DANIELA VELEZ Grupo

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TRABAJO ESCRITO NEUROANATOMÍA Y NEUROFISIOLOGÍA

MAYRA KATHERINE QUIROZ CANO


DEISY JOHANA ZAPATA LONDOÑO
MARIA CAMILA DE TORO PARDO
LILIANA CATALINA DELVASTO AVELLANEDA
DANIELA VELEZ ATEHORTUA

DOCENTE

ALEXANDER ALONSO OSPINA OSPINA


Filosofo
Psicólogo
Master en neurociencias
Doctor en psicología con orientación en neurociencias cognitivas aplicadas

FUNDACION UNIVERSITARIA CATOLICA DEL NORTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION, SOCIALES Y HUMANAS

PROGRAMA DE PSICOLOGIA

SANTA ROSA DE OSOS

2020

CONTENIDO

1
1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………….3

2. MAPA CONCEPTUAL – NEUROTRANSMISORES……………….………4

3. CASOS CLÍNICOS………………….………………………………………...5

3.1. ALZHEIMER PACIENTE N°1 ………………………………………………5

3.2. ANÁLISIS DEL CASO……………………………………………………….6

3.3. ALZHEIMER PACIENTE N°2 ……………………………………………....7

3.4. SINTOMAS…………………………………………………………………...9

3.5. INTERVENCIONES……………………………………………………...….11

4. FARMACODEPENDENCIA………………………………………………...14

4.1. CASO CLÍNICO…………………………………………………………......45

5. CONCLUSIONES ……………………………………….…………...……...49

6. REFERENCIAS …………………………………………...………………...50

1. INTRODUCCIÓN

2
Existen diferentes trastornos y enfermedades mentales que llevan a los seres humanos a

no tener una vida saludable tanto mental como física. Entre estos están: el Alzheimer y la

farmacodependencia. El Alzheimer es una enfermedad en la que las personas manifiestan un

cuadro de ansiedad, irritabilidad, aumento de las actividades habituales, disminución de horas de

sueño, gasto de dinero excesivo y la sensación subjetiva de bienestar y aceleración del

pensamiento. Por otra parte, la farmacodependencia es una enfermedad que se presenta con más

frecuencias en la población joven. Esta se define como un estado físico y psíquico causado por la

interacción entre una persona y un fármaco o droga respectivamente, en el que la persona

necesita consumirlos para actuar normalmente.

En este trabajo daremos a conocer los tipos de síntomas, características y las

consecuencias que puede traer para los seres humanos esta enfermedad; en donde presentaremos

casos de pacientes que padecen de estas enfermedades con su respectivo diagnóstico como la

intervención médica y psicológica que se llevaría a cabo en estos casos.

2. MAPA CONCEPTUAL – NEUROTRANSMISORES

3
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3. CASOS CLÍNICOS

3.1 ALZHEIMER PACIENTE 1

Varón de 65 años, diestro, con antecedentes de hipertensión arterial, hiperplasia benigna

de próstata e hiperuricemia. Tiene antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer en la

madre. El paciente no presenta antecedentes psiquiátricos ni toxicológicos relevantes, tampoco

clínica compatible con cuadro de confusión mental antes o durante las evaluaciones. Ingresa en

la unidad de psiquiatría por alteraciones en la conducta de aparición insidiosa en los 6 meses

previos. El paciente se muestra ansioso, irritable, con aumento en las actividades habituales,

disminución en la necesidad de horas de sueño, gasto de dinero excesivo y con sensación

subjetiva de bienestar y aceleración del pensamiento. En la analítica general de sangre realizada

al ingreso, incluyendo parámetros de función tiroidea, no se detectan alteraciones. Se inicia

tratamiento antipsicótico con olanzapina hasta 15 mg/día y paralelamente se completa el estudio

con las exploraciones complementarias. Se realiza exploración neuropsicológica que muestra

alteración de funciones ejecutivas y la IRM cerebral donde destaca atrofia cortical global, de

predominio parietal bilateral. En los días sucesivos de tratamiento se consigue una remisión

progresiva de los síntomas, por lo que se procede al alta hospitalaria. En el seguimiento posterior

se observa un empeoramiento de las pruebas neuropsicológicas y en la Tomografía

Computarizada por Emisión de Fotón Único Cerebral muestra una hipo perfusión temporal

izquierda con extensión frontal anterior y peri lenticular. En los meses siguientes reaparecen los

trastornos conductuales por lo que es preciso aumentar dosis del fármaco antipsicótico.

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3.2 ANÁLISIS DEL CASO

El modo cómo repercute el alzhéimer en la vida de este señor de 65 años está dado por

las siguientes conductas: ansiedad, irritabilidad, aumento de las actividades habituales,

disminución de horas de sueño, gasto de dinero excesivo y la sensación subjetiva de bienestar y

aceleración del pensamiento.

Por otro lado, la parte neuroanatómica se ve reflejada en la atrofia cortical global, de

predominio parietal bilateral, que con los días se le realizan estudios que muestran una

hipoperfusión temporal izquierda con extensión frontal anterior y peri lenticular. En la base

neurofisiológica muestra alteraciones de funciones ejecutivas que aumenta con los días.

Médicamente es importante llevar a cabo el seguimiento de los resultados de las

imágenes del cerebro como tomografías y resonancia magnética que se prescriben en el

paciente, con el objeto de observar los retrocesos o avances del paciente permitiendo así recetar

la dosis adecuada de medicamento, que le garantice al mismo un óptimo tratamiento. En la parte

psicológica, se busca mejorar las necesidades del paciente a través de terapias de orientación de

la realidad con el fin de proporcionarle comprensión de aquello que lo rodea, evitando de esta

manera la desconexión con el entorno y fortalecer sus relaciones sociales. Fomentar y desarrollar

la lectura y escritura reflexiva a través del análisis de una noticia de actualidad, así como

actividades que requieren trabajo manual y de cognición, ejercicios de fisioterapia tanto física

como mental lo que favorecerá de manera significativa la ansiedad irritabilidad y demás

síntomas para brindarle mejor calidad de vida.

6
3.3 ALZHEIMER PACIENTE N°2

La paciente es una ama de casa de 70 años con dos hijos adultos.

MOTIVO DE CONSULTA: La paciente siempre había sido una persona muy ordenada,

por lo tanto, cuando comenzó a olvidar cosas elementales, su esposo comenzó a preocuparse. La

llevó al médico de familia quien la derivó al servicio de psiquiatría de un hospital general para su

examen. Según su marido, los problemas de memoria se hicieron evidentes cuando la paciente se

quejaba de que no podía recordar algunos nombres. Su esposo notó que a veces era incapaz de

acordarse de cosas que habían sucedido el día anterior. Debido a que cada vez su problema

progresaba más, tenía dificultad para calcular el dinero al ir de compras, y a menudo volvía sin

las cosas que necesitaba. Siempre había estado orgullosa de su forma de cocinar, pero ahora

arruinaba la comida. Cada vez que cocinaba, le ponía demasiada sal o no la salaba. Se olvidaba

también de apagar la cocina o dejaba la canilla abierta. Durante los doce meses anteriores a la

consulta no había podido hacer las tareas del hogar sin ayuda de su marido. Consultó a su médico

familiar varias veces y éste le recetó fármacos neurotróficos, sin resultados aparentes.

ANTECEDENTES: La paciente vivía con su esposo, un maestro jubilado de 72 años.

Ella también había sido maestra, pero dejó de ejercer cuando nació su primer hijo y nunca más

volvió a trabajar. Su esposo la describió como una persona serena, sociable y jovial. No había

habido mayores problemas en el matrimonio o con los hijos, sin embargo, en los meses

anteriores a la consulta, su esposa se había vuelto retraída, apática irritable y un poco recelosa. El

padre de la paciente falleció en una institución para enfermos mentales, en la cual había sido

internado a los 75 años por “arterioesclerosis”.

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DATOS ACTUALES: Al ser examinada la paciente se presenta algo desprolija. Lúcida,

pero notoriamente ansiosa y suspicaz. Desorientada en tiempo y espacio. Recordaba los nombres

de sus hijos, pero no sus edades o fechas de nacimiento. Tampoco podía recordar la suya propia

ni sabía el nombre del presidente de su país. Su lenguaje era bien articulado pero lento, y poco

preciso. Tenía dificultad para encontrar las palabras para expresarse. No podía recordar tres

objetos después de un intervalo de cinco minutos. No pudo copiar un cubo y fracasó

completamente al copiar la figura del “Rey”. Realizaba cálculos con mucha dificultad y no podía

contar hacia atrás. Entendía los refranes sólo en forma literal, y no podía detectar el error de

lógica en la “historia del tren” (en esta historia, se le dice al paciente que casi todos los

accidentes ocurren en el último vagón, por eso se decidió sacarlo). Era incapaz de advertir la

naturaleza del problema. No se detectaron anomalías en el examen físico y neurológico. Su

presión arterial de la era normal para su edad. Todos los análisis de laboratorio dieron negativos,

pero una tomografía computada mostró una marcada atrofia cortical.

3.4 SÍNTOMAS

Disminución de la memoria a corto plazo: la paciente presenta dificultad para recordar

nombres o hechos ocurridos días anteriores, esto repercute en la vida cotidiana de la paciente

debido a su progresiva pérdida de la memoria lo cual le dificultad recordar cosas, nombres,

números que tienden a ser fáciles de adaptar para la memoria.

Dificultades en el desempeño de las tareas en el hogar: la paciente presenta dificultad

para recordar ejerciendo las tareas del hogar (cerrar una canilla de agua, apagar el fogón, poner o

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no sal a la comida) lo cual causa preocupación para sus familiares al evidenciar este tipo de

amnesia.

