Poemas Infantiles
Poemas Infantiles
Poemas Infantiles
Trabajase o disfrutase
me llevaba a donde fuera.
¡Qué lindos ratos pasamos!
¡Qué feliz que fui con ella!
[¡Que de la risa
se cae el moco!]
¡Bichín Colorado!
¡Velero!
Gritaban los delfines.
¡Velero!
Cantaban las ballenas
guiando con su canto
al velero en su remar.
Soñaba el velero
con surcar las aguas,
las aguas del mar.
Carnaval
Carnestolendas se acercan.
Carnestolendas me traigas.
Sirena varada
Sirena varada : Poema infantil
Perdida sobre la tierra,
varada a orillas del mar,
solita se ve a una sirena.
El esperado Diciembre
El esperado Diciembre | Poesía de Navidad
¡Ya huele a Navidad!
A mazapanes blandos
y chocolate caliente.
A polvorones, musgo,
leña humeante
y ardiente.
¡Miau!
Maullaba una mula,
mientras pintaba el cielo
sobre una grúa.
Pájaro cantor,
que pías a la mañana
bajo el manto de la noche,
el silencio del mochuelo,
y el rocío de la flor.
Sereno de la mañana,
abrigo de llanto y sueños,
pájaro madrugador.
La Rima en O
La Rima en O | Poesías cortas
Llegó el verano
que rima con O.
Sol, canción,
sandía y melón.
El mar suena a risa
y el pueblo a tambor.
Helado, pescado
y vestidos de lima limón.
¡Cuaderno,
libro de texto
y lápiz del dos!
Y yo…
prometo estar bien atento,
{¡y más que contento!}
si tú esta noche vienes
a contarme un cuento.
Y que, misteriosamente,
tiñen el cielo,
al llegar la noche,
de poderosas estrellas.
El niño Pestiño
El niño Pestiño
del que os voy a hablar,
tiene una historia
muy particular:
si le daban agua,
pedía limón,
si le daban juego,
quería un sillón.
Contra y recontra
el niño Pestiño,
daba sus pasos
a cada hora.
La oveja Teresa
Cuentan que, un año, a su nieto, para que
la oveja Teresa la siesta pudiese tomar.
se asustó al oír algo
y huyó del rebaño… Mira, pequeño,
un remedio muy viejo
Ocurrió que y también eficaz,
Perico el pastor es contar ovejitas
tenía visita, aquel día, hasta no poder más.
de su nieto Matías. Primero cae una;
luego la otra,
Fueron los dos a pastar y así todas las demás.
y, a las tres del mediodía,
el abuelo Perico quiso Cuentan que un año
que parasen a descansar. la oveja Teresa
se asustó al oír algo
Y en el alto del camino, a la hora de la siesta…
Perico contó un secreto
El payaso Sinsón
El payaso Sinsón
sonrisa no tenía
en su rostro bicolor.
Manos chinescas
Mano, mano
que me permites ser paloma
y también gusano.
Mano
que puede ser liebre,
conejo o gallo.
Mano, mano
Juego de sombras.
Juego de enanos.
El Mago de la serpiente
Se oye hablar
de un misterioso hombre,
delgado y con tocado
muy bien arreglado,
que toca sentado
frente a un cesto repleto,
de cientos de mantos espesos.
Pidola
Pídola y digo:
¡Salto al revés!
Un, dos, tres,
guarda tus codos,
la cabeza
y los pies.
Pídola y digo:
¡Seguid a este jorobado
y pasaréis un buen rato!
Un, dos, tres, cuatro,
guarda tus codos,
tu cabeza
y tus brazos.
Pídola y digo:
¡Pies juntos!
Y… ¡a saltar todo el mundo!
Corrían,
saltaban,
y jugaban a deletrear.
Hacían figuras
de arcilla, de arena…
de papel y tijera.
La mamá de Felipe
decía, que los niños
no saben de amar,
pero Felipe y Carola
se querían…
hasta no poder más.
El ermitaño
Hombre serio y muy callado
o cangrejo colorado,
puede ser el ermitaño.
El cohetero
En día y noches
de fiesta y sueño,
un hombre
sencillo y pequeño
recorría,
de arriba abajo,
las calles y recovecos
de su humilde pueblo,
creando hilos de música,
pintando nubes al cielo.
Y a su paso, caminaban
creando hilos de música,
pintando nubes al cielo,
bajo el ilustre y eterno son
del cohetero.
El barquito de papel
Con la mitad de un periódico
hice un barco de papel,
en la fuente de mi casa
le hice navegar muy bien.
La madre triste
Duerme, duerme, dueño mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
La primavera ha venido
La Primavera ha venido
nadie sabe como ha sido.
Ha despertado la rama
y el almendro ha florecido
y en el campo se escuchaba
La primavera ha venido
Paisaje
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales,
un árbol amarillo.
y un rubor de manzana
Corderito
Corderito mío,
suavidad callada:
mi pecho es tu gruta
de musgo afelpada.
Carnecita blanca,
tajada de luna:
lo he olvidado todo
por hacerme cuna.
Los ratones
Los Ratones
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.