Tesis Guanabana PDF
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Director
JAIRO ANTONIO OSORIO CARDONA
PhD. Fitopatoligía
Adriana Paola
AGRADECIMIENTOS
Al doctor Jairo Osorio, Coordinador Nacional del Programa Manejo Integrado de Plagas,
por su carisma, enseñanza y colaboración, durante el desarrollo de este proyecto.
A la señora Lucía Huertas de Castaño, por permitir la ejecución del proyecto en la Finca,
Lomitas de Calaima.
A Juan Clímaco Hío, por la contribución en todas las actividades del proyecto.
A mi amiga, María Fernanda Torres, por su amistad, asesoría y colaboración durante todo
el desarrollo del proyecto.
A mi amigo, Oscar Fuentes, por compartir sus conocimientos, experiencias, por ser siempre
un motivo de alegría y por todos los momentos geniales que vivimos.
A mi amiga, Jeni García, por estar siempre a mi lado, apoyándome en todas mis decisiones.
A mis compañeras y amigas de laboratorio, Erika, Yuri y Ginna, a quienes quiero mucho,
por ayudarme en las actividades de esta investigación y compartir todas las experiencias en
este año.
A Fabiola Monroy, por su interés en la consecución de todo el material bibliográfico
necesario para este proyecto.
A mi amiga Fabiola Gómez, por todo el apoyo emocional durante este tiempo.
A los abues y a mis hermanos, Juanga y Linda, por hacerme sentir muy cerca de ellos.
A mis papás, Bernardo y Rita, por recordarme siempre lo importante que soy en sus vidas.
A Tatiana García y Alexander Ramírez por ayudarme en todo lo que fue necesario.
RESUMEN EJECUTIVO
Pág
INTRODUCCION 7
1. PROBLEMA 9
1.1 TÍTULO 9
1.4 OBJETIVOS 10
1.5 JUSTIFICACIÓN 11
2. MARCO REFERENCIAL 12
2.1 ANTECEDENTES 12
2.2.2 La Antracnosis 15
2.2.3 El patógeno 18
3. DISEÑO METODOLOGICO 25
3.2.1 Población 25
3.2.2 Muestra 25
3.3 HIPÓTESIS 25
3.4 VARIABLES 25
3.5.1 Localización 26
5. DISCUSIONES 62
6. CONCLUSIONES 69
7. RECOMENDACIONES 70
BIBLIOGRAFIA 71
LISTA DE FIGURAS
Pág.
Figura 12. Envés de hoja de guanábana con más del 80% de infecciones latentes
(presencia de acérvulos) después del tratamiento con paraquat al 4%. Valor ubicado en
la división 5 de la escala 42
Figura 13. Medición de conidios de Colletotrichum sp. teñidos con azul de lactofenol 48
pág.
pág.
La guanábana (Annona muricata), es una fruta de gran importancia para los países
tropicales y subtropicales debido a su amplia aceptación en el mercado. En Colombia se ha
convertido en una de las frutas predilectas dentro de la canasta frutícola familiar; esta fruta
no sólo es preferida por su agradable sabor sino también por su valor nutritivo y
nutracéutico. La guanábana tiene buenas perspectivas en los mercados internacionales, es
apreciada por su tamaño, forma y calidad, su demanda se ha ido incrementando
paulatinamente y a medida que se desarrolla la tecnología para su cultivo el área dedicada
aumenta. Hoy por hoy, se emplea en la industria de helados, jugos, lácteos, consumo fresco,
enlatados y concentrados.
El hongo se dispersa por el contacto de gotas de agua con superficies donde se encuentra el
inóculo, la entrada de los conidios en éstas, el salpique y el movimiento a otros órganos del
hospederos. La mayor forma de dispersión de Colletotrichum sp. ocurre a partir de tejido
muerto o senescente sobre el cual se producen abundantes acérvulos, los cuales son
dispersados por acción del viento o el salpique después de las lluvias.
Al inicio de la enfermedad, los síntomas que se pueden apreciar son manchas amarillentas
en las flores, la coloración cambia de verde amarillento a pardo, ennegrecen, finalmente
caen al suelo y en algunos casos, quedan momificadas en las ramas. Cuando el hongo
aparece en período de floración, la infección se presenta en los pétalos, con manchas que se
alargan paulatinamente hasta cubrir toda la flor, la cual toma una coloración negruzca y cae
posteriormente.
Aun en la ausencia de síntomas visibles, los conidios de Colletotrichum sp. pueden
germinar sobre la superficie de hojas y/o frutos donde persisten como microscópicas
infecciones latentes que consisten en un apresorio con desarrollo limitado de hifas
infectivas. En condiciones favorables, el hongo puede crecer rápidamente dentro de la
planta y causar síntomas severos, pero en otras circunstancias Colletotrichum sp. podría
estar latente en los tejidos del hospedero por un tiempo, en algunos casos sólo llega a ser
aparente después de la cosecha. Una vez el hongo está desarrollado en el interior de la
planta, se producen cuerpos fructíferos oscuros que causan síntomas típicos de antracnosis.
1.1 TÍTULO
Existen dos tipos diferentes de enfermedades causadas por Colletotrichum, que afectan
frutos, las que ocasionan daños sobre los frutos inmaduros y en desarrollo (pre-cosecha) y,
las que afectan frutos maduros ya cosechados y durante el almacenamiento (post-cosecha).
Esto se debe a la habilidad de muchas especies de Colletotrichum para causar infecciones
latentes, en las cuales el hongo infecta frutos inmaduros en campo y después de un tiempo,
reanuda su crecimiento y ocasiona el daño en el fruto maduro. Este es un fenómeno donde
la infección toma lugar en estados tempranos del desarrollo del fruto, pero la enfermedad
aparece después, en la etapa madura o muy cercana a ésta.
La presencia, incidencia y severidad de esta enfermedad, están ligadas con el manejo del
cultivo, sin embargo, en Colombia, la única forma de controlar la antracnosis es con el uso
de fungicidas preventivos y curativos con aplicaciones hasta tres veces por mes, según el
nivel de afección, condiciones ambientales y estado de desarrollo de los árboles. A pesar de
esto, el manejo actual de la enfermedad no tiene éxito debido al desconocimiento del ciclo
de la enfermedad y por ende, la aplicación de los fungicidas con respecto al lugar, en el
árbol, fecha y cantidad, no es efectiva.