Problemas de lenguaje: la paciente evidenció un lenguaje bien articulado, pero lento y

poco preciso por lo cual no encontraba las palabras adecuadas para expresarse, esto hace que la

paciente se sienta incapaz de fluir verbalmente en una conversación y puede llegar a sentir

frustración y por eso habría repercusiones en su vida cotidiana.

Problemas con el pensamiento abstracto: la paciente evidencia dificultad para hacer

cuentas para ir a la tienda o para ir al banco o recordar fechas especiales, antes estas tareas las

realizaba sin ningún problema, pero durante los últimos meses ha tenido problemas

frecuentemente para realizarlas y esto hace que la paciente no pueda realizar estas tareas por sí

misma.

Cambios de ánimo y comportamiento: se evidenció en la paciente un cambio en el

comportamiento social (apatía, suspicacia e irritabilidad) esto hace que su núcleo familiar y

social se vea perjudicado debido a su enfermedad la cual produce estos tipos de cambios en su

personalidad.

En las bases neurofisiológicas y neuroanatómicas se encuentra que la enfermedad del

Alzheimer ataca las células nerviosas en todas partes de la corteza del cerebro, así como algunas

estructuras circundantes, deteriorando las capacidades de la persona para gobernar las

emociones, reconocer patrones, coordinar el movimiento y recordar.

9
3.5 INTERVENCIÓN MÉDICA

Se realizan una serie de exámenes de laboratorio y de neuroimagen que permiten

descartar demencias secundarias a otros procesos (demencias vasculares, demencias por lesiones

ocupantes de espacio, hematomas subdurales, procesos carenciales, infecciosos, etc.).

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA

En el diagnóstico de esta enfermedad es importante la realización de una historia clínica

completa, pruebas neuropsicológicas (p.ej., MMSE, Blessed), indicadores de las Actividades de

la Vida Diaria (AVD), examen físico, pruebas de laboratorio específicas y técnicas de

neuroimagen. La historia debe ser obtenida de un informador confiable. En este sentido, se debe

prestar especial atención a los cambios observados en el funcionamiento diario y en la

competencia cognitiva, previos y actuales, forma de inicio del trastorno (insidioso o agudo: el

inicio insidioso es característico de la EA), progresión (lento, rápido; la progresión lenta es típica

de la EA) y duración (es importante repetidamente preguntar sí observaron alguna alteración

precoz que pudiera indicar un cambio).

Deberá interrogarse sobre todas las habilidades cognitivas y dar ejemplos de signos

precoces:

1. Cuando se evalúe el trastorno de memoria, deberá preguntarse si el paciente ha tenido

dificultad en recordar qué día es, qué es lo que han comido en su anterior alimento o si ha tenido

problemas en mantener el trabajo. No debe olvidarse que los pacientes y sus familiares a menudo

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enmascaran el problema y buscan excusas para explicar los trastornos de memoria. No olvide

hacer una lista detallada de los medicamentos que se consumen y se tienen en el hogar.

2. Para las habilidades del lenguaje, deberá preguntarse si el paciente ha tenido

problemas para encontrar la palabra correcta de las cosas o se equivoca al nombrarlas, pronuncia

mal las palabras o si aprecian que tiene más problemas para expresarse verbalmente.

3. Para las praxis, es importante preguntar si el paciente ha tenido problemas para usar

máquinas o electrodomésticos que previamente sabía usar o si tiene dificultades en realizar los

hobbies previos.

4. Para la agnosia, determinar si hay problemas en el reconocimiento de objetos comunes

(teléfono, escobas, tostadora, etc.).

5. Las dificultades con el funcionamiento complejo se manifiestan con la presencia de

problemas al realizar tareas tales como elaborar las comidas, manejo financiero del dinero, etc.

Por otra parte, cuando se pregunte acerca del funcionamiento cognitivo es necesario investigar el

uso reciente o pasado de medicación controlada, uso de alcohol y drogas, y su relación temporal

con el inicio del trastorno.

Es muy importante asignar un cuidador principal quien es la persona que asumirá el

cuidado del enfermo durante la mayor parte del tiempo, tarea no siempre elegida de forma

totalmente voluntaria por éste, sino motivada por circunstancias facilitadas por un entorno

familiar que bien por carecer de una estructura suficientemente amplia, por falta de recursos

económicos o socio-asistenciales, o por simple dejación de apoyo termina por generar la figura

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de un cuidador que va realizar esta tarea de atención al enfermo de manera casi en exclusiva y

durante toda la enfermedad.

Intervenir a través de programas de psicoestimulación cognitivo-conductuales, desde

unidades de día psicogeriátricas, en unidades de demencia, en centros de internamiento o en

servicios de ayuda domiciliaria, orientar y aconsejar a la familia del enfermo, durante el proceso

diagnóstico, informando sobre prognosis, medidas profilácticas a adoptar en diferentes fases de

la enfermedad, dando pautas de actuación ante las alteraciones conductuales, las emocionales, y

de estimulación cognitiva para compensar.

4. FARMACODEPENDENCIA

La farmacodependencia tiene lugar cuando una persona necesita consumir uno o más

medicamentos o drogas para actuar normalmente. Una persona puede padecer una afección

médica, como presión arterial elevada o dolor crónico, para la cual deba tomar medicamentos a

fin de mantener su calidad de vida. Si bien esta situación podría considerarse una forma de

farmacodependencia, probablemente no represente un problema. Sin embargo, esta dependencia

se convierte en un motivo de preocupación médica cuando la persona consume drogas ilegales o

medicamentos recetados en forma excesiva.

El consumo excesivo intermitente puede convertirse en una dependencia. A la larga, la

persona no puede llevar una vida normal si no consume la droga o el medicamento. Para superar

la tolerancia que acompaña al consumo regular, el usuario puede consumir dosis cada vez

mayores u otros tipos de drogas o medicamentos.

ADICCIÓN Y DEPENDENCIA

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Los términos drogadicción y farmacodependencia a veces se utilizan como sinónimos.

Muchos adictos dependen de las drogas o los medicamentos para funcionar. No obstante, es

posible ser farmacodependiente sin ser adicto, que es lo que suele ocurrir en los pacientes que

dependen de algún medicamento para controlar una afección médica crónica. También es posible

ser adicto a una droga o un medicamento sin que el organismo se vuelva dependiente de ellos.

CARACTERÍSTICAS DE LA ADICCIÓN

● Consumo de drogas o medicamentos pese a las consecuencias

● Incapacidad para dejar de consumir drogas o medicamentos

● Incumplimiento de las obligaciones sociales y laborales

CARACTERÍSTICAS DE LA DEPENDENCIA

Entre las características de la dependencia, pueden incluirse la totalidad o parte de las

características de la adicción, más las siguientes:

Aumento de la tolerancia a medida que el organismo se adapta físicamente a la droga o el

medicamento, lo que a menudo provoca el deseo de consumir dosis mayores o con mayor

frecuencia

Síntomas físicos de abstinencia cada vez que la persona intenta dejar de consumir la

droga o el medicamento.

CAUSAS

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Los adictos generalmente comienzan a consumir drogas o medicamentos en entornos

sociales y se vuelven dependientes con el tiempo. En algunos casos, es posible que, en un

principio, le hayan recetado el medicamento (por ejemplo, un analgésico) para tratar una

afección médica. Este uso normal y seguro a veces puede convertirse en consumo excesivo y

dependencia.

El consumo compulsivo de drogas y medicamentos puede ser desencadenado por los

siguientes factores:

Antecedentes familiares de adicción (las personalidades adictivas pueden ser genéticas y

el hecho de haber sido testigo del consumo excesivo de drogas o medicamentos por parte de

algún familiar puede convertir el hábito en algo normal o deseable)

Vivir en un entorno donde se consumen drogas ilegales de manera frecuente y es fácil

conseguirlas

Antecedentes de ansiedad, depresión u otras afecciones mentales

ETAPAS DEL CONSUMO DE DROGAS O MEDICAMENTOS

Según el Nacional Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud], los usuarios de

drogas o medicamentos generalmente atraviesan determinadas etapas en el camino hacia la

farmacodependencia:

1. La persona consume drogas o medicamentos con fines recreativos. El consumo es poco

frecuente y tiene lugar en entornos sociales.

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2. La persona comienza a consumir drogas o medicamentos de manera regular, lo que a

menudo trae aparejado el abandono de familiares y amigos. A la persona le preocupa no poder

conseguir las drogas o los medicamentos.

3. La persona se vuelve adicta a las drogas o los medicamentos y su único objetivo es

encontrar maneras de conseguirlos. Es posible que abandone la mayoría o la totalidad de sus

intereses y relaciones previos.

4. La persona se vuelve dependiente de las drogas o los medicamentos y no es capaz de

vivir sin ellos. Se produce un deterioro de la salud física y mental.

SÍNTOMAS

Puede resultar difícil diferenciar los síntomas de la dependencia de los de la adicción. En

ambas afecciones, las drogas o los medicamentos constituyen la principal preocupación de la

persona, quien muestra un comportamiento reservado y evita actividades y relaciones que en

algún momento consideró importantes. También es posible que el adicto descuide su aspecto

físico y sufra variaciones extremas en el peso.

