Revolucion Francesa y Su Impacto en Euro PDF
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SU IMPACTO EN EUROPA Y
AMÉRICA LATINA
Dedicatoria
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PRESENTACIÓN
En este trabajo trataremos de explicar y enumerar lo mejor posible las causas y los
principales hechos de este proceso que es trascendental en la historia de la humanidad.
Que cambió Francia, Europa, el Mundo, América y sus consecuencias que han tenido gran
proyección hasta la actualidad.
Es difícil tratar de sacar a la luz los motivos que nos llevan a esta pasión por el tema.
Muchos son los factores que se amontonan en torno a Francia y a la revolución,
presentándola como un tema apasionante y tremendamente complejo.
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INTRODUCCIÓN
El proceso revolucionario francés es, sin duda, el más importante dentro del agitado
panorama político del siglo XVIII. Es, además, uno de los más polémicos. La historiografía
se ha preocupado constantemente de él y son muchos los escritos y los libros que
presentan la revolución francesa como una gran gesta o, por el contrario, un
acontecimiento perjudicial y hasta innecesario para Francia y la cultura occidental.
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PROBLEMÁTICA
Determinación de los efectos que trajo consigo la Revolución Francesa en Europa y en los
diferentes países de América.
OBJETIVOS
Objetivo General
- Conocer los aspectos más importantes que desencadenaron la Revolución
Francesa.
Objetivos específicos
- Describir la ilustración como causa de la Revolución Francesa.
- Identificar los abusos políticos del gobierno que generaron la Revolución Francesa.
- Conocer la división social imperante del sistema francés, como causal de la Revolución
Francesa.
- Conocer detalladamente cada etapa de la Revolución Francesa
- Determinar los efectos que tuvo en el continente americano
HIPÓTESIS
La revolución francesa influyo en las aspiraciones revolucionarias de países del continente
americano durante los años de la dominación española.
VARIABLES
Variable independiente: La Revolución francesa
Variables independientes: Países del Continente americano
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CAPÍTULO I
ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN
Toda revolución es un estado de excepción en la vida de las sociedades y como tal ha de
ser considerada la francesa. Esto no quiere decir que se produjeran de un modo
esporádico, sino que más bien tiene una serie de antecedentes de varia índole y se realiza
tras la gestación de un proceso previo.
La Revolución Francesa se encuadra dentro del ciclo de transformaciones políticas y
económicas que marcaron el fin de la Edad Moderna y el comienzo de la Edad
Contemporánea. La independencia de EEUU y el desarrollo de la Revolución Industrial,
iniciada en la Gran Bretaña, son los otros dos grandes procesos que señalan esta
transición histórica. El proceso revolucionarios francés es, sin duda, el más importante
dentro del agitado panorama político del siglo XVIII. Es, además, uno de los más
polémicos. La historiografía se ha preocupado constantemente de él y son muchos los
escritos y los libros que presentan la revolución francesa como una gran gesta o, por el
contrario, un acontecimiento perjudicial y hasta innecesario para Francia y la cultura
occidental.
Antecedentes Ideológicos.
El enciclopedismo y la ilustración habían preparado un ejército de pensadores que era
dirigido en cierto modo desde Ferney por Voltaire, el cual había convertido su retiro en un
centro de revolución ideológica. Desde 1770 comienzan a aparecer multitud de escritos
anti absolutistas y anti monárquicos, como la Filosofía de la naturaleza de Delisle de Sales
o la historia del establecimiento de los europeos en las dos Indias, muy adversa a España,
del abate Raynal (1772). Junto a estas obras, que en cierto modo arrancan de aquel Esprit
des Lois, del barón de Montesquieu se multiplican los panfletos y escritos clandestinos. No
era ajena a este pensamiento, puramente político y sociológico, la preocupación
económica, motivada en gran número de casos por las agudas crisis provocadas desde el
tiempo de la regencia. El deseo de reforma y de hallazgo de una solución se manifestará
en medidas de gobierno, pero también en obras teóricas como el libro “La Riqueza de las
naciones”, de Adam Smith, opuesto al mercantilismo y a la fisiocracia y defensor del
principio de que la riqueza procede del trabajo individual.
El final del siglo XVIII fue una época de trastornos en muchas partes de hemisferio
occidental, trastornos que se pueden atribuir, directa o indirectamente, al fermento de las
ideas de la Ilustración.
Estas ideas, reflejo de las necesidades y tensiones de una sociedad cambiante se basan en
el nuevo conocimiento científico del siglo XVII, que engendró una nueva fe en la razón y
en el progreso. por un lado, esto llevó a un rechazo de la autoridad y a una afirmación de
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los Derechos del Hombre, expresados en la famosa declaración de Rousseau de que el
hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado.
Antecedentes Revolucionarios
Es probable que la revolución Francesa no se hubiera producido en el momento en que
aconteció si no hubiera contado con la experiencia del triunfo de otras revoluciones,
inspiradas en los principios. Desde este punto de vista, la revolución Norteamericana es la
gran experiencia de los futuros revolucionarios franceses, y su triunfo, un poderoso
acicate. En Holanda también había brotes revolucionarios y, después de la guerra contra
Inglaterra, aparecieron sociedades de patriotas, que conseguían (1783) desposeer a
Guillermo V de Orange del mando militar. Aunque éste logra con un ejército de20.000
prusianos dominar la revolución, es innegable que ésta es la primera en Europa que se
inspira en los principios de la defensa de las llamadas libertades. Igualmente sabemos que
en los Países bajos imperiales se produce una revolución contra José II y se proclaman los
Estados Unidos de Bélgica, que obtienen su reconocimiento de Leopoldo II. Caso muy
parecido es el de la revolución Suiza de 1782, done se restaura el orden con la ayuda de
tropas extranjeras.
Antecedentes Históricos
La organización política del Antiguo Régimen, la Monarquía absoluta, cuyos defectos se
concretaban en la omnipotencia real de derecho divino, consistía en la coexistencia de
tres estados: el noble, el eclesiástico y el llano aunque esto sólo era en un plano jurídico,
ya que las Cortes o Estados generales no se reunían desde Luis XIII y el poder se
concentraba en manos del primer ministro, quien con otros y un encargado de las finanzas
dirigía la vida del país. Administrativamente el Estado era centralista pero sin orden, es
decir, más bien con una organización caótica, pues no coincidían las demarcaciones
políticas, las de los intendentes o fiscales y las eclesiásticas, dándose la apariencia de que
Francia era un conjunto inorgánico de tierras sólo unidas en la persona del rey. El régimen
era incluso diferente en el sur (Senescalatos) que en el Norte (Baylías). Este gobierno, en
manos de la omnipotencia real y de sus ministros, llevaba el pueblo francés, sin que éste
tomara parte en la decisión, a guerras y medidas económicas cuyos efectos databan de
tiempos de Luis XIV. El Sistema de Law y los desaciertos posteriores habían mermado la
riqueza de Francia. El lujo es otro antecedente histórico-social que conviene tener
presente. El lujo en la corte absorbía cantidades enormes de dinero, que concentraba en
Versalles a miles de cortesanos y miembros de las reales familias, con sus parásitos. El
empleo del dinero de Francia en los desmanes amatorios de Luis XV, aunque luego Luis
XVI había hecho ahorros, era abuso que había quedado grabado en la mentalidad de
todos los franceses. Este lujo era también de la burguesía, que era en el Antiguo Régimen
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la clase más rica de la nación. Paradójicamente, esta clase estaba penetrada del
liberalismo, racionalismo, escepticismo e ironía que el pensamiento francés
contemporáneo había vertido sobre ella. Se veía, por otra parte, sin acceso legal al
gobierno de una nación cuyo régimen era ya caduco e incapaz para regirla, gastado e
injusto. En verdad no es la miseria popular, concentrada en París, pero no tan y la
apetencia de gobierno de la burguesía.
ANTIGUO RÉGIMEN
Cuando hablamos de Antiguo Régimen, nos referimos a un conjunto de estructuras
políticas, sociales y económicas que caracterizaban a varios países de la Europa occidental
entre los siglos XVI y XVIII, aunque algunos de sus rasgos son muy anteriores a este
periodo, y otros perdurarán tras las revoluciones de los siglos XVIII y XIX.
El nombre fue utilizado por primera vez por dirigentes de la Revolución Francesa en un
sentido crítico: los revolucionarios pretendían terminar con todo lo que constituía ese
Antiguo Régimen. Aquí nos ocuparemos fundamentalmente de los aspectos económicos,
aunque dando también las claves básicas para comprender las instituciones políticas y
sociales de esta época.
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conocidos. Se trata de una sociedad formada por grupos muy cerrados: la sociedad
estamental.
La sociedad estamental se caracteriza por la desigualdad legal entre los diferentes grupos
sociales o estamentos. De un lado distinguimos el grupo de los Privilegiados, constituidos
por la nobleza y el alto clero, que poseían enormes riquezas provenientes de las rentas de
la tierra y gozaba de exenciones fiscales -estaban excluidos del pago de varios impuestos-,
eran juzgados según leyes distintas a las del pueblo, y se reservaban los cargos más
importantes del ejército, la iglesia y el estado.
De otro lado tendríamos al estamento no privilegiado (llamado tercer estado en Francia),
que no era un grupo nada homogéneo, pues cabían en él, desde ricos burgueses
dedicados al comercio internacional o a actividades bancarias (que nada envidiaban a la
nobleza en cuanto a riqueza) hasta el más humilde de los campesinos, pero que tenían en
común el hecho de ser quienes sostenían económicamente el país con su trabajo, y el
estado con sus impuestos. El tercer estado constituía habitualmente el 90% de la
población, de ellos la mayoría campesinos pobres.
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campesinos tenían prohibido moverse de sus tierras y buscar otro trabajo, obligación que
heredaban sus hijos. Sin embargo este sistema señorial se había debilitado con la peste
que diezmó la población europea desde fines del siglo XIV: los señores debieron "aflojar"
la presión sobre los campesinos. En los siglos XV y XVI, con la mayor circulación monetaria
muchos campesinos cambiaron sus obligaciones por pagos en dinero. Además las
monarquías absolutas recortaron el poder de los señores, en especial su capacidad para
ejercer justicia y cobrar impuestos. Sin embargo, en Francia ante los problemas
económicos del siglo XVIII parece que los grandes señores de la nobleza intentaron
reforzar el rendimiento económico de estos derechos señoriales presionando sobre los
campesinos.
Esta economía agraria atrasada convive en muchas zonas con un importante desarrollo
urbano y comercial dinamizado por los grandes descubrimientos geográficos pues, desde
mediados del siglo XV, exploraciones portuguesas y castellanas revolucionan el
conocimiento geográfico y científico en general, incorporando a la cultura europea nuevas
tierras, mares, razas, especies animales y vegetales... Primero serán las costas africanas,
luego el descubrimiento de América, posteriormente las tierras del Pacífico, de forma que
a finales del siglo XVIII apenas quedaban por descubrir el interior de África y las zonas
polares. Pronto algunos países europeos construirán enormes imperios coloniales
basándose en su superioridad técnica (armas de fuego) que servirán, inicialmente, para
animar el comercio europeo con inmensas cantidades de oro y plata (monedas) y ya desde
el siglo XVIII se incorporan enormes plantaciones de tabaco y azúcar, que junto al
comercio de especias y a la trata de negros, servirán para enriquecer enormemente a las
burguesías mercantiles de algunos países europeos.