1.4 OBJETIVOS
La guanábana se encuentra dentro del grupo de frutas que se comercializan a buen precio
en los mercados nacional e internacional. En Colombia, algunas veces la producción es
escasa, porque el cultivo todavía tiene serios limitantes de producción; una de ellas es el
manejo de las enfermedades propias del árbol, como la antracnosis producida por C.
gloeosporioides.
Se estima que existen aproximadamente 750 especies del género Colletotrichum (Bailey y
Jeger, 1992) y cada una de ellas está ligada a un hospedero diferente; en algunos casos no
es sólo una especie la que ocasiona la enfermedad lo que hace aún más complejo su
estudio. Colletotrichum gloeosporioides y C. acutatum son las especies que están
comúnmente asociadas a la podredumbre de las frutas por antracnosis; estas dos especies
son parecidas morfológicamente y, debido a la coincidencia en el rango de hospederos y a
la gran variabilidad que sus aislamientos presentan en cultivo, ha sido muy difícil
identificarlos de forma independiente, por métodos taxonómicos convencionales. Por estas
razones es necesario utilizar técnicas de biología molecular que contribuyan a confirmar la
identidad del patógeno.
2.1 ANTECEDENTES
Binyamini (1972) reportó uno de los primeros estudios sobre la antracnosis en aguacate y
determinó la presencia de infecciones latentes por Colletotrichum gloeosporioides. Debido
a la importancia que tomó la enfermedad alrededor del mundo, diferentes investigadores
enfocaron sus trabajos en el conocimiento, tanto del agente causal como la interacción de
éste con su huésped, por ejemplo, Brown (1975) y Fagan (1979) estudiaron el “Postbloom
fruit drop” (caída de los frutos), como una nueva enfermedad en cítricos ocasionada por
Colletotrichum gloeosporioides.
El árbol de guanábana requiere para su buen crecimiento y desarrollo, una altitud entre 500
y 1250 m.s.n.m., una temperatura media entre 25 y 28 °C; no resiste condiciones de frío y,
cuando este es severo, causa defoliación y daños fisiológicos. Es abundante la
productividad en regiones con precipitaciones anuales entre 800 y 1000 mm, humedad
relativa entre el 60 y el 80% y, pH entre 5.5 y 6.5.
Clasificación taxonómica:
• Reino: Vegetal
• División: Spermatophyta
• Clase: Dicotiledónea
• Subclase: Archylamudeae
• Orden: Ranales
• Familia. Annonáceas
• Grupo: Guanábani
• Sección: Euannona
• Género: Annona
2.2.2 La Antracnosis
Epidemiología. El patógeno se disemina por el agua y por el viento y es probable que los
insectos participen en dicha acción. La enfermedad es favorecida por condiciones
ambientales de alta humedad o lluvias periódicas o, períodos secos y lluviosos alternos, por
árboles en mal estado nutricional, distancias de siembra inadecuadas y por la
susceptibilidad genética de los cultivares. Las conidias empiezan a germinar quince horas
después de estar en contacto con una lámina de agua, logrando la máxima actividad a las 48
horas y, el ciclo de la enfermedad dura entre 7 y 10 días. La penetración del hongo en los
tejidos ocurre directamente, por medio de los apresorios, por aberturas naturales o por
heridas.
C. gloeosporioides forma sus conidias en masas mucilaginosas, razón por la que necesita de
lluvia seguida de alta humedad relativa y, de una capa de agua que persista sobre el follaje
y sobre los frutos para la producción, diseminación y penetración del patógeno. Estas
condiciones unidas a la posibilidad del patógeno para penetrar directamente, sin necesidad
de heridas, o facilitado por éstas, hace más difícil su prevención y control.
Sintomatología
Las lesiones tienen borde definido y necrótico, mostrando el tejido con aspecto seco, duro,
compacto y generalmente el área necrosada se rompe (Véase la Figura 3). La enfermedad
avanza hacia el interior del fruto, destruyendo la pulpa y llegando hasta las semillas y el eje
central del fruto. Se ha comprobado que la pudrición seca del fruto está relacionada con la
incidencia de antracnosis foliar, ya que en árboles afectados por esta última, la pudrición
seca se presenta en forma acentuada.
La pudrición seca del fruto, ataca a éste en cualquier estado de desarrollo, pudiendo llegar a
inducir grandes pérdidas. Cuando el ataque se presenta en frutos jóvenes, la enfermedad
induce momificación del fruto, el cual toma una coloración oscura, casi negra y se
desprende fácilmente del árbol. Las pérdidas tienden a disminuir a medida que el ataque es
más tardío, lo que puede permitir en ciertos casos utilizar parte del fruto afectado. La
enfermedad también se suele presentar cuando hay heridas y perforaciones de los insectos
que atacan el fruto, como es el caso de la polilla perforadora del fruto Cerconota anonella.
Control químico. Las enfermedades producidas por Colletotrichum pueden ser controladas
por un amplio rango de productos químicos a base de cobre como ditiocarbamatos,
benzimidazoles y triazoles; otros funguicidas, como clorotalonil, imazalil, y procloraz son
efectivos para combatir a Colletotrichum. Los fungicidas sistémicos son particularmente
efectivos, debido a la habilidad para penetrar el tejido del huésped y erradicar las
infecciones latentes. Sin embargo, el problema de la tolerancia a los funguicidas,
rápidamente se incrementa cuando los benzimidazoles son utilizados de forma frecuente
para controlar esta enfermedad.
Las especies del género Colletotrichum están entre los hongos fitopatógenos más
importantes y atacan un rango extremadamente amplio de plantas, que crecen en ambientes
templados y tropicales. Estos patógenos causan daños en varias partes de la planta como:
raíces, tallos, hojas, flores y frutos, pero algunas veces son muy específicos para algún tipo
de tejido en particular; muchos de ellos también son específicos para especies de plantas o
cultivos.
Las principales fuentes de inóculo son las conidias producidas en acérvulos. En los
acérvulos más jóvenes, las conidias están encerradas en un material húmedo, mucilaginoso
e hidrofílico, algunas veces referido a una matriz de esporas. Este es un complejo mixto
compuesto en su mayoría por polisacáridos y glicoproteínas, con varios componentes
menores que incluyen algunas enzimas. Cuando estas estructuras reproductivas maduran
bajo condiciones de sequía, la matriz forma un depósito de corteza dura, el cual reúne
muchas esporas. La diseminación de las esporas a partir de acérvulos jóvenes ocurre en
pequeñas gotas de agua, mientras que el viento, a su vez, puede distribuir masas de esporas
secas de acérvulos viejos.
