Biografías de Científicos Reconocidos Mundialmente

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Biografías de científicos reconocidos mundialmente

1 Albert Einstein (1879-1955)


Nació el 14 de marzo de 1879, en Ulm (Alemania).
• Murió el 18 de abril de 1955, en Princeton (Estados Unidos de América).
Albert Einstein es quizá el científico mundialmente más conocido por el desarrollo
de la Teoría de la Relatividad que revolucionó la ciencia conocida hasta el siglo
XX.
En 1921 obtuvo el Nobel de Física por sus explicaciones sobre el efecto
fotoeléctrico e importante también fue el descubrimiento del movimiento
browniano, auspiciado por Robert Brown en 1820 pero que había quedado sin
explicación hasta entonces.
Biografía
Albert Einstein nace en el seno de una familia judía en 1879. Fue el primogénito
de Hermann Einstein y Pauline Koch. Su madre, que sabía tocar diversos
instrumentos musicales, inspira la pasión musical que Einstein demostró desde
muy pequeño. También influyó mucho en él su tío Jakob Einstein, ingeniero, que
le daba libros de ciencia para que los leyera. Además, Jakob montó con el padre
de Einstein un taller dónde llevarían a cabo proyectos y experimentos tecnológicos
de la época y, a pesar de que éste fracasó, Einstein creció impregnándose de ese
espíritu inquieto y amante de la ciencia.

Fue un niño solitario que se entregaba al estudio y a la lectura concentrado y


1
paciente. No comenzó a hablar hasta los tres años y eso, unido a su carácter, hizo
plantearse incluso a sus padres si aquel niño sufría alguna discapacidad
intelectual. Precisamente Einstein siempre alegó que cree que fue capaz de
desarrollar la teoría de la relatividad debido a su desarrollo intelectual tardío ya
que un adulto normal no se pregunta sobre el tiempo y el espacio, sólo cuando se
es niño.

A los 4 años, en el transcurso de una enfermedad que le hizo reposar en cama, su


padre le regaló una brújula de bolsillo. Para Einstein, según sus propias palabras,
este acontecimiento sería determinante ya que le fascinó el hecho de que aquella
aguja siempre apuntara en la misma dirección sin estar en contacto con nada.
Esa curiosidad innata sería motivada y alentada por sus padres que le educaron
en la perseverancia y la independencia.
También influyó en él, durante su juventud, un estudiante de medicina apellidado
Talmud que le llevaba libros científicos y libros de filosofía que Einstein leía y
comprendía apasionadamente.
Einsten cursó sus estudios de primaria en un colegio católico en Munich, donde la
familia se había trasladado un año después de su nacimiento, y obtuvo excelentes
calificaciones, especialmente en ciencias. La etapa de la secundaria fue más dura
para él y en 1895 se reunió con su familia en Milán (Italia), dónde debido a
dificultades económicas, se habían trasladado sus padres con su hermana
pequeña Maya. Pero Einstein no había terminado el bachillerato y, aunque trató de
acceder al Instituto Politécnico de Zurich (Suiza) mediante un examen, no pudo
debido a que no superó una asignatura de “letras”. Finalmente, al año siguiente sí
obtuvo el título de bachiller y con 17 años, por fin, ingresó en la Politécnica de
Zurich para estudiar Física. Se graduó en 1900 y obtuvo el título de profesor de
Matemáticas y Física.

Entre 1902 y 1909 consiguió un puesto fijo en la oficina de patentes de Berna, en


Suiza y durante este tiempo terminó su doctorado. En ese periodo, concretamente
en 1905, publicó unos artículos de suma relevancia para la ciencia: sobre el efecto
fotoeléctrico, sobre el movimiento browniano y la teoría de la relatividad especial.
Estos artículos le valieron la obtención de su doctorado, una plaza de profesor en
1909 en la Universidad de Berna, en 1914 una plaza en la Academia de ciencias
prusiana, en Berlín, y en 1921 el Premio Nobel de Física, pero otorgado por el
efecto fotoeléctrico, ya que la Teoría de la Relatividad Especial y General (que
perfeccionó hacia 1915) suscitaban controversia en el mundo científico.
Durante el resto de su vida y, a pesar de que tuvo que vivir dos guerras mundiales
siendo durante la segunda el momento en que emigró a Estados Unidos para
siempre, se dedicó a la ciencia tratando de encontrar una teoría unitaria de la
gravitación y el electromagnetismo. Por toda su trayectoria, obtuvo fama y
prestigio mundiales como científico y la ecuación E=m·c 2 quizá sea de las más
conocidas de la Física.
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Casado dos veces y con dos hijos reconocidos, fue un activo defensor del
pacifismo, aunque se le recuerde también por apoyar (y no participar) el “Proyecto
Manhattan”, un programa de desarrollo de armas nucleares en EEUU que daría
lugar a la bomba atómica. Pero tras el desastre de Hiroshima y Nagasaki, hizo
campaña contraria a las armas nucleares.

Einstein falleció en Princeton en 1955 dejando un legado científico que revolucionó


la ciencia del siglo XX y de momento, probablemente del XXI.

