
representar al hombre sumido en la ira, el gozo, el deseo, los pecados y los vicios capitales) no es más
que un atisbo a la fealdad, que inevitablemente deviene en la risa (Ib, p. 48).
En el siglo XVII surgen “…las primeras definiciones de caricatura y los primeros estudios casi
monográficos sobre el tema” (Concepción, 2009, p. 13). En los primeros trabajos del Conde Mosini,
aparece la caricatura como Perfetta deformitá “…en contraposición al concepto Renacentista-Barroco
de ‘Belleza ideal’.” (Ibídem). Esta definición en su segundo estudio se precisa como: “Un
procedimiento de retrato, nacido de un interés realista, aunque con finalidad cómico-fantástica” (Ibíd).
El teórico Baldinucci, a finales del siglo, publica el Diccionario de la Academia Italiana. En su edición
de 1694 (Ib), recoge el término caricatura, definiéndola por primera vez como: “Especie de libertinaje
de la imaginación.” (Ib).
9
Un hito histórico importante del siglo XVI y XVII es la reforma y la contrarreforma. Martín Lutero fue
uno de sus promotores y el primero en confeccionar la:
En “…el siglo XVIII, sobre todo en sus postrimerías, es cuando puede hallarse una forma consolidada
de la caricatura gráfica, motivada por el nuevo ideario político-filosófico, reflejo de una nueva
conciencia librepensadora” (Urrero, 2007, p. 1).
Ni que decir tiene que los grabados de la Revolución Francesa no nos defraudan. He aquí una
estampa de 1790 que muestra al miembro del Tercer Estado tocando el violín para empujar a
otros dos al infierno, Los Aristócratas al infierno. En otra estampa del mismo año, dos diablos
aparecen defecando sobre dos miembros de la Asamblea Nacional que defendían la postura
tradicional de la Iglesia…, mientras que una composición compleja de Villeneuve, de enero de
1793, ilustra la llegada del rey decapitado al infierno, rodeado de víctimas anteriores de la
Justicia Divina. (pp. 187-188)
Se puede concluir, sobre lo mencionado, que el caricaturista encuentra en estos dibujos una forma de
satirizar a los personajes, en tanto estereotipos de clase y nacionalidad, usando símbolos entendidos por
el imaginario social, lo cual favorece la síntesis comunicativa. Es este personaje quien ejerce su
opinión y dibuja la opinión popular.
Estos dibujos, influyeron en varios países y artistas, así, se aprecia, “…cómo la moda de la caricatura
fue recogida por los artistas ingleses” (Gombrich, 1999, p. 9). Por ejemplo, en la obra de Hogarth,
sobre todo en las “…caricaturas y las pinturas…no solo buscan provocar la risa o una admiración de la
belleza, sino que también tienen propósitos moralizantes” (Grose, 2011, p. 52), sus primeras obras
tienen un fin satírico y ridiculizante, luego adquieren un sentido “…con ideas sociales y morales
aplicadas a la observación de la vida de la clase media y un balance entre el realismo y la moral”
(Ibídem), al final de su obra estos últimos aspectos predominan en sus trabajos.
10
Como dice Gombrich (1999), es la sátira pictórica la que refuerza aquel sentimiento de superioridad
que se tiene sobre sí mismo o sobre los demás, pues es en la risa que provocan ellas que la “…sátira
pictórica ha contribuido a ese sentimiento de superioridad ciertamente necio al reforzar el estereotipo
que cualquier grupo tiene de sí mismo y de los demás” (p. 196).
Acerca de Hogarth, “Horace Walpole decía que era un hombre que aprovechaba cualquier oportunidad
para ridiculizar a los que le caían mal mediante la exhibición de sus defectos en caricaturas, fue el
primero en aplicarlas a la política en sátiras bufas” (Grose, 2011, p. 57).
Pronto, George Townshend (Grose, 2011) se apropia de esta nueva singularidad política de la
caricatura, haciendo de ella no solo un entretenimiento privado sino un factor que se involucre en la
esfera pública,
Así pues, es este género de la caricatura política, “…el que consigue su efecto del uso de la metáfora
para comentar las noticias de la actualidad diaria. Se basa en un público que disfruta del ingenio de
una comparación que no puede explicar pero que resume una situación” (Ibídem, p. 199).
No obstante, hay que observar que “Aunque el inglés Hogarth…puede ser considerado como un gran
patriarca de la caricatura personal, el caricaturista especializado nace con el desarrollo de los medios de
reproducción gráfica” (Pasteca, 1968, p. 15). Al respecto Ibarra (2006) observa que:
En efecto, Concepción (2009) dice que en el siglo XIX, con la Ilustración y la invención de la litografía
en 1796 por Aloys Senefelder, se advierte un giro importante (en cuanto a la técnica de la caricatura),
ya que ahora el artista trabaja directamente sobre el soporte, controlando hasta el último momento todo
el proceso de reproducción, además, esta técnica supone mayor economía en los materiales y se puede
11
“…conseguir una mayor y más rápida tirada de una misma plancha, todo lo cual motiva a que los
grabados resultantes lleguen con una mayor facilidad a un número mayor de personas” (Ibídem, p.13).
…empieza a aparecer por toda Europa las publicaciones humorísticas o sátiras periódicas. Ello
permite que se desarrolle toda una generación de caricaturistas propiamente dichos. Entre
ellos…citaremos, como precursor, a Daumier; y también a Gustavo Doré, Bertall y André Gill,
colaboradores…de Le journal pour rire…La Caricature, seminario fundado en 1832 por el
mismo Philipon, puede ser considerado como el adelantado «glorioso» de toda una serie de
publicaciones similares que le seguirían en los años inmediatos. (Pasteca, 1968, p.18)
De esta manera, la caricatura adquiere valores políticos y sociales, dos artistas que lo constatan son
Honoré Daumier (ver anexo 8) y Toulouse Lautrec.
Por otro lado, en esta parte del mundo y en el mismo siglo Ibarra (2006) afirma que:
En cuanto al arte moderno se puede enumerar varias obras artísticas, que se acercan a la esencia de la
caricatura en cuanto deformación de rasgos, pues el “…arte del s. XX muestra una estética
caricaturesca: las señoritas de Avignon de Picasso, la metamorfosis de Kafka, La conjura de los necios,
las esculturas de Giacometti, los cuadros de Francis Bacon” (Zaragoza, s.f, p. 2), asimismo, el
expresionismo que juega con la apariencia del modelo y lo transforma a modo de retrato psicológico,
como lo hizo Munch con su obra “El Grito”. Por otro lado están los retratos de Van Gogh o las pinturas
negras de Goya y en nuestro medio Stornaiolo, artistas que en sus obras muestran la Perfetta deformitá
que puede ser conjugada con el concepto de caricatura.
12
Más tarde, la caricatura asciende otro nivel en su desarrollo, con la invención “…de la cámara y
proyector de movimientos de Thomas A. Edison” (Concepción, 2009, p. 13), que ayudó a “…crear
animaciones…Stuart Blackton lanzó en 1906 un cortometraje titulado ‘Fases Humorísticas de Caras
Graciosas”(Ib), este sería un inicio de la aún poco explotada animación, más tarde se insertaría la trama
en "Gertie el Dinosaurio" (1914), en la que se recrea la personalidad de un dinosaurio (Ib, p.14), así
como ocurrió con Félix el Gato, de Otto Messmer. “En ese entonces, muchas de las animaciones
existentes estaban basadas en gags primitivos y violentos, lo cual perdura en las caricaturas”(Ib)
actuales.
A mediados de los años 20’, una gran oportunidad se presentó ante la industria de la
animación: la comercialización. Los grandes estudios se apoderaron de las pequeñas industrias
y establecieron estándares para la animación. Los dibujos animados debían ser creados en
grandes cantidades y bajos presupuestos. (Ibídem, 2009, p. 14)
Mickey Mouse (1928), Popeye (1933), Donald Duck o Pato Donald (1924), y Porky Pig
(1935). En 1937 viene el lanzamiento de "Blanca Nieves y los siete enanos" de Walt Disney”,
el primer largometraje en la historia de la animación…Blanca Nieves fue un éxito rotundo,
dando pie a que los estudios Disney siguieran con películas como “Pinocho” “Fantasía”
“Dumbo”,etc. (Ib, p.15)
Posteriormente observamos cómo la caricatura deviene en una imagen convulsionada por los
estereotipos de la industrialización, el deseo de consumo y la creciente era publicitaria. Por otro lado,
surge con fuerza la caricatura de carácter político-social. Así por ejemplo, como observa Urrero (2007),
ya desde el siglo “…XIX es frecuente en las caricaturas políticas relacionadas con Estados Unidos, la
presencia del Tío Sam, cuyo sombrero de copa, con las barras y estrellas de la bandera nacional
norteamericana, hace las veces de icono identificativo de aquel país” ( p. 1).