Hojas, ramas, inflorescencias y frutos en estado senescente junto con el dosel del árbol, son
las mayores fuentes de inóculo para el comienzo de la presencia de enfermedades. La
existencia del patógeno como un componente de la microflora del filoplano o, como
infecciones latentes de tejidos aparentemente saludables del hospedero, también proveen
fuentes de inóculo a partir de las cuales la enfermedad puede desarrollarse, aún cuando las
más obvias fuentes de saprofíticos hayan sido removidas.
Otros parámetros para la caracterización del patógeno han sido útiles como por ejemplo
tasa de crecimiento (lenta para C. acutatum y rápida para C. gloeosporioides), temperatura
óptima de crecimiento (25 ºC en C. acutatum vs. 30 ºC en C. gloeosporioides) y
sensibilidad al benomil.
Fuente
Tejido maduro
(Latencia y
Componente del filoplano)
Tejido muerto - saprófito
Esporulación/Dispersión
Dependiente - Agua
Largo Latencia
Corto
Acérvulo. Cuerpo fructífero asexual que contiene conidios. Colchón de hifas con forma de
plato abierto sobre el cual se levantan los conidios.
Antracnosis. Es una lesión necrótica similar a una úlcera profunda, que puede generarse en
diferentes órganos de las plantas hospederas.
Apresorio. También conocido como célula madre haustorial por su asociación con éste,
puede ser simple o compuesto, de pared delgada y, hialina o gruesa y oscura. Es
responsable de la fijación a la pared celular, penetración y fisiología de la enfermedad.
Haustorio. Célula u órgano especializado que se forma dentro de la célula del hospedero
como ramificación de una hifa, a fin de lograr un contacto íntimo con el citoplasma; tiene
forma de bolsa y realiza la absorción de alimentos.
Himenio. Membrana donde están localizados los elementos fértiles, productores de esporas
en los hongos.
Peritecio. Ascocarpo cerrado por una pared propia y un poro en el extremo, que constituye
un verdadero ostíolo.
La población que recibirá influencia de esta investigación, está relacionada con todos los
cultivos de guanábana que existan en el país; específicamente, aquel que fue objeto de
estudio, ubicado en La Mesa, Cundinamarca.
3.3 HIPÓTESIS
3.4 VARIABLES
Las variables independientes del estudio son: orientación, profundidad y edad de las hojas,
lote y árbol.
El cultivo está ubicado en la parte oriental del valle del río Apulo, en las estribaciones
occidentales de la cordillera oriental a una altura de 1.180 metros sobre el nivel del mar,
con 4.42° latitud norte y 74.20° longitud occidental. Presenta una humedad relativa del
64%, temperatura mínima de 22°C y máxima de 25°C, brillo solar de 4.48 horas luz y
radiación de 462.1 calorías /cm2.
El cultivo ocupa un área aproximada de once hectáreas, sembradas con 3000 árboles, 1000
en producción plena y 2000 de dos años de edad. Se determinó muestrear dos lotes, cinco
árboles de cada uno durante siete meses, desde febrero a agosto de 2005.
De acuerdo con la metodología planteada por Biggs (1995) y utilizada por Torres (2005), se
realizaron cuatro tratamientos con el herbicida paraquat a dos concentraciones, por dos
períodos de tiempo (Véase el Cuadro 1) y, dos tratamientos con choque térmico.
Todas las hojas fueron previamente lavadas con agua destilada durante 15 minutos y se
permitió el secado de las mismas a temperatura ambiente.
Cuadro 1. Diseño experimental para la estandarización de envejecimiento foliar con
paraquat a diferentes concentraciones y periodos de tiempo
Para cada tratamiento fue necesario preparar un litro de cada concentración de paraquat,
mediante la fórmula de concentración y volumen siguiente:
C1*V1 = C2*V2
Donde:
El tratamiento con choque térmico se basó en la metodología utilizada por Torres (2005), la
cual consistió en someter grupos de 10 hojas (jóvenes y viejas) previamente desinfectadas y
empacadas en bolsas de papel, a dos temperaturas diferentes (-5 y –10 °C), durante dos
períodos de tiempo (30 y 60 minutos).
La humedad que se crea en los recipientes plásticos le permite al patógeno pasar de estado
latente a un estado activo en las hojas senescentes, lo cual se puede comprobar mediante la
aparición de estructuras reproductivas de Colletotrichum sp. sobre la lámina foliar, luego de
7 días de incubación, para hojas de guanábana.
3.5.5 Diseño de una escala para la cuantificación de acérvulos sobre la lámina foliar.
Para evaluar la presencia de acérvulos de Colletotrichum sp. sobre la lámina foliar fue
necesario elaborar una escala con seis niveles (Véase la Figura 6); cada uno de ellos está
determinado por un rango de porcentaje que refleja la cantidad de acérvulos propios de
Colletotrichum sp, ya que pueden existir otro tipo de estructuras pertenecientes a otros
hongos que también crecen sobre la hoja y tienden a confundirse con éstos. Se observaron
aproximadamente 350 hojas, para determinar la precisión del uso de la escala. Esta
metodología permite la cuantificación de infecciones latentes a partir de follaje envejecido
de forma rápida (Véase el Cuadro 2).
Nivel Porcentaje de
Infecciones Latentes
0 0
1 1-20
2 21-40
3 41-60
4 61-80
5 81-100
Figura 6. Diagrama de la lámina foliar de guanábana con los 5 niveles de cubrimiento
de infecciones latentes (acérvulos)
3.5.6 Diseño de muestreo de la copa del árbol de guanábana. Se seleccionaron dos lotes
contrastantes con respecto a la incidencia de la enfermedad; el primero de ellos
caracterizado por tener baja incidencia y el segundo, con alta incidencia de antracnosis. De
cada lote se eligieron cinco árboles ubicados en diferentes puntos del terreno, los cuales
fueron marcados con bandas plásticas de colores, con el objeto de identificarlos con
facilidad y evitar confundirlos en los muestreos siguientes (Véase la Figura 8).
