Masculinidades, Adolescencias y Antipatriarcado
Masculinidades, Adolescencias y Antipatriarcado
Masculinidades, Adolescencias y Antipatriarcado
ADOLESCENCIAS Y MASCULINIDADES.
Índice
Qué es La Lleca?------------------------------------------------------------------------------- 5
¿Para qué y desde donde escribimos estos manuales?---------------------------------- 7
Adolescentes, jóvenes, crisis, conflicto y privación de libertad…---------------------10
Masculinidad, más allá del ser hombre…-------------------------------------------------27
Ejercicios para continuar terminando con el orden patriarcal--------------------------35
Ejercicio 1--------------------------------------------------------------------------------------40
Ejercicio 2--------------------------------------------------------------------------------------41
Ejercicio 3--------------------------------------------------------------------------------------42
Ejercicio 4--------------------------------------------------------------------------------------44
Ejercicio 5--------------------------------------------------------------------------------------46
Ejercicio 6--------------------------------------------------------------------------------------49
Ejercicio 7--------------------------------------------------------------------------------------50
Ejercicio 8--------------------------------------------------------------------------------------51
Ejercicio 9--------------------------------------------------------------------------------------52
Ejercicio 10-------------------------------------------------------------------------------------54
Ejercicio 11-------------------------------------------------------------------------------------56
Algunas ideas finales-------------------------------------------------------------------------57
Qué es La Lleca?
La Lleca ha sido un espacio de edu-
cación para muchas personas. Nuestra
pedagogía ha sido radical en el sentido
de despertar el sentido crítico de las
personas pensando que de esta manera
podrían entender de donde provienen
muchos de sus malestares personales.
Y siempre yendo más allá del nivel de la
La Lleca es una colectiva feminista, crítica para juntos ir transformando esas
artística, y abolicionista conformada cuestiones que nos causan malestar
por artistas visuales, psicólogas, an- desde el presente, y no esperando a que
tropólogas, ex-presos, músicos, com- en el futuro vayan mejorando las cosas.
pañeras de medios libres, bailarinas y En La Lleca seguimos la propuesta
educadoras sociales. Hemos trabajado pedagógica que hemos armado desde
desde el año 2004 en centros de re- los feminismos en la cual las relaciones
clusión de la Ciudad de México, en las son horizontales, se construye la autori-
llamadas comunidades de atención para dad en común y se politizan los afectos.
adolescentes en conflicto con la ley pe- Las sesiones se ven atravesadas por
nal y de manera puntual (por unos días o emociones que dan congruencia a las
en algunos casos por varios meses): en reflexiones y los saberes que vamos
un centro de reclusión para mujeres en generando, pues no se quedan sólo en
el Estado de Morelos, en un centro de re- el plano racional ni como mera praxis.
clusión de mínima seguridad en Castilla la En La Lleca el espacio que construimos
Mancha, en el movimiento de inmigrant- cada vez que nos reunimos dentro de
es en Barcelona durante 2005, 2008 y la cárcel con los presos está armado a
2013, con algunas organizaciones de través de la afectividad. Ésta nos da la
familiares de presos en España, con base para todo el trabajo que hacemos:
adolescentes en libertad condicional en para las colectividades provisionales
la ciudad de Houston, Tejas. que intentamos construir: la práctica
La Lleca es la construcción de un amorosa está dentro de la comunicación
espacio dentro de los reclusorios. Está que entablamos en cada sesión, y en la
construcción la hacemos a través de la generación de nuevos conocimientos a
performance, el afecto y la pegagogía través la creación de espacios y subje-
radical. tividades compartidos.