Por lo general, para determinar si una adicción se ha convertido en una dependencia,

resulta útil observar el comportamiento del adicto cuando no logra conseguir drogas o

medicamentos durante un lapso considerable. Los síntomas físicos de la abstinencia se producen

cuando el organismo sufre un cuadro de estrés en ausencia de la droga o el medicamento. Entre

estos síntomas, se destacan los siguientes:

● Ansiedad

● Depresión

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● Debilidad muscular

● Pesadillas

● Dolores corporales

● Sudoración

● Náuseas

● Vómitos

● Tratamiento

Cuando el consumo excesivo se convierte en dependencia, el tratamiento se torna

complicado. En última instancia, la persona debe dejar de consumir la droga o el medicamento,

pero hacerlo de manera abrupta puede traer consigo efectos secundarios físicos muy difíciles de

sobrellevar. Es posible que la persona deba participar en un programa residencial de

deshabituación como paciente internado o asistir a un programa como paciente ambulatorio.

Probablemente le administran sustancias que imitan los efectos de las drogas ilegales para

reducir los síntomas de abstinencia durante el tratamiento. Los programas de deshabituación

utilizan una combinación de asistencia psicológica y atención médica para reducir el grado de

dependencia y, en última instancia, poner fin a la adicción. Lo más probable es que, una vez que

la persona reciba el alta del programa de tratamiento, deba continuar con las sesiones de terapia

durante un lapso considerable.

En los casos extremos de dependencia, abstinencia o sobredosis, es posible que la

persona deba recibir atención de emergencia antes de proceder con el tratamiento.

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PRONÓSTICO

Si no se trata, la farmacodependencia es muy peligrosa. La persona puede aumentar el

consumo de drogas o medicamentos a medida que el organismo se va adaptando, lo que puede

dar lugar a una sobredosis y la muerte.

Con tratamiento, es posible revertir la dependencia si el problema se aborda a tiempo y si

la persona está dispuesta a recibirlo. A veces, el tratamiento es eficaz la primera vez, pero las

recaídas son frecuentes entre los adictos. La continuidad de las sesiones de terapia y la

participación en grupos de apoyo pueden ayudar a los adictos en recuperación a no perder el

rumbo y a abordar cualquier signo de posibles recaídas.

ESTIMULANTES DEL SNC

5. ANFETAMINAS

Son sustancias psicoestimulantes, actúan sobre la dopamina y norepinefrina aumentando

su liberación y bloqueando la recaptación.

Efectos: Inquietud con excitabilidad, disminución del sueño, anorexia, sentimientos de

grandiosidad y de poder, por lo que los individuos se tornan expansivos, aumento notable de la

tolerancia a la fatiga, ilusiones y alucinaciones. Dosis mayores pueden producir un cuadro

psicótico, de tipo paranoide, con conducta suspicaz, irritabilidad, delusiones de daño y

persecución y agresividad manifiesta. Dosis altas continuadas producen un síndrome de

agotamiento, con depresión e ideas suicidas. La tolerancia es de 20 veces la dosis inicial.

Su uso se ha extendido como anorexígeno y es muy frecuente encontrar en pacientes

mujeres, al comienzo de la historia adictiva, un intento por bajar de peso. En los Estados Unidos,

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se usa con mucha frecuencia, mezclada con cocaína. El tratamiento de la intoxicación aguda es a

base de clorpromazina y haloperidol.

5. COCAÍNA

Es un potente estimulante del SNC. Veinticuatro millones de personas la consumen en los

Estados Unidos, de las cuales cinco millones son consumidores compulsivos. La prevalencia de

vida del consumo de clorhidrato de cocaína es de 2% en el Perú, 11% en los Estados Unidos,

1,3% en Bolivia, 1% en Ecuador.

La prevalencia de vida del consumo de pasta básica de cocaína en el Perú es de 5,6%, y

en forma alarmante se detectó un 14% en el Valle del Huallaga.

Se usa en diversas formas: por la mucosa nasal, como clorhidrato, que puede también ser

mezclado con heroína e inyectado (speed ball). La base libre, y el crack, que es la cocaína pura

hidrolizada, son tratados con bicarbonato para darles consistencia, calentándolos en pipetas de

vidrio y fumados. El 80% del alcaloide llega al cerebro, siendo suficiente dos segundos para que

la droga esté presente a nivel neuronal. En nuestro medio el uso de la pasta básica de cocaína

(PBC), que es un sulfato de cocaína (del 40 al 80%), mezclado con diversas impurezas (ácido

sulfúrico, ácido benzoico, metanol, jabones, kerosene), se hace fumándola mezclada con tabaco

(“tabacazo”) o con marihuana (“mixto”).

 2.1. SÍNDROME DE LA PBC

FASE PRODRÓMICA: Todos los investigadores coinciden en señalar como

desencadenante del síndrome de la PBC una fase en la que emerge la apetencia y que, con

propiedad, se asocia al síndrome de abstinencia. De esta manera se inicia una curva negativa

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disforia, displacentera, con angustia y manifestaciones vegetativas como temblor, sudores e

incremento de los movimientos peristálticos (gusanera) que desaparecen completamente con el

consumo del primer tabacazo.

FASE CRÍTICA: Se caracteriza por la presencia de experiencias placenteras y euforia

de muy baja duración; casi siempre es referido sólo hasta el séptimo tabacazo. La primera

aspirada del primer tabacazo produce una expansión placentera intensa pero muy breve que dura

apenas de tres a cuatro minutos, acompañada de cierta claridad mental, ligereza física, euforia, y,

a veces, excitación sexual. Un tabacazo dura más o menos tres minutos; después de terminarse el

primero, el displacer es mayor, lo cual obliga al individuo a preparar uno nuevo y así

sucesivamente. Luego de setenta “tabacazos” el consumo estará acompañado de intensa angustia,

irritabilidad e inquietud, y se asociará a otras manifestaciones psicopatológicas que

describiremos a continuación:

ESTIMULACIÓN VEGETATIVA: Aumento de la frecuencia respiratoria así como de

la presión arterial, taquicardia, hiperreflexia osteotendinosa, hiperhidrosis, muchas veces

hipertermia, parestesias, deseo de miccionar o defecar, temblor de extremidades, adormecimiento

de labios y boca, sialorrea, náuseas y vómitos en algunos casos.

HIPERSENSIBILIDAD SENSORIAL: hipersensibilidad olfatoria que acompaña a

cada tabacazo, mientras el fumar los primeros todavía resulte agradable. Antes de la caída a cero

en la curva de euforia y la acentuación de la disforia se inicia la hipersensibilidad auditiva que se

incrementa gradualmente, por lo que el consumidor solicita silencio y puede tornarse agresivo si

no es obedecido.

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ALTERACIONES PSICOMOTRICES: Se inicia con un aumento de la actividad

motora: puede asociarse a locuacidad, pero muy pronto se invierte produciéndose una

lentificación motora asociada a rigidez muscular (dura) y mutismo (muda).

SÍNDROME PARANOIDE: Comienza en forma gradual después del primer tabacazo y

se intensifica después del cuarto o quinto. Se presenta prácticamente en el 100% de

consumidores, que se tornan suspicaces y desconfiados, creen ser espiados o que están en riesgo

de ser apresados por la policía; la suspicacia es máxima durante el consumo y recién desaparece,

en la mayoría de ellos, después de haber terminado de consumir.

PSEUDOPERCEPCIONES: Principalmente ilusiones visuales que se asocian al

síndrome paranoide; por ejemplo, el individuo puede observar un tronco como si fuera un

policía; y auditivas, que tienen una correlación directa con el síndrome paranoide.

ADEMÁS DE LAS MENCIONADAS MANIFESTACIONES PUEDEN HABER

OTRAS COMO: Pensamiento prolijo, amnesia de fijación y lacunar, agresividad verbal o

física, estados delirantes, estado crepuscular, embriaguez y embotamiento, así como

despersonalización, desrealización y, en muy pocos casos, sopor y coma.

FASE POST-CRÍTICA: Comienza cuando el individuo deja de consumir y, luego de

dormir, amanece fatigado, irritable, sudoroso, con disminución del impulso sexual, sentimientos

de culpa y auto promesa de no volver a consumir.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Es importante recordar que, hacia 1980, el modelo

de dependencia física utilizado por el Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos

Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-III; APA, 1980), consideraba a la

cocaína incapaz de causar real dependencia, pues en los cuadros de abuso no aparecían ni los
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dramáticos síntomas físicos de tal síndrome ni el fenómeno de tolerancia tan característicos de la

dependencia a opiáceos. Este error, sin embargo, ha sido corregido, y desde el DSM-III-R se

diagnostica dependencia a la cocaína sin requerir los síntomas físicos de la tolerancia y

abstinencia asociados al uso de opiáceos.

La cocaína consumida por vía nasal, inyectada o fumada, presenta un claro síndrome de

abstinencia caracterizado por depresión, apetencia intensa por la droga, aislamiento social,

tremor, dolores musculares, sueño prolongado, cambios en el ritmo del sueño.

El metabolismo de la cocaína se lleva a cabo por la acción de la colinoesterasa. Así, las

personas que toleran más los efectos de la cocaína presentan niveles elevados de colinoesterasa;

así mismo, se ha comprobado que, a medida que se utiliza la droga, se va incrementando la

actividad de la colinoesterasa.

En los últimos cinco años, los investigadores coinciden en señalar que ya no es

importante la dilucidación de si la dependencia es física o psicológica, sino la afirmación de que

la PBC, en particular, y la cocaína en sus variadas formas, en general, son adictivas. Lo

demuestra el hecho de provocar una compulsión intensa por el consumo, produciendo una

pérdida del auto-control tendiendo el consumo a hacerse crónico a pesar de las consecuencias

catastróficas para la salud, la familia y la sociedad; finalmente, porque se constituye en un

comportamiento que de no ser detenido lleva inexorablemente a la destrucción.