Pero este panorama de cambios hay que matizarlo, destacando, por ejemplo, la
pervivencia de los gremios dentro de las actividades artesanales: los trabajadores de
cualquier sector artesanal en una ciudad (zapateros, tejedores, alfareros...) estaban
obligados a formar parte de una organización, el gremio, que controla toda la actividad
que se desarrolle en esa ciudad, de manera que las mercancías fabricadas en otros lugares
no puedan entrar en su ciudad. El gremio fijaba de una forma rígida horarios, precios,
salarios, herramientas, número de trabajadores por taller..., e impedían cualquier avance
técnico u organizativo que pudiese dar ventaja a unos talleres sobre otros. Por estas
razones, quienes dirigirán los cambios durante la revolución sacarán adelante leyes que
prohibirán la existencia de estos gremios como opuestos al liberalismo económico. El
comercio encontraba numerosos obstáculos a su desarrollo como eran la existencia de
multitud de aduanas interiores o la pésima calidad de las vías terrestres.
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CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN
Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono (1774), el Estado francés había
sufrido periódicas crisis económicas motivadas por las largas guerras emprendidas
durante el reinado de Luis XIV, la mala administración de los asuntos nacionales en el
reinado de Luis XV, las cuantiosas pérdidas que acarreó la Guerra Francesa en India (1754-
1763) y el aumento de la deuda generado por los préstamos a las colonias británicas de
Norteamérica durante la guerra de la Independencia estadounidense (1775-1783). Los
defensores de la aplicación de reformas fiscales, sociales y políticas comenzaron a
reclamar con insistencia la satisfacción de sus reivindicaciones durante el reinado de Luis
XVI.
Luis XVI, quién contaba con apenas 20 años de edad carecía de condiciones como
gobernante pues su carácter era débil, su inteligencia era mediana y se dejó influenciar
por su esposa María Antonieta de Austria y por su primo el Duque de Orleans. Dada la
grave crisis financiera el rey se vio obligado a llamar al gobierno a dos personajes de
reconocida honestidad: R. Jaques Turgot, un hombre de ideas liberales que instituyo una
política rigurosa en lo referente a los gastos del estado, y a Malesherves.
Turgot, ministro de hacienda, resumió su plan en esta frase: "Ni banca rota, ni empréstito,
ni aumento de impuestos”. Como el plan económico molestaba a la corte Turgot lo
presentó gradualmente, pero en 1776, cuando estableció un impuesto que debía ser
pagado por todos los dueños de tierras, fuesen o no privilegiados el rey, por instancia de
los afectados, lo obligó a renunciar.
Malesherves intentó garantizar los derechos de los ciudadanos, pero también se vio
forzado a renunciar. Entonces el antiguo régimen se restableció con todo su vigor.
Para aplacar los ánimos, Luis XVI designó como sucesor de Turgot a Nécker, un banquero
ginebrino de sólida fortuna personal y gran reputación como financista. Obtuvo grandes
empréstitos que pasajeramente aliviaron la situación financiera. Pero estos remedios
resultaron ineficaces, porque simultáneamente, aumentaron los gastos públicos como
consecuencia de la guerra que estallo entre Inglaterra y Francia, al apoyar esta última a las
colonias inglesas de América del Norte. Como los privilegiados no deseaban una reforma
de fondo provocaron la caída de Nécker en 1781.
Es así que podemos extraer las causas que produjeron la Revolución Francesa de la
siguiente manera:
POLÍTICAS
• Los abusos y arbitrariedades de la monarquía borbónica, en la que el Rey no daba
cuenta de sus actos a nadie, pues el poder del soberano.
• Era ilimitado, sin sujeción a control alguno.
• La falta de libertad individual.
• La falta de libertad de conciencia; el predominio de la censura.
• La falta de la igualdad ante la ley.
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SOCIALES
La sociedad estaba organizada a base de la más completa desigualdad y los privilegios.
Existían tres clases sociales.
a) Clero: primera clase social. Se divide en alto clero, dueño de grandes riquezas y
privilegios. Estaba exonerado del pago de impuestos, integraban, generalmente, la
corte de Versalles. El bajo clero, de modesta condición, ejercía su misión en
provincias; simpatizaron con la revolución.
b) Nobleza: incluía a unas 350 000 personas. Los nobles poseían de 25 a 30 por ciento de la
tierra. Desempeñaron un importante y crucial papel dentro de la sociedad francesa del
siglo XVIII. Ocupaban muchos de los principales puestos en el gobierno, el ejército, los
tribunales de justicia y los altos cargos de la Iglesia. Además, poseían muchos privilegios,
puesto que al igual que el clero, estaban exentos pago de impuestos como el taille. L os
nobles procuraron ampliar su poder a expensas de la monarquía. Muchos decían defender
la libertad resistiéndose a las arbitrarias acciones de la monarquía. También procuraron
mantener el control de puestos en el ejército, la Iglesia y el gobierno.
c) Estado llano: era el pueblo la masa más voluminosa de la población de Francia.
Carecía de privilegios y de sus principales derechos. De él, solamente la burguesía
integrada por industriales, comerciantes y profesionales, disfrutaba de una buena
situación económica. La burguesía hizo la revolución en cambio, los artesanos y
labriegos, disponían de solo un 20% de sus ingresos pues el 80% era para pagar los
impuestos al rey, a la nobleza y al clero. El estado llano era, pues la única clase que
soportaba el pago del mayor número de impuestos al estado. De la población de
Francia (23 millones), solamente 300mil pertenecían a las clases privilegiadas
(clero y nobleza).
ECONÓMICAS
Se caracterizó por:
• El monopolio de la riqueza en beneficio del clero y la nobleza
• El pago de impuestos a cargo solamente del tercer estado. Decadencia del
comercio e industrias, trabas aduaneras, falta de libertad para la industria y el
comercio.
• Excesivo derroche del dinero fiscal en la corte de Versalles.
IDEOLÓGICAS
• Influencia de la Ilustración: libertad, igualdad y soberanía popular.
• Triunfo de la Revolución Americana.
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CAPITULO II
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
LA ASAMBLEA NACIONAL
En junio de 1789 reunidos ya los Estados Generales en Versalles y por separado, desde el
Tercer Estado se cursaron invitación a los miembros de la Iglesia y la Nobleza para unirse
bajo un solo techo. Algunos miembros de estos grupos privilegiados lo hicieron a título
personal. A mediados de ese mes los representantes del Tercer Estado deciden
constituirse en Asamblea Nacional. En respuesta a esta decisión el rey, que ya había
demostrado estar en desacuerdo con esta pretensión de los diputados del Tercer Estado,
decidió impedirles el acceso a la sala de reunión y de esta forma los diputados del tercer
estado, más los que se les habían unido del estamento nobiliario y del eclesiástico,
decidieron reunirse en adelante en el edificio de un frontón dedicado al juego de pelota
donde juraron no separarse hasta haberle proporcionado una nueva Constitución a
Francia.
Aunque el Rey cedió en algunos aspectos, se negó a considerar la igualdad de todos los
franceses ante los impuestos y también a que el voto en los Estados Generales se hiciese
individualmente. A principios de julio de 1789 la mayor parte de los nobles y los
eclesiásticos se han unido a la llamada Asamblea Nacional y trabajan en la redacción de
una Constitución y de una declaración de derechos. Ahora la revolución está plenamente
en marcha pues parece quedar claro que la autoridad del Rey quedaría limitada por esa
Constitución. La monarquía absoluta se tambaleaba.
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Miedo", con masas de campesinos tomando castillos y monasterios al asalto con la
intención de quemar los archivos donde se guardaban los documentos de propiedad
señorial, y así terminar con la opresión que para ellos suponía el régimen feudal. Como
respuesta a estas revueltas campesinas los diputados de la Asamblea Nacional redactarán
un decreto de abolición de los derechos feudales que sin responder a todas las demandas
campesinas sirvió para pacificar el campo.
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LA ASAMBLEA (1789-1791)
La Constitución de 1791
La huida del Rey demuestra el escaso entusiasmo de Luis XVI con su papel de monarca con
poderes limitados. De hecho, el poder lo ejerce desde mediados de 1789 la Asamblea cuya
obra legislativa es muy abundante e incluye la finalización de la Constitución en
septiembre de 1791. La Constitución venía precedida por la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano, ya redactada en agosto de 1789. Esta constitución, aunque
reconocía un régimen monárquico, limitaba mucho los poderes del rey mediante una
clarísima formulación de la Soberanía Nacional. De hecho, el monarca dentro del esquema
de división de poderes que sigue la teoría de Montesquieu, conserva el poder ejecutivo y
tiene derecho de veto sobre las leyes que salgan de la Asamblea, pero sus poderes están
muy lejos de los de un monarca absoluto. El poder legislativo, residiría en una única
cámara, la Asamblea Legislativa, cuyos miembros debían ser renovados mediante elección
popular (aunque por medio de un sufragio censitario) cada dos años. Por último, el poder
judicial, que reposaba en los jueces, tiene garantizada su independencia del resto de
poderes del estado.
Esta constitución con su reconocimiento de la Soberanía Nacional, de la separación de
poderes, de la supremacía de la constitución sobre las demás leyes e instituciones del
estado y del reconocimiento de una gran cantidad de libertades y derechos individuales
(libertad de expresión, de reunión, derecho a la inviolabilidad del domicilio, libertad
religiosa...); se convertirá en modelo para las constituciones liberales del siglo XIX. Su
proclamación de la libertad económica significará la prohibición de los gremios o el fin de
los precios protegidos en artículos de primera necesidad.
De todos modos los redactores de esta constitución se inspiraron de forma clara en las
ideas de ilustrados como Rousseau y Montesquieu, y también en la Declaración de
Independencia y en la Constitución de los Estados Unidos de América.
Con la Constitución de 1791, quienes apoyaban lo realizado por la Asamblea, daban por
terminado el proceso revolucionario. Pero las nuevas leyes no sólo habían provocado el
descontento de los antiguos privilegiados (que están organizándose para entrar en
combate), sino que para muchos historiadores, también van a crear descontento entre las
masas populares al dejarlos sin derecho al voto o sin las subvenciones estatales en los
precios del trigo.
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estaba yendo demasiado lejos. También empieza a perfilarse un nuevo partido que dice
representar los intereses de las masas populares.
Además existía un bando contrarrevolucionario que no desea sino el fin de la revolución,
la restitución de Luis XVI como monarca absoluto y la vuelta completa al Antiguo Régimen.
Guerra y Revolución
En 1792 estalla la guerra entre Francia y las monarquías austriaca y prusiana. El conflicto
comienza con derrotas francesas y muy pronto circulan rumores por Francia de que estas
derrotas se deben a que el clero contrarrevolucionario, los nobles que dirige aún los
ejércitos franceses y también la Reina María Antonieta (austriaca) y el propio Rey, en
realidad conspiran, y están al servicio de los enemigos de Francia. En medio de una
enorme confusión las masas populares asaltan la residencia real y secuestraron al rey, al
que humillaron. Días después se conoce en Francia un documento, el Manifiesto de
Brunswick, en el cual el duque de Brunswick al mando de los ejércitos austriaco y
prusiano amenaza a los parisinos con durísimas represalias si los franceses actuaban
contra Luis XVI. El documento no pudo llegar en un momento más inoportuno: se utilizó
como prueba de que el rey, en realidad, colaboraba con los enemigos de Francia.