Por que creemos que es imprescindible
continuar con prácticas de vida que
terminen con el patriarcado:
Existe una distinción expresa entre los ejemplo de ello es la división sexual del
conceptos que se refieren al ser varón y trabajo, en la que los hombres salen a
ser masculino, por un lado, el primero es la caza y a actividades relacionadas con
de carácter designativo y se refiere di- fuerza física mientras que las mujeres
rectamente a la biología, es el sexo que permanecen en el espacio doméstico al
se le determina por sus características cuidado de la descendencia y la recolec-
físicas de los genitales al momento de ción de alimentos, este argumento lo han
nacer –generalmente-; el segundo, es esgrimido diferentes autores. En esta
una construcción socio-histórica-cultural misma línea, que se sigue considerando
que forma parte de uno de los roles que este proceso como natural, en el que
se les adjudica a los sexos, cuya función los hombres han tomado la vida pública
es dotar de identidad, valores y produc- como medio de desarrollo al instaurarse
ciones simbólicas a los hombres incor- en las instituciones que dictaminan el
porándoselos a través de procesos de proceder de la sociedad, tales como el
socialización (González Pagés, 2001; 9). Estado, la religión, el ejército, la escuela
La historia de la humanidad ha sido y muchas organizaciones de la sociedad
marcada por la construcción de géneros como creadores de bienes y servicios, al
a lo largo del tiempo. Éstos de manera otro extremo, en el espacio privado se
general tienen por función designar roles encuentran las mujeres, que han sido en-
de comportamiento y obligación a los casilladas al espacio doméstico y al cui-
sujetos, lo que no es más que los “de- dado de la descendencia como su medio
ber ser” que se asignan a las personas de desarrollo. Es decir, se naturalizan
a partir de su sexo, repercutiendo en las contraposiciones o dicotomías en las
instancias de la vida en comunidad. Un que el hombre termina por ser dotado
de rasgos tales como la fuerza, valentía, adquirido por los hombres al legitimarse
guía, ser el proveedor, hípersexual, en- dentro de las instituciones que gen-
tre otros, mientras que las mujeres son eran relaciones de poder a partir de su
definidas por la debilidad, abnegación, trayectoria en la vida pública. Entonces,
cuidado, ternura, subordinación y pasivi- se convierte en un principio masculino
dad sexual. De tal manera que forman un hegemónico que instituye un parámetro
“complemento” (Gonzáles Pagés, 2010; a través del cual se mide todo lo demás:
10-11) dentro del par humano fundamen- relaciones sociales, comportamientos
tal que se ha organizado para la repro- afectivos y sexuales, actitudes físicas,
ducción del capitalismo. formas corporales (García Cortés,
Lo anterior es una explicación que jue- 2002; 13-15). Cabe destacar que esta
ga en términos generales con la historia dominación masculina se encuentra car-
socio-cultural de la especie humana, ex- gada por una jerarquización en la que los
plicada a partir del dominio masculino, y hombres dominan sobre las mujeres y a
procede de la acumulación de dos opera- los hombres más jóvenes, es decir, una
ciones. Primero se legitima una relación jerarquización a partir del sexo y la edad,
de dominación inscrita en una naturaleza por tanto, a lo que nos referimos es al
biológica que es en sí misma una con- patriarcado.
strucción social naturalizada (Bourdieu, El concepto de patriarcado es el único
2000; 37), esta construcción social es con el cual se pueden atrapar las es-
producto del androcentrismo (entendido pecificidades de la sujeción y opresión
como la construcción de la realidad de las mujeres y que ayuda a distinguirlas
desde la perspectiva de los hombres, frente a otras formas de dominación. Si
incluyendo las perspectivas femeninas) se abandona el concepto de patriarcado,
el problema de la sujeción de las mujeres anza en sí mismo, la fortaleza moral y la
y la dominación sexual se desvanecería agresividad (Martínez Oliva, s/a; 14-15);
nuevamente dentro de las teorías de la es que retomamos el tipo de relaciones
individualidad y de clase. que los hombres crean entre los sujetos
Por un lado, el orden masculino en el de su contexto. Es necesario considerar
patriarcado ha conseguido impregnar el otros factores que van acumulando y
inconsciente colectivo de unos esque- moldeando la subjetividad –formas en
mas estructurales, tanto éticos como las que se percibe e interpreta la reali-
sociales y simbólicos que vienen a acred- dad a través de los filtros aprendidos al
itar el orden masculino no sólo como el interior de la cultura- tales como el nivel
único posible, sino como un orden neutro económico, la raza y el nivel educativo.