13
cívica y social (ver anexos 13-16). Con el transcurrir del tiempo “…la caricatura ha evolucionado en
forma y contenido, pero su esencia de difundir algo se mantiene. Ella representa un modo de entender
rápidamente lo que el país está sintiendo, está pensando y está queriendo” (Monzón, 2005, p. 180).
a) La caricatura social: esta trata sobre situaciones relacionadas con la sociedad, puede ser la
educación, lucha social, clases sociales, etc.
c) La caricatura simbólica: este tipo de caricatura usa símbolos interculturales, cargados especialmente
de una fuerte carga política, social o religiosa.
d) La caricatura literaria: como afirman Domenech & Romeo (s.f): “…cuando la caricatura se realiza
solo con palabras, se convierte en un tipo de descripción en el que también se deforman o exageran los
rasgos del físico o del carácter de un personaje” (p.1).
Para finalizar este capítulo y luego de recoger rápidamente algunos datos históricos3, se concluye que
la caricatura es una de las tantas formas de comunicación, es con ella, en relación con el contexto
social, que podré plantear la sensación del instante o como la llamaría Benjamín en ese “abrir y cerrar
de ojos”, que es el:
3
Pues, esta investigación no pretende ser historicista, más bien he recogido los acontecimientos más
sobresalientes en el desarrollo de la caricatura, datos que potencian y fundamentan mis obras artísticas.
14
…puro instante, liberado de las cadenas del pasado opresivo con sus tradiciones vividas como
maldiciones, y del futuro condenado al juicio eterno, deviene vacío, puro instante que es en su
esencia un siempre ser nuevo, novedad, ser moda antes de pasar de moda. (Cabot, p.5, 2005)
En ese instante de la creación de un ser nuevo, puro y libre se reflejan las obras escultóricas.
15
CAPÍTULO II
Como se ha explicado, la caricatura emplea tanto formas visuales como recursos literarios. Esta aplica
los tropos según su conveniencia, por ello no se puede referir a la caricatura sin referirse a la metáfora,
pues esta “…supone una abstracción y conceptualización, procesos estos que permiten separar
determinados semas para reordenarlos jerárquicamente y construir un modelo de cualidades” (Oliveras,
2007, p. 82). En la caricatura se dibuja al individuo en situaciones comparadas con animales u otros
entes, las mismas que burlan la razón y provocan la risa.
Se debe valorar a la caricatura como aquel acto creativo que mediante la metamorfosis, muda en la
forma estilizada que expresa una idea. De esta manera, mis obras-caricaturas4 usan como recurso la
metamorfosis, por tanto: la primera escultura va del animal conejo al animal kodomo “CONEJO” que
adopta principios establecidos por la cultura de masas; y en la segunda obra, la caricatura muda en un
elemento catártico que reclama la libertad creativa del artista y del espectador (particularidades que se
analizan más detalladamente en el capítulo III).
En una época en donde solo se quiere percibir lo bello, la caricatura es sinónimo de fealdad, pues es
ella la que mediante la ironía, la representación de lo grotesco y lo repugnante, retrata a la sociedad,
una sociedad que “ríe frente a sus debilidades expuestas” y que por instantes permite que el individuo
4
En este capítulo se detalla más profundamente sobre mi obra escultórica “CONEJO” puesto que esta reproduce
los principios de la cultura de masas, sobre todo el que plantea a la masa como aquello definible y homogéneo, es
el principio que crítica la obra y es el tema principal de este estudio, mientras que la obra “RaqueTrato” es más
subjetivo e individual, es la conclusión purificadora al que el individuo debe llegar tras comprender su unicidad.
16
sea un ser crítico de la realidad. De una manera jovial se dibuja una realidad cruel. Las mentiras se
desnudan mediante lo caricaturesco, evidenciándolas como fealdad espiritual.
Mi obra-caricatura, es una metáfora, que a través de signos universales expone una idea crítica. Con
esta obra pretendo “…convertir el significado corriente en un significado extranjero (allotrios), capaz
de designar otra cosa” (Ibídem, p.23). Tanto en “CONEJO” como en “RaqueTrato” empleo este tropo,
por cuanto:
La metáfora es una figura por la cual se transporta, por así decirlo, la significación propia de un
nombre a otra significación que no le conviene más que en virtud de una comparación que está
en el espiritu. Una palabra tomada en sentido metafórico pierde su significación propia y toma
otra nueva que no se presenta al espíritu más que por la comparación que se hace entre los
sentidos propios de esa palabra y lo que se compara. (Ibíd)
Elementos
constitutivos de
la obra Cultura de masas
relacionados a la “CONEJO”
cultura de masas
17
anexos 28-30) aunque también son En la cultura de masas, sobre
apetecidos y apreciados por el público adulto, todo, luego del proceso de
La caricatura
pues se caracteriza por su complejidad industrialización junto con la
discursiva mínima, ya que, este manga creciente era publicitaria y
reproduce la vida cotidiana para regalar tecnológica, las imágenes
valores moralizantes y de buena conducta al caricaturizadas abundan en este
espectador. estadio, estableciéndose en el
principio comercial del
Así, “CONEJO” toma la forma y los
Capitalismo.
significados del manga kodomo, para mudar
en una caricatura que expresa una crítica a la Sin embargo, se tiene que aceptar
cultura de masas. que estas caricaturas también
tienen una finalidad estética y
evidente influencia psicológica
en el espectador incauto.
18
La obra se sitúa en el plano de la caricatura, En la cultura de masas, las
pero no hay que olvidar que la caricatura imágenes se reproducen
estiliza a su referente. Si bien, mi obra desmedidamente, igual que se
reinterpreta al tipo de caricatura que reproduce un conejo.
establece la cultura de masas, su referente
Sobre todo los medios masivos
original, sin duda, es el animal conejo,
de comunicación de la mano con
indiscutiblemente asociado con la fertilidad
la publicidad generan discursos y
en varias culturas. Además como dice
La reproducción formas que transmutan en signos
(¡Corre, conejo¡., p, 1, 2012) de la obra de
mercancías, y cuando esto
Mario Levero “Caza de conejos”, ellos
sucede, se convierten en un
muestran:
ritmo, en una sucesión que llevan
rasgos que los hacen graciosos, pero a una hipérbole que se regenera y
también repulsivos: su suavidad y
se reproduce desmedidamente.
ligereza por un lado, y al mismo
tiempo el continuo roer, la
reproducción sin freno, su astucia Es una realidad que cambia en
maligna. pocos segundos, pero que se
“CONEJO” seria, tomando palabras de Bajtin mimetiza constantemente bajo el
(1998): mismo precepto del consumo.
19
2.2 La metamorfosis
A partir de la concepción de la caricatura como metáfora, mi obra es una aplicación que recupera los
significados de la animalización. “CONEJO” es una caricatura que por su escala transgrede el espacio
y el vacío, en la categoría de significante que ataca la compleja vida masificada.
“CONEJO” es una escultura que aborda al animal en su más inocente y dócil existencia, inclusive en la
más agradable y deseable forma que le pueden dar los medios de masas. Sin embargo, este animal, en
este contexto, deja ver, cómo tras un velo, aquella agresividad que trata de esconder la era publicitaria.
En esta obra se esconden las formas animalescas agresivas, en cuanto a sus órganos ofensivos se refiere
-“El diente, el cuerno, el colmillo, la garra, la pata, la ventosa, el pico, el dardo, el veneno” (Bachelard,
1985, p. 27), etc.-, sobre todo las formas angulosas, las puntas que representan las ganas de atacar. La
defensa no existe en este contexto, solo la vida pasiva.
Mi obra-caricatura, que por un lado muestra al animal dócil, tierno y pasivo, es a la vez, la forma
madre de todas las imágenes caricaturescas que reproduce la cultura de masas. “CONEJO” se refleja en
aquellas:
La obra es una forma similar a esos “dissolving views” que establece la cultura de masas, se sitúa al
animal en una condición de crueldad prefabricada. La sociedad no ve en los animales nada más que un
objeto para el comercio vendiendo su nuevo aspecto, para nada se preocupa por preservar su existencia.