El 10 de agosto de 1792 se producirá un nuevo asalto popular a la residencia real. El
monarca y su familia deben escapar para salvar sus vidas y se refugian en la Asamblea,
donde los diputados toman la decisión de suspender los poderes del rey y encarcelarlo
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hasta que tras unas elecciones surja una nueva cámara (Convención Nacional) que decida
el futuro de la familia real francesa.
Quedaba claro que el poder lo tenían las masas en la calle y que el proyecto de la
revolución de 1789, la creación de un régimen político basado en la convivencia entre la
monarquía y una constitución que reconoce la soberanía de la nación, y controlado por la
burguesía mediante el mecanismo del sufragio censitario había terminado.
Una nueva burguesía democrática, liderada por personajes como Marat o Robespierre, se
hará, mediante el manejo de las masas populares, con el control de la situación.
LA CONVENCIÓN (1792-1794)
Esta nueva etapa revolucionaria vendrá marcada por la existencia de un continuo
enfrentamiento, desde 1792 de Francia contra el resto de potencias europeas (Austria,
Prusia, Rusia, España, Portugal, Gran Bretaña. Tras las derrotas iniciales, llegarán victorias
para los ejércitos franceses, como en la batalla de Valmy. A partir de 1793 las tropas
francesas entrarán en Bélgica, España, territorios italianos y amenazan la seguridad de
Austria y Prusia.
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que la revolución peligraba ante las conspiraciones de nobles y eclesiásticos apoyados por
las monarquías absolutas europeas.
Mientras tanto la guerra continúa, y a finales de 1793 se confirma que lo sucedido en
Valmy no era un espejismo: los ejércitos extranjeros son expulsados de Francia, e incluso
las tropas revolucionarias se hacen con el control de Bélgica y zonas de Alemania.
El año 1794 verá la continuación de la política de terror institucional, justificado por el
propio Robespierre como una forma de defender la República de los enemigos de la
libertad. Robespierre conseguirá eliminar a los principales dirigentes de los sans-culottes y
de hecho, durante algunos meses, el gobierno de Francia se convierte en una dictadura
personal. Esta situación terminará cuando los enemigos (de todas las tendencias políticas)
de Robespierre, unidos por el miedo a ser eliminados, actúen contra él. Maximilien
Robespierre será guillotinado, y con su muerte llega el fin de la etapa más radical de la
revolución francesa.
EL DIRECTORIO
Se ha interpretado el complot contra Robespierre como el deseo de muchos
revolucionarios de parar las tendencias más radicales y volver, no al Antiguo Régimen,
sino a los momentos iniciales de la revolución. La gran burguesía francesa había mirado
con disgusto los acontecimientos de la época del Terror, las medidas sociales tomadas por
el gobierno, los precios máximos puestos a los productos de primera necesidad y la
nacionalización de algunas grandes fábricas que pasaron a ser propiedad del estado.
Todas estas medidas serán derogadas lo que explica los intentos de volver a recobrar el
poder por los elementos más radicales (jacobinos y sans-culottes), que fueron controlados
sin demasiados problemas por el nuevo gobierno.
En 1795 el gobierno decide impulsar la redacción de una nueva Constitución que en
muchos aspectos supone una vuelta a la de 1791, pues contemplaba el sufragio censitario
e incidía en que la igualdad era sólo ante la ley, sin contemplar los aspectos sociales que sí
se incluyeron en la Constitución de 1793. La Constitución de 1795 dejaba el poder
ejecutivo en manos de un Directorio de cinco miembros, mientras el poder legislativo
residía en dos cámaras.
El periodo siguió dominado como en los años anteriores por la inestabilidad política y así
durante una revuelta de partidarios del Antiguo Régimen en octubre de 1795 el directorio
se vio obligado a pedir el apoyo del ejército donde apareció como salvador un joven
general, Napoleón Bonaparte, que en años posteriores desempeñará un papel político
esencial.
Al año siguiente, 1796, la revuelta política vino desde el otro extremo político con la
conjura de inspiración comunista, dirigida por Babeuf, y que se manifestaba contra la
existencia de la propiedad privada.
EL CONSULADO 1799-1804
Una vez que el proceso revolucionario en Francia fue controlado y dirigido por los sectores
más moderados de la burguesía, se inició la etapa conocida como el Consulado (1799-
1804), cuyo artífice sería Napoleón Bonaparte. Durante este periodo se llevó a cabo la
reorganización y la restauración interior del país, consolidándose las conquistas burguesas
de la Revolución.
En noviembre del año 1799 (18 Brumario del nuevo calendario), un general victorioso,
Napoleón Bonaparte, con el apoyo de una parte de la burguesía, que de esta forma
pretendía consolidar sus conquistas frente al Antiguo Régimen y a los jacobinos, dio un
golpe de Estado, concentró todo el poder en sus manos y se erigió en cónsul. La
Revolución había terminado. Pero Napoleón y la burguesía que le respaldó no pretendían
volver al Antiguo Régimen, sino que, al contrario, tenían por objetivo consolidar los logros
de la Revolución, aunque sólo en su aspecto más conservador.
Napoleón fundamentó su poder en los triunfos en política exterior, conquistando la mayor
parte de Europa, y en la reorganización y pacificación interiores. Más tarde en el año 1804
se hizo coronar emperador y consolidó el poder de una burguesía enriquecida por los
beneficios de la guerra y de una casta militar surgida con la Revolución Francesa. Se
conformaba también un grupo de pequeños y medianos propietarios agrícolas, nacidos
con la Revolución y beneficiarios del reparto de las propiedades feudales.
En el orden internacional, el Consulado puede considerarse como una etapa preparatoria
del Imperio (1804-1814), durante la cual tuvieron lugar en toda Europa las guerras
napoleónicas, provocadas por el empuje militar y las ansias imperialistas de Napoleón,
quien sería nombrado emperador de los franceses.
Tras el golpe de Estado del 18 Brumario fue transformada la Constitución y se instauró el
nuevo régimen del Consulado, cuyo poder supremo estaba en manos de tres cónsules
permanentes, de los cuales Napoleón ostentaba el título de primer cónsul.
El Directorio había sido incapaz de lograr la estabilidad. El régimen liberal había fracasado
y se presentaba corno el continuador de los excesos revolucionarios. Napoleón Bonaparte,
quien volvía a París con una aureola de triunfos, se presentó como el paladín de la
legalidad y de la paz, garantizando los derechos civiles y la prosperidad, instaurando su
poder personal con la ayuda de la burguesía y del ejército.
La obra realizada por este régimen estuvo encaminada a consolidar las conquistas de la
Revolución y defender los intereses de la burguesía triunfadora.
En el orden interior, Napoleón se presentaba ante los franceses como continuador de los
principios revolucionarios, realizando, con un sentido práctico y realista, la restauración
económica, política y administrativa del país.
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Creó el Banco de Francia para impulsar la industria y el comercio; emitió papel moneda
sobre bases firmes, estabilizando la situación monetaria. Restableció el liberalismo
económico protegiendo a la iniciativa privada, porque la riqueza económica era la base del
poder político. Desarrolló una red de carreteras; se abrieron canales y se construyeron
puertos y grandes obras que dieron trabajo a una gran masa obrera desempleada. Hizo a
la Iglesia aliada del Estado como fuerza moral y, para apoyarse políticamente, creó una
aristocracia e inició campañas militares en Europa.
Las reformas introducidas consiguieron dotar a Francia de una sólida organización jurídica,
que quedó plasmada en el famoso Código de Napoleón. En él se pueden observar la
influencia del derecho romano, del derecho consuetudinario y de muchas de las
conquistas jurídicas del periodo de la asamblea constituyente y de la Convención.
En el orden internacional, el Consulado consiguió restablecer la paz entre la Europa
monárquica, defensora del Antiguo Régimen, y la Francia revolucionaria, que por entonces
ocupaba una posición preponderante en el concierto de las naciones europeas.
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El más importante de ellos fue el código civil, o código Napoleónico. Este código preservo
la mayoría de los beneficios de la revolución, reconociendo el principio de la igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley, el derecho de los individuos a elegir profesión, la
tolerancia religiosa y la abolición de la servidumbre y el feudalismo. Los Derechos de
propiedad siguieron siendo cuidadosamente protegidos, y los intereses de los patrones
fueron salvaguardados proscribiendo los sindicatos y las huelgas.
Son embargo, los Derechos de algunas personas fueron estrictamente reducidos por el
código civil. Durante la fase radical de la revolución francesa, nuevas leyes habían hecho
del divorcio un proceso fácil, tanto para los maridos como para las esposas, y había nítidos
a todos los hijos (hijas incluidas) heredar propiedades por igual. El código civil de
Napoleón anuló esas leyes.
El divorcio aún era permitido, pero el código civil les dificultó a las mujeres obtenerlo.
Estos eran consideradas también “menos iguales que los hombres “. Cuando se casaban,
sus bienes pasaban al esposo. En litigios se les trataba como menores, y su testimonio se
consideraba menos confiable que el de los hombres.
¿Preservador de la revolución?
Dentro de sus políticas internas, Napoleón preservo aspectos de la revolución. El código
civil preservo la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. El concepto de apertura de
carreras gubernamentales que beneficiaron a un mayor número de personas fue otro
beneficio de la revolución que el conservo.
Por otra parte, destruyo algunos ideales revolucionarios. La libertad fue desplazada por
un despotismo cada vez más arbitrario, a pesar de las protestas de algunos ciudadanos
como la prominente escritora Anne-Louise-Germaine de Stael. Napoleón cerró 60 de los
73 periódicos de Francia. Insistió en que todos los manuscritos fueran sometidos al
escrutinio del gobierno antes de ser publicados. Incluso el correo el correo era abierto por
la policía del gobierno.
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EL IMPERIO DE NAPOLEÓN
Napoleón es, por supuesto, menos conocido por sus políticas internas que por su
liderazgo militar. Sus conquistas empezaron poco después de que llego al poder.
22
LA RESPUESTA EUROPEA
Al igual que Hitler 130 años después, Napoleón esperaba que su gran imperio perdurara
por siglos. Como el imperio de Hitler, el de Napoleón se derrumbó casi tan pronto como
se había formado. Dos razones principales lo explican: la supervivencia de Gran Bretaña y
la fuerza del Nacionalismo.
Nacionalismo
Un segundo factor importante en la derrota de Napoleón fuel el nacionalismo. Él es la
singular identidad cultural de un pueblo, basada en la lengua, religión y símbolos
nacionales comunes. El espíritu del nacionalismo francés había hecho posibles los ejércitos
masivos de las épocas revolucionaria y napoleónica. Sin embargo, la difusión promovida
por Napoleón sobre los principios de la Revolución Francesa más allá de Francia causaron
indirectamente la difusión del nacionalismo también.
Los franceses incitaron en nacionalismo de dos formas.
Primero, se les odio por opresores. Este odio agito al patriotismo de otros en
oposición a los franceses.