Principales publicaciones
• Sobre el efecto fotoeléctrico: Un punto de vista heurístico sobre la producción y
transformación de luz (1905).
• Sobre el movimiento browniano: Sobre el movimiento requerido por la teoría
cinética molecular del calor de pequeñas partículas suspendidas en un líquido
estacionario (1905).
• Relatividad especial. Dos artículos: Sobre la electrodinámica de cuerpos en
movimiento y Equivalencia entre masa y energía (1905).
• Teoría de la Relatividad General. Presentada como conferencia en la Academia
de las ciencias prusianas. (1921).
Isaac Newton (1643 – 1727)
Matemático (1643 Woolsthorpe, Lincolnshire, 1727 Londres, Inglaterra)
Isaac Newton nació el 4 de enero de 1643, en Woolsthorpe, a unos 13 Km. al sur
de Grantham, en el Lincolnshire y murió el 31 de marzo de 1727, en Londres,
Inglaterra. Fue un niño prematuro. Su padre que también se llamaba Isaac, murió
antes de su nacimiento. De familia de campesinos acomodados, su padre sin
embargo no sabía leer ni escribir.
Su madre fue una mujer ahorrativa y diligente. Se casó de nuevo, con un pastor
anglicano, cuando su hijo no tenía más que dos años. Isaac fue educado por su
abuela, preocupada por la delicada salud de su nieto. Criado básicamente como
un huérfano, Isaac no tuvo una infancia feliz. Su abuelo James Ayscough parece
que no lo quería. Tampoco parece que se llevara bien con su padrastro Barnabas
Smith. Newton frecuentó la escuela del lugar y, siendo muy niño, manifestó un
comportamiento completamente normal, con un interés marcado por los juguetes
mecánicos.
La vida de Isaac Newton puede dividirse3en tres periodos. El primero es su niñez,
desde 1643 hasta que consiguió una cátedra en 1669. El segundo periodo desde
1669 a 1687 fue el periodo de su producción científica como Lucasian professor
en Cambridge. El tercer periodo, caso tan largo como los otros dos, Newton es un
funcionario bien pagado del gobierno en Londres con poco interés por la
investigación matemática.
El reverendo William Ayscough, tío de Newton y diplomado por el Trinity College
de Cambridge, convenció a su madre de que lo enviara a Cambridge en lugar de
dejarlo en la granja familiar para ayudarla, ya que Isaac había demostrado poco
interés en la granja. En junio de 1661, a los dieciocho años, era pues alumno del
Trinity College, y nada en sus estudios anteriores permitía entrever o incluso
esperar la deslumbrante carrera científica del fundador de la mecánica y la óptica,
ya que incluso sus profesores anteriores lo describían como perezoso y distraido.
Por otra parte, el Trinity College tenía fama de ser una institución sumamente
recomendable para aquellos que se destinaban a las órdenes. Afortunadamente,
esta institución le brindó hospitalidad, libertad y una atmósfera amistosa que le
permitieron tomar contacto verdadero con el campo de la ciencia.
Al comienzo de su estancia en Cambridge, se interesó en primer lugar por la
química, y este interés, según se dice, se manifestó a lo largo de toda su vida.
Durante su primer año de estudios, y probablemente por primera vez, leyó una
obra de matemáticas sobre la geometría de Euclides, lo que despertó en él el
deseo de leer otras obras. Parece también que su primer tutor fue Benjamin
Pulleyn, posteriormente profesor de griego en la Universidad. En 1663, Newton
leyó la Clavis mathematicae de Oughtred, la Geometria de René Descartes de
Van Schooten, la Optica de Kepler, la Opera mathematica de Vieta, editadas por
Van Schooten y, en 1644, la Aritmética de Wallis que le serviría como introducción
a sus investigaciones sobre las series infinitas, el teorema del binomio, ciertas
cuadraturas. También a partir de 1663 Newton conoció a Barrow, quien le dio
clase como primer profesor lucasiano de matemáticas. En la misma época,
Newton entró en contacto con los trabajos de Galileo, Fermat, Huygens y otros, a
partir probablemente de la edición de 1659 de la Geometria de Descartes por Van
Schooten.
Desde finales de 1664, Newton parece dispuesto a contribuir personalmente al
desarrollo de las matemáticas. Aborda entonces el teorema del binomio, a partir
de los trabajos de Wallis, y el cálculo de fluxiones. Después, al acabar sus
estudios de bachiller, debe volver a la granja familiar a causa de una epidemia de
peste bubónica. Retirado con su familia durante los años 1665-1666, conoce un
período muy intenso de descubrimientos: descubre la ley del inverso del cuadrado,
de la gravitación, desarrolla su cálculo de fluxiones, generaliza el teorema del
binomio y pone de manifiesto la naturaleza física de los colores. Sin embargo,
Newton guarda silencio sobre sus descubrimientos y reanuda sus estudios en
Cambridge en 1667. 4
De 1667 a 1669, emprende activamente investigaciones sobre óptica y es elegido
fellow del Trinity College. En 1669, Barrow renuncia a su cátedra lucasiana de
matemáticas y Newton le sucede y ocupa este puesto hasta 1696. El mismo año
envía a Collins, por medio de Barrow, su Analysis per aequationes numero
terminorum infinitos. Para Newton, este manuscrito representa la introducción a un
potente método general, que desarrollará más tarde: su cálculo diferencial e
integral.
En 1672 publicó una obra sobre la luz con una exposición de su filosofía de las
ciencias, libro que fue severamente criticado por la mayor parte de sus
contemporáneos, entre ellos Robert Hooke (1638-1703) y Huygens, quienes
sostenían ideas diferentes sobre la naturaleza de la luz. Como Newton no quería
publicar sus descubrimientos, no le faltaba más que eso para reafirmarle en sus
convicciones, y mantuvo su palabra hasta 1687, año de la publicación de sus
Principia, salvo quizá otra obra sobre la luz que apareció en 1675.
Desde 1673 hasta 1683, Newton enseñó álgebra y teoría de ecuaciones, pero
parece que asistían pocos estudiantes a sus cursos. Mientras tanto, Barrow y el
astrónomo Edmond Halley (1656-1742) reconocían sus méritos y le estimulaban
en sus trabajos. Hacia 1679, verificó su ley de la gravitación universal y estableció
la compatibilidad entre su ley y las tres de Kepler sobre los movimientos
planetarios
Newton descubrió los principios de su cálculo diferencial e integral hacia 1665-
1666, y durante el decenio siguiente elaboró al menos tres enfoques diferentes de
su nuevo análisis. Desde 1684, su amigo Halley le incita a publicar sus trabajos de
mecánica, y finalmente, gracias al sostén moral y económico de este último y de la
Royal Society, publica en 1687 sus célebres Philosophiae naturalis principia
mathematíca. Los tres libros de esta obra contienen los fundamentos de la física y
la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría pura.
En 1687, Newton defendió los derechos de la Universidad de Cambridge contra el
impopular rey Jacobo II y, como resultado tangible de la eficacia que demostró en
esa ocasión, fue elegido miembro del Parlamento en 1689, en el momento en que
el rey era destronado y obligado a exiliarse. Mantuvo su escaño en el Parlamento
durante varios años sin mostrarse, no obstante, muy activo durante los debates.
Durante este tiempo prosiguió sus trabajos de química, en los que se reveló muy
competente, aunque no publicara grandes descubrimientos sobre el tema. Se
dedicó también al estudio de la hidrostática y de la hidrodinámica además de
construir telescopios.
Después de haber sido profesor durante cerca de treinta años, Newton abandonó
su puesto para aceptar la responsabilidad de Director de la Moneda en 1696.
Durante los últimos treinta años de 5su vida, abandonó prácticamente sus
investigaciones y se consagró progresivamente a los estudios religiosos. Fue
elegido presidente de la Royal Society en 1703 y reelegido cada año hasta su
muerte. En 1705 fue hecho caballero por la reina Ana, como recompensa a los
servicios prestados a Inglaterra.
Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la desgraciada
controversia, de envergadura internacional, con Leibniz a propósito de la prioridad
de la invención del nuevo análisis, Acusaciones mutuas de plagio, secretos
disimulados en criptogramas, cartas anónimas, tratados inéditos, afirmaciones a
menudo subjetivas de amigos y partidarios de los dos gigantes enfrentados, celos
manifiestos y esfuerzos desplegados por los conciliadores para aproximar a los
clanes adversos.
Después de una larga y atroz enfermedad, Newton murió durante la noche del 20
de marzo de 1727, y fue enterrado en la abadía de Westminster en medio de los
grandes hombres de Inglaterra.
3 Biografía
Stephen Hawking (1942- 2018)
Stephen Hawking
(Stephen William Hawking; Oxford, 1942 - Cambridge, 2018) Físico teórico
británico. A pesar de sus discapacidades físicas y de las progresivas limitaciones
impuestas por la enfermedad degenerativa que padecía, Stephen Hawking es
probablemente el físico más conocido entre el gran público desde los tiempos de
Einstein. Luchador y triunfador, a lo largo de toda su vida logró sortear la
inmensidad de impedimentos que le planteaba el mal de Lou Gehrig, una
esclerosis lateral amiotrófica que le aquejó desde que tenía veinte años. Hawking
fue, sin duda, un caso particular de vitalidad y resistencia frente al infortunio del
destino. 6
El 8 de enero de 1942, día en que se cumplieron trescientos años de la muerte de
Galileo, nació Stephen Hawking en la ciudad de Oxford. Como tantas otras de
clase media, su familia soportaba con entereza los rigores de la Segunda Guerra
Mundial; hacia el final de la contienda, un cohete V2 alemán cayó a pocas
decenas de metros de su casa en Highgate, al norte de Londres. Tras cursar
estudios secundarios, Hawking ingresó en el University College de Oxford, donde
se licenció en 1962 con los títulos de matemático y físico. Por esa época era un
chico de vida normal, cuyas singularidades eran únicamente su brillante
inteligencia y un gran interés por las ciencias.
Pero en 1963, en el transcurso de una sesión de patinaje sobre hielo, el joven
Stephen resbaló y tuvo dificultades para incorporarse. De inmediato se le
diagnosticó un trastorno degenerativo neuromuscular, la ELA o esclerosis lateral
amiotrófica. Los médicos supusieron que la enfermedad iba a acabar con su vida
en pocos años; sin embargo, se equivocaron. Naturalmente, la vida de Stephen no
fue la misma a partir de entonces, pero sus limitaciones físicas no interrumpieron
en ningún momento su actividad intelectual; de hecho, más bien la incrementaron.

En octubre de 1962 había iniciado sus estudios de doctorado en el Trinity Hall de