Se convierten, entonces, en signos de mercancía (como pasa con Mickey Mouse o Hello Kitty) y
consecuentemente en signos aceptados y reconocidos por la conciencia colectiva que los adopta en un
sentido de afectividad y en un indudable deseo de posesión.
Por otro lado, estos animales prefabricados son lo antagónico de aquellos animales preferidos en el
Bestiario de Lautrémont, especialmente de aquellos que significan la agresividad
“…perro,…caballo,…cangrejo,…araña,…sapo” (Bachelard, 1985, p. 24). “CONEJO” es aquel animal
salvaje (Oryctolagus cuniculus), domesticado por el hombre de la cultura de masas, y que ahora se
representa en una deseable caricatura, en la pura perversidad de la publicidad hacia la naturaleza.
20
Respecto a la metamorfosis, Bachelard sostiene que esta “…representa un máximo de energía
animalizante que permitirá localizar energías más civilizadas sin duda, pero que aún retienen, bajo
formas amortiguadas, razones de aspereza, necesidades de venganza, una voluntad de agresión pura”
(Bachelard, 1985, p. 54), que se manifiesta mediante la imaginación proyectiva, que es la herramienta
que uso para lograr deformar imágenes, una imaginación directa, agresiva, que represente la agresión
pura de una sociedad consumista.
Sin embargo, luego de desarrollar la imaginación agresiva en la primera obra, es necesario explorar su
lado opuesto, de esta manera en mi obra “RaqueTrato” la metamorfosis se produce mediante la
imaginación pasiva, es una metamorfosis lenta. A diferencia de “CONEJO” no quiere ser una obra
agresiva; pretende ser el desenlace, la conclusión, la finalidad catártica de la crítica, puesto que esta
obra resalta la individualidad y unicidad del ser. Por un lado “CONEJO” exalta al individuo masificado
y por otro lado “RaqueTrato” exalta al individuo en su singularidad.
2.3 La Fealdad
El estudio de la belleza ha sido un camino muy recorrido, y, según se dice, es la finalidad del ser
humano encontrarla. Sin embargo, para que la belleza absoluta se pueda manifestar, es necesario
mostrar la fealdad concebida como su “negación sensible”.
La belleza y la fealdad son construcciones humanas que dependen de factores sociales, religiosos y
políticos, éstas se forman de acuerdo a criterios construidos bajo discursos poderosos (creados
generalmente por los medios masivos de comunicación).
La fealdad se presenta como la anormalidad, es por ello que dentro de la cultura de masas, se trata de
normalizarla o maquillarla. Respecto a la belleza, recuerdo una frase que escuche en una película que
decía: “la belleza es un ángel destructivo, ¿cómo algo que luce tan hermoso puede ser tan malo?. Pero,
no hay ángel tan destructivo como la codicia, al final se lleva a todos, creen que pueden controlarla,
pero es la única serpiente que no puede ser encantada”, aquí la belleza es una ilusión que resulta ser la
fealdad.
21
En mi obra la fealdad subsiste detrás de una pseudo belleza auspiciada por la cultura de masas, la
misma que patrocina la homogeneización de los individuos y procura ocultar esa fealdad espiritual.
Respecto a lo expuesto, Rosenkranz expresa: “Si lo bello espiritual es encarnado por la verdad, el bien
y la libertad, lo feo espiritual será todo aquello que encarne el mal, la mentira o la falta de libertad”
(Estética de la Fealdad, 2009, p1).
“CONEJO” se enmarca en la belleza instaurada por la cultura de masas, se muestra como la imagen en
su propio ser, en su novedad e inocencia, pero a la vez proyecta la fealdad espiritual que esconde esta
cultura. Es aquella fealdad espiritual la que se expresa en esta obra. Así, mi obra-caricatura se
transmuta en un ser frío, vacío por dentro, que debe someterse a los referentes del colectivo, perdiendo
la posibilidad de crear una armonía entre cuerpo y espíritu.
La obra se deforma en un ser que pierde esa relación del “yo–tu”; pues, en esta cultura el “yo” es un ser
solipsista, aquel que no necesita del “tu” para existir, destruyendo cualquier posibilidad de construir un
“nosotros”, pues no hay un proyecto común, la cultura de masas solo necesita poner en escena a las
veddettes publicitarias, no se preocupa por el otro, más bien lo direcciona para sus propios fines de
lucro.
Mi obra invita a amar las cosas íntimamente, por sí mismas, con las lentitudes de lo femenino, lo
femenino (anima), que se define en todo ser como aquello que tiende a la contemplación desinteresada,
por lo que el hombre se convierte en un animal estético, aquello que inyecta al ser la posibilidad de
asumir la belleza y contemplarla participativamente. El arte me abre esta posibilidad, pues, si
“CONEJO” existiera en el panorama publicitario, simplemente tendría el fin comercial, pero al ser
ubicado en un espacio de arte adquiere otros significantes.
Mediante “CONEJO” en su fealdad in absentia total se trata de producir una contrapartida que tenga
como finalidad la purificación presente en “RaqueTrato”, pues ya nuestro contexto aclama el animus,
es decir, esa parte masculina del alma, en donde se albergan las preocupaciones de la vida cotidiana y
el afán del progreso por la que:
22
2.4 La risa
Lo feo deviene en la risa, en el humor. Baudelaire “… encontró una distinción entre lo cómico y lo
grotesco, siendo lo cómico una imitación y lo grotesco una creación. Todo esto desemboca en la risa
del espectador” (Ibarra, 2006, p.11).
Sobre lo cómico, personajes como Bergson y Freud han aportado cuantiosamente a su análisis, como
afirma Ibarra (2006):
…sus reflexiones aludieron a los rasgos vinculados al chiste y lo cómico. Para Bergson, era el
rostro humano con su expresión lo que creaba la comicidad, cuando la caricatura captaba los
rasgos y la rigidez de los gestos, que podían ser exagerados, moviendo a la risa del
espectador…Esto también puede asociarse a la máscara en la medida que ésta supone la
ridiculización y la negación de la identidad tal como lo ha expuesto Bajtin…Lo cómico
encontraba sus materiales en la misma sociedad, en sus rutinas y ceremonias…
Además ella es una especie de festividad que experimenta el ser humano y que lo libera, así pues, la
risa es inherente al ser humano. Según Barraza Caballero & Barrón Cortez (s.f) :
Sea una sonrisa tímida o una sonora carcajada, la risa es tan indispensable como el alimento
diario...¿Quién no ha experimentado en su vida las gratas sensaciones de la risa? ¿Quién no ha
buscado en las acciones de los demás un toque de comicidad para convertirlos en nuestras
víctimas? ¿Y quién no ha sido objeto de risa?. (p. 48)
La risa, según lo observado, reanima y libera al ser humano, él encuentra en ella el regocijo de aquella
vida paralela, es entonces, una contrapartida a la cultura oficial, pues según Bajtin (1998) “El mundo
infinito de las formas y manifestaciones de la risa se oponían a la cultura oficial, al tono serio, religioso
y feudal de la época” (p. 10), por tanto, la risa resulta ser aquella “segunda vida” paralela a la cultura
oficial, “…una huida provisional de los moldes de la vida ordinaria” (Ibídem, p. 13), en el contexto
actual resulta un escape a nuestra cultura de masas que nos vincula con la sensación de liberación.
Pero, ¿se puede hablar de cultura de masas?, pues la cultura busca la integridad y el cultivo del ser
humano en su unanimidad. Como dice Umberto Eco: “…la cultura es un hecho aristocrático, cultivo
23
celoso, asiduo y solitario de una interioridad refinada que se opone a la vulgaridad de la
muchedumbre…” (Eco, 1965, p. 12). La cultura de masas no solo desea que el ser humano sea un
objeto funcional en el sistema, sino que corrompe su integridad, y desea sublimarlo a la productividad
comercial y a la desdeñosa urdimbre publicitaria, es la época, en palabras de Eco, de la anticultura,
pues se trata de una “…cultura compartida por todos, producida de modo que se adapte a todos, y
elaborada a medida de todos” (Ibídem). Por lo expuesto, es en estos momentos críticos que el ser
humano necesita de la risa.
Aquí surgen preguntas como: “¿Qué significa la risa? ¿Qué hay en el fondo de lo risible? ¿Qué puntos
en común encontraríamos entre la mueca de un payaso, un juego de palabras, un enredo de vodevil,
una escena de fina comedia” (Bergson, 2011, p.9), o en “CONEJO”?