Es así como el concepto de neuroadaptación explica, como un continuum, y no como

procesos diferentes, lo que tradicionalmente se conoce como dependencia psicológica y

dependencia física.

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FASE CRÓNICA: En el consumidor crónico de PBC se produce una extinción gradual

de los comportamientos más diferenciados como son los valores, tornándose el paciente en un

sujeto cínico, mentiroso, deshonesto e incorporando un claro síndrome de psicopatización

secundaria; luego se extinguen los comportamientos intermedios como son los hábitos de trabajo

y estudio; el individuo modifica su biorritmo, consumiendo la droga en la noche y durmiendo en

el día; finalmente, se deterioran los comportamientos primarios como son los hábitos de

alimentación, cuidado e higiene personal, manifestándose un serio deterioro con desnutrición,

presencia de numerosos problemas infecciosos y de otra índole, favorecidos por el poder

inmunosupresor de la droga.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la intoxicación aguda por cocaína está dirigido al mantenimiento de las

funciones vitales. De preferencia, no deben utilizarse drogas tipo fenotiazinas o butirofenonas

porque aumentan la depleción dopaminérgica. Su empleo sólo está justificado cuando el

comportamiento o riesgo agresivo son muy elevados, la “apetencia” es muy intensa o existe

evidencia clínica de psicosis. Estudios recientes y nuestra propia experiencia personal nos

permiten afirmar la utilidad de la bromocriptina; en dosis de 0.650 mg. Tres veces al día,

disminuye la “apetencia” significativamente. Asimismo, es útil el uso de la desipramina,

especialmente cuando los cuadros se acompañan de depresión. En personalidades ciclotímicas o

cuando la dependencia se asocia a cuadros afectivos bipolares, el carbonato de litio es de gran

utilidad. Igualmente se está utilizando el bupropion.

 DEPRESORES DEL SNC

5. ALCOHOL

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Se acepta que si bien el alcoholismo, entendido como un síndrome de dependencia, es de

gran importancia sanitaria, constituye sólo una parte de un conjunto de problemas relacionados

con el consumo del alcohol. Las estadísticas disponibles indican que en muchos países las

defunciones por causas derivadas de un consumo excesivo de alcohol tienen lugar destacado en

las tasas de mortalidad; una elevada proporción de camas hospitalarias son ocupadas por

pacientes con diagnósticos asociados al consumo del alcohol, tales como la cirrosis hepática y

los accidentes de tránsito; asimismo, su uso y abuso es responsable de hasta el 50% de las

muertes ocurridas en las pistas y de los delitos de violencia en estado de ebriedad. El consumo

del alcohol es cada vez mayor entre mujeres y grupos juveniles; el síndrome fetal y los serios

problemas familiares y laborales que acarrea se ubican entre otros de sus efectos deletéreos.

La dependencia física es la característica fundamental del trastorno, evidente a través de

la incapacidad de detenerse y/o abstenerse, así como por los síntomas de abstinencia al suspender

la ingesta de alcohol. De faltar estos disturbios, el término abuso de alcohol es el indicado,

siguiendo la clasificación psiquiátrica norteamericana (DSM-IV)

 ETIOPATOGENIA

Si bien es cierto que el alcohol etílico tiene potencial adictivo, aisladamente no es la

causa del alcoholismo como se desprende del hecho de que a pesar de su uso tan generalizado,

sólo un porcentaje que va del 5 al 10% de los bebedores sufre el trastorno. Teorías biológicas,

psicológicas y sociales destacan determinados factores en la etiología y patogenia de la

dependencia al etanol, tales como alteraciones neuroquímicas, metabólicas, trastornos en la

neurotransmisión, factores genéticos, así como modelos psicológicos del aprendizaje e hipótesis

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socioculturales. Al presente, todo parece indicar que no hay una causa única, sino que el

alcoholismo es consecuencia de una interrelación compleja de diversos factores, además del

alcohol.

 EPIDEMIOLOGÍA

Estudios de prevalencia efectuados en distintas áreas de América informaron, en 1985,

que las cifras de alcohólicos y bebedores excesivos son: 9% en Córdoba (Argentina); 38% en

Medellín (Colombia); 15% en Guatemala; 16% en Ecuador; 13% en Costa Rica; y, 13,7% en

Baltimore (Estados Unidos). En el Perú se ha determinado tasas que van desde 2,68% al 14%, y

entre trabajadores obreros, más del 20%; la relación hombre-mujer ha oscilado de 4 a 1 hasta 16

a 1. Estudios epidemiológicos en población urbano marginal de Lima, realizados por

investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” han

determinado una prevalencia de vida* de 16,8% y, posteriormente, de 18,6%; de otro lado, el

consumo per cápita de alcohol absoluto se estima en 6 a 7 lt., del cual el 57% corresponde a

bebidas destiladas y el resto a cerveza; las detenciones vinculadas a su uso significan el 26% del

total de arrestos por faltas policiales; más del 40% de las muertes ocurridas en accidentes de

tránsito se asocian al consumo de alcohol; y, entre las atenciones de emergencia por accidentes y

agresiones en 7 centros hospitalarios de Lima, el uso de alcohol estuvo presente en el 41,3%.

SINTOMATOLOGÍA

LOS SÍNTOMAS PRINCIPALES SON:

PÉRDIDA DE CONTROL E INCAPACIDAD DE DETENERSE: Es la ingesta

descontrolada del alcohol después de ingerir una determinada cantidad de bebida. Este síntoma

identifica la forma clínica llamada Alcoholismo intermitente (Marconi) o Alcoholismo Gama


24
(Jellinek). La pérdida de control al comienzo del proceso adictivo no es absoluta; puede, en

cierta forma, dominarse si la cantidad ingerida no es alta, pero, a medida que evoluciona el

cuadro, la incapacidad de detener la ingestión ocurre cada vez con dosis menores de alcohol y es

más difícil de controlar. Esto da lugar a las llamadas crisis de ingestión o períodos de consumo

alcohólico de dos o más días de duración (lo que antes se llamaba dipsomanía) que pueden ser

seguidas, a su vez, por períodos de días o semanas de abstinencia.

INCAPACIDAD DE ABSTENERSE: Es el síntoma que caracteriza al Alcoholismo

Continuo o Inveterado (Marconi) o Alcoholismo Delta (Jellinek). Como su nombre lo indica el

paciente con esta forma de adicción bebe diariamente, a lo más con horas de intervalo entre cada

ingestión, pero puede controlar la cantidad y, en este sentido, los signos de embriaguez no son

tan ostensibles como en la forma anterior.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Se presenta al suspender o disminuir la ingesta de

alcohol. Los principales síntomas son: temblor, insomnio, ansiedad, nauseas, diaforesis,

alucinaciones visuales o auditivas transitorias, etc; siendo distintivo el alivio de tales síntomas

con una nueva ingestión de alcohol. Si el síndrome de abstinencia es severo pueden producirse

convulsiones y delirium tremens. Es frecuente que el trastorno sea moderado, con una duración

de 2 a 8 días.

CAMBIOS EN LA TOLERANCIA: Por lo común, un aumento de tolerancia ocurre

después del uso prolongado de alcohol, de tal modo que el alcohólico parece menos intoxicado y

puede efectuar mejor ciertas actividades que otro sujeto con el mismo grado de alcoholemia. En

fases intermedias o tardías la tolerancia disminuye y el alcohólico se intoxica con pequeñas dosis

de bebida. El incremento de la tolerancia no es específico del alcoholismo; y de otra parte, debe

25
anotarse que hay una tolerancia cruzada y mutua con otros neurodepresores, (barbitúricos,

hipnóticos no barbitúricos, benzodiacepinas).

 PSICOPATOLOGÍA

Numerosos estudios han puesto en evidencia que no existe un tipo de personalidad

premórbida específica que predisponga o determine la dependencia al etanol. Ciertos rasgos,

tales como baja tolerancia a la frustración y cierto grado de incapacidad para manejar tensiones

derivadas de conflictos intrapsíquicos o de situaciones de estrés, se detectan en una proporción

importante de alcohólicos. Aparte que la adicción alcohólica se asocia algunas veces a diversas

condiciones primariamente psiquiátricas (psicosis, neurosis, retardo mental, etc.), un rubro

considerable de alcohólicos que se atiende en la práctica diaria, con más de 3 años de

enfermedad, presenta diversas manifestaciones psicopatológicas tales como disminución de la

atención, del pensamiento abstracto, del juicio y la crítica, así como abulia, falta de interés,

tendencia a la fantasía, actitudes recelosas, celotipia y susceptibilidad. En el área afectiva se

notan estados depresivos, ansiosos y episodios distímicos que se alivian con el alcohol o se hacen

patentes durante el tratamiento. El riesgo de suicidio es relativamente elevado en un cierto grupo

de alcohólicos de edad madura; impulsos auto agresivos y comportamiento psicopático no son

raros, particularmente en alcohólicos jóvenes. Para algunos autores gran parte de esta

sintomatología podría relacionarse con injuria cerebral proveniente de la acción neurotóxica

directa del alcohol a nivel cortical. Alteraciones bioeléctricas, neumoencéfalo gráficas y las

objetivadas en la tomografía cerebral, en un 30 al 50% de estos pacientes, dan apoyo a este

supuesto.

 FORMAS CLÍNICAS

26
Se han efectuado varias tentativas clasificatorias de la población alcohólica. Jellinek, sin

duda el autor que más profundizó en los aspectos clínicos de esta farmacodependencia, admitía 5

tipos de alcoholismo que enumeró con las letras del alfabeto griego: alcoholismo alfa, beta,

gama, delta y épsilon, según la importancia de los factores psicológicos, socioculturales o

fisiopatológicos en la propensión al consumo, siendo las formas gama y delta las únicas que

tendrían el carácter de Alcoholismo-Enfermedad, es decir que presentarían el síndrome de

dependencia. Otros autores mencionan la forma intermitente y la continua o inveterada

(Marconi).