Segundo, los franceses mostraron a los pueblos de Europa que era el nacionalismo
y que podía hacer una nación en armas. Esta fue una lección que no
desaprovecharon otros pueblos y gobernantes.
23
LA CAÍDA DE NAPOLEÓN
El inicio del desplome de Napoleón ocurrió en 1812 con su invasión a Rusia. En unos
cuantos años la caída fue total.
Catástrofe en Rusia
Los rusos se habían negado a permanecer en el Sistema Continental, lo cual no le dejó a
Napoleón otra opción que la de invadir. Sabia de los riesgos de invadir un país tan grande.
Pero también sabía que si permitía a los rusos desafiar el Sistema Continental, otros
seguirían muy pronto el mismo ejemplo.
En junio de 1812, un gran ejercito de más de 600000 hombres entro en Rusia. Las
esperanzas de victoria de Napoleón dependían de una rápida derrota de los ejércitos
rusos. Las fuerzas rusas, sin embargo, se negaron a dar la batalla. Se replegaron cientos de
kilómetros. Al replegarse, quemaban sus pueblos y campos para que el ejército de
Napoleón no encontrara alimento. Cuando los rusos se detuvieron a contender en
Borodino, las fuerzas de Napoleón obtuvieron una dudosa y costosa victoria.
Cuando lo que quedaba del gran ejército llego a Moscú, encontró la ciudad en llamas. A
falta de alimentos y abastecimientos, Napoleón abandono Moscú en octubre y comenzó la
“gran retirada” de Rusia. El repliegue sucedió en terribles condiciones invernales. Menos
de 40000 miembros del ejército original lograron regresar a Polonia en enero de 1813.
Este desastre militar llevo a otros estados europeos a revelarse y atacar al debilitado
ejército francés. París fue capturado en marzo de 1814. Pronto Napoleón fue enviado al
exilio a la isla de Elba. La monarquía borbónica fue restaurada en Francia en la persona de
Luis XVII, hermano del ejecutado rey Luis XVI.
La derrota final
El nuevo Rey tenía poco apoyo y Napoleón, aburrido en la isla de Elba, escapo de regreso a
Francia. Algunos soldados fueron enviados a capturarlo. Al encontrarlo, Napoleón abrió su
abrigo y se presentó ante ellos diciendo “¡soldados del 5° regimiento, soy su emperador!..
Si hay un hombre entre ustedes que mataría a su emperador aquí estoy! Nadie le disparo.
Al grito de ¡viva el emperador! Las tropas pasaron de lado. Napoleón hizo su entrada
triunfal en París el 20 de marzo de 1815.
Las potencias que habían derrotado a Napoleón se comprometieron una vez a más a
combatir a quien llamaba el “enemigo perturbador de la tranquilidad del mundo”.
Napoleón reunió otro ejército y se dispuso a atacar a las fuerzas aliadas más cercanas,
apostadas en Bélgica.
En Waterloo, Bélgica, el 18 de junio de 1815, Napoleón se enfrentó a un ejército
combinado, británico y prusiano, bajo las órdenes del duque de Wellington y sufrió una
sangrienta derrota. Esta vez los victoriosos aliados lo exiliaron en Santa Elena, pequeña
isla en el Atlántico sur. Solo en recuerdo de Napoleón continuara vagando por siempre
dentro de la vida política de Francia.
24
CAPÍTULO III
CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN.
Con la llegada de Napoleón Bonaparte no finalizó la revolución, pues algunos de sus
cambios perdurarán. Así la revolución supone el fin de la monarquía absoluta en Francia.
La pérdida de los privilegios de la Iglesia y la Nobleza ya no tendrá marcha atrás. Ni
tampoco lo tendrán los derechos feudales, ni el diezmo que se pagaba a la iglesia, ni la
venta de las tierras del clero a particulares.
El propio Napoleón impulsará la redacción de un nuevo código legal para toda Francia,
que recogerá buena parte de las leyes revolucionarias. El llamado código napoleónico se
caracteriza por contemplar la igualdad legal de todos los ciudadanos y define un sistema
judicial en el que se presupone la inocencia del acusado que recibe asistencia legal del
estado. El ciudadano cuenta con el derecho de habeas corpus que le protege de cualquier
detención que no se ajuste a las leyes. El código napoleónico no sólo se aplicará en
Francia, sino que se difundirá por buena parte de los países europeos conquistados por las
tropas francesas.
Además, la revolución dejará como legado la existencia de la libertad de expresión y de la
libertad religiosa y abrirá el camino a la separación Iglesia-Estado, requisito imprescindible
para el buen funcionamiento de un régimen liberal o democrático.
Por tanto, la "herencia" de la revolución puede resumirse en el fin de los privilegios legales
típicos del Antiguo Régimen, en la disminución del control de la sociedad por la Iglesia, en
la existencia de unas leyes basadas en el principio de la igualdad de todos ante la ley y en
el respeto de las llamadas libertades individuales.
Sin embargo, tras la revolución francesa, el llamado Antiguo Régimen está muy lejos de
haber desaparecido. De hecho las potencias absolutistas parecen, en 1815 con la derrota
de Napoleón, claros vencedores. Estas potencias firmarán acuerdos, como la llamada
Santa Alianza, para defenderse de posibles nuevos brotes revolucionarios que cuestionen
los fundamentos del Antiguo Régimen. A pesar de estos esfuerzos de las potencias
absolutistas, las revoluciones liberales, que se reclaman hijas de la revolución francesa, se
producirán y de una forma progresiva durante el siglo XIX conseguirán la instalación en
varios países europeos de regímenes basados en muchos de los principios revolucionarios.
CONSECUENCIAS EN EUROPA.
Durante el siglo XIX se fue desarrollando, en el seno de las sociedades, una conciencia más
sensible a la enfermedad y a sus riesgos; esto llevó a los individuos y a los colectivos a
preocuparse por la higiene y a desarrollar nuevas normativas de profilaxis. La reducción de
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la tasa de mortalidad infantil fue uno de los efectos más notables de la difusión de la
higiene.
Otro aspecto a resaltar es que los efectos de la medicina favorecieron de forma desigual a
las diferentes clases sociales. Los estratos acomodados se beneficiaron antes de las
nuevas medidas higiénicas, mientras los pobres padecían todas las desventajas de la
industrialización.
El debate demográfico: A finales del siglo XVII, los debates sobre la explosión demográfica
concluyeron con el triunfo de un nuevo sistema de ideas, según el cual, el hombre puede
controlar su propio destino y huir de la fatalidad, interpretada muchas veces como
voluntad divina.
La Revolución Industrial.
La revolución industrial fue sin duda, la transformación más radical experimentada por la
humanidad. El primer país europeo donde se experimentó la industrialización fue en Gran
Bretaña, que, entre 1815 y 1850, polarizó toda la economía mundial. El ferrocarril pronto
mostró las inmensas posibilidades del progreso técnico.
Otro de los países pioneros fue Francia. las industrias más notables eran las de carbón y la
del hierro. El capitalismo francés era muy distinto al británico; en Francia fue
indispensable el sistema de la financiación bancaria.
Es remarcable también el caso de Bélgica, que con una larga historia industrial y un
periodo dilatado de estancamiento económico, emergió de éste a partir de la década de
1830, tras conseguir su independencia nacional.
Algo más tardío fue el desarrollo industrial en Alemania y Rusia. Alemania no consolido
propiamente la Revolución Industrial hasta después de 1870.
Uno de los factores más importantes de la industrialización, fue la rápida construcción,
desde 1830, de una densa red ferroviaria gracias a la abundancia de carbón y hierro, la
financiación exterior, el capital bancario y la política estatal.
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Rusia llegó a la base de una formación industrial sólida a finales del siglo XIX y principios
del XX, gracias al especial proteccionismo del estado y a una fuerte protección del capital
extranjero.
En Escandinavia, la industrialización comenzó después de 1870. Hasta entonces su
economía era básicamente preindustrial y dependiente del sector agrario.
Por su parte, la Europa mediterránea también fue una zona de desarrollo industrial tardío.
Las causas hay que buscarlas en la supervivencia del feudalismo, que retrasó el proceso de
la revolución burguesa.
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La opinión pública y sus medios de expresión: la opinión pública se convirtió en un
elemento importante al desarrollarse las instituciones representativas; su consulta
determina los mecanismos del gobierno en los regímenes parlamentarios. La función de la
opinión era fundamental, y ello implica la importancia de la prensa en el siglo XIX.
CONSECUENCIAS EN ESPAÑA
El reinado de Carlos IV (1788-1808) coincide con el desarrollo de la Revolución francesa;
que condicionó la política interior y exterior española, acelerando el paso del Antiguo
Régimen al nuevo. Un paso menos violento que en Francia, que se prolongará en tres
periodos: el reinado de Carlos IV, la guerra de la Independencia y el reinado de Fernando
VII.
Por tanto, el reinado de Carlos IV se convierte en el fin de un periodo como en el
comienzo de otro.
La Revolución plantea un nuevo modo de ver las cosas frente al cual los españoles no
pueden permanecer indiferentes. Para las clases tradicionalmente poderosas, como la
nobleza, resultaba un peligro puesto que estaban en juego bases fundamentales del
Antiguo Régimen: monarquía, religión y sociedad. Para otros los principios revolucionarios
eran válidos o incluso deseables, pero no su forma de terror. Finalmente también había
los que estaban a favor de los principios revolucionarios y también de sus consecuencias.
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El suceso francés obliga a los españoles a definirse, a tomar partido políticamente y esto
marcará en gran medida el futuro de España. Afectaría no solo a la caída de tres ministros:
Godoy, Aranda y Floridablanca, sino a la transformación del propio régimen, el ejemplo
puede ser el motín de Aranjuez que marcará el fin del reinado de Carlos IV, por primera
vez en la historia moderna de España un motín cambiaba a lo más alto del poder, no solo
trascendía a una mera sustitución de personas de las más altas esferas del poder.
Los políticos españoles no ignoraban el sentido de la revolución y esto se puso de
manifiesto con la celebración de las Cortes de 1789. Estas Cortes a diferencia de las
anteriores, superaron la formalidad del reconocimiento al Príncipe de Asturias ya que en
ellas se presentaron varias peticiones innovadoras que provocaron la repentina disolución
de éstas.
Se impuso una censura impulsada por el gobierno para evitar noticias sobre asuntos
relativos a Francia. Además se produjo un renacimiento de la Inquisición que prohibiría la
venta de libros franceses.
Frente a la Revolución francesa, España protagonizaría una política en principio
encaminada a salvar a Luis XVI. Se intentaron todos los medios posibles, incluido el
soborno mediante la compra de los votos necesarios para evitar su condena. Sin embargo
todos los intentos fracasaron, ya que al final el rey francés fue guillotinado. Días después
Francia y España se declaraban en guerra. Dos años después se firmaba la paz entre los
dos países con un tratado de paz (paz de Basilea) muy desfavorable para las posiciones
españolas. A su vez se firmó el primer Tratado de San Ildelfonso, debido a este tratado
España tuvo que apoyar a Francia en su lucha contra Inglaterra.
Napoleón se convierte en primer cónsul de Francia y logra dos triunfos: separar a Rusia de
la coalición contra Francia y firma con España el segundo Tratado de San Ildelfonso.