al servicio del conjunto de la sociedad y Por la manera en que se construyen
sobre el cual no se puede discutir pues las subjetividades de los jóvenes par-
es “natural”, permanente, y, por tanto tiendo de los arquetipos hegemónicos
inevitable (García Cortés, 2002; 13-15). antes mencionados en los que se definen
Por otro lado, considerando lo expresa- el cómo y qué debe ser un hombre, así
do por Martínez Oliva, que la masculini- como el tipo de relaciones que entabla
dad se construye a partir del “mito de la con las mujeres, con otros varones y
identidad viril”, que está armado desde consigo mismo, nosotras generamos
un estereotipo agresivo hacia los demás procesos de intervención artística-ed-
y hacia los propios hombres que se au- ucativa al interior de un sistema de in-
todenomina como “hombre de verdad” y ternamiento para jóvenes varones. Para
cuyas principales cualidades son el no quiénes la mayoría de las veces escapar
tener rasgos femeninos, el tener confi- a estos rasgos de la ideal forma de ser
hombres no les resulta fácil y muchas sivas, en el que los hombres podamos
veces imposible, provocando confron- vivir en un mundo pensado y construido
taciones violentas con su medio, y gen- desde la crítica al patriarcado. A veces
erando malestar en sus espacios de tenemos que recurrir al pensamiento
convivencia cotidiana. Es así que para lógico puesto que abordamos desde
abordar el tema de cómo destruir el pa- perspectivas históricas y antropológicas
triarcado partimos de que la forma en la cuestión del patriarcado; también a
que las ideas que nos han enseñado, o veces recurrimos al pensamiento causa-
mejor dicho impuesto, muchas veces no efecto propio de las ciencias pero no para
nos permiten ver las cosas con claridad. comprobar que una cosa lleva a otra sino
Cuando nosotras, quienes formamos la para reconocer que una acción puede
colectiva “La lleca”, abrimos el espacio tener muchas repercusiones y a muchos
para discutir sobre como se construye niveles. La cultura establece ideas que
el machismo en la masculinidad de los la educación difunde y legitima, nosotras
mexicanos nos enfrentamos a una serie creemos que el espacio educativo debe
de ideas preconcebidas sobre los roles, permitir el cuestionamiento de esas ide-
obligaciones y derechos que tienen los as, debe abrir la posibilidad de pensar
hombres en nuestra sociedad. Entonces el mundo de otra manera. Nuestra labor
hacemos ejercicios de teatro foro o tea- consiste en entrar a lugares de encierro:
tro del oprimido o de performance (muy cárceles y correccionales para mujeres
al estilo la lleca) para ir pensando en y hombres de la Ciudad de México para
otros roles, otros derechos y otras obli- cambiar algunas situaciones que causan
gaciones para los hombres en el que las malestar físico, psicológico y emocional
relaciones no sean tan desiguales y opre- en las personas que están cumpliendo
su condena. Esto lo hacemos a través de demás presos, presas y adolescentes en
la formación de un grupo de trabajo junto reclusión.
con los presos, presas y adolescentes Con este brevísimo marco podemos
encerrados. Realizamos entre todas una explicar que las dinámicas grupales que
investigación en torno a la politización empleamos para trabajar en La Lleca
de la inseguridad y de la delincuencia, la son imprescindibles. En todas las se-
creación de un Estado policíaco-militar y siones hacemos lo que denominamos
la criminalización de la pobreza y la ju- “asamblea general”, porque como traba-
ventud porque creemos que la principal jamos con un grupo de 40 adolescentes
causa de incertidumbre, descontento, en promedio nos dividimos en 4 grupos
inseguridad personal y baja autoestima que trabajan con una de las personas de
es un problema que se produce a nivel la Lleca. Formamos 4 grupos de aproxi-
social e ideológico y no directamente en madamente 10 adolescentes y un coor-
los individuos que han sido privados de dinador, por seguir la jerga pedagógica.