Con el objetivo de determinar la distribución espacial del inóculo en la copa del árbol de
guanábana, fue necesario muestrear las hojas de forma estratificada de acuerdo con la
orientación, profundidad y edad; por cada árbol se trabajaron ocho estratos y en cada uno se
recolectaron dos láminas foliares. Para el primer y segundo estrato se recolectaron dos
hojas viejas internas de la parte oriental y dos hojas viejas internas de la zona occidental
respectivamente; para el tercer y cuarto estrato se tomaron dos hojas viejas externas del
oriente y dos hojas viejas externas del occidente (Véase el Cuadro 3).
Para el quinto y sexto estrato se muestrearon dos hojas jóvenes internas del oriente y dos
hojas jóvenes internas de la parte occidental y finalmente, para el séptimo y octavo estrato,
se recolectaron dos hojas externas de la zona oriental y dos hojas jóvenes de la occidental,
de forma respectiva. En total, se estimó muestrear 16 hojas de cada árbol, las cuales fueron
empacadas en bolsas de papel debidamente marcadas; estas a su vez fueron introducidas en
una nevera de icopor hasta la llegada al sitio de procesamiento. Estos muestreos se
realizaron cada 30 días durante siete meses consecutivos, en los cuales se llevó un registro
de condiciones climáticas como temperatura y precipitación, estado fenológico de la planta
y manejo general del cultivo.
3.5.7 Procesamiento de material vegetal. Las hojas fueron mantenidas en bolsas de papel,
marcadas con el estrato, número de árbol y lote, dentro de una nevera de icopor, hasta la
llegada al sitio de trabajo. El procesamiento de las mismas se llevó a cabo en las
instalaciones del laboratorio de Fitopatología del Programa Manejo Integrado de Plagas de
Corpoica, Tibaitatá. Las muestras se lavaron con agua destilada durante 15 minutos,
teniendo en cuenta el estrato correspondiente, luego se dejaron secar a temperatura
ambiente. Seguidamente se procedió a la inmersión de las hojas en paraquat a una
concentración del 4% durante un período de 30 minutos y por último, se permitió su
secado.
Una vez inducido el envejecimiento del follaje recolectado con el uso del herbicida
paraquat, se procedió a colocar las hojas en las cámaras húmedas, mediante la metodología
descrita anteriormente, para ser incubadas durante 7 días.
Una vez las muestras fueron recolectadas, se procesaron en el menor tiempo posible.
Inicialmente se realizó la descripción de los síntomas propios de cada órgano muestreado;
luego se llevó a cabo corte de cuadros pequeños de manera que dentro del área
seleccionada estuviera el tejido sintomático rodeado de tejido sano. A su vez, estos
cuadrados fueron cortados en forma diagonal (triángulo). Los cortes vegetales fueron
ubicados con pinzas previamente flameadas en el interior de cajas de petri estériles,
debidamente marcadas con el órgano correspondiente del cual se cortaron. Después, los
cortes fueron transferidos a una solución de hipoclorito de sodio al 2% durante 1 minuto y,
se realizaron tres enjuagues con agua destilada estéril, luego se sumergieron 3 veces en
alcohol al 70% durante 10 segundos y nuevamente se hicieron tres enjuagues con agua
destilada estéril, para terminar de remover los desinfectantes.
Los cortes del tejido vegetal, ya desinfectados, se ubicaron sobre servilletas estériles
marcadas con el órgano correspondiente del cual fueron obtenidos. Cada uno de ellos se
sembró en cajas de petri con agar PDA (39g/L de agar papa-dextrosa-agar, MERCK ®), de
tal forma que el tejido afectado estuviera en contacto directo con la superficie del medio.
Las cajas se sellaron con vinilpel y se incubaron a 25 ºC, durante 5 días en oscuridad.
Para lo anterior fue necesario esterilizar a 15 lbp y 115°C durante 15 minutos 80 tubos de
vidrio taparosca, con diámetro de 1.8 cm y 6.5 cm de altura, los cuales se llenaron
previamente con 1 ml de agua destilada y se almacenaron a 4°C hasta el momento en que
fueron utilizados. Simultáneamente, se preparó agar agua (13 g/L de agar-agar, MERCK ®)
para la germinación de los conidios y agar PDA (39g/L de agar papa-dextrosa-agar,
MERCK ®) para el aislamiento de los mismos.
De cada aislamiento se tomó una muestra pequeña con un asa estéril, se diluyó en cada tubo
con 1 ml de agua destilada estéril y se homogenizó con un vórtex. Se calculó la
concentración de la solución en una cámara de Neubauer mediante recuento de conidios en
los 64 cuadrados de los 4 extremos y aplicando la fórmula de la cámara.
C1*V1 = C2* V2
Donde:
C1 = Conidios/1000 µl
V1 = X (µl)
C2 = 1 conidio/µl
V2 = 1000 µl
Se hicieron cortes circulares de cada cultivo con un asa estéril y se transfirieron 3 de ellos
para cada tubo eppendorf ® con glicerol, sobre la tapa del tubo se marcó con el código
correspondiente al cultivo origen, se colocaron en una gradilla, se envolvió en papel
vinilpel y se almacenaron a –10°C.
Para la conservación en papel, fue necesario tener colonias con un diámetro de crecimiento
de 2 cm aproximadamente, sobre las que se colocaron triángulos estériles de papel filtro,
con el fin de que Colletotrichum sp. colonizara el papel (Véase la Figura 10). Las cajas de
petri fueron selladas con vinilpel, marcadas con el código asignado e incubadas a 25°C en
oscuridad hasta que el papel estuvo cubierto de acérvulos y micelio de Colletotrichum sp.
Luego se retiró el papel con pinzas flameadas y se colocó dentro de cajas de petri estériles
marcadas, las cuales se ubicaron en un horno a una temperatura no mayor a 27°C; pasados
2 días se voltearon los triángulos colonizados, para permitir el completo secado de los
mismos por otro período de 2 días. Finalmente, los trozos de papel se colocaron dentro de
bolsas de pergamino estériles marcadas con el código correspondiente y conservadas a –
10°C.
Con el fin de evaluar la sensibilidad a un fungicida, se eligió Benomyl, por ser uno de los
más utilizados para el control de la enfermedad; en la prueba, los 20 cultivos se sometieron
a crecimiento en medio PDA con Benomil propuesto por Bernstein en 1995 (39g/L de
papa-dextrosa-agar, MERCK ®; 100 µl de ácido láctico, pH 5-6; 2ul/ml de Benomil) y se
comparó la velocidad del crecimiento con respecto a medio PDA acidificado ((39g/L de
papa-dextrosa-agar, MERCK ®; 100 µl de ácido láctico, pH 5-6).