Concuerdo con Bergson (2011) en su apreciación acerca de la risa, sobre la que afirma que:
…no intentaremos encerrar la fantasía cómica en una definición. Vemos en ella, ante todo, algo
vivo. La trataremos, por muy ligera que sea, con el respeto que se le debe a la vida. Nos
limitaremos a observar cómo crece y se desarrolla. Forma tras forma, mediante imperceptibles
gradaciones, sufrirá delante de nuestros ojos muy singulares metamorfosis. No desdeñaremos
nada de lo que hayamos visto. De hecho, tal vez ganemos con este contacto permanente algo
más flexible que una definición teórica; un conocimiento práctico e íntimo… Y tal vez nos
parezca también que hemos adquirido, sin quererlo, un conocimiento útil. Razonable, a su
manera, hasta en sus mayores extravíos, metódica en su locura, soñadora, de acuerdo, pero sin
dejar de evocar en sueños visiones que enseguida son aceptadas y comprendidas por toda una
sociedad, ¿cómo no iba a informarnos la fantasía cómica sobre los procedimientos de trabajo
de la imaginación humana y más concretamente de la imaginación social, colectiva, popular?
Procedente de la vida real, emparentada con el arte, ¿cómo no iba a decirnos asimismo lo que
opina del arte y de la vida?. (p.9)
En relación a lo expuesto puedo aseverar que la caricatura es inherente a la risa y el humor. Esto me
lleva a reflexionar sobre lo que se pregunta Pasteca (1968):
¿Se puede concebir un caricaturista que carezca de sentido de humor? Yo creo que no. Un
supuesto caricaturista que careciese de sentido del humor sería, todo lo más, un autor de
retratos exagerados y crueles…
El sentido del humor es necesario no sólo para hacer caricaturas, sino para el hecho mismo de
ser caricaturista. El humor es un fruto de la inteligencia y una caricatura debe dirigirse a la
inteligencia; es un producto de nuestro sentido del humor, que debe ser aceptado y
comprendido por el sentido del humor de los demás…incluso por el de nuestra «víctima».
Claro que cuando el prójimo carece de ese tan deseado sentido del humor, habría que
recordarle la tarifa que para sus caricaturas tenía establecida un famoso dibujante americano:
24
Como yo lo veo 1 dólar
Como usted cree ser 5 dólares
Como usted quisiera ser 25 dólares (p. 64)
“CONEJO” coincide con lo que Bergson, Freud y Baudelaire observan, pues la obra, mediante la
comedia interpreta el imaginario social, colectivo y popular, y expresa su opinión sobre el arte y la
vida. Y también con lo que explica Pasteca, pues es mediante la risa que mi obra muestra una parte del
humor propio de la cultura popular.
Acerca de la risa popular, se puede decir, que esta no se ubica dentro de la cultura de masas, puesto que
esta solo engendra la banalidad del entretenimiento, limitando los sentidos de festividad que evocan la
comicidad, tratando, sobre todo, de ocultarlos o hacerlos meros hechos triviales. La risa en mi obra-
caricatura esta ligada al juego, a esa necesidad y capacidad de entretejer un diálogo entre el espectador
y la obra para provocar la sonrisa. Para esto creo una situación imposible dentro de la cotidianidad, una
fractura de la real idea, (de la misma manera que ocurría con los bestiarios o el carnaval de la época
medieval), es el otro lado de la idealización.
La obra no busca la perfección de la representación, más bien busca exagerar una situación.
“CONEJO” no es proporcional a su tamaño real, aparece deformado para provocar el sin sentido y la
risa, que según Baudelaire (1988) es un aire de superioridad que el ser humano siente ante las demás
especies, aunque también puede significar síntoma de inferioridad, como lo acepta Montalvo (2009) en
su “Fisiologia de la risa”. La risa provocada por un conejo caricaturizado (la especie animal de la cual
nos reimos, aunque solo como representación) evidencia que la fuerza de la comicidad no está en el
objeto del que se rie, sino en el que ríe, pues los animales no sienten superioridad frente a los vegetales,
ni ellos frente a los minerales (Baudelaire, 1988, p.28).
“CONEJO” es, entonces, un animal estereotipado que se siente superior al espectador, pues la
publicidad hace que el espectador lo ayude a su puesta en escena (se convierte en un signo –
mercancía), el animal caricaturizado quiere ser visto, reproducido y vendido, provoca la risa puesto que
“En la risa cómica el hombre juega con su propia deficiencia, que es la de no poder estar siempre en el
ámbito coherente y armónico del pensamiento, sino en ser de él expulsado y arrojado al bajo mundo de
la comicidad” (Barraza Caballero & Barrón Cortez, s.f, p. 49).
25
CAPÍTULO III
3.1 “CONEJO”
La caricatura no ha sido una constante en mi trabajo artístico, sin embargo, creo en la evolución del
artista y en su capacidad de adaptarse y adoptar estilos, formas y referentes que sean convenientes
portavoces de discursos artísticos.
Llegó un momento en mi vida en la que la caricatura prevaleció en mis trabajos, sobre todo en los
dibujos. Empecé por una abstracción estilizada de mí misma, a manera de autoretratos, cuyo centro de
interés son mis ojos (pues los considero una parte que me distingue del colectivo). El maquillaje y los
dibujos en su alrededor, son una reminiscencia de la máscara, en el afán de ocultar la realidad. Pero,
¿no es eso lo que hasta ahora la caricatura nos ha mostrado?, la caricatura esconde y muestra rasgos
exagerados de una realidad. Así en mis ojos se exagera la realidad y son una caricatura de sí mismos.
(ver anexo 31)
Luego, bajo este mismo estilo, abordé la caricatura en su forma más pura: la que provoca la
contemplación desinteresada y la risa franca. Dibujos, que representan mi realidad, mi percepción del
mundo y de las cosas que aparecen en mi cotidianidad. (ver anexos 32 - 42)
Anteriormente mis trabajos estaban relacionados al realismo. Una lectura fue clave para la fabricación
de “CONEJO”. Esta dice: “si el tema nos fascina, nos resultará fácil hacerlo y nuestro cuerpo
26
acompañará casi sin quererlo”. Por ello, decidí empezar este trabajo, pues las caricaturas se dibujaban
en mi mente como si fueran una extensión de mi alma. Son formas que realmente aprecio y disfruto.
Además, en este trayecto, tropecé con un texto que hizo de la caricatura un recurso más provechoso
para mi obra-caricatura:
La caricatura es una de las expresiones gráficas más subjetivas que existen…La vieja frase
«Nada es verdad ni es mentira» adquiere sentido absoluto en el mundo de la caricatura
personal. Nuestra opinión y las de otros pueden ser diferentes; pero todas ellas, como tales
opiniones, son igualmente valiosas para usted. Todas le ayudaran a formarse su propia opinión.
(Pasteca, 1968, p. 67)
De esta manera, si una obra tiene la categoría de caricatura “depende del cristal con el que se mire”. Es
precisamente esta parte la que más satisface mis intenciones artísticas, pues tanto la caricatura como el
arte son capaces de posibilitar infinidad de opiniones y reinterpretaciones que enriquecen la obra.
Pero, caricaturizar, debo reconocerlo, fue una actividad que mantuve al margen de las que supuse
serían consideradas obras artísticas. Sin embargo, cuando empecé a construir “CONEJO”, sintagmática
y semánticamente me di cuenta que la caricatura tiene mucho que aportar a la obra y al discurso
artístico, sobre todo, en mis intenciones de crítica social que rápidamente he tratado en capítulos
anteriores.
En mi representación “CONEJO”, se percibe una influencia formal del anime (como ya referí
anteriormente, sobre el manga kodomo), ahora una cultura tan abordada por adolescentes, jóvenes y
adultos. Es quizá la más clara representación de este incremento desmedido de las imágenes. Ahora, la
cultura del anime se desborda en nuestro medio trayendo consigo varias simbologías externas que
desean imponerse en nuestro imaginario cultural. A pesar de ello, creo que en ese supuesto deseo por
consumir cierto tipo de cultura, reaparece y se redibuja la misma creciente finalidad de lucro por parte
del sistema consumista: en realidad la gente no se enriquece culturalmente, se crea una cultura que se
enriquece abusando del deseo de la gente por cultivarse.