Napoleón ya tiene una gran influencia en la política española y consigue la destitución de
Urquijo, ministro español contrario a sus posiciones y el nombramiento de Luciano
Bonaparte, su hermano, como embajador en la Corte de Carlos IV.
Francia se aprovechó de la dominación que ejercía sobre España para con el supuesto de
ayudar a España en la invasión de Portugal llevar a territorio español un gran número de
soldados y ocupar prácticamente el país.
Debido a la tensa situación del país se produjeron múltiples intrigas dentro de la Corte
que, por ejemplo, produjeron el llamado proceso de El Escorial en el que se vio implicado
el futuro Fernando VII, entonces príncipe de Asturias, pero que se saldó sin graves
consecuencias. Mientras Napoleón mandaba sus tropas a las puertas de Madrid.
Otro de los productos de estas intrigas fue el motín de Aranjuez que provocaría la caída de
Godoy, favorito del rey y una de las personalidades políticas españolas más importantes
del siglo. Este suceso fue provocado por la alta nobleza que se aprovechó de la
impopularidad de Godoy para llevar a cabo el motín. Los amotinados asaltaron el palacio
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de Godoy el 17 de marzo de 1808. Carlos IV se vio obligado a impulsar un decreto en el
que se privaba a su favorito de los cargos de generalísimo y almirante. Al día siguiente
Carlos IV abdicaba en su hijo Fernando.
Carlos IV dejó un país con una gran deuda y una pésima situación económica en la que la
deuda pública de siete mil millones de reales equivalía a los ingresos del reino durante
diez años.
Producto de la Revolución francesa fue, también, la celebración de las Cortes de Cádiz que
declaraban a España como un estado liberal- burgués y en las que se intentó llevar a cabo
una profunda reforma estatal.
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
España fue la primera nación en la que Bonaparte tuvo que hacer frente a las
insurrecciones nacionalistas que provocaron su caída.
El 24 de marzo de 1808, el príncipe Fernando, convertido en rey, hace su entrada en
Madrid. En ese momento el emperador francés tenía unos 100000 hombres en territorio
español en calidad de aliado de España.
Napoleón concierta en Bayona una entrevista con el nuevo rey donde le secuestraría para
conseguir el poder en España y controlar definitivamente el poder. Consigue la abdicación
de Fernando y nombra como rey a su hermano José Bonaparte, que lo había sido hasta
entonces de Nápoles. También promueve una asamblea en la que se elabora una
Constitución, donde se encuentran las reformas que Napoleón quería impulsar en España.
La violencia de los franceses hacia la población civil provocó el sangriento suceso del 2 de
mayo de 1808 en Madrid. La noticia de los hechos de Bayona provocó la insurrección de
todos los territorios libres de franceses como Asturias, León, Valladolid, Granada, Sevilla,
Cádiz, Zaragoza, La Coruña y Valencia; se produjeron levantamientos populares no solo
contra los franceses sino también contra las autoridades españolas. Esta sublevación
terminaría con la creación de juntas políticas que ostentarían el poder político a partir de
ahora.
A partir de entonces comenzó una guerra de liberación que se prolongaría hasta la llegada
de Napoleón a finales de año. La resistencia española cosechó entonces sus mayores
éxitos, los únicos atribuibles a un pueblo que había sido abandonado por sus principales
dirigentes. Cabe destacar la derrota de los franceses en Bailén que tuvo repercusión
internacional.
Este era el panorama político que se encontró Napoleón cuando llegó a España al mando
de un ejército de 250000 soldados. Con ello comenzaba una segunda fase de la guerra que
duraría hasta 1812 y se caracterizaría por el dominio francés. En esta época sucedería la
toma por parte de los franceses de las principales ciudades españolas entre ellas Madrid.
En 1809 llegarían los primeros soldados prometidos por Inglaterra, unos 20000 hombres.
30
A comienzos de 1809, por tanto, la resistencia española estaba prácticamente reducida y
hasta 1811 los sucesivos refuerzos no conseguirían resultados. Pero se iban a producir dos
hechos de gran importancia. Uno la definitiva entrada de Inglaterra en la guerra, que
aportaría capacidad económica y organizativa. Otro un nuevo sistema de guerra, la
guerrilla, producto de la pérdida constante de batallas por parte española en una guerra
de ejércitos. Las guerrillas eran el máximo exponente del carácter popular de la guerra en
las que podía haber desde un patriota a un simple bandido y, por ello, se intentaron
reglamentar varias veces, la última en 1812.
Fue en 1809 cuando la presencia de un ejército inglés en Portugal, que mandaba sir Arthur
Wellesley, futuro lord Wellington, daría a la guerra nuevo impulso, a pesar de perder las
primeras batallas emprendidas. A pesar de esto José Bonaparte dirigió un ejército que
ocupó la mayor parte de Andalucía, además tropas francesa conquistaron otras zonas de
España como parte de Cataluña y de Aragón.
Hay un poder bicéfalo en la península: por un lado, los franceses con José Bonaparte como
rey, hermano de Napoleón, y por otro, el movimiento de las Juntas de resistencia
aclamado por el pueblo y expandido por el reino hasta su consumación en las Cortes de
Cádiz, símbolo de la resistencia nacional. Allí se irá realizará, a partir de 1810, una
importante reforma política, cuyo fruto más importante fue la Constitución aprobada el
19 de marzo de 1812, primera en la historia de España y una de las primeras del mundo.
La idea de esta reforma fue de Gaspar Melchor de Jovellanos(1744-1811), uno de los
grandes ilustrados españoles. Ante la sorpresa de muchos, este renqueante país
mediterráneo, típico representante del Antiguo Régimen, se convirtió de la noche a la
mañana en abanderado del liberalismo constitucional. La Constitución predica un estado
monárquico, con división de poderes; eliminaba los privilegios; declaraba que la nación se
obligaba de defender la propiedad y la libertad... así en España se producía una revolución
legal
En 1811, el gran problema para el ocupante fue el ejército inglés de Portugal ya que
Napoleón encomendó a uno de sus mejores generales, Massena, la conquista definitiva
del país pero éste es derrotado por los ingleses que consiguen la definitiva liberación de
Portugal.
El año 1812 marca la última etapa de la guerra que finalizaría con la retirada del ejército
sobre España. La iniciativa de la guerra pasa enteramente al conjunto de las fuerzas
españolas, inglesas y, en menor medida, portuguesas con Wellington de generalísimo.
Estas tropas se aprovechan de la lucha que mantiene Napoleón contra Rusia. José
Bonaparte debe abandonar Madrid que es conquistada por Wellington, pero éste no
quiere mantener una lucha contra los franceses en el centro de la Península y manda
retirar sus tropas hacia Portugal.
31
El rey José se reinstalaría en Madrid pero la derrota de Napoleón en Rusia cambia
completamente la situación. Al tambalearse el Imperio los Francia no puede resistir
indefinidamente en España, aunque todavía controlaba la mayor parte del territorio. Ante
el deterioro del Imperio en Europa José Bonaparte inicia una retirada hacia Francia y
Wellington inicia su persecución lo que produce la batalla de Vitoria, la última gran batalla
de la guerra que produjo numerosas bajas en el ejército francés.
Aunque hasta el 14 de abril de 1814 hubo tropas francesas en España con el regreso de
Fernando VII, el “deseado”, que declararía nula a la Constitución liberal promulgada en las
Cortes de Cádiz y restauraría el absolutismo gracia al Tratado de Valençay firmado con
Napoleón que le devolvería el poder a la dinastía borbónica.
32
fueron resultado del mestizaje pero, al persistir, el proceso mismo del mestizaje tendió a
la disolución de las castas". En este contexto, marcado por la desarticulación social, las
doctrinas igualitarias del siglo XVIII y de la revolución francesa, al igual que el discurso
republicano, permitieron la integración del mestizo, marginado por la colonia, al nuevo
orden. Esta integración generó el sentimiento, imaginario, pero no por ello menos
importante, de pertenecer a una misma nación. Sin embargo, lo nuevo después de 1776 y
sobre todo después de 1789 no son las ideas, es la existencia de una América republicana
y de una Francia revolucionaria. El curso de los hechos a partir de entonces hizo que esa
novedad interesara cada vez más de cerca a Latinoamérica.
En efecto, colocó a Portugal en una difícil neutralidad y convirtió a España, a partir de
1795, en aliada de la Francia revolucionaria y napoleónica. En estas condiciones aún los
más fíeles servidores de la Corona no podían dejar de imaginar la posibilidad de que
también esa Corona, como otras, desapareciera. En la América Española, en particular, la
crisis de independencia fue el desenlace de una degradación del poder español que,
comenzada hacia 1795, se hizo cada vez más rápida. En medio de la crisis del sistema
político español, los revolucionarios no se sentían rebeldes sino herederos de un poder
caído, probablemente para siempre. No había razón alguna para que marcaran disidencias
frente a un patrimonio político- administrativo que consideraban suyo y entendían servir
para sus fines. Más que las ideas políticas de la antigua España (ellas mismas, por otra
parte, reconstruidas no sin deformaciones por la erudición ilustrada) fueron sus
instituciones jurídicas las que evocaron en su apoyo unos insurgentes que no querían
serlo.
En todas partes, el nuevo régimen, si no se cansaba de abominar al viejo sistema, aspiraba
a ser heredero legítimo de éste. En todas partes, las nuevas autoridades podían exhibir
signos, algo discutibles, de esa legitimidad que tanto les interesaba. En todas partes, el
nuevo régimen, si no se cansaba de abominar al viejo sistema, aspiraba a ser heredero
legítimo de éste. Las revoluciones que se dieron, al comienzo sin violencia, tenían por
centro el Cabildo, esa institución que representaba escasamente las poblaciones urbanas
y tenía, por lo menos, la ventaja de no ser delegada de la autoridad central en su
derrumbe. Fueron los cabildos abiertos los que establecieron las juntas de gobierno que
reemplazaran a los gobernantes designados desde la metrópoli. Las primeras formas de
expansión de la lucha siguieron también cauces nada innovadores: las nuevas autoridades
requirieron la adhesión de sus subordinados y para ampliar la base revolucionaria
declararon la igualdad de los hombres y emanciparon a los indios del tributo. La
transformación de la revolución en un progreso que interesara a otros grupos al margen
de la élite criolla y española avanzó de modo variable según las regiones. Pero la
estructura social de la comunidad hispana, al carecer de burguesía, no permitió el
funcionamiento real de un sistema basado en la voluntad popular.
33
En efecto, la Corona era el vínculo que unificaba a las extensas posesiones españolas y la
religión católica proporcionaba el sustrato filosófico del Imperio. El ataque ideológico de la
revolución francesa contra la Corona y la Iglesia destruyó los cimientos en los cuales se
basaba el Imperio Español a fines del siglo XVII y principios del XIX. De ahí el desarrollo de
movimientos regionalistas en España y la balkanización de América. Si el fundamento del
poder pasaba a la "nación", elementos como la lengua u otros factores culturales podían
ser elementos del "nacionalismo", y así ocurrió en Cataluña y el país Vasco. En el caso de
las colonias de España, la combinación simultánea de las consecuencias de las
revoluciones industrial y francesa fue una mezcla explosiva. La estructura social de la
comunidad hispana, al carecer de burguesía, no permitió el funcionamiento real de un
sistema basado en la voluntad popular. Carentes del valor simbólico de la Corona, como
vínculo integrador, los virreinatos se desintegraron en 18 países, con escasa población y
con grados de debilidad tales que no sólo perdieron territorios frente a Estados Unidos,
Gran Bretaña y Brasil, sino que llegaron a situaciones de marcada dependencia política y
económica frente a las principales potencias de habla inglesa: Inglaterra y Estados Unidos.