Cambridge. Solicitó trabajar con Fred Hoyle, pero el célebre astrónomo tenía
demasiados pretendientes y la petición fue denegada; muchos años después, el
propio Hawking vería el lado positivo: de haber sido aceptado, probablemente se
hubiera visto obligado a defender la teoría del estado estacionario de Hoyle,
desacreditada tras el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas en
1965.
Mientras cursaba su doctorado se casó con Jane Wayline (1965), con quien
tendría tres hijos. Tras casi veinticinco años de vida en común, en 1990 la pareja
se separó y el científico se fue a vivir con Elaine Mason, una de las enfermeras
que lo cuidaba y con la que cinco años más tarde contrajo matrimonio; esta
segunda relación se prolongaría hasta 2007. Después de obtener el título de
doctor en física teórica (1966), su pasión por el estudio del origen del universo fue
en aumento, y sus investigaciones se centraron en el campo de la relatividad
general, particularmente en la física de los agujeros negros, descrita por primera
vez por Robert Oppenheimer en 1939.
Ciertamente, Hawking no sólo es comparable con Albert Einstein por su
popularidad: al igual que el formulador de la teoría de la relatividad, Stephen
Hawking se planteó la ambiciosa meta de armonizar la relatividad general y la
mecánica cuántica, en busca de una unificación de la física que permitiese dar
cuenta tanto del universo como de los fenómenos subatómicos. En 1971 sugirió la
formación, a continuación del big bang, de numerosos objetos denominados
«miniagujeros negros», que contendrían alrededor de mil millones de toneladas
métricas de masa, pero ocuparían sólo el espacio de un protón, circunstancia que
originaría enormes campos gravitatorios, regidos por las leyes de la relatividad.
7
Sus estudios sobre los miniagujeros negros lo llevarían a combinar por primera
vez la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica para resolver el problema de
estudiar estas estructuras de dimensiones muy reducidas y de densidad
extraordinariamente elevada, sobre las que no se creía que se pudiese obtener
algún conocimiento. En 1974 propuso, de acuerdo con las predicciones de la física
cuántica, que los agujeros negros emiten radiación térmica hasta agotar su
energía y extinguirse. Hawking ha explorado asimismo algunas singularidades del
binomio espacio-tiempo.
En 1974 Hawking fue designado miembro de la Royal Society y, tres años más
tarde, profesor de física gravitacional en Cambridge, donde se le otorgó la cátedra
Lucasiana de matemáticas (1980), que había sido dictada por tan egregias figuras
como Isaac Newton y, más recientemente, Paul Dirac. Hawking continuaría
ocupando dicha cátedra hasta su jubilación en 2009. Pero a medida que los logros
intelectuales y los reconocimientos se iban sucediendo en su vida (recibió
innumerables premios y doctorados honoris causa), también avanzaba el proceso
degenerativo de su enfermedad. Primero la inmovilidad de sus extremidades lo
llevó a depender de una silla de ruedas; después la parálisis se extendió a casi
todo su cuerpo; en 1985 contrajo una neumonía que obligó a los médicos a
practicarle una traqueotomía, tras lo cual perdió completamente el habla. A partir
de entonces sólo pudo comunicarse mediante un sintetizador conectado a su silla,
pero ni siquiera eso lo desmoralizó: escribió otros siete libros y siguió publicando
artículos e impartiendo conferencias.
Un gran divulgador
Resulta una gran paradoja, sin duda, que un hombre que se involucró plenamente
en la tarea de clarificar los conceptos científicos para el público medio (a diferencia
de la mayoría de sus colegas, Hawking optó decididamente por la divulgación)
hubiera de enfrentarse duramente con la dificultad de poder comunicarlos. No
obstante, gracias a su empeño y tenacidad, no dejó de salvar los escollos que se
derivaban de sus discapacidades físicas. En 1989, en ocasión de su visita a
España para recibir el premio Príncipe de Asturias, Stephen Hawking subrayó la
importancia de que los ciudadanos de a pie posean las nociones científicas
suficientes para participar en los debates que abren los nuevos avances científicos
y tecnológicos, evitando que todo quede en manos de los expertos.
Ése es el mensaje que se descubre en algunos de sus libros más famosos, como
Historia del tiempo: del big bang a los agujeros negros (1988), que ha sido
traducido a treinta y siete idiomas y del que en pocos años se vendieron más de
veinte millones de ejemplares. En su propósito de hacer llegar el libro a un público
amplio, Stephen Hawking renuncia a las fórmulas y a las exposiciones para
especialistas, pero no abandona el tratamiento riguroso de la cuestión. Procede
primero a una amplia exposición de las ideas cosmológicas actuales (el big bang y
la expansión del universo), así como de los principales hallazgos de la física de las
partículas, que explican a nivel subatómico cómo es la materia y las fuerzas que la
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gobiernan. Hawking pone de manifiesto la sorprendente convergencia de estas
dos vías de investigación, que han dado nacimiento a una nueva disciplina: la
astrofísica de las partículas.
En Historia del tiempo el autor aborda también, manteniendo siempre el tono de
alta divulgación, temas como los agujeros negros y, además del origen, el posible
destino del universo. Tampoco elude la pregunta que se formula el hombre común
cuando se enfrenta a estas cuestiones: el papel de Dios en todos esos
fenómenos, así como la creación del universo, punto en el que Stephen Hawking
abandona el tratamiento rigurosamente científico para aventurarse en los inciertos
caminos de la especulación metafísica.
Otro libros posteriores, como Agujeros negros y pequeños universos (1994), El
universo en una cáscara de nuez (2002) o El gran diseño (2010), manifiestan una
intención divulgativa todavía mayor que sus libros precedentes. Respecto a su
bibliografía más especializada, sus esfuerzos para describir desde un punto de
vista teórico las propiedades de los agujeros negros, así como la relación que
estas propiedades guardan con las leyes de la termodinámica clásica y de la
mecánica cuántica, han quedado recogidos en obras como The Large Scale
Structure of Space-Time (1973, en colaboración con G.F.R. Ellis), Superspace and
Supergravity (1981) y The Very Early Universe (1983).
4 biografia Marie Curie (c. 1898)
Los estudiantes de la Universidad parisiense de la Sorbona, al cruzarse en los
pasillos con aquella joven polaca que se había matriculado en otoño de 1891 en la
Facultad de Física, se preguntaban: "¿Quién es esa muchacha de aspecto tímido
y expresión obstinada que viste tan pobremente?". Todos la miraban extrañados,
con una mezcla de conmiseración y desdén. Algunos sabían que se llamaba
Manya Sklodowska y la denominaban "la extranjera de apellido imposible"; otros
preferían llamarla simplemente "la estudiante silenciosa". Manya se sentaba
siempre en primera fila, no tenía amigos y sólo se interesaba por los libros.
También llamaba la atención su hermosa cabellera de color rubio ceniza, que solía
llevar recogida y semioculta. Nadie sospechaba
9 que esa joven esquiva y austera
iba a convertirse un día, bajo el nombre de madame Curie, en una mujer ilustre y
una gloria nacional de Francia.
Manya Sklodowska, que luego sería conocida como Marie Curie, nació en
Varsovia el 7 de noviembre de 1867. Era la menor de los cinco hijos (cuatro
mujeres y un varón) de un matrimonio dedicado a la docencia: su padre era
profesor de secundaria de física y matemáticas y su madre directora de un colegio
de señoritas. Su infancia estuvo marcada por la coincidencia con un implacable
período de rusificación de Polonia, a causa del cual su padre hubo de abandonar
el puesto de subinspector que ocupaba en un instituto; las necesidades
económicas le obligaron a tomar como huéspedes a muchachos en edad escolar,
a los que daba también clases particulares.
La hermana mayor de Manya falleció en 1876, víctima de una epidemia de tifus, y
dos años después murió su madre a causa de una tuberculosis. En 1883, una vez
finalizados sus estudios secundarios, Manya sufrió una depresión nerviosa de la
que hubo de recuperarse pasando cerca de un año en el campo, en casa de unos
parientes. A su regreso a Varsovia en 1884, dio clases particulares en su domicilio
junto con sus hermanas y asistió a las clases de la «universidad volante» creada
allí, al margen del sistema educativo ruso, por el impulso de un círculo de
positivistas inspirados en las enseñanzas de Comte.
Las estrecheces familiares obligaron a Manya a empezar a trabajar como
institutriz; tras un primer empleo que resultó un fracaso, el 1 de enero de 1886
entró al servicio de los Zorawski, una familia acaudalada que residía en Szczuki, al
norte de Varsovia, donde Manya hubo de ocuparse de la educación de dos de las
hijas. Allí tuvo ocasión de llevar a la práctica los ideales sociales nacidos el año
anterior en Varsovia organizando una escuela para hijos de obreros y campesinos
a la que dedicó sus horas libres, con la complacencia de los Zorawski; el resto de
su tiempo lo ocupaba en el estudio de la física y las matemáticas.

Manya vivió entonces su primera relación sentimental con el mayor de los hijos
Zorawski, relación que se frustró posiblemente por las diferencias sociales entre
ambos; su condición nerviosa y proclive a la ansiedad soportó mal el episodio, que
vino a sumarse al enorme esfuerzo desarrollado en su triple ocupación de
institutriz, maestra y estudiante, haciendo todo ello que, a los veinte años, se
convirtiera en una persona amargada. Cuando por fin terminó su contrato en
Szczuki, en el verano de 1889, regresó a Varsovia, donde trabajó de nuevo como
institutriz durante un año y reanudó sus contactos con la universidad clandestina.
Un primo suyo, que había sido ayudante del químico ruso Dmitri Mendeléiev
(creador de la tabla periódica de los elementos), le proporcionó la oportunidad de
completar sus conocimientos de química en un pequeño laboratorio y la puso en
contacto con otros investigadores que 10 habían conocido a los grandes científicos
europeos de la época.
El matrimonio Curie
En marzo de 1890 su hermana Bronia, por entonces estudiante de medicina en
París, la instó a reunirse con ella; el trabajo de Manya había contribuido a financiar
la carrera de Bronia y entre las dos existía un pacto de reciprocidad. Pero Manya
rehusó, cayendo en uno de sus períodos de melancolía. Año y medio más tarde
Bronia reiteró la oferta; como los problemas económicos de la familia se habían
atenuado lo suficiente como para permitirle disponer de unos ahorros, Manya
decidió finalmente aceptar. En otoño de 1891 se instaló en París, dedicándose en
un principio a poner al día sus conocimientos; en 1893 consiguió la licenciatura en
ciencias físicas y en 1894, ayudada por una beca, se licenció en matemáticas. Los
dos primeros años en París fueron de aislamiento en el trabajo y estuvieron
marcados por duras privaciones, pero tuvieron la virtud de acabar con sus
problemas nerviosos.
Pierre Curie
En abril de 1894 Marie, como ya se hacía llamar, conoció a Pierre Curie. Nacido
en París el 15 de mayo de 1859, Pierre Curie era el segundo hijo de un médico
humanista y librepensador que había permitido que sus hijos se educaran al
margen de la escolaridad tradicional. Junto con su hermano Jacques, tres años
mayor que él y a quien le unió una intensa relación emocional durante la infancia y
la juventud, Pierre había estudiado física en la Sorbona. Los hermanos Curie
habían investigado la posibilidad de transformar la energía mecánica en energía
eléctrica en los cristales, publicando en 1880 su primera comunicación sobre el
fenómeno que después se conocería como piezoelectricidad; posteriormente
ambos demostraron también la posibilidad del efecto contrario (deformación de un
cristal por aplicación de una carga eléctrica) y diseñaron un electrómetro de
cuarzo piezoeléctrico para medir las corrientes eléctricas de intensidad débil.