Así aparece mi gusto por caricaturizar al conejo, puesto que este animal en sus funciones vitales y
naturales es el que más significados ha aportado en este discurso de crítica social de la obra
“CONEJO”. Para llegar a esta obra empecé con unos dibujos caricaturizados de animales en
situaciones cotidianas, por ejemplo: el dibujo de un conejo preocupado por el tiempo (ver anexo 42) o
estudiando (ver anexo 43), etc. Finalmente surgió esta obra-caricatura: un “CONEJO” muerto por un
estallido en su cabeza provocado por la polución de imágenes (ver anexo 44). Muerto por la publicidad
que ha saturado tanto a las imágenes animalescas, caricaturizándolas hiperbólicamente, deformándolas
27
y reescribiendo su destino en el escenario capitalista. Por ello en mi obra-caricatura, este animal llegó
al límite de su existencia, pues, ya no existe el animal real en la ciudad, existe su doble que se
prostituye constantemente para la audiencia.
Descubrí algunos signos de la cultura popular que fueron convenientes simbologías que aportaron en
mis obras escultóricas, las mismas que, concluidas, provocaron un placer estético en el espectador. En
este camino (como lo expuse al inicio de este capítulo) me encontré con la caricatura. Cuando me
encontraba realizando y reflexionando sobre estas obras cómicas, surgió, la pregunta: ¿quién, después
de ver tantas banalidades en la TV, no disfrutaría de una buena caricatura?, en realidad, creo que la
mayoría de personas, pues son más enriquecedoras que las caricaturas que nos muestran los mass
media.
En efecto, yo misma encontré en la caricatura el placer estético que pretendo provocar en el espectador,
aquel placer que nos libera de la realidad virtual a través del instante cierto de la sonrisa. Un acto
indudablemente inherente al ser humano, pues “…No hay comicidad fuera de lo propiamente humano”
(Bergson, 2011, p. 10). Además:
Varios han definido al hombre como “un animal que sabe reír”. También podrían haberlo
definido como un animal que hace reír, pues si algún otro animal lo consigue, o algún objeto
inanimado, es por un parecido con el hombre, por la marca que el hombre le imprime o por el
uso que el hombre hace de él. (Ibídem)
Precisamente, es por esto, que descubrí, en la caricatura, la cualidad del “desplazamiento del marco
comunicativo”, es decir, de la “paradójica transición desde el orden de la realidad al orden del juego y
la fantasía”, para mediante el juego crear un diálogo entre el espectador y la obra y con la fantasía
lograr deformar la realidad, es decir, lo concreto y tangible (logrando la metamorfosis).
Luego, con la obra cómica, como expresa Pasteca (1968) “Lo ideal sería que una caricatura fuese una
biografía, sintética y completa del personaje, de su vida, de sus ideas, de sus sentimientos. Ante esta
hipotética caricatura ideal deberíamos poder decir:” (p.62)
“CONEJO” se relaciona con las caricaturas propias del mass cutlure y critica su posicionamiento en el
imaginario social. No obstante, soy consciente de que:
28
Aunque esto no sea posible de modo absoluto, hay que tratar de aproximarse a ello. Se trata de
acumular la mayor cantidad posible de datos sobre nuestra «víctima». Pero –valga la paradoja–
, no de acumularnos por «acumulación», sino por todo lo contrario: por síntesis. (Ibídem, p. 64)
Sin embargo, me anima el argumento de que “El estilo y el enfoque empleado por los caricaturistas
implica un tipo de invención. Y cada caricaturista va configurando su propio lenguaje y símbolos; estos
corresponden a una cultura y sus rasgos históricos” (Ibarra, 2006, p.11).
En este proceso logré entender que la “…escultura es una cosa…cosa es todo ente que es en general”
(López Chuhurra, 1967, p. 7) y en tanto cosa, “Además de ser una materia formada, la escultura es una
forma creada. Por lo tanto es una forma inédita: antes de ella, esa forma no existía; después de ella,
‘no puede ser otra’.” (López Chuhurra, 1967,pp. 7-8).
Fundamentado en lo que dice este autor uruguayo se concluye que mis obras se encuentran entre la
caricatura como forma creada y la escultura en cuanto materia formada, así, se puede decir que la
escultura-caricatura es “…una creación en la cual interviene el hombre. Para decirlo mejor: la
creación de una escultura es obra del hombre creador, del artista, ser que puede denominarse
Demiurgo” (Ibídem, p. 8).
…resultado de un enfrentamiento entre dos elementos fuertes. Existe por una parte la materia
que se va a oponer al hombre-creador cuando se enfrente con él y trate de imponerse; es
poseedora de un rico potencial expresivo, que está esperando la concretización de una forma
expresiva. Del otro lado de la lucha está el artista que pretende transformar la naturaleza de esa
materia, manejando las fuerzas con las que cuenta la naturaleza de su propio ser de artista. El
creador solicita de la materia una entrega, una subordinación, pero la respuesta está
condicionada siempre a ciertas exigencias, porque no todas las formas convienen a todas las
materias…
Hemos establecido la “lucha” de los elementos, para poder asistir al nacimiento de una
escultura. (Ibíd,p. 9-10)
29
…lleva implícito siempre un deseo de encuentro, de comunicación; y en este primer encuentro
con las obras, lo que puede interesar en primera instancia es la variedad de tipos de esculturas,
o sea: los diferentes modos de estructurar un mismo lenguaje. (Ibíd, p.11)
Precisamente en este proceso creativo y en este recorrido escultórico concuerdo con López Chuhurra
(1967) cuando expresa:
Guiados por el afán de encontrar el principio de todo, vamos a llegar a la zona del inconsciente
donde aflora una imagen sin definición formal; es un estado de gestación, un “hacerse”
indefinido en apariencia (doblemente indefinido: porque es confuso todavía y porque no se
vislumbra el fin y el resultado del proceso). Se está gestando “algo”, y ese algo tiene urgencia
por expresarse; si ello se consigue, la imagen confusa alcanzará una clarificación, y al mismo
tiempo quedará satisfecha la necesidad del “decir” por medio del hacer.
La imagen se le presenta al artista como una energía vigorosa y dominante; el artista la siente,
la vive. Intuye, sabe que dicha energía es capaz de dar vida, y por eso se entrega a la creación
de un ser que viva. “Necesita” transformar en realidad concreta ese sentimiento vital que está
viviendo. Pero si todo lo que existe debe tener una forma, se hace indispensable dar forma al
sentimiento vital, a esa energía generadora de vida, para que se resuelva como existencia de
una realidad concreta. En ese estado vivencial se encuentra el escultor, cuando se lanza al
encuentro de la forma escultórica. (pp. 31-32)
El conejo, como varios animales, ha sido participe del proceso de domesticación, por ello mi obra se
construye con materiales industriales, pues su forma natural ha sido procesada y acondicionada para
adaptarse a la industria, al igual que “CONEJO”, ha sido domesticado.
30
Así pues, esta obra alude al oficio manual de hacer un muñeco (otrora juego y ceremonia, que hoy la
cultura de masas ha industrializado). Hoy en día la tecnología facilita la construcción de los objetos,
por lo que la mano del hombre ya no es necesaria. Aunque se han aplicado procesos y herramientas
industriales en la ejecución de esta obra, “CONEJO” es un objeto único, (aunque lleva en sí el
concepto de reproducción).
…no es simple decir que la caricatura es un arte de amor al hombre. Es imposible criticar
cualquier cosa sin un cierto grado de amor por lo que se critica. Una caricatura desprovista de
amor es una caricatura fúnebre, que es lo último que puede ser una caricatura.
Es importante que nos impongamos un superobjetivo…Es un término inventado por el que fue
director del Teatro de Arte de Moscú… Constantin Stanilavsky…les decía a los actores que lo
importante no era cuidar los detalles de un papel, los gestos y actitudes en una obra
determinada. Todo eso había que hacerlo, pero lo básico era fijarse un superobjetivo; saber –o
creer– que a través de toda una carrera de actor uno estaba haciendo, o no intentando hacer,
algo determinado, determinante, importante para él y para los demás.
Pues bien: nosotros los caricaturistas tenemos también un superobjetivo. Más que la oreja o la
nariz de un determinado señor, importa la idea de que con nuestras caricaturas estamos dando
constantemente una visión del mundo, estamos opinando sin cesar sobre el hombre, estamos
definiendo nuestra propia manera de ser y de pensar.