Para realizar la amplificación del ADN de Colletotrichum sp. se utilizaron dos primers
específicos tipo ITS1 del ADN ribosomal (Invitrogen®) para el género objeto de estudio,
tomando como referencia las secuencias publicadas por Mills en 1994, los cuales se
emparejaron con el primer universal ITS4. El primero de ellos es el primer CaInt2
específico para Colletotrichum acutatum (5’- GGGGAAGCCTCTCGCGG-3’) y el
segundo es el primer CgInt, específico para Colletotrichum gloeosporioides (5’-
GGCCTCCCGCCTCCGGGCGG-3’).
Se preparó una solución master mix para 41 reacciones, 20 de ellas con el primer CgInt y
las 21 restantes con el primer específico para C. acutatum CaInt2. A cada tubo para PCR
que contenía la solución máster se le adicionaron 2 µl de la solución con DNA, extraído a
partir de conidios de Colletotrichum sp. (Véase el Cuadro 4)
3.6 INSTRUMENTOS
Los instrumentos utilizados para el desarrollo del presente proyecto son los siguientes:
• Balanza Analítica
• Calibrador
• Cámara de Neubauer
• Microscopio
• Estereoscopio
• Cámara Digital
• Termociclador
• Transiluminador UV
3.7 TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS
Los tratamientos por choque térmico no dieron ningún resultado satisfactorio para el
envejecimiento del follaje y por ende no se observó la presencia de acérvulos; sólo se
confirmó el crecimiento de microorganismos saprófitos como Penicillium sp, Aspergillus
sp., entre otros, por lo cual se descartó esta metodología.
Para lo anterior se tomó como referencia la descripción morfológica realizada por Sutton
(1992), en la cual afirma que acérvulos color rosado, salmón-rosado a naranja sin setas, son
característicos de Colletotrichum acutatum y, acérvulos grises o algunas veces naranja
pálido con setas, de Colletotrichum gloeosporioides. Ambos tipos de acérvulos fueron
observados sobre el envés de la lámina foliar, en mayor cantidad los que correspondían a
Colletotrichum acutatum. Se realizó un montaje de cada acérvulo en un portaobjetos y fue
observado bajo microscopio, para verificar los conidios de C. acutatum o C.
gloeosporioides (Véase la Figura 10).
Figura 11. Envés de hoja de guanábana con más del 80% de infecciones latentes
(presencia de acérvulos) después del tratamiento con paraquat al 4%. Valor ubicado
en la división 5 de la escala
Cuadro 7. Porcentaje de infecciones latentes
División % de Infecciones
latentes
0 0
1 1-20
2 21-40
3 41-60
4 61-80
5 81-100
Marzo. Se observaron de nuevo diferencias altamente significativas (< 0.001) entre los
árboles muestreados por cada lote; cada uno de ellos presentó un porcentaje diferente de
infecciones latentes. Durante este mes, los resultados entre lote, edad u orientación no
mostraron diferencias. Por el contrario, sí se encontraron diferencias significativas (0.0249)
a nivel de profundidad, entre la parte interna y externa; según la prueba de Tukey la
ubicación de las infecciones latentes en la zona externa de la copa fue más representativa.
No se observó interacción entre las fuentes de variación durante marzo.
Abril. Los análisis realizados para los datos registrados de este mes muestran diferencias
altamente significativas de forma sucesiva a nivel de los lotes (< 0.001) y entre los árboles
muestreados (< 0.001). Según la prueba de Tukey, la mayor presencia del patógeno en
forma de infecciones latentes durante este mes, corresponde al lote 2.
Se encontró interacción entre lote y edad de las hojas muestreadas con diferencias muy
significativas (0.0051).
Mayo. Los datos analizados mostraron nuevamente un comportamiento similar a los dos
meses anteriores a nivel de lotes, en el cual, la presencia del patógeno en forma de
infecciones latentes fue más evidente en el lote 2; por consiguiente hubo diferencias
altamente significativas (0.0005). Los resultados de la prueba de Tukey relacionados con el
estrato edad, mostraron que la presencia de acérvulos como evidencia de infecciones
latentes, fue superior en las hojas jóvenes que en las viejas (P< 0.001).
Según el análisis de varianza, se encontró interacción entre los lotes y las edades de las
hojas muestreadas por cada uno; los resultados mostraron diferencias altamente
significativas (0.0054).
Julio. Según los datos analizados para el mes de julio, a nivel de lotes se encontraron una
vez más diferencias significativas (0.0376), el lote 2 presentó el mayor porcentaje de
infecciones latentes en las hojas, según los análisis de la prueba de Tukey.
Los resultados obtenidos del ANAVA y de la prueba de Tukey, mostraron diferencias muy
significativas entre árboles de cada lote (P< 0.001) y también en el estrato edad (P< 0.001).
En este último, la mayor cantidad de acérvulos del patógeno se halló en las hojas jóvenes.
Agosto. De acuerdo con el análisis estadístico para los datos correspondientes a Agosto, se
observaron diferencias significativas (0.0113), al igual que en los meses anteriores, a nivel
de lotes. El lote 2 resultó con la mayor presencia de infecciones latentes. por consiguiente,
diferencias altamente significativas (0.0021) fueron notables entre cada uno de los árboles.
Los datos analizados por medio de la prueba de Tukey para el estrato edad (hojas jóvenes y
viejas), mostraron diferencias muy significativas (P< 0.001); en las hojas jóvenes se
encontró la mayor cantidad de acérvulos de Colletotrichum sp. Igualmente, la orientación
también tuvo un comportamiento con diferencias estadísticamente muy significativas (P<
0.001); el occidente fue la zona con la cantidad de cuerpos fructíferos (acérvulos) más
representativa.
Hubo interacción entre los datos analizados a nivel de lotes y la edad de las hojas con
diferencias significativas (0.0308); el lote 2 y las hojas jóvenes tuvieron la mayor cantidad
de presencia de infecciones latentes. Se observó interacción entre lote y profundidad, las
diferencias fueron muy significativas (0.0028), el segundo lote y la zona externa tuvieron
alta presencia de acérvulos de Colletotrichum sp.
De nuevo hubo interacción entre lote y edad de las hojas, se encontraron diferencias
altamente significativas (0.0028) para los datos analizados; las hojas jóvenes del lote 2
mostraron el mayo porcentaje de infecciones latentes.