Aunque no hay consenso todavía, estudios relativamente recientes, están dando énfasis a

la importancia de los factores genéticos y neuro bioquímicos en algunos subgrupos de

alcohólicos. Habría el tipo 1 de alcoholismo, caracterizado por inicio tardío de la adicción

(mayores de 25 años), con predominio de la pérdida de control y antecedentes hereditarios de

alcoholismo en la madre o el padre. En el tipo 2, lo característico sería una elevada carga

hereditaria, pero del lado paterno, inicio juvenil de la dependencia con incapacidad de

abstenerse, rasgos agresivos en la personalidad y ciertos cambios en los niveles de algunos

neurotransmisores.

La forma predominante en nuestro medio es el llamado alcoholismo intermitente o

alcoholismo gama, siendo los estratos poblacionales de menores recursos económicos y

educativos los más afectados. Finalmente, debemos señalar que hay algunos trastornos mentales

que casi específicamente ocurren en estos pacientes, tales como:

ALUCINOSIS ALCOHÓLICA: Tipificada por síntomas alucinatorios auditivos (voces

amenazantes), en estado de conciencia lúcida o levemente comprometida, acompañadas de ideas

27
delusivas auto acusatorias o de persecución. El temor puede llevar al pánico y/o al suicidio. El

cuadro es en ocasiones fenomenológicamente indistinguible de una psicosis paranoide

esquizofrénica.

PSICOSIS DE KORSAKOFF Y OTRAS ENCEFALOPATÍAS: Ocurre en un

porcentaje no mayor del 5% de alcohólicos a partir de la quinta década. Las alteraciones de la

memoria, principalmente de fijación, las fabulaciones (síndrome amnésico confabulatorio) y la

polineuritis, conforman la triada principal del trastorno, el cual, por lo general tiende a

cronificarse adoptando la forma de demencia alcohólica. Para terminar, debemos señalar que

cambios psicopatológicos diversos (alteraciones cognoscitivas, labilidad emocional, cambios

caracterológicos, etc.), al lado de sintomatología neurológica focal, se presentan en las llamadas

encefalopatías alcohólicas, tales como el Síndrome de Wernicke (poliencefalitis hemorrágica

superior), el Síndrome de Marchiafava-Bignami (degeneración del cuerpo calloso) y la Atrofia

Cerebelosa Alcohólica, cuadros en cuya patogenia el alcohol juega un papel indirecto, siendo la

carencia de factores del complejo B (B1, B2, B6) el factor más importante.

DELIRIUM TREMENS: Constituye la psicosis orgánica más frecuente (15% de los

bebedores). Se le reconoce como una manifestación clínica grave del síndrome de abstinencia,

que puede iniciarse con crisis convulsivas generalizadas. Sus síntomas principales son:

perturbación de la conciencia, desorientación témporo espacial, confusión, inquietud

psicomotriz, alucinaciones visuales, insomnio, delirio ocupacional, temblor acentuado; y al

examen físico: taquicardia, diaforesis y leve elevación de la temperatura. La mortalidad en los

casos tratados es del 8%; el cuadro clínico remite, por lo general, entre 2 a 4 días. De no ser así,

debe descartarse hematoma subdural, procesos infecciosos, proceso hepático u otra enfermedad

28
mental. Es pertinente mencionar que, a menudo, se plantean dificultades diagnósticas entre un

delirio alcohólico y los trastornos propios del coma hepático, el cual, algunas veces, se presenta

después de una crisis de ingestión alcohólica prolongada. Debe recordarse, en tal sentido, que en

el coma hepático hay embotamiento de la conciencia, la inquietud psicomotriz es menor, lo

mismo que el miedo y las alucinaciones. Es típico el temblor aleteante de las manos (flapping),

así como otros signos de hepatopatía grave.

TRATAMIENTO

El objetivo del tratamiento en el alcoholismo es la rehabilitación mediante actividades de

reeducación, readaptación y reinserción social del paciente, siendo la abstinencia absoluta de

bebidas alcohólicas la condición indispensable para lograr estos fines. En forma práctica, el

tratamiento integral del alcoholismo comprende:

5. DESINTOXICACIÓN MÁS TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE

ABSTINENCIA.

Muchos esquemas de desintoxicación empleados en la actualidad no tienen una base

científica. Se sabe que el alcohol tiene un ritmo metabólico constante y aún no disponemos de

fármacos que puedan acelerarlo. Es importante recordar que la llamada desintoxicación cumple

un rol importante por ser la primera fase para iniciar o reforzar la participación activa del

paciente en un programa de rehabilitación. Concretamente, consiste en la supresión aguda del

alcohol y la corrección de cualquier carencia nutricional relacionada con el consumo excesivo de

esta bebida. Bajo esta premisa, el uso de grandes dosis de complejo B, particularmente vitamina

B1 y B6, vitamina C y aminoácidos es fuente de confianza para muchos terapistas. De haber


29
deshidratación (por vómitos, diarreas o desnutrición) y sospecharse de algún desequilibrio

electrolítico, la administración de glucosa al 5% en solución salina es lo indicado. Para la

hipomagnesemia, que en algunas investigaciones se ha detectado, el empleo de sulfato de

magnesio al 50% en dosis de 2 cm3 por vía intramuscular, cada 6 horas, haciendo un total de 6 a

8 dosis puede ser de utilidad.

Cuidados médicos generales. En la mayor parte de estos cuadros se necesita tratamiento

especial, aparte de medidas generales de acuerdo al caso. No más del 15 al 20% de pacientes

requiere de un tratamiento médico intensivo sobre todo cuando la intoxicación alcohólica se

asocia a traumatismos, hematoma subdural, gastritis hemorrágica, problemas cardiovasculares,

diabetes, etc. Y, particularmente, cuando ocurre un coma alcohólico, que –por el riesgo de

depresión respiratoria- significa una urgencia médica que puede requerir hemodiálisis, de existir

una alcoholemia de 300 a 350 mg.

En cuanto al síndrome de abstinencia, éste se presenta después de un período

relativamente corto de supresión o disminución de la ingesta de alcohol. El tratamiento depende

de su severidad, que es máxima después de 24 horas del cese absoluto de la bebida. En los

cuadros moderados, el temblor de manos, la anorexia, la sensación de debilidad, la diaforesis y el

insomnio son las perturbaciones más frecuentes que, por otra parte, son peculiarmente

fluctuantes en intensidad y duración y se asocian con gran apetencia a beber. Las alteraciones

leves de abstinencia pueden remitir espontáneamente después de 2 a 3 días, pero casos más

acentuados requieren de terapia medicamentosa. Considerando lo ya expuesto sobre la tolerancia

cruzada del alcohol con las sustancias de tipo barbitúrico y los psicotrópicos depresores del SNC,

suelen ser éstos los más utilizados actualmente, especialmente las benzodiacepinas.

30
5. TRATAMIENTO DE LAS COMPLICACIONES PSIQUIÁTRICAS Y

MÉDICAS.

DELIRIUM TREMENS: En cuanto a esta psicosis orgánica que representa un estado de

abstinencia de mayor gravedad, es preferible darle tratamiento bajo régimen hospitalario. El

esquema terapéutico, en líneas generales, es similar al señalado en el acápite anterior. Debe

evitarse, en lo posible, el uso exagerado de hipnosedantes que por lo común acentúan el delirio o

lo hacen más prolongado. En lugar de las “curas de sueño” se debe optar por atenuar la

excitación psicomotriz con el empleo de tranquilizantes menores, recordando siempre su acción

hepatotóxica colateral. Es conveniente la administración de infusiones de dextrosa (el abuso de

alcohol interfiere con la reserva del glucógeno hepático), soluciones hidrosalinas para corregir

cualquier desequilibrio electrolítico, vitaminas, sobre todo del complejo B, anticonvulsivos

(fenitoínas o diazepan) si hay crisis epileptoides, así como antibióticos, si hay riesgo de

infección. En general, todo caso de delirium tremens, sobre todo si es intenso o duradero,

requiere de un acucioso examen para detectar cualquier trastorno orgánico (TEC, sangrado

gastrointestinal, insuficiencia renal o hepática, miocarditis, etc.) que puede pasar inadvertido por

el estado de inquietud. La mortalidad del Delirium Tremens no tratado puede ubicarse entre el 15

al 30%, pero con tratamiento oportuno disminuye a niveles del 1 al 8%.

ALUCINOSIS ALCOHÓLICA: Como lo expusiéramos, los síntomas de esta psicosis

son ilusiones y alucinaciones auditivas por lo general de tipo paranoide con contenido de

acusación y amenaza. Asemeja a la esquizofrenia pero no hay la historia típica ni otros signos de

este trastorno. La alucinosis alcohólica suele ser de corta duración y responde bien al empleo de

antipsicóticos como la tioridazina en dosis de 300 mg. Diarios.

31
PSICOSIS DE KORSAKOFF Y OTRAS ENCEFALOPATÍAS: Se atribuyen a la

ingestión de alcohol, la desnutrición crónica y la carencia dietética de vitaminas. En general

ocurren a partir de la quinta década, el pronóstico no es bueno y el tratamiento se funda

principalmente en vitaminoterapia intensiva con complejo B, fundamentalmente tiamina.