Nuestro superobjetivo es lo que dará continuidad, un sentido general, una significación y una
personalidad definida a nuestro trabajo. Con ello, podremos obtener con derecho propio
nuestro puesto en la sociedad en tanto que caricaturistas; y, en el mejor de los casos, incidir en
dicha sociedad de una u otra manera. (Pasteca, 1968, pp.116 - 118)
Una vez definido ya este superobjetivo y adoptándolo en la práctica artística, es necesario aproximarse
a la cultura (sociedad) que se va a criticar a través de la obra “CONEJO”:
31
Los seres humanos vivimos en una sutil y fascinante red de imágenes, sonidos, colores y formas, que
se han convertido en un instrumento estratégico para la formación de conciencias. La saturación de
imágenes y sensaciones, que nos da el mercado, para su decodificación, requiere de inmediatez y de
objetividad, pues, lo importante es que la estimulación sea constante con variedad, novedad, acción y
movimiento, evitando sobre todo la complejidad discursiva.
“CONEJO” se construye como una abstracción del entendimiento de la era publicitaria, que
paulatinamente, gracias al “ver como”, se expresa en una metáfora animal in absentia parcial, que
trata, en palabras de Oliveras (2007) de “…ver con la mente las semejanzas” (p. 20), así, en esta obra
se modifican los significados del animal y se transportan a los significados de cultura de masas,
reinterpretando sus principios. Mi obra es un tropo, pues simboliza a través de la parte (el animal
caricaturizado) el todo (la cultura de masas) que abusa de las caricaturas.
Así, se puede decir que lo homogéneo es sinónimo de “unidad”, pues ella representa la mismidad,
aquello que hace que se pierda la diferencia, lo que lleva a que lo uno sea igual a lo otro. Es en esta
unidad que el espectador pierde su capacidad interpretativa.
Acerca de lo hiperbólico, Baudrillard (2006), sostiene que lo hiperbólico presente en las imágenes
publicitarias, de la cultura de masas, ha agotado todos sus efectos, llegando a una pornografía de
imágenes, que tienen una total desilución, un erotismo nulo, una seducción que quizá esperamos, pero
ya no existe, solo aparecen las imágenes como novedad, aparentemente diferentes, pero que, se
reproducen bajo el mismo precepto del consumo.
Un conejo es aquel animal que se reproduce desmedidamente, por ello, “CONEJO”, es metáfora de
publicidad, ya que esta reproduce mensajes decisivos en pequeños lapsos, pero que se anclan en la
conciencia colectiva por un largo tiempo. Por ello, las marcas, como vedettes en el show consumista,
son un elemento distintivo, son ellas las que motivan una pseudo identidad y diferenciación entre
individuos.
32
La abstracción de la imagen, en “CONEJO”, corresponde a esa imagen que prolifera en la tecnicidad.
Reflexionando en virtud de ello; ¿cuántos animales no han pasado por el cuarto de hora de fama de la
televisión?, solo cabe recordar algunos ejemplos: Bugs bunny, Winney pooh, Barney, conejo de Play
Boy, conejo de pascua, el conejo de Alicia en el país de las maravillas, Doraemon, Kurochan, Hello
Kitty, Roger rabbit, Tambor de Bamby, el pulpo adivino del mundial de Sudáfrica 2010, Gardfield,
The muppets y entre nosotros, lo más reciente, el cuy adivinador. En fin, la mayoría de estos animales
han sido adoptados por la publicidad, resignificados, reproducidos y comercializados.
La cultura de masas hace de los animales un motivo comercial. Ya no solo los vemos en caricaturas en
televisión, sino también reproducidos en peluches, películas, parques de diversiones, etc., esto es
resultado del proceso de comercialización que se lleva a cabo constantemente. Pero, en cuanto a la
escena cinematográfica como sostiene Baudrillard (2006), esa ilusión cinematográfica que existió:
…se marchó en proporción a esa tecnicidad, a esa eficiencia cinematográfica. El cine actual ya
no conoce ni la alusión ni la ilusión: lo conecta todo de un modo hipertécnico, hipereficaz,
hipervisible. No hay blanco, no hay vacío, no hay elipsis, no hay silencio; como no los hay en
la televisión, con la cual el cine se confunde de una manera creciente a medida que sus
imágenes pierden especificidad; vamos cada vez más hacia la alta definición, es decir, hacia la
perfección inútil de la imagen. Que entonces ya no es una imagen, a fuerza de producirse en
tiempo real. Cuanto más nos acercamos a la definición absoluta, a la perfección realista de la
imagen, más se pierde su potencia de ilusión. (p. 14)
Entonces, en esta saturación de imágenes “…siempre que se agrega lo real a lo real con miras a una
ilusión perfecta (la de la semejanza, la del estereotipo realista) se da muerte a la ilusión en
profundidad” (Ibídem, p. 15). Es así, que la ilusión en los medios masivos de comunicación, sobre todo
en la televisión, no existe, pues la TV, funciona como un arma que da muerte a la conciencia crítica del
individuo y “…reduce al mundo a fantasma, y por tanto impide toda reacción crítica y toda respuesta
operativa en sus adeptos” (Eco, 1973, p. 26).
Por otro lado, lo efímero, en la publicidad, es sinónimo de novedad, es decir, en el signo-mercancía que
cambia incesantemente (una marca se posiciona sobre otra, una imagen es mejor que otra, un concepto
es más innovador que otro, sobresalen abundantes estereotipos) como sucedió con la evolución de
Mortimer a Mickey Mouse, dice Gubern (2005): “Su mutación respondía, en definitiva, al viejo
precepto que aconseja cambiar algo para poder permanecer vigente” (p.33), por ello es frecuente que se
creen nuevas modalidades publicitarias y se puede decir que, por lo expuesto, nuestra realidad es una
realidad que cambia en pocos segundos para mimetizarse permanentemente bajo el mismo precepto de
consumo.
33
“CONEJO” es una caricatura que ante el espectador es novedad, la misma novedad que tienen los
dibujos animados para el público infantil. “CONEJO” trata de estimular el placer estético en el
espectador, ese placer desinteresado frente a una forma bella, inocente e infantil, los mismos aspectos
que no pueden ser ignorados por el público, pues estimula aquellos gustos estéticos adquiridos
inconscientemente por la masa gracias a la publicidad, pues como dice Eco (1973), “La existencia de
una categoría de operadores culturales que producen para las masas, utilizando en realidad a las masas
para fines de propio lucro en lugar de ofrecerles realizaciones de experiencia crítica, es un hecho
evidente” (p. 24).
Sin embargo, en él tambíen se puede encontrar la “síntesis”, pues, “CONEJO” rompe con el universal
(la caricatura en la cultura de masas), partiendo de las negaciones, buscando nuevos comienzos,
abriendo nuevas posibilidades. Aquí encuentra la posibilidad de diálogo, de encontrarse con el otro, es
la posibilidad interpretativa que se abre gracias a que la obra se ubica en un espacio artístico. La
“unidad” y la “síntesis” son dos características presentes en “CONEJO”.
En las caricaturas que nos ofrecen los medios masivos, generalmente vemos el mismo dibujo en
situaciones jocosas pero sin sentido. No van más allá de la risa superflua, lo que mata cualquier
posibilidad interpretativa, porque esas imágenes muestran todo su contenido, no hay más que pensar
sobre ellas, son lo que vemos y nada más, es por ello que tomando como ejemplo nuevamente la
cultura del anime, se reproducen muñecos, se realizan eventos como ichiban y shibuzen cosplay team
en quito, COSMIX en Guayaquil, Anime fest en Cuenca, cosplays,se crean vocaloids como Miku
Hatsune, en fin, se trata en estos actos o eventos de acercar al individuo más a la idealización que de
estos personajes tiene, aunque sabe que solo son una realidad virtual, asiste a estos eventos y los
34
consume, pues solo ellos lo acercan a estos personajes fantásticos, entonces la gente vive un momento
mágico junto a sus estereotipos, consumen la realidad virtual y alimentan a la cultura de masas.