El caso brasileño es original. Cuando Napoleón invadió a Portugal, la flota británica
trasladó la familia real de Lisboa a Río de Janeiro y, durante un tiempo, la capital del
imperio lusitano estuvo en la ciudad brasileña. Terminadas las guerras napoleónicas, el rey
retornó a su patria, pero su hijo Don Pedro quedó en Brasil y posteriormente lo
independizó de la metrópoli estableciendo un imperio bajo la Corona de Braganza, que
duró hasta 1889. Como consecuencia, Brasil mantuvo su unidad bajo un proceso de
integración nacional gracias a la Corona. Se robusteció, por ende, la administración del
Estado, se forjó una diplomacia profesional y el nuevo país independiente mantuvo las
líneas de expansión geográfica heredadas de la colonia.
En Hispanoamérica, terminada la guerra de independencia se esperaba que surgiera un
nuevo orden cuyos rasgos esenciales habían sido previstos desde el comienzo de la lucha
por la independencia. Pero éste demoraba en nacer: el nuevo orden no lograba penetrar
en los esquemas ideológicos vigentes, si bien los cambios ocurridos eran impresionantes:
no hubo sector que saliera ileso de la revolución. Las élites urbanas, en particular, se
vieron privadas de una parte de su riqueza y se vieron involucradas en una decadencia
irremediable. Un proceso análogo se dio en la Iglesia. La colonial estaba muy vinculada a la
Corona, los nuevos dirigentes eclesiásticos fueron a menudo apasionados patriotas y
contribuyeron a la causa con bienes eclesiásticos. Así, la Iglesia se empobreció y se
subordinó al poder público. Sólo en algunas zonas (México, Guatemala, Nueva Granada,
Sierra Ecuatoriana) el cambio fue limitado y compensado por el mantenimiento de un
prestigio popular. Hubo, entonces, cambios importantes y la más visible de las novedades
fue la violencia: la movilización militar implicó una previa movilización política que se hizo
en condiciones demasiado angustiosas para disciplinar rigurosamente a los que convocó a
34
la lucha. Las guerras de independencia fueron un complejo haz de guerras en las que
hallaron expresión tensiones raciales, regionales y grupales demasiado tiempo reprimidas.
Concluida la guerra, fue necesario difundir las armas por todas partes para mantener un
orden interno tolerable. De esta manera, la militarización sobrevivió a la lucha aunque fue
un remedio a la vez costoso e inseguro. Las nuevas repúblicas pasaron a depender cada
vez más del exigente apoyo militar y a gastar más de lo que sus recursos permitían. El
nuevo orden no lograba penetrar en los esquemas ideológicos vigentes, si bien los
cambios ocurridos eran impresionantes: no hubo sector que saliera ileso de la revolución.
La gravitación de los cuerpos armados, surgida en el momento mismo en que se daba una
democratización sin duda limitada pero real, de la vida política y social hispanoamericana,
comenzó por ser un aspecto de esa democratización, pero bien pronto se transformó en
una garantía contra una extensión excesiva de este proceso: por eso aún quienes
deploraban algunas de las modalidades de la militarización hacían muy poco por ponerle
fin.El rechazo ideológico a la Corona y la ausencia de una burguesía que posibilitara un
sistema político basado en la "nación" llevaron a los países hispanoamericanos a la
anarquía, a la carencia de fundamentos claros de legitimación del sistema político, y a la
emergencia de caudillos y dictadores militares como medios de establecer gobiernos que,
al menos, tuvieran un mínimo control sobre el territorio del país. Todavía en nuestros días
existe un divorcio entre los fundamentos de la legitimación del poder y la forma en que se
ejerce. Es así como mientras la casi totalidad de las Constituciones de Hispanoamérica
consagran a la democracia, en la práctica se actúa mediante métodos autoritarios, ya sea
por civiles o militares, en la mayor parte de los países. En muchos casos, se gobierna
largos períodos mediante "estado de sitio" o de "excepción" que implica que el gobierno
posee poderes casi dictatoriales, otorgados por el legislativo, de acuerdo con la
Constitución. Es, en el fondo, un reconocimiento de la precariedad de la fundamentación
ideológica del sistema que, en muchos casos, no guarda relación con la realidad social.4.
La vigencia del mensaje de la revolución francesa En América Latina se ha iniciado en los
últimos años un proceso de convocatoria de elecciones libres y, en este contexto, se ha
formulado el problema de los derechos humanos como un programa capaz de movilizar
energías y alcanzar un considerable consenso social y construir una democracia sólida,
fundada en el imprescindible consenso de la mayoría. Esta convocatoria es importante
pero no es suficiente para garantizar la culminación del proceso democrático.
Hace falta, además, un cambio de mentalidad, un remezón estructural y el
establecimiento de mecanismos de participación social que aseguren la existencia de
vínculos orgánicos entre el gobierno y los ciudadanos dentro de un marco de convivencia
política y de tolerancia. Hace falta un cambio de mentalidad, un remezón estructural y el
establecimiento de mecanismos de participación social que aseguren la existencia de
vínculos orgánicos entre el gobierno y los ciudadanos dentro de un marco de convivencia
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política y de tolerancia. Hemos afirmado que el legado de la revolución francesa se
resume en dos conceptos —soberanía popular y democracia— y en una comunidad que se
concreta en el Estado -nación, lo cual supone un sistema de instituciones impersonales
basado en la lealtad a la nación, no a grupos primarios, lo cual supone a su vez, una idea
del individuo como figura esencial.
En efecto, desde la desintegración del dominio feudal y colonial como formas
predominantes de organización social y paralelamente, desde la implantación del
capitalismo como sistema mundial, la idea del hombre, como figura privilegiada de lo
social, se ha ido afianzando. Esta idea se plasmó en la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre que significó para su época, un paso importante en la defensa de la
persona. Se conformó así una ideología plasmada en el liberalismo de la modernidad, que
colocaba al individuo como anterior a la sociedad y al Estado. Allí, lo social no era
constitutivo del hombre, sino que se presentaba como un límite que sólo le aseguraba la
convivencia grupal. Los derechos humanos así proclamados guardaban silencio acerca de
las formas concretas en las cuales se materializarían en sociedad. Y esto no es casualidad.
La propuesta del liberalismo logró consenso universal, no sólo porque ofreció sustento
ideológico al capitalismo, sino porque, en su forma misma, planteaba una especie de
abstracción del hombre que lo hacía sujeto de derechos universales, fuera de la historia y
de los padecimientos de los hombres. Los individuos eran todos iguales a condición de no
hablar de los hombres concretos.
En la América Latina contemporánea la cuestión que se plantea es la creación o el
afianzamiento de Estados democráticos, lo que supone la necesidad de definir qué tipo de
democracia se aspira a construir y qué estrategias se deben dar para alcanzar una
apertura apropiada.
Como la situación de cada país es diferente, es imposible definir una estrategia única. Lo
que sí está claro es que un signo de los tiempos es el que los derechos no son sólo
derechos del hombre y del ciudadano, sino que los derechos protegen al disidente y al
hombre concreto. Protegen al disidente porque la democracia supone el reconocimiento
del derecho a discrepar y esto se puede expresar a través de derechos clásicos como la
libertad de expresión o manifestación, pero también a través de nuevos derechos
exclusivos para el disidente, como la objeción de conciencia. Protegen al hombre
concreto, porque se plantean hoy los derechos de seres humanos que tienen una
calificación específica que es el objeto de protección o los derechos del débil, del
marginado, del que está en minoría o no se puede defender por sí mismo.
Estos derechos se consideran en cuanto son compatibles con los de la comunidad y nunca
con un carácter absoluto. En la América Latina contemporánea la cuestión que se plantea
es la creación o el afianzamiento de Estados democráticos, lo que supone la necesidad de
definir qué tipo de democracia se aspira a construir y qué estrategias se deben dar para
36
alcanzar una apertura apropiada. Para garantizar estos derechos, los Estados
Latinoamericanos deben comenzar por dar una solución a la fragmentación del poder, y
construir el Estado -nación cuyo modelo nos legó la revolución francesa, eliminando los
mecanismos de afiliación primaria, de carácter clientelista y personal. Sólo en la medida
en que el discurso republicano se articule con la práctica mediante un sistema de lealtades
nacionales, no primarias y medievales, tendrá resonancia en nuestro continente una
afirmación recientemente hecha por el escritor Umberto Eco: "Si hoy, un ciudadano al que
un guardia asalta con malos modos le dice que le multe, pero que se comporte con
respeto o le denuncia, es porque ha existido la revolución francesa. Puede que el
ciudadano sea un aristócrata nostálgico que crea estar ejercitando los derechos de sus
antepasados. Él puede creerlo. Pero si el guardia entra por el aro es porque ha existido la
revolución francesa''.
37
CONCLUSIONES
La revolución francesa se dio principalmente por el descaro que se tenía para con
la gran mayoría de pobladores de Francia, el absolutismo monárquico daba
demasiados privilegios a los sectores más influyentes y que a su vez eran quienes
más dinero tenían.
Fueron los ilustrados franceses quienes impulsaron esta gran revolución.
Expusieron sus ideas, e hicieron que fueran tomadas en cuenta por el pueblo. Ellos
dieron base ideológica y razonable a esta revolución.
Cuando el hambre y la pobreza amenaza a un pueblo, la subsistencia y el
desespero actúan. A como dé lugar su pobladores deben hacer esto cambiar.
Los cambios en la historia están marcados por cada uno de sus hechos, personajes,
guerras, motivos ya sean buenos, malos, justos o injustos. Lo cierto es que de no
ser por cada uno de los acontecimientos de nuestro pasado, el mundo hoy no sería
igual.
Uno de los principales legados de la Revolución Francesa son los derechos de
igualdad de los seres humanos sin importar raza o sexo.
Esta revolución fue la gran inspiración y motivo de las luchas de independencia en
América latina.
La revolución francesa fue un proceso social y político que llego en respuesta a una
gran inestabilidad y pésima organización económica.
Como conclusión se puede decir que así como la Revolución Francesa derribó y
terminó con el régimen absolutista y feudal también estableció las bases para los
sistemas políticos y judiciales utilizados en la actualidad. Es por eso que se
considera a la Revolución Francesa como uno de los procesos más importantes de
la historia.
Dio también un importante avance para las ciencias sociales o sociología, alentó a
la revolución industrial y modernizó al mundo entero.
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RECOMENDACIONES
Tener conciencia que el estado no es absolutista, sino que debe estar al servicio
del pueblo, en la actualidad y legislación si bien ya no cabe una revolución (que
puede darse en Venezuela) la ley peruana (y en general de cualquier país tiene los
medios para exigir al Estado que cumpla su función que es servir al pueblo.
Nuestro mayor tesoro en ese sentido es nuestro voto electoral, que no debemos
darlo a un gobernante simpático, ni a un vendedor de quimeras, sino a quien
puede simplemente cumplir con lo que el cargo de presidente de la república o
congresista le imponen.