En 1882 Pierre fue nombrado jefe de laboratorio de la Escuela Municipal de Física


y Química, institución en la que seguía trabajando cuando conoció a Marie y
donde se había dedicado al estudio teórico de la simetría. En 1891 emprendió la
redacción de una tesis doctoral sobre las propiedades magnéticas de diversas
sustancias en función de la temperatura, tesis que presentó en marzo de 1895.
Marie asistió a la lectura de la tesis y quedó impresionada; su relación con Pierre
Curie duraba desde hacía ya doce meses, durante los cuales él se había mostrado
más dispuesto que ella al matrimonio. Finalmente se casaron el 26 de julio de ese
año; en 1897 nació su hija Irene, a la que seguiría siete años más tarde otra niña,
Eva.
Tras el nacimiento de su primera hija, Marie Curie se propuso realizar una tesis
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doctoral, hecho insólito por aquel entonces tratándose de una mujer. El
descubrimiento por Wilhelm Röntgen de los rayos X en 1895 y la observación
realizada en 1896 por Henri Becquerel de que las sales de uranio, aun protegidas
de la luz, emitían rayos que, como los rayos X, penetraban la materia, la
decidieron a investigar en su tesis la procedencia de aquella energía que el
compuesto de uranio empleaba en oscurecer las emulsiones fotográficas a través
incluso de protecciones metálicas. El tema poseía la ventaja de ser un terreno
todavía virgen en la investigación científica.
La radiactividad
El director de Pierre Curie aceptó que Marie habilitase como laboratorio una
dependencia de la Escuela Municipal de Física y Química que servía de depósito y
sala de máquinas. Allí inició Marie Curie sus investigaciones, utilizando el
electrómetro inventado por Pierre y su hermano para medir la intensidad de la
corriente provocada por los diversos compuestos del uranio y del torio,
comprobando inmediatamente que la actividad de las sales de uranio dependía
solamente de la cantidad de uranio presente, con independencia de cualquier otra
circunstancia.
Desde el punto de vista científico, éste fue su descubrimiento más importante,
pues demostraba que la radiación no podía proceder más que del átomo
propiamente dicho, con independencia de cualquier sustancia añadida o de una
reacción química. Pero Marie Curie no se entretuvo en meditar sobre este
resultado; extendió sus investigaciones a la pecblenda y a la calcolita
encontrándose con que eran más activas que el uranio. De ello dedujo la
existencia en esos minerales de otra sustancia nueva, responsable de esa mayor
actividad.
Marie y Piere Curie en su laboratorio
Con la ayuda de su marido, Marie Curie procedió a tratar químicamente la
pecblenda hasta obtener un producto que resultó trescientas treinta veces más
activo que el uranio: en julio de 1898 el matrimonio comunicó sus resultados a la
Academia de las Ciencias proponiendo el nombre de «polonio» para el nuevo
elemento, cuya existencia confiaban en que fuera confirmada, y utilizando por vez
primera el término «radiactivo» para describir el comportamiento de sustancias
como el uranio.
Pero las investigaciones subsiguientes les hicieron pensar en la existencia todavía
de otro elemento nuevo en la pecblenda; tras conseguir que el gobierno austriaco
les facilitase la compra de varias toneladas de residuos del mineral procedentes
de las minas de Saint Joachimsthal, dedicadas a la explotación del uranio, la
existencia del elemento que llamaron «radio», anunciada en diciembre del mismo
año, se vio confirmada; su peso atómico quedó establecido por Marie Curie en
marzo de 1902 como igual a 225,93.
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Mientras tanto, en 1900 las preocupaciones financieras del matrimonio se vieron
relativamente aliviadas por el nombramiento de Pierre para una cátedra de física
en la Sorbona, por iniciativa del matemático Henri Pincharé; Marie, por su parte,
ocupó una plaza de profesora de física en la École Normale Supérieure de Sèvres;
sin embargo, su actividad docente les robaba tiempo para sus investigaciones
experimentales. Tampoco disponían de facilidades materiales para las mismas;
realizadas en precarias condiciones, suponían un esfuerzo físico agotador. Éste se
vio agravado por las dolencias derivadas de la exposición a la radiactividad, cuyas
consecuencias ignoraban. La radiactividad les produjo lesiones visibles en las
manos, y sería en último término la causante de la leucemia a consecuencia de la
cual murió Marie Curie.
Irónicamente, las propiedades curativas que, en un principio, se atribuyeron a la
radiactividad, contribuyeron a su fama. El reconocimiento científico llegó en 1903
con la concesión de la medalla Davy de la Royal Society y del Premio Nobel de
Física, que compartieron con Becquerel. Los Curie no acudieron personalmente a
recogerlo a Estocolmo debido a que su salud, en el caso de Marie, se había visto
afectada además por la pérdida de un hijo nacido prematuramente.
La fama
Los efectos de la recepción del Nobel resultaron abrumadores para los Curie, que
se vieron convertidos en foco de la atención pública por las expectativas
despertadas por los fenómenos radiactivos. Con todo le valieron a Pierre la
creación en 1904 de una cátedra específica para él, dotada de un laboratorio del
que Marie se haría cargo. Ese mismo año, un industrial francés creó una fábrica
destinada a la obtención del radio recurriendo a los consejos del matrimonio.
Aunque nunca dispusieron de los recursos necesarios para dotarse de un
laboratorio adecuado a sus necesidades, los Curie siempre se negaron a patentar
la producción comercial de la sustancia.
En 1906 Pierre Curie murió trágicamente en París atropellado por un carruaje; el
suceso transformó a Marie en una persona distante hasta de sus amigos (pero no
de sus hijas), aunque prosiguió su trabajo y sucedió a su marido en la cátedra que
sólo había podido ocupar durante año y medio, convirtiéndose de esta manera en
la primera mujer de Francia que accedía a la enseñanza superior. En 1910 publicó
el Tratado sobre la radiactividad y en 1911 preparó un patrón internacional del
radio que depositó en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de París.
Ese año recibió por segunda vez el Premio Nobel, en esta ocasión de química, por
el descubrimiento del radio y del polonio; era la primera vez que un científico
merecía por dos veces el galardón. Parece que en la decisión de la Academia
Sueca pudo influir que hubiera fracasado la candidatura de Marie Curie para la
Academia de las Ciencias francesa, así13 como el hecho de haber sido víctima de
un escándalo periodístico a propósito de su relación sentimental con Paul
Langevin, físico francés que había sido discípulo de Pierre Curie.
Irene y Marie Curie en el Instituto del Radio (1921)
En la mayoría de países europeos se empezaron a crear institutos del radio, ante
su plausible utilidad en la curación del cáncer. La propia Marie Curie aceptó la
dirección honoraria del que se inauguró en Varsovia en 1913; en julio del siguiente
año se terminó en París la construcción de un laboratorio consagrado al estudio de
la radiactividad, el Instituto del Radio, por un acuerdo entre el Instituto Pasteur y la
Sorbona, con una sección dedicada a la investigación médica y otra reservada a la
física y la química, dirigida por Marie Curie. Durante la Primera Guerra Mundial
creó, con la ayuda de donativos privados, un equipo de expertos en técnicas
radiográficas y, con la colaboración de su hija Irene, puso en funcionamiento más
de doscientos vehículos radiológicos; madre e hija se desplazaron hasta el frente
para enseñar a los médicos los nuevos métodos y técnicas de la radiología.
En mayo de 1921 Marie Curie realizó, en compañía de sus hijas, una gira triunfal
por Estados Unidos con objeto de recoger el gramo de radio (valorado por
entonces en cien mil dólares) cuya adquisición había hecho posible la suscripción
popular promovida por una periodista. A su regreso comenzaron a manifestarse en
Marie los primeros síntomas de que padecía cataratas, y la sospecha de que las
emanaciones de radio podían producir algo más que quemaduras en los dedos
empezó a tomar cuerpo, pese a que la esperanza de que tuvieran un efecto
permanente sobre las células cancerosas estaba entonces en su apogeo.
Curie y el físico Robert Millikan en el Congreso de Física Nuclear de Roma (1931)
En 1922 fue invitada a formar parte de la Comisión para la Cooperación Intelectual
creada por la Sociedad de Naciones, de la que ocupó la vicepresidencia. En 1925
su hija Irene Curie contrajo matrimonio con el físico francés Frédéric Joliot; ambos
descubrieron en enero de 1934 la radiactividad artificial, descubrimiento por el que
recibirían en 1935 el Premio Nobel de química, el tercero de los merecidos por la
familia. Pocos meses después del descubrimiento, la salud de Marie Curie se
deterioró definitivamente. Creyendo que se trataba de una inflamación de antiguas
lesiones tuberculosas, fue conducida a un sanatorio en Sancellemoz; allí se le
diagnosticó una anemia perniciosa, y falleció el 4 de julio de 1934. Su hija Irene
murió asimismo de leucemia en 1956; su marido reconoció que la muerte era
consecuencia de la radiación, aunque sostuvo que la afección hepática que le
costaría a él mismo la vida dos años más tarde no tenía nada que ver con la
radiactividad.
Cuando, durante la Primera Guerra Mundial, Marie recorrió los hospitales de
campaña para ayudar a los cirujanos con las nuevas técnicas radiológicas (gracias
a los rayos X podían descubrirse balas y fragmentos de metralla ocultos en los
heridos), su ayuda inestimable hizo que se la empezase a llamar "Suprema
Bienhechora de la Humanidad". Marie14 siempre rechazó estas manifestaciones,
que consideraba inmerecidas: seguía siendo tan modesta y discreta como cuando
sólo era una joven estudiante polaca en la Sorbona. Einstein, que la conoció una
vez terminada la guerra y mantuvo con ella una fructífera relación científica,
afirmó: "Madame Curie es, de todos los personajes célebres, el único al que la
gloria no ha corrompido".