Sucede igualmente con Mickey Mouse. Me pregunto: ¿cómo un ratón puede ser tan famoso? Si en
nuestra cotidianidad es uno de los animales más repugnantes, no solo por sus connotaciones de muerte
con la enfermedad y la suciedad. Es uno de los animales que menor afecto tiene por parte de los seres
humanos, (pues una persona concientemente no se tomaría una foto con un ratón o no le dedicaría un
gran parque de diversiones), aún así, la publicidad ha tomado las características más representativas de
este animal y las homologa con las proporciones infantiles. Al repecto cabe mencionar lo que sobre
este personaje, escribió Gubern (2005):
De esta manera, gracias al manejo adecuado de la imagen de este ratón y la manipulación del público,
se ha logrado que sea uno de los animales más apreciados en el mundo. Varias personas en el mágico
mundo de Disney World anhelan abrazar a Mickey Mouse y a su elenco, para estas personas
conocerlos era “un sueño hecho realidad”, estas representaciones caricaturizadas hiperestimulan
sensorialmente al público, al punto de que “cada vez que los veo, no puedo contener las lágrimas”,
entonces se comprueba que la gente crea un lazo afectivo con estos personajes, que no existen en la
realidad, pero que son capaces de ofrecerles la felicidad, a cambio de un gasto económico, pero que,
para alguien que desee la felicidad, resultará una inversión y no un gasto. Como dice Benjamín (2003):
35
En la misma línea discursiva, hay que referirse a uno de los estereotipos más deseados por el público
infantil, las princesas de Disney, las veddettes de la mujer ideal, en fin, estos son ejemplos que
corroboran que “El discurso disneyano constituye una propuesta, técnicamente muy elaborada y
competente, de hedonismo prelibidinal, basado en la ley del mínimo esfuerzo perceptivo, psicológico e
intelectual” (Gubern, 2005, p. 31). Como mencioné anteriormente, es por ello que el individuo pierde
su capacidad interpretativa y la posibilidad del diálogo, es lo que hace la “unidad” en la cultura de
masas.
3.2 “RAQUETRATO”
Finalmente, luego de investigar y reflexionar sobre la caricatura, creo conveniente concluir mi trabajo
con un autorretrato. Si bien ya he retratado los principios del mass culture encuentro necesario
retratarme a mi misma en el escenario cultural, pues, luego de ser consciente de ese constante deseo
que tiene la cultura de masas hacia los individuos, concluyo con esta obra que representa mi ser único,
pues aunque en momentos no se pueda escapar de esta realidad social, existen espacios que nos liberan
de estas cadenas. El arte en lugar de reproducirnos como signos-mercancías, representa nuestra aura,
nuestro anima elevándonos a un nivel superior, pues en esta obra escultórica quiero aplicar lo que dice
Calabrese: “La obra de arte es…un signo que debe interponer un significado suprapersonal”
(Calabrese, 1987, p.94).
5
Acerca del retrato, en la exposición “Del espejo a la máscara” hay un texto que dice: “Los artistas han
convertido sus propios rostros en tema frecuente de su producción. La creación de su propio retrato es un reto
irresistible; responde al impulso humano de mirar una cara e intentar descubrir quién se esconde detrás de ella. La
construcción de sí mismo supone dos cosas: los otros que reconocemos y los que no comparten nuestras ideas ”
36
Si bien en “CONEJO” encontré todos las formas que se hallan en el manga o anime, en “Raquetrato”
solo subyace mi condición individual, pues, como tal, no puedo ser reproducida por el mercado, esa es
la condición de libertad que me corresponde y que mediante la práctica artística y la caricatura, logro
materializar. Coincidiendo con un texto introductorio de la exposición “Del espejo a la máscara”, los
retratos son: “…más que retratos descriptivos. No se busca la autocomplacencia; son la expresión del
drama vital hecho forma plástica”.
Puedo decir que todos los objetos están sujetos a la posibilidad de ser resignificados. En el caso de
“CONEJO”, como ya lo analice anteriormente, su sumersión en la cultura de masas y su reproducción
es evidente (reinterpretando su existencia). No obstante, en la caricatura personal o retrato, se presenta
la capacidad creadora del artista, como aquella acción que este realiza sobre la «tabla rasa». Como
afirma López Chuhurra (1971):
… podríamos recordar la teoría de la «tabla rasa» sostenida por Locke. Para el filósofo, el
hombre al nacer aparece como una tabla rasa, como una hoja en blanco. El conjunto de
fenómenos y experiencias, su existir, va creando el dibujo de la vida sobre esa superficie
original. Del mismo modo, el ser del artista queda grabado en la bidimensionalidad de la tela
(tabla rasa al principio), pero ahora resultará la vida detenida en un lugar y en un momento de
su propia existencia. (p.15)
La actitud que conduce al artista a realizar una tan particular insición sobre la tela responde
específicamente a una necesidad interior que lo acucia y a veces lo angustia.
Esta necesidad no es «el deseo de»; es más que un desear. Es un imperativo, una fuerza que
impulsa y obliga al hacer, sin posibilidad de satisfacerce en el no-hacer. El hombre realiza su
existencia por aquello que le falta por vivir. Vive en un fluir sin descanso, porque se realiza en
la medida en que busca lo que le falta realizar. Por eso se proyecta; en algunos casos
«viviendo» naturalmente, y en otros participando en las diferentes manifestaciones que
modelan el cuerpo permanentemente inconcluso de la cultura. Este es el caso del artista, cuya
trascendencia manifiesta el estado de crisis y desequilibrio en los cuales vive y por los cuales
se realiza.
De esta manera, la obra, el arte, mis esculturas, ven al espectador no como un individuo ajeno a la
escena cultural, sino en su condición de artísta, en su actitud creadora6, entonces, artista – obra –
espectador convergen en un diálogo, se crea una cadena hiperbólica que crea la unidad del arte, en
consecuencia un “nosotros”, pues existe el “tú” (espectador), el “yo” (artista) y la obra (medio que
conduce el mensaje para completar la comunicación), pues la obra, como dice Calabrese (1987): “Ha
sido creada con la exigencia de que todos la comprendan por igual. Y si bien esta exigencia es
solamente ideal, prácticamente irrealizable, es una propiedad esencial del arte y un estímulo escencial
de la creación artística” (p. 94).
…La obra representa entonces la respuesta a un momento de la búsqueda que procura lograr el
«ser en la obra», «ser en el mundo». Para el artista ésta es la manera de existir: a través de su
obra. La obra es la expresión de un ser artista, pero a su vez ella también tiene un ser-obra, que
la justifica como ente que exige un lugar en el mundo.
¿Cómo surge este nuevo ente que se incorpora a la vida? Nace precisamente por un impulso de
la voluntad creadora del artista. Al hallarse éste frente a la tela, siente que debe dar forma a
«algo», y que la tela será su receptáculo y su elemento de sostén.
Desde el momento en que va apareciendo una imagen –no interesa ahora el carácter de ésta–
surge de la tela el interlocutor que necesita el artista. Es entonces cuando el creador se enfrenta
con otro ser, con el otro que lo observa intensa e incansablemente. El diálogo entre el «yo» del
artista y el «otro» –esa imagen que está surgiendo en la tela– se va transformando en una lucha
en la cual la fuerza potencial y la manifestada quedarán en última instancia determinadas en el
ser que es obra. (p.16)
Entonces “RaqueTrato” surge como la imagen creada y formada de una necesidad, es ese impulso que
da vida al ser artista, es mi autorretrato que testifica mi «ser en el mundo», (mi ser-estar en el mundo lo
justifican mis obras escultóricas) es mi sentimiento presente el que se impregna en mis obras
escultóricas.
6
El espectador, en su momento interpretativo, sin duda ejecuta un acto creativo.
38
…desvalorizan su aquí y ahora. Es algo que no afecta solamente a la obra de arte…se trata de
un proceso que toca en el objeto de arte un núcleo sensitivo tan susceptible como no lo hay en
ningún objeto natural. Ese núcleo es su autenticidad. La autenticidad de una cosa es la
quintaescencia de todo lo que en ella, a partir de su origen, puede ser transmitido como
tradición, desde su permanencia material hasta su carácter de testimonio histórico…
No obstante, en mi retrato-caricatura pretendo proyectar el aura propia del ser humano, es su aura
irreproducible, es lo que me da como individuo mi condición única. Muestro en mi autorretrato una
representación autentica y única de mi misma, pues como afirma Calabrese (1987):
Para finalizar, sostengo que la caricatura puede ser portavoz de un discurso que critica al mass culture,
pues es un espacio que permite al ser humano recordar su realidad histórica y criticarla, sin embargo,
no se puede extrapolar su condición primigenia lúdica, pues en la caricatura se crea la situación de
juego al reinterpretarse uno mismo, dejando de lado los estereotipos. Se busca en la caricatura
personal, sobre todo, la autenticidad y la originalidad, es decir, se busca el aura que hace brillar nuestra
actitud creadora como aquello que nos transforma constantemente y que eleva nuestro anima mediante
la catarsis.