su libertad bajo la intervención jurídica Al final nos reunimos todas en un círculo
del estado. Todo el trabajo de creación muy grande y entonces cada grupo ex-
de conocimientos a través de prácti- pone las actividades que hayan realizado
cas artísticas lo hacemos de manera y las ideas que hayan construido o que
colectiva: los saberes de todas forman se hayan compartido. Con esta dinámica
parte importante de la creación de un hacemos varias cosas: los adolescentes
espacio de reflexión que nos llevan a re- se atreven a hablar frente a un grupo lo
alizar diversas acciones, que van desde cual no sólo significa la adquisición de
cómo nos comportamos cotidianamente habilidades para la comunicación gru-
hasta presentaciones públicas para los pal, sino que a aquellos adolescentes a
quienes se les concibe como subordina- entre todas. Planteamos juegos donde el
dos ganan un cierto respeto por parte de contacto, el sentirse afectado por otros
aquellos que tienen mayor control en los cuerpos sea lo más importante. Jugar
dormitorios; ayudamos con esto a la co- nunca es en la Lleca una actividad de
hesión del grupo pero también a que se relleno, en realidad todo el tiempo esta-
aprendan a comunicar colectivamente en mos jugando mientras hacemos cono-
el dormitorio, con lo cual los índices de cimiento, mientras vamos construyendo
violencia bajan; y finalmente el compartir relaciones de afecto y confianza.
los conocimientos y las actividades nos
ayuda a darle entre todas un seguimiento
al avance de cada grupo y esto nos im-
pulsa a pensar en trabajar de otra man-
era las subsecuentes sesiones.
La dinámica “asamblea general” en
ocasiones no funciona bien, pues en
algunas ocasiones los adolescentes
no tienen ánimo de hablar porque en-
tran en estados depresivos cuando les
dictan su sentencia, o cuando han tenido
alguna pelea, o cuando no los visitan
sus madres. Nosotras debemos estar
atentas a los estados emocionales del
grupo y entonces la asamblea general
se convierte en un juego. Literalmente
nos ponemos a jugar, inventamos algo
EJERCICIOS PARA CONTINUAR TERMINANDO
CON EL ORDEN PATRIARCAL
Las propuestas que presentamos estar nos provoca tanto el ser sometidos
a continuación son sólo una parte de como el someter. En varias ocasiones
muchos ejercicios que hemos realizado los grupos de adolescentes deciden
junto con los adolescentes, mujeres y romper con el orden jerárquico que se ha
hombres que viven en encierro. Estos instituido en los espacios donde pasan la
ejercicios no los realizamos de manera mayor parte del tiempo mientras viven en
aislada, no los preparamos para un solo el encierro, donde duermen y donde con-
día de encuentro. Los temas y las dinámi- viven con muchos otros adolescentes.
cas para abordarlos se van retomando En estos espacios hay dos o tres ado-
sesión tras sesión, cada nueva conv- lescentes que intentan tener el control
ersación sobre la resistencia al patriar- de los dormitorios a partir de continuos
cado nos va dando nuevas claves para actos de agresión y humillación hacía el
plantear desde el presente un nuevo des- resto de los adolescentes, cuando esta-
orden. Generalmente quienes nos involu- mos trabajando en formas de resistir al
cramos en La Lleca vamos re-inventando patriarcado estas formas instituidas de
formas de interacción cotidiana que sometimiento y marginación los adoles-
desbordan aquellas que nos han sido centes subvierten el orden al organizarse
impuestas y que reproducimos –muchas de manera menos vertical, arrebatán-
veces con demasiado malestar– desde dole el control a unos cuantos y des-
el sistema capitalista y en el orden patri- marcándose de los múltiples malestares
arcal. Por ejemplo, al abordar el tema del que generan las relaciones violentas. No
sometimiento y de la marginación como podemos decir que esto suceda cada
guías del conjunto de relaciones todas vez que intentamos desaprender nues-
comenzamos por reconocer cuánto mal- tras formas cotidianas y normalizadas
de reproducción del sistema patriarcal, no estuviéramos inmersos en relaciones
pero al abordar continuamente las for- que nos causan dolor, malestar y rabia.
