Principio de Lealtad Procesal VS El Ser Leal

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Principio de lealtad procesal VS el ser leal (decálogo del

abogado).

Los principios son y han sido siempre la base de toda rama del derecho,
gracias a estos el derecho logra un gran desempeño día a día. Hay diversidad
de principios que llegan a regular o a otorgar un deber ser a cada proceso
legal. En este momento la intensión es enfocarnos en los principios que regulan
el derecho procesal laboral, los cuales se encuentran consagrados en el
artículo 53 de la constitución política de Colombia. Uno de los principios que
llama mi atención es aquel de lealtad procesal, el cual presenta una estrecha
relación con el de la concentración de la prueba y se refiere a la obligación que
tienen las partes de actuar dentro de los lineamientos diáfanos de la ética, el
anterior principio mencionado lo podemos encontrar en el artículo 49 del código
procesal del trabajo. Es de suma importancia la aplicación de esta lealtad
procesal, ya que se puede tomar como esa buena fe que debe existir al
momento del proceso por cada una de las partes, además para llevar a término
un proceso de manera correcta y libre de algún tipo de vicios. Dentro de esto
debemos resaltar también el papel principal que tiene el juez de prevenir,
remediar y sancionar los actos contrarios a la dignidad de la justicia.

Es importante mencionar que este principio de lealtad procesal puede llegar a


colisionar con el principio de oportunidad, debido a que en pocas ocasiones la
estrategia de las partes los lleva a realizar peticiones en último momento.

La lealtad procesal la podemos evidenciar desde el momento de la demanda,


en el desarrollo de articulo 49 (CPT) encontramos sanciones para los abogados
en caso de que se incurra en violación cuando se excluya por acción u omisión
la práctica de pruebas o cuando se hallen irregularidades en el curso normal
del proceso, también cuando se haga uso de recursos indebidos o
fraudulentos. Podríamos decir que el proceso debe ser impecable, no debe ver
afectado por la mala fe de alguna de las partes o de sus apoderados.
Este principio tiene una estrecha relación con la regla #5 del decálogo del
abogado, el cual nos habla del ser leal con el cliente, adversario, el proceso y
hasta consigo mismo. El ser leal debe estar en nuestro interior, no se debe
permitir que, por simplemente querer ganar rápidamente un proceso, tengamos
que dañar la imagen o la moral de nuestro adversario. Es mejor ganar con
esfuerzo y sin dañar a los demás. Y no es solo para con nuestro adversario,
sino para con nuestro cliente, ser honesto, ya que ellos depositan toda su
buena fe, voluntad y problemas en nosotros como abogados, somos los
salvavidas a sus problemas. Se debe pensar siempre en que nuestra misión es
lograr justicia y equidad. El decálogo del abogado es aquella conciencia que se
busca crear a todos aquellos nuevos abogados. El ser abogado no solo es
estudiar y saber todo acerca de códigos, doctrinas, jurisprudencia… es ser
mejor persona, esa persona que está dispuesta a ayudar a sus clientes con sus
problemas y en todo lo que esté en su poder, será la voz de sus clientes en
juzgados, audiencias… estará en haciendo uso de sus conocimientos para
hacer bien, más que a los demás, para sí mismo.

La lealtad es una pequeña palabra que abarca tantas acciones, palabras y todo
lo que se pueda imaginar, es todo aquello que está bien. Ahora bien, vamos a
imaginar si todos pensamos, actuamos, hablamos con lealtad, desaparecerían
tantas malas acciones podríamos decir que, hasta delitos, corrupción. Todo se
basa en la lealtad, si un gobernante ejerciera de esta forma, el estaría solo para
su pueblo y en beneficio de este, por ejemplo, no desviaría dineros, que no le
pertenecen, a su cuenta personal, seria este totalmente consciente que el
pueblo lo necesita. Y no solo tenemos ese caso, sino también aquellas
personas que solo viven engañando a quien les brinda oportunidad alguna, es
increíble llegar a imaginar que tan perfecto seria que todos ejerciéramos este
principio de la lealtad no solo en los procesos, sino en la vida en general.
En conclusión, no podríamos decir que la lealtad procesal es el más
importante, pero si uno de los tantos importantes, además que sin este no
podríamos llevar a cabo un proceso limpio y justo. Es necesario recordar que la
lealtad debe ser de todas las partes y sus interesados, no debe existir la
intención de actuar indebidamente, ya sea aportando pruebas ilícitas o ilegales.
Es nuestro deber como abogados velar por que se brinde el correcto
cumplimiento de este y de todos los principios rectores de un proceso legal. La
lealtad comienza en cada uno de nosotros.

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