5 biografía Galileo Galilei

La revolución científica del Renacimiento tuvo su arranque en el heliocentrismo de


Copérnico y su culminación, un siglo después, en la mecánica de Newton. Su más
eximio representante, sin embargo, fue el científico italiano Galileo Galilei. En el
campo de la física, Galileo formuló las primeras leyes sobre el movimiento; en el
de la astronomía, confirmó la teoría copernicana con sus observaciones
telescópicas. Pero ninguna de estas valiosas aportaciones tendría tan
trascendentales consecuencias como la introducción de la metodología
experimental, logro que le ha valido la consideración de padre de la ciencia
moderna.
Por otra parte, el proceso inquisitorial a que fue sometido Galileo por defender el
heliocentrismo acabaría elevando su figura a la condición de símbolo: en el craso
error cometido por las autoridades eclesiásticas se ha querido ver la ruptura
definitiva entre ciencia y religión y, pese al desenlace del proceso, el triunfo de la
razón sobre el oscurantismo medieval. De forma análoga, la célebre frase que se
le atribuye tras la forzosa retractación (Eppur si muove, 'Y sin embargo, la Tierra
se mueve') se ha convertido en el emblema del poder incontenible de la verdad
frente a cualquier forma de dogmatismo establecido.
Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Lo poco que, a través de
algunas cartas, se conoce de su madre, Giulia Ammannati di Pescia, no compone
de ella una figura demasiado halagüeña. Su padre, Vincenzo Galilei, era florentino
y procedía de una familia que tiempo atrás había sido ilustre; músico de vocación,
las dificultades económicas lo habían obligado a dedicarse al comercio, profesión
que lo llevó a instalarse en Pisa. Hombre de amplia cultura humanista, fue un
intérprete consumado y un compositor 15 y teórico de la música; sus obras sobre
teoría musical gozaron de una cierta fama en la época.
De él hubo de heredar Galileo no sólo el gusto por la música (tocaba el laúd), sino
también el carácter independiente y el espíritu combativo, y hasta puede que el
desprecio por la confianza ciega en la autoridad y el gusto por combinar la teoría
con la práctica. Galileo fue el primogénito de siete hermanos de los que tres
(Virginia, Michelangelo y Livia) acabarían contribuyendo, con el tiempo, a
incrementar sus problemas económicos. En 1574 la familia se trasladó a
Florencia, y Galileo fue enviado un tiempo al monasterio de Santa Maria di
Vallombrosa, como alumno o quizá como novicio.
Juventud académica
En 1581 Galileo ingresó en la Universidad de Pisa, donde se matriculó como
estudiante de medicina por voluntad de su padre. Cuatro años más tarde, sin
embargo, abandonó la universidad sin haber obtenido ningún título, aunque con un
buen conocimiento de Aristóteles. Entretanto, se había producido un hecho
determinante en su vida: su iniciación en las matemáticas (al margen de sus
estudios universitarios) y la consiguiente pérdida de interés por su carrera como
médico.
De vuelta en Florencia en 1585, Galileo pasó unos años dedicado al estudio de las
matemáticas, aunque interesado también por la filosofía y la literatura, en la que
mostraba sus preferencias por Ariosto frente a Tasso; de esa época data su primer
trabajo sobre el baricentro de los cuerpos (que luego recuperaría, en 1638, como
apéndice de la que habría de ser su obra científica principal) y la invención de una
balanza hidrostática para la determinación de pesos específicos, dos
contribuciones situadas en la línea de Arquímedes, a quien Galileo no dudaría en
calificar de «sobrehumano».
Tras dar algunas clases particulares de matemáticas en Florencia y en Siena, trató
de obtener un empleo regular en las universidades de Bolonia, Padua y en la
propia Florencia. En 1589 consiguió por fin una plaza en el Estudio de Pisa, donde
su descontento por el paupérrimo sueldo percibido no pudo menos que ponerse
de manifiesto en un poema satírico contra la vestimenta académica. En Pisa
compuso Galileo un texto sobre el movimiento que mantuvo inédito, en el cual,
dentro aún del marco de la mecánica medieval, criticó las explicaciones
aristotélicas de la caída de los cuerpos y del movimiento de los proyectiles.
El método experimental
En continuidad con esa crítica, una cierta tradición historiográfica ha forjado la
anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo refutando
materialmente a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos
desde lo alto del Campanile de Pisa, ante las miradas contrariadas de los
peripatéticos. Casi dos mil años antes, Aristóteles había afirmado que los cuerpos
más pesados caen más deprisa; según esta16 leyenda, Galileo habría demostrado la
falsedad de este concepto con el simple procedimiento de dejar caer
simultáneamente cuerpos de distinto peso desde lo alto de la torre y constatar que
todos llegaban al suelo al mismo tiempo.
Recreación del plano inclinado de Galileo (Museo Galileo, Florencia
De ser cierto, podría fecharse en el episodio de la torre de Pisa el nacimiento de la
metodología científica moderna. Y es que, en tiempos de Galileo, la ciencia era
fundamentalmente especulativa. Las ideas y teorías de los grandes sabios de la
Antigüedad y de los padres de la Iglesia, así como cualquier concepto mencionado
en las Sagradas Escrituras, eran venerados como verdades indudables e
inmutables a las que podían añadirse poco más que glosas y comentarios, o
abstractas especulaciones que no alteraban su sustancia. Aristóteles, por ejemplo,
había distinguido entre movimientos naturales (las piedras caen al suelo porque es
su lugar natural, y el humo, por ser caliente, asciende hacia el Sol) y violentos
(como el de una flecha lanzada al cielo, que no es su lugar natural); los estudiosos
de los tiempos de Galileo se dedicaban a razonar en torno a clasificaciones tan
estériles como ésta, buscando un inútil refinamiento conceptual.
En lugar de ello, Galileo partía de la observación de los hechos, sometiéndolos a
condiciones controladas y mesurables en experimentos. Probablemente es falso
que dejase caer pesos desde la torre de Pisa; pero es del todo cierto que
construyó un plano inclinado de seis metros de largo (alisado para reducir la
fricción) y un reloj de agua con el que midió la velocidad de descenso de las bolas.
De la observación surgían hipótesis que habían de corroborarse en nuevos
experimentos y formularse matemáticamente como leyes universalmente válidas,
pues, según un célebre concepto suyo, «el Libro de la Naturaleza está escrito en
lenguaje matemático». Con este modo de proceder, hoy natural y en aquel tiempo
nuevo y escandaloso (por cuestionar ideas universalmente admitidas y la
autoridad de los sabios y doctores), Galileo inauguraba la revolución metodológica
que le ha valido el título de «padre de la ciencia moderna».
Los años fecundos en Padua (1592-1610)

La muerte de su padre en 1591 significó para Galileo la obligación de


responsabilizarse de su familia y atender a la dote de su hermana Virginia.
Comenzaron así una serie de dificultades económicas que no harían más que
agravarse en los años siguientes; en 1601 hubo de proveer a la dote de su
hermana Livia sin la colaboración de su hermano Michelangelo, quien había
marchado a Polonia con dinero que Galileo le había prestado y que nunca le
devolvió (más tarde, Michelangelo se estableció en Alemania gracias de nuevo a
la ayuda de su hermano, y envió luego a vivir con él a toda su familia).
La necesidad de dinero en esa época se 17vio aumentada por el nacimiento de los
tres hijos del propio Galileo: Virginia (1600), Livia (1601) y Vincenzo (1606),
habidos de su unión con Marina Gamba, que duró de 1599 a 1610 y con quien no
llegó a casarse. Todo ello hizo insuficiente la pequeña mejora conseguida por
Galileo en su remuneración al ser elegido, en 1592, para la cátedra de
matemáticas de la Universidad de Padua por las autoridades venecianas que la
regentaban. Hubo de recurrir a las clases particulares, a los anticipos e incluso a
los préstamos. Pese a todo, la estancia de Galileo en Padua, que se prolongó
hasta 1610, constituyó el período más creativo, intenso y hasta feliz de su vida.
Galileo Galilei (detalle de un retrato de Domenico Tintoretto, c. 1606)
En Padua tuvo ocasión Galileo de ocuparse de cuestiones técnicas como la
arquitectura militar, la castrametación, la topografía y otros temas afines de los
que trató en sus clases particulares. De entonces datan también diversas
invenciones, como la de una máquina para elevar agua, un termoscopio y un
procedimiento mecánico de cálculo que expuso en su primera obra impresa:
Operaciones del compás geométrico y militar (1606). Diseñado en un principio
para resolver un problema práctico de artillería, el instrumento no tardó en ser
perfeccionado por Galileo, que amplió su uso en la solución de muchos otros
problemas. La utilidad del dispositivo, en un momento en que no se habían
introducido todavía los logaritmos, le permitió obtener algunos ingresos mediante
su fabricación y comercialización.
En 1602 Galileo reemprendió sus estudios sobre el movimiento, ocupándose del
isocronismo del péndulo y del desplazamiento a lo largo de un plano inclinado, con
el objeto de establecer cuál era la ley de caída de los graves. Fue entonces, y
hasta 1609, cuando desarrolló las ideas que treinta años más tarde constituirían el
núcleo de sus Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas
ciencias (1638), obra que compendia su espléndida contribución a la física.
Los descubrimientos astronómicos
En julio de 1609, de visita en Venecia (para solicitar un aumento de sueldo),
Galileo tuvo noticia de un nuevo instrumento óptico que un holandés había
presentado al príncipe Mauricio de Nassau; se trataba del anteojo, cuya
importancia práctica captó Galileo inmediatamente, dedicando sus esfuerzos a
mejorarlo hasta hacer de él un verdadero telescopio. Aunque declaró haber
conseguido perfeccionar el aparato merced a consideraciones teóricas sobre los
principios ópticos que eran su fundamento, lo más probable es que lo hiciera
mediante sucesivas tentativas prácticas que, a lo sumo, se apoyaron en algunos
razonamientos muy sumarios.
Galileo muestra el telescopio al dux de Venecia (fresco de Giuseppe Bertini)
Sea como fuere, su mérito innegable residió en que fue el primero que acertó en
extraer del instrumento un provecho científico decisivo. Entre diciembre de 1609 y
enero de 1610, Galileo realizó con su telescopio
18 las primeras observaciones de la
Luna, interpretando lo que veía como prueba de la existencia en nuestro satélite
de montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la
Tierra; las tesis aristotélicas tradicionales acerca de la perfección del mundo
celeste, que exigían la completa esfericidad de los astros, quedaban puestas en
entredicho.
El descubrimiento de cuatro satélites de Júpiter contradecía, por su parte, el
principio de que la Tierra tuviera que ser el centro de todos los movimientos que
se produjeran en el cielo. A finales de 1610, Galileo observó que Venus
presentaba fases semejantes a las lunares, hecho que interpretó como una
confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el
geocéntrico de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación
para el fenómeno.
Ansioso de dar a conocer sus descubrimientos, Galileo redactó a toda prisa un
breve texto que se publicó en marzo de 1610 y que no tardó en hacerle famoso en
toda Europa: El mensajero sideral. Su título original, Sidereus Nuncius, significa 'el
nuncio sideral' o 'el mensajero de los astros', aunque también admite la traducción
'el mensaje sideral'. Éste último es el sentido que Galileo, años más tarde, dijo
haber tenido en mente cuando se le criticó la arrogancia de atribuirse la condición
de embajador celestial. Elogios en italiano y en dialecto veneciano celebraron la
obra. Tommaso Campanella escribía desde su cárcel de Nápoles: «Después de tu
Nuncio, oh Galileo, debe renovarse toda la ciencia». Kepler, desconfiado al
principio, comprendió después todas las ventajas que se derivaban de usar un
buen telescopio, y también se entusiasmó ante las maravillosas novedades.
El libro estaba dedicado al gran duque de Toscana Cosme II de Médicis y, en su
honor, los satélites de Júpiter recibían allí el nombre de «planetas Mediceos». Con
ello se aseguró Galileo su nombramiento como matemático y filósofo de la corte
toscana y la posibilidad de regresar a Florencia, por la que venía luchando desde
hacía ya varios años. El empleo incluía una cátedra honoraria en Pisa, sin
obligaciones docentes, con lo que se cumplía una esperanza largamente abrigada
y que le hizo preferir un monarca absoluto a una república como la veneciana, ya
que, como él mismo escribió, «es imposible obtener ningún pago de una república,
por espléndida y generosa que pueda ser, que no comporte alguna obligación; ya
que, para conseguir algo de lo público, hay que satisfacer al público».