mas de ordenamiento de nuestras vidas No podríamos sumarnos a aquellas inici-
y de nuestras relaciones con las otras y ativas que pretenden ir a los espacios de
otros siempre se generan quiebres. marginación y con grupos que supues-
Las actividades que compartimos a tamente viven en violencia (física, verbal
continuación surgen del encuentro que o psicológica) continua para erradicarla,
hemos tenido hombres, mujeres, adoles- casi para salvarles del virulento hoyo en
centes que viven en el encierro y quienes el que han caído. No queremos pretend-
vivimos afuera –aunque está distinción er que hemos superado el orden patriar-
entre el afuera y el adentro no sea tan cal-masculino y que vamos a iluminar el
clara– desde hace diez años. Mientras camino de estas mujeres, hombres y ad-
vamos armando relaciones de respe- olescentes. Es por eso que decimos que
to, amor y solidaridad aprendemos a las actividades que ponemos aquí abajo
reconocer las emociones y sensaciones se van creando mientras aprendemos
que nos producen las formas patriar- juntas a reconocer, pensar y sentir los
cales de relación. Lo común sería pensar malestares que nos provocan a todos el
que quienes vamos de afuera a los lu- orden patriarcal-masculino.
gares de encierro llegamos armados de Parte importante de este andar jun-
una serie de actividades completamente tas es lo que intentamos poner sobre la
desarrolladas para hacer participes a mesa en el cuadernillo sobre afectos y
quienes necesitan alejarse del orden pedagogía feminista –que hemos pub-
masculino-patriarcal, como si las mu- licado a la par de éste– romper con la
jeres y hombres que vivimos en el afuera lógica masculina que pone por un lado
la razón y por otro menospreciado: la
emoción, el afecto y el cuerpo. Por eso
recomendamos que al mismo tiempo
que se confronta el orden patriarcal se
vayan generando formas de interrelación
afectivas, amorosas y solidarias, en lo
que hacemos en La Lleca Colectiva nues-
tros cuerpos siempre están ahí. Porque
muchas veces la reflexión sobre el patri-
arcado se hace desde la razón, desde lo
que le sucede al otro y a la otra, desde
una perspectiva histórica o antropológica
pero pocas veces desde lo vivenciado,
desde lo que cada una estamos viviendo
o desde lo que queremos vivir.
1
Primero hablamos sobre cómo en
nuestros cuerpos se va inscribiendo
nuestra historia. De diversas maneras
se van haciendo marcas en nuestra
piel, en nuestros órganos internos, en
nuestros cabellos, en nuestras caras.
Algunas marcas nos las hacemos por
accidente, otras surgen por el paso
del tiempo y otras veces decidimos
marcarnos con tatuajes o perfora-
ciones. Nos ponemos a hablar sobre
cómo una cicatriz, un piercing o un
tipo de corte cabello –por poner algu-
nos ejemplos– está relacionado con rias. Abordar desde las emociones y
algún suceso importante en nuestras la afectividad nuestras vivencias abre
vidas. Compartimos las vivencias que de tajo el orden masculino en el que
hayamos tenido con respecto a las estos dos ámbitos básicos de nuestra
diferentes marcas corporales. Luego vida quedan supeditados a formas más
intentamos conectar esas historias racionales, aunque algunas veces muy
personales con aquello que hayamos violentas, de abordaje de nuestras vi-
sentido en ese momento. Empezamos das. Normalmente hacemos dibujos de
hablando del dolor físico pero muy nuestros cuerpos con las marcas y a
pronto empezamos a conectar lo afec- partir de ahí explicamos y narramos lo
tivo, lo emocional con nuestras histo- que nos trae la memoria.