Síntomas en hojas. Para llevar a cabo los aislamientos de Colletotrichum sp. a partir de
órganos sintomáticos de antracnosis, fue necesario realizar un muestreo de cada uno, con la
metodología correspondiente.
En el segundo estado, la lesión mostró una coloración café menos oscuro, ovalada y no fue
uniforme; en el centro el tejido colapsó, fue seco, liso y con mayor hundimiento; el borde
estuvo más pronunciado y fue más oscuro que en la parte central. El tamaño de la lesión
osciló entre 0.5 y 1.0 cm. No se observó clorosis pero sí una proyección de la lesión a lo
largo y ancho de la lámina, lo cual indicó el estado inicial de la maduración del síntoma.
El estado tres se caracterizó por ser una lesión adulta, madura, se observó una mancha de
color marrón claro con el tejido completamente seco y roto en el centro. Cuando la lesión
se encontró en el borde se apreció enroscamiento de la lámina. El tamaño de la mancha
estuvo entre 1.0 y 2.0 cm, y fue de forma ovalada y con borde definido. Se observaron
algunos acérvulos sobre la lesión lo cual indicó la aparición de los primeros signos de la
enfermedad. Cuando el síntoma se presentó en la nervadura, se pudo identificar una
mancha de color pardo claro, con hundimiento, de forma ovalada, clorosis alrededor, la
cual se pronunció hacia la lámina, el tamaño alcanzó hasta 3.0 cm de longitud (Véase la
Figura 15).
El cuarto estado de la lesión en la lámina presentó una coloración café más clara que en los
estados anteriores, madura, tejido muy seco, el cual colapsó completamente y por esta
razón se pudo observar rompimiento del mismo en la parte del centro, el tamaño fue mayor
de 2.0 cm. Se observó una gran cantidad de acérvulos sobre toda la lesión y algunas veces
se agruparon en anillos concéntricos
Síntomas en botones y frutos. Los síntomas que se presentaron en estos órganos tuvieron
los cuatro estados similares a los de las hojas. En los botones, las lesiones siempre
presentaron borde definido y fueron más frecuentes hacia la base de los pétalos y sépalos y
algunas veces se unieron varias lesiones acelerando la pudrición de la flor; a medida que la
lesión fue madurando se adentró en el botón, cubrió la mayor parte de éste. En los últimos
estados, al igual que en hojas, se pudieron verificar los signos de Colletotrichum sp., con la
aparición de masas de esporas sobre el tejido que colapsó completamente.
En el fruto, se presentaron también los estados anteriores; las lesiones se observaron como
manchas de borde definido, color café oscuro, hundidas, similar a un chancro;
posteriormente, el tejido tomó una apariencia seca y se rompió. En los dos últimos estados
se afectó el interior del fruto y ocasionó daño en la pulpa; igualmente, en la corteza se
observaron los cuerpos fructíferos del patógeno.
Una vez purificados, se realizó cultivo monoconidial a todos los aislamientos, con el fin de
tener un individuo y a cada uno se le registraron las características macro y microscópicas
(Véanse los Cuadros 9 y 10). Adicionalmente, se le asignó el código de acuerdo al órgano
del cual se obtuvo el aislamiento y al número, por ejemplo: IL05, SF02, SB01, SH03, etc.
Figura 12. Medición de conidios de Colletotrichum sp. teñidos con azul de lactofenol
Se pueden observar: D) Estado inicial del síntoma en el borde de la hoja a 10X E) Síntoma
caracterizado por lesión madura del borde a 10X.
Se pueden observar: F) Lesión inicial sobre la nervadura a 10X G) Síntoma sobre nervadura
en estado intermedio H) Lesión avanzada, el tejido ha colapsado.
Cuadro 9. Caracterización morfológica macroscópica de la colección de estudio de
Colletotrichum sp
5%
20%
50%
25%
Con relación al color de las masas de los conidios de cada uno de los aislamientos, se
observaron dos colores que permiten agrupar las colonias: colonias con masas de conidios
rosadas y masas de conidios naranjas. El 65% de los asilamientos de la colección, presentó
colonias con masas naranjas y el 25% restante fueron masas rosadas (Véase la Gráfica 2).
70 65%
60
50
40 35%
30
20
10
0
Naranjas Rosados
Cuadro 10. Caracterización microscópica de la colección de estudio de Colletotrichum
sp
Tamaño de los
Conidios Largo Ancho Forma de los
Cepa (µm) (µm) Conidios
SB01 16.80 4.50 Ovaladas con un extremo más angosto que
otro. Ambos extremos redondeados
SB02 16.20 4.20 Totalmente ovaladas con extremos
redondeados
SB03 16.35 4.05 Ovaladas un poco disminuidas en cada
extremo
SB04 16.60 4.35 Ovaladas y estrechas en el centro. Extremos
redondos
SB05 15.95 4.80 Ovaladas con extremos acusados
Mayor
45%
Menor
55%
Cuadro 11. Comparación de diámetros de crecimiento de los aislamientos de la
colección en medio PDA y selectivo para Colletotrichum sp después de 72 horas de
incubación
Sensibles 45%
Resistentes 55%
4.8 CARACTERIZACIÓN MORFOLÓGICA DE LOS AISLAMIENTOS DE LA
COLECCIÓN
Colonias color blanco y gris El 50% de las colonias de la colección exhibió, en medio de
cultivo PDA, una coloración blanco y gris. Los 10 aislamientos correspondientes son: 3 de
síntomas en botones (SB01, SB02 y SB04), 4 de síntomas en hojas (SH01, SH02, SH03 y
SH05) y 3 de infecciones latentes (IL01, IL03 y IL04). Ninguna colonia de Colletotrichum
sp. de síntomas en fruto mostró esta coloración. 8 de estos aislamientos presentan una
característica que predomina en la forma de los conidios y es que éstos tiene los extremos
redondos. De forma general, la descripción realizada es que son alargados, grandes,
cilíndricos. La longitud de los conidios está entre 16.20 y 17.35 µm y el ancho va desde 3.5
y 5.8 µm. Los 2 aislamientos restantes corresponden a la colonia SH05 y IL01, los cuales
tienen una longitud y ancho diferente a los demás. El largo está entre 13.35 y 13.55 µm, el
ancho desde 3.40 a 3.70µm. la coloración de las masas de conidios siempre fue rosada.