No obstante, aceptar estas prebendas no era una decisión exenta de riesgos,


pues Galileo sabía bien que el poder de la Inquisición, escaso en la República de
Venecia, era notoriamente superior en su patria toscana. Ya en diversas cartas
había dejado constancia inequívoca de que su revisión de la estructura general del
firmamento lo habían llevado a las mismas conclusiones que a Copérnico y a
rechazar frontalmente el sistema de Tolomeo, o sea a preconizar el heliocentrismo
19
frente al geocentrismo vigente. Desgraciadamente, por esas mismas fechas tales
ideas interesaban igualmente a los inquisidores, pero éstos abogaban por la
solución contraria y comenzaban a hallar a Copérnico sospechoso de herejía.
La batalla del copernicanismo
En septiembre de 1610, Galileo se estableció en Florencia, donde, salvo breves
estancias en otras ciudades italianas, había de transcurrir la última etapa de su
vida. En 1611 un jesuita alemán, Christof Scheiner, publicó bajo seudónimo un
libro acerca de las manchas solares que había descubierto en sus observaciones.
Por las mismas fechas Galileo, que ya las había observado con anterioridad, las
hizo ver a diversos personajes durante su estancia en Roma, con ocasión de un
viaje que se calificó de triunfal y que sirvió, entre otras cosas, para que Federico
Cesi le hiciera miembro de la Accademia dei Lincei, que el propio Cesi había
fundado en 1603 y que fue la primera sociedad científica de una importancia
perdurable.
Galileo Galilei (retrato de Justus Sustermans, 1636)
Bajo sus auspicios se publicó en 1613 la Historia y demostraciones sobre las
manchas solares y sus accidentes, donde Galileo salía al paso de la interpretación
de Scheiner, quien pretendía que las manchas eran un fenómeno extrasolar
(«estrellas» próximas al Sol que se interponían entre éste y la Tierra). El texto
desencadenó una polémica acerca de la prioridad en el descubrimiento que se
prolongó durante años e hizo del jesuita uno de los más encarnizados enemigos
de Galileo, lo cual no dejaría de tener consecuencias en el proceso que había de
seguirle la Inquisición. Por lo demás, fue allí donde, por primera y única vez,
Galileo dio a la imprenta una prueba inequívoca de su adhesión a la astronomía
copernicana, que ya había comunicado en una carta a Kepler en 1597.
Ante los ataques de sus adversarios académicos y las primeras muestras de que
sus opiniones podían tener consecuencias conflictivas con la autoridad
eclesiástica, la postura adoptada por Galileo fue la de defender (en diversos
escritos entre los que destaca la Carta a la señora Cristina de Lorena, gran
duquesa de Toscana, 1615) que, aun admitiendo que no podía existir ninguna
contradicción entre las Sagradas Escrituras y la ciencia, era preciso establecer la
absoluta independencia entre la fe católica y los hechos científicos. Ahora bien,
como hizo notar el cardenal Roberto Belarmino, no podía decirse que se
dispusiera de una prueba científica concluyente en favor del movimiento de la
Tierra, el cual, por otra parte, estaba en contradicción con las enseñanzas bíblicas;
en consecuencia, no cabía sino entender el sistema copernicano como hipotético
Galileo ante la Inquisición
En 1616 Galileo fue reclamado por primera vez en Roma para responder a las
acusaciones esgrimidas contra él, batalla a la que se aprestó sin temor alguno,
presumiendo una resolución favorable de 20la Iglesia. El astrónomo fue en un primer
momento recibido con grandes muestras de respeto en la ciudad; pero, a medida
que el debate se desarrollaba, fue quedando claro que los inquisidores no darían
su brazo a torcer ni seguirían de buen grado las brillantes argumentaciones del
pisano. Muy al contrario, este episodio pareció convencerles definitivamente de la
urgencia de incluir la obra de Copérnico en el Índice de obras proscritas: el 23 de
febrero de 1616 el Santo Oficio condenó al sistema copernicano como «falso y
opuesto a las Sagradas Escrituras», y Galileo recibió la admonición de no enseñar
públicamente las teorías de Copérnico.
Consciente de que no poseía la prueba que Belarmino reclamaba, por más que
sus descubrimientos astronómicos no le dejaran lugar a dudas sobre la verdad del
copernicanismo, Galileo se refugió durante unos años en Florencia en el cálculo
de unas tablas de los movimientos de los satélites de Júpiter, con el objeto de
establecer un nuevo método para el cálculo de las longitudes en alta mar, método
que trató en vano de vender al gobierno español y al holandés.
En 1618 se vio envuelto en una nueva polémica con otro jesuita, Orazio Grassi, a
propósito de la naturaleza de los cometas y la inalterabilidad del cielo. Tal
controversia dio como resultado un texto, El ensayador (1623), rico en reflexiones
acerca de la naturaleza de la ciencia y el método científico, que contiene su
famosa idea de que «el Libro de la Naturaleza está escrito en lenguaje
matemático». La obra, editada por la Accademia dei Lincei, venía dedicada por
ésta al nuevo papa Urbano VIII, es decir, al cardenal Maffeo Barberini, cuya
elección como pontífice llenó de júbilo al mundo culto en general, y en particular a
Galileo, a quien el cardenal había ya mostrado su afecto.
Primera edición del Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo (1632)
La nueva situación animó a Galileo a redactar la gran obra de exposición de la
cosmología copernicana que había ya anunciado muchos años antes: el Diálogo
sobre los dos máximos sistemas del mundo (1632); en ella, los puntos de vista
aristotélicos defendidos por Simplicio se confrontaban con los de la nueva
astronomía abogados por Salviati, en forma de diálogo moderado por la bona
mens de Sagredo, que deseaba formarse un juicio exacto de los términos precisos
en los que se desenvolvía la controversia.
La obra fracasó en su intento de estar a la altura de las exigencias expresadas por
Belarmino, ya que aportaba, como prueba del movimiento de la Tierra, una
explicación falsa de las mareas, y aunque fingía mediante el recurso al diálogo
adoptar un punto de vista aparentemente neutral, la inferioridad de Simplicio ante
Salviati (y por tanto del sistema tolemaico frente al copernicano) era tan manifiesta
que el Santo Oficio no dudó en abrirle un proceso a Galileo, pese a que éste había
conseguido un imprimatur para publicar el libro en 1632.
La sentencia definitiva
Interpretando la publicación del Diálogo 21
como un acto de desacato a la prohibición
de divulgar el copernicanismo, sus inveterados enemigos lo reclamaron de nuevo
en Roma, ahora en términos menos diplomáticos, para que respondiera de sus
ideas ante el Santo Oficio en un proceso que se inició el 12 de abril de 1633. El
anciano y sabio Galileo, a sus casi setenta años de edad, se vio sometido a un
humillante y fatigoso interrogatorio que duró veinte días, enfrentado inútilmente a
unos inquisidores que de manera cerril, ensañada y sin posible apelación
calificaban su libro de «execrable y más pernicioso para la Iglesia que los escritos
de Lutero y Calvino».
Galileo ante el Santo Oficio (Óleo de Robert-Fleury)
Encontrado culpable pese a la renuncia de Galileo a defenderse y a su
retractación formal, fue obligado a pronunciar de rodillas la abjuración de su
doctrina y condenado a prisión perpetua. El Diálogo sobre los dos máximos
sistemas del mundo ingresó en el Índice de libros prohibidos y no salió de él hasta
1728. Según una piadosa tradición, tan conocida como dudosa, el orgullo y la
terquedad del astrónomo lo llevaron, tras su vejatoria renuncia a creer en lo que
creía, a golpear enérgicamente con el pie en el suelo y a proferir delante de sus
perseguidores: «¡Y sin embargo se mueve!» (Eppur si muove, refiriéndose a la
Tierra). No obstante, muchos de sus correligionarios no le perdonaron la cobardía
de su abjuración, actitud que amargó los últimos años de su vida, junto con el
ostracismo al que se vio abocado de forma injusta.
La pena fue suavizada al permitírsele que la cumpliera en su quinta de Arcetri,
cercana al convento donde en 1616 y con el nombre de sor Maria Celeste había
ingresado su hija más querida, Virginia, que falleció en 1634. En su retiro, donde a
la aflicción moral se sumaron las del artritismo y la ceguera, Galileo consiguió
completar la última y más importante de sus obras: Discursos y demostraciones
matemáticas en torno a dos nuevas ciencias, publicada en Leiden por Luis Elzevir
en 1638.
En ella, partiendo de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los
materiales, Galileo sentó las bases físicas y matemáticas para un análisis del
movimiento que le permitió demostrar las leyes de caída de los graves en el vacío
y elaborar una teoría completa del disparo de proyectiles. La obra estaba
destinada a convertirse en la piedra angular de la ciencia de la mecánica
construida por los científicos de la siguiente generación, cuyos esfuerzos
culminarían en el establecimiento de las leyes de la dinámica (leyes de Newton)
por obra del genial fundador de la física clásica, Isaac Newton. En la madrugada
del 8 al 9 de enero de 1642, Galileo falleció en Arcetri confortado por dos de sus
discípulos, Vincenzo Viviani y Evangelista Torricelli, a los cuales se les había
permitido convivir con él los últimos años.
Casi trescientos años después, en 1939, 22 el dramaturgo alemán Bertold Brecht
escribió una pieza teatral basada en la vida del astrónomo pisano en la que se
discurre sobre la interrelación de la ciencia, la política y la revolución social.
Aunque en ella Galileo termina diciendo «Yo traicioné mi profesión», el célebre
dramaturgo opina, cargado de melancólica razón, que «desgraciada es la tierra
que necesita héroes». En 1992, exactamente tres siglos y medio después del
fallecimiento de Galileo, la comisión papal a la que Juan Pablo II había encargado
la revisión del proceso inquisitorial reconoció el error cometido por la Iglesia
católica.