COMPLICACIONES MÉDICAS: Las más frecuentes en orden de importancia son: la

esteatosis hepática, la hepatitis alcohólica con o sin icteria, la cirrosis que se presenta en el 10%

al 20% de casos avanzados, la pancreatitis, las gastritis que cursan a veces con hematemesis

(síndrome de Mallory Weiss). Se asocia también con el abuso de alcohol la miocardiopatía

alcohólica, que ocurre en menos del 1% de los bebedores, y la tendencia a la carcinogénesis de la

faringe o el esófago. Como es de comprender, todas estas complicaciones requieren de un

tratamiento interdisciplinario adecuado.

5. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA

El tratamiento de la dependencia alcohólica en sí, la deshabituación y la rehabilitación

constituyen el núcleo fundamental de toda la acción terapéutica. El proceso es largo y continuo y

requiere, además del médico, la intervención de otros profesionales tales como psicólogos,

trabajadores sociales, enfermeras especializadas, terapistas ocupacionales y, de ser necesario,

guías espirituales.

De una manera general, se puede decir que los programas de tratamiento que se utilizan

actualmente con éste fin están integrados por terapias psicológicas (psicoterapias),

medicamentosas, acciones sobre la familia y utilización de grupos de pacientes recuperados. Se

acepta que la psicoterapia debe tener como objetivos: crear conciencia de enfermedad y fomentar

la motivación necesaria para la abstinencia y la readaptación psicosocial. Las técnicas varían de

32
acuerdo a la concepción doctrinaria del terapeuta: de apoyo emocional, no directiva,

psicoanalítica, sugestiva, pedagógico-directiva, psicodrama, etc.

TERAPIA DE CONDUCTA: Basada en la doctrina de los reflejos condicionados y en

la teoría del aprendizaje, ha puesto en vigencia, nuevamente, los clásicos métodos aversivos,

empleando substancias eméticas (clorhidrato de apomorfina o emetina) y el electro

condicionamiento; todos ellos con el fin de inhibir directamente la apetencia a las bebidas

alcohólicas.

Al lado de los procedimientos mencionados se puede asociar el uso de medicamentos que

interfieren con el metabolismo del alcohol, de tal manera que su administración,

simultáneamente con la ingesta de bebidas alcohólicas, produzca síntomas tóxicos que se

manifiestan por enrojecimiento de la cara, vasodilatación intensa, inyección conjuntival, cefalea,

taquicardia, náuseas, vómitos e hipotensión. Entre estos medicamentos el más conocido es el

disulfirán (Antabus), que se emplea a dosis de 0,25 gr. A 0,5 gr. Diariamente, debiendo

advertirse que sus efectos se prolongan por 4 a 5 días después de la última dosis. La carbamida

cálcica y el metronidazol también han sido utilizados con este fin, pero su acción es menos

duradera.

REHABILITACIÓN: Al lado del logro de la abstinencia, que no debe considerarse

como único criterio para juzgar la eficacia del tratamiento, la rehabilitación juega un rol

importante y tiene por objeto mejorar las relaciones interpersonales, el reajuste de la dinámica

familiar y la recuperación de la actividad laboral. La psicoterapia familiar, la orientación

vocacional, la terapia ocupacional y la ayuda de pacientes recuperados (Alcohólicos Anónimos,

Clubs de Abstemios), contribuyen considerablemente a este fin. La terapia de grupo en los

33
últimos años ha adquirido singular importancia en la rehabilitación del alcoholismo y otras

farmacodependencias, una variante de la misma son las llamadas “comunidades terapéuticas”, en

las que se fomenta la integración grupal, el autocontrol, el uso constructivo del tiempo libre, la

socialización, etc.

En general, hoy se acepta que con el hábil empleo de los recursos disponibles puede

lograrse de un 50 a 70% de buenos resultados en la mejoría y readaptación del paciente

alcohólico.

 OPIÁCEOS

Los opiáceos se utilizan como potentes analgésicos. En nuestro medio se usa la codeína

como componente de jarabes para la tos. La heroína, otro derivado opiáceo, se consume en gran

cantidad en los países desarrollados. América Central y del Sur comenzaron a ser afectados por

su uso, pero la cocaína la ha reemplazado totalmente, al extremo que, en la actualidad, la

adicción a la heroína es rara.

La tolerancia parece estar directamente relacionada con la utilización de 15 mg. De

morfina o su equivalente en heroína o metadona de uso habitual. En nuestro medio se observan

casos de abuso de jarabes para la tos que contienen codeína. Algunos consumidores ingieren

hasta 20 frascos diario; sin embargo, no hemos observado síndrome de abstinencia catastrófico

como el provocado por la heroína.

INTOXICACIÓN Y SOBREDOSIS: La dosis óptima de morfina, heroína o metadona

parece depender de factores tales como: experiencia previa con drogas, personalidad, presencia o

ausencia de dolor, expectativa de los efectos mismos y el entorno en el cual se utiliza la droga. El

individuo experimenta un estado de bienestar o de euforia y cierta somnolencia,


34
aproximadamente 20 minutos después de la inyección, lográndose la máxima intensidad de la

experiencia, que luego disminuye en intensidad en el curso de cuatro a seis horas. Se conocen las

dosis mínimas letales con exactitud, pero puede haber una sobredosificación a partir de los 60

mg de morfina o su equivalente en heroína, produciéndose parestesias, miosis, disminución de la

frecuencia respiratoria, de la temperatura corporal y, además, espasmo de los esfínteres de

musculatura lisa.

La sobredosis produce midriasis, irreflexiva, bradicardia o hipotermia, debilidad e

irregularidad del pulso y coma. En estos casos, además de los tratamientos médicos de

conservación de los procesos vitales y oxigenación rápida, es necesario el uso de un antagonista

específico como la nalorfina, 0,3 a 0,5 mg. O 0,01 mg por kilo de peso, administradas cada 3-5

minutos, hasta un total de tres dosis.

La intoxicación crónica suele desarrollarse paulatinamente, asociándose a un menoscabo

corporal con claros síntomas de deterioro del SNC y enfermedades varias como hepatitis,

infecciones, edema pulmonar, etc.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Se caracteriza por la presencia de bostezos,

lagrimeo, rinorrea, midriasis, sudores, piloerección, tremor, anorexia e inquietud psicomotora,

que comienza aproximadamente 12 horas después de la última dosis y alcanza su acmé a las 40

horas. Luego se agregan calambres o cólicos abdominales, náuseas, vómitos, diarreas, dolores

musculares, hipertensión, hiperpnea, fiebre, insomnio, sudores profusos y pérdida de peso. El

diagnóstico se hace a partir de la sintomatología descrita y por la presencia de las marcas dejadas

por la utilización de agujas hipodérmicas, o cicatrices de flebitis a la altura del codo o en otras

áreas corporales. También se utiliza como medio diagnóstico la inyección subcutánea de

35
nalorfina; si el individuo está intoxicado le provoca, después de 20 minutos, midriasis, taquipnea,

sudores, bostezos, lagrimeo y secreción nasal.

TRATAMIENTO

La suspensión de la droga se logra mediante el tratamiento del síndrome de abstinencia o

a través de una suspensión gradual. La detoxificación selectiva es posible mediante la sustitución

de la heroína por metadona; son suficientes 5 a 10 mg de metadona cada ocho horas, dosis que

posteriormente se reduce, gradualmente, a razón de 5 mg por día.

5. BENZODIACEPINAS

En 1960 aparece en la farmacopea el clodiazepóxido y su uso se difunde rápidamente. Se

metaboliza en el hígado y sus metabolitos pueden ser hallados en la orina; su vida media de

permanencia en la sangre es de 24 horas. La dosis letal en sujetos humanos no está establecida.

Si se usa durante 60 a 180 días, el individuo comienza mostrar manifestaciones de dependencia

pudiendo llegar a ingerir 600 mg diarios.

Hacia 1983, en los Estados Unidos se había realizado 45 millones de prescripciones de

diazepam en un año, cincuenta y cuatro mil episodios de abuso de drogas y el 51% de intentos de

suicidio en mujeres tenía relación con esta droga.

El diazepam tiene una vida media de 7 a 12 horas. Si se usa por más de 42 días se

presenta un síndrome de abstinencia. Los dependientes a esta droga pueden tomar hasta 120 mg

diarios.

Las benzodiacepinas producen inhibición, a través de los canales de Cl, de los receptores

de la membrana postsináptica; además se ha postulado la existencia de receptores específicos

36
para ellas. Las benzodiacepinas cambian la actividad normal del GABA; producen una

dependencia marcada y concomitante síndrome de abstinencia. La tolerancia parece nos ser tan

intensa como aquella a los barbitúricos. Su suspensión abrupta puede producir convulsiones de

tipo gran mal. Las benzodiacepinas disminuyen la ansiedad porque ocupan el receptor,

funcionando como agonistas y disminuyendo la necesidad de aquél por la endorfina así como

disminuyendo la producción de esta última.

EFECTOS ADVERSOS A DOSIS TERAPÉUTICAS: Incremento de la hostilidad e

irritabilidad, trastornos del sueño, adormecimiento, fatiga y ataxia; menos frecuentemente se

observa confusión mental con desorientación, depresión, diplopía, disartria, cefalea, hipotensión,

constipación, incontinencia y retención urinaria, ictericia, cambios en la libido, náuseas, tremor,

vértigos, visión borrosa.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Caracterizado por calambres abdominales, vómitos,

insomnio, sudores, convulsiones y tremor.

TRATAMIENTO

Estará dirigido a una reducción gradual de las benzodiacepinas, en un período

prolongado, que sea casi similar al tiempo que duró la adicción.