Colonias blancas. Dentro de este grupo están 2 aislamientos de síntomas en botón (SB03 y
SB05), 2 aislamientos de síntomas en frutos (SF02 y SF05) y 1 colonia de síntomas en
hojas (SH 04). Estas colonias tuvieron una baja velocidad de crecimiento en agar PDA con
hidróxido de cobre y fueron resistentes al benomyl. Los grupos de conidios exhibieron una
coloración naranja. La medición del largo de estos conidios estuvo entre 14.50 y 17.20 µm
y el ancho de 2.95 a 5.95 µm, la forma de estos se caracterizó por tener por lo menos uno
de los extremos acusados.
Aislamiento SB04 en a) medio PDA b) medio selectivo para Colletotrichum sp. c) PDA
con Benomyl 1µg/ml d) PDA con Benomyl 2 µg/ml (colonia sensible), después de 7 días
de incubación.
La extracción del ADN de cada uno de los 20 aislamientos se llevó a cabo con el kit
UltraClean DNA Soil (MoBio®). Para comprobar la existencia del ADN extraído fue
necesario hacer una electroforesis de sólo ácidos nucléicos, la cual mostró la eficiencia del
kit.
Aislamiento Color PDA Color Diámetro Reacción Tamaño conidios Extremos PCR
PDA+Cu Colonia en Benomyl Conidios
Cu
Largo Ancho CaInt2 CgInt
(µm) (µm)
SB01 Blanco y gris Gris 5.05* Sensible 16.80 4.50 Redondos - +
SB02 Blanco y gris Gris 5.25* Sensible 16.20 4.20 Redondos - +
SB03 Blanco Gris opaco 3.20 Tolerante 16.35 4.05 Acusados + -
SB04 Blanco y gris Gris 5.50* Sensible 16.60 4.35 Redondos - +
SB05 Blanco Gris opaco 3.05 Tolerante 15.95 4.80 Acusados + -
SF01 Naranja Marrón 3.40 Tolerante 14.45 2.80 Fusiformes - -
SF02 Blanco Gris opaco 3.35 Tolerante 14.50 2.95 Extremo acusado + -
SF03 Naranja Marrón 3.30 Tolerante 15.38 3.65 Acusados + -
SF04 Gris Verde 5.50* Sensible 14.55 3.95 Redondos - +
SF05 Blanco Gris opaco 2.70 Tolerante 15.40 4.00 Extremo acusado + -
SH01 Blanco y gris Gris 3.50* Sensible 16.35 4.75 Redondos - +
SH02 Blanco y gris Gris 5.15* Sensible 17.05 5.85 Redondos - +
SH03 Blanco y gris Gris 3.85* Sensible 16.95 5.80 Redondos - +
SH04 Blanco Gris opaco 4.50 Tolerante 16.20 5.95 Fusiformes + -
SH05 Blanco y gris Gris 4.80 Tolerante 13.35 3.70 Acusados + -
IL01 Blanco y gris Gris 4.10 Tolerante 13.55 3.40 Acusados - -
IL02 Naranja Marrón 3.10 Tolerante 13.70 3.50 Fusiformes + -
IL03 Blanco y gris Gris 5.45* Sensible 16.50 3.55 Redondos - +
IL04 Blanco y gris Gris 5.50* Sensible 16.85 3.85 Redondos - +
IL05 Naranja Marrón 3.05 Tolerante 13.75 3.45 Acusados + -
* Colonias con mayor diámetro de crecimiento en medio selectivo para Colletotrichum sp.
Aislamientos negativos para las pruebas moleculares
5. DISCUSIONES
Las infecciones latentes producidas por patógenos en plantas, han sido previamente
reportadas (Verhoeff, 1974; Prusky, 1996; Peres, et al., 2005) y son consideradas de los
más altos niveles de parasitismo, desde que el parásito y el hospedero coexisten sin daño a
este último. Verhoeff afirma que una verdadera infección latente debe involucrar una
relación parasítica que eventualmente induce síntomas. De acuerdo con los resultados en
guanábana, se encontró que Colletotrichum gloeosporioides y C. acutatum producen
infecciones latentes, ya que fue evidente la presencia de estructuras reproductivas, mediante
la estimulación de envejecimiento del follaje asintomático con paraquat.
Aunque la mayoría de los estudios sobre infecciones latentes causadas por Colletotrichum
sp., se han llevado a cabo en frutos, en este, se planteó la hipótesis sobre la presencia de las
infecciones latentes en follaje asintomático de guanábana y se confirmó. Referente a las
investigaciones de este tipo de infecciones, en aguacate por ejemplo, se ha descrito el rol
que desempeñan los componentes preformados en la latencia y resistencia (Prusky et al.,
1982, 1985, 1988). Se identificó inicialmente un dieno antifúngico (cis, cis-1-acetoxy-2-
hixroxy-4-oxo-heneicosa-12, 15-dieno) en la corteza de frutos inmaduros de aguacate en
concentraciones altas, las cuales fueron requeridas in vitro para inhibir el crecimiento de C.
gloeosporioides y luego éstas concentraciones se redujeron cuando el fruto maduró. Esto
puede sugerir el hecho de que existan componentes en los tejidos de guanábana que
permitan, en un determinado momento, retardar el desarrollo del patógeno y producir las
infecciones latentes.
Los dos meses restantes en los que los árboles tuvieron alta presencia de infecciones
latentes, fueron Junio con 71.25% y Julio con 65%. Estos dos meses corresponden a un
período de completa sequía en el sitio de estudio y por ende, se presenta déficit hídrico; los
intervalos de temperatura durante estos meses fueron: temperatura mínima de 22°C,
máxima de 29°C y humedad relativa de 64%. Se sospecha que una de estas condiciones no
es favorable para la germinación de Colletotrichum sp, por lo que probablemente haya
permanecido como infección latente. Zárate (1988) afirma que la incidencia de la
antracnosis en guanábana se ve favorecida por condiciones ambientales de alta humedad
relativa (> 80%) y lluvias periódicas, lo cual podría insinuar que estas condiciones
favorecen la germinación de los conidios, el establecimiento de Colletotrichum sp. y,
finalmente, el desarrollo de la enfermedad.