39
CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
4.1 Conclusiones
• La caricatura ensimisma una fuerte carga histórica que expresa el imaginario social de los
pueblos, se transforma en una atemporalidad, pues subsiste para conocimiento de sus
representaciones plásticas.
• La caricatura concurre en múltiples géneros y estilos, todos relativos al ser humano, por ello su
valor como crítica social ha sido frecuentemente usado por varios artistas.
• En la caricatura, como en el arte, se usan recursos plásticos y literarios que aportan al discurso
artístico y a la obra de arte.
• Tras un discurso que critica a la sociedad de masas, aparece la caricatura como un artificio
catártico que reanima y libera el anima del espectador.
• El presente proyecto tiene como objetivo analizar a la caricatura desde su visión escultórica por
lo que va a servir de apoyo a investigaciones que enfoquen a la caricatura en el escenario
artístico.
4.2. Recomendaciones
• Luego de investigar sobre la caricatura se recomienda incluir textos bibliográficos y materiales
de apoyo que versen sobre la caricatura desde el análisis semiótico, estético y filosófico, pues
los textos son escasos.
• Se recomienda analizar las obras artísticas más detenidamente, con la mente y el corazón,
tratando de ver su lado invisible.
40
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
4. Baudrillard, J. (2006). El complot del arte - Ilusión y desilusión estéticas. Buenos Aires:
Amorrortu editores.
6. Bergson, H. (2011). La risa. Ensayo sobre el significado de la comicidad. (R. Blanco, Trad.)
Buenos Aires: Godot.
8. Camacho Cuéllar, J & otros. (s.f). CURSO DE DISEÑO GRÁFICO. Bogotá: Ediciones Orbis
. S.A.
10. Gombrich, E. H. (1999). Los usos de las imágenes. México: Fondo de Cultura Económica.
11. Grose, F. (2011). Principios de la caricatura seguidos de un ensayo sobre la pintura cómica.
Madrid: katz.
13. Ibarra, H. (2006). Trazos de Tiempo, La caricatura política en el Ecuador, a mediados del s.
XX. Quito: Editorial MVSEO CUIDAD.
14. López Chuhurra, O. (1971). Estética de los elementos plásticos. Barcelona: Labor S.A.
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15. López Chuhurra, O. (1967). QUE ES LA ESCULTURA. Buenos Aires: Columba.
16. Montalvo, J. (2009). Fisiología de la risa y otros textos. Quito: Ministerio de educación del
Ecuador.
17. Oliveras, E. (2007). La metáfora en el arte - Retórica y filosofía de la imágen. Buenos Aires:
Emecé editores S.A.
DICCIONARIO
REVISTAS
TESIS
23. Mora Arévalo, A. S., & Arellano Enriquez, L. B. (Mayo de 2011). Análisis Semiótico de la
imágen sobre el debate de la ley de comunicación, estudio de caso: La caricatura como
expresión del discurso editorial en los diarios El Universo y El Comercio. Tesis previa a la
obtención del título de: Licenciado en Comunicación Social con especialidad en desarrollo.
Universidad Politécnica Salesiana sede Quito: Ciudad Quito, Ecuador.
INTERNET
24. Barraza Caballero, L. F., & Barrón Cortez, A. T. (s.f.). Lo cómico es cosa seria. disponible en
URL: http://www.revistauniversidad.uson.mx/revistas/26-10.pdf [consulta 2012]
42
25. Barei, M. X. (07/2006). Sátira, caricatura y parodia en la Argentina del s. XIX. Un caso
paradigmático: el periódico Don Quijote (1884 - 1903) de Buenos Aires. disponible en
URL: ftp://tesis.bbtk.ull.es/ccssyhum/cs459.pdf [consulta 2012]
27. Concepción, G. V. (2009). Influencia de las caricaturas en los niños de 4 a 6 años de edad,
que habitan en el municipio de Sola de Vega, Oaxaxa en el año 2009. disponible en URL:
http://investigacleu.files.wordpress.com/2010/04/influencia-de-las-caricaturas.pdf
[consulta 2012]
30. Domenech, L., & Romeo, A. (s.f.). LA CARICATURA: humor gráfico y literatura . disponible
en URL:
http://www.materialesdelengua.org/aula_virtual/descripcion/caricaturas/caricatura.htm
[consulta 2012]
43
35. Villaveces, J, et ál, (2008). Caricatura y economía: Una mirada a la histria económica de
Colombia. disponible en URL: http:
http://www.urosario.edu.co/urosario_files/9e/9e7b68d4-dcf8-4b99-8ea1-8dc1b6fb3f2f.pdf
[consulta 2012]
44
ANEXOS
45
Anexo 3. L. da Vinci, “PERFIL DE UN HOMBRE JOVEN Y UNO VIEJO”, obtenido de Zöller, F.
LEONARDO. Germany: TASCHEN.
46
Anexo 5. L. da Vinci, “CINCO ESTUDIOS DE CARACTERES (CABEZAS GROTESCAS)” obtenido
de Zöller, F. (s.f). LEONARDO. Germany:TASCHEN
47
Anexo 7. Bartolomeo Passerotti, “DOS VIEJOS ABRAZADOS” obtenido de
http://img27.imageshack.us/img27/360/30ugly4650.jpg
48
Anexo 9. Collot, “VARIOUS HUNCHBACKED FIGURES”, obtenido de
http://www.jahsonic.com/JacquesCallot.html
49
Anexo 11. Collot, “VARIE FIGURE GOBBI”, obtenido de http://polarbearstale.blogspot.com/2011/09/
jacques-callot-15921635.html
50
Anexo 13. Sin autor, sin título, obtenido de http:// noticiasdeabajo.files.wordpress.com/2010/09/
precariedad_laboral.jpg
51
Anexo 15. Quino, sin título, obtenido de http://pinterest.com/pin/226798531205194408/
52
Anexo 16. Quino, sin título, obtenido de Camacho Cuéllar, J & otros. (s.f). CURSO DE DISEÑO GRÁFICO.
Bogotá: Ediciones Orbis. S.A.
53
Anexo 17. Al Hirschfeld, “MR. PICKWICK”, obtenido de http://www.societyillustrators.org/The-
Museum/2012/Al-Hirschfeld/Al-Hirschfeld,-Characterist.aspx
54
Anexo 19. Alberto Montt, “COMIC”, obtenido de http:// www.taringa.net/posts/humor/2914356/el-mejor-
grafico-de-alberto-montt.html
55
Anexo 21. Alberto Montt, “LOVE” ”, obtenido de http://www.onelargeprawn.co.za/2010/08/12/alberto-
montt-in-daily-doses/
56
Anexo 23. Angel Boligán, sin título, obtenido de
http://www.irancartoon.ir/gallery/album122/Angel_Boligan_Corbo_Mexico
57
Anexo 24. Angel Boligán, sin título, obtenido de http://www.eluniversal.com.mx/wcarton11311.html
58
Anexo 26. Vladdo, sin titulo, obtenido de http://politica juvenil.blogspot.com/2011/05/vladdo-aleida.html
60
Anexo 29. Sin autor, “PEGATINAS DE USAGI KAWAII DEL CONEJO DE CONEJITO”, obtenido
de http://www.zazzle.com/pegatinas_de_usagi_kawaii_del_conejo_de_conejito-217184463925099547?lang=es
61
Anexo 31. José Paredes, Raquel Jácome; “AUTORETRATO”
20cm x 15cm
62
Anexo 32. Raquel Jácome, “MUÑECA 3”
11cm x 12cm
11,5cm x 17cm
63
Anexo 34. Raquel Jácome, sin título
14cm x 12cm
64
Anexo 35. Raquel Jácome, “NIÑA ROJA”
34cm x 13cm
16cm x 14cm
65
Anexo 37. Raquel Jácome, sin título
12,5cm x 15,5cm
66
Anexo 38. Raquel Jácome, sin título
9,5cm x 11cm
67
Anexo 39. Raquel Jácome, “HADA”
10cm x 13,5cm
68
Anexo 40. Raquel Jácome, sin título
20cm x 22cm
69
Anexo 41. Raquel Jácome, ”ALICIA”
19cm x 24cm
70
Anexo 42. Raquel Jácome, “CONEJO BLANCO”
10cm x 9,5cm
71
Anexo 43. Raquel Jácome, sin título
10,5cm x 11cm
72
Anexo 44. Raquel Jácome, “TIME IS OVER”
16,5cm x 19,5cm
73
Anexo 45. Raquel Jácome, “CONEJO”
Escultura en metal
Escultura en metal