Este ejercicio es tomado de un juego patriarcal que legitima la militarización y
de los años ochentas en la Ciudad de el resto corre, sólo la persona que está
México que se llama “Stop”. Se hace un en el lugar donde está escrita “legitima
círculo que se divide en el número de la militarización grita “Basta” y todas se
participantes y cada uno elige el nombre detienen.
de un país. Para este juego se necesita En esta experiencia lo más importante
espacio para correr. En el juego original es la preparación, la discusión sobre
se elige el nombre de un país al que se el sistema patriarcal se hace muy pro-
representa. Y una jugadora o jugador se funda. Y luego de terminar el juego, nos
acerca al círculo para decir: “Declaro la sentamos todas a pensar en formas de
guerra en nombre de alguno de los país- cambiar estas situaciones. Bueno no
es representados”. El resto de personas tenemos que decir que jugar nos pone
corren hacia fuera del círculo hasta que frente a una forma menospreciada de
quién declara la guerra dice en el centro hacer conocimiento.
“stop”. Las personas corren y quién de-
claro la guerra tiene que adivinar cuantos
pasos se necesitan para llegar hasta el
compañero o compañera. Se tiene que
decir si son pasos cortos, medianos o
largos. Entonces si adivina se le coloca
2
una rayita a su país y pasa al centro la
persona que alcanzaron con los pasos.
Lo que hacemos es cambiar el nom-
bre del juego en lugar de “Stop” es
“Estamos hartas del sistema patriarcal
que… : militariza, controla los cuerpos,
permite los feminicidios, mercantiliza
los deseos, etcétera. Entonces una per-
sona dice “Estamos hartas del sistema
Meterse papelitos en los bolsillos y
escondidos entre la ropa. El calcetín,
entre el pelo, en el resorte de los pan-
talones, etc. En los papelitos vienen
frases incompletas o preguntas desde
las cuales se plantea cuestionarnos so-
bre lo que somos y lo que debemos ser
como mujeres y hombres, o con cues-
tiones culturales que generan posiciones
moralistas.
Se pone de pie frente al resto del
grupo una persona y algunos de los par-
ticipantes se ponen a buscar el papelito.
Quien lo encuentra lo lee en voz alta y
entonces se abre la discusión.
3
¿Le has dicho a algún amigo que le
quieres?
¿Encuentras diferencia entre el respeto a
un hombre y a una mujer?
Cuando tengo un problema lo
soluciono......
De una mujer que no quiere tener hijos
pienso que.....
4
Sobre la construcción del género
Después de haber charlado sobre la con-
strucción de los géneros pasamos a la
siguiente dinámica. Nos ponemos en una
línea y hacemos una serie de preguntas,
si respondemos afirmativo es un paso al
frente, si decimos que no, es un paso
hacia atrás.
Las preguntas puedes ser, por ejemplo:
¿Una pareja de hombres pueden educar
personas desde su nacimiento?
¿Un hijo o hija de dos mujeres va a ser
lesbiana?
¿Los hombres homosexuales se sienten
atraídos por todos los hombres?
¿Las mujeres lesbianas siempre tienen
hábitos de machos?
Está dinámica fortalece los contenidos
que reflexionamos en la charla. Al fina-
lizar nos volvemos a sentar en círculo
para hablar de los momentos en los que
tuvimos duda y por qué.