Biogarfia de 5 cientificos a nivel nacional


1- Ricardo Bressani
El doctor Ricardo Bressani Castignoli, nació en la ciudad de Guatemala el 28 de septiembre de
1926.
Obtuvo la Licenciatura en Química en 1948 en University of Dayton, Ohio, con la ayuda de una
beca del Colegio de Infantes de Guatemala y una maestría en 1951 en Iowa State University.
Ese mismo año regresó a Guatemala en donde trabajó en el Instituto de Nutrición de Centro
América y Panamá (INCAP). En 1952, mediante una beca de la Fundación Rockefeller, realizó
estudios de post grado en el área de bioquímica en Purdue University, Indiana, en donde obtuvo el
doctorado en 1956.
Seguidamente se reincorporó al INCAP, en donde se desempeñó como Jefe de la División de
Ciencias Agrícolas y de Alimentos hasta 1993.
Sus primeros trabajos versaron sobre el valor nutritivo del maíz, base de la alimentación
guatemalteca. Las principales actividades de investigación realizadas por el Dr. Bressani han
consistido en encontrar soluciones prácticas a algunos de los problemas nutricionales que afectan
a la población, particularmente niños y mujeres en los países en desarrollo y en especial de
América Central.
Ha desarrollado harinas de algodón de alta calidad, harinas de leguminosas, de plátano y de
cereales, dentro de las cuales sobresale la Incaparina.
Sus trabajos pioneros de 1956, aún son citados en la literatura científica, igualmente lo son sus
estudios sobre la nixtamalización en tortillas y otros productos, ligados íntimamente con la
producción industrial y las mejoras nutritivas de dicho cereal.
El proceso de nixtamalización consiste en cocer muestras de maíz con una concentración de 1.2%
de cal durante 75 minutos, a 96°C, y posteriormente remojar durante 10 horas y lavar la mezcla.
Sus hallazgos, basados en probar variedades diferentes de maíz, incluyeron grandes pérdidas de
vitaminas del grupo B, disminución de la cantidad23 de fibra dietética y de ácido fítico, pero
ganancias sustanciales en calcio y en menor cantidad, de niacina.
En vista del problema de desnutrición energético-proteica entre la población de Guatemala, el Dr
Bressani inició, a principios de 1950, un programa de investigación dedicado a desarrollar mezclas
vegetales con proteínas de alta calidad para niños y adultos. Una serie de mezclas se formularon y
se probaron exhaustivamente con especies animales, donde se demostró su valor nutricional y
seguridad, antes de llevar a cabo pruebas en humanos.
Diversos productos fueron desarrollados y lanzados al mercado a nivel local, incluyendo:
Incaparina, Vitatol e Innovarína/Bienestarina.
El Dr. Bressani desarrolló mezclas y productos alimenticios, como galletas, que han sido usadas en
programas de alimentación para escuelas en Guatemala.

LOGROS
El Dr. Bressani ha sido distinguido con múltiples reconocimientos entre los cuales sobresalen:
→ El Babcock Hart Award, del Institute of Food Technologists de Estados Unidos en 1970;
→ El McCollum Award otorgado por la American Society of Clinical Nutrition en 1971;
→ Doctor Honoris Causa de Purdue University en 1976; el Premio Mundial de la Ciencia ‘Albert
Einstein’ otorgado por el Centro Cultural Mundial en 1984;
→ Doctor Honoris Causa de la Universidad del Valle de Guatemala en 1991;
→ El Premio ‘Abraham Horwitz’ otorgado por la Pan American Health Organization de Suiza en
1996;
→ La Medalla de Oro en Ciencia y Tecnología, conferido por el Congreso de la República de
Guatemala en 1997;
→ La Orden del Quetzal en el Grado de Gran Cruz, otorgada por el Gobierno de Guatemala en
1999;
→ El Premio México en Ciencia y Tecnología 2001 conferido por el Gobierno de México y el Premio
Internacional Danone para la Nutrición 2003.

2- Aldo Castañeda

El Dr. Aldo Castañeda es reconocido mundialmente como uno de los pioneros de


la Cirugía Cardíaca Pediátrica. Durante su vida ha sido miembro de más de 42
sociedades internacionales y científicas. Además de ser honorario de casi 20
sociedades intelectuales.
Nacimiento: Nervi, Italia, 17 de julio de 1930.
Nombre completo: Aldo Ricardo Castañeda Heuberger.
Ocupación: Médico cirujano. 24

Biografía del Dr. Aldo Castañeda Su vida


Su madre, Isabel Heuberger, era de Nicaragua. En cambio su padre, Ricardo
Castañeda Palacios era de Guatemala. En 1935 Aldo R. Castañeda con toda la
familia se mudó a Munich, Alemania, donde su padre estudió medicina.

Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939, al ser extranjeros


guatemaltecos, fueron considerados enemigos y no se les permitió irse de
Alemania. En 1951, Aldo tuvo la oportunidad y se mudó a Guatemala, donde
estudió medicina en la Universidad de San Carlos. De hecho, cada año de su
carrera fue el mejor estudiante de medicina.

Entre 1956 y 1957, realizó experimentos para su tesis de graduación que


brindaron grandes avances para los estudios de cirugía en el corazón.
Posteriormente, aplicó para estudiar en la Universidad de Minnesota, en Estados
Unidos. Allí completó su Maestría en Bioquímica en 1963.

En 1964 se convirtió en Doctor en Filosofía, en Fisiología y cirugía experimental.


También consiguió su Diplomado por el American Board of Surgery y el American
Board of Thoracic Surgery en 1965.
Gracias a su gran habilidad como intelectual y cirujano, laboró como profesor de
cirugía en la Universidad de Minnesota en 1970. Luego, en 1972 se convirtió en
profesor de cirugía en la Universidad de Harvard y Jefe Cirujano Cardíaco en el
Hospital de niños en Boston. Finalmente se retiró en 1994 y pasó casi 3 años en
Suiza.

En 1997 regresó a Guatemala con su esposa, Arcely Rey-Rosa, y creó la Unidad


Cardiovascular Pediátrica. Este se convirtió en un centro de referencia a nivel
nacional, así como en Centroamérica y el Caribe, para el diagnóstico y tratamiento
de niños con malformaciones congénitas del corazón.