4. BARBITÚRICOS

Son sustancias químicas depresoras del SNC. Esta adicción depende de la dosis, de la vía

de administración, del grado de absorción, del metabolismo y de la excreción. Por vía oral, la

vida media es de 5 a 10 minutos para el pentobarbital y de 79 a 100 minutos para el fenobarbital.

37
INTOXICACIÓN AGUDA: Miosis, disminución de los reflejos superficiales, ataxia

con caída, lenguaje farfullarte, confusión con desorientación, pensamiento lento, déficit en la

atención y la memoria, fallas del juicio crítico, labilidad emocional, depresión respiratoria y

muerte. También provoca efectos adversos como la supresión del sueño REM, excitación

paradójica caracterizada por sueño intranquilo, excitación y delirio; en personas hipersensibles

puede producirse daño hepático. Las dosis elevadas inhiben la contractibilidad del miocardio.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA:

 Los síntomas son:

Día 1: Insomnio, temblor, debilidad.

Día 2: Aumento del temblor así como de la debilidad, hiperreflexia.

Día 2-3: Convulsiones en el 75% de los casos, estatus epiléptico.

Día 3-5: Insomnio, delirio, confusión, alucinaciones visuales y auditivas, hiperpirexia,

deshidratación y muerte.

En las intoxicaciones crónicas se produce un estado de sopor casi permanente,

alternándose todas las funciones intelectuales así como las capacidades laborales, familiares y

sociales del individuo. Su uso a largo plazo lleva, inexorablemente, a un síndrome orgánico

cerebral crónico.

TRATAMIENTO

Pueden utilizarse diversos fenotiazínicos como la clorpromazina y la levomepromazina

por sus cualidades sedantes; sin embargo, el tratamiento fundamental está dado por el uso de

38
barbitúricos como el pentobarbital (200 mg dosis inicial) o fenobarbital (60 mg) con supervisión

de los procesos vitales durante las 24 horas y repetición de las dosis de barbitúricos cada 6 a 8

horas. Pasadas las 48 horas se inicia la reducción de la dosis a un ritmo de 30 mg. Diarios.

También se pueden utilizar antidepresivos tricíclicos, que serán reducidos en 3 ó 4 días.

 DROGAS PSICODÉLICAS

5. MARIHUANA

La variedad cannabis sativa es la más consumida en nuestro medio. Se utiliza la

combinación de flores, hojas y tallos, para obtener la resina. La planta tiene más de 400

componentes químicos, 60 de los cuales son cannabinoides; dentro de ellos, el 9 delta

tetrahidrocannabinol (THC) es uno de los más importantes. La concentración depende del

cultivo, del crecimiento y de las partes de la planta.

El hashish es el exudado de resina de las flores de la planta hembra: puede alcanzar

concentraciones hasta de 70% de THC. Las hojas secas, que se consumen habitualmente

fumándolas, tienen una concentración de 75% de THC.

EFECTOS

A dosis baja y moderada actúa como sedativo hipnótico, parecido al alcohol y a la

benzodiacepina. A dosis alta provoca euforia, alucinaciones, sensación de volar, similar al LSD.

En 1977, el 60% de jóvenes en Estados Unidos la usaban; actualmente, uno de cada cuatro la

usa. La prevalencia de vida del consumo de marihuana en el Perú es de 7,8%, siendo más

prevalente el uso en sujetos de sexo masculino. Cada cigarrillo contienen más o menos 30 mg.

De THC. A los 20 minutos se alcanza el mayor efecto; cuando se come la planta el mayor efecto

39
se alcanza a las dos horas. La presencia de sus metabolitos en la orina es detectada hasta una

semana después del consumo; en la sangre se les puede encontrar hasta las cuatro semanas.

Estando en el torrente sanguíneo tiende a depositarse en los tejidos grasos, hígado, riñones, bazo,

pulmones y testículos. Es metabolizada por el hígado y eliminada por la orina y las heces.

A dosis moderada aumenta el apetito, produce mareos, náuseas, relajación muscular y

disminución de la ansiedad. Asimismo, incrementa la agudeza visual y auditiva, aumenta el

pulso, produce debilidad muscular e incoordinación, hipersensibilidad sensorial, bulimia, risa

incontrolable, estados de ensoñación, sensación de estar flotando, distorsión del tiempo, espacio

y color, sentimiento intenso de gozo, exaltación, excitación, intensificación de los sonidos y

ocasionales reacciones de pánico. A mayor dosis más pronunciada la actitud paranoide,

confusión con desorientación, despersonalización, fantasías, ilusiones y alteraciones de la

imagen corporal.

Su acción a nivel neuronal parece dirigirse a la membrana celular más que a un receptor

específico. El consumo crónico disminuye la libido, produce oligoespermia, afecta la fertilidad al

actuar sobre las hormonas que influyen en la liberación del óvulo y desarrollo del

espermatozoide, disminuye los niveles de testosterona, afecta el desarrollo intrauterino del feto;

igualmente se ha comunicado casos de muerte fetal así como disminución significativa del peso

al nacer, pudiendo producirse retardo mental. En la mujer produce un incremento del número de

ciclos menstruales, disminución de los niveles de prolactina y de progesterona y alteración de las

prostaglandinas, que regulan la contractibilidad del útero. Son también frecuentes los efectos en

el aprendizaje, como la desintegración temporal, provocada por el daño a nivel de la memoria,

pensamiento y de la capacidad de resolución de problemas; alteraciones en la memoria de

40
fijación, en la toma de decisiones, dificultad ideativa o de pensamientos orientados a una meta y

alteraciones en la atención. El poder cancerígeno de la marihuana es siete veces más potente que

el del tabaco.

TRATAMIENTO

En los casos de intoxicación aguda se requiere hidratación inmediata. Puede, además,

usar neurolépticos cuando se aprecia irritabilidad y agresividad de características psicóticas o

sedantes del tipo diazepam. Este último debe usarse por un período no mayor de 30 días.

En nuestro medio, la marihuana es una droga de iniciación que conduce al consumo de

drogas de mayor riesgo tales como la PBC o al consumo mixto de ambas. Su aparente falta de

peligrosidad ha provocado presiones en muchos países para su legalización, pero la investigación

actual ha demostrado su real peligrosidad por lo que su uso está prohibido en la mayoría de los

países.

5. DIETILAMIDA DEL ÁCIDO LISÉRGICO (LSD)

El LSD es un producto sintetizado del alcaloide del cornezuelo del centeno. Produce

pseudopercepciones, alteraciones en el esquema corporal, dismegalopsia, ensimismamiento y

perplejidad, que se asemejan a la regresión autista en los esquizofrénicos. Su uso crónico puede

provocar francas reacciones paranoides y evidentes trastornos de la personalidad.

El abuso de esta droga comenzó en la década del 60, pero ha disminuido gradualmente.

Puede desencadenar psicosis esquizofrénica en individuos predispuestos y, a ciertas dosis,

provocar la llamada psicosis modelo caracterizada por la presencia de alucinaciones visuales,

41
auditivas, cenestésicas y actos compulsivos que pueden conducir al suicidio, homicidio u otras

formas de conducta destructiva.

TRATAMIENTO

En la terapéutica de la intoxicación por LSD o cualquier otro alucinógeno es importante

el control de la angustia. Puede utilizarse dosis bajas de fenotiazínicos como la clorpromazina.

5. INHALANTES

El uso de inhalantes como el tinner, u otras sustancias utilizadas en pegamentos

(Terocal), como el éter, acetona o la gasolina, se han constituido en un serio problema en las

últimas décadas en México y en los países andinos, especialmente entre niños y adolescentes.

Su uso se observa, generalmente, en menores de 8 a 15 años, de condición

socioeconómica baja, y, por lo común, residentes de las áreas marginales de las grandes

ciudades. Los efectos clínicos incluyen alucinaciones y un estado de desinhibición y euforia. Los

niños consumen los solventes utilizando bolsas de plástico. Muchas de las muertes comunicadas

en jóvenes de esta edad se han debido a asfixia accidental por mantener la cabeza dentro de la

bolsa.

La adicción crónica produce un síndrome orgánico cerebral difuso así como alteraciones

en los nervios periféricos con parestesias y paraplejia. También se observan cataratas,

habiéndose informado casos de anemia aplásica.

TRATAMIENTO

En la intoxicación aguda se debe conservar y mantener los procesos vitales, siguiendo

una estrategia de sostén. Se usará medicación complementaria de acuerdo a los síntomas ejes.

42
REHABILITACIÓN

El tratamiento de las manifestaciones de la intoxicación aguda o del síndrome de

abstinencia no garantiza, en absoluto, que el paciente se abstenga de volver a consumir la droga,

por lo que el tratamiento a largo plazo debe instalarse con los siguientes objetivos:

1. Contar con la plena aceptación del paciente, quien debe estar motivado para su

rehabilitación.

2. Lograr la abstinencia total a todo tipo de droga para lo cual será necesario un

significativo cambio en su estilo y filosofía de vida. Consecuentemente, las técnicas deberán

dirigirse a modificar el sistema de creencias y de interpretaciones que el paciente hace de su

realidad en general, y de sus relaciones interpersonales en particular.

3. Si el paciente es traído a la consulta contra su voluntad deberá evaluarse las

contingencias familiares que mantienen la falta de motivación para el tratamiento. Los roles que

cada uno de los miembros de la familia aprendieron para mantener la homeostasis patológica de

la misma, deberán ser modificados para favorecer la motivación del paciente.

4. Las técnicas grupales son de importancia fundamental para que reciban la

retroalimentación de su comportamiento por medio de personas que tienen el mismo problema.