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ANEXOS
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1. El paso de la Edad Moderna a la Edad Contemporánea ocurrió al presentarse tres
grandes revoluciones: a) La Revolución Industrial; b) La Revolución
norteamericana, y c) La Revolución francesa.
2. La Revolución Industrial fue una transformación económica y social caracterizada
por el uso de la maquinaria, la concentración de trabajadores en las fábricas y en
las ciudades, y el predominio de los capitalistas o empresarios en la vida de
entonces.
3. Pueden señalarse como principal causas de la Revolución Industrial: a) el aumento
en la demanda de productos europeos en los mercados de Asia y América; b) la
relación de tipo colonial que tenían varios países europeos con esos mercados; c)
las facilidades políticas y sociales; d) los descubrimientos e inventos técnicos,
especialmente el uso del vapor; y e) la preparación técnica de los países que se
industrializaron.
4. Para mover las maquinas, el hombre utilizó antes el agua y el viento. Con el
aprovechamiento del vapor en el siglo XVIII, el desarrollo industrial fue enorme,
sobre todo en Inglaterra, que fue el primer país que se industrializó. Las máquinas
comenzaron a hacerse de hierro, y para la fundición de este y la obtención del
vapor se utilizaron el carbón de piedra y el coque. La primera industria que se
mecanizo en Inglaterra fue la industria textil.
5. La necesidad de mover grandes volúmenes de mercancía obligo a que hubiera
mejores transportes. En esta época, a principios del siglo XIX, Jorge Stephenson
inventó la locomotora de vapor, en la Gran Bretaña, y Roberto Fulton inventó en
Estados Unidos el barco de vapor.
6. El hecho de que en el interior de Inglaterra hubiera comercio libre, ayudó a su
industrialización, pues en casi todos los países de Europa había, en cambio,
barreras aduanales.
7. La Revolución Industrial coincidió con la revolución agrícola inglesa, consistente en
el mejor aprovechamiento de las tierras, y el uso de riego y fertilizantes, la
mecanización de los procedimientos y el uso de plantas forrajeras y raíces de
invierno.
8. El principal estudioso de estos fenómenos fue Adam Smith, inglés, sistematizador
de la economía política, partidario de la división del trabajo, que se dejara en
libertad de trabajar a los individuos, y que el gobierno interviniera lo menos
posible en la economía.
9. La Revolución norteamericana o independencia de Estados Unidos se efectuó a
fines del siglo XVIII en las 13 colonias que los ingleses tenían en la América del
Norte. Eran colonias pobladas por súbditos británicos (excluidos los indios, y
considerados los negros como esclavos), que basaban su economía en la
41
agricultura, la ganadería y el comercio. Cada colonia tenía su propia asamblea, y
los colonos practicaron casi desde un principio el gobierno democrático y
representativo.
10. Por diversas causas (espíritu nacionalista, desconcentro contra el monopolio
comercial inglés, temor de que la Gran Bretaña uniese a todos las colonias en una,
ley molestas), los colonos prefirieron poco a poco la independencia. Hubo leyes,
llamadas “intolerables”, que creaban contribuciones irritantes, más que nada
porque se imponían sin que los colonos las aprobaran a través de sus diputados. En
vista de que no se les respetaban sus derechos, las 13 colonias formaron varios
Congresos sucesivos en Filadelfia. El último de ellos decretó la separación.
11. El 4 de julio de 1776, Tomás Jefferson redactó la Declaración de independencia.
Pronto, el ejército colonial mandado por Jorge Washington tuvo el apoyo de
franceses y españoles, y la guerra fue favorable para todos estos, en contra de los
ingleses. Tras la victoria alcanzada en Yorktown, en octubre de 1781, Inglaterra
pidió la paz. En el tratado de París del 3 de septiembre de 1783, se reconoció la
independencia de Estados Unidos y se hicieron algunas concesiones a Francia y
España.
12. Alcanzada la independencia, apareció el “periodo crítico” en el que cada estado de
hecho vivió separado, hasta que, gracias a los esfuerzos de Hamilton, Washington,
Franklin y otros, se celebró la convección constitucional en Filadelfia, y en 1787 se
dictó la constitución Política de los Estados Unidos, que estableció como forma de
gobierno una República democrática y federal con 3 Poderes en la Federación: el
Ejecutivo (un Presidente), el Legislativo (un Congreso con dos Cámaras de
Diputados y Senadores) y el Judicial (encabezado por la Suprema Corte de Justicia).
El primer Presidente de Estados Unidos fue Jorge Washington.
13. La Revolución francesa constituyó un movimiento político que transformo en gran
parte la vida de Europa y no poco la de América. Fue el principio para que se
acabaran las monarquías absolutas, estableciéndose en su lugar gobiernos
Constitucionales. Atacó a la Iglesia católica, proclamó la existencia de derechos
individuales e hizo que la dirección de la vida social ya no estuviera en manos de la
nobleza, sino de la burguesía formada por los profesionales y en general la clase
rica que no era noble.
14. Como antecedentes, de la Revolución francesa estuvo el movimiento doctrinal
llamado Iluminismo, cuyos partidarios creían en la razón como el único
instrumento para arreglarlo y reformarlo todo. Entre los iluministas franceses más
notables pueden citarse: Montesquieu (que presentó como ideal el gobierno
dividido en tres podres); Voltaire (historiador y filósofo anticristiano) y Rousseau
(un ginebrino radicado en Francia, quien escribió que la sociedad es resultado de
42
un contrato y que todos los hombres tienen derechos que el gobierno no puede
violar; que corresponde al pueblo nombrar a las autoridades, y que la civilización
corrompió al hombre).
15. Antes de que surgiera la Revolución, se difundió mucho un diccionario llamado
Enciclopedia, lleno de ataques a la realeza y al cristianismo.
16. La Revolución francesa surgió tanto por la mala distribución de los bienes, como
por los gastos excesivos de la corte, la desorientación de la gente por las prédicas
revolucionarias y por la participación de la Masonería. El pretexto para que
apareciera la revuelta fue la convocatoria de los Estados Generales que hizo Luis
XVI para que atendieran a la mala economía del gobierno. En esos Estados
Generales había tres clases o “estados”: los diputados nobles, los diputados
eclesiásticos y los diputados burgueses. Pronto, los diputados se desentendieron
del problema económico, se convirtieron en Poder Legislativo de Francia en forma
de Asamblea y comenzaron a dictar leyes reformistas.
17. Ante el temor de que los soldados llegaran de provincias para acabar con la
Asamblea, algunos agitadores incitaron al pueblo a tomar la bastilla (fortaleza del
gobierno), el 14 de julio de 1789. Enseguida hubo saqueos por toda Francia,
atentados y una revolución agraria promovida por los campesinos. A esto se llamó
Gran Miedo. Los diputados, entre tanto, aprobaron la Declaración de los Derechos
del Hombre, que acabó con los privilegios de nobles y eclesiásticos y estableció
que todos los hombres tenían iguales derechos.
18. La Asamblea invadió el campo de la Iglesia. Dictó la Constitución Civil del Clero que
formaba en Francia una Iglesia cismática, separada de Roma, y se obligó a que los
sacerdotes la juraran. A los que no lo hicieron se les llamo “refractarios”. El papa
Pio VI la condenó. Al fin, en septiembre de 1791, se aprobó una Constitución
Política que transformó al país, convirtiéndose en una monarquía constitucional.
19. La siguiente Asamblea, llamada Legislativa, se enfrentó a Prusia y Austria por razón
de los nobles franceses que se refugiaron en dichos países. Se les declaró la guerra
aquellas naciones, y el Rey fue derrocado, por acusársele de tener entendimiento
con los enemigos. Jacobo Dantón quedó como encargado del Poder Ejecutivo. En
medio de gran agitación, en septiembre de 1792 hubo grandes matanzas en las
cárceles públicas. La Asamblea estableció el voto universal y repartió la tierra de
los nobles.
20. Desde septiembre de 1972 actuó un tercer organismo, la Convención Nacional,
que de hecho quedó bajo el dominio de los extremistas “jacobinos”, como
Robespierre, Dantón y otros. La monarquía fue abolida. Se guillotinó a Luis XVI en
enero de 1793 y, mientras en el interior había sublevaciones contra los
revolucionarios, en el exterior aumentaban las naciones enemigas. El conjunto de
43
las matanzas dispuestas por los jacobinos, y en especial por Robespierre, en 1793,
es a lo que se llama El Terror. Simultáneamente se abolió el cristianismo y se quiso
sustituir a Dios por la razón y la libertad.
21. La ola de sangre concluyó cuando Robespierre fue aprendido (golpe de los
terminaríamos) y muerto. Comenzó entonces un época más moderada, y de
acuerdo con una nueva Constitución se estableció un régimen llamado Directorio
(con cinco directores para el Poder Ejecutivo) en que el Poder Legislativo se confió
a dos Cámaras: la de los 500 y la de los Ancianos (250)
22. Napoleón Bonaparte, nativo de Córcega, donde nació en 1769, hizo la carrera
militar en Francia. Fue sorprendido por la Revolución en Grenoble. Se afilió a ella y
se distinguió contra los ingleses en el sitio de Tolón. Su prestigio militar lo alcanzó
en Italia al derrotar principalmente a los austriacos, a quienes obligó a firmar la paz
en el Tratado de Campo Formio. Las tropas francesas formaron varias repúblicas
italianas, copia de la República francesa.
23. Su siguiente campaña fue en Egipto, para romper las comunicaciones de Inglaterra
con la India. Tuvo victorias y derrotas. Al fin abandonó al ejército, regresó a Francia
y dio un golpe de Estado en 1799 (18 Brumario) que acabó con el Directorio. Se
estableció el Consulado y Napoleón quedó como primer cónsul. Emprendió
grandes reformas interiores, de restablecimiento del catolicismo y de legislación.
Volvió a derrotar a los austríacos y obtuvo la paz con éstos y con los ingleses. Más
tarde se le nombro cónsul por 10 años y luego cónsul vitalicio. Por acuerdo del
Senado y mediante un plebiscito se hizo designar Emperador y fue coronado en
1804 con asistencia del papa Pio VII.
24. El ideal napoleónico de unidad política europea (en forma de Imperio) hizo que
Inglaterra, dirigida por William Pitt, se lanzara en su contra, junto con otros países.
Débil en el mar (perdió en Trafalgar), pero fuerte en tierra, Napoleón, después de
varias batallas, venció al Zar de Rusia, Alejando I, y entre ambos se dividieron el
dominio de Europa. En 1807 Napoleón decreto el bloqueo contra los ingleses, y
esto lo obligó a ocupar varias naciones, inclusive España y Portugal. En España
depuso del gobierno a los reyes legítimos, Carlos IV y Fernando VII (que a ello se
presentaron) y nombro Rey a su hermano, José Bonaparte.