Después creó la Fundación Aldo Castañeda en 1998. Gracias a los fondos


recaudados adquirió el compromiso de equipar, amueblar y organizar la Unidad
Cardiovascular Pediátrica. De esta forma, hasta el año 2016 dicha fundación ha
logrado atender, diagnosticar y tratar a 192,302 niños que han nacido con dichos
problemas de salud.

En febrero del 2018, finalmente se retiró de su actividad y ardua labor en la


pediatría cardiovascular de Guatemala.

Reconocimientos
Premio Justo Rufino Barrios por ser el mejor estudiante de la USAC —1958—.
Profesor Distinguido de la Universidad de Minesota —1966—.
Fish Medal, Hospital de Niños en Texas 25 —1999—.
Premio al Maestro Distinguido, American College of Cardiology —1999—.
Orden del Quetzal en grado de la Gran Cruz, Guatemala —2004—.
Premio Humanitario de la Fundación Mundial del Corazón —2004—.
Premio al Servicio Distinguido, American College of Cardiology —2005—.
Orden de Atanasio Tzul.
Así como diferentes distinciones por contribuciones al avance de la Cirugía
Cardiaca Pediátrica de parte de varios países como Alemania, Argentina, Austria,
España, Francia, Inglaterra, Italia, Venezuela y Estados Unidos.

3- Federico Lehnhoff

Federico Lehnhoff Wyld fue un destacado científico guatemalteco que descubrió e inició la
producción comercial del café instantáneo.
Nacimiento: 8 de mayo 1871.
Fallecimiento: 8 de diciembre de 1932.
Ocupación: médico, científico, inventor, catedrático y músico guatemalteco.
Biografía de Federico Lehnhoff(Foto: Fotografías antiguas de Guatemala y algo más)
Vida de Federico Lehnohff
Fue hijo de Edward Christian Bernhard Lehnhoff y Dolores Wyld Quiñónez y se conoce que desde
niño creció en Alemania. Estudió medicina en la Universidad de Berlín, posteriormente en 1893
regresó a Guatemala y sus estudios fueron revalidados por la Universidad de San Carlos
Guatemala. El médico guatemalteco estuvo casado con Isabel Wyld Viteri, con quien tuvo 4 hijos:
Marta, Federico, Concepción e Isabel.
A lo largo de su carrera médica realizó distintos estudios e impartió clases sobre cirugías y
metodologías neuroquirúrgicas, las cuales fueron de apoyo para la invención de medicamentos.
Uno de ellos fue el Sulfacenol, medicina contra el paludismo.
El acontecimiento que lo llevó al éxito y reconocimiento público fue el café soluble o mejor
conocido como café instantáneo. Este descubrimiento lo realizó en 1909 al olvidar una taza de
café, la cual días después encontró únicamente con residuos en polvo.
Fue hasta en 1911, con el apoyo de Eduardo Tallien de Cabarrús, que fundó una empresa dedicada
a la producción del café instantáneo. Tres años después estableció en Francia su segunda empresa
de café instantáneo llamada Sociéte du Café Soluble Belna. Su producto de calidad lo llevó a ser
acreedor de la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Gante, Bélgica.
Datos curiosos
En 1895 se convirtió en el primer reportero científico guatemalteco al informar sobre el
descubrimiento de los Rayos X por Wilhelm Roentgen.
Participó como jurado en el Certamen Nacional de Composición Musical en 1905.
En 1911 patentó la marca Café Soluble en Estados26Unidos y varios países europeos.
Fue premiado con la condecoración de Caballero de la Legión de Honor del gobierno francés.
Lehnhoff falleció en Saint-Cloud, una pequeña ciudad de Francia.
En memoria de su legado, la Universidad Francisco Marroquín constituyó una beca de estudios
llamada Federico Lehnhoff Wyld.

4- Ricardo Falla Sánchez

Ricardo Falla (nacido en 1932) es un guatemalteco jesuita y antropólogo . Estudió en los Estados
Unidos y ha dedicado su vida a documentar la vida y culturas del Quiché [K'iche '] indios mayas en
Guatemala y otros pueblos indígenas en América Central . Sus escritos documentan las masacres
de comunidades indígenas, sus luchas por la justicia y los derechos humanos , y su revitalización
con la asistencia de la Acción Católica , una organización externa.
Libros
La conversión religiosa: Estudio sobre la ONU movimiento rebelde a Las Creencias Tradicionales en
San Antonio Ilotenango, Quiché, Guatemala (1948-1970), Universidad de Texas en Austin, 1975
Quiché Rebelde: Estudio de la ONU Movimiento de conversión religiosa, rebelde a las Creencias
Tradicionales, cuarto de San Antonio Ilotenango, Quiché (1948-1970), 1978; Quiché Rebelde: La
conversión religiosa, política y la identidad étnica en Guatemala, 2003
Masacres de la selva: Ixcán, Guatemala, 1975-1982, 1993; Masacres de la Selva: Ixcán, Guatemala,
1975-1982, 1994
Historia de un gran amor: Recuperación autobiográfica de la Experiencia con las Comunidades de
Población en Resistencia, Ixcán, Guatemala, 1993
Colecciones de archivo
Los papeles de Falla-Sánchez ahora residen en la Universidad de Marquette , una universidad
jesuita, en Milwaukee, Wisconsin . La colección incluye versiones reconstruidas de los papeles de
Falla y la documentación relativa a los cuna indígena, Quiché [K'iche '], y yaruro de Panamá ,
Guatemala y Venezuela , respectivamente. El microfilm incluye materiales de texto, mapas y
gráficos tales como diversas notas de campo y materiales relacionados con la vida, la cultura, y la
victimización de los indígenas . La colección también incluye las impresiones fotográficas de copias
y los negativos y las grabaciones de la entrevista en serie separada.

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5- Rodolfo Robles Valverde


Ciudad de Guatemala, mayo de 2012/Médico e investigador guatemalteco, nació
en la ciudad de Quetzaltenango el 14 de enero de 1878. Fueron sus padres don
Francisco Robles y doña Trinidad Valverde de Robles. Sus estudios de primaria
los realizó en el Colegio Santa Clara, en San Francisco, California (1890). Sus
estudios de educación media los llevó a cabo en el Instituto Nacional de Varones
de Occidente (INVO), donde se graduó como Bachiller en Ciencias y Letras.
Luego, viajó a Francia a estudiar medicina, obteniendo en 1904 el grado de
Médico y Cirujano, de la Universidad de París y Diploma de Microbiólogo de la
misma casa de estudios, así como las especializaciones en Microbiología y
Micología por el Instituto Pasteur, Médico Higienista y Malariólogo por la
Universidad de París y en Física, Química y Ciencias Naturales de la Escuela
Preparatoria de la Enseñanza Superior de Ciencias, de la cuidad de Rouen,
Francia, e ingresando a laborar, inmediatamente después, en el Instituto Pasteur
de París.
En 1905, retorna a Quetzaltenango y se incorpora a la Escuela de Medicina de la
Universidad de San Carlos de Guatemala. Junto con los doctores Ramón
Solórzano y Alberto Rubio fundó una policlínica para la atención de la comunidad y
ese mismo año fue llamado como concejal de higiene de la Municipalidad de
Quetzaltenango.
Fundó, también, en aquella ciudad en 1908, el Instituto Pasteur, con autorización
concedida por medio del Decreto Gubernativo de fecha 29 de septiembre de aquel
año. Sin embargo no llegó a funcionar debido a una serie de viajes que tuvo que
emprender. Igualmente, fundó el Instituto Nacional de la Vacuna y preparó, por
primera vez en Guatemala, los fluidos antivariolosos que salvaron la vida a miles
de personas en la epidemia de 1908.
El 28 de julio de 1914 contrajo matrimonio con la señorita Julia Herrera Dorión,
con quien procreó dos hijos, Lolote y Rodolfo.
Falleció el 8 de noviembre de 1939 y sus restos descansan en el Cementerio
General de la ciudad de Guatemala.
Desempeño laboral
Catedrático de Bacteriología, Anatomía y Clínica Médica en la Facultad de
Medicina y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Director de Sanidad.
Concejal de la Alcaldía de Quetzaltenango.
Diputado de la Asamblea Legislativa.
Diputado de la Asamblea Constituyente
Consejero de Estado.
Jefe del primer servicio de Cirugía de Hombres
Jefe del Segundo servicio de Cirugía de Mujeres, en el Hospital General San Juan
de Dios. 28
Fue el primer decano de la Facultad de Ciencias Naturales y Farmacia (1922).

¡Honor a quien merece honor!


Distinciones:
Caballero de la Legión de Honor de la Universidad de París, por sus méritos
académicos (1923) y que recibiera de manos del presidente francés de aquella
época.
Oficial de la Orden Nacional de la Legión de Honor, Francia (1926).

Además, fue miembro de Honor de la sociedad Académica de Historia


Internacional.
Miembro activo de la Sociedad de Geografía e Historia;
Miembro activo de la Sociedad de Zoología.
Titular de la Sociedad Nacional de Horticultura.

Salvando vidas:
Gusano causante de la Filaria u Onchocerca.
El mayor de sus logros, fue el haber descubierto la filaria u onchocerca volvulus en
América, por medio de investigaciones realizadas en Guatemala en 1915,
pasando la enfermedad, a partir de esta fecha, a ser conocida como la
enfermedad de Robles.
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