Este juego se llama “Salvada” y es lo
5
era palabra, entonces la ponemos en el
contrario a un juego popular que se piso, las siguientes letras tendrán que
llama “Ahorcado”. Queremos dedicar adivinarse, ponemos sólo rayitas para
la explicación de este juego a los com- que el equipo contrario sepa de cuán-
pañeros presos del reclusorio norte que tas letras consta la palabra que van a
disfrutaron de aquel día en que salimos adivinar. Conforme se van adivinando
a la población a encontrarnos. Tenemos las letras, vamos salvando cada una de
presente sus miradas sorpresivas, su las partes del cuerpo de la silueta que
atención al juego, la emoción puesta en tenemos, se le van pintando o rellenando
el juego, y las ilusiones de volver a en- cada una de sus partes hasta que queda
contrarnos para trabajar. completa la imagen. Es importante cada
Con una tiza delineamos el cuerpo de vez que se van adivinando las palabras
una compañera en el piso. Luego hac- que las personas que coordinen el juego
emos dos equipos de jugadores. Nos den abrazos a cada una de las personas
ponemos de acuerdo en cada equipo para del equipo.
elegir cinco palabras que se relacionen al Está dinámica nos hace pensar y
tema que estamos trabajando, por ejem- sentir que podemos cambiar algunas de
plo: Comunicación no violenta. Entonces las cosas que se nos han enseñado y las
tenemos palabras como: solidaridad, res- cuales nos crean malestar en nuestras
peto, amor, confianza, prudencia, etc. vidas. El trabajo en grupo fortalece nues-
Vamos a contar las letras de la prim- tro desarrollo personal.
Sobre las emociones y los afectos en
la masculinidad. Intentamos reconocer
los conflictos que podemos tener inter-
namente por la contradicción que existe
entre el sentir y la intensidad con que se
siente y el orden cultural y social, racista
y patriarcal de lo que tenemos permitido
sentir y lo que debemos evitar sentir.
Algo que nos caracteriza en el orden pa-
triarcal y que siempre se discute cuando
se habla de masculinidades es la dificul-
tad que tenemos para poder abordar
nuestras propias emociones, ya no diga-
mos para compartirlas, vivenciarlas y
pensar en estas junto a otras personas.
La actividad consistía en dibujar un cu-
erpo. Alguien se tira sobre un papel y se
va trazando su contorno hasta obtener
la figura completa. Luego se escribía
dentro del cuerpo las emociones o los
sentimientos que nos guardamos que
no exteriorizamos. Y fuera del cuerpo
escribimos aquellas emociones que no
nos cuesta exteriorizar, que están social-
mente permitidas en general.
Esta actividad se escapaba del orden
social y político, incluso económico de las
emociones, pues había quienes escribían
emociones que quizá no son socialmente
6
aceptadas como emociones que se exte-
riorizan. El enojo lo ponían tanto dentro
como fuera, hay quienes se permiten
mostrarse enojados y quienes prefieren
guardárselo. La inseguridad, el dolor, la
inconformidad eran emociones que se
quedaban dentro de los cuerpos. Por el
contrario la felicidad siempre se muestra
hacía afuera, nadie se la esconde.
Se pone una línea con cinta para di-
vidir el espacio. Se para la mitad de los
asistentes de un lado y la mitad del otro
lado. Se hace una línea y se paran unos
frente a otros, es decir, que quedan uno
frente al otro. Se lanza una frase con una
emoción, si alguna se siente identificada
con lo dicho se avanza hasta pisar la línea
en ese punto si la personas que está del
otro lado de la línea también avanzó en
ese momento deben darse una muestra
7
de afecto. Que puede ser: un abrazo, un
beso, una caricia, incluso una mirada. En
cada frase se va cambiando de pareja,
es decir que se van rotando las perso-
nas para quedar frente a una distinta con
cada frase nueva.
A veces siento: tristeza, alegría, enojo,
soledad, estrés, odio a mi padre, apatía,
enamoramiento, etcétera.
8
Traemos papel, lápices, colores, plu-
mones e incluso crayolas. Encontramos
un lugar donde recargar el papel, normal-
mente el lugar menos disparejo del piso.