25. Nuevas coaliciones de países se lanzaron contra Napoleón. Éste derrotó de nuevo a
los austríacos y ocupó los Estados Pontificios porque el Papa no quiso secundar el
bloqueo. El papa fue hecho prisionero. Se divorció Napoleón de su esposa Josefina
Beauharnais y se casó con la archiduquesa María Luisa de Austria. A su hijo le
adjudicó los Estados del papa. Los años de 1810 y 1811 fueron de gran esplendor
en la vida dl Imperio: dominaba sobre 80 millones de personas. Pero el despotismo
fue continuo. Disgustado más tarde con el Zar, Napoleón se lanzó contra Rusia, y la
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campaña fue desastrosa. Vuelto en completa derrota, tuvo que enfrentarse a
nuevas sublevaciones. Abdico y fue confinado a la isla de Elba, quedando en
Francia en lugar suyo el rey Luis XVIII. Más tarde volvió y gobernó en el Imperio de
los Cien Días, pero sus enemigos se unieron y lo derrotaron en la batalla de
Waterloo en junio d 1815. Fue recluido en la isla de Santa Elena, en donde murió
en 1821.
26. La ocupación de España por las tropas napoleónicas repercutió en América, porque
facilitó los movimientos Independencia. En España misma, ausente Fernando VII se
reunieron las Cortes en Cádiz, y en 1812 dictaron una Constitución liberal que fue
suspendida cuando el Rey volvió a España en 1814.
27. A fines del siglo XVIII, cuando ya era probable la separación hispanoamericana, el
conde de Aranda le propuso al Rey de España, Carlos III, que se deshiciera de sus
principales colonias y las convirtiera en reinos independientes, poniendo al frente
a estos príncipes españoles. No fue atendido él, ni ninguno otro de los que
propusieron reformas, y entonces se desencadenó la separación en forma de
guerras.
28. Las causas de la separación hispanoamericana puede agruparse en dos: internas
(desarrollo de colonias, oposición entre peninsulares e hispanoamericanos, errores
económicos de la metrópoli, fuertes diferencias sociales, participación eclesiástica
en Nueva España) y externas (difusión de ideas revolucionarias e influencias
políticas exteriores).
29. Propiamente no hubo grandes revoluciones antiespañolas, de tipo amplio, en la
época colonial, salvo en el siglo XVIII, en que hubo conjuraciones y varias
rebeliones indígenas, la más importante de las cuales fue la de José Gabriel
Condorcanqui (Tupac Amaru), en el Perú. Entre los percusores de la independencia
hispanoamericana debe anotarse a Francisco de Miranda, Venezolano, que tras
una vida aventurera trazó un proyecto para formar con los todos los países
hispanoamericanos un solo regido por una monarquía constitucional.
30. En el Virreinato del Rio de la Plata se aprovechó el ataque inglés de 1806 para dar
desarrollo a sentimiento criollo separatista. El último virrey fue Baltasar Hidalgo de
Cisneros, que dispuesto por Junta, en la que participaron Mariano Moreno y
Manuel Belgrano, y se pusieron las bases para la Independencia de Argentina. Pero
los intentos de Buenos Aires fracasaron. La Banda Oriental del Uruguay solo cayó
en el poder de los bonaerenses hasta la captura de Montevideo por Alvear, en
1814. Dos años después, en 1816, el Congreso de Tucumán aprobó la declaración
de Independencia y quedó en el poder Juan Martín de Pueyrredón. Un héroe de la
independencia Argentina, José de San Martín, cruzó los Ande, consolido la
45
Independencia chilena, marchó al Perú y puso las base de liberación para este
último país, que quedo finalmente separado de España poco después.
31. La acción de las fuerzas bolivarianas permitió, por su parte, la Independencia del
Alto Perú o Bolivia. Los países de la Gran Colombia (Colombia, Ecuador,
Venezuela), fueron independizados por Simón Bolívar, después d los fracasos del
precursor, Francisco de Miranda. Bolívar era nativo de Caracas; recibió la influencia
revolucionaria de su maestro Simón Rodríguez y prometió dedicarse a la liberación
de su patria. Tuvo derrotas al principio, pero, al cabo, mediante las batallas de
Boyacá (Colombia), Carabobo (Venezuela) y Pichincha (Ecuador), aseguro la
libertad de estos países.
32. Nueva España inicio su movimiento de independencia con don Miguel Hidalgo,
quien reunión grandes masas pero no supo darles disciplina adecuada. Recorrió el
centro del país, triunfo en el Monte de las Cruces, pero fue derrotado en Aculco.
Se refugió en Guadalajara, expidió decretos de contenido social, fue derrotado, y
posteriormente aprehendido y ejecutado. Morelos, otro sacerdote, tuvo más clara
visión y más sentido militar. Alcanzo notables victorias, pero al final fue fusilado en
1815. Salvo la presencia fugaz del guerrillero navarro Francisco Javier Mina, el
gobernó virreinal domino hasta 1820. Al año siguiente, y como consecuencia de los
trastornos constitucionales ocurridos en España, Agustín de Iturbide aprovecho la
oportunidad y, mediante el Plan de Iguala, consumó la Independencia mexicana,
poniendo las bases de un Imperio al que se adhirieron poco más tarde los países
centroamericanos, liberados también en 1821. Iturbide fue emperador, pero
abdicó en 1823.
33. El peligro de que España intentara una reconquista con ayuda de la Santa Alianza,
hizo que Inglaterra presionara a Francia para que ésta no ayudara a España. En
1823, y con el mismo motivo, el presidente Monroe, de Estados Unidos, dictó la
doctrina de su nombre, según la cual un intento de reconquista o de cambio de
gobierno en favor de la monarquía, por la acción de un país fuera del continente
americano, se interpretaría como agresión a su país. La doctrina se resumió en la
frase: “América para los americanos”. Bolívar por su parte, reunió una Asamblea
Anfictiónica en Panamá, en 1826, con la participación de varios países de América.
Su intención era formar una liga de todas las naciones del continente, pero no tuvo
éxito. Alamán pretendía la unión de los países hispanoamericanos.
34. Brasil se independizó por la acción de la misma familia de Braganza, reinante en
Portugal, de la que dependía. Dicha familia se refugió en su colonia como motivo
de la invasión napoleónica a suelo portugués. Gobernó como regente el rey Juan
VI, pero al marcharse, y de acuerdo con él, su hijo, don Pedro, se proclamó
Emperador e hizo la liberación de Brasil en 1821 sin derramamiento de sangre.
46
35. La isla de Santo Domingo estuvo dividida desde el siglo XVII en dos partes: la
española (Santo Domingo, propiamente dicho) y la francesa (Haití). En Haití
predominaba la población negra, que estaba en condiciones sociales inferiores.
Debido a la Revolución francesa se concedieron derechos a los negros libertos,
pero esto provocó la oposición de los blancos. Ocurrieron encuentros, y un caudillo
negro, Domingo Toussaint L’Ouverture, domino Haití. Queriendo alcanzar más
libertad, fue combatido por soldados franceses, que lo aprehendieron. La
independencia final la hizo Juan Jacobo Dessalines en 1804, dividiéndose el país de
la República y Monarquía, hasta su reunión final en 1820. En Santo Domingo, con
población blanca hispana, con negros y mulatos, la liberación de los haitianos y de
España se alcanzó al fin en 1865, constituyéndose la República Dominicana.
47
48
Toma de la Bastilla, 14 de julio de 1789.
49
La Libertad guiando al pueblo, pintura deEugène Delacroix,
erróneamente asociada a la Revolución de 1789 pese a que
corresponde a los sucesos revolucionarios de 1830. Museo del
Louvre, París
50
Maximiliano Robespierre (1758-1794), líder revolucionario francés.
51
napoleon atravesando el gran st. de bernard de Jacques David
52
53
54
55
56
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on_francesa_fin_del_antiguo_regimen.html
57
INDICE
PRESENTACIÓN .............................................................................................................................. 2
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 3
PROBLEMÁTICA ............................................................................................................................. 4
OBJETIVOS ..................................................................................................................................... 4
HIPÓTESIS ...................................................................................................................................... 4
CAPÍTULO I..................................................................................................................................... 5
ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN .............................................................................................. 5
Antecedentes Ideológicos. ........................................................................................................ 5
Antecedentes Revolucionarios .................................................................................................. 6
Antecedentes Históricos............................................................................................................ 6
ANTIGUO RÉGIMEN ....................................................................................................................... 7
Política del Antiguo Régimen..................................................................................................... 7
Sociedad del Antiguo Régimen .................................................................................................. 7
La economía del Antiguo Régimen ............................................................................................ 8
CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN ........................................................................................................ 10
POLÍTICAS................................................................................................................................ 10
SOCIALES ................................................................................................................................. 11
ECONÓMICAS .......................................................................................................................... 11
IDEOLÓGICAS .......................................................................................................................... 11
CAPITULO II.................................................................................................................................. 12
LA REVOLUCIÓN FRANCESA ......................................................................................................... 12
LA ASAMBLEA NACIONAL........................................................................................................ 12
Las Revueltas Populares Urbanas y Campesinas ..................................................................... 12
El Gobierno Revolucionario: Nuevas Leyes.............................................................................. 13
LA ASAMBLEA (1789-1791) .......................................................................................................... 14
La Constitución de 1791 .......................................................................................................... 14
Bandos Y Grupos Políticos ....................................................................................................... 14
Nuevos Conflictos Internos...................................................................................................... 15
Guerra y Revolución ................................................................................................................ 15
LA CONVENCIÓN (1792-1794) ...................................................................................................... 16
La Proclamación de la República y la Ejecución del Rey........................................................... 16
58
La constitución del año I. "El Terror" ....................................................................................... 17
EL DIRECTORIO ............................................................................................................................ 18
El ascenso de Napoleón Bonaparte ......................................................................................... 18
EL CONSULADO 1799-1804 .......................................................................................................... 19
Políticas internas de Napoleón................................................................................................ 20
Paz con la iglesia...................................................................................................................... 20
Codificación de las leyes.......................................................................................................... 20
Una nueva burocracia ............................................................................................................. 21
¿Preservador de la revolución? ............................................................................................... 21
EL IMPERIO DE NAPOLEÓN .......................................................................................................... 22
Construcción del Imperio ........................................................................................................ 22
Difusión de los principios de la Revolución ............................................................................. 22
LA RESPUESTA EUROPEA.............................................................................................................. 23
Supremacía de la Gran Bretaña ............................................................................................... 23
Nacionalismo........................................................................................................................... 23
LA CAÍDA DE NAPOLEÓN .............................................................................................................. 24
Catástrofe en Rusia ................................................................................................................. 24
La derrota final ........................................................................................................................ 24
CAPÍTULO III................................................................................................................................. 25
CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN. ......................................................................................... 25
CONSECUENCIAS EN EUROPA. ..................................................................................................... 25
Las transformaciones agrarias. ................................................................................................ 26
La Revolución Industrial. ......................................................................................................... 26
La formación de un mercado mundial. .................................................................................... 27
Cambios sociales y el apogeo de la burguesía. ........................................................................ 27
Bases institucionales del poder burgués. ................................................................................ 27
CONFLICTOS SOCIALES Y LUCHAS DE CLASES................................................................................ 28
CONSECUENCIAS EN ESPAÑA ....................................................................................................... 28
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA .................................................................................................. 30
IMPORTANCIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA EN AMÉRICA LATINA ............................................ 32
CONCLUSIONES............................................................................................................................ 38
RECOMENDACIONES.................................................................................................................... 39
ANEXOS ....................................................................................................................................... 40
59
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 57
WEBGRAFIA ................................................................................................................................. 57
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