De los siete meses de muestreo, Marzo, Abril, Mayo y Agosto, todos los árboles mostraron
baja presencia de infecciones latentes; los porcentajes respectivos fueron 49.5%, 53.8%,
30.7 y 53.8%. Marzo es el inicio del primer período de lluvia en la zona de La Mesa y
finaliza a comienzos de Junio, en el que se alcanza una humedad relativa mayor del 80%,
condición óptima para la germinación de los conidios de Colletotrichum sp. y, la activación
de infecciones latentes. Durante este mes se observó una alta incidencia de la antracnosis en
el cultivo de guanábana; frutos, botones florales y hojas, presentaron síntomas típicos de la
enfermedad. Se podría afirmar que bajo estas condiciones ambientales, las infecciones
latentes son mínimas por la activación de la antracnosis. El porcentaje más bajo de
infecciones latentes se presentó durante Mayo con un 30.7%, este mes se caracterizó por
tener precipitaciones continuas durante todos los días, temperaturas altas después de
mediodía y una humedad relativa superior al 85%. A partir de lo anterior, se podría sugerir
que estas condiciones climáticas favorecieron la incidencia de la enfermedad y tal vez sea
la razón de la baja presencia de acérvulos en las hojas evaluadas durante este mes.
González (1977) afirma que Colletotrichum sp. forma sus conidios en masas
mucilaginosas, razón por la que necesita de lluvia seguida de alta humedad relativa y de
una capa de agua que persista sobre el follaje y sobre los frutos, para la producción,
diseminación y penetración del patógeno. Los resultados obtenidos en las evaluaciones de
estos meses, sugieren que las condiciones anteriormente descritas propiciaron la
germinación de los conidios, activaron las infecciones que después fueron evidentes por la
aparición de síntomas y, finalmente, la presencia de acérvulos en las láminas foliares
analizadas fue muy baja.
Las infecciones latentes sobre el follaje asintomático de Annona muricata L. y los órganos
con síntomas de la enfermedad, permitieron recuperar el patógeno a partir del aislamiento
de los acérvulos que emergieron sobre la lámina foliar. Zulfiqar et al (1996), afirma que
cuando los tejidos se vuelven senescentes, Colletotrichum sp. coloniza el tejido y produce
abundantes acérvulos bajo condiciones de humedad. Como medida de evaluación de los
acérvulos aislados, se requirió una observación microscópica detallada de cada uno y se
pudo confirmar que de acuerdo con la descripción de Sutton (1992), la estructura
correspondiente a Colletotrichum gloeosporioides tiene un aspecto seco, con setas y los
conidios están agrupadas en masas, aunque no siempre son de coloración salmón pálido.
Los acérvulos de Colletotrichum acutatum se observaron como estructuras de aspecto
cremoso, no presentaron setas y las agrupaciones de conidios tenían coloración naranja.
Teniendo en cuenta la descripción morfológica de los acérvulos, fue posible aislar, en
teoría, acérvulos de ambas especies.
Las colonias blancas con gris tuvieron acérvulos de color rosado, una tasa alta de
crecimiento en medio selectivo para Colletotrichum sp. (Timmer et al, 1998) y fueron
sensibles al benomyl. Sutton (1992) describe las colonias de Colletotrichum
gloeosporioides de color grisáceo blanco y, conidios formados en masas de color salmón
pálido. Agostini y Timmer (1994) también reconocieron dentro de un grupo de tres especies
de Colletotrichum sp., patógenos de cítricos, una cepa que tenía una alta velocidad de
crecimiento, de color gris, a la que denominaron FGG, colonia gris de rápido crecimiento y
la atribuyeron a Colletotrichum gloeosporioides. Estos resultados permiten sugerir que este
grupo de características sería un buen indicio de que estas colonias pertenecen al género C.
gloeosporioides.
Las colonias blancas, naranjas y grises presentaron conidios agrupados en masas de color
naranja y tuvieron una baja velocidad de crecimiento en medio selectivo. Timmer (1994),
Gunnell y Gubler (1992), afirman que las colonias correspondientes a Colletotrichum
acutatum en cítricos, presentan un lento crecimiento y producen micelio blanco con masas
naranjas de pequeños conidios fusiformes. A partir de lo anterior, se podría inferir que estas
colonias forman parte del género C. acutatum, aunque una prueba que permitiría contribuir
a la diferenciación de las especies sería, la tolerancia al benomyl.
El benomyl es uno de los fungicidas más efectivos para el control de la antracnosis (Peres
et al, 2002) y ha sido utilizado en medio de cultivo, para diferenciar Colletotrichum
gloeosporioides de Colletotrichum acutatum, ya que este último muestra cierta tolerancia al
benomyl. Todos los aislamientos de Colletotrichum sp. de guanábana mostraron tolerancia
a 1µg/ml; esto podría indicar que, a bajas concentraciones, el fungicida no tiene efecto
sobre el crecimiento del patógeno, debido a que con una concentración de 2µg/ml se
inhibió el crecimiento de algunos aislamientos de la colección.
Dentro de los aislamientos de la colección, dos de ellos no amplificaron con ninguno de los
primers, uno de síntomas en botón y el otro de infecciones latentes (SB05 y IL01). Estas
colonias presentaron diferentes características frente a los demás aislamientos, aunque
ambas fueron tolerantes al benomyl y con conidios fusiformes. Se podría pensar que se
trata de Colletotrichum acutatum, aunque la prueba molecular resultó negativa y por lo
tanto, la identidad del aislamiento no pudo ser definida. La alta variabilidad genética del
género Colletotrichum sp. puede ser una de las razones por las cuales no todos los
aislamientos fueron positivos para las pruebas moleculares. Para otras investigaciones, sería
conveniente trabajar con otras regiones intergénicas, como ITS2 o ITS3.
6. CONCLUSIONES
El tiempo de muestreo podría ser mayor, así que sería conveniente en próximos estudios,
analizar la dinámica de la fuente de inóculo de Colletotrichum sp. durante doce meses, con
el propósito de incluir todos los períodos secos y lluviosos que inciden en el ciclo de la
enfermedad.
Para tener mayor exactitud con los resultados moleculares, se propone secuenciar los
productos de PCR y comparar estas secuencias con las bases de datos internacionales.
También sería de gran información amplificar nuevamente el ADN de los aislamientos que
no fue posible caracterizar y, posteriormente, secuenciar estas amplificaciones con el fin de
conocer su identidad.
Realizar pruebas de patogenicidad exhaustivas, para determinar cuáles de los cuatro grupos
de colonias son realmente patogénicos en guanábana.
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