Luego empezamos a hablar un poco de
cómo se pretende acorralarnos a cump-
lir con ciertos estereotipos de género.
¿Cómo se controla la construcción de la
identidad masculina y femenina, en diver-
sos planos que van desde las ciencias
médicas hasta la religión pasando por
medios electrónicos y formas cotidianas
de interacción? ¿Qué nos dicen en casa, vestir, qué te gustaría que te dijeran, qué
en la calle, en la tele, en el Internet, en actividades elegirías tener, y que tipo
pareja, entre amigos, etcétera? de relaciones amorosas quisieras tener.
Luego pasamos a dibujarnos, sólo que Al terminar todos de dibujar y a pesar
debemos dibujarnos como si fuéramos de que en el proceso de la creación de
hombres si somos mujeres o como si la imagen se van expresando sentires,
fuéramos mujeres si somos hombres. ideas, saberes y vivencias que van con-
Como uno de los rasgos básicos de la figurando un importante proceso de re-
masculinidad se centra en la oposición flexión y conocimiento sobre la relación
a lo que pueda parecer femenino, enton- que mantenemos como hombres con las
ces nos encontramos con una gran re- mujeres, ponemos todos los dibujos en
sistencia a pensarse como mujer. el suelo y luego algunos se describen, se
Al dibujarte como si fueras mujer debe- leen o simplemente se muestran par ser
mos reflexionar sobre cómo te gustaría observados con detenimiento.
9
Escribir con un marcador en el cuerpo
de los compañeros que participan cuáles
son los adjetivos que se usan para
definir cómo debe ser un hombre. Para
esta practica es importante descubrirse
lo mas posible el cuerpo. Pasan al frente
los compañeros con el cuerpo descubi-
erto y de uno a uno pasamos el resto de
participantes a escribir. Después leemos
lo que se ha escrito y desarrollamos una
discusión sobre las experiencias de cada
persona.
Hacemos lo mismo con las com-
pañeras. Pedimos escribir en el cuerpo
de las compañeras qué es lo que se dice
sobre las mujeres. Las compañeras que
pasan al frente deben tener descubiertas
las piernas y lo más posible del tronco.
Igual que en el primer caso, leemos lo
que está escrito y abrimos un debate. La
parte final del ejercicio es, juntar partes
del cuerpo de las compañeras y de los
compañeros para escribir que adjetivos
calificativos comparten ambos. De esta
manera nos damos cuenta de que ten-
emos muchas veces características se-
mejantes hombres y mujeres, y que va a
depender de las personas, del entorno y
de las preferencias.
QUINCEAÑEROS
10
de una tradición mexicana al cumplir esa
edad. En las jóvenes es una ceremonia
que oficializa la entrada a la “madurez”
sexual abriendo la posibilidad al matri-
monio, por medio de una disfrazada pre-
sentación en sociedad, muy insertado en
el sistema patriarcal. Cuestionamos el
tema de género por dos lados: Uno era
la mercantilización de la mujer que desde
ese ritual se considera y consagra su es-
tatus de objeto, y el otro reflexionar so- tábamos muy seguros de lo que hacía-
bre la falta de un equivalente ritual social mos hubo hasta quienes se juntaron en
para los jóvenes, que no fuera necesaria- un grupo que comenzó a organizar una
mente el tener relaciones sexuales en un coreografía y escoger la música para “el
prostíbulo para demostrar su “hombría” baile”. Así el día de los “Quinceañeros”
casi a la fuerza. hubo un festejo tratando de difuminar
Al inicio cuando comentamos la idea al la distancia de conceptos y también de
grupo, ésta aterrorizó a más de un chico. edades. Estos chicos heredaron de boca
Afirmaban que este festejo-ritual-ceremo- en boca o como un mito local, una identi-
nial es casi exclusivo de lo femenino y ficación con La Lleca a las generaciones
les generó conflicto, pero como es- que los prosiguieron en CDIA.
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