Además, a través del grupo y bajo adiestramiento constante, el sujeto re incorpora los

comportamientos extinguidos por el trastorno.

5. Finalmente, la experiencia que hemos acumulado en el tratamiento de muchos

pacientes en el país, demuestra que un programa de rehabilitación que utiliza instrumentos

adecuados como historia clínica dirigida al problema, instrumentos de evaluación de objetivos

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terapéuticos, control de la droga en orina y seguimiento sistemático, permite desarrollar un

método que logra niveles de abstinencia cercanos al 50% (considerando la muestra total y

original) luego de un seguimiento que va desde seis meses hasta seis años.

Este programa ha incorporado, además, un sistema de autogestión que permite al paciente

mantenerse activo, resultando el costo-cama-hospitalaria para el Estado más económico que

cualquier otra cama en el área de la salud mental, lo cual se adecúa a nuestra realidad

socioeconómica. El problema de la farmacodependencia es un problema actual que tiene

repercusiones profundas y que requiere de un enfoque sostenido y de decisiones políticas a todo

nivel para su adecuado manejo.

4.1 CASO CLÍNICO

Paciente varón, llamado JUAN ANDRES PATIÑO de 35 años, residente de Medellín,

soltero, diagnosticado de trastorno bipolar tipo I y trastorno de la personalidad, que acude por

primera vez a la Unidad de Conductas Adictivas en diciembre de 2009 por dependencia a

cocaína inhalada, dependencia de alcohol y dependencia de marihuana.

SITUACIÓN FAMILIAR

El paciente es hijo único, se encuentra soltero y los padres están vivos y se han implicado

en la problemática del paciente. En un principio era la madre quien lo acompañaba a las

44
consultas y posteriormente es el padre quien acude a la terapia de apoyo de la UCA destinada a

las familias. El paciente vive actualmente solo en un piso cercano al domicilio de los padres.

SITUACIÓN LABORAL, FORMATIVA Y ECONÓMICA

Estudios hasta 1er año de secundaria. Último empleo en cadena de montaje durante 5

años y desde hace 4 años pasa a ser pensionista por carecer de habilidades para mantener unas

actividades sociales mínimas que posibiliten una inserción laboral. Cuenta mancomunada. No

llevaba dinero consigo.

HISTORIA JUDICIAL

Implicado en un único episodio de robo en una tienda aledaña al sitio donde habitaba

junto a sus padres y otro episodio de violencia en la vía pública. Hoy en día ambas causas se

encuentran abiertas y pendientes de dictamen judicial.

HISTORIA TOXICOLÓGICA

El paciente inicia a los 15 años el consumo de 30 a 40 cigarrillos de tabaco diarios, 2 a 3

porros casi todos los días y alcoholes destilados y fermentados con patrón de consumo de forma

lúdica los fines de semana. A los 17 años prueba anfetaminas y alucinógenos. Con 18 años el

patrón de consumo de THC pasa a ser diario y en cantidades crecientes excediendo los 20

cigarrillos al día, con esta edad comienza el consumo de cocaína inhalada llegando a consumir

más de 1 gramo diario, duplicando dicha cantidad al año tras interrupción de relación afectiva. A

partir de los 23 años y hasta los 31 el consumo de cocaína se vuelve esporádico.

ANTECEDENTES SOMÁTICOS

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No reacciones medicamentosas conocidas. Como antecedentes quirúrgicos destacan

apendicetomía, rinoplastia y hemorroidectomía. Tras derivación al Servicio de Psiquiatría por

parte del equipo de la UCA, a la cual acude el paciente, es diagnosticado de Trastorno Bipolar

continuando en seguimiento por el mismo equipo de psiquiatras, a pesar de múltiples

inasistencias a consulta al inicio del seguimiento.

ABORDAJE TERAPÉUTICO ACTUAL

Tratamiento psiquiátrico. Tratamiento farmacológico actual: Gabapentina,

Oxcarbazepina, Mianserina, Venlafaxina, Amisulprida, Zuclopentixol. Tratamiento psicológico

actual: en la UCA acude al grupo de terapia para pacientes con depresión y trastornos de control

de impulsos.

EVOLUCIÓN

En el momento actual el paciente se encuentra abstinencia de cocaína y alcohol desde

hace meses. Continúa consumiendo esporádicamente marihuana, aunque se plantea dejarla por

completo. Acude a las terapias de prevención de recaídas mientras que su padre asiste a las

terapias de apoyo destinadas a las familias. Tanto el paciente como el padre comentan

encontrarse muy contentos con el proceso de recuperación y los cambios que se han producido

hasta el momento. El paciente se encuentra más comunicativo, la relación con los padres es más

estrecha y sincera. El paciente analiza mejor las alternativas que se le van planteando, ha

disminuido considerablemente el nivel de agresividad e impulsividad, tiene en mente ayudar de

manera sistemática a su padre en el trabajo. En un futuro cercano está evaluando la posibilidad

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de viajar al extranjero y trabajar junto a su padre. Reconoce que este hecho puede representar un

gran avance en el proceso de su recuperación.

JUICIO DIAGNÓSTICO

● Dependencia de cocaína con remisión completa mantenida.

● Dependencia de alcohol con remisión completa mantenida.

● Abuso de marihuana.

● Trastorno Bipolar Tipo I.

● Trastorno de la Personalidad.

DISCUSIÓN

Con este caso clínico hemos querido mostrar un claro ejemplo de que los pacientes con

trastorno bipolar con frecuencia presentan en algún momento de sus vidas comorbilidad con un

trastorno por uso de sustancias, soliendo dificultar y retrasar el adecuado diagnóstico del propio

trastorno bipolar. Además, el uso abuso-dependencia de tóxicos implica un peor curso y

complica el manejo psicofarmacológico y psicoterapéutico de los pacientes.

Es importate en este caso la necesidad de que el entorno aprenda estrategias de protección

y límites ante las conductas disruptivas del paciente, tanto por el bien de la familia como del

propio enfermo ya que pueden suponer desencadenantes para motivación hacia el cambio. Otro

punto importante a detallar es la coordinación entre diferentes servicios y el trabajo en equipo;

ejerciendo un tratamiento combinado y multimodal necesario en este tipo de situaciones.

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5. CONCLUSIONES

● Por medio de este trabajo podemos concluir que tener un acercamiento con casos

clínicos bien sea, casos de personas que conozcamos o de artículos científicos entre otros, nos

permiten afianzar conocimientos teóricos en nuestra formación profesional.

● Los neurotransmisores son las sustancias encargadas de llevar la información en

el cerebro, generando cambios en su potencial de acción.

● Existen diferentes tipos de neuronas y dependiendo la sustancia que se libere y los

receptores el mensaje será recibido de una u otra manera.

● La cantidad de neurotransmisores se mantiene constante y su disminución o

aumento puede generar diferentes trastornos que afectan la vida de las personas.

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● Un desbalance en estas sustancias puede tener graves consecuencias en la vida de

una persona.

● Nuestros estados de ánimo están estrechamente relacionados a la activación o

inhibición de estos neurotransmisores.

● La farmacodependencia es, sin duda alguna, un problema que ha venido cobrando

creciente importancia en todo el mundo, sobre todo durante los últimos años, siendo los

consumidores potenciales los adolescentes, principalmente, desde los doce hasta los dieciocho

años de edad.

● En la investigación podemos encontrar varios puntos de vista, pudiendo acceder a

ampliar nuestro conocimiento. Toda esta investigación comprueba la importancia de analizar y

profundizar sobre cualquier contexto, naturaleza, salud, el mundo, etc. permitiendo capturar

nuevos pensamientos e ideas.

6. REFERENCIAS

● Católica del norte fundación universitaria. (s.f.). Unidad 1. Tema 4: La neurona y

los neurotransmisores. Neuroanatomía y neurofisiología. Recuperado de:

https://fucn.instructure.com/courses/7446/pages/unidad-1?module_item_id=101444

● García, J. (s.f.). Tipos de neurotransmisores: funciones y clasificación.

Recuperado de: https://psicologiaymente.com/neurociencias/tipos-neurotransmisores-funciones

● Maluf Saladin, S. (s.f.). Caso clínico. Recuperado de:

https://www.academia.cat/files/425-528-DOCUMENT/Maluf-42-21abril10.pdf

● Peña Larancuet, C.J. (06 de septiembre de 2016). Neurotransmisión. Recuperado

de: https://www.slideshare.net/CarlosPeaLarancuent/neuroanatomia-neurotransmisor-uasd-cjpl

49
● Sánchez González R, López Zumeta S, Almendrote Muñoz M, Prats Sánchez L.

Demencia frontotemporal y manía: estudio de un caso y revisión de la literatura. Rev Cubana

Neurol Neurocir. [Internet] 2013;3 (1):77–82. Recuperado de:

https://www.medigraphic.com/pdfs/revcubneuro/cnn-2013/cnn131n.pdf

Nota trabajo escrito (15%)

Nota:3.8

Sustentación: (25%)

La sustentación sincrónica demuestra que los estudiantes comprenden con claridad

algunos de los neurotransmisores sobre los que se les indagó, aunque se pudo

especificar mejor en sus funciones y las enfermedades que pueden alterar su

funcionamiento.

Respecto el caso clínico sobre el que se indagó comprenden los síntomas y el modo

como afecta la vida del paciente, se pudo explicar mejor las bases

neurofisiológicas y neuroanatómicas del trastorno.

Se justificó la importancia de la intervención médica y psicológica. Se pudo utilizar con

más precisión el vocabulario técnico requerido.

Se evidencia trabajo grupal.

Valor: 4.3

50
Nota total: 4.2

51

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